Historia Económica Del Perú y Latinoamérica

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HISTORIA ECONÓMICA DEL PERÚ Y LATINOAMÉRICA

La historia económica del Perú tiene sus raíces tradicionales en los recursos
naturales, como la minería, la pesca y la agricultura. En la época precolonial,
durante el dominio del imperio Inca, la economía era fundamentalmente agrícola,
a pesar de que alcanzó cierto desarrollo la ganadería y la minería. El objetivo
primario de la economía inca era de subsistencia, con un sistema basado en la
reciprocidad y el trueque de productos.
Periodo prehispánico
Este periodo recoge el lapso que va desde la ocupación del territorio peruano
por el género humano, hace unos veinte mil años, hasta los inicios del siglo XVI.
El elemento común de todo este tiempo fue el aislamiento de la población
respecto del resto del mundo, que aunque no fue total, porque existen algunas
hipótesis sobre contactos con pueblos mesoamericanos o de la Polinesia; pero
no existieron intercambios comerciales ni de otro tipo con otros pueblos.
En el momento de la conquista o invasión española, el territorio del actual Perú
tenía entre cinco y nueve millones de habitantes, lo que suponía en un territorio
con poca tierra cultivable y sin comercio una organización económica compleja
y eficaz.
El imperio inca (el Tahuantinsuyu) que ocupa la menor extensión temporal del
periodo prehispánico, entre los años 1470 y 1532, es el mejor conocido, ya que
se cuenta para su conocimiento con restos arqueológicos y el testimonio escrito
de los primeros testigos europeos que llegaron a conocerlo personalmente. El
desarrollo político alcanzó su mayor grado de complejidad que tuvo un correlato
en el ámbito económico.
La economía inca se basó en la agricultura que desarrollaron mediante técnicas
avanzadas, como las terrazas de cultivo llamados andenes para aprovechar las
laderas de los cerros, así como sistemas de riego heredados de las culturas
preincas. Los incas cultivaron maíz, yuca, papa, frijoles, algodón, tabaco, coca,
etc. Las tierras eran propiedad comunal y se trabajaban en forma colectiva.
Desarrollaron también una ganadería de camélidos sudamericanos (llama y
alpaca).
La actividad comercial era muy reducida, provocado por la ausencia de ríos
navegables y la dificultad del uso de la rueda en esos territorios, además de que
no existían animales de gran carga como en Europa y Asia. Se contaba
únicamente con la llama, cuya capacidad porteadora era similar a la de un
hombre, por lo que la organización económica era de autoconsumo, porque
debían consumirse básicamente en el lugar donde eran producidas.
Periodo colonial temprano
Este periodo comienza en 1532, cuando los españoles capturan al Inca
Atahualpa, se produce el derrocamiento del Estado Inca y su sustitución por el
gobierno del rey de España. El periodo termina con la muerte del último rey de
la dinastía ausburgo, Carlos II.

Los españoles introdujeron nuevos cultivos, animales y tecnología, pero también


instauraron nuevas instituciones y organizaciones económicas, como la moneda,
el trabajo asalariado, las ciudades y la hacienda o latifundio agropecuario. Dieron
inicio a un nuevo sector productivo, destinado a cumplir un rol muy destacado en
Perú, como la minería, y vincularon a la economía peruana con el resto del
mundo, de la mano de este nuevo sector.

El inmenso territorio del virreinato del Perú abarcó gran parte del territorio de
Sudamérica, incluida Panamá. Quedó fuera de él, también como bien realengo,
Venezuela y Brasil, que sobre el océano Atlántico, pertenecía a Portugal. Entre
los años 1580 a 1640, Portugal compartió el mismo monarca que España en una
unión dinástica aeque principaliter bajo la Casa de Habsburgo siendo, por lo
tanto durante ese tiempo, parte del inmenso Imperio español. Brasil, entonces,
integró este imperio.

Sin embargo, durante el transcurso del siglo XVIII su superficie sufrió tres
importantes mermas al crearse -con parte de su territorio- dos nuevos virreinatos
de la corona española: el Virreinato de Nueva Granada y posteriormente el
Virreinato del Río de la Plata. Al mismo tiempo el Brasil lusitano extendía sus
fronteras hacia la Amazonia.

