Risidencia en Al Tierra
Risidencia en Al Tierra
Risidencia en Al Tierra
viviente,
(1904–1973)
inmóvil sin embargo, como polea
Residencia en la tierra
(1925-1932): loca en sí misma,
Libro 1 esas ruedas de los motores, en fin.
Parte I
Existiendo como las puntadas secas
en las costuras del árbol,
GALOPE
MUERTO callado, por alrededor, de tal modo,
mezclando todos los limbos de sus
9 NOSOTROS
JUNTOS colas.
Es que de dónde, por dónde, en qué
, 17
orilla?
COMUNICACIO
NES
DESMENTIDAS
El rodeo constante, incierto, tan
, 21 mudo,
ESTABLECIMIE
NTO como las lilas alrededor del
NOCTURNO convento,
o la llegada de la muerte a la lengua
COMO CENIZAS, COMO mares
del buey
poblándose,
que cae a tumbos, guardabajo, y
en la sumergida lentitud, en lo
cuyos cuernos quieren sonar.
informe,
o como se oyen desde el alto de los
Por eso, en lo inmóvil,
caminos
deteniéndose, percibir,
cruzar las campanadas en cruz,
entonces, como aleteo inmenso,
teniendo ese sonido ya aparte del
encima,
metal,
como abejas muertas o números,
confuso, pesando, haciéndose polvo
ay, lo que mi corazón pálido no
en el mismo molino de las formas
puede abarcar,
demasiado lejos,
en multitudes, en lágrimas saliendo
o recordadas o no vistas,
apenas,
y el perfume de las ciruelas que
y esfuerzos humanos, tormentas,
rodando a tierra
acciones negras descubiertas de
se pudren en el tiempo,
repente
infinitamente verdes.
como hielos, desorden vasto,
oceánico, para mí que entro
Aquello todo tan rápido, tan
cantando
como una espada entre los deslumbrar de mariposas,
indefensos. el arrancar de mariposas cuya luz
no tiene término.
Ahora bien, de qué está hecho ese
surgir de palomas Tú guardabas la estela de luz, de
que hay entre la noche y el tiempo, seres rotos
como una barranca húmeda? que el sol abandonado,
atardeciendo, arroja a las iglesias.
Ese sonido ya tan largo Teñida con miradas, con objeto de
que cae listando de piedras los abejas,
caminos, tu material de inesperada llama
más bien, cuando sólo una hora huyendo
crece de improviso, extendiéndose precede y sigue al día y a su familia
sin tregua. de oro.
Adentro del anillo del verano Los días acechando cruzan en sigilo
una vez los grandes zapallos pero caen adentro de tu voz de luz.
escuchan, Oh dueña del amor, en tu descanso
estirando sus plantas fundé mi sueño, mi actitud callada.
conmovedoras,
de eso, de lo que solicitándose Con tu cuerpo de número tímido,
mucho, extendido de pronto
de lo lleno, obscuros de pesadas hasta cantidades que definen la
gotas. tierra,
detrás de la pelea de los días
blancos de espacio
ALIANZA
(SONATA) y fríos de muertes lentas y
estímulos marchitos,
DE MIRADAS POLVORIENTAS caídas siendo arder tu regazo v transitar tus
al suelo besos
o de hojas sin sonido y haciendo golondrinas frescas en mi
sepultándose. sueño.
De metales sin luz, con el vacío,
con la ausencia del día muerto de A veces el destino de tus lagrimas
golpe. asciende
En lo alto de las manos el como la edad hasta mi frente, allí
están golpeando las olas, entre orígenes,
destruyéndose de muerte: vestido como un ser original y
su movimiento es húmedo, decaído, abatido:
final. amo la miel gastada del respeto,
el dulce catecismo entre cuyas
hojas
CABALLO DE
LOS SUEÑOS duermen violetas envejecidas,
desvanecidas,
INNECESARIO, VIÉNDOME EN los y las escobas, conmovedoras de
espejos auxilios,
con un gusto a semanas, a en su apariencia hay, sin duda,
biógrafos, a papeles, pesadumbre y certeza.
arranco de mi corazón al capitán Yo destruyo la rosa que silba y la
del infierno, ansiedad raptora:
establezco cláusulas yo rompo extremos queridos: y aún
indefinidamente tristes. más,
aguardo el tiempo uniforme, sin
Vago de un punto a otro, absorbo medidas:
ilusiones, un sabor que tengo en el alma me
converso con los sastres en sus deprime.
nidos:
ellos, a menudo, con voz fatal y fría Qué día ha sobrevenido! Qué
cantan y hacen huir los maleficios. espesa luz de leche,
compacta, digital, me favorece!
