Características de La Lechuga
Características de La Lechuga
Características de La Lechuga
La lechuga es una planta comestible propia de las regiones semi templadas, actualmente se
puede consumir todo el año, gracias a los invernaderos.
Destaca por sus numerosas cualidades. Es un alimento bajo en calorías y alto contenido en
agua (95%), rico en antioxidantes, fibra, sales minerales y vitaminas del grupo B1, B2,
B6, provitamina A y vitaminas C y E. Es importante destacar su alto contenido en ácido
fólico y en minerales: hierro y potasio. Favorece la absorción de hierro de los alimentos y
previene las infecciones. Es depurativa y diurética y ayuda en las funciones intestinales,
favorece las digestiones y ayuda a conciliar el sueño, ya que se le considera un relajante
natural.
Existen numerosos tipos de lechugas, en este artículo, que completaremos desde Burruezo
con una segunda parte, hacemos un recorrido por algunos de ellas.
Lollo Rosso
Esta lechuga de origen italiano presenta un intenso color rojo y unas hojas muy rizadas,
posee una textura suave y resulta muy atractiva en el plato. Se caracteriza también por su
sabor amargo. Es una variedad de las denominadas de corte, porqué, a pesar de que se suele
comercializar entera se pueden recolectar las hojas sueltas. Su mejor época son los meses
posteriores al verano. Se suele utilizar en ensalada fría, sola o mezclada con otros tipos de
lechuga.
Escarola
Tiene un sabor picante y ligeramente amargo, que aviva el sabor de cualquier ensalada y
contrasta muy bien con otros sabores y con vinagretas fuertes. En función de la variedad,
las hojas son lisas (escarola lisa) o rizadas (escarola rizada), con bordes más o menos
dentados, dispuestas en rosetas y de color variable, desde el verde oscuro hasta el amarillo.
A medida que vamos sacando hojas, va aclarando su color y disminuyendo su sabor
amargo. La escarola ofrece su mayor esplendor en invierno.
Es reconocible por sus hojas onduladas y sus tonalidades que van del verde al morado.
Aporta un bonito colorido, una presentación voluminosa por sus hojas rizadas, un sabor
ligeramente dulzón, además de una textura tierna y ligeramente crujiente. Es perfecta para
combinar con otras lechugas y con vinagretas ligeras. Su mejor momento es el final de la
primavera y el verano.
Lechuga Francesa
También conocida como trocadero o lechuga colocha, es una lechuga de cogollo, tiene
hojas finas, verdes, largas y unidas a un tallo corto, blancuzco y redondo, su textura es
mantecosa, tiene un sabor delicado pero intenso. Es apreciada por sus hojas tiernas y su
peculiar sabor, suave y dulce, le sientan bien los aderezos ligeros. Su temporada es la
primavera.
Lechuga Iceberg
Esta lechuga con forma de ovillo compacto, similar de aspecto al de una col, tiene las hojas
largas redondas, crujientes y muy prietas, su sabor es suave y acuoso. Es ideal para servir
cortada como guarnición o en cócteles y es utilizada en ensaladas, tacos, flautas, tingas de
pollo, burritos o bien dentro de sándwiches y hamburguesas. Se le denominó Iceberg por
su resistencia al frío. En contrapartida esta variedad de lechuga es la menos nutritiva de
todas.
Lechuga Romana
También llamada española o “oreja de burro”. Es un tipo de lechuga que crece con una
larga cabeza y unas hojas robustas, alargadas y con un acentuado nervio central. No forma
un verdadero cogollo. Su sabor es ligeramente amargo. Cuando está cultivada al aire libre,
es la más nutritiva de todas y por su tolerancia a las temperaturas la podemos encontrar en
todas las estaciones del año, aunque en verano alcanza su esplendor. Esta lechuga es de la
más utilizada en nuestro país.
Cogollo romana
Dentro de las numerosas variedades de lechuga que podemos degustar, y continuando con
los tipos y características de las más habituales (1ª Parte), detallamos a continuación
algunas otras variedades que por sus cualidades y sabor, son merecedoras de incluir en
nuestra cocina.
Lechuga Tatsoi
Es una lechuga procedente de Asia y a pesar de estar extendida por occidente, todavía no es
fácil de encontrar en los comercios tradicionales, pero si formando parte de las mezclas de
lechugas de 4ª gama envasadas.
