Ceballos Garibay Héctor
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Foucault y el Poder
El poder es, segn Foucault, una vasta tecnologa que atraviesa al conjunto de relaciones sociales; una
maquinaria que produce efectos de dominacin a partir de un cierto tipo peculiar de estrategias y tcticas
especficas.
El poder transita horizontalmente, se convierte en actitudes, gestos, prcticas y produce efectos, no se
encuentra localizado y fijado eternamente, no est nunca en manos o es propiedad de ciertos individuos,
clases o instituciones.
En todas partes en donde existe el poder, el poder se ejerce [] siempre en una determinada direccin, con
los unos de una parte y los otros de otra.
De acuerdo con esta lgica, el poder se difunde cotidianamente mediante infinitos mecanismos y prc-
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ticas sociales, los cuales, al actuar, producen un conjunto de relaciones mviles que siempre son asimtricas.
En ciertos momentos histricos, el poder no slo atraviesa a los individuos y a las instituciones, sino que
tambin se corporiza en estas y se personifica en aquellos.
Instituciones como el Estado la familia, la escuela y la iglesia se encuentran atravesadas por el poder en tal
medida, que ste se interioriza al grado de volverse consustancial a ellas. El poder, por ms movible, reticular
e intangible que sea, tambin se materializa y concretiza en la funcin y prctica de las instituciones.
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En la mayora de las ocasiones, la prctica del poder resulta inseparable de los sujetos que lo representan,
como se demuestra en los casos de los dictadores o los lderes carismticos.
El hecho de que nadie sea propietario absoluto del poder no implica que no se deba precisar quin tiene el
dominio, quin se resiste, quines son los que hacen funcionar la maquinaria del poder y por cunto tiempo.
Se puede afirmar, siguiendo a Foucault, que el poder es dinmico, cambiante, reticular y que nunca conforma
una sustancia que se vea como un bien; pero a diferencia del autor de Vigilar y castigar, debemos insistir en el
hecho de que el poder tambin se fija y localiza en los individuos y en la instituciones, ya que no podemos
olvidar que son ciertos sujetos quienes crean y hacen funcionar las mquinas de poder.
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El poder como relacin desigual de fuerzas, como guerra.
Foucault, dice, lo fundamental del poder reside en su modalidad de lucha y enfrentamiento de fuerzas
distintas.
La existencia del poder demuestra la presencia de una especfica relacin de fuerzas en la sociedad; lo esencial
de su ejercicio consiste en reproducir permanentemente los desequilibrios y la dominacin establecidos
durante la guerra.
El poder se define como una guerra silenciosa, cuya misin bsica es la de fortalecer y recrear las fuerzas
desiguales en todos los mbitos de la sociedad: la economa, la poltica, el lenguaje, los cuerpos, etc.
La poltica no es otra cosa que la forma mediante la cual una sociedad logra reproducir los desequilibrios entre
las fuerzas que se manifiestan durante la guerra. Luchar por el poder, conseguirlo, mantenerlo y perderlo son,
siempre, episodios, fragmentos, desplazamientos naturales de la guerra.
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Crtica
Es posible encontrar manifestaciones de poder que no estn signadas por la guerra; servidumbre voluntaria.
Foucault, el poder se caracteriza por ser una lucha entre fuerzas asimtricas en donde una de ellas somete a la
otra mediante el uso de la coercin.
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El poder y la resistencia se encuentran en una relacin de interioridad, cualquier ejercicio de poder general,
automticamente, una resistencia frente al mismo por parte de los sujetos sometidos y dominados.
Los espacios de resistencia se hallan diversificados y accionados como respuestas directas frente a la infinidad
de micropoderes prevalecientes.
Las formas de resistencia son variables: pueden ser orgnicas o espontaneas, pacficas o violentas,
permanentes o espordicas, colectivas o individuales.
Foucault se olvida de formas polticas de dominacin que no necesariamente implican los conceptos de fuerza
y resistencia; por ejemplo, la dominacin poltica de las masas a partir de la fe que le tienen los lderes
carismticos. El proceso de fascinacin puede
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estar acompaado y reforzado por mecanismos de presin poltica, pero el xtasis de la masa, su fe, adoracin
y sumisin al lder no pueden ser explicados solamente mediante los conceptos foucaltianos de lucha y
resistencia.
