Aborto Auditoría Final
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Aborto Auditoría Final
I. Antecedentes de contexto
En septiembre de 2017, y tras una potente movilización social que buscaba una
reivindicación de los derechos de las mujeres, se promulgó la ley N° 21.030.
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acceder a la información y a servicios de salud reproductiva, y frente a situaciones
de objetores de conciencia de la salud, deben establecer procedimientos de
referencia, así como de las sanciones respectivas frente al incumplimiento de su
obligación”.
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A dos años de la publicación de la Ley N° 21.030, diversas organizaciones de la
sociedad civil y medios de comunicación han dejado constancia de una cantidad
muy importante de obstáculos y acciones negligentes de parte de entidades
públicas que han redundado en flagrantes vulneraciones a los derechos de mujeres
que, por ley, tienen el derecho no solo a interrumpir voluntariamente sus embarazos,
sino a que el ejercicio de este derecho se dé en condiciones determinadas. Estas
condiciones son, en lo esencial y de acuerdo a lo tipificado expresamente en la Ley
Nº 21.030, las siguientes:
Como se señaló más arriba, la organización social ha sido actor público principal en
cuanto a la obtención del reconocimiento de los derechos que consagra la ley N°
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21.030. No obstante, luego de la entrada en vigencia de esta ley, la labor de la
sociedad civil no ha cejado.
Es así como este año, la Mesa Acción por el Aborto en Chile publicó los resultados
de un estudio titulado “Informe de Monitoreo Social. Implementación de la ley de
interrupción del embarazo en tres causales” –adjunto en el otrosí– en el cual se
evidencian graves obstáculos para las mujeres que se ven enfrentadas a las
complejas situaciones que generan las causales reguladas.
A mayor abundamiento, y sin que esta reseña sea taxativa, el Informe Anual de
Derechos Humanos del año 2018, publicado por la Universidad Diego Portales,
releva la importancia de controlar la implementación de la ley comentada, habida
cuenta de las diversas dificultades que se han evidenciado a este respecto.
- La ausencia de una política pública que desde el propio Ministerio de Salud y del
deber de obrar como rector del inter sector salud con el objeto de superar los
problemas asociados al desconocimiento y desinformación sobre el contenido de
la ley 21.030, la objeción de conciencia y las prácticas de atención instaladas que
obstaculizan la decisión de las mujeres y el acceso a la interrupción en cada una
de las causales.
- El acceso a la atención de salud en dichas causales enfrenta barreras derivadas
de la declaración de objeción de conciencia personal de los/as médicos/as
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obstetras que se desempeñan en hospitales públicos, evidenciándose la
necesidad de adoptar medidas para asegurar el acceso de mujeres.
- Entre protocolo y reglamento, se perdió la disposición que obligaba a contar con
al menos un equipo de no objetores en cada establecimiento de complejidad o
especialidad en atención obstétrica.
- La existencia de violencia obstétrica, esto es, la resistencia a que la decisión sea
de la mujer, médicos con mentalidad cerrada, preconcepción de que debiera
existir un deseo de maternidad, sospecha sobre la palabra de la mujer.
- La falta de información o la entrega de información inadecuada en la red de
Atención Primaria de Salud, lo cual repercute en que muchas mujeres
sencillamente quedan fuera de la ruta trazada para entregar la prestación o nunca
la comiencen.
- La práctica de no constituir la causal y pasar el caso por urgencia ginecológica
(hecho que hace inviable el derecho a decisión de la afectada y, además, la priva
de prestaciones a las que por ley tiene derecho, como el acompañamiento).
- Falta o insuficiencia de protocolos, en lo relativo a falta de directrices o normas
orientadas, por ejemplo, a evitar dilaciones en los procedimientos de
conformación de las causales; evitar que la mujer sea partícipe de eventuales
controversias o discusiones médicas; evitar cambios de criterios que confundan
a la mujer; evitar cambios repentinos de médicos de turno; establecer
prohibiciones expresas, tales como disuadir a la mujer utilizando frases de índole
religiosa; evitar cuestionamientos al relato de la mujer (principalmente en lo
relacionado con la causal de violación); evitar requerir en más de una oportunidad
la misma información a la mujer; establecer tratos especiales, tales como no
llamar por altavoz a las mujeres, cuidados con el volumen del ecógrafo, uso de
espacios para atender en forma privada a las mujeres, de manera de garantizar
confidencialidad y dignidad en el trato; entre otras.
En suma, claridad en los procedimientos y aplicación igualitaria para todos los
establecimientos de salud del país.
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circunstancias, lo que ha conllevado vulneraciones que, creemos, justifican
plenamente la presente solicitud de fiscalización.
- “Es así que en medio de lo que fue una dañina jornada para la salud mental de
Fernanda, una de las matronas de los turnos que vieron el caso, en evidencia
de la situación y el avance de la infección accedió a la petición de la usuaria y
administró la primera dosis de Misoprostol, medicamento que induciría el término
del embarazo. El problema solo empeoró cuando nuevamente en el siguiente
turno recibió una negativa de administrar la segunda dosis por parte de la médico
ginecóloga de turno.
El hecho es que finalmente Fernanda en un ambiente no supervisado y sin soporte
de analgesia, ni monitorización de su condición, tuvo un aborto producto del
progreso de la infección que llevó a la muerte del feto, sumado al empeoramiento
de la condición de ella, poniendo en riesgo su vida - como finalmente admitió la
especialista al verse obligada a llevarla a un “raspaje” o legrado a pabellón.”.