Hay un país extenso en el cielo He oído relinchar su rojo caballo
con las supersticiosas alfombras del desnudo, sin herraduras y radiante.
arco iris Atravieso con él sobre las iglesias,
y con vegetaciones vesperales: galopo los cuarteles desiertos de
hacia allí me dirijo, no sin cierta soldados
fatiga, y un ejército impuro me persigue.
pisando una tierra removida de Sus ojos de eucaliptus roban
sepulcros un tanto frescos, sombra,
yo sueño entre esas plantas de su cuerpo de campana galopa y
legumbre confusa. golpea.
LAMENTO
Acércame tu ausencia hasta el LENTO
fondo,
pesadamente, tapándome los ojos, EN LA NOCHE del corazón
FANTAS
MA Algo quiere su leve daño
y su estima infinita y corta,
CÓMO SURGES DE antaño, llegando, como el paso de un ser perdido
encandilada, pálida estudiante, de pronto oido.
a cuya voz aún piden consuelo
los meses dilatados y fijos. De pronto, de pronto escuchado
y repartido en el corazón
Sus ojos luchaban como remeros con triste insistencia y aumento
en el infinito muerto como un sueño frío de otoño.
con esperanza de sueño y materia
de seres saliendo del mar. La espesa rueda de la tierra
su llanta húmeda de olvido
De la lejanía en donde hace rodar, cortando el tiempo
el olor de la tierra es otro en mitades inaccesibles.
y lo vespertino llega llorando
Sus copas duras cubren tu alma cielo:
derramada en la tierra fría él galopa en la respiración y su paso
con sus pobres chispas azules es de beso:
volando en la voz de la lluvia. su salitre seguro planta en los
párpados
con vigor esencial y solemne
COLECCI
ÓN propósito:
NOCTURN
entra en lo preparado como un
A
dueño:
llega tenazmente.
lecho, buscarlo:
PARTE I estaño,
mi cara blanca hecha para la
QUÉ PURA ERES de sol o de noche profundidad del sol,
caída, mi pelo hecho de ritos, de minerales
qué triunfal desmedida tu órbita de negros,
blanco, mi frente, penetrante como golpe o
y tu pecho de pan, alto de clima, camino,
tu corona de árboles negros, mi piel de hijo maduro, destinado al
bienamada, arado,
y tu nariz de animal solitario, de mis ojos de sal ávida, de
oveja salvaje matrimonio rápido,
que huele a sombra y a precipitada mi lengua amiga blanda del dique y
fuga tiránica. del buque,
mis dientes de horario blanco, de
Ahora, qué armas espléndidas mis equidad sistemática,
manos, la piel que hace a mi frente un vacío
digna su pala de hueso y su lirio de de hielos
uñas, y en mi espalda se torna, y vuela en
y el puesto de mi rostro, y el mis párpados,
arriendo de mi alma y se repliega sobre mi más profundo
están situados en lo justo de la estímulo,
y crece hacia las rosas en mis se deploma de súbito en hilos
dedos, lineales
en mi mentón de hueso y en mis como filos de espadas o herencias
pies de riqueza. de humo.
le palpitan los ojos pálidos en tu red tú, fantasma coral con pies de tigre,
O recuerdo del día primero de la con tus lanzas lunares que tiemblan
sed, un poco.
infieles, día,
de trigo
tengo, y un arco en mi pecho Qué reposo emprender, qué pobre
tenacidad, fuego?
