Renueva Tu Lexico
Renueva Tu Lexico
Renueva Tu Lexico
RENUEVA
Trabajo FinTU LÉXICO
de Máster
UNIVERSIDAD DE JAÉN
Centro de Estudios de
Trabajo Fin de Máster
Postgrado
UNIVERSIDAD DE JAÉN
Alumna: Muñoz Valladares, Mónica
Centro de Estudios de Postgrado
AGRADECIMIENTOS ................................................................................................. 4
RESUMEN ................................................................................................................ 5
1. INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 6
2.1.3.1. Descripción...................................................................................... 35
2
3.2.6. Desarrollo del proyecto.......................................................................... 68
4. CONCLUSIÓN ...................................................................................................... 85
3
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo sobre los neologismos, que comenzó hace un par de meses, no
habría sido posible sin los conocimientos que nos han impartido en el Máster. Por ello
doy las gracias a todos los profesores, a quienes debo en buena medida mi formación
académica e intelectual. Asimismo agradezco a mi tutora, Elena Felíu Arquiola, por
haberme acompañado en este viaje y confiar en mí. Gracias por todo el tiempo que
has invertido en mí, por tu esfuerzo, por querer que todo salga bien. Gracias por estar
siempre dispuesta a ayudarme en todo momento y por implicarte en este trabajo
tanto como yo, porque sin ti todo esto hubiera sido mucho más difícil. Y, por último,
gracias por todo lo que me has valorado.
4
Resumen
En este Trabajo Fin de Máster se presenta una propuesta didáctica para
trabajar un contenido lingüístico en 4º de ESO. El tema que se va a desarrollar son los
neologismos. En cuanto a su estructura, el trabajo está divido en dos bloques. En el
primero de ellos se lleva a cabo una fundamentación epistemológica que recoge, por
un lado, cómo se han tratado y clasificado los neologismos así como sus tipos y los
mecanismos morfológicos a través de los cuales se crean nuevas palabras y, por otro
lado, los aspectos más importantes de la metodología que se va a llevar a cabo en el
aula: el trabajo por proyectos y el aprendizaje cooperativo. En el segundo bloque se
recoge una propuesta didáctica en la que se trabajan, mediante el trabajo por
proyectos, los neologismos.
Abstract
Keywords: fourth grade of high school, project work, cooperative learning, neologism,
borrowings and foreign words.
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1. INTRODUCCIÓN
Algunos de los objetivos generales de la enseñanza de la asignatura de Lengua
castellana y literatura del Real Decreto 1631/2006 son aplicar con cierta autonomía los
conocimientos sobre la lengua y las normas del uso lingüístico para comprender textos
orales y escritos y para escribir y hablar con adecuación, coherencia, cohesión y
corrección, y utilizar con progresiva autonomía y espíritu crítico los medios de
comunicación social y las tecnologías de la información para obtener, interpretar y
valorar informaciones. Estos principios serán esenciales en nuestro proyecto, ya que el
objetivo es que los alumnos sean capaces de buscar, identificar y reconocer
neologismos, palabras de reciente incorporación, que nombran realidad y conceptos
nuevos, al léxico actual. Se familiarizarán con los diferentes tipos de neologismos y sus
mecanismos morfológicos para crear nuevas palabras. Para ello será imprescindible la
capacidad de los alumnos para observar el funcionamiento de la lengua y para hablar
de ella, así como a los conocimientos explícitos sobre la lengua y sus formas de uso.
Para cumplir con nuestros propósitos, dividiremos el trabajo en dos bloques. El
primero de ellos recoge la fundamentación epistemológica, en la que se realiza una
revisión sobre las hablas andaluzas y sobre la metodología que emplearemos en la
propuesta didáctica, el aprendizaje basado en proyectos. En el segundo bloque se
desarrolla un proyecto para trabajarlos neologismos en el aula de una manera distinta,
amena y atractiva.
De los cuatro bloques principales en los que se divide el currículo de la
Educación Secundaria de la asignatura de Lengua Castellana y Literatura, que son:
escuchar, hablar y conversar; leer y escribir; conocimiento de la lengua y educación
literaria. Nuestro trabajo se centra, principalmente, en el bloque del conocimiento de
la lengua, y en concreto en el nivel léxico, ya que en él recogen todos los contenidos
necesarios para su emprendimiento como son la observación, reflexión y explicación
del uso expresivo de los prefijos y sufijos, explicando el significado que aportan a la raíz
léxica y su capacidad para la formación y creación de nuevas palabras, y el manejo de
diccionarios y otras fuentes de consulta en papel y formato digital sobre la normativa y
el uso no normativo de las palabras e interpretación de las informaciones lingüísticas
que proporcionan los diccionarios de la Lengua: gramaticales, semánticas, registro y
uso.
No hay que perder de vista que esta asignatura tiene como objetivo el
desarrollo de la competencia comunicativa del alumnado, entendida en todas sus
vertientes: pragmática, lingüística, sociolingüística y literaria.
En resumen, esta materia, y de acuerdo con la LOMCE, Ley Orgánica para la
Mejora de la Calidad Educativa, persigue el objetivo último de crear ciudadanos
conscientes e interesados en el desarrollo y la mejora de su competencia
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comunicativa, capaces de interactuar satisfactoriamente en todos los ámbitos que
forman y van a formar parte de su vida. Esto exige una reflexión sobre los mecanismos
de usos orales y escritos de su propia lengua, y la capacidad de interpretar y valorar el
mundo y de formar sus propias opiniones a través de la lectura crítica de las obras
literarias más importantes de todos los tiempos.
En cuanto al proyecto que se desarrolla en la segunda parte del trabajo, la
metodología empleada para llevarlo a la práctica es el trabajo por proyectos y el
aprendizaje cooperativo.
El trabajo por proyecto, se trata de una metodología reciente en la que los
alumnos y sus actividades son los protagonistas del proceso enseñanza-aprendizaje y
no la figura del docente, como lo había sido hasta el momento. Esta metodología lleva
empleándose desde principios del siglo XX.
El aprendizaje cooperativo, por su parte, ha demostrado siempre ser una
experiencia positiva para el alumnado. Para que exista trabajo cooperativo los alumnos
han de estimularse recíprocamente para aprender y ayudarse entre ellos. Además,
este tipo de aprendizaje es un contenido más que debe enseñarse en las aulas, es
necesario enseñar a los alumnos a trabajar en equipo ya que será una práctica muy útil
y demandada en el futuro.
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2. FUNDAMENTACIÓN EPISTEMOLÓGICA
Esta cita de Guerrero Ramos tiene relación con la perspectiva de Alvar Ezquerra
(1999: 40). Para él, determinar qué es un neologismo no es nada fácil, ya que cualquier
palabra en una lengua puede llegar a ser un neologismo en un momento concreto de
su historia. Todo lo que no aparezca en el Diccionario de la lengua española (DRAE) no
se puede considerar como un neologismo, entonces, ¿qué es un neologismo? Alvar
Ezquerra (1999: 41) señala que en el DRAE se encuentran estas dos acepciones:
1. Vocablo, acepción o giro nuevo en una lengua.
2. Uso de estos vocablos o giros nuevos.
Si leemos con detenimiento, se puede deducir que un neologismo no sólo es
una palabra nueva en la lengua, sino también cualquier innovación que se produzca en
el interior del significado de una palabra. De ahí, que los neologismos puedan ser
formales y semánticos, tal y como lo indica Guerrero Ramos (1997).Ejemplos de
neologismos formales serían los siguientes: desfinanciar ‘suprimir la financiación [de
algo]’; liberalglobalismo ‘liberalismo llevado a escala mundial’; redenominar ‘cambiar
la denominación [de algo]’; telepromoción ‘sistema de promoción de las ventas de
productos a través de la televisión’. Alvar Ezquerra (1999) documenta todos los
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ejemplos que expone en este capítulo en periódicos y revistas como El País, ABC, El
Mundo, El País Semanal, Blanco y Negro, entre otros, por lo que no nos encontramos
la palabra fuera de contexto.
A partir de la exposición de varios ejemplos, Alvar Ezquerra (1999: 49) intenta
dar una definición de neologismo. Para este autor, “el neologismo da vida a la lengua,
sirve para renovar su léxico, actualizar elementos, dar cuenta de nuevas realidades, y
en él se manifiestan todas las tensiones que tienen lugar en el interior del léxico”.
De acuerdo con Domènech (2008: 14), “se considera un neologismo cualquier
palabra que no aparezca en un corpus lexicográfico de exclusión previamente
establecido, formado por diccionarios prescriptivos y descriptivos”. La autora toma
como obras de referencia básica para el español el Diccionario de uso del español de
América y España de SPES Editorial y el Diccionario de la lengua española de la Real
Academia.
Domènech (2008: 23) expone que definir de manera objetiva qué entendemos
por neologismo o palabra nueva no es sencillo. De hecho, para explicar este concepto
hay que recurrir a diversos criterios, como son los siguientes: desde un criterio
temporal, el neologismo es cualquier palabra que aparece dentro de un periodo de
tiempo reciente; desde un criterio psicolingüístico, es la unidad léxica que el hablante
aprecia como nueva; finalmente, desde un criterio lexicográfico, se trata de una forma
que no está recogida en un corpus lexicográfico concreto.
La misma autora, coincidiendo con Estopà (2009), también nos dice que si
separamos el aspecto de neologismo del de palabra nueva, observaremos dos cosas:
por un lado, que un neologismo es una unidad léxica nueva (por lo tanto, el criterio
temporal, mencionado anteriormente, no es un criterio en sí, sino que es lo que
explica el neologismo, su novedad); y, por otro lado, que los criterios que permiten
identificar las nuevas palabras pertenecen a dos grupos: uno de tipo tangible y muy
objetivable, como es el criterio lexicográfico, y otro de tipo cognitivo y muy
difícilmente objetivable, este último guarda similitud con el criterio psicolingüístico de
Alain Rey (1976).
Por su parte, Guerrero Ramos (1997: 10) explica que estos los conceptos de
neología y neologismo no siempre han tenido el mismo significado. La palabra
neologismo nace en el siglo XVIII para referirse a una afectación o fingimiento en la
manera de expresarse, mientras que neología, posteriormente, supuso lo contrario, la
maestría de innovar siguiendo el transcurso de las ideas. Tendrá que llegar el Siglo de
las Luces para que el término neologismo abandone su carga peyorativa y pase a
formar parte del ámbito lingüístico para denominar, como aún lo hace hoy, a la
innovación en la lengua.
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Una vez que ya tenemos una visión fundamentada a partir de esta breve
revisión de definiciones de ambos términos, cabe señalar que la diferencia radica en
una dicotomía entre el proceso, en el caso de la neología, y el producto, en el caso del
neologismo. Por lo que podemos concluir, de acuerdo con Bastuji (1974), que los
neologismos son unidades léxicas nuevas, mientras que la neología pretende ser un
sistema o método, un combinación de reglas y condiciones que observen su creación,
marcación y empleo.
Como ha señalado Guerrero Ramos (1997: 11), si entendemos la neología como
el proceso a través del cual el cambio lingüístico hace surgir formas y sentidos nuevos,
debe poder ser analizado al nivel de sus consecuencias, de sus resultados, es decir, de
los neologismos. Lo que sí tenemos claro es que un neologismo constituye una
necesidad imperiosa y todo el mundo crea nuevas palabras, tanto el sabio como el
ignorante, el teórico como el pragmático. Esas palabras las oímos y utilizamos a diario,
sin sorprendernos, sin darnos cuenta y comprendiéndolas.
Guerrero Ramos (1997: 11) afirma que se puede establecer como primera regla
de la neología que las lenguas cambian siguiendo el transcurso del tiempo, se van
adecuando a las circunstancias y a las nuevas necesidades que surgen, siempre y
cuando no sean petrificadas por un conservadurismo y un purismo excesivos. En
contrapartida, y como segunda regla de la neología, existe una autodefensa de las
lenguas, que se debe a la necesidad de conservar la comprensión entre las diferentes
generaciones, lo que imposibilita que la lengua se modifique excesivamente rápido o
excesivamente despacio. Y, por último, y esta sería la tercera regla de la neología,
cuando en una lengua se da la necesidad de una palabra, se acomoda o la acomoda.
Por consiguiente, tal y como afirma Guerrero Ramos (1997: 11), la neología es
uno de los máximos signos de expresión de la vitalidad de una lengua. Cualquier
lengua viva origina nuevas palabras tanto para suplantar a los préstamos como para
nombrar a nuevas realidades.
Generalmente situamos en el ámbito del cambio lingüístico el estudio de la
neología, que debe tener en cuenta todos y cada uno de los niveles de la lengua, como
el fonético-fonológico, el morfo-sintáctico y el léxico-semántico. Pero, ¿cómo
decidimos qué unidades se pueden considerar neologismos? Está claro que el
concepto de neologismo implica una serie de dificultades y se hace necesaria una
clasificación.
Guerrero Ramos (1997) coincide con Domènech en la concepción del término
en la línea del investigador A. Rey (1976): “un neologismo debe ser necesariamente
una palabra, simple (palabra o morfema) o compleja (grupo sintagmático o sintagma
lexicalizado)”.
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Sin embargo, Bastuji (1974) considera que la neología es un caso
específicamente léxico, de modo que cuando el cambio atañe a otro ámbito de la
gramática, nunca es examinado en términos de neología.
