Generosidad Virtud Esencial-Af - Compressed

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Esta jornada de estudio sobre la Generosidad,

será de mucho valor en nuestra caminata


hacia la Patria celestial. Descubriremos
aspectos muy valiosos que están en la
Palabra de Dios y que nos ayudarán en
nuestro crecimiento espiritual mediante
el culto familiar cada noche durante este
primer trimestre del año.

A través de estas lecciones aprovecharemos


la importancia de la práctica de la generosidad
en nuestra vida. Identificaremos las hermosas
recompensas y maravillosos frutos que ésta trae.
Gozaremos de una impresionante diversidad de
beneficios que repercuten significativamente en
nuestra existencia. Podremos experimentar el
maravilloso cambio que el Espíritu Santo obra en
quien así lo busca.
Este devocional tendrá recursos de apoyo para
facilitar a todos y poder sacar el mejor beneficio
posible. Estará disponible en PDF a todo color, en
audio MP3 para Spotify, videos interactivos para los
niños y adolescentes, y se motivará a los creadores
de contenido a promover e incentivar la lectura
mediante videos resúmenes por las redes sociales.

Todas las citas bíblicas son de la Nueva Biblia al


Día, salvo que se especifique otra versión.

Este material ha sido preparado por el


Ministerio de Mayordomía Cristiana de la UPN
con el respaldo del escritor, profesor de vasta
trayectoria y conferencista internacional, Pedro
Morales.

Bienvenido (a) a disfrutar del estudio de la


generosidad: Virtud esencial en este trimestre.
1 de Enero

EL DIOS DE LA
GENEROSIDAD

¡Qué inmensas son las riquezas de la sabiduría y


del conocimiento de Dios! ¡Qué difícil es entender
sus decisiones y explicar lo que hace!
Romanos 11:33

Con esas palabras el apóstol Pablo expresa


lo difícil que es describir cuán grande y
maravilloso es Dios, quien además es
poseedor de infinitas virtudes.
Maravillarse en contemplar la hermosura del
carácter de Dios es una bellísima y edificante
práctica de nuestra vida espiritual.
Te invito para que concentremos nuestro
pensamiento en las interminables cualidades del
Todopoderoso. Él es el Creador de un universo
sin límites. Una de sus virtudes esenciales es la
generosidad mostrada desde su creación y la
redención en la cruz todo en nuestro favor.
El Omnipotente es el dador y sostenedor de la vida.
Él es amor. El dar es la naturaleza de su ser divino.
La generosidad es la esencia de su carácter.
Dios da la vida, el aire, el alimento, la sabiduría, la
inteligencia, el crecimiento, el progreso, el porvenir,
la riqueza. Nuestro buen Dios da la felicidad, la
alegría, la esperanza, la fortaleza, el amparo, la
protección permanente.

ORACIÓN:
Mi Dios, crea en mí el deseo de
ser semejante a ti. Ayúdame a ser
generoso y dadivoso como eres tú.

COMPROMISO:
Me comprometo a buscar una o dos personas
el día de mañana: a quienes les mostraré
generosidad.
2 de Enero

EL DIOS
QUE TODO
NOS DA

De lo alto nos viene todo lo bueno y perfecto. Allí


es donde está el Padre que creó todos los astros
del cielo, y que no cambia como las sombras.
Santiago 1:17

Dios suple y provee todo a todos con total


desinterés. La generosidad es su gozo y su
deleite. El dar es la fragancia de todo su ser.
Indescriptibles e innumerables son todas las
cosas que Dios nos da.
El Eterno da las virtudes, las cualidades, las
capacidades. Él da la enseñanza, la restauración,
la transformación. El Omnipotente da el perdón, la
salvación, la vida eterna… ¡Dios da todo! De Él proviene
todo lo bueno. Él manifiesta la generosidad en todo
su esplendor y grandeza.

La generosidad es una dadivosidad


permanente. Generosidad es bondad
sin medida. Generosidad es lo opuesto
al egoísmo. Generosidad conlleva
entrega. La generosidad supone
desprendimiento e implica sacrificio.

Como hijos de Dios debemos anhelar ser semejantes


a nuestro Padre celestial y reflejar su existencia en la
nuestra. Todas las buenas dádivas y dones perfectos
vienen de Él.
Debemos procurar que se manifieste el carácter de
Dios en todos nuestros actos y aprender de Él en
forma constante. Es necesario traer sus enseñanzas
divinas a nuestra vida diaria. Dios nos enseña a ser
generosos siempre.

REFLEXIÓN:
Concentra tus pensamientos en todas las cosas
que Dios te provee continuamente. Piensa
en aquellas que son evidentes. Reflexiona en
esas que, sin ser tan notorias, siempre puedes
contar con ellas porque provienen de un Padre
generoso. Que cada día de tu vida sea de
aprendizaje y práctica de la generosidad..
3 de Enero

DIOS PREPARA
CON GENEROSIDAD
NUESTRO VERDADERO HOGAR

En la casa de mi Padre hay muchas


viviendas; si no fuera así, no les habría
dicho que voy a prepararles un lugar.
Juan 14:2

En su infinita generosidad, Dios ha


dispuesto un hogar maravilloso para todos
sus hijos que lo han aceptado como su
Salvador. Qué privilegio ha de ser morar
en las mansiones celestiales. Esta es la
promesa divina por excelencia.
Recordar este anuncio de Cristo tan esperanzador
en los tiempos que actualmente vivimos es
maravilloso y gratificante. Tal es la generosidad
de Dios que no permitirá más sufrimiento en esta
tierra. Esta creación pronto será renovada.
Y junto con la creación misma, ha de ser renovado
también nuestro carácter. Es necesario ser
transformados por el Espíritu Santo a fin de poder
aspirar a vivir en las moradas eternas que el Señor
está preparando para sus fieles.
En nuestra fe, el destino es ser herederos del reino
de Dios. Es necesario dejar que el Eterno forme
en nosotros esas bellas virtudes enseñadas por
Cristo. En la formación de nuestro carácter una
virtud esencial es la generosidad, pues es distintiva
de nuestro Padre celestial.
Hemos, pues, de aprender a ser semejantes al Señor
entre tanto vivimos en esta Tierra. Por medio de la
obediencia llegamos a ser fieles mayordomos de
Dios; para luego, poder ser herederos de su reino
que no tendrá fin.

ORACIÓN:
Gracias Jesús por mostrar tu generosidad
preparando un hogar para mí. Crea en mí
el deseo de ser lleno de tu Santo Espíritu y
cambia mi carácter para poder morar contigo
para siempre en ese hogar.

COMPROMISO:
Empezaré a orar por mi amigo (a) o amigos (as)
a quienes les he mostrado generosidad.
4 de Enero

LA GENEROSA
SALVACIÓN
QUE DIOS NOS OFRECE

Invoco a los cielos y a la tierra por testigos de


que he puesto delante de ti la vida o la muerte,
la bendición o la maldición. ¡Ojalá optases por
la vida, para que tú y tus hijos puedan vivir!.
Deuteronomio 30:19

Este mundo está lleno de continuos problemas


y adversidades. Como raza humana escogimos
probar el fruto del árbol de la ciencia del bien y del
mal, desobedeciendo a Dios. Fuimos tentados y
en lugar de haber sido fieles a Dios, tomamos un
camino fatal: pecamos.
Debemos reconocer la magnitud y fatalidad de
nuestra equivocación. ¡Elegimos mal! Hemos
tenido que contemplar las consecuencias del
pecado: enfermedad, dolor, angustia, abatimiento,
muerte.
Es de esperarse que hayamos aprendido la lección:
siempre es mejor confiar en Dios.
Dios obró un plan para rescatarnos, enviando a su
Hijo para nuestra salvación. Él pagó el precio de
nuestro pecado: murió en la cruz para que nosotros
pudiéramos tener perdón y vida. Cristo sufrió la
penalidad que nos correspondía; y si creemos en
Él, viviremos. ¡No se puede describir la generosidad
de nuestro Dios!
Quienes aceptamos a Cristo como nuestro
Salvador, sabemos que disfrutaremos de vida
eterna. Jesús está preparando nuestro hogar.
Vendrá pronto porque lo ha prometido. Y si hemos
de vivir con Él para siempre, debemos aprender
a ser como Él es, como también aprender de su
generosidad.

REFLEXIÓN:
Medita en la bondad y generosidad de Dios al
enviar a su Hijo para salvarnos. Piensa en el
elevado precio que tuvo que pagar por nuestra
redención. Siéntete agradecido con Dios por eso.
Ahora concéntrate en su promesa de llevarnos
a un nuevo y verdadero hogar para cuando Él
regrese. Anhela que para entonces, la generosidad
sea una virtud destacada de tu carácter.
5 de Enero

EL CARÁCTER
DE DIOS Y SU
GENEROSIDAD

Alaben al Señor en la majestad de su


santuario; que tiemble delante de Él la tierra.
Salmos 96:9

Sólo Dios es digno de adoración. Su ser es


santo, excelso, sublime. Sus virtudes mueven a
admiración y profundo respeto. Toda la creación
testifica de sus bondades.
Virtud significa «capacidad que se tiene
para producir un determinado efecto
positivo». También se define como
«disposición habitual para hacer el bien».
Carácter significa «conjunto de rasgos,
cualidades o circunstancias que indican
la naturaleza propia de una cosa o
la manera de pensar y actuar de una
persona o una colectividad, y por los que
se distingue de las demás».

Cuando decimos que el carácter de Dios está lleno


de virtudes nos estamos refiriendo a todo aquello
tan admirable que lo describe y que se manifiesta
en todo su ser. Palabras como amor, bondad,
dadivosidad, misericordia, generosidad… nos dan
una idea del carácter santo de nuestro Dios.
Meditando acerca del carácter de los seres
humanos, este comprende nuestros pensamientos,
sentimientos y comportamientos. Tales aspectos de
la existencia manifiestan quiénes somos y revelan
nuestra verdadera identidad. ¡El cielo está decidido
a hacernos mejores!

ORACIÓN:
¡Querido Dios, alabo tu hermosura y tu
santidad! Admiro y respeto tus grandes
virtudes. Deseo ser cada día más
semejante a ti.

COMPROMISO:
Me comprometo el día de mañana a separar un
tiempo para llamar por teléfono a un miembro de
mi familia y decirle cosas positivas. Luego oraré
con él o ella y le mostraré generosidad.
6 de Enero

ANHELEMOS
UN CARÁCTER
GENEROSO
COMO EL DE
NUESTRO DIOS

Por lo tanto, hagamos el bien a todos cada vez que


se presente la oportunidad, y especialmente a los
que, por la fe, son de la familia.
Gálatas 6:10

Entre las virtudes infinitas de Dios, la generosidad


tiene un lugar sobresaliente. Dios se da por entero
a sí mismo. Todo lo que vemos en la creación
es una expresión de su generosidad. Cada ser o
cada cosa creada existe con el propósito de dar
y de servir.
Si hay algo que le agrade a un padre es que su
hijo se asemeje a él. Dios anhela que sus hijos
reflejemos su carácter.

Dios quiere que aprendamos de sus virtudes y


que las desarrollemos en nuestro ser. Él anhela
que lleguemos a tener esas mismas virtudes
que mostró Jesús cuando vino a la tierra por
primera vez.

Dios busca que pensemos, sintamos y nos


comportemos mejor. El Espíritu Santo obra en
cada creyente una transformación; esto es, lo
renueva día tras día para bien. Este proceso se
denomina santificación.

La santificación se produce cuando se van


cambiando nuestros defectos por virtudes.
También procura que nuestro egoísmo se
vuelva generosidad. Dios perfecciona a los
suyos infundiéndoles correctos pensamientos,
sentimientos y comportamientos.

REFLEXIÓN:
Hoy es un gran día para enfocar tus pensamientos
en las grandes virtudes del carácter de Dios. Di en
voz alta cada una de ellas, todas las que consigas
identificar. Expresa con tus propias palabras todo
lo que puedas acerca de la generosidad de Dios.
7 de Enero

EL CARÁCTER
DEL SER HUMANO
SE DETERIORÓ

Entonces Dios contempló todo lo que había hecho, y


vio que era muy, pero muy hermoso. Pasó la tarde y
pasó la mañana, y se completó, así, el sexto día.
Génesis 1:31

El relato sagrado dice que Dios hizo este


mundo, una obra buena en gran manera. Eso
incluía nuestro carácter. En nuestro origen
disfrutábamos de grandes virtudes. La bondad
y la generosidad irradiaban naturalmente de
nuestro ser.
Sin embargo, el enemigo de Dios se introdujo en
esta tierra. Engañó a nuestros primeros padres y les
transfirió el mal. El pecado hizo su mortal aparición.
Los textos bíblicos indican también que la vida
eterna se perdió. La creación se corrompió y como
consecuencia nuestro carácter se echó a perder.
Por eso, todo necesita ser restaurado.
La virtud de la generosidad se vio afectada, como
otras más que deben ser reparadas. Esto es algo
indispensable en nuestra preparación para el
regreso triunfal del Redentor Jesús.
El ser humano debe ser transformado por Dios
para que en la eternidad pueda volver a disfrutar de
nuevo la existencia a plenitud. Es preciso hacernos
conscientes de que nuestro carácter original se
deterioró, y que es una prioridad del cielo el que
podamos recuperar en esta vida ese carácter
excelso con el que fuimos creados. Dejémonos
guiar y enseñar por el Eterno.

ORACIÓN:
Te doy gracias querido Dios por no dejarme
a la deriva ante una horrenda expectativa
de muerte debido al mal destino que
elegimos. Gracias querido Jesús por tu
decisión de venir a nuestro rescate y no
dejarnos perecer. ¡Exalto tu generosidad!

COMPROMISO:
Este fin de semana visitaré a un enfermo y le
llevaré palabras de consuelo y esperanza, así
le mostraré mi generosidad.
8 de Enero

NUESTRO
CARÁCTER
NECESITA SER
RESTAURADO

Pero Dios es Señor llamó al hombre y le preguntó:


¿Dónde estás? El hombre le contestó: Oí que andabas
por el jardín y me dio miedo, pues estoy desnudo.
Así que me escondí
Génesis 3:9,10

Cada encuentro de Dios con Adán y Eva en el


paraíso era de infinito deleite; una experiencia de
perfecta comunión y armonía. Pero el día en que
pecaron, Adán huyó de su presencia y se escondió.
Al ser interrogado por Dios al respecto, Adán explicó
que tenía miedo.
Miedo, ¡qué extraña emoción! En ese entonces, no
se conocía. Adán lo sufría por primera vez. Perdió
su confianza y seguridad. Sintió vergüenza. Era
otro. Sus virtudes se deformaron. Los defectos
empezaron a mostrarse.
El miedo fue trayendo sus secuelas: angustia,
tristeza, ira, enojo, abatimiento, desorden, pereza,
celos, desconfianza, avaricia, ambición… todas
estas, emociones y conductas inéditas en el Edén.
El mal apareció. El carácter del ser humano había
quedado descompuesto. La vida ya no era igual,
se extinguía de a poco. El resultado final de la
desobediencia fue la muerte.
Por eso Jesús decidió venir a la tierra para deshacer
las obras del maligno. El gran sueño y anhelo
de Cristo es hacernos nuevas criaturas. La obra
del Espíritu Santo consiste en reparar nuestro
carácter para que la generosidad emane de nuevo
naturalmente de nuestro ser.

REFLEXIÓN:
Pensemos en el hecho de que habiendo tenido
un carácter bueno en gran manera, el pecado lo
deformó y malogró. Al mismo tiempo, demos
gracias a Dios quien con inmensa generosidad por
la raza humana, se dio a la tarea de rescatarnos
por medio de su Hijo. Es vital recordar que la obra
de la redención también incluye la restauración
del carácter de cada creyente. Tal es la obra que
debemos permitirle efectuar al Espíritu Santo en
nuestro ser. La decisión es tuya.
9 de Enero

EGOÍSMO:
EL PEOR
DEFECTO

El que no ama, no conoce a Dios;


porque Dios es amor.
1 Juan 4:8

La decisión de Adán y Eva de comer el fruto del


árbol de la ciencia del bien y del mal trajo graves
consecuencias. El deterioro del carácter sufrido
a raíz del pecado, destruyó el bienestar que se
disfrutaba en el Edén. Por consiguiente, tuvieron
que abandonar la santa morada edénica.
Desobedecer a Dios acarreó cosas terribles. Las
virtudes se marchitaron y se entremezclaron con
defectos. La calidad de la vida empezó a deteriorarse.
Emociones y sentimientos desconocidos, de
naturaleza destructiva, entraron a ser parte de la
existencia.
Dar la espalda al Autor y Creador de la vida hizo
también que el ser humano se encaminara hacia
su propia extinción, dio lugar al trágico reino de
la muerte. Desde entonces ocurre lo peor: la vida
concluye. La raza humana conoció el fin de la
existencia.
Siempre será un error desconfiar de Dios. Es una
ingenuidad dudar de su sabiduría y de su amor.
Nunca será sabio ir en contra de sus bondadosas
y protectoras indicaciones. El Eterno nos las hace
saber por medio de su Palabra.
Una de las peores herencias que nos dejó el
pecado fue el defecto del egoísmo. El egoísmo
es el inverso u opuesto del amor, porque Dios es
amor. Es evidente que el pionero del egoísmo en
el universo fue Lucifer. El egoísmo llegó a ser la
esencia de su carácter perverso.

ORACIÓN:
«Señor, tómame como enteramente tuyo y
haz en mí tu obra completa. Límpiame del
egoísmo y hazme ser generoso como Tú».

COMPROMISO:
Me comprometo el día de mañana a expresar actos
de bondad y misericordia con mis semejantes.
10 de Enero

NECESITAMOS
DE NUEVO
APRENDER A DAR

Lávame de toda mi culpa y


límpiame de mi pecado.
Salmos 51:2

Necesitamos clamar junto al salmista que Dios


nos lave de nuestra maldad y nos limpie del
pecado. El pecado ha sido la mayor calamidad
de la historia humana. Hizo y hace estragos en la
existencia. Produce inclinación al mal. Deteriora
la generosidad. Pervierte el amor y llena de temor.
La generosidad está impulsada por el amor.
El egoísmo está impulsado por su contrario: el
temor o miedo. Esa extraña emoción menoscaba
el genuino amor y destruye a las personas. Las
torna codiciosas, desean todo para sí mismas,
desconfiadas, egoístas.
Quién ama es generoso; da y busca el beneficio de
los demás. Quién teme es egoísta; no da, procura
solo para ella.
El egoísmo es el peor defecto. De hecho, es la
base que da lugar a otros defectos. Ser egoístas es
asemejarnos al enemigo de Dios. Ser generosos
es asemejarnos a Cristo.
El enemigo causa mal y acaba con la vida. Cristo
deshace el mal y provee la vida.
Dios busca lavarnos de la maldad y limpiar el
egoísmo de nuestro carácter. Esto es necesario
para llevarnos de vuelta a la Patria celestial y gozar
de una vida sin fin. En procura de este objetivo,
debemos dejarnos guiar por Dios y seguir sus
indicaciones a fin de poder alcanzar la victoria.

REFLEXIÓN:
Ser limpios del egoísmo y desarrollar la generosidad
de Jesús en nuestro carácter ha de ser uno de
nuestros más grandes anhelos. Es preciso que
aprendamos de nuevo a dar como Él se dio por
nosotros. La experiencia de dar es la esencia de la
práctica de la fe cristiana. Demos más. Podemos
dar más: amor, cariño, afecto, sonrisas, saludos,
palabras de ánimo a otros; hay infinidad de formas
de dar, incluso utilizando para ello las modernas
tecnologías como celulares y redes sociales.
Compartiendo por ellas aquello que será de ayuda
para los demás.
11 de Enero

EL EGOÍSMO
NOS IMPEDIRÍA
EL ACCESO AL CIELO

Uno no puede pensar solo en uno


mismo. Hay que pensar en lo que
conviene para el bien de los demás.
1 Corintios 10:24

El pecado causó el deterioro del carácter de


la raza humana. De repente surgieron los
defectos. El peor de ellos: el egoísmo. Es
necesario ser limpiados de él.
«Nunca debemos olvidar que se nos ha puesto a prueba
en este mundo con el propósito de determinar nuestra
aptitud para la vida futura. No podrá entrar en el cielo
ninguna persona cuyo carácter haya sido contaminado
por la fea mancha del egoísmo. Por lo tanto, Dios nos
prueba aquí entregándonos posesiones temporales para
que el uso que hagamos de ellas demuestre si se nos
pueden confiar las riquezas eternas».
Este texto tan reflexivo y profundo es tomado del libro «Consejos
sobre Mayordomía Cristiana» (p. 24), escrito por Ellen G. White.

Su mensaje nos muestra la gravedad del egoísmo.


Plantea también la importancia de aprender a
manejar con sano criterio, lealtad y generosidad
todo lo que Dios nos confía en esta tierra. Cada
decisión financiera es, ciertamente, una prueba
de nuestro carácter.

ORACIÓN:
Querido Dios, ayúdame a estar lleno de tu
perfecto amor y líbrame del temor y del
egoísmo. Te pido que me ayudes a gozar
a diario de tu divina presencia. Guía mi
vida en cada paso que doy y me someto
a tu dirección constante.

COMPROMISO:
Visitaré o llamaré a un hermano (a) de la iglesia o
amigo (a), y mostraré generosidad. Oraré con esa
persona y la encomendaré a Dios.
12 de Enero

LA ESENCIA DE
DIOS: EL AMOR Y
LA GENEROSIDAD

No hay por qué temer a quien tan perfectamente nos


ama. Su perfecto amor elimina cualquier temor. Si
alguien siente miedo es miedo al castigo lo que siente,
y con ello demuestra que no está absolutamente
convencido de su amor hacia nosotros.
1 Juan 4.18

Es clave en esta vida poder aprender a tomar


decisiones con amor y no con temor. Nuestra
confianza ha de ser puesta en Dios, no en nosotros
mismos. Cuando hemos aprendido a confiar en
Dios actuamos con determinación, la fe nos infunde
aliento, vitalidad y certeza.
Nuestros propios temores y egoísmo nos llevan a
actuar erróneamente: con precipitación, faltando
a la prudencia; o con mezquindad, faltando a la
generosidad.
De Dios debemos aprender los criterios para
llevar una vida acertada. La esencia de Dios es el
amor y la generosidad. Estos son los verdaderos
fundamentos del progreso. La Biblia define a Dios
diciendo que “Él es amor”. El amor es, pues, la base
de la generosidad.
La Biblia dice que “no hay por qué temer a quien tan
perfectamente nos ama. Su perfecto amor elimina
cualquier temor.” Es necesario pues experimentar
el perfecto amor que proviene de Dios para vencer
el temor y el egoísmo que nos impiden avanzar.
Nuestras decisiones en la vida pueden estar
impulsadas por el amor o por el temor. Cuando nos
impulsa el amor tenemos firmeza y convicción.
Sólo llenos de ese amor precioso que proviene de
Dios es que podemos avanzar con seguridad.
De hecho, cuando nos propongamos un
emprendimiento, tengamos un proyecto o iniciativa,
es vital que estemos impulsados por el amor y no
por el temor.

