Los Primeros Memoriales - Codice Florentino PDF

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LOS "PRIMEROS MEMORIALES"

Y EL CODICE FLORENTINO

ARTHUR J. O. ANDERSON

De los cuatro insignes frailes etnógrafos de la Nueva España del


siglo XVI -fray Toribio de Benavente o Motolinía, fray Andrés de Ol­
mos, fray Bemardino de Sahagún y fray Diego Durán- MotolinÍa es
el primero que llega. No es el primero que registra lo que sabe de la civi­
lización de los indios conquistados aunque parece que haya empezado
a escribir sus Memorias a mediados del decenio de 1530-40 y que ter­
minará su tarea alrededor de 1540. Es obra de un escritor optimista,
pues nada expresa de los recelos tocantes a la conversión de los naturales
expresados más tarde por Sahagún y aun por Durán. Cierto es que es
obra de un misionero franciscano de la observancia --obra empero que
elabora un fraile ocupado en varios importantes cargos administrativos,
hábil en .asuntos prácticos, instruido en la política de Nueva España y
por tanto obra que exhibe puntos de vista y propósitos diferentes de
los que se encuentran en lo escrito por Sahagún o Durán: obra que
además no puede haber sido escrita cuidadosa y deliberadamente, pues
nos dice que "muchas cosas después de escritas aún no tuve tiempo
de volver a leer, y por esta causa sé que va algo vicioso y mal escrito".l
Por haber sido compañero y amigo de Juan de Zumárraga, primer
obispo de México, Olmos también se ha de haber ocupado en impor­
tantes cargos administrativos, pues se dice que fundó siete conventos,
sirvió como provincial y como comisario general y estableció misiones
en las regiones totonacas, huaxtecas y otras. Desgraciadamente nada
se sabe con certeza acerca del Libro de Antigüedades que escribió, en­
cargado por el obispo RamÍrez de Fuenleal, pero nos quedan su Arte
de la Lengua Mexicana con sus huehuehtlahtollí (1547) y varios otros
huehuehtla.htolli rescatados y editados a fines del siglo por fray Juan
1 Fray Toribio de Benavente o Motolinia, Memoriales o Libro de las cosas de
la Nueva España " los naturales d.e ella, ed. Edmundo O'Gorman, México, UNAM,
Instituto de Inv~stigaciones Hist6ricas, 1971, p. 15.
J. LOS "PRIMEROS •
50 ARTHUR O. ANDERSON

Bautista, y sabemos que influyó e inspiró a Sahagún y tal vez a Durán :;.~JrVisar
Y más revisar
en sus indagaciones y escrituras. Sabemos algo de sus métodos como Jmentos .. ,
etnógrafo, pues nos dice Ángel Ma. Garibay K. que "La manera de . Sahagún se pliega taml:
indag.ación consistió en examinar documentos históricos del pasado: . nuscritos indios. Tenm
pinturas que los caciques y principales tenían de sus antiguallas ... , ,,~tras en sus primenu

hacer interrogatorios a los más ancianos. i Nada había de agregar ;.c:ioaes de Tepepulco, Pel'Cl
Sahagún a su propia empresa. , ," 2 "a, los manuscritos". ela
Ni Sahagún ni Durán se hallaron ocupados en tareas administrati~ ¡J.listoria . ,. en el sentido
vas y por ellas restringidos de la misma manera que lo fueron MotolinÍa de PUnio y más de
y Olmos. Cierto es que Sahagún sirvió como guardián en no sabemos que los hechos de
cuántos conventos y, hacia el fin de su vida, como definidor provincial,
pero ordinariamente parece haber podido dedicarse más exclusivamente escribe en]
e íntimamente a los problemas de la conversión de los indígenas. Estos y bello, con tinte!
problemas los trata de solucionar en parte por medio de sus indagado"
nes y escrituras, que son muchas y continuas. Lo mismo se puede decir También se pueden I
acerca de la vida de Durán, salvo que no hay noticia de ningún cargo _ritUIra8 según lo que e:
además de sus deberes como presbítero probablemente en Chimalhua"
cán Ateneo y en Hueyapan. 3 predicar contra e!
Instructivo es considerar una comparación de los métodos de inves­ ;kIoJatrla, los ritos y s
tigación de estos frailes hecha por Garibay: • idolátricas, agüeros,
y aun para saber si
SAHAOÚN DURÁN iHIi.tf~r es saber cómo.l
.tiempo de su idolatrla
... llega en 1529 ... y perdura has­ ... llega de cinco años, a 10 más : de no saber esto, e
ta morir, en el último decenio del en 1542 y se está hasta morir. Vive hacen muchas
siglo. Ve mucho, indaga mucho, en Tezcoco y convive netamente con que entendal
sabe mucho ... los indios. ni se las
Sahagún procede con aires cien~ De ellos aprende las encantado­ que hay tal
tíficos. Reúne ancianos -método de ras noticias de primera vista que nos ·leIltgUaj'e para se 10
Olmos- y por su parte pone como da en sus libros. Si a los dieciocho entenderán am
intérpretes y amanuenses a sus vie­ años va a la orden de Santo Do­ pues porque los mi
jos discípulos de Tlatelolco... ins­ mingo, ya lleva atesorado el conoci. que sucederán,
trumentos eficaces para la recopila­ miento del medio en que se crió. Lo vinieron en la e
Clan de materiales de información. cual vale infinito para la tarea de la !p;;J_wa viña del Seña
Más tarde él se pondrá a leer y a descripción de sus costumbres. .·:oc_m de quejarse 'el
por haber dejado
2 Ángel María Garibay K., Historia de la literatura náhuatl, México Editorial
Porrúa, S. A., 1953-54, v. 2, p. 30. ' de estos natuI'lÜ
3 Fray Diego Durán, Historia de las Indias de Nueva España e islas de la España. , . escn"bt e
Tierra Fi;:ne, oo. Ángel María Garíbay K., México, Editorial Porma, S. A., 1967,
v. 1, p. XII.
40 Ibid., v. 2, p. 8-9.
LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINO 51

revisar y más revisar sus docu­ Durán busca los mismos caminos
mentos ... que Olmos. Busca pinturas, manus­
Sahagún se pliega también a ma­ critos, relatos y requiere informa­
nuscritos indios. Tenemos claras ciones orales. Fuera de las sistemá­
muestras en sus primeras informa­ ticas conserva las que en sus cami­
ciones de Tepepulco. Pero él supera natas por aquellos campos le dan
a los manuscritos... elabora una los indios en su conversación. Y
Historia ... en el sentido humanÍs­ de todo eso forja su historia ... se
tico de Plinio y más describe las dedica con mayor empeño a la his­
cosas que los hechos de la Nueva toria que llamaríamos política .
España ... . . . el (castellano] de Durán es el
[Sahagún escribe en] castellano criollo que había de implantarse en
limpio y bello, con tintes arcaicos. México ...

También se pueden comparar los propósitos de sus indagaciones y


escrituras según lo que expresan ellos mismos: 5

Para predicar contra estas cosas ... jamás podremos hacerles [los in­
[la idolatría, los ritos y supersticio­ dígenas] conocer de veras a Dios,
nes idolátricas, agüeros, abusiones, mientras de raíz no les hubiéramos
etc.] y aun para saber si las hay, tirado todo lo que huela a la vieja
menester es saber cómo las usaban religión de sus antepasados... he
en tiempo de su idolatría, que por entendido que aunque queramos
falta de no saber esto, en nuestra quitarles de todo punto esta memo­
presencia hacen muchas cosas ido­ ria de Amalek, no podremos por
látricas sin que entendamos... y mucho trabajo que en ello se pon­
los confesores ni se las preguntan ga si no tenemos noticia de todos
ni piensan que hay tal cosa, ni los modos de religión en que vivían.
saben lenguaje para se lo preguntar
ni aun lo entenderán aunque se lo
digan: pues porque los ministros del
evangelio que sucederán a los que
primero vinieron en la cultura de
esta nueva viña. del Señor no ten­
gan ocasión de quejarse de los pri­
meros por haber dejado a oscuras
las cosas de estos naturales de esta
Nueva España . . . escribí doce libros
5 Fray Bernardino de Sahagún, Códice Florentino, México, Gobierno de la
República 1979, v. 1, pr61ogo del libro l.
52 ARTHUR J. O. ANDERSON
LOS "PlUMEROS I

de las cosas divinas o por mejor


~ le tocó a Sal!
decir idolátricas y humanas y natu­
rales de esta Nueva España ...
;pwo a juzgar 1*'
¡Y' los
ritos de loto
era mal escogic
Semejantes propósitos han de haber estimulado a Olmos al empren­
por Sahagún y pa
der la recopilación de su libro de las antigüedades de los indios, espe­
. . ;iafonnantel; SÜI
cialmente de los nahuas, pues se le encargó al obispo RamÍrez de Fuen­
de idioma nihual
leal para que hubiese alguna memoria de aquellas antigüedades "y nobichimeca", 5UI
lo malo y fuera de tino se pudiese mejor refutar, y si algo bueno se
".. establccidOl Y c;
hallase, se pudiese notar".6 Según lo que expresa Motolinía acerca de 1IIIiM...... Por otra pi
Sus propósitos como autor de los Memoriales y la Historia, parece que
"Bec:a T'uncampo e
escribiera para dar placer al conde-duque de Benavente. Dice: "creo íit.i_"",'1l o "~
yo que vuestra ilustrísima señoría, como cierto y leal servidor de Jes'l­ _ _(~'baoer' preguntal
cristo, se gozará en saber e oír la salvación y remedio de los conver­ _lIlulfonrnac:ioQes. . .
tidos en este nuevo mundo" / aunque más probable es que como buen llllillar ca -cuatro.-¡)aJII
franciscano de la observancia hubiese sido inspirado por motivos se­ ....fa~c:atoJ'Ce pira
mejantes a los que arriba hemos reproducido. __.;tlIQrIIl), én ...
Claro es que entre los cuatro frailes etnólogos Sahagún -con sus
"hasta diez o doce principales ancianos" en Tepepolco aumentados
_r_ _oa y de
. .w.e la'
"'c
que oripa
más tarde en llateIolco por los "hasta ocho o diez principales, esco­ _ qUÍlltocaJl't
gidos entre todos, muy hábiles en su lengua y en las cosas de sus an­ "'''jlllC.,,.,a, cea
tiguallas", con los cuatro "latinos" en Tepepolco y los "cuatro o cinco .......IIIC iateJaatJa;
colegiales, todos trilingües" s en Tlatelolco, con el constante repaso de • •_ildio~_1
sus manuscritos y las continuas expansiones y perfeccionamientos de su _ • •,piJratúr:1S .~
plan y no obstante las interrupciones y retrasos que le impedían o los
errores que de vez en cuando se encuentran en su obra, con su antici­
pación de tantos de los métodos y medios que hoy día consideramos
como necesarios y modernos -es el que es más eficaz y completamente
confiable, se empeña en cumplir sus deberes como religioso y nos pro­
porciona informaciones sobre los indígenas prehispánicos de las regiones
centrales de México.
Animado por el mandamiento del provincial, fray Francisco Toral,
se pone a la obra probablemente en 1558 Ó 1559 y empieza a comp:lar
los que llamamos sus "Primeros Memoriales" en Tepepolco, cabecera
populosa aunque no de primera importancia, sujeta al reino de Tez­
coco durante los últimos decenios de la época prehispánica. No se

6 Fray Geronimo de Mendieta, Historia eclesiástica indiana, ed. Joaquin García


Icazbalceta, México, Editorial Porrua, S. A., 1980, p. 75.
1 Motolinia, op. cit., p. 4.
8 Sahagún, op. cit., v. 1, prologo del libro JI.
LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINO 53

sabe porqué le tocó a Sahagún pa<;ar dos años en el convento en Tepe­


polco, pero a juzgar por los extensos testimonios acerca de la antigua
religión y los ritos de los indígenas incluídos en los "Primeros Memo­
riales", no era mal escogido este lugar para iniciar la investigación pro­
yectada por Sahagún y para probar la eficacia de la minuta que prc.'icn­
tó a sus informantes, salvo que siendo población periférica en donde
con los de idioma náhuatl convivían otomíes y además otros que ha­
blaban "chichimeca", sus costumbres y modos de vivir diferían algo
de los ya establecidos y característicos de la zona central de los aztecas
y tezcocanos. Por otra parte, considerando la proximidad de territorio
tlaxcalteca y un campo en donde los guerreros jóvenes guerreaban en
los xochiyaoyotl o "guerras floridas", Tepepolco ha de haber sido buen
sitio para hacer preguntas acerca de las cosas bélicas."
Las informaciones recopiladas en Tepepolco, tales como existen hoy,
se dividen en cuatro partes o capítulos: 1) de los dioses (teteo), sub­
dividido en catorce párrafos; 2) del cielo y el infierno (ilh uicacayotl
iuan mictlanyotl) , en siete párrafos, del señorío (tlatoca)'otl) , en die­
cisiete párrafos y de las cosas humanas (tlacayotl) , en once párrafos.
Bien puede ser que originalmente se concluyeran los Primeros M emo­
riales con un quinto capítulo, de las cosas naturales (tal vez designado
como tlalticpacayotl, cosas de la ti.erra), pues trataría de materias en
que Sahagún se interesaba mucho, y hay indicios de que en 1762 un im­
presor madrileño poseía un manuscrito sahaguniano, ya desaparecido,
con "muchas pinturas de esas cosas de la historia natural".lO
Sea esto como fuere, pocas de las informaciones en los cuatro capí­
tulos se incorporaron en el terminante resultado de las investigaciones
de Sahagún tales como las conocemos en el Códice Florentino.
Debemos a las indagaciones de Francisco del Paso y Troncoso, du­
rante su larga estancia en Europa (1892-1916), la selección de 88
folios de los Códices Matritenses (fols. 250 r-303 v del Manuscrito del
Palacio y fols. 51 r-85 v del Manuscrito de la Academia) como repre­
sentantes de la primera etapa de las investigaciones, en Tepepolco, a
9 H. B. Nicholson, "Preface and General Introduction", The Primeros Memo­
riales of Fray Bernardino de Sahagún, University of Oklahoma Press, en prensa.
10 Wigberto Jiménez Moreno, Fray Bernardino Je Sahagún y su obra, México,
Editorial Pedro Robredo, 1938, p. 30-31; H. B. Nicho!son, "Sahagún's 'Primeros
Memoriales', Tepepulco", en Handbook of Middle American lndians, v. 13, 1'1
parte, Guide to Ethnohistorical Sources, Austin, Texas: University of Texas Press,
1973, p. 208, n. 24, en que se cita a Joaquín Garda Icazbalceta, Bibliografía mexí~
cana del siglo XVI, México, 1886, p. 255-6. Véase también Luis Nicolau d'Olwer,
Fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), México, Instituto Panamericano de Geo­
grafla e Historia, 1952, p. 179.
54 ARTHl"R J" O. ANDr:RSON LOS "PRlJlBROS 11

la<¡ cuales se les dio el nombre de "Primeros :Memoriales". Varios na­


huatlatos se han interesado en su traducción, pero no ha existido ver­
sión completa hasta la de Thelma Sullivan, que mientras estas palabras
se escriben está en la prensa. 11

EL PRIMER CAPÍTULO DE LOS "PRIMEROS MEMORIALES"

Párrafos 1 )' 2

Del primer párrafo del primer capítulo nada se puede decir, pues
al texto actual le falta el dicho párrafo y por tanto no se sabe el
título original del capítulo: el de "Teteo" o Dioses se debe a Jiméne:t.
Moreno y el de "Ritos, Dioses" se debe a Paso y Troncoso. Por tanto}
también, tan sólo podemos conjeturar que hubiera podido ser el título
y el contenido del primer párrafo. Segón las posibilidades sugeridas por
un examen de materias que se encuentran en el Códice Florentino- pero
que faltan en el primer capítulo de los "Primeros Memoriales", podría
haber sido mitológico, tal vez algo semejante a las materias semi-míticas
tocantes a Huitzilopochtli, Tezcatlipoca y Quetzalcóatl en el libro III
del Códice Florentino. 12 Otra posibilidad lógica (aunque no hay nada
semejante en dicho códice) es que Sahagón pudiera haber comenzado
con algo tocante a la cosmología y cosmografía de los antiguos naturales.
En el segundo párrafo -1'm inilhuiuh, in teteu, las fiestas de los
dioses- se relatan los ritos realizados en honra de los dioses en cada
una de las dieciocho veintenas del año que corresponden a las descritas
en los capítulos 20:'38 del libro II del Códice Flo-rentino, y además, la
fiesta de Atamalcualiztli, celebrada cada ocho años, que se encuentra
en el apéndice. Se presentan estas informaciones por medio de dieci­
nueve pinturas o ilustraciones explicadas en los textos en náhuatl que
las acompañan, no al pie de la página como nos dice Sahagón en el
prólogo del libro 11 sino al lado de las pinturas. Sólo el texto de la des­
cripción de Atamalcualiztli se utilizó en el Códice Florentino. Siendo
las descripciones de las festividades muy abreviadas, les faltan muchos
de los detalles que enriquecen las del códice; no obstante, se pueden
notar grandes e interesantes diferencias entre los ritos celebrados en
Tepepolco y en Tenochtitlan.
No es aquí el lugar para el estudio detenido de tales variaciones,
pero consideremos como muestra el tratamiento de la quinta fiesta, la
11 Nicholson, "Preface and General Introduction".

