Armando Bartra

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R ESEÑAS 183

Héctor Díaz-Polanco, Elogio de la diversidad. Globalización, multiculturalismo


y etnofagia (México: Siglo XXI Editores, 2006), 224 pp.

Armando Bartra
Instituto de Desarrollo Rural “Circo Maya”

E n su más reciente libro, titulado


Elogio de la diversidad. Globalización,
multiculturalismo y etnofagia, Héctor
evidentes pero no lo eran tanto hace
veintitantos años, cuando Héctor em-
pezó a ocuparse de ellos. Por ejemplo,
Díaz-Polanco no sólo hace un encen- que globalización no es uniformidad
dido elogio de la pluralidad, también se humana sino reinvención de las iden-
afilia a su causa como lo que es: una tidades. Restitución que tiene dos
bandera de las izquierdas. expresiones opuestas pero comple-
Así, la apuesta política por las mentarias: como parte de la resistencia
diferencias virtuosas está tanto en el de quienes sufren explotación eco-
prefacio como en el último capítulo, nómica pero también opresión étnica o
significativamente titulado “La iz- vilipendio cultural, y como recurso del
quierda frente a la diversidad”. Pero sistema que reedita las identidades con
Díaz-Polanco no se conforma con tomar fines de lucro y de reproducción de su
partido. En el resto del texto se enfrasca hegemonía. Sin embargo —hay que
en un enjundioso debate con el viejo y destacarlo— la pluralidad que place al
el nuevo pensamiento liberal, aquel que capital es la pluralidad epidérmica o
pretende ubicar a la naturaleza humana domesticada, pues como veremos más
en la soledad originaria del individuo. adelante, para el gran dinero es veneno
Más adelante la emprende con la la irreductible, terca y subversiva diver-
globalización capitalista, no tanto por sidad de los hombres y la naturaleza,
su obra de emparejamiento —que una pluralidad radical que, en última
finalmente no lo fue del todo— como instancia, es incompatible con el mer-
por su recreación instrumental de las cantilismo absoluto.
identidades y su etnofagia; y aunque no Pero más allá de registrar realidades
se extiende sobre ello, también toma sociales, Elogio de la diversidad toma
distancia respecto del relativismo partido en una confrontación que es
radical y del etnicismo fundamentalista, académica pero también política y
que son una suerte de eurocentrismo en social. No se trata sólo de constatar la
el espejo de los oprimidos. “ausencia del otro” en ciertas formula-
ciones universalistas; se trata también
de subrayar el papel libertario de los
LOS DISTINTOS ATACAN DE NUEVO grupos de identidad y —llevando la
postura un poco más lejos— de recu-
El libro constata hechos que en el perar el carácter subversivo de la
arranque del tercer milenio quizá son reivindicación de la diversidad, no sólo

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la étnico-cultural, sino también la disruptiva y teóricamente perversa para


