Catalogo Murillo Digital
Catalogo Murillo Digital
Catalogo Murillo Digital
Quatro
cientos
años después
Murillo y la Facultad
de Bellas Artes de Sevilla
Quatro
cientos
años después
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
Consejero de Cultura
Miguel Ángel Vázquez Bermúdez
Viceconsejera de Cultura
Marta Alonso Lappí
6
“¡Tanto puede la lisonja del colorido, para granjear el aura
popular! Que verdaderamente los hombres, que han logrado
los mayores aplausos, no es porque han sido los mayores
dibujantes, que esos logran su merecido crédito en los
profesores”.
7
8
Índice
10 Agradecimientos
13 La Academia de Murillo y la
Facultad de Bellas Artes 400
años después
José María Sánchez
Decano de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla
45
Murillo y lo contemporáneo
Marisa Vadillo
Vicedecana Coordinadora de Actividades Expositivas de la
Facultad de Bellas Artes de Sevilla
67 Las obras
133 Los autores
167
Índice de autores
9
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
Agradecimientos
10
La Academia de Murillo y la Facultad de Bellas Artes 400 años después
11
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
12
La Academia de Murillo y la Facultad de Bellas Artes 400 años después
La Academia
de Murillo y la
Facultad de Bellas
Artes 400 años
después
José María Sánchez
Decano de la Facultad
de Bellas Artes de Sevilla El 11 de enero de 1660 algunos artistas sevillanos,
entre quienes se encontraban Bartolomé Esteban
Murillo, Francisco de Herrera el Mozo y Juan de Val-
dés Leal, fundaban en Sevilla, en unas estancias de
la Casa Lonja, una Academia del arte de la Pintura,
siendo éste el primer establecimiento de enseñanza
artística con el que contó la ciudad.
En la actualidad, la Facultad de Bellas Artes de la
Universidad de Sevilla, como centro superior de en-
señanzas artísticas de la ciudad, se siente heredera
de esta primigenia institución y, por ello, en el año
en el que rememoramos el cuatricentenario del naci-
miento de Murillo ha querido participar activamente
en los factos conmemorativos de quien fue el primer
presidente de su más remoto precedente.
Uno
El manuscrito fundacional
Los datos históricos que nos han llegado sobre
esta primera academia de arte de la ciudad son muy
13
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
14
La Academia de Murillo y la Facultad de Bellas Artes 400 años después
1
A modo de ejemplo, el folio 1r villana de Buenas Letras. Luego, a su muerte, para
contiene la elección de Pedro de
Medina y Balbuena como presi- evitar su pérdida, fue comprado en la almona de sus
dente de la academia en 1667 y bienes por el pintor Joaquín Cortés, entonces director
varias páginas después, en el folio
8r, el acta de fundación fechada el de la Escuela de las Tres Nobles Artes quien, el 2 de
11 de enero de 1660. junio de 1817, lo donó a la Academia de Bellas Artes
de Santa Isabel de Hungría con ánimo –como dejó
por escrito- de que se perpetuase la memoria de esta
mencionada academia.
El manuscrito está encuadernado en pergamino
y consta de 50 folios de papel escritos con tinta ocre.
Desde Ceán se advierte que las anotaciones no siguen
un estricto orden cronológico1 y que hay muchas ho-
jas intermedias en blanco, lo que unido a lo farragoso
de la letra, a las numerosas tachaduras y anotaciones
marginales hacen pensar que fuera un borrador y no
el libro de actas definitivo de la Institución.
En cuanto a su contenido, incluye una primera
propuesta de estatutos, por donde debía regirse la
nueva academia, la relación de sus miembros, la elec-
ción de sus cargos y apuntes muy detallados de los
gastos anuales.
Su información abarca desde el año 1660, fecha
de la fundación, hasta 1674 cuando, tras 14 años de
actividad, se disolvió a causa de las múltiples dificul-
tades y desavenencias entre sus miembros.
El acta fundacional, donde se expone el propósito
y fin de la nueva institución, a la letra dice así:
En la ciudad de Sevilla en 11 de enero de 1660
años, nos los profesores del arte de la pintura, de cu-
yos nombres va firmado este instrumento, decimos
que por cuanto entre todos los de nuestro Arte está
dispuesto instituir y fundar una academia en que
se ejerciten nuestros estudios y habiliten a los que
le hubieren de usar, para cuyo gobierno y conserva-
ción se han de hacer los estatutos conveniente y a su
observancia se han de obligar todos los que cursaren
la dicha academia, y respecto de que ésta ha tenido
principio desde primero día de este presente año jun-
15
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
2
Sólo conocemos un documento Comparándolos con el borrador de 1660, no son
manuscrito, copia del acta original,
que se conserva en la Biblioteca sustancialmente originales, ni incluyen grandes inno-
Colombina. Su contenido fue es- vaciones, al contrario, se advierte una lógica y normal
tudiado en 1961 por Antonio de la
Banda en el artículo “Los estatutos continuidad con la primera versión, aunque con una
de la academia de Murillo” publi- redacción precisa, sencilla y con una estructuración
cado en la revista Anales de la Uni-
versidad Hispalense. más lógica y metódica de sus contenidos, sin duda,
fruto de la experiencia adquirida durante 13 cursos
3
El modelo fue tomado también
en Francia por la Real Academia docentes.
de Pintura y Escultura de París. La novedad fundamental fue el cambio en la de-
nominación de la academia que ahora pasa a llamar-
se del Arte de la pintura, escultura y dorado; lo que
implica la aceptación jurídica –en la práctica ya se
había producido- de los escultores como miembros
de pleno derecho de la institución.
Por último, se acordó que el texto con los nuevos
estatutos fuera impreso, aunque no consta que se hi-
ciera y de hecho no han llegado ejemplares a la ac-
tualidad2.
