Este documento define las barreras para el aprendizaje y la participación desde un enfoque inclusivo. Identifica cuatro tipos de barreras: de actitud, de conocimiento, de comunicación y de prácticas. Explica que las barreras tradicionalmente se han centrado en el alumno, pero desde una perspectiva inclusiva es necesario enfocarse en los contextos y prácticas docentes para asegurar que sean inclusivos y atiendan a la diversidad del aula.
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Este documento define las barreras para el aprendizaje y la participación desde un enfoque inclusivo. Identifica cuatro tipos de barreras: de actitud, de conocimiento, de comunicación y de prácticas. Explica que las barreras tradicionalmente se han centrado en el alumno, pero desde una perspectiva inclusiva es necesario enfocarse en los contextos y prácticas docentes para asegurar que sean inclusivos y atiendan a la diversidad del aula.
Este documento define las barreras para el aprendizaje y la participación desde un enfoque inclusivo. Identifica cuatro tipos de barreras: de actitud, de conocimiento, de comunicación y de prácticas. Explica que las barreras tradicionalmente se han centrado en el alumno, pero desde una perspectiva inclusiva es necesario enfocarse en los contextos y prácticas docentes para asegurar que sean inclusivos y atiendan a la diversidad del aula.
Este documento define las barreras para el aprendizaje y la participación desde un enfoque inclusivo. Identifica cuatro tipos de barreras: de actitud, de conocimiento, de comunicación y de prácticas. Explica que las barreras tradicionalmente se han centrado en el alumno, pero desde una perspectiva inclusiva es necesario enfocarse en los contextos y prácticas docentes para asegurar que sean inclusivos y atiendan a la diversidad del aula.
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Barreras para el aprendizaje y la participación. Desde un enfoque inclusivo.
En el Glosario de Términos sobre discapacidad de la Comisión Política Gubernamental en
Materia de Derechos Humanos, se asienta que: Las Barreras para el aprendizaje y la participación, son todos aquellos factores del contexto que dificultan o limitan el pleno acceso a la educación y a las oportunidades de aprendizaje de niñas, niños y jóvenes. Aparecen en relación con su interacción en los diferentes contextos: social, político, institucional, cultural y en las circunstancias sociales y económicas. Desde el enfoque de la educación inclusiva, este concepto rebasa al de necesidades educativas especiales ya que se centra en la interacción con el contexto y no como un problema inherente al alumno. Tradicionalmente, las necesidades educativas especiales han estado centradas en el alumno y se ha buscado ‘mejorías’ centrándose en el mismo (éste enfoque es derivado del modelo clínico-terapeútico que ha permeado a la integración educativa). Desde un enfoque de la Educación Inclusiva, la visión requiere de grandes cambios, los cuales deben concentrarse en los contextos en los cuales los alumnos participan. Ello implica la consideración de los diferentes ambientes en los cuales los niños y jóvenes interactúan, crecen y se desarrollan. Para los fines de este Blog, hemos de concentrarnos en los ambientes de la escuela y la familia. Siguiendo la línea de previamente trazada por la educación especial las barreras pueden reconocerse en cuatro campos específicos:
1. DE ACTITUD.- Se identifican las barreras manifiestas con respecto a la actitud de las y
los actores que interactúan con el alumno (maestros, compañeros de grupo, colectivo, padres y madres de familia, entre otros). Son las barreras que obstaculizan la participación y el aprendizaje como el rechazo, la segregación, la exclusión, etc. A este respecto, hay mucho más por profundizar. Ésta es una de las barreras más difíciles de derribar y tiene que ver principalmente con las actitudes de los y las docentes regular y especial, que van desde el rechazo encubierto hasta el rechazo abierto, tales como: la negación de cupos, la falta de atención e integración a las actividades del aula y de la comunidad escolar, la falta de planeación de actividades y adecuaciones específicas que permitan la participación de todos los niños y niñas de acuerdo a sus necesidades específicas y a sus características individuales (entre ellos se encuentran los niños y niñas con necesidades educativas especiales, asociados o no a discapacidad). Otro de los actores clave que pueden constituirse en barreras actitudinales son los padres, los cuales en ocasiones no asumen un rol adecuado (a veces pueden pasar como estrictos, sobreprotectores, etc.), y en los casos que exista una discapacidad, aún con el problema del duelo no elaborado, adoptando actitudes sobreprotectoras, de rechazo, etc., limitando su participación. Por último estarían los propios compañeros del/los niños, los cuales podrán aceptarlo, o rechazarlo (lo cual se traduciría en burlas, agresión (bullyng). En ocasiones también se da que los madres y padres del grupo de los propios niños, presentan actitudes de rechazo hacia algún(os) otro(s) niños, sobre todo hacia aquellos que cursan con dificultades en su conducta, ello también puede limitar su participación en el aula o en la escuela. 2. DE CONOCIMIENTO. - Son las barreras que ponen de manifiesto el desconocimiento de la situación general del alumno o alumna, sobre la discapacidad y/o aptitudes sobresalientes, por parte de todos los involucrados (familia, maestros, equipo de apoyo, escuelas, etc.). Bajo el paradigma de la integración educativa (derivado del modelo clínico-terapeútico), se ha priorizado en dar o conocer el diagnóstico que presenta el alumno, dejando de lado cualquier tipo de intervención desde el contexto regular escolar; lo cual limita la participación de los niños y niñas que pueden presentar requerimentos específicos cuando no especiales. En el enfoque de la Educación Inclusiva, es preciso tener en cuenta que más que el diagnóstico y/o la necesidad educativa específica o especial que pudiera presentar cualquier niño, la barrera se encuentra en la limitada cantidad de estrategias y repertorio de técnicas lúdicas mediante las cuales puedan desarrollarse las competencias; lo anterior está íntimamente ligado al conocimiento del docente y a su preparación, lo cual se hace extensivo en relación a los padres de familia y de los mismos decentes de la educación especial. Desde una perspectiva profesional, esta barrera constituye un problema grave para el desarrollo y retos de la educación inclusiva.