Contra qué levantar el hacha ENTRE SOMBRA Y espacio, entre
hambrienta? guarniciones y doncellas,
De qué materia desposeer, huir de dotado de corazón singular y
qué rayo? sueños funestos,
Su luz apenas hecha de longitud y precipitadamente pálido, marchito
temblor en la frente
arrastra como cola de traje de novia y con luto de viudo furioso por cada
triste día de vida,
aderezada de sueño mortal y ay, para cada agua invisible que
palidez. bebo soñolientamente
Porque todo aquello que la sombra y de todo sonido que acojo
tocó y ambicionó el desorden, temblando,
gravita, liquido, suspendido, tengo la misma sed ausente y la
desprovisto de paz, misma fiebre fría
indefenso entre espacios, vencido un oído que nace, una angustia
de muerte. indirecta,
como si llegaran ladrones o
Ay, y es el destino de un día que fue fantasmas,
esperado, y en una cáscara de extensión fija y
hacia el que corrían cartas, profunda,
embarcaciones, negocios, como un camarero humillado, como
morir, sedentario y húmedo, sin su una campana un poco
propio cielo. ronca,
Dónde esta su toldo de olor, su como un espejo viejo, como un olor
profundo follaje, de casa sola
su rápido celaje de brasa, su en la que los huéspedes entran de
respiración viva? noche perdidamente ebrios,
Inmóvil, vestido de un fulgor y hay un olor de ropa tirada al
moribundo y una escama opaca, suelo, y una ausencia de flores
verá partir la lluvia sus mitades —posiblemente de otro modo aún
y al viento nutrido de aguas menos melancólico—,
atacarlas. pero, la verdad, de pronto, el viento
que azota mi pecho,
las noches de substancia infinita
ARTE
POÉTICA caídas en mi dormitorio,
el ruido de un día que arde con
sacrificio como grandes flores pálidas y
me piden lo profético que hay en pesadas
mí, con melancolía tenazmente substituidas y difuntas.
y un golpe de objetos que llaman
sin ser respondidos
ÁNGELA
hay, y un movimiento sin tregua, y ADÓNICA
un nombre confuso.
HOY ME HE tendido junto a una
joven pura
SISTEMA
SOMBRÍO como a la orilla de un océano
blanco,
DE CADA UNO de estos días negros como en el centro de una ardiente
como viejos hierros, estrella
y abiertos por el sol como grandes de lento espacio.
bueyes rojos,
y apenas sostenidos por el aire y por De su mirada largamente verde
los sueños, la luz caía como un agua seca,
y desaparecidos irremediablemente en transparentes y profundos
y de pronto, círculos
nada ha substituido mis perturbados de fresca fuerza.
orígenes,
y las desiguales medidas que Su pecho como un fuego de dos
circulan en mi corazón llamas
allí se fraguan de día y de noche, ardía en dos regiones levantado,
solitariamente, y en doble río llegaba a sus pies,
y abarcan desordenadas y tristes grandes y claros.
cantidades.
Un clima de oro maduraba apenas
Así pues, como un vigía tornado las diurnas longitudes de su cuerpo
insensible y ciego, llenándolo de frutas extendidas
incrédulo y condenado a un y oculto fuego.
doloroso acecho,
frente a la pared en que cada día del
tiempo se une,
SONATA Y
mis rostros diferentes se arriman y DESTRUCCION
ES
encadenan
DESPUÉS DE MUCHO, después de Ardió la uva húmeda, y su agua
vagas leguas, funeral
confuso de dominios, incierto de aún vacila, aún reside,
territorios, y el patrimonio estéril, y el
acompañado de pobres esperanzas domicilio traidor.
y compañías infieles y desconfiados
sueños, Quién hizo ceremonia de cenizas?
amo lo tenaz que aún sobrevive en Quién amó lo perdido, quién
mis ojos, protegió lo último?
oigo en mi corazón mis pasos de El hueso del padre, la madera del
jinete, buque muerto,
muerdo el fuego dormido y la sal y su propio final, su misma huida,
arruinada, su fuerza triste, su dios miserable?
y de noche, de atmósfera oscura y
luto prófugo, Acecho, pues, lo inanimado y lo
aquel que vela a la orilla de los doliente,
campamentos, y el testimonio extraño que
el viajero armado de estériles sostengo,
resistencias, con eficiencia cruel y escrito en
detenido entre sombras que crecen cenizas,
y alas que tiemblan, es la forma de olvido que prefiero,
me siento ser, y mi brazo de piedra el nombre que doy a la tierra, el
me defiende. valor de mis sueños,
la cantidad interminable que divido
Hay entre ciencias de llanto un altar con mis ojos de invierno, durante
confuso, cada día de este mundo.