Dos
Precedentes
La Academia del arte de la Pintura de Sevilla fue
la primera corporación dedicada a la instrucción ar-
tística establecida en Andalucía y la segunda en Espa-
ña, después de la Academia de San Lucas de Madrid
fundada en 1603.
En ambos casos, parece que se inspiraron en los
modelos de las academias italianas de la segunda mi-
tad del siglo XVI, en concreto, en las academias Del
Disegno de Florencia fundada en 1562 por Giorgio
Vasari; la de San Lucas establecida en Roma en 1577
por Federico Zuccaro y la Scuola degli Desiderosi de
Bolonia creada en 1590 por los hermanos Carracci3.
Posiblemente, la academia romana ofreció el mo-
delo que copiaron las españolas –en el caso madri-
leño hasta el nombre-, pues su fundador Federico
Zuccaro había estado trabajando en El Escorial y, por
17
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
18
La Academia de Murillo y la Facultad de Bellas Artes 400 años después
7
Recordemos que en los contratos pintura de las actividades mecánicas, es decir, de los
de aprendizaje gremiales, una de
las cláusulas de obligado cumpli- oficios artesanales meramente manuales para vincu-
miento por parte de los aprendices larla con las disciplinas liberales, actividades intelec-
era “obedecer al maestro en todo lo
que le mandase”, abarcando dicho tuales que se entendían como dignas de la ocupación
sometimiento tanto actividades de un caballero. Con este propósito, las academias
relacionadas con el adiestramien-
to en el oficio como a otras tareas europeas incluyeron en sus planes de estudios dis-
domésticas o de cualquier otra ín- tintas disciplinas teóricas, algunas de carácter cientí-
dole.
fico –como geometría, matemáticas, perspectiva, ana-
tomía, etc.-, que apartasen el ejercicio pictórico del
aprendizaje meramente técnico y, con ello, dignificar
la profesión.
La academia sevillana no tuvo disciplinas teóricas
propiamente dichas, pero si contó durante las clases
de dibujo con una formación especulativa básica con-
cebida, simplemente, como meras charlas de carácter
informal.
A esta formación complementaria parece hacer alu-
sión la prohibición a sus alumnos de hablar durante
las sesiones de pose de asuntos que fueran ajenos a la
pintura, posiblemente para centrar las conversacio-
nes en temas más trascendentes en torno a la natu-
raleza el arte, el buen gusto, el parangón o la “buena
pintura”, etc.; evitando dispersiones o distracciones.
Así, pues, la academia sevillana aspiró a completar
la formación gremial, fundamentalmente de carácter
técnico, con la práctica del dibujo del natural y una
elemental instrucción teórica a través de conversacio-
nes improvisadas; actuaciones ambas que difícilmen-
te podían acometerse en los tallares tradicionales.
Por otra parte, al contrario de sus antecesoras euro-
peas, jamás se planteó como un centro de formación
artística alternativo a los talleres gremiales, no ambi-
cionó sustituirlos con la noble pretensión de que los
jóvenes aprendices dejaran de ser “siervos” al servicio
de sus maestros y adquirieran la condición de alum-
nos7. No debió intentarlo porque difícilmente podría
haber superado dos importantes obstáculos: la pro-
pia objeción del gremio ante posibles injerencias en
19
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
20
La Academia de Murillo y la Facultad de Bellas Artes 400 años después
8
La asistencia de los maestros a las posiblemente, eran los propios académicos, maestros
clases está claramente atestiguada
en la redacción definitiva de los y quizás también los oficiales, es decir, miembros
estatutos en 1673 cuando, en el todos de pleno derecho del gremio, los “alumnos” de
capítulo 5º “De las obligaciones de
los profesores del arte de la pintu- la institución, pagando sus cuotas mensuales para
ra, dorado y escultura”, se señala asistir a las sesiones de clases8.
la obligación de los académicos a
pagar 6 reales de vellón mensual- La academia sevillana nunca tuvo la pretensión
mente para mantenimiento de la de terminar con el gremio y ocupar su lugar, muy al
institución, añadiéndose que si se
excusaren de pagar los veinticua- contrario, se advierte una continua colaboración en-
tro reales para el gasto de ella por tre ambas instituciones, de hecho, los mismos artífi-
decir no han asistido a dichos estu-
dios por ocupaciones, no les valga… ces coparon los cargos de la hermandad de San Lucas
y de la academia, llegando incluso a simultanearlos,
9
Incluso en 1663 llegaron a coin-
cidir en la sala de la lonja en un conviviendo de manera armónica y conjunta9. Ade-
mismo acto los cabildos de la her- más, de los 44 suscriptores que asistieron a la apro-
mandad y la junta de la academia,
debido a que los cofrades se encon- bación de los estatutos definitivos de la academia en
traban tramitando la cesión de una 1673, una parte considerable eran miembros de la
nueva capilla en la iglesia de San
Laureano después de la pérdida
hermandad de San Lucas.
del hospital de San Martín (GAR- Por otra parte, la continuidad de la formación gre-
CIA BAEZA, 2014: 129)
mial se sobreentiende en la redacción definitiva de
10
Curiosamente, la condena por dichos estatutos de 1673 donde consta que los maes-
esta falta era el cierre del obrador
durante 4 meses y una multa de
tros podían seguir recibiendo aprendices en sus ta-
25 ducados a repartir entre la her- lleres -aunque ahora eufemísticamente denominados
mandad de San Lucas y la propia
academia.
“discípulos”-, eso sí manteniendo el precepto de la
limpieza de sangre: ningún profesor del dicho arte de
la pintura, escultura y dorado pueda recibir discípu-
los sin que primero hacer averiguación bastante y in-
quisición verdadera como el tal discípulo es de buena
sangre, cristiano viejo y limpio de toda mala raza…10.
La nueva institución nunca tuvo capacidad asocia-
tiva o legal para sustituir al gremio. Fue creada por y
para maestros y oficiales del arte de la pintura, para
que pudieran mejorar en el ejercicio de su profesión
mediante el conocimiento y la práctica del dibujo del
natural. Por todo ello, los posibles recelos del gremio
pronto se disiparon y sus alcaldes participaron de
manera activa y regular en la organización y control
de la nueva institución.