Los tipos de dominacin que analiza Max Weber: el tradicional, el carismtico y el legal-burocrtico, nos
revelan que el fenmeno general del poder involucra una relacin dominantes-dominados bastante ms
compleja que lo que presuponen las categoras de Foucault.
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Mediante la investigacin sobre la forma como funciona el poder, los efectos que produce, la variabilidad de
sus tcticas y estrategias, Foucault arriba a la comprensin de que todo poder es un modo de accin de unos
sobre otros. Conducir conductas significa gobernar, y gobernar, para Foucault, constituye la forma ms
acabada del poder.
La sociedad crea, en este sentido, una compleja red de relaciones sociales en donde las instituciones se
dedican a moldear las conductas de los hijos, los educandos, los presos, los enfermos, los trabajador, etc.; se
trata de que el gobierno impere en toda la sociedad, determinando con ello cualquier posibilidad de actuacin
de los individuos.
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El poder como gobierno no conlleva un sometimiento absoluto; el poder se enfrenta a sus propios lmites: la
posibilidad de la rebelda, de la contestacin, del sacrificio, del suicidio, como formas de resistencia y contra
poder por parte de los individuos sometidos a l.
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La microfsica. Foucault prefiere investigarlo en sus confines ltimos, all donde adopta la forma de tcnicas. La
revolucin necesariamente implica una transformacin de los micropoderes diversos que constituyen la
sociedad: la familia, la escuela, los hospitales, la iglesia, la crcel, etctera.
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Una de las aportaciones de Foucault es precisamente la de haberse dado cuenta de que la revolucin social
debera preocuparse por conocer, resistir y transformar las formas de dominio, justamente en el lugar de las
prcticas y dispositivos locales del poder, los cuales constituyen los engranajes del funcionamiento general de
la sociedad.
Referirse al poder microfsica conlleva la necesidad de analizarlo en su forma capilar de existencia, cuando e
poder alcanzar y penetra los cuerpos y almas de los individuos, insertndose y determinando sus gestos y
actitudes, su discurso y su vida cotidiana.
Las mujeres, los prisioneros, los soldados, los enfermos en los hospitales, los homosexuales, han abierto en
este momento una lucha especfica contra la forma particular d poder, de imposicin, de control, que se
ejerce sobre ellos.
Para combatir la dominacin poltica es necesario analizar los mecanismos y dispositivos de control, exclusin
y normalizacin y represin de los educandos, presos, enfermos, mujeres, nios, locos. Son los instrumentos
de exclusin, los aparatos de vigilancia, la medicalizacin de la sexualidad, de la locura, de la delincuencia,
toda esta microfsica de poder, lo que ha tenido un inters para la burguesa.
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Evitar la mimesis, la identificacin de los grupos anticapitalistas con la forma centralista y vertical del aparato
estatal. En vez de copiar las estructuras antidemocrticas de la burocracia estatal, los movimientos
revolucionarios deberan crear prcticas polticas totalmente diferentes a las tradicionales formas de
dominacin del Estado y por lo tanto, tendran que caracterizarse por la construccin de organismos
esencialmente autogestivos y libertarios.
La macrofsica. Foucault concede la microfsica como eje de inteleccin del poder. Subraya la trascendencia
del nivel macrofsico del poder, ya sea a travs del anlisis general de la lucha entre las clases sociales o como
crtica del poder estatal capitalista. Parte de la macrofsica, en verdad nunca pierde de vista las relaciones
estratgicas de poder entre la microfsica y la macrofsica. Si Foucault concibe el poder como un cruce
complejo de tcnicas, como una red de estrategias prcticas
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funcionales que actan sobre los cuerpos y las almas de los individuos, en un momento dado tiene que
analizar los poderes locales-capilares no slo en su especifidad, sino tambin en su interdependencia y
convergencia productora de efectos generales para el conjunto del cuerpo social.
A travs de la correlacin de lo particular con lo general y de una metodologa que transita de abajo hacia
arriba, Foucault hace la conexin de microfsica y macrofsica: Se debe hacer un anlisis ascendente del
poder, arrancar de los mecanismos infinitesimales, que tienen su propia historia, su propio proyecto, su propia
tcnica y tctica, y ver despus como estos mecanismo de poder han sido y todava estn investidos,
colonizados, doblegados y transformados, desplazados, extendidos, etc., por mecanismos ms generales y por
formas de dominacin global () hay que analizar la manera como los fenmenos, las tcnicas, los
procedimientos de poder funcionan en niveles ms bajos () pero sobre todo cmo son investidos y
anexionados por fenmenos ms globales y cmo poderes ms generales pueden insertarse en el juego de
estas tecnologas al mismo tiempo relativamente autnomas e infinitesimales del poder.
