Pilar Prieto Reseña

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Reseñas 303

RESEÑAS

PILAR PRIETO (coord) (2003): Teorías de la entonación, Barcelona, Ariel.

El libro Teorías de la Entonación publicado en 2003 por Ariel bajo la coordinación


de la especialista en entonación Pilar Prieto es un manual que nos introduce a los
principales modelos y corrientes de análisis entonativo, desde los primeros estudios
realizados por la escuela británica y la americana hasta las contribuciones más
actuales y su aplicación a las nuevas tecnologías del habla. El libro representa una
gran aportación para el mundo de la lingüística tanto a nivel académico como
científico ya que constituye un excelente e imprescindible punto de referencia para
todos los estudiosos de la materia. Teorías de la Entonación surge, por tanto, como
un libro que puede ser de interés para muchos lectores, tanto para el que se inicia
en el campo de la entonación y quiere tener una visión global de las principales
líneas de investigación que se han desarrollado en esta disciplina, como para el que
es especialista en uno de los modelos entonativos y pretende familiarizarse con los
principales contenidos de otras teorías. Desde este enfoque plural, el libro puede
ser leído no sólo como un recorrido cronológico a través de las distintas corrientes
de análisis entonativo, sino también como manual de consulta para un determinado
modelo. Es un texto que destaca por su gran claridad y enfoque didáctico, al mismo
tiempo que estimula y motiva al lector a seguir investigando los enigmas del
apasionante mundo de la entonación.

El libro se divide en ocho capítulos realizados por especialistas en la materia. Cada


capítulo cubre dos grandes apartados: 1) una introducción al modelo entonativo y
2) la aplicación de dicho modelo al español o al catalán. En todos los casos, la
primera parte suele constituir una revisión bibliográfica de los principales estudios
desarrollados dentro de la teoría en cuestión. La segunda parte puede basarse en los
trabajos de otros especialistas en la materia o en las investigaciones del propio
autor. Esta sección suele tener un contenido más crítico ya que los autores destacan
las ventajas e inconvenientes de la teoría que examinan, a la vez que la suelen
comparar con otros modelos existentes.

El primer capítulo, realizado por la editora del manual Pilar Prieto, presenta una
introducción clara y precisa de los distintos modelos que se examinan en el libro, a
la vez que explica varios de los conceptos clave para el estudio de la entonación
que se irán perfilando a lo largo del libro. Las comparaciones que se establecen
entre los distintos enfoques de análisis entonativo suponen un punto de partida
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hacia una visión crítica de los mismos. El segundo capítulo, redactado por María
Luisa García Lecumberri, repasa las principales características de la escuela
británica de análisis entonativo, una de las más influyentes a nivel pedagógico.
Dentro de los principales modelos desarrollados según esta tradición, García
Lecumberri presta especial atención al análisis planteado por O’Connor y Arnold y
revisa la aplicación de los modelos británicos al español propuesta por Navarro
Tomás. Un punto que debemos aclarar es que los diacríticos que se presentan en la
página 46 para los tonos “descenso alto” y “descenso bajo” (i.e. / ` /) y “ascenso
alto” y “ascenso bajo” (i.e. / ´ /) son los mismos para cada par, cuando en realidad
en O’Connor y Arnold se utilizan símbolos distintos para evidenciar que son tonos
que presentan contraste fonológico (i.e. / \ / vs. / \ / para el primer par y / / / vs. // /
para el segundo). Achacamos esto a un problema de composición tipográfica. El
capítulo tercero, a cargo de Eugenio Martínez Celdrán, ofrece un detallado análisis
de los modelos de niveles de la escuela americana, precursores de las teorías
entonativas con mayor popularidad en la actualidad, como el modelo AM o el
ToBI. Es muy interesante la visión crítica que el autor ofrece del modelo,
rechazando algunos de los análisis anteriores propuestos para el español, y
aportando sus propias interpretaciones de los patrones entonativos. Una pequeña
objeción es que al comparar el análisis propuesto por la escuela americana con el
de la británica, los diacríticos que se utilizan para ejemplificar esta última no
coinciden exactamente con los que García Lecumberri propone en el capítulo 2,
concretamente el tono descendente final aparece como / ` / en el segundo capítulo y
como / \ / en el tercero, detalle que puede ocasionar cierta confusión. En el capítulo
cuarto, Juan María Garrido introduce las principales características de la escuela
holandesa o modelo IPO (Institute for Perception Research) basado en el análisis
fonético de los contornos melódicos. El autor resalta las ventajas de dicho modelo
a nivel experimental al mismo tiempo que reconoce la necesidad de aplicar los
resultados obtenidos a nivel fonológico. En el capítulo quinto, Mònica Estruch y
Lorraine Baqué revisan de manera minuciosa las propuestas de análisis del modelo
de Aix-en-Provence y realzan una de las principales ventajas de dicho modelo que
consiste en un análisis bidireccional, es decir, por un lado el modelo permite
obtener la representación simbólica de las curvas de F0 y por otro puede derivar el
contorno melódico a partir de las entradas simbólicas. Es muy clara e ilustrativa la
revisión de distintos tipos de frases catalanas (declarativas, interrogativas,
imperativas) según dicho modelo. El capítulo sexto, a cargo de José Ignacio
Hualde, ofrece una revisión detallada del modelo métrico-autosegmental (AM),
uno de los más representativos actualmente y con aplicación a un gran número de
lenguas. Al igual que Sosa en el siguiente capítulo, Hualde discute los problemas
de interpretación fonológica que encuentran los expertos en dicho modelo para
llegar a un consenso de transcripción para cada lengua. En el capítulo séptimo,
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Juan Manuel Sosa presenta las primeras propuestas para crear un sistema ToBI
(Tones and Break Indices) para la notación tonal del español (Sp-ToBI) y hace
hincapié en la diversidad de opiniones que existen actualmente para la elaboración
de dicho sistema. Es un capítulo bastante crítico donde se presentan las múltiples
propuestas de análisis entonativo para diversos contornos melódicos junto con sus
ventajas e inconvenientes. El último capítulo del libro, a cargo de Joaquim
Llisterri, María Jesús Machuca, Carme de la Mota, Montserrat Riera y Antonio
Ríos, está dedicado a la aplicación de los modelos entonativos a las tecnologías del
habla en las siguientes áreas: la conversión de texto en habla, el reconocimiento
automático del habla y el diálogo persona-máquina. Este capítulo demuestra los
grandes logros obtenidos en esta disciplina y realza la necesidad de seguir
investigando en el campo de la entonación dada su relevancia en la aplicación a las
tecnologías del habla.

