La Inclusión Educativa de Personas Con Discapacidad

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Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Innovación y Educación

La inclusión educativa de personas con discapacidad:


un reto para el docente universitario
Primera Parte

PÉREZ, G.

ISBN: 978-84-7666-210-6 – Artículo 330


Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Innovación y Educación

La inclusión educativa de personas con discapacidad:


un reto para el docente universitario
Primera Parte

Autora: Gloria Pérez de Mayorga


Universidad Pedagógica Experimental Libertador – Instituto de Mejoramiento
Profesional del Magisterio. Caracas-Venezuela
[email protected]

ISBN: 978-84-7666-210-6 – Artículo 330


Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Innovación y Educación

RESUMEN

En el presente estudio se planteó conocer las representaciones sociales en docentes


universitarios en relación a la propuesta de inclusión de estudiantes con discapacidad.
Se desarrolló con un enfoque cualitativo, se sustenta en el paradigma interpretativo, el
cual postula que la realidad depende de los significados que la persona le atribuye,
Pèrez Serrano (2004). Se consideró para el análisis y la interpretación del discurso
docente el Método Comparativo Continuo de la Teoría Fundamentada, Glaser y
Strauss (1967), desarrollando entrevistas en profundidad para el intercambio de las
ideas y experiencias. Entre los hallazgos encontrados se tiene la aceptación oficial de
la inclusión; la concepción médica tradicional de la persona con discapacidad; la crítica
institucional; la incertidumbre que genera un pensamiento de incapacidad/capacidad
frente a la atención educativa del colectivo de estudiantes con discapacidad; si bien
las representaciones de los docentes son sistemas anclados, al mismo tiempo son
ideas y representaciones flexibles que permiten su transformación (Jodelet, 1986),
surgiendo proposiciones desde “no sé qué hacer” hacia el “podría cambiar el tipo de
evaluación”, originando acciones orientadoras que contribuyen al inicio de la reflexión
para una acción docente que contribuya a la construcción de la universidad inclusiva.
.
Descriptores: Modelo Social de la Discapacidad, Inclusión Social, Representaciones
Sociales.

ISBN: 978-84-7666-210-6 – Artículo 330


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1. EL PROBLEMA

Situación problematizadora y objeto de estudio

Las prácticas sociales están permeadas por las representaciones que se han
ido configurando en la historia sobre esas prácticas, se puede plantear que la
diversidad y la discapacidad han mostrado diferentes visiones, originando diversos
modos de comprenderlas y relacionarse. Así se tiene que, este fenómeno se ve
reflejado históricamente al referirse a las personas con discapacidad con diversos
términos como idiota, deficiente, subnormal, inadaptado, enfermo, minusválido,
excepcional, especial o discapacitado, más recientemente discapacidad o con
diversidad funcional; cada uno de estos términos refleja una forma de comprender y
percibir a la persona que presente algún tipo de discapacidad, lo que revela una
perspectiva filosófica y ontológica hacia estas personas, posturas que van a influir en
el abordaje pedagógico de los educandos.
Se puede indicar que cada denominación manifiesta la forma de concebir a la
persona con discapacidad, la cual tradicionalmente ha sido centrada en la condición
específica biológica y física de la persona en relación a lo que se ha considerado una
persona dentro de la norma, separada de su contexto social, cultural e histórico.
Manosalva (2002), plantea que referirse a la noción de discapacidad supone una
cierta tensión e indica, ha habido – y seguirán habiendo – importantes
conceptualizaciones que la restringen o la limitan en sus posibilidades expansivas de
la conducta y el pensamiento humano, acercándolas a nociones de la diversidad de
orden instrumental y controladora.
La discapacidad tradicionalmente ha sido abordada y estudiada principalmente
por disciplinas de la salud con un enfoque eminentemente clínico, que ha minimizado
una mirada hacia la dimensión educativa, social, cultural, espiritual y política de la
situación, esto a su vez, enmarcado en una forma de intervención social y educativa
enfocada a la noción rehabilitaroria, y no ha permitido visualizar la complejidad de
esta realidad.
Se puede observar representaciones sociales que históricamente originaron en
la mayoría de las civilizaciones un rechazo y marginación de la persona diferente o
con algún tipo de discapacidad. En la Antigüedad, en Mesopotamia, a por medio de la
escritura cuneiforme (2.800 a.C.), se representaba la existencia de monstruos por
exceso de algo, asociado esto a una condición neurológica como la hidrocefalia o con
más dedos en manos o pie; o por defecto, asociado a la condición de disminución,
como la microcefalia o por dualidad (hermafrodismo); en Grecia, los niños con una
aparente deformidad eran arrojados desde los alto de una montaña (Roca Tapeia); en
Roma, tenían estipulado el derecho a matar a los recién nacidos durante los primeros
ocho (8) días o darlo en tutelaje del Estado, en una institución para tal fin. Hacia la
Edad Media, época influenciada por el dominio religioso, tanto católico como
protestante, las personas con alguna discapacidad eran sometidas a la Inquisición, al
juicio religioso asociados con el pecado y el mal. (Puigdellivol, 1986).
A estas representaciones y su consecuente práctica se les puede ubicar en lo
que Puig de La Bellacasa (1990), ha denominado el Paradigma Tradicional en el trato
hacia las personas con discapacidad, en este prevalece la consideración de las
personas con discapacidad desde el punto de vista de la expresión del mal, ante el
cual no cabía ningún otro tipo de actuación distinto de la aceptación resignada o la
eliminación, manifestándose esta concepción en el infanticidio, el animismo y otras
prácticas de eliminación.
En la época contemporánea, como consecuencia de las transformaciones
sociales económicas y políticas, básicamente resultantes de la Revolución Francesa y