3. DE COMUNICACIÓN. - Son las barreras que interfieren en el proceso de comunicación
y que obstaculizan los flujos de interacción en los diferentes contextos con el alumno. Entre ellos se encuentra la calidad de la misma, los tiempos en que se da, etc. Quizá este aspecto es uno de los más descuidados en el ámbito del aula, la escuela y la casa. Desde dentro del aula las barreras de comunicación pueden existir desde lo que es el idioma, los niveles de comprensión de los alumnos, el léxico y estilos de comunicación de los docentes, etc. Respecto a la escuela, yo lo enfocaría principalmente en el estilo de comunicación de los y las docentes, lo cual al no ser de naturaleza asertiva, puede generar malos entendidos y dificultades en la interacción, que afectaría el trabajo en equipo de la escuela, necesidad inherente a la educación y escuela inclusiva. Aunado a las barreras de comunicación por razones de idioma, niveles y estilos, se encuentran los sistemas de comunicación, que van desde el lenguaje oral y escrito, hasta los sistemas alternativos y aumentativos de la comunicación, los cuales deben privilegiarse en algunos casos, ante la existencia de niños y niñas con necesidades educativas especiales asociados a discapacidad, y que muchas veces no se ensaya en el contexto de la escuela regular y se confina a los espacios terapéuticos.
4. PRÁCTICAS. – Barreras identificadas en el entorno que obstaculizan la participación y el
aprendizaje. Entre ellas se encuentran las de acceso, de metodología y evaluación. La identificación de las barreras, debe ser congruente con los resultados de la evaluación psicopedagógica y el informe, ya que los apoyos que se determinen para la intervención, deberán tender a eliminar dichas barreras. Las barreras de este tipo van desde el hecho de no contar con rampas, adaptaciones en baños, material pedagógico diverso, etc. y el diseño universal en muebles y materiales, hasta lo que es: – la Planeación, la cual muchas es veces es de carácter homogéneo, no toma en cuenta la diversidad del aula y menos a aquellos niños y niñas que presentan algún tipo de necesidad específica o especiales. – la Metodología, de naturaleza similar a la anterior (homogénea), no contempla los estilos y ritmos de aprendizaje de los alumnos, ni ensaya diferentes estrategias y métodos de aprendizaje. – la Evaluación, por consiguiente en la misma situación (homogénea). Las barreras derivadas de estos aspectos de la Práctica docente, constituyen un lastre para la Educación Inclusiva, pues ésta es sinónimo de Diversidad y de Planeación, Metodología y Evaluación Inclusiva e incluyente. Desde una perspectiva inclusiva, se precisa que se deje de pensar que las barreras para el aprendizaje y la participación, existen sólo en el niños, es necesario partir de las propias Prácticas Docentes,y revalorar la Planeación, las Metodologías y la Evaluación, respecto a si son inclusivas e incluyentes. Motivo por lo cual cabría hacerse tres preguntas clave: 1. Al planear, ¿pienso en un grupo heterogéneo y diverso? 2. Al proponer metodologías, diseñar estrategias y actividades ¿pienso en un grupo heterogéneo y diverso? 3. Al evaluar ¿pienso en un grupo heterogéneo y diverso? Si se responde no, a alguna de las preguntas anteriores se precisa revisar la Práctica docente y reformularla, así como asesorarse en la Educación Inclusiva. De igual forma si se detectan barreras en las actitudes (propias o del personal de la institución), en el conocimiento o la comunicación. En todos estos aspectos deben permear los preceptos de la Educación Inclusiva, como un modelo que da respuesta las necesidades de todos los alumnos, independientemente de sus condiciones. Fuentes: – Glosario de Términos sobre discapacidad de la Comisión Política Gubernamental en Materia de Derechos Humanos. (PFEEIE). – Material del Programa del Fortalecimiento para la Educación Especial y la Integración Educativa (PFEEIE). – El entrecomillado son mis aportaciones.
La observación es una fuente de información práctica que no solo nos proporciona a los docentes en formación ideas y sugerencias para una enseñanza efectiva y adecuada a las características de un contexto educativo particu