Articulo Agustin de La Herran
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INTRODUCCIÓN
La utilización educativa de la televisión puede contemplarse tanto desde el medio como del
televidente. Entre ambos median las funciones actuales y potenciales del medio, su lenguaje e
intenciones, el alcance social y la evaluación de lo que pretende y produce, que a su vez
realimenta y corrige dialécticamente a aquellas funciones primeras. El abordaje de la
utilización educativa de la televisión en Educación formal y no formal nos pide detenernos en
dos aspectos interrelacionados y consecutivos: la crítica (denuncias, análisis, lecturas...) y la
propuesta de construcción (anuncios, síntesis, escrituras...). Lo haremos desde una propuesta
de evolución educativa del medio.
PALABRAS CLAVE
Presencia y relevancia de la TV
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Herrán, A. de la, y Villena, J.L. (2006). Integración curricular de la televisión. En J.A. Ortega Carrillo, y A.
Chacón Medina (Coords.), Nuevas tecnologías para la educación en la era digital. Madrid: Pirámide.
La TV es un elemento que, desde su condición de medio para el intercambio informativo,
ideológico, cultural, de entretenimiento, económico, etc., ha redefinido la historia
contemporánea. Concretamente, está presente en la vida de la mayor parte de las personas. Su
protagonismo vital se debe a la autoridad que le otorga el televidente y que se traduce en
influencia. Ésta es a veces constructiva, a veces negativa, y otras veces se define por lo que
deja de hacer y construir. Su acción impacta tanto en adultos como en niños y adolescentes,
bien directamente o a través de adultos educadores.
La TV es uno de los medios de comunicación de mayor influencia. ¿Pero influencia para qué?
Para lo que se decida hacer y transmitir. Por ejemplo: en Nueva Zelanda, Bolivia o Zimbawe -
por citar algunos lugares conocidos-, se sabe de algunas ciudades españolas merced a la liga de
fútbol... G. Sartori (2003) ha definido a la televisión como la más grande agencia de formación
de la opinión pública (p. 27). Su punto de vista acerca de este medio de comunicación es que:
“la televisión ha entrado en una carrera competitiva decadente cuyo producto final es, primero,
una información reducida; segundo, información improvisada e inútil, y tercero, una
desinformación absoluta” (p. 33).
Desde nuestro punto de vista, el problema general es que la TV no obedece a ningún proyecto
de futuro que incluya la variable evolución humana, legible en una cuádruple vertiente:
educación, madurez personal, mejora social y humanización de la vida. Estas finalidades se
topan con un gran obstáculo: el pensamiento débil o egocéntrico de productores y usuarios,
uno de cuyos indicadores es la polarización de intereses a la rentabilidad y la eficacia de los
sistemas parciales de pertenencia, por encima del bien común, exterior e interior. Sus acciones,
por tanto, empiezan y acaban en sí mismo o en los sistemas con que se vincula.
Con una finalidad orientadora, podríamos diferenciar los siguientes estadios evolutivos,
enfoques, percepciones, motivaciones o niveles de calidad de la TV, desde un punto de vista
educativo, que podrían actuar como condicionantes de la utilización educativa de la TV en
Educación formal y no formal:
a) En primer lugar, que el público es el pretexto, el tapador de los fines particulares de cada uno. El escritor dice que
emborrona papel, y saca el dinero al público por su bien y lleno de respeto hacia él. El médico cobra sus curas
equivocadas, y el abogado sus pleitos perdidos por el bien del público. El juez sentencia equivocadamente al inocente
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El concepto de rentabilidad o eficacia ordinarias puede redefinirse desde coordenadas más complejas. Este
cambio conceptual, más allá de los sistemas rentables, podría quedar albergado en medios más maduros, más
complejos y más educados, educadores y educativos.
por el bien del público. El sastre, el librero, el impresor, cortan, imprimen y roban por el mismo motivo; y, en fin hasta
el... Pero ¿a qué me canso? Yo mismo habré de confesar que escribo para el público. So pena de tener que confesar que
escribo para mí (p. 21).