El proceso de integración de una palabra en la lengua pasará por diferentes
etapas: la primera, el momento de aparición y la identificación que hace el hablante
del neologismo; la segunda etapa, su registro en un diccionario de neologismos; la
tercera, cuando se introducen en un diccionario general de la lengua con la marca de
neologismo; y la última etapa, aparición sin marca en ese diccionario. Es ahí cuando se
puede afirmar que la palabra ya está integrada en la lengua.
Ahora que ya sabemos cuándo un neologismo deja de serlo, sería interesante
saber cuándo una palabra comienza a serlo.
Así pues, ¿cuándo una palabra comienza a ser neologismo? La aparición de una
nueva palabra se produce cuando una persona o un grupo crean conciencia de una
nueva realidad como situación y sienten la necesidad de nombrarla; después eligen el
signo adecuado, que puede proceder de la propia lengua o de otra. Por lo tanto,
estamos ante las primeras manifestaciones de una expresión nueva que ha sido creada
a nivel individual y que dependen directamente de otros usuarios que la adopten o no
y que en la utilicen en reiteradas ocasiones. Cuando esto suceda, esa creación
individual pasará a ser de uso colectivo y en ese momento estaremos ante un
neologismo. Esa adopción es la vida del neologismo, porque empieza a moverse por la
sociedad, pero también su muerte, porque supone su total institucionalización. Es su
aprobación colectiva lo que permite que esa palabra pase a formar parte del léxico de
la lengua y que su uso se extienda a toda la comunidad.
Siguiendo a Fernández-Sevilla (1982), se distinguen dos fases en el proceso de
formación de neologismos: el acto de creación y la difusión y acomodación del
neologismo.
Para Guerrero Ramos (1997: 14), todo neologismo debe respetar una serie de
criterios para que sea aprobado en el plano lingüístico y se considere correcto en el
plano terminológico. Estos aspectos, que desarrollamos a continuación, son dos caras
de la misma moneda.
a) Criterios de aceptabilidad lingüística
Guerrero Ramos (1997: 14), siguiendo a Auger y Rousseau (1984), establece cinco
condiciones o premisas que debe reunir un neologismo para que sea aceptable
lingüísticamente:
11
La amplitud semántica: el neologismo tiene que ser capaz de representar la
realidad, evitando suscitar referencias molestas, connotaciones negativas
que actúen en detrimento del significado que pretende ofrecer.
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Calcular las posibilidades de aceptabilidad del término basándose en modelos o
ejemplos ya aprobados y comparándolo con acciones anteriores y
contemporáneas.
Conseguir, siempre que sea posible, el acuerdo de los equipos de las distintas
industrias que colaboran en el proyecto léxico.
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otros. Algunos ejemplos pueden ser los siguientes: el sufijo -itis en el ámbito de la
medicina (apendicitis, faringitis, etc.) o el prefijo re- para señalar repetición
(remodelación, reeditar, etc.). Guerrero Ramos (1997: 17) concluye diciendo que “en
este tipo de neología la palabra sigue de los avatares del objeto, y se difunde o se
prestigia según su suerte”.
En cambio, la neología estilística se basa en la búsqueda de la expresividad de
la palabra en sí misma para traducir ideas no originales de una nueva manera, para
expresar de forma inédita una perspectiva particular del mundo. Esta forma de
creación léxica está relacionada con la facultad de creación y con la libertad de
expresión de que goza el individuo, frente a los modelos ya instaurados. Aunque esta
forma de neología se vincule directamente con los escritores, cualquier hablante tiene
la capacidad de crear palabras.
Sin embargo, la libertad de creación lingüística tanto por parte del escritor
como del hablante está sometida a una serie de imposiciones. La creación verbal
forma parte del estilo. El escritor, en algunas ocasiones, siente la necesidad de crear
nuevas palabras para expresar su pensamiento o intención. En este ámbito, la creación
léxica responde a una actitud consciente y voluntaria, por lo que el escritor ha de
ceñirse a las normas del sistema para evitar no ser comprendido.
De acuerdo con el Guerrero Ramos, Alvar Ezquerra (1999) también habla de
neologismos denotativos, cuando está presente la oportunidad y necesidad de un
nuevo término; y neologismos estilísticos, que surgen por la necesidad subjetiva del
hablante para expresar de una manera inédita una visión particular del mundo.
Los neologismos denotativos siempre buscan la eficacia comunicativa, ya que
se persigue la necesidad de comunicar una nueva experiencia, por eso manifiestan
procedimientos de motivación morfológica, como los prefijos y sufijos y la
composición. Veamos algunos ejemplos: bio- (bioactivo, bioagricultura, biosanitario,
bioseguridad, biotecnología, etc.), eco- (ecoetiqueta, ecopacifista, ecotasa,
ecoterrorista, ecoturismo, etc.) o multi- (multibolsillos, multibrazo, miltiproveedor,
multirracial, multirresplandor, multiválvula (s), multivitamina), y otros prefijos como
ciber-, euro-, híper-, macro-, mini-, semi-, etc.; o los sustantivos derivados con -ismo
(amateurismo, hipismo, involucionismo, ñoñismo, transfuguismo, etc.), los adjetivos
con -oso (anticanceroso, marchoso, migrañoso, prejuicioso, rocoso, etc.) o con -ar
(cerebrovascular, columnar, dunar, etc.), o con los verbos con -ear (cablear, mapear,
masajear, surfear, telonear, versionear, etc.). La motivación morfológica también se
aprecia en formaciones analógicas, como es el caso de papamóvil ‘vehículo que en
suele utilizar el Papa para sus desplazamientos urbanos en sus viajes de apostolado’.
Se trata de una creación analógica a partir de las palabras papa y automóvil. Siguiendo
este modelo, encontramos papanauta ‘persona que acompañaba al Papa en sus
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viajes’. También encontramos la serie, cada vez más frecuente, de cibernauta,
internauta, o incluso bionauta ‘persona que, gracias a los medios de los que dispone,
puede ver el organismo por dentro sea defensiva de intervenir quirúrgicamente’.
Por otro lado, encontramos los neologismos estilísticos. Se trata de en un tipo
de creaciones que definen el ingenio del hablante y además pueden llegar a
caracterizar su estilo, como es el caso de Juan Ramón Jiménez, e incluso traspasar la
barrera de lo individual. Por ejemplo: ecobús, motocasa, euroenredarse, futboldólar,
netartista, telemundial, entre otras.
Bastuji (1974) distingue entre dos tipos de neologismos, como la mayoría de los
estudiosos: el neologismo ordinario, unidad léxica dotada de una “forma” y de un
“sentido” nuevos, y el neologismo de sentido, que consiste en que una unidad que ya
está constituida adquiere una nueva acepción. El caso de la neología semántica no es
más que un caso particular de polisemia, que posee un rasgo diacrónico de novedad en
su uso, es decir, en el sentido. No obstante, no todos los estudiosos coinciden en este
aspecto, y hasta los lexicógrafos toman distintas soluciones en función de si califican
cada uso diferente de un mismo significante como una palabra nueva o no.
Pottier-Navarro (1979) también realiza la distinción entre neología formal y
neología semántica. En la primera de ellas, la neología formal, ha de estar presente un
elemento formal nuevo y presenta una pequeña innovación semántica o una fuerte
innovación semántica. En la neología semántica no aparece el elemento formal nuevo.
Lenoble (1991), por su parte, “habla de neologismo de sentido cuando un
sentido nuevo es atribuido a una palabra existente, y de neologismo de forma y de
sentido cuando se crean una palabra nueva”.
Auger y Rousseau (1984) distinguen hasta tres tipos de neología, esto es,
consideran la neología de préstamo de manera independiente, no está incluida ni en la
neología de forma ni en la de significado. Estos tres tipos son los siguientes:
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por ejemplo el inglés, el alemán o el ruso, o a una lengua muerta, como sería el
caso del latín, del griego o del sánscrito.
Esta clasificación guarda cierta similitud con la que hace Domenèch (2008), ya
que Auger y Rousseau (1984) toman el préstamo como otro tipo de neologismo. Sin
embargo, para Guerrero Ramos (1997: 20), como para la mayoría de estudiosos, la
neología de préstamo es una neología de forma y, por ello, Guerrero Ramos (1997)
atenderá únicamente a la división entre neología formal y neología semántica.
Como vemos, resulta difícil encontrar unanimidad entre los lingüistas a la hora
de clasificar los neologismos. De hecho, hay propuestas muy diferentes entre sí, como
se observa en el siguiente fragmento:
La concepción tradicional clasifica los neologismos `considerados como palabras aisladas´
según pertenezcan al fondo hereditario del léxico y atendiendo a los elementos formativos
(raíces, prefijos, sufijos, etc.); los neologismos semánticos vienen clasificados mediante
varios tropos (sinécdoque, metonimia, metáfora), a través de los cuales se explican las
diversificación es de un sentido originario del habla en las distintas etapas de la historia de
la lengua.
Desde la perspectiva estructuralista, cabe destacar la clasificación en cuatro grupos que
para las palabras nuevas propuso P Guiraud: 1) tipo onomatopéyico; 2) tipo morfológico; 3)
tipo semántico; 4) tipo alogénico. Son, según él, las estructuras “lexicogénicas” las que
permiten clasificar el conjunto de la neología léxica (…) (Guerrero Ramos, 1997: 20-1).
Por otro lado, Guilbert (1975) muestra sus dudas en “la capacidad de cubrir el
conjunto de dominio de la neología y la absoluta pertenencia en la descripción del
sistema de producción léxica”. Este autor opta por otro tipo de clasificación para el
estudio de la neología contemporánea que parte de premisas generativo-
transformacionales. Pero la capacidad de la corriente generativa para dar cuenta del
fenómeno de la neología también se ha puesto en duda.
Guilbert (1975) desarrolla una clasificación que se basa en una serie de
postulados obtenidos de la observación del funcionamiento del lenguaje. A partir de
dichos postulados, propone cuatro formas de neología: la neología fonológica
(consiste en la formación de la sustancia del significante y en su transcripción), la
neología sintagmática (abarca todos los tipos de formación que implican mezclar
distintos elementos morfosintácticos y engloba todas las formas de derivación), la
neología semántica (se trata de un cambio semántico pero sin crear una sustancia
significante nueva, por lo que pertenece al ámbito del significado) y la neología por
préstamo (explica los diferentes aspectos por préstamo de una lengua extranjera).
Como señala Guerrero Ramos (1997: 22), entre la clasificación de Guiraud
(1967) y la de Guilbert se puede encontrar un paralelismo, pero la concepción para
distribuir los neologismos en cada una de ellas es diferente. La clasificación de Guilbert
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es más coherente e incluye muchos de los mecanismos de producción de las unidades
neológicas.
Por último, Rey-Debove (1971) habla de concepto existente frente a concepto
nuevo; en esta clasificación da cuenta de dos actitudes antagónicas de la norma social:
su referencia a la norma lingüística y su referencia a las normas actuales de producción
del sistema de la lengua.
La clasificación de los neologismos irá en función del punto de vista teórico que
se adopte, lo mismo que el estudio de los mecanismos empleados para crear nuevas
unidades léxicas tendrá íntima relación con la perspectiva teórica adoptada. Además,
veremos cuáles han sido o son los mecanismos más fructíferos de la neología
contemporánea. Habrá que tener en cuenta la existencia de una conciencia neológica,
sus valores tanto semántica, sintáctica con morfológicamente, y la concepción de la
acción neológica como la creación de signos nuevos o de una relación nueva entre
significante y significado de un signo que ya existe, por un lado, y la adopción de otros
signos, por otro. Tal como indica Guerrero Ramos (1997: 24), se va a partir de la
división que se hacía al principio entre neologismos de forma y neologismos de
sentido.
I. Neologismos de forma
I.1. Creación ex nihilo
Estamos ante un tipo de creaciones poco frecuentes, porque aunque es posible
crearlas, no es tan fácil su aceptación general. Solo se puede hablar de neologismo
creado ex nihilo si se conserva la conciencia del proceso por el que ha sido creado. Lo
que diferencia a este tipo de neologismo es que la motivación solo existe para el
creador.
Guerrero Ramos (1997: 25) señala que, como sabemos, la mayor parte de las
formaciones modernas surgen de forma arbitraria para nombrar ciertos objetos
impuestos por la industria, la publicidad, entre otros, pero también guardan una
motivación. Existe una especie de necesidad de motivación por parte del hablante que
crea los neologismos: esta obligación constituye una seguridad, una garantía tanto
para el hablante como para la comunidad.
Recordemos que las palabras pueden ser motivadas:
o Desde el punto de vista fonológico, como, por ejemplo, la onomatopeya: cucú,
chapotear, tintinear.
o Desde el punto de vista morfológico. El hablante, que posee competencia de la
lengua, podrá crear y comprender perfectamente palabras como tuitear, ya
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que conoce una serie de verbos formados con el sufijo -ear (formatear,
humear, tutear).
o Por el significado. Por ejemplo, encontramos expresiones como brazos de la
balanza que son motivadas por una relación semántica entre el referente y las
partes del cuerpo humano.