REFLEXIÓN:
Una de las principales razones por la cual muchos
no se atreven a emprender es por la deficiente
fe y confianza, que debe venir de una estrecha
amistad con Dios. Pídele a Dios hoy mismo que
aumente tu fe en Él. Desarrollarla tú mismo cada
día mediante el estudio de su Palabra.
13 de Enero

DIOS QUIERE QUE


NOS ASEMEJEMOS A ÉL

Entonces Jesús les dijo: Les aseguro que el Hijo no


puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamente
lo que ve que hace su Padre, porque cualquier cosa que
hace el Padre, la hace también el hijo.
Juan 5:19

Este texto nos deja dos grandes lecciones para


nuestra vida: Primero que Jesús el Todopoderoso
dice aquí que Él no puede hacer nada. Cómo que no
puede hacer nada si Él es Dios quien todo lo puede.
Es importante analizar el texto en el contexto que lo
dice: Él no puede hacer nada como Hijo hecho carne
por amor a nosotros para salvarnos. Él dice que no
puede hacer nada por su propia cuenta, quiere decir
entonces que sí puede hacer todo, pero en estrecha
dependencia de su Padre. Esto es maravilloso, ya
que como hombre hecho carne nos demuestra
que si nosotros hoy viviéramos en una estrecha
dependencia de Dios, todo sería diferente.
La segunda lección es que al vivir una vida de
constante dependencia de Dios, nuestro Padre,
nos asemejaremos más y más a Él en carácter.
Esto es vital en la vida cristiana, ya que solo así nos
estamos preparando para vivir con el Dios amoroso
y generoso.
Para eso también vino Cristo a la tierra, para
enseñarnos y para mostrarnos el carácter del
Padre. Su grande deseo es que nos asemejemos a
Él y que reflejemos su carácter en nuestro ser. Esta
es una experiencia de aprendizaje constante que
administra el Espíritu Santo.
Tales enseñanzas bíblicas están llenas de sentido: si
hemos de disfrutar la eternidad, hemos de estar en
armonía con el Dios de la eternidad. Necesitamos
recuperar las virtudes perdidas de nuestro carácter
original como raza humana.

ORACIÓN:
Querido Dios, ayúdame a ser transformado día
a día a la semejanza de tu Hijo Jesús mediante
tu Espíritu Santo. Así como tu Palabra nos
enseñó hoy que Jesús vino para mostrarnos
al Padre y enseñarnos a ser como Él.

COMPROMISO:
Practicaré y proclamaré con entusiasmo el evangelio
de Cristo Jesús. Seré un mensajero de esperanza en
cualquier lugar donde vaya; sea en el transporte, en el
trabajo, en el colegio, en el vecindario, en el mercado,
en la familia, entre otros.
14 de Enero

DIOS ANHELA
PRESERVARNOS
PARA SU REINO

El Señor me librará de todo mal y me


preservará para su reino celestial. A él sea la
gloria por los siglos de los siglos. Amén.
2 Timoteo 4:18

Dios quiere librarnos de toda obra mala y


preservarnos para su reino. Él busca producir
en nosotros una transformación, un nuevo
nacimiento.
Dios quiere impartirnos los cambios necesarios en
nuestro ser a fin de hacernos idóneos para morar
en la Patria celestial. El anhelo del Todopoderoso es
la restauración del paraíso para morar por siempre
con los redimidos.
Dado que el peor de los defectos es el egoísmo,
Dios ha trazado planes en su Palabra para ayudar
a cada creyente a vencer este defecto y enseñarle
a ser generoso.
Seguir con lealtad y fidelidad las indicaciones
manifiestas por Dios en la Biblia es algo esencial para
poder gozar de esa idoneidad para la vida eterna.
Algunos dudan, desconfían, cuestionan o
interpretan a su manera los contenidos de las
Escrituras y las claras instrucciones que ellas traen.
Es incorrecto. De esa manera obstaculizan la labor
que Dios desea hacer para el perfeccionamiento
de los herederos del reino.
Sea nuestra motivación e inspiración volver a
nuestro hogar junto al Salvador. Mantengamos en
mente que para eso es necesario, como hijos de
Dios, reflejar las virtudes del Padre, y en especial,
su generosidad.

REFLEXIÓN:
La vida cristiana debe ser un proceso de
crecimiento y mejoramiento constante. No puede
ser una experiencia pasiva o estéril. Permitámosle
al Espíritu Santo que nos ayude a tomar conciencia
de nuestros defectos en general para poderlos
superar y ser mejores cada día. Sigamos con
fidelidad lo que enseña la Biblia.
15 de Enero

CRISTO BUSCA
REPARARNOS
POR DENTRO

El que comenzó tan buena obra en ustedes la


irá perfeccionando hasta el día en que Jesucristo
regrese. De esto estoy seguro.
Filipenses 1:6

El apóstol Pablo fue impresionado por el


Espíritu de Dios para afirmar que en cada
seguidor sincero de Cristo se inicia una buena
obra. Una obra en el interior; un trabajo de
reparación del alma.
Este es un proceso de mejoramiento que va hasta
que concluye la existencia terrenal de cada uno, y
que alude al crecimiento continuo del ser.
Ese perfeccionamiento al que se refiere el apóstol
Pablo es un propósito celestial que apunta a la
adecuación necesaria para poder vivir por siempre
junto a Dios, tal y como acontecía de manera
natural en el Edén original.
Filipenses 1:6 es una maravillosa promesa bíblica.
Entendámosla mejor: quien comienza la buena obra
en cada creyente es Dios. Esa buena obra consiste
en la transformación del corazón, el mejoramiento
interior, la restauración del carácter. Cristo quiere
perfeccionarnos. Tal desarrollo se da a diario.

ORACIÓN:
Querido Dios te expreso junto a mi
familia, la alegría de saber que has
iniciado una buena obra en mi favor
y que la irás perfeccionándola hasta
el día que vuelvas a buscarme.

Me siento muy feliz al saber que el Espíritu Santo


busca restaurar las grandes virtudes y cualidades
de mi alma.

COMPROMISO:
El día de mañana buscaré a una persona y le
llevaré alimentos o abrigos, le hablaré de Jesús y
oraré con ella.
16 de Enero

EL FRUTO DE LA FE ES
LA SANTIFICACIÓN; EL
FIN, LA VIDA ETERNA

Más ahora están libres del pecado y son


esclavos de Dios. Esto les trae como beneficio la
santidad y como fin la vida eterna.
Romanos 6:22

Quien entrega su vida a Cristo recibe el perdón


de sus pecados, se aleja de este y se hace siervo,
es decir, obediente a Dios. El fruto o efecto de la
conversión a la fe cristiana es la santificación. Y
el fin de esta es la vida eterna. Ser santificado es
llegar a ser limpio, puro y sin mancha.
La Biblia, a menudo, hace referencia también al
día de Jesucristo. Es decir, a su regreso triunfal
a la tierra. Ese día será instaurado el reino de los
cielos y todo será hecho nuevo. A lo largo de la vida
del creyente activo se produce una reparación o
perfeccionamiento, una experiencia de purificación
que irá hasta el final.
Dicho final puede darse, en forma general, cuando
concluya la historia de la tierra y sea establecido el
referido reino de Dios. También ese final que puede
darse en forma particular o individual, cuando
termina la vida del seguidor de Cristo, quien va al
descanso mientras regresa su Salvador.
Las Escrituras denominan «santificación» al proceso
de mejora continua del carácter cristiano. Este
término sencillamente se refiere a la preparación
del creyente para la vida eterna mientras está en
vida. Un proceso al que también se le conoce como
«justicia impartida».
Paso a paso, Dios va renovándonos y poniendo
en nosotros las virtudes enseñadas por Jesús. Así
iremos recuperando la bondad y la generosidad,
entre otras hermosas cualidades.

REFLEXIÓN:
El Espíritu Santo es quien realiza la buena obra de
la santificación. Permítele realizarla en ti. Presenta
ante él tus defectos. Incluso pídele que te ayude
a identificar esos defectos que quizás no te das
cuenta que te están afectando. Revisa con Él
cómo está tu generosidad. Y deja que haga en ti
su trabajo de perfeccionarte.
17 de Enero

CRISTO NOS
MUESTRA EL
PADRE

Felipe le dijo: Señor, déjanos ver al Padre y con eso


nos basta. Jesús le contestó: ¡Felipe! ¿Ya llevo mucho
tiempo entre ustedes y todavía no me conoces? El
que me ha visto a mí, también ha visto al Padre.
¿Cómo puedes decirme: “Déjanos ver al Padre”?
Juan 14:8,9

Un poco escéptico, Felipe le pidió a Jesús


que les mostrara el Padre. Jesús le explicó a
él y a sus demás discípulos que, si lo habían
visto a él, habían visto al Padre.
Jesús era Dios encarnado. Jesús vino para
mostrarnos el Padre, para enseñarnos a través de
su vida cómo es el Padre.
La vida de Cristo revela a Dios e indica cómo es Él.
Las actitudes de Cristo, sus virtudes y sus actos,
nos revelan la manera de ser del Padre.
Ciertamente, conocer a Cristo a través de la Biblia
nos permite conocer al Padre.
Aún mejor, conocer a Cristo a través de una relación
personal y estrecha con él, nos permite conocer
al Padre. Por eso Cristo enseñó que nadie viene al
Padre, sino por él. Su vida en la tierra tuvo el propósito
esencial de llevarnos de vuelta con el Padre.

ORACIÓN:
Te alabo mi Jesús por tu ministerio en
mi favor. Te agradezco por enseñarme
cómo es el Padre y por abrirme la
ruta de regreso a la vida eterna. Estoy
maravillado y te doy gracias una vez
más por tu gran generosidad conmigo.

COMPROMISO:
Invitaré a un amigo, vecino, compañero de trabajo
o de estudio, a un familiar u otra persona, a alguna
actividad o programa de mi iglesia.
18 de Enero

DIOS QUIERE
QUE VIVAMOS

Diles: “¡Se los aseguro, dice el SEÑOR Dios, que no


me complazco para nada en la muerte del impío,
sino que deseo que el impío se arrepienta de sus
maldades y viva! ¡Dejen de cometer maldades!,
pues ¿por qué habrían de morir, oh israelitas?”.
Ezequiel 33:11

Es tan inmenso el amor del Padre por nosotros que


dio a su Hijo para que pudiéramos vivir. ¡Dios es
grande en misericordia y bondad! El sacrificio de
Cristo tuvo por objeto perdonar nuestros pecados;
aquellos que nos enemistaron y separaron del
Padre, el Dador de la vida.
Gracias a Jesús, somos reconciliados con Dios.
Cristo dio su vida por nosotros. Él pagó nuestra
culpa. De esa manera, nos ofrece el camino de
retorno a la eternidad. Es necesario creer en Él
y permitirle que obre los cambios necesarios en
nuestra vida.
Nuestro Padre celestial es compasivo y
perdonador; Él no quiere nuestra muerte, sino que
vivamos. ¡Cuánta bondad y generosidad emanan
del Padre y se manifiestan por medio de su Hijo!
Cuando Cristo regrese triunfante a esta tierra para
terminar la obra de la redención de la raza humana,
quiere encontrarnos cambiados y mejorados y
semejantes a Él en carácter.
Cristo desea que el Espíritu Santo avance en su
obra de perfeccionarnos. Él también anhela que
podamos aprender a manifestar en nuestra vida
la generosidad del Padre.

REFLEXIÓN:
La Palabra nos provee las instrucciones divinas
que van encaminadas a restaurar en nosotros
la virtud de la generosidad, tomémoslas con
humildad y la mejor disposición de aprender.
¡Acojamos con gozo las enseñanzas de la Biblia!
Tengamos presente que el Espíritu Santo busca el
mejoramiento de nuestro carácter en preparación
para la eternidad. Permitámosle hacer su obra.
19 de Enero

CRISTIANISMO ES
TRANSFORMACIÓN

Por lo tanto, si alguien está unido a Cristo,


es una nueva creación. ¡Lo viejo ha quedado
atrás y lo nuevo ha llegado!
2 Corintios 5:17

Cristianismo es mejoramiento continuo. La fe en


Cristo no consiste en una experiencia pasiva o
despreocupada, sino en una experiencia activa
y de acción permanente.
La verdadera fe impulsa a la renovación. El efecto
de la amistad con Cristo es el crecimiento. El
vínculo con el Omnipotente nos lleva a ser mejores,
a superarnos. Cristianismo es avance, ascenso,
transformación permanente.
Y es que nada puede llegar a desarrollarse en la
inactividad. Los músculos de nuestro cuerpo si
se dejan inactivos por algún tiempo se debilitan y
atrofian.
El dinamismo, el cambio constante, el enfrentar
desafíos son aspectos esenciales del progreso y
del desarrollo personal.
El plan divino es hacer de cada creyente una nueva
criatura en Cristo Jesús. Los defectos, las fallas, las
tendencias erróneas de cada persona que está en
Cristo pasan, como las cosas viejas; esa persona
es hecha nueva cada día.

ORACIÓN:
Señor, te pido que ese gran anhelo de
Cristo de hacerme una nueva criatura
se haga realidad en mi vida. Que cada
cosa vieja quede atrás, y pueda vivir
solo para tu gloria, oh Altísimo.

COMPROMISO:
Buscaré una persona o una familia para hablarle
de Jesús y darle un estudio bíblico. Compartiré
esperanza de manera generosa.
20 de Enero

UN CARÁCTER
FORMADO A LA
SEMEJANZA DIVINA

Así que todos nosotros, con el rostro descubierto,


reflejamos la gloria del Señor como si fuéramos
espejos. Y el Espíritu del Señor nos va transformando
de gloria en gloria, y cada vez nos parecemos más a él.
2 Corintios 3:18

La vida en la fe es mejora, adelanto, madurez.


El cielo busca la transformación del creyente.
Aún en el reino eterno seguirá nuestro proceso
de perfeccionamiento. En el libro titulado
«Mensajes para los jóvenes» (p. 70)
Leemos una vital declaración de Ellen G. White:
«Un carácter formado a la semejanza divina es el
único tesoro que podemos llevar de este mundo al
venidero. Los que en este mundo andan de acuerdo
con las instrucciones de Cristo, llevarán consigo a las
mansiones celestiales toda adquisición divina. Y en el
cielo mejoraremos continuamente. Cuán importante
es, pues, el desarrollo del carácter en esta vida».
No vamos a llevar al cielo nuestro actual carácter,
sino uno nuevo, producto de una relación activa
con Cristo y de la obediencia a sus instrucciones.
Es así como el Salvador obra los cambios en
nosotros. Dios mejora nuestros pensamientos,
sentimientos y comportamientos; o sea, nuestro
intelecto, emociones y conductas.
Es ejercitando y experimentando las virtudes
como es restaurado nuestro carácter. Cristo irá
indicándonos lo que hemos de hacer a fin de
perfeccionarnos en medio de la práctica. Virtud
por virtud. Incluida, por supuesto, la generosidad.

REFLEXIÓN:
Cristo nos transforma llevándonos a ejercitar las
virtudes. Él hace que las reconozcamos y las
vivenciemos. Una esencial en nuestro carácter
es la generosidad, su presencia indica que
estamos alcanzando la victoria sobre el egoísmo.
Propongámonos ser más generosos. No solo en
asuntos económicos, sino en cada aspecto de
nuestra vida. Hagámonos más conscientes de esto
y practiquemos más, a cada momento, esta virtud.
21 de Enero

LA VIRTUD QUE
PERMITE LAS
DEMÁS VIRTUDES

La humildad y el respeto hacia el SEÑOR llevan al


hombre a la riqueza, a la honra y a una larga vida.
Proverbios 22:4

“Humildad” es la palabra del castellano cuyo


significado es quizás la peor entendida del
idioma. Este vocablo se confunde con pobreza,
penuria o malestar. Para muchos, “ser humilde”
es sinónimo de “ser pobre”. Otros lo interpretan
como rebajarse, hacerse menos, ser débil o tener
baja autoestima. Por eso, muchos rehúsan la
idea de ser humildes.
La verdad es que “humildad” no está relacionada
con “pobreza”, ni con ninguna otra de las acepciones
negativas que se le han dado. Por el contrario, de
acuerdo con los textos sagrados, las personas
humildes tienen por remuneración riquezas, honra
y vida. ¿Qué significa entonces la palabra humildad?
Entendamos su significado:
La palabra humildad viene de la raíz latina “humus”:
tierra fértil. Todo agricultor sabe que en esa capa está
la fertilidad del suelo. Toda semilla que es puesta
en ella, con buen cuidado germina, crece, florece,
fructifica y se cosecha. Una idea más precisa de
“humildad” es “fertilidad”. Es decir, posibilidad de dar
fruto, disposición a crecer, aprender, desarrollarse.
Recordemos aquí la parábola del sembrador: cuando
la “semilla”, es decir, “la palabra de Dios”, cae en “tierra
fértil”, es decir, un “corazón receptivo y dispuesto al
aprendizaje”, es que puede dar fruto. Por tal raz ón, la
humildad es la virtud básica que permite las demás
virtudes. Sin ella no podríamos aprenderlas, avanzar,
ni ser transformados por el Señor.

ORACIÓN:
Querido Señor, te pido un corazón humilde,
ayúdame a tener un corazón fértil para
aprender más de ti, obra en mí las mejoras
que se necesiten en mi carácter.

COMPROMISO:
Compartiré un estudio bíblico esta semana con
otra persona más, haciendo así evidente mi
generosidad con mi prójimo.
22 de Enero

APRENDAMOS
DE CRISTO
HUMILDAD

Lleven mi yugo y aprendan de mí,


que soy manso y de corazón humilde.
Así hallarán descanso para el alma,
Mateo 11:29

Este texto bíblico es especial: el Señor nos pide


en forma manifiesta aprender algo específico
de Él: mansedumbre y humildad. Humildad
es disposición al aprendizaje y obediencia a
Dios. Cristo triunfó porque constantemente
aprendía, obedecía y era guiado por el Padre;
cada día crecía. Eso pide nuestro Salvador que
hagamos. Nuestro éxito está así asegurado.
Expertos en desarrollo humano y empresarial
adelantaron una investigación con personas que
han triunfado en diferentes campos y disciplinas,
su conclusión fue categórica: ¡llegaron a la cima
porque fueron humildes!
Por humildad se entiende que esos triunfadores
en los negocios, las artes, el deporte, las ciencias y
demás campos tuvieron “la extraña particularidad
de dejarse enseñar”, cómo fueron las palabras
empleadas en el reporte. Y es que es obvio: una
persona que se deja enseñar, cada día crece. No
es de sorprenderse que llegue así a ser el mejor
en lo que hace.
La Humildad es la virtud que Cristo nos pide que
aprendamos de Él. Mansedumbre es esa docilidad
para dejarse moldear por el Espíritu de Dios. Sin
las tales, no puede haber una mejora continua en
nuestra vida y en consecuencia tampoco se logra
el éxito. La formación del carácter es un proceso
que Dios emprende en sus hijos esperando que
ellos sean dóciles y humildes para permitirlo. De ahí
parte nuestra aspiración a vivir en el reino de Cristo.
Quien no es humilde no se deja moldear. El orgullo
es un obstáculo para la superación. El orgullo no
nos hace fuertes sino débiles. La humildad nos
hace crecer y nos remunera bien.

REFLEXIÓN:
Sin humildad no se puede mejorar. Ninguna
lección de este libro se puede aprovechar si no
hay humildad de parte de quien las estudia. El gran
objetivo de aprender a ser generosos y vencer el
egoísmo será posible en aquellos humildes con
“la extraña particularidad de dejarse enseñar”.
23 de Enero

EL ESPÍRITU
NOS HACE
NUEVOS

Oh Israel, ¿acaso no puedo yo hacer contigo lo que


este alfarero hace con su arcilla? Como la arcilla en
las manos del alfarero, así estás tú en mis manos.
Jeremías 18:6

El profeta Jeremías observó la labor del alfarero,


aquel artesano que moldea el barro. Notó
que su trabajo se había echado a perder. Sin
embargo, gracias a su habilidad y experiencia,
pudo rehacer la vasija y dejarla incluso mejor.
Este episodio fue usado por Dios para inspirar a
su siervo Jeremías, quien enseña en su relato que
Dios como el alfarero, desea actuar en nuestra vida
para hacernos mejores. Quienes amamos al Padre
tenemos el privilegio de poder ser hechos nuevos.
Esa es la gran promesa de Dios para quienes
anhelamos ser herederos de su reino.
Ese barro representa nuestro carácter, el cual fue
malogrado por el pecado. Ese alfarero representa
al Espíritu Santo, quien desea rehacernos,
perfeccionarnos y santificarnos. Aferrados a la
mano divina podemos superarnos. Esto es, crecer
en la gracia, el conocimiento y la virtud del cielo.
Seamos humildes para permitir a Dios obrar en
nuestro corazón.
Puede pasar que tengamos muchos defectos,
pero si dejamos al alfarero divino hacer su trabajo
en nosotros, vamos a ver la transformación plena
de nuestra vida, desde adentro hacia afuera, como
Dios actúa.

ORACIÓN:
Querido Dios, sé tu mi Alfarero, moldéame
a tu semejanza mediante tu Espíritu Santo,
santifica y transforma mi carácter. Que este
sea mi ruego todos los días: que el Alfarero
Divino me haga más semejante a Jesús.