Como he mencionado al principio de esta reseña, a pesar de que el enfoque del


libro es claramente expositivo, los autores también aportan su visión crítica de los
distintos modelos y proponen sus propias interpretaciones de las curvas melódicas
del español o del catalán, incitando al lector a la reflexión. Dentro de estas
aportaciones, hay dos aspectos que me han llamado especialmente la atención y
que quisiera revisar desde otro punto de vista, concretamente 1) la comparación
que García Lecumberri establece en el capítulo 2 entre el análisis británico y el
modelo métrico autosegmental y 2) la modelización del último acento de las
declarativas neutras en español o en catalán propuesta por distintos autores.

A finales del segundo capítulo, dedicado a la escuela británica de análisis


entonativo, García Lecumberri realiza una comparación entre el sistema de análisis
británico y el modelo AM, una idea excelente dada la gran aceptación de esta
última teoría actualmente. La equivalencia que propone la autora para la secuencia
británica “cabeza alta + descenso bajo” es H+L* L L% según el modelo AM,
equivalencia que, como la misma autora indica, también comparte Ladd (1996).
Sin embargo, desde mi modo de ver, esta equiparación no es del todo convincente.
Según el modelo AM, un acento bitonal como H+L* se caracteriza por un valle de
F0 en la sílaba acentuada o sílaba tónica precedido por un pico en la pretónica
(véase Hualde en el cap. 6 de este libro). Esto implica que 1) la H de H+L* sólo
revela una bajada de F0 de la pretónica a la tónica y 2) la H no está asociada a una
sílaba acentuada ya que es el tono con el asterisco el que posee este atributo. Por el
contrario, en el análisis británico, el concepto de “cabeza” abarca, como indican
O’Connor y Arnold y la misma autora del capítulo, desde la primera sílaba
acentuada del grupo entonativo hasta la inmediatamente anterior al núcleo (o
última sílaba acentuada). Esto conlleva que la H de H+L* no puede equivaler al
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tramo perteneciente a la cabeza ya que para iniciar una cabeza necesitamos una
sílaba acentuada. En según que contornos la H podría indicar una pre-cabeza (o
tramo de sílabas átonas anteriores a la cabeza o, en este caso, al núcleo). Por todas
estas razones, veo dudosa y debatible la interpretación del tramo “cabeza alta +
descenso bajo” como H+L* L L%. A mi modo de ver, una propuesta más
razonable sería H* L* L L%, donde el acento tonal H* estaría asociado a la
primera sílaba acentuada del grupo entonativo, iniciando el tramo correspondiente
a la cabeza que se alargaría hasta la sílaba anterior a la última sílaba acentuada,
asociada al acento tonal L*. Este razonamiento se puede aplicar a todas las
secuencias que se presentan en la página 59 del libro.

El segundo aspecto que me gustaría tratar es el caso de las declarativas neutras. La


interpretación de las curvas melódicas (y en particular del último acento) de una
frase declarativa neutra en español o en catalán aparece en muchos capítulos,
concretamente en la escuela americana (cap. 3), en el modelo métrico-
autosegmental (cap. 6), en el modelo de Aix-en-Provence (cap. 5) y en el Sp-ToBI
(cap. 7). El principal problema para la interpretación de dicho acento en varias
lenguas románicas (véase Prieto 1995 y Estebas Vilaplana 2003 para el catalán o
Sosa 1999 y Face 2000 para el español) radica en que la curva de F0 que se
observa sobre el último acento es distinta si dicho acento es el único de la frase o si
hay otros acentos prenucleares. En el primer caso, la curva de F0 experimenta una
subida cuyo pico se alinea dentro de los límites de la sílaba acentuada. En el
segundo caso, la curva melódica suele experimentar un descenso progresivo que
empieza después del último acento prenuclear y acaba al final de la frase, con lo
que el último acento de la declarativa presenta una F0 relativamente baja como
parte del descenso. Esto se ejemplifica en las declarativas catalanas de la Figura I.

a
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Figura 1. Oscilograma y contorno de F0 para las


declarativas catalanas menjaven (comían) [a] y la Mila
nega la maionesa (Mila estropea la mayonesa) [b].