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Guerrero Ramos (1997: 27) explica que se puede hallar todo un campo prefijal
alrededor del concepto de ‘numeración’ o ‘cantidad’: multi- (multifamiliar, multicentro,
multidisciplinario, multimedia, multipropiedad, multipartidismo, multivisión); pluri-
(pluripartidismo, pluriempleado, plurivalencia); poli- (polideportivo, politraumatismo,
polivalencia); junto a estos se encuentran: mono- (monopuesto, monocolor,
monopatín, monovalente); uni- (unicolor, unifamiliar). También se pueden encontrar:
bi- (bicampeón, bipartidismo, bicameral); tri- (tripartidismo, tricampeón); etc.
Dentro de la noción de ‘intensidad’ podemos señalar tanto superioridad,
grandeza o exceso: super- (supercontrato, supercuenta, supereconómico); hiper-
(hiperactivo, hiperinflación); macro- (macroproyecto, macroinstitución, macroacuerdo);
sobre- (sobresfuerzo, sobreexplotación); como inferioridad, pequeñez o escasez: sub-
(subcampeón, subcampeonato, subcontratación); mini- (minicine, miniserie, minicrisis,
minigolf); micro- (microbús, microchip, microclima); hipo- (hipocalórico); infra-
(infravalorar, infrautilizado).
En el campo `temporal´ se puede destacar, indicando `anterioridad´: ante-
(antevocálico, antepié); el más frecuente es pre- (preaviso, precampaña, preescolar,
preelectoral, premamá, pretemporada, preolímpico, preinstalación); indicando
`posterioridad´: pos- o post- (posfranquismo, posindustrial, posmodernidad,
posmoderno).
Para la noción de `oposición´ o `contrariedad´ destacan: anti- (antiamericano,
antidemocrático, antitabaco, antideslizante); contra- (contracultural, contraespionaje,
contrarrevolucionario). En sentido contrario, de `a favor de´ o `defensa´, se consigue
con el prefijo pro- (proamericano, prodemocrático, proamnistía).
En el concepto de `exclusión´ podemos resaltar la proliferación de palabras en
la lengua actual que contienen el prefijo des-: junto a deslegalizar, desprivatizar,
despresurización, se pueden añadir otras muchas como desaconsejable,
descoordinación, descontextualizar, etc.
Guerrero Ramos (1997: 28) manifiesta que en la lengua moderna se forman
muchas palabras con el prefijo de negación o privación in-, i-, pero se exige un término
positivo de carácter adjetival: ingobernable, indisponible, ilegalizado o ilocalizable. Sin
embargo, la negación no ha entrado en la lengua culta compitiendo con el prefijo in-,
como podemos observar en los siguientes ejemplos: el acuerdo de no proliferación, un
pacto de no agresión, los no creyentes. La expansión de no únicamente queda limitada
por dos formas concurrentes: el prefijo de negación in- y la locución sin + infinitivo. Por
ejemplo, inconformista en lugar de no conformista; un niño sin escolarizar el lugar de
no escolarizado, etc.
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También prolifera la formación de nuevas palabras que conlleva la idea de
`colaboración´ a través del prefijo co-: codirigir, correalizador, copatrocinador, etc.
Por otro lado, para indicar `reiteración´ se emplea la forma prefijal re-:
reajustar, reajuste, reciclaje, recomenzar, revacunar, reforestación, reforestar, etc.
Existen algunos prefijos que sufren un cambio en su significado inicial, como se
observa en el siguiente fragmento:
La forma prefija extra- suele mantener el sentido patrimonial de `espacialidad´ con el
significado de `fuera de´, aunque a veces toman el de `en grado sumo´, uniéndose de este
modo al grupo de los intensivos, situación que parece haberse extendido en mayor medida
a ultra-. Los mimos ejemplos lo muestran: extramunicipal, extraescolar, extragaláctico;
extraprecio, extracoste, extraplano; ultraconservador, ultralimpio, ultramoderno,
ultradefensivo (Guerrero Ramos, 1997: 29).
Por último, destacamos dos prefijos cultos, que ya funcionaban en latín y griego
y que en han pasado directamente al español en numerosas formaciones neológicas:
neo-, especialmente en el ámbito político (neofascista, neonazi, neolíder,
neocaciquismo, etc.); auto- (autoabastecerse, autodefensa, autocontrol,
autofinanciación, autorregulable, autogestión, etc.).
Aquellos prefijos que proceden del latín o de griego hacen que las nuevas
palabras creadas con ese elemento prefijal tengan formas muy parecidas en las
diferentes lenguas romances. Como sucede en francés y español: rayos ultravioleta /
rayons ultra-violets; reloj extraplano / montre extra-plane. Como señala Guerrero
Ramos (1997: 29), este hecho nos llevaría a aceptar, “o bien el calco o que la neología
no es un fenómeno particular de una lengua sino que es un hecho de cultura que,
necesariamente, se manifiesta en las diferentes lenguas”.
b) La sufijación
Se trata de otro procedimiento para formar palabras nuevas, que consiste en
adjuntar un sufijo o a un término base, el manteniendo la misma categoría gramatical
(golpe → golpismo), o puede cambiar a otra clase gramatical (peatón → peatonal;
formal → formalizar; convocar → convocatoria).
La gran variedad de sufijos provoca una complicada red de relaciones y
dependencias en función de la clase gramatical de la base o en función de la nueva
palabra creada.
Sufijación verbal
Actualmente, casi todos los verbos nuevos pertenecen a la primera
conjugación. Esta tendencia se confirma con la aparición de dobletes, donde un verbo
20
terminado en -ar de creación reciente tiende a sustituir a un verbo de otra
conjugación. Como se observa en los siguientes ejemplos: influir / influenciar, ofrecer
/ ofertar, conmover / conmocionar, promover / promocionar, impedir / imposibilitar,
fundir / fusionar, etc.
Los sufijos que crean verbos más fructíferos son aquellos que se enlazan a las
bases sustantivas o adjetivas, generalmente, tienen un valor causativo, como:
o -ar: anexionar, que ha sustituido a anejar, distensionar, interaccionar,
descongestionar;
o -izar: agilizar, climatizar, enfatizar, etc.;
o -ificar: codificar, mistificar, mitificar, tonificar, etc.
El éxito de estos sufijos es tal que, por ejemplo, -izar, sustituye a los verbos en -
ar anteriores: valorizar por valorar; concretizar por concretar; culpabilizar por culpar, y
tantos otros.
No hay que olvidar que, los verbos terminados en -izar e -ificar suele ser el
punto de inicio en de sustantivos o adjetivos derivados: mistificar, mistificación,
mistificador; revitalizar, revitalización, revitalizador, etc.
Sufijación nominal
Entre los principales sufijos que sirven para crear sustantivos nuevos, se
destaca el sufijo -ción, origina nombres abstractos que indican `acción´ y `efecto´,
generalmente partiendo de una base verbal. Junto a las incrementa acciones hechas a
partir de bases románicas (condensación, beatificación) se encuentran calcos
extranjeros (nominación).
Manuel Seco (1997), dentro del campo de la sufijación sustantiva a partir de
una base verbal, destaca la fuerte productividad de los sufijos -ado (etiquetado,
visionado, recalentado, etc.) y -aje (blocaje, reciclaje, equilibraje, frenaje, etc.), su valor
es el mismo, por lo que se puede encontrar dobletes como el etiquetado / etiquetaje,
equilibrado / equilibraje, etc.
Para crear sustantivos a partir de la base de otro sustantivo se destacan, por su
gran productividad, los sufijos -ismo e -ista. Se puede encontrar un gran número de
sustantivos derivados de formaciones que aceptan uno o ambos sufijos y se crean
parejas de términos —no son dobletes, ya que poseen significados diferentes—
(colaboración → colaboracionismo, colaboracionista; ensayo → ensayismo, ensayista).
Ambos sufijos poseen gran vitalidad y crean gran cantidad de neologismos con el
sentido de `idea´, `doctrina´ y `partidario´ de ella, sobre todo en el campo político,
donde se habla de política atlantista, felipismo, felipista, fraguismo, etc. También, se
emplean otros muchos: enchufismo, olimpismo, guerrista, yupismo, etc. Aquellas
21
palabras que en español llevar el sufijo -ista pueden funcionar dentro de la categoría
de los sustantivos pero también en la de los adjetivos, y, en algunas ocasiones, las
bases de las que derivan son adjetivas, como por ejemplo: nacionalista (de nacional).
En último lugar, se puede mencionar el sufijo -dad, es un tipo de sufijo que
forma sustantivos a partir de adjetivos, que sirve para crear nombres abstractos que
señalan `cualidad´: españolidad, fiscalidad o linealidad.
Sufijación adjetival
Guerrero Ramos (1997: 31) explica que entre los sufijos que hay para formar
adjetivos en español destaca el sufijo -al que actúan sobre una base sustantiva y
formar adjetivos que señalan `relación´ o `pertenencia´: educacional, transformacional,
empresarial, poblacional, etc.
También se encuentra el sufijo -ano, que viene a convertir en `cualidad´ el
significado del sustantivo. Actualmente, están muy de moda los derivados de nombres
de personajes de hoy en día: thacheriano, fraguiano, gorbachiano, etc. Otro sufijo de
este tipo es -ico: semafórico, museístico, emblemático, etc., aunque no se añade a los
nombres propios.
Dentro de la formación de adjetivos a partir de otro adjetivo se resalta el sufijo
-oide, como por ejemplo: esteroide, facistoide o socialistoide.
Por último, se destaca el sufijo -able, que da lugar a palabras como un
urbanizable, orientable, objetable, influenciable, etc. Del mismo tipo es el sufijo -ico,
que origina formaciones como imitativo, permisivo o regenerativo, entre otras.
c) La composición
Tal como plantea Guerrero Ramos (1997: 32), “la composición implica la
conjunción de dos elementos constituyentes identificables y susceptibles de tener
empleos autónomos, esto es, son palabras que se encuentran aisladamente en la
lengua”.
Se pueden apreciar, siguiendo a Benveniste (1985), dos tipos de formaciones
compuestas: los conglomerados o unidades léxicas simples, que unen dos o varios
términos que ya existen formando una nueva unidad de significación
(limpiaparabrisas, autostop); y unidades léxicas complejas (lo que Benveniste
denominará sinapsias), únicamente se distinguen de los sintagmas habituales porque
designan una realidad precisa, eventualmente nueva o desprovista de significación
hasta el momento: pirata informático, cinturón de seguridad, dar luz verde, pistoletazo
de salida, etc.
22
A continuación, se destacan algunos tipos atendiendo a la morfología de sus
constituyentes:
23
pseudosufijos, ya que, convertidos en base de neologismos, actúan como prefijos o
sufijos, y bien su contenido semántico es el de un sustantivo, adjetivo o verbo. Algunos
de estos elementos cultos que participan en la formación de palabras podemos
resumirlos, por un lado, prefijos como micro-, macro-, mono-, neo-, demo-, electro-,
cardio-, socio-, agro-, audio-, tecno-, hidro-, cito-,etc.; y, por otro lado, sufijos del tipo -
filo, -filia, y sus opuestos -fobo, -fobia, o -tecnia, -plastia, -cracia, -teca, etc. Su
productividad se comprueba cuando los consultamos en cualquier diccionario general
de la lengua, y observamos todas las palabras que se construye con ellos.
Un fenómeno que, según Guerrero Ramos (1997: 34), supera ya en este tipo de
composición, por ser propio de la lengua actual, es la creación de palabras compuestas
nuevas en las que, si bien se sigue la misma estructura compositiva, sus elementos
constituyentes pertenecen al léxico general, y toman el aspecto de una formación
culta a través de alguna transformación o truncación. En este grupo de palabras
entrarían algunas como por ejemplo: automóvil se ha reducido a auto y participa en
otros compuestos como autoescuela, autostop, autopista, etc.; cinematógrafo se ha
convertido en cine y aparece en compuestos como cineclub o autocine; fotografía se
ha reducido a foto y tenemos compuestos como fotomontaje, fotorreportaje,
fotonovela, etc.; televisión se ha quedado en tele y la encontramos en teleserie o
telenovela. En resumen, se observa un fenómeno de homonimia para un cierto
número de primeros elementos, que acaban funcionando en unos casos como primer
elemento compuestos cultos con su valor primitivo y en otros casos, como morfemas
léxicos resultado de una remotivación producida la lengua en época muy reciente.
24
Calidad), Banesto (Banco Español de Crédito) o el famoso Rumasa (Ruiz Mateos, S. A.),
etc.
En segundo lugar, se encuentra la sigla, es una formación que se obtiene
mediante la yuxtaposición de iniciales de un enunciado o sintagma y que es diferente
de cada una de las palabras que la originan y a las que sustituye. Este procedimiento
tiene una gran difusión. Entre la multitud de siglas que existen en el mundo, algunas
de ellas han llegado a lexicalizarse, tanto por su frecuente aparición en los medios de
comunicación como por gozar de entidad específica, en muchos casos es innecesario
desglosarlas para hallar su significado. Unas siglas se lexicalizado cuando en el
hablante desaparece la conciencia del origen y de los componentes. Se pueden
distinguir tres estadios o fases, la fase previa a la lexicalización es el paso de ser
interpretadas a ser deletreadas, así lo demuestran algunos ejemplos: de leer B.O.E. y
P.N.V. como [Boletín Oficial del Estado] y [Partido Nacionalista Vasco], se lee bóe o
peneúve. El siguiente estado atañe a aquellas siglas que están próximas a lexicalizarse,
las escribimos con mayúscula inicial y el resto en minúscula: Unesco, Unicef. El último
estadio lo alcanzan las siglas que se convierten y se conciben como una palabra más:
ovni, láser, talgo, sida, geo, opa, diu.
