LaRiojaqueResiste José Schulman PDF
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Editorial:
Ediciones AMP
Diaz Velez 474. La Rioja
Impreso:
Manuel Suarez Ediciones
Juan B. Justo 1871. Rosario
ISBN: 987-43-5281-7
diciembre 2002
Educación y lucha de clases
Historia del sindicalismo docente
Ediciones A.M.P.
6
1 .Felix Luna, Planes para La Rioja colonial, citado por Ricardo Mercado Luna en “La Rioja de los
hechos consumados”, pag.20
2 .testimonio del padre Manuel Nuñez recogido por Raúl Bazán en su Historia de La Rioja, pag.
93 y citado por Ricardo Mercado Luna en la obra citada.
3 .Probst Juan, La enseñanza primaria desde los orígenes hasta 1810 en Historia de la Nación
Argentina, tomo IV
16 4 .Probst: obra citada
5 .Probst: obra citada
6 .Carlos A. Lanzilloto, Historia de la escuela pública, pag. 319 del Manual de Historia y geogra-
fía de La Rioja, tomo I
7.el texto ha sido publicado por ediciones A.M.P. en diciembre de 1997 bajo ese título
8 .Probst: obra citada
9 .Carlos A. Lanzilloto, Historia de la escuela pública, pag. 319 del Manual de Historia y geogra-
fía de La Rioja, tomo I
1 .revista de la CTERA, Canto Maestro, Nº 1, setiembre de 1990, pag.18, nota de Analf Zvik,
“Gloria y honor, huelga sin par”.
2 .La economía de La Rioja y el impacto de la ley 22.021. Oscar Páez Oliva. Fotocopia del
original inédito.
3 .sobre la destrucción del ecosistema que trajo la tala indiscriminada de árboles para el
tendido de las vías férreas, se puede consultar el interesante libro de Eduardo Rosenzvaig
editado por Casa de las Américas en 1996: “Etnias y árboles. Historia del universo ecológico
del Gran Chaco”. 23
4 .citado por Miguel Bravo Tedin en un articulo “La Rioja, cuna del sindicalismo argentino”
publicado en la revista Encuentro, La Rioja, 1984.
5 .citado por Roberto Rojo en su “Noticias del periodismo riojano, 1901-1991”, Editora del
Norte, La Rioja, 1991
6. ídem.
7 .bandera original del Sindicato que ha quedado, milagrosamente después de tantos
allanamientos y desalojos, en poder de la A.M.P.
24
Un solo dato serviría como balance de la década del ´60 para los riojanos:
durante esos diez años la provincia solo había crecido en 8.017 personas
llegando al récord de que para 1970 el 40% de la población estaba fuera
de la provincia, mientras que a principios de siglo “solo” vivían fuera de
sus fronteras el 16% de los riojanos.
La producción agrícola riojana equivalía al 0,2% del total nacional y,
entre las 24 provincias argentinas, ocupaba por ello el lugar 21º. En la
misma escala, ocupaba el lugar 23º por el nivel de los sueldos medios
pagados en la industria e igual lugar por las ventas del comercio en rela-
ción a los habitantes (índice revelador de la pobreza generalizada y de los
magros salarios) ocupando el último puesto por los ingresos del sector
servicios.
Mientras la parte “rica” del país había desarrollado industrias en procu-
ra de la sustitución de importaciones, ya sea bajo el gobierno peronista o
los intentos desarrollistas posteriores (Frondizi, 1958/62 y en parte
Onganía/Krieguer Vasena, 1966/70), La Rioja había seguido en la postra-
ción sumida por la derrota de los caudillos y la consolidación del proyecto
liberal de la Generación del ´80.
Instalada la idea-fuerza de que La Rioja es pobre desde siempre y por
naturaleza se fue gestando una ideología típica del colonizado: las vícti-
mas (el pueblo riojano) se convierten, por mérito de este discurso, en el 35
culpable de su propia miseria, por lo cual debe “mendigar” al poder cen-
tral un tratamiento especial.
Ya en 1692, el cabildo de Catamarca transita esa lógica al exponer la
situación regional al rey Carlos II e inicia una larga lista de “pedidos” que
aún se cumplen (en la forma de “promociones industriales” y fondos espe-
ciales); decían los catamarqueños del siglo XVII: la ubicación marginal de
Catamarca y La Rioja respecto del camino real que iba de Buenos Aires al
Perú creaba a sus vecinos una sensible desventaja para el aprovisiona-
miento de productos manufacturados que debían ser pagados más caros.