COMPROMISO:
Llamaré a algunas personas y les haré saber que
estoy orando por ellas. Les preguntaré si tienen
alguna necesidad específica y oraremos juntos.
24 de Enero

MOLDEADOS
POR EL SEÑOR

No se amolden a la conducta de este mundo; al


contrario, sean personas diferentes en cuanto a su
conducta y forma de pensar. Así aprenderán lo que
Dios quiere, lo que es bueno, agradable y perfecto.
Romanos 12:2

Los cambios en nuestro interior son obrados por


el Espíritu de Dios, en quien debemos confiar.
Hemos de pedirle y permitirle que nos moldee.
Tal propósito implica estudio de la Palabra y
obediencia a sus instrucciones.
Sin la necesaria reparación que provee el Espíritu
Santo, no podíamos llegar a vivir en el reino de
los cielos. Por eso, la fe verdadera es activa; es
mejoramiento continuo. Es un cambio positivo
permanente.
Ideas erróneas, conceptos malsanos o criterios
originados en nuestra interacción con un mundo
desorientado y alejado de Dios deben ser revisados
y dejados atrás. Hábitos, costumbres o defectos
que no están en línea con el Autor de la vida deben
ser dominados.
Así como el barro es moldeado en la mano
laboriosa del alfarero, así somos en la mano de
Dios. El cielo persigue transformarnos por medio de
la renovación de nuestro entendimiento o correcta
comprensión de las cosas.
La virtud de la generosidad debe ser reconstruida
y moldeada de nuevo en nuestro carácter por
la acción del Alfarero Divino. Hagamos lo que
nos pida hacer por medio de su Palabra. Vamos
camino hacia el cielo donde reina la generosidad.
Aprendámosla desde la tierra.

REFLEXIÓN:
Imagina las manos de Dios moldeando tu carácter
y haciéndote una nueva criatura en Cristo. Sin
temor, entrégale tus defectos y deja que los
transforme en virtudes. A lo largo de tu vida, y no
sólo por razón de este estudio, permítele a Dios
que mejore tu generosidad.
25 de Enero

DIOS QUIERE
NUESTRA VICTORIA
SOBRE EL EGOÍSMO

Pero, ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que


se nos permita darte cosas? ¡Todo lo que tenemos
ha venido de ti, y sólo te damos lo que ya es tuyo!
1 Crónicas 29:14

Cuando el rey David hacía preparativos para


construir la casa de Dios, convocó al pueblo de
Israel para que diera con generosidad ofrendas
y contribuciones para dicho propósito. Todos
dieron de manera espontánea, con alegría y en
abundancia, siguiendo el ejemplo del rey.
David oró, alabó y agradeció al Altísimo. El rey quedó
contento con la buena disposición del pueblo. Sin
embargo, reconoció que en realidad todo es de Dios
y que de lo recibido de su mano es que damos.
En muchos pasajes de la Biblia se lee acerca de la
generosidad. Diversos episodios y situaciones son
designadas por el Eterno con el fin de enseñarnos
a practicar la generosidad. La Palabra de Dios es
el manual más completo de instrucciones para
progresar y triunfar.
Como consecuencia del pecado, el peor defecto
de nuestro carácter es el egoísmo. Y Dios se ha
propuesto que lo venzamos y lo erradiquemos de
nuestro ser. No podemos entrar al hogar celestial
si continuamos contaminados por esa fea mancha
en nuestro carácter.

ORACIÓN:
Muchas gracias mi Dios por tu bondad.
Gracias por proveer día a día lo necesario
para mi sustento y para mi progreso.
Ayúdame a darte de lo que Tú me das,
inclusive, ayúdame a darte mi corazón.
Te ruego que me permitas ser mejor
administrador de todo lo que tú me confías.

COMPROMISO:
Elegiré a un familiar cercano y lo presentaré en
oración delante de Dios. Le agradeceré por algo
que él o ella, haya hecho en mi favor.
26 de Enero

AMAR A DIOS ES
OBEDECER SU
PALABRA

»Si ustedes me aman, obedecerán mis


mandamientos. Y yo le pediré al Padre, y él
les enviará otro Consolador para que siempre
esté con ustedes. Él es el Espíritu de verdad; el
mundo no lo puede recibir porque no lo ve ni
lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque
vive con ustedes y estará en ustedes.
Juan 14:15-17

Para Cristo, guardar los mandamientos es una


prueba vital de nuestro amor por Él. Obedecer
lealmente lo que Dios nos presenta en la Biblia
es para nuestro propio provecho y beneficio.
A medida que nos adentramos en el conocimiento
de la Palabra vamos advirtiendo las variadas
formas como Dios nos insta e instruye a ser más
generosos. Incluso nos incentiva y nos anima a ir
adquiriendo más y más esta virtud.
El Espíritu obra infatigablemente en el objetivo
de restaurar nuestro carácter. Nos invita a que
sigamos con fidelidad las indicaciones y planes
divinos para ayudarnos a ser mejores.
Y aunque a menudo nos resistimos a su influencia
debido a la manera tan dura como actúan en
nosotros el temor y el egoísmo, debemos permitir
que la experiencia de superar nuestros defectos bajo
la conducción del Espíritu Santo sea una realidad.
Que nuestro peregrinaje hacia la Patria celestial
sea un continuo mejoramiento del alma.

REFLEXIÓN:
Nada de lo que pensamos que es nuestro nos
pertenece. Todo es propiedad de Dios. Él es el
Creador y por quien todo vino a la existencia.
Así que, sencillamente, somos administradores
de bienes y recursos confiados. Sigamos las
indicaciones dadas por Dios tal como están
registradas en su Palabra. Propongámonos
aprender a administrar bien lo que Él nos confía.
Cuanto mejor lo hagamos, más aún nos confiará.
27 de Enero

EL PRODIGIO DE
LA GENEROSIDAD

Y esta piedra que he levantado para señal,


será lugar de adoración. Además, de todo
lo que me dé, le entregaré el diezmo».
Génesis 28:22

Los patriarcas bíblicos sellaban su estrecho lazo


de unión con el Eterno por medio de un pacto
de generosidad. Así lo hizo Jacob, ofreció a Dios
regresarle una décima parte de lo que Dios mismo
le daba, pidiéndole a cambio que lo acompañara,
lo cuidara y le proveyera lo necesario.
Sin duda, agradó, y agrada, a Dios dicho pacto. De
hecho, Él mismo lo ha decretado. Este sirve para
fortalecer el vínculo entre el Padre celestial y sus
hijos en esta tierra y, además, porque todo lo que
implique aprender a ser más generosos es grato
para el cielo.
Dios, desde luego, aceptó gustoso lo propuesto
por Jacob. Lo bendijo, lo cuidó y lo prosperó de
manera especial, así como lo hace con todo aquel
que hace este pacto.
La generosidad tiene ese maravilloso prodigio:
retribuye, aumenta, multiplica y expande. Es
además un poderoso remedio contra el egoísmo
y el temor porque restaura el carácter.
La generosidad enseña a confiar más en Dios.
Y, recuerda esto siempre: esta virtud tiene la
singularidad de que te proyecta a un porvenir de
progreso y mejoramiento.

ORACIÓN:
Querido Dios, renuevo mi voto de fidelidad a
ti, hoy te pido que me acompañes, que me
cuides, que me proveas lo necesario, que
me bendigas y prosperes. Me comprometo
contigo, así como lo hizo Jacob: Devolverte
la décima parte de todo lo que tu me proveas.

COMPROMISO:
Buscaré a dos hermanos de la iglesia y compartiré
un versículo sobre la generosidad. Si alguno se
ha apartado de la iglesia, practicaré con él o ella
el ministerio de la reconciliación y lo animaré a
volver a la iglesia.
28 de Enero

EL SECRETO DE
LA PROSPERIDAD

La décima parte del producto de la tierra, sean


cereales o frutas, es del SEÑOR, y es santa.
Levítico 27:30

El practicante mismo de la generosidad es el


que más se beneficia de ella. Dios incentiva a
aquellos que la ejercen. Ese es su objetivo: nos
quiere llevar al cielo transformados.
El hábito de apartar el diezmo es algo bien
impregnado en la cultura judía. Eso explica la
prosperidad económica que ha disfrutado esta
nación a lo largo del tiempo.
Los judíos son emprendedores y empresarios por
naturaleza. Saben que, en sociedad con el Altísimo
está asegurado el porvenir y la sobreabundancia.
De la mano de Dios se puede avanzar con firmeza
y determinación.
Mucho se agrada Dios de quienes enfrentan el
temor haciendo sociedad con Él, devolviéndole una
décima parte de lo que Él mismo les ha otorgado.
Estos creyentes que respetan lo que está dedicado
al Omnipotente, son muy recompensados.
El pacto del diezmo que establece la Biblia no
se debe a que Dios tenga interés alguno en los
recursos de nadie. Sencillamente, es porque el
Eterno anhela que el alma sincera aprenda a
vencer el egoísmo y a confiar en su Creador. Es una
cuestión de formación. Y es también, un detonante
de prosperidad y desarrollo.

REFLEXIÓN:
Si ya hiciste tu pacto de lealtad a Dios, renuévalo
hoy. Si aún no has hecho este pacto enseñado por
la Biblia, ahora es el momento de hacerlo. Ingresa
por medio de él a la escuela de la generosidad,
de la confianza en Dios y del progreso. Ten fe.
Recuerda, el Espíritu quiere formarte para el cielo:
de todo lo que Dios te diere, aparta el diezmo para
Él. Disfruta la bondad sin límite de Dios. Y permítele
al Espíritu la transformación de tu carácter.
29 de Enero

PRUEBAS BÁSICAS
DE GENEROSIDAD Y
LEALTAD

¿Debe una persona robar a Dios? ¡Claro que no!


Pero ustedes me han robado. Y aún se atreven a
preguntar: “¿Cuándo te hemos robado?”. Ustedes
me han robado los diezmos y las ofrendas.
Malaquías 3:8

La Biblia enseña la importancia de recuperar la


virtud de la generosidad en preparación para el cielo.
Su objetivo es mejorar al creyente interiormente,
perfeccionar su carácter, beneficiarlo y bendecirlo.
Debido a eso nos inculca el hábito de dar. Nos
mueve a practicar la dadivosidad sistemática.
La Historia Sagrada identifica dos maneras básicas
de ejercitar la generosidad y desarrollar la fidelidad
al Creador: los diezmos y las ofrendas. Dos formas
también de adorar y estrechar el lazo de unión con
el Eterno.
En el texto del profeta Malaquías, Dios reprende a
los suyos por abstenerse de practicar la virtud de
la generosidad. Va directo al punto indicando cuál
ha sido el problema.
De hecho, al no ser generosos, el primer perjudicado
es quien deja de serlo, ya que se distancia de
vitales bendiciones para su existencia. Es algo que
incluso va más allá de lo material o económico.
Dios está procurando que sus hijos entiendan esto
claramente.

ORACIÓN:
Querido Dios, gracias por tus palabras
a través del profeta Malaquías, siento
que hoy hablas a mi corazón. Hoy te
pido que me ayudes a superar mis
temores y desconfianza y que me des
el valor para serte siempre fiel en estas
dos maneras básicas que el cielo ha
establecido: diezmos y ofrendas.

COMPROMISO:
Compartiré alimentos con una persona en
necesidad financiera, en la medida de lo posible lo
invitaré a mi casa y le demostraré mi generosidad.
Si es un integrante de mi grupo pequeño o de
mi círculo de oración o alguien a quien le estoy
compartiendo el evangelio, será genial.
30 de Enero

SER FIELES A DIOS


ES DE INMENSO
PROVECHO

Si escuchas y obedeces los mandamientos


del SEÑOR tu Dios que te estoy dando en este
día, él hará que tú seas cabeza y no cola, y que
estés siempre encima y nunca debajo.
Deuteronomio 28:13

Obedecer a Dios nos ubica en lugares de


privilegio. Atender con fidelidad las indicaciones
de la Palabra eterna de Dios nos provee grandes
ventajas y favores en esta existencia; y al mismo
tiempo, nos proyecta a las dimensiones eternas.
Son muchos los que alaban a Dios y testifican de las
grandes bondades y provecho de haber aprendido a
ser generosos y fieles a Él practicando con fe cada
enseñanza de la Biblia. Siempre podemos confiar
plenamente en lo que Dios nos enseña.
Pero a menudo, hay resistencia a esto. Algunos quizás
imaginan que el hábito de la dadivosidad sistemática
los pudiera perjudicar o que este no está originado
en las Escrituras. Por eso fallan en dar con fidelidad
los diezmos y ofrendas.
La realidad es que estas son enseñanzas enteramente
provistas por el Eterno y traen tantos beneficios
que sería imposible enumerarlos y describirlos con
suficiencia. Por eso, Dios nos exhorta, cuando nos
abstenemos de obedecerlas, señalándoles de «haberle
robado».
Si comprendiéramos los fines formativos que Dios
tiene para con nosotros, la importancia de derrotar
nuestros temores y egoísmo, o la necesidad que
tenemos de experimentar una plena transformación
para poder vivir en su reino, no dudaríamos en hacer
lo que Él nos pide.

REFLEXIÓN:
Toma una decisión vital en tu vida cristiana:
¡nunca robar a Dios!. Decide seguir siempre las
guías que Él presenta en su Palabra. Estas no
son para perjudicarnos, sino para bendecirnos.
No son en beneficio de Dios sino para nuestro
propio provecho y beneficio en calidad de hijos y
herederos suyos. Seamos fieles y obedientes al
Altísimo.
31 de Enero

DIOS SE DA
POR ENTERO,
SIN RESERVAS

Dios amó tanto al mundo, que dio a su


único Hijo, para que todo el que cree en él
no se pierda, sino tenga vida eterna.
Juan 3:16

El amor del Padre es indescriptible. Nadie sería


capaz de ofrendar a su único hijo para perdonar
y beneficiar a alguien que lo ha ofendido. Sin
embargo, eso es exactamente lo que Dios ha
hecho por nosotros.
Para salvarnos del pecado y de la muerte, Dios se
ha dado por entero, sin reserva alguna. ¡Un acto
de amor y generosidad infinitos!
Cristo es el cordero de Dios que quita el pecado
del mundo. Su muerte sacrificial es lo que nos
permite acceder de vuelta a la eternidad. El precio
de nuestro pecado ha sido muy alto.
Desde la Antigüedad, Dios quiso enseñar a los
suyos las graves implicaciones del pecado y el alto
precio que debía pagarse.
Por eso, el Eterno estableció un santuario terrenal
con un sistema de sacrificios de animales; para
indicar que él mismo, en la persona de su Hijo
Jesús, asumiría finalmente las consecuencias
fatales de nuestro error.

ORACIÓN:
Muchas gracias querido Dios por
dar a tu único Hijo como ofrenda por
mi redención. Te agradezco querido
Jesús por dar tu vida en mi lugar. Te
agradezco amado Espíritu Santo por
santificarme, perfeccionar mi carácter
y enseñarme a ser como Dios a fin de
poder disfrutar de la eternidad.

COMPROMISO:
Renovaré mi pacto de fidelidad con
Dios hoy mismo.
01 de Febrero

LA DIVINA
VIRTUD DE LA
GENEROSIDAD

Si Dios no dudó al entregar a su Hijo


por nosotros, ¿no nos dará también,
junto con él, todas las cosas?
Romanos 8:32

¡Qué inmensa es la generosidad de nuestro


Dios al dar a su Hijo en sacrificio por la
redención de la humanidad!
La divina virtud de la generosidad ha de llegar a
caracterizar a quienes desean morar en el reino de
Dios. Es preciso aprenderla y practicarla. Nuestro
Creador desea enseñarnos a ser generosos.
De hecho, en los tiempos del antiguo Israel nadie se
presentaba en el santuario con las manos vacías. Al
lugar de culto eran llevadas estimables ofrendas. El
creyente mostraba sincera disposición a observar
desprendimiento y experimentar sacrificio.
Todo esto apuntaba a la necesidad de entender la
obra redentora que Dios haría por nosotros, la cual
refleja su fascinante carácter de amor.
En Dios no hay asomo de egoísmo. Admirar,
entender y asimilar tan precioso carácter santo es
la experiencia cristiana por excelencia.
Las ofrendas que damos a Dios son un símbolo
de la ofrenda del cielo: Cristo, el cordero sacrificial.
La suya fue una muerte sustitutiva; es decir,
Él murió en nuestro lugar para que nosotros
podamos ser redimidos. Las ofrendas representan
agradecimiento por nuestra salvación. Bien se dice
que «la gratitud es la memoria del corazón».

REFLEXIÓN:
La fe cristiana se mueve en el contexto
de la generosidad. Es necesario vivirla y
practicarla de la forma como se nos enseña
en la Palabra. Al presentar tus ofrendas a
Dios, recuerda siempre que estas simbolizan
a Cristo, nuestro Salvador.
02 de Febrero

AMAR
IMPLICA DAR

El que es generoso, prospera; el que


da a otros, a sí mismo se enriquece.
Proverbios 11:25

Dios nos enseña a vivir el amor por medio de dar


y compartir. Él mismo nos dio el mayor ejemplo
de amor al dar a su Hijo por nosotros. Dios nos
muestra que amar implica dar.

El Hijo dio su vida, por amor a nosotros. Así


pues, algo esencial de la fe cristiana es conocer
a cabalidad el verbo dar. Es el verbo que, como
verdaderos creyentes, debemos aprender a
conjugar. En efecto, es posible dar sin amar;
pero es imposible amar sin dar.
Dios quiso asegurar nuestro aprendizaje de la
generosidad inculcandonos el hábito de dar. La
décima parte de lo que Él nos da, ha de ser devuelta
a Él y destinada a los propósitos de su obra.

El Eterno nos instruye diciendo «no falte alimento


en mi casa». Es decir, tenemos el honor de poder
aportar a la causa de Dios. Todo lo pertinente a esto
está estipulado en su Palabra. Y Dios nos premia
de una manera sobreabundante cuando así lo
hacemos, porque el alma generosa es prosperada.

Este principio de dar no debe ser visto como una


carga, sino como lo que es, un privilegio. El dar es
motivo de alegría. El dar conlleva a la mejora del
carácter, el progreso en nuestra vida y la bendición
celestial. El pacto con Dios es constante, y no puede
ser algo sujeto al vaivén de nuestras emociones.

ORACIÓN:
Mi Dios, te agradezco por haber provisto
un método para cambiar mi egoísmo por
generosidad, por enseñarme el hábito
de dar y brindarme la oportunidad de
asemejarme más a tí.

COMPROMISO:
Reuniré a mi familia para orar y establecer un plan
de dadivosidad sistemática con Dios. Colocaré a
Dios siempre en primer lugar.
03 de Febrero

DIOS DESARROLLA
EN SUS HIJOS
GENEROSIDAD
Y LEALTAD

Y una vez más el pueblo de Judá comenzó a


traer los diezmos del grano, del vino nuevo
y del aceite de oliva a los almacenes.
Nehemías 13:12

Estudiando los maravillosos relatos bíblicos


acerca del pueblo de Dios, se lee que las personas
trabajaban en el campo y, por lo tanto, llevaban
su diezmo en especie, es decir, granos, productos
elaborados en el campo o animales. Existían
bodegas y corrales para esa finalidad.
Todo lo entregado era empleado de acuerdo con
lo indicado por Dios. Nadie se tomaba la atribución
de decidir cómo utilizar tales recursos, pues sólo el
Omnipotente podía definir cómo y para qué usarlos.
Los israelitas fieles eran prosperados, al igual que
los creyentes fieles de hoy.
En los tiempos actuales la vida es más urbana,
hay mayor diversidad de profesiones y oficios, y
comúnmente usamos dinero como medio para la
devolución del diezmo. Debemos igualmente ser
fieles a Dios trayendo a la tesorería, el lugar que Él
ha indicado, todo lo que le pertenece.
En el pasado como en el presente Dios promueve
en su pueblo el dar y ser fieles. El programa divino
de dadivosidad sistemática está siempre vigente
e incluye diversas formas de dar que nos llevan
a desarrollar virtudes tan esenciales como la
generosidad y la lealtad.
Dios espera que los suyos se habitúen a devolver
diezmos honestos y a dar ofrendas justas. Así es
como el Eterno nos perfecciona y, además nos
bendice y prospera. Y por nuestra parte, estas son
también hermosas maneras de expresar adoración
a nuestro Creador.

REFLEXIÓN:
La devolución del diezmo es un deber que tiene
que ver con lealtad y honradez. Dar ofrenda es
más un asunto de gratitud y reconocimiento.
El diezmo está estipulado en una décima parte.
Para la ofrenda no se define una proporción
específica. Es voluntaria o de libre criterio. Esto
es con el fin de poder expresar espontáneamente
la generosidad, pues como dice la Biblia, el
alma generosa será prosperada. Sin embargo
encontramos que el pueblo de Israel daba
como ofrendas un equivalente a un 10% de las
bendiciones recibidas, sin embargo esto queda a
criterio de cada adorador.
04 de Febrero

EL PROFUNDO
SIGNIFICADO DE
LA OFRENDA

El diezmo de sus vacas, ovejas y


animales domésticos es del Señor.
Levítico 27:32

La práctica de la dadivosidad y la generosidad


era sistemática y constante en el Israel histórico.
Lo mismo debe caracterizar al Israel espiritual
de Dios en la actualidad. El pueblo escogido es
formado por Dios con sus propias características
de desprendimiento y bondad.
A fin de separar de entre sus vacas u ovejas a los
animales que serían llevados como diezmo, los
Israelitas les hacían pasar de un corral a otro por una
salida angosta. De manera aleatoria, el décimo en
pasar era marcado empleando para ello una “vara
mojada en ocre rojo o bermellón”.
No importaba que el animal fuese de calidad inferior
o flaco, perfecto o defectuoso. Cada uno era recibido
como legítimo diezmo. Incluso, una vez marcado
para eso, ya no podía ser cambiado.
No sucedía igual en el caso de los animales que eran
apartados para la ofrenda. Se elegían con riguroso
criterio, no al azar. Estos debían ser animales sin
defecto. Después de todo, la ofrenda representa al
Cordero o dádiva de Dios; sin defecto, ni mácula:
Cristo Jesús.
Junto con el diezmo que le pertenece a Jehová, la
ofrenda que llevamos al templo tiene un significado
muy profundo y valioso: representa al Dios que se
sacrifica por amor a sus criaturas. Es necesario que
podamos entender esto.

ORACIÓN:
Te alabo oh Dios de amor y generosidad
sin límites. Te adoro oh Dios maravilloso
que no me pides nada que tú mismo ya
hayas dado antes. Ayúdame a honrarte
por ser el mayor ejemplo de aquellas
cosas que nos enseña.