La academia se entendió simplemente como un
“nivel” superior de formación para que salgan con
21
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
22
La Academia de Murillo y la Facultad de Bellas Artes 400 años después
Fig. 1. Juan de Herrera. Casa Lonja. 1582.
La academia del arte de la pintura tuvo su sede en una pieza de la Casa Lonja,
espacio cedido por el consulado de comerciantes de la ciudad para este fin.
La lonja, emplazada entre la catedral y los Reales Alcázares, fue un edifico
diseñado en 1572 por el arquitecto real Juan de Herrera y ejecutado por su apa-
rejador Juan de Minjares.
Como todos los mercados, fue concebida como un gran patio central rodeado
de amplias galerías abiertas -formadas por arcos de mediopunto entre semico-
lumnas de orden dórico y jónico superpuestas- donde los comerciantes podían
disponer sus tenderetes para exhibir sus productos.
La academia, aceptado el ofrecimiento, compartimentó mediante un tabique
un espacio rectangular más reducido y cerrado, fácil de calentar y con la reserva
necesaria para poder desarrollar las clases con tranquilidad y sosiego, sin interfe-
rencia de las actividades mercantiles aledañas.
No sabemos con certeza el lugar exacto que ocupo la academia, aunque por
posiblemente, fue un sector de la galería alta, cuyo tejado estuvo coronado por
una cruz de forja y veleta.
23
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
24
La Academia de Murillo y la Facultad de Bellas Artes 400 años después
13
En relación a ciertos “vitores” ésta sólo sabemos que poseía una ventana para su ilu-
que ornaban aquel sector del edifi-
cio y que le parecieron referentes a minación, la cual fue reparada en 1663 colocándole
distintos miembros de la academia un nuevo bastidor más chico con un travesaño.
y a su protector el Conde de Are-
nales. No obstante, tras la última Respecto a su ubicación exacta en el edificio de
restauración del edificio, se han la Lonja tampoco tenemos datos precisos. Gestoso,
podido leer claramente, advirtién-
dose que no tienen corresponden- basándose en unos supuestos erróneos, la situó en la
cia con ninguno de éstos. planta baja del edifico, en la esquina del ala suroes-
14
Posiblemente, los instrumentos te13; sin embargo, es más probable que estuviera en
con los que se escribió el propio la galería alta en relación al hecho de que en 1660
manuscrito con los estatutos de las
Institución, sus miembros y sus el académico Luis Muñoz, para enfatizar su alzado
cuentas. al exterior y que destacase en la trama urbana, se
comprometió a regalar una cruz de hierro y veleta,
adornos para coronar un tejado y que, por tanto, indi-
carían su ubicación en el piso alto.
El mobiliario de la academia fue muy sencillo y
funcional y consistió en unos bancos para los alum-
nos desde donde tomarían apuntes, unos braseros
para calentar la estancia, un velón para iluminación
–pues las clases eran nocturnas-, un cántaro y dos al-
carrazas para beber agua y, como instrumentos para
el director encargado de la vigilancia y guarda de las
clases, un reloj de arena para controlar el tiempo, una
campanilla de azófar para llamar al orden y un tinte-
ro y salvadera de plomo para hacer las anotaciones
precisas14.
A partir de 1663, tras la obra de la sala, se amplió
el mobiliario con una tarima para los modelos, ade-
más de un velón y un bufete que regaló Valdés Leal
aunque, extrañamente, poco después se recoge que se
los llevo a su casa y no lo tiene la academia.
Para adorno de la estancia, en 1663 también se
gastaron 26 reales para ayuda a pintar unos paños
en las paredes de dicha academia y sabemos que en
1666 el mayordomo Juan Martínez de Gradilla rega-
ló dos lienzos pintados con los retratos de los reyes
Felipe III y Felipe IV con otros adornos y trofeos del
arte, con la advertencia que los entregó para siempre
jamás, sin que se puedan enajenar, ni vender, ni sacar
25
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
26
La Academia de Murillo y la Facultad de Bellas Artes 400 años después
28
La Academia de Murillo y la Facultad de Bellas Artes 400 años después
29
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
30
La Academia de Murillo y la Facultad de Bellas Artes 400 años después
22
Así se deduce del siguiente pá- cuatro votos y, con el resultado final, se procedería a
rrafo: eligió el dicho señor conde de
Arenales y con gusto de todos los nombrar, por un año, al nuevo presidente con aproba-
que se hallaron presentes al señor ción de nuestro protector.
don Sebastián de Llanos Valdés por
presidente… Durante los años del protectorado las irregulari-
dades fueron frecuentes. Al parecer, en 1668 el citado
23
CORZO SÁNCHEZ, 2009: 73.
Conde de Arenales nombró por designación directa
a don Sebastián de Llanos Valdés como presidente22,
repitiéndose tal circunstancia en 1669 cuando de
nuevo el presidente quedó electo por voto de su se-
ñoría23. Sin embargo, tras su muerte parece que todo
volvió a la estricta normalidad.
El primer gobierno de la recién fundada acade-
mia, elegido en 1660, estuvo constituido por los si-
guientes maestros:
- Presidentes: Bartolomé Esteban Murillo y Fran-
cisco de Herrera.
- Cónsules: Sebastián de Llanos Valdés y Pedro
Honorio de Valencia.
- Fiscal: Cornelio Schut.
- Secretario: Ignacio de Iriarte y
- Diputado: Juan de Valdés Leal.
Estos fueron elegidos entre la siguiente nómina
de académicos:
- Francisco de Herrera.
- Bartolomé Murillo.
- Sebastián de Llanos Valdés.
- Pedro Honorio.
- Juan de Valdés.
- Cornelio Schut.
- Ignacio de Iriarte.
- Matías de Arteaga.