12 H. B. Nicholson. "Sahaglln's 'Primeros Memoriales', Tepepulco", p. 208.

LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINO 55

de Toxcatl (etimología dudosa; tal vez "nuestra secura"), en ambas


fuentes. La descripción en el Códice Florentino pone énfasis en la se­
lección del personificador del dios Tezcatlipoca, hermoso guerrero cau­
tivo de figura perfecta a quien le dan el nombre Titlacahuan, y a sus
últimos días antes de su sacrificio al dicho dios, y al final del capítulo
se menciona también el sacrificio de un tal Ixteucale, compañero del
dicho Titlacahuan. La descripción en los "Primeros Memoriales" nos
informa definitivamente que en esta fiesta no había sacrificios huma­
nos; solamente se hadan ofrendas y se decapitaban aves. Los informan­
tes en Tepepolco dijeron a Sahagún que para esta fiesta se hicieron
figuras de los dioses Yiacatecuhtli y Tezcatlipoc.a; los que le aconseja­
ban en Tlatelolco o tal vez en Tenochtitlan, aunque le dijeron que se
celebraba la fiesta en honra de Tezcatlipoca, no mencionan la forma­
ción de una figura de este dios ni de Yiacatecuhtli, pero en cambio
describen detalladamente la confección de la figura de Huitzilopochtli
hecha de una masa de bledos.
Otra muestra del modo en que se diferencian estos relatos nos
ofrecen las descripciones de la novena fiesta o veintena y la décima,
que se llaman Miccailhuitontli (fiestecita de los muertos) y Huey Micca­
ilhuitl (gran fiesta de los muertos) en los "Primeros Memoriales". En
la primera de estas veintenas se trae el árbol que llaman xocotl, al que
la gente ofrece ofrendas y la diosa Teteo Innan o más bien su perso­
nificadora ofrece flores. Todos se adornan con flores al ir a encontrar
el árbol, y 10 enhiestan. En el segundo, de una masa de bledos confec­
cionan una imagen del dios' Otontecuhtli y la colocan en lo alto del
árbol. Al dios Yiacatecuhtli se sacrifica su personificador; se forma una
procesión alrededor del árbol, y hay rivalidad entre varios jóvenes que
tratan de alcanzar y llevarse la imagen de Otontecuhtli. Según el Códice
Florentino la primera de estas veintenas se llama Tlaxochimaco (se
ofrecen flores) y la segunda Xocotl Huetzi (se cae el xocotl o fruta).
Se dedica Tlaxochimaco a la recolecci6n de toda especie de flores, las
cuales se ofrecen a todos los dioses y se usan para adornar los templos
y las casas. Sigue una danza de guerreros con sus amigas en el patio del
templo de Huitzilopochtli y se concluyen las festividades con cantares
a tales dioses como Omacatl, Chicome Coad, Ehec.atl, Coad Xoxouhqui,
etcétera. La traída del xocotl durante este mes se menciona en la des­
cripción de la segunda de estas veintenas. Se enhiesta y se adorna; se
confecciona la imagen que se coloca en lo alto del árbol. Hay exhibición
y danzas de los cautivos que entonces se sacrifican a Xiuhtecuhtli, dios
de fuego. Siguen danzas y cantares y la rivalidad entre los jóvenes que
56 ARTHUR J. O. ANDERSON

compiten entre sí para conseguir la imagen en el árbol; lo desmontan, "lloICa in oc cecW tIa
y al joven afortunado le gratifican. 9IUl no ic quima
Basta lo arriba escrito para indicar no sólo que existen diferencias
entre ambos textos que merecen detenido y cuidadoso estudio, sino que
dichas diferencias se explican por lo menos por dos clases de distinción:
1) las diferencias regionales entre poblaciones de distintos desarrollos
"'a.;ele pGca.' discrepancias b
importaa
históricos y étnicos y 2) las diferencias imputables a las distinciones en· .....:1811 ámanuense que
tre una población numerosa enriquecida por sus múltiples estímulos eco­ ..... porlla~
nómicos y culturales y la otra, menos populosa, menos dotada de tales ~WeJ,no cambian el
estímulos y por lo tanto más sencilla y menos culta. , detalles de paibi
Termina este párrafo con la relación de la fiesta llamada Atamalcua· ......fzIli·· (según Ia!~
liztli (comida de tamales de agua) celebrada cada ocho años. Se en­ ofrecimiento de ftu
cuentra este texto en ambas fuentes; en las que son iguales salvo que el 'rníttm conte1J'UlÚi
del Códice Florentino empieza con un párrafo de introducción y hay !tI ,incensario' édu
ligeras distinciones de vez en cuando en dicción y puntuación. La omi­ ,¡;m.mtras en los ~~
sión de cinco vocablos hacia el fin del relato en el códice que este _i(VIIl8tlmt,rtia intle%U&l
texto es copia, probablemente tomada de los "Primeros Memoriales". • ....ílDQu' • •• (abf e
apoyaban las b
Párrafos 3 Y 4

Los párrafos 3 y 4- contienen materias utilizadas en el apéndice del


_lila
. o dibujos que cm
la descripci6rl:
....-~~.... ~I Códiee,FlsI
libro II del Códice Florentino. El título del primero de éstos, el tercer lFfíI~tn párrafo de •
párrafo, reza como sigue: .1lBl1a como sigue :'~
'i¡
lnic. iiL parrapho ipan mitoa yn Tercer párrafo, en que se dicen
iii. parapbo [sic] )'Ii
izquitlamantli ynic tlayecoltiloya las varias cosas con que eran servi.
(.' yn izquinti ~
teteu. dos los dioses. ¡chan ~ca teti

Lo que sigue en los "Primeros Memoriale.;" se encuentra organi­


al siguienl
zado en el Códice Florentino en cuatro secciones distintas, cuyos tí· PlOrentino. cuyo ti
tulos son: , ,
."a:'
f,,J";

in izquintia;ft
Nican moteneoa in quenin tia· Aquí se declara cómo ofrecían 1iiíiiiIo.lAc>~i.. inchachan Cecenl
manaia yoan in tlein ic tlamanaia ofrendas los mexicanos y con qué
yn inteupan, in mexica. ofredan ofrendas.
Vncan mitoa in quezquican ne­ En donde se dice en cuántos lu­
I,foloia yn eztli ic tlamanaloia. gares se derramaba la sangre con
Nican mitoa in vel nelli tlama­ que se ofrecian ofrendas.
naliztli, in quichioaia, inie quima­ Aquí se relatan verdaderamente
viztiliaia tlacateculotl. las ofrendas que hacían con que
LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINO 57

Imeloaca in oc cecni t1amanaliz- honraban al demonio.


tli in Qan no ic quimaviztiliaia Declara('ión de otras ofrendas con
Diablo. que también honrabanaJ diablo.

Ligeras discrepancias hay entre ambos textos. La mayor parte de


ellas son de poca importancia y se explican, sin duda, por el d~"Cuido o
la prisa del amanuense que hizo la copia, como, por ejemplo, el escribir
tlatlacaliztli por tlatlatlafaliztli, o el omitir o añadir un vocablo o más.
Tales errores no cambian el sentido del pasaje, aunque de vez en cuando
se omiten detalles de posible interés. Por ejemplo, en la descripción del
tlenamaquiliztli (según la letra, ofrecimiento de fuego, refiriéndose em­
pero al ofrecimiento de incienso) en el incensario, dice el Códice Flo­
rentino: vncan contemaia in tlexuchtli in tlemaco, in oconxopiloque
(ahí en el incensario echaban las brasas; cuando las habían apoya­
do ... ), mientras en lol' "Primeros Memoriales" el dicho trozo reza:
vncan contemoia in tlexuchtli in tlemaco y'e conxopilo'yal/. in tlex(,c~tli
yn ocoxupiloque .. , (ahí en el incensario apoyaban las brasas; con [el
incensario] apoyaban las brasas; cuando las habían apoyado ... ). Las
pinturas o dibujos que en los "Primeros Memoriales" acompañan el
texto hasta la descripción de Tla'chfranaliztli (acción de barrer) no
aparecen en el Códice Florentino.
El cuarto párrafo de este capítulo de los "Primeros Mt'l\loriales"
se intitula como sigue:

Iuic. ¡ii. parapho [.lid ypan mo­ Cuarto párraro, en qUt~ se enume­
teneva íz yn izquinti t1atequipano­ ran todos los qU{' sel'\'Ían en la~ casas
vaya yn lchan Qe~eyaca tetcu, de ('ada dios.

Corresponde al siguiente párrafo en el apéndice del Lihro 1I del


Códice Florentino, cuyo título reza:

Imelaoa('a in izquintin t1atequi­ Dedaración de todo~ los que !$er­


panoaia in inchachan ('e<:enme teteu. \'Ían t"n las casas dl~ sendos di(Js~,

Errores existen en este párrafo en el apéndice semejantes él los


arriba descritos, y casi todos son de poca importancia, En cambio hay
algunos pasajef> que difieren tanto que vale la p('na reproducir las ya­
riant{~s:
En Molonco tt:ohua, se dice que el ofkio de este san:rdolc consi:4ía
en que:
58 ARTHUR J. O. ANDERSON LOS "PlUMEROS MI!

"Primeros Memoriales"

· .. ipan tlatoaia, in copalli, in olli, .. .ipan tlatoaia, in amatl in copalli.


in amatl, in tlilli ¡nic m~aia in in vIIi, in tlilli, in isquich itech mo­
iehoatl chicvnavecatl... (disponía nequia in iehoatl in iquac miquia,
del incienso, el hule, el papel, la auh in tlilli ic m09aia in chicuna­
tinta negra con que se pintaba al vecatl . .. (disponía del papel, el in­
[personificador del dios del viento] cienso, el hule, la tinta negra, todo Ambos textos carecen (
Chiconauh Ehecatl ... lo que éste requería cuando muriese,
y la tinta negra con que se pintaba Párrafo 5
[el personificador del dios] Chico­ El quinto párrafo se in
nauh Ehecatl) ...
Inic. v. parapho [sic] ypa
in quenin muchichivaya y ~
Como se verá, la descripción del Ometochtli ldem en el Códice
Florentino implica que el oficio de este sacerdote fuera igual al del teteu.
Ometochtli Papaztac, el sacerdote precedente; la de los "Primeros Me­
moriales" es totalmente distinta: Consiste en una serie .d
pos de ellos, o tal VCZtSUI P
· .. ¡pan tlatoaia in t!aqualli in iet! Qan no iuhqui catca in itequiuh,
de .la página, acom~
in xochitl in ie isquich omito auh vme tochtli papaztac, auh in mu­
náhuatl de los detalles de k
itech monequi in ome tocht1i in icoac chivaia ipan in atl cavalo (Seme­
~ originales, sino que ~
motonaltiaia ipan atl caoallo (dis­ jante era su oficio al de Ome Toch­
mantcs a Sahagán, pues b
ponía de la comida, el tabaco, las di Papaztac, y se realizó durante
la página, como nos diée j
flores y. el papel y el incienso, todo [la veintena de] Atl Cahualo).
bien copias hechas por 101
lo arriba dicho y que se necesitara
Ilcchas por llaeuilo o artist
para [el personificador de] Ome
estas materias eJ:\.,~;1
Tochtli cuando se le celebraba el
libro 1 de dicho c6dicej
día [de este dios] durante [la veinte­
Sin embargo, ~
na] Atl Cahualo).
que preceden dí
_iza.Clo de los "'~
También difieren entre sí los relatos tocantes a Acolnahuatl Acol­ .potarquc~
miztti, quien se encargaba de los atavíos de Motecuhzoma cuando hacía en general de 101 !
penitencia: Macuilxochit1, 1
,~entea~;~
· .. yn tilmatli xieolli yoan P090l­ ... 9an ipan In veuey ilhuid mo­
caedí (la manta, el ehalequillo y 9aoaia, ipan in netlalocac;aoaloia,
las sandalias de espuma [es decir, de yoan in netonatiuh9aoaloia, yoan in
hule]) . nequechol($aoaloia: ipan tlatoaia
in tilmatli, in xieolli, yoan in P0901­
tactli. (Sólo hacía penitencia du-
LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINO 59

rante las grandes fiestas: cuando


se ayunaba para [el dios] Tlaloc y se
ayunaba para el sol y se ayunaba
para [la fiesta de] Quecholli. Dispo­
nía de la manta, el chalequillo y
las sandalias de espuma).

Ambos textos carecen de ilustraciones.


Párrafo 5
El quinto párrafo se introduce con el siguiente título:
Inic. v. parapho [sic] ypan mitoa Quinto párrafo, en que se dice
in quenin muchichivaya y Qef;eyaca cómo se ataviaban cada uno de los
teteu. dioses.