El período colonial presenta tanto signos negativos como positivos para la


evolución económica del actual Perú. Como signos negativos destaca la caída
demográfica producida tras la conquista, la especialización del país como una
economía exportadora de materias primas, que no requería de una mano de obra
muy abundante y también la pérdida de eficiencia provocada por el
desmoronamiento del Estado inca y la crisis demográfica. Como elementos
positivos deben destacarse la llegada de nueva tecnología y nuevas instituciones
económicas, que permitieron la mejora de la productividad. No queda claro cual
fue el balance final entre lo que se perdió y lo que se ganó con la conquista
española, pero la impresión actual es hubo un primer largo periodo de ajuste en
el que pesaron más los efectos adversos de la conquista y uno segunda en el
que la productividad del trabajo aumentó y los recursos naturales fueron mejor
aprovechados. 3

La minería
Fue la actividad preferente en el virreinato durante el siglo XVI y gran parte del
XVII, para empezar a decaer en el siglo XVIII. Dentro de la actividad minera se
distinguieron un primer periodo, previo al establecimiento de la organización
virreinal, caracterizado por un sistema de extracción intensiva del metal con base
en una febril actividad de la superficie, desmantelamiento, apropiación, y reparto
de las riquezas del antiguo Perú. El segundo correspondería a la existencia del
virreinato con el ordenamiento económico que empieza con las Ordenanzas de
1542.

Las mejores minas, por su calidad y rendimiento fueron de propiedad de la


corona española. Las minas más pequeñas, en cambio, fueron explotadas por
particulares con la obligación de pagar como impuesto el denominado Quinto
Real, o sea, la quinta parte de la riqueza obtenida. Los principales yacimientos
mineros fueron: Castrovirreyna, Huancavelica, Cerro de Pasco, Cajabamba,
Contumaza, Carabaya, Cayllama, Hualgayoc, todas ubicadas en el actual Perú.
Pero el más grande a nivel minero fue el yacimiento de Potosí, cuya producción
se sustentó en la mita minera. El Cerro Rico de Potosí proporcionó las dos
terceras partes de la plata que hubo en el Perú hasta que en 1776 pasó a formar
parte del Virreinato del Río de la Plata.

Los centros mineros fueron ciudades que rápidamente se convirtieron en


emporios comerciales que engranaron todo un circuito comercial en el que se
encontraban la ciudad de México (para Zacatecas y Guanajuato) y Lima (para
Potosí, Cerro de Pasco y Huancavelica). Para la extracción de la plata las
técnicas andinas incluían el método de la huaira, que consistía en el empleo de
un horno al cual se le sometía el plomo, extrayéndose finalmente la plata. Pero
esta plata era de una impureza notoria.

En la Nueva España se llegó a descubrir una técnica que se aplicó en las minas
de Potosí que consistía en mezclar la plata con mercurio (llamado azogue).
Luego, la plata se separaba, manteniéndose en un estado de pureza. La
producción minera tuvo su auge entre 1572 a 1580 que fluctuó de 216 000 a 1
400 000 pesos anuales; pero disminuyó su ritmo extractivo al promediar el siglo
XVII y ya en el siglo XVIII, su decadencia fue notoria debido, en gran parte, al
sistema y forma empírica como se trabajaba en los centros mineros, también a
la carencia de caminos para agilizar el transporte y la despoblación indígena.

Régimen comercial del virreinato


El comercio virreinal estuvo basado en el monopolio debido al carácter
exclusivista y mercantilista que prevaleció en la economía. Hasta el
debilitamiento, y luego la derogación del monopolio universal, sólo los territorios
españoles de Europa podían comerciar con la América española. Con el tal
propósito y el de recaudar impuestos, se creó en Sevilla la llamada Casa de
Contratación de Indias en 1503, organismo encargado de velar por el
cumplimiento del monopolio. Además, en cada virreinato funcionaba un Tribunal
del Consulado, que controlaba el movimiento comercial e intervenía en todo lo
relacionado a él.

Monopolio comercial del Virreinato del Perú


En 1561, Felipe II estableció que los únicos puertos para el tráfico comercial
fueran Sevilla en España, Veracruz, en México y Callao en el Perú, en tanto que
Cartagena de Indias y Panamá eran tenidos como puertos de tránsito.