y en mi sesión de atardeceres sin
perfume,
Parte II
en mis abandonados dormitorios
donde habita la luna,
LA NOCHE DEL SOLDADO
y arañas de mi propiedad, y
destrucciones que me son queridas, YO HAGO LA noche del soldado,
adoro mi propio ser perdido, mi el tiempo del hombre sin melan-
substancia imperfecta, colía ni exterminio, del tipo tirado
mi golpe de plata y mi pérdida lejos por el océano y una ola, y que
eterna.
no sabe que el agua amarga lo ha silencio, estas plumas húmedas se
separado y que envejece, entretejen y alargan. Aguas de la
paulatinamente y sin miedo, noche, lágrimas del viento Monzón,
dedicado a lo normal de la vida, sin saliva salada caída como la espuma
cataclismos, sin ausencias, viviendo del caballo, y lenta de aumento,
dentro de su piel y de su traje, pobre de salpicadura atónita de
sinceramente oscuro. Así, pues, me vuelo.
veo con camaradas estú-pidos y Ahora, ¿dónde está esa
alegres, que fuman y escupen y curiosidad profesional, esa ternura,
horrendamente beben, v que de abatida que sólo con su reposo abría
repente caen, enfermos de muerte. brecha, esa conciencia res-
Porque, dónde están la tía, la novia, plandeciente cuyo destello me
la suegra, la cuñada del soldado? vestía de ultraazul? Voy, respirando
Tal vez de ostracismo o de malaria como hijo hasta el corazón de un
mueren, se ponen fríos, amarillos, y método obligatorio, de una tenaz
emigran a un astro de hielo, a un paciencia física, resultado de
planeta fresco, a descansar, al fin, alimentos y edad acumulados cada
entre muchachas y frutas glaciales, día, despojado de mi vestuario de
y sus cadáveres, sus pobres venganza y de mi piel de oro. lloras
cadáveres de fuego, irán de una sola estación ruedan a mis
custodiados por ángeles alabas- pies, y un día de formas diurnas y
trinos a dormir lejos de la llama y la nocturnas está casi siempre
ceniza. detenido sobre mí.
Por cada día que cae, con su Entonces, de cuando en cuando,
obligación vesperal de sucumbir, visito muchachas de ojos y caderas
paseo, haciendo una guardia jóvenes, seres en cuyo peinado
innecesaria, y paso entre mer- brilla una flor amarilla como el
caderes mahometanos, entre gentes relámpago. Ellas llevan anillos en
que adoran la vaca y la cobra, paso cada dedo del pie, y brazaletes, y
yo, inadorable y común de rostro. ajorcas en los tobillos, y además,
Las meses no son inalterables, y a collares de color, collares que retiro
veces llueve: cae, del calor del y examino, porque yo quiero
cielo, una impregnación callada sorprenderme ante un cuerpo
como el sudor, y sobre los grandes ininterrumpido y compacto, y no
vegetales, sobre el lomo de las mitigar mi beso. Yo peso con mis
bestias feroces, a lo largo de cierto brazos cada nueva estatua, y bebo
LIBRO I
su remedio vivo con sed masculina
y en silencio. Tendido, mirando PARTE II
desde abajo la fugitiva criatura,
trepando por su ser desnudo hasta AQUELLOS DÍAS
ciudad,
de pescadores, de alfareros, de
Parte III
El pequeño empleado, después de
mucho,
CABALLERO
después del tedio semanal, y las
SOLO
novelas leídas de noche en cama
LOS JÓVENES HOMOSEXUALES y las ha definitivamente seducido a su
muchachas amorosas, vecina,
y las largas viudas que sufren el y la lleva a los miserables
delirante insomnio, cinematógrafos
y las jóvenes señoras preñadas hace donde los héroes son potros o
treinta horas, príncipes apasionados,
y los roncos gatos que cruzan mi y acaricia sus piernas llenas de
jardín en tinieblas, dulce vello
como un collar de palpitantes ostras con sus ardientes y húmedas manos
sexuales que huelen a cigarrillo.