Consiste en una serie de 41 figuras representando 37 dioses o gru­


pos de ellos, o tal vez sus personificadores, pintadas: en la mitad derecha
de la página, acompañadas a la izquierda por las identificaciones en
náhuatl de los detalles de los atavíos. Es probable que los dibujos no sean
los originales, sino que sean copias de los que representaran los infor­
mantes a Sahagún, pues las identificaciones no están escritas al pie de
la página, como nos dice en el prólogo del libro II, y parecen ser más
bien copias hechas por los "gramáticos trilingües" que representaciones
hechas por tlacuilo o artista instruido. Sea como fuere, no se reprodu­
jeron estas materias en el Códice Florentino, pues lo que se incluye en
el libro 1 de dicho códice (De Los Dioses) se reunió más tarde en 11a­
telolco. Sin embargo, claro es que de los 22 dioses pintados en las seis
planchas que preceden el texto del libro 1, 20 son copias en estilo algo
europeizado de los reproducidos en este quinto párrafo. Además, intere­
sante es notar que aunque las descripciones de los atavios en el códice
difieren en general de los de los "Primeros Memoriales", hay cuatro, las
de Xipe, Macuilxochitl, Yiacatecuhtli y Nappatecuhtli, que correspon­
den estrechamente a las recogidas en Tepepolco. 13
13 BUen Taylor Baird, "The Artists os Sahagun's Primeros Memoriales", en
The Work 01 Bernardino de Sahagún, ed. J. Jorge Klor de Alva, H. B. Nicholson
y Eloise Quiñones Keber, Albany, New York: State University of New York, 1988,
p. 227; Eloise Quiñones Keber, "Deity Images in the Primeros Memoriales and
Florentine Codex", en la obra. citada, p. 270-72; H. B. Nicholson, uThe Icono·
graphy of the Deity Representation in Fray Bernardino de Sahagún's Primeros
Memoriales", en la obra citada, p. 230.31, y "Sahagún's 'Primeros Memoriales', Te­
pepulco", p. 211.
60 ARTHUR J. O. ANDERSON

Párrafos 6 a 10 Xit·parrapho, 'ipan J


~"I';tiUDantll, ~o~

Cinco párrafos siguen cuyos textos no se utilizan en las subsiguien­ "jUat~d~n~l¡uli~'W


(Duod~
tes revisiones del Códice:
'te relatan algunas di
Párrafo 6: 24 vocablos enumerando objetos necesitados en los se 'realizaban a1H
templos. loI demonios).
Párrafo 7: 15 vocablos enumerando v,arios templos, edificios, ob­
jetos y localidades relacionados a ellos, con una pintura gene­ 101 relatos que siguI
ralizada de lo enumerado. jd" ftO ie/ao4ftlin. en e
Párrafo 8, sin texto, intitulado in que.zqui tlamantli in intetlavelil acerca de a&xoitlfaqt
in teteu (algo de la ira de los dioses contra la gente). d6:imotercio párrafc
Párrafo 9: nombres o títulos de cinco jerarcas mexicanos. conapondiente del
Párrafo 10: enumeración de 23 de los dioses con vocablos indican­
do sus oficios, sus poderes, sus atributos. xiii parrapbo ipan Jl
CMQin t1a.tlauhti1oya I
De los últimos cuatro párrafos, todos aparecen en el Códice Floren­ juramento (Décimo..
tino. En cuanto a los primeros tres de éstos, sus textos son casi exac­ . en que se informa
tamente iguales con exccpción de las usuales diferencias en la ortogra­ _lieaIt>8 a los diablos y [CÓJ
fía y algunos cambios en la fraseología de mínima importancia. Por juramentos) .
ejemplo, no se nota casi nada de diferencia entre los textos que intro­
ducen la materia del párrafc 11:
Ambos textos difieren
dioses, que se encueDt
Párrafos 11 a 14 1m más importantes e i
trílOI1<Me:!'''. Comencemc
"Primeros Memoriales" Códice Florentino

Iníc. xi. parrapho ipan moteneoa Imelaoaca, in quenin tlaiecultiloia


in icuic catea v
in quenin tlayecoltiloia tonatituh tonatiuh; )'oan quezquipa in tlapi­
(Décimocwilrto párrafo 4
ioan quezquipa in tlapitzaloya in tzaloia in cemilhuitl yoan in cdooal:
lo que era el cantar"&
cemilhuitl in ce)'oual ioan quezquipa yoan quezquipa in tlenamacaia.
in tlenamacoya ion n~valoya.

En ambos trozos se declara "cómo era servido el sol v cuántas veces


de día [y] de noche tañían las flautas; además, cuántas veces se ofrecía
incienso y se ayunaba"; salvo que en el códice se omite la última frase. .Jlubiera sido lógico a
En cuanto a otras diferencias, no hay nada más digno de atención que de introducción a Ci
la sustitución hacia la conclusión de esta sección en el códice de auh ;ernbargo~ tan sólo se
inon catca por Auh in vncan catea, y mitovaia in iaumiqui por mitoaya , a los cuales perteD4
yn oyaomic.
LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE PLORENTINO 61

Inie. xii. parrapho, ipan mitoa in Imelaoaca in neiehecoliztli an~o


quezqui tlamantli, yn onean mochi­ tlatequípanoliztli in muehioaia teu­
vaya tlatequipanolitzli yn vncan tIa­ pan in tlaeateculocalco (Declaración
tlatecolocalco (Duodécimo párrafo, de los ejercicios o tareas que se rea­
en que se relatan algunas de las ta­ lizaban en los templos, las casas del
reas que se realizaban allá en las demonio).
casas de los demonios).

En los relatos que siguen no se encuentra discrepancia más notable


que fan no iehoantin en el códice en lugar de iehoantin, en la decla­
ración acerca de acxoiafaquiliztli (la acción de acarrear ramas de abeto).
El décimotercio párrafo de los "Primeros Memoriales" difiere de la
sección correspondiente del códice tan sólo en el título introductorio:

lnic. xiii. parrapho ipan moteneva Imelaoaca in quenin tlatlauhti­


in quenin tlatlauhtiloya diablome loia diablome, yoan in quenin mu­
ivan juramento (Décimotercio pá­ chioaia Juramento (Declaración de
rrafo, en que se informa cómo se cómo se suplicaba a los diablos y
suplicaba a los diablos y {cómo se ha­ y cómo se hadan juramentos).
dan] juramentos).

Ambos textos difieren mucho en el tratamiento de los cantares de


los dioses, que se encuentran en el décimocuarto párrafo, que es uno
de los más importantes e interesantes en este capítulo de los "Primeros
Memoriales". Comencemos comparando los títulos introductorios:

Inie matlactli onavi parrapho Nican mitoa in incuic catea, in


ipan mitoa in icuic catea vitzilpoch­ tlatlateculo inic quinmaviztiliaia
di (Décimocuarto párrafo en que se in inteupan, yoan in Qan quiiaoae
dice lo que era el cantar de Huit~il­ (Aquí se dicen los que eran los
opochtli) . cantares de los demonios con que
les honraban en sus templos y fuera
de ellos).

Hubiera sido lógico en los "Primeros Memoriales" dedicar un pá­


rrafo de introducción a cada uno de los diecinueye cantares restantes;
sin embargo, tan sólo se identifican por medio de los nombres de los
dioses a los cuales pertenecen: TlaUoc icuie (Cantar de TIaloc), etcé­
ter.a.
62 ARTHUR J. O. ANDERSON
LOS "PRIMEROS MI!

La más notable diferencia entre su presentación en ambos manus.


critos es que en el Códice Florentino se omiten las glosas explicativas Como en otros pasajes (
de los cantares que se encuentran en los "Primeros Memoriales", y que omisión, como por ejempL
les antecede un comentario atribuyendo estos cantares al diablo, sub­ pochtli (Pipilteca toyavan
rayando lo dificultoso y abstruso y advirtiendo al lector de lo pernicioso xinechoncentlalizqui), aunq
van . .. ). y se omiten, de ,
oculto en ellos. Sahagún nunca emprendió su traducción personalmente
ejemplo, en el mismo canta
ni se la encargó a ninguno de sus informantes o alumnos auxiliares, sea
meros Memoriales") se tra
por no haber interrogado a los que le hubiesen podido ayudar, sea por
zoaj asimismo niva h'lJ4Yfl-, I
no haber insistido, confrontado por los que "no tuvieron a bien darle
Amimitl se transcribe como
la verdadera sentencia", sea por su aborrecimiento de lo que conside­
Por otra parte, tomandG
raba ser diabólico. 14
cionadas, hay pocas difercIlI
Por lo que toca a otras diferencias -las de menos importancia­
bable, como insiste Garibay,
entre estos manuscritos, leamos primero la crítica de Ángel Ma. Garibay
Memoriales" se volviera al
K., quien dedicó tantos años el estudio de estos cantares:
de las acostumbradas düicu.
res. 16 Ese
t error, SI. error &Ca:
la escritura de estos poemas es descuidada en lo general. Estas faltas
que hallamos. .. son indicio de que se estaba copiando de otro ma­
h
nuscrito. Es la procedura normal de Sahagún y sus auxiliares. No tene­
mos en ninguno de los textos de la obra documental nada primitivo. EL SEGUNDO CAPfru,
No tenemos sino copias. Y como en todo caso de copia sucede, las
fallas y errores de transmisión redaccional se acumulan. u El capítulo que siguc es
párrafos a los cuales se diere
Circunstancia que siempre debemos tener en cuenta mientras consi­ pleto sin número. Los prime
deramos estos textos. Extraordinario es, tal vez, que por lo común no mente de ilustraciones o fil¡
existan ni muchos ni muy graves errores. El título de este capítulo, n
Podemos ser indulgentes al contemplar las muchas usuales diferen­ informa de su contenido:
cias en la ortografía y la puntuación, pues en el siglo XVI hay poca uni­
formidad en el arte de escribir. Sólo descuido o inusitada prisa empero Inie vme Cap. ytech· tia
podrían explicar el haber escrito Aiavelmeva o viualmeva en el Códice ilhuicacaiutl: yoan yn mictlaJ
Florentino por xivalmeva, lo que aparece en los "Primeros Memoriales"
en el cantar de Ayopechtli. Y hay que confesar que la combinación de Más exactamente, trata e
las diferencias y peculiaridades en la grafía, en la división de los voca­ meteorológicos, de la cuenta
blos, en la retención de arcaísmos, en los préstamos e influencias pro­ los días (el tonalpolnudli
cedentes de pueblos vecinos han contribuido a las dificultades en la características de miethus
traducción de estos cantares.
Aunque no utilizó ~
14 Alfredo L6pez Austin, "The Research Method of Fray Bernardino de Sa­ en el Códice Floreaií
i:lIUII:nu::
hagún: the Questionnaires", en Sixteenth-Centur)' Mexico: the Work 01 Sahagún,
ed. Munro S. Edmonson, Albuquerque, New Mexico: Univemity of New Mexico
Press, 1974, p. 127; Ángel Maria Garibay K., Veinte himnos sacros de los nahuas, 1bid.. p. 8, 11, 11M, 22r..:
JI'
1 ,Tradt~d6n conforme • la
México: UNAM, Instituto de Historia, 1958, p. 23.
15 Garibay, op. cit., p. 9. euc:tamente: 10 que ooneimI
b muertol. .
LOS "PlUMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINU 63

Como en otros pasajes que se utilizaron en el códice, hay errores de


omisión, como por ejemplo la última estrofa del cantar de Huitzilo­
pochtli (Pipí/teca toyavan xinechoncentralizqui vía, ycalipan yautiva,
xinechoncentlalizqui), aunque se incluye la penúltima (Amanteca toya
van . .. ). y se omiten, de vez en cuando, repeticiones de vocablos; por
ejemplo, en el mismo cantar, teuhtla, teuhtla millacalzoa (en los "Pri­
meros Memoriales") se transcribe en el códice como teuhtla milacat­
zoa; asimismo niva huaya, niva ya, niva ya, a ycanauh en el cantar de
Amimitl se transcribe como niva hoaia, nihoa ya, a canauh.
Por otra parte, tomando en consideración las circunstancias ya men­
cionadas, hay pocas diferencias entre los textos de los cantares. Es pro­
bable, como insiste Garibay, que en la encuadernación de los "Primeros
Memoriales" se volviera al revés la hoja final, resultando en aún más
de las acostumbradas dificultades en la comprensión de algunos canta­
res. 16 Este error, si error sea, no se corrige en el Códice Florentino.

EL SEGUNDO CAPÍTULO DE LOS "PRIMEROS MEMORIALES"

El capítulo que sigue es el más corto de los cuatro. Consiste en siete


párrafos a los cuales se dieron números seguidos por un párrafo incom­
pleto sin número. Los primeros cuatro de éstos se han provisto pródiga­
mente de ilustraciones o figuras, pues se pueden contar 334 de ellos.
El título de este capítulo, reproducido y traducido a continuación, nos
informa de su contenido:

lnie vme Cap. ytech tlatoa in Capítulo Segundo, que trata de


ilhuicacaiutl: yoan yn mictlaneaiutI. lo celestial y lo infernal. l

Más exactamente, trata de ciertos fenómenos astronómicos, de otros


meteorológicos, de la cuenta de los años (el xiuhpohualli) ~ de la cuenta
de los días (el tonalpohualli) , de varios agüeros, de v.arios sueños, de
las características de mictlan y de las exequias celebradas por los señores
difuntos.
Aunque no utilizó Sahagún nada del texto de este capítulo directa­
mente en el Códice Florentino, se pueden notar ciertas corresponden­

16 [bid., p. 8, 17, 196, 221.


1 Traducción conforme a la usanza de los clérigos y religiosos de la época.
Más exactamente: lo que concierne al cielo o los cielos; lo que concierne a la regi6:1
de los muertos.
64 ARTHUR J. O. ANDERSON LOS "PlUMEROS 11

das entre las materias desarrolladas en este texto de los "Primeros Me­
moriales" y varios pasajes en los libros IlI, IV, V Y VII, del códice y además
veremos que varias de las pinturas se copiaron o sirvieron como modelos
para ilustrar el códice.

Párrafo 1 ome parrapho ypan


yo dacpac ceeatic:
lnic ce parrapho ipan mitoa ltl Primer párrafo, que relata los
¡ntoca yntech tlanextia. nombres de los [cuerpos que] ilumi­
nan las cosas.

