Canción de Otoño en Primavera

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Isabel Arango Comentario de Texto Francisco Ortiz

Juan Camilo Arbeláez “Canción de Otoño en Primavera” 9º1


Juan Felipe Rivas Rubén Darío Enero 25/2010

Análisis de “Canción de Otoño en Primavera” de la colección “Cantos de Vida y


Esperanza” por Rubén Darío

Rubén Darío, también conocido como el “Padre del Modernismo”, fue un poeta
Nicaragüense a quien se le conoce como el máximo representante del Modernismo literario en
la lengua española y uno de los poetas que mayor y más duradera influencia ha tenido en la
poesía del Siglo XX. En el poema “Canción de Otoño en Primavera”, Rubén Darío expresa
resumidamente lo sucedido a lo largo de su vida amorosa demostrando, a través de diferentes
recursos, sus desilusiones, pasiones, traiciones y alegrías durante su búsqueda del verdadero
amor. Al principio del poema el Rubén Darío afirma que el amor del cual va a hablar es más de
uno, ya que después de la primera estrofa, la cual es considerada el estribillo del poema pues
es repetida constantemente, el poema continúa con los versos “Plural ha sido la celeste/
historia de mi corazón” [(5)(6)]. Las palabras “plural” e “historia” indican que se poetizará a lo
largo de los versos una cronología de hechos amorosos con distintas amantes en el transcurso
de su vida, haciendo énfasis en todo aquello que se va “…para no volver” (2) como menciona
el poeta en el estribillo del poema.

“Canción de Otoño en Primavera” consta de 18 estrofas, cada una de 4 versos con excepción
de la última la cual cuenta con sólo uno. Los versos son eneasílabos, 69 en total, todos de arte
mayor. El poema esta divido en cuatro partes, consideradas como bloques temáticos. Estos
son fáciles de identificar puesto que cada uno empieza y termina con un estribillo. Los cuatro
versos que forman el estribillo hacen referencia a la juventud y la describen como algo muy
valioso en la vida de un ser humano con el uso de la metáfora “divino tesoro” (1). En el
siguiente verso el poeta informa la proximidad de la ida de la juventud con la frase “¡Ya te vas
para no volver!” (2) e indirectamente le transmite al lector la importancia de valorar todo
aquello en la vida que puede irse en cualquier momento.

El primer bloque temático se ve de la estrofa 1 a la estrofa 4. Este bloque, además de


introducir al lector a la amplia cantidad de amores del poeta, explica su primer amor,
describiéndolo como algo inocente, tierno y frágil. En la tercera estrofa se centra en el aspecto
físico de la mujer y se ve el uso de frases como “Era su cabellera obscura” (11), manteniendo
constante el uso de símil y metáforas. El uso de estas 2 figuras literarias de nivel semántico
ayudan al poeta a definir mejor su sentimiento y su amante, por ejemplo: “sonreía como una
flor” (10) y “mi amor hecho de armiño” (15). El bloque termina expresando traición por parte
de la amada al hacer una referencia bíblica (judía) de “Herodías y Salomé” (16) al compararse a
sí mismo con Salomé quien fue traicionada por Herodías, en este caso la amada del poeta;
adicionalmente Rubén Darío utiliza el elitismo, característica sobresaliente del Modernismo, al
hablar de las mismas mujeres (Herodías y Salomé) quienes pertenecían a la clase alta y real de
la tierra idumea.

El segundo bloque se ve de la estrofa 5 a la 8. Este describe el segundo amor del poeta el cual
es definido como uno más sensible y único, visto en el verso 24: “cual no pensé encontrar
jamás”. En este bloque se puede ver una alusión a las antiguas Grecia y Roma al describir a la
amante y su vestimenta con palabras como “peplo” (27), refiriéndose a una túnica griega muy
elegante, y “bacante” (28), denominación que se les da a aquellas mujeres que participan en
Isabel Arango Comentario de Texto Francisco Ortiz
Juan Camilo Arbeláez “Canción de Otoño en Primavera” 9º1
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las fiestas de Baco, el Dios Romano del Vino. Complementando lo anterior, se puede ver que,
en este bloque, el amor como sentimiento se puede especificar como una pasión
perturbadora, en el sentido de que lo que se veía como una “pasión violenta” (26) de
“continua ternura” (25) terminó siendo lo que ‘mató el “ensueño”’, demostrando, de nuevo,
un final de traición y desilusión para el poeta.

En el tercer bloque temático, que va de la estrofa 9 a la 12, se ve un amor más maduro,


apasionado y trascendental por parte del poeta y su amante, visto en el verso 44: “… síntesis
de la eternidad”. Asimismo, la primera estrofa de este bloque (9) es decir el estribillo, tiene un
cambio y un anuncio importante en el verso 34 donde se afirma el abandono de la juventud
con la frase “¡te fuiste…!”. La constancia y estabilidad del amor es una característica muy
presente en estas cuatro estrofas, al igual que la ilusión de un ‘por siempre’. Sin embargo, uno
de los temas predominantes del poema, el “…no volver” (2) de las cosas, aparece al final de
este bloque, matando el ensueño del poeta. En este tercer bloque temático, las metáforas son
un recurso estilístico muy importante ya que ayudan a Rubén Darío a expresar de mejor
manera sus sentimientos y a trasmitirlos con mayor eficacia al lector. Por ejemplo, en los
versos 37 y 38 la frase “…era mi boca/el estuche de su pasión” demuestra el amor apasionado
por parte de los amantes al comparar la boca del poeta con aquello que guarda, cuida y
asegura la pasión. En suma, Rubén Darío enuncia de forma clara y concisa la visión paradisiaca
que tiene por este amor al compararlo, y su vez, hacer una referencia bíblica con el “Edén”
(46). El bloque concluye mostrando cómo, después de pensar en la eternidad y el paraíso
(edén), este amor acaba de la misma manera que los anteriores, es decir la desilusión vuelve a
ser presente.

