LOp-El Conocimiento Del Niño-Goodman (1991)
LOp-El Conocimiento Del Niño-Goodman (1991)
LOp-El Conocimiento Del Niño-Goodman (1991)
Yetta Goodman*
*
Profesora de educación de la Universidad de Arizona en Estados Unidos. Investigadora de los
procesos de adquisición de la lengua escrita.
En este momento histórico de nuestra tarea, existe un consenso
general sobre los conceptos principales del desarrollo de la alfabetización,
sobre todo entre aquellos que estamos especialmente involucrados en la
investigación interpretativa (Erickson, 1986) acerca de la participación activa
del niño en el proceso de aprendizaje de la lectoescritura.
La raíz de la lectura
Esta raíz incluye todas las experiencias y oportunidades de lectura que los
niños tienen en su propia cultura alfabetizada. Comprende tanto el discurso
tradicional que se encuentra en libros, revistas, diarios, cartas, etc. como todo
lo que está impreso para poder sobrevivir en sociedades como las nuestras,
esto es, señales, direcciones y cualquier tipo de signos y mensajes escritos que
nos permiten ir de compras, ir al trabajo, informarnos o participar en
experiencias recreativas.
La raíz de la escritura
Esta raíz es, de hecho, muy compleja. Incluye todas las experiencias de
escritura que el niño tiene en la comunidad, antes de llegar a la escuela.
Comprende tanto el uso de instrumentos para escribir (lapiceras, lápices,
computadoras, papel) como las muchas formas y funciones de la escritura que
el niño experimenta diariamente. Los chicos aprenden acerca de la raíz de la
escritura a través de actividades muy usuales. Juegan con acciones de
alfabetización y experimentan realmente en su vida cotidiana llenando
formularios, escribiendo información importante en la Biblia de la familia,
redactando notitas para la familia o para los amigos en ocasiones especiales,
etc. Estas experiencias de escritura acompañan a las experiencias más
formales como escribir relatos realistas, ensayos, narraciones.
Voy a mencionar una última actividad para niños de más edad porque
pienso que es importante comprender que el lenguaje integral no es solamente
para los más pequeños. Hay un libro que descubrí en Venezuela que se llama
La calle es libre, editado por el Banco del Libro. Es un cuento sobre un grupo
de niños venezolanos de los ranchos que quieren un lugar donde jugar porque,
p. e., si juegan en la calle los molestan los camiones, si juegan cerca de la
casa ensucian la ropa tendida, y siempre los corren de todos lados. Entonces,
con el bibliotecario del vecindario, elaboran un plan para conseguir un parque
donde jugar. Estos niños, que se ubican en un nivel de pobreza extrema, van a
la municipalidad, discuten con los padres, escriben cartas, hacen una marcha
de protesta y finalmente tienen éxito en su cometido. Un aula bilingüe en los
Estados Unidos utilizó este cuento, no solamente para abordar la situación de
Venezuela sino también para pensar en los problemas comunitarios que ellos
mismos tenían en Fresno, California. Empezaron a hacer un plan parecido
porque también querían un lugar donde poder jugar, pero no tuvieron tanto
éxito aunque sé que están trabajando al respecto todavía.
Yo le pedí: ‘dime qué son las o’. Marlene me miró y sonrió al advertir
que yo no podía ver algo que era tan obvio para ella. ‘Esas no son O, son
círculos’. ‘¿Círculos?’. Ahora sí que estaba totalmente confundida. ‘¿Bien, por
qué decidiste poner círculos en el medio de la escritura?’. ‘Porque, ves, yo no
sabía cuales eran las letras que representaban esos sonidos, entonces puse
círculos en vez de lo que tenía que ir ahí, porque algo va ahí pero no sé qué,
yo no sé qué letras son esos sonidos, entonces puse círculos no más’. Y luego
Marlene lo volvió a leer mientras señalaba: ‘Yo estoy afuera, bajo un arco iris y
al lado de un árbol’. Pude ver que Marlene ha escrito muy bien la ‘s’, ‘bs’ y ‘t’.
Los sonidos que no podía identificar eran los sonidos de las vocales pero
Marlene pudo desarrollar una estrategia para subsanar esto”.
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