Nuestro Generoso Benefactor
Nuestro Generoso Benefactor
Nuestro Generoso Benefactor
El poder de Dios se manifiesta en los latidos del corazón, en los movimientos de los pulmones
y en las corrientes vivificadoras que circulan por los millares de conductos del cuerpo. Estamos
endeudados con él por cada momento de nuestra existencia y por todas las comodidades de
la vida. Las facultades y las aptitudes que elevan al hombre por encima de la creación inferior
constituyen el don del creador.
Él nos ha unido a sí mismo mediante estas muestras que ha puesto en el cielo y en la tierra.
Nos cuida con amor ternura de lo que hace una madre con un hijo afligido.
Salmos 103: 13
Dios nunca nos ha dejado sin darnos evidencia de su amor, porque siempre nos ha rodeado de
beneficios.
Pero por encima de todo, se estaca el don infinito que Dios hizo al dar a su Hijo amado, por
medio de quien fluye todas las demás bendiciones para esta vida y la venidera.
No solo deberíamos devolver siempre nuestros diezmos a Dios que él reclama como suyos,
sino además llevar un tributo a su tesorería como una ofrenda de gratitud. Llevemos a nuestro
Creador, rebosantes de gozo, las primicias de su munificencia: nuestras posesiones más
acogidas y nuestro servicio mejor y más piadoso.
LA ÚNICA FORMA DE MANIFESTAR GRATITUD
Esta es la única manera posible como podemos manifestar nuestra gratitud y nuestro amor a
Dios.
2 Corintios 8:8,9
¡Cuán grande fue el don hecho por Dios al hombre, y cuán propio de Dios fue hacerlo! El dio
con una liberalidad que jamás podrá ser igualada, a fin de salvar a los rebeldes hijos del
hombre y de inducirlos a ver su propósito y a discernir su amor ¿No queréis demostrar por
medio de vuestros dones y ofrendas que no hay nada que consideráis demasiado bueno para
aquel que “ha dado a su hijo unigénito”?