Arrepentíos de Vuestros Pecados y Volveos A Dios

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"Arrepentíos de vuestros pecados y volveos a Dios".

Mateo 3

Quería decir que debemos hacer un giro de 180 grados, del yo centralizado
que conduce a acciones erróneas como las de mentir, chismear, robar,
calumniar, vengarse, abusar y cometer actos sexuales inmorales, hasta
situarnos en la senda que Dios describe en su Palabra.

El primer paso para volvernos hacia Dios es confesar nuestros pecados, como
Juan nos urge a que hagamos. Luego Dios nos recibirá y nos ayudará a vivir la
vida que quiere que vivamos. Recuerde que solo Dios puede librarnos del
pecado. El no espera que nos limpiemos nuestras vidas antes de acudir a El.

Juan fue un profeta que urgió a que la gente confesara sus pecados y viviera
para Dios. Ambos profetas enseñaron que el mensaje del arrepentimiento es
de buenas nuevas a aquellos que escuchan y buscan el perdón sanador del
amor de Dios, pero es mensaje terrible a aquellos que rehúsan oír y cortan su
única fuente de esperanza eterna.

Juan se preocupaba solo en alabar a Dios. Habiéndose apartado de la maldad e


hipocresía de sus días, vivió en forma diferente para mostrar que su mensaje
era nuevo. Juan no solo predicaba la Ley de Dios, sino que la vivía.

Arrepentirse es "cambiar de actitud", e incluye un cambio de conducta. Es dar


vuelta del pecado hacia Dios. ¿Usted se ha arrepentido del pecado en su vida?
¿Pueden ver otros la diferencia en usted? Una vida cambiada con una conducta
nueva y diferente hace del arrepentimiento algo real y visible.

Juan el Bautista exhortaba a la gente a ir más allá de las palabras y los ritos:
debían cambiar de conducta. Dios mira más allá de nuestras palabras y
actividades religiosas para ver si nuestras palabras respaldan nuestras vidas y
juzga nuestras palabras por las acciones que las acompañan. ¿Están de
acuerdo sus palabras con sus acciones?

3.9, 10 Así como se espera que un árbol frutal dé frutos, el pueblo de Dios
debiera producir una cosecha de buenos actos. Dios no usa al que dice ser
cristiano pero no hace nada para demostrarlo. Como mucha gente en los días
de Juan que eran pueblo de Dios solo de nombre, no hay valor alguno en
nosotros si simplemente somos cristianos de nombre. Si los demás no pueden
ver nuestra fe en la forma en que vivimos, quizás no somos miembros del
pueblo de Dios.

El mensaje de Dios no ha experimentado cambios desde el Antiguo


Testamento: las personas serán juzgadas por sus vidas improductivas. Dios
espera que seamos activos en nuestra obediencia. Juan compara a las
personas que dicen creer en Dios y que no viven para Dios con "árboles
improductivos" que serán talados. Para ser productivos para Dios, debemos
obedecer sus enseñanzas, resistir la tentación, servir y ayudar activamente a
nuestro prójimo y predicar de nuestra fe. ¿Cuán productivo es usted para Dios?

Juan bautizaba a las personas como señal de que habían pedido a Dios el
perdón de sus pecados y se habían decidido a vivir como El quería que lo
hicieran. El bautismo es una señal exterior. Pero la señal incuestionable del
arrepentimiento es la vida cambiada para bien. No es el agua del bautismo lo
que cambia vidas, sino la actitud del corazón.

El grano es la parte de la planta que es utilizable; la paja es la cáscara exterior


sin valor. Por ser inútil, la paja se quema; el grano, en cambio, se guarda en el
granero. Las personas que no se hayan arrepentido serán juzgadas y
desechadas porque no tienen valor en la obra de Dios; los que se arrepientan y
crean serán salvos y Dios los usará.

Arrepentimiento , EL MENSAJE DEL REINO. El primer llamado del reino es al


arrepentimiento. Las implicaciones del arrepentimiento bíblico son tres: 1)
renuncia y cambio de actitud, 2) sumisión y deseos de aprender, y 3) un
continuo perfeccionamiento. No hay nacimiento en el reino sin oír el llamado a
la salvación, renunciar al pecado y volverse del pecado a Cristo el Señor (Act
3:19). No hay crecimiento en el reino sin obediencia a los mandamientos de
Jesús y sin acatar, como un discípulo que actúa con la sencillez de un niño, la
enseñanza de la Palabra de Dios (Jam 1:21-25). No hay crecimiento constante,
ni fruto, como ciudadanos del reino, si no nos proponemos aceptar la
corrección y guía del Espíritu Santo (Eph 4:30). (Mar 1:14-15/Joh 3:1-5)
J.W.H. 3 .

El arrepentimiento es una decisión que resulta en un cambio de mente, lo cual


a su vez lleva a un cambio de propósito y acción.

El bautismo de Juan es un tipo de la experiencia de salvación y de ser


bautizado en el Espíritu. De la misma manera que el bautismo de Juan coloca
al individuo en medio del agua, así el bautismo de Jesús coloca al cristiano en
el Espíritu, identificándolo como alguien unido por completo al Señor.

El fuego purifica, pero también destruye. De ahí que la salvación en Jesucristo


purificaría a los verdaderos judíos que lo aceptaran como Mesías, y destruiría a
aquellos que lo rechazaran.

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