En cumplimiento de esta disposición, anualmente salían de Sevilla dos grupos


de barcos cargados de mercaderías y escoltados por otros barcos de la marina
de guerra española. El grupo de barcos que iba a México tomaba el nombre de
flota y arribaba a Veracruz. Los que venían al Perú tomaban el nombre de
galeones y llegaban, primero, al puerto de Cartagena de Indias y, de allí,
pasaban al puerto de Portobelo. Allí en Portobelo, se realizaba una gran feria, a
la que asistían los comerciantes limeños que hacían su arribo a este lugar,
mediante la llamada Armada del Mar del Sur, hasta Panamá, y, luego, por tierra,
atravesaban el istmo para llegar a Portobelo. Efectuadas las compras y ventas
en Portobelo, los comerciantes de Lima se embarcaban, nuevamente, en la
Armada del Mar del Sur y arribaban al Callao, desde donde enviaban las
mercaderías por tierra a los pueblos y ciudades del interior del virreinato como
Arequipa, Cuzco, Charcas, Buenos Aires, Santiago y Montevideo. De esta
manera, el Virreinato del Perú se convierte en eje del movimiento comercial. El
Callao, como puerto autorizado, mantuvo su preeminencia sobre otros puertos
menores, tanto de la costa del Pacífico, como del Atlántico.

El monopolio no dio resultado para el Imperio español; en cambio, fomentó el


comercio ilícito, de contrabando, a cargo de ingleses, franceses y holandeses.
Los barcos de los países contrabandistas arribaban a puertos menores, así como
también a caletas y embarcaderos, desde donde se introducía la mercadería a
los poblados aledaños y ciudades del interior del Virreinato, lugares éstos en los
que se daba el caso de mayor aceptación de estos productos que se expandían
a un precio sumamente bajo en relación a los mismos artículos traídos por los
mercaderes españoles. La mayor intensidad de este comercio ilícito se manifestó
en los puertos del Atlántico, llámese Montevideo y Buenos Aires; ello debido a la
lejanía en que se encontraban con respecto a la capital virreinal, Lima, y al puerto
de entrada autorizado que era el Callao. Se ha llegado a estimar que por cada
dos mil toneladas de comercio lícito entraban al Virreinato del Perú trece mil
toneladas ilícitas, es decir, de contrabando.
Rompieron también el monopolio comercial los corsarios (que robaban para
beneficiar a sus propios países o determinada nación europea) y los feroces
piratas (que lo hacían para su propio provecho). El más famoso de los corsarios
fue Francis Drake que, bajo la insignia de la corona inglesa en tiempos de Isabel
I, atacó los puertos de América meridional, saqueó el Callao y Paita, luego se
dirigió a Panamá donde logró acumular un gran botín, regresando a Inglaterra
por la vía de Oceanía, en la época del virrey Francisco Álvarez de Toledo.

Todo ello determinó, que precisamente, Lima, fuera circundada de murallas y


que, asimismo, se construyese la Fortaleza del Real Felipe, o los Reales
Castillos, del Callao.

Impuestos del Virreinato


La llamada Real hacienda o Caja fiscal del Rey obtenía recursos directos con el
cobro de una serie de impuestos, que afectaban a las actividades económicas.
Había cajas repartidas en todo el virreinato que recolectaban los fondos, cubrían
los gastos de la administración y remitían el sobrante a la caja principal situada
en Lima (Caja Real de Lima), la misma que, saldando los gastos del propio
virreinato, luego las remitía a España.

Entre los impuestos, que el virreinato pagaba a la corona figuraban:

EL Quinto Real (Quinto del Rey). O sea, la quinta parte de los metales extraídos
o de los tesoros encontrados.
El Tributo Personal del Indio. Que obligaba al habitante andino, entre los
dieciocho y cincuenta años, a pagar una suma anual.
El Alcabala. O sea, el pago que se hacía por concepto de la compra o venta de
propiedades
El Almojarifazgo. Que era el impuesto que se pagaba por la entrada y salida de
mercaderías (hoy aranceles o derechos de aduana).
La Media Anata. O sea, el impuesto que gravaba anualmente los sueldos de los
funcionarios públicos y burócratas.
La Derrama. Que eran los donativos extraordinarios que se obligaba a hacer a
los habitantes del virreinato cuando España sostenía guerras con sus rivales
europeos.
Los Estancos. De la sal, del tabaco, del papel sellado, de los naipes, etc., es
decir, el impuesto que gravaba a tales productos, los mismos que tenían que ser
pagados por los colonos.
La moneda

Moneda de 8 reales conocida como Columnario de plata


En un comienzo, durante la conquista, no hubo moneda para el comercio,
después aparece la primera expresión de la moneda en el Perú, la callana, que
era una pieza rudimentaria fundida con especificación de peso y ley que funcionó
en Cajamarca, Lima, Cuzco y Piura. Después se confeccionó el peso, que fue
un disco burdamente labrado a cincel, llevando una cruz a cada lado; su valor
marcaba 450 maravedíes.