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posteriormente la Revolución Industrial, inicialmente surgen manifestaciones de


entender la diferencia del ser humano, ya no asociada a creencias divinas, sino
percibiendo a la persona en referencia a ser portadora de alguna anormalidad, la
diferencia o la discapacidad continúan bajo una concepción basada a una condición
de no ser normal, de inferioridad en referencia a un parámetro designado médica,
psicológica y culturalmente de normalidad.
Con los cambios sociales y políticos que se originan en esta época se da
inicio a la masificación de la educación, asistiendo todas las personas a los espacios
educativos formales, destacándose en las aulas de clase las niñas y niños diferentes,
como aquellos que presentaban discapacidad auditiva y por consiguiente no hablaban,
quienes serán las primeras personas que van a ser analizadas, a fin de conocer más
sobre esta condición y su posibilidad del lenguaje hablado; se destaca el pedagogo
Juan Pablo Bonet (1620), quien publica el libro Reducción de las letras y artes de
enseñar a hablar a los mudos; posteriormente (1776), el también pedagogo, Carlos de
L’Epée publica el manual denominado “Instrucción de los sordomudos, por medio de
signos metódicos”; por la misma época Samuel Heinicke (Alemania), crea el método
fonético para la lectura.
Con el desarrollo de nuevos conocimientos sobre discapacidades sensoriales
(visual, auditiva) y mental (intelectual), se está en presencia de respuestas sociales
dirigidas a la intervención educativa, se encuentra el trabajo de Valentín Hauy, 1874,
quien trabajó en la lectura para personas ciegas, posteriormente su discípulo Lois
Braille, crea un método de lectura y escritura. En relación a la discapacidad cognitiva,
para el año 1841 Guggenbuhl inicia la educación para las personas que se han
denominado cretinos, idiotas o retrasados mentales. Estas prácticas en torno a la
discapacidad, dieron pautas para que a inicios del siglo XX, se desarrollaran estudios
que dieron aportes al conocimiento e intervención en torno a la discapacidad, así se
tienen los estudios médicos y psicológicos de Pinel (1745-1826), Seguin e Itard (1774-
1838) relativos a la discapacidad intelectual; los aportes de Decroly (1871-1932) y
Montessori (1870-1952) con desarrollos en la didáctica dirigida a educandos en
situación de discapacidad, en este sentido la práctica educativa se manifestó hacia la
creación de escuelas que se encargaban en la atención educativa bajo la orientación
médico psicológica. (Pérez, 2007).
Hacia mitad del siglo XX la discapacidad es concebida bajo dos enfoques, por
una parte, como un daño o deficiencia a nivel de un órgano o de carácter genético,
cuya etiología se debe a alteraciones en el desarrollo pre y post natal , por la otra, se
dio origen a otro enfoque de rehabilitación de la persona, surgido por la
incrementación de las personas con discapacidad física o sensorial, a causa de las
dos guerras mundiales, lo que aumentó las causas etiológicas, y se incorpora la
concepción de dotar de habilidades a la persona que no las tenía o las había perdido,
se puede indicar que a partir de este momento se da inicio a un paradigma
terapéutico, la concepción de la discapacidad continúa representándose desde la
deficiencia centrada en la persona.
Si bien, la guerra consecuencias negativas, hubo un aspecto que se podría
considerar favorable, pues se dio paso a que los organismos internacionales
intervinieran ante esa realidad, originando a una visión de la discapacidad enfocada
hacia los derechos humanos, surgiendo postulados como la Declaración Internacional
de los Derechos Humanos, ONU en 1948, se plantea “la igualdad en la dignidad y el
valor de la persona, así como la igualdad de derechos sin distinción de ninguna clase,
el derecho a la vida, a la libertad, a la seguridad, al trabajo, a la educación” , dando
lugar en las décadas venideras al establecimiento de nuevas declaraciones
internacionales respecto a la discapacidad, teniendo como expresión a nivel de
política educativa la modalidad de Educación Especial.

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Se puede indicar que en las décadas de los 60 y 70, se da inicio a cambios en


las formas de pensamiento hacia la concepción de la diversidad en las personas, una
mirada que tomó en cuenta el aspecto social en los derechos humanos, se inicia una
comprensión de las diferencias bajo una concepción de la discapacidad desde la
reflexión sobre la influencia que el medio ambiente ejerce en las posibilidades de
desarrollo en las personas con alguna discapacidad, se podría indicar que se está en
los inicios de un Paradigma Social de atención a la persona con una condición de
discapacidad.
En tal sentido Bank Mikkelssen (Dinamarca, 1969), planteo el Principio de
Normalización, con la propuesta del derecho que asiste a toda persona a utilizar los
servicios sociales comunes y vivir experiencias comunitarias que le proporciona su
propia cultura. El Principio de Normalización fue el impulsor en las políticas educativas
en la segunda mitad de la década de los 70, tratando de dar respuesta al desarrollo
integral de las personas con discapacidad.
En 1978 se presenta el Informe Warnock (Inglaterra), plantea la inclusión
educativa, indicando que “ todos los niños tienen derecho a asistir a la escuela
regular de su localidad, sin posible exclusión”. A partir de ese momento tanto el
principio de normalización como el de integración se comienzan a difundir por Europa
y América, originando nuevas percepciones y acciones sociales hacia las personas
con discapacidad, en particular en el ámbito educativo la necesidad de la información
y formación de los docentes de educación regular y el desarrollo de apoyos
educativos.
Durante las décadas de los años 80 y 90, se afianzó a nivel internacional los
análisis originados de encuentros mundiales en su mayoría organizados por la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) a través de su órgano educativo la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO), exhortando a cada país miembro hacer realidad la integración de las
personas con discapacidad en los Sistemas Educativos, es así como en las
legislaciones educativas de la República Bolivariana de Venezuela de 1980 y del 2009
se explicita la inclusión en los diferentes niveles y modalidades de las personas con
discapacidad.
El Sistema Educativo Universitario venezolano, no ha sido ajeno a la realidad
de estudiantes con discapacidad, como resultado la oferta educativa tiene apertura
para atender la diferencia presente en la naturaleza diversa y compleja de los
estudiantes, lo cual ha originado la necesidad de estudiar la realidad de la educación
universitaria como espacio inclusivo de la diversidad estudiantil y del docente
universitario como facilitador del proceso de construcción del conocimiento en los
estudiantes con alguna discapacidad.
A este respecto, la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), a
partir de la promulgación de la Ley para las Personas con Discapacidad (05-01-2007),
ha asumido la responsabilidad de brindar atención educativa de estudiantes con
discapacidad, se iniciaron acciones como el censo de estudiantes con discapacidad a
fin de desarrollar acciones para el ingreso, permanencia y prosecución de estudios
universitarios.
En el Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio (IMPM) de la UPEL
a través de la Unidad de Desarrollo y Bienestar Estudiantil (UDBE), la cual cuenta con
el Programa de Apoyo al Estudiante con Discapacidad, se participa en reuniones de
trabajo convocadas por la Unidad Nacional, si bien se conocía de la participación de
estudiantes en Núcleos y Extensiones del IMPM, el censo se desarrollado en el
período académico 2012-2013 indica estaban inscritos 53 estudiantes con diferentes
discapacidades (neuromusculoesquelético, 26; sensorial auditiva,12; sensorial visual,
11; intelectual, 4).

