Singer 1976 Teoria Del Valor

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fNDICE

siglo xxi editores, s.a. de c.v.


CERRO DEL AGUA 248, ROMERO DE TERREROS, 04310, MÉXICO, D.F.

siglo xxi editores, s.a. EXPLICACIONES Y AGRADECli\llENTOS 9


TUCUMÁN 1621, 7º N, C1050AAG, BUENOS AIRES, ARGENT!NA
PRIMERA CLASE, TEORÍAS DEL VALOR 13
siglo xxi de españa editores, s.a.
MENÉNDEZ PIDAL 3 BIS, 28036, MADRID, ESPAÑA SEGUNDA CLASE, DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO 35
TERCERA CLASE. EL EXCEDENTE ECONÓMICO 58
CUARTA CLASE. ACUMULACIÓN DE CAPITAL 78
QUINTA CLASE. LA CONCENTRACIÓN DEL CAPITAL 101
SEXTA CLASE. MONEDA 122
SÉPTIMA CLASE. EL cRÉDITO H1
OCTAVA CLASE. EL NIVEL DE E~IPLEO 160
NOVENA CLASE. EL CAPITAL Y EL CAPITALISJ\fO EN
PERSPECTIVA HISTÓRICA 181
DÉCIMA CLASE. COMERCIO INTERNACIONAL 201
UNDÉCIMA CLASE, ANÁLISIS DEL DESARROLLO
edición al cuidado de cannen valcarce ECONÓMICO 219
pritnera edición en espai'lol, 1976 DUODÉCIMA CLASE, ECONOl\fÍA PLANIFICADA 238
decirnotercera edición en espafi.ol, 2008
©siglo xxi editores, s.a. de c.v.
isbn 978-968-23-1595-4

derechos reservados confonne a la ley


inipreso bajo den1anda en
publídisa niexicana, s.a. de c.v.
calz. chabacano 69 planta ;\[ta
col. asturia.'> - 06850 n1éxico, d.f.

[5]
PRIMERA CLASE

TEORfAS DEL VALOR

E:_~is.t~_mt c<mflic!Q.JI;\§ic<:u¡.1~-.1livi<l<:...Lla....,econrunía
en dos escuelas opuestas. Esta división de la economía
eíi corrientes; que . se. .
repelen y divergen y que, incluso,
carecen de un lenguaje común, distingue a los parti-
darios de la ef.Q!lW!!l!!...m~!.<ti!H!!ifil..a de los de la ~
nomía marxista. Esa división es escamoteada muchas
.
~eees-por io;;,presentantes de ambos grupos. En las
obras de economía política marxista, en general, se
encuentra apenas una exposición del tema desde su
punto de vista, sin mención alguna de la existencia
de otro análisis completamente distinto y hasta opues-
to. Y lo mismo sucede con la literatura marginalista,
e incluso con la enseñanza en las universidades del
mundo occidental, en que el marxismo termina por
ser completamente olvidado, o pien se abre un parén-
tesis en la exposición para decir: existe una escuela
arcaica que se aferra aún a conocimientos superados,
por motivos ideológicos: el marxismo; y luego se cie-
rra el paréntesis y se continúa. Lo que intentaremos
hacer en este curso es mostrar cómo ambas orientacio-
!'~~$ YJ.'!~'!J~'!..~ !~!. 9E~:~i"~é~iFsrJa;r;;~¡,:;;·'J~";;~~~:.
tro Siempo, No es un debate que se dé meramente
en el plano de la interpretación o de la comprobación
de los hechos. Está profundamente ligado a la inter-
pretación de la vida social, de la evolución de la so-
ciedad y del rumbo de esa evolución.
D.en.tro _de I.os cánones. de la cie!lcia .pos.iJivi.sta,. e!l .
muy difícil entender un debate científico motivado de
ést_a nianera. No se trata df un debate ''ObJe-trvo••:'DC~
[13]
11 l'Hl \11 R.\ CLAS!·: ·¡ 1.oni,\s DEL \ ALOR 15