Trasladando esta razón a lo que nos ocupa, diremos que la TV desarrolla su programación
pensando en sí misma y más concretamente en o por la publicidad que emite (L. Rico,
1992). El público no le importa, porque no le respeta.
b) Y en segundo lugar, concluyo: que no existe un público único, invariable, juez imparcial, como se pretende; que cada
clase de la sociedad tiene su público particular, de cuyos rasgos y caracteres diversos y aun heterogéneos se compone la
fisonomía monstruosa del que llamamos público; que este es caprichoso, y casi siempre tan injusto y parcial como la
mayor parte de los hombres que le componen; que es intolerante al mismo tiempo que sufrido, y rutinero al mismo
tiempo que novelero, aunque parezcan dos paradojas; que prefiere sin razón, y se decide sin motivo fundado; que se deja
llevar de impresiones pasajeras; que ama con idolatría sin porqué, y aborrece de muerte sin causa; que es maligno y
malpensado, y se recrea con la mordacidad; que por lo regular siente en masa y reunido de una manera muy distinta
que cada uno de sus individuos en particular; que suele ser su favorita la medianía intrigante y charlatana, y objeto de
su olvido o de su desprecio el mérito modesto; que olvida con facilidad e ingratitud los servicios más importantes, y
premia con usura a quien le lisonjea y le engaña; y, por último, que con gran sinrazón querremos confundirle con la
posteridad, que casi siempre revoca sus fallos interesados (pp. 21,22).
LA coartada
INTERESES
TELEVISIÓN por
dificultan la
depende
como
PERSONALIDAD CONTENIDO
Las producciones educativas suelen centrarse en una edad o etapa de Educación formal –por
ejemplo, la Telesecundaria mexicana-, dirigirse al profesorado –por ejemplo, parte del Canal
Educativo cubano, del Canal 4 en Marruecos, la experiencia peruana, etc.), documentales
científicos, culturales o artísticos, programas de debate con expertos, espacios didácticos
infantiles, etc. Parece que con ello programas, canales y sistemas de TV han cumplido su
función. El resto se comprende que no debe ocuparse de la educación del niño o el ciudadano,
porque se piensa que no es ésa su función o cometido. En ellos se verifica un abandono
pedagógico y con frecuencia una ausencia de evaluación (análisis para la mejora) de
informaciones negativas, neutras o posiblemente mejorables. La estrategia de esfuerzos
aislados o de islotes de formación es la expresión de una homeostasis basada en el
desequilibrio en el ejercicio de la responsabilidad programática. Quizá se trate de un estadio
evolutivo o ético del medio.
Estrategias de Educación formal y no formal para mejorar el estadio dual de la TV
La mejor y más amplia televisión educativa dual es subsidiaria de la Educación formal, juega
un papel constructivo con la no formal y orientador en la informal. Prolongan al maestro y a la
familia, para unirse con ellos en aquello que más les importa: los hijos, por ellos mismos y
como sociedad naciente. Las producciones televisivas de este estadio podrían mejorar
educativamente y contribuir a fortalecer el pensamiento, si:
De la falsa importancia atribuida a la Educación formal en casi todos los foros, vía TV
Desde las palabras, no hay quien no otorgue la máxima importancia a la Educación escolar,
porque también de palabra bastantes personas creen que a través de la educación se pueden
arreglar o mejorar la mayor parte de los problemas sociales. Desde los hechos, la declaración
dista mucho de la realidad. Unos ejemplos de incoherencia, que apuntan a que la supuesta
confianza en la capacidad de influencia de la Educación formal o es cínica o es ignorante:
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Actualmente no es común que en programas de debate o análisis el telespectador pueda seguir concentrado un
hilo de razonamiento un tiempo suficiente. El entrevistador o moderador y/o la publicidad suelen interrumpir y
evitar las mesetas de concentración, bien por necesidades programáticas, bien porque se entiende que la
profundización equivale a la pérdida de audiencia, bien por hábitos técnicos normalizados.
- La televisión desprende educatividad (ayuda social para su crecimiento y su mejora) en
unos pocos espacios.
- La universidad no parece preparar pedagógicamente a los futuros responsables o
encargados de la producción y difusión relacionados con los medios.
- La religión institucionalizada adoctrina (no educa) generando necesidades que sólo ella
asegura poder volver a llenar.
- La economía no parece querer-querer evolucionar a econosuya (o economía de la
cooperación), etc.
Meditación preliminar
Normalmente reclamamos que todos los productos que comemos estén en buen estado.
Esperamos que nuestro coche sea continuamente fiable. Para algunas cosas, esperamos calidad
continua. Con la TV, que nutre la razón y el sentir de nuestros hijos y el nuestro, no se sigue
este planteamiento, y este modo de proceder es en sí mismo contradictorio. ¿Qué sentido tiene
beber agua de modo que ¾ partes sean potables y la otra ¼ parte no? Si las cifras se
invirtieran, se cosecharía más salud. ¿A quién perjudica esto? ¿A quién no favorece lo otro?