rodean mi residencia solitaria,
como enemigos establecidos contra Los atardeceres del seductor y las
mi alma, noches de los esposos
como conspiradores en traje de se unen como dos sábanas
dormitorio sepultándome,
que cambiaran largos besos espesos y las horas después del almuerzo en
por consigna. que los jóvenes estudiantes
El radiante verano conduce a los y las jóvenes estudiantes, y los
enamorados sacerdotes se masturban,
en uniformes regimientos y los animales fornican
melancólicos, directamente,
hechos de gordas y flacas y alegres y las abejas huelen a sangre, y las
y tristes parejas: moscas zumban coléricas,
bajo los elegantes cocoteros, junto y los primos juegan extrañamente
al océano y la luna, con sus primas,
hay una continua vida de pantalones y los médicos miran con furia al
y polleras, marido de la joven paciente,
un rumor de medias de seda y las horas de la mañana en que el
acariciadas, profesor, como descuido,
y senos femeninos que brillan como cumple con su deber conyugal y
ojos. desayuña,
y más aún, los adúlteros, que se
aman con verdadero amor mi dormitorio,
sobre lechos altos y largos como y así, pues, miro mis piernas como
embarcaciones: si pertenecieran a otro cuerpo,
seguramente, eternamente me rodea y fuerte y dulcemente estuvieran
este gran bosque respiratorio y pegadas a mis entrañas.
enredado
con grandes flores como bocas y Como tallos o femeninas, adorables
dentaduras cosas,
y negras raíces en forma de uñas y desde las rodillas suben, cilíndricas
zapatos. y espesas,
con turbado y compacto material de
existencia;
RITUAL DE MIS
PIERNAS como brutales, gruesos brazos de
diosa,
LARGAMENTE HE como árboles monstruosamente
PERMANECIDO mirando mis largas vestidos de seres humanos,
piernas, como fatales, inmensos labios
con ternura infinita y curiosa, con sedientos y tranquilos,
mi acostumbrada pasión, son allí la mejor parte de mi cuerpo:
como si hubieran sido las piernas de lo enteramente sustancial, sin
una mujer “divina” complicado contenido
profundamente sumida en el abismo de sentidos o tráqueas o intestinos o
de mi tórax: ganglios:
y es que, la verdad, cuando el nada, sino lo puro, lo dulce y espeso
tiempo, el tiempo pasa, de mi propia vida,
sobre la tierra, sobre el techo, sobre guardando la vida, sin embargo, de
mi impura cabeza, una manera completa.
y pasa, el tiempo pasa, y en mi
lecho no siento de noche que una Las gentes cruzan el mundo en la
mujer está respirando, actualidad
durmiendo desnuda y a mi lado, sin apenas recordar que poseen un
entonces, extrañas, oscuras cosas cuerpo y en él la vida,
toman el lugar de la ausente, y hay miedo, hay miedo en el
viciosos, melancólicos mundo de las palabras que designan
pensamientos el cuerpo,
siembran pesadas posibilidades en y se habla favorablemente de la
ropa, la exactitud y lo necesario
de pantalones es posible hablar, de dispuestos en definitiva.
trajes,
y de ropa interior de mujer (de Sin sensualidad, cortas y duras, y
medias y ligas de “señora”), masculinas,
como si por las calles fueran las son allí mis piernas, y dotadas
prendas y los trajes vacíos por de grupos musculares como
completo animales complementarios,
y un oscuro y obsceno guardarropas y allí también una vida, una sólida,
ocupara el mundo. sutil, aguda vida
sin temblar permanece, aguardando
Tienen existencia los trajes, color, y actuando.
forma, designio, En mis pies cosquillosos,
y profundo lugar en nuestros mitos, y duros como el sol, y abiertos
demasiado lugar, como flores,
demasiados muebles y demasiadas y perpetuos, magníficos soldados
habitaciones hay en el mundo, en la guerra gris del espacio,
y mi cuerpo vive entre y bajo tantas todo termina, la vida termina
cosas abatido, definitivamente en mis pies,
con un pensamiento fijo de lo extranjero y lo hostil allí
esclavitud y de cadenas. comienza:
Bueno, mis rodillas, como nudos, los nombres del mundo, lo
particulares, funcionarios, fronterizo y lo remoto,
evidentes, lo sustantivo y lo adjetivo que no
separan las mitades de mis piernas caben en mi corazón
en forma seca: con densa y fría constancia allí se
y en realidad dos mundos originan.