El cuarto y último bloque va de la estrofa 13 a la estrofa 18 y comienza enfatizando que


además de los tres amores anteriores hay más de las que ya fueron mencionadas y estos
perduran en el corazón del poeta como un recuerdo. Esto es visto en el poema en los versos 53
y 56 con las frases “¡Y las demás!” y “fantasmas de mi corazón” respectivamente. Este bloque
demuestra la frustración sentimental de Rubén Darío al indicar la búsqueda fallida de una alma
gemela la cual es plasmada en la estrofa 15 donde usa frases claves como “en vano” (57) y “¡Ya
no hay…” (60) para anunciar su derrota y afirmar que se da por vencido, lo cual indica
frustración por no poder alcanzar una meta. En contraste a esto, Rubén Darío, en la siguiente
estrofa explica que a pesar de todas las desilusiones, desamores y traiciones a lo largo de su
vida, expresadas como “tiempo terco” (61) en el poema, su “sed de amor no tiene fin” (62).
Además usa el simbolismo, otra de las principales características del modernismo, para
demostrarle al lector que el amor como sentimiento en general no acabará y lo llevará a la
vejez, simbolizada por el “cabello gris” (63), e incluso hasta la muerte: “rosales del jardín” (64).
El poema y el cuarto bloque temático concluyen con una estrofa de un solo verso “¡Mas es mía
el Alba de oro!” (69) la cual indica el valor de la vida, simbolizada con la palabra “Alba”, al
referirse a ella como un objeto “de oro” y la posesión que tiene el poeta hacia ésta: “mía”.

En sus 18 estrofas y 69 versos se pueden identificar elementos sonoros de vital importancia.


Se ve rima consonante, cruzada a lo largo del poema: tesoro/lloro [(1)(3)], volver/querer [(2)
(4)], pura/obscura [(9)(11)], flor/dolor [(10)(12)], etc. Esta rima muestra la minuciosidad con la
que fue elaborado el poema puesto que, además de ser consonante todos los versos pares
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terminan con palabras agudas: corazón, aflicción, fue, Salomé, unía, envolvía, fin, jardín, etc.
Otros intensificadores sonoros como la reticencia, empleada en los versos 3, 16, 18, 20, 28, 30
y 32 entre otros, hacen que el lector haga una pausa lo cual, a su vez, cambia el ritmo entre
versos. La figura de nivel fónico de mayor importancia en todo el poema es el estribillo usado
para separar los bloques temáticos y además enfatizar la idea principal del poema, el
abandono definitivo de aquellas cosas importantes y especiales de la vida desde el punto de
vista de Rubén Darío. Los estribillos son todos iguales con algunas excepciones de puntuación
como reticencias y signos de exclamación, la única diferencia en cuanto a palabras es en la
estrofa 9 donde se cambia la frase “ya te vas” por “te fuiste” para confirmar el abandono de la
juventud, como fue explicado con anterioridad. Los estribillos se ven en las estrofas 1, 5, 9, 13
y 17.

El poema tiene un tono vesperal, que ínsita melancolía y nostalgia hacia eventos del pasado
que dejaron desilusión y tristeza en el cuerpo y alma del poeta. El poema es narrado en
primera persona, es decir el hablante lírico de éste es clasificado como el “yo” poético. La
mujer es quien provoca los sentimientos en el poeta, y es a lo que se refiere el hablante lírico a
lo largo del poema. Habla de sus amores con diversas mujeres y su felicidad y desgracia gracias
a estas, por esta razón es considerada el objeto lírico en el poema “Canción de Otoño en
Primavera”. El sentimiento predominante en el poema es el amor lo que lo vuelve el motivo
lírico ya que, basado en éste, el hablante lírico expresa al objeto lírico. La actitud lírica es
clasificada como cármica o de canción puesto que el poeta expresa su sentimiento en su
totalidad y habla primera persona.

Para concluir se puede establecer que Rubén Darío utiliza adecuadamente una gran variedad
de recursos como rima consonante, intensificadores sonoros, minuciosidad en la métrica y
organización estrófica, entre otros, para enfatizar su tema y mensaje. Además emplea una
serie de palabras y frases, mencionadas anteriormente, que facilitan la trasmisión de
información y están estrictamente relacionadas con el tema principal del poema. En suma, los
bloques temáticos hacen que se destaque de manera individual, cada uno de los sentimientos
del poeta además de proporcionar una estructura cronológica que mejora la apreciación del
poema.

Rubén Darío hace del poema “Canción de Otoño en Primavera” un texto entretenido que
resalta las características del modernismo y trasmite un mensaje de forma adecuada y eficaz
gracias a la buena utilización de recursos y meticulosa organización.

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