pende, en últi1no an.c:ílisis, de una ton1a de posici<'>n zación de una unidad de n1edicibn esenrial para pnír-
J.nterior, precientífica. Tal vez la existencia de esta tícamente todos los fenómenos del inundo econón1i-
dicotomía en la ciencia econó1nica sea uno <le los ar~ co. J<:s por es.?, .. ~vi~.en!e'!l~llte, .. q\I.~. ~L~91Ue!l.iil.ct.\le..
esa me~_i.~a -el valor económico- es esencial, es la
gun1entos mtís in1portantes contra esos cánones de ob~
jetividad científica. No nos detendre1nos mucho en
..pie. r.a....·r·J.•l')·¿r·
,~cr- ·~····r r · · -· , -·· · · ·· ·· ···········
..~.mmta •.\.eJ.Q.c!.Q...el. ed1f1c10 científico.
esto: sólo quisiera llatnar la atención de ustedes sobre ·~Jl . JJJ:"~,.,:i_~D..ci~t. ~~q_l~Qrn_ic~ _rri'O'~ie1:~~---~;¡;te~. . . ;i~s _for-
estas in1plicaciones de los debates que se harán entre 11.~~~ .f!>.!!!E-1.'i!~!!l\'H..\\' &itilJJ?iiXi:,d¿l¡í)Jí-~:fL:Yii!B'ff í.iíla
las exposiciones. de ellas ~!Hr..ae__ el._y'-'Ior de una relación del hombre
1 ··¡ ""····"íl'T"""'''t''"""""""" .....,..........,,~.--..
<;9.!1~-ª_..º-..'!JJ!r"'é!,,.~lªi~,J,t,....-e~1QD.!J;..t.e~Q.V..lau.9Aª-~· Parte
Empezaremos por lo que 1ne parece l¿,~.~IS.2. .~~~.1}"·'
la ..!'f9Jl'1...I!!fa,.•e.s Jlecit,.. c.otLeL,pm.\!l.em1L\kl.Y.i!!m:, La · de la idea de que el hombre siente una serie de nece-
economía es una ciencia social que difiere de las de~ sidade§_y_~s...bfü.rnl')dO_fü!Ji§fa~L eS~L!JfCesig!!.<J.~L!!Úé
más ciencias sociales en que .P<:>see, µn~ .fle15,i]úlhli1.<i _el_., eJl!(!Ie!l.<:l.Lla...W.LYi4ª.<i..~.f!?ER'!1iq. Por lo tanto, lo
-".!!.~!,lti[iE~ci<)11 eje, la,q\l~. rnr.,<;e11J."s. demás. Por ejem-
que crea en la actividad económica, o sea el v_alor,.i:r
plo: en sociología, cuando hablamos de relaciones ·~es el E!ªd!>... sl.$....§~tisJ)!..S~1.2!l.. ítJ.'L\!tiJ!~'-'!L~!~.tiXl'~i~!Iq ...
sociales, podemos distinguirlas, analizarlas, clasificar- ~~~~,~~ª"'t~1xt~l~.fl. Según este enfoque, la actividad eco1Hí-':o~
las; podemos hablar de relaciones simétricas y asimé- mica se da esencialmente entre el hombre y el medio
tricas, iguales y desiguales, antagónicas y de coopera- físico y el hombre atribuye valor a los objetos o a
ción. Hay diferentes formas de clasificar las relacio- los servicios en la medida en que satisfacen sus nc-
nes sociales y, una vez clasificadas, podemos pasar a cesidade~. !:lS,lli~~J:!!l~~,to e"trne.. eJ.ya.I.or, 110 de
sn análisis, a la comprensión de su dinámica, etc. Pero l~~!~!-~-~,;9p.~-~-,-~Jt::l__ l~_9m_br.~. ~Qn .las . ~Q~as, .s_ino. del. llOIU·
no podemos cuantificarlas, no. podemos dec_ir, por J1E~-'~f!º--·.9.-~r9.§ -~~º-Ill.~fes~ . . ~.s J!e~i_r~ _de .las. __ relac:~_ones ~o.·
ejemplo, que nna relación es 3 o 6 veces más intensa cia\~s. El valor, en este C:áici,es ef fruto ..dG Jás reía:
que otra. En psicología, se habla de percepción, de ciog~~-<L\le..~\'_Q:..,~~• .,.llJre I()~ !\()'.llbres en la actividad
emociones, etc., pero también casi siempre des<le un \\ho.n?mica. Y se mid.e.P<:>r e(tie¡ÍÍpo~'éíe"j.fáh';iJo[>lú.
punto de vista cualitativo. duct.1.vo que Jos.hombresdedican.a Ja activi.dad eco-
No pienso extenderme en el análisis de otras cien- nómica: ·¡:á prTmerae; ía ieoi-l~ "J~¡-;;(lzé-ut w;¡¡;;tTá
cias sociales. de las que no conozco mucho, pero es-- segunda, la l!.P'i!':..1-.!l valor-tra6';;¡~, " ' ·.. '
toy convencido de que la economía, en este punto en ...,-f- La teoría del valot-utilidad parle
de Ja relación en-
particular, es diferente. La mayor parte de las leyes tre u~a necesidad humana y el servicio u objeto que
económicas pueden expresarse en forma matemática y la ~ausfaga. Yo tengo ham?re, el alimento que puede
verificarse empíricamente, La ley de Ja oferta y la satisfacer el hambre es objeto de una actividad eco-
demanda, Ja ley del valor de Ja moneda, etc., casi nómica que valoro en Ja medida en qne satisface esa
siempre, o tal vez siempre, pueden ser medidas, y por necesidad. Para mí, esa necesidad es subjetiva. Depen-
lo tanto avaluadas no sólo en términos de Jo que de d; la cantidad de hambre que sienta, de mi prefe-
acontece o no, sino en qué medida acontece. Esta po- rencia por este o aquel alimento. En principjo, cacla
sibilidad de cuantificación deriva precisamente de la ue:esidad humana puede ser satisfecha por 1n{u; de l!ll
teoría del valor. Es decir, hay un concepto básico en Objeto. Estoy, por lo tanto, en condiciones ele escoger,
la econo1nía, que es el de valor, que pern1ite la utili- y puedo valorar Jos objetos de acuerdo con mis prefc-
16 PRIMERA CLASE TEORÍAS .DEL VALOR 17

rendas subjetivas. I;a t~gr!Lc!eLJiJ!lor:l!!Jll!l.!!!LPE-JJ:C puestamente "autónomo" del consumidor en una se-
rie de reflejos sabiamente condicionados. Sin embar-
d~ .~'L}i}!X'Ji?.!Jrtqmi,§JJJQ,.~11.li.MirJa. No se trata de la
"verdadera'' necesidad del individuo, en términos de go, el margínalismo no se dio por enterado de lo que
un criterio objetivo. En relación con el ejemplo utili- ocurría <le hecho en el mercado y continuó postulando
zado -el hambre- los especialistas en nutrición pue- que las ~mpresas se desdoblaban para atender a los
den decir cuál es la cantidad de calorías, de proteínas, deseos libremente expresados del consumidor indi-
de grasas y de vitaminas que necesitamos para alimen~ vidual. Los capitalistas pasaron a adoptar una actitud
tarnos, cuáles son las cantidades mínimas necesarias algo incons~cu~nte: en las grandes ocasiones, las par;.í-
para el mantenimiento y la salud de las personas. To- bolas margmahstas acerca de "su majestad, el consu-
1naremos eso como necesidad objetiva, que puede ser midor", continuaban proclamándose, lo que no im-
inedida perfectamente. Sin embargo, eso no interesa a pedía que en la vida cotidiana se desarrollaran cam-
pañas publicitarias cuidadosamente planeadas con el
la teoría <lel.xªJQr:mi!i<:IE-c!;Jqqy.eJe ffit.,r~~~ e.s ....el
objetiv~ de lleva~ al "rey del mercado" a comprar y
-~~~.?·---~~~!?~l~-~-P~~.~-~~~.~}!.~'!~Pf:!f !:!.1.!,1.~~~1n_ esa ne~esid~d, consumir en m~d1da mucho mayor y en dirección muy
có1no la sien_ten, y eso evidenten1erité~ y¡-¡r1a-·tlC'-üii-ih~- '""""
llivldúoa ofro. ' .. , .······· .....• ·...... ---- diferente de lo que haría espontáneamente. (Esto fue
-~;::;;:-'~-¡ .:v~iór, en es.te sentido, ~~ una ~n_¿¡nif~_st;ici<)~ _de demostrado por J. K. Galbraith en O novo Estado
ir¡dustrial.)
r91~1pJJrJ.ªmi~n!º--~s~~iªlm~P.J:~.2Jthle.tiYO. :_És ·CfirO· que, '"Ji Por otra parte, la t~f!Ji-ª.-4~( i!ri(é·:fi·1j/j_g7;-¡,-.-¡¡;; ele-- -- -
no por el hecho de ser subjetivo, emí exento del aná-
lisis. El comportamiento subjetivo puede ser estudia- {~~~-"\. l~_JP-.~-'h~e que la ~ctivid_a4 -~~on<)mi.ca es és.enciahn.en.te
do, puede ser verificado en la n:iedida en que es '.~,.:::"(iile~~.~~s deci.r;~eñCUaiitO'-aCthiidaCfi'lldi~iClt1a1 n-<~
interesa al estucho de la ciencia económica. Es claro
condicionado por varios factores que, a su vez, no son
que los individuos, de vez en cuando, hacen cosas
subjetivos. El carácter subjetivo del comportamiento
para si mismos, aisladamente. Si· se descompone la
individual no fue más que un reconocimiento, por los
en~e~a<lora, el ~ueño <le c~sa, si puede, la arregla. Esa
marginalistas, de que en realidad hay bastante varie-
act1v1clad podna ser realizada por un electricista; ;i
dad en las preferencias de los individuos en la elección
se Ham~ ~1 electricista su actividad es económica, es
entre distintas formas de satisfacer sus necesidades.
un serv1c10 remunerado, constituye una mercadería
Pero, curiosamente, el marginalismo nunca fue capaz
de develar las leyes que gobiernan esa subjetividad.
por lo tanto es objeto del estudio de la economía. Sl
es el _pr~pio dueño <le la enceradora quien hace el
Y no lo ha logrado pese a haber hecho del consumi-
traba¡o, este no es, desde el punto de vista de la teo-
dor el centro de su sistema, porque tuvo que justifi- ría del valor~trabajo, una actividad económica. E-;
car la Hsoberanía del consumidor", suponiéndolo, en
n~a actividad particular que el individuo hace, del
el fondo, siempre racional y capaz <le reconocer sus mismo modo que se baña, lo que es una actividad in-
necesidades y los modos de mejor satisfacerlas. Cuan- dividual del adulto.
do las grandes empresas descubrieron que podían, a
Pero en la medida en que la actividad económica
través de la publicidad, manipular la voluntad del
es una_ actividad colecliva, esenCiaTffi'fñ~· soci;;'J~Ifri­
consumidor, imponiéndole una 11 imagen de la marca",
v.~slela···aivisioñ socfaI<ler·¡¡.;¡fíafó-eñ'Ia-é-~ai !·ts
y condicionándolo para que fuera 11 fiel'' a ella, pasa-
ron a hacerlo, trasformando el comportamiento su-
P~rs9~~s·:_~Y~i~pefj_ª-~.-Iti1ié1_0:~-es·.~~íife:e'ü~iádaS~ -Y, ·-~o;~.
18 PRJMJ·.RA CLASE r1·:oafAS 'IJEL \' ALOR 19