Porque si se admite que la TV es el mayor transmisor de valores sociales, ¿qué sentido tiene no
cuidarla integralmente? Esta concepción de la función educativa del medio posiblemente esté
arraigada en una falta de conciencia (sensibilidad y conocimiento) educativa de los
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Entendemos que el concepto de alfabetización puede y debe ampliarse desde una dimensión instrumental-crítica
(P. Freire) a una alfabetización de la conciencia, basada en las variables: educación para la universalidad y
evolución humana (A. de la Herrán, 2003).
responsables, diseñadores y desarrolladores del medio, así como de gran parte de su audiencia,
consumista y acrítica.
Todo acto humano tiene lugar en el lenguaje. Todo acto en el lenguaje trae a la mano el mundo que se crea con otros en
el acto de convivencia que da origen a lo humano; por esto, todo acto humano tiene sentido ético. Este amarre de lo
humano a lo humano es, en último término, el fundamento de toda ética como reflexión sobre la legitimidad de la
presencia del otro (p. 163).
- De acuerdo con UNESCO, “la Educación para toda la vida coincide con la noción de
sociedad educativa”
- Es una concepción “integradora porque incluye modelos de Educación formal, no formal e
informal, que se inspiran y corrigen entre sí”. [...] “Se interesa por todas y cada una de las
realizaciones de estos modelos”.
- “La redacción de informativos [léase el estudio de TV] en la sociedad educativa se
asemejaría a la cátedra5 de un aula tan grande como el mundo”.
En un informe, E. Megías et al. (2002) concluían que un 40% de los padres señalaban sentirse
desbordados a veces o con frecuencia, un 5% se arrepentía de ser padre o madre a veces, y un
5
El autor la identifica con una “Unidad dinamizadora de la conciencia pública”.
4% se arrepentía de ser padre o madre de un modo continuo. Es previsible que los datos
actuales no sean mejores. Una respuesta a la desorientación de los padres pudiera encontrarse
en su propia formación como educadores. Para esta tarea, la colaboración de la Educación
formal de sus hijos y de la TV pudieran componer una ayuda valiosa.
Toda la sociedad pasa por la escuela. La familia es una constante social en torno a cada niño.
Familia y escuela contienen, juntas, mayor potencialidad educativa. En la Educación formal
radica un notable conocimiento educativo. Nunca como en la actualidad ha existido en la
escuela un conocimiento didáctico superior al actual. Los padres o tutores son sujetos de
formación, y de ella tiende a ocuparse la escuela, vía planes de acción tutorial extendidos
(programaciones para la formación de padres y madres de aula, nivel o ciclo) y vía televisión
educativa no formal (amena y sistemática). ¿Por qué? Porque, o la escuela y su Educación
formal forman frente educativo con la familia, o la batalla sólo será ganada por los mejor
situados (motivación, preparación, condiciones, recursos, genética...). En Educación el camino
más corto es la línea curva, y ésta pasa inevitablemente por la familia.
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Departamentos y profesorado espacializado en Educación a través de las TIC.
- Producción de materiales videográficos o programas didácticos para todo el sistema
educativo, tanto para la enseñanza no-universitaria como universitaria. Destacaría el papel
de los departamentos relacionados con Educación.
- Creación de las bases para que se desarrollen estudios diversos que permitan planificar y
evaluar con rigor las acciones que, en relación con la TV educativa se llevan a cabo.
Con relación a los programas didácticos que las universidades pudieran realizar, proponemos
una serie de características optimizadoras de estas producciones:
Hacia una reforma educativa de los medios (TV incluida) como requisito
Las reformas educativas dejan casi siempre por hacer la reforma de la educación. Suelen ser
remoces corticales, polares y sobre todo políticos del sistema educativo. En otro lugar hemos
entendido que podrían centrarse en otros sistemas sociales y poderes fácticos, si de verdad se
desea ayudar a la escuela a desarrollar su función educativa (A. de la Herrán, 2003). En
educación el camino más corto es la línea curva, y ésta pasa por los medios y por la familia. La
posible evolución de la TV y de la contribución social que podría realizar está relacionada con
un paso previo e ineludible: la necesidad de una reforma educativa del medio mismo, que
desde nuestra perspectiva tiene algún sentido. Las TV más conscientes (mejor conocedoras y
más responsables y completas) y menos egocéntricas pueden ser las principales interesadas en
ofrecer un servicio social, como suelen pregonar, que no tiene por qué suponer oposición entre
los índices de audiencia y una orientación humanizadora de lo que se hace, si la ciudadanía
cada vez está más y mejor preparada intelectualmente y por ello reflexiona e indaga mejor y
exige más. Quizá sea demasiado tarde, quizá sea demasiado pronto, quizá pueda ser éste el
mejor de los momentos.