I.4. El préstamo
En la obra de Gómez Capuz (2004), se pone de manifiesto cómo la lengua
española ha acogido aportaciones léxicas de otras muchas lenguas.
El préstamo es una cuestión controvertida porque hay autores que lo trata
como un tipo de neologismo aparte, como es el caso de Domenéch (2008), y otros que
lo tratan como un subtipo dentro del neologismo de forma, como Guerrero Ramos.
Uno de los medios fundamentales de cualquier lengua para su enriquecimiento
neológico es el préstamo, como se observa en el siguiente fragmento:
La colonización lingüística de España por el inglés americano y, en menor medida, por el
francés, está ligada a factores, entre otros, de dependencia política, económica y cultural.
La presencia de empresas multinacionales y la necesidad de denominar de nuevas
realidades surgidas por los avances tecnológicos en los diferentes dominios, justifican o,
por lo menos, explica numerosos préstamos para los que los medios de comunicación
sirven de difusores (Guerrero Ramos, 1997: 36-7).
25
ahí que haya diferentes formas de tratar este fenómeno. Por ejemplo, autores como
Alvar Ezquerra (1999) y Guerrero Ramos (1997) tratan el préstamo como un
procedimiento neológico especial. Por otro lado, Medina López (año) analiza el
préstamo lingüístico como si formase parte de un fenómeno más amplio: la
interferencia entre dos lenguas en contacto. Por último, Gómez Capuz (2004) revisa
todas las clasificaciones lingüísticas de los hechos de préstamo y las aplican a la lengua
española en las diferentes etapas de su historia.
Gómez Capuz (2005) aporta su granito de arena a esta cuestión distinguiendo tres
aspectos que configuran la obra:
26
Así, en el campo de la lingüística histórica, Tagliavini (1949) recalca las
características de su etimología, como se observa en el siguiente fragmento:
Se entiende por “préstamo” o “voz prestada” una palabra de una lengua que proviene de
otra lengua, distinta de la que constituye la base principal del idioma que recibe, o que, si
procede de dicha lengua base, no es por su transmisión regular, continuar y popular, sino
por haber sido tomada posteriormente (Gómez Capuz, 2005: 12).
27
El problema principal de esta clasificación reside en el lugar que ocuparía en
ella el préstamo lingüístico.
En muchas propuestas, el préstamo ha sido tomado como un recurso neológico
externo, ya que viene de otro sistema lingüístico, en oposición a los recursos
neológicos internos, los que se valen de materiales que ya existen en la propia lengua.
Pero, el préstamo puede admitir numerosas variedades (morfológica, semántica,
léxica), ¿su consecuencia cuál ha sido? La duplicación de muchas de las categorías
originarias, en función de si era un hecho de creación (interno) o préstamo (externo).
En otras propuestas el objetivo ha sido se verifican este problema, asignando
en bloque las diversas variedades de préstamo a la neología formal, por lo tanto,
aparecería un quinto un subtipo dentro de este tipo de neología. Esta propuesta se
generalizó en el ámbito francés y se ha extendido al español, tal y como vemos en
Guerrero Ramos.
Según Gómez Capuz (2005: 34), si se adopta esta propuesta únicamente se
puede aplicar al caso del préstamo léxico (préstamo de significante y significado: club o
pizza), así, se pasa por alto a la eficacia neológica que tienen las numerosas variedades
de los hechos del préstamo. Por este motivo, otros autores superarían que el préstamo
es un fenómeno muy amplio y que puede aceptar en algunas ocasiones formas propias
de los neologismos internos y el préstamo no es tanto un tipo de cambio lingüístico (y
de neologismo) sino más bien un mecanismo del cambio lingüístico. Los autores que
encierran al préstamo dentro de los neologismos formales, como es el caso de
Guerrero Ramos, se ven forzados a mostrarse conforme con la presencia de hechos de
préstamo (neología externa) en casi todas las categorías de neologismos.
El mismo autor señala que en concepto que está íntimamente relacionado con
el préstamo es el de calco, aunque en se trata de una relación por oposición. El
préstamo correspondería al traspaso integral de un elemento léxico extranjero,
mientras que el calco comprende la idea de ‘traducción’ y ‘sustitución de morfemas’. A
partir de esta diferencia, hay autores europeos que oponen los préstamos integrales
(en los que se toma prestado “todo” el elemento extranjero, el significante y el
significado) a los préstamos parciales (esta categoría incluyen todo tipo de calcos, en
los que sólo se toma prestado un “modelo” morfomático o semántico).
A esto hay que sumar, la distinción que menciona Guerrero Ramos (1997) entre
los préstamos por necesidad o denotativos, que denotan nociones o productos nacidos
en un país extranjero; por otro lado, los préstamos de lujo o connotativos, aquellos
causados por un mimetismo lingüístico y que se desarrolla por el prestigio que ejercen
una cultura o civilización concreta, o por la ignorancia, papanatismo, etc. Esta
distinción es análoga a la que se hacían anteriormente con los neologismos: neología
denominativa y neología estilística. Hay que tener en cuenta que los préstamos
28
proceden casi siempre de la lengua de un país dominante científica y
económicamente, o con reconocido prestigio en el ámbito en el que se inserta el
préstamo.
Desde esta perspectiva, será la lengua inglesa la que cede gran cantidad de
préstamos al español. Como indica Guerrero Ramos (1997: 37), “la invasión de
anglicismos, aureolada del prestigio de la pujanza económica y de la modernidad
americana, se hace a menudo bajo la forma del préstamo directo”· ¿Qué significa
esto? Se trata de vocablos ingleses, que se pronuncian en inglés y cuya grafía suele ser
extraña al español: sport, squash, holding, stand, zapping, windsurfing, waterpolo, etc.
Se puede apreciar una gran variedad de neologismos importados como
meeting, baby-foot, travalling, que ha sido casi hispanizados en mitin, futbolín,
travelín. Sin embargo, otras formaciones semejantes, del tipo: marketing, standing,
camping o ranking, mantienen su grafía y se utilizan frecuentemente en a pesar de en
la gran cantidad de sustitutivos que se proponen para ellos. Por ejemplo: en el caso de
standing, la agencia EFE, plantean diferentes términos pero ninguno de ellos se triunfa
y se impone: categoría, importancia, reputación, solvencia, posición, etc.
Existen ciertas palabras extranjeras que se resisten al proceso de hispanización,
parte de los hablantes optan por el empleo de una palabra extranjera en su forma
original aunque en exista un sustituto en su propia lengua. ¿Qué postura adopta la
Real Academia ante este fenómeno?:
Para estos problemas de integración, la actitud de la Real Academia de la Española parece
obedecer a una línea firme y determinada, y por ello, excesivamente lenta: adaptar la
ortografía de las palabras nuevas admitidas a la pronunciación real del español. Algunas
nuevas incorporaciones del DRAE 92 son: chándal, cabaré, córner, penalti, esnob, eslogan,
test, récord, etc. A veces, el neologismo figura en el diccionario académico con dos grafías
distintas, una conforme a la original y otra de acuerdo con la dicción real: güisqui /whisky;
jersey / yérsey / yersi (Amér.); nailon / nilón; paquebote / paquebot; bikini /biquini, etc. (…)
(Guerrero Ramos, 1997: 38).
29
semántica, tal y como lo denomina Guerrero Ramos (1997: 39), pero en este trabajo,
se optará por llamarlos neologismos semánticos. Vamos a señalar algunos de los
recursos o procedimientos utilizados para crear nuevos sentidos mediante significados
ya existentes:
30
o Adverbilización del nombre. Se emplea en función adverbial algunos
sustantivos en fórmulas estereotipadas con sentido superlativo: lo siento
horrores (mucho), los tíos se lo van pasado cantidad (mucho), pasarlo pipa
o bomba (estupendamente), etc.
Neologismos de forma.
Neologismos sintácticos.
Neologismos semánticos.
Préstamos.
Otros casos.
a) Neologismos de forma
Dentro de este grupo se distinguen los formados:
31
Por composición culta: como es el caso de microvestido, chocoterapia,
clásicomano.
b) Neologismos sintácticos
Son formas léxicas con su categoría gramatical, es decir, con género número o
el clase verbal, diferente en de la que registra el corpus de exclusión. En este grupo
podemos encontrar algunas palabras como: amo de casam (respecto de amas de casaf),
agente secretaf (respecto de agente secretom), religarsevpron (respecto de religarvtr).
32
c) Neologismos semánticos
Se refieren a los neologismos que están formados por una modificación del
significado de una base léxica. Ej.: estatuilla (`premio de Oscar´), pitufo (‘policía local
vestido de azul´), mula (`porteador de droga´).
d) Préstamos
Son unidades que importamos de otras lenguas. Por ejemplo: ghetto, artwork,
nouvelle cuisine.
e) Otros
En este grupo encontramos las palabras nuevas que atañen a formas simples,
dialectales, argóticas o casos extraños difíciles de nombrar. Ej.: yuyu.
Esta tipología es muy eficaz para el Observatorio, puesto que permite catalogar,
de forma sistemática, un gran número de formas neológicas detectadas, aunque
también posee ciertas inadecuaciones causadas por su falta de multidimensionalidad.
Ona Domènech aporta el siguiente ejemplo:
Es inadecuado el hecho de que el neologismo sintáctico (formado por un cambio de su
categoría gramatical) no se incluya dentro de los neologismos de forma; en otros
casos, resulta incompleta la descripción del fenómeno neológico ocurrido, puesto que
algunos de los procesos de la tipología pueden solaparse. Por ejemplo, un neologismo
como gauchista puede considerarse un préstamo adaptado del francés gauchiste, pero
también un sufijado que derivan del préstamo gauche (Domènech, 2008: 32-33).
El equipo de trabajo del OBNEO tiene en cuenta sus limitaciones, y por eso uno
de sus objetivos actuales es el de examinar y actualizar la tipología de neologismos que
se utiliza (Domènech, 2008: 33).
Desde el punto de vista de la autora, es preciso agregar algunos factores para
clasificar los neologismos. Con ello nos aludimos al hecho de manejar nuevas palabras
a creadas de manera planificada, generalmente por un organismo o institución
dedicado a tareas lingüísticas, con formas de surgen espontáneamente en el uso social
y se divulgan por los medios de comunicación.
Los criterios que, según Domènech, serían necesarios tener en cuenta o valorar
para realizar una clasificación completa de las formas neológicas localizadas serían los
siguientes, no necesariamente excluyentes entre sí:
33
1. Variación gráfica o fonológica de la forma documentada en el corpus lexicográfico
de exclusión. Ej.: aéreo-terrestre (respecto de aéreoterrestre).
2. Vía o proceso final por el que el neologismo entra en el uso lingüístico:
2.1. Creación
2.2. Formación
2.2.3. Repetición
2.2.4. Reducción (siglación, acronimia y abreviación)
4. Agente neológico (que permite etiquetar cada formal como neologismo planificado o
espontáneo) (Domènech, 2008: 34-5).
Para concluir, se observa cómo hay controversia a la hora de clasificar los tipos
de neologismos. Guerrero Ramos hace una distinción entre neologismos de forma y
semánticos y trata el caso de los préstamos como un subtipo más dentro de los
neologismos de forma. En cambio, Domènech, siguiendo al OBNEO, plantea la
siguiente división: neologismos de forma, sintácticos, semánticos, préstamos y otros
casos. Las diferencias entre ambas autoras, a grandes rasgos, son las siguientes:
Domènech hace una clasificación más exhaustiva. Lo que para ella y para el
OBNEO son los neologismos sintácticos y préstamos, Guerrero Ramos los
incluye dentro de los neologismos formales.
34
2.1.3. El Observatorio de Neología
2.1.3.1. Descripción
La constante aparición de nuevas palabras despierta gran interés entre los
lingüistas. El tema de la neología es cada vez más estudiado y analizado por los
profesionales, porque a través de los neologismos se pueden localizar diferentes
fenómenos no necesariamente lingüísticos, es decir, la vitalidad de la lengua, el estilo y
el idiolecto de determinadas comunidades de hablantes u organismos, entre otros.
Este sentido, el Observatorio de Neología de Barcelona (OBNEO), desde hace veinte
años, recopilan los neologismos léxicos que aparecen en los medios de comunicación.
El Observatorio de Neología (OBNEO) de la Universidad Pompeu Fabra de
Barcelona es un proyecto de investigación que nació en 1988 y que está creado y
dirigido por M. Teresa Cabré. Se dedica a analizar y observar las palabras nuevas desde
hace dos décadas.
A través de la publicación de esta obra, Les paraules noves: criteris per detectar
i mesurar els neologismes (2009), se pretende dar a conocer los criterios, que
actualmente, hay para medir el grado de neologicidad del léxico, paralelamente, se
presenta una clasificación de los tipos de neologismos, que tal y como hemos visto a lo
largo del trabajo, hay opiniones muy dispares. El proyecto del Observatorio de
Neología nace con el objetivo de la compilación de un corpus de neologismos de la
prensa principalmente de la lengua catalana y castellana.
Tal y como señala Domènech (2008: 12) y menciona Cabré (2009) en su prólogo
de Les paraules noves: criteris per detectar i mesurar els neologismes:
El objetivo principal de OBNEO es analizar el fenómeno de la aparición de palabras
nuevas o neologismos en los medios de comunicación de gran difusión (prensa, radio y
televisión), tanto para el catalán como para el español.