plementarias. Es decir, no todo el mundo hace lo te la división social del traba jo. Y en ese sentido el
rriíSmó.<slñ~utilizar ejemplos alejados de nuestra rea- v~.~j!'!ÍYº••.. P~~,?~--~!:E ..IE!.<l.ido__()E,i~.~i-~'!Hl~!!~' ,
lidad, basta mirar la economía urbana brasileña para i:or lO tanto, resumiendo lo referente a esa parte,
verificar que cada individuo que participa en la ac- la teoría del valor-utilidad es una teoría subjetiva,
tividad económica desempeña una función muy espe- en la medida en que refleja un comportamiento sub-
cializada. Uno es profesor, otro conductor de camión, jetivo, que es objetivado en cuanto objeto de estudio.
otro médico, otro actor de teatro. Y esas actividades La teoría del valor-trabajo parte de la idea de que el
sólo adquieren sentido en la medida en que existen valor es algo social y objetivo. Desde el punto de vis-
las demás. El actor de teatro sólo puede desempeñar ta de la teoría del valor-utilidad, el valor del mismo
~u función en la medida en que existe e! electricista, objeto varía si varia la opinión de las personas a su
el carpintero que hace los decorados, el boletero que respecto. Su valor puede aumentar o disminuir, basta
cobra las entradas. Y en la medida en que existe el con que l~s personas cambien de opinión a su respec-
agricultor que produce su alimentación y que la cam- to, es decir, con respecto a su capacidad de satisfacer
bia, en óltimo análisis, por sus servicios artísticos. una necesidad humana. Por ejemplo, un vestido que
Pero el valor, según la teoría del valor-trabajo, deri- ha pasado de moda pierde su valor porque dejó de
"ª precisamente de esa división social del trabajo. satisfacer una necesidad. El vestido, físicamente, es el
I1naginerr1os una sociedad hu1nana sin división so- mismo. El trabajo social incorporado en él es el mis-
cial del trabajo (en realidad, la antropología no no,, mo. No ha cambiado. En la tientla costaba $ 100
ha revelado ninguna, pero para la discusión poden1os mientras estaba de moda. Pero la moda cambió. Lo
pensar en ella), en la que cada individuo, como Ro- que cambió fue el gusto del consumidor, su necesi-
binson Crusoe solo en su isla, trata de sobrevivir sin dad subjetiva _del vestitlo. Entonces ese vestido pierde
ayuda de nadie, desempeñando todas las funciones valor, su precio cae a $ 20, a $ 10, o se da de regalo
productivas y satisfaciéndose co1npleta1nente en conN a quien compre un vestido nuevo; sin que, sin embar-
tacto con la naturaleza. En esa sociedad no habría ac- go, física o socialmente haya habido cambio alguno
tivitlad económica y la actividad productiva no gene- en relación con ese objeto.
ran1'a val?r:d~dj..:v,::1?_1.' .~-~1 . . y~~()L~."IJ'!:~d':'c.!() __~o~ial, Q"~!:~. J)_~~~,9. ,. _~}·~..,.~,t,. -9.~~...!-~!.~!?.~~-_!:~orj~~<!!!ier~!!",~~~,,..~~­
ª. . _
d ~"·'""~ .. ª~.PYt ... ,<;P:1e~J!Y~"J.:PnJunt.a... de. tQ_uos" los ..m1em- br.~ .el producto social. La teoria del valo_r-utiHdadJo
concibe. Co1no ·1a. suma_" <l'e todos lo~"Obj--,.;etOS);sefVrcios
.bros..actLvos..de.J¡uodedad.
En la medida en que el valor es el valor del produc- producidos por la sociedad en un periodo determina-
to social, resulta·-'cle una actividad colectiva y puede do y cuyo valor es la surna de los valores de cada uno
ser medido por el tiempo de trabajo social invertido de _esos bienes. Por lo tanto, el yal9,r .. ,tle.L.]lrnd.timl
en ese producto. Este tiempo de trabajo iguala todos ~~~.~~1J . ~.~()...~es_~tJ!_a. _ (tf! .iC~!n~. n._t{J .-9-~ )¡,¡ __ n_1_~s~ ~~, P.t.~-~~s._p_ro·
los distintos componentes del protlucto social. Po- dumlos, smo ele la evaluación que de -~.llos .. l.1a¡:en. Jos
detnos decir entonces que una sesión de teatro es igual ~~~.~~~~s c~·9n_c'>1n_i~.:9-;_. en _el n1o¡ncnto en .que lo-..-ncgo·
a tantos viajes en camión, lo que a su vez es igual a ~:1~~11"i;_11_c;l.~1-~~~·~~~.l.o:_.~-. una \11111a de cvalua(Íonc-;, a¡>li-
tantos pares de lentes, cajetillas de cigarros, etc., por- <·ad:1" a dife~·entes (':tHtidades de hicnc\, y <pie \':11._ía11
que todos esos productos resultan de una misn1a acti- segun la1nb1an Jos gustos, la~ prcfercnc..:ias y la-; ex-
vidad !>orial: el trabajo socializado, realiLado rnedian- pectativas. Para la teoría del v,,<JJgJ,;l!~Y.J).,i!jO, el valor
,,..~-~-==-._.,,,~.,.,"''"""~-,.,,,,,.,.,.,,...,.,..,=·v.--.-"''"'-~"
20 PRIMERA Cl.AS!! TF.ORfAS DE f. VALOR 21

