Ejercicios de Función Vocal
Ejercicios de Función Vocal
Ejercicios de Función Vocal
Universidad Mayor
Escuela de Fonoaudiología
Unidad de Foniatría
Ejercicios para restaurar la
función vocal
Documento de apoyo Intervención Fonoaudiológica en
Voz Patológica
26/09/2011
[Escribir texto]
Ejercicios para restaurar la función vocal
Descripción de ejercicios, métodos y técnicas
Es común encontrar una laringe elevada relacionada a hábitos de hiperfunción en fonación, lo cual
induce una aducción exagerada de las cuerdas vocales. Se conoce que las distintas vocales se
articulan en relación a distintas alturas laríngeas en el siguiente orden desde la posición más alta a
la más baja; i-‐e-‐a-‐o-‐u. En hablantes comunes y corrientes la altura laríngea tiende a subir al
aumentar la frecuencia fundamental, lo que a su vez cambia la longitud del tracto vocal y de ésta
manera las frecuencias de formantes. Hablantes o cantantes entrenados utilizan una postura baja
mientras que una posición alta de la laringe se asocia comúnmente a disfonías funcionales. Es por
lo anterior que el entrenamiento vocal debe incluir ejercicios para el descenso laríngeo.
Estudios proponen que la «b» es la mejor consonante para descender laringe y se puede
prescindir de las influencias de la lengua como órgano articulador (a diferencia de la «rr» del
español que lleva a la situación opuesta, porque la punta de la lengua se ubica en la zona anterior
del paladar, desplazando hacia delante el cuerpo lingual y, por ende, hay un efecto de ascenso
laríngeo. La posición lingual limita la efectividad del ejercicio, lo que no ocurre en la/b:/, que es
independiente de la lengua.
La posición laríngea baja promueve la fonación fluida ya que ayuda a la disminución de la aducción
glótica exagerada.
Consigna al paciente: se le pide que efectúe una "bbbbb...." en tono cómodo inflando bien
mejillas, haciendo hincapié en la sonoridad de la emisión, el apoyo diafragmático y el
mantenimiento de idéntica presión oral en el tiempo. El ejercicio se puede continuar con la emisión
de las distintas vocales con el fin de que la altura laríngea se mantenga baja a pesar de la
condición que adopta en la articulación de cada vocal en particular.
Ejercicios Vibratorios
Vibración labial.
a) Se le pide al paciente que; juntando dientes sin presión; protruya labios hacia delante en
forma lo más relajada posible e intente soplar de tal forma que el pasaje de aire entre los
labios los haga vibrar.
b) Una vez que logró la vibración áfona se le pide que efectúe vibración con voz en el tono
cómodo, explicándole la diferencia entre uno y otro: en el vibratorio áfono está
trabajando la relajación de un articulador fundamental -‐labios-‐ con la coordinación del
Coordinador de Asignatura: César Casanova Canelo
Documento elaborado y modificado por Camila Escobar Cristi: Ayudante área foniatría Página 2
pasaje de aire dada por el sostén diafragmático; en el vibratorio-‐ fonatorio agrega a lo
anterior la vibración de las cuerdas vocales por lo que implica una coordinación entre los
tres elementos.
c) Este paso es el más difícil y consiste en alternar vibración áfona y fonatoria repetidamente
con pasaje de aire continúo. Siempre el terapeuta da el modelo.
Vibración lingual:
Producción de sonido /rr/ con los mismos pasos que en vibración labial; mismas observaciones. La
vibración de lengua con sonido, además de soltar y aflojar la lengua, produce una especie de
masaje de la mucosa sobre el cuerpo cordal.
Vibración labial y lingual:
Se realizan ambas vibraciones al mismo tiempo con lengua interponiéndose entre labios. Se puede
utilizar la alternancia entre los dos tipos vibratorios con flujo de aire continuo en forma repetida
(vibración labial, lingual, labial, lingual, etc.) en tono sostenido y en vocalizaciones.
Humming o método masticatorio: sonidos nasales
Método que promueve la relajación y el equilibrio muscular fonatorio que promueve la
proyección de la voz a partir de la masticación (efecto de máscara). Se realiza un
movimiento de masticación de forma muy exagerada agregando voz de forma
secuencial. Se debe ir reduciendo gradualmente la exageración de los movimientos.
Estos movimientos deben involucrar labios, lengua y boca.
Este ejercicio se realiza con la finalidad de que, al momento de abrir y cerrar la boca, se
reduzca la tensión de la mandíbula y pueda existir un mayor espacio intraoral (apertura
mandibular) en las tareas de amplificación resonancial.
Técnica muy utilizada en personas que presentan hiperfunción y patología orgánica de
base funcional. Es una buena herramienta para optimizar la voz en estos pacientes y
sobre todo para reducir el ataque vocal duro o golpe glótico.
Se le solicita al paciente que inhale aire por la boca con un descenso lento y extenso de
la mandíbula (ir mostrando), la lengua se mantiene en el piso de la boca y es
ligeramente retraída hacia atrás (a la vez que la laringe desciende (el paciente puede
palpar su laringe para notar los movimientos), y luego se va soltando el aire para volver
la mandíbula a su sitio de reposo. Para realizar éste ejercicio se debe haber practicado
anteriormente la respiración baja, abdominal o costodiafragmática.
Es posible también realizar este ejercicio con la boca cerrada haciendo el suspiro por
nariz; en caso de estar frente a público. Se observaría una leve dilatación de las narinas.
El masaje laríngeo se aplica con el fin de reducir la hipertensión presente en las disfonías.
1. Se toma el hueso hioides por las puntas de sus astas mayores o tiroideas, una con
el dedo pulgar y la otra con el dedo medio.