La interpretación que proponen en el libro Martínez Celdrán dentro de la escuela


americana (cap. 3) y Hualde dentro del modelo AM (cap. 6) para frases similares
implica la utilización de dos tonemas o acentos tonales distintos para los casos en
que el último acento de la declarativa aparezca sólo o vaya precedido de otros
È
acentos. Según Martínez Celdrán, la interpretación del último tonema sería /2 1 /
È
(en frases con único acento) y /1 1 / (en frases con acentos prenucleares). Según
Hualde, el acento tonal de una declarativa con acento único sería H* seguido del
tono de frontera L%, y el último acento tonal de una declarativa con acentos
prenucleares sería H+L* seguido a su vez del mismo tono de frontera (L%). Estos
análisis, a pesar de estar claramente justificados por las curvas melódicas,
presentan un problema fonológico, ya que se utilizan dos categorías lingüísticas
distintas para una interpretación que no presenta contraste a nivel semántico, es
decir, en ambos casos el significado que se deriva de las frases es el de una
declarativa neutra.

Una propuesta que presentamos en Estebas Vilaplana (2003) dentro del modelo
AM para casos similares en catalán era que en ambos tipos de frase el último (o
único) acento se debería de interpretar como H* (seguido de L% o L-L%) y
explicábamos la baja realización del acento tonal H* en el contorno de F0 en frases
con múltiples acentos como un caso de final lowering (o bajada abrupta del último
acento). Este fenómeno se ha observado en inglés (véase Liberman y
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Pierrehumbert 1984) y se caracteriza por un mayor descenso tonal sobre el último


acento de una declarativa neutra que el experimentado por el escalonamiento
descendente o downstep propio de los acentos prenucleares1. La ventaja de esta
propuesta es que a nivel fonológico mantendríamos la misma entidad (i.e. /H*/)
para el último acento de una frase declarativa neutra y que a nivel fonético
explicaríamos las distintas realizaciones (i.e. [H*] vs. [!H*]) según la presencia o
no de acentos prenucleares. Evidentemente, ésta es una interpretación más dentro
de las múltiples que se barajan para estos contornos pero tiene la ventaja de utilizar
la misma categoría fonológica para dos realizaciones no contrastivas. Este análisis
presentaría cierta semejanza, a pesar de tratarse de teorías distintas, con la
propuesta que sugieren Baqué y Estruch en el capítulo 5 dentro del modelo de Aix-
en-Provence para las declarativas neutras en catalán. Simplificando muchísimo su
análisis, la estructura tonal abstracta para dicho acento sería (LH)L, es decir, un
tono alto entre tonos bajos y se realizaría como [TB] (altura tonal máxima seguida
de altura tonal mínima) en frases con un único acento y [DB] (punto descendente
seguido de altura tonal mínima) en frases con múltiples acentos. Así, de una misma
estructura abstracta se derivan las dos posibles realizaciones. En el capítulo sobre
el Sp-ToBI, Sosa observa la disparidad de opiniones para la interpretación de
dichos contornos hasta el punto de que autores como McGory y Díaz (2000,
citados por Sosa) han propuesto una ausencia de tono en la última sílaba acentuada
de una declarativa con acentos prenucleares por falta de movimiento evidente.
Como señalan Hualde y Sosa en el libro, la interpretación de los contornos
melódicos según el modelo AM o el ToBI puede derivar en distintas
representaciones ya que a veces los análisis se basan más en lo fonético que en lo
fonológico. Es, por tanto, un gran logro del libro presentar, además de las bases y
los fundamentos de cada teoría, la versión crítica de los autores que incitan, como
en el caso de las declarativas neutras, a replantearse muchas de las propuestas de
análisis existentes y a seguir investigando en este campo.

Teorías de la entonación es, por tanto, un libro indispensable para cualquier


estudioso de la entonación o de la lingüística en general debido a su gran claridad
de exposición, a su amplia cobertura de la materia, a su visión histórica y actual, y
a su capacidad crítica y reflexiva. Este manual llena un hueco importante en el
ámbito de la lingüística española y estamos seguros que estimulará a muchos
lectores a seguir estudiando los secretos mejor guardados del gran mundo de la
entonación.

1
Dentro del modelo AM y del ToBI, la presencia de un tono alto que ha sufrido algún tipo
de bajada tonal, ya sea por escalonamiento descendente o por bajada abrupta se marca con el
diacrítico ! ante el tono (i.e. !H*).
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Referencias bibliográficas

ESTEBAS-VILAPLANA, E. (2003): «Phonetic and phonological properties of the


final pitch accent in Catalan declaratives», Proceedings of the
International Conference on Prosodic Interfaces, Universidad de
Nantes, pp. 35-40.

FACE, T. (2001): Intonational marking of contrastive focus in Madrid Spanish,


tesis doctoral, The Ohio State University.