<M procl11~~º- S()CJªLr~sul_ta ..<1~. ,1.~.ten.n.i nad() tiempo de económica es esencialmente idéntico siempre, aunque
~rab--ªiº-"~Q~jaJm.e.rue . . ne.i:;:.~.s.a.rio..in.y.e_:t~iJ.l.Q,.<eXl... la._ p.rQ9_qc- 1me~a tambiar en s.u .manifesta~ió? concreta. L~ dife-
rencia entre Ja acttv1dad econom1ca con relación al
.. dóJu:le ..cierJa .. cmtidad.de.mercaderi.as.• Es claro que
esas mercaderías deben satisfacer necesidades huma- valor, de un individuo en Sao Paulo hoy, y de un in·
nas, si no no tendrían valor. Dado el tamaño de la dividuo en Sao Paulo en la época de los bandeiran-
población, su composición por edades y sexos y el po- tes, • no existe, esa actividad es esencialmente la mis~
der adquisitivo de las distintas clases, la satisfacci6u ma, aunque su manifestación concreta sea muy dife-
de cada necesidad del conjunto de los consumidores rente. Pero la manifestación concreta de la relación
requiere determinada cantidad de mercaderías. Toda del individuo con su actividad económica hoy y an-
mercadería producida más allá de ese limite es inne- teayer también es diferente. No hay diferencia entre
cesaria, el trabajo invertido en su producción no es hoy y anteayer ni entre hoy y hace trescientos años.
socialmente necesario y por lo tanto no tiene valor. Se coloca a las diferencias en el mismo plano: si un
Sin embargo, objetan los marginalistas, la cantidad bandeirante resuelve participar en una bandeira, pe-
demandada de determinada mercad.ería depende de su netrar en el foterior del Brasil y cazar indios para
precio: si éste es mayor, la cantidad vendible será :rhe- venderlos como esclavos, básicamente está actuando
nor, y viceversa. Luego la cantidad demandada, es de: del mismo modo que un individuo que sale de su
<·ir, "necesaria" depende del precio, o sea, del valo1·1 casa por la mañana, compra el Diario Popular y bus-
el cual no puede ser determinado independientemente ca un anuncio de empleo. Fundamentalmente es lo
de la cantidad. A esta objeción, los partidarios de la mismo, ambos están tratan4o de colocar su esfuerzo,
teoría del valor-trabajo responden que las mercaderías que puede ser precisamente trabajar en una oficina
no llegan al mercado sin precio, para recibirlo allí o ir a la selva en busca de indios, a trueque de obje-
,egún las fluctuaciones de la oferta y la demanda. En tos y servicios que satisfagan sus necesidades.
realidad, las mercaderías provienen de empresas ca- Allí no hay tiempo histórico. Las diferentes formas
pitalistas, anhelosas de mantenerse y expandirse y de organización social, de vida económica, se engloban
<1ue, por lo tanto, jamás podrían vender sus produc- en el mismo cuadro de análisis. El mercado existe
tos por un precio que no cubriese adecuadamente sus siempre, incluso cuando el individuo está solo. Me pa-
costos y les proporcionase nn margen de beneficio rece que este ejemplo, bastante citado por ser extre-
adecuado. Pero ese })recio, determinado por la com- mo, muestra claramente esta concepción ahistórica
petencia entre las en1presas capitalistas, corresponde del valor: Tarzán está echado en su rama de árbol des-
(aunque se haya trasformado) al tiempo de trabajo cansando. De repente siente hambre, pero no tanta
~ocialmente necesario invertido en la producci<)n de como para salir en busca de alimento. Prefiere descan-
cada mercadería y la suma de los precios multiplicada sar. a ponerse en movimiento, :n un esfuerzo por
sau~acer_ el hambre que es t?davia una necesidad pe-
por las cantidades de mercadería producida correspon-
de (directamente) al tiempo de trabajo socialmente quena. Sm embargo, a medida que pasa el tiempo,
necesario invertido en el producto social ron10 un • Bandeirantes se llaman los miembros de Jas barideiras. ex-
todo. pediciones armadas que partían de Sáo Paulo a recorrer et in·
l~a teoría del valor-ulilidad pr~teºcJe,, ~.e.r _ a,J!,isV~!'.~f.:J.t t~rior con el fin de descubrir minas y capturar esclavos, desde
es decü·, que el con1porta1uiento humano en el área fines del siglo xvr hasta principios del xv1n. [T.J
l'IU\lf'RA CT..l,SF. TfORfA'i nrt. \'Al OR