- Matías de Carvajal.
- Antonio de Cejalde.
- Juan de Arenas.
- Juan Martínez.
- Pedro Ramírez.
- Bernabé de Ayala.
- Carlos de Negrón.
31
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
- Pedro de Medina.
- Bernardo Arias Maldonado.
- Diego Díaz.
- Antonio de Zarçosa.
- Juan López Carrasco.
- Pedro Villavicencio.
- Pedro de Campobrin.
- Martín de Atienza.
- Alonso Pérez de Herrera.
Se trataba de un plantel de 24 artistas, muchos de
ellos primeras figuras de la pintura sevillana del mo-
mento, lo cual nos habla de la importancia y el presti-
gio con los que arrancó la nueva institución.
Aunque la academia fue fundada por y para pinto-
res, en 1663 se incorporó como académico el escultor
Pedro Roldán, lo cual es indicativo que el objetivo pri-
mordial de la institución de ejercitarse en el dibujo
del natural era de evidente interés tanto para los es-
cultores como para otros artistas plásticos. De hecho,
poco tiempo después, también aparecen entre sus
miembros el retablista Bernardo Simón de Pineda y
los hermanos Juan y Francisco Ruiz Gijón.
La presencia de estos escultores provocó que en
los Estatutos Generales de 1673 se hable ya de Acade-
mia de Pintura, Escultura y Dorado.
Cinco
Las clases
Al igual que la academia de San Lucas de Madrid,
el objetivo esencial de las enseñanzas de la Academia
del arte de la Pintura de Sevilla fue la práctica del
dibujo del natural a partir de modelos vivos, lo que
no estaba al alcance de un aprendiz en el seno de un
taller gremial.
Su sistema educativo se articuló, pues, en torno a
la figura del hombre y a la práctica del dibujo, confor-
me a la idea de que el cuerpo humano era el elemento
32
La Academia de Murillo y la Facultad de Bellas Artes 400 años después
24
Sus enseñanzas, por ello, las po- más digno de ser imitado de toda la creación24 y que
dríamos calificar de base o natura-
leza “antropomorfa”. En los “pla- el dibujo era, como advertía Pacheco, forma sustan-
nes de estudio” de las academias cial de la pintura, … alma y vida de ella25.
europeas los alumnos pasaban
por varios estadios: Sala de prin- El curso en la academia de San Lucas de Madrid
cipios: donde adquirían destreza se dividía en dos etapas: Desde el domingo de Quasi-
en la copia de elementos simples
del cuerpo humano (oreja, ojos, modo hasta las vísperas de San Lucas para el estudio
nariz, etc.); Sala del yeso: donde se de cuatro materias -perspectiva, anatomía, simetría y
afanaban en la representación del
cuerpo humano en reposo a través fisionomía–, todas disciplinas científicas de apoyo a
de la copia de estatuas antiguas, no la representación y, desde la festividad de San Lucas
necesariamente clásicas; el tercer
estadio era el Estudio de maniquí: hasta el Domingo de Ramos, clases de dibujo del na-
donde estas estatuas conveniente- tural: todas las noches durante dos horas en un apo-
mente vestidas servían a los alum-
nos para la representación de telas sento decentemente adornado y abrigado….
y, como culmen, la Sala de mode- En Sevilla, sólo se pudo abordar la segunda parte
los vivos donde se representaba el
cuerpo humano en movimiento y de este plan de estudio. El curso académico duraba 4
suponía la confirmación del talen- meses, iniciándose 15 días después de la festividad
to artístico.
de San Lucas, concluyendo en los días previos al ini-
25
Citado por GARCÍA BAEZA, cio de la Semana Santa; y cada día las sesiones de
2014: 139.
clases se llevaban a cabo por la noche y con una du-
26
El 16 de febrero de 1660 se con- ración de 2 horas.
trató a un modelo llamado Pedro
que trabajó ocho noches, hasta el
El desarrollo de las clases era bastante elemen-
día 24, durante las que posó en tal: el presidente de turno colocaba sobre la tarima
cuatro actitudes y después hizo
otra actitud durante tres noches
al modelo en una actitud, es decir, en una pose en
(CORZO SÁNCHEZ, 2009: 33). la cual debía permanecer el tiempo necesario para
27
Algún tiempo después, contando
que los presentes la dibujasen o modelasen en arcilla
con la experiencia de algunos años o cera –a partir de la aceptación de los escultores-26.
de prácticas, se decidió descargar
al presidente de la responsabili-
Concluida ésta, variaba a otra, de tal manera que se
dad de poner la actitud del mo- advirtiera el comportamiento de los músculos en las
delo cada noche, estableciéndose
un sistema rotario entre todos los
distintas posturas, alcanzando un dominio pleno de
académicos. De esta forma, cada la representación de cuerpo humano en movimiento.
maestro podía poner la pose que
Finalmente, el ejercicio era corregido por el presiden-
más le interesara practicar desde el
lugar que ocupaba en la sala. Para te, señalando sus virtudes y defectos27.
conocer los turnos se publicaba en Conocemos que, a veces, las poses se prolongaban
la sala una lista semanal con los
responsables de colocar las poses. durante horas e incluso días, debiendo el presidente
cuidar de que los modelos no se movieran. Para ayu-
da a mantener la postura señalada, éstos contaban
con unos cordeles que, atados del techo, les aguanta-
ban los miembros en las posiciones más dificultosas,
evitándose así contracturas o lesiones sobrevenidas.