LADD, D.R. (1996): Intonational phonology, Cambridge, Cambridge University


Press.

LIBERMAN, M. y J. PIERREHUMBERT (1984): «Intonational invariance under


changes in pitch range and length», en M. Aronoff y R. Oerhle (eds.):
Language sound structure, Cambridge, MA, MIT Press, pp. 157-233.

MCGORY, J. y M. DÍAZ (2000): «Declarative intonation patterns in multiple


varieties of Spanish», Ponencia presentada en el Fourth Hispanic
Linguistics Symposium, Bloomington, Indiana.

PRIETO, P. (1995): «Aproximació als contorns tonals del català central», Caplletra,
19, pp. 161-186.

SOSA, J. M. (1999): La entonación del español, Barcelona, Cátedra.

Eva Estebas Vilaplana


EFE XIII, 2004, pp. 303-309.

EUGENIO MARTÍNEZ CELDRÁN (2003): El sonido en la comunicación


humana. Introducción a la fonética, Octaedro, Barcelona, segunda edición
revisada.

La Editorial Octaedro reedita un libro de Eugenio Martínez Celdrán que, según el


subtítulo, pretende ser sólo una “introducción a la fonética” a pesar de la cantidad
de temas que se abordan en sus 159 páginas, algunas más de las que ocupaba la
primera edición de 1996 (144 págs).
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La reseña que ofrezco ahora de la obra, aunque algo tardía, está justificada por
varias razones: la más importante es que, tras su lectura, opino lo mismo que en mi
primer encuentro con el libro (Véase Boletín de Asele, núm 17, 1997, pp. 31-32),
esto es, que en comparación con otros manuales similares, se ofrece una
información actualizada del mundo de la fonética que incluye, con gran claridad y
sencillez, no sólo los aspectos fonéticos atendidos tradicionalmente, sino otros
novedosos y de máxima actualidad como la percepción del habla o la prosodia.

Si atendemos exclusivamente al Índice general con que se inicia la obra, no


parecería que el autor ha modificado nada pues los epígrafes son idénticos a los de
1996. Observamos así que se abre con una Introducción y se cierra con un Epílogo
seguido de dos Apéndices, las Referencias bibliográficas y un Índice analítico (o
alfabético). En medio se encuentran los cuatro capítulos fundamentales en los que
el autor aborda el análisis de los sonidos desde la perspectiva más tradicional, esto
es, la articulatoria, para terminar con los aspectos prosódicos que tanta actualidad
tienen en los análisis fonético-fonológicos.

Sin embargo, un cotejo detallado de la obra nos ha permitido ver que, sin
modificaciones drásticas, se registran cambios de diversa índole que van desde las
simples modificaciones formales o de estilo, hasta otros que se relacionan con el
contenido. En las líneas que siguen tendremos ocasión de ir reseñando cada
capítulo, así como el tipo de modificaciones que se introduce en ellos.

En primer lugar, después del Índice general, Martínez Celdrán introduce la obra de
manera breve sin modificar nada respecto de lo que había dicho en 1996 pues,
obviamente, se trata de que el lector se familiarice con aspectos básicos necesarios
para el posterior entendimiento de los capítulos fundamentales del libro. Así, parte
de una breve explicación del carácter oral del lenguaje apoyándose en el testimonio
de autoridades como Saussure o Martinet, entre otros, imprescindible para
comprender el proceso de la comunicación humana. Asimismo, presenta los
diferentes dominios del habla, esto es, fisiológico, físico y psíquico, destacándose
la diferencia entre la fonología, concebida como un dominio que atiende a lo
funcional y la fonética, más concreta, que atiende a los procesos perceptivos y
productivos del habla desde diversos puntos de vista: perceptivo (atendiendo a los
procesos cognitivos de la percepción), fisiológico (teniendo en cuenta la
producción de los sonidos) o físico (atendiendo a las cualidades y comportamiento
de las ondas sonoras). Tales puntos de vista conducen a distinciones conocidas
(fonética articulatoria, acústica, perceptiva, etc) que, subraya el autor, no implican
negar el carácter unívoco de la fonética como ciencia. Asimismo, Martínez Celdrán
resalta algunos aspectos que, a pesar de ser conocidos y compartidos por los
Reseñas 311

expertos en la materia, conviene aclarar a los que se inician en el terreno que nos
ocupa. Tales son que fonética y fonología, aunque obviamente son disciplinas que
se relacionan estrechamente, tienen intereses propios o que fonética experimental
(que implica el uso del método experimental) no es equivalente a fonética
instrumental (que implica simplemente el uso de instrumentos de análisis).

Después de aclarar en esta Introducción los aspectos fonético-fonológicos del habla


y anunciar que el objetivo del libro no es de tipo fonológico sino fonético, cosa que
ya dice el mismo título de la obra, Martínez Celdrán entra en materia en el Capítulo
2 en donde, en diversos apartados y subapartados, trata del estudio de los sonidos
vocálicos y consonánticos desde el punto de vista articulatorio. Primero se acoge a
una perspectiva general, los clasifica según sus rasgos y los explica; luego se centra
en la clasificación de los sonidos españoles. En tal exposición destaca aspectos
fundamentales cual es la conveniencia de usar los alfabetos fonéticos que nos
permiten representar los sonidos del habla, el hecho de que la distinción entre
vocales y consonantes es operativa desde una perspectiva pedagógica y práctica
pero que no obedece a una separación tajante entre dos clases absolutamente
diferentes pues entre ambas hay una gradación o, en fin, a la importancia de la co-
articulación en el habla.

