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LOS MARGINADOS

Po*
LARISSA ADLER DE LOMNITZ

editores
MEXICO
ESPANA
ARGENTINA
COLOMBIA
IP
..

#%la valntlunoP.
:a - ilrb AOUA!U.
editores,
D F.
sa
1
2 PREFACIO

&O valntiuno de espaíia editores, u


1. MIOllo P. WAQI

iIg10 veintiuno argentina editores, sa


o r. oI7.Bvelntluno
AV. P
ñ
de colombia, ltda
mm.M X O T A , D.E COLOMIA

Introducción, 32; Las barriadas en América Latina, 34; Cmada del


C¿ndor, 37; Orígenea do la barriada, 41; Rutina diaria, 43

IGRACIÓN DE LOS PO-

- Un o- ecol6gico del pmeeao de migraci6n, 48; M i i d 6 1 1 en


America Latina, 50; Cerrada del Cóndor: caracteríaticaa de loa po-
bladorea, 52; Patmnea de migracibn, 54; Resumen del patrón migra-
- 1 torio, 63; Migracibn intraurbana: evolución de la ciudad, 63; Ce-

Y NiVELES DE VIIl.4

. IntrochioeibPi, 71 ; Cerrado dei C6ndor: estructura ompcionai, 74;


Mml~lle m ~ b a s,a78; , *
E 811; Octipaei6m F nivel econó-
mico, 82; y n i d ~oonBrnica,$3; Vivien& y mncda de la
tierra en C e r d a del C6ndor, M; P ~ ~ ~ i a zmgttriPly
les 87; Nivd
econ6* y d o de vida, 90; Niwl eootdmi~yzy d a r i d a d , 92;
La tanda, una fonrirp de Ucdto & t d d m , 34; Dkuri6n: economía
y &W, 95

f i i U o ~ u ,106; Tipos de
111; hlynor datoa c m -
P prtrdn nsidencial, 127;
trito F e d d , 137

cdasifiiión da & 141; Rcdsr en Cerrada del


Cóndor, 144; m #e famiib campuosta, 145;
uticipan en redes, 158; Redes y rciacionea
de una unidad eqmciai: la vecindad de
na parentela: la macro-red de Vida, 165;
A LA MEMOlCU DE MI PADRE
( 1904-1970)
r n O R MIGUEL ~ L E R
PRIMER MAESTRO DE ANTROPOLOO~A

;Lc
de campo. Sin embargo, el aso de cualquier tipo de metodología, sea
cuantitativa o cualitativa, debe supeditarse a la búsqueda de una con-
cepción globaeta, caractm'stica de la antropología. En la ciudad como
en el campo, todo ,es parte de la cultura: la familia, la vivienda, la

* &m que conetituye wal m- evolutiva, p b m t i


y , . h a ( ; r las condiciones tzxhwaias de ia vida Isargi-
vra '
economía, los valores. La integración de todos estos datos en una
visión hoiística organizada, constituye una de las metas del antro-
pólogo.
Deseo agradecer las contribuciones criticas de Richard N. Adams,
Angel Palenn y Rodolfo Stavenhagen, así como de numerosos colegas
de la Universidad Iberoamericana, de la Universidad Nacional Autó-
noma de México y de otras instituciones, principalmente mexicanas
y latinoamericanas. Los planos y figuras son obra de la arquitecta
María Elena Ducci de Colchero. Me es especialmente grato dejar cons-
tancia de la ayuda de mi esposo, doctor Cinna Lomnitz, y de mis hijos
Jorge, Claudio, Alberto y Tania, quienes colaboraron de mil maneras
en esta labor. Finalmente, quisiera agradecer a los numerosos margi-
1
nados quienes me otorgaron su generosa hospitalidad y confianza, per-
mitiéndome participar en las circunstancias de sus vidas y b ~ d h d o m e
su trabajo doméstico, sin el cual no hubiera sido posible para una
mujer latinoamericana de clase media encontrar la dedicación nece-
saria para llevar a cabo una labor cientifica.
La etapa final del estudio fue completada gracias al apoyo eco-
nómico otorgado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y
por la fundación Wenner-Gren.
Ésta ea la historia de una barriada de la cid4 da Mvlexico. En los'
lodarzalea suburbanos, allfi donde texmkn los &b&.ios y las facilida-
des qiie asociamos nonmimente con una &dhd moderna; viven mi-
lhnes de geres hwnmo~al m q e n de k m h d a d dominante. ,A tra-
v&i de un trabajo de campo p . s e e x t e d 6 ao?m un período de más
de dss a&, heara tratada &S pemtrar en lets & c W d a s eqe-
ciaiaWb ds la conviverieia de p t h h i ~ r e s ,a n a ~econamiap
~
rus patmnes de c m n w a t o y Ias fonaag de organización social
- q u i d nuevas o q d muy antiguas- que eiias han desarrollado
camo repuesta a las duraa.ctwdiciones objetivas que enfrentan para
cobrevivir.
l
h la9 datos obtenidos se daprenden generalizaciones teóricas, las
que sexvirán para explicar en fowna consistente nuestras propias obser-
x&pe~ y las & aumerosos otros investi$adores que han trabajado en
barridas en Latinoamérica. Todas estas deducciones han sido w n -
frontab con las opinianes de un número de colegas, trabajadores
&le3 economistas y personas involucradas en desarrollo de la co-
munidad. E P p&&e c a p í t u l o , - i g t ~ ~ oresumir s el marco

T G h e s son los marginados? es 61 sí--dei fendmeno


da mugirdidad? qué relación hay entre margididad, pobreza,
-as y m i p u 6 n rural? ~ C h sobreviven
o los marginados?
ní~da- nos llev6 a hacer un estudio del patrón de migrdh del
ampo a la ciudad, incluyendo la rnigrnci6n dentro del Diitrito F e d d .
U n a de las con&&ones más sobresalientes que emergi6 de este
1 - ingresos reales, aprovechando la amplia disponibilidad y las bajas
' remuneraciones que perciben los marginados.

--
parentesco en el campo social.
. - nmfundizar el estudio de este sistema de parentesco, d e.s c u b h
A1 a -

que los núcleos de paisanos y parientes avecindados en la barriada,


e v i t a b a n hacia ocupaciones similares y a veea idénticas. Todas atr
ocupaciones son consideradas como c'marginadas" desde el punto de
vista de la economía urbana industrial. Típicamente, se tlrtta de OCU-
paciones manuales no calificadas y devaluadas por el m e d o 1 a W
urbeuio; exkm también Zirtesadas especializadas, tanto de tipo ~ r r ;
------. Icaminteros, herreros, pulidores de lapidas), como d e r n o
dieioional
-
\ 1

locado dores de ~df~mbras). E¡ denominador com,&gh todas estar


ocupaciones a la falta de seguridad socid y económica.Tanto los tra-
haidores no d I c a d o s como 10s caEfI.cados, trabaran a -&io por

sociales que se convierten


urbana. Sabemos que existen diferentes escuelas de pensamiento res- ijano6 un proceso de este
mcto al siP;nificado de la marginalidad en las sociedades subde& a entre economías regio-
os inv la rnaxin*d?$ C C - ~ I un etapas de industrializa-
E e P a traditaria del d w ? O materias primas de su
otros suponen que los ma inados se insertan funcional- o utiliza como mercado
sistema capitalista a trav%el concepto iiWxi;ño--m
- ------ ---- -.- laboral"? ~ t a v e & ~ n ~ ~ ~ ~ ~ e 6 - m a r f i n a ~ ~
-
seLcuentran
- - -.
- -.
.- rnsertaxos en Ta economía urbana dominante a través de
-3.

servicios prestados principalmente a la clase media. Es- servicios


(choferes, jardineros, meseros, mozos, cocineros, servicio doméstico)
m permitido a la clase media urbam de América Latina gozar de
un niueI de vida apreciablemente superior del que corresponde a sus
m 1 V b Rodrigo Parra, "Matgindidad y ssibdesardlo", en Las migraciou#r
htsmaa, Ed. R. Cardona. Editorial Andes, BogotB, 1972, pp. 221-225.
J. Bando Upez, "M$ration and development", miaeografiado, 1979.
I 8 Chn~ni~aci6n verbal, 1973.
1 18
i LA t&mC?mfiH>hD LA Bí&WWAi$DAD 19

$- p!WonemOs- a p h m el temrno mrginQdad d f pobr8za a este tipo


de m m n d i d a d * para rstinguirla de la
de~am11adw.
en los p-i'_esah

LA M ~ O I W A L I D A DE N MÉXICO

Según un gmpo de economistas mexicanos, la sociedad de este país


se enfrenta a un problema básico: "la enorme disparidad que existe
entre sus miembros, respecto a la participación en la producción, e!
ingmo, el mnsumo y las decisiones e m n ó m i ~Esta disparidad
10 en una distribución de la propiedad y del
ingreso muy sesgada hacia 10s estratos supedores, sino también en
una marcada diferencia entre los que tienen empleo remunerado que
les permite un acceso a un nivel de vida relativamente suficiente y 10s
que, Por el contrario, víctimas del desempleo y el subempleo, no pue-
den integrarse en forma humana a la economía y además, carecen de
10 mínimo y lo indispensableM.1o

A
Un informe de ]a Secretaría de la Presidencia de la Repúblicall
indica un rápido crecimiento de la población durante los últimos
tres decenios, con un aumento del índice medio anual de 1.8% a 3.4%
en 1970. El c~w:imientoeconómico en el mismo período ha sido de
6-4%, pero este crecimiento ha beneficiado a diferentes regiones y sec-
tores so~i~conómicos en forma desigual. Cada vez más existen dos
Mhims: "El sector moderno, compuesto por la industria, lw =mi-
cios de alta productividad y la agricultura de riego y buen tem-1. . .
y el sector trzidicional asociado con la agriculma de temporal y la
población urbana sin colocación ni ocupación fija."la
zonas rurales han alcanzado rápidamente el punto de satura-
&n demográfica; en cambio, las ciudades de más de 13 000 habitantes
hui seguido creciendo a un ritmo medio del 5% anual. Entre 194.0
rbana ha aumentado proporcionalmente, de
la población total de México; "este proceso
la economía en thrminos de su capacidad para

Lm. cit. tine, Culturr and poverty, me University of ahicago


8 Loc. cit., pp. 154-155.
h, "La política económica", en Plural, nfim. 22, M-,
Alejo, "Crecimiento demográfico y empleo en la m-
presentada en el Congrego &'LaCiencia y el b,
LA MAROiKALIDAD

W 01 n b r o y tipo de empleos que la población está demandando.


HiJr dpna evidencia de que hasta ahora la econonlía mexicana ha
d& fncspu de crear esos empleos, así como de que ésta ha sido una
da Irii principales causas de la aguda concentración del ingreso que
prevalece en Mbri~o"?~Es necesario destacar, además, que muchos
da 1- trabajadores registrados como que pasaron de ocupaciones de
bajo a alta productividad, corresponden a obreros de construcción y
Mlares. La industria de la construcción ha podido absorber un con-
tingente importante de mano de obra marginada, ya que constituye
una fuente de empleos de baja calificación, mal remunerados, sin segu-
ridad social, fácilmente sustituibles y con ciclos de "boom" y desempleo,
que solamente ofrece un atractivo para este tipo de fuerza laboral. la economía aumenta al 8% anual en promedio cumpliCndose condi-
En 1960, un 40% de la población laboral trabajaba en actividades ciones de estabilidad de precios internos y pagos externos y si se rea-
de "baja productividad". En 1970 esta proporción se había mantenido 1 lizaran cambios importantes en la asignación de recursos entre activi- m
invariable y presentaba su ,mayor incidencia en las actividades agro- dades y regiones, ;ara 1980 cuando -mucho, se lograria mantener el
pecuarias, industria alimenticia, industria textil, construcción y comer- mismo nivel absoluto de desempleo que existía en 1970**.
cio. El nivel de subempleo en la economía mexicana en 1970, se
eslimó en un 357645% de la fuerza total de trabajo (37% en el cen-
tro y centro sur del país) con la siguiente distribución por áreas: 60%
en las actividades agropecuarias, 31% en los servicios, 22% en el
comercio, 18% en la industria de la transformacibn, 14% en la cons-
trucción, 13% en las actividades extractivas, 8% en transportes, 6% En las últimas décadas se ha producido un gran movimiento migra-
en la administración pública, 4% en la industria eléctrica y 3% en la torio rural-urbano en América Latina. Este movimiento migratorio
industria petrolera. El total de desempleo para el país sería de 25%-
30%. Esto se debería a la "incapacidad de las actividades modernas *"kjo, loc. cit., p. 13.
de la más alta productividad para absorber toda la mano de obra y la le Existe una amplia literatura antropológica y sociológica relacionada con
incapacidad del sistema educativo de transformar con mayor rapidez pobrsxa, barriadas y migración. Véase por ejemplo:
la cnitmctura de calificaciones de la misma".f4 Dicho de otro modo, la 0s- Lewis, "The culture of the vecindad in Mexico City: Two case
sMdiesY'.Actas del XXXIII Congreso Internacional de Americanistas 1: pp. 387-
$ducción industrial moderna requiere de una serie de calificaciones 402, San José, Costa Rica, 1959; Fivs families, John Wdey and Sons, N. Y.,
y conocimientos, que hacen que sólo una capa privilegiada del sector 1969; Les hijos ds Sdnchez, Fondo de Cultura Económica, Mkxico, 1964; 'TBe
trabajador pueda ocupar empleos en ella. Esta capa, aunque va aumen- cul'ture of poverty", en Scientific American, 215: 4: 19-25, 1966; "The pos-
sosaions of the poor", en Scientific American, vol. 221, 4, 1969.
tando, no logra extenderse hasta absorber a los marginados, en su rinth;ony Leeds, 'The significant variables determiining the character of
mayoría migrantes rurales, analfabetos y carentes de un conocimiento rq~atteraettlements", en América Latina, &o 12, n h . 3, pp. 44-86, 1969.
de las tecnologías urbanas más valoradas. Las burocracias tambi6n han Heien Safa, Ths urban poor of Puerto Rico, Holt, Rinehart and Winston, N. Y.,
aumentado, pero éstas no representan mayores fuentes de empleos 1974. W. Mangin, "The Latin Amencan squatter settlements: A problmi d
i1 iiafution", en Latin Amsrican Rsssarch Review, vol. u, 3, 1967; Psasants L
para los migrantes del campo. En conclusión, sólo queda para los &ha Houghton Miflin Co., Houston, 1970. Frank Bonilia, "Rio's favelas: The
margrnados el conjunto de empleos asalariados más bajos: ocupacio- nuai duma within the city", en Puasants in cities, loc. cit.; Roberts
n& manuales sin calificación, en la constnicci6n, en limpieza, vigi- O . ~ a s i n gstrangers, Texas University Press, Austin, 1973; R i c h d Monq,
m reparación y mantención, servicio doméstico y ocupaciones Wrbanization in Latin Ameriea", en Latin Amsrican Rsssarch Recribsa,
85-74, 1965; Wayne Comelius, "The political sociology of ci
-1:
d d n z a d a s , reliquias de la economía tradicional. Entre los mar- ta brin America: Toward an empirical theory", en Latin
rumrrh, vol. 1: pp. 95-109, Sage Publications, Beverly Hills, 1
' * &eje, lcc. cit., pp. 1-2.
k5q)q lor. cit., pp. 7-9; 11-12.
h, "Migración y urbanización: Las barriadas lirneñas: un
..a Ir vida urbana", en La urbanización en A d r i c a Ldina, r
el s
s
ima
r & producci;ón e c o ~ c Uo ~ ~ R O -

Lwis, loc. cit., 1966.


