Mito y Tragedia en La Grecia Antigua
Mito y Tragedia en La Grecia Antigua
Mito y Tragedia en La Grecia Antigua
unidos a determinadas formas de desarrollo social, La dificultad esta en No obstati"te,1a obra de Marx contiene observaciones que deberlan
que siguen procurandonos un placer artistic° y, en ciertos aspectos, nos permitirnos abort aiTELTI mejores armas el_problema de lo historico y lo
sirven de norma, constituyen para nosotros un modelo inaccesible»,2 transhistorico En otra obra,' Marx observa que el hombre es
Marx plantea este problema de paso. El arte no es su objetivo. No el imico animidayos sentidos (la vista, el oido, el olfato, etc.) no solo
ocupa el centro de su reflexiOn. Marx no tratO de fundar una estetica son el resultalAb:,.atla evolution biologica de las especies, sino el pro-
marxista. En este pasaje solo pretende sefialar que existe una«relaciOn ducto de una Iiisthria social y cultural, en particular de una historia de
desigual»3 entre el desarrollo general de la sociedad, la expansiOn de la las diferentes artes, con sus formas especificas, que actuan cada cual en
production material v el arte. Las formas más elevadas, eiemplares, del su propio dominio; la pintura crea objetos plasticos, que son productos
arte pueden nacer en las sociedades menos, o muy poco, desarrolladas. de una forma -de ,.ex'ploraciOn del dominio visual: universo de formas,
La respuesta que propone Marx para este problema no es ni original volUmenes, valores, expresion de la luz y del movimiento; la
ni especialmente desarrollada con respecto a la ideologia de su tiempo. musica crea unMundo organizado de sonidos, armonias, disonancias y
Para Marx, como para los alemanes cultos de su generation, Grecia es la ritmos; las artes dellenguaje se aplican igualmente, cada una en su sec-
infancia de la humanidad. Marx sabia de la existencia de otras civiliza- tor, a expresar Oteirninados niveles de la realidad humana dandoles
ciones ajenas e incluso anteriores a Grecia, de otras infancias, por consi- una forma literaria.
guiente, Pero, a su modo de ver, todos estos principios, estos primeros Marx escribe:,«La education de los cincosentidos es la obra de to-
pasos, no representan tan tipicamente como Grecia la infancia de una da la historia 'universal».6 oEl ojo se vuelve humano, di la misma mane-
humanidad que, en su curso normal, atraviesa una serie de edades suce- ra que su objeto se vuelve un objeto social, humano, que proviene del
sivas. Marx dice que hay ninos mai educados y Milos precoces, anadien- hombre y desernboca en el hombre.» 7 En otras palabras, el ojo se ha
do que muchos pueblos pertenecen a estas categorias. Pero los griegos vuelto humano.:cuanclo se han creado productos para que el compane-
eran nifios onormales».4 Asi, la seduction que sobre nosotros ejerce su ro social los teOgkala.vista como objetos de vision, lo que significa que
arte provendria de la ingenuidad, del frescor propio de la sana naturale- junto a su intellesptictico, junto a su valor de uso, dichos productos
za infantil, de ese encanto del nitio equilibrado que seduce y alegra al comprenden tina.8ithension estetica o, como dice Marx, son agradables
adulto porque le hace redescubrir, de forma natural y espontanea, las de ver, Marx:afiade: «Asl, los sentidos se han vuelto tearicos en su ac-
primicias de to que ha llegado a ser en su madurez, una fase de si mismo ciOn inmediat60 Una rormula sorprendente_por su modernidad. Si la
tanto más valiosa cuanto que se ha desvanecido para siempre. aplicamos al dorninio de la pintura, diremos que el ojo del,pintor, aso-
En la actualidad nadie aceptaria la respuesta de Marx. :Por que ciado a su mano;:edifica una arquitectura de formas, un lenguaje geo-
iban a ser los griegos la infancia de la humanidad? Por que esta infan- metric° figuradOcoloreado que,aun siendo completamente diferente
cia iba a ser más sana, más ((normal», que la de los chinos, los egipcios, del lenguaje- el laSienCia iralemitica;no deja de ser, a su modo y en su
los babilonios o los africanos? Por ultimo, , es la infancia, la ingenui- registro, una exploration del campo visual, de sus posibilidades, de sus
dad, la naturalidad, lo que nos seduce en una tragedia griega, en las reglas de comp'atirttaaa'a e incompatibilidad, en resumen, un saber, un
Bacantes de Euripides, por ejemplo? DeberIamos tambien suponer tipo de experinientacion en el orden optico. De la misma manera que,
que es la infancia normal la que nos seduce en el Banquete, en el Timeo, retomando la fOrittula de Marx, el sentido musical del hombre no se
en el Parmenides o en la Rep(iblica de PlatOn? Una infancia extraordi-
nariamente despabilada y sofisticada, reconozcamoslo.