COMPROMISO:
Llevaré un mensaje de esperanza a alguna
persona de mi alrededor y continuaré con el
estudio bíblico que ya inicié.
05 de Febrero

APRENDER A DAR,
COMO JESÚS SE
DA A SÍ MISMO

Ustedes dicen: “Es muy molesto servir al SEÑOR y hacer


lo que él pide”. Luego desprecian las instrucciones que
él les ha dado. ¡Imagínense! ¡Animales robados, cojos y
enfermos como ofrendas a Dios! ¿Creen acaso que puedo
aceptar esa clase de ofrendas?, les pregunto yo, el SEÑOR.
Malaquías 1:13

Dios siempre instruye a los suyos para ser honestos


y cabales. En este texto bíblico, el Eterno reconviene
a los israelitas por ciertos defectos de carácter. El
reclamo es acerca de una actitud incorrecta frente
a las indicaciones divinas y por el error de presentar
ofrendas injustas, como son ahí descritas, las
cuales le resultan inaceptables al Todopoderoso.
Tal cuadro nos expone la trascendencia e
insondable significado de las ofrendas. Nos
inspira a ver la importancia y entender la debida
dimensión que ellas tienen. En el caso de nuestro
Señor, Él mismo, siendo sin defecto ni pecado
alguno, se ofrendó en nuestro favor. Lo cual,
constituye un abrupto contraste con la actitud
que, recisamente Dios quiere corregir en los suyos.
Jesús dio por nosotros la plenitud de su ser en
sacrificio. No hubo mezquindad alguna. No tuvo
regla, condición, límite, porcentaje o medida alguna
con su ofrenda. Fue plena; fue total. Vertió su sangre
y derramó su vida por la salvación de la humanidad.
Realmente no hay palabras para agradecer
lo que Cristo hizo por nosotros. Somos
indescriptiblemente privilegiados. Con buena
disposición aprendamos de Él y sigamos sus
enseñanzas.

REFLEXIÓN:
Recordemos que el concepto del diezmo y
las ofrendas tiene un propósito formativo. Es
una práctica vigente instruida por Dios. El plan
divino de la restauración y santificación del
carácter incluye enseñar a los hijos de Dios
lealtad y generosidad. Esto hace parte esencial
de la experiencia cristiana y sobre todo, de
la preparación para quienes esperamos el
segundo advenimiento de nuestro Salvador.
06 de Febrero

LA GENEROSIDAD,
DESTACADA EN EL
CARÁCTER DE DIOS

Nadie tiene más amor que el


que da la vida por sus amigos.
Juan 15:13

Llaman la atención la incondicionalidad y


determinación de Jesús por rescatarnos y
salvarnos. Por amor dio su vida por sus amigos.
Como dice la Biblia, «él nos amó primero», sin
exigencias, requisitos o condiciones. Su amor
generoso es una realidad.
La generosidad se destaca en el carácter de Dios. Tal
enseñanza está implícita en la práctica del diezmo y la
ofrenda que busca desarrollar el amor y la generosidad
en nuestro carácter. Debemos darlos por fe, sin
exigencias, requisitos o condiciones previas, imitando
a nuestro Redentor.
Cristo nos forma para su reino. Necesitamos
experimentar su naturaleza, conocer más a fondo su
carácter santo y practicar su constante benignidad e
incondicionalidad.
La dadivosidad no debe depender del estado anímico
o de la situación por la que se esté atravesando. Esta
no debe ser condicional.
Algunos quieren fijar un uso específico a sus diezmos
o tomarse la atribución de administrarlos por su propia
cuenta, haciendo de lado a aquellos a quienes Dios
ha designado para hacerlo. No es esa la enseñanza
bíblica.

ORACIÓN:
Querido Dios, hoy quiero orar por los líderes
y administradores de la iglesia para que el
Espíritu Santo los guíe en todo momento.
Que la sabiduría que viene de lo alto les sea
siempre provista al administrar la iglesia y
los recursos que les son confiados.

COMPROMISO:
Hoy mismo abrazaré a los miembros de mi familia
con especial afecto. Prometeremos juntos ser fieles
a Dios en todas las bendiciones recibidas.
07 de Febrero

GENEROSIDAD
INCONDICIONAL

Un día tendremos que comparecer ante el tribunal


de Cristo, y seremos juzgados. Cada uno recibirá
lo que merezca por las buenas o las malas cosas
que haya hecho mientras estaba en el cuerpo.
2 Corintios 5:10

Algunos optan por retener sus diezmos u


ofrendas argumentando que desconfían
del manejo que pudieran estar dándoles los
encargados de hacerlo, ¿es correcto este
razonamiento?
Eventualmente pudiera ocurrir que un administrador
de la iglesia de manera imprudente, o aún intencional,
empleará en forma indebida recursos originados en
diezmos y ofrendas. Esa persona tendrá que rendirle
cuentas al Omnipotente. Tal es su responsabilidad.
Por otro lado hoy la iglesia cuenta con auditores
calificados para auditar en todos los niveles de la
iglesia y tal persona pronto sería identificada y será
sometida a un proceso de disciplina, por lo tanto no
debe ser objeto de retención o uso no bíblico de los
diezmos y ofrendas.
Más quien entrega con amor y fidelidad sus diezmos
y ofrendas, cumple su parte delante de Dios. Ese es
su constante deber. Si no obrara así, su actitud sería
tan imprudente, o intencional, como la del caso del
mal administrador de la iglesia; y ambos tendrán que
rendir cuentas a Dios.
Los textos sagrados son claros en cuanto a lo que
Dios ha establecido y decidido respecto del diezmo
y su propósito. En esencia, es la obra del evangelio,
la expansión de su reino. Aquellos que dedican su
vida a esta tarea e integran el cuerpo eclesiástico
organizado para ese fin, de acuerdo con lo indicado
por la Biblia, se sostienen de esos recursos.

REFLEXIÓN:
El hábito de dar proviene de Dios. Él siempre insta
a los suyos a ser generosos. Así mismo, espera
de nosotros lealtad y rectitud. Estas también se
aprenden siguiendo, como son, las instrucciones
dadas por Él. Tanto los diezmos, como algunas
ofrendas, tienen un destino trazado por Dios en su
Palabra. No sería correcto, ni leal, querer manejar a
nuestro modo lo que Dios ya ha decidido, ¿por qué
habríamos de desobedecer y privarnos de tantas
bendiciones?
08 de Febrero

LA GENEROSIDAD
Y LA CARIDAD

Servir al pobre es hacerle un préstamo al


SEÑOR; Dios pagará esas buenas acciones.
Proverbios 19:17

Ningún acto de generosidad pasa desapercibido


delante de Dios. La Biblia afirma que Dios asume
como una deuda suya a favor del dador, la caridad
que ofrece a los pobres. ¡Cuán sorprendente es
nuestro Señor! Tales son su bondad y generosidad.
Esta es una invitación más a formar nuestro
carácter conforme a Él. Nos anima a ser generosos
como hábito de vida; a tener una actitud generosa
en toda circunstancia y a no olvidar tampoco a
los necesitados y menesterosos practicando la
caridad.
Las enseñanzas de la Biblia enfatizan de continuo
la importancia de aprender a ser como es Dios y
a obrar de la manera como Él obra.
Dios estableció el sistema de los diezmos para
mantener su obra en la tierra e instruirnos en
honradez y lealtad. Al mismo tiempo, decretó el
programa de las ofrendas para el funcionamiento
de cada congregación local e instruirnos en gratitud
y liberalidad.
Lo anterior, no reemplaza o elimina nuestro deber
frente a aquellos que tienen necesidades o padecen
escasez. El Omnipotente afirma que todo acto de
bondad hacia los tales, será recompensado. Él
mismo asumirá ese compromiso.

ORACIÓN:
Querido Dios, admiro tu hermosura y
profundidaddetucaráctertanbondadoso.
Te agradezco por la generosidad que te
caracteriza y por enseñarme a practicarla.

COMPROMISO:
Me comprometo a visitar a alguien que está
enfermo, deprimido o en necesidad. Oraré
colocándolo en las manos de Dios. Seré portavoz
de mi Dios llevándole un mensaje de esperanza.
09 de Febrero

BONDAD SIN
RESERVAS

Debes prestarle lo que necesita y no ser


mezquino en nada; porque a causa de esto el
SEÑOR te prosperará en todo lo que haces.
Deuteronomio 15:10

La fe cristiana inculca un espíritu dadivoso.


Así pues, siempre se escucharán en la iglesia
llamados e invitaciones a dar. Los cuales, traen
bendición y progreso a los dadores.
En realidad, son muchas y variadas las necesidades
y peticiones que constantemente surgen de la
vida en comunidad. Además de los diezmos y
las ofrendas, otro frente de la acción generosa
son estas especiales solicitudes. En estos casos
tampoco hay establecidos porcentajes o criterios
predeterminados para dar. El dador alegre puede
hacerlo de acuerdo con su corazón.
Se les llama donativos o contribuciones. Estos son,
por ejemplo, recursos que se destinan a los pobres,
fondos para una ayuda o proyecto específico o dinero
necesario para atender un requerimiento en favor
de una causa o situación que lo amerite o mueva a
caridad en circunstancias especiales y únicas.
Los fondos para donativos o contribuciones no
deben tomarse de los diezmos u ofrendas. Es decir,
no se dan en sustitución o disminución de estos;
son, desde luego, otras oportunidades para dar.
Alguien pudiera pensar: ¡es demasiado! Pero la
gran verdad es que nadie se ha empobrecido
practicando la generosidad que Dios enseña. Por
el contrario, las personas más generosas suelen
ser las más prósperas. Quien más da, más recibe.
Las «matemáticas del cielo» asombran porque
no restan sino multiplican. Corrigen nuestro ser e
impulsan hacia adelante. ¡Comprobémoslo!

REFLEXIÓN:
Tal vez hemos sido formados en ambientes de
tacañería y escasez, por lo cual resulta difícil
entender que podamos tener tantas formas
de dar. Dios quiere cambiarnos ese patrón de
pensamiento y formarnos en la generosidad
y la abundancia. El Espíritu Santo hará dicha
transformación en nuestra vida. ¡Permitámoselo
para poderla disfrutar!
10 de Febrero

ES MEJOR DAR
QUE RECIBIR

Y les fui un ejemplo constante de cómo se debe ayudar


a los pobres y recordar las palabras del Señor Jesús
que dicen: “Hay más dicha en dar que en recibir”.
Hechos 20:35

No muchos entienden este principio bíblico.


Algunos hasta piensan que la vida consiste en
ser constantes receptores de beneficios y que
otros están en la obligación de darles regalos,
dinero u otros favores. No es la manera correcta
de pensar, ya que la Biblia nos motiva a darle la
vuelta a esa idea. Esta afirma que «es mejor dar
que recibir».
Si solo fuéramos receptores, en lugar de dadores,
no estaríamos entendiendo el correcto sentido de la
vida. El propósito de la existencia es precisamente
aprender a dar y servir. Es el ejemplo que nos da
nuestro Dios, Él está siempre dispuesto a dar y
servir. Eso quiere enseñarnos.

De hecho, para poder dar tenemos primero que


aprender a ser capaces de hacerlo. Dios nos
mueve entonces a ser autónomos, emprendedores,
productivos einterdependientes inclusohastatener en
sobreabundancia. En tales condiciones, dar se torna
algo natural. Lo vamos entendiendo: es mejor dar
que recibir.Ese cambio de nuestra mentalidad hace
parte de la experiencia de formación del carácter y
transformación de nuestro entendimiento, conforme
lo promueve la Biblia.

ORACIÓN:
Ayúdame Señor a entender con claridad,
y sobre todo, a poner siempre en práctica
ese hermoso principio que enseña: «es
mejor dar que recibir».

COMPROMISO:
Me comprometo a trabajar y ser generoso (a) al
compartir el evangelio. Trabajaré para traer en
este año por lo menos un alma para Cristo.
11 de Febrero

BENDECIDOS Y
PROSPERADOS
PARA DAR

Si obedeces completamente todas estas


ordenanzas del SEÑOR tu Dios, las leyes que te
estoy dando en este día, el SEÑOR te convertirá
en la nación más grande del mundo.
Deuteronomio 28:1

Si obedecemos a Dios, el fruto de esa estrecha


y sincera amistad con el Eterno se traduce en
bendición y prosperidad. No para jactancia del
creyente, sino para ser aún más generoso y vivir
para la gloria de su Creador. De manera que,
fuimos hechos para dar, no para pedir.
Asumir el papel de dador trae consigo el desarrollo
de las virtudes de nuestro Creador. Entre las cuales
están la laboriosidad, la disciplina, el orden, la
constancia y muchas más que llevan a prosperar.
Es de esa manera que se puede llegar a ser dador,
en vez de un simple receptor.
Maravilloso es captar en la Biblia esa determinación
del cielo por cambiarnos de «modo receptor»
a «modo dador». Es la razón de la dadivosidad
sistemática. Diezmos, ofrendas, donativos
significan dar. Eso nos impulsa y transforma. Nos
promueve capacidad y nos provee otra mentalidad
hasta llegar a entender, y a poder experimentar, que
«es mejor dar que recibir».
El mundo actual inculca en las personas el egoísmo,
la dependencia y el provecho continuo. Estos son
contrarios de la bondad, la capacidad personal y
la dadivosidad constante.
El plan de Dios siempre es distinto al plan del mundo.
El mundo intenta imponer la «cultura del subsidio»,
ser beneficiarios y dependientes. Dios fomenta la
mentalidad de dar y ayudar, de ser dadivosos y
benefactores; es decir, personas interdependientes
capaces de proveer y aportar de manera natural,
espontánea, sistemática y permanente.

REFLEXIÓN:
Dios nos insta a aprender a ser generosos y
también dadivosos, para dar en favor de quienes
padecen y sufren necesidad. Al mismo tiempo,
vemos como todo lo inherente a la dadivosidad
sistemática forma nuestro carácter. Ten presente
que: ¡No somos generosos por ser prósperos, sino
que llegamos a ser prósperos por ser generosos!
12 de Febrero

GENEROSIDAD
EN TODOS LOS
ÁMBITOS DE
LA VIDA

Pero los buenos serán generosos


con el prójimo, y Dios los
bendecirá por todo lo que hacen.
Isaías 32:8

La generosidad es una virtud que abarca todos


los ámbitos de la existencia. No está limitada a
lo económico o financiero, aunque quizás sea
este uno de los ámbitos en que se la ha hecho
más recurrente y visible.
Realmente la Biblia nos invita a pensar en la
generosidad en todo. Nos insta a tener siempre
en mente la bondad y el desprendimiento. Y en
verdad que los generosos son muy apreciados
y reconocidos. El texto estudiado afirma que
por nuestras generosidades seremos exaltados,
entendiendo por esto que nos irá mejor en la vida.
Podemos ser generosos en palabras dulces y
elogios sinceros. Tales personas ganan muchas
simpatías y amistades.
Podemos ser generosos en cariño y hospitalidad,
dando un trato amable y esmerado a los demás. Tales
personas son como un bálsamo en la vida de otros.
Podemos ser generosos en servicio y colaboración.
Los voluntarios son siempre requeridos en
muchísimas iniciativas de ayuda. Es bien sabido
que tales personas siempre abren puertas para
nuevas oportunidades, ya que hacen contactos
y amistades entrañables gracias a su buena
disposición y noble talento.

ORACIÓN:
Querido Dios, te pido que haya un
cambio de mentalidad en mi vida,
que por medio del poder del Espíritu
Santo pueda experimentar este
deseo. Ayúdame a ser generoso en
todo tiempo.

COMPROMISO:
Practicaré la amistad y la generosidad con algún
(a) vecino (a), amigo (a) o compañero (a) de trabajo.
Incluiré a las personas por las cuales ya estoy orando.
13 de Febrero

GENEROSIDAD
INESPERADA Y
SORPRENDENTE

¿Cuál de los tres piensas que se


comportó como el prójimo del que
cayó en manos de los ladrones?
Lucas 10:36,37

Interrogado Jesús acerca de “quién es el prójimo”,


narró la conocida historia del “buen samaritano”,
un hombre que tuvo compasión por un extraño,
víctima de ladrones, a quien ayudó mostrando
una generosidad inesperada y sorprendente.
El Señor nos invita a hacer lo mismo.
De muchas maneras podemos ser más generosos.
Podemos ser más generosos en amar y servir.
Podemos ser más generosos en hacer favores. Si
conseguimos que la vida de alguien más pueda ser
mejor, ¡qué invaluable ocasión para glorificar a Dios
dando más de nosotros mismos! No olvidemos
que Dios es quien paga el bien que hacemos.
Podemos ser más generosos en perdonar.
Muchas veces cometemos errores u obramos
con negligencia o desacierto, y esperaríamos que
nos tuvieran paciencia y comprensión. Así mismo,
podemos ser generosos en perdonar a aquellos
que sentimos que nos han fallado. No hay que
conservar el enojo, ni quedarse con ese tipo de
emociones.
En el relato bíblico del buen samaritano se aprecia
una generosidad incondicional que el mismo Jesús
pone de ejemplo. El oriundo de Samaria era alguien
de quien incluso no se esperaba tal conducta, pero
desbordó todo lo concebible.
Al ser generosos no debemos hacerlo esperando
retribución alguna. La Biblia nos enseña a ser
caritativos con quienes menos puedan regresar
algo a cambio, pues es Dios quien desea hacerlo
por ellos.

REFLEXIÓN:
Al estudiar la generosidad encontramos que
esta no hace alusión a dar dinero únicamente.
Generosidad es la esencia de Dios en todo aspecto.
Tal virtud y actitud hemos de llevarla a cada
episodio y situación de la vida, con el propósito
de honrar a nuestro Dios. Es claro que esa será
la manera cómo viviremos en su reino. ¡Sigamos
aprendiéndola y practicándola!
14 de Febrero

LAS VIRTUDES
NOS TRAEN
PROGRESO

Querido hermano, ruego a Dios que en


todo te vaya bien y que tu cuerpo esté
tan saludable como lo está tu alma.
3 Juan 1:2

Se han realizado estudios con grupos de


emprendedores, empresarios y hombres
de negocios. obteniendo resultados que
demuestran que el éxito no es la suerte o
la casualidad. En esencia, es el carácter.
El carácter es lo que realmente somos. Si se
desarrolla en nosotros un contenido de calidad,
veremos resultados de calidad. Virtudes y
cualidades desarrolladas en el alma, junto al
crecimiento de la capacidad personal son ese
motor que impulsa la vida hacia adelante. Esta
es la razón del éxito en toda profesión, oficio o
actividad.
Una persona que se enfoca en desarrollar virtudes
y cualidades en su carácter avanza y puede llegar
muy alto y muy lejos. Por supuesto, no solamente en
el aspecto financiero, sino en todos los aspectos de
la existencia.
Por medio de la Biblia nos damos cuenta de que Dios
desea prosperar nuestra alma, o sea, edificarnos
desde adentro. El Omnipotente se esmera en
mejorarnos o hacernos crecer interiormente. De esa
manera prospera nuestra alma, y en consecuencia
son prosperadas todas las cosas de nuestra vida
en general.

ORACIÓN:
Amado Padre, hazme prosperar
en todas las cosas y disfrutar de
buena salud, en la misma medida
que prospere interiormente. Tal
crecimiento implica fidelidad y
obediencia a mi Divino Maestro.

COMPROMISO:
Haré todo lo posible por visitar a las personas por
las cuales estoy orando y los invitaré a participar
de algún programa de mi iglesia.
15 de Febrero

GENEROSOS
PARA APRENDER
Y OBEDECER

Lo primero que hay que hacer para empezar a


ser sabios, es honrar al SEÑOR. Sólo los necios
desprecian la sabiduría y la disciplina.
Proverbios 1:7

Dios sabe que si crecemos en virtudes y


cualidades podemos ser prosperados en todas
las cosas. El progreso es el efecto o resultado
de lo que acertadamente impulse nuestro ser.
El Eterno quiere enseñarnos y perfeccionarnos,
para entonces prosperarnos.
Nuestro modelo y ejemplo es Jesucristo. Nuestro
Señor representa todo lo mejor que un ser humano
puede llegar a ser. En él contemplamos todas las
virtudes, cualidades y capacidades posibles. Él
nos enseña a ser prosperados en todo a partir de
la prosperidad espiritual, esto es, de procurar un
contenido renovado del alma.
Por ello es vital que nos dejemos guiar y enseñar
del Señor sin cuestionamientos u objeciones. Lo
que Él nos pide hacer es necesario para nuestro
desarrollo. Toda persona que está en un proceso
de continuo aprendizaje y mejoramiento en su vida,
progresa; es algo inevitable. Se puede aprender tanto
de los aciertos, como de los propios errores para
superarlos.
Esta sería otra manera de entender y poner
en práctica la virtud de la generosidad: siendo
generosos en aprender y obedecer. Es preciso
dejarnos transformar por Dios para poder ser
prosperados en todo. Veremos progresar cada
aspecto de la vida, incluido lo económico.
He visto que es así como llegan a triunfar
empresarios, emprendedores, profesionales u
hombres de negocios. Poniendo en práctica
e incrementando de continuo sus virtudes y
capacidades alcanzan las metas que se proponen.

REFLEXIÓN:
Una mente abierta, dispuesta al cambio y al
mejoramiento es la mayor garantía de prosperidad.
Seamos también generosos en la voluntad para
aprender y obedecer a Dios en todo. Acojamos y
mantengamos con gusto el hábito de diezmar y
ofrendar para la causa de Cristo.
16 de Febrero

NUESTRO
CARÁCTER DICE
QUIÉNES SOMOS

Examíname, Dios, y conoce mi corazón; pruébame


y conoce mis pensamientos. Señálame lo que en mí
te ofende, y guíame por la senda de la vida eterna.
Salmos 139:23,24

A veces, es necesario preguntarnos quiénes


somos. Un autor desconocido compiló estas
reflexivas palabras:
Tú no eres tu apellido. Ni tu color de piel u ojos.
Tampoco el colegio del que saliste. Ni tu título
profesional. Tampoco eres tú “éxito laboral”. Ni el
cargo que tienes donde trabajas. No eres el carro
que manejas, la casa donde vives, nada que hayas
comprado o cosa alguna que poseas.
No eres la imagen o “status” que intentas proyectar.
No eres con quien te casaste. No eres lo que ganas o
lo que ostentas. Ni ningún estándar social que creas
tener. Nada de eso te hace mejor que nadie, porque
nada de eso habla de quién eres tú en verdad.
Tú eres la amabilidad que expresas al hablar. Eres
el perdón que das cuando te ofenden, y la empatía
sincera que brindas a quien pasa un momento
difícil. Eres el afecto sincero que les das a otros sin
esperar algo a cambio. Eres la sonrisa que regalas
al desconocido que pasa a tu lado, o el abrazo
honesto que compartes con otro ser humano.
Eres la generosidad que evidencias al compartir
lo que no te sobra con otro. Eres la tolerancia que
tienes ante alguien que te impacienta, y la humildad
de no hacer sentir a nadie menos que tú. Eres la
madurez y coherencia con las que llevas la vida; en
lo que piensas, hablas y haces. Eres tu sinceridad
al decir “te amo”, no por inercia, sino sabiendo lo
que amar en verdad significa.