Es probable que las materias que forman este párrafo sirvieran


como la base de los primeros cuatro capítulos del libro VII del códice, pues
se distribuyen en el mismo orden en ambas fuentes: el sol, la luna, la
constelación del mamalhuaztli, el lucero del alba, el cometa, la estrella
fugaz, la constelación del citlalxonecuilli y la del citlalcoiotl. ~ Pero las
diferencias en su tratamiento son considerables. Algo semejante son
los relatos del sol y de la luna, pero los del códice añaden el bello mito
de Nanahuatl y Tecuciztecatl en Teotihuacan y el origen de estos "lIMlpagos 'Y "loIl ~
astros. El del mamalhuaztli en los "Primeros Memoriales" describe siete tltlÜtllzinüizlú)1
ofrecimientos de incienso mientras que ,el códice, en que tan sólo hay :ásloqutl,'",;j
tres, describe la costumbre de hacer quemaduras en las muñecas de los . . . . fft'ÜlltuitlJ':14
hombres en forma de la constelación. Del lucero del alba (citlalpoi) en iífií'" (.rúa~
los "Primeros Memoriales" sólo se dice que resplandece, mientras que
en el códice se añade que era reverenciado y aún temido y que al apare­ «(;4111), atrW
cer se le ofrecían cautivos sacrificados. La información acerca del co­ duracjq
meta (citlalin popoca) es similar en ambos manuscritos; la tocante a
la estrella fugaz (citlalin tlamina) es más amplia en el códice e incluye
material adicional. Mientras que los "Primeros Memoriales" tan sólo
notan que las constelaciones del citlalxQnecuilli y del citlalcolotl resplan­
decen, el códice ofrece explicaciones de sus nombres.
En cuanto a las doce pinturas que corresponden a este primer pá­
rrafo, cinco o seis parecen haber servido como modelos de las que
adornan el códice, Aun las de los "Primeros Memoriales" exhiben alguna

11 Se desconoce la identidad del Citlalxonecuilli (zig-zag de estrellas) y del


Citla\colotl (estrellas en forma de alacrán). Fray Alonso de Molina, Vocabulario
en lengua castellana y mexicana y mexicana y castellana, ed. Miguel León­
Portilla, México, Editorial Porrúa, 1970, fol. 52r, dice que la constelación de los
astillejos equivale al Mamalhuaztli. Sahagún, en los capítulos 3 y 4 del libro VII
de su Historia general, se refiere a estas estrellas Cümo los mastilejos, las que están en
la boca de la bocina y los que se llaman "el carro".
LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINO 65

que otra influencia europea en su delineación, influencia mucho más


marcada en el códice.

Párrafo 2

lnic ome parrapho ypan miloa in Segundo párrafo, en que se rela­


intoca yn tlacpac cecaticpac mu­ tan los nombres de los que se for­
chiva. man en alto, sobre los vientos.

Lo que se discute en este párrafo ocupa los capítulos 5 y 6 del códice


en casi la misma ordenación y con diferencias a veces considerables:

"Primeros Memoriales" Códice Florentino

Capítulo 5

Las características de los cuatro Bajo título de Tia/oean tecuhtli


vientos (eaatl). (el señor de Tlalocan) se descri­
Los relámpagos y los rayos (tla­ ben los atributos del dios Tlaloc, la
petlanilotl, tlatlatziniliztli) , atribui­ fiesta de Etzalcualiztli y los atribu­
dos a los tlaloque. tos de los tlaloque, a quienes se
L3I lluvia (quiahuitl): lo mismo. atribuyen las nubes, la lluvia, el gra­
El arco iris (ayauhDof,;amalotl): nizo, la nieve, la neblina, los re­
lo mismo. lámpagos, los truenos y los rayos.
La helada (atl), atribuída al dios Descri pción del arco iris; su apa­
Itzlacoliuhqui: su duración. riencia y sus efectos.

Captíulo 6

Semejante fraseología acerca de


sú duración seguida de más amplia
discusión de las actividades agríco­
las al terminar las heladas.
Las nubes (mixtli). La nieve: semejante fraseología
acerca de sus efectos.
La nieve (capayahuitl). Las nubes: semejante fraseología.
El granizo (tecihuitl): cómo se Semejante fraseología acerca de
pronostica; el mago que echa el gra­ su pronóstico; amplias descripciones
nizo. de su efecto y de los hechizos del
dicho mago.
66 ARTHUR J. O. ANDERSON :J.08 "PIUlIDOS 11'

En las ocho pinturas que acompañan el texto del párrafo, se reco­ .,.·la inf~
nocen las car.acterÍsticas ya descritas arriba, salvo que en el códice muy .....r'teaplica con U1
poco perdura del estilo artístico de los indígenas antiguos.a __ lIn el códice. MlI
.Jlflforrtw1.a dél que
Párrafo 3 PIIIPClIa en dia. El dia
_ató· de la criaae
lnic yei parrapho ypan mitoa yn Tercer párrafo, en que se relata . . ..mieI'do pet'8Otd
xiuhpovalli. la cuenta de los años. _llar un destino' d
_CUiclIo,: la pereza¡
Puede considerarse lo escrito en los "Primeros Memoriales" como el • •le ma UPrirl
núcleo de la mucho más amplia relación en los capítulos 7 a 12 del \cada treeeilI
séptimo libro del Códice Florentino, pues la sencilla explicación del co­ _"{¡d~ mataMl,j
mienzo de la cuenta con el año 1. tochtli (I-Conejo) seguida por las
cuatro series de trece números con sus signos terminando con el toxiuh _ _&'alo bueao
molpilia ("se atan nuestros años") se ha abultado en el códice de ma­ cierta confGn
nera que se incluyen materias sobre: 1) los signos; 2) su relación a ..".,_iIO un pAm
las cuatro partes del mundo; 3) el año l-Conejo como año de hambre "IN84:1o.~
y miseria; 4) la ceremonia de atar los años cada 52 años con: a) sus
sacrificios humanos; b) el apagamiento de todo fuego y la distribución
del fuego nuevo; c) la renovación del menaje de la casa después de
haber desechado lo viejo y d) los regocijos y fiestas con que se celebra­
ba el nuevo ciclo de años. Las figuras de los años con sus números se
reorganizan y simplifican en el códice en la bien conocida forma de
una rueda.

Párrafo 4

InÍe navi parrapho ypan mitoa in Cuarto párrafo, en que se relata


tonalpovalli. la cuenta de los días.

También sirvió este párrafo como base de matcrias más extendidas


en el Códice Florentino, las que constituyen el libro IV. Leemos lo esen­
cial en forma breve y simplificada en los "Primeros Memoriales"; aun­
que se identifica cada trecena por medio del nombre y número del

3 Acerca de las pinturas, véanse Baird, "The Artists oC Sahagún's Primeros


Memoriales", p. 219, y "Sahagún's Primeros Memoriales and Codex Florentino", en
Smoke and Mist, Mesoamerican Studies in Memofy 01 Thelma D. Sullivan, oo.
J. Kathryn Josserand y Karen Dakin, OxCord, BAR, 1986, p. 16, y Quiñones Keber,
"Deity Images and Texts in the Primeros .Memoriales and Florentine Codex", p. 204,
Y "An Introduction to the Manuscript and Its IIIustrations" en The Primeros
,\lemoriales 01 Fray Bernardino tÚ Sahagún, en prensa.
LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINO 67

primer día, la información acerca del destino prometido al que enton­


ces naciera se aplica con uniformidad durante la trecena entera. Tal no
es el caso en el códice. Mucho más amplia y complicada es la informa­
ción, y la fortuna del que naciera en cualquiera de las trecenas podría
variar de día en día. El día propicio para el rito del llamado "bautismo"
u ofrecimiento de la criatura a la diosa del agua, Chalchiuhtli Icue, o
el comportamiento personal aceptable, o varias otras circunstancias po­
drían mitigar un destino desastroso; al contrario, las actividades perver­
sas, el descuido, la pereza, etcétera, podrían arruinar la mejor fortuna.
Mientras que en los "Primeros Memoriales" un párrafo basta para la
discusión de cada trecena, en el códice digresiones, complicaciones y
la añadidura de materias relacionadas a veces exigen dos o tres capí­
tulos adicionales.
En cuanto a lo bueno o lo mal esperado en cada trecena, el lector
puede notar cierta conformidad entre los textos. Los siguientes trozos,
el primero siendo un párrafo entero sacado de los "Primeros Memoria­
les", y el segundo siendo el primer párrafo del capítulo 29 del códice,
pueden servir como ejemplos:

"Primeros Memoriales" Códice Florentino

Inin matIactli vmcy tonalpovalli. In ce cozcaquauhtli: inin cozca­


Cenca no qualli in itoca. Ce cozca­ quauhtli, mitoa veue tonalli, ca quez­
quauhtli mitouaya veve tonalli in quican omito, in iuhqui itIatIatollo:
aquin vncan tlacatia pilli vp.vetziz. in aquin vncan tIaca tia, quiquaIli­
Auh c,:a no iuhqui in tIacpac omito taia. quitoa vevetziz, ilamatiz, qui­
yn itech povi pipilti yoan in mace­ tIamiz, quitlamiteoaz in paquiliztli,
valti motIamachtiz. &c. (Esta tre­ ioan mocuiltonoz, tIamauic;oz in
cena también era muy buena. Su tIaIticpac. (1. Buitre. Se decía que
nombre era 1. Buitre. Dizque era este buitre era el signo de los an­
el signo de los ancianos. El que en­ cianos, como se dijo en su relato en
tonces naciera noble se haría viejo. varios lugares. Al que entonces na­
y asimismo, como se dijo arriba, ciera le veían con favor; decían que
cupo la suerte de los nobles y los se haría viejo el varón o la mujer.
plebeyos que serían ricos. Etcétera). Habría de alcanzar, habría de ir
alcanzando los gozos y sería rico,
sería admirado en el mundo).

Rara vez se contradicen los textos; sin embargor incluyo aquí un


ejemplo:
68 ARTHUR J. O. ANDERSON LOS "PlUMEROS J

Inin tonalpoualli {ce acatl] ma­ Inic chicuei capitulo: itechpa nien~JJl'
tlactetl omey mitoaya qualli tonalli tia toa, inic macuiltctl machiotl, in le faltan las interp
yn aquin pilli ipan tlacatia tlatoani itoca ce acatl; auh amo qualli tona­ _ _IIJXlI:iales~·.1e f~
mochiuaya yoan mocuiltonouaya <.;:an lli itech ca, quilmach in aquique Y plebeyas) ~
no iuhqui intla cihoatl ipan tlaca­ vncan tiaca tia, intla vncan tIacatia,
,.'
tia no iuhquin. tlatoani mochiuaya inic chicunauhtetl calli, in itoca chi­
no mocuiltonouaya. Auh intla <.;:an cunavi cipactli: quitoaia quilmach
macevalli ipan tlacatia no mocuilto­ cenca techicoitoani, ¡oan teixpan­
nouaya motlamachtiaya motenevaya viani, auh quilmach inin machiotl,
qualli tonalli in ipan tIacat iuhqui iehoatl itonal in quetzalcoatl: ipam­
itonal. (Se decía que esta trecena pa in tlatoque, vncan muxtlaoaia
era de un signo bueno. El que nacie­ ioan tlamanaia. (Octavo Capítulo,
ra noble en ella se hacía señor y se que trata del quinto signo llamado
hacía rico. Asimismo si naciera una 1. Caña. Y no era signo bueno [ni
mujer [noble] en ella, se hacía como los que] están con él. Dizque los
un señor; también se hacía rica. Y que entonces nacieran, si nacieran
el que naciera solamente plebeyo en en la novena casa llamada 9, Cai­
ella, él también se hacía rico, se hacía mán, decían que dizque sería gran
opulento. Se decía que nació en un calumniador, dador de falsos testi­
signo bueno: tal era su signo). monios. Y dizque era este signo el
día de Quetzalcóatl, por lo cual los
señores y los nobles pagaban sus
deudas [al dios] y ofrecían ofrendas).

Los 260 signos pintados se reducen en el códice a cuadros sinópti­


cos. Además, nótese que en Tepepo1co empieza la serie con 1. Perro. 4

Párrafo 5

Inic macuilli parrapho ypan mi­ Quinto párrafo, en que se trata


toa in tetzavitI yn temictli. de los agüeros, los sueños.

Del mismo modo que en la sección antecedente, las materias de la


primera parte de este párrafo sirvieron como base del libro v del Códice
Florentino, en que se añade mucho acerca de la interpretación y los
efectos de los agüeros, de los modos utilizados para mitigar sus efectos,
de modos de resistirlos, etcétera. El ordenamiento es igual en ambos
textos con excepciones de poca importancia, y no se notan variaciones
" Véase Charles E. Dibble, "Sahagún's Tonalpohualli, en Indiana (Gedenk·
schrift Gerdt Kutscher), 1" parte, v. 9, 1984, p. 116, 117, 119.
LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINO 69

significativas ni en la materia ni en las interpretaciones. Al t{'xto del


códice le faltan las interpretaciones de los sueños; al texto de los "Pri­
meros Memorialcs" le faltan las 37 superstIclOnes (que parecen ser
domésticas y plebeyas) del apéndice del libro v.

Párrafos 6 Y 7

Inic chicuaye parrapho ypan ml­ Sexto párrafo, en que se trata de


toa yn izquitlamantli yn ompa tIa­ las varias cosas que eran consumidas
miloia yn mictlan. allá en la región de los muertos.
Inie ehicome parrapho ypan mi­ Séptimo párrafo, en que se trata
toa izquitlamantli in ventli yn iteeh de las varias ofrendas que pertene­
povia in mictlanteeutli yn micteea­ cían a Mietlantecuhtli y a Micte­
yihoatl. cacihuatl.

No se utilizaron estos párrafos en el Códice Florentino, aunque am­


bos tratan de materias reunidas y organizadas más tarde en Tlatelolco
y Tenochtitlan-México para formar el primer capítulo del apéndice dd
libro In, que trata de imaniman in míquía in vmpa vía mictlan, yoan
in quenin tocoia (de las almas de los que habían muerto, que iban a la
región de los muertos, y de cómo eran enterrados). No se encuentran
las arengas al muerto y a sus sobrevivientes (dignas de incluirse en­
tre los huehuehtlahtolli) que embellecen este libro del códice, y las
descripciones de los terrores de este lugar y de la función del perro
esperando a su amo en la orilla del río en Chicunauhmictlan se desa­
rrollan mejor y más ampliamente en el códice; en cambio, éste carece
de mención de Xochatlalpan con su árbol de ubres que amamantaban
a las almas de los niñitos. En cuanto a la descripción de las exequias
celebradas para los señores difuntos, hay pasajes en el códice que se
asemejan al contenido del párrafo séptimo. En ambos párrafos hay dis­
tinciones que se han de explicar por las diferencias culturales entre los
acolhua por una parte y los tlatclolca y tenochca por otra parte. En
cuanto al párrafo final, sin número e incompleto, que contiene una bella
descripción del Tlalocan visto por los ojos de una difunta que resucitó,
éste tampoco se encuentra en el códice, salvo que parece probable que
se hubiese rescatado una parte de la conclusión perdida para incluirla
en el primer capítulo del libro VIn entre los tres presagios de la des­
trucción de México. .
70 ARTHUR J. O. ANDERSON ¡.os ....IMEl108 ..

EL TERCER CAPÍTULO DE LOS "PRIMEROS MEMORIALES"


'n.
Los diecisiete párrafos de este capítulo se relacionan casi exclusiva­ .... panapbo in'
mente con el contenido del libro VIII del Códice Florentino, aunque en in itepaleu.ica\·u.
éste se utilizaron directamente tan sólo dos tercios del primer párrafo. teupixque catea.
Las materias inscritas en este párrafo, en los diez que le siguen y en los 1ít",!iNlft~ptlO ¡pan

dos últimos párrafos (16 Y 17) corresponden -aunque no exactamen­ ,in ipantJatol
te- a las del dicho libro; los párrafos 11 y 12 (hombres y mujeres
malas) más bien podrían haber pertenecido al libro x, el 13 (la edu­
cación de los jóvenes y las doncellas) al libro 111, el 14 (peregrinación
y señorío de los chichimeca) tal vez al libro x y el 15 (cómo sc amo­
nestaba a la gente) en parte al libro VIII y en parte al libro VI. Se
pueden contar 65 pinturas o figuras.