Por otra parte, los productos agrícolas que producía La Rioja.....eran de
difícil colocación a precios retributivos1
Bien dice el investigador Oscar Paez Oliva, al analizar el mecanismo de
funcionamiento del estado provincial desde principios de siglo en adelan-
te: La creciente dependencia del Estado provincial y del modelo de socie-
dad que este promovía en La Rioja con fondos que provenían del Tesoro
Nacional (en los ‘70, solo el 8% del presupuesto correspondía a ingresos
locales, y en 1994 el porcentaje de recursos propios sobre los recursos
totales apenas llegaba al 15,8%, nota del autor) por que no estaban ase-
gurados siempre, ni tenían regularidad anual, iniciaba un mecanismo que
se repetiría desde entonces no sólo en el caso de La Rioja sino también en
otras provincias del interior: los viajes periódicos de funcionarios provin-
ciales, quienes con un uso en mayor o en menor grado de sus influencias
mendigan mayores presupuestos, sobre todo porque el Estado Nacional
sufre también crisis recurrentes. Así es como “el antiguo reducto del
federalismo agresivo había quedado convertido en una simple dependen-
cia administrativa del poder central.
Dependencia que se sostiene y consolida con la subordinación de las
grande familias riojanas a la oligarquía porteña, los partidos políticos, la
Iglesia y los diarios locales al mismo modelo de dominación.2
¿Y en la educación, cómo estaban las cosas?
Por un lado, siguen creciendo las escuelas Lainez, es decir las sosteni-
das financieramente directamente por el Estado nacional, si en 1920 eran
100, en 1970 llegaban a 250, siendo en 1967 la situación de la oferta
educacional la siguiente: 4 escuelas privadas con 521 alumnos; 237 Es-
cuelas Lainez con 18483 alumnos y 1086 docentes; y solo 132 escuelas
provinciales diurnas y 5 nocturnas, con 8590 alumnos y 651 docentes en
total.
“El Independiente” del 21 de mayo de 1973 informa que en la provin-
cia, hay menos escuelas que en 1968: se pasó de 470 a 403 escuelas y
comenta el diario de Paoletti: Lamentablemente, la compulsa efectuada
por el ministerio de Cultura y Educación no da cuenta de las razones que
precipitaron la decisión oficial de clausurar escuelas primarias. Pero no se
deberá, de fijo a la escasez de alumnos, ni a la espontánea desaparición
de la necesidad de educar a los niños...
36 La tasa de analfabetismo pura había ido descendiendo del 90.9% en
1869, al 70% en 1895, al 43.9% en 1914, al 18% en 1947 y a un merito-
rio 11,3% en 1960 pero con el paso del tiempo adquiriría mayor relevancia
el llamado analfabetismo funcional (aquellos que a pesar de saber leer y
escribir no poseen los conocimientos indispensables para manejarse en la
sociedad).
Documentos históricos.
Número uno: Fragmentos de los documentos del Congreso Nacional
de Educación. Tucumán, 1970
1 .tomado de una obra de Juan Carrizo, Cancionero popular riojano, citado en 1La economía de
La Rioja y el impacto de la ley 22.021 de Oscar Páez Oliva.
2 .un estudio muy original, hace centro en la Iglesia de los ‘30 en adelante, y bien documentado
es el de Miguel Molina Cortes, Gobierno-Iglesia y realidad popular en la historia de La Rioja
(1935-1943)
3 .citado por Oscar Páez Oliva en la obra ya citada
4 . en el capitulo diez “El festejo: balance y nuevo impulso” se analizan ampliamente las cifras
actuales desde esta perspectiva.
5. Un conmovedor relato de la vida y muerte de Arancibia se puede leer en «La oruga en el
pizarrón. Francisco Isauro Arancibia. Maestro” de Eduardo Rosenzvaig.
6. Congreso Nacional de Educación, primera etapa, 1970, publicación de la Atep, Asociación
44 Tucumana de los docentes provinciales
7. idem
8 .idem
9 .Como parte de la Reforma educativa de Astigueta y Onganía, se transfirieron las escuelas
Lainez a las provincias en una política de abandono de las responsabilidades estatales sobre la
educación pública que se perpetuó en el tiempo hasta hoy. Los maestros de las ex escuelas
Lainez formaron la F.D.T.
10 .de una entrevista grabada a Rogelio De Leonardi
Tengo 70 años. Viví los años treinta del conservadorismo, los cuarenta
de la década infame, los cincuenta del peronismo, los tiempos de la
libertadora (en los cuales comencé siendo gorila), la llamada “dictablanda”
de Onganía, la dictadura genocida de Videla, los breves períodos interme-
dios constitucionales.
