El documento discute las perspectivas antropológicas y biológicas sobre la enfermedad y el conocimiento médico. Plantea que la enfermedad debe verse como un dominio cultural más que sólo biológico, y que el lenguaje médico refleja una versión cultural de la realidad. También critica la visión de que las creencias pueden cambiarse fácilmente o que la ciencia médica es un simple reflejo de los hechos naturales.
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El documento discute las perspectivas antropológicas y biológicas sobre la enfermedad y el conocimiento médico. Plantea que la enfermedad debe verse como un dominio cultural más que sólo biológico, y que el lenguaje médico refleja una versión cultural de la realidad. También critica la visión de que las creencias pueden cambiarse fácilmente o que la ciencia médica es un simple reflejo de los hechos naturales.
El documento discute las perspectivas antropológicas y biológicas sobre la enfermedad y el conocimiento médico. Plantea que la enfermedad debe verse como un dominio cultural más que sólo biológico, y que el lenguaje médico refleja una versión cultural de la realidad. También critica la visión de que las creencias pueden cambiarse fácilmente o que la ciencia médica es un simple reflejo de los hechos naturales.
El documento discute las perspectivas antropológicas y biológicas sobre la enfermedad y el conocimiento médico. Plantea que la enfermedad debe verse como un dominio cultural más que sólo biológico, y que el lenguaje médico refleja una versión cultural de la realidad. También critica la visión de que las creencias pueden cambiarse fácilmente o que la ciencia médica es un simple reflejo de los hechos naturales.
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Medicina, racionalidad y experiencia.
Una perspectiva antropológica
1. La antropología médica y el problema de la creencia.- El autor plantea que la antropología médica es desnaturalizar la mirada hegemónica, exclusivamente biológica, que hay sobre la enfermedad. En cambio, la antropología propone contemplarla como un dominio cultural, lo cual implicaría un acto importante acto de consciencia. Sabemos que los conocimientos médicos han avanzado rápidamente a lo largo del siglo pasado y que progresan en la actualidad a una velocidad inimaginable. Y nos caben pocas dudas de qué de qué las ciencias médicas nos informan con creciente exactitud de las características del genoma humano y de la contribución celular en la enfermedad, es decir acerca de la biología de la naturaleza. Este conocimiento ha proporcionado una terapéutica cada vez más poderosa y ha hecho posible el vivir vidas más largas y saludables. Como consecuencia de ello, afrontamos el imperativo moral de compartir el conocimiento, de aportar información sobre la salud pública a aquellos cuyas creencias no les proporcionan una sólida base para un comportamiento saludable y sobre todo para aportar una amplia educación de salud pública a las sociedades con elevadas tasas de mortalidad infantil enfermedades infecciosas y otras lacras que apliquen aquellas poblaciones que no experimentado una evolución demográfica y educativa. Es complicado evitar la firme convicción de que nuestro propio sistema de conocimiento refleja el orden natural que se trata de un sistema progresivo que emergido a través de los resultados acumulativos de los esfuerzos experimentales y que nuestras propias categorías biológicas o naturales y descriptivas más que esencialmente culturales y clasificatorias. Nuestras convicciones acerca de las verdades de la ciencia médica se apoyan inestablemente en el conocimiento de nuestra propia historicidad y el deseo de despertar pretensiones alternativas de conocimiento por parte de miembros de otras sociedades grupos con implantación significativa. La confrontación entre las ciencias de la naturaleza y el historicismo han sido una cuestión básica para la filosofía la sociología del lenguaje y los estudios de historia de la ciencia durante la mayor parte de este siglo. En el campo de la antropología actual la antropología médica es el ámbito fundamental en el que estas cuestiones están siendo bordadas e investigadas La actual preocupación de la antropología médica y los fenómenos de los que se ocupa tienen el potencial de representar un papel especial en la revitalización de aspectos de nuestra disciplina en su conjunto. Más específicamente se ha explorado la idea de que una visión de lenguaje científico tan transparente para el mundo natural que ha sido una importante línea argumental en la filosofía desde la ilustración tiene profundas afinidades con la epistemología popular de la biomedicina ejerce una atracción especial para las ciencias del comportamiento médico Sin embargo se sostiene que esta concepción del lenguaje y del conocimiento a la que se refiere nuestros criterios como teoría empirista de lenguaje médico hace un flaco favor tanto a