RESUMEN
1) Divídase la clase en tres grupos. Mediante lluvia de ideas, diálogos simultáneos o Phillips
6.6, se trata de definir indicadores de los tres estadios educativos de la TV que se proponen
en el artículo. ¿Podría hacerse otra clasificación?
2) Identificar los programas habituales que conoce en las distintas cadenas según los estadios
propuestos, y se planteen su tratamiento en el aula, dependiendo del nivel educativo de
referencia.
3) A partir del apartado Papel educativo de la TV en educación formal, no formal e
informal, puede reflexionarse sobre los cauces que se podrían seguirse para demandar un
tipo (o todo tipo) de atención de los que se presentan.
4) Algunos profesores piensan que, actualmente, como en otros momentos, hay una carencia
de actitudes, conocimiento y capacidades críticas y reflexivas de gran parte del alumnado
universitario hacia la TV. ¿Podría elaborar unas preguntas de investigación y diseñarse un
cuestionario para identificarlas? ¿Podrían realizarse algunas entrevistas que indagaran en
sus motivaciones, significados, factores que, en su caso, las mantienen en un estado de
desarrollo mejorable? ¿Los profesores son conscientes de ello? ¿Qué hacen para
potenciarlas?
5) Invite a un grupo de alumnos de último curso de la Facultad de Ciencias de la Información
a un grupo de discusión, con o sin alumnos de carreras docentes o de Educación, sobre el
tema “Televisión y Educación”. Grábenlo en vídeo y analícese críticamente.
6) Realicen una revisión crítica, por grupos, de la programación de las distintas cadenas y a
continuación, expónganlo en clase. Seguidamente, elíjanse los programas con sentido
educativo propongan actividades que se pudieran realizar en clase para potenciar su uso
útil para el trabajo desde el aula. Hágase lo mismo con programas que pueden estar al
alcance por horario y/o publicidad del alumnado correspondiente (infantil, primaria…) y
carecen de educatividad. ¿Por qué? ¿Qué aprendizajes significativos negativos (no-
formativos) están favoreciendo? Expongan estrategias de autocontrol y limitación de su
visionado. Con ambas propuestas, se crearía un “banco” de actividades que podría
utilizarse por toda la clase y futuras promociones.
7) Se trata de realizar entre toda la clase el proyecto “Programación de un Canal Educativo.
Puede apoyarse en algunas de las Estrategias de Educación formal y no formal para
mejorar el estadio dual de la TV. El resultado puede compararse críticamente con el Canal
Educativo cubano.
8) Con el apoyo de su profesor/a, diseñe e intente desarrollar alguna propuesta de
colaboración de la Universidad con un canal de TV, para proponer mejoras que
contribuyan a la educación de la ciudadanía.
9) Con el apoyo de su profesor/a y la participación de algún profesor de Educación Infantil,
Primaria o Secundaria, defina e intente desarrollar alguna propuesta de colaboración de la
Universidad7 para reforzar la Educación formal de una escuela o una red de escuelas, en
torno a la utilización de la TV y otros recursos tecnológicos.
10) J.M. Pérez Tornero (2004), refleja en un estudio que un niño español está de media más
horas anuales delante del televisor (990h) que en la escuela (960h). El tiempo de TV
aumenta cuando la renta disminuye. Entre 4 y 12 años dedican 990h anuales, la franja más
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Departamentos y profesorado espacializado en Educación a través de las TIC.
vista es entre 21-24h, fuera del horario protegido, y hay escasez de programación infantil
en ese horario. Si a las 19h semanales de televisión se suma el tiempo destinado a
videojuegos y ordenador (11h), un menor pasa de media 30h semanales frente a una
pantalla, y no precisamente formándose. Entre 43-50% de los alumnos de ESO tiene
televisión en su habitación. A la luz de estos datos, realicen una revisión de experiencias y
un concurso (no competitivo) de ideas y proyectos de ocio alternativo y/o educación no
formal, destinado a administraciones, centros, familias y a los propios niños y jóvenes.
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