natural, la tecnológica, la económica, la la filosofía, la teoría jurídica y el pensa-
societaria, la política y hasta la utópica, miento político de raigambre liberal;
pues ya no nos seducen igual que antes sistemas de ideas que proponen al
los mundos felices unánimes y en serie individuo como originario y a la socie-
que inspiraron las revoluciones del dad como derivada. Porque si la volun-
siglo pasado. tad y la libertad, presuntamente innatas
Toma de posición que implica y propias de la naturaleza humana, son
distanciarse del liberalismo antiplu- además atributos metafísicos de un
ralista pero también del relativismo solitario radical, la sociedad aparecerá
absoluto; desmarcarse tanto del uni- como resultado de un acuerdo entre
versalismo homogeneizante como del individuos incondicionados y sin con-
etnicismo fundamentalista. texto, como producto de una suerte de
Y aquí importa destacar una pro- sociogénesis contractual.
puesta que me parece fundamental: la Díaz-Polanco señala, puntualmente,
diversidad étnica y cultural a la que se que tal hipótesis choca no sólo con las
hace referencia en este libro no es la que evidencias historiográficas y etno-
se da entre sociedades distintas sino en gráficas sino también con los hechos
el seno de una misma sociedad; porque duros y las tendencias profundas de las
lo que hoy registramos no es el en- sociedades contemporáneas: órdenes
cuentro de civilizaciones sino el perma- abigarrados que lejos de materializar el
nente desdoblamiento étnico-cultural en sueño liberal de modernidad resultaron
el seno de una misma, dispareja y verdaderos festines de diversidad iden-
desgarrada civilización globalifágica; un titaria. Pero aun si el argumento carece
sistema-mundo abigarrado pero unitario de sustento histórico, podría tener con-
donde las diferencias —estigmatizantes sistencia lógica en la medida en que se
o libertarias— reaparecen una y otra vez nos muestre como principio racional
no por inercia histórica sino por me- que da cuenta de la condición de
canismos estructurales de diferen- posibilidad de toda sociedad humana.
ciación. No estamos, pues, hablando de Y es ésta la línea de argumentación
sumatoria de diversos, ni del melting pot que —siguiendo a Kant— elige el
originario, sino de que —como escribe primer John Rawls, el de Teoría de la
Héctor— “la sociedad humana es una justicia (1971). No repetiré aquí las
formidable máquina que fabrica contundentes críticas que Díaz-Polanco
incesantemente la diversidad”. y otros enderezan contra el radical
universalismo individualista y anti-
pluralista de dicha propuesta. Quisiera,
LA ONTOLOGÍA DEL SOLITARIO sin embargo, esbozar una línea de
aproximación que me parece pertinente.
Esta recurrente diferenciación de los Kant, Rawls y otros, son libres de des-
grupos humanos en identidades colec- historizar su búsqueda apriorística de
tivas con valores, normas e ilusiones las condiciones de existencia de toda
diversos, resulta prácticamente socialidad posible, pero no pueden

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impedir que una parte de la crítica a sus El individuo presuntamente por-


propuestas ubique históricamente el tador de la naturaleza humana es una
pensamiento cuestionado. construcción social de la modernidad;
Sería pertinente, entonces, explorar una invención tan alienante como
las premisas históricas y particulares que libertaria, pues si su irrupción de facto
hacen posible el surgimiento de un y de jure desvaloriza colectividades y
pensamiento ahistórico y universalista rompe lazos solidarios, también arroja
como ese. Porque —me parece— la nueva luz sobre la pluralidad, al
absolutización metafísica del individuo obligarnos a reconocer en los “otros” a
y sus atributos resulta del predominio de un “nosotros”; no como en los tiempos
un orden históricamente fechado. Un de particularismo tribal cuando, por
sistema que, en nombre de un mercan- definición, los “otros” no eran “hombres
tilismo absoluto donde los intercambios verdaderos”, sino como auténticos
dinerarios debían constituir por sí pares, cuando menos en tanto que
mismos el fundamento de toda relación compartimos la condición humana. Y
social válida, descalifica identidades no estoy hablando de una naturaleza
culturales, solidaridades y economías innata y trascendente, una abstracción
morales. Socialidades diversas que para fetichizada que encubre metafísicamente
el capital son anacrónicas y perversas, y las desigualdades y diferencias estig-
por ello son enviadas al pasado y sus matizantes realmente existentes, sino de
reductos, al oriente exótico o la periferia una condición humana hecha a mano,
bárbara. construida socialmente en la con-
Pero el capitalismo no es sólo una frontación y/o la solidaridad de los
obscena economía-mundo, un absolu- diversos.
tismo mercantil globalizante que da Frente a los encuentros en exte-
sustento teórico-práctico al individua- rioridad propios de sistemas menos
lismo radical. El universalismo fetichi- omnifágicos, la expansión mercantilista
zado y antipluralista que Díaz-Polanco y desarrolló un modo incluyente del
otros cuestionamos, es la expresión encuentro; interiorización forzada que
alienada de una construcción histórica si bien erosionó diferencias poten-
contradictoria y conflictiva; un orden cialmente enriquecedoras y volvió
social ciertamente ecocida y etnocida estigma o marca comercial a las que
pero también, y paradójicamente, conservó, también hizo posible el
portador de valores rescatables. encuentro como comunión. Y no me
Precisamente por su voracidad, el del refiero a una suerte de revelación por la
gran dinero es un sistema-mundo cual nos diéramos cuenta de que por
incluyente —en el sentido globalifágico razones metafísicas, el “otro” es también
de inclusión— que desde pequeño un hombre como yo; sino del en-
interiorizó la diversidad sociocultural, cuentro como interacción prolongada
haciendo de ella algo inmanente. que construye una nueva identidad, una
Inmanencia del “otro” que por ello nueva y compartida condición humana.
mismo permite subordinarlo pero Condición hoy asimétrica y lacerada
también obliga a reconocerlo. donde un hombre tiene y el otro