Posteriormente aparecieron los ducados, los escudos y los doblones, que


hicieron más expeditiva la transacción comercial. Estas monedas eran acuñadas
en las llamadas Casas de Moneda, que empezaron a funcionar alrededor del
siglo XVI, especialmente en Lima y Potosí.

La agricultura y ganadería
La agricultura no tuvo un desarrollo importante en el virreinato. Al igual que en
otros lugares conquistados por los españoles, la tenencia de la tierra se trastocó,
así como el usufructo que se hacía de ella. Con la llegada de los españoles
llegaron también productos vegetales, animales de granja y aves de corral.
Desde un inicio los indígenas fueron empleados en las faenas agrícolas y fue a
través de esta práctica que pudieron pagar sus tributos. Nuevas técnicas como
el barbecho, la rosa y quema así como diferentes instrumentos les fueron dados
a los nativos para que explotaran al máximo la agricultura.

Obraje en el Virreinato del Perú


Las tierras destinadas a la agricultura se encontraban relativamente cercanas a
las ciudades debido a que muchos de los alimentos no aguantaban más de cinco
días de camino sin malograrse. [cita requerida]Alrededor de Lima y Potosí, por
ejemplo, hubo grandes hectáreas destinadas solamente a la producción local.
Dentro de esta producción no se descuidaron los productos locales como el
olluco y la coca. Hacia 1600 la producción local fue lo suficientemente estable
como para sustituir las importaciones que se hacían desde la España europea
causando gran molestia a los comerciantes españoles.[cita requerida] Es desde
entonces que el comercio intraamericano empezó a tener auge, principalmente
entre las regiones del Perú, Chile y Centroamérica.

Productos traídos por los españoles


Ganado: vacuno, lanar, caprino, porcino, equino.
Cereales: trigo, cebada, centeno
Otros vegetales:caña de azúcar, lentejas, garbanzos, frijoles, lechugas, col,
espinaca, apio, espárrago, zanahoria, nabo, betarraga, rábanos, bananas,
naranja, limón, etc.
Los obrajes
Fueron centros laborales de gran importancia en el Virreinato dedicados a la
manufactura de textiles e hilos de lana, algodón y cabuya. El primer obraje fue
instituido por Antonio de Ribera en 1545. Su número creció rápidamente debido
a que las vestimentas tenían gran demanda entre los indígenas mineros (de
diferentes calidades: bayetas, jergas, frazadas, alforjas, medias, sombreros,
costales). Su producción no pudo superar lo artesanal porque el monopolio
peninsular no dejaba que se expandiera o elaborara productos de mejor calidad
dentro de sus territorios de ultramar.

Periodo colonial tardío - desde 1700 hasta la independencia


La producción minera tuvo su auge entre 1572 a 1580 que fluctuó de 216 000 a
1 400 000 pesos anuales; pero disminuyó su ritmo extractivo al promediar el siglo
XVII y ya en el siglo XVIII, su decadencia fue notoria debido, en gran parte, al
sistema y forma empírica como se trabajaba en los centros mineros, también a
la carencia de caminos para agilizar el transporte y la despoblación indígena.

Entre 1790 y 1795, según las memorias del virrey Francisco Gil de Taboada, se
hallaban en explotación en su territorio (actual Perú), 728 minas de plata, 69 de
oro, 4 de mercurio, 12 de plomo y 4 de cobre. Pese a que la minería era en la
época una actividad desorganizada y riesgosa, su auge fue tal que no menos del
40 % de los yacimientos que actualmente están en operación en el Perú, ya
habían sido descubiertos y trabajados en tiempos del virreinato.