2. Se ejerce allí una presión suave con los dedos realizando movimientos circulares,
procurando que el paciente no tienta dolor o molestia.
3. Se repite este procedimiento en el espacio tirohioideo. A menudo este espacio se
encuentra reducido pareciendo que el hioides se sitúa directamente sobre el borde
superior del cartílago tiroides, como producto de la tensión. El masaje se efectúa
nuevamente en forma circular progresando en sentido anteroposterior. Si disminuye la
tensión el clínico palpará el aumento de dicho espacio.
4. Se encuentran los bordes posteriores del cartílago tiroides y se repite el
procedimiento hacia los músculos esternocleidomastoideos.
5. Con los dedos sobre los bordes superiores del cartílago tiroides se aplica una suave
presión con movimientos lentos y circulares hacia abajo, también moviéndose hacia
laterales por momentos, intentando que la laringe descienda en el cuello del paciente. La
posición baja puede chequearse con el aumento de espacio tirohioideo.
6. Podemos pedirle al paciente durante el masaje que sostenga emisiones vocálicas,
notando cambios en la calidad y la altura tonal.
-‐ En una movilización lateral de la laringe simultanea a la emisión de un tono cómodo, se
observaría que en el paciente disfónico el tono se mantiene a pesar de la maniobra de
movilidad debido a su fijación laríngea, mientras que en una laringe sana se perciben
tonos alternados que es lo que se esperaría ocurra ante esta acción. Se puede acompañar
esta movilización con masajes de músculos de nuca y trapecios alternando entre laringe,
zona posterior y la maniobra antes mencionada.
-‐ Otra maniobra que se puede realizar con el fin de lograr disminuir la hipertonicidad a nivel
cervical es tomar con una mano la nuca del paciente y apoyando la otra mano en forma
firme sobre su frente se le pide que suelte la cabeza sobre la mano del fonoaudiólogo:
Coordinador de Asignatura: César Casanova Canelo
Documento elaborado y modificado por Camila Escobar Cristi: Ayudante área foniatría Página 4
manteniendo firme la mano en la nuca se efectúa con la otra una especie de "rebote" de
la cabeza hacia arriba y abajo sobre la mano repetidamente hasta que se suelta
suavemente hacia abajo. Esta acción terminará de relajar esternocleidomastoideos.
-‐ Masaje de cintura escapular como movimientos de tacto, presión, estiramiento y masaje
en musculatura cervical, espalda y hombros aplicados apara reducir la tensión. (Behlau)
-‐ El masaje laríngeo resulta altamente efectivo para disminuir la tensión laríngea. Se
propone realizarlo por un tiempo de 15 a 25 minutos, previo al trabajo vocal o simultaneo
a éste. Aronson atribuye la mejoría en la calidad vocal implementando su técnica de
masaje, a la reducción de la tensión músculoesqueletal laríngea y al descenso de la
posición laríngea en el cuello.
-‐ Otra propuesta de método de presión digital: Aplicar un leve empuje hacia el interior y
abajo del aspecto anterior del cartílago tiroides mientras el paciente sostiene la emisión
de una vocal. Esta presión resultará en un descenso de la Fo (cuando este sea el objetivo
terapéutico, ej.: disfonía mutacional). De tal forma se acorta la cuerda vocal y se
incrementa la masa. (Boone)
- Compresión lateral: Se presiona la parte central del tiroides lateralmente entre pulgar e
índice y se le pide al paciente que sostenga una "a". Así se evalúan los posibles efectos de
una medialización (Tiroplastia Tipo I).
- Aproximación cricotiroidea: Se coloca el índice en el borde superior del tiroides y
el pulgar en la parte inferior del cricoides mientras el paciente dice "a". Al presionar, el
tono se debe elevar. Es una prueba para evaluar los posibles efectos de una Tiroplastia
Se le pide al paciente que hable lo más suave que pueda (descendiendo intensidad). No se trata
de un susurro, pues hay emisión de voz. Tampoco debe reducir la movilidad de la boca ni debe
agravar la voz.
La persona no podrá hablar en ambientes ruidosos por un tiempo, sólo podrá usar pocas palabras
por respiración debido al incremento de pasaje de aire que lo obligará a tomar aire de forma más
continua. Se debe sugerir aumentar la ingesta de líquidos por la sequedad que produce la entrada
constante de aire.
Es una técnica ideal para pacientes que requieran eliminar mal uso o abuso vocal. Los autores la
incluyen dentro del programa de higiene vocal. Además, es considerado como un método simple
para que el paciente vaya aumentando gradualmente la intensidad de su voz sin retomar patrones
abusivos.
La voz confidencial es a menudo utilizada por los fonoaudiólogos en el tratamiento de nódulos
sobre todo en estados iniciales del tratamiento, para una reducción temprana máxima de la lesión
y de la disfonía, y en terapias postquirúrgicas. (Verdolini-‐Marston, Burke, Lessac et al, 1995).
Evidentemente este método requiere de medidas higiénicas y preventivas tales como el uso del
micrófono si el paciente continúa con el uso profesional de la voz (ej.: docentes). En el caso de que
requiera elevar su voz sin contar con este elemento se hace necesaria la enseñanza de otras
técnicas que le permitan hacerse escuchar sin generar conductas de abuso y mal uso que vayan a
generar nuevamente una hiperfunción.
Uso de una voz natural y cómoda asociada con sensaciones vibratorias en facies. Se puede utilizar
la "y" y consonantes nasales para facilitar el entrenamiento vibratorio. Es un método exploratorio
de las cavidades resonĂŶĐŝĂůĞƐ͕ƐŝŵŝůĂƌĂůƚƌĂďĂũŽƋƵĞƐĞƉŽĚƌşĂƌĞĂůŝnjĂƌĐŽŶůĂƐ͞ƉůĂLJĂƐ͟
El enfoque de Verdolini de RVT consiste en una terapia de voz basada en el trabajo de voz
resonante, humming y su aplicación para frases funcionales, conversación y/o canto, provista una
vez por semana durante 8 semanas; enfatiza la atención sobre la información y exploración
sensorial más que sobre explicaciones analíticas sobre fisiología.