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hombre carece, donde un hombre la “hermenéutica diatópica” de


manda y otro hombre obedece —o se Boaventura de Sousa Santos parta de la
rebela—, pero donde por primera vez conciencia recíproca de la “incom-
se dramatiza radicalmente la unidad en pletitud” de las culturas, pero se apoye
la diversidad. Y de esta interiorización en una teoría de la “unión” de los
dispareja de las diferencias a la cons- diversos que “tiene un carácter euro-
trucción de identidades compartidas y céntrico por su aspiración de totalidad”
fraternas que trasciendan la pluralidad (La caída del ángelus novus: ensayos para
sin negarla, no hay más que una línea una nueva teoría social y una nueva práctica
de sombra, apenas un paso. Un paso política, p. 64). Y es que, de la misma
histórico, claro, pero un paso al fin. manera en que no es posible trascender
Si es válido encontrar en la entro- la globalidad como economía-mundo,
nización originaria del mercantilismo más que reconociendo su existencia y
—o en alguna de sus fases de expan- apoyándose en ella para desmontarla-
sión— las raíces históricas de las viejas reconfigurarla, tampoco es viable ir más
y las nuevas teorizaciones del indivi- allá de la universalidad individualista
dualismo, es legítimo también remitir restaurando la diversidad virtuosa, sin
el pensamiento pluralista de Luis tomar como punto de partida la propia
Villoro o de Boaventura de Sousa Santos universalidad. Para decirlo en dos
—ambos mencionados por Díaz- palabras: la diferencia entre el neotri-
Polanco— al renacimiento de la balismo fundamentalista y la univer-
diversidad bajo la forma de insumisas y salidad de los diversos es la misma
beligerantes identidades colectivas. que existe entre “globalifobia” y
Pero importa destacar que este renaci- “otromundismo”.
miento social no es un regreso al La universalidad de ciertos prin-
tribalismo, sino una nueva vuelta de cipios, valores o normas sociales no
tuerca histórica que, en sus proyectos deriva de su racionalidad trascendente,
más visionarios, busca trascender la sustentada a su vez en una presunta
globalización asimétrica y emparejadora naturaleza innata del individuo
hacia una mundialización de los di- humano. Pero el que tal universalidad no
versos como pares. Y es necesario sub- tenga un origen metafísico no quiere
rayar, también, que en el mundo de las decir que no exista como construcción
ideas esto significa que se busca tras- en curso, como proceso deliberativo,
cender a Kant (o a Hobbes o a Smith) como obra de una diversidad que se
no ignorándolos, sino apoyándose en el trasciende y se conserva. Y porque para
pensamiento que ellos formularon. conservarse debe trascenderse, la
No es casual, entonces, que además diversidad constitutiva de la univer-
de reconocer los valores de cada cultura, salidad incluyente es una diversidad
Luis Villoro proponga un orden de otra, una diversidad reinventada que no
valores “transculturales”, como “condi- se monta tanto en la diferencia
ción de posibilidad” de todo sistema sustantiva y originaria como en la
posible de valores (Estado plural, diferenciación permanente frente al
pluralidad de culturas, 1998); o que otro y con el otro.