Colaborar con la actualización del léxico que está incluido en los diccionarios de
lengua general.
35
Domènech (2008: 13), siguiendo a Cabré, menciona cuatro etapas cronológicas
muy características en el trabajo que el Observatorio ha llevado a cabo en estas dos
décadas para lograr estos propósitos.
36
Tercera etapa: ampliación del corpus de vaciado (2000-2004)
La autora (2008: 17) subraya que el observatorio empezó a estudiar la neología
que procedía de textos orales y escritos pero de carácter informal, con la intención de
enriquecer y diversificar los bancos de neologismos y de permitir la observación de la
creación neológica espontánea.
A partir de 1999, el Observatorio empieza a examinar los neologismos que
proceden de textos orales y escritos de carácter más informal.
Tal y como nos cuenta Domènech (2008: 17- 18) en esta etapa el Observatorio
se caracteriza porque en introduce otro tipo de textos objeto de vaciado, es decir, se
inicia el vaciado de textos orales de la radio y la televisión, y también, se amplía el
vaciado de textos escritos a documentos de ámbitos temáticos o geográficos que
presentan algún tipo de restricción. Se trata de textos que, generalmente, no pasan
por ningún centro de corrección lingüística, que tienen una periodicidad muy variada
(pueden ser semanales o quincenales, mientras que otros serán mensuales o incluso
diarios) y que se publican por asociaciones de diversa índole (como es el caso de
revistas universitarias, clubes deportivos, notas informativas, etc.). Son los conocidos
textos escritos espontáneos, para distinguir los de los textos escritos de la prensa
diaria de amplia difusión.
En lo que respecta a la metodología de trabajo (referida al concepto de
neologismo, al corpus lexicográfico de exclusión y al procesamiento general de
almacenaje de los datos), podemos decir que todos los grupos de trabajo del
Observatorio la comparten. En este sentido, tenemos que tener muy presente que en
el objetivo del vaciado de neologismos en el OBNEO, en relación con los textos escritos
(prensa y espontáneos) y con los textos orales, es hallar o localizar la neología léxica.
Por este motivo, se excluyen aquellas formas neológicas las que indican aspectos
sintácticos o de morfología léxica y a las formas que pueden definirse por razones
estrictamente fonéticas o propias del registro oral (Domènech, 2008: 18).
Finalmente, esta etapa culmina con la constitución del proyecto Antenas
Neológicas, en el año 2003, a partir de la creación de grupos de trabajo en diferentes
zonas de América Latina, que, convertidos así en lazos de una organización conjunta,
ayudan a la ampliación descriptiva de las distintas variedades lingüísticas. Todos estos
grupos emplean la misma metodología, la establecida por el Observatorio de Neología,
cuyo objetivo último es el de fomentar trabajos y estudios de carácter contrastivo
generales o sectoriales.
37
Cuarta etapa: apertura y entorno de trabajo en línea (desde 2004)
Sobre la última etapa, Domènech (2008: 19) nos cuenta que se caracteriza por
la formación de distintas herramientas lingüísticas que permiten el acceso a los datos y
recursos del proyecto a través de internet. Así, el Observatorio ha plasmado uno de sus
objetivos prioritarios: su aplicabilidad social. ¿Cuáles son esas herramientas que han
establecido con esta finalidad? Ona Domènech (2008: 20) señala las siguientes:
Dos buzones neológicos (uno general y otro para público infantil) por medio de
los cuales cualquier hablante del español o del catalán puede acceder llegar al
OBNEO de manera fácil, rápida y cómoda, una palabra nueva que haya oído o
leído y que le haya llamado la atención.
Un banco de neologismos del español y del catalán, accesible desde la web del
Centro Virtual Cervantes, que permite consultar los neologismos léxicos
documentados por el Observatorio durante el año en curso.
38
2.1.3.2. Metodología de trabajo del Observatorio de Neología
Domenèch (2008: 24) indica que el Observatorio de Neología siempre se ha
basado para identificar los neologismos en un criterio de tipo tangible, como lo es el
criterio lexicográfico, lo que ha permitido:
39
corpus, se podrían extraer listas de neologismos diferentes o, dentro de un mismo
criterio, según filtros diferentes.
Estopà (2009) corrobora que la elección del criterio de vaciado de neologismos,
basado en el criterio lexicográfico para garantizar la sistematicidad de los datos que se
obtienen, ha estado condicionado por los objetivos aplicados en este proyecto y las
posibilidades de automatización del proceso de detección o selección de los
neologismos.
Ahora bien, ¿qué criterio sigue el Observatorio de Neología para considerar que
una unidad léxica es neológica?
Se tratará de un neologismo cuando no figure en un corpus lexicográfico de
exclusión previamente establecido. En el caso del catalán, el corpus de referencia en el
que se basa el Observatorio actualmente está formado por los siguientes diccionarios:
Diccionari de la Llengua Catalana del Institut d´Estudis Catalans, Gran Diccionari de la
Llengua Catalana y Diccionari de la Llengua Catalana, ambos de Enxiclopèdia Catalana.
Es evidente que este criterio lexicográfico al que se está haciendo referencia es
de gran utilidad para localizar y reconocer neologismos, aunque también es cierto que
el hecho de que una palabra no esté presente en los catálogos o registros no asegura
que los hablantes la perciban como nueva. Esto es, que el criterio de selección de los
neologismos puede no relacionarse con la novedad con la que la perciben los
hablantes.
A modo de conclusión, se puede decir que el criterio lexicográfico no siempre
en coincide con el criterio cognitivo, que es lingüísticamente más intuitivo, que se
tienen como hablante de una lengua acerca de lo que es un neologismo.
Por otro lado, Cabré (2009: 29-33) aporta varias propuestas de clasificación de
los neologismos. La primera de ellas es la de J. F. Sablayrolles, esta autor presenta
diferentes tipologías creadas por multitud de lingüistas franceses, lo que nos permitirá
analizar críticamente la tipología de neologismos establecidos y localizar los
numerosos criterios a partir de los cuales parten diferentes autores para clasificar las
unidades neológicas. Sablayrolles apunta que muchas clasificaciones están basadas en
los procesos de formación de las unidades, aunque también existen otros que emplean
otros criterios (semánticos, funcionales o de origen). Entre las clasificaciones que
presenta, se encuentra la de Tournier y la de Humbluey i Helène Bècicri (integrantes
del grupo NEOFRAN. Observatorio de Neología francés).
Pero Sablayrolles adopta de Tournier el concepto de matriz lexicológica, que se
convertirá en el pilar fundamental de su clasificación. Tounier hace una distinción
entre los recursos internos de la propia lengua y los externos (en los que se incluye el
préstamo). Dentro de los recursos internos se pueden apreciar cuatro tipos de
40
procesos: morfo-semánticos, sintáctico-semánticos, morfológicos y pragmáticos. En
cada uno de ellos se incluyen diferentes subprocesos específicos.
Para el grupo de trabajo del Observatorio de Neología, dirigido por Cabré, la
propuesta más completa es la de Sablayrolles, aunque no acaba de cumplir la
condición de multidimensionalidad de los términos.
En lo referente a los criterios para una propuesta de tipologización
multivariante, Cabré (2009: 34-35) distingue entre diversos criterios de clasificación de
los neologismos, de manera que en la aplicación de cada uno de ellos dará lugar a una
clasificación específica. A continuación, se presenta una tabla de clasificación
multivariante, que integra todos los criterios y que aporta al cada neologismo un perfil
general en el que para cada criterio hay un valor marcado, en positivo (+ presencia de
un valor) o negativo (- ausencia de un valor) y un valor no marcado (0 no pertenencia
de un valor para un tipo determinado de neologismo):
a) Variación gráfica/ fonológica, en los casos que no se trate de una variante
ortográfica.
b) Vía o proceso final por el que el neologismo entra en el uso lingüístico:
creación/formación/préstamo.
1. Creación: sí/-
2. Formación: especificar tipo y subtipo
2.1 Combinación
2.1.1 Combinación morfológica:
Prefijación
Sufijación
Prefijación y sufijación (casos en los que no se puede
dilucidar
cuál ha sido el último proceso)
Parasíntesis
Prefijación híbrida (culto/patrimonial)
Sufijación híbrida (culto/patrimonial)
Composición culta
Composición patrimonial
Composición híbrida
2.1.2 Combinación sintáctica
Núcleo sigla/unidad léxica
2.2. Cambio
2.2.1 Cambio gramatical:
2.2.1.1 Cambio de categoría gramatical
2.2.1.2 Cambio de subcategorización
2.2.2 Resemantización
2.2.2.1 Reducción de significado
2.2.2.2 Ampliación de significado
2.2.2.3 Cambio de significado
2.3 Reducción
41
2.4 Repetición
2.4.1 Siglación
2.4.2 Acronimia
2.4.3 Abreviación
2.5 Fijación o lexicalización
3. Préstamo:
3.1 Origen lingüístico: especificar lengua
3.2 Procedente de lengua del mismo alfabeto/de distinto alfabeto: en el
caso de préstamos de distinto alfabeto: transcripción/ transliteración/
mixto
3.3 Préstamo directo/a través de otra lengua
3.4 Adaptación a la lengua de acogida: sí/no
3.5 Adaptación gráfica/fónica/morfológica
c) Estructura interna: simple/construida (representación)
d) Agente neológico: neologismo planificado/espontáneo.
Se ha partido del estudio de Sablayrolles (1996) en el que se analizan y se
comparan gran cantidad de propuestas de diversa índole. Esta revisión incluye una
propuesta inicial y una segunda propuesta, realizada en 2004 por el proyecto de
Neología en lenguas románicas (NEOROM), cuyo objetivo era construir un conjunto de
redes de observatorios de metodología de las lenguas románicas en sus variantes más
importantes.
Para concluir, Domenèch (2008: 35-36) sostiene que, en relación con la lengua
española, aproximadamente un 80% de los neologismos detectados (en total se han
detectado 101.867) corresponde a formas usadas en el español peninsular, mientras
que el 20% restante corresponde a formas procedentes del español americano.
Cabré (2009: 11) comparte la información ofrecida por Domènech pero añade
algunos aspectos de interés. Esta autora afirma que, en el año 2009, el banco de datos
del Observatorio de Neología de Barcelona constaba de 118.323 neologismos del
catalán y 94.915 neologismos del castellano. Además, este proyecto aporta una
perspectiva muy interesante sobre la manera en la que se organizan las lenguas en su
actualización léxica.
Actualmente, el Observatorio reúne todas sus energías en promover y reforzar
los proyectos emprendidos de cooperación con otros grupos de trabajo, con el
objetivo de disponer de un banco de datos de neologismos constantemente
actualizado, con datos contrastivos originarios de las distintas modalidades de una
misma lengua, como es el caso del español o del catalán, y también de otras lenguas
románicas, como el italiano, el francés o el portugués.
42
2.1.4. Recursos relacionados con los neologismos
43
o Las publicaciones que salen al mercado regularmente: revistas
universitarias, de clubes deportivos o de algún otro sector profesional.
o Y otras publicaciones diversas, con un formato es convencional y de
publicación irregular: notas informativas de asociaciones, críticos de
espectáculos o folletos de propaganda.
Que sea igual a. El programa buscan los neologismos que coincidan con el
elemento que se quiera buscar.
Que empiece por. El programa busca los neologismos que comiencen por el
elemento que se quiera buscar.
Que termine en. Se buscan los neologismos terminados en el elemento que sea
quiera buscar.
44
La consulta avanzada, por su parte, permite delimitar más en la selección de la
búsqueda. Además de las condiciones de la consulta básica, las opciones avanzadas
permiten restringir la consulta con los filtros siguientes:
Categoría gramatical
Tipo de neologismo
Aspectos tipográficos
Fuente
Fecha
Si el usuario que realiza la consulta tiene un perfil de usuario básico, además
podrá filtrar las búsquedas por corpus de vaciado. Si el usuario tiene un perfil de
colaborador, también podrá filtrar la búsqueda por el campo nota y por el campo
código de nota. Los filtros se pueden utilizar a la vez o de forma alternativa.
En segundo lugar, el Banco de neologismos del Centro Virtual Cervantes es
fruto de la obtención de las bases de datos del Banco BOBNEO, del Observatorio de
Neología del IULA. El catálogo de neologismos publicado por el Centro Virtual
Cervantes tiene como objetivo ser un inventario etiquetado a través del cual se
pueden determinar diagnósticos o resultados y llevar a cabo análisis sobre el empleo y
el establecimiento de los neologismos en español y en catalán. Se realizó un convenio
de colaboración entre la Universitat Pompeu Fabra y el Instituto Cervantes con que se
aspira a colaborar en la difusión de los neologismos localizados en un corpus
representativo de los medios de información en un periodo cronológico concreto.
Los criterios de selección, clasificación y representación de los neologismos
sigue el Centro Virtual Cervantes (CVC) son los mismos criterios adoptados en la
metodología del grupo de trabajo del Observatorio de Neología de Barcelona.
Los neologismos que se recogen en el Banco de neologismos del CVC son
aquellos comprendidos entre los años 2004-2010 y su acceso es libre. Si se quiere
acceder al corpus completo y dinámico, hay que visitar el BOBNEO. La búsqueda de
neologismos en el CVC tiene más limitaciones que e BOBNEO; por eso, si se requiere
un análisis más exhaustivo será necesario acceder al corpus de la Universitat Pompeu
Fabra, ya que es más completo y abarcador cronológicamente.