diferentes, dos sexos diferentes
no son tan diferentes como las dos Siempre,
mitades de mis piernas. productos manufacturados, medias,
Desde la rodilla hasta el pie una zapatos,
forma dura, o simplemente aire infinito,
mineral, fríamente útil, aparece, habrá entre mis pies y la tierra
una criatura de hueso y persistencia, extremando lo aislado y lo solitario
y los tobillos no son ya sino el de mi ser,
propósito desnudo, algo tenazmente supuesto entre mi
vida y la tierra, o copra,
algo abiertamente invencible y sensitivas barrigas de mujeres
enemigo. encinta,
pobremente vestidas de gris,
pacientemente
EL FANTASMA
DEL BUQUE DE esperando en la sombra de un
CARGA
doloroso cine.
CANTARES TRABAJO
FRÍO
SÓLO LA
Zapatos bruscos, bestias, utensilios MUERTE
olas de gallos duros derramándose,
relojes trabajando como estómagos HAY CEMENTERIOS SOLOS,
como sangre,
con un ruido de llamas húmedas Si existieras de pronto, en una costa
Alguien vendría, sopla con furia, y la arena que tiene sólo tacto y
como un agua feroz mordiéndose y porque todas las aguas van a los
ojos fríos en su saco de piedra gastado por
del tiempo que debajo del océano las lágrimas
mira. y por las mordeduras de pescados
siniestros.
Ya sus ojos han muerto de agua
muerta y palomas, Es verdad, es la luna descendiendo
y son dos agujeros de latitud con crueles sacudidas de esponja,
amarga es, sin embargo,
por donde entran los peces de la luna tambaleando entre las
ensangrentados dientes madrigueras,
y las ballenas buscando la luna carcomida por los gritos del
esmeraldas, agua,
y esqueletos de pálidos caballeros los vientres de la luna, sus escamas
deshechos de acero despedido: y desde
por las lentas medusas, y además entonces
varias asociaciones de arrayán al final del Océano desciende,
venenoso, azul y azul, atravesada por azules,
manos aisladas, flechas, ciegos azules de materia ciega,
revólveres de escama, arrastrando su cargamento
interminablemente corren por sus corrompido,
mejillas buzos, maderas, dedos,
y devoran sus ojos de sal destituida. pescadora de la sangre que en las
Cuando la luna entrega sus cimas del mar
naufragios, ha sido derramada por grandes
sus cajones, sus muertos desventuras.
cubiertos de amapolas masculinas,
cuando en el saco de la luna caen Pero hablo de una orilla, es allí
los trajes sepultados en el mar donde azota
con sus largos tormentos, sus el mar con furia y las olas golpean
barbas derribadas, los muros de ceniza. Qué es esto?
sus cabezas que el agua y el orgullo Es una sombra?
pidieron para siempre No es la sombra, es la arena de la
en la extensión se oyen caer triste república,
rodillas es un sistema de algas, hay alas,
hacia el fondo del mar traídas por hay
la luna un picotazo en el pecho del cielo:
oh superficie herida por las olas, marchito, impenetrable, como un
oh manantial del mar, cisne de fieltro
si la lluvia asegura tus secretos, si navegando en un agua de origen y
el viento interminable ceniza.
mata los pájaros, si solamente el
cielo, El olor de las peluquerías me hace
sólo quiero morder tus costas y llorar a gritos.
morirme, Sólo quiero un descanso de piedras
sólo quiero mirar la boca de las o de lana,
piedras sólo quiero no ver establecimientos
por donde los secretos salen llenos ni jardines,
de espuma. ni mercaderías, ni anteojos, ni
ascensores.
Es una región sola, ya he hablado
de esta región tan sola, Sucede que me canso de mis pies y
donde la tierra está llena de mis uñas
océano, y mi pelo y mi sombra.
y no hay nadie sino unas huellas de Sucede que me canso de ser
caballo, hombre.
no hay nadie sino el viento, no hay
nadie Sin embargo sería delicioso
sino la lluvia que cae sobre las asustar a un notario con un lirio
aguas del mar, cortado
nadie sino la lluvia que crece sobre o dar muerte a una monja con un
el mar. golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo
verde
Parte II
y dando gritos hasta morir de frío.