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GLOBALIZACIÓN ETNOFÁGICA Estando tan de acuerdo con Díaz-


Y SEUDODIVERSIDAD Polanco quisiera, sin embargo, destacar
aquí no tanto la instrumentalización de
En la segunda parte del libro, Díaz- la pluralidad por el capital como su in-
Polanco se ocupa de la diversidad en la compatibilidad última con las dife-
globalización, no sólo registrando el rencias sustantivas.
hecho de que el gran dinero incumplió La diversidad virtuosa es el impasse
su vieja promesa de uniformar usos y del gran dinero, su pluma de vomitar,
costumbres en dos grandes y únicas el hueso que no pudo mascar pero roe
clases mundiales: la que cultivan los de obsesivamente. Y porque ahí está su
sombrero de copa y la que practican los límite infranqueable, el absolutismo
de overol; sino también destacando la mercantil ha desarrollado la seudodi-
capacidad adaptativa y oportunista de versidad: una apertura ficticia y epi-
un capital apercibido de que “la dérmica a la pluralidad humana y
diversidad puede ser nutritiva para natural. Precisamente porque la dife-
la globalización”, como escribe Héctor rencia sustantiva lo envenena, el capital
(p. 137). Para señalar, de inmediato, que pasó del puro y simple emparejamiento
si hay una diversidad nutricia y fa- cuyo paradigma era el consumismo cul-
vorable a la acumulación, también hay turalmente estandarizado, a la diversi-
otra diversidad indigesta; por ejemplo, ficación de la oferta y a la segmentación
la que encarna en las identidades colec- de los mercados; del indiscernible
tivas de raíz étnica que resisten tanto a hombre masa al culto a las diferencias
la exclusión como a la inclusión sub- identitarias; del rock y las hamburguesas
ordinada y envilecedora. a world music y ethnic food.
En diálogo con Zygmunt Bauman Escribe Díaz-Polanco:
(La sociedad individualizada), Díaz-
Polanco distingue las identidades duras Uno tras otro se fueron derrumbando
definidas por su historicidad y dina- los argumentos esgrimidos para anun-
mismo, su heterogeneidad interna, su ciar un futuro de uniformidad que se
multiplicidad jerárquica y su simul- consolidaría conforme la globalización
taneidad, de la efímera y líquida desarrollara la potencia unificadora y
“identificación”: una serie inagotable y disolvente que le atribuían [...] [Al con-
fluyente de diferenciaciones que se trario] los afanes identitarios se mul-
adaptan a la perfección a la diversidad tiplicaron en una escala nunca vista
epidérmica de las mercancías en la [...] Al parecer [...] la globalización
sociedad de consumo. Frente a esto, el funciona más bien como una inmensa
orden hegemónico tiene una actitud maquinaria de “inclusión” universal
ambivalente: “El sistema ataca con todas que busca crear un espacio liso, sin
sus fuerzas las bases comunitarias de las rugosidades, en el que las identidades
identidades, al tiempo que promueve puedan deslizarse, articularse y circu-
todo género de identificaciones, que son lar en condiciones que sean favorables
una especie de identidades individua- al capital globalizado [...] La globali-
lizadas sin sustento colectivo” (p. 157). zación [...] procura aprovechar la

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diversidad [...] aunque [también] y que al patentar lo códigos genéticos