En relación con la primera edición de 1996, este Capítulo 2 no implica gran


cantidad de información adicional como evidencia el mismo hecho de que sólo se
incrementa en una página. No obstante, hay algunos añadidos que sin duda
mejoran la edición pues denotan, por una parte, el deseo del autor de actualizar la
información que nos ofrece y, por otra, de aclarar aún más los conceptos
explicados. Así, en la pág. 29, al hablar de la actividad de las cuerdas vocales,
presenta una clasificación de los sonidos que ya nos ofrecía en la primera edición
pero que ahora se precisa mejor al incluir el por qué de la misma; en la pág. 37
añade una explicación de la sibilancia o estridencia desde el punto de vista
perceptivo; en la explicación de las vibrantes de la pág. 41, además de su
caracterización, añade la identificación como sonidos róticos que de ellas hacen
actualmente algunos fonetistas o, en fin, en la pág, 49 cierra el capítulo con una
transcripción ancha que complementa a la semiestrecha (antes sin título) que
presenta del mismo texto de Juan Valera.

Además de estos añadidos, se dan algunos cambios nominales que unas veces sólo
buscan una mayor precisión terminológica (por ejemplo, cuando sustituye el
término labial en las fricativas y aproximantes por el de bilabial, vid. pág. 38),
mientras que en otros casos el cambio es más sustancial (en la pág. 26, al hablar de
los diptongos, sustituye la expresión de “dos vocales” por “dos segmentos
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vocálicos” pues, como se puede ver en el Cap. 3 del libro, el autor considera que
los diptongos están formados por una vocal plena y una glide, semiconsonante o
semivocal, que es una mera transición de dichas vocales).

El Capítulo 3 trata de la producción del sonido y de su manifestación acústica para


lo cual es imprescindible comenzar por la explicación de algunas nociones básicas
relacionadas con la producción y la física del sonido necesarias para la
presentación posterior del análisis acústico de los sonidos vocálicos y
consonánticos.

En relación a la edición de 1996, se advierten varios cambios y adiciones en este


capítulo que normalmente la mejoran ya que ilustran más claramente los
fenómenos analizados (como sucede con la utilización de espectros,
espectrogramas, oscilogramas o figuras diversas que, o sustituyen a las de 1996 o
se añaden); en otros casos subsanan posibles errores de 1996 (como sucede al tratar
a las africadas en un subapartado distinto -3.7.4.- que el de las aproximantes
-3.7.3.-, mientras que en 1996 se incluian juntas).

No obstante, el cambio más notable se da, sin duda, en los apartados en que trata
las propiedades acústicas de los segmentos vocálicos y consonánticos. Este cambio
está motivado por la existencia de las glides en las que, como dije, se incluyen las
semivocales y semiconsonantes que intervienen en los diptongos. Este tipo de
segmentos ha supuesto un “escollo” en la literatura de fonética y fonología del
español debido a que, para unos eran variantes vocálicas, mientras que para otros
pertenecen a un subsistema diferente del vocálico y consonántico tal como
consideró el propio Eugenio Martíinez Celdrán en su Fonología general y
española (1989) al hacer una revisión del sistema fonológico propuesto por
Alarcos Llorach en su Fonología española (1950).

En la edición de 1996 de El sonido en la comunicación humana trata, en el


apartado 3.6. del capítulo 3, las propiedades acústicas de las vocales, al tiempo que
en el 3.7. contempla las consonantes donde, entre otros subapartados, cuenta el
3.7.7. referido a los hiatos y diptongos, hecho éste que no tiene sentido teniendo en
cuenta el hecho mismo de que en los hiatos es evidente que se reúnen dos vocales.

En la nueva edición de 2003, en cambio, saca a las glides del apartado 3.7.
dedicado a las consonantes y las incluye en uno de los dos subapartados que dedica
a los segmentos vocálicos (3.6.1. vocales y 3.6.2. glides) lo cual parece mucho más
coherente teniendo en cuenta que las concibe como “elementos transitorios de los
diptongos, es decir, son como transiciones largas de las vocales plenas a las que
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obligatoriamente acompañan” (p. 79) por lo cual no tiene sentido su inclusión en el


apartado de las consonantes como sucedía en 1996.

El Capítulo 4 está dedicado a la percepción cuya inclusión, como dije ya,


incrementa el interés del libro que reseño. Es evidente que el propio Martínez
Celdrán quedó satisfecho del contenido de este capítulo si tenemos en cuenta que
se presenta prácticamente idéntico a como lo dio a conocer en 1996. Así, como
entonces, en pocas páginas explica aspectos decisivos del mecanismo de la
audición y de la percepción, de las cualidades del sonido desde el punto de vista
perceptivo, de las teorías sobre la percepción del habla o de los índices acústicos
invariantes necesarios para demostrar la posible existencia de un modelo de
percepción del habla basado en el procesamiento de la información. En este
sentido, Martínez Celdrán actualiza la edición de 1996 añadiendo información
sobre las propuestas de investigación relacionadas con la existencia de invariación
entre los puntos de articulación.