45
2.2. ENFOQUES METODOLÓGICOS
2.2.1. Introducción
Definición de proyecto
Ofrecer una única definición de proyecto resulta muy complicado, pues los
distintos autores lo conciben de manera diferente. Así pues, en este apartado, se van a
facilitar diferentes puntos de vista para poder dar cuenta de la complejidad de esta
cuestión.
Ahora bien, ¿de dónde procede este tipo de metodología?
Según Camps (1996: 44), John Dewey es considerado como uno de los ilustres
representantes de la pedagogía en siglo XX. Pertenece al movimiento conocido como
Escuela Nueva, que fue una de las primeras en emprender nuevas técnicas de
aprendizaje, en las que los alumnos adquieren la primera posición, son protagonistas
de sus actividades, mientras que el profesor pasa a estar en un segundo plano, de
manera que se pierde esa dependencia del alumno respecto del profesor. Este autor
daba la oportunidad a los niños de desarrollar las competencias necesarias para
solucionar un problema y así se producía el paso de la escuela autoritaria a la escuela
democrática. De Dewey parten, pues, las ideas filosóficas y pedagógicas que,
posteriormente, su discípulo William Heard Kilpatrick sistematizará en el Método de
Proyectos.
Camps (1996: 46) recoge la definición de proyecto dada por Dewey:
46
Según este autor, un proyecto es un plan de trabajo libremente escogido con el
objetivo de hacer algo que interesa, sea un problema que se quiere resolver o una
tarea que hay que llevar a cabo. Este autor distingue, pues, diferentes tipos de
proyectos, unos orientados a saber, otros a hacer.
Además, esta autora considera que el objetivo del trabajo por proyectos es
hacer alguna actividad, aprender a hacer y aprender sobre lo que se está haciendo, a
través de la ayuda de diferentes herramientas.
Lacueva (1998) explica que no es fácil dar una definición exacta de lo que se
concibe como un proyecto para estudiantes; a pesar de esta dificultad, puede decir
que se trata de un trabajo educativo con una duración de tres a cuatro o más semanas,
con una fuerte implicación y participación por parte de los alumnos en su
planteamiento, diseño y seguimiento, lo que dará lugar la investigación por parte del
alumnado y que concluirá con la extracción de sus propios resultados. Un proyecto de
estas características coordina el estudio empírico con la consulta y revisión
bibliográfica y, además, puede ir acompañado de propuestas y acciones de desarrollo
en el ámbito social.
La misma autora advierte sobre la importancia de distinguir los proyectos de
otras actividades que en algunas ocasiones se denominan proyectos, pero que en
realidad no lo son. Algunos ejemplos de falsos proyectos pueden ser tareas para casa
que consisten en copiar información sobre algún tema; experiencias en el laboratorio,
en las que se sigue una serie de instrucciones; encuestas elaboradas por el libro de
texto o el docente, en las cuales el alumnado rellena los datos según las pautas, entre
otros.
Lacueva (1998) sostiene que todas las actividades en las que tanto el problema
como la metodología ya están bien establecidos y en las que en el alumnado se limita a
actuar como “ayudante de investigación” no son proyectos, ya que dichas actividades
carecen de fuerza de iniciativa y de autogestión por parte de los alumnos.
¿Por qué es tan importante el trabajo por proyectos en las aulas? Lacueva
(1998) nos explica su relevancia. Los proyectos son las actividades soberanas dentro
del aula. Suscitan interés en los alumnos y les llevan a preguntarse, a querer saber más
sobre el tema y a no conformarse con la primera respuesta que obtengan. Este tipo de
actividades permite al alumno trazar su proceso de trabajo activo y le enseña a
relacionarse de manera más independiente con la cultura y sus sociedad. También,
estas actividades empujan a los niños a debatir sobre lo que piensan acerca de
determinados temas. Despiertan las ideas y el arte de crear e intentar,
conduciéndolos, activar sus “miniteorías” y ponerlas en común con los compañeros.
Todas estas características llevan a aumentar el interés en los estudiantes y su
47
capacidad de participar, de manera consciente y voluntaria, en la conducción de sus
procesos de aprendizaje.
Por su parte, Álvarez y Herrejón (2010: 2) añaden información a esta definición.
Según ellas, el trabajo a través de proyectos admite que la teoría y la práctica se
complementen; igualmente, permite desarrollar y reforzar facultades intelectuales
dominando la capacidad de memorización; emprender la responsabilidad personal y
de equipo mediante la institución de metas propias; así como fomentar el
pensamiento autocrítico y evaluativo. Además, según Glinz (2005), el trabajo por
grupos permite alcanzar el aprendizaje significativo, el desarrollo de las habilidades
cognitivas tales como el razonamiento, la observación, el análisis o el juicio crítico, a la
vez que se origina la socialización, se mejora la autoestima y la tolerancia de las
comunidades en las que se trabaja.
Afirman Álvarez y Herrejón (2010: 2) que Díaz-Barriga (2005) y de De Fillipi
(2001) corroboran que el trabajo por proyectos sirve de medio para trasmitir el
conocimiento y llevarlo a la práctica en situaciones de la vida real. Esta difusión del
conocimiento se da a partir de la asignación de una tarea con una serie de objetivos
determinados o enseñanza programada (conocimiento explícito), en su relación con un
tema o problema real (conocimiento tácito).
Para que el proceso de enseñanza-aprendizaje se realice con éxito, estas
autoras comentan que el docente y los alumnos han de llevarse bien o empatizar
dentro del contexto escolar. Para ellas, los alumnos deben estar en posesión de
conocimientos previos para alcanzar ese aprendizaje significativo que, con ayuda de
sus compañeros, se convertirá en aprendizaje cooperativo. A través de la metodología
por proyectos, el docente articula contenidos de manera coherente y da sentido al
aprendizaje; favorece el intercambio de conocimiento entre iguales y da la
oportunidad a sus alumnos de tener responsabilidades en su realización. El propósito
fundamental de este tipo de enseñanza es mejorar la adquisición de competencias
para el aprendizaje autónomo e integrarla en nuestras aulas como un hábito.
Álvarez y Herrejón (2010: 11) certifican que esta metodología es dificultosa; en
ella, ela experiencia, el conocimiento e incluso el valor del propio docente actúan para
llevar a cabo un cambio significativo en su forma de comprender el proceso de
enseñanza-aprendizaje y llevarlo a la práctica en el ámbito docente. El método de
trabajo por proyectos permite la posibilidad de aunar las estrategias de aprendizaje
que cada docente considere oportunas, de acuerdo con el contenido curricular y los
objetivos de enseñanza-aprendizaje.
Para concluir con este apartado, se destacarán algunos aspectos de la
perspectiva de Perrenoud (1999: 115), quien comienza su artículo recordando que la
metodología basada en proyectos, en su origen, fue asunto de algunas corrientes de
48
pedagogía activa. El proyecto como la “escuela del trabajo”, el “texto libre”, la
“correspondencia” o la “clase cooperativa” se oponían a la escuela pública autoritaria,
que se ceñía, principalmente, al aprendizaje memorístico.
Perrenoud (1999: 116) subraya las premisas que ha de cumplir este tipo de
trabajo, que se pueden resumir en los siguientes puntos:
Actividad en grupo, en la que el profesor anima pero no decide, son los propios
alumnos los que dirigen su trabajo.
Conjunto de tareas en las que participan los alumnos, tienen un rol activo, que
puede variar en función de sus medios o intereses.
49
e) Es necesario manejar ciertas habilidades como pueden ser el empleo de
diversas fuentes de información, la autoevaluación, mediación en grupos de
trabajos, la realización de planes o la comunicación real por medio de
diferentes lenguajes y métodos.
f) Con la realización de este tipo de trabajos se consigue en actitudes y valores
positivos como responsabilidad, reflexión, espíritu crítico y rigurosidad en el
trabajo.
g) Estimulan al alumnado a hacerse preguntas sobre el mundo y la sociedad en la
que viven.
h) Refuerzan las capacidades metacognitivas.
i) Fomentan el aprendizaje cooperativo.
j) Estimulan la creatividad del alumnado. Además, con el trabajo por proyectos se
despliega la imaginación y la inventiva.
Fases de un proyecto
Todos los autores que se han consultado sostienen que los proyectos están
formados por una serie de fases, independientemente de su naturaleza. En este
apartado, se observa que hay diferencias a la hora de establecer estas fases. Por este
motivo, se van a presentar las distintas opiniones de cada uno de ellos.
Camps (2003: 40-41) asegura que un proyecto está formado por tres fases: la
preparación, la realización y la evaluación. Para ella, la preparación es la primera fase,
donde se delimita lo que se quiere hacer y la finalidad que se persigue con esta tarea,
es decir, lo que se quiere aprender. Ya en la fase de realización, encontramos dos
partes: la primera, relacionada con la escritura del texto (el proceso de planificación:
contenidos, situación discursiva, textualización, revisión; y la organización de la tarea,
individual o por grupos) y la segunda, las actividades de sistematización de los
contenidos (temáticos y de enseñanza-aprendizaje). Por último, en la tercera fase se va
a evaluar, por un lado, la tarea o el proyecto, es decir, lo que se ha hecho y, por otro
lado, los aprendizajes, qué es lo que se ha aprendido.
En opinión de Lacueva (1998), cada proyecto, independientemente de su índole
o naturaleza, posee tres fases genéricas, que son la de preparación, la de desarrollo y
la de comunicación. La autora manifiesta que en la primera fase se llevan a cabo las
tomas de contacto e intercambios iniciales que pueden suscitar una posible propuesta
de trabajo y esa idea se irá refinando. Durante esta etapa se va a concretar el tema, la
finalidad y las actividades o tareas que se van a llevar a cabo, junto con los recursos
que se van a necesitar.
50
En cuanto a la fase de desarrollo, Lacueva (1998) comenta que en esta etapa se
ejecuta el trabajo. Los equipos han de disponer de los espacios y el tiempo adecuados
para llevar a cabo la tarea. Además, las actividades propuestas deben ser
heterogéneas, de acuerdo con el tipo de proyecto y el tema escogido: trabajos de
campo, encuestas, entrevistas, experimentos, visitas, acciones en la comunidad
escolar, entre otras muchas más. No hay que perder de vista la importancia del
seguimiento del trabajo por parte del propio alumnado teniendo siempre en cuenta el
objetivo final.
La fase de comunicación a veces cae en el olvido o se convierte en la práctica
habitual en una breve explicación oral delante los compañeros. Para Lacueva (1998),
esta etapa es de especial relevancia y existen diferentes vías para ponerla en práctica,
en función de las características cada equipo.
Al igual que Lacueva (1998), Álvarez y Herrejón (2010: 3) distinguen las mismas
fases o etapas dentro de un proyecto: planificación, desarrollo y comunicación de
resultados. A grandes rasgos, para Álvarez y Herrejón (2010) en la fase de planificación
es necesario reconocer el problema o cuestión relacionada con el mundo real, trazar y
programar las posibles preguntas sobre ese tema y precisar recursos necesarios. En la
segunda fase, se investiga sobre el asunto, se exponen las soluciones y se confecciona
un producto final relacionado con la solución al problema. La comunicación de
resultados conlleva mostrar el producto a los demás. A lo largo de todo el proceso,
será primordial reflexionar y valorar la consecución de los objetivos trazados.
51
se desarrollaron muchas de las características del trabajo por proyectos. En el ámbito
de la enseñanza de la Lengua Castellana, hay que enfatizar las propuestas de Freinet,
que da relevancia a aquellas actividades expresivas y comunicativas y al trabajo
cooperativo como el medio necesario para el desarrollo personal y social de los
alumnos. Para Camps (1996: 45), el empleo de la lengua posee un papel esencial como
elemento de mediación semiótica que provoca en el alumno que cimiente, de manera
progresiva, sus conocimientos, lo que da cuenta de la importancia de los papeles
comunicativo y representativo de la lengua oral.
Para el caso de la producción escrita, Camps (1996: 46) subraya una
característica fundamental en el proceso: este es menos automático que el de
producción oral, ya que se elabora conscientemente y permite impulsar las destrezas
metalingüísticas y metacognitivas, por lo que también se puede hacer una reflexión
acerca de su uso. La interacción oral durante el trascurso de dicho proceso deja que la
lengua actúe como metalengua.
Camps (2003: 47-48) comenta que en todos los proyectos la lengua tiene una
doble función: por un lado, es objeto de aprendizaje y, por otro lado, sirve de vía para
la realización de diversas actividades. Además, el uso de la lengua en las actividades
más representativas para los alumnos incrementa su interés y provoca la activación de
las destrezas comunicativas precisas para desarrollar su competencia sociolingüística-
comunicativa.
Para concluir, citaremos lo que Camps (2003: 48-49) menciona en cuanto a los
objetivos de los proyectos de lengua:
A pesar de que los proyectos de trabajo implican el uso de la lengua en toda su
complejidad, en general las propuestas de trabajar por proyectos reconocen la necesidad y
ven la posibilidad de determinar unos objetivos específicos de aprendizaje lingüístico-
discursivo que deberían ser secuenciados de manera que permitieran al alumnado no solo
la construcción de un saber hacer automático o espontáneo, sino también de un saber
hacer reflexivo y de un conocimiento del funcionamiento de la lengua. Porque parece que
los conocimientos lingüísticos implican, son, entre otras, visiones nuevas que hay que
introducir en la formulación de los contenidos de la enseñanza en lengua; porque parece
que los conocimientos necesarios para el uso de la lengua no se integran automáticamente
si se aprenden aisladamente y que, por tanto, es necesario enseñarlos y aprenderlos en sus
interrelaciones.