DAD
25
, un rnlblltre de e s d a . o que un &ser0 iadmtnal. Sil-, Se sabe que no fue ésa la intención de Lewis, quien por lo contrario
by x%%#te~
r%os marginados que. - no .viven . . ,-m ma
- en barriadas o que v W k 6 su obra como denuncia social. Sin embargo, a1 centrar m
an6LUi en 10svalora y las p a e s i o . .n e s te m
acaba por fwara los rnasgimdos a

\
r
ddin'iciones objetivas. El factor d e f e h a n t e de la 4
.
auas catg~ríasde anáhis, como la de pobreza,, que no admiten .. posesiones de su propio estrato socioculbl.
-
CÓMO SOBREVIVEN LOS MmGINbW)g

características e interrelaciones entre los tres niveles:


mial y el ideológico. El sistema de organización social y de
y dores de t margididad se encuentra estructurado robn u
- 1
e d a i c a camctehtica. Posiblemente, la falla de Le& m e#
el excesivo bfasis que pone en el sistema de normas y valores, y ea #'A
- ...
.posesiones materiales de los pobres, que represmtan al f i i y .al ,
sálo una manifestación de su d d a d c
4'
en cierto modo de la base económica y de la organizacián SI
- hace aparecer la "cultura", es decir, el conjunt -
de defgnsa de los pobres frente a una situación objetiva difícil,
fuem una causa de sí misma: el pobre no puede d i de la pd generalizó en Europa hacia fines de la Edad Media y su preponde-
pofque su ~ c u l t use y ~impide. Si fuera más .YirnPiO,
~ 10 .
* es . m c i a definitiva ha sido un resultado de la molucibn industrial a p i z
m& sobrio, más honrado, qu* p m g r e h .
No debemm olvidar que los pobres s o n miembm de una .... s
a
más amplia y que wi cultura, o "diseño existencid"
chlxmnte!del que tiene la sociedad en su conjunto. Los pobm
un determinado &rato socioecon6mico en esa sociedad y sueiq
nes de comportamiento económico, social e ideo16
. . /

una estructura social que ellos son los últimos en controlar. - u5


=
las condiciones reales de vida resultan incompat'.
r e h c i 6 n del p a d n cultural, entonces surgen los comporra
"abe~~antes" (desde el punto de vista de la sociedad dominad L.
Lewis describe con tanto r e a l i i .
El hecho de erigir en "cultura de la pobreza" este cor'
r&bnalizaciones y mecanismos de defensa, este conjunto de 4
nes de los ideales culturales de la sociedad dominante, equivale
JXC
IB& a culpar a los pobres de su pobreza, como sugiere va'
r
., , ' osbar Lewis, loc. cit., 1966, p. 19.
u LA ~~~

LA RED m ' ~ ~RE&ROCO


~ ~ ~ 1 0

En n~* estudias de barriadas y otras ccmmidades w b a m e9 po-


sible tmamtrgu"depenciw a estructuras o chti&&oaw que impKcerfi
la pr6bb1e existencia de redes de inp~&.a* ,
Estos f%bndiobmencionand o n a l m e n t e la W e j a de =&S, o m
veces d d b m relmianes de reciprocidad, no Uqpn a establecer
n la orgnubizaci6n social y el m d a d=
una ~ 0 n d entre &-vio. Por
ejemplo, en. las bamhdas de M6xico-se rnewima Witesis tdrica
de que existan redes informales "que puedan servir para facilitair 1o
rdaptacibn al d i e n t e mbano" (Comelitr~,EQG. =#t.). E* cmbio,
Parra supane que tales redes de parienkm mtre h z marguiados w h -
bianos puedan tener m efecto negativo, 4 'cre~arr''h imqraa&
&l rnq&do a ia saciedad w b . AshW *des < # d d -
uiig k r k d a ~ l p m cmsi&&
~ ~

del ando?, la importancia económica de la zed de

. Parentesco, vecindad, compadrazgñ>


hsthciane.s3que se & a p h k
una ~&iog;a de ayuda mutuo.
la unidad domksfi~n tipo cot)r-
Ú L
' .:--
L.L..-~~
5
LA Y A Z ~ W ~ - M
LA

familias emParentad& que vival como


un intenso interchunbio de Y U MATIUZ ECOLWICA
mitvida
Yriiranu>s delaste que la, &pro
A 1- *- ..

y &asro~ o p d d a d w de intemmbio:~n ia RIrrIacxa, ia visa se


ospl-e
--
d
lca
z.
-
de uni s d 6 n interminable de emergencias i --
-- -- - - la ayuda
~na~nces requiere cercada f
si
c
m--%-LIS
apara ser VIW=

La canfklsxa es un rasgo cultural, aaegibb a la de&pción e,-


pmw

.. .
-- -
y
-
&
--
C.IIC- ----
don----I>reatPnm
- AL-
con&micas y demográfica interna~que W e n me-
p

su pea en h,wmo&, ya que


cwP1ir m h &Iiga&x~~ impiIcim en ciw.ha reiacma; c/ u r b * da qw cantribqe a d i
ribd mutua suficiente para S& de base a un a&e -
mbbilidard de no w re&&, CsmcJ se ve, el eona

ehmmtos: dos hemanos que viven ieps se vaq a


mientras que dos vecinos se hacen compadres y %uates".PT1iii 4
dq c m f k ~ z t zsime para describir las wzbciones sociaks mási
' que prtxkunh~tflen la situacián urbana.
Entre los marginados de Cerrada del Cóndor (al igual
l o s ~ m d e b ~ m e . d i a & n a )h d i s 'e d a
ggado entre iguales. '%a persona que ofmm rui
-a su s y p M a d a yaub de eet
-
m fonner eqqident5 o con este twor o ri
pretegsi6n de ~e~~ y sl mismo tiqqm inW
transawiones s i m i b * ' Esto constituye la baae de una '* "-
procidad simdtrica, cccara~tdstica de la igualdad mtn para
cjm dda tihgma m& a e&tiea y que puede implicar t$bwarucv I
Ai prod@irs. la desiguddad,- el . resulta/ao a una difem-'-
>-. -
-'

medios mínimos de subsistencia a un p p


Vdase h41i9h;r11 SahEins, '(2x1 &e socíology of prMtim4
Tke rd4tmq~~soj m&Zs foz socid - -mthrojGJDggrr Ta- 4

, m Pe&r B ~ Ü ,
EgcIssngs asd socid powst, J. Wrlv ai5<s:,
pp. 118113. '
"4
L A YABUMALDAD 31

Se podría llegar quid a una estabh& del prwso de asargi-


nal'lzaeidn, pera sería uthpico pretender a plazo una a M n
total. Una estabilización relativa lograrse mediante un mejop

&l s u b d d l o .
#

ALGUNAS CONCLUSIONES TENTATIVAS


/
JmvhtLQn , 35 '

-A DEL C6NDOR: ORIGENES, EVOLUCIÓN


nTBMCXPIAFICA Y DESCRIPCIdN GENERAL

INTRODUCCI~N

~1 proceso de urbanización o crecimiento de 1% ciudades y sus zonas de


influencia ha afectado notablemente a América Latina durante el Pre-
sente siglo. Debido a su elevada tasa de fecundidad, la población
manifiesta un crecimiento natural acelerado; pero el crecimiento ur- como fundamento y punto de par-
bario ha sido aun más elevado, llegando muchas veces al doble de la
tasa general de crecimiento en el país. La parte más importante de
este crecimiento urbano corresponde a ciudades de más de 100 000 ha-
itante5.l
no ha sido una excepción en este proceso de urbanización.
n e m e medio siglo, la estructura demográfica mexicana cam-
bió en forma cualitativa, pasando de un país rural a ser uno PrePn-
derantemente urbano. En 1940, el nivel de urbanización de México
había llegado al valor promedio mundial; en las décadas de 1940 s ~ t primario
~ r : $ 2 42 1
y 1950, México duplicó prácticamente su nivel de urbanización, Y hoy Sectm aeundario
posee uno de los niveles más altos del mundo.2 iri id^%&&) : $12 905
Este elevado crecimiento urbano se tradujo en el desarrollo de Servicios: 812 685
17 centros de m& de 100 000 habitantes, entre 10s cuales sobresale la
de México con más de 9 millones de habitantes.

me Unikels ha dividido el proceso de la dinámica de crecimiento


la ciudad de México en tres etapas: a) hasta 1930 el Brea ur-
bana se circunscribía a las 12 delegaciones de la ciudad de México,
con solamente 2% de sus habitantes en las zonas n.~burbanasde
Coyoacán y Azcapotzalco; b) entre 1939 y 1950 se expande la metró-
poli en forma explosiva, con crecimiento rápido de las zonas del
- Distrito Federal contiguas a la ciudad; C) de 1950 a la fecha, se Pro-
duce una gran expansión industrial y un crecimiento del área urbana
más allá de 10s limites del Distrito Federal, sobre todo en el estado

i E. Medina y p. Hauser, La urbanización en Amirica Lafina, UNEsco


61/V.9/5, 1962.
m Luis Unikel, "The pr0ces.q of urbanization in Mexico: -tribution and
m t h ín urban population", en LAUR, loc. cit., PP. 250, 255, 269.
r L ~ Unikel,
; ~ <%a dinámica del crecimiento de la ciudad de Mbico",
&nQ@ibn para Estudio de la Población, México, 1972, PP. 14-15.

[321
Wr DEI. QIÓuROB: ~&Fu&N

-M, la invmaiBn en el bgr &do eadroa


a h invemL6n industrial, Es forzm~conc
P m I que ''eshmoi
lejos de habu resuelto 1- problsnss

a mbupación y desoeupació~disfrazada y real. .. entre


bw d.En la actualidad, el 60% de los subempleadm es
J'wqp~.~
,&te cuadro general se refleja en la evolución demográfica
$ito Federal. En la decada de 1940-1950 la c i b d de México
& aumento anual medio de población de 5.4%; del cual un.
c,sriospond% a crecimiento social por migrrcibn. En
guíente, el crecimiento social dismmuyó a 1.9% y el cre
&xmA t$ 4.9% en prmeedlo anual. Finalmente, en
\968-1970, el -cimienta aoeial aument6 nuevamente a 2.9%, que en el resto de ia ciudad. La barriada, &n Mangh, contribuye
ay d promedio mtai se csthn en 5.3%.@Estos datos indican r la economía nacional al resolver un problema habítetcional que ni el
' M i t a d de LP participa& de la corriente rnigratoria interna gobierno ni la empesa privada han l o p d o enfrentar.
d,st;cunento de p o b h d n del Distrito F e d d . Una gran parte de El punto de &ts de Mangin ha tenido considerabb influencia,
q$gantes se concentran en W a d u suburbanas o en tugUnos c &re tado en el pensamiento de autores fuera de ia America Latina.
.aaiias. M,sosiayar los aspectos más mudos de la realidad de las barriadas, se
ha llegado a aceptar que el crecimiento de poblaciones marginadas sea
inseparable del d m I l o urbano, y que el problema constituya su
propia solución. 1
En contraste; Frank Bonilla14ve la far~elade Río d m m
un cáncer g u e i ~ ~ z & A a _ c i ~ ~í d n . ~ x ~ u i c i oSe s .
' trala¿TeÜn sitio inhumano, imP%n base a desperdicios, que
representa una anomalía incongruente entre los brillantes edificios
ie vidrio y concreto de la urbe moderna. Bonilla estima que los fave-
ados de Rio forman el 3376 de la población total. La causa está ea .
L ana combinación de circunstancias: migración masiva del cmipo a la
h
-i k .mswzt w
j t de destnicción, dunbjo f o d o o
a ciudad, crecimiento dernogr&fico,c e n t r a l S í de la industria y CM o

b&n. Sin embargo, pueden existir dueños IG&BSde terrenos a pu comercia, eliminación de los tugurios ce&ales por la renwación
h&er una legaii&&n posterior de la tenencia. urbana, constmcción de nuevas y amplias avenidas, de modernos y
M-1% hace n o w la lujosos edificios que desplazan a los habitames pobres, y finalmente,
de =das : a) scq cintwwes el alza prohibitiva en el precio del temno. La vida dg los favelados,
crimen y demganbcif% d o k ; 49 aunque plagada de problemas aparentemente insolubles (desorganiza-
entan numw w d d m de m ción social, analfabetismo, desnutrición, enfermedad, inestabilidad
a<s mux&bcies de wi ocupacional, alcoholismo, uniones sexuales irregulares, violencia CM-
ay~i(iamutua y actividad po nal), provee cierto tipo de cohesión mial, y pudiera considerarse
como un elemento integrativo, un sitio en que el migrante aprende
7 LOC.cit., p. 24. nuevas formas de solidaridad y adquiere ciertos conocimientos d a l e s
8, Ale& loc. cit., p. 8.
A ) .# L& Unilel, "LE1 paoceao de urbDnieacidn en Mélacia", en Dsmograf
. 178175. 12 J. Matos Mar, loc. cit., p. 177.
E&., p. 44. W . Mangin, Joc. cit., 1967, pp. 65-68.
p. 51. '1 B o n ~ k ,h.cit., p. 73.
-

m callejh, con bailo


de una renta. Las vecin-

es de vivienda en deterioro. Son los

la ladera de la barranca. Más al norte, franqueando la


sncontramos las colonias de Lomas de Plateros y Merced
iguiendo al poniente por la barranca llegamos a la colo-
rr de Tarango y a la presa del mismo nombre. (Véase la

l* J. Tumer, loc. 6it., 1970, pp. 1-4.


J&-Turner, Informe sabm vivienda popubr p~gce
mes muy caro. La 'ladera de la barranca, en cambio, ha sido de clase media. Barranca arriba hay varias coloniaa populares: Ta-
EO cotizada por los fraccionadores. Entre la barranca y la colonia rango, a &a minutos de caminata, y Puente Colorado, barranca
EL Aguflas propiamente dicha se observa una zona transicional de
clrw baja, con casitas de tabique entre las residencias elegantes. Aquí
arriba, d d e hay posibilidades de adquirir terrenos y donde viva4
varios pobladores emparentados con Cerrada del Cóndor.
rca ~tablecieronalgunos pequeños comercios que abastecen a los po- Cerrada del Cóndor se compone de unas 200 viviendas desparra-
mad$ a varios niveles en la ladera. ( ~ é m ~2.) r Las a viviendas
ie agrupan aparentemente al azar, pero en realidad .su distribución
obedece a estructuras sociales, especialmente de parentesco. &nos

FIGURA 1
- L!bica&k de l e h u i a d d _ z o n ~ s r u
: ?/
,;:- '8.

bladores de Cerrada del Cbndor; hay también una pequeña fábrica


textil, un kindergarden particular, una caseta de policía y algunos
terrenos baldíos.
Hacia el norte, atravesando la barranca y el cementerio, se
encuentra la antigua colonia Merced Gómez, con una población
predominantemente de clase media baja. Junta a esta colonia se
levantan los nuevos edificios mu1tifamil;ims de l h m s de Plateros, Cerrada del C6ndor
carirua(l si.= &wa: m-4~ m~%ah~.
'

una tenencia ilegal. También existe un peligro real de desalojo por


la presión del alza en el precio de los terrenos circundantes, que podría '

tentar a los fraccionadores. Al visitar Cerrada del Cóndor en 1973, se


observó que unas 20 viviendas del extremo más cercano a la urbaniza-
ción de Las Aguilas ya fueron desalojadas, habiendo sido "limpiado"
el terreno para la construcción de residencias de clase media. Las
familias desalojadas se habían transladado a diferentes lugares, tanto
dentro de Cerrada del Cóndor como en colonias vecinas (Puente Co-
lorado) y en otras partes del Distrito Federal.