El Capítulo 5 dedicado a la Prosodia también resulta de máximo interés en la


actualidad pues es éste uno de los campos de investigación más atendido entre
fonetistas y fonólogos. Aunque de manera breve, lo importante es que el autor trata
diversos aspectos como el acento, la sílaba, el ritmo, la entonación y su
manifestación melódica, en cuyo análisis se detiene de manera más detallada y
clara que en 1996 lo que responde, sin duda, a las inquietudes del autor en los
últimos años.

El Epílogo, idéntico a 1996, sirve al autor para resaltar la importancia de los


asuntos tratados en el libro, no sólo desde la perspectiva teórica sino también
práctica. Destaca así sus aplicaciones en diferentes terrenos como el logopédico, la
enseñanza de lenguas o la medicina.

Algunos cambios en los Apéndices ilustran asimismo que el autor nos ofrece una
edición revisada y actualizada de la obra. Así, por ejemplo, añade los símbolos
para representar los suprasegmentos que sirven para complementar lo explicado en
el capítulo de la prosodia. Este tema se actualiza también en el apartado de la
Bibliografía pues se incluyen obras más o menos recientes como la de Sosa (1999)
o la de Prieto (2003).

Por último, este interesante libro se cierra con un Índice analítico muy cuidado que
permite el rápido acceso a cualquiera de los aspectos tratados.
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En definitiva, El sonido en la comunicación humana. Introducción a la fonética es,


sin duda alguna, un libro muy recomendable pues en relativamente pocas páginas,
podemos acceder de manera clara, pero al tiempo rigurosa, a la diversidad de
aspectos que atañen al universo oral de la comunicación.

Josefa Dorta
EFE XIII, 2004, pp. 309-314.

ESTHER HERRERA Z. Y PEDRO MARTÍN BUTRAGUEÑO (eds.) (2003):


La Tonía: Dimensiones fonéticas y fonológicas, México, El Colegio de México.

El libro La Tonía: Dimensiones fonéticas y fonológicas recoge trabajos presentados


en el coloquio internacional del mismo nombre que tuvo lugar en el Colegio de
México en marzo de 2002. Se trata de una compilación de artículos independientes
agrupados en cuatro capítulos en la que, junto a estudios sobre la entonación del
español, encontramos trabajos sobre diversas lenguas habladas en México, así
como estudios sobre el vasco y el catalán. Dado el origen de esta obra colectiva,
los artículos que la componen se dirigen a investigadores y estudiantes con al
menos buenos conocimientos de base de fonética/fonología.

El primer capítulo, «Segmento y tono», recoge entre otros dos trabajos sobre
lenguas zapotecas. En el primero de ellos F.Arellanes pretende determinar
instrumentalmente la unidad portadora de los tonos en la variedad de zapoteco de
S.Pablo de Güilá. En el segundo, T.C.Smith-Stark proporciona un análisis de la
estructura prosódica de otra variedad de zapoteco. Encontramos igualmente en este
capítulo un trabajo de Y. Rodríguez Cadena, en el que se analiza el descenso de la
F0 de núcleos silábicos ante aspiración en posición de coda silábica en español del
Caribe. La autora parte de fenómenos conocidos como la tonía intrínseca de las
vocales y la frecuente apertura de la vocal ante aspiración para luego probar si hay
correlación entre estos dos fenómenos. Sus datos corroboran esta hipótesis, pues
muestran que en algunos casos en los que no se produce la apertura esperada la
tonía se mantiene a la misma altura. El artículo de D.Silverman analiza la prosodia
del chinanteco de Comaltepec, proponiendo una explicación fonética y funcional
del desplazamiento tonal que encontramos en esta lengua. E.Herrera, en el artículo
restante de este capítulo, examina el comportamieno tonal de un curioso segmento
prenasalizado del mazateco de Sta.Clara., el cual presenta un VOT característico de
segmentos sordos a pesar de tratarse de un segmento sonoro.
Reseñas 315

El capítulo 2, titulado «Tono y acento», contiene un interesante artículo de


J.I.Hualde acerca de la influencia del sistema acentual español sobre la prosodia
del vasco, lengua cuya tonía, según argumenta el autor, se asemejaría
originalmente a la del japonés más que a la de las lenguas romances vecinas.
Seguidamente encontramos un trabajo conjunto (J.Llisterri et al.) en el que se
estudian los correlatos perceptivos del acento en castellano mediante la
manipulación de la F0 y la duración vocálica de estímulos acústicos. Según los
resultados ambos parámetros inciden en la percepción del acento de manera
diferente según la estructura acentual en cuestión. De manera más general, el pico
entonativo aparece como el correlato más fiable para la percepción del acento
léxico, aunque no parece ser suficiente. El artículo de P.Prieto aborda un fenómeno
clave en el estudio de la entonación como es el choque tonal. Tras exponer las
estrategias usadas generalmente en tales contextos, la autora analiza una de ellas –
la repulsión tonal– en el caso del catalán. Las conclusiones del experimento
apuntan a que la falta de espacio tonal entre dos picos suele manifestarse en el
alineamiento más precoz del primero, mientras que altura tonal de éstos se ve poco
afectada. Igualmente se describen tres maniobras locales realizadas por los
hablantes estudiados en casos de repulsión tonal: el alargamiento de la primera
sílaba acentuada, el incremento de la velocidad en la subida al segundo pico y la
realización tonal más alta del segundo valle L.