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La UDBE ha realizado actividades en algunos Núcleos charlas sobre deberes


y derechos, accesibilidad, ayudas estudiantiles, calidad de vida; reuniones con
estudiantes, con coordinadores; eventos como foros, jornadas de concientización,
talleres de lengua de señas y organización de la base de datos. En el Centro de
Atención Caracas, ubicado en la Sede Central del IMPM y espacio donde se desarrolla
el presente estudio, las actividades realizadas se refirieron a Jornada de
Concientización e inclusión del Estudiante con Discapacidad (03-12-13) y Taller de
Lengua de Señas Venezolanas (24-05-13).
No deja de ser compleja la realidad de la inclusión de estudiantes con
discapacidad en un Instituto, dada por la misma realidad de formar a futuros docentes,
con una administración curricular de modalidad mixta (tutorías presenciales y a
distancia), con núcleos y extensiones en todo el territorio nacional y por la misma
complejidad de la inclusión de la persona con discapacidad que comprende razones e
interacciones individuales e institucionales. De allí el interés en analizar con uno de
los actores del hecho educativo, como es el docente universitario, la situación referida,
surgiendo la necesidad de dar respuesta a la pregunta: ¿qué representa en los
docentes la propuesta de integración de estudiantes con discapacidad?

2. OBJETIVOS. En el interés por conocer la representación en los docentes


universitarios de la UPEL IMPM, sobre la integración del colectivo de estudiantes
con discapacidad, se plantearon como objetivos:
Objetivo General
Interpretar las representaciones que tienen los docentes universitarios acerca
de la integración del estudiante con discapacidad.

Objetivos Específicos
-Identificar las representaciones de los docentes acerca de la inclusión del
estudiante universitario con discapacidad.
-Develar las interacciones que subyacen en el comportamiento docentes frente
a las personas con discapacidad.

3. MARCO REFERENCIAL
Experiencias Internacionales

Sánchez, 2011, realiza una investigación titulada La Universidad de Almería


ante la integración educativa y social de los estudiantes con discapacidad, con el
objetivo de estudiar las ideas y actitudes que sobre discapacidades, formación y
desarrollo profesional tienen los profesores de la Universidad de Almería hacia el
colectivo de estudiantes con necesidades especiales asociadas a una discapacidad,
desde la perspectiva naturalista. El estudio dirigido a docentes con y sin experiencias
en tener estudiantes con discapacidad, el autor concluye, si bien hay una
manifestación de aceptación de este colectivo de estudiantes, se observa menor
aceptación en docentes de Ciencias de la Salud , encontrando una mayor aceptación
en docentes de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Finalmente
concluye que la universidad está en proceso de aceptación a diferencia de una
sociedad ya inclusiva que da cuenta de la diversidad como un valor en educación el
cual debe considerarse como algo natural y enriquecedor.
Aramayo (2005), en su libro Universidad y Diversidad, presenta un apartado
referido al estudio sobre el proceso inclusivo en diversas universidades de la ciudad de
Manchester en Inglaterra. Las universidades se acogen legalmente al Acta contra la
Discriminación de la Discapacidad del año 1995, tienen como propósito el aumento de
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la participación del colectivo con discapacidad, en continuar los estudios universitarios;


cuentan con el desarrollo de programas de sensibilización para el personal,
información sobre estrategias de enseñanza aprendizaje; cuentan con apoyo en
políticas y prácticas de alta calidad a través de cursos de entrenamiento;
equipamiento de recursos, desarrollo del personal, evaluación de necesidades,
entrenamiento para identificar el tipo de tecnología de apoyo, cuentan con el apoyo de
becas para los estudiantes, ayudas extras para aquellos casos que requieran apoyo
de equipos especiales. Se concluye que estas universidades inglesas prestan buenos
servicios y un excelente proceso informativo. (pp 35-.41).
En el estudio de Ocampo (2011), en dos universidades de la Región
Metropolitana de la ciudad de Santiago de Chile, dirigido a docentes y estudiantes,
referida a Inclusión de estudiantes en situación de discapacidad a la educación
superior. Desafíos y oportunidades, surgen como resultados que la mayoría de los
docentes están de acuerdo con que la universidad debe garantizar espacios de
acceso y participación de personas con discapacidad y que los estudiantes con
discapacidad no dificultan el trabajo y el proceso de formación profesional; por otra
parte un grupo docentes manifiestan la tendencia a dificultar el trabajo académico,
cuando no se cuenta con el apoyo didáctico y tecnológico apropiado, lo que afecta el
clima social y emocional del aula. Se concluye en que los docentes y las autoridades
tienen apertura al acceso y participación de los estudiantes con discapacidad aunque
carecen de herramientas prácticas para intervenir estratégicamente.

Experiencias Nacionales

Lucía Pestana, 2005, realiza estudio sobre la Integración de Personas con


Discapacidad en la Educación Superior en Venezuela. Realizó acercamiento a
diversas universidades venezolanas como la Universidad Central de Venezuela (UCV),
Universidad Nacional Abierta (UNA), Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y la
Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL). Concluye que las
instituciones de Educación Superior venezolanas no garantizan la permanencia y el
buen desempeño estudiantil, los mecanismos de ingresos a las instituciones no están
adaptados a los requerimientos de este colectivo estudiantil, al igual que, existe una
inadecuada infraestructura institucional y carencia equipo tecnológico que faciliten la
prosecución académica.
Por su parte, González M., realizó investigación referida a Lineamientos y
Políticas Institucionales para la permanencia del Estudiante con Discapacidad en el
Instituto Pedagógico de Caracas de la UPEL, 2009. Dentro de los hallazgos obtenidos
plantea que no existen lineamientos que orienten, de manera organizada, la
interacción entre el estudiante con discapacidad y los miembros de la comunidad
universitaria; la universidad ofrece acceso a los estudiantes con discapacidad, pero
sin tener una estructura física y administrativa adecuada, y para la igualdad de
oportunidades es necesario convertir la inclusión en una experiencia humanizante y
poder hablar de una universidad inclusiva; plantea lineamientos y políticas de
permanencia para los estudiantes con discapacidad.
En el estudio referido a Universidad y diversidad, realizado por Aramayo, 2005,
en la Universidad Central de Venezuela (UCV), incluye el recorrido que en esta casa
de y estudiantes el cual data de 1982, con variadas acciones de sensibilización y
organización. El autor, a manera de reflexión concluye indicando que “Los aciertos y
desaciertos…, lo hecho o dejado de hacer, siempre tendrán un balance más positivo
que negativo”.
Esta breve muestra de estudios internacionales y nacionales reflejan la
complejidad de la problemática en estudio, el requerimiento de continuar con el

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análisis de lo que implica la integración de la persona con discapacidad en el ámbito


universitario pues la normativa legal no es suficiente para el desarrollo en la
formación profesional esto conlleva cambios externos e internos que orienten el
proceso integrador en las universidades.

