Cuento
Cuento
Cuento
Yolanda Fernndez
Edades:
Toda su familia insista en decirle que saltar sobre todos los charcos de agua
que se encontraba en la calle, no estaba bien porque salpicaba a los dems
viandantes, a los bebs pinginos que iban en el carrito o a las ancianas
pinginas que se apoyaban en su bastn... Pero Tina slo pensaba en
pasrselo bien.
- Tina, hija, esas no son formas adecuadas de comportarse le deca su
mam. Es de mala educacin ir salpicando a los transentes.
- Bah! Que ms da! Adems yo me divierto mucho as responda Tina con
una sonrisa.
Adems de las botas de agua, Tina tena predileccin por los abrigos de lana.
Tanto, que tena un armario entero en su cuarto para guardarlos todos. Y de
todos ellos, haba uno que le gustaba especialmente. Era su preferido y lo
trataba con mucho cuidado para que le durase toda la vida. Era un abrigo de
lana de color rojo caperucita. Con botones de madera y bolsillos. Era precioso
y sper calentito.
Un da en que llevaba puesto su abrigo de lana preferido, un autobs de dos
plantas pas sobre un enorme y profundo charco en la carretera
empapndola de agua y barro de arriba abajo y estropeando sin remedio su
precioso abrigo de lana rojo. Tina se enfad muchsimo y lleg a su casa muy
triste.
Tina de repente se siti muy culpable al entender lo mal que haba estado
hasta ahora ir saltando encima de los charcos. Se dio cuenta de que si ella
no quera que le mojaran, ella no poda ir haciendo lo mismo a los dems. Y
desde ese momento comenz a portarse mucho mejor siguiendo los consejos
de su familia, tratando a los dems como le gustara que le tratasen a ella.