Viví el cristianismo desde una Iglesia dogmática, siendo yo también
dogmática. Lo vivo ahora desde una Iglesia abierta y pobre, con una
jerarquía cerrada y rica. Viví (y vivo) con grandes contradicciones. Siem-
pre colegio laico, primario, secundario, profesorado, universidad, siempre
del Estado. Allí me inscribieron mis padres. Por amar la igualdad, lo
común y también por su nivel. Las escuelas del Estado eran de más
calidad pedagógica y formativa. Desde Frondizi, con Salonia, comenzó su
destrucción sistemática.
Yo leí los hermanos Grimm, a Tagore; papá me traía los cuentos,
mamá me los contaba. Luego a Voltaire, Santo Tomás, Descartes, San
Agustín, Marx, Lenin, Rousseau, Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz, los
padres del desierto, los Derviches, el Torá, Gustavo Gutiérrez y Frey Betto.
En nuestra casa, con papá, mamá, hermana, tíos, primos, vecinos,
ahijados y desconocidos; se vivió siempre en un ambiente de solidaridad
y afecto. Todos se ocupaban del otro, sin perder su identidad, ni dejar
invadir su intimidad. Si había algún egoísta no se notaba. Tenía que apren-
der o quería aprender, jugando, con alegría.
51
Esa constante cultural, la educación consciente, continente y coheren-
te que “respirábamos” con tanta naturalidad, debe haber sido el marco
que nos ayudó a crecer. Compromiso, fuerza de vida, ética y amor. Eso
deja huellas de las cuales uno no se olvida, ni se quiere olvidar. Van
haciéndose cada vez más profundas, luminosas. Así creció Mara. Con esta
herencia y testimonio de vida. Y Marian. Y sus hermanos, mis hijos.
Mara, como llamábamos a María Leonor y Marian como llamábamos a
María de los Ángeles.
Dedicadas a los más desposeídos. Vecinos, alumnos, madres de alum-
nos. Familias del barrio de la escuela. Elegían trabajos en escuelitas de
villas, en los barrios más pobres. Compartían. Daban y recibían. Eran
reconocidas por su dedicación y testimonio. Trabajaban gremialmente
porque la organización es necesaria.
El 16 de setiembre de 1976 Mara fue secuestrada por fuerzas de segu-
ridad. Yo también fui secuestrada el mismo día de mi casa. El compañero
de Mara, el Bocha (Miguel Ángel) había desaparecido en junio, tres meses
antes. Su secuestro fue dudoso y confuso, pero a los pocos días constaba
que en la Comisaría del Barrio Libertad (Morón, Pcia. de Buenos Aires)
habían encontrado un cadáver en junio o julio de 1976 en la vía pública, y
se había enterrado en el cementerio de Santa Mónica.
De eso nos enteramos en mayo de 1987. Constaba el número de ta-
blón, de tumba, etc. La carpeta estaba caratulada N.N. o Miguel Angel
Gallinari. Era N.N. o tenía identidad? Cómo no se avisó a sus padres que
hicieron habeas corpus y lo buscaron desesperadamente? Doble secues-
tro. Segunda vez, los compañeros o policías o civiles infiltrados en grupos
que secuestraban y asesinaban sin juicio, sin información a la familia, en
el anonimato, en la impunidad.
Yo estuve pocos días en el lugar clandestino de detención, allí también
llegó después mi hija Mara. Nos torturaron repetidas veces, cruelmente
a ambas. Ella estaba embarazada de siete meses. Nos interrogaban, nos
injuriaban, nos insultaban, hablándonos en términos soeces.
Picana. Me envolvieron en dos banderas argentinas. Todo el tiempo
vendada, mi hija también. Oficiales de la ESMA que decían servir a la
patria. Nada menos.
Documentos históricos.
Número dos: Declaración de principios de la Confederación
de Trabajadores de la Educación de la Argentina. Huerta
Grande, 1973. 61
63
1 . El Jefe, Gabriela Cerruti, pag. 166
2 . datos extraídos de un resumen estadístico elaborado por la Casa de La Rioja en Buenos
Aires, fotocopias.
3 . Obra ya citada, pag. 24
4 . publicada como Documento Histórico número dos al final de este capitulo.
5 . del discurso inaugural pronunciado por Francisco Isauro Arancibia en Tucumán en ocasión
del Congreso Nacional de Educación en 1970. Materiales originales del congreso.