Representaciones sociales
Dimensión de las Representaciones Sociales

La idea de las representaciones sociales fue desarrollada por Senge Moscovici,


cuando investigó las comunidades francesas, hacia la década de los años cincuenta,
introduce el término representación social como un concepto con el que pretendía
captar aspectos del conocimiento cotidiano, consideración que en las ciencias sociales
jugará un papel relevante en la comprensión de las realidades sociales.
Moscovici, 1993, plantea, la construcción y organización de las ideas que
llevan a comprender los fenómenos sociales va a permitir a la persona consolidar un
sistema de creencias (ideas) que va a guiar su actuación social y a su vez las ideas
son afectadas por las representaciones de los demás miembros del grupo social,
sustentado así, los comportamientos hacia los diferentes objetos y sujetos sociales. La
representación se entiende como una imagen que concentra un conjunto de
significados, son sistemas de referencia que permiten interpretar lo que sucede y dan
un sentido a los procesos simbólicos en su relación con la conducta; lo que origina la
construcción de creencias que se comparten socialmente de manera que permiten
entender las situaciones de la cotidianidad social.
El autor, citando a Wilhelm Wundt (1832-1920), señala que a partir de sus
estudios en psicología experimental, trató de dar respuesta a eventos que no
encontraba respuesta en el laboratorio, otorgando un papel relevante a la
comunicación, iniciando su argumentación desde la comunicación gestual en primates
llegando posteriormente a la educación del habla y del lenguaje humano. Se da inicio
a la relevancia de la comunicación como expresión de ideas y sentimientos, asimismo,
plantea que Durkeim (1858-1917), influenciado por Wundt, establece diferencias entre
las representaciones individuales y las representaciones colectivas, indicando que lo
colectivo no se puede reducir a la individualidad, la conciencia colectiva va a
trascender a lo individual, de esta manera determinó la función constitutiva de las
representaciones colectivas como el contenido del mundo instituido de significado de
toda sociedad a través de categorías como el espacio, tiempo, totalidad, leyes de
identidad; señala que partiendo de las representaciones colectivas (aspecto
sociológico) se construyen las representaciones individuales (aspecto psicológico
individual), no se conciben como dos aspectos separados sino como un solo aspecto
que se revela en dos formas: la personalidad individual y la estructura social, señala
que los “yoes” individuales y las acciones sociales se unen y se influyen mutuamente,
la persona interpreta su propio yo y el de los demás por medio de acciones sociales y
esto a su vez modifica progresivamente la naturaleza de los “yoes”.
Moscovici (ob.cit), al concebir la representación social como una modalidad
particular del conocimiento, una manera de entender las cosas, cuya acción es la
elaboración de los comportamientos y la comunicación entre los individuos, propone
que la representación es un cuerpo organizacional de conocimientos y una de las
actividades psíquicas que permite al hombre hacer inteligibles la realidad física y
social, que se integran en una relación cotidiana de intercambios de acciones que
permiten el despliegue de la imaginación en los seres humanos y estas surgen de dos
procesos, el anclaje, se concibe como un proceso de categorización a través del cual
se clasifica y se da un nombre a las cosas, situaciones o personas; la objetivación,
consistente en transformar entidades abstractas en algo concreto y material, como los
conceptos en imágenes y en realidad física.
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Se puede indicar que las personas construyen el significado de los objetos


sociales a partir de las representaciones, las cuales son producto de la interacción
entre las acciones cotidianas y estas a su vez son producto de la interacción
comunicativa de los grupos humanos.

Construcción de las Representaciones Sociales

Otra teórica de las Representaciones Sociales, Jodelet (1986), como


resultado de sus estudios con personas en el campo laboral, ha propuesto cinco
maneras en la construcción psicológica y social de una representación social. En
primer lugar refiere la actividad puramente cognitiva, con una dimensión de contexto y
una de pertenencia. La persona está en una situación de interacción determinada o
ante un estímulo y la representación se presenta como un acontecimiento de cognición
social.
En la segunda manera, se pone énfasis en los aspectos significantes de la
actividad representativa, la persona expresa el sentido que le da su experiencia en el
mundo externo, de manera que la representación aparece como una cognición social,
el énfasis se coloca en los aspectos de la actividad representativa, las personas
expresan el sentido que le da su experiencia en el mundo en el cual se desenvuelven
socialmente, por ejemplo, en la actividad profesional la representación se puede
considerar como una expresión en un ambiente social determinado como es el campo
laboral, expresión de una cognición elaborada en ese contexto social, es resultante de
una experiencia social y frecuentemente se relaciona con una dinámica que hace que
intervenga lo imaginativo.
Como una tercera manera de construcción de la representación, la autora la
presenta como una forma de discurso que surge de las características en las
prácticas laborales de los trabajadores y de la finalidad del discurso de las personas
que laboran en un determinado lugar, la influencia que unos pueden ejercer sobre
otros, así como del sentido de pertenencia laboral. La cuarta manera, está referida a
la práctica laboral de los trabajadores, influenciada por la responsabilidad que tiene a
su cargo en el proceso laboral lo que origina cambios en las representaciones sociales
según el lugar que ocupe la persona. Finalmente en la quinta manera, plantea las
relaciones intergrupales las cuales determinan la dinámica de las representaciones
sociales, así la acción laboral transforma un conocimiento en representación y esta
representación transforma lo laboral, enfatizando la interdependencia entre la actividad
intrapersonal (cognitivo y psicológico) y sus condiciones sociales de ejercicio laboral.
Se puede indicar el carácter subjetivo, social y dinámico de las
representaciones sociales, ya que hay una especie de movimiento entre lo personal y
lo grupal, que permite una construcción de las mismas, de manera que se pueden ir
construyendo y reconstruyendo nuevos códigos y marcos de interpretarlas que
pueden ser objeto de cambio o modificaciones tanto a nivel personal como
institucional. Las representaciones se van construyendo y exteriorizando a través de
opiniones, actitudes, creencias, imágenes, valores, informaciones y conocimientos.
Por su parte Abric (1994), plantea que una representación está organizada en
un sistema central y otro periférico, indica que las personas no reaccionan a las
características objetivas ante una situación o sujeto, sino a la representación que de
ellas tienen. El sistema central es relevante pues va a estructurar los contenidos que
están anclados en la memoria colectiva, dotando a la representación de estabilidad y
permanencia. Para esta autora esto representa un sistema que está determinado por
las condiciones históricas, sociológicas e ideológicas, influenciado por la memoria
colectiva y su sistema de normas y tiene una función generadora, a través de la cual
se crea o transforma y da significación a otros elementos constitutivos de la

