La Verdad Sobre El Diezmo
La Verdad Sobre El Diezmo
La Verdad Sobre El Diezmo
los cristianos no
están obligados a
diezmar
PREPARADO POR EL PASTOR JORGE AGUILAR
Muchos piensan que los creyentes deben dar el diezmo (definido como dar el 10% de los
ingresos personales), y muchos usan el lenguaje de “diezmos y ofrendas” en los servicios de
adoración. Otros están igualmente convencidos de que el diezmo no es obligatorio para los
creyentes.
Ciertamente, esto no es un asunto sobre el cual los creyentes deban romper comunión. El amor
es mucho más importante que nuestra opinión sobre el diezmo (1 Cor. 13). Sin embargo, yo
argumentaría que el diezmo no es obligatorio, ni debería ser fomentado para los creyentes en
Jesucristo. Pero tal postura necesita ser explicada.
¿Qué dice el Antiguo Testamento acerca del diezmo? Abraham dio una décima parte de su
botín de guerra a Melquisedec (Gn. 14:20),
y Hebreos apela a este relato para respaldar la superioridad del sacerdocio de Melquisedec
sobre el de Leví (Heb. 4:10). Dios salió al encuentro de Jacob en Betel y le prometió
bendiciones de pacto; el patriarca prometió a Dios una décima parte de todo lo que le fue
concedido (Gn. 28:22).
Gén 28:20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me
guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y
vestido para vestir, Gén 28:21 y si volviere en paz a casa de mi padre,
Jehová será mi Dios. Gén 28:22 Y esta piedra que he puesto por
señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo
apartaré para ti.
2Cr 31:5 Y cuando este edicto fue divulgado, los hijos de Israel
dieron muchas primicias de grano, vino, aceite, miel, y de todos los
frutos de la tierra; trajeron asimismo en abundancia los diezmos de
todas las cosas.(B) 2Cr 31:6 También los hijos de Israel y de Judá, que
habitaban en las ciudades de Judá, dieron del mismo modo los
diezmos de las vacas y de las ovejas; y trajeron los diezmos de lo
santificado, de las cosas que habían prometido a Jehová su Dios, y
los depositaron en montones.
*La ley es un todo, asi que el que quiere
vivir por ella debe guardarla toda o nada
Stg 2:10 Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere
en un punto, se hace culpable de todos.
Neh 10:38 y que estaría el sacerdote hijo de Aarón con los levitas,
cuando los levitas recibiesen el diezmo; y que los levitas llevarían el
diezmo del diezmo(H) a la casa de nuestro Dios, a las cámaras de la
casa del tesoro.
Neh 12:44 En aquel día fueron puestos varones sobre las cámaras de
los tesoros, de las ofrendas, de las primicias y de los diezmos, para
recoger en ellas, de los ejidos de las ciudades, las porciones legales
para los sacerdotes y levitas; porque era grande el gozo de Judá con
respecto a los sacerdotes y levitas que servían.
Hay siete razones decisivas para decir que los cristianos no están obligados a diezmar.
Los creyentes ya no están bajo el pacto mosaico (Rm. 6:14-15; Romanos 7:5-6; Gál. 3:15-
4:7; 2 Co. 3:4-18).
Algunos piensan que el diezmo es obligatorio porque tanto Abraham como Jacob dieron una
décima parte, y ambos vivieron antes de que el pacto mosaico estuviera establecido. Sin
embargo, difícilmente tales ejemplos demuestran que el diezmo sea para todos los tiempos. El
regalo de Abraham a Melquisedec fue un acontecimiento que sucedió una sola vez; no hay
evidencia de que él le diera a Dios una décima parte de manera regular.
El que Jacob entregara una décima parte significaba su agradecimiento a Dios por haberle
prometido estar con él y protegerlo. Su agradecimiento y generosidad todavía nos hablan hoy,
pero una descripción histórica de lo que Jacob dio no apoya la idea de que todos los creyentes
deben dar a Dios una décima parte de sus ingresos.
3. Los diezmos fueron dados a los levitas y a los sacerdotes, pero no hay levitas y
sacerdotes en el nuevo pacto.
Los levitas y los sacerdotes estaban atados al sistema de sacrificios del antiguo pacto. Ahora
todos los creyentes son sacerdotes (1 Pe. 2:9; 1Pe 2:9 Mas vosotros sois linaje
escogido, real sacerdocio, nación santa,(E) pueblo adquirido por
Dios,(F) para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable;
Apo 1:6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre;(D) a él sea
gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
5:10; Apo 5:10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y
sacerdotes,(G) y reinaremos sobre la tierra.
4. El diezmo está ligado a la tierra que Israel recibió bajo el antiguo pacto.
Israel debía celebrar un diezmo cada tres años en Jerusalén. Pero ese requisito no puede
aplicarse a los cristianos hoy en día. Eso era en relación a los judíos como nación, a los judíos
que vivían en la tierra de la promesa. Con la venida de Cristo, la nación judía ya no es más el
lugar del pueblo de Dios, aunque individuos judíos son parte de la Iglesia a través de la fe en
Jesús.
La Jerusalén terrenal ya no es central en los propósitos de Dios (Gál. 4:25). Gál 4:25
Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la
Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud.
Como se señaló anteriormente, el número era ciertamente más del 10% y cercano al 20%.
Aquellos que abogan por el diezmo probablemente deberían quedarse en el 20%.