33
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
29
…que ningún dibujante se do por algún disgusto de palabra29. Curiosamente, en
siente con espada a dibujar
1666, dos escultores protagonizaron un desagradable
pena de ser la primera vez re-
prendido del presidente, cón- incidente que, a la postre, les valió su expulsión: Que
sul o mayordomo; la segunda atento que dos escultores que venían a modelar a la
penado en seis reales… y, por
academia trabaron cuestión y sacaron las espadas en
remiso, la tercera ha de ser pe-
nado en veinticuatro reales… la sala de la academia desacatadamente, siendo casa
real y tribunal de nobilísimos consulado, se dictaminó
30
La proximidad de la academia a
la catedral haría de sus instalacio- que… Andrés Cansino y un oficial del dicho llamado
nes un espacio idóneo para reali- Marcos… ninguno de ellos entrase en la dicha acade-
zar esta tarea y, por ello, distintos
maestros que habían recibido el
mia atento su descortesía y poca atención y para que
encargo, habrían solicitado el po- otros ninguno se atreva.
derlo realizar allí.
Finalizado el periodo de clases, la academia per-
manecía cerrada, aunque se recoge que si en este
tiempo algún maestro precisara hacer uso de este es-
pacio para realizar algún encargo, podría usarlo con
autorización del presidente y comprometiéndose a
respetar las instalaciones y su mobiliario y a pagar
cualquier deterioro o falta que se produjese.
Curiosamente, quedó expresamente denegada la
cesión de la sala para la decoración de los carros ale-
góricos de la procesión del Corpus Christi, al ser con-
siderado por los académicos un trabajo menor, mera-
mente artesanal y, por ello, inadecuado a la dignidad
del arte de la Pintura e impropio de la grandeza de
la institución. Por ello, se estableció la prohibición,
señalándose que si por alguna circunstancia especial
hubiera que cederlo, se pagarían 200 reales de vellón
–cantidad elevadísima y, por ello, disuasoria- en cali-
dad de arriendo30.
Se entendió que para alcanzar máxima perfección
los que en ella estudiaren era conveniente ejercitar-
se en la academia durante cuatro años continuos, al
final de los cuales, alcanzándose los objetivos previs-
tos, se le expedía un título firmado por el protector y
el presidente.
35
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
36
La Academia de Murillo y la Facultad de Bellas Artes 400 años después
34
No consta cómo o en qué se pro- Conde de Arenales34 y, a su muerte, en 1673, le suce-
dujo esta protección, ni sus apor-
taciones económicas –aunque, sin dió Manuel Luis de Guzmán y Zúñiga, marqués de
duda, debieron producirse-, sólo Villamanrique y Ayamonte, conde de San Silvestre
sabemos que detentó este papel
hasta su muerte en 1671. No obs- de Guzmán, Ginés, Gatos y Garruhena y gentil hom-
tante, no se le debió reconocer bre de cámara de su Majestad.
como un gran mecenas pues, tras
su fallecimiento, se propuso que se Independientemente, de los posibles aportes
le dedicasen unas honras especia- económicos que los protectores pudieran hacer a la
les por parte de la Academia, pero
sólo tres de sus miembros hicieron academia garantizando su subsistencia, su figura fue
una pequeña contribución, por los importante en cuanto que concedían a la institución
que no siendo suficiente para cu-
brir los gastos previstos, se reinte- prestigio social pues, éstos procedían de los más altos
graron en la caja general para gas- dignatarios locales y actuaban como su cabeza visible
tos corrientes (CORZO SÁNCHEZ,
2009: 77) ante el Rey, los organismos municipales y la propia
ciudadanía.
35
También se consignan los gastos
de algodón y esparto para las tor- El encargado de la recaudación era el mayordomo
cías y unas tijeras de despabilar, que, a menudo, tenía que ir a las casas de los académi-
así como la yesca y el pedernal
para encenderlos.
cos a reclamarles las cuotas, la mayoría de las veces
sin mucho éxito a pesar de lo modesto del montan-
36
En 1664 se recoge un gasto de 3
reales por media libra de cordeles
te, rezagándose muchos o directamente excusándose
para el velón. otros de abonarlas, no pudiéndose cubrir los gastos
comprometidos y generándose déficit anuales.
Durante sus 14 años de existencia, los gastos de la
institución fueron sencillos y muy básicos:
Carbón: usado en los braseros para la calentar la
sala de trabajo donde tenían que posar los modelos
desnudos en pleno invierno. Se guardaba en un ar-
cón que regaló Cornelio Schutt.
Aceite: usado para los velones de hojalata con el
que se iluminaban los modelos y la estancia pues,
como hemos indicado líneas arriba, las clases se im-
partían siempre de noche35. Para evitar que su luz
se desparramase se describe que poseían sombreros
también de hojalata y sabemos que estaban suspen-
didos del techo mediante cordeles con carruchas que
permitían subirlos o bajarlos36.
Este aceite se almacenaba en una tinaja, existien-
do un jarro para sacarlo y un lebrillo vidriado donde
después depositarlo para recoger las escurriduras.
Modelos. Era, sin lugar a dudas, el principal gasto
37
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
38
La Academia de Murillo y la Facultad de Bellas Artes 400 años después
37
La solicitud romántica de liber- de la sala, pues como hemos indicado en el capítulo
tad -entendida como manifesta-
ción del sentimiento subjetivo y 3, ésta fue cedida gratuitamente por el consulado, al
de los valores individuales- tenía menos hasta los cursos de 1670-71 y 1671-72 en que
que chocar necesariamente contra
el arte esclerotizado, rígido y dog- se anotaron gastos de 40 y 42 reales respectivamente
mático de la Academia. pagados al alcaide de la lonja, posiblemente vincula-
dos al arrendamiento de las instalaciones.
Siete
A modo de conclusión
Desde mediados del siglo XIX, como consecuen-
cia de los prejuicios acuñados por el Romanticismo,
las academias de arte fueron despreciadas como ins-
tituciones retrógradas, coercitivas de la libertad de
creación artística e instrumentos de la regulación del
gusto37, ideas que aún persisten en la actualidad, fa-
vorecida por el desconocimiento que aún se tiene de
su realidad.
La academia del arte de la Pintura sevillana, al
igual que muchas de las primeras academias que se
fundaron en Europa desde mediados del siglo XVI
hasta finales del XVII, cumplieron un papel bien dis-
tinto.