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representación. Las representaciones se estructuran alrededor de un núcleo figurativo,


que da una significado general y genera elementos periféricos que le otorgan
estabilidad, dentro de una dinámica que va ejerciendo una función adaptativa y
suceptible de transformaciones.
El autor presenta como elementos constitutivos de las representaciones tres
ámbitos: la actitud, la información y el campo de representación. La actitud, la
considera una dimensión afectiva de la representación, se manifiesta como la
disposición más o menos favorable que la persona tienen hacia el objeto de la
representación, le otorga un carácter dinámico y orienta el comportamiento hacia el
objeto de representación, dotándolo de reacciones emocionales de diversas intensidad
y dirección, a este respecto Moscovici (citado por Abric), indica lo siguiente:
... la actitud implica un estímulo ya constituido,
presente en la realidad social a la que se reacciona con
determinada disposición interna, mientras que la
representación social se sitúa en “ambos polos”: constituye
el estímulo y determina la respuesta que se da. (p.79)
Las representaciones además de las ideas, originan acciones frente al objeto o
sujeto que se le presenta a la persona, se puede indicar que hay una fase sensible
que origina el accionar en el contexto inmediato.
Otro elemento formativo de las representaciones sociales es la información, es
una dimensión que refiere los conocimientos en torno al objeto o sujeto de
representación, la cantidad y calidad varía en función de factores como la pertenencia
grupal y la inserción social, estos aspectos juegan un rol esencial, la cercanía o
distancia de los grupos al objeto o sujeto de representación determina la mayor o
menor influencia sobre el mismo.
En tal sentido, Abric (2001), indica que la identidad del docente se vincula a un
conjunto de representaciones profesionales, que le permiten reconocerse a sí mismo y
al mismo tiempo identificarse o diferenciarse de otros grupos profesionales; plantea
que en su desarrollo intervienen un proceso de identificación y diferenciación con las
personas que le rodean, bien sea colegas, estudiantes u otras representaciones
construidas del cúmulo de experiencias personales y profesionales.

4. ORIENTACIÓN Y RUTA METODOLÓGICA

Base Teórica

El presente estudio se sustenta en el paradigma interpretativo, por cuanto


concibe la realidad social como objeto de estudio, representa el centro de estudio del
investigador y permite la comprensión del ser humano en su realidad. Azpurua, (2004).
En cuanto a la perspectiva ontológica, Martínez (1999), indica que la realidad
es una totalidad, no se puede concebir como un conjunto de agregados o
yuxtaposición de elementos, las partes que la conforman originan un todo organizado
con complejas interacciones entre sí. (p.171), de lo que se evidencia la complejidad de
su conocimiento. Se percibe la acción docente enmarcada en un proceso de
construcción y reconstrucción individual y colectivamente, se entiende la acción
educativa como el proceso a través del cual el docente construye una teoría de acción
que orienta su comportamiento. Argyris y Shön (1978). El comportamiento del docente
se apoya en una teoría de acción que ha construido sobre la base de sus creencias,
supuestos y valores. Picón, 2006.
La perspectiva epistemológica, se presenta como el conocimiento de la
interacciones entre la persona y su contexto, Sandín (2003). Por su parte, Argyris y
Shön, (1978), plantean que el objeto de la investigación es el comportamiento
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humano, interpretar el por qué y el para qué de las acciones de las personas en el
proceso de interacción con los otros, así como indagar sobre sus visiones, valores,
supuestos, comportamientos ante la realidad. Una de las maneras de construcción de
las representaciones sociales, el docente está ante una situación de interacción
determinada y la representación ocurre como un acontecimiento de cognición social.
Jodelet (1986).
En cuanto a la perspectiva axiológica, Yegres (2007) indica que el educador es
un profesional que ejerce una función que resulta esencial para el desarrollo personal
y social de las nuevas generaciones, por lo que la ética del profesional docente
supone prestar el mejor servicio en el ámbito educativo. A través del estudio de las
actitudes, normas, comportamientos, se llega a comprender el sistema de valores, lo
que permite el conocimiento de la realidad. Por otra parte, se considera que la ética se
forma en las mentes a partir de la concreción del hecho de que el ser humano es parte
de la sociedad y de la especie humana, Morín (2000).
Por la naturaleza del presente estudio, el mismo tiene un enfoque cualitativo,
por cuanto permite la reflexión en y desde la praxis, se intenta comprender la realidad,
concibiendo a las personas como sujetos interactivos (Pérez Serrano, 2004), en el
marco de de un paradigma naturalista interpretativo, en el que se estudia la realidad
social influenciada por el contexto y las vivencias de los docentes, como vía para el
análisis la inducción, teniendo en cuenta lo que refiere Cerda (1999) que “a través de
la inducción se concretan conocimientos generalizados a consecuencia de los cuales
el pensamiento educativo pasa a constituir el procedimiento necesario para obtener
conocimientos sobre nuevos objetos y fenómenos de la realidad” (p,46).
El camino considerado para el análisis en el presente estudio fue el Método
Comparativo Continuo (MCC) de la teoría Fundamentada de Glasser y Strauss (1967),
adaptado por Strauss y Corbin (2002), quienes consideran que a través de la
comparación constante es posible comprender los puntos de vista de los sujetos
participantes objeto de estudio. El manejo de los datos obtenidos es referido a la
comparación de incidentes obtenidos en las categorías, la integración de las
categorías y sus propiedades y la delimitación de la teoría. La técnica considerada fue
la entrevista en profundidad, concebida por Taylor y Bogdan (1988), como un
encuentro cara a cara entre el investigador y los informantes, dirigido hacia la
comprensión de las perspectivas que tienen los informantes respecto a la situación en
estudio, las entrevistas en profundidad siguen el modelo de una conversación entre
iguales, (p.9).