el han1bre au111enta, ) en algl1n 1nomento se levanta como elemento dinámico de la cconoxnía, es roinplc-
y va de raza. Ese con1portan1iento de Tarzán es esen~ tamente nulo. Porque el consumidor ya es educado v
c. iahncntc cronó1nico, -para la teoría del valor-utilidad. criado dentro de determinada pauta de consun10, co;1
El mbnto tipo de an!1lisis se hace del desempleo: posibilidades de. elección sun:amente restringidas. y el
;i hay desempleados '" porque el nivel de remunera- aparato pro~ucttvo de la sociedad ya está montado, ya
ción que el individuo puede alcanLai' no es suficiente está constrmdo y estructurado para satisfacer esa can-
para que prefiera salir de su ocio. Éste es el análisis tidad limitada y est<ltica de necesidades. En esas con-
que se hace y que se ha hecho y que fue ahsolutamen- diciones ~º.tendría y no. tiene sentido tratar de cxpli-
tc predominante en la econoniía uoccidental" por lo rar la actividad económica y su variación a partir de
menos ha;ta Keynes. Fue Keynes quien señaló la las necesidades humanas, porque éstas son un ele1nen-
to casi constante.
existencia del desentpleo involuntario, en que inclu-
so aunque el in<livic.luo quiera trabajar por inuy poco l,I';_L_eo_ría del valor~utilidad alcanza una aceptación
no puede hallar oportunidad en la divisibn social del r~l~.Y.ª!~e~!.e,_gE.'1!1':!.e....~~IE.~... l~r.\~a_Jl!i.en,fa .··.de~.~pl ica-
trabajo. Pero en teoría no ~e arepta ni eso. En teoría c1~n,~.e~!'.!1()JE1,E~,-"!1.. !~...~()cte~l.ad... IEº.derna,. Y... sól.o en
el sujeto siempre pnecle conseguir alguna "chamba", ill>!....Porque .~.!1.J'l _sgct~clad. mQ<lerna ..el. dinamismo.
puede ayudar a la mujer del vecino a lavar la ropa .,!' .
g.e.!'_e_rad.º . ."Last<:>.~". .. Producción, estim.ula constan-
para ganarse un plato ele romida. De ese modo, siem- :-~1!!~!1..~~--~! --~~~~~-~.!.~2.r._P~~!.ª-~9.~~~~i~~-21ª~.--·:P~~~ _-q:tte.::~--~~
pre que el individuo está desempleado es porque pre- .E!i!'..l~."..~~.l~ ..<Je .~us..i:i~ce~id~des, pai-a que l~s cambie.
Y en la medida en que las pÚsonas ·;esponden ·;¡·¡,5;;;.·
fiere el ocio a la pequeña remuneración que se le
estím?los, e:i. I~ medida ;n que su comportamiento
puede ofrecer. cambia, pos1b1hta una serie de trasformaciones econó-
De hecho, sin embargo, la teoría del. valor-utilidad
micas. Explicar la econo1nía capitalista inoderna a
.~2..'_~~--~~lif~!?i~:1~~-!~~i~-~"r,q~~-~--~~:?~_"Y_~ij,~:~,,~~füi!J§.~.-~~1r:~~If!~~--~~?:~_ partir del compo~tamiento <le! consumidor es posible.
~ie<la<l ... en q ''e .. 1.as .. n~f~~-ic1.~c1.~s .l!!lffi~!l~.s_.!2!.LlJ!.!l~~:.. No queremos ?ecir que sea correcto, pero existe cierta
nientalll1ente establ~s, y esas. §Ociedades han Uena<lo
correspo~denc~a. entre la teoría y los hechos, corres-
tª1Y~?-~L2~.%.c1<:.Já !•isicíija ·11iíiñaná"hasiá'.íioy. tii.
ron traste con 1a sOrle(ia<f luOOéflla~"..,,de_,__¡ióSféVófúci6n pondencia suficiente para trabajar en ese sentido. y
industl'ial, .las sociedades anteriores eran re1ativan1en- es por eso que !'.Q.!l!.ÍQ5'.rnmgJUL1'1.J~Q[faL.<:!eLvªlor-utili­
dad una teoría histórica, porque está vin¿t;l.ad~··,; ;,~a
te poco rlituhnicas en su ritn10 e.le transformacilin eronó-
@BlaéQ()ífülíi\fütc~n~!!Cuempó-:·-
1nica. Entre las pautas de consumo de un campesino
de la Edad l\fe<lia y de su abuelo, no había fundamen-
talmente gran diferencia, y 1o mis1no sucedía con las
.';>_~¡§: ··tifr{i t;e1af'a~9~~r,~t~12.;,;~r!~~si~fl~;;r~f~1i~-~fl~·· ·
dueto. social por la. división social del trabajo, sólo
pautas de consun10 de un hacendado paulista de fines
es váltda en la medida en qne esa división social del
del siglo pasado y las de sn padre. En la base de las
trabajo existe. Y cada modificación de esa división
sociedades que estudian1os históricainente, las nece-
que es el hilo mismo de la evolución económica, in'.
sidades humanas que pneden ser satisfechas por la
flu~e en el valor creado. En último análisis, se podría
economía varían 1nuy lentamente o no varían en ab-
decir que a lo largo de la historia económica la divi-
soluto. Pero en una economía con10 ésa el papel de
sión social del trabajo siempre se ha expandido. En
la" preferencias subjetivas, el papel del ron.'inmhlor,
PRIMFRA CT.A~F TFORfAS Df'(. VAl.OR

el punto de partida histórico, que no sé exactamente A Ja economía no le corresponde estudiar ni tiene


