Doña Bárbara

Doña Bárbara fue escrita en 1929 por el político y novelista venezolano Rómulo

Gallegos Freyre. Este se desempeñó como maestro, incluso llegó a ocupar el puesto de

presidente de Venezuela en 1947 aunque fue destituido ante un golpe de estado al año

siguiente. Gallegos poseía una visión optimista del poder de la educación y su relación con

el empoderamiento social que esta otorgaba. Este pensamiento está tatuado en su producto

literario sobre la “devoradora de hombres”. Esta novela narra un intenso relato de acción

violenta entre la civilización y la barbarie, con una amplia descripción de los personajes y

el ambiente. Esta obra literaria se ubicó geográficamente en el paisaje y las costumbres del

Llano Venezolano muy cerca de la frontera con Colombia, en la región del Arauca.

Su trama transmite una lucha constante del hombre por dominar la tierra, poseerla y

controlarla, analógicamente una tierra mestiza, tal y como se poseyó a Barbarita en el

bongo de manera desenfrenada. El autor reproduce al lector una denuncia de los males

sociopolíticos que aquejaban a la población suramericana de principio del siglo XX.

Rómulo Gallegos expone indirectamente con esta novela su deseo de transformación social

de la Venezuela de su época. Introduce la idealización de una sociedad altruista que

superara la infamia utilizando la educación como medio de civilizar al ser humano.

En esta novela el autor presenta la hostilidad del llano y las grandes haciendas

como criadero de crímenes y revoluciones. Además se presentan múltiples conflictos

antagonistas tales como la civilización frente a la barbarie, la inocencia frente al abuso, la

justicia ante la injusticia del gobierno y la honestidad ante la corrupción. Gallegos

denominó a su obra Doña Bárbara, nombre que simboliza la barbarie, la ambición, el poder
y el miedo. Demuestra la autonomía del carácter del personaje principal femenino ante una

sociedad machista y patriarcal. La mujer que se levantó violentamente ante la destrucción

de su inocencia. Es quien ahora establece los límites del Miedo, no solamente de su

hacienda mal obtenida, sino del miedo que infunde por su carácter firme e indómito, la

muerte y sus “pactos” con la maldad. La obra exhibe una visión de la mujer desde la

perspectiva masculina estereotipada, en cuanto a su comportamiento, sexualidad y el lugar

a ocupar esta en la sociedad. El autor crea un claro contraste entre la mujer que es Doña

Bárbara y lo que debería ser su reivindicación, Marisela. Una metamorfosis crítica ante el

lector en donde la mujer libre, independiente y con autonomía sobre su cuerpo es un

ejemplo negativo para la indefensa y dependiente mujer idealizada por el hombre de esa

época.

El concepto de civilización en este texto literario es caracterizado por Santos

Luzardo, quien tras haber regresado al llano venezolano lo hace sin miedo, armado con

conocimientos, desligado del medio bárbaro en que nació, desbordando el espíritu de

justicia social. Demuestra un carácter firme y valiente, aunque bondadoso. Presentando

todo lo correcto ante la sociedad, en reclamo de sus derechos frente a lo correcto. Incluso el

autor utiliza su nombre con un simbolismo Santos cual sagrado y Luzardo, inicio de luz

quien viene a aclarar el panorama sombrío del llano. Dueño heredero de la Hacienda

Altamira, cuyo nombre pudo haber sido seleccionado como sinónimo de altruismo y virtud

en oposición a la Hacienda de Doña Bárbara: El Miedo. Santos Luzardo es presentado

como un hombre con una intensa lucha sicológica que lo lleva a superar el pasado de su

familia, sus enfrentamientos por un nuevo horizonte de ley y justicia, motivado por su
educación. Busca romper con el ciclo de las artimañas utilizadas para obtener bienes por

vías no legales y establecer el pensamiento de la civilización.

Aparecen en la obra de Rómulo Gallegos múltiples personajes que representan cada

uno de los problemas sociales regionales imperantes de principios del siglo XX. Uno de los

problemas sociales que se presenta en la novela es el alcoholismo y la degradación del

hombre que cayó víctima de la barbarie en la imagen de Lorenzo Barquero. La corrupción

descrita en las acciones de Pernalete y el coronel Apolinar. Mr. Danger el cazador de

caimanes y de todo cuanto deseaba a cambio de la destrucción de la dignidad del hombre.