ORÍQENES DE LA BARRIADA

Hasta 1929 la zona ocupada por Cerrada del Cóndor se encontraba


totalmente deshabitada. La propiedad rural que hoy comprende la
colonia Las Aguiias había sido adquirida por un particular en 1913, 5
, qt+w la dedieb a vivero de Arboles frutal&. DiecW aiioei iruas t d , . :,
1. zona de la actual barriada fue t o d a en arrdamiiento pa&
instalar una fábrica de tabiques. Eventalmente, el arrendador dqui-
rió d terreno y se instaló en é1 wn su familia. Durante la d b d a
,
de 1930, el dueño permitió a uno o dos de los obreros de su P&briqa

Aguilas, dande se les pmprcickan desayunos escolares a ' un mayoría &l estado de México. A su vez, una familia de cnidadows , .q
de las minas de arena de Merced Gómez, al oriente de la badada, 4

fueron a instalarse en ella. \I I


A principios de la década de 1944 se imieit5 la urbanizacibn da , ',
coJmigs de Las &pulas y Merced GOmez. Muchos obrerog de c@% I+ ki6
-0ciBn llegmn a la zona y algunos de ellos rentaron teme- d
duslio de la fábrica de tabiques o a los otros dueños de 16ri, f u t ~ h
DEL c 6 w w ~ :m8QUi'crb~ORNBRAL 4

m o QQnatNoc&oms.No tardaron en m e Ebs parienfes de l a eron en la barriada en la década de 1930, 9 durante 1s de 1 9 p >
p&tbWm primrtívos,, muchos de ellos provemientes diitarnente urante la de 1950 y 119 en la de 1960. El cuadro indica tambih
rante la d4cada 1960-1970, 63 familias se establecieron directa-
en Cerrada del Cóndor como su primera residencia urbana.
familias representan principalmente a migrantes del campo
arentados con residentes de la barriada y a matrimonios nuevos
se establecen junto a sus padres.
d a de zonas recientemente fraccionadas y airbanizada.s: Mixcoac, Las En la mima década, 31 familias llegaron a la barriada después
g o v , ~ a ol. Número de cambios dorniciiiurios a Cerrada de1 Cdndm

número de pobladores que habían abando-


censo de 1971 no pudo determinarse con
por lo cual los totales del cuadro 1 corresponden Úaicamente
familias que continuaban residiendo en la barriada. Durante
25 y 30 familias emigran>n de la barriada;
3 1 6 1 3 1 1 1 2 2 10 familias regresaron a la provincia. LOg
4 2 1 7 restantes se cambiaron a otros lugares del Distrito Fedeml,
5 3 .1 te a Puente Colorado donde aún era posible comprar
6 1 1 1 ervado que la emigración desde Cerrada
b Más de 6 1 1
eda de condiciones de vivienda más
' No ae sabe 1 2

4. Por ser cerrada del Cóndor un sitio más conveniente.

lEllai.es, Tlawpac, M e d GcSmez. Este desarrollo cobra un ritmo sce- 6 de la mañana, cuando
ajar. Poco a poco des-
mañana, las mujeres
las minas de arena, tamb ividad. Alrededor de
gi& dedica exclusivamente s fines residanciales. &s &eñ& de terrenos iños esperando turno
w?ástmyen cuartos para. sus hijos o familia se^^ o para m n d a r l m a aguadores (general-
&anuevos poblado~es.Se van canstituyendo n ú h de familias exten-
rwsir Q conjuntas. Aparecen las primeras familias constituidas psr
&!mes nacidos en Cerrada del Cbndor, que se acomodan junto a
to padres. Van creAndose tarnbihn núcleos de parientes y paisanos
W t e s de determimdas zonas del país, que constituyen centros
k n para nuevos migrantes de dichas zonas.
-1 mume la historia y evolución d~mog&bade Cerrada
eoi. base a nue&ro censo migratorio de lw 162 unidades
&es en 1971. SegEin este cuadw 3 bmiliku se esta-
sea por soslayarla. Existen numerosas descripciones de barriadas
literatura antropol6gica; además, las barriadas constituyen una
ad permanente al alcance de la mayoría de los lectores de este
, aunque pocos se habrán aventurado a penetrar en ellas. Los
tos desagradables, los desperdicios, la fetidez, las moscas, la sucie-
Y B&XSOR*& m-arbn 47

ORIGENES Y PATRONES DE b'hatribuir 1&9 &dicultades de a c u l t h ó n de los migmnta en


DE LOS POBLADORES (Dwqlcdw)a una mpuwta pérklida de l a raqm d t u r d e s de tipo
qua p.mvralsidan en gil0 cmunidades de origen.
b > l x t r a p h c i 6 ndel modelo de Redfield ha tenido gran d i f d i
w,
m
k t w h m t e la mayoría de los trabajos antropol@cos sobre
wtán organizados en tomo a la adaptaerón o desadaptación
h glfarrntes a h cultura, urbana, y refieren sus resultados al
Por ejem-

que convivían con paisanos de su &o


en gran parte su organización familiar
mas notables de desorganizacióni sociai.
a contradecir las predicciones del mo-

!S la mismo
de<&&o fo~kal &o urbano. Por supuesto2el cam-
habh vivido en contacto con h ciudad, la cual formaba
ru cultura en múítipíes aspectos; por otra parte, la ciudad
Iilotcs rurales que son precisamente los que acogen al nuevo
Estas aparentes discrepancias no incumben a Redf~ld,quien
P w n d i 6 aplicar su modelo a individuos sino maP bien a m u -
1, E1 procesa de desorganización, secularización e individuali-
m!& a d i a d o por Redfield se refiere claramente a la cultura
p, El pfoceso individual de aculturacih de los migrantes de-
9ecwariamente de muchos otros factores y no solamente de la

9 &,las comunidades de origen en la escala folk-urb-ana.


m t e tratamiento del problema, más qye agregar otro enfo-
'km ya eatablecidcs, pretende crear una base cientifica común
i ~ w sea
~ 1 posible apreciar los mUtiph @patos del beaómeno
-

d, dentro de una nueva penrpectiva. Para eiio, tendríamos


tpcedcr hasta las bases mceptuaies de las ciencias sociales, con
m d i dilucidar la *errelacibn.,entre d medio físico y el medio
&a rzdgraci6n b el resultado de una perturbación entre el hom-

no había aplicado este modelo a las migraciones, sin


r' &e~tte, sea social o fisico; pero las implicaciones totales
pwtwbeibn nos lievarian demasiado lejos en el terreno filo-
i

para comparar diferentes comunidades tradicionales


misma cultura. Fueron algunos de sus seguidores quienes dr los arau-
u del Cmm
1 Loc. cit.
2 Loc. cit., 1972, pp. 32-45.
8 Robert Redfield, "The folk aociety", en Ths Amsrican
i c b en San-
,ogy, 1947, vol. ~ u nítm.
, 4, pp. 295-303.

[SI
49

la ciudad es uno solo de h


dado en la historia y' en Ia
da h rnigmciórf campo-ciudad en AmtSrica Latina es muy reciente, d
m~nooen su fase masiva, y sus resultados finales son difíciles de pre-
decir.
La etapa de estabilizacidn se subdivide en tres
sigue:--- _ __ .

-17 Aptamiento. El hallazgo de un nuevo nicho ecológico en un


sect'or diferente del ecosistema, inicia una serie de procesos adapta-
tivos, cuyo análisis constituye una parte esencial del presente trabajo.
Estos procesos dependen del tipo de integración (asimilación, rechazo)
logrado por los migrantes en su nuevo nicho ecológico.
2. Interaccidn con el lu ar de destino. La migración afecta nece-
s a r i a m e n t m ~ = h elnlugar de destino, tanto en
el aspecto humano (desplazamiento de otros grupos, marginalii&n,
introducción de nuevas tecnologías), como también en otros aspectos
(saturación de los servicios urbanos, cambios en los patrones residen-!
d e s , etc.).

con $U anterior grupo de referencia), como también a


ayuda potencial que representan los migrantes ya estab

En América Latina, la etapa a ) del proceso migratorio se prod

tiene por consecuencia un rezago creciente del campo no s6lo en


que se refiere a la economía, sino en todos los aspectos de la mod
nización. La concentración urbana de las facilidades tales como

hattemorth, bc. cit., 1971, p. 87. /


h p e r , bc. cit., 1970, p. 617.
B&mwmth, bc. cit., 19,71, p. 92.

I
8 6ibB Wt3X&&cíb
h,~AT~Q24ias

&wgráfica y del $rqp~&fpnh,pue& -mmh'ien 1


p .dep&ndq de lw d i c b n e a del e@-& bluyedo S
rgf~d &Gno16gico, su ecannmia. y una amplia ganm de h t o r e s cu
t w h . , '.
En resumen, en Amhrica' Latina la mj;gracióh d - u r b a n a , no I
1
1
Nh. %'
Sirap1emen.Q un hado generaliza& o.indiscrimisado de campesiní WOS,
de padres ni&raates (ambos,) , 49 36.29
hada las gmadm ciudde9i Los migrante no ma aemmrknemte I HijQs de padre o madre migrante 22 14.29
b r& pobres ni los más desadaptados ni los más preparados, a q i Hijas de padres del D.F. (ambos) 50 87.03
to&vs esto$ factmp puederi ser de importancia en la d&&n de rn No se sabe 14 10.37
gmr. Fundanientalmente, el proceso migratorio es el resultado de u 1S5 99.98 ,

dmquilibrio eco16gice entre al campo y h ciudad; su desarr~uoy. c;


'
~ t w % t i c aps e d h dependerán de las c i r c w & a s de cada regid
Cerrada,dcl Chdor son de migen -1, sea pm tratarse de rnigknta
y fhrctuarán en el tiempo; y su wmprensión debe fmdamentw e
de provincia (67.6%), hijos de migrante, o xnigrmtes peui-:
uii angisis del ecosistema visto mmo un todo.
Edad de lw poblabore~; En el curso del censo anterior se seco-
. gieron también otras diversas variables: tales m o : edad actaal de
,' '
Zos pobladores, estado de origen y t.amSo del lugar det O n ~ e n .
La distribucibn de los pobladores por edades muestra aue la w-
1Y& LOS POBLAWRES blación de la barriada es predominantemente j m :

---.DRO 3. Edad de jefes de familia y cónyuges .


nacEd6, en pmbinci -
t eJenp1q se encentrz Edad Nhmero %.
en bk&bs de sus padres. El & de 11 15-19 19 4.9
allegfido~ektacc3omies (Wagecentered migrantsys")no sd W e i 20-24 75 19.3
25-29 59 15.2
m la' muestra, ya que cualquier' padente que 5610 pasa temporadas en 30-39 117 30.0
M a d i ha sido ciasificado como."visitante" y no se mcluye m el cen, 40-49 58 14.9
db' IQJ p&Mmt+ a e reconocemos que muchos allegab est En cg 28 7.2
aimda a& etl pobidores. 22 5.6
,
"' DFigm de loa psb$kdori?s: En 1969 se hizo un estudio de 989 jef NO se sabe 11 2.8
cte 1hmi3bnuclemes sus cbnylrges en Cerrada del Cúridor. De es Total 389 99.9
nMerb había 266 (F37.%$%) nacidq en provincia y 125 (32.49
ns%h d DistRtu Fkderal. Si considwamc&h poblaci6n de jef
de'fWI"tktr' y c6nyugm nddos en el NrtrSto Fsderal, vemos que el1 Estado 'da origen d s los #obladores: jefes de f&Ga y chn&
a su cu son p~ecbminantetnentede origen mira1 o mmirrural: pes son origiiarias de 18 diferentes estados de la República;, ademh ,
;del Distrito Federal. Loa dos primeros lugarea de la lista corresponden
los estados mbs ampliamenp representar4~sen todo el D i .
federal y que son los estados de Mhxico y Guanajuato; junto con
nacidos ea el D. F. suman más del 69% de los jefes de familia y & 7
pges en la barriada. Según su origen podemos dividir a )as
dores en cinco grupos: 1) OriginaLpios de los esados cEe
Méiiw, c ~ r c ~ alo sDistrito Federal o de agriculwa
'a9i' pues, la gran mayoría de los jefes de fqmi.&:* oónyugm 4
da. Este grupa suma un 45.2% de todos los jefm

1
M onfos~aaY PATRONES DE Y ~ S A C I Ó N

y c4nyuga. mqrantes. 2) Originanos de San Luis Potosí (11.4% de y hacienda de Villela. Este gmpo consti~1y6m 1971 un total de
los migrantes), todos pertenecientes a un &o nGcleo familiar. 22 familias nucleares unidas entre si por una madeja de lauw de f ~ k
S] Originarios de Veracruz, Zacatecas o Hidalgo, con cerca de 6% rentesco reforzados por compadrazgo. El nkieo principal del grupo
cada uno. 4) Originarios de Querétaro, Guerrero, Michoacán, Puebla, Ila familia Feniándeq compuesta por 16 familias nucleares,*
Jalisco y Oaxaca, con 2 a 4% cada uno. 5) Originaria de Coahuila, Todos los villeiiia eran origbhmnte campesinos jornaleros, sin
Morelos, Tamaulipas, Tlaxcala, Aguascalientes y Chihuahuzá, con una tierra: vivían de trabajos eventuales en el campo. Todos d e c h n
o dos personas cada uno. hgber venido al Distrito Federal por "estar muy p o b d , "no tener
Tamaiio del lugar de origen de los migrantes. El cuadro siguiente trabajo", "por morirse de hambre". T m de los jefes de fgmilia y &-
demibe la d1~tribucióndel tamaño del pueblo de origen de los jefes de yuges migraron por seguir a sus padres o hijw, "porque la vida erra rnL
familia y cónyuges en Cerrada del Cóndor. Las cifras de población fhil aquí".
de los lugares indicados como de nacimiento de los pobladores fueron Este cuadro es corroborado por el censo que hemos efectuado entre
obtenida del Censo Nacional de 1960, por ser r e p m t a t i v o de la Ir totalidad de los jefes de familia y cónyuges de la barriada:
época de mipción del promedio de los entrevistada.
CUADRO 5. Causas de & migracidn ds ios jetes de familia o cbnyuges
CUADRO 4. ~oblacidnsn 1,%0 dsl lugar de origenx4

Ndmero % -- -

Trabsjo 128 40.4


Menor de 2 500 180 68.2 Acompañar al marido o padres 88 33.4
2 500-10 000 32 12.1 Razones familiarea (no económica) 26 9.8
10 000.25 OaO* 25 9.7 So desconoce 22 8.3
25000-100000 2 0.7 Total 264 99.9
Dudoso* 25- 9.7
Tata1 264 100.4
El 48.4% declararon haber migrado por razones ewnbmiw: "no
habíí trabajo", "no t e a tierras", "la tierra no alcanzaba para man-
tener a la familia", "está m u e r t o por allá y vine a ver si padia
PATRONES DE MIGRAGI~N
! trabajar", "no tenía que darles de comer a mis kijog". A
hay que agregar el 33,4% que mi@ par arnmpaik a f a m i k
posos e hijos) que rnigraron por razones econ6micas y de quienes
grqo