La CVT (terapia de voz confidencial) es una de las más utilizadas por los terapeutas de voz para
remisión de nódulos, y la RVT es comúnmente utilizada en el dominio de técnicas tales como el
teatro y la música clásica. La RVT es producida con un cierre relativamente completo de cuerdas
Se considera que para que un método o terapia de voz sea efectiva deben ser consideradas tres
perspectivas: la fisiológica (esperar cambios de los patrones de voz considerando la fisiología), la
de aprendizaje (el método debe ser fácil de aprender) y la de obediencia (el método debe ser
utilizable fuera de la situación clínica).
Desde la perspectiva fisiológica los dos métodos se producen con un laringe relajada: en CVT hay
una franca postura abductora mientras que en RVT hay una postura aductora adecuada, sin
presión, por lo que la reducción de la lesión puede ser favorecida por ambos métodos. Si se
considera que hay una relación directa entre la aducción cordal y el impacto de presión
intraglotal; y entre la presión intraglotal y la patología, dada la creciente abducción relativa en la
CVT comparada con la RVT, la CVT sería un método fisiológicamente superior en su potencial para
revertir la lesión.
Desde la perspectiva del aprendizaje ninguno de los dos métodos puede ser considerado mejor
que el otro, pueden aprenderse ambos sin dificultad.
Por último, desde la perspectiva de la obediencia, existen controversias, ya que la posibilidad de
reproducción del método fuera de sesión depende de la habilidad particular del paciente. La CVT
es más fácil de lograr ya que la impresión de la mayoría de los pacientes es que logran ese nivel de
voz en cualquier conversación con un pequeño entrenamiento, mientras que para RVT requiere
mayor entrenamiento. Sin embargo, los pacientes pueden fallar en el uso de la voz confidencial
sin darse cuenta de ello. Estas técnicas pueden ser complementarias, el tipo de terapia
seleccionada no solo depende del diagnóstico, sino también de las características del paciente en
cuestión y de las preferencias del clínico por una u otra técnica.
Cuchicheo y susurro
Algunos pacientes pueden susurrar con hiatus antero-‐posterior y otros pacientes con hiatus
triangular y que la única manera de saberlo es con el monitoreo intralaríngeo. El ideal sería un
(Behlau)
Sonidos tales como /y/ (fuente friccional + glótica) permiten al paciente aumentar la presión
intraoral así como la diafragmática. Se pueden combinar con sonidos fricativos sordos (sin fuente
glótica) para que la persona note la diferencia (ej.: yyy-‐shshsh-‐yyy-‐shsh...). Cuando los alterna
registra el incremento de presión que se produce al sonorizar.
Con respecto al uso de fricativos sordos tal como /s/ se pueden utilizar como sonidos de apoyo
cuando el paciente no logra emisiones vocálicas sin ataque brusco, entonces se antepone una
"ssss..." suavizando por ende el contacto cordal y se prueba la secuencia:
SSSSaaaa, SSsssaaaa (debilitando la "s" pegada a la vocal) hasta hacerla desaparecer:͙ĂĂĂĂĂĂ͘
Los sonidos fricativos sonoros también son útiles para manejar intensidades. En ocasiones el
paciente no logra sobre un mismo tono aumentar y disminuir la intensidad (efecto Kayser) pero
podría lograrlo con un sonido fricativo sonoro como la /y/, o alternando sordo-‐sonoro que es una
forma de "apagar" y "prender" el sonido sobre un continuo de aire (continuo de fuente friccional).
Sonidos guturales
En pacientes que no logran el registro frito, en ocasiones aparece desde lo gutural como emisión
de"gggg" sostenida o haciendo gárgaras. También son sonidos útiles en voces muy estridentes y
metálicas con el objetivo de lograr una resonancia posterior que equilibre el exceso de la
resonancia anterior.
Los glissandos son emisiones que pasan por todo el rango re frecuencias desde la más aguda hasta
la más grave. Los portamentos son glissandos entre dos tonos previamente dados, es decir, se
produce un arrastre del tono hasta desplazarse a un tono superior o inferior (ej.: se puede emitir
un intervalo de tercera, do-‐mi, cantando esos dos tonos [legato])
El objetivo es realizar una elongación y relajación completa de la cuerda vocal, elongación que se
efectuará de a saltos si en vez de ͞portar͟ o ͞glisar͟ el sonido, se cantan los tonos en legatos.
El glissando permite un trabajo vocal efectivo que une los diferentes registros, fijando
progresivamente las adaptaciones musculares necesarias para cuando se intente la producción de
los tonos aislados. En cuanto a los sonidos a emplear, se podrán usar las consonantes ya
mencionadas (/b/, /m/, etc.), los vibratorios y las vocales comenzando siempre por las de menor
complejidad (u-‐o) yendo hacia las de mayor complejidad (e-‐i-‐a). La complejidad está dada por la
disposición del tracto vocal para ese sonido dado que facilitará en mayor o menor medida el
acople resonancial (impedancia reflejada).
Desplazamiento lingual
Una posición de lengua muy adelantada causa un desplazamiento de la laringe hacia arriba con su
consiguiente cierre.