64
72
1
de los apuntes manuscritos conservados en los archivos de la A.M.P.
2
original existente en el archivo de la A.M.P.
3
El Independiente del jueves 2 de abril de 1987, pag. 3
La Marcha Blanca.
Una especial mezcla de cansancio, orgullo y emoción marcaba la in-
mensa mayoría de los rostros de quienes fueron llegando al centro de
Buenos Aires bordeando las 15 horas de aquel 23 de mayo de 1987.
Cansancio, por el exigente camino recorrido. Centenares y miles de
kilómetros en muchos casos. Protagonizando actos como el realizado en
Córdoba por la C.G.T. local para recibir a la columna del Noroeste (en la
que iban los maestros riojanos), donde fue orador central el secretario de
la A.M.P. de La Rioja.
Orgullo, por esa convicción de que no dejamos de enseñar, ensañamos
a luchar, que muchos compañeros exhibían en carteles prendidos a sus
guardapolvos blancos.
Emoción, mucha emoción, porque es difícil olvidar tanto gesto solida-
rio: las flores lanzadas sobre las columnas, la lluvia de papelitos, el brazo
en alto desde las casas y las empresas. El mate o alguna cosa para comer
antes de seguir el viaje.
Se acercaba el momento de la verdad, ese que anunciaba que luche,
luche compañero, que a la Plaza hay que llegar. A las 17.30 hs. la cabeza
de la movilización, una impresionante columna de miles que tardaban
más de una hora en pasar por un sitio, empieza a llegar al palco frente al
Obelisco.
La ovación a las Madres de la Plaza de Mayo preanunció uno de los
momentos más emotivos de la jornada: el homenaje a Arancibia, a Marina
Viltes, a Susana Pertierre y a todos los desaparecidos y asesinados del
gremio y el campo popular.
La hermana de Francisco Isauro Arancibia declaró 3 este es el viejo
sueño que ha tenido mi hermano y otros que murieron. Esto es lo que
quería, una CTERA unida que lucha por la dignidad de los docentes y la
causa popular. El luchó por una escuela estatal y por una educación
auténticamente nacional y popular.
80 En medio de esas emociones el clima de los miles de participantes fue
creciendo. Ese espíritu combativo, esa íntima convicción de que estaba en
juego mucho más que el legitimo reclamo salarial fue lo que enfrentaron
Garcetti y Ubaldini, secretarios generales de la CTERA y la C.G.T. , quienes
no pudieron contener el reclamo generalizado de marchar de una vez por
todas sobre la Plaza de Mayo como se había prometido toda la tarde.
1 .textual, del proyecto del Poder Ejecutivo. Breve historia contemporánea de la Argentina. Luis
Alberto Romero. Fondo de Cultura Económica. 1995
2 .Documento de la Comisión Directiva de la A.M.P., archivo del sindicato
3 .semanario Qué Pasa Nº 374, pag. 8
4 .La Celeste es la agrupación que conduce la CTERA en los últimos años. Su máxima dirigente,
Mary Sánchez abandonó la actividad gremial al ser electa diputada nacional en las listas del 83
Frepaso en 1995. Su principal base de apoyo está en SUTEBA, el sindicato de base de la
CTERA de la provincia de Buenos Aires. En sus orígenes tenía un definido perfil peronista.
Hoy representa la fuerza sindical de mayor compromiso con la Alianza entre la U.C.R. y el
Frepaso.
5 . Tosco, escritos y discursos. Selección de trabajos de Jorge Lannot, Adriana Amantea y
Eduardo Squiglia.
6 .Tosco, escritos y discursos. Obra citada.
84
1 .el 16 de diciembre, ocurrió el Santiagazo, un estallido social en que se quemaron todos los
símbolos del poder: la Casa de Gobierno, la Legislatura y los Tribunales
2 .Juan Alemann, en un reportaje de 1982 reivindicó como él mayor avance en la reforma del
estado y el programa de privatizaciones levantado por Martínez de Hoz, la desarticulación del
movimiento obrero y de la oposición, “a partir de ahora, todo es posible”.
3 .Noticias, 19 de diciembre de 1193. pag. 104
4 .las citas, como buena parte del enfoque inicial de este capitulo corresponden al interesante
trabajo de seminario “El poder en el proceso de transferencia de los servicios educativos en la
provincia de La Rioja, 1991-1992” de Lucía del Valle Avila
5 .“El financiamiento de la educación en los países en desarrollo”. Banco Mundial. abril de 1987.
citado por Lucía del Valle Ávila en el trabajo citado
6 .El Independiente” del 29/9/93, pagina 7
7 .testimonio de Ángela Descalzo, miembro de la C.D. de la A.M.P. de entonces. Grabación del
autor.