Párrafo I
Inic i. parrapho ypan mitoa yn Primer párrafo, en que se enume­
otlatocatque yn mexico yn tenoch­ ran los que gobernaron México-Te­
titlan yoan yn acolhuacan. nochtitlan y Acolhuacan.

Se presentan estas materias en dos columnas: a la izquierda el texto


náhuatl y a la derecha figuritas de cada señor (tlatoani) propiamente
vestidas y con glosas identificando los detalles de sus atavíos. De este
modo se convierte el contenido de códices pictóricos de estilo prehis­
pánico en crónicas de los señores de México-Tenochtitlan, Tezcoco y
Huexotla. De éstos se utilizan los de Tezcoco y Huexotla para formar
los capítulos 3 y 4 del libro VIII del códice y se sustituye una crónica
algo más extendida y detallada de los señores de México (capítulo 1);
además, se añade otra nueva de los señores de Tlatelolco (capítulo 2).
En la crónica de México-Tenochtitlan hay algunas diferencias inte­
resantes. Mientras que la de los "Primeros Memoriales" no se preocupa
por los detalles de las conquistas atribuidas a cada señor, el códice
enumera las importantes ciudades subyugadas, y hay discrepanciaS difí­
ciles de explicar en cuanto a la duración de cada reino. Semejantes
aunque no tantas discrepancias se pueden notar en las crónicas de Tez­
coco y Huexotla debidas al descuido del amanuense o a errores mate­
máticos; por otra parte no existen diferencias significativas entre los
textos. Las figuras de los señores, sin duda copiadas de algún códice
pictórico para los "Primeros Memoriales", se vuelven a copiar (sin las
glosas) en el códice, perdiendo varios rasgos indígenas.
LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINO 71

Párrafos 2 Y 3

Inie ome parrapho in itoca In Segundo p¡Írrafo: los títulos de


ixquichti in itepaleuieava, in tlato­ todos los ayudantes del s{'iíor y de los
que, ioan teupixque catea. que eran los guardas de los dioses.
Inie iii parrapho ¡pan mitoa in Ten'cr p,'irrafo, en que se relatan
izquitlamantli in ¡pan tlatoaya in tla­ todas las cosas de que se encargaban
toque. los señores.

Estos párrafos se pueden considerar como una unidad relacionada


mayormente al libro vm del códice. El primero de éstos consiste en una
lista de varios importantes funcionarios bajo el mando del señor. ¡\com­
pañada de dos grupos de figurar.¡ pintadas como ilustración, se distribu­
yen en dos conjuntos: el de los dichos ayudantes, de los cuales hay
diez, seguido de un grupo de cinco de los que el texto dice, algo mbte­
riosamente, que son "los señores que oían todo, todo lo que acontecía"
(Nica cate in vel iehoantin tlatoque in mochi quico(luia in ixquich
mochioaya). Luego sigue el tercer párrafo, en que se inscriben y discu­
ten varias responsabilidades del gran señor y algunos asuntos n'lacio­
nadas a su cargo.
Empieza pues el tercer párrafo con la enumeración de 25 de las
dichas obligaciones y asuntos formando, a la izquierda, una columna
con una serie de palabras o frases breves. De éstas se ensanchan doce
para formar breves descripciones o explicaciones en la columna a la
derecha, coronada de otro grupo de figuritas pintadas. Los asuntos de­
sarrollados de esta manera son los siguientes:
1. La guerra y la destrucción de ciudades enemigas; en el libro
VIII se encuentran semejantes materias en los capítulos 17 (párrafo 1)
Y 18 (párrafo 5). .
2. La imposición de la pena de muerte (capítulo 14, párrafo 1; ca­
pítulo 17, párrafo 2).
3. Los cantares y las danzas (capítulo 14, párrafo 7; capítulo 17,
párrafo 3).
4. La protección de la ciudad (capítulo 17, párrafo 4).
5. El juego de pelota (tlachtli); véa.se capítulo 10 y capítulo 17,
párrafo 5.
6. El reglamento del mercado (capítulo 19).
7. El juego de patolli (capítulo 10; capítulo 17, párrafo 5).
8 Y 9. La instalación del gran señor y de otros señores (capítu­
lo 18).
72 ARTHUR J. O. ANDERSON Loa "PRIMER08 ldÍÍI

10. Los recursos adoptados para combatir la carestía y sus efectos 'parrapho ipan ml
(capítulo 17, párrafo 1). 1IIí.lltIi inic melelquixti
11. Los recursos adoptados para combatir las pestes. in tlatoque.
12. La paga de las deudas debidas a los tlaloque.

No se encuentran semejanzas a los dos últimos asuntos en el li­


bro VIII; tal vez haya Sahagún pensado que bastarían las oraciones a
Tezcatlipoca y a Tláloc en el libro VI (capítulos 1 y 8) Y la descrip­
ción de la fiesta de Atl Cahualo en el libro II (capítulo 20), pues en
ellos hay algunas materias acerca de las pestes y las deudas debidas a
los dio..'lCS de la lluvia.

Párrafo 4

Inic iiii. parrapho ipan mitoa in Cuarto párrafo, en que se habla


izquitlamantli in itlaqual in imauh de toda clase de comida y bebida de
in tIatoque yoan in tIa~ocioapipiltin. los señores y las señoras ilustres. 1

Puede haber servido este párrafo como fundamento del capítulo 13


del libro VIII del Códice Florentino, pero en éste ~ólo se trata de 10 que
comieran y bebieran el gran señor y varios otros señores, mientras que
en los "Primeros Memoriales" hay breves enumeraciones de las comi­
das y bebidas de los dichos señores, de los que solamente eran ricos y
de los plebeyos.

Párrafos 5 a 7

Tres párrafos consecutivos que tratan de los atavíos y de los pasa­


tiempos de los señores se pueden presentar aquí como una unidad:

Inic v. parrapho, ipan mitoa in iz­ Quinto párrafo, en que se rela­


quitlamantli in ineehichioaya in tla­ tan los varios artículos de adorno
toque ioan in cioapipiltin. de los señores y las señoras.
Inic. vi. parrapho ypan mitoa in Sexto párrafo, en que se relatan
izquitlamantli in inechichioaya tla­ los varios artículos de adorno de los
toque in iquac mat;eva. señores cuando bailaban.

1 Tla~ocioapilli, tla~'opjlli significa "hijo o hija legitimos" en el Vocabulario


de Molina, fol. 118v; en el libro x, capítulo 4, deb Códice Florentino, según el
texto castellano, significa "el que es ilustre o generoso". Cihuapilli, en el Voca­
bulario de Molina, fol. :!21" significa "señora o dueña".
LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINO 73

Inic. vii. parrapho ipan mitoa in Séptimo párrafo, en que se rela­


izquitlarnantli inic melelquixtia inie tan todas las cosas con que se re­
maviltia in tlatoque. creaban, con que pasaban el tiempo
los señores.

Se registran estas informaciones en ambos textos por medio de se­


ries de vocablos compilados como vocabularios de vestido, adorno y
recreación. Se notan muy pocas correspondencias exactas, y claro es que
la vida de la clase señorial era mucho más lujosa en TIatelolco y México
que en Tepepolco, pues la abundancia y la variedad de 108 artículos
de adorno son mucho más ricas en aquellas localidades que en ésta. Las
materias del quinto párrafo se asemejan más o men08 a las de los capí­
tulos 8 (atavíos de los varones) y 15 (atavÍ08 de las mujeres), pero
en 108 "Primeros Memoriales" se enumeran sólo los mantos (tilmatli) de
los hombres mientras que en el códice se enumeran tanto los mantos
como las bragas (maxtlatl). Asimismo en el párrafo 5, mientras que
se mencionan sólo las camisas (huipilli) de las mujeres, en el códice se
registran tanto las camisas como las enaguas (cueitl). Pocas corres­
pondencias exactas hay entre los adorn08 para las danzas en ambos
textos, y se puede notar que el capítulo 9 carece de mención de las
bragas, algunas de las cuales se enumeran en los "Primer08 Memoria­
les". Figuras grandes de un hombre y una mujer con sus atavíos acom­
pañan los vocabularios del quinto párrafo; no se encuentran copias de
éstas en el códice.
Finalmente, el párrafo séptimo, que trata de los pasatiempos de los
señores y también los presenta en forma de nueve vocablos sin expli­
caciones, es nada más un esbozo que se ensancha en el mismo orden
con alguna que otra adición en el códice (capítulo 10), ofreciéndonos
una impresión gráfica de la vida señorial en aquellos tiempos.

Párrafo 8

Inic. viii. parrapho ipan mitoa in Octavo párrafo, en que se relatan


izquitlamantli in itlatqui inie tlate­ todos los artículos con que trabaja­
quipanoa in <;ioapipiltin. ban las señoras.

Este párrafo, es un vocabulario de los instrumentos usados en las


tareas mujeriles, empieza enumerando los de las señoras nobles y termi­
na con los propios para las mujeres plebeyas. El capítulo 16 contiene la
misma información, diferenciándose la ordenación, y termina con algu­
74 ARTHUR J. O. ANDERSON LOS "PRIMEROS 111

nas breves frases que indican que lo aquí escrito se aplica solamente .m&ticos O tal vez más bieJ:
a las señoras nobles. tIDIovocabulario que prea
_.me de preguntas que e
Párrafos 9 Y 10 CIOI1tiene vocablos que mil
de una investigación de las
Inic. ix. parrapho ipan mitoa In Noveno párrafo, en que se enu­ atribuían habilidades sobre!
tecpancali tlatocacali. meran los palacios, las casas del estas informaciones directa
Inic. x. parrapho ipan mitoa in señor. dicho c6dice detenidament
izquitlamantli tlatquitl yn oncan mo­ Décimo párrafo, en que se enu­ de 108 nombWJ y epítetos'
nenequi. meran todos los artÍCulos necesitados aapitulos 3, 11 Y 14 del I
allí. variaa clases de magos en'.
1) naluudli, el hechicero;
Dos vocabularios más siguen, enumerando las casas reales y sus me­ .'arrojador de granizo;' -4:
najes. En el noveno párrafo sólo se nombran edificios que también figu­ lIoeaani, el come-corazonel
ran en el capítulo 14 del códice, en donde además se describen las pntl:en el fuego; 7) tltu
actividades de los oficiales u otros que los ocupaban. Todos los que se ehlUé' saca a los dioses; 9)
mencionan en Tepepolco se duplican en el códice (salvo el telpocha­ lO)mo",,,qui, el que seil
calli, casa de los jóvenes o escuela primaria, y el calmecac, casa de . . . .;de maíz en su maíI1
linaje o escuela superior); varios de los que sc incluyen en el códice ... alguno; 13) in 'eoll iJM
faltan en los "Primeros Memoriales", pues la vida de los señore<; es ..""tiiyolilia, el que 'fa
menos complicada en Tepepolco. Lo mismo se nota en el vocabulario .u)lOria ,de éstos se encuent
de los menajes de la easa del párrafo 10 y el capítulo 12. Aunque en ~ en el capitulo ~
Tepepolco se enumeran armas, braceros, vasijas, etcétera, además de ,."../J'tIlitotique que hurtal
asientos simples (icpalli) y varias esteras (petlml), no se mencionan .,antebrazo izquierdo de
los asientos con espaldares (tepotzoicpalli) conspicuos en la revisión fipran en los libros IV y X
del manuscrito en TIatelolco o México, la cual por otra parte parece ·El párrafo 12 introduce de
nombrar algunas ropas de eama (pepechtli) en lugar de esteras. .... de, los nombres· y ep
_ _ .de: ,ilid (singularJi
Párrafos 11 Y 12 ~era, algunos se haBIft·
.-di.cé y otros se encuentran I
Inic. xi. parrapho ipan mitoa in Undécimo párrafo, en que se rela­ ."Jti.!~~ describen los ara
itlavelilocatoa in oquichtlaveliloque. tan los malos nombres de los hom­ .,ueJ1ekUlJ1G) ,Jaqt
Inic. xii. parrapho ¡pan rnitoa in bres malos. _ . •t. utitiuba cordeks,~
itotaca in ~ivatlaveli1oque in auia­ Duodécimo párrafo, en que se re­ ··Ohf;.~~Ser que esto fuIii
nime. latan los nombres de las mujeres . _,Y6Qe.Lópa AUIIiD, ""1'hI

~~Se,ú~
malas, las putas.
Anpt )lUla d.
""".'t( 2Fil. 3, p. 23'! ~
Parece que al interrogar a sus informantes en Tepepolco acerca de
··~~"","i'K""1
los hombres malos y las mujeres malas, Sahagún hubiese vuelto a exa­
minarles acerca de varias categorías de magos entre los hombres y de
~cr:~:.:=.
...,~,.,..
LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINO 75

médicos o tal vez más bien curanderas entre las mujeres,Z pues el ex­
tenso vocabulario que precede las interesantísimas respuestas a la segun­
da serie de preguntas que examinan ciertas clases de los hombres malos
contiene vocablos que bien pudiesen haber sugerido la conveniencia
de una investigación de las actividades de las personas a quienes se les
atribuían habilidades sobrenaturales. Sea como fuere, no se trasladaron
estas informaciones directamente al Códice Florentino. El que leyera
dicho códice detenidamente tropezaría eventualmente con la mayoría
de los nombres y epítetos de estos vocabularios, especialmente en los
capítulos 3, 11 Y 14 del libro x. Descripciones de las actividades de
varias clases de magos en los "Primeros M,emoriale..-;" son los siguientes:
1) nahualli, el hechicero; 2) tlaoiuhqui, el adivino; 3) teciuhtla;:;qui,
el arrojador de granizo; 4) tecotzcuani, el come-pantorrillas; 5) teyo­
llocuani, el come-corazones; 6) tetlepanquetzqui, el que arroja a la
gente en el fuego; 7) tlacatecolotl, el hombre-buho; 8) teoquiquixtli,
el que saca a los dioses; 9) amamalacacho, el que da vueltas al agua;
10) motetequi, el que se descuartiza; 11) in itilmaco micequi, el tos­
tador de maíz en su manto; 12) in tecallatia, el que abrasa la casa
de alguno; 13) in teotl ipan moquetza, el dios endemoniado 3 y 14) in
coatl quiyolitia, el que resucita a la serpiente. Materias tocantes a la
mayoría de éstos se encuentran esparcidas en los libros 1, IV Y Xli Y con­
centradas en el capítulo 9 del libro x. Curioso es que los malvados
temacfralitotique que hurtaban ayudados por hechicerías que hacían con
el antebrazo izquierdo de una mujer muerta del primer parto y que
figuran en los libros IV y X del códice ni se mencionan en este párrafo.
El párrafo 12 introduce del mismo modo que hemos visto, un vocabu­
lario de los nombres y epítetos aplicados a las malas mujeres, varias
clases de titid (singular, ticitl, médico, curandera). De los nombres,
etcétera, algunos se hallan en los capítulos 14 y 15 del libro x del có­
dice y otros se encuentran esparcidos aquí y allá en varios de los tomos.
Luego se describen los artificios de la que echaba granos de maíz (in
tlaolti quitepehuaya) , la que veía alguno en el agua (in attan teittaya) ,
la que utilizaba cordeles (mecatlapouhqui), la que extraía objetos de
2 Puede ser que esto fuera su método con otras interrogaciones en este capí­
tulo. Véase López Austin, "The Research Method of Fray Bernardino de Sahagún",
p. 138.
3 Según Angel María Garibay K., "Paralipómenos de Sahagún", Tlalocan.
1947, v. :!, n. 3, p. :!37: "el que saJía como un dios, que lo representa"; según
Eduard Seler, Einige Kapitel aus dem Geschichtswerk des Fray Bernardillo de
Sahagún aus dem Aztekischen übersetzt, ed. Caecelie Seler-Sachs, Walter Lehmann
y Walter Krickeberg, Stuttgart: Strecker und Schroeder, 1927, p. 36:!: "deT als
Ovtt au/tTitt."
76 ARTHUR J. O. ANDERSON LOS "PRIMElt.OSM.