Forma un rosetón con hojas pequeñas, redondeadas y tallos largos. El color de sus hojas es
verde oscuro y el de los tallos verde claro, con una textura suave, cremosa, delicada al
paladar, con un sabor intenso que se aprecia tanto en crudo, formando parte de las
ensaladas, como cocinado, el Tatsoi soporta los métodos de cocción como el vapor, las
frituras, los guisos…
Red Chard
Tiene un sabor suave y un color verde intenso con el tallo granate. Posee un sabor
particular, como los brotes de espinacas, y puede ser consumida cruda o bien cocinada al
gusto. Tiene un crecimiento lento, lo cual le da un mayor brillo rojo a los nervios de la hoja,
consiguiendo un contraste más fuerte con el color verde natural. Se realiza una selección
muy cuidadosa de las hojas para mantener vigor y uniformidad en el producto, eliminando
aquellos que son más débiles.
Lechuga Batavia
Planta anual, propia de las regiones semi-templadas. Similar a la francesa, de cogollo
voluminoso y firme, hojas largas sueltas, ligeramente rizadas y onduladas en los bordes,
crujientes y con textura mantecosa. Al igual que la lechuga larga, este tipo de lechuga
también tiene diferentes variedades. En general, se trata de lechugas redondas con un color
que varía entre el verde intenso y el verde claro dorado.
Los brotes de la lechuga roja de Batavia, por su parte, pueden reconocerse por sus hojas
rizadas de color verde pálido en la base, pasando a un rojo vivo en las puntas. A medida
que se acerca la estación invernal, va adquiriendo un rojo cada vez más intenso.
Rúcula
La podemos encontrar todo el año, no fue hasta 1990 aprox. cuando se empezó a valorar el
cultivo de rúcula. Se debe consumir antes de florecer ya que después, su sabor se hace más
intenso y parecido a la mostaza.
Uno de los principales usos de la rúcula es en ensaladas, una forma de disfrutar de sus hojas
y los tallos frescos, ligeramente crujientes, pero a menudo es utilizada como una hierba
aromática. Más información en gastronomiaycia.com
Canónigo
Estas pequeñas hojitas están muy difundidas y centralizan su producción y consumo en
Europa. Pertenecen a la familia de las valerianáceas y reciben su nombre porque en tiempos
remotos era común que la consuman los clérigos. También conocidos como lechuga de
campo o hierba de gato.
Los canónigos se distinguen por tener un sabor muy suave, agradable y con cierto recuerdo
a frutos secos, de color verde intenso, fresco y brillante, y sorprende en el paladar por lo
tiernos. Quedan magníficos en ensaladas, pero también suelen formar parte de algunos
platos cocidos. Actualmente es muy apreciada por su delicadeza, su frescura y sus
cualidades nutritivas. Casan muy bien con sabores fuertes. Su temporada empieza en otoño
y termina en primavera.
Los canónigos se conservan muy poco tiempo, unos dos o tres días en el frigorífico.
Endibia
Esta lechuga posee un tipo de hoja tersa, dura y blanca con un sabor característico, dulce
con un fondo amargo, jugoso, crujiente y refrescante. La endibia es, en realidad, el corazón
que se extrae de una planta, lo que hace totalmente aprovechable el fruto, ya que no es
necesario retirar ninguna de sus hojas. De forma puntiaguda y cilíndrica, está compuesta
por una sucesión de apretadas hojas superpuestas de color blanco que se vuelve de color
verde suave y brillante en las puntas.
Las endibias son hortalizas que están disponibles en el mercado durante todo el año, pero
sobre todo en la época que va desde otoño hasta principios de verano.
También conocida como achicoria roja, es una lechuga italiana de hojas rojas y un poco
amargas, de origen Mediterráneo. Se cultiva todo el año, aunque es una variedad de lechuga
de invierno que puede consumirse hasta bien entrada la primavera.
Es un cogollo pequeño, redondo o alargado, y se cultiva para consumo de sus hojas, sea en
crudo o cocinadas, generalmente salteadas, al cocinarlas pierde parte de su amargor.
De color granate, sus hojas nacen de un tallo blanco, muy grueso y amargo. Su cultivo
sigue la técnica del blanqueado para suavizar el amargor de las hojas, y resulte agradable al
paladar, además hace que las hojas sean más tiernas y ligeramente crujientes, y conserve el
color blanco de sus nervios. Debemos elegir la achicoria roja bien fresca, con las hojas
firmes, brillantes y enteras, con color homogéneo.