El momento a). En esta sección se describe en detalle la historia dependían. S610 un 9.8% declararon haber migrado por razones que
del proceso migratorio para un grupo de 25 familias provenientes del no fueran' directamente económicas.
ejido y hacienda Villela, municipio de Santa María del Río, estado La ocupación de los migrantes en m lugar de origen fue el factor
de San Luis Potosí. Simultáneamente, se hace uso de los censos efec- más relevante en cuanto a situación económica:
. tuados en la barriada, con el fin de presentar una síntesis del patrón La mayoría eran jornaleros sin tierra, o familiares dependientes de
de migración tal como se presenta en el caso de Cerrada del Cónd , jornaleros. Sólo el 13.7% declaró otras ocupaciones, tales como: ayu-
Hay en Cerrada del Cóndor 30 jefes de familia y cónyuges ori 1 h n t e de zapatero, obrero de aserradero, matador de puercos, peón
n a r b del estado de San Luis Potosí. De ellos, 25 provienen del ej dt albañil, acarneador de frutas en camión, carbonero, chofer, iaw-
14 La interpretación'del cuadro debe modificarse debido al hecho que mu
chaa informantes (especialmente en las categorías señaladar con arterisco) dec
I dera, m-, sirvienta de campo, cuidador. S610 4 informantes deda-
mron haber sido campesinos con tierras; dos de éstos vivían en la
,

m64mg lugar de origen la cabscrra da rnun2ipw de la ranchería en q


a & c ~ c l u d 6 npodemos
, decir que un mínimo de 65% de los migran
"*
p.
m' s o&* netamente rural, aunque la cifra verdadera probablemente se
&a 80%.
+ Los nornbru propios y otros detalles que pudieran servir para ~ e a b - '
fkar a loa informantes han tido cambiador en esta tesis.
\- ir
M PRSP. Y. ~ r w f & w m % + s OR~OENES.Y P ~ T R Q R ~ 4-SE

total de 27 042 Wi@nímViileh*. coms & m ~ y & d~ dm e j i d ~ ,


:8~L~1, + menos de 1 8(113 Witantw* lo que ea +;.S, de los lugases de arípp
para la gran,mayoría de 10s pobladores de Cerrada del a n d a .
p La migración inicial de Villela ed Distrito F e d d se produjo en
la década de 1,950, cuando Juan P b Fernádez migró ai I3listht.o
.. , , W p e e i . ~asala&tdo
) sin tierra 9
Federal en c o m m de un hermano y de algunas amigos, &jando
atrás fa miseria y el estankamiento del campo para probar suerte en
la capital. Esta jóvenes iit$amn al Distrito Fed&al sin contar con
mnigos ni parientes; después de diversas peripeciak, tres de ellos' (los
hermanos Pém y un amigo) obtuvieron trabajo en las minas de arena
y se r a d í m n en.(=erradadel C6ndor. Pocos años mAs tarde se reunie-

pmpied@Fcde sus padw, dtro dijo que sus &mas eran "pobres y po-
a", Y el ~ u a f t omig14 porque una presa inundó su tierra.

te tal, desde los factores de selectividad que


de mígrantes hasta la descripción de .sutras-
rrada del Cóndor.

temmte nu se m i d e n 5 el ízkm
creGmrento de la @lacib
-te
Bi -0 de t i & m de labor ejida
rmyu&a de temporal; ~iemblxnuna supkfiicie más reducirla de
1 corregpmde debido a la mala caiidad de las &-ras y p
de mdxli e c m h n b . Se dembran mhWy9rijol pafa consumo
dwiviunente; así y todo, 1s msechzr alcanza p&kados o tres
al afio. Los -pesínos " n e w m e n t e se ven
&o en otras fuentes que les proporcionen ing

Alemán, Znvsstigacidn socio~eolodmica


amthta Mexicano de Inveatigaebnes
D&ZNES Y P A ~ O N E S DE ~ 1 ~ 0 x 6 ~ ~ ~ ~ O E NYE PATRONEB
S DE M-61

m 7 . Edad de migracr~nde los jefes de familia


y cdnyuges nacidos en provincia

OUADRO 9. Lugar de residencia (actual o a su faüecimiento)


de los padres de jefes de familia y cbnyuges
Se desconoce
1
Número %
En su lugar de nacimiento: Ambos 153 50.67
Uno de ella 35 11.59
En el Distrito Federal: 49 16.22
Uno de e l l a 30 9.93

302 100.00

aumno 10. Lugar de nacimiento de los fiadres de los jefes


de familia y cdnyuges migrantes
b) A la bgmada
Número %
Ambos padres en el mismo sitio del migrante 228 88.5

Tiempo entre llegada al Distrito


Federal y llegada a la bamada

El censo arrojó resultados concluyentes. Solamente un 3% de los


Más de 10 años padres de familia migrantes o sus cónyuges nacieron en distinto sitio
que cualquiera de sus progenitores. En otras palabras, debe eliminarse
1s posibilidad de un patrón que comportara una migración inicial de
los padres a alguna ciudad :de provincia, desde la cual se efectuara la
migración de los hijos al Distrito Federal.
i$cibron escalas intermedias en ciudades de provincias antes de migrar Juan Pérez Fernández y sus jóvenes compañeros de Villela iniciai-
4 M t o Federal. 1 mente trabajaron "en lo que pudieron": obreros en las minas de
dos grupos entre los migrantes. Unoa 12eg;anni direc- rrenq peones de albañil o. tabiqueros. Finalmente, Pérez Fernández
a la Cerrada del Cóndor; entre d h están casi logró entrar al ramo de k colocación de alfombras, donde 13 de
de Villela. Otros residieron en el Disurito F e d e d 19 villelinos trabajan actualmente. La ayuda brindada a los nuevos

$
' o&~nis r ~ATIION~w
~ S MIO- 61
&HBS Y FATROIES. Di$ hfE3BM3&ti
I

por susl parientes 40 se limitá Únicamente dojaxpient9 gra-ib fue eontinuo desde fines de 1% década de 1930. A partir
! de 1950 hubo un incremento ea la tasa de mimeidn a h barrida3.
B W$ddatbemocional, sino que 1w parientes de sexo nmsdim~hszn mantenido practicamente constante en las Últimas dos
W introducidos a un rzuno de trabajo relativamente Iaoi"5rtivo a pesar.
de,h eventual competencia que eUo -a significar párra sus &
p
WWI&. El h i t o de e&a operaeih permitió a los v i l l e h migrar en
gran número: la población de Villela en 1950 fue de 564 penioliw; UADRO 12. Dlcada de llegada de los migrantes al Distrito Federal
en 1960 habíí disminuido a 489 habitantes. Pese a1 aumento vegeta-
tivo hubo un decremento neto, que posiblemente tenga relación con !fes-.de familia y cónyuges
, la exitosa aventura migrataria de Juan PCrez Fernández y su hallazgo DCcada Número %
de Cerrada del Cóndor.
1960-69 74 28.0
1950-59 72 27.3
1940-49 51 19.3
1930-39 34 12.5
1929 y antes 12 4.65
Se desconoce 21 7.95
. Total 264 100.00

*&O 1l. Erso$zddad de los jefer de familia y cónyuges


Lo anterior r e m e las características espaciales y temporales obser-
vadas en el patr6m de migración a Cerrada del Cóndor. A partir
de 1950 se observa en la barriada el efecto de una corriente migra-
Escolaridad toria continua, sin grande8 flqctuaciones de un año a otro. El me-
nismo migratorio de Villela es representativo en todos sus aspectos del
Analfabeta 91 34.5 proceso observado en la barriada en general.
53 42.4 En cuanto a la forma de migrar, tampoco existen grandes varia-
36 13.6 38 30.4 ciones entre los migrantes de Cerrada del Cóndor. El modo de trans-
porte es el "camión" o autobús interurbano. Las familias migrantes ,
llevan consigo toda su escasa propiedad: ropa y enseres de cociha.
264 100.0 125 100.0 Los migrantes solteros solamente llevan un bdto con ropa. Como es
natural, la mayoría de los migrantes tiene planes muy inciertos en el
momento de emprender la migración, ya que no conocen el mundo
de la gran ciudad. Algunos esperan arraigarse defiitivamente en la
ciudad; otros piensan regresar a1 campo después de un perfodo más
o menos variable. Estas intenciones iniciales parecen influir poco en la
adaptación a la ciudad; el número de los que regresan al canrpo

nto c). Al evaluar la adaptación de los migrantes de


J h.grado de primaria. Villela a su nuevo nicho ecológico en Cerrada del Cóndor, debemos
gmcióni de ViDela ha sido continua desde m idsi~cióna l r e recordar que los primeros tres migrantes eran jóvenes menores de
20 años, solteros y sin contactos previos en la ciudad. Los demás
amente a casa de sus parientes ya radicados en el Dis-
OPSOLNES Y PATRONES DB B H G R A ~ N ~ ~ S N BY SPATRONES DE 1tm~~~r6t-g 63

OUADRO 14. Estado cid de jefes de familia y cónyuges


arrimados donde una prima y dodanios todos en una csuna; sl migrar al D. F.
ncz m p d h n o s ni dar vuelta en la mma." Posteriormente, esta 1
2nfomante ya establecida en Cerrada del Cóndor, trajo en la misma Estado civil Nkmero %
forma a la Gltima hermana que había quedado en Vdlela, con sus 22.6
33.4
148 56.0

Las familias villelinas mantienen una vida familiar activa; se visi- 37.4
tan, se apoyan económicamente, viven en unidades domésticas de 1.6
v d a s familias emparentadas entre sí. Los hombres tienen su propio 4.9
de futbol. Su adaptación a la ciudad parece ser satisfactoria;
riiÍiguno piensa en itegresar. No se ha producido desorganizacióil fami-
liar; ni siquiera las abuelitas más ancianas doran su .tierra natal,
donde, según recuerdan, "nos estdbamos muriendo de hambre". La
mlidaridad familiar se extiende a todos los aspectos de la vida. Cuando ~ U M E NDEL P A T R ~ N MIGRATORIO
mbkmteimeptefdeció un vilíelino, todos 1Qa familiares ayudaron a pa-
gar los gastos del funeral.
Los factores quid más m k m t e s en la adaptación de los villelinas
han sido: su pr>0+6n a m&ar en grupos familiares constituidos,
y la pmrncia de fskdíkes en el Distrito Federal. h cuadros dan los.
datos correspondientes para la totalidad de la barriada:

CUADRO 13. Vinculos previos de los migrantes en el D. F.

Parientes
~ I M C I Ó N INTRAURBANA: EVOLUCI~N DE LA CIUDAD
Paisanos y amigas
Patrones

un crecimiento acompañado de un cambio cualitativo, de


industrial a ciudad industrial. Esta evolución se puede seguir
4

69
tsr, wtcsanos, trabajadores y c a m p d m , hasta Ikgar a"-
males. Residencia, coxiwzrcio y manufactura tienden a coexi rhl, p~ead& ahora hm procerros inkewos de s b p e g d h
a ha .mimas zonas de la ciudad.le En cambio, h ciudad indust ica y soeial) y dssmhaliaackha. Se inician lo9 propctm'de
tiwde a distribuir el terreno en anillos concéntricos ocupados por d 6n urbana, que tienden a desplazar ia población pobre & 11d
zenh grupos y funciones social^.^ En el círculo interior e5t6 el cen centrales y que, jua& al gran incremento de la inigraeibn
administrativo y comercial, los grandes hoteles y negocios. sigue u udad, contr'buyrtn a la formación de n u m m badadas en
w a de m a s viejas, de edificios semidilapidados, en los que vive g pea+f&icaa d norte y miente (Ciudad Nez&ud+i yq
p h : vecindades, "slurns", "hobolandy', etc. Un texer anillo as del e& de M&co).
ocupado por barrios obreros, seguido por una zona industrial. En la actuahdad, el cenkm addnistratiivo y comercial esta d
periferia se ubican .los suburbios de clase media y finalmente los o por una mns de wecindades (r~guria),muchas veees en
1
c h e alta. guas casonas de Is clase alta preindustrisl. La &dad s i p cre-
En la ciudad de México es posible distinguir tres etapas del .des- o y t r a g á g h pequeños pueblos periféricog, tales carno San
arrollo de la ciudad.ls Anta$ de 1930 se p r o d b la concentración de ~ , se transforman en zonas residenciales y comer-
y C ~ y o d i x que
1& pobld6n y centralizaci6n de las funciones urbanas, de acuerdo ai . En s e e t m de estos antiguos pueblos conthúan wiendo Iáa
patrón de la ciudad preindustrial. En ese período se forma un iinica res de la comnnidad, los at.resnos, obmm wb&ur&, mq$&
&trito de comercio en el centro de la ciudad. Hacia fines de ese ncluso f& m- que cultivan pequefiag d p a s , al i d o
pdodo, durante la d6cada de 1920, se advierte la farrnaci6n de colo- as ressdencias de cladeo media y alta.m Suben íos precios clel
nisrs residenciales de clase media y aita hacia el suroeste de la ciudad y la ciudad va daalojando estas islas semirruralea, cuya
siguiendo la calzzrda de Tacubaya y la avenida de los In res son dqhzados hacia b a n h h situadas en zonas aledaIístsr.
Ea 1929 las zonas periféricas de Mixcoac y otras fueron inc punto de vcista ecoHgim, eshs barriadas son verdaderas regio-
oficialíneate a la ciudad de -M&ico. refugio, porque "su situación mai.ginal y su ai4lamieñto loa
Be 1930 a 1950 se acentha el proceso de concentmci6fi y centra en de la agresibn de los grupos más adelantados''.m
kaci6n ,pimultanemnente con una iriversi6n del procesa hacia un
'
d ~ e n ~ ~conatercia1
i 8 n en direccián al sur de la ciudad. Se inici
' h invasión ds tos mtigww barrios residenciales por los comercio
y aparece la uuta & Ixpxqentes como nueva zona comercial. En 1 DEL CÓNDOR: MIORACIÓN INTRAURBANA
d b d a de 1940 se produce el de los fraccionamientos (Loma
de Chapultepec, Anzures, Polanco, Colonia del Valle), y el movi la mayoría de los pobladores de Cerrada BeI CbndorV
miento hacia los suburbios de grupos elitistas de la población. O
- nativos, habian llegado a la b a r r i i d d una
Despuks de 1950 se produce una evolución hacia la ciudad ind encia -a en otro punto de la ciudad. A travOs de censas de
trial. La población pobre, tanto nativa como migrante, se concen las unidades residenciales de la barriada, ha sido posible esta--
en los tugurios del centro de la ciudad y en colonias proletarias el patrón migratorio de los pobladores dentro del Distrito
ciertas zonas periféricas, donde ocupan tepenos intersticiales en con
tinuo peligro de desidojo debido d &pido ssecimíenio de los frac resultados demuestran un cuadro diferente al que ha sido
wmientos de clase media y dta, Se forman barrios obreros y rtado para la ciudad de Lima.s1 Solamente 23 jefes de uniueg
i d e s (de un total de 164) dan como primera residencia
.' m industriales, especialmente en el norte de la ciudad. En
las procesos de wncentraciijn y .centralizaci6n propios de la ciu los iugurios centrales de la ciudad, generalmente por haber

-
te G. Sjoberg, "The pre-industrial city", en Amcrican Jeumai of Sociolo le Un ejemplo de a t o lo encontramoo en T k r c o q u d c a t l (UM villa con-
I+ 1955, p. 439. d~ a muerte), de Alfonso Gorbea S., 1962, Univ. de Jalapa, en que se
IP L. Riessman, Tha urban procass, The Free Presq N. Y., 1970, pp. 1 ibe una villa dentro del D. F., ahora tragada por la eikdad.
dlj! G. Aguirre Beldn, Regiones de refugio, m, núm. 46, M6xic.a) 1967,
Lub~Unitcel, 'Za diniímica del crecimiento de la ciudad de Mbxico'"
para estudios de la Poblaci6n>México, 1972, pp. 14-15. S1 J. Turner y W. Mangin, "The barriada movement", en Progressivr
iractatrci, 1968, pp. 154-1%2.
OnfGBNES Y PATRONBS m MKIMCI~

n(rcido allí. Todas las demás familias habían nacido en la zona sur
4
& ciudad, o se habían instalado directamente en dicha
del eampo.
La interpretación de este patrón se obtuvo en base a la obse
dita. La ciudad de México ha crecido hasta el punto de que
muy difícil conocer todos sus rincones. En la misma colonia
Aguilas hay personas que ignoran la existencia de la
Cenoda del Cóndor; con mayor razón es difícil para los
de IOS tugurioe centrales conocer la existencia de zonas
dejadas y escondidas. Son los vecinos más 'inmedia
miento de la zona sur les permite encontrar tales lugares
darse cuando son desplazados por el crecimiento de la
pobladores provenientes de zonas más alejadas, tales como
centrales, no llegaron a Cerrada del Cóndor por iniciativa
fueron traídos para cuidar un t e m o o para trabaj
arena, o tuvieron parientes en la zona sur.
Hay familias que han tenido hasta o
todas dentro de la zona sur. El primer lugar --PUiir*iUQW4
mente determina ia zona que abarcarán los m& =-muy--
ejempla, una familia podrá nxidir inicialmente en
Padres, luego pasar a Tizapán, y en seguida a Cerrada del
o bien, en otro ejemplo, de Mixcoac a Tlacopan, luego a L
las, y finalmente a Cenada del Cóndor. (Véase la figura 3.) um*3 -74
Las causas de las cambios de residencia dentro del Distrito Fe tvimientos de Iús familiar
pueden estudiarse en base a un esquema e
puesto para la migración campo-ciudad. El mir) donde SUS =---- .-
oad& r-r-.--ru-r i r l a L m .in +-. -
LG~~UMU.
M NA V ----- .
monh CS. a-,
1
generalmente un desplazamiento debido al crec
El encarecimiento de los terrenos produce el desalojo de los habi
más pobres, y hasta de los dueños de pequeños terrenos en t
zonas, quienes tienen dificultad para resistir las
i&es 1e p%mn ei tenmo. L.famúin se tA.IPdó
del Cande (mna sur). - r - EatitGr-
a Cerrada &C6ndor mmue e--l rl- .---
----.---*e --
mg-

.,..-.-
u*- -ip:
(U

t m d n i i - ~ a-4
-63. de
y políticas de vender su propiedad. Otro tipo de presión 15. R a ~ n s sLl t~arlaáoa Cmrada del Cdndm
estrechez de las viviendas, que obliga a parejas jóvenes a buscar gor unidades residenciales)
residencia para independizarse de una situación familiar excesivame
comprimida (familiis extensas en un solo cuarto).
En cuanto al momento b), el principal factor de selección p;. Nkmexa
iiegar a Cerrada del Cándor parece ser la presencia de parientes c , ninas
residen con anterioridad en la barriada. En segundo lugar exis 22 13.0.
ci- atractivos econámicos: posibilidad de comprar un terreno, c 31 lb3
mía de fuentes de trabajo, rentas relativamente bajas, etc: El ci 64 37.8
drr, 15 resume las razones principales declaradas por los informa - \r-------- -.,..."-' ¿ 28 16.5
independizane (pleitos con suegro8 o ve&
justificar su trasíado a Cerrada del Cóndor. I O ~ ,etc.)
Caro l . Matrimonio joven (hombre de 23 años, mujer de 1 24 14.2
&bas nacidos en el Distrito Federal. H nació en Merc 169

. J e
1 .
a vívir con la abuela m a m a s Cerrada del
Años de matrimonio o residencia en el D. F.