52
han de disponer del apoyo y consejos del profesorado, ellos son los que emprenden y
guían el proyecto.
Para Álvarez y Herrejón (2010: 3), el rol del docente es el de trazar el proyecto
partiendo de los contenidos curriculares, mientras que el alumno, con sus
conocimiento previos, ha de construir su propio conocimiento y será el protagonista
de todo su proceso de aprendizaje, intervendrá con sus compañeros a través del
trabajo colaborativo. Por tanto, el docente asume el papel de guía y consejero dentro
de ese aprendizaje significativo.
Estas autoras conciben este tipo de trabajos como un método en el que todos
los alumnos son partícipes de lo que saben hacer y de lo que necesitan aprender. A
través, del trabajo por proyectos, el profesor articula los contenidos y da sentido al
aprendizaje, colabora con el intercambio de conocimientos o ideas entre los iguales y
ofrece la posibilidad de adoptar diferentes responsabilidades a lo largo del proyecto.
Lacueva (1998) también trata sobre el rol del docente. Recalca el protagonismo
que adquieren, en el trabajo por proyectos, los alumnos, pero esto, a su vez, conlleva
un papel muy activo del docente. Será él el encargado de plantear nuevas experiencias
y alentarlos con nuevos recursos, con la finalidad de que aumenten sus dudas e
intereses y quieran saber siempre más. Otra tarea del docente es la de ayudar a
concretar los temas de investigación entre todos los temas planteados por los
alumnos; para ello el docente deberá estar en posesión de todo el conocimiento
necesario para orientarlos en su seguimiento del trabajo.
Además de todas estas tareas del profesor, Lacueva (1998) añade una de las
más importantes, la de establecer en el aula un clima de confianza, apoyo, respeto y
motivación para incitar a los alumnos a la investigación. Indagar implica adentrarse en
nuevos caminos, que a veces pueden ser exitosos y otras no, y entonces toca volver a
empezar. Si a los alumnos se les sanciona en clase por equivocarse, no se
transformarán en audaces investigadores; por tanto, esta práctica debe ser
abandonada. Lo que sí hay que hacer es reconocer los logros y premiarlos.
La misma autora también menciona el papel de los centros educativos en el
trabajo por proyectos. Lacueva sostiene que son los centros los que están en la
obligación de ayudar al desarrollo de los alumnos para que logren todos sus objetivos;
para ello han de facilitarles un ambiente propicio para iniciar y realizar sus proyectos.
A modo de conclusión, citamos unas palabras de Lacueva (1998): “Lo que
rechazamos es la educación centrada en el libro de texto, que es un pobre libro, y que
se halla limitada a una teoría mal explicada, difícil de entender por su esquematismo,
rigidez y desvinculación con el mundo de los aprendices”.
53
De esta manera, se puede terminar diciendo que esta metodología persigue
enriquecer el conocimiento del alumno, a partir de sus ideas previas, lo que se conoce
como aprendizaje significativo, además de trabajar y potenciar sus habilidades y
destrezas.
54
González y García (2007: 1) también hacen referencia a esto último y comentan
así.
La reforma educativa actual enfatiza los procedimientos, valores y actitudes que
constituyen el currículo y la intervención educativa. Según éste lenguaje e impulso, el
trabajo en grupo, la formación de equipos de aprendizaje, el desarrollo de actitudes de
cooperación, etc., constituyen una variable importante de formación básica en la
Enseñanza Superior, de cara a una eficaz integración de los egresados en el ámbito laboral.
55
conocimiento a los alumnos partiendo de su interrelación con los demás compañeros y
con el medio.
Estas dos autoras han comprobado y corroborado que en líneas generales esta
metodología tiene una valoración muy positiva:
Además, los miembros de un equipo poseen una doble tarea: aprender lo que
el docente les está explicando y ayudar a que sus compañeros de equipo también lo
hagan.
Los grupos suelen ser heterogéneos y entorno a cuatro o cinco componentes
con diferentes niveles de productividad e inteligencia; el docente será el encargado de
formar los grupos. De acuerdo con Pujolàs (2008: 41), el docente es el que fomenta la
autonomía de los alumnos dentro de este aprendizaje. Para terminar, mencionamos
una de sus reflexiones:
Esta forma de proceder requiere que los equipos de base sean estables, permanezcan
un tiempo suficiente como para poder llevar a cabo distintos planes de equipo, de
modo que tengan la oportunidad de cambiar lo que no hacen bien y consolidar lo que
hacen bien. Poco a poco, planificación tras planificación, el funcionamiento de los
equipos va mejorando porque van «interiorizando» y «consolidando» las habilidades
sociales relacionadas con el trabajo en equipo, las relaciones entre los alumnos se
hacen más positivas, porque se conocen más, se respetan más y son más amigos… De
esta manera, las tareas académicas parecen más atractivas y retadoras a los ojos de los
estudiantes y, a la vez, se aseguran en ellos, cada vez más, las condiciones emocionales
imprescindibles para poder aprender.
56
Para concluir este apartado de la fundamentación epistemológica, podemos
asegurar que la metodología del trabajo por proyectos es en una técnica que en la
actualidad debería estar presente en nuestras aulas. Su innovación radica en la
importancia que adopta el alumno ante este tipo de metodología, este es el
protagonista y el profesor queda relegado a un segundo plano, aunque no menos
importante. Este cambio de papeles implica mayor interés y motivación por aprender
por parte de los estudiantes. No obstante, su aplicación en el aula no resulta tan fácil
como parece; los docentes han de solventar problemas de distinta naturaleza que
entorpecen su puesta en práctica. Se trata de problemas como el aumento en el
número de alumnos por aula, la obligación de cumplir con los objetivos marcados por
el currículo o el absentismo escolar, entre otros. Una vez superados estos problemas,
creemos que el sistema educativo optará por aplicar estas metodologías
57
3. PROPUESTA DIDÁCTICA
58
Además, el objetivo de esta etapa es que el alumnado desarrolle la
competencia comunicativa, es decir, el conjunto de conocimientos sobre la lengua y de
procedimientos de uso que son necesarios para interactuar de forma satisfactoria en
distintos ámbitos sociales.
En nuestro trabajo por proyectos, el docente señalará las pautas que deben
seguir los alumnos, de manera autónoma e independiente, para que construyan su
propio conocimiento, lo que se conoce como aprendizaje significativo. Los alumnos
realizarán su producto final, que servirá como una de las herramientas para evaluar lo
que han aprendido.
Para terminar este apartado, se observa que en el currículo de la asignatura de
Lengua Castellana y Literatura para 4º de ESO, nivel para el que está pensado este
proyecto por tareas, uno de los objetivos marcados es el conocimiento del léxico
español y los mecanismos morfológicos de los que se vale la lengua para la creación de
nuevas palabras. Por lo tanto, se considera que la selección del tema está avalada por
los objetivos de etapa de la asignatura de Lengua Castellana y Literatura al igual que
por el currículo del curso elegido.
3.1.2. Contextualización
59
Internacional de la Palabra como Vínculo de la Humanidad, que habitualmente se
celebra el día 23 pero, al ser domingo, se adelantará al viernes 21.
Todas las sesiones se desarrollarán el aula ordinaria, con una duración de una
hora cada una de ellas, a excepción de la última sesión, que tendrá lugar en el salón de
actos del centro el día 21 de noviembre, como hemos mencionado anteriormente, y su
duración será de una hora y media.
En cuanto al libro de texto, optaremos por el libro que hemos utilizado en el
centro de prácticas, Lengua y Literatura Española 4º de ESO, de C. Bello y otros,
Edición Andalucía, Anaya, 2008. Dentro de la unidad dos, titulada “El léxico del
castellano”, se incluye el contenido de nuestro proyecto, de ahí que se desarrolle a
principio de curso.
60
e. Competencias sociales y cívicas.
f. Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor.
g. Conciencia y expresiones culturales.
La única competencia clave que no se desarrollará en este proyecto será la
competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología. Estas
competencias tienen su correspondencia con las competencias de la ley anterior.
Este proyecto contribuye al desarrollo de las siguientes competencias básicas
recogidas en el anexo I del RD 1631/2006, entre paréntesis se indicarán la
competencia clave a la que equivale:
61
se parte de unas ideas previas y ellos construyen su propio conocimiento con ayuda de
los compañeros.
g. Autonomía e iniciativa personal (Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor).
Gracias al desarrollo de esta competencia los alumnos serán capaces de iniciar,
exponer y comentar trabajos colectivos e individuales, siempre desde una perspectiva
crítica, madura y responsable. También se verán obligados a planificar el trabajo diario
teniendo en cuenta lo que ya se sabe y lo que es necesario aprender.
62
El punto 3.2.4 explica los materiales y recursos necesarios para llevar a cabo este
proyecto. El apartado 3.2.5 trata el agrupamiento de los alumnos así como la
organización del espacio y tiempo. El punto 3.2.6 está destinado íntegramente al
desarrollo del proyecto por tareas. Este mismo apartado, a su vez, se subdividirá en
diferentes epígrafes: la sección I está referida a todas las actividades previas que los
alumnos han de realizar; el apartado II habla del desarrollo del proyecto en sí; en la
sección III se explican las actividades de refuerzo, mientras que el apartado IV se
describe la actividad de ampliación propuesta. Por último, el punto 3.2.7 corresponde
a la evaluación del trabajo de los alumnos.
3.2.1. Objetivos
63
1. Reconocer y explicar los valores expresivos que adquieren las formas verbales en
relación con la intención comunicativa del texto donde aparecen.
6. Identificar y explicar las estructuras de los diferentes géneros textuales con especial
atención a las estructuras expositivas y argumentativas para utilizarlas en sus
producciones orales y escritas.
3.2.2. Contenidos
65
o Valoración y respeto por las reglas que regulan el intercambio comunicativo,
respetando las opiniones y puntos de vistas de los demás.
o Solución de conflictos mediante la reflexión, el diálogo y el compromiso en las
propuestas de mejora.
o Actitud positiva hacia la expresión de deseos, sensaciones, necesidades y
emociones propias.
o Actitud de escucha para percibir los sentimientos y perspectivas de los demás
(sentir con los demás).
o Educación moral y cívica.
o Educación para la igualdad de oportunidades.
3.2.3. Metodología
66
cartulinas, rotuladores, lápices de colores, tijeras y pegamento, etc., que les hará falta
para elaborar sus miniglosarios.
Los materiales que se precisan para realizar todas las actividades son el
proyector del aula que el profesor utilizará para llevar a cabo sus explicaciones, el libro
de texto, fotocopias adicionales que el docente dará a los alumnos y ordenadores con
conexión a internet. El ordenador del profesor se utilizará para ver los vídeos de la
primera actividad, y en los ordenadores los alumnos podrán consultar los enlaces webs
proporcionados por el docente para obtener toda la información necesaria sobre la
materia.
Los enlaces webs que el profesor pondrá a disposición del alumnado son los
siguientes:
67
El día 21 de noviembre, en la presentación oficial de nuestro glosario de clase,
será necesario que el salón de actos disponga de un ordenador conectado a un
proyector y de un panel situado en el centro para poder enseñar nuestro proyecto,
que ya estará publicado en el blog de la asignatura: “Mi rincón de las letras”.
La organización del aula dependerá tanto del tipo de actividades que se lleven a
cabo como de las necesidades del alumnado. Las actividades previas se realizarán
individualmente o por parejas; en el caso de la realización del proyecto, se trabajará en
equipos de cuatro personas.
Respecto a la formación de los equipos, estos han de ser heterogéneos, esto es,
el docente debe intentar que los equipos estén igualados. Con esto se pretende
conseguir que aquellos alumnos que tengan alguna dificultad en el proceso enseñanza-
aprendizaje sean ayudados y respaldados por sus propios compañeros. Otro aspecto
relevante en este sentido es que esta heterogeneidad incita a la interacción entre los
compañeros de grupo e impide que siempre colaboren y trabajen los mismos.
El espacio en el que trabajaremos será el aula ordinaria, ya que está dotada de
ordenadores para que los alumnos realicen las consultas que necesiten y en cualquier
momento. El último día iremos al salón de actos para hacer la presentación oficial de
nuestro glosario de clase a la comunidad educativa.
68
En primer lugar, para que los alumnos trabajen adecuadamente y
profundamente el contenido de los neologismos, realizarán una serie de actividades
previas para que tomen contacto con el contenido. Estas actividades previas se
muestran a continuación.
Después, se procederá a la realización del proyecto. Se dedicará una sección del
apartado a la explicación, detalladamente, de todas y cada una de las fases de este
proyecto lingüístico.
En último lugar, y dentro de este mismo apartado, se incluyen actividades de
refuerzo para los alumnos que necesiten repasar el contenido visto en clase y una
actividad de ampliación para aquellos que quieran saber más sobre el tema.
I. Actividades previas
A estas actividades se les dedicarán seis sesiones.
