Relato Histórico
Relato Histórico
Relato Histórico
Un relato histórico es una obra narrativa que cuenta en forma cronológica y detallada un episodio
real y relevante de la historia. Es una representación de la historia, recortada y más o menos
apegada a la verdad dependiendo de la intención del narrador.
En su desarrollo, uno, varios o todos los elementos de su estructura tienen relación directa con un
acontecimiento real y verídico.
Los relatos históricos pueden estar basados en la Antigua Roma por ejemplo
El relato como tal es, según la Real Academia Española, una narración o cuento detallado de un
hecho. Pero este hecho puede ser real o ficticio. El relato es una figura discursiva y heterogénea en
la que pueden convivir diferentes tipos de discurso.
Cuando se trata de un relato histórico, se agrega el componente de la veracidad. Así, todo el relato o
parte del mismo contará detalles sucedidos en un espacio-tiempo fidedigno.
Los relatos históricos pueden ser puramente históricos (como los creados por historiadores, por
ejemplo), o pueden ser parcialmente históricos.
Por ejemplo, puede existir un personaje real en medio de una trama ficticia, o un personaje ficticio
que desarrolla su carácter dentro de un momento y lugar que de verdad existieron y que es ese
momento y lugar lo que se quiere mostrar.
Como todo relato, el relato histórico también debe tener una estructura compuesta de diversos
elementos y características que lo hacen coherente y formal.
Personajes o protagonistas
Puede ser uno o varios, pero los necesarios para contar la parte de la historia que se quiere
comunicar. Son personas de las cuales girará la narración y le darán contenido.
Si tiene claro este objetivo, tendrá entonces la destreza para hurgar en la vida de los personajes,
seleccionando lo que es importante (para su objetivo específico) y, desechando aquellos detalles que
considere que no suman a la historia, aunque estos también puedan resultar muy interesantes.
Espacio
Igualmente requiere de una gran investigación para conocer en detalle el lugar donde se
desarrollaron los acontecimientos y poder reproducirlo de la forma más fiel posible.
¿Cómo era el ambiente en la época en que el personaje existió?, ¿qué elementos de “decoración”
existían?, ¿cómo era la geografía del lugar?, la arquitectura, el clima, los materiales, etc.
Tiempo
No se trata sólo de saber la fecha en la que se desarrolló el hecho a relatar, sino que es necesaria
una investigación exhaustiva de la época en la que se desenvolverá la historia, para enriquecerla y
hacerla creíble.
¿Cómo se hablaba?, ¿cómo se pensaba?, ¿qué estaba permitido o prohibido?, ¿cuáles eran las
costumbres de la época?, ¿cómo era la vestimenta, el protocolo, la situación política, social?, etc.
Mientras más amplio sea el conocimiento de la época, más herramientas tendrá el escritor para
construir su relato.
Motivaciones
¿Qué motivaciones o impulsos los llevaron a realizar las acciones que ahora merecen ser contadas?
Nudos
Toda historia tiene un nudo, un momento (o varios) en los cuales las situaciones se complican o los
objetivos a cumplir se alejan.
De la pericia del autor dependerá el provecho que pueda sacar a estos puntos cumbres del relato. Es
allí donde todas las herramientas narrativas se ponen al servicio de la historia para dejar una huella
en el lector/espectador.
Desenlace
El escritor tiene la potestad de decidir en qué parte de la historia termina su narración, pero siempre
tiene que ser en un momento donde haya quedado suficientemente explicada la historia central y su
conclusión.
Un mal cierre puede echar por la borda todo lo bueno que haya podido ser el relato.