la investigación intercultural como nuestros estudios de la ciencia y la medicina norteamericana quienes la utilizan se ven empujados a formular problemas en términos de creencia y de comportamiento ya menudo reproduce en aquellas de nuestras visiones que están basadas en el sentido común del individuo y de la sociedad Después de años de enseñar y de investigar en ámbitos médicos estoy más convencido que nunca de que el lenguaje de la medicina difícilmente es un simple espejo del mundo empírico. Es ubicó lenguaje cultural vinculado a una versión de la realidad y del sistema de relaciones sociales altamente especializada y al aplicarse a la atención médica confluye con profundas preocupaciones morales y con sus más obvios funciones técnicas En cuanto a la ciencia social médica centrada en la creencia y el comportamiento muchos antropólogos médicos han abordado estudios teoréticos y analíticos más de acuerdo con esta visión del lenguaje médico prestando especial atención a los significados y experiencia de la enfermedad el autor propone en su obra una visión de la enfermedad como un síndrome de experiencia un conjunto de palabras experiencias y sentimientos que suelen concitarse respecto a los miembros de una sociedad. Basándonos investigaciones sobre categorías populares de enfermedad nuestro trabajo ha explorado las diversas prácticas interpretativas a través de las que las realidades de la enfermedad son construidas autorizadas y contestadas en las vidas personales y en las instituciones sociales Este ensayo es representativo del actual debate en el campo de la antropología médica sin embargo ya debería haber quedado claro que apunta a cuestiones mucho más fundamentales no sólo se debate la cuestión del lugar de la biología en el programa de la antropología médica una cuestión que yo me tomó muy seriamente si no una crítica desarrollada en el seno de la propia antropología médica a lo largo de la pasada década en la biomedicina y en el paradigma de investigación de las ciencias del comportamiento de la medicina y también tiene lugar actualmente diversos debates en la antropología acerca de cómo orientamos los estudios culturales y a la postre acerca de qué clase de ciencia debería ser la antropológica. Ciencia, salvación y creencia. Una respuesta antropológica a las epistemologías fundamentalistas. Partiendo de una respuesta antropológica a las epistemologías fundamentalistas porque se intuye que existe una estrecha relación entre la ciencia y el fundamentalismo religioso una revelación que en parte afecta el concepto de creencia Muchos cristianos fundamentalistas consideran que la salvación es algo que procede la creencia y que la labor misionera es un intento de convencer a los nativos de que abandonen sus falsas creencias y adopten otras que les aportaría una nueva vida. Se investiga si las creencias populares acerca de las vacunaciones y de las conductas peligrosas para la salud, utilizando el modelo de creencias sobre la salud, haría que la gente crea lo correcto y nuestros problemas de la sanidad quedarían solucionados, siendo que salvar a la población de las drogas y de las enfermedades evitables será la consecuencia de una creencia correcta. El lenguaje de la medicina clínica es un lenguaje sumamente técnico de las biociencias basados en la visión que tienen las ciencias de la naturaleza de la relación entre el lenguaje la biología y la experiencia. El modelo médico más empleado en la investigación y en la práctica clínica asume que las enfermedades son entidades biológicas o psicofisiológicas universales resultantes de disfunciones o lesiones somáticas estas entidades producen signos o anormalidades fisiológicas que pueden ser medidos por procedimientos clínicos y de laboratorio así como síntomas o expresiones de la experiencia de la adolescencia comunicada como una ordenada serie de todo aquello de lo que se queja el paciente la misión básica de la medicina clínica es pues la diagnosis es decir la interpretación de los síntomas del paciente relacionándolos con sus fuentes funcionales y estructurales en el cuerpo y con subsiguientes entidades de enfermedad y el tratamiento racional tendente a intervenir en los mecanismos de la enfermedad De ahí que todas las subespecialidades de la medicina clínica comporten una específica hermenéutica médica una comprensión implícita de la interpretación médica. Mientras que los síntomas de los pacientes pueden ser codificados en lenguaje cultural la misión interpretativa básica del clínico consiste en descodificar las expresiones simbólicas del paciente en términos de sus referentes somáticos subyacentes la experiencia desordenada comunicada en el lenguaje de la cultura es interpretada a la luz de la fisiología desordenada y proporcionada los diagnósticos médicos el conocimiento médico se forja a través de su descripción de la realidad biológica empírica las entidades de enfermedad residentes