Comercio
Por diversas circunstancias el sistema del monopolio fue quebrantándose. Así,
a la firma del tratado de Utrecht, en 1713, España concedió a Inglaterra el
derecho de enviar cada año a puertos del atlántico, un barco o “navío de
permiso”, con quinientas toneladas de mercaderías. En 1735 la misma España
concedió el “navío de registro“ que, previa inscripción en los puertos españoles,
llegaba a los puertos del Pacífico con mercaderías para su comercialización,
hasta que el rey Carlos III, en 1778, decretó el libre comercio, por el cual otros
puertos españoles y sudamericanos podían efectuar esta actividad. En virtud de
esto, surgieron Valparaíso, Arica, Guayaquil, Montevideo y Buenos Aires, que
disputaron la supremacía del Callao.
Periodo Republicano
La economía del Perú salió debilitada de la guerra de independencia. La larga
duración del enfrentamiento y la característica de guerra civil que cobró,
multiplicaron el encono entre ambos bandos. La derrota de los realistas supuso
ejecuciones, destierros y en otros casos expropiación de bienes y caudales y
fuga de capitales. La independencia se logró, así, a costa de la descapitalización
del país y de la pérdida de su élite económica, que supusieron un retraso en los
sectores del comercio ultramarino, la agricultura de costa y la minería de la sierra.
El clima bélico que continuó después de la independencia desalentó la actividad
empresarial.4 El militarismo o predominio de los militares en el poder surgió en
el Perú debido a la debilidad de la clase dirigente civil tras una época de guerra,
ya sean interna o externa. El Primer Militarismo se dio luego de la victoria en la
guerra de la independencia, a la que se sumaron las guerras civiles e
internacionales de las primeras décadas de la República.

Consumada la independencia del Perú, quedó pendiente el pago de la deuda


que este país había contraído con Argentina, Chile y la Gran Colombia, a cuenta
de los gastos hechos por estos países en la organización de las campañas
militares de la última fase de la independencia las expediciones libertadoras de
San Martín y Bolívar). Con España también había una deuda pendiente, de
acuerdo a lo estipulado en la Capitulación de Ayacucho. Otro rubro era la deuda
con Inglaterra, contraída también durante el proceso de la independencia y que
al permanecer impaga había crecido excesivamente, por los intereses
acumulados. De otro lado, existía una deuda interna con particulares que habían
aportado, en especie o en dinero, a favor de las campañas independentistas.6
La cuestión fiscal fue complicada después de ajustar. La población esperaba un
alivio en la tributación después de la independencia.

Solo el paso del tiempo fue creando una mayor autoridad y credibilidad para el
nuevo Estado, de forma paulatina y trabajosa.4

El guano fue una gran impulso para el Estado peruano, que le permitió
financiarse a partir de 1845 sin recurrir a los impuestos y que permitió un
crecimiento de la economía pública basada en las rentas derivadas de la
exportación de este producto y no en impuestos.[cita requerida]

Durante los años del guano se incrementaron muchos los presupuestos públicos
pero a la vez se recurrió al endeudamiento. En 1876, antes de la suspensión de
pagos que se produjo, la deuda pública ascendía al 500% del presupuesto de
país. La guerra del Pacífico contra Chile, supuso el final de la denominada era
del Guano, por cuanto los chilenos se quedaron con los recursos que producían
estas rentas, el guano y el salitre. Finalmente, las existencias de guano peruano
se sobreexplotaron, tan solo quedaba el 10% de lo extraído inicialmente, mas
aún, el salitre comenzó a reemplazar al guano en su uso agrícola.
A partir de esta guerra, Perú vivió un momento de reconstrucción Durante los
años de la era del guano el país había atraído una inmigración cualificada que
jugaría un papel importante en relativamente rápida reconstrucción de la
economía en los años finales del siglo XIX.
Las infraestructuras , como muelles, almacenes, dársenas en los puertos, así
como ferrocarriles que unían los puertos con las minas y las tierras del interior
creados durante el periodo anterior sirvieron como lanzamiento económico.
Las instituciones como la Constitución Política del Perú de 1860 y La Escuela de
Ingenieros Civiles y de Minas creadas durante los años del guano resultaron
provechosas también para la economía.
Se llevó a cabo una reforma tributaria con capacidad recaudatoria basada
fundamentalmente en la imposición indirecta.
En materia monetaria se optó por la integración en el patrón oro.
El resultado de estos elementos y reformas fue el relanzamiento de las
exportaciones de materias primas, aunque la industria manufacturera no fue
capaz de seguir el ritmos de aquellas. Otro campo en el que el avance del primer
siglo de independencia fue muy reducido es en materia de igualdad e integración
de la población indígena. Ya antes de la guerra con Chile el estado peruano se
había declarado en cesación de pagos. Por los préstamos dados por la compra
de guano del extranjero, mejor dicho, el Perú se quedó sin una forma directa de
retribuir el dinero dado antes de la exportación y eso genero más deudas que
dinero produciendo una deuda, además, de la gran perdida de dinero por la
creación de ferrocarriles en Lima y así declarado en bancarrota en 1870.