El poder se vuelve omnipresente a partir de la autorreproduccin.
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Los poderes macrofsicos y el poder microfsico estatal juegan un papel condicionante y condicionado entre s.
Este es el caso del poder disciplinario en el capitalismo y el poder de la soberana en el feudalismo. Foucault se
percata de que los poderes y saberes microfsicos estn firmemente arraigados no slo en la existencia de los
hombres, sino tambin en las relaciones de produccin. Esto es as porque para que existan las relaciones de
produccin que caracterizan a las sociedades capitalistas, es preciso que existan, adems de ciertas
determinaciones econmicas, estas relaciones de poder y estas formas de funcionamiento de saber.
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Durante el siglo XVIII, dice Foucault, se inventaron las actuales tcnicas disciplinarias del poder: los dispositivos
de la biopoltica utilizados en la familia, el ejrcito, la escuela, etc.
Los micropoderes actuaron en el terreno de los procesos econmicos (); operaron tambin como factores de
segregacin y jerarquizacin, incidiendo en las fuerzas respectivas de los unos y de los otros, garantizando
relaciones de dominacin y efectos de hegemona; el ajuste entre la acumulacin de los hombres y la del
capital, la articulacin entre el crecimiento de los grupos humanos y la explotacin de las fuerzas productivas y
la reparticin diferencial de la ganancia, en parte fueron posibles gracias al ejercicio del biopoder en sus
formas y procedimientos mltiples.
La sociedad moderna capitalista tuvo necesidad de crear un conjunto de tcnicas de biopoder, mediante las
cuales se lograr el control y sometimiento de los individuos a las extenuantes formas de trabajo industrial. La
produccin capitalista requera de hombres y mujeres con una cultura adecuada a las necesidades una
sociedad urbana y tecnificada, crecientemente individualista y competitiva.
Cuando Foucault afirma que no hay plusvalor sin subpoder est revelando su intencionalidad poltica
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Prcticas de poder sin subjetividad.
La metodologa de Foucault precisa investigar la estructura microfsica del poder, el conjunto de prcticas y
dispositivos tecnolgicos de dominacin.
El poder, en el mundo contemporneo, se reproduce a travs de ciertos lugares tcticos y estratgicos de los
individuos ocupan dentro de las instituciones. En este sentido, interesan ms los puestos especficos mediante
los cuales se reproducen las prcticas de poder. Lo que finalmente determina las actitudes dentro de las
maquinarias especficas de poder, y no la genialidad o el tipo de conciencia que los caracterice.
El poder como tecnologa pudieran ser el conjunto de estrategias y dispositivos annimos que
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Producen formas circulantes microfsicas de dominacin. Sin embargo Foucault incurre en una nueva
antinomia: o bien el poder es un conjunto de prcticas donde no cuenta la voluntad de los individuos o por el
contrario, el poder reside en las subjetividades de las castas, burocracias y clases gobernantes que detentan el
poder.
Resulta incorrecto intentar separar artificialmente el conjunto de prcticas y efectos de poder, respecto de la
personalidad de los sujetos especficos que en un momento histrico preciso tienen las responsabilidades y
toman las decisiones fundamentales para la reproduccin del poder que esas prcticas implican.
Las ricas aportaciones del anlisis foucaltiano, cuando concibe el poder como maquinaria y tecnologa de la
dominacin, no debe hacernos olvidar que el poder, como analizo Freud, tambin se introyecta en el individuo
desde la infancia, a travs de la familia, mediante la imposicin de la ley del padre; que el poder, como
percibi Max Weber, tambin implica una racionalidad donde la calculabilidad de los intereses particulares o
colectivos, la tradicin
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o el carisma del lder, se constituyen en diferentes tipos de dominacin, todos los cuales manifiestan la
presencia de la subjetividad.
Si prescindimos de las formas de consciencia, de los intereses manifiestos o subrepticios de los dominadores y
los dominados, no podremos, jams, entender cabalmente otras manifestaciones del poder; por ejemplo,
esteremos incapacitados para analizar la servidumbre voluntaria, la importancia de la conciencia poltica
revolucionaria de la lucha de clases, o el proceso de la transferencia en la terapia psicoanaltica.
