El Círculo Carmesi
El Círculo Carmesi
El Círculo Carmesi
El círculo Carmesí
Una frase recurrente entre los lectores de Edgar Wallace, es que todos
conocemos a Edgar Wallace ya sea directa o indirectamente. Esto no solo es
debido a la prolífica producción literaria que llevó a lo largo de su vida, sino
también a que la influencia de su obra en la cultura de masas, ha sido constante y
muchas veces, imperceptible. Al punto que muchas personas ignoran que fue
Wallace quien escribió, ya en la penumbra de su vida, el guion de un clásico del
cine: King Kong. Para los que hemos leído a Wallace no nos queda duda de que
El círculo carmesí y los cuatro hombres justos, son dos de sus novelas mejor
logradas. Ya que inevitablemente, debido a la rapidez con la que solía emprender
sus proyectos literarios, muchas de sus novelas y obras de teatro no logran
alcanzar el nivel de las novelas mencionadas. Ambas novelas 1 comparten un hilo
conductor con respecto a cierta capacidad sobrenatural para delinquir, con la
excepción de que en la primera existe una clara crítica con respecto a lo que es
correcto, mientras que en la segunda, solo se trata de salirse con la suya.
1
Los cuatro hombres justos y El círculo carmesí
2
seudónimo más usado de Jean Raymond Marie de Kremer
3
Policía inglesa
lector pueda resolver el misterio por si mismo. El círculo carmesí es justamente
una de las novelas en donde se dan aquellas dos características, por un lado
tenemos al inspector Parr, que junto a Thalía son los personajes mejor logrados,
por el hecho de que no se sabe muy bien cuales son sus verdaderas capacidades
en el caso de Parr y las verdaderas intenciones en el caso de Thalía.
No cabe dudas de que Wallace decidió utilizar la era dorada del misticismo
londinense, con las sesiones de espiritismos en auge y todos los estudios
paranormales que se dieron a finales del siglo XIX. De ahí que entra en escena el
otro personaje importante de la novela, que es el detective Yale que representa
no solo al detective capaz y genio, sino también el misticismo. Pues
aparentemente es capaz de obtener pistas de manera extrasensoriales en las
escenas de un crimen, con tocar una bala o un objeto utilizado por la víctima o el
victimario. Y si bien Wallace, en más de una de sus novelas, utiliza elementos
místicos, siempre se las arregló para demostrar su desprecio por aquel tema, que
sería absurdo detallar para no quemar la historia.