Observación clínica: es habitual que el paciente no controle sus movimientos linguales y que la
lengua efectúe el movimiento contrario al que está intentando. Se debe intentar con paciencia
hasta lograr, en primer lugar, una postura de lengua en el piso de la boca, relajada (como diciendo
"a"); desde allí se trata de hacer desplazamientos hacia atrás y volver adelante ayudándose con el
recurso que fuera necesario: en ocasiones el provocar una arcada hace captar el movimiento de
posteriorización. Puede asociarse la posteriorización con el bostezo. Muchos pacientes muy
conectados con el programa terapéutico irán descubriendo solos los enlaces entre un recurso y
otro, y sugiriéndoselos al terapeuta, lo cual vuelve aún más rico el ejercicio.
Es importante que el terapeuta preste atención a que el trabajo sea lingual y laríngeo sin
desplazamiento cervical hacia delante que puede ser imperceptible. Una postura que ayuda para
evitarlo es alinear al paciente espalda contra la pared, allí notará con claridad si adelanta la
cabeza. Puede ayudar hacer vocalizar al paciente con una "a" en esta posición y con ojos
cerrados.
Con esta técnica el paciente siente en forma muy clara cómo el cambio de tonos depende de su
trabajo costodiafragmático, y siente perfectamente el paso del sonido por un tracto
absolutamente abierto.
Falsete-hiperagudos
Es la emisión de sonidos en tono alto. Se los puede abordar ascendiendo desde los graves o
directamente (dándole el modelo) emitir un tono bien agudo. Una vez que lo logra se le pide que
lo sostenga y luego que descienda el tono gradualmente en un glissando al tono cómodo del habla
sin cambiar la calidad de voz.
Se genera una elongación y relajación de cuerdas vocales. Es de ayuda especial para pacientes que
presentan constricción laríngea anteroposterior o acercamiento de bandas.
En ocasiones no poseen falsete pero sí sonidos hiperagudos: a medida que van ascendiendo en la
escala tonal la voz se corta a partir del Fa3 o Sol3 y reaparece alrededor de Fa4 o Sol4 con un
sonido apretado con laringe alta (impresiona un chillido). Si bien el objetivo no es conservar este
sonido, el paciente puede desde allí hacer glissandos descendentes con /u/ intentando que
aparezca el falsete: en un primer momento saltará de ese hiperagudo al modal notando el
paciente el "hueco tonal" entre ambos. Luego irán apareciendo tonos sueltos en falsete o fonará
en la zona de modal con una modalidad de falsete (una emisión débil, sin sensación de vibración
en pecho); progresivamente surgirá el registro de falsete. Se puede intentar cambiar el tamaño del
tracto vocal (modificación tímbrica) para pasar del hiperagudo al agudo.
Observación clínica: cuando el registro de falsete no aparece de ninguna manera, con ningún
recurso, esto nos orienta en la severidad de la disfonía. Por ejemplo, en pacientes con nódulos
fibrosos, quirúrgicos, es habitual el "hueco tonal" mencionado. Debemos intentar la "aparición" de
estos tonos. Si no aparecen es un indicador pronóstico importante.
Sonidos basales
El registro basal o frito representa el rango de frecuencias más graves de toda la tesitura
(aproximadamente hasta 80 Hz).
El objetivo terapéutico de la emisión "fritada" es lograr el máximo acortamiento posible del
tiroaritenoideo, con la posterior reacomodación del tracto vocal para la nueva producción. Se le
pide al paciente que sople todo el aire que tiene y que al quedar vacío comience a fritar. Cuando
retome su voz habitual referirá mejoría en calidad de emisión y eliminación de las molestias
previas al ejercicio. Se puede utilizar en la terapia en disfonías leves y en algunas moderadas, no
así en severas. Su utilización acelera la reabsorción nodular tanto como el falsete.
Los cambios de postura, ya sea del cuerpo en general o de la cabeza, pueden ayudar en la
búsqueda de un determinado sonido. Con respecto al cuerpo en general se tomarán en cuenta las
siguientes posturas estáticas: parado, sentado, en posición supina o de decúbito dorsal y en
posición prona o de decúbito abdominal. Las posturas dinámicas agregarán movimientos de
extremidades o inclinación de tronco a las posturas estáticas.
Con respecto a la cabeza, ésta puede adoptar las siguientes posiciones:
Alineada con el tronco.
Inclinada hacia abajo hasta tocar el pecho con el mentón.
Inclinada hacia atrás mirando hacia el techo.
Girada hacia izquierda o hacia derecha (mentón-‐hombro).
Inclinada hacia hombro izquierdo o derecho (oreja-‐hombro).
La posición supina es ideal para comenzar el trabajo respiratorio y trasladarlo luego a las
posiciones restantes.
La posición prona o de decúbito abdominal con cabeza hacia un lado es de gran utilidad para
impedir la construcción del vestíbulo laríngeo, por lo que si estamos frente a un paciente con una
Observación clínica: en las patologías unilaterales o en disfonías por hiperfunción más exacerbada
de un lado que del otro notaremos como el sonido mejora con cabeza inclinada hacia el lado peor.
La explicación estaría dada por el acortamiento y relajación de la cuerda vocal mejor. Es un
recurso muy utilizado en parálisis recurrencial unilateral.
Según Behlau (1995) los cambios de postura de cabeza son indicados en asimetrías de tamaño,
masa, forma, vibración y tensión de cuerdas vocales, por inadaptación fónica, malformación
congénita, alteraciones neurológicas o cirugía de laringe.
Con la cabeza hacia atrás se efectúan sonidos velares tales como /ga/ o /ca/ en forma repetida
con el objeto de aumentar el cierre cordal: indicado en parálisis, cordectomías y secuelas
cicatrizales.
