Ventajas y Desventajas de La Suscripcion

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 La suscripción

 es un modelo de negocio en el cual Los clientes pagan una cantidad fija cada
semana, mes o año y a cambio reciben el servicio acordado.


Todo se inició décadas atrás, cuando periódicos y revistas comenzaron a utilizar un
modelo de suscripciones donde el cliente pagaba un monto fijo de dinero para adquirir
el producto cada cierto tiempo, recibiéndolo en la puerta de su hogar u oficina. Más
tarde, ese sistema comprobó su éxito en los rubros de la televisión y
telecomunicaciones, manteniéndose hasta el día de hoy como el método preferido
por la industria para proveer de servicios tangibles e intangibles a las personas.

Internet no es la excepción. Porque cobrarle una cuota mensual al cliente para darle
servicios durante uno o más meses parece ser una buena fórmula que presenta
ventajas – y algunas desventajas – a los usuarios, en una industria que busca de
manera desesperada conseguir algo de dinero a cambio de sus contenidos en la red,
a modo de no repetir el fracaso de empresas como Blockbuster que no fueron
capaces de renovarse cuando llegó Internet y hoy enfrentan la bancarrota.

Netflix por el lado de las películas, Spotify con la música, Dropbox, SkyDrive, iCloud
y varios más entregando almacenamiento de datos, Microsoft y Adobe que ahora
venden sus herramientas de oficina y profesionales Office y Photoshop vía
suscripción mensual con licencia por un tiempo limitado e incluso la tradicional revista
Newsweek, que el 31 de diciembre de 2012 lanzó su último número impreso en
papel, ahora se volcó por completo a un sistema de suscripción digital. Todos se
están subiendo al carro de las suscripciones y según la firma analista Gartner, el 40%
de las empresas que venden servicios digitales estarán utilizando este formato de
pago mensual para el año 2015.

Ventajas
Todo fácil, simple y ordenado
Cuando se saca la tarjeta de crédito y se opta por confiar en
una empresa para proveer de manera mensual contenidos,
ellos también serán los encargados de mantener en orden
todo lo que compremos para ofrecerlo de manera limpia y fácil
de acceder. Por ejemplo, en el caso de compañías como Netflix o Spotify, la biblioteca
de medios es gestionada por dichas empresas y su gran enfoque es la creación
plataformas fáciles de utilizar, donde sólo sea necesario entrar y presionar “play” para
estar disfrutando por lo que pagamos.

A esto contribuye un diseño en la interfaz gráfica de usuario muy pulida, con grandes
equipos de trabajo girando sólo en garantizar que a la persona le sea fácil y atractivo
entrar al servicio. Todo está en manos de ellos y la mayoría de las veces el cliente ni
siquiera necesita tener conocimientos en computación e informática para contratar
contenidos basados en computadoras.

Accesible desde cualquier lugar


Cuando una empresa almacena de manera central la información, sólo es necesario
un aparato que tenga acceso a Internet para ver lo que hemos adquirido. Casi todas
las compañías están conscientes de que el usuario espera que sus películas, música
y archivos estén a la mano desde cualquier parte, por lo que se invierten grandes
esfuerzos por proveer de herramientas para entrar a los portales y poder reproducir
en un gran número de dispositivos.

Por ejemplo, si almacenamos documentos de trabajo o estudios en SkyDrive o


Dropbox, podemos consultarlos donde sea haya Internet, sin importar si es nuestra
computadora personal donde los redactamos o no, siendo posible verlo incluso a
través del teléfono si es que posee conectividad a redes móviles o WiFi, tenga el
sistema operativo que tenga.

Un precio reducido
Tradicionalmente, los productos digitales se otorgan a través de la venta de una única
licencia que entrega los derechos de por vida al consumidor, manteniendo la
propiedad de su compra hasta siempre. Pero cuando por ejemplo se adquieren
programas y herramientas como Office o Photoshop a modo de alquiler, no se
cancelan cientos de dólares de entrada y de hecho, el costo es considerablemente
inferior para cuando pagamos una suscripción mensual.

Esto le permite a las personas que antes no podían pagar por el servicio acceder a
él cancelando de manera similar a las cuotas, ampliando el nicho de clientes a los
que apunta la empresa.

Comodidad al momento de la compra


Años atrás, para alquilar una película había que salir y encontrar el local de
Blockbuster más cercano, llevar dinero en efectivo y a veces invertir tanto tiempo en
conseguir el filme como la duración del mismo. Pero en la actualidad y gracias a
portales como Netflix, una vez al mes se cancela una cuota a través de Internet
pagando con la tarjeta de crédito, algo realizable desde la comodidad del hogar y a
sólo un par de clicks de distancia.
Desventajas

Total dependencia a Internet


Si bien tener los datos en la nube de Internet los hace
accesibles desde cualquier lugar, supone la omnipresencia
de una conexión de datos como requisito fundamental para
disfrutar los contenidos adquiridos. ¿Y si no hay
conectividad? No se puede escuchar música, ni ver películas o acceder a los
documentos. Servicios no tan dependientes como aplicaciones al estilo Photoshop
pueden seguir accesibles incluso estando fuera de línea, sin embargo, la mayoría de
las suscripciones son por material de entretenimiento que no queda instalado en
nuestro dispositivo de manera permanente.

Otro punto relevante es el de la velocidad de Internet. Porque si no estamos en un


lugar con buena señal para el plan de datos del smartphone, la conectividad WiFi no
es lo suficientemente fuerte o simplemente no tenemos acceso a redes de alta
velocidad, será muy difícil hacer una transmisión en tiempo real de una película en
alta resolución, como ofrece Netflix.

No existe la propiedad
Accediendo a todo desde la red sólo cuando lo necesitamos, no existe un sentimiento
de pertenencia sobre lo que pagamos, transformándose en contenido desechable.
Las películas en Netflix están disponibles sólo hasta que se acaba la suscripcion, al
igual que la música y otros contenidos. Por otro lado, si pagamos cuotas por Microsoft
Office, cuando se acaba el período de suscripción el producto ya no es nuestro y no
lo podemos seguir utilizando. Con este sistema nada es realmente nuestro y todo
tiene fecha de vencimiento.

Lo que compras ya está gratis


Una de las primeras aplicaciones que se le dio a Internet fue el compartir música y
películas. Más tarde llegó la piratería. Y la prensa independiente, por la que no hay
que pagar. Todos estos elementos suponen una alternativa a servicios por los que
hoy se puede abrir la billetera, pero que pueden ser conseguidos sin sacar la tarjeta
de crédito vía otros medios informales, en una práctica tan antigua como la Internet
misma.

Catálogo limitado de contenidos


Específicamente en el caso de proveedores de multimedia, el catálogo de contenidos
está limitado a lo que empresas como Spotify o Netflix puedan conseguir, no estando
disponible “toda la música del mundo”. Porque ellos llegan a acuerdos comerciales
con las casas discográficas y estudios de cine para distribuir música y películas a un
costo fijo mensual, dándose la posibilidad de que mucho de lo que busquemos no
esté en línea.

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