El Brujeador, símbolo de la criminalidad y violencia. Asdrúbal plasmó el deseo de un

mejor porvenir que cayó en la desgracia y con su frustrado sueño de superación. La lujuria

y el odio se reflejan en las acciones del Taita. Entre otros relatos que despojan al hombre de

su humanidad de forma detallada y real. El asunto es el enfrentamiento entre el hombre y la

naturaleza salvaje que presenta el autor en forma de hombre de ley y mujer indómita. La

llanura que devora al hombre bueno y lo corrompe, limitando su buen juicio y

desvaneciendo la moral a cambio de la avaricia. La tierra, devoradora de hombres y

conciencias, el río como el lugar en donde surgen en Doña Bárbara sus primeras ilusiones y

la destrucción de su inocente primer amor por Asdrubal. El río que fluye como ciclo de la

vida, será la morada final de Doña Bárbara. No destruida sino destituida demostrando que

la tierra ha superado la barbarie y se ha civilizado.

Doña Bárbara, una obra literaria en respuesta a la lucha entre el hombre y la naturaleza.

Crítica, realista y regional en cuanto a sus denuncias contra las fuerzas de la tiranía en

Venezuela y del resto de la Hispanoamérica de principios del siglo XX.

María fue escrita por Jorge Isaac en 1867, es una novela Romántica

Hispanoamericana del siglo XIX. Jorge Isaac transmitió en esta obra datos autobiográficos,

ya que su familia poseía raíces judías. Su padre se trasladó desde Jamaica hacia el Valle del

Cauca en Colombia y se convirtió del judaísmo al cristianismo para poder casarse con

Manuela Ferrer. Jorge Isaac fue heredero de la Hacienda El Paraíso, lugar en donde se

desarrolla la historia, en su esfera doméstica. Todos estos datos se proyectan en el relato de

María.

Esta novela es la obra cumbre del Romanticismo Colombiano. De carácter humano

que integra la naturaleza y la belleza inalcanzable del amor ideal. Exhibe una exaltación de

lo sublime, las emociones y las pasiones. Predominan los sentimientos frente a la razón.

Puede decirse que posee un tono de elegía ya que expone una historia de amor y

sufrimiento. Es idealista ya que persigue la belleza absoluta representada en la protagonista,

las flores y el paisaje. Eleva las pasiones y el desespero por lograr el amor a pesar de los

obstáculos y aparece el tema de la muerte como lúgubre verdugo de la realización del idilio.

Su título María es el nombre de la protagonista femenina principal. Evoca al

catolicismo mencionado en la obra. De aspecto puro y virginal relacionado con el

sufrimiento y el amor. La trama de esta obra literaria presenta las tradiciones colombianas

del siglo XIX, con un sistema de crianza patriarcal en donde la mujer ocupaba socialmente

un papel sumiso y dependiente del hombre. Una mujer que cree en la superioridad del

hombre incluso se limita a ofrecer su opinión por considerarse menos capaz.

Una relación romántica que no ve consumación a causa de los prejuicios de la enfermedad

de la Epilepsia y por último por la desdicha de la muerte.

El tema principal es el primer y único amor que cae víctima del infortunio. Uno de

los temas secundarios que se presentan en la novela es la esclavitud, evidente en la

hacienda El Paraíso. La naturaleza está presente y activa en las flores, las aves, la tierra y el

río, con un protagonismo en cada relato. La muerte, es el verdugo del amor entre los

protagonistas María y Efraín. Un hilo de tristeza ya ata a María a su desgraciado destino.

Huérfana de madre, entregada por su padre, incluso despojada de su nombre Ester por el de

María. La muerte y el amor van de la mano en la narración de lo obra la angustia de la

desgracia se refleja en las descripciones de la naturaleza y en el miedo de perder al primer y

único amor. La “esclavitud idealizada” es presentada el texto ya que ablanda la rudeza de la

esclavitud aparentando una falsa bondad del patrón al conservar relaciones de amistad y

consideración sin otorgarles la libertad.

Al comparar las novelas Doña Bárbara de Rómulo Gallegos y María de Jorge Isaac

se puede notar que los personajes principales son femeninos, alrededor de quienes se

desarrolla la trama. Aparece la similitud de que ambas son niñas huérfanas. María por la

muerte de su madre a causa de la Epilepsia y la entrega de su padre y Doña Bárbara quien

creció a bordo de un bongo, expuesta a la violencia. Son novelas escritas por hombres

quienes plasman su visión de mujer desde una perspectiva tradicionalmente machista. En

Doña Bárbara primero está indefensa en un entorno masculino, no tradicional, violentada

su destino. La devoradora de hombres quien fue destruida por los hombres. María sumisa

idea de la mujer perfecta que todo lo entrega por amor, incluso la vida. Al estar lejos de su

hombre pereció. El romanticismo presentado por Jorge Isaac en su obra cumbre antepone

los sentimientos a la realidad. El realismo regional que se presenta en Doña Bárbara es un

crudo relato de las injusticias acaecidas en el llano.