5. Ebauche dune critique de l'econornie'politique, en K. Marx, CEuvres, tomo II,
Paris, 1968, pags.-444A1 (tract. cast.: Linear fundamentales de la critica de la economia
politica, Barcelona, Ciltica, 1978).
2. Op. tit , pig. 266. 6, Op. cit., pag. 85.
pag, 264. 7. Ibid., pag. 83.
4. Ibid., pag, 266. 8. Ibid .
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80 MITO Y TRACEDIA EN LA GRECIA ANTIGUA, II
EL SliJEtC3'TRAGICO: HISTORICIDAD Y TRANSHISTORICIDAD
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despierta sino por la musica, el sentido plastic° se desarrolla y se trans- do, con los dioes ton tosotros . tambien consigamismo }. ,con sus.pro-
forma en y por la practica pictorica. La riqueza de la vision y las formas p eIrktriilsma manera que no hay oido musical independiente-
particulares que reviste tal riqueza en el marco de una civilization van a mente de la mtisiCa'y de su desarrollo historic°, nobayyisjOaligi,caflie-
la par del desarrollo que en ella han conocido las artes figuradas y de-
ra de latrageditlel genero literariacuyatradiciOn.ha_iniciado.
penden del camino tornado por estas.
Desde este punto de vista, el estatuto de la tragedia griega es com-
«La riqueza de la sensilpilidad sVzjziya del hombre escri-
parable al de una oiencia, como la geometria euclidiana, o al de una dis-
biendo Marx— tan solo se forma v desarrolla gracias a la expansion de cipline intelectUall,tae1 y como la instituyen Platon y AristOteles al fundar
la riquezade1 ser_hu.rnano: un oido musical, un ojo para la belleza de las sus escUelas. Lao6rade Euclide&.sontextds cleterrninaclos_y_marcados
formas, en definitiva, sentidos capacitados por el goce humano,» 9 Y
por su fecha; peroiarribien es un campo de estudios que se abre y se de-
afiade estas lineas esenciales: «Pues no solo los cinco sentidos, sino tam- raTeVerlD
.„.
toricidad y transhistoricidad, dado que el breve instante en el que sur- En vez de re resentar susakiNa,sssucalamucUzr. )16
ge y se afirma en las obras de los grandes dramaturgos aticos fue su- ocurre con la tra dia? Que ofrece a la vista del public° que hace ha-
ficiente para despejar, dentro de la cultura occidental, el piano en el blar y actuar ante: os espectacoresalasfigurasiegendarias„cie la epoca
que, en lo sucesivo, cada cual podra experimentar lo tragic°, compren- heroica. Como ya hemos dicho, para losgriegos estospersonales no
derlo, vivirlo en su fuero interno? eran ficticios, ni lo era el destino que, les fue dekarado. Exissierogi rsg-
Tras esta larga introducciOn me limitare a dos aspectos. Elai rs mer.o mente, solo que eri,otra epoca, en una epoca caduca por completo. Son
simplemente lo evocare, pues ya lo trate en otro lugar," La tragedia re- hombres de antairib que pertenecen a una esfera existencial diferente de
toma los temas de laleyendaheroica. No inventanilosyersonaiesriLl'a la un estar ahl, una presencia real
intrmid H.b.Las. Los encuentra en el saber corn de los griegos
a e .__Q deiersor
Thajes que, al mismo tiempo, no pue en estar a 1 pues perte-
que concierne a lo que ellos consideran su pasado, el horizonte lejano necen a otro mune a un invisiyfile mas a la. En e teatro el_publico no
de los hombres de antario. Pero en el espacio de la escena y en el con- tiene ante el un poeta que le recita hazarias conseguidas en el pasado
texto de la representacion .kairc,—Tia, el -- eta de ser e . modelo„que,
erot. d' por hombres desaparecidos y cuya ausencia queda implicada por la
era en laepopeay en la yoesialirica: sehacsaysLti.c.lo en eLproblgma, propia narracion; dichas hazaiias se llevan a cabo ante a delante de sus
Lo que habia skl,o_cont,asacorno el ideal de valor, como piedra de to- ojos, revistiendo las formas de la existencia real en la actualidad del es-
que de la excelencia, se_v_e_puestoelLelachilLiitoante el pl:ihlico, en el pecticulo. AsLpUes, el oeta tra'gico desaparece por completo tras los
transcurso de la accion y a traves del juego de dialogos; e1 debate, el exa- personajes que actuan y a an en escena, por mismos, como escu-
men del que el heroe sera objeto en lo sucesivo, alcanza, a traves de su vieran mos. n, e a mimesis es cueas- 10ViS
persona, al espectador del siglo v, al ciudadano de la Atenas democra- pec7O irecto del disu> sod la rr4 acciO.p: el autor, en vez de hablar su
tica, Desdela2er.spectiva tragica, el hombreylaactiyidad_hurnankno prosionorribrelL Insrnitiendo los acontecirrlieriAsen estitaindirmo,
se perfilan como realidades que se pueden,ciscan5crib,ir y.definir como se disimula en el interior de los rotazzistasasume su apariencia, su
esencias propias de los tilsofoSCer sigTopos're;ior:sin—qCOrnQproble-' manerade ser, sus sentimientos y sus palabras, para imitarlos.