1 ,b 5.5 ' .

34.1 26.2 13.4 7.4 18.9 100.0


. ,, r

Los: doti m~ t e r b m se
s citan par ser rntírtiv.suaente típicos.

na comunidad bastante joven.

& familia extensa can h padreg de uno de los dnyuges. ( V k e 29 23.2 88 33.4 117 30.
&a 16.) . . 16 12.8 58 14.9
m "Un cambio" puede significar sea la k i a c i b n a Cm&+ del

389 100.00 d
79.
&y que lo9 solveros tienden a cambiar f~eeirihtenien~
que -a
de midemeia, sobre todo por mmes de trabajo: por ejemplo, 1-
r n h salteraa que trabajan de nimientas. Hay 15 casos de f a m i h .
regmamn al campo durante un período más o menos prolon-
7 findmente volvieron a la ciudad.
Fosteriomente a1 matrimonio se producen cambios domiciliarios
cada 5 a 10 años en ~ m m e d i aEn mnclusión, la movilidad residencial
de la p o b W n de Cerrada del CLSndor es elevada en compamdn'
presente capítulo analizaremos los aspectos económico9 de la

d a dos a í b mientras no se tiene casa propia,

ciw d h d a s , tales como M h a c , San Angel Inn, Tiacopae, C


y l a A g u i i , todas de clase media a alta en la actuaiidad.
, ~ "el crecimienta y la dife-
PoBarmMsg concluir, con R ~ b e r t s que

. Eoe p w h t e s y se van d

de un pariente en el lugar de destino.

Itbert Kemper, comunicaci& oral.


,
R o b e , loc. cit., pp. 120-121.
M Jane Cowan Brown, P a t t s m of intraarrban ssttlmsnt in Muxico,
&$&m Se*, Camell UAv., 1972. nts, urban povsrty sud inrtabilily in dsvelaping na-
Internatimal Affairs d m . 22, Harvard Univ. Center
. v
. -
7 I

la prducción industrial. Se satura el mercado de trabajo p que absorben mano de obra; m=-
contingentes de mano de obra: ia mano de obra sobran a son cada vez más reducidos: la industria de la constnimi6n
niveles más bajos de ocupación manual que rqmieren los esta-
tos industriales, camerciaierq administrativos y d<~nésticos:
de limpi-s, vigilancia, conservac%n, repiaraciSn, servicio do-
, etc. En general se trata de un mercado de trabajo inmtable
calificación, coa bajos salarios, deppmistu de organización
que se encuentra cubierto principalmente por migrantes

este planteamiento a la
que una cuarta parte de la po-
percibe .salarios inferiores al
legal y forma parte de grupos sociales que reúnen las carac-
gtas ocupaciones mar-
albaiiiles, vendedores
ndems, sirvientas, ete.
an los migran- del campo;
an aquellos cuya fecha de
ci6n ha sido posterior a 1960.
gGn declaraciones oficiales de la Secretaría,del Trabajo, publi-
en la prensa mexicana en 1973, la población del país aumentó
n de 3.4% anuales desde 1960, pero el incremento de la pobla-
e de menos de 2%. Solamente una cuarta parte de los
anos desarrollan un trabajo. Las plazas laborales generadas por
tor industrial crecieron a un ritmo medio de 3.5% anuales du-
marginadas fluctúen entre uno y otro gmpo de manera pe la misma kpoca, mientras que la poblaci6n del sector agrícola
nt6 en 5% anuales. Debido a la presihn de la población agrícola
el mercado de trabajo, se produce un subempleo considerable
grandes ciudades. Ei exceso de la oferta en el mercado de
se refleja además en la depresión de los salarios. Según decla-
eñtrmjeras, que descansa b g m e n t e m e n t e sobre k base del secretario del Trabajo: el (18.55% de las f d l i a s
economía agroextraceva ~ e i o n a l .Este desarrollo habría as obtienen ingresos inferiores a mil pesos mensuales. El por-
de trabajadores m sindicalizados es del mismo orden. Sola-
un 30% de los asalariados están sujetos al salario mínimo
n y Riviere d'ArcB describen la distribución ocupacio-
la población económicamente activa de la ciudad de México
entre la capacidad productiva del campo y de la ciudad; d ) O, y estiman que 605 000 trabajadores corresponderían a ocu-
mayor desigualdad en la distribución de ingresos. Existiría una' es de tipo marginado. Ifiienia Navarretel" declara que en la
lución análoga para los mbtos no industriales de la economía.

8 swkel, loc. cit.


1 J. Nun, 'tSupbrpoblaci6n relativa, ejercito industrial de reserva y
marginal", mimeografiado, sin fecha.
6 Quijano, loc. cit., p. 80.
W

tra mercado de trabajo dentro del sector marginado; sin


5 3.2
7 4.5
8 5.1
5 3.3
15 9.7
155 100.0

y un 30% pextenece a otras ocupacianes de tipo m *,


mente un 10% trabaja en i h t r i a s aun cuando el tipo de la

y carecen de permanencia y seguridad en el trabajo. Los


labores que realizan corresponden a la calificación general de '
y son relativamente intercambiables, de manera que muchos

Lo&.cit., p. 86.
inalidad que no depende significativamente del punto inichl
dva, ya que si se llegan a enfermar pierd la trayectoria ocupacional del marginado.
a lOQl 'rtmpIeados", son trcmb14 obreras no
guen de los anteriores por percibir un suddo, m o 19. Biografia ocufiacional de jefes de familia
Departamento del Distrito Federal ( P h a r (hombres)
m, etc.) y de alguna tienda grande; en tamas & h e s . Los
barriada que cuenta& con en*t~daaifijas y derecho
1
Ocupución inicial
Los "servicios"' e s h representados por Campesinos Trab. no calif. Otros
p a d h de iiefmws, aguadores, veladores, m m m y
dom~gths.LOS ''comer&iañtes'9 son: vendedores ambulantes c
pados, gelatinas, pri6diccs, pollos, huevos, y tres dueños de % % %
tiendas. En su mayoria subsisten con 1aa ventas dentro de rb. no calif. 65 82.1 26 40.6 0 04
iificados libres 3 3.8 17 26.5 12 .7&5
6 7.6 13 20.5
3 3.8 3 C6
mercio 1 1.3 1 1.5 1 4.5
ipleados 1 1.3 1 1.5
- - 1 4.5
o a0 o 0.0
O 0.0 3 4.5
~a .mayor parte ke las unidades doméstiqs en&& 79 99.9 64 99.7
mujeres, se mantiene mediante el servicio danbtico. Entre 1
vientas dom&tica~se han incluido también las lavanderas. Ai
trabajadomi que no se dediin al servicio doméstico inclupn % % %
lteras y wmdwbras &da~t~s (de raspadas, de nopales, de c rb. no calif. 27 34.2 22 34.4 O 0.0
para los db&ik+squa tqibjan en las constnicciones). Las fi Uficados libres 24 30.4 19 29.7 9 403
encab-ezadaa por 3nizj.m~suelen tener un nivel de vida mw rb. industrial 5 6.3 6 9.3
- - 5 22.6
4 5.0 4 6.2
6 7.6 O 0.0
ipleados
ntistas -.-
9 11.4 7 10.9

categorías se advierte una ligera tendencia a mejorar


pacional con el tiempo, notablemente p r que la cate-
Se observa que la segunda ocupación para los campesiñ iadores calificados libres"
- o- -- -- -- -- - ---
maest- nn - nww+wxn+s
-r--".....
su primera acupaeíón urbana. es casi exdusi~amwrtela de -=- ----- x-- --- "-
I nivel superior de la carrera de De6n Aauellos nile nn e ini-
do& no c a l i f i d a En otras &abras, casi el Gnio trabajo y G n e s ni de campesinos alaban teniendo una estructura
23 nuevo migrante es el de peón. Eventuahente sin h b q ligeramente diferente en apariencia: ello ge debe - ----- a -- h
a otros tipos de ocupación, en las mismas pro k de trabajadores no calificados,-10 que aítera los ~orcentaies
que aqudos que iniciaron su vida económica en la ciudad. % poseyeron
-a--
-

wlstr, por consiguiente, de una estructura ocupacional Pm* - o-----


nennec
r-----
PR

%, sin importar que su origen hubiera sido urbano o rural. En


--a
-
$8 i w ~ a m h514LA qB ,+ ~ 29
d i o , rtq~iim que si poseyeron una diftcaci6n - .lI -
tipo, continGan ocupando los mimos niveles ocupa

NIVELES ECONOMICOS

Un trabajador que percibe el salario mínimo legal ($32.50 di

suales por concepte de rentas, pero los demAs rentistas, Irw


icq obmm industxídes, las lavanderas, los maestros calific
giumban del orden del salario mfnimo, cual más, eud

' I

se re&& una investigación epecial, con el objeto de def


&eles de uidu en base a ias posesiones materiales de cada
' U* o * & I s s sy%Emtes: e~a190b
Edadara, hin8q&.a, &M.' .a,

cuadro siguiente:

c u ~ ~ a20.
o P+nicicín ds valores para Iai vsriables

"buend7 Conatrnccíh de tabique o


(l) meato con tedio de wc
v.*
4%*+cm-
-&mnBnaiuM>rs
yPwf.w:, , \ .a

coser. &y mt:ifijs


juguetes, pelotas, un wi-
Usan el baño del suegro

&jm y lavan
msrb con cocina exterior. hecha de tabiiue con techo 4
23- fitribwidn de o c u m e s por nrvdes
79 jefua de tinidad rai*dmci&

Niveles
A B a D
N&. % Núm. % Núm. % Núm. %
J""1E-s Y-'-='. rab. no calificado O 0.0 1 0.6 4 2.2 40 22.3
Ei seflor dá a l$8.&a 819d s t m a n h piara d ga%to. ilificados Libres 2 1.1 9 5.0 14 7.8 25 14.0
m dida en &¿a, 81 diario en colegias y 52 U d parrr -smercio
Empleados
2
3
1.1
1.7
1
1
0.6
0.6
4
3
2.2
1.7
3
1
1.7
0.6
k eurmlda al mbf6 al sefior. %l bebe @=" t
,
Rentista 3 1.7 O 0.0 3 1.7 O 0.0
Cesantes O 0.0 O 0.0 6 3.3 16 9.0
Trab. industriales 3 1.7 2 1.1 6 3.4 7 3.9
tl icuarto. Tienen dos camas con Servicios O 0.0 2 1.1 3 1.7 15 8.4
l

t en el nivel A. Los niveles B y c son intermedios y contienen una


mayoría de trabajadores calificados libm.

-jp11 a d m a q a s q (ella. lava


-, gana& $25 .di&). 'El

an;ia 1con-8bal d s n de $2§&arioa. El d m r paga la renta c%$d bien el ingreso no e s a siempre directamente comelaicionado con
tipo de ~ N d n puede , anticiparse una relacSn más directa
el ingreso Y el nivel económico. Esta relación -----.--------
------- ef~rtivs
mPnhP m w i ~ l m
- - \"U-,

b o se desp&& del cuadro 24.

24. D ~ / ~ U C W
de UUrgreso~por niveles
d e s r&nc&s

La a x i W de los nkeb e<son¿knicm establecidos en los : Immw-


f~mih'6
N&& r . "-.9
antai.iokes a30 aprecia o m& de su comIaci6n con diferentes p A B , 4 D
D
dores que tieam rina relación m& o mmos clara o $ i t a g .!'l
reamm y las necesidades de coda unidad residencial. Uno de % de$W o o 8 18.60 46.67 , --
inma mk bportantes ee el tipo de mupacibn, se& se d e s p q ir $900 1 7.4 4 23.53 14 32.56 31 9 .i
$1 200 2 94.29. 5 29-41 9 20.93 7 6.".
cuadre 23. I 81 21K) 11 78.57 6 35.N 2 4 65 K (i 7i - '1.
& em~,cuadro venm que la estrwtum ocupaciod del
'1 la invea del nivel D: el p i m r ~&G 2 11.76 10 23:g
14 100.0 17 100.0 43 100.0
' en su mayoría por trabajadores industiitfale~,cniphdw y i
w LIIJlw-A
E C O N O B ~DE EA B*PIIUDA 85
Vsmos que cerca del 50% de las familias de &wl D B m entra-
dsa m e d e s inferiores a $600. Tanto el wivd B smm J c se carac- CUADRO 25-~khuhu&uridn de tenencia de la .vivienda
ta&ag porque m& del 50% de las familias poseen ingrwoS CQmPmn- según el ñivel económico
didw entre 600 y 1 200 pesos. Finalmente, en el nivel A, cerca d d 80% 175 unidades residenciales
de, familias tienen ingresos superiores a $1 200 mensua1es.
Posiblemente atín m8s significativo sea el sesgo de la distribución
de en cada nivel. En los niveles c y D la distribución está
*da hacia los ingresos bajos, de manera que el ingreso moda1 (d
fmiuente) está por debajo del ingreso medio. En cambio, lo contrario., 10 5.7 0 0.0 3 1.7 O 0.0 13 7.4
O C en ~los niveles A y B. En ovas palabras, si bien los gnipas 0 0.0 4 2.3 5 2.8 21 12.1 30 17.2
medios ( B y c) tienen ambos la mayoría de sus familias integrantes o 0.0 2 1.1 2 1.1
en el rango de ingresos de $600 a $1 200, la diferencia de mgo implica 7 4.0 11 6.3
qrw: el nivel c gravita hacia las rentas bajas, mientru que el nivel B 4 2.3 8 4.6 25 14.2 67 38.2 109 59.4
tiende hacia las rentas altas. En el nivel c una familia de cada cinco 0 0.0 33 1.7 6 3,4 8 4.5 17 9.7
gana menos de $600 mensuales; en el nivel B, ninguna. 14 8.9 17 9.7 41 23.2 103 588 175 100.0