En «Unidades entonativas», tercer capítulo del volumen, encontramos un trabajo


de T.Face sobre el acento nuclear en el español de Madrid. Ya era sabido que, a
diferencia de los acentos prenucleares, el acento nuclear se realiza en la sílaba
acentuada. Face propone analizar este acento alineado con la etiqueta L+H*,
atribuyéndole de este modo un estatus fonológico propio. Según los datos
aportados, la ausencia de desplazamiento a la derecha, típica de los acentos
prenucleares, no se debe a la influencia fonética de un acento final L%, sino a las
características intrínsecas de los picos nucleares. A continuación, el trabajo de
E.Martínez Celdrán y A.M.Fernández Planas presenta el mérito de aplicar un
método automatizado de etiquetaje a un corpus de frases en castellano. Siguiendo
el modelo AM los autores llevan a cabo una taxonomía de las estructuras
entonativas encontradas, y llegan a la conclusión de que los acentos prenucleares
no sólo son L*+H (con realización del pico en la sílaba postacentual). En efecto,
algunos picos se alinean con la sílaba en acentos no focales. Este punto es de gran
importancia, pues los estudios de la entonación del castellano realizados hasta
ahora casi siempre habían descrito un acento con pico desplazado en contextos
prenucleares, con excepciones como el acento focal analizado por Face. También
en el marco AM, H.Ortiz-Lira ofrece un breve análisis del español de Santiago de
Chile, en el que aborda temas como el choque acentual o el acento secundario.
316 Reseñas

E.Mora proporciona en cambio el único estudio del volumen realizado según el


modelo INTSINT de Aix-en-Provence. Tras explicar brevemente las bases del
modelo, la autora proporciona datos sobre diferentes variedades del español
venezolano. Los parámetros usados para comparar los dialectos son la duración y
altura tonal del la última sílaba acentuada y de la última sílaba de la unidad
entonativa. Si bien algunas conclusiones interesantes parecen surgir del estudio,
cabría exigir en nuestra opinión una presentación menos somera así como un
análisis estadístico algo más elaborado. La primera de estas reservas podemos
emitirla igualmente a propósito del artículo de R.García Riverón ‘El significado de
la entonación’. En él la autora aborda dicha cuestión a partir de unidades sobre las
que no se ofrece ninguna ilustración. Por esta razón, aquellos que desconozcan las
características acústicas de unidades tales como los logatomos E-3 o VE-7a, por
poner un ejemplo, encontrarán poca utilidad a dicho trabajo.

El cuarto y último capítulo, «Entonación y discursos», comienza con ‘Cortesía y


prosodia’, una contribución de Alexandra Alvárez y María A. Blondet. En él las
autoras demuestran las particularidades tonales de las frases corteses en español
venezolano. Como rasgos que marcan el contraste pragmático entre ambos tipos
de enunciados se indica un campo tonal más amplio y una media de F0 mayor para
las frases corteses, y, contradiciendo lo que se había supuesto tradicionalmente,
contornos entonativos diferentes. A juzgar por la ilustración de los contornos que
presentados, salta a la vista que en la frase cortés el tono final de frontera es bajo y
no alto. A este respecto las autoras indican simplemente “un conjunto de picos y
valles de la curva melódica de la frase cortés que no posee [...] una frase
interrogativa”. En nuestra opinión un análisis fonológico de los contornos
entonativos hubiera enriquecido sensiblemente el resultado del trabajo. Silvia Ávila
contribuye a este volumen con un artículo sobre la las frases interrogativas del
español mexicano, en el cual muestra los usos discursivos de cuatro contornos
analizados siguiendo el modelo AM. En el artículo siguiente, S.Kim y H.Avelino
estudian la interacción entre entonación y foco en frases con palabra focalizada en
diversas posiciones. Cabe destacar que en este estudio se mencionan una vez más
casos de alineamiento del pico tonal con la sílaba acentuada para enunciados con
foco amplio, y ello no sólo en posición nuclear, sino también en contextos
prenucleares. Seguidamente, P. Martín Butragueño proporciona un preliminar
análisis prosódico de los ‘marcadores discursivos’ (además, entonces, bueno,
hombre, etc.). Como otros muchos estudios de este volumen, la entonación se
analiza desde el marco AM. De los resultados se concluye que existe una gran
diversidad en la caracterización prosódica del léxico estudiado. En el último
articulo del capítulo, J.M.Sosa repasa varios tonemas usados para expresar algún
tipo de foco en una variedad caribeña de español. Según el autor la elección de uno
Reseñas 317

u otro parece ser relevante desde un punto de vista fonológico, lo cual implica que
clasificaciones tradicionales de la estructura de la información (foco/tópico,
tema/rema) resultan demasiado amplias y por tanto insuficientes para dar cuenta
de manera efectiva del sentido comunicado por la entonación.