Si soslayamos la importancia de la subjetividad, no lograremos desentraar los contenidos subliminales que se
utilizan en los mensajes ideolgicos de los medios de comunicacin masivos con el objeto de manipular las
consciencias. Tampoco estaremos en la posibilidad de identificar los contenidos demaggicos y retricos
inherentes a los discursos polticos, pues no tendra sentido comparar lo que s dice con lo que se hace.
Aun aceptando la teora de que al poder hay que estudiarlo fundamentalmente en sus prcticas, dispositivos,
tcticas y estrategias, como quiere Foucault,
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no por ello dejaremos de lado la significacin que para la comprensin del poder, tienen, en ciertos momentos
histricos, la personalidad especfica y circunstancial del poderoso, y las formas peculiares de la conciencia
subjetiva del conjunto de los dominadores y dominados.
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Poder positivo, poder negativo
Jurdico-Estatalista. Aspecto negativo del poder, fuerza de prohibicin. Las relaciones de poder son, segn
Foucault, esencialmente productivas y positivas. La prohibicin, el rechazo, la ley, conforman, nicamente, los
lmites extremos del poder.
Si el poder no fuera ms que represin, si no hiciera nunca otra cosa que decir no, pensis realmente que se
le obedecera? Produce cosas, induce placer, forma saber, produce discursos; es preciso considerarlo como
una red productiva que atraviesa todo el cuerpo social, ms que como una instancia negativa que tiene como
funcin reprimir.
El concepto foucaltiano de poder positivo-productivo es, ciertamente, una nueva forma de entender las
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Debido al hecho de que todo poder positivo presupone al negativo y viceversa, es que Foucault nunca afirma
que el poder negativo no exista; ms bien trata de subrayar los efectos positivos del ejercicio del poder como
fenmeno esencial para la reproduccin del individuo y la sociedad.
Concibe el poder positivo coexistiendo con el negativo a tal grado que resulta difcil la distincin de uno
respecto al otro. En la totalidad de las instituciones sociales se produce esta imbricacin de efectos positivos y
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tivos implcitos a cualquier prctica de poder, cuya finalidad primordial es autorreproducirse como tal. El
poder genera resistencia.
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El poder se ejerce, afirma Foucault, mediante la produccin de discursos que se autoconstituye en verdades
incuestionables. El discurso, por ello, pasa a ser en realidad una forma especfica de poder. El poder subsiste y
se reproduce debido a que existe un saber que se erige socialmente como verdad, a que logra ganar el
consenso de la gente, a que se introyecta en las conciencias y en los actos de los individuos de poder. El
discurso procura a legitimacin del poder. El poder institucionaliza el saber. Y el binomio de poder y saber
crea, en toda sociedad, una poltica general de verdad, la cual se encarga de distinguir los enunciados falsos de
los verdaderos, de sancionar los discursos alternativos, y de definir las tcnicas y procedimientos adecuados
para la obtencin de la verdad que interesa al poder.
Por verdad, Foucault entiende un conjunto de procedimientos reglamentados por la produccin, la ley, la
reparticin, la puesta en circulacin, y el funcionamiento de los enunciados.
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El poder produce un conjunto de mecanismos efectivos de formacin y acumulacin de saber, crea mtodos
de observacin, tcnicas de registro, procedimientos de indagacin y aparatos de verificacin. Intenta
establecer cmo el poder-saber produce un discurso, una moral y un conjunto de prcticas y dispositivos de
poder mediante los cuales se excluye a los locos, se vigila a los presos, se margina a los homosexuales.
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Las luces que han descubierto las libertades, inventaron tambin las disciplinas.
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El poder carcelario
La crcel como sentimiento del cuerpo y el alma. Vigilar y castigar es el libro ms deslumbrante de Foucault.
Hay en l una teora de poder como tecnologa, una investigacin y exposicin histricas de la conversin del
poder de la soberana feudal en maquinaria disciplinaria durante la poca moderna capitalista.
El suplicio es un ritual en el que el prncipe se mues-
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tra a la vez, y de manera indisociable, bajo el doble aspecto de jefe de justicia y de jefe de guerra. La ejecucin
pblica tiene dos caras: una de victoria y otra de lucha. Por una parte, cierra solamente una guerra entre el
criminal y el soberano; por otra, debe manifestar el poder desmesurado del soberano sobre aquellos a
quienes ha reducido a la impotencia.