Convergencia a largo plazo


Comparando la evolución del PIB per capita respecto a EE. UU. y España tras la
independencia, se observa una tendencia creciente en los tres países, siendo el
de EEUU superior a estos y teniendo una notoria bajada como consecuencia del
crack del 29 y los respectivos años posteriores, que por supuesto se ve reflejado
a nivel mundial. Centrándonos en la posible convergencia de Perú y España, el
único momento en el que los datos de ambos países son similares son debidos
a la guerra civil española, [cita requerida]por lo que se produce una falsa
convergencia.(Fuentes de los datos de la convergencia: MADDISON, A. (2008),
The World Economy year 0-2006, Paris: OECD Development Centre Studies)

La era de las exportaciones


Perú exportaba principalmente a dos países, Gran Bretaña y Estados Unidos,
siendo las exportaciones a Chile el siguiente destacado en su lista. La
exportación peruana fue creciendo constantemente en los tres países, Gran
Bretaña, Chile y Estados Unidos, siendo en el primer país mayor que en los otros
dos en un principio, que juntos forman más del 70% de las exportaciones de
Perú. La evolución creciente de los primeros años, cambia radicalmente durante
la Primera Guerra Mundial, siendo su principal socio comercial en este caso
EEUU, con quien tiene su mayor facilidad de comercio por su situación
geográfica. Perú no participó en ninguna de las guerras mundiales y además sus
relaciones con Europa no eran tan importantes como podría serlo para
cualquiera de sus vecinos, por lo que su capacidad de exportación no se vio
desfavorecida sino todo lo contrario, aumento su relación con EEUU.7

Shocks externos: 1910-1945


Existen tres shocks externos durante esta etapa en Perú. El primero transcurre
durante la I Guerra Mundial (1914-1918) con el aumento tanto de las
importaciones como de las exportaciones y del impuesto aduanero, y eso es a
consecuencia de las ventajas que supuso para Perú este acontecimiento. Su
principal socio comercial pasó a ser EEUU, ya que prácticamente desapareció el
comercio con Europa, por lo que sus exportaciones aumentaron
considerablemente hacia el norte del continente americano. [cita
requerida]También se vieron afectadas las importaciones.

El siguiente shock externo es el periodo de la crisis del 29 y los años posteriores,


que sucedió en EEUU, trasladándose al resto del mundo. Lo sucedido con la
bolsa estadounidense ese año, desembocó en la mayor crisis económica y
financiera hasta nuestros días. La actuación de EEUU y de otros países
europeos, fue el cierre de fronteras. Esto afectó a toda Latinoamérica. Perú fue
uno de los grandes perjudicados, pues su actual socio comercial cerró fronteras,
lo que produjo una gran caída del comercio (base de la economía
latinoamericana). Durante estos años, al caer las posibilidades de exportar
productos, se produjo un descenso de las importaciones pues necesitaban más
cantidades de cobre, de azúcar o de lana, para comprar otros mismos productos.

El último shock transcurre durante los años de la Segunda Guerra Mundial (1939-
1945) aumentaron las exportaciones, pero en menor medida. Ningún país
latinoamericano participó en las guerras mundiales, pero las consecuencias
fueron catastróficas para su economía en general. Perú como el resto de los
países sufrió el cierre de las fronteras.8

La ISI
La ISI (Industrialización por sustitución de importaciones) pretendía reducir el
peso de las exportaciones e importaciones de Perú, para disminuir su
dependencia del exterior. Durante los años en los que esta política estuvo activa,
se redujeron un 10% las exportaciones en relación con el PIB peruano. Perú es
un claro ejemplo de aplicación de la ISI, se cerraron en parte las fronteras a la
exportación de materias primas e intentaron industrializar el país, de forma que
ellos mismos manipularan las materias primas que obtenían en el país.