ORACIÓN:
Examíname, Dios, y conoce mi
corazón; pruébame y conoce mis
pensamientos. Señálame lo que en
mí te ofende, y guíame por la senda
de la vida eterna.

COMPROMISO:
Expresaré afecto sincero a mis seres queridos.
Los llamaré por teléfono a algunos de ellos para
decirles cuánto los aprecio y expresarles mi deseo
de estudiar la Biblia con ellos.
17 de Febrero

GENEROSIDAD ES
LA RESPUESTA

Siempre habrá pobres en esta tierra, por


eso te ordeno que seas muy generoso
con los pobres y los necesitados.
Deuteronomio 15:11

El pecado trajo a la tierra calamidad y pobreza. El


texto sagrado advierte que no faltarán personas
con necesidades. Frente a esto, la respuesta de
los hijos de Dios es la generosidad: le abrirán
su mano a los menesterosos. Toda adversidad
es convertida en una oportunidad. Dios hace de
cada situación una experiencia de mejoramiento
y aprendizaje.
Las enseñanzas de la Biblia enternecen nuestro
corazón y nos instan a la bondad. Dios nos instruye
en abundancia y dadivosidad porque es su esmero
transformarnos. Después de todo, nos está
preparando para un reino sin fin en donde la vida
estará garantizada por la práctica permanente del
amor entre todos los que ahí habitan.
El carácter nuestro, enrarecido por el pecado y hecho
egoísta necesita ser renovado. El mundo nos enseña
a darle valor a lo que poseemos, pero la Biblia nos
enseña a darle valor a lo que somos. Su énfasis no
está en “qué tenemos” sino en afianzar en nosotros
“quiénes somos”.
Recuerda esto: Tú eres la gentileza que muestras
hacia quien no puede hacer nada por ti. Eres la
simpatía que expresas ante un niño, un anciano o
una mascota. Eres la sencillez que manifiestas al
no discriminar a otros por sus gustos, costumbres
o posición.
Eres la inteligencia emocional que proyectas al pensar
antes de hablar para no herir a otros. Eres el aliento
que trasmites al que está sintiéndose deprimido
o derrotado. Eres el coraje que les impartes a los
demás para que se sientan valorados.

REFLEXIÓN:
Ser generosos implica todo un cambio en nuestra
mentalidad y actitud. Es un cambio que nos conviene,
ya que nos impulsa en la vida y nos lleva a progresar.
Si nos enseñamos a dar más de nosotros mismos
hallaremos también la ruta para triunfar en nuestros
propósitos, iniciativas y emprendimientos.
18 de Febrero

EL GENEROSO SERÁ
PROSPERADO

Ahora bien, el agricultor que siembra pocas


semillas, obtendrá poca cosecha; pero el que
siembra mucho, mucho cosechará.
2 Corintios 9:6

Todos queremos progresar, alcanzar logros y


realizar nuestros sueños. Quizás lo que a veces
no pensamos es que para eso se necesita primero
«sembrar generosamente». Esta expresión hace
referencia a la importancia del esfuerzo, la entrega,
la disciplina, el sacrificio y otras tantas condiciones
que, en forma previa, se requieren de nosotros si
queremos ver resultados.
Hay una gran enseñanza en esta analogía bíblica.
Sólo quien siembra podrá cosechar. El que siembra
es el que verá frutos. Si se siembra en forma
escasa, el resultado será escaso. Si se siembra con
generosidad, el resultado será grande. Esta es otra
sorprendente faceta de la maravillosa virtud de la
generosidad.
Ningún cultivador esperaría que su campo le diera
cosechas simplemente por inercia. Nadie esperaría
que de un terreno abandonado por unos meses
apareciera de la nada una gran cosecha de algo
que ni siquiera ha sido sembrado. Todo agricultor
sabe que debe esforzarse ardua y generosamente
en la labor de su tierra si la quiere ver productiva.
Así es también nuestra vida, si queremos ver buenos
frutos más adelante, debemos esmerarnos lo más
posible: ser esforzados, constantes, disciplinados…
mantenernos “sembrando generosamente”.

ORACIÓN:
Querido Dios, te pido que pongas en mi
mentalidad de progreso. Ayúdame a
entender lo que significa ser «generoso
en sembrar» al tener alguna iniciativa
o emprender acciones para avanzar
en la vida. Que tu Espíritu oh Dios me
dé sabiduría al respecto.

COMPROMISO:
Caminaré orando con fe alrededor de
donde viven mis vecinos y reclamaré la
conversión de ellos a Dios.
19 de Febrero

COSECHAMOS LO
QUE SEMBRAMOS

No se engañen a sí mismos; nadie


puede engañar a Dios; uno siempre
recogerá lo que haya sembrado.
Gálatas 6:7

El agricultor que desea recoger una abundante y


sana cosecha tiene que trabajar esmeradamente
su tierra. Debe limpiarla, sembrarla, regarla,
desyerbarla, abonarla y cuidarla en forma constante
para poder ver los frutos. Algunas cosas como
plagas o inundaciones pueden no estar del todo
bajo su control, pero igual debe arriesgarse y obrar
con mucha entrega, fuerza y perseverancia.
Aquellas personas que se proponen algo y le
dedican tiempo; que son constantes, aprenden,
corren riesgos, se atreven, vencen temores y
demás, son esos que «siembran con generosidad»
y como resultado recogen de igual forma.
Tal es la clave para triunfar en el ejercicio de una
profesión u oficio, al echar a andar un negocio
propio, al tener alguna iniciativa o fijarse cualquier
meta en la vida: sembrar con generosidad.
Acostumbrarnos a dar más de nosotros mismos
es lo que nos pone en la senda de la prosperidad. A
eso se refiere el vital concepto bíblico de la siembra
y la cosecha. Otra razón para aprender y practicar
más la virtud de la generosidad: nos encamina
hacia el éxito.
Es muy clara, precisa y oportuna la enseñanza
bíblica: «lo que el hombre siembra, eso es lo que
recoge». Un principio vital que se aplica a todos
los ámbitos de nuestra existencia. Que Dios nos
ayude a ser correctos y fecundos «sembradores».

REFLEXIÓN:
La generosidad es la clave del progreso. Es una
cuestión de amplitud de pensamiento. Implica una
mente abierta y abundante que ayuda a avanzar
con confianza y buena disposición. Es otra razón
por la cual Dios nos quiere enseñar tan esencial
virtud. Él nos inculca la generosidad no solo en lo
financiero, sino en todos los aspectos posibles.
¡Practiquémosla!
20 de Febrero

EL GENEROSO
EMPRENDE Y
LOGRA

Poderoso es Dios para darles en abundancia


sus bendiciones, de tal manera que, siempre
y en todas las circunstancias, no sólo tengan
para satisfacer las necesidades propias sino
también para dar en abundancia a los demás.
2 Corintios 9:8

El plan de Dios es hacer que sus hijos sean


perfeccionados. Él espera que a medida que
van creciendo de su mano, sean abundados
en gracia, virtud y capacidad. De esa manera,
llegarán a tener lo suficiente de todas las cosas
y abundarán para toda buena obra. El Padre
celestial es quien obra tan maravilloso cambio
en nosotros enseñándonos generosidad.
Quien ha aprendido a dar es porque ha aprendido
también a tener confianza en Dios. Cuando hay
confianza y fe, aumenta nuestra eficacia personal.
En ese estado nos tornamos más optimistas. Nos
sentimos más seguros y capaces. Percibimos el
impulso y el respaldo divino. Nos atrevemos a más,
emprendemos más y logramos más.
El generoso emprende y logra. Es interesante que
aún en el medio científico se estudie esa conexión
entre generosidad y progreso personal. Algunos
investigadores creen que nuestra experiencia de
vida es moldeada en virtud de los mensajes que
enviamos a nuestra mente. Mensajes de buena
calidad crean una mente de buena calidad.
El que da, envía un mensaje de abundancia a su
mente que lo impulsa a crecer y mejorar. El que se
abstiene de dar, envía un mensaje de escasez. La
recurrencia de una de estas dos posturas establece
la pauta de vida, hacia la acción y la abundancia, o
hacia la inacción y la escasez.

ORACIÓN:
Padre, Dios generoso, te pido que mi
carácter se asemeje más al suyo. Que
la hermosa y edificante virtud de la
generosidad pueda ser mía cada día más.

COMPROMISO:
Buscaré una nueva persona de mi lista de oración
o de mis vecinos por los cuales he orado con quien
comenzaré un estudio bíblico y continuaré con la
que ya inicié el mes pasado.
21 de Febrero

GENEROSIDAD:
UNA ENSEÑANZA
MAESTRA

El SEÑOR, su Redentor, el Santo de Israel, dice: Yo


soy el SEÑOR Dios de ustedes, que los castiga para su
bien y que los guía por la senda que deben seguir.
Isaías 48:17

Dios está empeñado en enseñarnos a ser


generosos. La generosidad renueva y formatea
nuestra mente. Cuanto más generosos somos,
más fluyen mensajes de abundancia y progreso
por nuestra inteligencia. Esto impulsa a actuar y
vivir como tal. En otras palabras, la generosidad
es detonante y dinamizador de nuestro ingenio y
capacidad de realización.
Cuando pensamos y actuamos con generosidad
es como si se abriera en nuestro cerebro la
ventana de la creatividad y las soluciones. Por el
contrario, cuando actuamos con mezquindad y
temor estos obran en sentido contrario y no dejan
abrir esa ventana.
En tiempos de grandes desafíos económicos
como los actuales es vital avivar nuestro ingenio
para buscar salidas y poder emprender con éxito
la búsqueda de alternativas para mejorar nuestro
propio sustento.
Obedezcamos a Dios para que así también se
ensanche nuestra mente y capacidad de logro.
Al final del proceso, gozaremos los frutos de una
mentalidad generosa o padeceremos las carencias
propias de una mentalidad mezquina.
Confiemos en Dios y dejémonos instruir por Él. ¿Por
qué habríamos de entorpecer nosotros mismos el
plan de Dios de hacer que abunde en nosotros toda
gracia y tengamos siempre en todas las cosas lo
suficiente?

REFLEXIÓN:
La generosidad nos forma y ensancha nuestras
potencialidades. Uno de los frutos de la generosidad
es que a través de ella ganamos en confianza y
capacidad. Quizás no teníamos claro esto, pero
tal vez ahora podamos ver mejor la intención del
cielo de enseñarnos generosidad y cómo esta
virtud, que implica constante práctica, impacta
de manera tan positiva nuestra vida.
22 de Febrero

ORIGEN DE LA
ABUNDANCIA

En el principio creó Dios


los cielos y la tierra.
Génesis 1:1

El primer libro de la Biblia es el Génesis.


Esta palabra proviene del idioma griego;
su significado es: “origen”, “principio”. En la
antigüedad se usaba también para referirse
a “nacimiento”. El Génesis trata acerca del
comienzo o inicio de todo.
Hoy el término “génesis” se emplea también para
expresar conceptos como: “proceso por el cual se
originan o producen las cosas”, o, “lo que hace que
las cosas discurran, tengan lugar o tomen marcha”.
El análisis etimológico (estudio de las palabras por
su origen) de “génesis” muestra que inicia con la
raíz “gen”. De nuevo, una partícula que se refiere a
“origen” o “nacimiento”. Es decir, el “punto de partida
de las cosas”.
Captemos ahora que la palabra “generosidad” inicia
también con la raíz “gen”. Esto hace alusión al punto
de inicio o nacimiento de la abundancia (prosperidad),
o el proceso que lleva a ella.
“Generoso”, viene del latín “generosus” que significa
“abundante en nobleza y virtud”. Sus componentes
léxicos son: “genus”, “generis” (estirpe, linaje,
nacimiento), más el sufijo “oso” (abundancia). En
un comienzo, la palabra “generosidad” se usó para
designar a “individuos nobles abundantes en bondad
y dignidad, condición que les provee prosperidad y
bendición”.

ORACIÓN:
Dios Eterno, ayúdame a ser de ese linaje
especial que abunda en virtud y es
bendecido, es decir, a ser “generoso”, por
su significado, que ahora entiendo mejor.

COMPROMISO:
Al alistar mi próximo sobre de diezmo y
ofrenda recordaré el profundo significado de
“generosidad”.
23 de Febrero

LINAJE
DE DIOS

Pero ustedes son una familia escogida, son


sacerdotes reales y son una nación santa. Son
un pueblo que Dios compró para que anuncien
sus obras extraordinarias; él fue quien los
llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.
1 Pedro 2:9

La Biblia hace alusión a dos linajes o grupos de


personas en la tierra. Aunque todos hemos sido
afectados por el pecado y sus consecuencias
nocivas, podemos escoger de qué lado continuar
por la vida. Podemos ubicarnos del lado de la luz
o del lado de la sombra o tinieblas.
Estos dos linajes o simientes son el producto
de ejercer nuestro libre albedrío, propio de seres
creados libres. Así pues, hay un grupo compuesto
por quienes eligen seguir a Dios y otro integrado
por aquellos que optan por distanciarse de Él.
La elección correcta, desde luego, es buscar a Dios
y aprender de Él, atender su llamado y aceptarlo.
El Eterno se complace con quienes deciden hacer
de su existencia una experiencia con verdadero
significado y propósito, aquellos que anhelan una
vida que no concluye.
El cielo acoge a esos que eligen la vida y el bien
dotándolos con las virtudes de la luz admirable que
emana de ahí. Por su fe en Cristo, ellos son hechos
hijos de Dios. Y por la obra del Espíritu Santo, son
transformados.
Los textos sagrados se refieren a quienes aceptan la
dádiva de Dios como linaje escogido, nación santa.
Estas personas mejoran día a día viviendo para gloria
del Eterno. La generosidad se manifiesta en ellas. Es
decir, llegan a abundar en dignidad y bondad; pasan
a ser fuente de bendición, mejorando su entorno.
Dios los bendice para que bendigan a otros.

REFLEXIÓN:
Nadie en este mundo reúne los atributos propios
del cielo. Ningún ser humano por sus méritos
puede ganar el acceso a la eternidad. Para eso
vino el Hijo de Dios, para salvar lo perdido. Cristo
logró por nosotros la victoria; dependemos de Él.
Nuestro éxito se basa en mantenernos en estrecha
relación con Él, aprendiendo a ser semejantes a
Él. Quien obra en nosotros es Él.
24 de Febrero

LA SENDA PARA
TRIUNFAR EN
LA VIDA

Den, y les darán a ustedes; es más, les echarán en


el regazo una medida llena, apretada, sacudida y
repleta. El principio es este: con la medida con la
que midan a los demás los medirán a ustedes.
Lucas 6:38

Cuando damos, recibimos. Y hay retorno en


la misma proporción en que damos. Este es
un principio bíblico clave para triunfar en la
vida. Empresarios, comerciantes, empleados,
deportistas, estudiantes quieren el triunfo.
¡Todos lo queremos! Aunque a veces no nos
demos cuenta de que el triunfo implica dar.
Dar marca la senda para triunfar en la vida. Dar más
de nosotros mismos, dar más esfuerzo, dar más
calidad, dar más puntualidad, dar más satisfacción,
dar más compromiso y dar más dedicación.
En la medida que damos, llegan las recompensas
o retribuciones. Algunas veces en otro momento,
en otras circunstancias, de otras personas, pero
llegan. Así funciona. «Dad, y se os dará».
Esta condición natural de dar se afectó gravemente
en el ser humano con la aparición del pecado.
El pecado trastornó nuestra existencia. Nos hizo
egoístas y mezquinos. Por esa razón, Dios se
propuso restaurar nuestro carácter. El Eterno
debió establecer entre los suyos la dadivosidad
sistemática. Él quiere enseñarnos y habituarnos
de nuevo a dar siempre.

ORACIÓN:
Querido Dios, ayúdame a desarrollar
más fe y confianza en las instrucciones
dadas en tu Palabra. Te pido que me des
el gozo de practicar de la dadivosidad
sistemática. Ayúdame para que día
tras día entienda y disfrute las ricas
bendiciones que ella trae.

COMPROMISO:
Escribiré por WhatsApp a las personas
por las que estoy orando y compartiré
un mensaje de esperanza.
25 de Febrero

EDUCADOS POR
DIOS PARA DAR

El pueblo que se había ido de Judá a las tribus


del norte, y el pueblo de Judá que vivía en las
provincias también trajeron los diezmos del ganado
y de las ovejas, y el diezmo de las cosas dedicadas
al SEÑOR, y los pusieron en grandes montones.
2 Crónicas 31:6

En su objetivo de enseñarnos a dar, fundamento


del triunfo en esta vida, Dios estableció para los
suyos el sistema de la dadivosidad o benevolencia
sistemática.
Estudiemos estas claras y precisas declaraciones:
«El sistema especial del diezmo se fundaba en
un principio que es tan duradero como la ley de
Dios. Este sistema del diezmo era una bendición
para los judíos; de lo contrario, Dios no se lo
hubiera dado. Así también será una bendición
para los que lo practiquen hasta el fin del tiempo»
(Joyas de los Testimonios, T.1 p. 385).
«Nuestro Padre celestial no creó el plan de la
benevolencia sistemática para enriquecerse, sino para
que fuese una gran bendición para el hombre. Vio que
este sistema de beneficencia era precisamente lo que
el hombre necesitaba» (ídem).
Todos los que han acogido con fe estos principios
dados por Dios dan testimonio de la bendición
que reciben. Especialmente cuando emprenden
negocios y actividades económicas independientes
en las cuales ponen a Dios en primer lugar.
Seamos constantes y leales a las indicaciones
dadas por Dios. Los principios celestiales son
eficaces y están siempre vigentes. Sigamos
comprobando en nuestra vida el poder y la veracidad
de Aquel que nos la imparte.

REFLEXIÓN:
Quienes practiquen lo instruido por Dios hasta
el fin del tiempo tendrán su bendición. Es lo
que necesitamos como seres humanos e hijos
de Dios para poder cambiar y proyectarnos al
triunfo en esta vida, y en la venidera.
26 de Febrero

GENEROSIDAD
Y ORDEN

Pero háganlo todo de manera


correcta y ordenada.
1 Corintios 14:40

El orden es la primera ley del cielo. Dios inculca


el orden. Toda su maravillosa creación es un
ejemplo de orden. La generosidad no rivaliza con
el orden. Por el contrario, de muchas maneras
fomenta el orden.
Quienes llevan sus cuentas en orden tienden a ser
más leales y generosos con la causa de Dios. La
dadivosidad sistemática ayuda a que administremos
los recursos con orden. Es parte del plan formativo de
Dios para sus hijos.
Si somos socios de Dios, debemos llevar bien las
cuentas y así rendirle cuentas claras al dador de todo
lo que poseemos. Esa ya es una gran ventaja: nos
permite tomar mayor consciencia del uso del dinero y
del manejo de los recursos.
De hecho, la falta de orden es la falla de muchísimas
personas. Esta les trae serios problemas financieros,
no tienen una noción clara de sus gastos.
Es necesario que aprendamos a ser más ordenados
y más generosos. Dios sabe el provecho tan grande
de una mejora así en nuestra vida: sana el egoísmo,
desarrolla en nosotros virtud, nos impulsa al progreso
personal y además nos prepara para la eternidad.

ORACIÓN:
Mi Dios Creador de los cielos y de la
tierra, ayúdame a mejorar en el orden
en todas las cosas. Que por la influencia
del Espíritu Santo llegue a ser un buen
administrador, leal y generoso.

COMPROMISO:
Escogeré dos o tres casas de mis vecinos y
les demostraré el amor de Dios a través de
un libro, revista o alimentos.
27 de Febrero

DIOS ORDENA
NUESTROS
PASOS

Los pasos de los buenos son


guiados por el SEÑOR. Él se
deleita en cada paso que dan.
Salmos 37:23

Muchas personas fracasan en lo económico


por falta de orden. Muchos pequeños negocios
se van a quiebra debido al desorden financiero.
El siguiente párrafo nos ofrece indicaciones
exactas al respecto:
«Aquellos cuyas manos están abiertas para
responder a los pedidos de recursos para sostener la
causa de Dios y aliviar a los pobres y los necesitados,
no son los que manejan sus asuntos financieros con
flojedad, laxitud y lentitud. Siempre son cuidadosos
en mantener sus gastos por debajo de sus ingresos.
Son económicos por principio; sienten que su deber
consiste en ahorrar, con el fin de tener algo para dar»
(Consejos sobre mayordomía cristiana, p. 265).
En otras palabras, a los buenos administradores se
les facilitan las cosas cuando de generosidad se
trata. Por el contrario, los malos administradores
padecen las consecuencias de su desorden y
tienden a fallar y no ser fieles.
Así pues, con su plan de benevolencia sistemática
para fomentar la generosidad, Dios nos provee un
triple beneficio: nos ayuda a mantener el orden, nos
permite estar más conscientes de cómo usamos el
dinero y nos bendice por hacerlo.
Al administrar los recursos, que no son nuestros,
sino de Dios quien nos los confía, hagámoslo con
orden para que nos vaya bien. Tengamos presente
que es el Señor quien ordena nuestros pasos.