los dolientes (in tetlaeuieuiliqui), la que los sacaba chupando (teehi­


ehinani) y la que curaba a la gente (in tepa/iani). De vez en cuando
se mencionan algunas de éstas en el códice, por ejemplo en los libros ri'!ftlo pues se cnUl1lel
11 y IV, Y algo se dice de carrera acerca de su profesión en los libros I '. todas las riquC7JUI
(capítulo 8 y el apéndice) y x (capítulo 14). señores y que I
~'WIrueJrm,do con buen
Párrafo 13

Inic xiii. ipan mitoa in itelpo­ Décimotercio [párrafo], en que se 1', 't' 1 t' t

pochti ioan yn ichpopochtin ynic dice cómo se educaban los jóvenes 'parrapho ipan.~
moapavaya. y las doncellas. tecentecaya W!
in si
La sección del apéndice del libro UI del códice dedicada a la edu­
cación (capítulos 4 a 8) trata exclusivamente la de los muchachos y
los jóvenes; la de las niñas y las doncellas se limita a los capítulos 39
y 40 del libro VI, que relatan cómo se dedicaban a las niñas al ealme­ .' es un párrafo ~
cae, la escuela superior. Las materias en este párrafo nos infonnan que "'lIDcnte en el libro VI.
también se admitían a las niñas en el telpoehealli, la escuela primaria amonestadOl'ld
en donde se fonnaban los guerreros, y añade algunos detalles acerca de por cuatro jueCC$¡
cómo se amancebaban los jóvenes y cómo podían juntarse lícitamente '•.,os mujerf:!ll:pof~
o casarse con sus amigas. Algo de esto se explica también en el códice .con la posibilidali
en el capítulo 6 del apéndice del libro II1 y en el capítulo 27 (la fiesta .,d.el códice Sa9M
de Huey Tecuilhuitl) en el libro n. . .11U......· a Tczcoco ,~.:~

..,.,.~Il¡!. fuete, pa.recel\j


Párrafo 14 14, acerqr4li
el libro 11, hadtI
Inic xiiii parrapho ¡pan mitoa Décimocuarto párrafo, en que se , .lIe. describe una ~
inic chicomoztoc valquizque in chi­ relata cómo salieron los chichimeca 1tItla1'DI! Memoriales'~~ •.~
chimeca. de Chicomoztoc. IilrDlO,Djla. según lo q~t~
.el dia Nahui ~
Dos conceptos se desarrollan en este párrafo. El uno es la peregri­ "'~puI' informaci6ll,t
nación de los chichimeca después de brotar de las siete cuevas de Chi­ .1-Perro, en q,"r~
comoztoc. De esto nos dice muy poco. Más, aunque no mucho más, se mis propia para tal!
nos dice en el capítulo 29 del libro x del códice, en el párrafo dedicado
a los chichimecas y en el que relata la historia de los mexica. Nada se .~
dice del otro concepto, que ocupa casi todo el espacio en este párrafo ··1
y que reza como si hubiese sido inspirado por una declaración en esta xvi parrapho, in '"
misma historia. Dice esta frase: ... in amehoan niean annemizque, in t1atoani yn ipan;,
niean antlapiazque, amolhuil, amonemae, y, in niean onoe, in ixoatoe,
auh in tlallan onoe -lo que existe aquí, lo que yace brotando, lo que
LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓlJIC¡': :I'LORENTINO 77

está debajo de la tierra es el merecimiento, el don hecho a vos que ha­


béis de vivir aquí, que habéis de guardar las cosas aquí ... En d resto
del párrafo pues se enumeran con elocuencia todas las necesidades de
la vida, todas las riquezas, los lujos del mundo de los nahuas que
poseen los señores y que han ganado como su justa recompensa por
haber guerreado con buen éxito.

lJárralo 15

InÍc xv parrapho ¡pan mitoa ¡nie Décimoquinto párrafo, en que se


tenonotzaya, tecentecaya muchi tl<1'­ dice cómo se amonestaba a la gente,
catl mucentlaliaya in -;ivatl yn [cómo] les ponían en orden, (cómo]
oquichtli. se congregaba todo el mundo, las
mujeres y los hombres.

Este es un párrafo bastante largo que bien se podría haber incluido


dignamente en el libro VI entre los huehuehtlahtolli por contener cua­
tro arengas amonestadoras di rígidas a varíos miembros de las clases
señoriles por cuatro jueces (tecutlatoque), riñendo a varios nobles y ofi­
ciales y a sus mujeres por no haber cumplido bien sus deberes y amena­
zándoles con la posibilidad de varios castigos. Puede ser que en la pre­
paración del códice Sahagún omitiera estas materias por ser propias
más bien a Tezcoco o sus sujetos que a TIatelolco o Tenochtitlan.! Sea
esto como fuere, parecen relacionadas a lo que se nos dice en el libro
VIII, capítulo 14, acerca de los tecutlatoque en el TIacxitlan y el Tec­
calco. En el libro 11, hacia la conclusión del capítulo 27 (Huey Tecuil­
huitl), se describe una escena que también recuerda lo descrito en los
"Primeros Memoriales". Una de las ocasiones en que se celebraba la
ceremonia, según lo que se relata en este párrafo 15, ocurría cada 260
días en el día Nahui Acatl (4-Caña); el libro IV del códice no com­
prueba esta información en los capítulos 25 y 26, que tratan de la tre­
cena de 1-Perro, en que figura este día 4-Caña, sino que parece conSI­
derar más propia para tales actividades el día l-Perro.

Párrafos 16 Y 17

Inin xvi parrapho, in quenin qua­ DéCimosexto párrafo, en que se


lanía, in tlatoani yn ¡pan mitoa. dice cómo se encolerizaba el seÍlor.

4 L6pez Austin, op. cit., p. 139.


18 ARTHUR J. O. ANDERSON

Inic xvii parrapho ypan mitoaya Decimoséptimo párrafo, en que se


inic tepapa t1avcoyaya in t1atoani. dice cómo hacía misericordia el señor
respecto a la gente.

Concluye este capítulo con dos párrafos también omitidos del Có­
dice Florentino sin duda porque, del mismo modo que el párrafo 15,
comunican informaciones típicas má.. bien de Tezcoco y sus sujetos que
de l1atelolco y Tenochtitlan. Por ejemplo, se nota que el heredero del
señor es su amado hijo (itla:~opiltzin), lo que no era costumbre en
México. El párrafo 16 contiene empero materia.. relacionadas a los capí­
tulos 20 y 21 del libro VIII y a las de un trozo en el Manuscrito de la
Real Academia de la Historia que si Sahagún no la hubiese omitido
hubiese completado el dicho capítulo 21. 5 Es un relato de las recompen­
sas dadas al gUl'rrero valiente por el tiatoani y de la infamia que le
acontecía si abandonase a sus compañeros de guerra a causa de miedo.
El párrafo 17, de las ansiedades y las tristezas del señor, parece ser
. único, no hay ejemplo semejante en el códice.

EL CUARTO CAPÍTULO DE LOS "PRIMEROS MEMORIALES"

Termina el texto de los "Primeros Memoriales" con el capítulo cuar­


to: Inic. 4. capitulo ypan mitva )'n tlacayutl --Cuarto capítulo, en que
se trata de las cosas humanas. Hay quienes han considerado la posibi­
lidad de que Sahagún hubiesc incluido, originalmente, un qúinto capí­
tulo 1 que sirviese como base del libro XI de su Historia general, el
"Libro vndécimo", según lo que leemos en el Códice Florentino, "que
es Bosque, jardín, vergel de la lengua mexicana". Pues a pesar de su
bien conocido interés en la botánica no se encuentran ni vocabularios
ni descripciones ni discusiones de las plantas mexicanas excepto las del
párrafo 9 de este capítulo, que se utilizaban medicinalmente. Sea esto
como fuere, sólo estos cuatro capítulos hay en los "Primeros Memoria­
les"; no existe ni la mera alusión a algo más.
Nada del texto del cuarto capítulo se utilizó integralmente en la
formación del Códice Florentino. Sin embargo, no por eso carece de
importancia, pues algunos de sus once párrafos -el 1q (parentesco);
el 2" (sexo y edad) ; el 59 (órganos exteriores del cuerpo) ; el 6" (órga­

Nótese López Austin. loe. cit.


5
H. B. Nicholson, "Preface and General 1ntroduction", en The
1 Primeros
Memoriales 01 Fray Bernardino de Sahagún, en prensa.
LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINO 79

nos interiores); el 79 (títulos o designaciones de personas ilustres) y cI


99 (las dolencias y sus remedios) -~ forman la base de investigaciones
más extensas, completas y penetrantes hechas en TIatcIolco y México
destinadas para varios capítulos del libro x. El párrafo 8 (armas e
insignias de los señores y los capitantes), también omitido en el códice,
contiene extensas materias interesantes, instructivas y bellas relacionadas
al contenido de algunas partes del libro VIII. A cuatro de estos párra­
fos, el 39 Y el 4 9 (nombres de varón, nombres de mujer) y el 10Q Y el
11'! (modos de cortesía y vituperio entre los nobles, modos de cortesía
y vituperio entre los plebeyos) no se encuentran semejanzas en el
códice.

Párrafo 1

Inie. 1. porrapho ypan mitoa yn Primer párrafo, en que se dicen


itoca in tlacamecayutl. los términos relativos al linaje.

La pregunta en la minuta preparada por Sahagún acerca de la


nomenclatura propia para determinar el parentesco entre los indígenas
dedujo una serie algo miscelánea de quince vocablos, empezando con
mintontli (que en Tepepolco parece significar bisabuelo) 3 Y terminan­
do con temintonhuan (los terceros nietos de alguien), seguida de un
breve párrafo explicando algunos pocos términos. Este párrafo 1 se
puede comparar con el capítulo 1 del libro x del Códice Florentino
en que, sin embargo, las informaciones son más amplias y se enume­
ran las características buenas y malas de las personas. Puesto que en los
"Primeros Memoriales" no hay versión castellana del texto náhuatl,
como la hay por todo el códice, difícil es el corroborar si existiesen di­
ferencias entre los indígenas de Tepepolco y los de Tlatelolco y Tenoch­
titlan en su utilización de ciertos términos, por ejemplo mintontli y
achtontli;4 o si no se usasen en Tepepolco ciertos términos comunes
tales como citli (abuela). Ciertos términos que no se encuentran entre
los quince vocablos introductorios -temach, tepilo, teicahuan, ihuelti­
huan (sobrino y sobrina de alguien, hermanos menores de alguien y
sus hermanas mayores) -- se explican en el párrafo final.
2 Se basan estos títulos en los de Paso y Troncoso en su edici6n de los Có­
dices l.fatritenses y en Nicholson, "SahagÜn's 'Primeros Memoriales', Tepepulco",
p. 216.
3 Según el Vocabulario de Molina, fol. 56u, hermano de tercer abuelo, o
nieto de tercero o nieta de tercera; según SahagÜn en el libro x, capítulo 1, del
Códice Florentino, tatarabuelo.
• Bisabuelo en SahagÜn, loc. cit.
80 ARTHt:R J. O. ANDERSON 1.D8, "ftDlDOS IIBI

Párrafo 2 . ._ par de pártafo


•.ce_te en una ti
Inic. 2. parrapho ypan mitoa yn Segundo párrafo, en que se dicen - -• •' y otra de ~
intoca yn oquichtli yn ~ioa Qan oc los términos masculinos y femeninos; _"'10 de nombn:s
tecemaxca etc. todavía son comunes a todos. Etcé­ __ ~es nos infOrll
tera. su norntm
. de los nombl
Aquí se presenta algo más que un vocabulario de "términos mascu­ yxoco(
linos y femeninos" (o sea los que distinguen las personas según su sexo
y edad), pero aunque se desarrollan estas informaciones por medio de
frases más bien que en simples vocablos, no alcanzan a ser tan deta­
lladas como las del capítulo 3, libro x, del códice, ni distinguen entre
las buenas y las malas personas. En general, sin embargo, no se notan
contradicciones ni aun diferencias significativas entre los textos salvo
. . . .pt. ¡ypan 11
que hay ligeras diferencias en la terminología, y en este párrafo, t'Omo ca. yo' ..
en el párrafo 1, el punto de vista parece ser la de los plebeyos mien­
tras que en códice parece ser la de los señores. O tal vez exi:4a tal
diferencia por ser Tepepolco una entidad periférica mientras que Tla­
telolco y Tenochtitlan representan el centro urbano y culto. A ronti­
nuaeión se ofrece un ejemplo comparativo, el de1 mancrbo. 5

"Primeros Memoriales" e ódire Florcfltino

telpuchtli. quauhtequi. t1axeloa 10 telpuchtli, iectloquichtli, qua­

quauhtla calaqui (el joven corta la Iloquichtli, qualnezqui, qualtepul,

leña, la hiende; entra en el bosque). tzomuctic, tzieuietic, popuxtli, ca­

manale, tlaquetzale (el joven es

hombre, virtuoso, hombre bueno, de

aspecto bueno, hombre buenote,

Párrafos 3 Y 4 suelto, ligero, enérgico; es donoso;

es cuentista).
Inic. 3. parrapho ypan mitoa yn Tercer párrafo, en que se dicen
intoca In oquichti Qan teneixcavil los nombres de los hombres propios
etc. solamente a ellos.
Inic. 4. parrapho ypan mitoa yn Cuarto párrafo, en que se dicen
intoca yn Qioa ~an teneixcavil etc. los nombres de las mujeres propios
solamente a ellas.

5 Se omiten las buenas y mallas características del texto del C6dice Florentino.
LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINO 81

Sigue un par de párrafos de los cuales no hay ningún duplicado en


el códice. Consiste en una lista de veintiocho vocablos aptos para nom­
bres masculinos y otra de doce vocablos aptos para nombres femeninos.
Cada catálogo de nombres precede a un breve párrafo de explicación.
El de los varones nos informa que al lavar la criatura, la partera y los
padres le daban su nombre; el de las hembras nos informa acerca de
la aplicación de los nombres teyacapan (la primogénita), tlacotl 6 o
tcíeu (la segunda) y xoco (la última). Acerca de estas ceremonias hay
amplias informaciones en el códice en el libro IV (capítulo 35) y el
libro VI (capítulo 37) y tocante a los hombres y el libro x (capítulo 1)
y el libro VI (capítulo 38) tocante a las hembras.