VNIENDA Y TENENCIA DE LA TIERRA EN CERRADA DEL C ~ N D O R Los dueños principales de 10s terrenos de Cerrada del Cóndor viven
en el m t e de la barriada y son propietarios de unas 90 vivien-
das 0 terrenos. Existen otros 17 propietarios menora, de los cuales
11 viven la barriada. Algunos de estos pequeños propietarios per-
ciben de uno O más terrenos; los ttemás son dueños ml-ente
del terreno en que viven. Hay 17 familias que no pagan renta, sea
Por ser hijos Q parientes de propietarios, o por ser cuidadores de
terrenos- Hay tanbién unos ~ O W S jubilados de la tabique&, a quienes
el dueño no cobra en atención a sus servicios pasados.
del terreno en que v Los 30 jefes de unidades residenciales que "rentan el piso" pagan
terreno que ocupan. de~~chos de $30 a $120 mensuales por el uso del terreno. En cambio,
10s que miendan cassr y piso, que forman la mayo&,
promedio de $110 a $280 mensuales de renta.
Existe wis variación considerable en las rentas: una familia paga
a400 znensuales por wa casg reksivamente espaciosa y de mejor
dad. Otra famiiia paga $300 de miendo. El monto de los d e n d o s
te de acuerdo a la c d i d d del t e m o o de la
én según la relación entre dueño y - d a e a
dueña principales de k barriada cedan faci-
n pariente, compadre, antiguo trabajador de h
a aigún poblador que está "pasando por un

S tipos do construcción que prevaiecen en la bammadase m-


n el cuadro 26.
"tabique" es el laarillo ordinario de constnicei6n. El tipo de
en la barriada es de construcción de W h
, -
%QOEIO& Dt LA DAummA
ZCONOM~ADE LA B A ~ R ~ A D A 87
ie 1 793 596 personas) vivían en unidades residenciales de un solo

Las viviendas que c w t a n con dos o m& niartas generalnena


-alojan a familias extensas, es decir, a grupos compuestos por varias
1. Tabique can techo de lámina o asbesto f a r p i h nucleares (capítulo VI).En estos casos, la densidad de ocu-
2. Bloque de cemento con techo de lámina o abesto pa'ción de la vivienda ui d p menor. Para viviendas de dos cuarta -
J. &be con techo de lámina o cartbn con cocina exterior, la densidad es de 4.0 personas por cuarto; cuando
4. Madera, l b m i o tabiques mixtos eon tedio de W i a 9 no hay cocina exterior, la densidad sube a 5.0 pemnas por cuarto. Las
5. Casa de -&al de desecho viviendas de tres o más cuartos pertenecen gwierdqente a d u e h
de sus propios terrenos que han construido casas más amplias y cómo-
-'-- para ellos y para sus hijos.
Otro factor que influye en la calidad de la vivienda es la dispo-
enn techo de l h i n a . Un 53.3% de ias viviendas tienen piso de ce- iibilidad de servicios. Ya se ha mencionado la falta general de insta-
laciones domiciliarias de agua y luz, d menos de tipo legal. En siete
casos existe instalación de agua potable dentro de la unidad domici-
liaria; esto significa la existencia de una llave propia, Una sola casa
está dotada de instalación interior de agua potable con conexiones
unidad raidencial para cocina y baño. La situación sanitaria de la barriada puede deti
prenderse del cuadro siguiente:

DRO 28. Servicios higignicos por unidad residencial

Tipo de scruicio Ntim. de casos %


b p i o (taza c a b i c a o letrina rústica) 18 11
Taza cidmica compartida 28 17
Letrina h t i c a compaktida 6 4
No hay (usan la barranca) 84 52
26 16
Total de Mvieadas censadaa (1971) 162 100

'OSESIONES MATERIALES

Oscar Lewis12 ha hecho un inventario de las posesiones materiales


de 14 familias (83 personas) en una vecindad de la ciudad de
México. Las 14 familias vivían en unidades de un cuarto con cocina
afuera, hechos de adobe con cemento y techo de cartón dquitranado;
corresponden bastante bien a los niveles económicos c y D que hemos
descrito en Cerrada del Cóndor.
12 Lewis, loc. cit., 1969, pp. 115-124.
EDOM* I2E L A E
- ~ 6 M 3 B l f ADZ M 'S-A e 89

-a. En el m
,. &'*bem LCfiir tOtd La utí~~~ación de las camas se desy9i.éjnde del cuadio 30, donde el
1

en la v e c i n u era de 23. M decir, 1.6 -a Pr Ir vdor rmdal es q u e f que ocurre m$s frecuentemente. 'Pmejemplo,
de
chpndiente en la b*a de Cerrada de1 cuando h y unaid a men la unidad domhtica, el n h m pro-
ra dgui-q*p: ' medio de pemnas en la vivienda es de 4.0; sin embarga, el caso que
.( te es de d a persona Al m b O tj,p,
personas que d h -e -a
os m a s . El nGmero de persianas por
una variable M - del nivel
nómico, debido a que el valor moda1 fluGtGa en forma demmiado
lenta alrededor de 2 personas por cama.
b) Muebles. En la vecindad descrita por-]E,ewiewis, tod& las familias
tenían como mínimo los siguiwtes mueMes: cama, aofehh, mesa y
una repisa para m dtar a peua platoB. O t m art5culos de uso frecuente
eran una silla, un armario y un radio. T & hs famili= tenían p h -
cha eléctrica; drrs familias usaban tenedores y una familia d a

lo m 1 repmnta un gasto proporcional más alto pasa las

CUADRO 30. Númer

laa barginados son considerados sujetos de cr6óiro para


d comercio urbano. El cuadro núm. 31 describe la si--
bimhda respecta a'algunos tipos comunes de aparam
consumo de E6M y el nGEero de persamas emn6micamente =tivas.
Según las apmckiones de propios famjliam (generhenoe
sus esposas) no existen bebedorea mmivos en el n i 4 a, ya ue el 7795
de lai jefes de !ImgL en e&+ sategoría son abstemios o be%, &e
radaente, En cambio, en el nivel D k y m& bebedora "M
180 99.9 que "motEeradodu, segán la misma apreckci6n:

CUADRQ 32. C o w m o dd d c ~ h &l


~l de u&& residsncUil
(Se& afn'GCibctbctbn Brr miembros de b fa*)
157 untdaalss r e s i ~ c i e i ~23
s ; se descolrocsn

Abstemio o moderado
'Y: "ESTELO DE VIDA''

100.0 100.0 fOO.0 100.0 m.0


1. Ingrws: En el nivel A los ingresos son
Roaes a $1 200 menmaia, mientras que en el nivel D aon gene Es imprtante destacar que el cambio más significativo ea el pa-
trón de consumo de alcohol se produce en loa niveles intermedios, es
decir, en la transición del nivel c d nivel B. En este último nivel,
3 prácticamente ya no encontmmx bebedores "excesivos". Si conside-
ra- que k categoría de bebedores "mcesivd ischye a los pobh
dores que podrían calificame como "adictos*',, dt&e un p t o de
del terreno en que vive. Casi todos loar dueños vista médico, dekmos c o d u i r que la adkción al *bol está corre-
uentran d~ el nivel A, Hay cuatro familii de ni lacionada solamente con Isa ni& eeon6si'iod) inferiores (c y m), y
que la transici&nldenivel GI a nivel B S refleja en m m b i o cualitatiim
tn los patrones de ingestión de aloobo1: -
Presentamos en el cuadra 33 el ni%aen, de adultos que trabajan
por unidad residencial, se& los niveles ec~n6niiw.
En los niveles c y D ia mayo& de IOP jefes de unidad do&&-
trabajan solos, generalmente porque no permiten a sus esposas que tra-
bajen. En contraste, tanto en el nivel A como en el B trabajan dos
o IZASadultos en la mayoría de lm Bagaes, 1s cual podt.ba h p í b r
una actitud más tolerante Erente al t r a b e femenino, aunque también
puede implicar b pmmcid & hijos aduitos que trabajan y c o o p a a . '

Ambas c i r c ~ ~ i tienen
a s e o ~ u e r z c bi m m t e 9 para d &qi
,=
~ a d ak
b DE-
nunca fueron a la escuela. Entre los pobladores nacidos en el Distrito
Federai, la situación educacional es mejor; pero la cifra de malfa&
tismo sigue siendo alta. En cifras globales, un 35.6% de los jefes de
'amilia y cónyuges en Cerrada del Cóndor nunca han recibido nin*
.ipo de educación f o d .
Las cifras de asistencia escolar son similares para hombres y mu-
jeres; sin embargo, existe un número ai@fi~ativazmnte mayor de
autodidactas.entre las hombres que entre las mujeres. Los autodidwtao
aprendieron a leer y a escribir en forma rudimentaria después de la
migraci6ns respondiendo a las nec&dades del trabaja urbano. Entre
las mujeres no existe una necesidad sipilar, ni siquiera para la mujer
14 7.7 17 9.4 43 24.0 105 38.7 179 1
que trabaja, ya que el tipo de ocupaciones femeninas no requiere el
conocimiento de las letras.
Debido al bajo nivel de; escolaridad geieral en Cerrada del Cóndor,
podría suponerse que las diferencias de e s a d a d no serían significa-
tivas en términos del nivel econ6xnico de los pobiadores. Sin embargo,
se detecta una tendencia a la estratificación económica, según la
alfabetización de los jefes de unidades residaciales.
El cuadro siguiente aporta alguna información sobre la educación
en cada nivel económico:

CUADRO 35. EscoJaridd y nivel econdmico


179 unidades residenciales; 1 no se sabe

Niveles
A B C D T0td
d8 la unidad Núm. % Núm. % Núm. % Núm. O/o %
. .
mfi 4mIb autodidacta 1 7.2 3 17.5 9 20.9 38.1 29.6
Madre y padre
Padre e hija(s) . 4 28.5 11 64.9 8 18.6 25 29.8 26.8
42.8 1 5.9 9 20.9 14 13.3 16.7
14.3 1 5.9 4 9.3 3 2.9 5.6
1 7.2 1 5.9 13 30.3 23 21.9 21.3
14 100.0 17 100.0 43 100.0 105 100.Q 100.0

Cabe observar en los niveles c y D que un alto porcentaje de cues-


aron sin contestar. En los niveles A y B, más del 75%
tipo de escolaridad formal. Significativamente, el porcen-
tos o áutodidactas aumenta al disminuir el nivel
$BONO& DB LA ECONOM~A.DELA BARBUDA 95

~x TWA, 'UNA FORMA BE CR&DFFO ECONOMICO


Desde un punto de vista económico, el marginado es un individuo que
no participa plenamente ni en el mercado de trabajo ni-en el de con-
sumo. Los censos efectuados en Cerrada del Cóndor indican que los

buscarse principahente en el proceso de modernización e industria-


lización que ha producido un desarrollo de la oferta de trabajo mucho
más rbidamente que el de la demanda Los paises en desarrollo
carecen generalmente de b s recursos tecnológicos y financieros nece-
sarios para implementar un crecimiento equilibrado de todos los
sectores de la economía: industria, agricultura, comercio, transportes

Según los economistas y sociólogos de CEPAL, tales como Quijano,


la marginalidad es el resultado de un sistema capitalista dependiente.
sona. El sistema mismo, en sus aspectos de crédito rotativo wn Las nuevas formas de tecnología y de organización vuelven obsoletos
de capital continuamente reconstituido, es entemmente similar una serie de roles ocupacionales tradicionaies; al mismo tiempo causan
c r i t ~por Geertzl3 en ciertas regiones de Asia y &rica. NO se r un crecimiento explosivo de la poblacibn, especialmente de la pobla-
un tesorero para este tipo de crédito, ya que no hay acumulaci ción urbana, que se acrecienta además con el aporte de las corrientes
capital. migratorias del campo. El resultado es una población sobrante, que
El cumplimiento de las obligaciones de los miembros de una ya no puede ser absorbida por el sistema.
se b& en las relaciones dc confianza que existen entre ellos. Para Adams," en cambio, la marginalidad no se debe tanto al
luego, no hay sanciones legales por incumplimiento, ya que no sistema capitalista en si, como a la industrialización masiva en una
d n g b contrato formal. Los parientes o a m kos que se asocian economía tradicional. En el caso de México, esta industrialización
tanda lo hacen dentro de una ideología de ayuda mutua. italista dependiente
o; de haberse desarm-
ado una margkalidad

La forma característica de extrema pobreza, que adopta la mar-


ginalidad en América Latina se debe en parte a la falta de mecanis-
mos de seguridad social adecuados. En los países industxializados,
donde toda la población se encuentra cubierta por algún tipo de
seguridad social, la marginalidad adquiere rasgos diferentes. Llama-
mos "marginalidad de pobreza" ai tipo de marginalidad que podemos
observar en las barriadas latinoamericanas, por ejemplo, en Cerrda

14 Adams, loc. cit., passim.


nómico HIáS alto son quelbs que pmeen una relativa segddad de
ingmm; rentistas, empleados, %rabajadom mdusMie9 El acceso S
las ocupkones dotadaa de una cierta seguridad laboral depende
frecuentemente de una arti- con el medio &O, de h que
cwem la llzayorh de los p u h d ~ f eE~l .estI10 de vida 'hval*' iie carac-

1s Lgc. cit., p. 336. materiales obtenidos en


COII obamvaciows simi-
m
.-2.i
;. F
--r
su ineficiencia'para subsistir. Este nicho ecológico, basado en el apro- r a . Ff;
-

vechamiento de los desperdicios de la economía industrial, no basta YA-


--.

1
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nuevo ~
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b *k_ _6_de
----a. a. _n .i\ c o
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CWhuLo v w
de hmnmo adulto y tío materno poseen un contenido espeeid; @ami-
FAMILIA Y PARENTESCO b l d e n t t sean las únicos rol= en que la &w pemite d h t x d h .
d e s & . asu~responsabilidad sin ser tildado de dbai En ef-, vemos

' y manipular ai hombre, y i sanns<ar estoicamente a h consecuencias


de su irresp~sabiri.éhrd.En la bamhda, la mujer tiende r d e m r d i b
y persistencia en la barriada obedece
una peffolzaKdad fuerte (capaz de soportar sufrimients) y a menudili
se convierte en el pilar de su familia y de su mundo social.
El hombre, por su parte, es considerado por la mujer como eno-
cionaimente inmaduro; un niño grande, cuyas veleidades y arranques
temperamentales hay que aguantar o contrarrestar con paciencia
y sabiduría. La arbitrariedad e inconstancia del hombre y m pmpen-
si6n a diversos vicios son interpretados como atributos del rol nhasm-
lino, es decir, como señales de hombría. Lamoles masculinos y feme-
M FA- ninos están prescritos por la cultura, de manera que un esposo, para
demostrar su hombría debe desempeñar un papel de irresponsable
aunque a veces no le atraiga o agrade. La mujer, por su parte, siente
la nqesidad de ennoblecerse con el sufrimíento, q u e por tempera-
mento sea alegre y capaz de enfrentarse a todas las emeqpcias. Cabe
notar la relativa frecuencia de mujeres mayores que el honibh en ha
familias de C d a dd Cbindor.

idmidades y ayuda mutua, además de


w i & las aven- con otras mujeres, sin que e
~oe
Lee PAPL&U Y PARENTES

hwnaarmo del campo. Al integrarse normalmente a la red,


llega& fue introducido a1 oficio de sus cuñados, participando
en su círculo de bebedores masculinos y reforzando los lazos
rentegco a través del cuatismo.
Algunos meses más tarde, en el curso de una borrachera, el
mano y el marido de Valentina tuvieron un grave enfrentamiento

cierta grada de irmspcmsahilidad, que es interprgiado cosa0 atri-


ito de hombria por la propia esposa.
hermanas tuvo un problema serio de lealtad en esta circunst
ya que ia relación hermano-hermana era más fuerte y cercana q
relaci6n esposo-esposa. Este ejemplo muestra la relativa falta de
tenido emocional de la relaci6n marital, en c o m N 6 n a los