en el cuerpo físico tanto si resultan aparatosamente visibles como las células cancerígenas que se producen sin control o evidentes de manera sutil a través de sus efectos como en los desordenados pensamientos y sentimientos de la esquizofrenia o la depresión severa las enfermedades son biológicas universales y a la postre trascienden los contextos sociales y culturales su distribución varía en función del contexto social y ecológico convienen todos los científicos médicos pero el conocimiento médico no las teorías médicas reflejan los hechos de la naturaleza y la validez y racionalidad del discurso médico depende de la integración casual funcional de los sistemas biológicos. Un objetivo básico es desarrollar una vía de pensamiento alternativo acerca de la medicina y del conocimiento médico un marco teorético que desafíe esta visión de sentido común sin por ello descartar nuestro convencimiento de que el conocimiento médico está progresando y que cada vez no es más no que desafíe esta visión de sentido común sin por ello descartar nuestro convencimiento de que el conocimiento médico está progresando y que cada vez nos es más útil como base para las comparaciones interculturales para ello es importante de conocer las asunciones epistemológicas de esta visión de sentido común y valorar su fuerza. Lo que emergió fue una concepción del lenguaje en la que la representación y la designación son atributos desmesuradamente importantes. Tal postura está abocada a una visión de conocimiento en tanto que atesoramiento una correcta representación de algún aspecto del mundo y una manera de entender el sujeto sapiente como individuo que posee una precisa de representación del mundo de la naturaleza derivada de la experiencia de los sentidos y representación por el pensamiento. En este paradigma el significado se constituye a través de la vinculación diferencial de los elementos del lenguaje y los del mundo natural y la significación de una proposición depende casi exclusivamente de cómo este constituido el mundo en tanto que hecho empírico. Esta amplia perspectiva tiene el rango de epistemología popular para la práctica médica en clínicas y hospitales de la biomedicina contemporánea aquello de lo que se queja un paciente y significativos y refleja un estado fisiológico si no se detecta referente empírico la propia significación de la queja se pone en tela de juicio tales quejas a menudo se considera que son un reflejo de las creencias del paciente o de estados psicológicos que pueden tratarse de opiniones subjetivas y experiencias qué acaso no tenga base en nuestra trastorno fisiológico y por lo tanto en la realidad objetiva La verdadera patología en cambio sí refleja un trastorno fisiológico la medicina técnica contemporánea aporta un conocimiento objetivo de tal patología representada como un reflejo directo y transparente del orden natural revelado a través de un denso sistema semiótico de hallazgos físicos resultados de laboratorio y de los productos visuales de las técnicas de la imagen y el comportamiento racional es aquel que se orienta relación a tal conocimiento objetivo Esto es precisamente lo que lo que queremos decir por conocimiento médico y todos deberíamos sentirnos agradecidos de que la medicina y ha progresado hasta tal punto en la identificación de los mecanismos de la enfermedad de las terapias racionales La racionalidad y el paradigma empirista en la antropología. El paradigma empirista está más claramente el presentado por la tradición intelectualista en la antropología qué fue predominante en gran Bretaña basta un examen superficial para mostrar que la postura racional emana de la tradición ilustrada de la antropología para demostrar el papel crucial de la creencia en este paradigma y para señalar porque tiene tanta influencia en el campo de la antropología médica Una cuestión básica en el debate sobre la racionalidad sea centrado en el problema de las creencias aparentemente irracionales a menudo se plantea la pregunta de cómo damos sentido aquellas visiones culturales del mundo que no están de acuerdo con las ciencias de la naturaleza contemporáneas Los valedores de la postura típicamente racionalista sostienen que tal relativismo es esencialmente incoherente y a menudo han sostenido o bien que las afirmaciones aparentemente irracional es deben ser entendidas simbólicamente en lugar de literalmente o bien que presenta una especie de protociencia un esfuerzo para explicar los fenómenos del mundo de una manera ordenada qué es el equivalente funcional de la ciencia moderna el problema interpretativo crucial es como responder a una pregunta cuando me encuentro frente a una serie de creencias que a primera vista parecen nacionales cuál debe ser mi actitud hacia ellas dado nuestro criterio de otras formas de pensamiento sociales cómo damos sentido a las creencias que son obviamente falsas Cabe señalar que el libro de Evans es el