Párrafos 5 Y 6

Jnic. 5. parrapho ypan mitoa yn Quinto párrafo, en que se dicen


itotoca yn itech ca yn tonacayo los nombres de lo que está, lo que
yn pani ne~i. en la superficie aparece, en nuestros
cuerpos.
tnic. 6. parrapho ypan mitoa yn­
totoca yn itic ca yn tonacayo yn amo
ualneci. Sexto párrafo, en que se dicen los
nombres de lo que está dentro, lo
que no se muestra, en nuestros
cuerpos.

Listas de términos son estos párrafos que constituyen algo más que
simples vocabularios, pues a casi todas las voces les siguen otras, a veces
hasta seis (pero mayormente sólo una o dos): verbos, ocasionalmente
un adjetivo, que describen o califican. "Son textos pobres", nos dice
López Austin,7 "ya que las listas de nombres sólo acompañan algunas
palabras (ya verbos, ya adjetivos) referentes a los sustantivos enuncia­
dos. .. éstos van a ser base de los cuestionarios de los que haría uso
Sahagún en Tlatelo1co", en donde resultan pues dos listas que aparecen
en el capítulo 27 del libro x tal como se encuentra en los Códices Ma­
tritenses -una lista muy larga, sin verbos y adjetivos, seguida de un
texto extenso en catorce párrafos, igual al del Códice Florentino; éste
pues "deriva de la segunda [lista] del Matritense, con variación del tÍ­

6 Según Sahagún, loe. cit., la tercera.


7 Alfredo López Austin, Cuerpo humano e ideología, las concepciones de los
antiguos nahuas, México, UNAM, 1980, v. 1, p. 46.
82 ARTHUR J. O. ANDERSON

tulo general".s Está escrita "en náhuatl ... sin verSlon al español ...
Sahagún concibió esta parte de su libro como una rica fuente de léxico
para su diccionario; pero consideró absurdo traducir lo que es casi
una mera lista de palabras".9 Así es que la versión que conocemos en
el códice consiste en ... listas de nombres de las partes del organismo,
ad jetivos a ellos atribuibles, verbos con ellos relacionados, adverbios
en los que dichos nombres entran en composición o expresiones usuales _ ..... b párraf",
que proceden semánticamente de los nombres. Como otras partes de ~...,suPDtl
su obra, fue preparado con el propósito de extraer un léxico para su _ _":W. dafi.nidonq fl
proyectado y no realizado vocabulario. lo .. la lICJCWJad
En el códice la ordenación de dichos nombres varía muy poco de . . . . . ymujcNI
la de los "Primeros Memoriales". Se arreglan en catorce párrafos nume­ --,,,-,_._,- metAl_
rados, y de ellos los primeros once corresponden más o menos al con­ ".,,,be!*,,, en W
tenido del párrafo 5, mientras que el párrafo 6 corresponde al duodé­ "~lIPllSlC:I_¡ q­
cimo del códice (de nuestras partes discernibles, las que están en nuestro .~J
interior). El contenido de los párrafos 13 y 14 del códice (de otras
partes discernibles, etcétera, y de las podredumbres y suciedades, etcé­
_11..... ., ....'.
W~. .·_,..~...
tera) no figuran en los "Primeros Memoriales". .~.'~~
A continuación sigue un ejemplo mostrando algunas de las dife­
rencias entre los textos.

" Primeros Memoriales" Códice Florentino

tomapil mapiloa I tetIatitia I tIa­ Mapilli: ueiac, tepito, tomaoae,

cuiloa I yc tzaoa (nuestros dedos pitzaoac, tzapatic, tlatzitzquia, tIa­

de las manos indican, apuntan a la teuhtzitzquia, tlatecoa, tlaay, tlate­

gente, escriben, con ellos hilan). quipanoa, ixquich iueH, moch aini,

muchi uel quichioa,. in chioaloni, in

Párrafo 7 tequipanoloni (Dedos de la mano

largos, pequeños, gruesos, delgados,

lnir. 7. parrapho ypan mitoa yn enanos, agarran cosas, asen fuerte­

intoca yn tiaca yn mauiztililoni tla­ mente las cosas, realizan cosas, ha­

toani pilli teuctli, Qioapilli etc cen cosas, trabajan, todo les es po­

sible, son hacedores de todo, todo

lo pueden hacer, creadores, traba­

jadores) .u

• lbid" \. 1, p. 47.

" lbid" v. 1, p. 48.

'" ¡bid., v. 1, p. 27.

11 Véase ¡bid., v. ~, p. 8, 74,42, 107.

LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINO 83

Séptimo párrafo, en que se dicen


los títulos de las personas [impor­
tantes], los ilustres --el gran señor,
el señor, el noble, la señora noble,
etc.

ComO en los párrafos 5 y 6, a cada título se añaden hasta tres


vocablos --verbos, sustantivos, adjetivos, frases--- para servir como des­
cripciones y definiciones de términos aplicables a las personas de alta
categoría en la sociedad indígena prehispánica: los gobernantes, los
nobles (hombres y mujeres), los guerreros valientes. Casi todos los títu­
los son en efecto metáforas; todos son traducibles, pero las traducciones
según la letra hechas en idiomas europeos no nos pueden indicar digna­
mente los significados que han de haber sido obvios a los nativos de la
altiplanicie de México. Ambos textos registran aproximadamente los
mismos títulos en casi la misma ordenación, salvo que los que se agru­
pan en este párrafo se distribuyen en cuatro capítulos (4, 5, 6 Y 13)
del libro x del códice. Se ofrecen los siguientes como ejemplos.

"Primeros Memoriales Códice Florentino

teixquamol movecapanoa (ceja5 ... in teixquamul tecpiliollo, iec­


de alguien [noble]: se ensalza). tlatole, iecnemilice (cejas de alguien
[noble] : es de corazón noble, de
conversación acertada, de vida justa
y santa).12
oquichtli. moquichnequi. moqui­ ... in oquichtli quauhtica quauh­

chitoa (el hombre {valiente] finge ser ticapul: tetepito, tomaoac, pitzaoac,

hombre, habla como hombre). totomacpul, pipitzato, ($an uel temÍ­

miltic, <;:an uel ipan quitquiticac, uel

ipani. In oquichquauhtli ocelutl, ne­

xeoac, cuicuiliuic iollotlapaltic iollo­

tepitztic (el hombre [valiente] es alto,

altote, muy pequeño, grueso, delga­

do, gruesote, algo como una colum­

na de piedra, medianamente respon­


1.2 En el texto español, Sahagún le llama "La per:;o{na] de buen sular". Algu­
nos de lus términos registrados en este párrafo se encuentran en Andrés de Olmos,
G,ammai,e de l.a lallgue nahuatl ou mexicaine, ed. Rémi Siméun, París, Imprimerie
Nationale, 1875, p. 21:!, baju un encabezamiento que reza: "Parientes de algunos
que salen de un troncu".
84- ARTHUR J. O. ANDERSON LOS "PRIMEROS 111

sable; le cuadren bien [sus respon­ "Primeros Memoriale


sabilidades]. El hombre {valiente que
es] águila o jaguar está cubierto de quaxolotl -ynic tia
cicatrices, diversamente pintado, ani­ tlatzacutli yn
moso, esforatdo, duro y obstinado. kU'PC11itIlilpepey'OCY'O yep
quetzaltzoyo (el
Párrafo 8 está hecho de esta
cubierto de pluD181
lnic 8 parrapho ypan mitoa yn Octavo párrafo, en que se enume­ Tiene una (n
intlaviz yn intlatqui y tlatoque yn ea­ ran las insignias y los vestidos de .[de plumas y] adomc:l
pitanes. los principales y los capitanes. oro. Encima hay una
\tD penacho de plumlll
Uno de los párrafos muy conocidos en los "Primeros Memoriales"
es este catálogo de la3 insignias, los atavíos, los equipos de los guerreros
nol:::les. Empieza con un vocabulario de tales términos dedicado a los
principales (los t/tltoque) seguido de otro dedicado a los capitanes;
ocupan los folios 68r-69r. Interrumpe esta información el párrafo 9 9., parrapho ypan
con sus nóminas de dolencias y sus remedios (fols. 69r-69v), y luego 1tIIIPJ$l1lli cvcoliztli )'pi
sin encabezamiento sigue otra lista 13 de atavíos y equipos militares pro­
fusamente ilustrada, pues contiene 67 pinturas, las primeras seis de las
cuales representan señores y capitanes en sus atavíos y equipos; les si­
guen pinturas de cada insignia, escudo, atavío, etcétera. Algunas de las
insignias se asemejan a las pintadas en el Lienzo de Tla¡tcala. 14
No es evidente precisamente cómo se relacionan las dos secciones
separadas de este párrafo, pero parece claro que forman una especie de
unidad. Por lo tanto tal vez hubiese Sahagún pedido primeramente un
vocabulario con sus glosas y luego otro con ilustraciones pero sin glosas. 15
La mayoría de los vocablos se duplican en ambas listas; poca corres­
pondencia hay entre el texto de los "Primeros Memoriales" y el del
Códice Florentino, pues en éste se registran tan sólo los magníficos
atavíos y equipos del gran señor, desgraciadamente sin pinturas. El si­ __.•_ sirvió sino.';
guiente ejemplo demuestra la diferencia mencionada arriba; se trata
de la insignia llamada cuaxolotl. 16 _I'Cft 11aceWco:.Ji
libro·x cid a
13 En la edición facsímil de Paso y Troncoso se arregla la paginaci6n de modo
que las pinturas (fols. 721-801) siguen inmediatamente después del fol. 69r. Véase ~. . Segúft.~
Nicholson, "Sahagún's 'Primeros Memoriales', Tepepulco", p. 215. :'ll

=~,
14 Eloire Quiñones Keber, HAn Introduction to the Manuscript and Its
I1Lustrations", en The Primeros Memoriales 01 Fray Dernardino de Sahagún, en
prensa. AUItÍJt, 'o,.';""
lij López Austin, "The Research Method of Fray Bemardino de Sahagún", Upea.A.....
p. 138.
~~i~
16 Según la letra, parece significar "cabeza del dios Xolotl".
IIMion. Hiat6rkUj
LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINO 85

"Primeros Memoriales" C6dice Florentino

iztac quaxolotl -ynic tlatlalili ... Iztac quaxolotl, quetzallo, co;¡o;tic


aztaivitican t1atzacutli yn itentlapi- teucuitlaio in inamic iztac eoatl
1010 teocuitlapepeyocyo yepac ca yn (El cuaxolotl blanco (está provisto
miquiztli quetzaltzoyo (el cuaxolotl de] plumas finas y oro. Su {vestido]
blanco está hecho de esta manera: correspondiente es el túnico blanco).
... está cubierto de plumas de gar­
za blanca. Tiene una franja col­
gante [de plumas y] adornos brillan­
tes de oro. Encima hay una calavera
con un penacho de plumas de que­
tzal) .

Párrafo 9

Inic. 9. parrapho ypan mitoa yn Noveno párrafo, en que se relata


izquitlamantli cvcoliztli ypan mochi­ todo género de enfermedad que
va yn tonacayo. ocurre en nuestros cuerpos.

Este párrafo se divide en dos partes más o menos distintas; entre


ellas interpónense las pinturas de los equipos. militares mencionados arri­
ba. 17 La una es un vocabulario de dolencias cada una acompañada por
su remedio brevemente descrito con información acerca de dónde se
encuentran las yerbas medicinales recetadas; la otra carece de encabe­
zamiento y de información acerca de la ubicación de las yerbas y está
escrita en letra tan mala y apresurada que con dificultad se puede leer.
La segunda lista repite algunas de las dolencias recetadas en la primera.
Aunque es dudosa la relación entre estas dos partes, la segunda indu­
dablemente ha de haber precedido la recolección de semejantes infor..
maciones más tarde en Tlatelolco. Sea esto como fuere, lo escrito en
Tepepolco no sirvió sino como la base sobre la cual siguieron las inves­
tigaciones en Tlatelolco. '8 De ahí, para alcanzar la forma en que apa··
recen en el libro x del Códice Florentino, su elaboración puede dividirse
en varias etapas. Según López Austin, éstas son: 19

11 En la edición de Paso y Troncoso, la segunda parte (Cols. 81r.8Iv) sigue


después de la primera sin interrupción (Cok 69r.69v). Véase la nota 1:1.
l~ López Austin, op. cit., p. :!07.
1\1 Alfredu López Austin, "De las enfermedades del cuerpo humano y de las

medicinas contra ellas", Estudios de Cultur.a Náhuatl, México, UNAM, Instituto


de Investigaciones Histórkas, 1969, L S, p. 53.
86 ARTH VR J. O. ANDERSON LOS "PRI!olEROS K

a) Uno o varios médicos nahuas redactaron los cinco primeros párra­ dad de los ojos. Su rem
fos del capítulo XXVIII; esta redacción aparece en el Códice Alatri­ beberá un poco de {una inf1
t('me de la Real Academia de la Historia, con rectificaciones y adi­ hojas de lo que se llama x.
ciones hechas en el momento mismo de ser escrito el texto. b) Poste­ /MIli y se 10 arrojará COI
riormente los médicos Juan Pérez, Pedro Pérez, Pedro Hernández, José
~bre la cabeza).
Hernández, Miguel García, Francisco de la Cruz, Baltasar Juárez y
Antonio Martínez, de quienes alguno pudo intervenir en la parte de
la medicina del Libro U ndé{'imo, revisaron y corrigieron los cinco
primeros párrafos, agregaron uno o más e hicieron constar sus nom­
bres al final de éste. El amanuense que consignó las correcciones y
el nuevo párrafo fue diverso al que escribió los cinco primeros. c) Sa­
hagún ordenó que esta versión revisada, corregida y adicionada pasara
al documento que posteriormente fue llamado Códia Florentino, por
considerarla definitiva, y dio al margen su versión al español, que es
la de la Historia general. Al 'pasar el texto se agregó al Florentino un
apartado más, el titulado Palanaliztli, anozo nexotlaliztli, netequiliztli,
o sea "Infección, o heridas, cortaduras", que se colocó al final del
párrafo quinto. d) Posteriormente uno o varios médicos, que pueden
suponerse diversos a los mencionados, corrigieron, eliminaron partes
importantes y adicionaron el texto del Códice Alatritense de la Real
Academia de la Historia, utilizando los servicios del mismo amanuense laic. 10. parrapho ypan
que hizo la adición del párrafo sexto. Como es natural, ya todo esto ynic motlapaloa)
no aparece en el Códice Florentino ni en la Historia general. .(,lioapipilti yoan yn ynk

A continuación se presentan tres trozos que demuestran no sólo las


diferencias entre los téxtos de los "Primeros Memoriales" y el códice
sino también los que distinguen las dos partes del párrafo 9.