La ISI, estaba financiada básicamente por gasto público. El Estado peruano tuvo
que invertir mucho capital para financiar las distintas implantaciones de
empresas y fábricas, que diesen lugar a una industria lo suficientemente fuerte
como para que llegasen inversores. La evolución general del gasto público fue
aumentando año a año, viéndose inmersos en un déficit público casi continuado
exceptuando los tres primeros años de los 60, que generó una deuda pública
muy importante. En general la industria peruana tuvo un gran crecimiento gracias
a esta política económica, en la que sobre todo se producían bienes de consumo
y de capital, pero también perjudico al país por el gran endeudamiento en el que
se vio sumergido.8

La crisis de la deuda en los años 80


En Perú a principios de los años 70 los inversores extranjeros no invertían capital
en este país. A partir de 1972 y hasta 1983 la inversión extranjera en este país
era bastante baja en relación al PIB (alcanzando casi un 2% sobre el PIB) y era
sobre todo inversión orientada a la industria manufacturera. Durante la crisis de
la deuda (años 80) el gráfico muestra cómo los inversores extranjeros se llevan
todo el dinero fuera de este país. A partir de 1991 la inversión extranjera directa
comienza a crecer llegando a alcanzar un 6,92% sobre el PIB, gracias a la
estabilidad legal a la inversión extranjera, otorgando garantías, libertades y
derechos. Este período coincide con la nueva Constitución Política del país de
1993 y los sucesivos gobiernos desde 1990 a 2000 del expresidente de la
república, Alberto Fujimori Fujimori. A partir de 1991 la inversión extranjera
sufrirá altibajos muy marcados debido a las variaciones en los tipos de interés.9

El PIB per cápita del Perú tiene una tendencia creciente que va desde los años
60 hasta mitad de los 70. En los años 80 la tendencia es muy irregular, sufre
caídas de aproximadamente dos años, se recupera y vuelve a crecer. Esto puede
llevarnos a concluir que la crisis de la deuda sí que pudo afectarle ya que fue
una época caracterizada por una deuda externa en pleno crecimiento, las
inversiones extranjeras directas se ven totalmente aminoradas, las
exportaciones sufren una fuerte caída, el campesinado cada vez se empobrece
más, la elevada inflación y además la reducción de los salarios. Sin embargo, en
los años 90 puede verse como el PIB per capita está en ligero ascenso debido a
la llegada de la inversión extranjera y apertura de la economía, intentado retomar
los niveles de los años sesenta.9

Durante el gobierno de Alan García iniciado en 1985 se lanzó el denominado


plan Zero, que generó una mayor inflación, especialmente en los productos
importados. Así, por ejemplo, los precios de los productos farmacéuticos
aumentaron un 600% y la gasolina un 400%. Desde septiembre de 1988, la
inflación se convirtió en hiperinflación. Ese mes, los precios subieron un 114% y
se agravó la escasez de materias primas y alimentos. La larga huelga en la
industria de la minería contribuyó a que las exportaciones cayeran, agravar el
déficit comercial y las reservas internacionales estuvieron próximas a agotarse.
[cita requerida]

El aumento del desempleo y la caída de los ingresos fue el costo social de


económico. 10 El consumo per cápita cayó un 50%, el nivel de subempleo fue
del 73%, un resultado desastroso al final del gobierno de Alan García, el número
de horas perdidas por los conflictos laborales aumentaron en 6 millones en 1985
a 124 millones en 1990. El número de familias pobres en todo el Perú, el 70,7%
para el período 1985-1986.11q

En medio del estancamiento económico el 8 de agosto de 1990, el primer


Gobierno de Alberto Fujimori anunció un shock económico llamado Fujishock: el
Inti Peruano se devaluó en 227 %, la inflación alcanzó el 7694,6 %, el precio de
la gasolina se disparó un 3000 %, se decretaron aumentos de precios en
alimentos básicos del 160 % y 300 % y desde 1991, se reemplazó al hiper
devaluado Inti, por la nueva divisa vigente hasta hoy: el Sol.12