aislar y eventualmente eliminar las hace lucrativa la biodiversidad. Pero el
identidades que no le resultan domes- capital confraterniza con la pluralidad
ticables o digeribles (p. 136). sólo en tanto que es rentable. Ya lo dijo
Pat Mooney refiriéndose a la decodi-
Los argumentos son semejantes a los de ficación y privatización del genoma: “El
Hardt y Negrí en Imperio: dinero está en las diferencias”, de
modo que las diferencias cuentan no
En su fase de inclusión el imperio es por serlo sino porque producen dinero.
ciego a las diferencias [...] Logra la No hay novedad en esto: desde que
inclusión universal [...] [pero] para se operó la inversión originaria por la
dejar de lado las diferencias tenemos que el uso se subordinó al cambio y
que considerarlas no esenciales [...]; la calidad a la cantidad, quedó claro
[así] el imperio se convierte en una es- que en el mundo de las mercancías
pecie de espacio uniforme, a través capitalistas las diferencias no son más
del cual las subjetividades se deslizan que el soporte, el vehículo, el medio que
sin ofrecer resistencia ni presentar emplea el valor para valorizarse. En el
conflictos sustanciales (pp. 187-188). sistema del mercado absoluto el valor de
uso es contingente mientras que el valor
Pero la apertura del sistema —hay que de cambio es necesario y, de la misma
destacarlo— es sólo a las diferencias manera, la diversidad biosocial es acci-
“no esenciales” y “domesticables”, a la dental mientras que la uniformidad de
pluralidad cosmética como condición los hombres y la naturaleza es sustantiva.
de la unanimidad sustancial. Y la uni- Sean identidades étnicas, especies
versalidad que resulta de la estrategia biológicas, cocinas nacionales o cafés de
falsamente incluyente no es síntesis origen, los distintos se admiten si son
mediada de la diversidad subyacente, clasificables, normalizables, intercam-
sino dilución de la diversidad en una biables, lucrativos. Así, las identidades
generalidad abstracta, vacía, inde- duras se diluyen en la amorfa ciuda-
terminada. danía; la pluralidad de los ecosistemas
El gran dinero incorpora las dife- se reduce a códigos genéticos; la diver-
rencias identitarias en una suerte de sidad agroecológica deviene marca
“globalización etnófaga”, escribe Díaz- de origen; la originalidad creativa se
Polanco. Podríamos agregar que en legitima en el mainstream y cotiza ora en
otras esferas, pero de manera semejante, el mercado del arte ora en los medios.
hace rentables tanto los productos En el mercado, el Estado y el imagi-
“orgánicos” respetuosos de la diversidad nario que placen al capital, todas las
de los ecosistemas, como los “susten- diferencias son iguales, todas las diver-
tables” que además preservan la plu- sidades son pardas.
ralidad étnica y social, de la misma Si la diversidad producida como
manera que especula con la conserva- mercancía reporta ganancias, la apro-
ción de los recursos naturales, creando piación y la mercantilización de la
un mercado de “servicios ambientales” diversidad natural-social generan rentas.

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La privatización de tierras, aguas, recur- está el enterrador del mercantilismo


sos minerales, territorios estratégicos, absoluto.
frecuencias radiales y televisivas, pai- En el último capítulo del libro,
sajes, especies, etcétera, es fuente de Díaz-Polanco retoma el tema de la di-
enriquecimiento estructural, permanente versidad en tesitura política. Si bien
y socorrido pero perverso, pues no se reconoce, como Eric Hobsbawm, que
funda en la extracción de plusvalía sino sumando particularismos no se llega
en el dominio económico excluyente al proyecto unitario de las izquierdas,
sobre recursos no reproducibles y por reivindica sin embargo las luchas iden-
tanto potencialmente escasos. Y es titarias dentro de un nuevo universa-
particularmente viciosa, pues mientras lismo.
que otras ganancias especulativas y de Hace énfasis, también, en la validez
monopolio son efímeras, ya que se di- de las banderas autonómicas y en la
luyen con la competencia, las que se pertinencia de las prácticas que a nivel
fundan en la privatización de bienes local o regional combinan la autode-
“naturales” no se normalizan por la terminación política con la autogestión
oferta y la demanda. social y económica. Pero, a diferencia
Pero tras de las astucias con que el de los localismos y particularismos de
gran dinero se apropia y mediatiza la facto que le dan la espalda al sistema,
diversidad se oculta una incompatibili- y de los antiestatismos teóricos que
dad sustantiva. La pluralidad funcional dejan de lado la política y las cuestiones
al sistema es la de dientes para afuera, del poder, Díaz-Polanco reivindica
es la seudodiferencia como vehículo de un modo distinto de hacer política y
la intercambiabilidad comercial. también “las nuevas formas de poder
Tienen razón quienes —como Díaz- popular que desafían al poder estatal
Polanco— resaltan la capacidad del vigente” (p. 208).
capital para manejar las contradic- Y encuentro aquí un punto más de
ciones que le genera la permanente acuerdo con Díaz-Polanco: frente a la
reproducción de lo diverso en el seno fórmula de John Holloway según la cual
de la uniformidad (la “etnofagia” como se puede “cambiar el mundo sin tomar
domesticación de la diversidad iden- el poder”, Héctor sostiene que “hay
titaria, el “ecologismo neoliberal” como que tomar el mundo para cambiar el
especulación mercantil con los servicios poder”. Yo agregaría que en este trance
ambientales), pero la capacidad de algún día habrá que tomar el poder,
adaptación del sistema no debe ocultar pero evitando que el poder nos tome a
que en la terca diversidad socionatural nosotros.