. . ..4,-,.■ En el sen-
mas sin respuesta, como enigmas cuyos dobles senticlos.siernprequedan tido estricto de mItnersthat imitar es simular la presencia efectiva de un
porde=ai:— ausente, Ante tai re resentacion no caben sino dos actitudes_posibles.
1egundo as ecto. LaiLag.edia harsilmotado un papel decisiv..0,en Laarkera reciiieRia a e os espectadores en las salas de cine, en el ori-
la tomae conciencia de lo «ficticio» propiamente dicho; entre los si- gen±12...atitaga a to e cosTu--mTre-,-por nOhai;e7se r(7-J 2---0 To
glos v aTi-Tomh7eirisioaprehenderseasigkis.mken_s_u que podria denominarse una consciencia de lo ficticio o una conducta
tividad de poeta,cpmo...purojaisacior, ,corno_c.reador_de„Pzz.lads2--d de lo imaginario, incre aban a los malos, animaban y felicitaban a los
reflejos, de falsas apariencias, de simulacros y fabulas que constituyen, buenos de lazanfalluorno si as sombras que .por alli pasaban fueran
al lado del mundo real, el dtla„fig,c..i6n--Elatoly_Arist§,310XACAVD de serelme carnet1Am consideraban el espectaculo como la propia rea-
fijar el estatuto, el lu,Far la funcion de lo _sue actualmenteisslmorni- lidad. La sestinciactitud consiste en entrar en eljuszo, erusgoaten.d.eg
na arte o imaginario, para ello elaboramanajparlacis.1.amiacw,"_de_ que lo que se pobace ver en el escenario se s sitiia en un piano diferen-
estrechamente asociada a la nueva experiencia del espec- te def real, planio.al que se debe definir como el de la ilusiOaleacr.al, La
ticulo tragico. En la tradicion de laezoss.aelposta, inspirado por las consciencia de'laicciOn es cmstitutiva del especticutodrazniAco: apa-
Musas que lo convierten en su profeta, no imita la Fealidad: la clescubrs„ rece a la vez coma su condition de y su resultado.
A modo de adiYj,r1Q.—r.eYe1k Desde este:punto de vista se entiende mejor el alcance y las implica-
ciones de un fenomeno caracteristico de la tragedia griega. %tante to-
do el sigloy se mantiene en el terreno que, de alguna manera ha elegido
13. «El momento historic° de la tragedia en Grecia,,, en 1.-P. Vernant y P. Vidal•
Naquet, Mito y tragedia I, pags. 17-21, y passim. como el suiopropio el della leyeica_beroica. Podia haber sido de otra
14. Vease J.-P. Vernant, Religions, histoires, raisons, Paris, 1979, pags. 106 y silts. manera. La prileha: en el 494, una de las primerisimas obras del reper-
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84 MITO Y TRAGEDIA EN LA GRECIA ANTIGUA, II
• EL SUJETO TRAGICO: HISTORIC1DAD Y TRANSHISTORIC1DAD
torio tragico, La toma de Ali/et°, de Frinico, IlevO a escena el desastre de otra parte: e as vie as le endas. En opinion de Aristoteles, al
que los persas habian provocado en la ciudad janica de Mileto apenas
dos atios antes. Por consiguiente, se trata de una tragedia historica, no le-
renuncia a si uar,se en e terreno de los acontecimientos conTem_p70i1
neos7e-ra ctiva, la tragedia no_pierde valor can
gendaria; de una tragedia de actualidad, deberiamos decir, Ahora bien,
leamos como HerMoto transmite el hecho: <<Los espectadores prorrum- .16 Escenificar el desarrollo real
de los acontecimientos seria, simplemente, contar lo que ha ocurrido.
