Hora Santa Por La Unidad de Los Cristianos
Hora Santa Por La Unidad de Los Cristianos
Hora Santa Por La Unidad de Los Cristianos
No hemos recibido un espíritu que nos convierta en esclavos, de nuevo bajo el régimen del
miedo. Invoquemos la misericordia de Dios, confiando en el poder salvador de su diestra.
De las críticas, comentarios, rumores y palabras que lesionan al hermano y generan división:
De los pleitos, actos de rivalidad e insana competencia, del aislamiento y egoísmo que rompen el estilo
de la comunidad según el Evangelio:
Del miedo y la desconfianza que nos separan unos de otros y que ponen límites a la esperanza y a la
salvación:
Por la tardanza en aceptar tus exigencias y por los pretextos que ponemos a tu amor. Por nuestras
cobardías ante la proclamación del Evangelio y por la tibieza con que andamos tu camino:
Por nuestra falta de entrega, de ardor en el apostolado. Por tantas personas que te desconocen:
Dando gracias por nuestra liberación de la esclavitud del pecado, pongamos nuestras necesidades ante el
Señor pidiéndole que rompa las cadenas que nos esclavizan y que nos una, en cambio, con lazos de amor
y de comunión.
Cada intercesión puede ser leída por un lector diferente. Al terminar de leer, los lectores van uniendo sus
manos o sus brazos con miembros de la asamblea para crear una cadena humana.
L1 Dios del Éxodo, que guiaste a tu pueblo a través de las aguas del mar Rojo y lo redimiste, quédate con
nosotros ahora y redímenos de toda clase de esclavitud y de todo lo que oscurece la dignidad del ser
humano.
L2 Dios de la abundancia, que en tu bondad provees a nuestras necesidades, quédate con nosotros ahora
y ayúdanos a vencer nuestro egoísmo y nuestra codicia y danos el valor para ser agentes de justicia en el
mundo. Pon tu mano sobre nosotros, Señor, para que tengamos vida.
L3 Dios de amor, que nos has hecho a tu imagen y nos has redimido en Cristo, quédate con nosotros
ahora y danos la fuerza para amar a nuestro prójimo y para acoger al extranjero. Pon tu mano sobre
nosotros, Señor, para que tengamos vida.
L4 Dios de paz, que te mantienes fiel a tu alianza aunque nosotros nos alejemos de ti y en Cristo nos
reconcilias contigo, quédate con nosotros ahora y pon en nosotros un nuevo espíritu y un nuevo corazón
para que podamos rechazar la violencia y ser en cambio siervos de tu paz. Pon tu mano sobre nosotros,
Señor, para que tengamos vida.
L5 Dios de gloria, que eres todopoderoso y que en Cristo quisiste que tu hogar fuera una familia humana
y que en las aguas del bautismo nos has adoptado como hijos, quédate con nosotros ahora y ayúdanos a
mantenernos fieles a nuestros compromisos familiares y a nuestras responsabilidades comunitarias y
fortalece los lazos de comunión con nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Pon tu mano sobre
nosotros, Señor, para que tengamos vida.
L6 Dios uno y trino, que en Cristo nos has hecho uno contigo y con los demás, quédate con nosotros
ahora y por el poder y el consuelo del Espíritu Santo líbranos del egocentrismo, la arrogancia y el miedo
que nos impiden caminar hacia la plena unidad visible de tu Iglesia. Pon tu mano sobre nosotros,
Señor, para que tengamos vida.