'incorporan a 1st famitia de pmaeada en un plapaJ de igddad

-de marido durante ut tieqpo prolongado, se "arrima" con sus


ua%us parientes m h C R T C ~ O S .
' En .resumen, las roles conyugales en C e r d a del CXxxbr están
relacionados de manera estrecha con la estructura de la familis exteasa,

&n de Iap. smu#a) pirtdcn q r desempeiiadas kdiferentezmak o


,Jkrnadamente s t m dami1íem taks corpo d t h ma&~&~~ Ei

barriada.
Ejencplo. El esposo de Fernanda siempre la trataba muy

Gltimo, decidieron alejarse de los parientes y establece


Izanida.
Sin embargo, después de unos dos años, el hombre carnb'id
.. -
tud: se dio a ia bebida, animado por sus hermanos y amigos, y
~ b ~ ~ ~ a g ~ e l ~ t m t o e n d
~ l l j w d ' bdb la mil de recbmcisfad m e m m i b f n t
de
*

ILy pues, irni &tiw &d.dad


A

que la iawjor sufra menos de la ' ' a w n " qu&c


4
asbikye a m conghre de dase media.#
Ea fmEa nuclear no siempire coade con la unidad mdd U Matrimonio civil
e

,*
ud$; ~trunonioreligioso
Ambas lges
M i w nucleares emparentadas entre
gime otros indidduos. Estos ~ ' a h a d
las unidades residenciales compuestas
amm vevanos a continuach. Para mvor ccleuridad. d k r e m
primero la familia nuclear como tlrl, &a tratar en- Este censo incluyó también a los jefes de familias extensas. Se
d a d dsdstks- El ~'RNK)al que ]laremios referencia observa que el número de uniones libres (llamadas también ''uniones
un Éotal de 133 h m i b s consensuales") es rerektivamente bajo, lo que tiende a mfinnar nues-
tra observacih acerca de la estabilidad de las instituciones familkm
en Cerrada del CBndor. Comúnmente se supone que el número de
uniones libres constituye uno de los indicadares de la "pobre~a".~ Sin
embargo, Kemperd reporta una baja incidencia de uniones libres
'hmmp1etrrs (23Ag). Las entre migrantes de Tzintzuntzan, en la ciudad de MQUco. Existen
?d&me -0 s h a : 17 familias comtan de: mui- viudas O razones para pensar que este factor podría estar culturalmente condi-
cionado, y que en general prevalece una alta estabilidad familiar en
todos los estratos de la poblacibn de México.
El número de hijos por familia nuclear es otro dato importante,
que puede apreciarse en el cuadro núm. 38. El censo incluy6 a los
hijos vivos de cada madre, fuera miembro de fa9iilia nuclear o extensa.

<ea ami+, a&tm aUegdws ri.auisn& que pueden mnM

Es muy frecuente que la pareja inicie su + mat&nonial'$


9.
.
wd6n libre. G n el timoo. demués de varios hiios
reP@osiclad o eonven&eiaO el ~ñatrimoniaa
Y de a 4

~porLaleycivril,la~io~bsabvea.

la información pi4oporcicnia& por los jdes

a Véase por ej. Robertc Isc. cit., p. 40.


4 Kemper, loc. cit., 1972, p. 93.
ición de "unidad damRasb9', que &S f3udama4
?mx?mc~s
para analkm lac estlzrctura'9(xjai en C q + d . W*.
l6o lyn necesario PqoI m t m qa una O-J.s~wi&~d e l , . ~ p t de
o
unidad doméstica, tareg que ha sids q* poil3kmh y N P ~ . '

, ..m

bierta o clausurada por


acerca de h,estructura
mcial que prevalece,al. interior de la vecindad
Por otra pzwtq -rpa qw grupos sociales compuestas por famí-
lias emparentadnrs, chqm vivir en mtrecha vecindad d p r r i e n d ~ .
al máximo las fumbaes d d t i c a s , deben sin embargo contentarse

viviendas disponibles. El *-
con vivir en unidada residenciales separadas cuando no hay o-
& propiedad de la baoriada, que
a veces junta a un p p o de fgmilk mtmñm en una misma vecindad,
puede también owqionar la separación espacial de un grupo de fami-
lias ernparentrrb, For lb ,&o, Ea formá~milnde una unidad domhtica
en Cerrada del Cóndor es un proceso dinámico que mntiwe factores
aieatorios, puesta que depende de la disponibilidad de vivienda va-
m a s residenti& y funcionq cantes, como asimismo de la presencia de parientes cercanos dispwstos
ar en las rudes. Por lo tanto, cabe revi , .
6 D. Bender, *A idinemmt of the Cnim.pt of houxhold: F.ril*. b
nridence and domestic functionsn, en AmstiGsn anthrefwiogy, vol. 6i9, n h . 5,
por ejemplo H. Nutini, San Bernardino Contla* UUaiv, ql
pp. 493-504.
Nutuy &c. cit., véw au capfhao d r e ddsdes ahu&icaaCBIl
E@
u oeuparlw. Las diferentes tipos de uni
rtmw a continuacián, deben interpre
Interacci6n de tales factores aleatorios c m las tres variabigs b
partntesco, cercanía residencial y función doméstica.

+ 8

TIWS DE UNIDAD WMÉFIW


a .
Las unidades domésticas observadas en Cerrada del Cóndor pu
clasificarse en la siguiente forma (vi.ase la figura 4) :

UNIDAD DüVESlICA NUCLEAR

>

.. m
.

UN iaAb 00PiESTiCA COMPUESTA

.-..
1

(lulkld d)en,n
aetrEaIermik,by.
111

,p> , 8 - 8-

d ,t*F Y '.a'

%fs 90 unidades nucleares viven aparte y carece , 't


XISTDRMS m'C&&S ,S

krriada. Sin embargo, estas unidades nucleares


. '4 l . ,

La familia extensa del tipo compuesta representa un sector El sei3or Pamana 'a
te en la estructura social de la barriada. En este tipo de r Cerrada. dd' C@rr,dw
méstica, las familias nucleares no cocinan en común ni cm Viiiela; E O ~ Q&m1 aiJtrb'
time 45 &a. Sir &$OSX '
juato y SUB ~~ viven e
comparten un área exterisr común para lavar, cocinar y
juegos de los niños. Este tipo de unidad doméstica permite

domésticas contienen tres generaciones: un matrimonio con

tienen la proporción inversa, siendo más frecuente el caso del


separado que el del gasto co&.

el principi~de su vida matrimonial suelen participar en una un


domdstica extensa de techo común; al correr el tiempo en mu
casos, terminan consolidándose m una unidad doméstica de

ceso dinámico de cambios en el tipo de unidades domésticas rep


una de las características más relevantes de la marginalidad.
112 E'AYUU Y PARENTESCO 113
FWllLU Y PARZMTEBOO

d a vez que tiene alguna necesidad. Por su parte, el &r Pastraaa


tambikn es muy amigo de sus cuñados y todos se ayudan mutuamente.
Al mismo tiempo, el señor Pastrana tiene a su grupo de cuattes
que son los villelinos, entre ellos algunos parientes suyos, incluso un
hermano que vive en Cerrada del Cóndor. Se reúnen a t m a r todos
los fines de semana. Ellos lo llevaron a su actual trabajo, le ayudaron
a construir su casa, son compadres y se ayudan mutuamente. La ma-
yoría vive muy cerca. Esta unidad doméstica nuclear, pese a no
formar1 parte de un arreglo residencial de tipo extenso, participa
en redes de intercambio Alidas y antiguas, w n un amplio arraigo en A0 .vi-
Cerrada del Cóndor.

qJ1 Una wtdd donz&F&a extenra. con t e c h ~y gasto comunes

Unidad dom&stica extensa con techo y gato comunes


y red familia extensa +
nuclear (todos parientes)

I
las familias nucleares de los deseendienrn -&s. Los hijos #casados
aún no tenían descendencia; en m&,h &a ya 5 h i h . La
hija y la nuera lavan la ropa de toda la famica 9 &en
la comida bajo la direccih de do& Estela. L ~ Q siwjeres midan S i s -
tintamente a los niños. En época de las m m a j m
con todos los niños a recogerlos; entre las tres 1- h p b y los venden.
bn quince años menor que wn quien twvo otra? trer La otra hija casada, Magdalena, quien vive atrás en un cuarto
m señor la abandona. La fa@% vive en (=errads de aparte, trabaja vendiendo fruta y su marido es &acto*. Este mtri-
rnonio comparte funciones domésticas en forma mucho más l i i -
' d d 196.4.
,Jhla 6- del estudio, la f d i a e+eusa pe, conapanía de: t d a ; por ejemplo, los hijos de Magdalena no san educados por su
, *@, una hija cata&, dos hijos casad& y dos hija ml-, es decir, la cuñada no tiene autoridad &re 10s niños y no l a
119

tqpfk. NQ hay. comunidad de gastos, ~ a ñ a d ode~ SUS hijss, en la siguiente forma: un hijo ya
precedido, porque su esposa tenia parientes en Puente -orada.
~31; de necesidad, p r @ m diari En vista de que este hijo dejd de escribir y prácticamente ks
QFWO L ios ~ S Q y enfermos,
B en
W@&na visita diariiente la f había perdida", salió otro hijo de G u a m j u t o a buscarlo. Una vez
intensa relación persod, sobre todo con SU iriadm. que 10 hubo localizado, uivió dinero a los padres para que también
se vinieran "ya que aquí la vida era más cómoda y desahoga&".
La9 entradas de la familia extensa de techo san
El *&o es machetero y gana el sa Primero lle@;mntoda a la casa del hijo en Puente Colorado; pok
hijo mayor es chofer, oficio que teriormente vivieron diez aBos cuidando un terreno en ]a colonia
~ i años.
m Loa tres hijos m Pilares (zona sur). Cuando se vendió el terreno encontraron cuarta
imprenta. La wííora &tela rentables en Cerrada del Cóndor, donde viven desde hace unas 14 años.
de M i a c , pero no tiene pues
raspados en Cemda del Cbndor. Cada familia
mpa pero se la prestan mutuamente o se ia
por ejemplo, el hijo mayor regala zapatos y ropa a su mamá
kh no ene. Los hombres contribuyen al gasto familiar y se
,una para diversiones. El control eco
es b b n t e estricto. No tiene autoridad sobre su yerno, pero éste
v* t- cinco hijas-y además deja $100 semanales para el
cm&, aparte de participar en
menudencias. D e esta manera, 1
mixta, en e1 sentido que cada hombre maneja su dinero y en
eatregru dinero a m esposa para el gasto de la casa, entrega
r la matriarca, cien lleva la casa con la ayuda de las mujeres.
La cdinida se p r e p m en la cocina, que es de tipo rural, de
LIs mujeres comen alü i&mo y lo$ hombres o niños entran y
a rotar comida a cualquier hora. El nivel económico es de t
tienen televisor, cuyas mensualidades se pagan entre todos.
&le= y su f d i p tauaibigl van a vex televlsih colectivam
&as las miembm de la familia extensa.
tiene a mi madre y he
..

que si fuera de @to separado, pero depende en forma critica


Centrdizador de una mujer de automlad. En d caso del esp
Magdalena puede resuIta~preferible u ? ~ aeconmía =parada,
a este casa se traduce en un acre& residencial separado pem
&@o (unidad dom&tica wmpuesta).