8 .Propuesta Nº 194 del 4 de noviembre de 1993. pag. 4
9 .de un reportaje del 18 de noviembre a Rogelio De Leonardi publicado en el Nº 196 de
Propuesta 103
10 .El Independiente, 10 de noviembre de 1993.
11 .revista Noticias del diciembre de 1993
12 .testimonio de Miguel Molina Cortez, historiador, docente y militante cristiano.
13 .se refiere a Rogelio De Leonardi, secretario de la A.M.P.
14 .Isaías del libro de los Salmos.
15 .de un trabajo del religioso Xavier Gorostiaga, rector de la Univ. Central de Managua publi-
cado en la revista Pulso, 1992.
104
Cada uno festeja del modo que quiere. Es natural; pero del modo en
que uno lo hace se desprenden muchas cosas, porque es cierto que las
fiestas son como el espejo del alma.
El primer acto oficial por los cincuenta años de la A.M.P. fue la inaugu-
ración de la Casa de la Memoria “Leonor Alonso”, el día 12 de setiembre
de 1997, contando con la presencia de un grupo muy calificado de invita-
dos nacionales, entre los que descollaban los compañeros de la Liga
Argentina de los Derechos Humanos y de las Abuelas de Plaza de Mayo, de
la que Leonor Alonso era miembro.
Hasta el barrio Cochangasta, donde está la Casa de la Memoria, llega-
ron los invitados nacionales y locales: Estela Carlotto, presidente de las
Abuelas de Plaza de Mayo, Taty Almeida, de Madres de la Plaza (línea
fundadora), Alba Rosa Piaggio, en representación de la Mesa de Trabajo
por los derechos humanos del Norte Cordobés, Carlos Imizcoz, de la Mesa
Nacional de la Coordinadora de Jubilados y Pensionados de la República
Argentina, entre otros.
Pero todos sentían que había más. Que estaban los 32 riojanos des-
aparecidos y los 600 maestros de todo el país que habían sido detenidos,
torturados, asesinados y desaparecidos.
Que por allí andaban Tito Paoletti y el Obispo Mártir, Enrique Angelelli,
acompañando al maestro Isauro Francisco Arancibia, llegado especial-
105
mente desde el cielo tucumano.
Emocionada hasta las lágrimas, Estela Carlotto rindió merecido home-
naje a Leonor y a la A.M.P. quien la había acogido al final de sus días para
permitirle un renacer, que era su propio desarrollo.
Aun antes que la Casa de la Memoria se abriera, Leonor había dejado,
desde la Comisión de Política Educativa y los comienzos de la labor de
capacitación pedagógica y política, un recuerdo imborrable de su paso por
La Rioja.
Después, a la noche, vendría la Gala Cultural en el Teatro Provincial,
con la presencia del Grupo Siembra, el Ballet Polivalente del Arte, el Con-
junto Vocal Kantorei y el Grupo Vocal Norte. Ricardo Mercado Luna disertó
sobre Constitución y Educación Pública. Al otro día se realizó la
multitudinaria cena del aniversario, en el Polideportivo Barrio 25 de Mayo.
El gobierno no dejó de recordar el aniversario......a su modo.
En abril la A.M.P. denuncia la persistencia de una política persecutoria y
represiva que en esta oportunidad se materializaba en los daños ocasiona-
dos a los autos del secretario general y de la secretaria de acción social del
gremio. Como siempre los actos quedaron impunes.
En junio, el Ministerio de Educación de la Provincia a cargo de la licen-
ciada Lilian Belber de Mercado, aquella triste funcionaria que estando al
frente del Consejo Provincial de Educación organizó la ocupación de las
escuelas por parte de militantes políticos, en contra de la huelga docente,
presentó un nuevo anteproyecto de Ley Provincial de Educación, muy
parecido a aquel otro que tuvieron que retirar de la Legislatura en 1993
por la reacción estudiantil.