La posición de la cabeza inclinada hacia abajo, o sentado inclinando el tronco y cabeza hacia abajo
llevándolos hacia el piso, favorece el logro del sonido por el efecto gravitatorio: el aire impacta en
forma directa en el paladar. Podemos combinar posiciones comenzando el ejercicio en tonos
graves, sentado, y acompañar los agudos con la inclinación del tronco. Por ejemplo, se le pide que
efectúe un glissando de grave a agudo con /u/ y que al ascender en la escala tonal "tire" el tronco,
cabeza y brazos hacia abajo. El paciente notará con asombro cómo llega al falsete con comodidad.
Observación clínica: si estamos tratando de ir al registro de falsete y la voz se quiebra sin lograrlo
utilizaremos el recurso de bajar cabeza (mentón-‐pecho). Al bajar la cabeza puede ocurrir que lo
logre o que el sonido se corte aún algunos tonos antes. Si esto último pasara se podría tratar de
un paciente que logra los agudos con una posición de laringe alta y constricción faringolaringea,
por lo que al bajar la cabeza se ve absolutamente imposibilitado de lograr el sonido, ya que no
puede efectuar la tensión habitual. Obviamente su disfonía es más severa que la del paciente que
con la sola acción de bajar cabeza logra colocar el sonido.
Con respecto a los cambios de postura dinámicos con asociación de movimientos de
extremidades, notaremos que si el paciente efectúa círculos con sus brazos o sus piernas, o algún
tipo de balanceo, la distribución del trabajo muscular hacia todos los músculos del cuerpo quitará
la fijación muscular que el paciente coloca en laringe con la consecución de un mejor sonido.
Se puede recurrir a un balanceo de cabeza continuo hacia un lado y hacia el otro, en posición
sentada, mientras efectúa alguna vocalización. El balanceo le impedirá la fijación muscular
necesaria para aumentar la tensión de la musculatura perilaríngea que pretende auxiliar a la
musculatura intrínseca laríngea.
Observación clínica: notaremos que a medida que ascendemos en la escala tonal en determinados
lugares el paciente intentará (en forma no consciente) detener el movimiento de cabeza, o bien
Una modalidad que divierte al paciente es la siguiente: sentados, con espalda derecha, manos
relajadas sobre piernas con palmas hacia arriba, aflojamos los músculos de la cara, dejando boca
entreabierta al soltar mandíbula, cerramos los ojos y comenzamos a agitar la cabeza
reiteradamente de un lado al otro. Cuando el terapeuta dé el modelo, el paciente se reirá mucho
al ver la cara agitándose y "flameando" sobre la estructura ósea. Lo comparo con lo que se
observa en la cara de un paracaidista cuando está a grandes alturas por el efecto del aire. Luego
es el turno de reír del terapeuta. Se puede ir aumentando la dificultad de la consigna: agregamos
a la sacudida la emisión de sonido, el que salga (por la sacudida será un sonido indefinido y
tembloroso). Por último, intentamos agregar una tercer modificación: agregamos a la sacudida y
a la emisión, que la emisión sea en glissando ascendente y/o descendente. El objetivo del
presente ejercicio es, dada la gran movilidad, que el sonido vaya hacia el exterior libremente sin
tensiones musculares de apoyo. Por otra parte suele agradarle al paciente porque lo divierte y
relaja a la vez.
Las vocalizaciones producen que el paciente vaya variando la cantidad de vibración de las cuerdas
vocales generando tonos graves, medios y agudos. Este entrenamiento es fundamental para
realizar un verdadero "stretching" o elongación del músculo cordal. Si el paciente no tiene el oído
musical necesario para reproducir los tonos que el terapeuta da como modelo (con
acompañamiento de un órgano o piano) se le intenta seguir en el cambio de tonos que él efectúa.
Si el paciente no posee oído musical se adaptan los cambios de tonos a aquellos que él pueda
percibir. Estos serán tonos más distanciados para percibir la diferencia. Los glissandos no
requieren seguir una secuencia melódica, solo comprender arrastrar sonidos de grave a agudos y
viceversa.
Casi la totalidad de los pacientes tienen oído musical (el necesario para la ejecución de ejercicios),
o por lo menos lo desarrollan a lo largo de la terapia. En un primer momento existe un factor de
inhibición, que va cediendo a medida que el paciente confía en su terapeuta. Poco a poco se va
estableciendo un código entre ambos de tal forma que el paciente ante el modelo del terapeuta
va interpretando cada vez mejor la manera de imitarlo. En ocasiones suele imitarlo perfectamente
sin registrar en forma consciente que lo ha hecho. Este trabajo irá entrenando progresivamente el
oído del paciente que se convertirá en su propio "corrector" vocal.
Así como una voz sana se asocia a la posibilidad de variación tonal, también se asocia a la
posibilidad de cambios de intensidad adaptados a las distintas circunstancias. La pérdida de los
sonidos pianos es un indicador pronóstico de cuadro más severo; no siempre se recuperará la
intensidad baja. Si el paciente posee esta intensidad pero no la usa (disfonía leve), se entrenará
con cada ejercicio que realicemos en el que no se permitirá el aumento de intensidad como
medida de compensación. La correcta resonancia y el apoyo diafragmático adecuado permiten la
aparición de intensidades débiles. Se debe trabajar la toma de conciencia de la intensidad elevada
que utilizan como normal, ya que en los cuadros leves el uso de alta intensidad obedece a falta de
registro y no a imposibilidad real. En lo que respecta al manejo de la intensidad alta, esta se
reserva para casos puntuales en los que se deba gritar; no se debe hacer este entrenamiento al
comienzo de la terapia hasta que no se fije un nuevo esquema corporal vocal acerca de lo que se
considera intensidad normal habitual.
Para entrenar el grito tres son las consignas: debe ser corto, con contracción diafragmática similar
a la del staccatto y en frecuencia más aguda que la habitual.