"Primeros Memoriales" 1 Códice Florentino

yxcvcoJiztli -ynic pati coayeli Ixcocoliztli: in quin peoa cenca

ynelhuayo yoan cuitlapatli yxiuhyo iztecauhtic mixitl ic mixteiaiaoaloz,

nican muchiua (enfermedad de los anoc;o vctli otlaqualcauh iixco onmo­

ojos~ se cura con la raíz del coa­ chichipiniz, an090 ('apulxiuitI, ano­

ye/i }' con las hojas de cuitlapatli, ero chicalotl imemeiallo, anoyo miz­

que crecen aquí). quitl iiacacelica; auh in ie iquezquil­

vioc, tonalchíchieaquilitl onmochipi­

"Primeros Memoriales" 2 nia, anoc;o tlachinoltetzmitl ¡me­

meiallo, motlanoquiliz, ioan aehi

yxcoroliztli. in ipayo, achi coniz coniz in xoxouhcapatli ioan ic mo­

in ixiuhyo in itoca xoxouheapatli quatzotzonaz, ioan mitzminaz (En­

yoan ic moquatzotzonaz (enferme- fermedad de los ojos: Al empezar

LOS "PRIMEIWS MEMORIALES" y EL CÓDICE FLORENTINO 87

dad de los ojos. Su remedio: se [la enfermedad] será puesto alrede­


beberá un poco de {una infusión de] dor de los ojos mucho {polvo de]
hojas de lo que se llama xoxouhca­ iztecauhtic mixitl o se pondrán en
patli y se lo arrojará con fuer.la los ojos gotas de pulque serenado, o
sobre la cabeza). quizá [de una infusión de] hojas del
capulí, o quizá del zumo de chica­
lote o quizá [zumo de] los brotes
tiernos del mizquitl. Y a los cuantos
días se ponen ahí gotas de fzumo
de] tonalchichicaquilitl o la leche del
tlachinoltetzmitl. Se purgará y be­
berá un poco de xoxouhcapatli y
se lo arrojará con fuerza sobre la
cabeza, y se punzará con obsidia­
na) .2U

Párrafos- 10 Y 11

Inic. 10. parrapho ypan mitoa yn Décimo p~rrafo, en que se dicen


tlatollí ynic motlapaloa yn pipilti las palabras con que se saludan los
yn ¡;:ioapipilti yoan yn ynic maoa. señores y las señoras nobles y las pa­
labras con que se riñen.
Inic. 11. parrapho ypan mitoa Undécimo párrafo, en que se dice
yn quenin motlapaloa yn quenim cómo se saludan y cómo se nnen
maoa yn maceoalti yn oquichti yoan los hombres y las mujeres plebeyas.
yn ~iva.

Terminan los "Primeros Memoriales" con estos dos párrafos de los


que nada se utilizó en el libro VI del Códice Florentino, en donde tal
vez hubiera sido posible acomodarlos, pues claro es que son muestras
de una clase de la retórica que se menciona en el título de dicho libro.
En la opinión de López Austin, no se deben considerar corno textos
antecedentes sino más bien corno "pálidas semejanzas" de los huehueh­
tlahtolli de dicho libro del códice. 21 No sirven para los propósitos que
impulsaban a Sahagún al interesarse en estas pláticas de los ancianos,
que incluían tal vez mayormente el rescate de "cosas muy delicadas, to­
cante a las virtudes morales", según lo que leernos en el título de dicho

.20 [bid., p. 63.

21 López Austin, "The Research Method of Fray Bernardino de Sahagún",

p. 133.
88 ARTH t'R J. O. ANDERSON
LOS "PRIMEROS JI

libro VI. Además, admitiendo como verosímil el que la recolección de


IIObre la gramática-- "y é
los materiales que forman dicho libro hubiera sido completa en 1547
de su gran obra sea tan V
y que mientras que Olmos consultara más con los plebeyos Sahagún
4. Se usan varios cóC
conversara con les de clase noble,"2 claro parece que por los años de
~n los primeros años de
1558 ó 1559 ya hacía mucho tiempo hubiesen sido formadas definiti­
mento] con bellos dibujO!
vamente las colecciones de Sahagún, en las cuales no habría ni lugar
rica de importancia." JI S
ni motivo para incluir esta serie de arengas registradas en Tepepolco.
Códices Matritenses reVÍSI
Parecen ser más semejantes a la breve colección editada por Garibay
otro o sirven como mode
con título de Huehuetlatolli Documento A, cuyo contenido "es una
verdadera miscelánea" y en que hay pláticas propias tanto para las rentillo.'
5. Se ha de notar qu
clases altas como las más bajas. 23
]adan cinco párrafos com
'sible que además del prim
do un capítulo final, un (
RESUMEN y CONCLUSIONES
la Historia general.' CiertcJ
Acerca de los "Primeros Memoriales" podemos declarar con cer­
'lbs "Primeros Memoriale!
.'dé; la artesanía y los artt
teza las siguientes realidades: .' 'etonómicas (inclusive 101
1. Representan el resultado de la primera de las tres etapas de la
'$" del sistema jurídico;,'
~Cltiido ésta en el primer
elaboración de la Historia general de las cosas de Nueva España. En
lhistinguen rasgos de la I
la segunda y la tercera, se reestructura la Historia completamente por . .~ de que fuera Te~
medio de muchas eliminaciones, enmiendas y añadiduras. "'. . Por otra parte, examl!
2. El uso de la minuta o cuestionario no representa nada nuevo 'I)ls,prOcedimientos ado~
por sí mismo, pues "el sistema era en cierto modo usual en la escolás­ ")'lósible sugerir algu~
tica y en la metodología española... Sahagún da al cuestionario un ,.' en el prólogo del, ~
empleo científico", registrando las respuestas de sus informantes en su "~o a sus infolm~
propio idioma, en náhuatl, lo que sí demuestra su precosidad y su "enor­
.Con estos principales ,
me prudencia científica, ya que no buscó referencias, sino testimonios . 'chos días, cerca de del
que pudiesen ser veraces".l , teriía hecha. .. Cuand
3. Al mismo tiempo que era una relación auténtica de la civiliza­ el' padre fray F~
ci6n prehispana, para que sus colegas pudiesen comprender de fondo daron de Tepepu1c:oIt
las condiciones actuales y así combatir eficazmente el paganismo, igual­ :Santiago de Tlate'lolal
mente les sirvi6 como un texto lingüístico por medio del cual pudiesen .. 'fal Bernardin~
dominar las intrincaciones y los secretos de la lengua náhuatl, pues "mió. w.". de"..:.
...
1II*'1ítt9... ed AlfredO I.6MI
"Sahagún quería hacer un vocabulario muy extenso" -con un tratado S. A., J988, p.ll
• Loe. eit.
de'.
Garibay, Historia de la literatuTa náhuall, Y. 1, p. 4:!5-27.

22
1bid., p. 440-41.

23
1 Manuel Ballesteros Gaibrois, Vida y obra de fray Bernardino de Sahagún,

'Y-Ft*y Bemardino
l.. NUI/(I Es""
Turanzas, 1964
León, Instituto "Fray Bernardino de Sahagún", C. S. 1. C., 1973, p. 101. titrOduction.... . . >"~
Nic:hobon, loe. di.
LOS "PRIMEROS MRMORIAU:S" y EL CÓDICE FLORJ::NTlNO 89

sobre la gramática---- "y ésta es una de las causas de que el contenido


de su gran obra sea tan variado y completo ..." 2
4. Se usan varios códices pictográficos salvados de la destrucción
en los primeros años de la conquista; además, "Cuenta [este docu­
mento] con bellos dibujos que constituyen también una fuente histó­
rica de importancia.":l Sin embargo, ningunos se reproducen en los
Códices Matritenses revisados, y muy pocos se copian de un modo u
otro o sirven como modelos para las ilustraciones en el Códice Flo­
rentino:
5. Se ha de notar que en las ulteriores revisiones, tan sólo se tras­
ladan cinco párrafos completos y partes de otros dos párrafos. Es po­
sible que además del primer párrafo del primer capítulo, se haya perdi­
do un capítulo final, un capítulo quinto, correspondiendo al libro XI de
la Historia general. Cierto es también que nada o poquísimo contienen
les "Primeros Memoriales" acerca de la historia política de la región,
de la artesanía y los artesanos, de la técnica agrícola, de las normas
económicas (inclusive los mercaderes y sus métodos de compra y ven­
ta), del sistema jurídico, de la mitología (a no ser que se hubiese in­
cluido ésta en el primer párrafo del primer capítulo). Tampoco se
distinguen rasgos de la lingüística o del estilo literario de Texcoco a
pesar de que fuera Tepepo1co una dependencia de aquella ciudad."
Por otra parte, examinemos lo que nos ha dicho Sahagún tocante
a los procedimientos adoptados para sus indagaciones, pues de ellos nos
es pcsible sugerir algunas conclusiones provisionales. Esto es 10 que nos
dice en el prólogo del libro II del Códice Florentino: que habiendo
reunido a sus informantes y ayudantes en Tepepolco.
Con estos principales y gramáticos, también principales, platiqué mu­
chos días, cerca de dos años, siguiendo la orden de la minuta que yo
tenía hecha. " Cuando al capítulo donde se cumplió su hebdómada
el padre fray Francisco Toral, el cual me impuso esta carga, me mu­
daron de Tepepulco, llevando todas mis escrituras fui a morar a
Santiago de Tlateloko... [donde con ocho o diez principales] y con
2 Fray Bernardino de Sahagún, Historia general de las cosas de Nueva España,
primera versión íntegra del texttJ castellano del manuscrito conocido como Códice
Florentino, ed Alfredo López Austin y Josefina García Quintana, Madrid, Alianza
Editorial, S. A., 1988, p. 17.
II J.oc. cit.
, Fray Bernardino de Sahagún, Códices matritenses en la Hisfloria general de
las cosas de Nueva España, ed. Manuel Ballesteros Gaibrois, Madrid, Ediciones
José Porrúa TlIranzas, 1964, v. 1, p. 307-20, :121-:.!6; Nicholson, "Preface and
General Introduction·'.
5 Nicholson, loe. cit.
90 ARTHUR J. O. ANDERSON

cuatro o cinco colegiales, todos trilingües, por espacio de un año y en Tepepolco ~


algo más, encerrados en el colegio, se enmendó, declaró y añadió todo e11u a 1u situado!
lo que de Tepepulco truje escrito ... Habiendo hecho lo dicho en
Tlateloleo vine a morar a San Francisco de México con todas mis
escrituras: donde por espacio de tres años pasé y repasé; a mis solas
mis escrituras y las torné a enmendar, y dividílas por libros en doce
.'.001 yen Te:w
desarrollada .
y de 101 ololll
de &U primer cedaJ
libros. . . Después de esto. . . se sacaron en blanco.. . y los mexicanos .c1icl1OI resultadoI\!
enmendaron y añadieron muchas cosas a los doce .libros cuando se
semejantes inteti
iba sacando en blanco. De manera que el primer cedazo por donde mis
obras se cernieron fueron los de Tepepulco; el segundo los de Tlate­ (pues aS se pue
loleo; el tercero los de México ... y Tenochtidan), se
iDduirian no 8610 BU
Tales procedimientos y el examen de los resultados tales como los VI Y m del C6dút
podemos leer en todos los manuscritos que resultaron de dichos proce­ imaginado y a Vl
dimientos, nos indican que, como lo expresa Ballesteros Gaibrois, "Sin las sucesivas expl
ser escéptico ni suspicaz, Sahagún dio variantes a sus preguntas, hacién­ el sencillo y •
dolas por activa y por pasiva, como hoy diríamos"; que sin ser inde­ la obra en~
bidamente suspicaz, "no se fía. No se fía no por desconfianza humana, NUlV4&,.... "
sino por sentido científico..." ¡¡ O, como lo ha escrito León-Portilla, "Ad­ contrlbuciona'~
mitió que era posible el errGr o el engaño en esos informes"; 7 ele 101 cuales ....
"ción indlpa .­
... no se fio jamás de 10 que uno de ellos pudiera decirle, sino que fue
_ _raWJra COIIIO'4
interrogando primero en Tepepuleo ... y no paró aquí la investigación Auatin áf'i¡
sino que se hizo luego un cotejo de los datos obtenidos con lo propor­ ..~
cionado por los "nuevos escrutinios" hechos en Tlatelolco... y por ~epepuJ,co Jos aaciaM
fin, más tarde, como si la comprobación hecha en Tlateloleo no fuese ". el~
bastante, en San Francisco de México hizo Sahagún nuevo análisis de

~1
lo que sus anteriores informantes en Tepepulco y Tlatelolco le habían
dicho ... 8

Basándonos en lo que escribió Sahagún en el citado prólogo y en


interpretaciones de él tales como las que he citado arriba, nos es posi­ ,m6todOde~
ble añadir algunas sugestiones e inferencias adicionales. Los cedazos he­ , '. ,~
chos en Tlatelolco y en México-Tenochtitlan resultaron en la elimi­
nación de la mayoría de los testimonios reunidos en Tepepolco, sin
duda porque si Sahagún mismo no lo supiera (lo que parece algo
inverosímil), sus informantes insistiesen en que de las informaciones J
6
1
Ballesteros Gaibrois, Vida y obra de fray Bernardino de Sahagún, p. 102.
Miguel León-Portilla, Siete ensayos sobre cultura náhuatl, México, UNAM,
1958, p. 17.
8 Miguel Le6n-Portilla, La filosofla náhuatl estudiada en sus fuentes, México,
UNAM, Instituto de Investigaciones Hist6ricas, 1966, p. 9-10.
.,.IIiIIrDaftIiDD
_ .__ •..• p. •19-20.,J
LOS "PRIMEROS MEMORIALES" Y EL CÓDICE FLORENTINO 91

registradas en Tepepolco no se podrían aplicar correctamente casi nin­


gunas de ellas a las situaciones tales como existían antes de la conquista
en Tenochtitlan y en Texcoco, sin duda por ser aquella cabecera peri­
férica, menos desarrollada y sujeta a influencias ajenas tales como las
de Tlaxcala y de los otomÍes. No obstante, Sahagún preservó los re­
sultados de su primer cedazo, pues obvio es que eran valiosos, y repre­
sentando dichos resultados su primer experimento podrían servir como
base para semejantes interrogaciones más tarde. Además de estas eli­
minaciones (pues así se pueden explicar las "enmiendas" hechas en TIa­
tdolco y Tenochtitlan), se hicieron añadiduras de mucha importancia.
tstas incluirían no s610 materias tales como las que se representan en
los libros VI y XII del Códice Florentino (que se pueden atribuir al gran
proyecto imaginado y a veces modificado por Sahagún mismo) sino
también las sucesivas expansiones y gran número de añadiduras que
convirtieron el sencillo y a veces lacónico bosquejo recogido en Tepe­
polco en la obra enciclopédica que se intitula Historia general de las
co~as de Nueva España. Mucho de esto se ha de haber debido a los con­
sejos y las contribuciones de los principales que eran sus informantes,
algunos de los cuales han de haber sido personas de importancia en
la civilización indígena recién conquistada, y todos de los cuales tanto
eran colaboradores como eran informantes. Sucintamente lo resume e
infiere López Austin así:

En Tepepulco los ancianos habían accedido a platicar con [Sahagún]i


pero, además, el informe partió de los códices pictográficos que el
pueblo conservaba. Esto no era sino hacer valer una práctica corriente.
Lo demás fue resultado del diálogo mismo: en un principio la mi­
nuta y las respuestas fueron lacónicas, y así lo fueron también los
primeros registros; por éstos y el trato constante entre el franciscano
y sus informantes fueron perfeccionando y enriqueciendo un extraordi­
nario método de investigación.s

9 Fray Bernardino de Sahagún, Historia general de las cosas dI! Nueva España,
primera versión .. . , p. 19-20.

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