cuál es, gran parte de la actividad de los individuos rondicíones para eso, esa variación cotno a<·tivi<lad de
es no-económica. Los individuos trabajan para sí n1is. consumo, es derir, en cuanto yo uso los lentes, sino
mos y buena parte de su actividad no contribuye al solamente en la medida en que los cambio por otro
producto social. A medida que vamos avanzando tipo de objeto de uso cualquiera. En ese caso el valor,
las sociedades prehistóricas a las modernas, asistimos aunque subjetivo, aparece en el comportamiento ob-
a una ampliación de Ja división social del' trabajo, jetivo de las personas q~e I:acen d cambio. Y como
<1ue va englobando una proporción cada vez mayor la economía no es una c1enc1a meramente descriptiva,
de la actividad humana, hasta llegar al punto (que sino que tiende o al menos debe llegar a resultados
no hemos alcanzado todavía, evidentemente, pero al operativos, lo que le interesa no es el comportamiento
cual nos estamos acercando), en que prácticamente en el intercambio individual sino colectivo. Lo que
toda la actividad humana adquiere carácter econó- interesa es el precio que los lentes alcanzan en el mer-
mico, porque se vuelve social. Es decir, no se realiza cado. Ese precio es un promedio de distintos predos
en forma primordial, directamente, para la satisfac- que distintos in.dividuos pagaron por sus lentes. Si és-
ción de necesidades del mismo individuo que produ- tos costaran el doble de lo que cuestan, menos indi-
ce, sino de otros individuos, obteniendo, en campen. viduos los comprarían, pero siempre los comprarían
sación, un producto equivalente, en tiempo de tra- algunos; si costaran la mitad, n1ás individuos los com~
bajo, de Ja actividad de otros individuos. Es esa am- praría~. Es de.cir, hay individuos dispuestos a pagar
pliación de la actividad económica en el conjunto cualqmer precio por los lentes y el número de indivi-
de la actividad humana lo que revela el enfoque de duos va variando. I.o que interesa es el precio efecti~
la teoría del valor-trabajo. vamente pagado. Por lo tanto, la teoría del valor-utili-
Me gustaría terminar esta exposición analizando dad encuentra su aplicación práctica inmediata en
varias lp,lp.liHcion~,s._ de las dos teorías del valor, im- la explicación de los precios efectivos en el mercado.
plicaciones que serán objeto de explicaciones más pro- Y en la medida en que es así, su punto de abordaje
fundas en las próximas exposiciones. Por ejemplo, Ja es el individuo que se halla en el mercado, La teoría,
teoría del valor-utilidad, en la medida en que empieza efectivan1ente, reduce todo el comportamiento econ6-
a explicar el valor de cada objeto y de cada servicio, mico al comportamiento en el mercado. El propio
parte esencialmente de ese segmento de la realidad acto de producción es asimilado a una actividad de
que es el nzercado, es decir, es en el intercam.bt'o que intercambio: el individuo está trocando su ocio, que
el valor se manifiesta concretamente. ¿Qué valor atri- es sabroso, por el esfuerzo, que siempre es desagrada~
buyo a mis lentes? Todos usamos lentes para ver me- b.le. It-ª=~ctiyida~ j~I wt~a!>~j~*.. !1~ma~?.. es_ encarada
jor. Pero eso no significa que atribuyamos el mismo s1~_\!\PJ~~~.\UlS!\,!,~i!c:t'í'i"'ra act1~pro(ltl'ctfv:t=e1,,
valor a los lentes, pues en esa relación subjetiva no individuo está cambiando algo agradable (el ocio)
hay uniformidad. Es posible que la persona odie los por algo desagradable (el trabajo), que a su vez con-
lentes por motivos estéticos. Hay gente que prefiere duce a algo agradable (la satisfacción de otra ne-
sentarse sobre ellos. Hay otros que no pueden vivir cesidad).
sin sus lentes. Por lo tanto, hay una gama de valora- La teoría del valor-traba jo parte de la producción:
ciones del mismo objeto por diferentes individuos. el valor no surge en el mercado, surge en la produr~
26 PIUMfRA CL\<;p TrORfA'I orr. \'Al OR 27
riún, en el trabajo. Éste es encarado no con10 algo rro el riesgo de no estar vivo hasta entonces o de cam-
negativo, como la renuncia al ocio, al descanso, sino biar dé opinión con respecto a su utilidad y de que
co1no una actividad que afirn1a al hombre en cuanto no 1ne sirva y~ ..<1~ntro de un 1nes. Este riesgo que
tal. El individuo es \'isto co1no productor social, rorno corro es el samlmo c¡ue hago y que debe ser remu-
individuo integrado en la división sorial del trabajo. nerndo en relación al lapso de tiempo por el cual re-
L~oría <!~l val~ilid.~.~~E!iEa el excedente so- nuncio al uso del objeto.
r~Wwll!JJir de la reJlllLwia. El excedente social es lo Esa remuneración adopta la forma de intereses. Los
qiíe h sociedad produce y que no se destina al con- intereses se calculan en relación al tien1po; crecen en
sumo inmediato. Ese excedente surge en forn1a Hsita Ja medida en que el tiempo pa;a. La producción del
co1no máquinas, materias primas, edificios no residen- excedente social, a su veL, explica el propio creciinien~
ciales, etc. En resumen, todo lo que sirve para algo to de la econon1ia, pues es la reinversión de ese exce-
distinto del consumo humano inmediato constituye el dente lo que hace que la econon1ía rrezca. Todo eso
excedente social. Pues bien, la teoría del valor-utili- se explica, según la teoría del valor-utilidad, por la
dad explica ese excedente social como resultado de preferencia por el consumo inmediato y por la valori-
una renuncia al consumo inmediato en favor de un zación del tie:iipo. Por ejemplo, hay inversiones que
consumo futuro. El excedente social se produce por- demoran un t1e1npo relativamente largo en n1ateriali-
que hay un ahorro, es decir, porque algunos inclivi~ zarse, como un ferrocarril, una usina hidroeléctrica,
duos, voluntariamente, por cálculo económico, no una usina siderúrgica, etc. Son empresas que necesitan
gastan todo lo que ganan en consumo y guardan una cinco o diez años para materializarse. El sacrificio
parte, ahorran una parte y la invierten para obtener hecho, por Jo tanto, es muy largo, y el riesgo que los
en el futuro un valor mayor. En este sentido el exce- individuos corren de no llegar nunca a disfrutar per-
dente es resultado de un sacrificio, y siendo así, debe sonalmente de ese sacrificio también es largo. En con-
~er re1nunerado. Los individuos que ahorran y de ese secuencia, ese sacrificio debe ser remunerado con ma-
modo posibilitan el excedente social hacen un sacri- yor ~antidad .ele recursos y el mercado de capitales
ficio en pro de la sociedad y ésta. para estimularlos, funciona estr1cta1nente de acuerdo con esta ló'gica.
los compensa por ese sacrificio por medio de una re- Esas inversiones se financian mediante la venta de
1nuneración que es la tasa de interés. acci~nes, cuy~ precio sufre una desvalorización pro-
Ahí aparece, pues, uno de los elementos importan. porcional al uempo de maduración ele las inversiones.
tes y verdaderos, digamos, en la comprobación inme- La reforestación es una actividad cuyos resultados de-
diata de los hechos revelados por la teoría del valor- moran a veces 50 años, plazo que va bastante más allá
utilidad: siempre hay una preferencia por el consumo !ª.
'.le expectativa de vida de la mayor parte ele los
inmediato frente al consumo mediato, es decir, el 1nd1v1duos adultos, que no pueden esperar vivir inu-
consumo postergado. El tiempo cuenta para el con- cho más de 50 años. En una sociedad capitalista casi
sumo humano. Si puedo escoger entre tener un objeto nunca se deja la reforestación a Ja iniciativa privada,
hoy o dentro de un mes, prefiero tenerlo hoy. En al comportamiento individual esencialmente econ<l-
igualdad de condiciones, prefiero tenerlo hoy. Por lo ~i~o: casi siempre es una obligación legal, una impo-
tanto, si renuncio a una posesión inmediata, si pos- S1c1ón de la sociedad a los individuos, o bien el poder
tergo 1a posesión y el uso de un objeto por un mes, ro- pt'1blico se encarga de eBa.
T'Rl:\fFRA C'l.A'\r
1.}.0RfAS DEL VALOR