El aumento de intensidad requiere un aumento de tensión y de fuerzas de contracción de cuerdas
vocales, lo que a su vez provoca un aumento de la fase cerrada del ciclo vibratorio; este aumento
de tensión provoca el aumento de la Fo (Koishi, Tsuji y cois. 2003).
Salmodia
Recibe ese nombre por imitar las emisiones de los salmos de las iglesias. Se le pide al paciente que
reproduzca frases de habla automática (números, días de la semana, meses, etc.) o lea, o hable
espontáneamente, manteniendo un mismo tono que será dado por el terapeuta. Se sugiere
realizarlo 1 o 2 tonos por encima del tono óptimo (que no será el habitual en un paciente
disfónicos; por ejemplo, si fona en un fa 2 y su tono óptimo es la 2, salmodiamos entre un Si2 y un
Do3). Boone (1989) llama a la voz salmodiada "conversación mediante cantos". Beneficia a los
pacientes con disfonías hiperfuncionales con ataques duros. La elevación del tono y la prolonga-‐
Técnica que toma en cuenta consejos de higiene vocal y corrección de la técnica vocal errónea. Se
basa en la producción del habla en forma acentuada y rítmica asociada a contracciones
diafragmáticas. El objetivo que persigue es economizar tiempo.
Con respecto a las indicaciones de higiene vocal, las mismas son planeadas para cada individuo
según sus propias conductas vocales, en forma fácil y clara de seguir.
El objetivo del método del acento es lograr el óptimo control de la producción del habla y de la
voz. El paciente debe comprender el mecanismo exacto de reajuste de la fisiología vocal. Esto
implica la comprensión del efecto Bernoulli a nivel glótico relacionado con el soporte pulmonar. Es
necesaria una explicación mínima inicial para que el paciente comprenda por qué el
entrenamiento comienza con ejercicios de respiración diafragmática.
El método del acento no le presta especial atención al concepto de "tensión". La relajación es
lograda mediante una respiración diafragmática rítmica como parte integral del método de
entrenamiento. No hay un entrenamiento separado de parámetros tales como pitch, intensidad o
timbre; estos parámetros son reajustados cuando el entrenamiento que se persigue es correcto.
En el programa dinámico de entrenamiento la atención está puesta en
a) El ajuste de la postura del paciente
b) La activación de los articuladores
c) El ensanchamiento de la faringe
La técnica utilizada entrena: a) la respiración diafragmática, b) sonidos vocálicos rítmicos.
El programa jerárquico que debe seguir el paciente consiste en:
1. Aprendizaje de la respiración diafragmática en posición sentada, excepto en unos pocos rígidos
pacientes en los que se comienza el entrenamiento en posición supina. Esto es importante para
lograr la relajación de la zona alta pectoral y hombros transfiriendo los esfuerzos respiratorios al
nivel abdominal. Luego se lo entrena sentado, parado o caminando.
2. Usando la respiración diafragmática adquirida el paciente es conducido a "cantar" varias
vocales y sílabas repitiendo fonaciones cortas con el incremento de la longitud de las series de
La eficacia del método del acento se debe, en primer lugar, al entrenamiento de nuevos patrones
motores asistido por el énfasis en firmes y rítmicos movimientos corporales. En segundo lugar la
postura de las cuerdas vocales adoptada en este método es similar a la entrenada en RVT, es decir,
las cuerdas vocales se contactan adecuadamente sin sobreaducción, por lo que se constituye en
un método ideal para disfonías hiperfuncionales como por ejemplo en nódulos.
Ejercicios de función vocal
1. Sostener una vocal /i/ lo más larga posible en un Fa sobre el Do central en mujeres (Fa4) y en
un Fa bajo el Do central en hombres (Fa3), lo más suave posible pero no soplada o aireada. Se lo
considera un ejercicio de calentamiento.
2. Glisar desde la nota más baja hasta la más alta la palabra "knoll" (se beneficia del uso de /n/ en
el inicio, /o/ en el cuerpo y /l/ en el fin de la emisión, coloca la voz "en foco" y expande faringe). Si
bien el objetivo es que no se corte la voz, pueden aparecer cortes de voz en la transición tonal
Si bien los autores consideran que los tonos sugeridos son los apropiados para la mayoría de las
voces, los ejercicios pueden ser adaptados desplazándose unas dos notas hacia arriba o abajo
según el caso (raramente más de dos notas). El paciente grabará estos ejercicios para su compara-‐
ción entre un día y el posterior. El programa dura de 6 a 8 semanas. Algunos pacientes
experimentan un poco de dolor laríngeo en el primer o segundo día del programa, similar al dolor
muscular que se experimenta con cualquier nuevo ejercicio. Como la molestia disminuirá se lo
alienta a continuar con el programa, sabiendo que pueden aparecer incomodidades. Se reco-‐
mienda, según la mejoría observada, una disminución gradual de los ejercicios siguiendo el
presente esquema:
2 programa enteros cada vez, 2 veces por día (mañana y tarde, 4 veces en total en el día).
2 programa enteros cada vez, 1 vez por día (por la mañana). 1 programa entero cada
vez, 1 vez por día (por la mañana).
2 veces el ejercicio 4, 1 vez por día (por la mañana).
1 vez el ejercicio 4, 1 vez por día (por la mañana).
1 vez el ejercicio 4, 3 veces por semana (por la mañana).
1 vez el ejercicio 4, 1 vez por semana (por la mañana).
Este método requiere de desarrollo de habilidades musculares previas tales como ubicación de voz
en el foco correcto (aspecto resonancial), manejo de músculos laríngeos (Tiroaritenoideo y
Cricotiroideo) y coordinación fina entre músculos laríngeos y respiratorios (sostén
costodiafragmático). Si el paciente posee este entrenamiento previo, es un método ideal que logra
una aducción cordal adecuada (como en RVT), tendiendo a producir mediante la elongación y la
descontracción de cuerdas vocales, una función vocal más firme, clara y resistente.