A pesar de que algunos artículos nos parecen incompletos en los aspectos ya


mencionados, la mayoría de los trabajos presentados son excelentes, tanto por la
metodología empleada como por los análisis que ofrecen. Por ello pensamos que
este trabajo colectivo será de gran interés para todo estudioso de la tonía,
especialmente para aquél interesado por el castellano.

Francisco Torreira
EFE XIII, 2004, pp. 314-317.

PETER LADEFOGED (2003): Phonetic Data Analysis. An Introduction to


Fieldwork and Instrumental Techniques, Oxford, Blackwell Publishing,

En este libro Ladefoged nos introduce en las dos fases más importantes de la
investigación fonética: la obtención y el análisis de los datos. Está dirigido a dos
tipos de lectores, por una parte a los interesados en las técnicas de trabajo de
campo y por otra a los que buscan una introducción a las herramientas básicas de la
fonética instrumental, El autor insiste en varias ocasiones en el carácter
introductorio del texto, únicamente pretende exponer las técnicas para analizar la
mayoría de las características fonéticas de cualquier lengua, y describir el arduo
trabajo de la obtención de los datos.

El texto aparece organizado en ocho capítulos en los que estos dos objetivos se
examinan a partir de los diferentes temas que aborda cada uno de ellos. El primer
capítulo está dedicado a la grabación de sonidos, el segundo a las diferentes
técnicas instrumentales relacionados con la búsqueda de los puntos de articulación,
el tercero trata de las investigaciones aerodinámicas, el cuarto está dedicado al
análisis del tono, la intensidad y la duración. Los siguientes capítulos presentan la
caracterización de las vocales, el análisis acústico de las consonantes y de los tipos
de fonación. El capítulo final, a modo de conclusión, incluye interesantes consejos
sobre los instrumentos del laboratorio básico, refiriéndose también al
mantenimiento y el cuidado necesarios en diferentes técnicas; finaliza recordando
318 Reseñas

al lector el necesario respeto y consideración hacia las costumbres de los


informantes, por más exóticas que resulten al investigador.

Si bien la fase más importante del trabajo de campo es la grabación de los sonidos,
antes se ha de haber realizado un intenso trabajo previo: la selección de palabras
que contienen los sonidos pertinentes, la búsqueda y selección de los hablantes,
disponer de un sistema de grabación (casette, ordenador…) adecuado al lugar, un
buen micrófono, evitar los ruidos de fondo. Ladefodged nos expone todos estos
pasos previos con minuciosas explicaciones y consejos para obtener el material
fonético, a pesar de que, como afirma, en las situaciones de trabajo de campo no
siempre es posible controlarlo todo. Una vez realizada la grabación no hay que
olvidarse de escucharla, para confirmar que se tienen los datos que se buscaban, ni
de anotar todo lo relacionado con las circunstancias en que se ha realizado la
grabación y que pueda ser necesario en el momento del análisis.

Los diferentes puntos de articulación pueden ser analizados utilizando distintas


técnicas, desde la fotografía, la palatografía o la electropalatografía, como métodos
clásicos, o bien otros más actuales relacionados con los ultrasonidos, la
articulografía electromagnética o las imágenes obtenidas por resonancia magnética.

De la exactitud de las medidas que se realicen dependerá la fiabilidad de los


resultados Son muchos los posibles errores que los programas que se utilizan para
el análisis del tono pueden cometer, aquí Ladefoged propone toda una serie de
precauciones que se han de observar para que los resultados sean fiables.

Para el análisis acústico de las vocales se ofrece el análisis de formantes, a través


de espectrogramas, y los espectros obtenidos por LPC y FFT. El análisis acústico
de las consonantes se aborda a partir de las características que presentan los
distintos tipos de consonantes (oclusivas, fricativas, laterales, nasales, róticas, etc.),
así como los diferentes tipos de fonación.

Las distintas técnicas instrumentales llevarán a la toma de medidas de diferentes


características de los sonidos. Hay que asegurarse de que estas medidas sean
siempre válidas, fiables y estadísticamente significativas.

En el texto, entre las fotografías que ilustran las técnicas descritas y los
innumerables gráficos de las diferentes representaciones de sonidos, Ladefoged
incluye, encuadradas, curiosas y divertidas anécdotas tanto de su larga experiencia
académica como del trabajo de campo; nos hace saber, por ejemplo, que en sus
inicios como profesor de UCLA fue contratado para asesorar al profesor de
Reseñas 319

fonética de la película My Fair Lady, el actor Rex Harrison, o que un viejo


espectrógrafo le salvó la vida cuando se desplomó el falso techo de un laboratorio
en el que estaba trabajando con un informante de Urhobo (Nigeria)

El autor no ha incluido una bibliografía al uso, únicamente al final de cada capítulo


selecciona y recomienda ciertas lecturas como ampliación de los temas tratados.
Como contrapartida, no olvida citar direcciones web en las que se puede acceder a
muchos materiales de gran utilidad para la investigación fonética.

Este último libro de Ladefoged completa su extensa producción de textos y


manuales dedicados a estudiantes de fonética que en muchos casos se convertirán
en futuros investigadores.

Lourdes Romera Barrios


EFE XIII, 2004, pp.317-319.

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