Todo el comportamiento del poder público, del cienes productivas y sociales. Esa capacidad tiene un
Estado, en la econo1nía, no se explica por la tt'oría del costo, que es la suma de los recursos necesarios para
valor-utilidad. (;are.<·c de J<',gica en térininos de la 1
uantener vivos a los individuos y asegurar su repro-
teoría <lel valor-tll ilidad . .El con1porta1uiento cconó. ducción. Para que Ja fuerza de trabajo exista y pueda
mico del poder público no obedece a la misma racio. reproducirse, es preciso que Jos individuos que la in·
nalidacl que el del individuo, que siempre está tra- tegran vivan ...Es el mínimo fisiológico de superviven-
tando de llevar al máximo la utilidad a su disposición. cia y de reproducción de todos los que trabajan en
Para la__~~!:i'.1_ del valor-trabajo, el excedente. social sus actividades. Y a esto hay que afiadir los recursos
·~J:ij_a cJ.:__ac_u,:_:~?.. co~:er:m>:;;~:O.-fs~si~mrcr-qüeseTna. necesarios para calificarlos para ejercer las funciones
l'':ª· El enfoque es esencialmentel11stóWCii."E'ff''lá'S1;~ diferenciadas y complementarias definidas por la di-
ciedades en que el carácter social de la economía es visión social del trabajo. Es decir, la escuela y otr<»
reconocido conscientemente, es decir, cuando no sur~ tipos de organitaciones que la sociedad crea para ca-
ge como resultado final de muchos comportamientos lificar el trabajo humano. Sumando esto al costo de
individuales desarticulados, como sucede tanto en las subsistencia de la población trabajadora, tenemos la
sociedades colectivistas del pasado como en las socie. parte del producto social que Marx llamó "producto
clades colectivistas del presente, el excedente social es necesario", es decir, sin el cual la economía no puede
la iniciativa más importante del grupo. En una socie- nl siquiera reproducirse, mucho menos crecer. Dado
dad comunista primitiva, por ejemplo, lo primero que ese mínimo, tene1nos, por un lado, el producto social
el grupo hace es decidir cuántos peces se van a pescar, total dado por Ja productividad de la fuerza de trn-,,_
cuánta mandioca se va a plantar (la mandioca es el bajo. La fue;za de trab~jo efectivamente utilizada pro· \
tipo de producto que se puede dejar en la tierra duce determinada cantidad de recursos que es general~
cuanto se quiera, es una reserva), para luego decidir mente mayor que ese mínimo, el producto necesario. '\
cu;into se producirá para el consumo inmediato. En La diferencia entre ese producto social total, resultan- )
una sociedad centralmente planificada, hoy en día, te del uso de la fuerza de trabajo, y el producto ne- 1
la determinación del excedente, es decir, del pro· resario, es el exceden te social ,,,__.;
ducto que no será destinado al consumo sino a la am· La teoría ilel valor-utilidad empieza por el indiyi.
pliación de la propia economía, es una decisión colec- duo que ahorra. Un individuo gana $ 3 000 por mes,
tiva, {'Onsciente, deliberada, discutida. Si hay un sa- resuelve gastar 2 000 y ahorrar 1 000, previendo que
crificio, ese sacrificio es colectivan1ente deliberado v algú.n tietnpo después tendrá más que eso, gracias a
asun1ido. ' los intereses que obtendrá. Reuniendo a todos esos
individuos, su ahorro constituye el excedente sorial.
~-9J?il~112.tª'""-sl~...m.~x~~~~º·-·g~~~xtli.:_ La teoría del valor-trabajo parte de la idea de <¡ue el
zado, el exced_ente P.f_'?cede de fue.rzas sociale,s qu.e .no
soo'"ijelermíñadas delfberadamfüte:·r¡¡;;¡;;a csencial- prod.u~to social es una cantidad dada y refleja la pro·
1ne!lie 4;,·¡,¡- ¡)!'ü,tí,iCiívi<fo<lC!elü'i!Iiaio fdel .c.o.stíL~le <lucuv1dad de la fuerza de traba jo. Deduciendo del
producto social el producto necesario, Jo que queda es
reproducción de Ja fuerza de trabajo. Analicemos lo
que signific'ari fSáS-'dóS-~ftiéfZ"áS~--por·-·-i.ü1 lado la socie- c·I excedente. ¿C6n10 es posible que la suina de lo.,
dad dispone de fuerza de trabajo, es decir, de la capa· ahorros h1dividuales, herhos por cálculo individual,
ciclad física y 1ncntal de sus individuos de ejercer fun- rorrcsponda a la diferencia entre el prodU('LO total y
30 l'RI MI· RA CLAS!,! 1 l ()ltÍAS Dt:J. \ ALOR :JI

el producto necesario? La expHcación reside, y quien por qu_é los i~~ivi~uos que trabajan tienden a luchar
la da es la teoría del valor-trabajo, en la competencia por una parttc1pac1ón por lo menos no decreciente en
predominante en la sociedad capitalista. La sociedad el producto social, y cómo, a pesar ele eso, el produc-
capitalista tiene una organización que llel'a a los po. to necesario como proporción social tiende realmente
seedores del excedente, los poseedores de los medios a disminuir. Esto se demostrará m;ís adelante. Sin em~
de producción, a un comportamiento tal, que genera]. bargo, la teoría no tiene, a este nivel, posibilidad <le
mente acumulan la 1nayoría ele los recursos que lle. explicar la variación cotidiana, o anual, de la apari-
gan a sus manos y que no son utilizados normahnente ción concreta del excedente social. Así como tiene una
para su consumo. La teoría del valor-trabajo dice lo visión macroeconómica del conjunto de la actividad
siguiente: es absolutamente ocioso, dilettante, bizanti. total de la econo1nía, tiende a tener también una vi~
no, tratar ele explicar el comportamiento de ahorro sión del tiempo a largo plazo. En la medida en que
del individuo que gana sumas fabulosas, dueño de Ja teoría del valor-trabajo va de lo abstracto a lo con-
una fábrica, dueño de un banco, dueño de una ha- creto, es decir, trata de explicar el excedente de un
cienda, en función de sus necesidades de consumo. país capitalista específico, con determinadas caracte-
Ese individuo gana 5, 10, 15 veces más de lo que con- rísticas en .c1e~to momento, digamos un país no total~
sume normahnente, por mucho que consuma. Y a~í, n1ente capitaltsta, no puramente capitalista co1no el
es incapaz <le consumir un tercio o un cuarto de lo Brasil, pal~ subdesarroll~~o, en el que la propiedad
que normalmente gana. Se ve casi obligado a acurnu1ar de los med10s de producc1on en gran parte no se halla
por la competencia entre las empresas econóinicas: Ja aquí, sino en el exterior, y en el que el excedente
necesidad de crecer co1no capitalista lo induce a esa social puede ser aplicado aquí o no, puede ser expor-
actividad de acuinulación. tado, y en el que parte del excedente efectivamente
En el último análisis, la teoría del valor-trabajo ex- invertido viene de afuera hacia adentro, en la medida
plica el excedente posible y explica por qué el exce- en que la teoría del valor-trabajo pasa a formas más
dente real tiende a aproximarse al posible. La teoría co1~cretas e inn1ediatas de análisis, pasa a incorporar
del valor-utilidad intenta explicar la motivación hu- e_l mstrumental de la teoría del valor-utilidad. A par-
n1ana, intenta explicar por qué A ahorra tnás que B, tir del momento en que queremos explicar el exce~
por qué algunos individuos son estimulados a aho- den~e concreto, el del Brasil en 1967, ahí el compor-
rrar y otros no. La teoría del valor-trabajo es esen- tamiento de ahorro, el raciocinio de los grandes gru-
ciahnente macroeconómica, niira a la econon1ía sic1n- pos que detentan la plusvalía, pasa a ser el enfoque
pre como un conjunto, y da la medida del excedente adecuado ..Y co1no ése es. (!esde el principio eJ enfoque
wrial posible. Admite de antemano que esa posibili- d_e la teona del valor-ut!ltdad, muchas de las explica-
dad no siempre tiende a realizarse en una economía ciones hal1adas por los marginalistas pasan a ser v:.i~
capitalista. El gran mérito de la teoría del valor-tra- !idas.
bajo es que explica la propia eYol11ciún (lcl cxredc11tc, El ejen1plo del excedente inuestra bien c:n qué 111e-
por<JUC é.'llC sien1p1 e tiende a crecer c11 rclacil111 con la dida los dos abordajes tienden a cierta ron1ple1nent:l-
productividad social del trabajo. Nos proporciona los riecla?. El abordaje de la teoría del valor-trabajo es
instrumentos econó1nic.os y sociológicos necesarios para csenc1ah11ente 1nacrocc.:onó1nico, se preocupa t'n1i(:a-
explicar cón10 también crece el producto necesario, n1cnte de la econo1nía (Orno un todo y a plalo relati-
32 PRIMERA CLASF.
1 r,oRfAS DEL l'Al.OR
33