La higiene vocal se dirige a limitar la cantidad y el tipo de voz, eliminación de comportamientos
vocales traumáticos, mejoría de estilo de vida e hidratación. Los ejercicios consisten en
prolongación de vocales y cambios de tonos usándolos lo más suave posible, se imparten en el
tiempo antes especificado.
En el silbido se produce una interacción dinámica entre acomodaciones del tracto vocal y pasaje
del aire, para conseguir las diferencias tonales. Las cuerdas vocales se acortan y se alargan,
aproximándose más o menos sin llegar a contactarse o vibrar. Para mantener el silbido y efectuar
modulaciones tonales se requiere una buena coordinación entre tracto y aire por lo que se lo
recomienda en todo tipo de disfonía. También es útil en disfonías orgánicas con pérdida de
agudos para generar un esquema corporal vocal del agudo ausente, e intentarlo desde allí,
alternando el sonido con emisión en tono similar.
La lectura vocálica consiste en decir palabras o frases habladas o cantadas eliminando las
consonantes. Es importante pronunciar las vocales en forma ligada, con buenos moldes,
manteniendo la curva melódica y la acentuación de la frase.
Las vocales ubicadas más bajas se dicen más graves y las ubicadas más arriba en forma más aguda
por el patrón entonativo; la línea final ascendente marca una "a" más prolongada y hacia arriba.
Con este recurso eliminamos los bloqueos que se generan en el tracto vocal al articular
consonantes, y aislamos claramente la fuente glótica.
Cuando ejercitamos el habla consonántica eliminamos las vocales, pero mantenemos los moldes y
espacios temporales vocálicos, y remarcamos los ruidos bucales consonánticos. Allí toma
conciencia real de la anulación de la fuente y de la acción bloqueadora del filtro. Ese es el primer
objetivo del habla consonántica y el segundo objetivo es la mejoría articulatoria. El habla
consonántica es el cuchicheo que utiliza espontáneamente el paciente laringectomizado.
Las dos modalidades se asocian a un trabajo rítmico, que no todos los pacientes logran realizar
Ensayo-error
Se aplica a la mayoría de las técnicas mencionadas y consiste en pedirle al paciente, una vez que
logró el modelo correcto, que lo haga de manera incorrecta. Suelen decir: "Ah!, eso es fácil, hablo
como siempre y ya está!". Es muy importante que pueda reírse de sí mismo para no frustrarse en
los intentos. Luego pedimos que vuelva a la forma correcta y así sucesivamente, de tal manera de
fijar los patrones musculares correctos y los incorrectos. Esto sólo se practica en sesión, fuera de
ella sólo debe trabajar los modelos correctos y registrar los incorrectos que se producen sin
intención deliberada.
El incremento de la velocidad del habla puede ser un síntoma más entre otros en un cuadro
neurológico específico o bien ser, como en la mayoría de los pacientes disfónicos que llegan a
consulta, un reflejo de su personalidad. Esta conducta vocal suele acompañarse de otras
El ataque brusco es una forma de mal uso vocal. Durante la producción de voz normal los sonidos
comienzan justo antes de que las cuerdas vocales estén completamente cerradas. Cuando el aire
que proviene de los pulmones se dirige hacia las cuerdas vocales a los fines fonatorios, las cuerdas
van hacia la línea media por el efecto Bernoulli. En un golpe glótico los pliegues vocales golpean el
uno contra otro rápida y forzadamente antes de que el sonido se inicie. Esto causa un incremento
en la tensión muscular del área laríngea. La presión subglótica es mayor que la normal. El uso de
golpes glóticos repetidos puede llevar a lesiones tales como nódulos cordales.
Es primordial que el paciente identifique claramente cómo es un ataque duro en comparación a
un ataque normal y a uno soplado. Explicar la fisiología correspondiente (coordinación de
acercamiento cordal con pasaje de aire) y mostrar con la propia voz cómo sería cada caso.
Otro recurso sería que efectúe las emisiones frente a un micrófono y grabar en un programa de
computadora donde pueda visualizar la onda sonora a medida que habla y ver allí según el
contorno de onda un ataque golpeado y una normal. Una vez que lo logra con sonidos aislados
tratamos de incorporarla en palabras que comiencen con vocal y luego en frases que contengan
dichas palabras. Siempre preguntamos: "¿Estuvo bien o mal?", sin decirla nosotros porque es el
paciente el que debe notarlo por sí mismo, es la única manera de lograr, sesión a sesión, que se
independice del terapeuta.
Se le pide al paciente que trague y pronuncie una vocal apenas despega la lengua del paladar,
aprovechando el aumento de cierre cordal producido como consecuencia del ascenso laríngeo a
expensas de la deglución.
Esta técnica se puede utilizar en patologías en las que se quiere conseguir mayor cierre (parálisis
recurrencial, cordectomía) y se puede combinar con posición elevada de cabeza.
Sobrearticulación
Consiste en marcar exageradamente los puntos y modos articulatorios vocálicos y consonánticos.
Una imagen que ayuda a lograrlo es pensar que los movimientos de la boca tienen que ser tan
precisos como para que permitan la lectura labial. Es un recurso que se emplea cuando la falta de
articulación observada en el paciente es un factor más que influye en la ininteligibilidad del habla.