Contexto y Participantes

Frente a la realidad de la inclusión de estudiantes con discapacidad, surge la


inquietud de hacer un acercamiento a docentes universitarios del Instituto de
Mejoramiento Profesional del Magisterio de la UPEL; institución que tiene una
modalidad semipresencial, con encuentros tutoriales establecidos en horas
presenciales que varían entre 24 a 32 horas, según el curso, y a distancia entre 64 y
96 horas. Las horas presenciales se desarrollan en ambientes ubicados en la Sede del
IMPM y en instituciones educativas cercanas, debido a que no se cuenta con
suficientes aulas en la sede central. En informe de Junio 2013, emanado de la Unidad
de Bienestar Estudiantil del IMPM, indica que se cuenta con la presencia de 53
estudiantes con diversas discapacidades ( sensorial, auditiva y visual, intelectual y
neuromusculoesquelético). Se realizaron cinco (5) entrevistas hasta alcanzar la
saturación que plantea el MCC, el análisis se realizó con la información de tres
docentes que tienen más de diez años de experiencia en la institución, lo que refleja
experiencia académica, son docentes adscritos a la Sede Central, lo que implica que

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además de ejercer la docencia tanto en pregrado como postgrado tienen alguna


coordinación a su cargo y experiencia en aspectos de la administración curricular.
Se tomaron en cuenta aspectos considerados fundamentales como,
previamente informar a los docentes de la finalidad del estudio y solicitar su aceptación
en participar, ante la solicitud, se recibió aceptación por parte de todos los docentes
abordados; respetar la confidencialidad y anonimato del docente e invitarles a dialogar
de manera privada en el lugar donde considerara fuese más conveniente, las
entrevistas se desarrollaron en el lugar de trabajo en oficinas de trabajo,
prevaleciendo un clima de cordialidad.

Resultado y Análisis de la Información

Del discurso docente obtenido a través de las entrevistas, se hizo un


acercamiento de aplicación de Método Comparativo Constante de la Teoría
Fundamentada, se transcribieron los contenidos, se realizó clasificación inicial
resultando un grupo de incidencias, las cuales se reagruparon obteniendo las
unidades de información significativas, dando origen a las subcategorías y categorías
permitiendo desarrollar redes relacionales entre estas y contrastando con algunas
fuentes hasta llegar a una aproximación de síntesis conceptual.
La subcategoría aceptación formal de la integración educativa, se presenta
como una manera de admitir la normativa sobre la integración de estudiantes con
discapacidad en la universidad por asignación determinada de organismos públicos
nacionales, es una formalidad aceptada.

En tal sentido el informante A, indica:

Yo se que desde hace algún tiempo se viene planteando lo de


trabajar en la universidad con estudiantes con discapacidad…, lo
plantea el Ministerio de Educación, los médicos, los
especialistas…..A mi nadie me dijo nada, lo supe por lo que se
comenta en los medios...

Por su parte, el informante B, expresa en relación a la propuesta integradora:

Hay una ley….Que sea obligatorio es una cosa, pero que se haga
realidad es otra…. Es una Política y se debe cumplir…con
lineamientos que nos lleguen del Rectorado.

La propuesta formal del planteamiento integrador que parte de una normativa


de autoridades ministeriales es conocida por los docentes, lo cual no necesariamente
implica que sea hecha una realidad en el IMPM UPEL, evidenciada por la duda de
que pueda ser concretada en la institución. Se está ante la presencia de un discurso
ambivalente, por una parte se acepta la normativa y por la otra se pone en duda,
aspecto que se verá reflejado en una transformación del comportamiento docente de
quien se espera realice cambios a nivel didáctico, evaluativo y administrativo para el
desarrollo del curriculum . A este respecto Aramayo (2005), señala que la política
educativa no implica la aceptación por parte del docente del proceso integrador.
La no identificación personal sobre esta realidad social, conlleva a una
representación de la integración educativa, como propuesta externa al docente. Sin
una identificación personal de la propuesta integradora, la creatividad del docente se
verá limitada hacia una disposición favorable en cuanto al desarrollo de innovaciones
educativas, esto como resultado de una visión de relación jerárquica institucional
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docente-autoridades universitarias y no como resultado del análisis del derecho del


estudiante a ser parte de una comunidad universitaria.
En tal sentido, Abric (1994), señala que la actitud en su dimensión afectiva, es
un aspecto constitutivo de la representación, manifestada por la disposición más o
menos favorable que la persona tiene hacia el objeto de la representación, esta va a
orientar el comportamiento docente hacia la propuesta integradora y lo dota de
reacciones emocionales que originan acciones favorecedoras frente a la integración
de estudiantes con discapacidad, y, de una mayor comprensión de la realidad
integradora que prevalecerá sobre una aceptación formal de la integración hacia una
aceptación integral del estudiante con alguna discapacidad, en una representación
dinámica que se mueve entre una aceptación por cumplir la norma y una aceptación
por el hecho de ser un estudiante sumergido a la comunidad universitaria.
Del discurso de los docentes, emerge otra subcategoría referida a la
concepción de la persona con discapacidad, refiere las vivencias y sentimientos que
se han originado a partir de experiencias en el aula, del contacto con compañeros y
familiares como fuente para el proceso de conocimiento de la persona con
discapacidad. En tal sentido Argyris y Shön (1978) (citado en Picón, 2006), en su
propuesta de la Teoría de Acción, designan al conjunto de creencias, valores y
normas que son declaradas oralmente como Teoría Explícita, de manera que a través
de la palabra los informantes expresan su concepción sobre las cosas, en el presente
estudio su accionar en relación al estudiante con discapacidad. En tal sentido el
informante A ofrece el siguiente testimonio en base a la experiencia con un
estudiante con discapacidad auditiva:

Me di cuenta después de un tiempo, cuando las compañeras lo


informaron. Era inteligente, pero claro, no podía trabajar en grupo,
estaba separada… hacía todos los trabajos escritos, era
inteligente, yo daba clase y ella copiaba todo..., son los
especialistas los que saben…. Yo le corregía los trabajos escritos y
salía muy bien,…, era inteligente, la verdad no sé cómo hacía,
claro, era inteligente y pasó su curso…. Bueno, hay estudiantes
que estudian y otros son flojos….Creo que a la persona con
discapacidad no le gusta hablar de su enfermedad... no quise
hacerla sentir mal.