texto moderno más importante de la antropología médica que ha tenido una persistente influencia debido a su riqueza etnográfica y a su fecunda interpretación de la brujería como explicación de la enfermedad y de las desgracias. La ciencia no es árbitro entre lo místico y lo empíricamente real sino una de las tantas teorías oficiales de la desgracia respaldada por poderosos agentes sociales: la escuela, la iglesia, la asociación de medicina, el lenguaje no consiste en una serie de proposiciones neutras acerca del mundo. Han cambiado muchas cosas en el mundo de la antropología el firme posicionamiento de Evans como observador y árbitro de la racionalidad del discurso de los nativos es en gran medida inaccesible para nosotros hoy en día y con ello y con el desarrollo de la historia y sociología de la ciencia la confianza al constatar el progreso de la ciencia por lo que se refiere al descubrimiento de los hechos de la naturaleza ha disminuido El problema de la creencia en la antropología. Los antropólogos hablan a menudo con miembros de otros de otras sociedades acerca de un aspecto de su mundo que no existe en el nuestro y que a otros nos resulta cómodo afirmar que no forma parte de la realidad empírica. La exposición que es más rica de la historia sobre el concepto de creencia la encontramos en la obra de Wilfred Smith historiador de las religiones quien no propone comparar las creencias entre las religiones sino examinar el lugar de la creencia en la historia budista hinduista islámica y cristiana, por medio de un meticuloso análisis teórico y lingüístico, llega a la sorprendente conclusión de que la idea de creer es importante ya que resulta ser una idea moderna y que el significado de las palabras creer y creencia han cambiado tan espectacularmente en los últimos tres siglos que ha hecho estragos en nuestra capacidad para comprender nuestra propia tradición histórica y la fe deliciosa de los demás Smith resume su argumento acerca del cambio del significado de creencia en nuestra historia ya que la afirmación de creo en dios sol y acidificar la realidad de dios como un hecho del universo y ahora y en la actualidad la afirmación se podría interpretar como la incertidumbre sobre si existe dios o no, así Smith sostiene que este cambio en el lenguaje de la creencia puede estarse en la gramática y la semántica de la filosofía y de la literatura inglesas así como en el uso popular tres cambios sirven de indicadores de la cambiante semántica del verbo creer. Sacudida de los cimientos. Varios expertos del paradigma empirista relevantes para los estudios médicos comparativos se han hecho especialmente problemático si han orientado nuestra especialidad en nuevas direcciones. Una visión de la cultura como algo preposicional mental voluntarista e individualista es una elaboración de una psicología popular sui generis tal vez se produce una ideología del individualismo que casa que casa mal con mucho de lo que sabemos acerca del mundo real. A pesar de la poderosa autoridad de la biomedicina y de las ciencias biológicas el programa empirista en la antropología médica sea sumamente problemático. 2. Representación de la enfermedad en la antropología médica.- Desde sus orígenes la literatura antropológica sobre la medicina tradicional se ha vinculado a la crítica de las teorías numéricas así como los médicos, los especialistas en salud pública y medicina tal cómo se ejerce en nuestra propia sociedad. La primera antropología explícitamente médica fue formulada no sólo para realizar los esfuerzos de los profesionales de salud pública sino como una crítica de su ingenuidad cultural. Los primeros estudios sobre enfermedades populares y conceptos sobre la enfermedad entre los miembros de las subculturas americanas tenía un objetivo similar de criticar a los médicos por su fracaso en comprender las formas culturales a través de las que tales personas entendían sus enfermedades y reacciona van a las mismas. Estos primeros estudios condujeron una investigación plenamente desarrollada sobre las grandes y pequeñas tradiciones de la medicina de la terapia en india y en china. En este estudio y en muchos posteriores los tratamientos propios de otras sociedades resultantes del características que están cada vez más ausente de nuestra propia medicina en muchos casos una idealizada visión del otro se yuxtapone a una imagen caricaturizada de nosotros los estudios interculturales de los tratamientos ha servido así para propiciar y emplear una crítica cultural de la biomedicina más general de las sociedades norteamericana y europea. Los debates concernientes a cómo analizar y escribir acerca de las representaciones de las enfermedades en los demás no sólo refleja una ambivalente acerca de la extensión del poder de la medicina y de la aportación del antropólogo este proceso sino también una subyacente ambivalencia epistemológica. Todo análisis de una cultura médica