Se debe explicar a los pacientes que la voz no solo depende de las cuerdas vocales, sino también
La risa, la tos o el carraspeo, pueden ser muy efectivos en el intento de sacar voz en un paciente
psicógeno. El clínico debe estar atento a todas estas producciones del paciente en el habla
espontanea, ya que pueden evidenciar la existencia de una voz normal latente. El clínico
hábilmente lo conducirá hacia la sonoridad habitual, prolongando la tos con vocales,
aprovechando los bostezos sonoros para encadenarlos a palabras, etc. (Farías, 1998). Algunos
pacientes, harán estos actos en forma disfonica al concientizarlos, no así en forma espontanea.
Fuera de los casos psicógenos, es habitual en pacientes disfónicos que lloren o rían en forma
afona o inspiratoriamente, precisamente por haber perdido el mecanismo de coordinación
espiratoria vocal tan preciso de la risa o el llanto.
Le mostramos cómo en la risa la laringe efectúa sacudidas hacia arriba cortas y sonorizadas,
acompañadas de las mismas sacudidas abdominales a nivel diafragmático; suele ser un
entrenamiento que agrada mucho al paciente por lo divertido de la propuesta y que lo ayuda a
comprender aún más lo necesario del ajuste muscular en todo lo que sea sonoro. A veces al llegar
a sesión nos dicen: "Parece una pavada, pero fui a una reunión y lo único que hice fue reírme, me
reí tanto que me quedé disfónico". En otras ocasiones, pacientes con disfonías moderadas y de
La tos y el carraspeo pueden utilizarse también en parálisis recurrencial para lograr cierre cordal
prolongando el sonido con vocales. También en el falsete mutacional se puede conseguir un
descenso laríngeo con este recurso.
Despistaje vocal
Es un recurso que se utiliza con pacientes psicógenos y en casos de disfonía espasmódica aductora
dudosa (con características similares a la disfonía por tensión muscular).
Consiste en alternar en forma rápida emisiones que no presentan dificultades, con las emisiones
de voz habituales del paciente (alteradas). Por ejemplo en el caso del paciente con hiperfunción
severa o posible disfonía alternamos susurro-‐cuchicheo-‐voz, susurro-‐cuchicheo-‐voz, y así
sucesivamente, repitiendo una misma palabra o grupo de palabras (por ejemplo, dice "uno, dos,
tres" susurrado, "uno, dos, tres" cuchicheado" y "uno, dos, tres" con voz habitual", y repite sin
pausas); en cierto momento del ejercicio, todas las emisiones se vuelven sonoras. Si al hablar
bostezando la voz se normaliza alternamos bostezado-‐no bostezado. Otras opciones podrían ser:
frito-‐falsete-‐ normal; sílaba con consonante sorda-‐sílaba con consonante sonora (ej.: cha-‐ ya-‐cha-‐
ya...). Es muy importante que se realice sin pausas, ya que este será el factor (velocidad) que
contribuirá al "despistaje vocal" con la consecuente aparición de voz. Nos valemos de todos los
sonidos que normalizan la voz del paciente, para que actúen de "palanca" que activa el patrón
muscular necesario para la emisión posterior. Cuando la voz se estabilice intentamos sacar los
apoyos empleados, y que continúe hablando espontáneamente o leyendo algún texto. Además de
ser un recurso terapéutico, también tiene un valor diagnóstico en la diferenciación entre distonía
laríngea y disfonía por hiperfunción severa, ya que en el primer cuadro el recurso no modificaría
los síntomas, pero sí en el segundo cuadro mencionado.
Uso de vibrato
Se llama vibrato a las variaciones de intensidad y frecuencia que presenta un sonido; se produce
dentro de 5 a 8 vibraciones por segundo en una voz entrenada y con apoyo. Si su frecuencia es
más lenta o más rápida deja de ser vibrato. Más de 8 vibraciones se perciben como trémolo
(Sundberg, 1987; Jackson Menaldi, 1992).
Dada la relajación laríngea necesaria para que una voz posea vibrato natural, se ha adoptado
como recurso en disfonías tensionales. Se le pide al paciente que en vez de sostener la emisión en
El registro visual se realiza trabajando frente al espejo o utilizando algún software para PC que
permite la objetivación de la emisión vocal.
El monitoreo auditivo contempla tres posibilidades: el retorno auditivo del sonido posterior a su
emisión, mediante la escucha de grabaciones; el retorno auditivo reforzado mediante estrategias
tales como (Behlau, 1995): oclusión digital de una o ambas orejas, para aumentar la vía ósea;
manos con concavidad sobre las orejas; ejercicios de resonancia en lugares con azulejos, mármol,
etc. que refuerzan la energía de la onda sonora; emisión con un tubo de cartulina en la boca, etc, y
el retorno auditivo retardado (efecto Lee), que consiste en la estimulación auditiva de la propia
voz del paciente en sus oídos con un atraso de fracciones de segundos (Jackson Menaldi, 1992), es
muy útil en disfonías psicógenas y disfonías espasmódicas vs. disfonías por tensión muscular, ya
que la llegada retardada del sonido tiende a estabilizar la emisión.
Finalmente, el monitoreo táctil propioceptivo es el que mayor colaboración requiere del paciente;
consiste en identificar, mediante el tacto y las sensaciones, los síntomas indicativos de una
emisión incorrecta tales como dolor, ardor, aspereza, cuello engrosado, fijación laríngea, etcétera.
El monitoreo acompaña permanentemente a todas las técnicas implementadas ya descritas y es
uno de los pilares de toda terapia porque a partir del mismo el paciente irá internalizando lo
aprendido en sesión.
Imaginería
Recurrimos a imágenes que ayudarán al paciente a lograr nuevas cadenas musculares de acción.
Se combinan con todas las demás técnicas. Se usan en la pedagogía del canto desde hace décadas.
Pueden no ser fisiológicamente correctas pero ambos, paciente y terapeuta, deben diferenciar
imagen de objetivo. No siempre es una explicación precisa de la fisiología deseada (Colton Casper,
1990).