El informante B, expresó:

…hay que buscar especialistas…no creo que una persona con


discapacidad pueda ser maestro. Yo tuve una amiga maestra
quemada. Los niños empezaban a preguntar…, creo que no debe
haber exclusión, pero una persona con alguna discapacidad la
pasa mal. Los niños y adolescentes se burlan de todo. El problema
no es tanto para los niños, es para el docente, ya creo que los
cojos, los ciegos no tendrían tanto problema. Los que están en silla
de ruedas, pueden hablar y ver bien.

A su vez, el informante C comparte su experiencia:

Tuve una estudiante con hidrocefalia, su actitud, comportamiento,


su relación eran perfectos, pero la primera vez que la vi me
“bloqueó”, por la parte física. Luego me “abrí” y fue cuando empecé

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a aceptar y ella a intervenir, sus aportes eran muy buenos…, los


especialistas deben participar.

En estos testimonios se manifiestan dos visiones sobre la persona con


discapacidad, por una parte expresiones como “son los especialistas los que saben”,
“hay que buscar especialistas” “los especialistas deben participar”, se hace referencia
a la creencia en que un profesional externo es necesario, a quien se le adjudica
tener conocimiento en cuanto al estudiante con discapacidad, reflejándose la
representación de sí mismo, con no tener capacidad y requerir de personal
especializado en el proceso educativo del estudiante universitario, como el otro
diferente y con una visión médico-terapéutica que responde al enfoque tradicional
sobre la discapacidad, con el requerimiento de la asistencia especializada, sin tener
presente que el estudiante universitario es una persona que ya ha estado en niveles
educativos precedentes y que tiene una trayectoria estudiantil, que le otorga
experiencia para su proceso de formación profesional.
Por otra parte, frases como “era inteligente”, “hacía sus trabajos”, “sus aportes
eran muy buenos”, dan cuenta que los estudiantes pueden manifestar acciones que
demuestran un adecuado rendimiento estudiantil, y que el estudiante con
discapacidad al igual que cualquier otro educando puede o no tomar una actitud
responsable frente a sus estudios. Manifestaciones como “estaba sola”, “una persona
con discapacidad la pasa mal”, “no quería hacerle sentir mal”, “la primera vez que le vi
me bloqueó”, indican que el acercamiento físico hacia la persona con discapacidad
puede originar un impacto inicial, que en ocasiones se puede considerar negativo, el
cual a medida que las interacciones personales y académicas se desarrollan, esas
representaciones iníciales cambian hacia una concepción de la persona no basada en
el aspecto físico o sensorial, llegando a tener relevancia otros aspectos como la
actitud estudiantil con autonomía, independencia, participación e interés.
Se podría indicar que son situaciones antagónicas, académicamente hay
resultados positivos, pero socialmente no hay una aceptación, se está en un proceso
de re-conocimiento del otro, que se consideraba no capaz de realizar estudios
universitarios, de interacción entre dos de actores del hecho educativo (estudiante y
docente), quienes desarrollan vivencias que permitieron al docente llegar a una
representación del estudiante con discapacidad como un estudiante independiente
con adecuados resultados en sus estudios. En tal sentido las acciones de la actividad
diaria de las personas, en este caso de la cotidianidad universitaria permiten crear
nuevos significados y por consiguiente la producción de un primer nivel de
conocimiento partiendo de la realidad cotidiana, permitiendo una mayor comprensión
de la realidad. (Padrón, 2013).
En cuanto a la noción de persona, Yegres (2007), afirma que el ser humano
se presenta en varias dimensiones, por una parte como una realidad física, realidad
psicológica, realidad fisiológica, y por la otra, es “algo más”, es un “yo” intelectual, “yo”
moral, “yo” estético, “yo” social, “yo” religioso; estas dimensiones van a conformar
una unidad estructurada y a la vez estructurarte como una realidad consciente,
autónoma que se construye en un dialogo constante. El colectivo de personas con
discapacidad a través de numerosas luchas ha llegado a posicionarse como una
realidad que invita al diálogo interactivo y que ocupa un lugar en las aulas
universitarias, en particular al docente con quien establecerá un diálogo constante de
enseñanza, aprendizaje y afectivo. Correlacionado con lo planteado en la
subcategoría sobre aceptación formal de la discapacidad y en referencia a Abric
(1994), la dimensión afectiva orienta al docente hacia actitudes que originan acciones
favorecedoras de la integración educativa de estudiantes con discapacidad.

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De las diferentes manifestaciones de los informantes, se plantea la categoría


Crítica Institucional, concebida como la ausencia de procedimientos y recursos
necesarios para favorecer la integración universitaria de estudiantes con
discapacidad. Los docentes entrevistados otorgan importancia a una serie de
condiciones que consideran necesarias en el proceso integrador, manifestadas en
expresiones como “nadie me dijo que iba a tener un estudiante así, nunca lo imaginé”
(informante A); “que las autoridades presenten un plan de formación de cómo se debe
trabajar con las personas ciegas, sordas, en silla de ruedas” (informante B); por su
parte el informante C expresa “ con lineamientos que nos lleguen del Vicerrectorado y
a través de los departamentos de Educación Especial”. Estas expresiones manifiestan
la carencia de información específica sobre el proceso integrador en la universidad y
se le asigna a las autoridades universitarias la responsabilidad de comunicar a este
respecto. En tal sentido Aramayo (2005), señala que Venezuela ha dado un paso
decisivo a partir del año 2002, con las políticas y lineamientos emanados del
Ministerio de Educación Superior para la atención de los estudiantes con
discapacidad y queda en manos de cada universidad convertir esos principios en
acción. (p.10); se espera que cada institución universitaria coordine acciones
integradoras en el desarrollo de las funciones de docencia, investigación y extensión,
aspecto expresado en el documento nacional sobre Derecho de las Personas con
Discapacidad a una Educación Superior de Calidad. Política y Lineamientos (MES,
2004). La institución educativa universitaria debe dar a conocer sobre sus
propuestas en relación a los estudiantes que ingresan, aspecto que se obvió según
declara el docente informante.
Otra crítica surgida, en relación a la planta física de la institución, el informante
A, expresa: “El ascensor no sirve y hay muchas escaleras, si le toca ir a la escuela
(lugar fuera de la Sede del IMPM) allá es muy incómodo. ¿Cómo haría para ir al
baño?, el aula está arriba y baño abajo. En este sentido el informante B, “otras
universidades tienen condiciones que ayudan, pero acá habría que hacer muchos
cambios…desde hace tiempo se pide arreglar la estructura física….”. Otras
expresiones enunciadas son “ no hay una programación organizada que prevea la
estructura física adecuada” y se pregunta “¿cómo entra a la institución una persona
en sillas de ruedas”, en atención a las escaleras y los ascensores fuera de servicio
(Informante C).
Los docentes expresan de esa manera su preocupación hacia el bienestar
físico en relación a la adecuación de la estructura física institucional. De algunas
experiencias en universidades que han asumido una visión inclusiva, el
acondicionamiento físico es una de las acciones previstas de manera inicial, como la
construcción de rampas, funcionamiento de ascensores, adecuación de los pisos,
baños, comedores, cafetines, bibliotecas. En otro momento un informante(A), señala
en relación a la planta física “que no está adecuada ni siquiera para los estudiantes
normales”, aspecto que refleja que un ambiente físico adecuado es necesario para
todas personas que hacen vida institucional y n o es exclusivo del estudiante que
presente alguna discapacidad. En tal sentido la Organización Mundial de la Salud,
2001, señala que hay factores del entorno de una persona que cuando están
presentes o ausentes, limitan a la persona y generan discapacidad, razón por la que
esta organización insiste en que las adecuaciones físicas institucionales permiten la
disminución de situaciones discapacitantes.
Al integrar las subcategorías expuestas, surgen dos dimensiones o categorías
a considerar, la personal y la gerencial educacional. La categoría dimensión personal
de la praxis pedagógica, considera que el docente es un ser humano, como tal su
praxis es un accionar humano, que desarrolla sus capacidades como persona en una
búsqueda del desarrollo personal, alcanzando el fortalecimiento de sus