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NORMAS PARA PRESENTAR ARTÍCULOS 191

Libros recibidos
AGUILAR , José Antonio. Pensar en México. México: Fondo de Cultura
Económica, 2006. 364 pp.
Avances de la perspectiva de género en las acciones legislativas. México: Cámara
de Diputados, LIX Legislatura, 2006. 382 pp.
BUZO, Ricardo; José Luis Estrada; y José Luis León, coords. China en el
siglo XXI. Economía política y sociedad de una potencia emergente. México:
Universidad Autónoma Metropolitana/ Miguel Ángel Porrúa, 2006.
457 pp.
EASTWOOD, Jonathan. The Rise of Nationalism in Venezuela. Gainesville:
University of Florida Press, 2006. 205 pp.
Memoria del seminario internacional sobre derechos humanos de los pueblos
indígenas. México: Secretaría de Relaciones Exteriores/Comisión
Europea, 2006. 487 pp.
Memoria del festival internacional de las culturas en resistencia Hollín Kan
Tlalpan. México: Gobierno del Distrito Federal, 2006. 689 pp.
192 R EVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGÍA
NORMAS PARA PRESENTAR ARTÍCULOS 193

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(Touraine, 1986: 73).
IMPORTANTE: Compruebe que todas las citas incluidas en el texto
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de los autores; cuando aparezcan varias obras de un mismo autor,
se ordenarán en orden cronológico: de la publicación más alejada
en el tiempo a la más reciente. En todo caso, se seguirán los
criterios establecidos por The Chicago Manual of Style, 14a. ed.
(Chicago y Londres: The University of Chicago Press, 1993).

Ejemplos:

A) Un autor
Armstrong, Paul. Lecturas en conflicto. México: Universidad
Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones
Sociales, 1992.
B) Dos autores
Wellek, René, y Austin Warren. Teoría literaria. Biblioteca Románica
Hispánica. Madrid: Editorial Gredos, 1996.
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C)Tres autores
Gordon, D. M.; R. Edwards; y M. Reich. Segmented Work, Divided
Workers. Cambridge: Cambridge University Press, 1982.
D) Compiladores [Editors]
Diamond, Larry, y Marc F. Plattner, comps. El resurgimiento global
de la democracia. México: Universidad Nacional Autónoma de
México-Instituto de Investigaciones Sociales, 1996.
E) Organismo, institución o asociación como autor(a)
Comisión Económica para América Latina ( CEPAL ). Inversión
extranjera directa en América Latina 1999. Santiago de Chile:
Comisión Económica para América Latina, 2000.
F) Artículo en un libro compilado por otro(s) (as) autor(es) (as)
Black, Max. “¿Cómo representan las imágenes?”. En Arte, percepción
y realidad, compilado por Maurice Mandelbaum, 127-169.
Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, 1983.
G) Obras que constan de varios volúmenes
1. Título general
Peterspring, Caeli Love, e Ian Mills Michaelson, comps. The
Flowering of Harmonious Internationalism. 4 vols. Chicago:
Marmer, 1990-1993.
2. Un volumen en particular
Freud, Sigmund. “Tótem y tabú”. En Vol. 2 de Obras completas.
3a. ed. Madrid: Biblioteca Nueva, 1973.
H) Artículo en publicación periódica
Frey, Herbert. “Las raíces de la modernidad en la Edad Media”.
Revista Mexicana de Sociología 53 (octubre-diciembre, 1991):
3-44.
I) Artículo de periódico
Finnonian, Albert. “The Iron Curtain Rises”. Wilberton (Ohio)
Journal. 7 de febrero, 1990, última edición.
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J) Materiales no publicados
1. Tesis
Contreras, Óscar. “Empresas globales, actores locales.
Producción flexible y aprendizaje industrial en las
maquiladoras”. Tesis de Doctorado en Ciencias Sociales.
México: El Colegio de México, 1999.
2. Ponencias
Gereffi, Gary, y Jennifer Bair. “Mexico’s Industrial Development
in the Past 25 Years: Climbing Ahead or Falling Behind in the
World Economy?”. Ponencia presentada en el Encuentro
Mexico in the Integration XXX, Center for the U. S.-Mexican
Studies, Universidad de California en San Diego, La Jolla, 3-5
de junio, 1999.
K) Citas de material obtenido de Internet
En el interior del texto, las referencias se citan de la manera habitual:
Gibaldi (1998), (Gómez et al., 1999). Si se desconoce el nombre del
autor del documento, se pondrá la dirección de Internet encerrada
entre los símbolos <en cursivas>. Deberá transcribirse exactamente
como aparece en el original, respetando las mayúsculas y las
minúsculas.