pieron en lagrimas; el poeta fue castigado con una multa de mil dracmas
Montar una tragedia es otra cosa. NQ es inventar personajes y forjar una
por haber recordado calamidades nacionales (desgracias propias, o!keza ,
intriga a convenienM7Eriiiirilar los nombres v &sun° de figuras
kaka) y se prohibiO terminantemente que en lo sucesivo se representara ejemiTares7coMrs por todos, para fabricar un escenario, un des-
dicha obra».'' A comienzos del silo v,_cuanclo la tragedia da sus prime-7 -
glose de escenas dispuesta=manera que muestran
rosasos, los grandes acontecimientos de la epoca, los dramas de la vi- ti
que, con un personals...dad°, existe la mayor...2robabiliclado la comple-
da colectivajas desgracias que_atanena caciasidadano_no sesaside-
ta necesidad clesfie realicet117 tipo:di.acciAn cuyoresuhacro,serktal o
ran susceptibles de ser trasladadasaia escena del tecatro. Son demasiado;,
familiares; nope!mrien-e-S-a -disociacion esa transposition gracias a la 1
cual. Contrariamente a la historia, la tragedia no cuenta, entre todos los
que los sentimientos de terror y de piedad se de§plkzari,a ot.rormistro,1
efectivamente; muestra, reorganizandomaterialleyenda en fun-
tales sentimientos ya no son padecidos como en la vida real, sino capta-
don de sus propios criterios, ordenando la progresion de la intriga se-
dos y entendidos inmediatamente en su dimension ficticia.
gun la ItS_gica,clsJop.robablep_de lo necesario, como fos acontecimientos
Se me dire: que piensa usted de Los persas? Es cierto que en el
humanos, a traves de un desarr ollq„'igurQso, pueden o deben produ-
472 Esquilo monta una tragedia que escenifica la derrota sufrida por los
cirse, En elespitLisLLd el filOsofo que la compara a la historia, constituye
barbaros en Salamina ocho anos antes. El propio Esquilo, como parte
tambien una creacion más seria y más 6-Lacias a-liriGertad .(3 Y'2
del auditorio, habia participado en el combate y el corego encarga-
que 1 e_L
--a-FrnTartirccrOnerinyosLic a z ojeneral; lalis"t-oriaja-
do del espectaculo no era otro que Pericles. Pero, precisamente, lo pri-
do su objeto, quegarestringi6Ala.particular. Lo gene fi ca gue
mero que llama la atenciOn en Los persas es que las desgracias que corn-
.un determinad0 d 0 de hombres,elegid.o al principip,por el. p,oetaga-
ponen el nticleo del drama no son, para el pUblico griego, las suyas
ra someter su esrino singular a la pruel;a del aesarr011o tragico, apare-
propias, sino las de otros, son desgracias extranas y ajenas; a continua-
cera en la logica de la action como obligado a hacer una determinada
cion, y sobre todo, es de notar que, al situarse en el ambito y en la pers-
cosa oprobablemente o necesariamente».
pective de los persas, el poeta tragico reemplaza el distanciamiento ha-
bitual de los hechos legendarios pertenecientes a un tiempo ya pasado
por otra distancia, en este caso espacial, que permite asimilar a los mo-
narcas persas y a su torte al mundo de los heroes de antano. Evocados Dado queLativesliasoneen escena una fiction, losac0ntecimien-
por el coro, narrados por el mensajero y descifrados por la sombra de tos dolorosoustorificosi_que rnuestrTener . —
escenario producen un
efecto diferente del qus tendrian siTueran reales. OS con:
Dario, los acontecimientos qhistoricos» solo son presentados en escena
ciernen, pero de le. os desde fuesa. Se sitUan en un lugar diferente del
rodeados de una au-nosiera de leyenda; la iluminacion que sobre ellos
de la vr a. a lb Aue su modo de existencia es imaginario, vaalleadd„,
proyecta la tragedia no es la que conviene a las realidades politicas; es la
distanciados confbrme se representan. Al pUblico, que no se encuentra
luz que un remoto más alla retracta hasta el teatro de Atenas, el reflejo
implicado en eliot, le <<purifican»'7 los sentimientos de temor y piedad
en escena de una ausencia que se deja ver como si estuviera ahi.
Logue los griegositailan_historia: la investigacisolar,las,..con-
o entre helenos y 16. Poetica, 1451:36-1) 32.
flictos entre ciudades,
• .• el interior de las ciudades
en
17. Aristoteles, Ffoetka, 6,1449 b 28. Sobre los problemas de la ka:harsis aristoteli-
ca y sobre el sentido.de esta purification o <<depuracion,) de las emociones, como la pie-
15. Heradoto, VI, 21
NIITO Y TRAGEDIA EN LA GRECIA ANTIGUA, II