Todas nacieron como centros de formación artís-
tica bien diferenciados de los gremios, superando sus
connotaciones peyorativas artesanales -vinculadas a
los oficios considerados como mecánicos-, y vincu-
lando las disciplinas artísticas al mundo de las artes
liberales.
Pretendieron, básicamente ennoblecer el Arte:
en primer lugar, dignificando la figura del aprendiz,
al considerarlo como alumno y no como sirviente,
desterrando la idea del aprendiz aplicado a labores
ajenas a su formación artística y alienado por su
maestro; en segundo lugar, aspirando a formar
intelectualmente al alumno, proponiendo junto a
la práctica artística clases teóricas de naturaleza
especulativa (la nobleza del arte, el parangón, etc.)
39
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
40
La Academia de Murillo y la Facultad de Bellas Artes 400 años después
Bibliografía
La formación del artista: de Leonardo a Picasso.
Catálogo de la exposición organizada por la
Real Academia de Bellas Artes de San Fernan-
do. Madrid, 1989.
42
La Academia de Murillo y la Facultad de Bellas Artes 400 años después
43
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
44
Murillo y lo contemporáneo
Murillo y
lo contemporáneo
Marisa Vadillo
Vicedecana Coordinadora de
Hawking, en su Historia del Tiempo, defiende que
Actividades Expositivas de la
Facultad de Bellas Artes de podemos medir con más exactitud tiempos que dis-
Sevilla tancias, estableciendo que el tiempo del suceso es
“tiempo medio entre el instante de emisión del pul-
1
HAWKING, S., Historia del tiem- so y el de recibimiento del eco”1. Determina, además,
po. Del big bang a los agujeros ne- que a partir de las teorías de Einstein se acepta la
gros, Círculo de Lectores, Barcelo-
na, 1988, p. 48. imposibilidad del tiempo absoluto, de lo definitivo.
En cierto modo, de lo temporal cerrado. Hablar de
un artista como Bartolomé Esteban de Murillo (1617-
1682), cuatrocientos años después de su nacimiento,
no deja de ser fascinante por lo arriesgado de evaluar
a un autor tan singular dentro de un tiempo contem-
poráneo convulso. El eco de su época continúa mani-
festándose de múltiples formas, sobre todo a través
de una mutación en la que persiste una simbiosis de
realidad y fantasía con lo superficial; ahora, más que
nunca.
Nos referimos a esta era de las superficies actua-
les, cuando la artificialidad ha impuesto telones que
se manifiestan tras el engaño aparente de la falsa
transparencia, cuando no podemos más que mirar
de soslayo a una época fascinante donde las luces y
las sombras impusieron su imaginario: el Barroco.
Históricamente, esta estética es una crisis de estilo,
supone el imperio de la ficción. Quizás este no-estilo
histórico esté aún imponiendo su eco tal y como es-
tableció Sarduy, y haya mutado desde el ámbito artís-
45
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
2
tico a la experiencia social o cotidiana de lo que en la WATZLAWICK P., KRIEG, P.
(comps.), El ojo del observador.
actualidad podríamos entender como nuestra propia Contribuciones al constructivismo,
realidad empírica. Y es que nunca como hoy esta rea- Gedisa, Barcelona, 1994, p. 127.
46
Murillo y lo contemporáneo
4
BYUNG-CHUL, H., La sociedad claridad “La sociedad de la transparencia es un in-
de la transparencia, Herder, Barce-
lona, 2013, p. 12. fierno de lo igual”4. El reino de lo artificial, nuestra
5
existencia que sólo se justifica ante la representación
HAUSER, A., Historia social de
la literatura y el arte, volumen 2, (pública, hacia los demás) supone una desaparición
Guadarrama/Punto Omega, Barce- que nos convierte en pura representación.
lona, 1978, p. 102.
El Barroco supuso pues la teatralización del mun-
6
Cfr., WOLFE, T., La palabra pin- do, el triunfo del reino de lo artificial, de la fugacidad,
tada & ¿Quién teme al Bauhaus fe-
roz?, Anagrama, Barcelona, 2010. de la desaparición, de lo efímero. En él se estableció
el drama, las emociones, la exuberancia de la riqueza
7
Cfr., LUCAS, A., El trasfondo ba-
rroco de lo moderno (Estética y cri- sensual, el destello dorado -que no el oro-, el fin de la
sis de la Modernidad en la filosofía perfección, un gusto por lo lúdico y la falsedad que
de Walter Benjamin), Cuadernos
de la Uned, Universidad Nacional no supuso más que una cosificación de la condición
de Educación a Distancia, Madrid, humana. “Todo arte Barroco está lleno de estremeci-
1992, p. 19, donde el autor remite
al texto de Benjamin “El significa-
miento, del eco de los espacios infinitos y de la co-
do del lenguaje en el drama y en rrelación de todo el ser. La obra de arte pasa a ser
la tragedia”.
en su totalidad, como organismo unitario y vivificado
en todas sus partes, símbolo del Universo”5. La sen-
sualidad de lo comprensible, la accesibilidad del car-
tón piedra que, sin embargo, supusieron un ataque
radical a la experiencia real aceptando su carácter
ruinoso de un arte terriblemente narrativo, ese tipo
de narración que invadió la plástica cuyo fenómeno
explicó tan bien Tom Wolfe en su ensayo La pala-
bra pintada6. Esta pura representación supone una
saturación visual que, tal y como defiende Lucas, es-
tablece que “su visión alegórica de la realidad insiste
en la representación de la idea del mundo como un
‘petrificado paisaje primordial’”7.
Uno
Murillo como artista
Este es el singular contexto histórico, la experien-
cia exagerada de lo actual, desde el que revisamos la
figura y obra de un autor tan poliédrico como fue
Murillo, activo en una época histórica –entre 1600 y
1750- cuando convivieron en nuestra cultura Natura-
lismo, Clasicismo y Barroco como líneas generales de
creación.