WALKING
AROUND No quiero seguir siendo raíz en las
tinieblas,
SUCEDE QUE ME canso de ser vacilante, extendido, tiritando de
hombre. sueño,
Sucede que entro en las sastrerías y hacia abajo, en las tripas mojadas
en los cines de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo hay paraguas en todas partes, y
cada día. venenos, y ombligos.
No quiero para mí tantas desgracias. Yo paseo con calma, con ojos, con
No quiero continuar de raíz y de zapatos,
tumba, con furia, con olvido,
de subterráneo solo, de bodega con paso, cruzo oficinas y tiendas de
muertos ortopedia,
ateridos, muriéndome de pena. y patios donde hay ropas colgadas
de un alambre:
Por eso el día lunes arde como el calzoncillos, toallas y camisas que
petróleo lloran
cuando me ve llegar con mi cara de lentas lágrimas sucias.
cárcel,
y aúlla en su transcurso como una
DESESPEDIENT
rueda herida, E
y da pasos de sangre caliente hacia
la noche. LA PALOMA ESTÁ llena de papeles
caídos,
a hospitales donde los huesos salen por secantes más blancos que un
vinagre, siniestro.
hay espejos
que debieran haber llorado de Examinaremos ahora los títulos y
Son los pies y los relojes y los Rodad conmigo a las oficinas, al
dedos incierto
y una locomotora de jabón olor de ministerios, y tumbas, y
moribundo, estampillas.
y un agrio cielo de metal mojado, Venid conmigo al día blanco que se
y un amarillo río de sonrisas. muere
dando gritos de novia asesinada.
Todo llega a la punta de dedos
como flores,
LA CALLE
a uñas como relámpagos, a sillones DESTRUÍDA
marchitos,
todo llega a la tinta de la muerte POR EL HIERRO injuriado, por los
los sexos con sus duros dominios de y el color de las cosas enmudece, y
raíces, estallan
maternidad y verificas
tu ácido oscuro con gramos a Es para ti este mundo en que no
alimentadas!
Un río roto en desmesura Hay sombra allí para todas las
Y ya que su destello hace variar las y para que tu boca pueda hablar sin
rosas morirse,
DEL CENTRO PURO que los ruidos A medianoche, con manos mojadas,
nunca alguien golpea mi puerta en la
atravesaron, de la intacta cera, niebla,
salen claros relámpagos lineales, y oigo la voz del apio, voz
palomas con destino de volutas, profunda,
hacia tardías calles con olor áaspera voz de viento encarcelado,
a sombra y a pescado. se queja herido de aguas y raíces,
hunde en mi cama sus amargos
Son las venas del apio! Son la rayos,
espuma, la risa, y sus desordenadas tijeras me pegan
los sombreros del apio! en el pecho
Son los signos del apio, su sabor buscándome la boca del corazón
de luciérnaga, sus mapas ahogado.
de color inundado,
y cae su cabeza de ángel verde, Qué quieres, huésped de corsé
y sus delgados rizos se acongojan, quebradizo,
y entran los pies del apio en los en mis habitaciones funerales?
mercados Qué ámbito destrozado te rodea?
de la mañana herida, entre sollozos,
Fibras de oscuridad y luz llorando, sino que vuela sobre la estación,
ribetes ciegos, energías crespas, sobre el invierno que ha llegado
río de vida y hebras esenciales, ahora
verdes ramas de sol acariciado, con un puñal entre las cejas duras.
aquí estoy, en la noche, escuchando
secretos, Yo veo vagos sueños,
desvelos, soledades, yo reconozco lejos,
y entráis, en medio de la niebla y miro frente a mí, detrás de los
hundida, cristales,
hasta crecer en mí, hasta reuniones de ropas desdichadas.
comunicarme
la luz oscura y la rosa de la tierra. A ellas la bala del vino no llega,
su amapola eficaz, su rayo rojo
mueren ahogados en tristes tejidos,
ESTATUTO DEL
VINO y se derrama por canales solos,
por calles húmedas, por ríos sin
CUANDO A REGIONES, cuando a nombre,
sacrificios el vino amargamente sumergido,
manchas moradas como lluvias el vino ciego y subterráneo y solo.