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potencialidades y la transformación de sus limitaciones, todo ello en una constante


interacción consigo mismo y con los demás.
En tal sentido, Picón (2014), señala en relación a la Teoría de Acción, que en
el docente se presentan dos patrones de comportamiento, el que tiende a limitar o
inhibir los aprendizajes (Modelo I) y el que facilita y promueve aprendizajes (Modelo
II). El autor expone que este último está caracterizado por la ausencia de coerción,
una información validada y decisiones y controles compartidos, aspectos que generan
la reducción de razonamientos y comportamientos defensivos, así como el
compromiso intrínseco ante nuevos retos incrementando su efectividad en las
acciones que conllevan su rol docente. Se presenta también, que una consecuencia
importante es el “desarrollo de una capacidad para lograr tanto aprendizajes
instrumentales como aprendizajes profundos que pueden modificar los valores y las
normas básicas de la teoría de acción del actor (Picón, 2006). La propuesta de
integración de estudiantes con discapacidad requiere de un profesional de la docencia
reflexivo, ético, afectivo, que el ambiente educativo lo perciba como un espacio de
investigación constante para promover innovaciones en, con y para los educandos.
La categoría gerencia educacional, se concibe hacia la búsqueda de la
excelencia de la organización con la finalidad de alcanzar la calidad en el proceso
enseñanza y aprendizaje, a través de la organización y empleo de recursos de
manera colectiva por los integrantes de la comunidad educativa universitaria. A este
respecto Torrealba, 2010 (citado en Torrealba 2013), plantea “ el sistema educativo
venezolano, enmarcado en escenarios cambiantes e impregnado de la rigidez de los
modelos paradigmáticos, no hizo otra cosa que ajustarse a ellos…en la actualidad se
está planteando…una educación liberadora, a través de la ética intersubjetiva”.
Frente a la exigencia del cambio del sistema educativo como consecuencia de
una sociedad que exige un cambio paradigmático de la universidad, la transformación
universitaria que se ha venido desarrollando en los últimos años en nuestro país es
una respuesta frente a las exigencias sociales. La ley de Universidades 1970, aún
vigente, en su artículo 1, define a la universidad como una comunidad de intereses
espirituales que reúne a profesores y estudiantes en la tarea de buscar la verdad y
afianzar los valores del hombre. Se parte del supuesto de que profesores y
estudiantes forman una comunidad de intereses espirituales, y aunque cada
integrante tenga intereses personales, la tarea común es la búsqueda de la verdad.
Estas categorías conllevan a pensar en una categoría que las agrupa, a saber
el desafío docente frente a la inclusión educativa de estudiantes con discapacidad,
referida a cómo superar las barreras internas y externas, implícitas y explicitas que
la sociedad ha demarcado a la persona con discapacidad y que deben ser analizadas
con la visión de desarrollar una universidad inclusiva, realidad aún en proceso de
construcción la cual invita a continuar la indagación investigativa.

5. CONCLUSIONES.

Dentro de algunas conclusiones iníciales del presente estudio, se pueden


señala las siguientes:
El accionar docente es una complejidad originada de las representaciones que
ha venido construyendo en base a la interacción persona-contexto las cuales son
suceptibles de cambio en función de las exigencias socioculturales, lo cual representa
un reto en el accionar implícito y explícito del docente universitario.
El estereotipo de que la persona con discapacidad debe estar en lugares
separados a los de la comunidad en general, ha originado un prejuicio con un accionar
discriminatorio, ya que este adjudica un ser del estudiante con discapacidad no desde
las características o logros personales, sino en función de normativas establecidas

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socioculturalmente, el estereotipo priva a la persona de su carácter y lo homogeniza


con el grupo, enfoque que hoy en día ha sido sustituido por el enfoque social de la
discapacidad.
En el ámbito educativo, como en otros también, el no tener control de lo que se
va a hacer, origina una situación de incertidumbre, que en muchos casos conduce a
ignorar o dejar pasar desapercibida la situación novedosa que se presenta, en el caso
del presente estudio, ignorar a las personas que tienen algún tipo de discapacidad, es
imperante que los docentes estén preparados para afrontar la incertidumbre.
El proceso de enseñanza y aprendizaje sustentado en el desarrollo cognitivo y
sociocultural debe ser teoría en acción del docente, que puede ser desarrollada tanto
para estudiantes regulares como para aquellos que presentan una condición
determinada por la discapacidad. De allí cobra relevancia, la incorporación de esta
realidad en los pensa de estudios de la formación docente.
La realidad de la integración de estudiantes con discapacidad en ambientes de
educación universitaria, el desarrollo de la Metas del Mileniun, el Plan de la
Nación de la República Bolivariana de Venezuela y las ideas emergentes en el
presente estudio, nos invitan a repensar en la inclusión de estudiantes
universitarios como un accionar natural dentro de lo que es la diversidad de
estudiantes con discapacidad y su proceso de formación universitaria-
profesional.

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