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Lo que es imposible de cuantificar es el total de mujeres que no pudieron acceder
al aborto en las tres causales por falta de información y adecuada atención”.
- “En algunos casos, los obstáculos emanan de las jefaturas de servicios de los
establecimientos hospitalarios, que están en manos de objetores de conciencia”.
- “Autoridades del Ministerio de Salud precisaron que la instrucción es que los
hospitales ordenen los turnos para que en cada uno haya al menos un médico que
no sea objetor de las tres causales. Un escenario UTÓPICO debido a la alta tasa
de personal médico objetor de conciencia y a la baja cantidad de especialistas en
distintas zonas del país."
- "El traslado aumenta el desgaste físico y psicológico para las mujeres y los costos
para el sistema público, que debe correr con los gastos de ambulancia y personal."
-"En la discusión de la ley lo que más se dijo fue que teníamos que tener equipos
de contención y resulta que eso no está todavía. La ley contempla como derecho
que la mujer esté acompañada, que le expliquen, que si grita no esté sola y que al
momento de la expulsión sea asistida. Las duplas psicosociales están en horario
hábil, pero en los hospitales las cosas pasan a cualquier hora. Por eso, esas
capacidades hay que instalarlas en los equipos -reflexiona la doctora Elena
Sepúlveda Parada, profesora de posgrado de Sexología Médica de la Universidad
de Santiago y miembro titular de la Academia Internacional de Sexología Médica
(sobre el caso de Fernanda Sandoval)”.
-"En terreno, lo que se recoge en distintos ámbitos es el desconocimiento de la
normativa por parte de los equipos médicos y la poca información de que disponen
las mujeres para que puedan exigir su derecho y, al mismo tiempo, saber a qué
hospital pueden recurrir. Estos son los principales problemas que han identificado
las organizaciones de la sociedad civil que están sirviendo de puente en este año
en que la confusión ha primado respecto de cómo se aplica la ley de aborto.".
- "Se lograron identificar cinco casos en que los diagnósticos aplicaban para la
primera causal. “Lo que correspondería ahí es que el ministerio estudie la historia
clínica y averigüe si alguien le informó a esa mujer que podía interrumpir su
embarazo. Pero eso no se está haciendo. No hay ningún feedback con los recintos
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hospitalarios que atendieron a esas mujeres para saber qué pasó”, relató a CIPER
un funcionario del Minsal que pidió reserva de su identidad.".
- "CIPER también recogió testimonios que dan cuenta de los problemas que
enfrenta una minoría de profesionales de la salud no objetora, la que es presionada
en algunos establecimientos hospitalarios por el resto, principalmente desde las
jefaturas de los servicios, para impedir que se realicen abortos en sus
dependencias.".
- "A pesar de que la ley de aborto en tres causales contempla la asignación de $230
millones en 2018 para este tipo de equipamiento [ecógrafos para la correcta
implementación de la ley], en el Ministerio de Salud reconocen que la cifra es
insuficiente”.
Con todo, la Mesa Acción por el Aborto en Chile ha indicado que “los hallazgos
debieran constituirse en una señal de alerta; si esto se detecta en los 7 territorios
monitoreados resulta urgente que las autoridades vean qué sucede en los otros
territorios del país”.
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En particular, se sugiere incluir en las fiscalizaciones, validaciones que permitan
verificar lo siguiente:
- Que los Secretarios Regionales Ministeriales de Salud hayan aceptado los actos
administrativos que reconocen la objeción de conciencia institucional de acuerdo
con las limitaciones que la ley establece en la materia. Es decir, que se haya
reconocido al titular correctamente circunscribiendo la objeción de conciencia a
la interrupción del embarazo en aquellos lugares donde sea posible que ésta se
realice.
Si un centro médico no tiene pabellón y sólo hace diagnóstico, no podría
legalmente ser objetor. El Ministerio de Salud reconoció mediante Resolución
Exenta N° 543 de 13 de abril de 2018, la objeción de conciencia institucional para
la tercera causal establecida en Ley N° 21.030 al instituto de diagnóstico S.A.
incluyendo no sólo a la Clínica Indisa si no también al Centro de Consultas
ubicado en Los Españoles 1855, Providencia. Asimismo, los CESFAM de la
Universidad Católica - Madre Teresa de Calcuta, Juan Pablo II, San Alberto
Hurtado - fueron autorizados como objetores en todas las causales contempladas
en la Ley Nº 21.030, con fecha 8 de enero de 2018. Teniendo en cuenta que la
interrupción voluntaria del embarazo contemplada en la Ley Nº 21.030 se realiza
en niveles de especialidad ambulatoria o cerrada, tal como señala la Norma
Técnica de Acompañamiento y Atención Integral, aprobada por el Ministerio de
Salud mediante Resolución Exenta N°129 de 2 de febrero de 2018, la
autorización para ejercer la objeción de conciencia institucional debiera recaer
únicamente en la clínica y no en centros de atención de salud cuya función es
diagnosticar, informar y derivar.
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dispuesta en el inciso décimo del artículo 119 mencionado y aquella referida al
proceso de reasignación o derivación”, tal como establece el artículo 21 del
Reglamento para ejercer objeción de conciencia según lo dispuesto en el artículo
119 TER del Código Sanitario.
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POR TANTO,
AL SR. CONTRALOR GENERAL DE LA REPÚBLICA PEDIMOS:
FIRMAN:
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Lidia Casas Becerra, abogada
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Natalia Cuevas, concejala de la comuna de Recoleta
Claudia Dides
Anco Salud
Fundación Margen
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