local exige que el antropólogo adoptar una postura epistemológica en relación con el conocimiento que afirman tener nuestros informantes Argumentos epistemológicos en los primeros estudios sobre representaciones de la enfermedad. Teorías racionalista y relativista Primeros escritos antropológicos sobre la cultura y la medicina comparten en buena medida la embarazosa evolución del lenguaje en otros aspectos del ámbito de riesgo. El análisis de las actividades y creencias médicas de la sociedad como un cuerpo integrado de ideas incoherente y una coherente institución social planteaba serias dudas para identificación de elementos aislados racionales o protocientificos imbricados implicados en un sistema básicamente mágico religioso. Los problemas del funcionamiento social no son la fuente sino el resultado de las definiciones de la anormalidad y los síntomas son definidos como tales y culturalmente elaborados con forma de formas de comportamiento de individuos inestables Dentro de la tradición de la antropología boeciana Benedict respondía a la psicología positivista de la época con el argumento de que las psicopatologías o las enfermedades psiquiátricas se constituyen en formas culturales que sólo pueden ser interpretadas en la relación con el patrón cultural más amplio de una sociedad concreta Las alternas alteraciones psicológicas son una forma de realidad social específica de una cultura y de un lenguaje concretos no simplemente una enfermedad o un conjunto de síntomas o una deficiencia psicológica interpretada en términos locales la enfermedad psiquiátrica no puede ser separada de un determinado contexto cultural y está por lo tanto sujeta a los clásicos comentarios sobre la naturaleza de la realidad social Sapir sostenía que el verdadero locus de la cultura se encontraba en las interacciones de individuos concretos en el plano subjetivo en el mundo de significados con que cada uno de los individuos puede inconscientemente abstraerse de su participación en esas interacciones más que en la sociedad Benedict también señala que el argumento más concreto de que ninguna institución social ni ningún comportamiento pueden ser interpretados como un vaso aislado sino sólo en relación con una configuración cultural El todo determina sus partes no sólo su relación sino su propia naturaleza entre todos totalidades existe una discontinuidad concreta y todo intento de comprender la debe tener en cuenta la distinta naturaleza de ambas totalidades además de la presión apreciación de los elementos similares introducidos en ambos conjuntos En tercer lugar Benedict argumentaba que la normalidad y la normalidad son conceptos éticos variantes del concepto del bien y como nosotros ya no cometemos el error de atribuir nuestra moral directamente a la inevitable constitución de la naturaleza humana también deberíamos de conocer la esencia de la actividad de los conceptos de anormalidad Benedict concluyó sus reflexiones sobre estas cuestiones con una hipótesis concreta las categorías del comportamiento límite que nosotros derivamos el estudio de la neurosis y la psicosis de nuestra civilización son categorías de tipos locales predominantes de inestabilidad aportan mucha información acerca del estrés y de las tensiones de la civilización occidental pero no un panorama concluyente de un comportamiento humano inevitable. La enfermedad esta relación con las formas culturales de una sociedad concreta todo toda psicología verdaderamente científica debe de conocer la relatividad cultural de la patología en lugar de limitarse a asumir que nuestras propias formas de enfermedad son parte de la naturaleza humana y por lo tanto universales imbricada en estas formulaciones estaba la aserción de que las representaciones de la enfermedad y el modo de entender la normalidad no son simplemente teorías más o menos acertadas de un fenómeno externo a la cultura sino que tales representaciones constituyen un fenómeno en sí mismo la patología es un fenómeno esencialmente cultural en esta formulación y las representaciones son parte de la propia esencia del objeto. Debates actuales sobre las representaciones de la enfermedad: cuatro enfoque orientativos.- Un breve comentario de cuatro enfoques del estudio de las representaciones de la enfermedad puede contribuir a entender los problemas que afrontamos al desarrollar un estudio verdaderamente antropológico de la enfermedad y aportar una valoración de los actuales debates acerca de la naturaleza del saber médico, concretamente la comparación del lugar que ocupa el lenguaje en cada uno de estos paradigmas y la visión de un programa para la antropología médica debe las diferencias significativas en las posiciones epistemológicas en la concepción de los estudios comparativos.
Almeida-Filho, Naomar, Complejidad y Transdisciplinariedad en El Campo de La Salud Colectiva, Evaluación de Conceptos y Aplicaciones, SALUD COLECTIVA, Argentina, 2006