va1nente largo, y en ese sentido es v<í.licla. Sin embargo, hace. Quien ha leído El capital observa que los gran·
en la medida en que es así, es poco operativa con re. eles esquemas de los volúmenes primero y segundo se
ladón .al aspecto cotidiano de la economía. La teoría trasforn1an, sin cambiar esencialmente, pero adquie-
del valor·utilidad, que parte de otro análisis, de una ren vida, color, olor, consistencia, en la medida en
base que yo diría que es muy poco válida, que es la que en el tercer volumen pasa a explicar cómo apare.
base de entender el comportamiento social a partir de ce efectivamente la plusvalía a los ojos de cada uno
los individuos, se preocupa tnucho n1ás por su opera. de Jos participantes, de los actores del drama econó-
tividad, por la visión de lo cotidiano, por el compor. mico. Es ese trabajo del tercer volumen el que, po-
tan1iento concreto inmediato, y en la medida en que dríamos decir, fue interrumpido durante medio siglo
lo hoce ofrece contribuciones válidas para el conoci. por mera polémica, por el esfuerzo ideológico de
n1iento econénnico. No me parece que podan1os tomar defender un enfoque u otro. Si la teoría del valor·
todo lo que los marginalistas han hecho desde 1870 trabajo, sin sacrificar su coherencia, incorpora las
hasta ahora y descartarlo diciendo que todo eso es contribuciones válidas de Ja teoría marginalista, Jo
ideológico, apologético, que únicatnente justifica la contrario no es cierto. Es decir, la teoría marginalisla
actual organización de Ja sociedad. En Ja medida en no puede pasar a lo macroeconómico aceptando las
que esa teoría es ta1nbién operativa, está siendo utili- premisas de la teoría del valor-trabajo. Keynes, que
nda por economistas de la escuela del valor-trabajo, es realmente el fundador de la macroeconomía moder·
es decir, marxistas. na, tuvo necesidad de una med.ida objetiva del pro·
La feroz polémica entre los representantes de am. dueto social. Sólo se puede hacer macroeconomía pen-
has tendencias ha ocultado ese hecho. I~a tentati\'a y sando en un producto social global. Es iní11il agregar
el deseo de negar en forma total el enfoque diferente utilidades; por lo tanto, Keynes inventó una unidad
scnci1lamente impidió percibir que los econon1istas a Ja que llamó unidad-salario, introduciendo la teo-
1narxistas, en la medida en que profundizaban en el ría del valor.trabajo como instrumento de medición
análisis del comportamiento cotidiano de la econotnía del producto social, meramente; pero conservó al mis-
fapitalista, estaban incorporando una serie de cono- mo tiempo su instrumental marginalista. El resultado
cimientos surgidos en la econon1ía n1arginalista. Fué de ese comportamiento de Keynes muestra que era un
con óscar Lange, el gran econon1ista polaco, que hombre inteligente, pero muestra también Ja comple-
pudo hacerse por primera vez ese reconocimiento, re- ta incompatibilidad fundamental entre la teoría del
conocimiento público por un hombre bastante consi- valor·utilidad y la teoría del valor-trabajo. No fue ca-
derado en el campo marxista. El marxismo es capa1 paz de rehacer el análisis en términos de Ja teoría del
de hacer eso sin sufrir ninguna incoherencia funda- valor-trabajo, solamente utilizó un instrun1ento de
1ncntaJ, porque parte consciente1nente de un punto de medida que era el trabajo humano. Eso llevó a una
vista histórico y tnacroeconómico. En Ja 1ne<lida en actitud nihilista de los economistas keynesianos, por
que avanza hacia el comportamiento tnás concreto, lo menos muchos de ellos, cuyo mejor ejemplo es Joan
pasa a incorporar Jos varios factores peculiares, y Robinson, sin duda la discípula m;ls brillante ele
llega evidentemente a un nivel de concreciún en el Keynes. Joan Robinson, en su ensayo Filosofía eco-
que la propia actividad individual del capitalista de'i- 1i1)111ica, arrasa con las dos teorías del valor e intenta
cmpefia cierto papel limitado. El propio Marx lo n1ostrar <1ue 1a teoría del valor es un e1einento sut je·
3·!

tivo, no científico, en la economía, y que bien !iC: SEGUNDA CLASE


puede prescindir de cualquier teoría ele! valor. Esa
actitud, que es la que considero nihilista, se explica· pJSTRIBUCJóN DEL INGRESO
porque Robinson sintió 1nás que ningl1n otro autor
el impacto <le las insuficiencias del 1narginalisn10, en el
cual fue educada, para la comprensión ele los procesoss\
históricos y n1acroeconó1uicos. ~¡z:
Espero que esta clase sirva de introducción para lo\~.
que intentaremos hacer ele aquí en adelante. Abonla.;1k: El problema de la distribución del ingreso es uno ~le
remos los aspectos más importantes de la ecq¡10mía'l!i: los temas más antiguos y ch:isicos de la economía po~
moderna a partir siempre de esta dicoto1nia, y re\'Cla._:~·
lítica.
remos sus diversas hnplicaciones. ·~: Ricardo, que fue uno de los padres de esa ciencia,
comicleraba a la distribución de la renta como el ver-
dadero objeto de la economía política. Y decía que
Ia ciencia económica tenía muy poco que decir con
respecto al volumen total del producto. Pero podría
y debería determinar las leyes que presiden la distri-
bución del producto social entre las diferentes cla;es
que componen la sociedad. De modo general, la clb-
tribución del ingreso intenta explicar de qué n1anera
se reparte el producto social entre ]as clases funda-
inentales de la sociedad, es decir, entre ciertos réditos,
de los cuales se estudian clásicamente el salario, el
lucro, la renta de la tierra y el interés. Ésas son las
cuatro categorías que casi siempre constituyen la es-
tructura de la distribución del ingreso.
Trataremos de presentar la teoría de la distrihu-
cic'>n del ingreso de acuerdo con las dos esruelas fun-
da1ncntales de la ciencia econón1ica, es decir, la es-
cuela marginalista y luego la escuela inarxista, y por
fin intentaren1os confrontar a ambas y mostrar en qué
medida la realidad de la economía capitalista confir-
ma o no Jo¡ presupuestos y los resultados de cada una
de ellas.
Empece1nos por la teoría n1arginalista. !,os eco_no-
1nistas 1narginalistas dicen que a cada uno de esos
réditos -el salario, el lucro, el interés y la renta de la
[35]

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