Estructura de La Comedia
Estructura de La Comedia
Estructura de La Comedia
Una comedia suele estar compuesta de dos mitades, señaladas por la división que hace la
Parábasis del coro durante la cual se suspende la acción. Ésta comienza con una despedida de
los actores, y entonces el coro, sin máscaras, se dirige al público directamente, expresando
opiniones del mismo autor.
Así pues, la primera parte consta de un prólogo (exposición de la materia de la obra al público),
párodo o entrada del coro, un proagón (escena preparatoria) y un agón, o debate más o
menos violento entre los principales protagonistas de la obra. Usualmente el protagonista de
la obra encarna el principio victorioso (Protagonista: "el primero o más importante en el
combate").
La segunda parte se compone de una serie de escenas sueltas de tono burlesco sobre
diferentes aspectos de la trama. El final suele ser en forma de κῶμoς o procesión festiva con
una especie de boda, fiesta o escena de sacrificio, que es acompañada por el éxodo del coro.
C) Desarrollo.
La comedia siciliana está representada sobre todo por Epicarmo (530-440), que vivió en
Siracusa y es el poeta cómico más antiguo. Escribió versiones burlescas de mitos, comedias
sociales y conflictos entre personificaciones o seres no humanos; de todas formas, se sabe
muy poco de él.
La Comedia Ática es la comedia antigua por excelencia, aunque la división en tres etapas
(antigua, media y nueva: ἀρχαία, μέση, vέα) no sea muy clara. Los puntos de separación
comúnmente aceptados son: el final de la Guerra del Peloponeso (404) y la batalla de
Queronea (338), cuando Grecia cae bajo el poder de Macedonia.
Además de Aristófanes, otros autores cómicos son Crates, Frínico, Ferécrates, Cratino y
Éupolis, pero se sabe muy poco de ellos (sus obras tienen influencia de Epicarmo, comedia
social, costumbres, parodia de leyendas, etc.). De Aristófanes conservamos once comedias. Su
obra es eminentemente política y tiene como auténtica inspiradora a Atenas. Sus obras se han
clasificado en políticas, sociales y de entretenimiento (éstas son de su última época).
Sus obras tratan temas cotidianos y de auténtica actualidad (la guerra, la educación, la crítica
literaria, las reformas políticas y sociales, etc.), pero todo ello visto desde una óptica satírica y
burlesca, en gran parte deformadora de la realidad, pero también conscientemente crítica.
Aristófanes sabe adaptar el ático de su tiempo a las más diversas exigencias mediante
neologismos, innovaciones, llamativas construcciones sintácticas, bajando a la más cruda
vulgaridad o ascendiendo a la más exquisita fineza.