Reformas económicas de los años 90


En 1990 ganó las elecciones Alberto Fujimori, quien había prometido no
implementar las medidas de liberalización de la economía que durante la
campaña electoral había propuesto su rival Mario Vargas Llosa. Sin embargo,
una vez asumido el gobierno, Fujimori se allanó a las recomendaciones del
Fondo Monetario Internacional, y el 8 de agosto de 1990 el Ministro de Economía
Juan Carlos Hurtado Miller salió en cadena nacional anunciando el fin de la
política de control de precios y que a partir de ese momento éstos se regirían por
la ley de oferta y demanda. Esta medida, que sería conocida como el "fujishock",
si bien a la larga permitió controlar la hiperinflación, tuvo como efecto inmediato
la drástica devaluación de los salarios de la mayoría de la población y el
incremento vertiginoso de los precios de los productos básicos. Así por ejemplo,
de un día para el otro el valor de la lata de leche que costaba 120 mil intis subió
a 330 mil; el kilo de azúcar blanca que costaba 150 mil intis se elevó a 300,000;
el pan francés que costaba 9 mil intis subió a 25,000 y la gasolina pasó de costar
21 mil intis el galón a 675 mil intis.1314 Era la primera de muchas reformas de
tendencia neoliberal que ocasionaron la eliminación del control de precios y de
cambios, con el posterior reemplazo en 1991 de la divisa Inti, que había perdido
totalmente su poder adquisitivo, por el Nuevo sol.

Las políticas de estabilización aplicadas a partir de agosto de 1990 tuvieron


varios objetivos, definidos sobre la base de los problemas más urgentes que
enfrentaba el país. Se dio prioridad a la eliminación de la hiperinflación, la
reinserción del país en el sistema financiero internacional, el restablecimiento del
orden macroeconómico de manera sostenible y a solucionar la crisis de la
balanza de pagos. El objetivo de controlar la hiperinflación fue logrado de manera
distinta de lo que usualmente sucedió en otros procesos de estabilización
económica en la región, usando la masa monetaria como el ancla nominal del
sistema. [cita requerida]

De otro lado, especialmente a partir de marzo de 1991, el gobierno de Fujimori


implementó un agresivo proceso de reformas estructurales, orientadas a reducir
la intervención del Estado y a eliminar las distorsiones en la economía. El
conjunto de reformas estructurales incluyó una liberalización del comercio
exterior y una reforma tributaria. En el primer caso, se pasó de una estructura
compleja con promedios altos y amplias dispersiones a otra más simple y con
mínimas excepciones. En el caso tributario, se apuntó a simplificar y modernizar
el sistema y mejorar la administración de los tributos. Otras reformas apuntaron
a flexibilizar mercados iniciándose un proceso de la liberalización del mercado
de trabajo; liberalizándose y desregulándose el sistema financiero y la cuenta de
capitales de la balanza de pagos. Estas reformas se encontraban principalmente
orientadas a crear mejores condiciones para la inversión privada, así como al
fomento de la competitividad. Simultáneamente se inició un agresivo proceso de
privatización de empresas públicas. Como se verá, muchas de estas reformas,
así como la política fiscal, se vieron fuertemente influenciadas por el ciclo político,
y hacia el final de la década, en el marco de una grave inestabilidad política y
una prolongada recesión, no quedaba clara cual era la orientación del modelo
económico.15

No obstante, la gravedad de la crisis le obligó a variar su posición. El 8 de agosto


de 1990, Alberto Fujimori anunció un shock económico llamado "Fujishock": el
tipo de cambio se devaluó en 227%, el desempleo aumentó al 73%, la inflación
alcanzó 7.694,6%. La presencia armada no impidió las protestas masivas. En
todo el país hubo saqueos y largas filas para comprar artículos de primera
necesidad como el azúcar. El Fujishock de un día a otro, corrigió los desbalances
de precios y la hiperinflación de una manera dramática, así el precio de la
gasolina aumentó en 3,000 por ciento. Fujimori decretó aumentos en alimentos
básicos del orden 300 por ciento. Después de 'Fujishock' el nivel de pobreza en
el país aumentó en más de 10 puntos. La devaluación fue alta y durante su
gobierno se tuvo que cambiar dos veces la moneda oficial (el inti sol), ya que
rápidamente se convirtió en inútil. Esto dio lugar a mucha especulación y la
escasez de alimentos básicos.16

Para 2015 las estimaciones de comercio exterior prevén una fuerte baja de las
exportaciones y una pequeña caída de las importaciones, las exportaciones de
metales -cobre, plata y plomo, particularmente- bajaron 10%, mientras que los
envíos de pesca tradicional, petróleo y derivados y productos agrícolas
tradicionales se desplomaron en 74%, 45% y 20%, respectivamente.17El
desempleo fue del 6.1% (2013) aumentando a, febrero de 20 15 a 7%.

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