47
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
8
El artista es una de las figuras a quien le debe- La copla es definida por la Real
Academia de la Lengua Española
mos en 1660 la fundación de la Academia de Dibujo como “composición poética que
de Sevilla, origen directo y emocional de nuestra Fa- consta solo de una cuarteta de ro-
mance, de una seguidilla, de una
cultad de Bellas Artes cuyo cuerpo docente se reúne redondilla o de otras combinacio-
ahora, cuatrocientos años después de su nacimien- nes breves, y por lo común sirve
de letra en las canciones popu-
to, para homenajear la labor de este autor. Desde la lares”. La presencia de Murillo es
más variada heterogeneidad contemporánea y liber- significativa en la letra de la copla
“Triniá”, escrita por el compositor
tad creativa, formal o artística, el profesorado de la Rafael de León y Arias de Saavedra
Universidad de Sevilla que transita hoy entre la do- (1908-1982) que cuenta la historia
de amor de un joven pintor que
cencia, la investigación y la creación actual propone al visitar el Museo de Bellas Artes
una exposición colectiva que recupera el débito del de Sevilla a diario para “copiar las
maravillas de Murillo” queda pren-
legado del artista sevillano. Todo ello, sin olvidar un dado de una muchacha, cuya ima-
referente para nosotros, la muestra que tuvo lugar gen se le antojaba al joven “como
si fuera la Inmaculada”. La obra de
como Homenaje a Murillo en el tricentenario de su Murillo aparece aquí popularmen-
muerte, celebrado por nuestro profesorado en 1982, te como ideal inalcanzable de be-
lleza y pureza idealizada.
por lo que esta muestra no deja de ser también un
recuerdo para aquellos artistas que formaban parte 9
GARCÍA, Mª d. Santos, La fortuna
de Murillo (1682-1900), Diputación
de la plantilla docente en aquellos años, algunos de Provincial de Sevilla, Sevilla, 1989.
ellos aún activos en nuestro centro. La autora analiza de un modo ex-
celente los vaivenes y la trayecto-
El primer aspecto que no podríamos ignorar con ria histórica de la fama de Muri-
respecto a su figura es que pocos han sido los autores llo como artista, tanto en Europa
como en su país.
tan tergiversados por el éxito popular como el artis-
ta sevillano, que pasó de la élite creativa europea a 10
GARCÍA, Mª d. Santos, Op. Cit.,
p. 216.
las latas de dulce de membrillo, sufriendo un juicio
popular ausente de piedad que no hizo justicia a su
intensidad creativa. Evidentemente, Murillo desarro-
lló una numerosa producción artística de temática
religiosa que tuvo un gran calado en el imaginario
social, pero su trascendencia artística va más allá del
ámbito sacro. Se conoce que el artista fue muy reco-
nocido en su ciudad natal8 por su carácter piadoso y
por sus profundas convicciones católicas; de hecho,
en ocasiones su leyenda le lleva a ser idealizado en lo
que García Felguera9 denominó como una especie de
“Superman cristiano”10.
Al margen de la rica producción sacra, Murillo
desarrolló diversos géneros clásicos y encontró en
otros temas nuevos esos valores ideales positivos que
48
Murillo y lo contemporáneo
11
BROWN, J., Murillo and his Draw- le conmovían sus principios religiosos. Por ejemplo,
ings, Princeton University Press,
Princeton, 1976, p. 37: “Murillo’s el artista desarrolló una producción singular en re-
universe is uncomplicated by dra- trato, al igual que exploró la temática mitológica con
ma, heroics, pain or suffering. The
result is an art of deliberate super- alegorías como la de las cuatro estaciones, donde los
ficiality”. Catálogo de exposición protagonistas de la iconografía son muchachos jóve-
celebrada en The Art Museum de
la Princeton University, del 12 de nes, algo mayores y más idealizados que los niños
diciembre de 1976 al 30 de enero de las escenas callejeras, unas alegorías paganas con
de 1977.
cierta intención moralizante. No obstante, el ámbi-
12
Esta idea comenzó a modificar- to de la infancia cotidiana sería, quizás, una de las
se con lecturas de textos como el
de Gayo Plinio Segundo (Plinio el aportaciones más originales del artista, al desarrollar
viejo 23-79) en su Historia Natu- una temática que le proporcionaría impacto interna-
ral o de Francisco Pacheco (1564-
1644) Arte de la Pintura (1649) cional en Europa. En realidad, parece que en la obra
cuando menciona que los clásicos concreta de personajes infantiles de Murillo se da un
griegos como Dionysius copiaban
cosas cotidianas, como Zeuxis o
trasvase de significados, donde la producción de la
Parrhasius. Así, se dieron autores esfera infantil sacra está dotada de un ligero toque
plásticos que trataron la temática
de género, cercanos a Murillo en el
‘humano’ que acerca al Santo Infante a la conciencia
tiempo como Michelangelo Merisi de los fieles. Por el contrario, en las escenas de géne-
de Caravaggio (1571-1610), Bern-
hardt Keil (1624-1687), Antonio
ro infantiles paganas se adivina cierto candor propio
del Castillo (1616-1668). Posterior- del piadoso ideal religioso, lo que provoca personajes
mente, su seguidor Pedro Núñez
de Villavicencio (alrededor de
amables y encantadores a pesar de su baja condición
1635-1695). social –lo que convertiría a Murillo en un cronista
idealizador de su época, no en un narrador objetivo
de un realismo social crudo que mira la miseria real
infantil en aquella época de epidemias... -. De hecho,
esta dulcificación ha sido acusada de “superficiali-
dad”11, ajena a la realidad de la tragedia.