Ejemplos:
1. Textos electrónicos

Oxford English dictionary computer file: on compact disc. 2ª ed. [CD-


ROM]. Oxford: Oxford University Press, 1992.
Repère: index analytique d’articles de périodiques de langue française [en
línea]. Montreal: Services documentaires multimédia, 1980-.
Disponible en: <http://www.bibl.ulaval.ca/repere/> [Consulta: 6 julio
1996]

Pritzer, Thomas J. An early fragment from Central Nepal [en línea].


Disponible en: <http://www.ingress.com/~astanart/pritzker/
pritzker.html> [Consulta: 8 junio 1995]
NORMAS PARA PRESENTAR ARTÍCULOS 197

2. Bases de datos

U. S. Department of Education (ED) [en línea]: Home Page. US Dept.


of Education, 29-09-1999. Disponible en: <http://www.ed.gov/
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En: San Antonio Business Journal, 1998, vol. 11, núm. 31, p. 58.
EBSCO database (Masterfile). Disponible en: <http://
www.ebsco.com> [Consulta: 27 enero 1999]

3. Artículos y contribuciones

Boudon, Raymond. “L’Objectivité des valeurs” [en línea]. En:


Langlois, Simon; y Yves Martin. L’horizon de la culture: hommage à
Fernand Dumnot, 1996. Disponible en: <http://www.bibl.ulaval.ca/
doelec/pul/dumont/fdhap13.html> [Consulta: 2 octubre 1997]

Herrington, T.; y K. Anna. “Being is believing” [en línea]. Kairos: A


Journal for Teaching Writing in Webbed Environments, 1996, 1.1.
Disponible en: <http://www.apa.org/journals/jacobson.html>
[Consulta: 25 enero 1996]

13. Cuadros, gráficas, mapas, esquemas e ilustraciones deberán incluir


su respectiva fuente y aparecerán en hojas numeradas, después
de la bibliografía. El autor enviará también los datos numéricos a
partir de los cuales se generaron las gráficas. Todos los materiales
gráficos irán respaldados en formatos .jpg o .gif, a 400 dpi de
resolución; las gráficas deberán ser enviadas en Excel.

En el texto, el autor indicará el lugar donde entrará cada uno de ellos,


mediante la siguiente instrucción: “Entra figura 5”.
Para ser incluido en nuestra publicación, todo artículo será sometido
a una fase de selección y a un proceso de dictamen. En la primera
fase, el Comité Editorial seleccionará los artículos que correspondan
con la línea editorial de la Revista y que cumplan con los requisitos
académicos indispensables de un artículo científico. En la segunda
etapa, los trabajos seleccionados serán dictaminados por dos
198 R EVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGÍA

especialistas o más en la materia, los cuales emitirán su decisión de


manera anónima. El resultado puede ser: a) publicable, b) no
publicable, c) sujeto a cambios (menores o mayores), d) fuera de la
línea editorial. En todo caso, la evaluación será inapelable.

IMPORTANTE: una vez que el artículo sea aprobado, no se aceptará


ningún cambio ulterior en el texto. Asimismo, el autor se compro-
meterá a firmar una carta de cesión de derechos de exclusividad a
la Revista y a dar su autorización para que, eventualmente, el artículo
sea reproducido en formato impreso o electrónico.

Los autores de artículos recibirán a vuelta de correo dos ejemplares


del número de la Revista en la que aparezca publicado su trabajo, así
como 10 separatas del mismo.

Los artículos y las reseñas deberán enviarse a la dirección editorial


de la Revista Mexicana de Sociología: <[email protected]>.

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