REFLEXIÓN:
Si emprendemos un negocio propio, manejémoslo
con orden para que pueda prosperar. El buen manejo
de los recursos facilita también el que haya para dar.
Hagamos el propósito de aprender a ser mejores
administradores, eso nos lleva a ser más fieles y
generosos. Oremos con fervor por eso. Así honramos
al Dios del orden.
28 de Febrero

RECORRER
LA MILLA
EXTRA

Si los obligan a llevar una carga un


kilómetro, llévenla dos kilómetros.
Mateo 5:41

En los tiempos de Cristo, si un ciudadano romano


que estaba de mudanza encontraba por el camino
a un judío y le pedía a esta colaboración, la norma
exigía que el judío debía llevarle parte de la carga
por una milla. Roma era el imperio dominante del
momento. Desde luego, esto resultaba humillante
e incómodo para cualquier persona judía que vivía
en aquellos tiempos.
Consultando los discípulos a Jesús sobre el asunto,
recibieron una instrucción desconcertante: no ir
por una milla, sino por dos. Acaso, ¿era una forma
extrema de generosidad? Ellos esperaban que les
dijera algo así como: «no tienen que hacer eso».
Ahora bien, Cristo nunca indica algo que perjudique.
¿Qué quería enseñar entonces?
Pues bien, este episodio dio lugar a la famosa
expresión de «Recorre la milla extra». Y todo el
que lo hace, llega lejos en la vida. Siempre que
oímos de un deportista, estudiante, empresario,
profesional, artista o de alguien que triunfa, es
porque ha recorrido la «milla extra». Pues todo
aquel que hace cosas «extra», deja de ser ordinario
para transformarse en extraordinario.
Es crucial el desarrollo de una mente holgada
que nos mueva hacia adelante. Por eso, cuando
el generoso emprende, sumando su esfuerzo
y constancia, logra. Y logra, porque se ha
acostumbrado a recorrer la «milla extra». Cristo
enseñó la excelencia.

ORACIÓN:
Oh Espíritu Santo, ayúdame a entender
y practicar las enseñanzas de Jesús,
aunque a primera instancia me parece
desconcertante. Ayúdame a mejorar
mi carácter.

COMPROMISO:
Comparte publicaciones cristianas impresas o
virtuales, música cristiana o vídeos cristianos con
tus amigos y estudiantes de la Biblia.
01 de Marzo

EN BUSCA DE
LA EXCELENCIA

Y vivan amando a los demás, siguiendo el ejemplo


de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros en
sacrificio, como ofrenda de perfume agradable a Dios.
Efesios 5:2

La Biblia presenta el amor de Cristo por nosotros


como un ejemplo digno de imitar. Su bondad y
entrega son impresionantes. Todo su ser trasluce
la excelencia de su carácter.
La palabra excelencia viene de “excederse”, ir más
allá de lo esperado. En verdad este asunto rompe con
todo esquema o convencionalismo. Toda persona
que brinda niveles de excelencia en lo que hace o
en cómo es, inexorablemente se destaca, progresa y
triunfa.
Jesús fue más allá de todo lo concebible. Dio aún
más de lo imaginable. No dio un porcentaje, no dio un
10 %, ni dio un 50 %. Sencillamente no tuvo medida.
Jesús dio todo de sí por nuestra salvación. Por eso,
se sentará a la diestra del trono celestial. No hay
cómo describir la majestuosidad de su extraordinario
carácter. Su ser es la generosidad sin límites.
La excelencia de Cristo nos parece difícil de entender.
Él demuestra que nadie se empequeñece debido a
que sirve a otros más allá de lo comprensible; su
ejemplo revela que la grandeza es la consecuencia
de dar todo de sí.
Aquel que obra con excelencia ha tomado la mejor
ruta de superación y progreso. Los negocios y
emprendimientos más exitosos y aclamados están
ligados a una experiencia de calidad excepcional en
sus usuarios y clientes.
La excelencia personal y empresarial se basa en
recorrer la «milla extra». Excederse en bondades es
muy retributivo. Si emprendes un negocio propio o
un proyecto, ten esto muy en cuenta.

REFLEXIÓN:
La excelencia es clave para triunfar en cualquier
ámbito o iniciativa que se emprenda en la vida.
Hagamos el hábito de recorrer «la milla extra» e
incluyamos en esto la fidelidad y la generosidad.
El excepcional ejemplo de Cristo nos inspira.
02 de Marzo

GENEROSIDAD
EMOCIONAL

Jesús estaba en Betania, en casa de Simón al que


llamaban el leproso. Mientras comían, llegó una
mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume
hecho de nardo puro, muy costoso. Rompió el frasco y
derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús.
Marcos 14:3

Este episodio bíblico ofrece muchas enseñanzas.


El perfume derramado sobre Cristo era muy
costoso; el vaso quebrado era muy costoso
también. Eso hizo que algunos cuestionaran el
hecho; asumían que hubiera sido mejor haber
vendido el caro perfume y emplear esos elevados
recursos para otros fines que, en opinión de ellos,
eran más importantes.
Jesús, sin embargo, no rechazó el gesto de la mujer
que así obró. Al contrario, destacó la gratitud de ella y la
sinceridad de su acto; había sido perdonada de muchos
pecados y expresaba su amor, reconocimiento y gozo
por su Salvador. No reparó en el costo del vaso o de
su contenido. Su acción tenía un inmenso valor, más
que monetario, y un profundo significado que Jesús
celebró.
Hay ocasiones en que queremos comunicar nuestros
sentimientos más allá de lo que representa el costo
económico de nuestra dádiva o manifestación
de gratitud. El fariseo hipócrita, como el discípulo
traidor, reprenden el acto debido a sus prejuicios y
argumentando los altos costos. Jesús, no obstante,
prefiere dar mérito, apreciar y disfrutar las expresiones
de amor y agradecimiento.
Jesús es sensible, da valor a las emociones y a las nobles
expresiones de estas. Él nos enseña la importancia de
reconocer, elogiar, sentir; no ahorrando en hacerlo. En Él
no hay forma alguna de mezquindad. Bien podríamos
hablar aquí de «generosidad emocional».

ORACIÓN:
Amado Dios ayúdame a practicar la
generosidad en todas sus formas. Ser más
sensible, expresivo, detallista. Las cosas, por
costosas que sean, se van; los momentos
especiales nunca se olvidan ni pasarán.

COMPROMISO:
Expresaré hoy mismo mi «generosidad
emocional» con palabras y hechos a los
miembros de mi familia.
03 de Marzo

DADORES
ALEGRES

Cada uno tiene que determinar cuánto va a dar.


Que no sea con tristeza ni porque lo obliguen,
porque Dios ama al que da con alegría.
2 Corintios 9:7

Para Dios son un deleite los dadores alegres.


Esto es, aquellos que dan con alegría y se gozan
al hacerlo. No solo en el sentido de dar dinero
o cosas materiales, sino especialmente por
cuanto dan más de sí mismos; se complacen
en compartir lo mejor de su ser.
No hay nada más sincero y auténtico que dejar traslucir
lo mejor de nosotros mismos en procura de lo mejor
para los demás. Se dice que aquellos que carecen de
generosidad y desprendimiento en lo material, por lo
general, experimentan lo mismo en lo emocional. Se
pueden volver insensibles a las emociones y distantes
en las relaciones con los demás.
La mezquindad en lo económico podría ir de la mano
con la opacidad de los sentimientos. La incapacidad
para dar puede afectar distintas áreas del ser. En tales
circunstancias, se puede estar experimentando falta de
«generosidad emocional».
Los tiempos actuales promueven el individualismo, el
cual suele derivar en egocentrismo y avaricia. Y no solo
no se da dinero; tampoco se da cariño, afecto o detalles
significativos. No solo no se da ayuda; tampoco se da
una sonrisa, un saludo o un elogio.
Hoy en día rigen el ensimismamiento, el temor, la
inexpresividad. Predominan el egoísmo, la preocupación
exclusiva por el yo. Por consiguiente, hay una urgente
necesidad de Dios. Urge la transformación del carácter;
labor que solo puede hacer el Espíritu Santo.

REFLEXIÓN:
Que Dios nos ayude a sentir, valorar, apreciar,
relacionarnos mejor, ser más espontáneos y
disfrutar más la existencia. Pongamos en práctica,
cada vez más, la «generosidad emocional».
Pidamos al Señor ser más generosos en lo
emocional, así como también en lo material. En
oración, permitamos al Espíritu Santo escudriñar
y mejorar plenamente nuestro ser.
04 de Marzo

DAR PRIMERO
A DIOS

¡Alabado sea el Dios Altísimo que te permitió


derrotar a tus enemigos!. Entonces Abram
le entregó a Melquisedec la décima parte de
todos los bienes que había recuperado.
Génesis 14:20

Nos conviene la fidelidad a Dios. Desde toda


perspectiva. No solo forma el carácter en
preparación para el reino de Cristo, también nos trae
grandes beneficios que se gozan en esta existencia.
Vemos frutos de progreso general, crecimiento
interior, protección celestial, mejoramiento financiero
y enormes bendiciones más.
Así lo vivió el patriarca Abram, conocido como el
padre de la fe. Él salió de Ur de los caldeos, por
llamado divino, para que su descendencia fuera
bendecida. Su peregrinaje en la tierra no tendría
éxito sin la compañía de Dios. Entonces se aseguró
pactando regresar una décima parte de lo que de
Dios mismo recibía. Así pues, decidió que siempre
daría a Dios primero.
Cuando el rey de Salem y a la vez sacerdote del
Dios Altísimo Melquisedec fue a su encuentro para
bendecirlo, luego de una victoria portentosa que
Dios le había concedido, Abram comprendió que se
trataba de la autoridad designada por Dios y le dio
los diezmos de todo.
La historia de Abram, llamado luego Abraham, es el
rico relato de aquel que avanza por esta vida, con
sus encantos y desencantos, alegrías y tropiezos, y
que gracias a su pacto con Dios sellado por medio
del diezmo, es hecho un vencedor.

ORACIÓN:
Te expreso mi Dios, mi gozo y gratitud al
haber pactado contigo para devolverte
los diezmos y las ofrendas de todas tus
bendiciones. Reconozco tu soberanía y
majestad, tus bendiciones abundantes
sobre mi vida, y así como obraron los
grandes héroes de la Biblia, quienes
nos dan su valioso ejemplo, ayúdame
a seguir sus pasos.

COMPROMISO:
Hoy haré planes para pronto visitar a las personas
que estoy dando estudios bíblicos.
05 de Marzo

FORMACIÓN
Y BENDICIÓN
PARA LOS
HIJOS DE DIOS

En aquel día fueron puestos varones sobre las cámaras


de los tesoros, de las ofrendas, de las primicias y de
los diezmos, para recoger en ellas, de los ejidos de las
ciudades, las porciones legales para los sacerdotes y
levitas; porque era grande el gozo de Judá con respecto
a los sacerdotes y levitas que servían.
Nehemías 12:44

El pueblo de Dios ha practicado por siglos la


recolección de diezmos y ofrendas. Lo concerniente
a estos asuntos está establecido con claridad en la
Biblia y su práctica tendrá vigencia hasta el fin del
tiempo. Hay diversos propósitos que el cielo busca
alcanzar por este medio.
Esta iniciativa de fidelidad a Dios es también
responsable de hacer más personas exitosas
en la tierra que ninguna otra. El Creador apunta
especialmente al desarrollo de grandes virtudes en el
carácter de los futuros herederos del reino de Cristo,
quienes ven los frutos desde el presente.
Abraham es ascendiente del judaísmo, del cual deriva
el cristianismo. Judíos y cristianos que han practicado
el principio del diezmo han sido bendecidos hasta
ser sobreabundados. De muchos es conocido el
espíritu empresarial judío y que esta es la clave de
su prosperidad.
El pacto del diezmo establece implícitamente la
dependencia de Dios y el reconocimiento de su
señorío. En realidad, es declarar que se habita al
abrigo del Altísimo y que se está bajo la sombra del
Omnipotente. Inexorablemente, esto lleva a la paz y
al progreso. Es fe viva.
Esta práctica bíblica echa a andar unas matemáticas
inexplicables. Diezmar y ofrendar, en apariencia,
disminuyen el ingreso; sin embargo, no se da una
resta, sino una multiplicación. Quienes son fieles al
Señor, testifican de los grandes favores y bendiciones
celestiales que así reciben.

REFLEXIÓN:
Quienes practican fielmente la dadivosidad
sistemática del diezmo y la ofrenda, tal como han
sido estipulados en la Biblia, comprenden bien lo que
significa esta máxima: «Mejor es un día de bendición
divina, que mil días de esfuerzo humano». Seamos
fieles, siempre fieles a Dios.
06 de Marzo

APOYAR
LA CAUSA
DIVINA

Aquellos cuyo corazón fue tocado por el Espíritu de


Dios volvieron con sus ofrendas de materiales para el
santuario y su equipo, y para las vestiduras sagradas.
Éxodo 35:21

Dios ha previsto que su obra en la tierra sea


impulsada por sus hijos. Es su plan divino y es
nuestro privilegio hacerlo como hijos de Dios.
Desde siempre, las Sagradas Escrituras registran
los llamados de Dios a fortalecer su causa, y así
mismo, las acciones de Dios para favorecer a
los suyos. Es una relación de mutua y continua
reciprocidad.
En efecto, nos beneficiamos de la obra de Dios porque
de ella aprendemos. Esta nos hace progresar en todo
sentido. Por consiguiente, es un honor para nosotros
entrar en la dinámica de apoyarla para que otros
también puedan verse beneficiados de los planes del
cielo. El amor no es pasivo, es activo y emprendedor.
Esa es la gran lección.
Dios apela a nuestra dadivosidad para habituarnos
a apoyar su causa. A cambio, nos enseña a ser
responsables del manejo de riquezas que en realidad
son suyas. Nos las va confiando en mayor proporción
a medida que le demostramos nuestra seriedad,
lealtad y correcta administración.
En los textos bíblicos leemos de personajes que hicieron
sociedad con Dios. En la iglesia vemos innumerables
testimonios de quienes han pactado lealtad al Altísimo;
su alegría es apoyar la causa divina. Todos ellos han
gozado de protección, seguridad y victoria.

ORACIÓN:
Señor, ayúdame para poder atender cada
llamado a la generosidad con corazón
estimulado y buena voluntad. Ayúdame a
ser fiel en la devolución de los diezmos y a
ser generoso en las ofrendas sistemáticas
en cada bendición recibida.

COMPROMISO:
Reuniré a mi familia y planificaré la devolución
sistemática de los diezmos y haré una distribución
en porcentaje de las ofrendas sistemáticas y las
distribuiré entre los integrantes de mi familia para
llevarlas este sábado a la iglesia y oraré a Dios para
que nos mantenga fieles a este pacto.
07 de Marzo

ADMINISTRADORES
DE DIOS

Todo el que tenga corazón generoso, puede


traer las siguientes ofrendas al SEÑOR:
Oro, plata, y bronce…
Éxodo 35:5

Nuestro Padre celestial nos llama a ser buenos


administradores y mayordomos suyos en
este viaje a la nueva Jerusalén, Él nos está
educando para su reino. Este texto explica eso
con claridad:
«El oro y la plata pertenecen al Señor. Él podría, si quisiera,
hacerlos llover del cielo. Pero ha preferido hacer del hombre su
mayordomo, confiándole bienes, no para que los acumule, sino
para que los emplee haciendo bien a otros. Hace así del hombre
su intermediario para distribuir sus bendiciones en la tierra»
(Consejos sobre mayordomía cristiana, p. 17).
Qué maravilloso privilegio el ser administradores de las
bendiciones celestiales en la tierra. El propósito de la
riqueza en la Biblia no es la acumulación o la presunción.
Esencialmente, es poder bendecir y prosperar otras
vidas. Cuanto mayormente cumplamos con esto, más
nos es confiado para administrar. Tal es el enfoque
correcto. Esa es la perspectiva divina sobre el tema.
Lo triste es que el mundo se mueve en otra dirección. Y
eso confunde a muchos. Impera el egoísmo y el culto
al yo. Cosa que amar a Dios y apoyar su causa, suena
extraño; bendecir a otros, parece tonto. Por tal motivo,
se hace necesario replantear esa errónea óptica.
Que el Señor, por medio de la influencia del Espíritu Santo,
nos ayude a entender el propósito de la riqueza, a fin de
no seguir el libreto del mundo que nos está afectando,
sino el plan divino. La intención del Todopoderoso es
conducirnos a nuestro eterno hogar.

REFLEXIÓN:
¡Qué privilegio avanzar de la mano del Omnipotente
sirviendo e impulsado su causa! ¡Qué honor
es asociarse con el Eterno! Emprendedores,
empresarios, y en general, todos aquellos que
hacen a Dios su socio, han podido comprobar la
bendición que eso representa. Todo el que hace
a Dios su socio disfruta de esa promesa especial
que Él ha reservado para los suyos.
08 de Marzo

EL PACTO
CON DIOS I

Traigan todos los diezmos a la tesorería del


templo, para que haya alimento suficiente en
mi Templo. Si lo hacen, yo abriré las ventanas
de los cielos y haré que venga sobre ustedes una
benéfica y oportuna lluvia sobre sus campos
para que obtengan abundantes cosechas. ¡Los
exhorto a que me prueben en esto!
Malaquías 3:10

El Eterno nos insta a la fidelidad, trayendo a la


tesorería de la iglesia la décima parte de lo que
Él mismo nos da. En forma decidida expresa
su voluntad con el fin de sanarnos del egoísmo
y enseñarnos a confiar en Él. Quiere volvernos
generosos y leales como Él lo es.
Conocer y practicar la verdad bíblica presentada
en Malaquías 3:10 es un inmenso privilegio y un
gran honor que el Omnipotente nos concede e
incluye una promesa formidable de bendición. No
obstante, estos textos sagrados causan recelo
a algunos. Esgrimen toda clase de argumentos
con la intención de contrarrestar o eludir la clara
instrucción del Padre celestial.
Quienes hacen a un lado este pacto con Dios se
autoexcluyen de su gran promesa de progreso,
que va mucho más allá de lo económico. Tal vez
se deba a que, en lugar de aprender a depender
del Todopoderoso, optan por aferrarse a la
dependencia en sí mismos y a su visión personal
del asunto. Jehová incluso nos pide que probemos
la veracidad de su promesa.
Quienes dudan parecieran no poder poner su
confianza en Dios, sino en las cosas que ven o
palpan; o en lo que suponen ser capaces de hacer
por sí mismos. Es un pensamiento erróneo. Y
cuesta desprenderse de esa idea. Es una lucha
interior en el proceso de maduración de la fe.

ORACIÓN:
Oh mi Dios, reconozco la importancia de
esta enseñanza y te agradezco por incluirla
entre los preceptos que perfeccionan a tus
hijos que marchan hacia el hogar celestial.

COMPROMISO:
Haré un pacto con Dios de prepararme y
preparar a mi familia para el reino celestial.
09 de Marzo

EL PACTO
CON DIOS II

Traigan todos los diezmos a la tesorería del templo,


para que haya alimento suficiente en mi Templo. Si lo
hacen, yo abriré las ventanas de los cielos y haré que
venga sobre ustedes una benéfica y oportuna lluvia
sobre sus campos para que obtengan abundantes
cosechas. ¡Los exhorto a que me prueben en esto!
Malaquías 3:10

No obstante la claridad de los preceptos divinos, a


los seres humanos nos cuesta a veces aceptarlos.
Dios lo sabe, y por ese motivo nos anima a
probarlo. Esto es algo sorprendente. Nos pide que
lo atestigüemos y nos desafía.
Es tanto el agrado de Dios de que aprendamos a
confiar en Él y le obedezcamos en este aspecto,
que agrega un incentivo descomunal: abrir las
ventanas de los cielos y derramar sobre el creyente
bendición hasta que sobreabunde. Este pacto de
Dios es un acuerdo que lleva al progreso.
En el versículo bíblico que estamos estudiando
de nuevo hoy, el Eterno refrenda la certeza de sus
palabras con una expresión de poder: «dice Jehová
de los ejércitos». Este es un título de Dios que está
en su Palabra, aunque solo se emplea en ocasiones
muy significativas. Su uso da un realce especial al
texto que lo incluye, la intención es producir alto
impacto en el creyente.
Lo interesante es que siendo Dios el dueño de todo
y quien nos da todo, no nos pide que le regresemos
todo sino apenas una pequeña parte de lo que nos
ha confiado. Lo hace con la intención de prosperar
su obra; de la que también somos beneficiarios.
Y no obstante todo eso, al mostrar que somos
capaces de hacerlo, abre el cielo y nos bendice
hasta la sobreabundancia.
¡Qué generosidad tan grande! Definitivamente,
esto habla con impresionante elocuencia de
lo importante que es para Dios que podamos
aprender y practicar este asunto en particular. Dios
quiere hacernos buenos mayordomos en la tierra
y, luego, herederos en el reino de los cielos.

REFLEXIÓN:
Que sea este nuestro compromiso: cumplirle
siempre a Dios con esta instrucción tan clara y
especial.
10 de Marzo

APARTA
LO QUE LE
CORRESPONDE
A DIOS

Honra al SEÑOR con tus riquezas y con los primeros


frutos de tus cosechas. Así tus graneros se llenarán
hasta reventar, y tus bodegas rebosarán de vino nuevo.
Proverbios 3:9,10

Vez tras vez la Biblia nos exhorta a una relación


de fidelidad con Dios. Abundan los textos que nos
llaman a hacerlo y traen promesas de bendición
por honrar al Todopoderoso.
¡Cuánto gozo debiera haber en nosotros cuando
honramos a nuestro Creador! precisamente con
todo lo que Él mismo nos provee, nos prospera o
nos permite producir; es decir, al invertir, emprender,
trabajar, negociar o cualquier otra noble actividad
económica que realicemos.
En los tiempos del Israel histórico, las personas
solían dedicarse a labores del campo. Sembraban
cereales o frutas. Era costumbre tener plantíos de
trigo al igual que viñedos. Pero no emprendían nada
sin antes pactar con Dios. Eso les infundía otra
mentalidad. Les daba una especial certeza de logro,
abundancia y bendición. Si se mantenían fieles, eran
muy prosperados.
Honrando a Dios con los bienes y las primicias de
lo producido, ellos recibían el cumplimiento de la
promesa divina. Sus almacenes de grano se llenaban
y su cosecha de uva era tan abundante que al llevarla
al lagar, lugar donde se le saca el jugo o mosto, éste
se desbordaba.
Honrar a Dios es reconocerlo, es obedecerlo; consiste
en apartar y destinar la parte que Él se ha reservado
para el propósito que Él mismo ha establecido.