69
Tarea 1. Responde a las siguientes preguntas:
a. ¿Qué es un neologismo?
b. ¿Sabrías decir cuál es su origen?
c. ¿Crees que es un fenómeno lingüístico necesario para la lengua? ¿Por qué?
d. ¿Podrías decir algunos ejemplos que se consideren neologismos?
Ahora, presta atención a los vídeos que se van a poner y responde a estas preguntas:
Vídeo 1: “¿Cuál es tu palabra favorita en español?”
- Reflexiona sobre la importancia de la palabra.
- ¿Cuál es tu palabra favorita?
Vídeo 2: “¿Qué son los neologismos? En buen español”.
- ¿Por qué se dice que los idiomas son cambiantes?
- ¿Qué se entiende por neologismo?
- Enumera los ejemplos de neologismos de hace cien años
- Enumera los ejemplos de neologismos actuales
- Completa la frase: “Ningún lenguaje ………………………………………………………………………… y
debemos ser………………………………………………………………………………………………”
Vídeo 3: “Neologismos”
- ¿Qué recursos de creación aparecen en este vídeo? Enumera cada uno de ellos y
extrae toda la información que puedas.
- Al final del vídeo, se muestra un glosario con diferentes ejemplos, ¿crees que todas
esas palabras se siguen considerando actualmente como neologismos?
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semánticos
Siglas dj Ejemplo:
Una vez que los equipos rellenen la tabla, el portavoz de cada equipo expondrá
sus ejemplos. En la pizarra, el docente hará una tabla similar a la de los alumnos y en
ella se añadirán las aportaciones de los diferentes grupos. Al final de la clase se verá
ejemplicada la teoría, explicada previamente, y se podrán deducir, por tanto, los
procedimientos de formación por los que se crean los neologismos.
En esta actividad se ejercitan las siguientes habilidades lingüísticas:
comprensión oral y expresión escrita.
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totalmente aceptados y adecuados para expresar una idea y una forma de pensar, y
otros absolutamente rebuscados (y mal usados), se actualiza día a día. Aquí, una
aproximación a un tema fascinante, con ejemplos y opiniones de expertos en la
lengua.
El Centro Pierre Auger, en Malargüe, se encarga de medir las miles de partículas de
rayos cósmicos que golpean la Tierra a cada segundo. Si algún observatorio se
propusiera hacer lo mismo con las palabras que viajan de una lengua a otra o con las
que nacen en cada una de ellas, probablemente los continuos golpes harían colapsar el
sistema que los capta. Y, sí, las lenguas son fábricas de neologismos que, apenas
salidos del horno, se diseminan por todos lados: notas periodísticas, avisos
publicitarios, SMS, novelas, ensayos, paneles de críticos o mesas de opinólogos, tiras
diarias. Como son sociables, inquietos y, por lo común, dan cuenta del presente, se les
asigna un gran protagonismo y se los asimila rápidamente. Por eso, de entrada o luego
de transcurrir un tiempo, en la mayoría de los casos las palabras nuevas revitalizan el
idioma, hayan surgido en él o no. (…)
Sin embargo, a pesar de que estos intercambios contribuyen a la vitalidad del idioma, a
su perduración, como lo prueba la lectura de cualquier historia de la lengua o de los
diccionarios que incluyen en los artículos la datación de sus entradas e incluso de cada
una de las acepciones, no toda palabra nueva, sobre todo si es recibida como
préstamo, se integra apropiadamente al sistema en el que se gesta o ingresa.
Para Humberto Hernández, catedrático de Lengua Española en la Facultad de Ciencias
de la Información (Universidad de La Laguna), un buen número de neologismos se
utiliza por una razón esnobista y puramente mimética. «Se han oído —dice— de boca
de otros en quienes se reconoce cierto prestigio, se reproducen sin ningún tipo de
control y se convierten en clichés intolerables; y estos son muy frecuentes en los
medios de comunicación. Aparecen de este modo acepciones neológicas
comovendedor agresivo, o voces extranjeras, absolutamente innecesarias
como compact, feedback o feeling».
Acerca de este tipo de palabras, el lingüista español Fernando Lázaro Carreter decía
que tal vez fuera conveniente «despegarlas de su original foráneo y ponerles etiqueta
propia». El tiempo, o quizá el trabajo paciente de quienes impulsan este pensamiento,
en muchísimos casos le ha dado la razón a Carreter: hoy es más frecuente el uso de los
equivalentes disco compacto y retroalimentación. También resetear, el verbo citado
por Sarlo, es una asimilación del préstamo inglés reset. Esta adecuación se denomina
híbrido porque integra en una palabra formas de distinta procedencia; en esta
circunstancia una raíz inglesa y un sufijo castellano de derivación. (Véase el recuadro
sobre algunos procedimientos de formación de neologismos).
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¿Y qué va a pasar con feeling? ¿Cuál es el equivalente castellano más próximo a la
locución verbal tener feeling con alguien? Tener piel, quizá, otro neologismo con
algunas décadas; o uno más reciente como la locución verbal tener onda. (…)”
(24/03/2009, Susana Anaine, Clarín, Argentina. Publicado el lunes, 23 de marzo de
2009 en Noticias del español, Fundéu BBVA)
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Tarea 5. ¿Qué es un calco semántico? Menciona varios ejemplos.
Tarea 2. Averigua. ¿Se dice blog o bitácora? ¿Ambas formas están aceptadas? ¿Cómo
se traducía al español? ¿Se considera un extranjerismo actualmente? ¿Se escribe en
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cursiva o con letra redonda? ¿Cómo se forma su plural? ¿Qué otros derivados tenemos
de la palabra blog? ¿Esas palabras derivadas se consideran extranjerismos adaptados?
Consulta el Diccionario panhispánico de dudas, es necesario.
Fase 1: Planificación
En esta primera fase, que ocupará una hora, hay que organizar los grupos de
trabajo. Como la clase consta de 28 alumnos, habrá que formar siete grupos de cuatro
personas cada uno de ellos. Una vez que el equipo ya está constituido, deben elegir el
medio en el que en van a realizar las búsquedas y en asignar los papeles del portavoz,
responsable del material, encargado de mantener el orden y moderador el turno de
palabra a los distintos miembros tipo. A esta fase se le va a dedicar una sesión de clase,
para que todo quede bien claro.
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El docente explicará qué se entiende por glosario (catálogo de palabras con
definición o explicación de cada una de ellas que han aparecido en un determinado
libro, artículo, etc.). También les dará una lista con una serie de medios digitales y de
redes sociales en las que en los alumnos podrán hallar neologismos. Además, cada
equipo dispondrá de una versión en papel del DRAE 2014, ya que versión online
todavía no hay, para poder determinar si una palabra es o no neologismo.
Fase 2: Investigación
Cuando cada miembro del grupo tenga un rol asignado, ya está listo para
comenzar a trabajar. El docente les proporcionará una hoja informativa con todos los
datos necesarios que tienen que investigar para la realización del proyecto. Cada grupo
tendrá que buscar neologismos y junto con ellos la recoger la información que se os
pidió al principio.
Este es el contenido lingüístico que se tiene que recopilar para la elaboración
de vuestros miniglosarios. Los trabajos se expondrán oralmente en clase en la última
sesión del proyecto, pero antes debéis de entregármelo para que elabore el glosario y
lo publique en el blog.
El alumnado podrá emplear para realizar la búsqueda, y los distintos recursos y
enlaces webs que el docente por les pondrá a su disposición.
Por último, a esta fase del proyecto se le dedicará una sesión.
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Esta fase se desarrollará en dos sesiones, ya que a cada equipo se le asignará un
número determinado de neologismos para que pase toda la información a un texto
colaborativo de Google Docs. Los alumnos saben manejar este recurso porque ya han
trabajado previamente con él.
Tal y como se expuso al principio, en ese documento irán apareciendo no solo
los neologismos junto con su definición o explicación, sino también la fuente
(periódicos, redes sociales, etc.), cuándo aparece ese neologismo por primera vez y
dónde, se pueden incluir textos, voces e imágenes multimedia que hagan referencia ha
dicho el neologismo, entre otras cosas.
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Para presentar el trabajo a vuestros compañeros, hay que tener en cuenta que
cada equipo cuenta con unos 12 minutos para exponer y unos 3 minutos para que el
docente comente la exposición.
Con respecto al turno de palabra, los cuatro miembros del grupo deberán
intervenir en la explicación del proyecto, por lo que el tiempo ha de quedar repartido
entre todos de forma equitativa. Por eso, es importante que no os extendáis
demasiado en las explicaciones para que les dé tiempo al resto de los grupos a
exponer.
En cambio, en la exposición del día 23 de noviembre, el tiempo se va a reducir
un poco: el lugar de disponer de dos horas será una hora y media. Por lo tanto, se
comentarán solo los aspectos más relevantes de la elaboración proyecto y las
intervenciones serán más breves.
PRÉSTAMOS EXTRANJERISMOS
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COMPOSICIÓN DERIVACIÓN PARASÍNTESIS
3.2.7. Evaluación
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El docente seguirá los siguientes criterios de evaluación para calificar el trabajo
realizado por el alumno:
1. Conoce el proceso de formación del léxico castellano.
2. Comprende los conceptos de neologismo, préstamo, extranjerismo y calco
semántico.
3. Identifica préstamos de otras lenguas.
4. Distingue los préstamos de los extranjerismos.
5. Reconoce algunos términos como procedentes de distintas lenguas.
6. Compone un texto expositivo siguiendo las instrucciones que dicte el docente.
7. Trabaja el discurso oral planificado a través de las actividades que se proponen.
8. Elabora un glosario de neologismos en formato digital y acompañado de textos,
voces e imágenes multimedia.
9. Presenta el producto final utilizando el discurso oral planificado a sus compañeros y
a la comunidad educativa.
10. Participa activamente en el trabajo en grupo aportado ideas y soluciones a los
posibles conflictos.
11. Mantiene una actitud colaborativa y respetuosa con los compañeros.
12. Expone en público sus tareas con expresividad, captando la atención, con la
entonación, el ritmo y la velocidad adecuados.
13. Resume el contenido de un texto.
14. Localiza en el texto información suficiente para responder a lo que se le pide en la
actividad.
16. Resume exposiciones sencillas reconstruyendo los elementos básicos del texto
original.
17. Presenta de manera adecuada las actividades escritas (limpias, ordenadas y bien
distribuidas).
18. Escribe con corrección ortográfica (acentuación de hiatos, tildes diacríticas, verbos
irregulares, etc.), sintáctica y semántica.
Criterios de calificación
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TRABAJO QUE SE EVALUA CRITERIOS DE CALIFICACIÓN
Instrumentos de evaluación
4 (tareas de la 1 a la 5)
5 (tareas 1 y 2)
Elementos evaluables Sí No
Presenta la estructura
adecuada a esta modalidad
textual.
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conclusión.
Claridad y precisión.
Uso de conectores
Empleo de recursos:
comparaciones, definiciones,
enumeraciones y ejemplos
Elementos evaluables Sí No
Definición o explicación
adecuada de cada
neologismo recogido.
Aparece la fuente de
dónde se ha extraído.
Aparece la fecha de su
aparición.
Lugar en el que aparece
por primera vez.
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El color de la cartulina sea
correcto para que pueda
verse y leerse, sin
problemas, su contenido.
Tabla 6: evaluación del esfuerzo y participación del grupo para conseguir el producto
final: el glosario
Grupo número: Sí No
Compromiso con el trabajo
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realizado y implicación al
mismo nivel de todos sus
componentes
Clima de respeto y
confianza para trabajar.
Ayuda mutua entre los
miembros del equipo
Piden ayuda o consejo a
otros equipos
Entregan el trabajo dentro
del plazo.
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4. CONCLUSIÓN
Aquí concluye nuestro trabajo, el que hemos pretendido llevar a la práctica una
metodología innovadora en el ámbito educativo que está poco a poco introduciéndose
en nuestras aulas. El objetivo de nuestra propuesta no es otro que hacer que el
alumno sea el verdadero y único protagonista en su proceso de aprendizaje y que
descubra todos los conocimientos partiendo del aprendizaje significativo junto con el
trabajo cooperativo.
Hoy en día, es imprescindible suscitar los intereses de los alumnos; para ello,
hay que motivarlos, y no es cosa fácil, pero a través de este tipo de metodología se
intenta presentar el conocimiento de manera atractiva y útil para el alumno. El
docente tiene que tener claro que cualquier conocimiento teórico que enseñe ha de
tener su utilidad en la vida cotidiana y que el alumno pueda ponerlo en práctica una
vez que ha adquirido dicho conocimiento. Esto es, hay que formar alumnos con todas
las habilidades y competencias necesarias para manejarse en el día a día, seguir
formándose en niveles educativos superiores para poder tener las mejores
oportunidades de trabajo. Para ello, es importante no perder de vista que las
necesidades educativas van cambiando y que tenemos que orientar nuestra formación
a todos estos cambios que se producen en la sociedad, y enseñar a nuestros alumnos
que todos los conocimientos que se imparten son necesarios para nuestra completa
formación y nos enriquecen a todos. Porque los alumnos aprenden del docente, pero
el docente también aprende de sus alumnos.
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5. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
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- El banco BOBNEO, fruto de los trabajos del Observatori de Neologia, recoge los
neologismos procedentes de la prensa catalana y española desde el año 1992:
http://obneo.iula.upf.edu/bobneo/index.php
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