caen,
el vino abre las puertas con Yo estoy de pie en su espuma y sus
asombro, raíces,
y en el refugio de los meses vuela yo lloro en su follaje y en sus
su cuerpo de empapadas alas rojas. muertos,
acompañado de sastres caídos
Sus pies tocan los muros y las tejas en medio del invierno deshonrado,
con humedad de lenguas anegadas, yo subo escalas de humedad y
y sobre el filo del día desnudo sangre
sus abejas en gotas van cayendo. tanteando las paredes,
y en la congoja del tiempo que llega
Yo sé que el vino no huye dando sobre una piedra me arrodillo y
gritos lloro.
a la llegada del invierno,
ni se esconde en iglesias tenebrosas Y hacia túneles acres me encamino
a buscar fuego en trapos vestido de metales transitorios,
derrumbados, hacia bodegas solas, hacia sueños,
hacia betunes verdes que palpitan, golpeando el ataúd con un hueso de
hacia herrerías desinteresadas, pájaro.
hacia sabores de lodo y garganta,
hacia imperecederas mariposas. Estoy en medio de ese canto, en
medio
Entonces surgen los hombres del del invierno que rueda por las
vino calles,
vestidos de morados cinturones estoy en medio de los bebedores,
y sombreros de abejas derrotadas, con los ojos abiertos hacia
y traen copas llenas de ojos olvidados sitios,
muertos, o recordando en delirante luto,
y terribles espadas de salmuera, o durmiendo en cenizas derribado.
y con roncas bocinas se saludan
cantando cantos de intención Recordando noches, navíos,
nupcial. sementeras,
amigos fallecidos, circunstancias,
Me gusta el canto ronco de los amargos hospitales y niñas
hombres del vino, entreabiertas:
y el ruido de mojadas monedas en recordando un golpe de ola en cierta
la mesa, roca,
y el olor de zapatos y de uvas con un adorno de harina y espuma,
y de vómitos verdes: y la vida que hace uno en ciertos
me gusta el canto ciego de los países,
hombres, en ciertas costas solas,
y ese sonido de sal que golpea un sonido de estrellas en las
las paredes del alba moribunda. palmeras,
un golpe del corazón en los vidrios,
Hablo de cosas que existen, Dios un tren que cruza oscuro de ruedas
me libre malditas
de inventar cosas cuando estoy y muchas cosas tristes de esta
cantando! especie.
Hablo de la saliva derramada en los
muros, A la humedad del vino, en las
hablo de lentas medias de ramera, mañanas,
hablo del coro de los hombres del en las paredes a menudo mordidas
vino por los días de invierno
que caen en bodegas sin duda
solitarias,
a esa virtud del vino llegan luchas,
Libro 2
y cansados metales y sordas Parte V
dentaduras,
y hay un tumulto de objeciones ODA A
rotas, FEDERICO
GARCÍA LORCA
hay un furioso llanto de botellas,
y un crimen, como un látigo caído. SI PUDIERA LLORAR de miedo en
una casa sola,
El vino clava sus espinas negras, si pudiera sacarme los ojos y
y sus erizos lúgubres pasea, comérmelos,
entre puñales, entre mediasnoches, lo haría por tu voz de naranjo
entre roncas gargantas arrastradas, enlutado
entre cigarros y torcidos pelos, y por tu poesía que sale dando
y como ola de mar su voz aumenta gritos.
aullando llanto y manos de cadáver.
color azul con pétalos y paseos al que todas las mujeres visten de
cabezas? olvido,
el mar completamente ha empapado
las plumas, los trajes que una
su ácido degradado, su ola de peso mano
pálido sacude llamando el alba:
persigue las cosas hacinadas en los parece que la boca de la muerta no
rincones del alma, quiere morder rostros,
y en vano el humo golpea las dedos, palabras, ojos:
puertas. ahí están otra vez como grandes
peces que completan el
Ahí están, ahí están cielo
los besos arrastrados por el polvo con su azul material vagamente
junto a un triste navío, invencible.
ahí están las sonrisas desaparecidas,