ORACIÓN:
Te alabo y agradezco mi Dios por decretar
el pacto de fidelidad del diezmo y las
primicias. Este es un pacto de amor que
infunde seguridad y vigor. En amor y
confianza ayúdame a ser victorioso (a).

COMPROMISO:
Seguiré orando con fe por mis vecinos, en especial
por aquellos que ya los visité y compartí literatura
o alimentos.
11 de Marzo

BENDICIONES DE
LA FIDELIDAD

El SEÑOR tu Dios prosperará todo cuanto


emprendas y te dará muchos hijos, mucho ganado,
y abundantes cosechas, pues el SEÑOR se gozará
nuevamente en ti como lo hizo en tus padres.
Deuteronomio 30:9

Las promesas de abundancia y bendición no


fueron exclusivas para el Israel histórico. Desde
luego, tales promesas siguen en vigor para el
Israel espiritual de hoy. Cambian los tiempos y las
circunstancias, pero las promesas y bendiciones
del Padre permanecen. Y dados los desafíos de la
vida moderna y las postrimerías del tiempo, hoy sí
que es vital avanzar junto a Dios.
Los creyentes fieles que honran a Dios con lo
producido en sus labores ven como sus iniciativas
son bendecidas y es prosperada la obra de sus
manos. Los graneros y lagares del pueblo histórico
de Dios en la Biblia son las oficinas, consultorios,
talleres, negocios, empleos, inversiones y tantas
otras cosas más de los hijos de Dios en el presente.
La bendición divina está asegurada para quienes
son fieles. Dejar de serlo, por el contrario, no es
prudente ni conveniente. Este mensaje es muy
claro: «Los hombres no se empobrecen al devolver
a Dios lo que es suyo; la pobreza sobreviene
cuando se retienen esos recursos» (Consejos sobre
mayordomía cristiana, p. 40).
Cuando se da para la causa de Dios, es lógico
que el cielo mismo proteja y prospere a sus
colaboradores. Sus proyectos e iniciativas se
dinamizan y aumentan debido a que una parte
de estos está destinada a ayudar a cumplir con
los propósitos de Dios en esta tierra. Apartemos
siempre lo que le corresponde a Dios. Devolvamos
con fidelidad el diezmo junto con las primicias.

REFLEXIÓN:
Quién da para la causa de Dios es grandemente
bendecido. Tal es la promesa divina. Y Dios siempre
cumple. Nadie se ha empobrecido por apartar lo que
le corresponde a Dios. Grandes personajes de la
Biblia triunfaron porque pactaron con Dios. A lo largo
de la historia y hasta nuestros días, los creyentes
son prosperados porque pactan con Dios.
12 de Marzo

RAZÓN DE LAS
OFRENDAS

Ha terminado la ceremonia de consagración —dijo


Ezequías—. Ahora, traigan ustedes sus sacrificios y
ofrendas de acción de gracias». Entonces el pueblo,
de todas las partes, trajo sus sacrificios y ofrendas de
gracias, y los que quisieron, trajeron también holocaustos.
2 Crónicas 29:31

La ofrenda es otro concepto de dadivosidad que


enseña la Biblia y tiene un profundo significado. Su
práctica se registra desde Génesis. En Éxodo, Dios
incluso le ordenó a Moisés construir un Santuario. En
ese lugar, el pueblo de Israel presentaba la ofrenda
en el altar. No por eso, dejaba de cumplir el pacto
del diezmo.
Las ofrendas u holocaustos eran entonces de
animales que serían sacrificados. Se podían traer
según las posibilidades económicas de cada
adorador. La instrucción divina daba opciones
para eso. Desde novillos o carneros, entre las más
onerosas, hasta palominos y avecillas, entre las
menos costosas. Pero nadie se presentaba al altar
con las manos vacías.
El pecado y la carga que acarrea, eran transferidos
de manera simbólica al animal ofrendado. El cual,
sufría las mortales consecuencias en lugar del
creyente que había reconocido sus ofensas y su
culpa. Era una muerte sustitutiva en favor de la
vida y el bienestar del pecador arrepentido. Todos
participaban así de la experiencia del perdón y la
liberación de la culpa.
De esa manera era como otro asumía la muerte de
quien debía morir. El pueblo de Dios era enseñado
de ese modo acerca de las graves consecuencias
del pecado y de la esperanza de un Redentor que
tomaría por ellos su lugar y sufriría la muerte que
ellos merecían.

ORACIÓN:
Querido Padre, ayúdame a entender el
profundo significado de las ofrendas y a ser
generoso (a) de corazón respecto de ellas.

COMPROMISO:
Después de haber comprendido que la ofrenda
simboliza a Cristo Jesús mi Salvador personal,
evaluaré y conversaré con mi familia si el
porcentaje destinado como ofrenda sistemática
es la más adecuada.
13 de Marzo

DAR A DIOS
COMO ÉL LO
ESTIPULA

Después de algún tiempo, Caín le dio al SEÑOR una


ofrenda de lo que había cosechado. También Abel le
dio una ofrenda al SEÑOR. Le ofreció las primeras y
mejores crías de sus ovejas. Al SEÑOR le agradó Abel y
su ofrenda, pero no se agradó de Caín ni de su ofrenda.
Por eso Caín se enojó muchísimo y andaba amargado.
Génesis 4:3-5

La Biblia explica que «la paga del pecado es la


muerte» y que «sin derramamiento de sangre
no se hace remisión». En otras palabras, que
la consecuencia de pecar es morir y que ser
limpios del pecado y sus consecuencias
implica derramamiento de sangre.
En el rito de los sacrificios que realizaban los
israelitas se producía una sustitución: en lugar de
sufrir el creyente la penalidad por sus pecados, la
padecía el animal sacrificado que derramaba su
sangre. Este asumía la muerte que correspondía
al pecador. Y esa sangre expiaba o limpiaba la
culpa proveyendo perdón, liberación y paz.
Esta enseñanza anticipaba que Cristo sería
sacrificado para perdón de pecados y redención
eterna de los seres humanos que por fe le
aceptaran. Debemos tener siempre presente que
dependemos de la justicia y del sacrificio del
Cordero de Dios, Cristo Jesús, para ser salvos.
No es posible salvarnos por méritos u obras
propias, sino por nuestra fe en Jesús. Desde luego,
una fe que obedece y actúa como Dios guía.
A Caín y Abel se les había enseñado que la sangre
del Hijo de Dios haría expiación de sus pecados.
Abel mostró lealtad a Dios al seguir la regla
instituida de sacrificar un cordero por sus pecados.
Expresó así su fe en el plan de redención. Caín
actuó según su propio criterio, antes que seguir el
plan establecido por Dios. Aunque parecía cumplir,
evidenció deslealtad y autosuficiencia.

REFLEXIÓN:
Demos como Dios lo estipula. Hacemos bien
cuando examinamos nuestro corazón para no
obrar como Caín, ofreciendo a Dios ofrendas
inaceptables y sin valor. Aprendamos de estos
contenidos bíblicos a ser humildes para seguir
los planes del Eterno con lealtad y sujeción.
14 de Marzo

OFRENDAR CON
SACRIFICIO

Por la fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio mejor que el de


Caín, y por eso Dios lo declaró justo y aceptó su ofrenda.
Y aunque Abel ya está muerto, su fe nos habla todavía.
Hebreos 11:4

En el Génesis se relata que Dios sacrificó un


cordero para arropar con su piel a Adán y Eva,
cubriendo así la vergüenza de su desnudez
después de pecar. Su pecado dio lugar a ese
primer sacrificio registrado en la Biblia, el cual
es símbolo del sacrificio del Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo, Jesucristo.
Los israelitas llevaban al Santuario terrenal ofrendas
de animales, apuntando también con esto al
perdón por medio de una muerte sustitutiva que
representaba el sacrificio de Cristo. Dar ofrendas
conlleva desprendimiento. Las ofrendas suponen
dar con sacrificio.
La ofrenda de Abel agradó a Dios. Trajo de los
primogénitos de sus ovejas, de lo mejor de ellas.
Fue sumiso a Dios aceptando el plan divino. Ofrendó
en sacrificio algo muy valioso para él. Así lo hizo el
Padre, al dar a su Hijo Jesucristo. Esto es algo que
debe impresionar profundamente nuestro corazón.
Cuando entendemos mejor el significado de las cosas
en la Palabra de Dios, podemos apreciar desde una
perspectiva más amplia las grandes enseñanzas que
el Eterno quiere ofrecer a sus hijos en esta Tierra.

ORACIÓN:
Oh mi Dios, te manifiesto mi deseo
de seguirle devolviéndote un diezmo
honesto y dándote una ofrenda justa,
que sea de tu agrado. Cada vez que
lo haga, ayúdame a recordar que «la
paga del pecado es muerte, más la
dádiva de Dios es vida eterna en Cristo
Jesús» (Romanos 6:23).

COMPROMISO:
Decido perseverar junto a mi familia mostrando
nuestra generosidad con una ofrenda justa,
sistemática y en porcentaje a los ojos de Dios.
15 de Marzo

SE HONRA A
DIOS CON LA
FIDELIDAD

En cuanto a los de la tribu de Leví, familiares de


ustedes, recibirán pago por el servicio prestado
mediante los diezmos de toda la tierra de Israel.
Números 18:21

Siendo el dueño de todo, Dios no nos manda que


le regresemos todo a Él. A los diezmos y ofrendas
les ha dado de antemano propósito y norma de
manejo; pero la mayor parte, el Señor nos permite
administrarla según nuestro criterio para suplir
nuestras necesidades, por supuesto, de manera
sabia y sobria.
Nuestra fidelidad en los diezmos expresa lealtad y
honradez, devolviendo una décima parte de lo dado
por Dios. Las ofrendas, por su parte, manifiestan
adoración, gratitud y obediencia. Para ellas no se
establece una proporción específica. Se dan con
liberalidad conforme al corazón y circunstancias
de cada uno.
Así mismo, Dios ha establecido a los responsables
de manejar los recursos que debemos regresarle.
Todo lo concerniente a estos asuntos, está
decretado en la Biblia.
Si en verdad apreciamos lo que el Señor ha hecho
por salvarnos, hemos de obedecer lo que dice su
Palabra. Además, las cosas de Dios tienen orden y
han de ser hechas de acuerdo con este.
Para ser salvos dependemos del sacrificio de Cristo,
tal acto de amor debe movernos a inmensa gratitud
y lealtad. Debemos entender que nuestra salvación
no es por obras, capacidad o excelencia personal;
es por los méritos santos del Redentor y la fe en
ese sacrificio. Reconocemos lo que Él ha hecho
por salvarnos adorándolo con nuestra fidelidad.

REFLEXIÓN:
Los diezmos están destinados a sostener la obra
de Dios en la tierra. En nuestra iglesia van a la
Asociación/Misión, la entidad que administra
el sustento de los ministros y trabajadores
dedicados a la labor del evangelio. Las ofrendas
se destinan al funcionamiento del templo o casa
de oración local, el lugar donde nos congregamos
y adoramos al Señor.
16 de Marzo

Y CUANDO
CREO QUE NO
PUEDO DAR…

Jesús vio cómo los ricos echaban sus ofrendas en las


alcancías del templo. También vio como una viuda
echaba dos moneditas de cobre. Él dijo: Les aseguro que
esta viuda echó más que todos los demás, porque todos
ellos dieron sus ofrendas de lo que les sobraba; pero ella,
en medio de su pobreza, dio todo lo que tenía para vivir.
Lucas 21:1-4

Recuerdo cuando estaba conociendo la Palabra


de Dios. En ese entonces, mi mal manejo de los
recursos y la ignorancia de los principios enseñados
por Dios me habían llevado a estar en un grave
estado financiero. Debía una gigantesca suma de
dinero a 13 acreedores diferentes.
La persona que me compartía el evangelio me
enseñó acerca de los diezmos y ofrendas como
está en la Biblia. Pero mientras estudiábamos, le
hice un comentario sarcástico: «Si en su iglesia
juntan dinero, envíenme a mí una parte de eso,
a ver si me ayudan a pagar mis deudas». Con
serenidad y comprensión me dijo: «Pruebe a Dios,
Él puede ayudarlo a salir de sus problemas».
Yo insistí: «no tengo manera alguna de dar, todo
lo que puedo producir ya está comprometido con
mis acreedores y no voy a darlo a una iglesia».
Él me dijo: “Dios no necesita un centavo suyo,
usted es quien necesita las bendiciones del Señor,
necesita un cambio real en su vida”, y agregó:
«cuando una persona cree que no puede dar, y
sin embargo lo hace, eso agrada mucho a Dios».
Aún escéptico, le pedí que me demostrara en la
Biblia su afirmación. Fue cuando me leyó el pasaje
de la viuda que dio con sacrificio todo su sustento
para la ofrenda del templo, y Jesús elogió su fe.
Ese relato me conmovió. Tomé en ese momento
la decisión de probar a Dios.

ORACIÓN:
Padre Eterno, dueño de la tierra y el cielo,
te agradezco porque me enseñas la
senda victoriosa de la vida en Cristo.

COMPROMISO:
Eliminaré cualquier pensamiento negativo que
pueda tener relación a mi adoración a Dios
mediante las ofrendas.
17 de Marzo

PRODIGIOS
DE LA FE

¿Qué si puedo? —dijo Jesús—.


Cualquier cosa es posible si crees.
Marcos 9:23

La Biblia es en sí misma una gran experiencia


de fe. Una fe viva que, obedeciendo a Dios, nos
permite ver nuestros anhelos convertidos en
realidad y nuestras más complejas situaciones
resueltas. Bien lo dijo nuestro Señor: “al que
cree todo le es posible”. Esto vale para cada
aspecto de nuestra vida, y las finanzas no son
la excepción.
Tiempo atrás, estuve hundido en deudas y pensaba
que tendría que vivir para pagarlas por el resto de mi
vida. Mientras era enseñado acerca de las bondades
del evangelio y de la fe seguía escéptico y duro de
corazón, pero fui tocado por el Espíritu de Dios y
accedí por fin a hacer, contra toda lógica humana, lo
que Dios me indicaba que hiciera.
Comprendí que si le era fiel a Dios, Él abriría las
puertas del cielo y me bendeciría hasta que
sobreabunde, recordé que humildad es la “extraña
particularidad de dejarse enseñar” y decidí dar el
vital paso de fe: de algún modo, empecé a devolver
diezmos y llevar ofrendas a la iglesia y le pedí al Padre
Eterno que me condujera a la libertad financiera.
Pasaron muchas cosas realmente prodigiosas.
Dios cumple siempre. ¡Lo pude comprobar! Hoy en
día no tengo ningún acreedor y he visto la mano de
Dios guiándome y bendiciendo mi vida no solo en
lo financiero. Dios prospera en todas las cosas. Se
disfruta mucha paz cuando no se tiene que vivir para
estar atendiendo obligaciones financieras que uno
mismo se busca.
Alabo a Dios y le doy gracias porque obra en mi
vida. Ahora entiendo y practico el texto de Romanos
13:7: «no debáis a nadie nada, sino el amaros unos a
otros…».

REFLEXIÓN:
Cuando crees que no puedes dar a la causa de
Dios y sin embargo lo haces por fe, serás muy
recompensado. Es mi experiencia. Por eso comparto
estas lecciones con gratitud y gozo. Estos temas
no son para mí una teoría bonita, son una realidad
contundente y palpable en mi vida.
18 de Marzo

PROTEGIDOS
POR NUESTRA
FIDELIDAD

Sus cosechas serán grandes, porque yo las cuidaré de


los insectos y de las plagas; sus uvas no caerán antes
de madurar. Lo digo yo, el SEÑOR Todopoderoso.
Malaquías 3:11

El Antiguo Testamento concluye con el libro del


profeta Malaquías. El autor presenta una serie de
reflexiones bíblicas enfocadas al tiempo del fin,
previo al regreso triunfal del Señor, Jesucristo. Los
textos examinan el carácter del creyente, invitan a
la integridad, advierten a ser honestos con Dios y
traen muchos otros contenidos vitales.
El versículo 3:10 de Malaquías es uno de los más
conocidos, se lee a menudo al momento de recoger
los diezmos y las ofrendas en la iglesia. Dios le
recuerda ahí a su pueblo traer fielmente la parte por
Él designada para el sustento de su casa. El Eterno
afirma que si lo hacemos, abrirá las compuertas
celestiales y nos derramará bendiciones hasta que
sobreabunde.
De igual importancia es el texto que le sigue, o sea
Malaquías 3:11; se lee menos, pero es grandemente
poderoso. Algunos le llaman “el versículo de los
emprendedores”. Dios le promete a sus hijos fieles
detener por ellos al maligno en su intento por destruir
el fruto de sus esfuerzos. Así mismo, no permitirá Dios
que sus iniciativas sean estériles o improductivas.
El Omnipotente asegura su protección a quien le
es fiel. Intentando entender mejor el significado de
Malaquías 3:11 se diría que los emprendimientos
y negocios que aportan a la causa de Dios gozan
de grande cuidado divino. La importancia de esos
fondos es tal, que no deberían dejar de fluir y en
consecuencia, son protegidos y prosperados de
manera especial.

ORACIÓN:
MuchasgraciasmiDios,portudeterminación
en enseñarme y motivarme a permanecer
en la fidelidad, a desarrollar en mi vida
virtudes vitales que tienen que ver con mi
beneficio personal y familiar.

COMPROMISO:
Experimentaré probar a Dios con la ofrenda
sistemática, quizás el porcentaje pueda variar al
punto de probar a Dios.
19 de Marzo

SEGUROS
EN DIOS

A la mañana siguiente, bien de madrugada, salieron


hacia el desierto de Terna. En el camino, Josafat
se detuvo y dijo: «Pueblo de Judá y de Jerusalén,
escuchen: ¡Crean en el SEÑOR, el Dios de ustedes, y
tendrán éxito! ¡Crean a sus profetas, y les irá bien!.
2 Crónicas 20:20

En el tiempo actual se respira mucha incertidumbre


en lo que concierne a economía y finanzas, por
no mencionar otros ámbitos. Se habla de crisis,
recesión, inflación, desabastecimiento y otros
conceptos que preocupan a los que saben de estos
asuntos y desconciertan a los que no saben.
Bajo tales circunstancias es imprescindible poder
avanzar seguros y eso solo es posible del lado de
Dios. Sus promesas de bendición, prosperidad y
protección quizás son más vitales ahora que en ningún
otro tiempo. Después de todo, quienes estudian la
Biblia, y además creen en el cumplimiento de los
acontecimientos proféticos, tienen claro que estos
son los tiempos del fin.
En lo personal, desconocía la Palabra de Dios así
como sus fidedignas enseñanzas en el terreno de
la educación financiera. Pasaba mis días haciendo
negocios y metiéndome en obligaciones financieras
de manera irresponsable e imprudente. Desde luego,
lo que estaba consiguiendo era muchas deudas y
comprometiendo mi futuro con problemas de los que
ni era consciente.
Como profesional y empresario no había tenido antes
en mi vida una oportunidad tan significativa para
mejorar de verdad sino hasta que empecé a conocer
la Biblia y sus certeras lecciones de transformación.
Es asombrosa la manera como obra Dios en nuestra
existencia cuando nos decidimos a escucharlo y
obedecerle.

REFLEXIÓN:
Recibir instrucción bíblica representa un cambio
total en nuestra vida. Es sorprendente el método
de Dios: nos libra de las dificultades al tiempo
que nos va educando en lo que es correcto
delante de Él. Su anhelo es formar en nosotros
un carácter conforme a Cristo en el que brillen
la generosidad y la fidelidad, entre otras virtudes
esenciales que llevaremos a su reino.
20 de Marzo

DAR ES
ADORAR

Todo el día se lo pasa codiciando, pero


el justo da con generosidad.
Proverbios 21:26

La experiencia de dar es también una experiencia


de adoración. Produce inmensa complacencia al
Padre cuando nos asemejamos a Él en sus virtudes
y carácter. Ciertamente, cuando damos, es cuando
más nos parecemos a Dios. Así lo honramos.
Tal vez no lo captamos por tener tan imbuidas
algunas ideas del mundo, pero lo que realmente
lleva a progresar no es recibir, sino dar. Esto implica
realmente un cambio de mentalidad: no seguir
el individualismo que pregona el mundo sino la
liberalidad que practica y enseña Cristo. La Biblia
afirma que el justo da sin detenerse. ¿Es esa la ruta
de la victoria?
Cristo ofrendó su vida por nosotros. Esto no lo
hizo perdedor, sino victorioso. Venció al mundo,
al pecado, a la muerte y a su príncipe. Recibirá el
reino por la eternidad. Es Rey de reyes y Señor de
señores. Su nombre es sobre todo nombre y será
exaltado hasta lo sumo. Solo Él es digno de ser
imitado y adorado. Algunos piensan que al dar se
pierde, pero en realidad se triunfa.
Se requiere una visión amplia para entenderlo. Es
necesario aprender a ver con los ojos del amor, la
confianza y la fe. La alegría del dar es adoración
continua a Cristo. Esta es la mejor manera de
avanzar por este mundo.

ORACIÓN:
Querido Dios de paz, santifícame por
completo a fin de que todo mi ser, espíritu,
alma y cuerpo, sea preservado irreprensible
para la venida del Señor Jesucristo.

COMPROMISO:
Buscaré a alguien que se ha desanimado o ha
dejado de asistir al grupo pequeño o a la iglesia y
oraré con él y le contaré mi experiencia de amor
con Dios y lo animaré a ser fiel a Dios desde mi
experiencia personal.
21 de Marzo

DAR
SIEMPRE,
DAR SIN
MEDIDA

También conocen el mandamiento que dice: “Ama a tu


prójimo y odia a tu enemigo”. Pero yo les digo: ¡Amen a
sus enemigos! ¡Oren por quienes los persiguen! De esta
forma estarán actuando como hijos de su Padre que está
en el cielo, porque él da la luz del sol a los malos y a los
buenos y envía la lluvia a los justos y a los injustos.
Mateo 5:43-45

Cristo nos enseñó a ser generosos siempre. Él


nos inculca una generosidad sin medida, aún para
quienes pensaríamos que no la merecen. Veamos
lo que explica el siguiente párrafo:
«La generosidad es el espíritu del cielo. El abnegado
amor de Cristo se reveló en la cruz. Él dio todo lo
que poseía y se dio a sí mismo para que el hombre
pudiese salvarse. Este es un llamado a la generosidad.
El principio que proclama es de dar, dar siempre»
(Consejos sobre Mayordomía Cristiana, p. 16).
La generosidad de Cristo se refleja en su infinita gracia
y perdón. Nos conmueve el Espíritu de Dios y nos
invita a mantener una actitud dadivosa y generosa en
todo momento, sin distinción de personas y alejada
por completo del egoísmo. Sigue el párrafo siguiente:
«La vocación por la benevolencia y las buenas obras
es el verdadero fruto de la vida de fe. El principio de
la gente incrédula es ganar, ganar siempre; y así se
imagina alcanzar la felicidad; pero cuando tal principio
ha dado todos sus frutos, se ve que sólo engendra
miseria y muerte» (ídem).
Cuando el foco es exclusivamente ganar como lo
enseñaelmundo,eldesenlaceescontrarioalesperado:
miseria y muerte. Es necesario aprender a dar para
que realmente lleguen frutos diferentes. La capacidad
para dar implica el desarrollo de virtudes, cualidades
y principios como amor, generosidad, misericordia,
bondad… todo lo cual realmente fructifica en bien y
progreso.