6. Cuando Jesús afirmó el diezmo, sucedió antes del comienzo del nuevo pacto.
Algunos defienden el diezmo diciendo que Jesús elogió el diezmo, incluso si dijo que era menos
importante que otras cosas (Mt. 23:23; Mat 23:23 !!Ay de vosotros, escribas y
fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el
comino,(G) y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la
misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer
aquello.
Lc. 11:42). Luc 11:42 Mas !!ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la
menta, y la ruda, y toda hortaliza,(I) y pasáis por alto la justicia y el
amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello. Este
argumento parece fuerte, pero no es persuasivo. Jesús también mencionó el ofrecimiento de
sacrificios en el templo (Mt. 5:23-24), pero los cristianos no piensan —incluso si el templo
fuera reconstruido— que deberíamos hacer eso. Las palabras de nuestro Señor son
comprensibles cuando pensamos sobre su ubicación en la historia de la redención.
Jesús habló acerca de los sacrificios y el diezmo antes de la cruz y la resurrección, antes del
comienzo del nuevo pacto. Él usó el diezmo y los sacrificios como ilustraciones cuando se
dirigía a sus contemporáneos. Él guardó la ley debido a que fue “nacido bajo la ley” (Gál. 4:4).
Pero no podemos tomar sus palabras como que aprueban el diezmo hoy en día más de lo que
podemos tomarlas como que aprueban el ofrecer sacrificios.
Cuando los cristianos reciben instrucción sobre dar a los pobres, no se les manda a dar “el
diezmo al pobre”. En cambio, se les instruye a ser generosos en ayudar a los necesitados (Hch.
2:43-47; Hch 2:45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo
repartían a todos según la necesidad de cada uno.(I) Hch 2:46 Y
perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en
las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, Hch 2:47
alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor
añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
Hechos 4:32-37; Hch 4:32 Y la multitud de los que habían creído era
de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo
que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.(F) Hch 4:33 Y
con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del
Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Hch 4:34 Así
que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que
poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo
vendido, Hch 4:35 y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se
repartía a cada uno según su necesidad.(G) Hch 4:36 Entonces José,
a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que
traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, Hch
4:37 como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a
los pies de los apóstoles.
1Corintios 16:1
La ofrenda para los santos
En cuanto a la ofrenda para los santos,(A) haced vosotros también de
la manera que ordené en las iglesias de Galacia. 1Co 16:2 Cada
primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo,
según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no
se recojan entonces ofrendas. 1Co 16:3 Y cuando haya llegado, a
quienes hubiereis designado por carta, a éstos enviaré para que
lleven vuestro donativo a Jerusalén. 1Co 16:4 Y si fuere propio que
yo también vaya, irán conmigo.
2Co 9:1 Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que
yo os escriba; 2Co 9:2 pues conozco vuestra buena voluntad, de la
cual yo me glorío entre los de Macedonia, que Acaya está
preparada desde el año pasado; y vuestro celo ha estimulado a la
mayoría. 2Co 9:3 Pero he enviado a los hermanos, para que
nuestro gloriarnos de vosotros no sea vano en esta parte; para
que como lo he dicho, estéis preparados; 2Co 9:4 no sea que si
vinieren conmigo algunos macedonios, y os hallaren
desprevenidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir
vosotros, de esta nuestra confianza. 2Co 9:5 Por tanto, tuve por
necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros
y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para
que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia
nuestra. 2Co 9:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente,
también segará escasamente; y el que siembra generosamente,
generosamente también segará. 2Co 9:7 Cada uno dé como
propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque
Dios ama al dador alegre. 2Co 9:8 Y poderoso es Dios para hacer
que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo
siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda
buena obra; 2Co 9:9 como está escrito: Repartió, dio a los
pobres; Su justicia permanece para siempre.(A) m 2Co 9:10 Y el
que da semilla al que siembra, y pan al que come,(B) proveerá y
multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de
vuestra justicia, 2Co 9:11 para que estéis enriquecidos en todo
para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros
acción de gracias a Dios. 2Co 9:12 Porque la ministración de este
servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que
también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; 2Co 9:13
pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por
la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la
liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; 2Co
9:14 asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes
aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.
2Co 9:15 !!Gracias a Dios por su don inefable!
Por ejemplo, 1 Corintios 16:1-4, un pasaje que a menudo es citado en círculos populares como
respaldándolo, no menciona el diezmo; el pasaje habla sobre una ofrenda que se hizo a los
santos pobres en Jerusalén.
Da generosamente
Aunque el diezmo no es obligatorio hoy en día, no significa que los creyentes deban acumular
posesiones.
Se nos ordena apoyar a los que predican el evangelio (Mt. 10:10; Lc. 10:7; 1 Co. 9:6-14; 1 Ti.
5:17-18). Y aunque debemos disfrutar de las cosas buenas que Dios nos da, también somos
llamados a ser generosos con los necesitados (1 Ti. 6:17–19; 2 Co. 8–9). La riqueza puede
convertirse fácilmente en un ídolo, llevándonos a abandonar al Señor.
Puesto que Dios debe ser nuestro tesoro, los creyentes deben dar generosamente y libremente.
Para muchos en occidente, esto significará dar más del 10%.
Aun así, la Escritura no ordena que los cristianos den una décima parte, y la Escritura, no la
tradición, es nuestra regla y autoridad.