La A.M.P. reacciona con rapidez, en horas contesta al mamotreto oficial
con un documento en cuya portada dice: No transe. La corrupción y la
impunidad que anidan en el Ministerio de Educación atentan contra la en-
señanza pública y gratuita. Defienda la escuela pública en donde se refu-
tan uno a uno los argumentos oficiales demostrando que El Anteproyecto
de la Ley de Educación de la Provincia presentado por el Ministerio de
Educación y Cultura muestra claramente que no partió de un diagnostico
de la realidad educativa provincial, sus problemas y necesidades. Surge
de la urgencia de cumplir con las políticas de ajuste establecidas para el
sector. Este concepto economicista se visualiza en el Anteproyecto, en la
supeditación de un modelo educativo a la necesidad de consolidar un mo-
delo económico.
La A.M.P. acertaba en lo fundamental: la reforma educativa no tenía
otro sentido que el de acomodar el sistema educativo a los cambios sufri-
dos por el capitalismo argentino, como consecuencia de los veinte años de
políticas neoliberales inaugurados por la dictadura militar de 1976.
La reforma en curso, amparada en la Ley Federal de Educación sancio-
nada en abril de 1993, tiene una llamativa coincidencia con aquella otra de
1970, la de Astigueta y Onganía, contra la que se había hecho el Congreso
Nacional de Educación en Tucumán.
Más allá de todo el palabrerío y lo farragoso de tantos artículos y pro-
106
pósitos, la Reforma tenía tres ejes muy claros
. una nueva estructura del sistema que fractura el ciclo prima-
rio (con dos años menos), creando un ciclo de Educación General
Básica de nueve años, dividido en tres ciclos de tres años cada uno,
alargando y complicando la posibilidad de terminar un ciclo educati-
111
Testimonio de los protagonistas.
Número siete: Vicente Zito Lema.
Aquellos intelectuales malditos...
Vicente Zito Lema es poeta, periodista. Fue director (entre otras re-
vistas) de Tesis y La Maga, es docente de la Universidad de las Madres.
Testimonios de los protagonistas.
Número ocho: Rogelio De Leonardi.
El sindicalismo de liberación
Al sindicalismo de liberación lo entiendo como un posicionamiento
ante la vida en defensa de la dignidad del hombre, del salario, del presu-
puesto educativo.
Hay que llegar hasta las últimas consecuencias en esta lucha, estan-
do dispuestos incluso al extremo de que nos destruyan el sindicato.
Porque entonces van a venir nuevos dirigentes, nuevos protagonistas a
proseguir una lucha que, por ser justa, solo terminará cuando hayamos
alcanzado los objetivos históricos.
Si estas estructuras fueran destruidas, o si no sirven más, se crearán
otras distintas, potenciadas en base a la experiencia anterior. Así ocurre
con la C.G.T., a la que intentamos superar con la Central de los Traba-
jadores Argentinos de la cual soy uno de los miembros fundadores des-
de 1992 como Congreso de los Trabajadores Argentinos. Cuando se
formó, en el Parque Norte, en mi discurso, rendí homenaje a los dos
argentinos que más han impactado en mi formación, fundamentales
para un sindicalismo de liberación: el “gringo” Agustín Tosco y el Che
Guevara.
Las estructuras tradicionales del sindicalismo argentino, que se si-
guen referenciando en la C.G.T. tienen decenas de años de no servirles a
los trabajadores.
De esto hay que convencerse definitivamente. No sirven como instru-
mentos de lucha. No sirven para paliar la miseria de salario que reciben
los trabajadores. No sirven para defender la previsión de tipo solidario.
La A.M.P. cumple cincuenta años sin personería jurídica. Hace mu-
chos años la pedimos, 20 años, y nunca nos la dieron. Que muestra eso:
la enorme parcialidad de la justicia que siempre ha pretendido descalifi-
car a aquellos que no se prestan a los juegos del poder. Pero también
muestra que se puede vivir sin “el permiso del estado”.
En el ’93 nos descontaron 40 días del salario por “días no trabaja-
dos”, por huelga docente, estábamos cesanteados el secretario general
y el gremial, durante siete meses se negaron a realizar el descuento de
la cuota sindical y sin embargo resistimos.
Y no solo resistimos, vencimos en nuestros reclamos. Por qué, por-
que el sindicato no es una mutual, no es una cooperativa, no es una
empresa de servicios sociales y ni siquiera es un centro de estudios y
114 formación; el sindicato puede ser todo eso pero por encima de todo es
una herramienta de lucha.
Mi mayor satisfacción, el mejor balance de estos cincuenta años de la
A.M.P. es que no hay ningún trabajador de la educación que haya venido
a plantear que dejemos de ser un organismo de lucha, que traicionemos
nuestra historia, que nos olvidemos de “Pochola” Baigorri y de Leonor
116
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