'.
c) ,?dna tm&zd domkstica &tensa de t

Gutiérrez son de Guanajuato, donde el señ


caxb~em.Mig+aron al Distrito.Federal en
F A M W Y SARENTMCO 117
aom+ira, ya que'ía falta de reiaci6n entre las nueras hace ;rPposible
una economía de olla común.
eg muy pobre (nivel o).El Ztiejo es @ a
im6s $10 Mas k a n d o atgua'a las casas en Cerrada d d
UiMdor. El hije mayor, J e s k es apudante de pintor y no tiene entra-. d) Una uniúad dom4stica de solar y gasto cqmún
das fijas. El hijo segad% Armando, era albaBl h hace pmo. U n
iPrn dr! lkgirm unos seiiores bcikanda a los m ~ o r e de s La familia Gonzáiez S. es una familia extensa, compuesta por cuatro
1: a&mbncsi qtre vivemi.en Ea b a k h h , pera la m a p í a estaban b o d m generaciones que csnuiven en un mimo solar (figura 7). Se compone
de seis familias nucleares, cinco de las cuales camparten gas@ y la
p. y n m a o quldJs4r a tmbajar, así'cpe Ami& "se a& a iry paréw
ql.lerr p t B camo lo 'mporque m& tarde se lo iimaran a trabajm comparte el solar y letrina pero mantiene su economía s e p d a
can ellosfi. Desde entonces trabaja de coíocador de alfombras. No se Hay una cocina para cinco familias que comparten olla.
& cuánto gana, pero le da $100 semanales a su esposa pAra el gasto.
h La eqma no trabaja. El hijo menor tiene unos 12 años y no tiene
Los martos Oienem piso de tierra, paredes de Iadrillos y techo
Ifiknina. .Entre los martos b y axbita &te es -utilizada por t
Ca mkhd dodsth. Se p& r a t a aparte cada uno de ¡os cwob
E trw: la renta del cuarto en aue viven los abuela es de $30 mensual4
cocd paq su eapoeo, su hijo miter0 y su n
$8 diarios de su esposo y "algo que le pasa Jeh",
- - cuidar a- su hijo. La esposa de h a d o cocina so
&te para m propia f & n i i n u ~ l e a r , ~pesar
a & que conviven
"%
1
los antesiores an el mismo cuarto. Esta esposa se lleva muy dcon
cuñada (la esposrr de Jd) que vive en el cuarto contiguo y no ti4
p i m t t s en ci D i s @ a . P W ya qur: mie;ró con unas amigas
(rabjar de sintienta; %er e M o n A mucho conm suegra a quien recu
cuando necesita algo?En maxbi;~, la esposa ?e Armando no &pe~
6 " pdeq-be e k Htadn y dos herrna
orcta &dad domktica las funcM
(30dsticas se &en en atng forma más restringida que en el ejc
plo precedente. Lag mujeres no cocinan ni llevan la economía don
oica en comh. La cooperación se eentpa m p r 6 w o s de A%EM
y semkbs. Por qimplo, eaarda J& se volvió a
E padres se hideron cargo permanente del nietecito. Armando paga
k~lta del cuarto ya q& anciano padre ya no gana m
de alimentos. Todoe comnarten la
y el a& alerim. Lu nueras y hs hijos i n t e r d
con los padres, y los hijos se ayudan mutuamente, a pe& Unidad doméstica extensa de solar y gasto común
&e las nueras no se relacianan entre sí. La esposa de Amando d
b n i h b i o activo con SU madre y sus ¿o$ hermanas ca La familia es originaria de Michoacán. El primer migrante, don
u n e s vives cerca y a quienes recurre s i ~ p r een caso de I Francisco, trabajaba en un camión de frutas y se vino al Distrito
v c e indicar que las relaciones sociales en1 Federal, a la edad de 16 arios. Once años después, m 1939, don F w -
nan en gran medida la estructura de la i, cisco trajo a sus padres y a sus tres hermanos chicos; la familia se
P A M U U Y PARENTESCO 119
1E8 - F A Y U U , Y- PAUE~ÉSCO
- .
*abieci6 en Olivar del Conde. Posteriormente se cambiaron a ~ & c e d
y los que no tienen dinero no dan. Cada núcleo familiar contribuye
con lo que puede en el momento que pueda, y todos comen de eso.
-m, de allí al panteón de Tarango y finalmente (hacia 1958) Siempre hay tortillas y frijoles, sobre todo para los niños. Las mujeres
liegmn a Cerrada del C6ndor. Allí arrendaron un solar situado en que participan en la preparación de la comida comen de lo que pre-
una pequeña terraza natural, que limita con el fondo de la barranca. paran, y a los hombres siempre se les guarda comida. Los adultos
Entre todos pagan la renta, que actuahnente asciende a $200 men- tienen preferencia para el platillo preparado, mientras que los niños
suales; a medida que iba aumentando el grupo familiar, han ido a m,enudo tienen que contentarse con tortillas y frijoles.
construyendo cuartos adicionales en el mismo solar. Debido a la situa- No hay horas establecidas para la comida; cada cual pasa a ser-
ción natural del solar, no se requiere cerca o barda. virse a la cocina a cualquier hora. Se mete la mano en la olla y se
El padre ha muerto, y en 1972 la señora María, madre de da3 sirve. No se usan cubiertos; las tortillas sirven de cucharas y lo liquido
Framk6, de 68 años de edad, era la cabeza de la familia. Los hijos se bebe de los platos. Cada familia nuclear suele tener, además,
se han casado en el Distrito Federal y con sus familias viven en d algunos comestibles comprados de su propio dinero, y que no se ofre-
solar, según la distribución que se aprecia en la figura 7. Dos de los cen generalmente a todos. Cuando tales comestibles se aportan a la
hermanos (don Francisco y Albertina) han muerto, pero olla común, el que contribuye tiene derecho a reservar la mejor parte
y nietos continúan viviendo en el solar. Una de las nueras, Rosa,, para si y para algunos miembros de su núcleo familiar.
era originaria de Cermda del Cóndor y se incorporó a la familia, Doña Rosa (33 afios en 1972) se encarga de preparar la comida
-e- h ani esposo, paro mantiene relaciones activas de intercambidi del mediodía. Doña María, por ser la que recibe el dinero, le pasa
con la red de su familia de orientacibn. Ella tiene seis hijos solterclip a doña Rosa lo necesario para la comida; el gasto diario es muy
y una hija casada, que vive en Cerrada del Cóndor con la red de m
esposo, pero mantiene relaciones activas de intercambio con Doña Soledad (esposa del nieto que no comparte gastos) hace
familia de orientaci6n. sus propias compras, generalmente en compañía de las otras mujeres
La matriarca, señora María, vive en un cuarto con su hij de la familia; pero nunca les escarga compras de comida. Sus tor-
soltera) y la hija de ésta, a quien la señora ha criado tillas se las compra a la señora Rosa, quien además hace tortillas para
su propia hija y la considera como tal. En otro cuarto vive el
hijo hombre sobreviviente, can su esposa (Rosa) y sus seis hijos vender en la barriada. Por otra parte, la hija de la señora Rosa,
teros. Los hijos de don Francisco y de su esposa (ambos fallecid casada en Cerrada del Cóndor, generalmente come allá también, y se
pasa el día con su niño, durante las horas en que su esposo no está
viven en tres cuartos: en uno viven dos hijos solteros y una pa
en casa. Generalmente lleva algo para contribuir con la comida.
casada sin hijos, y en la otra habitación vive el hijo El baño de los niños se hace canjuntamente por dos o t r e ~mujeres,
su esposa Soledad y sus cuatro niños. Esta Ultima fam quienes traen y calientan el agua en cubetas, mientras los niños a p d a n
la única que no comparte los gastos comunes ni la olla. Finalm
un. tercer cuarto es ocupado por otro hijo de don Francisco, su es a acarrear agua y leña.
La mayor parte de las actividades diarias tienen higar en el patio
y tres hijos.
El viudo de Albertina, con sus tres hijos, viven del solar. Allá se come, se limpian y pelan los alimentos, se lavan los
trastes y la ropa, se platica, los niños juegan, etc. Los cuartos se usan
aparte. En total, comparten el solar 25 personas, de las cuales 19 .
en completa comunidad de gastos. Esta comunidad se extiende a
los aspectos de la vida y continúa más allá de la mue
el viudo de Albertina con sus hijos, sigue comparti
gastos. Una de las nietas de doña María dejó a su
cuidado de ésta, y el grupo familiar entero socializa y c La familia de Soledad no participa en este trabajo, ya que ellos usan , ,
Doña María y su nuera doña Rosa se encargan de prepar estufa de petróleo. Hay también recolección colectiva de papel, ce- < J
dirnentos con la ayuda de las demas mujeres (adultas y niñas
d n disponibles. La primera prepara el desayuno y la cena para mento, vidrio y latas, para vender. Todos cooperan en actividades 7
de utilidad común, tales como componer techos, acarrear objetos pe- :
os que comparten el solar y los gastos. Los que se en nados, construir un cuartito, etc. Todos cuida2 a los niños, les ayudan .-
an& cooperan con diaero para la comida: no hay c
120 FAMILIA Y PARENTESCO 121
. forman en general un arreglo residencial compacto, en que los padres
mpa o articulas per generalmente son dueños del terreno o solar. La fe extensa
centes toman sin shultáneamente una unidad doméstica y residencial, y una red de reci-
corno si fueran los suyos propios. procidad. La diferencia con las unidades domésticas de techo y olla
D&a Soledad participa menos en el intercamb'i y se junta común radica exclusivamente en la existencia de varias comtniccio-
eaa m propio hermano y su cuñada, que viven ceraay con nes con entradas separadas dentro del mismo solar.
tiene más intercambio da favores Si embargo, ella
pago de la renta y de la luz ($20 m e d e s ) . Todos ayudan a

DoaBuPards-S
pe6i1 da iina hacienda

tarde$; h) una nieta lava ropa dos o tres veces


dos) ;i) o- nieta es wienta de "entrada por
(m sd ms); j) jlnieta es sirvienta de "en
diaao8]. Finabente3 se crían animales (
30 borregos), y se recogen desperdicios
El grupo familiar es cerrado y no se junta con ningún veci
hombm dicen juntarse solamente con los de la familia; bebe

tortillas diaríasiente. Cow vimo


el * o patrón, ya que viene
cunq a su familia de orientac
doña SQledad mantiene relacio

Cabe agregar que las unidades domésticas & solar y olla


12!4 ?A- Y PARENTESCO 145
4
. . I
niños y usan el baño. Dos hijos y dos hijas que viven en Las Agui-
las, visitan la unidad dom6stica una o dos veces por semana. Las dos
hijas casadas que viven más lejos (una en la colonia Aurora y otra
cerca de la Cárcel de Mujeres) solamente visitan a sus padres cada
dos meses.
Los dos hijos casados de don Bernardo y sus cuñados allegados
trabajan de mecánicos en un mismo lugar: se han ayudado mutua-
mente a colocarse en el trabajo. Ellos también construyeron los c m -
tos, a medida que se fueron casando. A cambio de la propiedad del
solar, el patriarca don Bernardo recibe ayuda económica para el gasto
de mantención. Los dos allegados de las nueras que están en edad de
trabajar, pasan a sus hermanas una pensión; pero si no trabajan
no pagan. La característica esencial de esta unidad doméstica es el
hecho de que cada matrimonio lleva su propia vida económica; sin m-
bargo, hay un jefe del solar quien centraliza la vida social y ha sido
el elemento dominante en la estructura de la unidad doméstica, por
ser el padre y el dueño del solar. Similarmente, la esposa de don
Bernardo es el elemento dominante en el grupo de las hijas y nueras,
todas las cuales cooperan y se llevan bien.

~ 3 W: h d doméstica de familUI extensa


f ) Una unidad domkstica extensa del tipo compuesto
<-J. '
hd i o M d a r hay un f&n de leña donde las mujeres hacen El grupo familiar de los Carrera consta de ciaco familias nucleares
M l l w en la xnaikna, parque no les gristan las de1 molino. AI 1 que ocupan cinco cuartos contiguos con entradas independientes
d@xecho ph&ron un arbwlito que da m b r a a1 lugar. (figura 9). Lo que unifica esta unidad doméstica es el parentesco
Vada iégta Emilio ext- apdo a 111antener el solar y consanguíneo; dos hermanos, una hermana, un sobrino y un primo,
e;I espacio exf~for.Sin embargo, cadb cuarta tiene su cocinita todos con sus respectivos c6npges y descendencia. Los Carrera son
mujer del núcleo familiar prepara la e m i d a para los s v p . originarios del estado de Zacatecas y estan emparentadok por afinidad
torio, hvadera y baño se comparten ejltre todos; hay tambikn con otros dos grupos familiares del mismo estado que residen en
rwipiente común para agua, que se llena entre todos en las n Cerrada del Cóndor; pero mantienen pocas relaciones directas con
Gran parte del tiempo la familia la pasa en el patio común; los estas dos familias. La historia mígratoria de la familia se inicia ,
tos se usan principalmente para dormir. con Melchor Carrera, quien lleg6 en 1966 a casa de un tfo establecido
Don Bernardo gana muy poco y sus hijos le pasan dinero en Cerrada del Cóndor desde 1954. Este tfo era albafiil y le con-
8 o 15 dias. Adembs, la hija de 22 años es sirvienta y le entrega
@re casi toch, lo que gana. Loa hijos casados, Alberto y M
siguió trabajo en la obra donde trabajaba. Vados meses después, -
don Melclior trajo a su esposa y dos hijos; posteriormente nacieron '
.
otros dos hijos. La familia arrendó un cuarto en Cerrada del Cóndor; ? '
1'
en seguida se trasladaron a un terreno donde rentan el pim y don
i&& .o al mercado; se prestan comestibles, dinero y objetos Melchor construyó la casa. La renta del piso es de $80 al mes.
Tadw sin distiiaeión educan a los niños. Las dos hijas casadas, qu Don Melchor fue aprendiendo el oficio de albañil y ahora ya es
'
.a unas dos cuadras de distancia, fo- parte de la red maestro, gracias a las enseñanzas del tío. Como maestro de cuadrilla y.,
&
m
-. Van diariamente a Ia casa de sus padres, mandan ido trayendo a los demás miembros de la unidad doméstica actual
124
de doña Roberta también entró a trabajar con don Melchor. Por
, ... , I ,
ifltimo, se unió al grupo el señor Serrano, primo de los Carrera, quien
había migrado al Distrito Federal en 1962. La familia Serrano estuvo
nueve años habitando diversas colonias del sur de la capital; en 1971,
estando de visita en casa de Soledad Carrera, éste los animó a que
ocuparan un cuarto vecino que se acababa de desocupar "para quedar
cerca de la familiay'. Los Serrano tienen seis hijos y una sobrina que
vive'con ellos. El esposo es albañil; pagan $135 mensuales de arriendo.
Se trata pues de una familia extensa compuesta de cinco familias
nucleares, cada una de las c d e s ocupa su propia unidad residencial
y mantiene su propia economía. Antes de reunirse en Cerrada del
Cóndor, los hermanos Carrera se mantenían en contacto por medio
de cartas y viajes ocasionales entre el campo y el Distrito Federal, en
ambas direcciones. Los hombres de esta unidad doméstica constituyen
tambikn una unidad de trabajo, bajo la dirección de don Mdchor.
La señora Roberta trabaja como sirvienta de "entrada por saüda",
J.:. : .- ganando $350 al mes; trabaja de 9 m. a 3 p.m. y por las tardes
corta vestidos que le ordenan sus vecinas de Cenada del Cóndor.
Su hija de 17 años también trabaja de sirvienta y también gana $350.
Los hijos mayores van a la secundaria y trabajan temporalmente con
el padre. En las demás familias nucleares, s61o el esposo trabaja,
ganando el salario mínimo, con excepción de don Melchor, quien
. .* gana como maestro.
Cada familia nuclear paga su renta, prepara sus alimentos y educa
a sus hijos. Sin embargo, todos comparten el espacio exterior y los
9
PIcrURA lavaderos, y se intercambia ayuda mutua constante: préstamos de
Unidad domkstica de tipo compuesto dinero, utensilios y servicios (incluyendo el cuidado de niños y enfer-
mos), ayuda en la construcción de las viviendas, búsqueda de trabajo,
y lea ha dado trabajo a todos. Pese a su pasición de maestro, ha insis- problemas de migración, etc. Presumiblemente, también comparten
tido en trabajar solamente con sus parientes. gastos rituales, aunque no se presentó ninguna oportunidad durante
En 1970 se enfermó gravemente y se quedó sin trabajo; por con- el período del estudio. Hay indicios que la red de reciprocidad basada
siguiente, todos los hermanos de la unidad doméstica estaban sin en esta unidad doméstica podría extenderse a una vecina que vive
trabajo en el momento de la investigación.
Don Melchor animó primero a migrar a su sobrino Soledad, quien
' "pegadayi al cuarto de Soledad Carrera, y qye no tiene parientes hi
Cerrada del Candor. Esta vecina intercambik favor$ con la esposa
llegó a la casa de aquél en 1968, con su esposa. Ahora tienen dos de Soledad y, en caso de consolidarse esta relaci5n, pdrla ingresar
hijos. En 1969 migró el hermano Natividad, casado y con seis hijos, a la red de reciprocidad y confirmarse mediante el cmi~adrazgo.
quien vivió inicialmente en el cuarto de Soledad. En 1970 ocuparon Actualmente existe compadrazgo entre todas las familias integrantes
un cuarto contiguo, donde antes vivíí una prima, la cual se separó de su de la unidad doméstica; en tres casos el compadrazgo ya existía en el
'esposo y se fue a vivir en casa de sus padres, en Cerrada del Cóndor. campo, antes de migrar.
Pocos meses después de la migraci6n de Natividad, migró su hermana
Roberta, con su esposo y cinco hijos. Los primeros cuatro meses l

convivi5 con su hermano Melchor; luego, los hombres de la fami-


lia &ns@uyeron otro cuarto adyacente en un terreno rentado. El esposo
, d+ . .d
. tipo e p m a S i bien n~ es unidad e c o .n h- i q

E&?. Cit., p. $8.


' 8% MLc. d.,pp. 45-46,
.
que peckiw-que d cyqdxo kh..
a los
en su pdmem reside- Em,eW&ón, * p WE& patfiihdidad
inicial en la ;Ewumi&. Ls pmprm%n de pakdocdidad a ~patrilodi-
dad sc red= ligerameate, d e d a ap-n~a 3 a 3 en. d .
momento inieiai y (8.5, s ,!$.eael mgmentg EinaL
Es inap~tantev k d h + w el pb1m-m de residencia y organb&6in
familiar como resultado de un proceso dinámico, que depende de
en d tido de la vida, de la &S-
va- de!,lss !x!kdmm !pw
sonales mtre p&&a y m * h £ac@res. La sekcSn idcid
del tipo de reqklmcja se b g m m k n t t en amsiáqacionw eco-
nómicas. Poskimneate-1- c o n d ' h w & vi& en la familia extensa
pueden hacerse amchas y posiblemerite se p-c&
tirantez entre @en ~~ u útms Eacbtes qtq
inducen r Ia pareja .a , P a s t a i o ~ ~ l ~ se
e ~originan
te ck-
c u n s nuevas,~ tales coma nacbnkmtm de nisios, diflcdtades eco-
nóimicas, m i a b a o abandono del marido, que f n x w m m n t ,&- ~
a l a f ~ n ~ a buscadelapotedúndegariien-
~ e n
tes. ~n el cuadro *te vmws que este pmwm se .*m W i
e n u n a u r n e n t o ~ d e k t s u ~ ~ ~ ~ t i p o c o
puesto, en r d a c b r las de t h a de wiar comb:

. aRedeacial
P & W o mntdod
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Redenda o$&r Chfl~paicsta N e o ~ c a l i d d .PLo&~
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A) De tedio
37 25.1 2 , 1.2 1 0.6 y) 2+.9
r h p u e s t a 16 9.9 36 22.4 5 '8.1 59 S.$
BL' localidad
mhr 22 13.7 6 3.8 32 20.0 so 37.5
mal 75 46.7 44 27.4 38 23.7 13? - Wt

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qa 1a ciudad como intqpadm de una unidrrd extema & *o o dp'
cgr&n; pero en Isr a c ~ l i d s dsolamente 29 .w contin4~
parte de tales midadea En cambio, el número de partiQp8~1ttbea3
,domStiw de tipo compuesto ha ~ ~ n e n * eky
..Es nec%rsuio h d b r que las cifras sobre 'tesi&m&

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