Durante la servidumbre medieval, la importancia del castigo resida en que en l se manifestaba el poder
absoluto del soberano. La muerte del castigado se converta en una venganza del soberano, en un ejemplo sin
lmites del poder paroxstico del Rey.
Las nuevas formas del castigo aparecen con el desarrollo de la economa mercantil, cuando la presencia de
industrias manufactureras y febriles incrementan
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La necesidad de un mercado libre donde prolifera la mano de obra barata. El surgimiento del trabajo
asalariado, jurdicamente libre, permite que los obreros vendan su fuerza de trabajo segn las leyes del
mercado capitalista, lo cual hace necesaria la consolidacin de un mecanismo de control y punicin ya no
basado en el espectculo, la ira o la venganza de Rey contra sus sbditos, sino ms bien, apoyado en un
discurso ideolgico que concibe la detencin como readaptacin y correccin de los detenidos, con la finalidad
de reincorporarlos progresivamente al mercado de trabajo.
De esta forma y bajo esta lgica surge la disciplina capitalista con sus tcticas prototpicas: el encierro, la
vigilancia, la fiscalizacin, el control de los gestos, la discriminacin, la imposicin de hbitos y normas de
conducta, se introduce la prctica de domesticacin de los individuos.
Una de las preocupaciones del sistema carcelario es la de lograr el sometimiento del cuerpo de los sujetos
sociales. El cuerpo forma parte
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De un espacio econmico y poltico. El cuerpo est imbuido de relaciones de poder en tanto representa una
potencialidad productiva necesaria para el desarrollo y reproduccin de las relaciones capitalistas.
La celda parece ser una solucin ideal como tcnica disciplinaria.
La disciplinarizacin del cuerpo no es suficiente si no va acompaada del sometimiento importantsimo de las
almas de los presos.
A travs del uso del castigo como prctica de la marginacin, el hacinamiento, los trabajos forzados, la psima
alimentacin, la carencia de las libertades, la insuficiencia de aire y luz, la monotona y la soledad, la crcel se
convierte en un modelo perfecto de tecnologa coercin sobre los cuerpo y las almas de los recluidos.
La intencin es crear un alma y cuerpo modernos, absolutamente disciplinados, en la familia, la fbrica, la
escuela, el hospital, el ejrcito, la iglesia, es decir, el conjunto de la sociedad civil, con miras a obtener un dcil
y eficaz comportamiento de los hombres y mujeres en la produccin econmica y en la actividad poltica.
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El alma disciplinada se transforma en prisin del cuerpo, en pieza esencial de la dominacin que el poder
ejerce sobre el cuerpo, en un instrumento de una anatoma poltica que sirve para fundamentar la
reproduccin de las sociedades modernas.
Controlar y manipular el soma y la subjetividad de los detenidos ha pasado a conformar la mdula del poder
poltico contemporneo.
La crcel como fbrica de criminales. En la prisin no se oculta, no se enmascara, se muestra como tirana
llevada hasta los ms ntimos detalles, poder cnico y al mismo tiempo puro, enteramente justificado ya que
puede formularse enteramente en el interior de una moral que enmarca su
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Ejercicio: su tirana salvaje aparece entonces como dominacin serena de Bien sobre el Mal, del orden sobre el
desorden. La desnudez del poder, sus dimensiones excesivas de encierra, exclusin y privacin de la libertad,
se encuentran moralmente justificadas como prcticas necesarias para salvaguardar la existencia de la
sociedad. Es en la prisin donde los pequeos criminales se transforman en grandes delincuentes. Ah se
conforma el lugar ms propicio para aprender todo el amplsimo acervo informativo sobre como robar, huir,
asesinar, chantajear y vivir de delincuencia.
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A partir del modelo carcelario, la familia, la escuela, la fbrica, el orfanato, el asilo, el hospital, las
correccionales, las burocracias, etc., reprodujeron de manera siempre especfica el conjunto de tcticas
utilizadas por la disciplina para someter a los individuos habitantes de la modernidad capitalista.
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La prisin, en tanto que paradigma de la disciplina, es, indudablemente, un requisito indispensable para el
funcionamiento adecuado de la sociedad actual. Paradjicamente, la presencia de la disciplina como forma
capitalista del poder es tan contundente como apabullante que se nos aparece como si fuera un espectro
intangible, aunque no puede ser visto ni tocado ni olido, indudablemente est presente, deja sus huellas y nos
hiere y determina cotidianamente.
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