REFLEXIÓN:
Practiquemos el dar como una experiencia
de adoración a Cristo. Permitámosle a Él que
amplíe nuestra visión para poderla ver desde la
perspectiva correcta de su victoria en la cruz.
22 de Marzo

DAR SIN
RESERVAS Y
NO BUSCANDO
RETRIBUCIÓN

Luego, Jesús le dijo al que lo había invitado:


― Cuando des una comida o una cena, no invites a
tus amigos ni a tus hermanos ni a tus familiares ni a
tus vecinos ricos, porque cuando ellos te devuelvan la
invitación, habrás recibido tu recompensa. Lo mejor es
que cuando des un banquete, invites a los pobres, a los
inválidos, a los cojos y a los ciegos. Así serás dichoso,
pues ellos no tienen con qué recompensarte, pero tú
serás recompensado cuando resuciten los justos.
Lucas 14:12-14

En este pasaje de la Biblia, la enseñanza de Jesús es


evidente: Ofrece atenciones a los que no te puedan
retribuir en forma alguna. “Haz el bien sin mirar a
quién”, dice el dicho. Es necesario que aprendamos a
dar sin reservas y no esperando ser recompensados
por aquellos a quienes beneficiamos.
El Salvador nos extiende su invitación a ser como
el Padre, quien “hace salir el sol sobre malos y
buenos, y llover sobre justos e injustos” (Mateo
5:45). Este llamado a imitar a Dios significa:
tener gran misericordia y proveer en especial a
aquellos que no tienen cómo devolver los favores
o bondades que hagamos por ellos. De hecho,
así es como obra la gracia divina.
El mismo Dios se quiere encargar de
recompensarnos. Y lo ha previsto también para el
día de la resurrección. Es decir, cuando los justos
sean levantados de entre los muertos para la vida
eterna.
En el cielo van a estar aquellos que en la tierra
aprendieron la virtud de la generosidad a la
manera de Dios. ¡Qué privilegio será poder estar
en ese grupo! Debemos aprender en esta vida lo
que Dios quiere enseñarnos.

ORACIÓN:
Oh, mi Dios, quiero adorarte con tanta
bondad y alabarte reconociendo
que eres un Dios que se esmera en
enseñarme a ser como tú. Y quieres
que viva en tu reino.

COMPROMISO:
Buscaré una nueva persona con la cual voy
a estudiar la Biblia.
23 de Marzo

GENEROSIDAD SIN
CONDICIONES

Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó


tanto que, aunque estábamos muertos a causa de
nuestros pecados, nos dio vida con Cristo, pues
sólo por su gracia somos salvos.
Efesios 2:4,5

Dios no le exige a los hombres estar limpios


de pecado para así amarlos. Dios nos ofrece
su perdón y busca transformarnos porque su
generosa gracia no impone condiciones.
Alguna vez le comenté a alguien acerca de las grandes
bondades de la fe en Dios y de las sorprendentes
bendiciones que se reciben cuando se diezma y se
ofrenda. Su comentario fue: «Voy a comenzar a hacerlo,
¡a ver si me recupero financieramente!».
De inmediato capté que lo haría no por adorar sinceramente
a Dios, sino con la intención de obtener una recompensa.
No es esa la motivación para hacerlo. El egoísmo no
debe asomar en forma alguna. La lealtad a Dios no debe
estar sujeta a condiciones o requisitos.
El Eterno nos insta a practicar la generosidad sin interés
alguno. De hecho, es tan inmensa su bondad, que aún
bendice a aquellos que quizás no lo hagan por los motivos
correctos. Nos enseña también a que actuemos siempre
con tal misericordia.
La idea es que la generosidad brote espontáneamente
de nuestro ser como una característica inherente de
nuestra nueva naturaleza en Él. La meta es un carácter
transformado y renovado por el poder del Espíritu. Dios
nos motiva a dar no procurando retribución, tampoco
escogiendo a quien favorecer para que nos corresponda
de algún modo, sino a hacerlo por gracia.

REFLEXIÓN:
Cuán importante es aprender a dar como lo hace
Dios. No exige condiciones o requisitos preliminares
para hacer a alguien objeto de su bondad. No
discrimina a nadie, así merezca o no su favor.
Nos enseña a amar, incluso a enemigos. ¡Qué
generosidad! Entendamos el concepto de la gracia
de Dios e imitémoslo en nuestra vida cotidiana.
24 de Marzo

FIRMEZA EN
LA FIDELIDAD

La actitud de Judá hacia mí ha sido orgullosa y


arrogante. Lo digo yo, el SEÑOR. Pero ustedes se
atreven a preguntar: “¿Qué cosas malas hemos dicho
contra ti?”. Óiganme bien; ustedes han dicho: “De
nada sirve respetar a Dios y obedecerlo. ¿Qué provecho
hay en seguir sus instrucciones, y en entristecernos y
arrepentirnos por nuestras malas acciones?
Malaquías 3:13,14

Recordemos que Malaquías es el libro que cierra


el Antiguo Testamento. El tema central que aborda
es acerca del carácter de los hombres en el tiempo
anterior al regreso triunfal del Mesías; es decir,
nuestro tiempo presente. El autor identifica en el
texto de hoy una inquietud muy negativa que a
veces surge en el corazón: ¿para qué ser fieles?
Malaquías 3:15 continúa la reflexión agregando:
Hemos visto que los soberbios son felices, que
los que hacen impiedad no sólo prosperan, sino
que tientan a Dios, y no les pasa nada. En otras
palabras, nos pareciera que a los incrédulos les
va mejor.
Alguna vez escuché a alguien decir: “¿Para qué
ser fieles a Dios? Yo me las puedo arreglar solo,
conozco personas que no diezman ni ofrendan, ni
siquiera van a la iglesia y han hecho muchísimo
dinero”. Exactamente el mismo planteamiento
que denuncia el profeta en estos textos.
Queremos entender lo espiritual con los criterios
de lo material. No nos damos cuenta que el
afán desaforado del hoy, muchas veces nubla la
bendición plena que está reservada para el que
permanece en la fe. Pensamos que es mejor
priorizar lo que se palpa al instante, en lugar de
asegurar lo eterno. Dios lo sabe, y nos advierte;
sucederá entre los suyos en los días finales.

ORACIÓN:
Padre mío, ayúdame a tener firmeza en
mi fidelidad. Que ninguna circunstancia
o percepción errada me lleve a dejar mi
amistad y obediencia a ti.

COMPROMISO:
Llevaré un mensaje de fe, aliento y esperanza a
alguien que ahora lo esté necesitando.
25 de Marzo

PERMANECER
EN DIOS SERÁ
RECOMPENSADO

Entonces los que respetaban y amaban al SEÑOR hablaron


de él a sus compañeros. Y el SEÑOR anotó en un libro de
memorias los nombres de los que honran y respetan su
fama. Ellos serán para mí como el tesoro más precioso. En
el día del juicio los perdonaré, así como el padre perdona
al hijo que le respeta y honra. Entonces verán ustedes la
diferencia entre el tratamiento que Dios proporciona a los
buenos y a los malos, entre los que le respetan y viven de
acuerdo a sus instrucciones y los que no lo hacen.
Malaquías 3:16-18

Justo antes de estos versículos que se leen acá,


Malaquías registra una injusta queja. A oídos de
Dios ha llegado también el sarcástico lamento
proveniente de algunos que creen que no vale la
pena serle fieles porque suponen que a los impíos
les va mejor que a ellos.
En este nuevo grupo de versículos se presenta la
respuesta divina. Los que perseveran en la fe, ¡para
Dios son su especial tesoro! Estas palabras de gozo
y consuelo hacen alusión además al juicio final, el
Eterno lo indica diciendo: “en el día en que yo actúe”.
Y agrega que sus fieles recibirán el perdón celestial,
esto es, vida eterna en Cristo Jesús.
Quienes honran el nombre de Dios, serán perdonados
de la misma forma que el hombre que perdona al
hijo que lo sirve. Y todo aquel que perdure en la fe y
se mantenga fiel al Señor y obedezca sus caminos,
va a poder ver con absoluta claridad la diferencia
entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y
el que no le sirve. Serán dos destinos totalmente
distintos.
Así pues, va a ser tan claro y evidente lo acertado
de haber estado junto a Dios que no habrá lugar a
duda o a queja alguna. Por el contrario, se podrá
apreciar en toda su dimensión el acierto de haber
seguido a Dios con obediencia.

REFLEXIÓN:
Es evidente que en los tiempos finales tendremos
que enfrentar dudas o razonamientos erróneos
cuya intención será intentar impedir que seamos
fieles a Dios o incluso que nos apartemos de Él.
El premio de la vida eterna es demasiado valioso
como para arriesgarlo. Es necesario que guiados
por el Espíritu Santo podamos permanecer en
Dios, ¡será recompensado!
26 de Marzo

DAR A
QUIENES
PADECEN

Ellos responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos


hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo
o en prisión y no te ayudamos?”. Y les responderé:
“Cada vez que se negaron a ayudar a uno de mis
hermanos necesitados, se estaban negando a
ayudarme”. Irán, por tanto, al castigo eterno, mientras
que los justos entrarán a la vida eterna
Mateo 25:44-46

La generosidad de Dios, de la que además nos


ha hecho tan grandes beneficiarios, nos debe
motivar a ser sensibles y compasivos con aquellos
que tienen necesidad. Es algo que muestra si en
realidad tenemos amor y lo practicamos. El amor
es la esencia de Dios y de su reino. En el juicio será
uno de los aspectos determinantes de nuestro
destino. Es vital aprenderlo.
Cristo afirma que cuando damos a otros, a él mismo
le damos. Al final de los tiempos, dos grupos de
personas serán claramente identificables: los
generosos y los egoístas. Cristo indica el desenlace
que tendrá cada grupo. En verdad es necesario
aprender y practicar la generosidad.
Desde luego, una actitud dadivosa implica cambios en
nuestro estilo de vida. Cambios que solo puede obrar
el Espíritu Santo con nuestro previo consentimiento.
La disposición para dar implica también mejorar el
criterio con el cual manejamos los recursos.
En esta vida aprendemos que generosidad y
prosperidad son causa y efecto. Dios va produciendo
una transformación integral y progresiva en nuestro
ser cuando le amamos y obedecemos.

ORACIÓN:
Querido Dios, pido al Espíritu Santo que
haga los cambios que necesito, para
revisar las cosas que hay en mi mente y
poder mejorar, desarrollando las virtudes
que tú quieres que llegue hacer cada día,
siendo más sensibles a las necesidades
de otros y más dispuesto a dar.

COMPROMISO:
Me comprometo a hacer una lista de las cosas
negativas que encuentre en mi vida y que debo
eliminar.
27 de Marzo

DAR AÚN
MÁS ALLÁ DE
NUESTRAS
FUERZAS

Quiero hablarles ahora sobre la gracia que Dios ha dado


a las iglesias de Macedonia. Aunque los hermanos
han estado pasando por grandes tribulaciones, han
mezclado la extrema pobreza que padecen con el gozo
extraordinario que experimentan, y como resultado,
han abundado en rica generosidad. No han dado sólo lo
que pueden dar, sino mucho más; y soy testigo de que
lo han hecho voluntariamente.
2 Corintios 8:1-3

En este pasaje de la Biblia, es importante tratar


de la generosidad, el apóstol Pablo se goza en
dar testimonio de la generosidad ejemplar de las
nacientes iglesias cristianas en Macedonia. Lo
que más me impresiona es que a pesar de las
grandes pruebas, tribulaciones y extrema pobreza,
ellos abundaron en generosidad.
El apóstol destaca que dieron con agrado y aún más
allá de sus capacidades. Experimentaron con gozo
el desapego y desprendimiento de lo material que
nos enseña el Maestro de Galilea. Esto nos hace ver
una vez más que la generosidad no es una opción
para los verdaderos creyentes, sino que es parte de
la manifestación del Espíritu Santo en nuestra vida.
Meditemos ahora en estas palabras: «El que se da
cuenta de que su dinero es un talento que proviene
de Dios lo usará económicamente, y sentirá que es
su deber ahorrar, para poder dar» (Palabras de vida
del gran maestro, p. 287).
Es decir, Dios nos anima a tener buen criterio en
el uso de los recursos que nos confía. No para
suspenderlo, sino para usarlos egoístamente o
mal administrarlos. Emplear los recursos con un
buen criterio permite ser más dadivosos. A cambio,
Dios nos prospera para poder seguir siéndolo cada
vez en mayor medida. ¡A más generosidad, más
prosperidad!

REFLEXIÓN:
De nuevo podemos apreciar en la instrucción
bíblica que dar es la esencia de la vida cristiana.
Y cuanto más damos, también más recibimos
de Dios. Hemos estudiado acerca de diezmos y
ofrendas, como también acerca de ayudar con
generosidad a los necesitados y estar dispuestos
a dar donativos a diversas causas sin que resten
o sustituyan los diezmos y las ofrendas. Podría
parecer que es mucho. Pero Dios lo hace posible,
y aún más nos prospera. “Esto es hacer tesoros
en el cielo”.
28 de Marzo

DAR SIN
ALARDEAR,
DAR CON
ALEGRÍA

Cuando den alguna limosna, no lo anden proclamando


como los hipócritas, que tocan trompetas en las sinagogas
y en las calles para que la gente se fije en lo caritativos
que son. ¡Les aseguro que, aparte de eso, no tendrán otra
recompensa!. Pero cuando hagan algún bien, háganlo
discretamente. ¡Ah, pero el Padre de ustedes, que conoce
todos los secretos, los recompensará!.
Mateo 6:2-4

En los tiempos de Cristo algunos hacían alarde


de haber sido generosos. Con eso buscaban el
aplauso de otras personas. El Señor manifestó que
actuando así, solo se obtiene eso por premio. Por
el contrario, enseñó Jesús, nuestra generosidad
no debe hacerse pública. De ese modo, Dios que
sabe lo íntimo, nos recompensará de la mejor
forma con un premio celestial.
Al meditar en la Biblia, comprendemos que el propósito
divino es erradicar por completo el egoísmo de
nuestro carácter; incluidas la egolatría, la vanagloria
o cualquier otra forma de este.
Dios fomenta e incentiva de continuo la generosidad
en sus hijos. Como alguien dijo: «no es aprender a
ser dadivosos hasta que duela, sino aprender a ser
dadivosos hasta que no duela».
Otro aspecto bíblico de la generosidad es aprender
a dar con alegría, no con tristeza o en procura de
algo. «Dios ama al dador alegre» (2 Corintios 9:7).
Esta bellísima expresión empleada por el apóstol
Pablo nos invita a practicar generosidad, bondad y
hospitalidad.

ORACIÓN:
Querido Dios, aprecio mucho tu
sabiduría y la profundidad de tus
enseñanzas registradas en las
Sagradas Escrituras, que fueron dadas
para mi beneficio y progreso. Te pido
con humildad y buena disposición que
me ayudes a ponerlas por obra.

COMPROMISO:
Pediré a mi pastor que me incluya en la lista de
testificadores o predicadores de mi iglesia.
29 de Marzo

GENEROSOS
EN TODA
CIRCUNSTANCIA

Porque así como Dios le da semillas al agricultor


y también le da el pan que lo alimenta, así él
mismo les proporcionará abundantes cosechas,
para que ustedes puedan ayudar a otros.
2 Corintios 9:10

De Dios siempre recibimos, de tal manera que


siempre tenemos para dar. La generosidad
parte del corazón y encamina nuestra vida al
progreso. No se requiere ser rico para poder
ser generoso. No es solamente en cuanto a
recursos económicos; sino en especial, para
dar a los demás lo mejor de quienes realmente
llegamos a ser por la acción del Espíritu.
Cuando estamos siendo formados por Dios
experimentamos profundos cambios en diversos
aspectos de nuestra vida de manera simultánea.
Podemos ver que nos tornamos más sensibles,
compasivos, misericordiosos, al tiempo que
conscientes, sobrios, ordenados y mejores
administradores de los recursos que el cielo nos
permite administrar.
La Biblia nos instruye en Proverbios 3:27, diciendo:
«No te niegues a hacer el bien a quien es debido,
cuando tuvieres poder para hacerlo». Al dar,
debemos ser consistentes. Es decir, no hacer
generosidad en forma selectiva o escogiendo a
quienes favorecer. No es correcto hacerlo por
conveniencia, preferencia o simpatía.
Los principios de la Biblia nos forman para esta
tierra y nos preparan para el reino de los cielos. En
Mateo 5:42 se nos enseña: «Al que te pida, dale; y al
que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses».
Hay que ser generosos en toda circunstancia.
La generosidad no ha de ser exclusiva para la
familia y seres queridos mientras se da la espalda a
extraños y desconocidos. Ni tampoco lo contrario:
ser desprendidos al dar y servir fuera de casa,
pero descuidando a la familia. La influencia de
Dios en nuestra vida nos hace ser íntegros.

REFLEXIÓN:
Demos siempre con alegría. Demos sin discriminar.
Demos en silencio, sin engreimiento, sabiendo que
nuestro Padre celestial todo lo ve y lo recompensa.
Y, ¿quién mejor que Él?
30 de Marzo

PEREGRINAJE
HACIA LA
CANAÁN
CELESTIAL

En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo y


de allí esperamos al Salvador, el Señor Jesucristo.
Filipenses 3:20

El verdadero cristianismo eleva la mirada del


creyente y lo proyecta hacia ese destino predicho
por Dios: el reino eterno de Cristo. El mismo será
renovado al regreso triunfal de Jesús a esta tierra.
Así está anunciado en las profecías bíblicas, por
eso “nuestra ciudadanía está en los cielos”. De
allá, viene pronto nuestro Redentor.
Quienes estén vivos serán trasladados juntamente con
Él; y quienes descansan, la Biblia dice que los muertos
en Cristo van a volver a la vida. Así pues, nuestra
existencia terrenal es sencillamente un peregrinaje
hacia la Canaán celestial. Somos extranjeros y
forasteros en esta Tierra.
Es en ese contexto del reino que hace sentido todo
aprendizaje, mejoramiento y transformación que
tengamos en esta vida. Tal ha de ser nuestro mayor
anhelo: ser perfeccionados para disfrutar de los siglos
sin fin al lado de nuestro Creador. Cada destreza,
capacidad, conocimiento o virtud nos va a ser
perpetuamente útil. Nada de su Palabra es en balde,
o carente de propósito.
Aprender y practicar en esta vida la generosidad como
nos la enseña el Señor tiene un fin santo y sublime.
Hace parte de la preparación para la vida eterna; lleva
al perfeccionamiento del carácter. Dios previó todo en
el plan de salvación; incluidas nuestra santificación y
redención.

ORACIÓN:
Querido Dios, gracias por tu infinito
amor que me brindas cada día, por
favor ayúdame a mantenerme fiel para
poder pertenecer a un nuevo cielo y a
una nueva tierra por la eternidad.

COMPROMISO:
Me comprometo a dar un informe en
mi grupo pequeño de mis actividades
misioneras durante estos 90 días.
31 de Marzo

ALCANZANDO
LA MADUREZ
ESPIRITUAL

Porque Dios, que dijo: «Resplandezca la luz en las


tinieblas», hizo brillar su luz en nuestros corazones
y nos ha hecho comprender que es el resplandor de
su gloria lo que brilla en el rostro de Cristo.
2 Corintios 4:6

Hemos estudiado diversos aspectos de la


generosidad. Pudimos comprender que es una
virtud esencial. A medida que seguimos las
indicaciones divinas, la dadivosidad obra en
nosotros un proceso de transformación. ¡Qué
privilegio tan especial!
Podemos verlo en cuatro pasos:
1. Nos asemeja a Cristo: Nuestro Redentor es el
mayor ejemplo de dadivosidad, dio su vida por
nosotros. Aprender de Él corrige el egoísmo, que
es el resultado del pecado y de su originador.
2. Nos confiere atributos de Cristo: La práctica
de la dadivosidad actúa en nuestro corazón
produciendo atributos de generosidad, nobleza,
compasión, ternura, lealtad y otros más. Todos
estos se van mostrando y brillando en quien se
deja guiar por el Señor.
3. Nos moldea en la naturaleza divina: Al practicar
la dadivosidad nos vamos asemejando a Cristo,
vamos adquiriendo sus rasgos, además probando
y reflejando su naturaleza divina.
4. Nos perfecciona el carácter: Este es el blanco de
todo verdadero cristiano, perseguir la perfección
o santificación del carácter. Nuestro peregrinaje
por la tierra tiene el propósito de alcanzar la
madurez espiritual. Todo depende de nuestra
disposición inicial al asociarnos con Dios, desde
el primer paso, anhelando ser semejantes a
nuestro Señor y Redentor.
Y con todo, un más alto nivel de perfección
se alcanzará cuando regrese el Salvador. Él
nos permitirá vivir eternamente en su reino
proveyéndonos la capacidad que aún nos falte.

REFLEXIÓN:
Hemos entendido más los planes de Dios acerca
de nuestra ciudadanía en los cielos. Avancemos
entonces, no a nuestro modo, sino siguiendo
fielmente las indicaciones tal y como han sido
presentadas por Dios en su Palabra. ¡Vivamos
cada día para la gloria del Eterno!
Es mi deseo que en estas 90 noches
hayas creado el hábito de realizar tu
culto familiar y la generosidad sea
una virtud esencial en tu vida.

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