Posiblemente, su simpatía con estos personajes,
sea debido a varias circunstancias. Así, podría deber-
se a una condición personal de su propio carácter pia-
doso o a su condición de padre de familia numero-
sa. Igualmente, por una cuestión profesional podría
responder a una tendencia de temática más popular
que ya había iniciado el también sevillano Velázquez,
asistiendo a una corriente renovada de reivindica-
ción de temas cotidianos12 en las artes. No olvide-
mos el interés expreso de particulares comerciantes
europeos, como Nicolás Omazur, que estimularon al
pintor en estos temas; influencia evidente por estar
49
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
13
la ciudad de Sevilla, como centro comercial, muy en GARCÍA, Mª d. Santos, Op. Cit.,
pp. 36-37.
contacto con otras regiones del norte de Europa (es-
pecialmente en los Países Bajos) con otros gustos ar- 14
Aunque el concepto de mímesis
no es unívoco, tanto Platón como
tísticos. García Felguera13 indica que este entusiasmo Aristóteles, seguidos por muchos
de la clientela europea por la obra de género infantil autores en la antigüedad, conec-
taron este concepto con el arte,
pagano de Murillo se observa en dos hechos: uno, reconociéndole a éste la función
que el artista sea citado en lengua inglesa por prime- de la imitación (mímesis), repre-
sentación o figuración. En rasgos
ra vez (por John Evelyn el 21 de junio de 1696) y dos, generales, se puede decir que cuan-
que se le atribuyese al artista el retrato más antiguo do Platón habla de un pintor que
imita, quiere decir que este pintor
de un inglés realizado por un español. pinta un cuadro figurativo que re-
Sin duda, su valioso grupo de pintura infantil pa- presenta el objeto real que pinta;
el pintor ofrece la apariencia sen-
gana, aunque no es excesivamente numeroso, sí es sible del objeto. Mientras que Aris-
muy significativo por su importancia debido a que tóteles cuando dice que un poeta
o dramaturgo imita algo, considera
es precisamente esta pintura de género de Murillo que presenta una ficción con el as-
la que le aporta un toque de modernidad a su obra: pecto que tendría si fuera real.
al retratar lo cotidiano -un tema tan presente incluso
en el arte contemporáneo- dota a su producción de
actualidad e intemporalidad artística. Esta elección
de la niñez profana es especialmente significativa si
tenemos en cuenta la temática dominante religiosa
de un momento en el que el arte de su país estaba al
servicio de la difusión de un rotundo dogma religioso
y los temas ajenos a la Iglesia Católica eran conside-
rados menores –y en ocasiones apenas tratados-. De
este modo, las escenas de género, en todas sus varian-
tes (paisajes, bodegones, escenas costumbristas) eran
consideradas imágenes más vulgares por ser meras
copias mundanas14 por lo que se asociaban a un rol
secundario, evidentemente inferior a la grandiosidad
moral innata de los temas sacros.
Señalemos que es evidente que para Murillo este
grupo de escenas infantiles, no sacras, representaban
su ideal emocional con respecto a los personajes,
evitando así una fría descripción del tema, transmi-
tiendo cercanía, respeto y simpatía. Esta recreación
optimista de la despreocupación ingenua propia de
la infancia le lleva a representar, en algunos de sus
cuadros de niños, una de las expresiones humanas
50
Murillo y lo contemporáneo
15
Cfr., VALDIVIESO, E., Murillo. menos captadas en pintura por su evidente dificul-
Sombras de la tierra, luces del cie-
lo, Editorial Sílex, Madrid, 1991, p. tad plástica y psicológica: la risa15. De este modo la
228. alegría, en general, es compañera habitual de estos
16
Especialmente presente en niños protagonistas de su pintura de género. Encon-
Einladung zum Argolla-Spiel (El tramos varios ejemplos en la obra pictórica de Mu-
juego de la argolla, alrededor de
1670) en The Trustees of Dulwich rillo en los que el protagonista está riendo: Mucha-
Picture Gallery que representa cho riendo (alrededor de 1670) actualmente en The
una suave tentación infantil: el
dilema moralizante entre el deber National Gallery de Londres; El joven gallero (alrede-
representado por el niño que dor 1655-1660) en colección privada de Madrid; el
está de pie con un cántaro y el
disfrute personal del niño que está muchacho de Vieja comiendo gachas con un niño y
en el suelo jugando y propone la un perro (1650-1660) en München, en la Sammlung
invitación.
Carstanjen; Muchacho con perro (alrededor de 1650-
1655) en Staatliche Eremitage, St. Petersburg; el niño
que está en el suelo de la obra El juego de la argo-
lla (alrededor de 1670) en The Trustees of Dulwich
Picture Gallery. También tenemos alguna protagonis-
ta femenina, como La gallega de la moneda (1645-
1650) ubicado en el Museo de El Prado de Madrid o
La vendedora de frutas (1650-1660) con una sonrisa
más prudente. En este sentido, quizás tan sólo podría
ser una excepción una de sus creaciones genuinas
más antiguas que representa esta temática exclusiva
infantil Niño espulgándose (alrededor de 1648) que
actualmente se conserva en el Musée du Louvre, una
pieza maestra cuyo protagonista parece envuelto en
cierto halo melancólico de miseria cotidiana.
Otra de las peculiaridades de la obra de género
infantil profano de Murillo con respecto a las repre-
sentaciones infantiles sacras generales es conceptual.
En las imágenes religiosas del Niño Jesús, raramente
la figura está ocupando una autonomía independien-
te en el contenido, más bien suele formar parte de
una narración superior. Sin embargo, en la mayoría
de estas escenas de género de Murillo la infancia y su
medio propio son protagonistas exclusivos, les acom-
paña tan sólo el juego16, la naturaleza o las risas. En
la mayoría de las ocasiones están retratados solos, sin
presencia adulta –Niño espulgándose, Niños comien-
51
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
17
do melón y uvas (alrededor de 1650), entre otros-, no SHKLOVSKI, V., Zoo o cartas de
no amor, Ático de los libros, Barce-
suelen aparecer los padres, en todo caso personajes lona, 2010, p. 94.
de edad avanzada que les acompañan, pero que no
representan la autoridad ni el vínculo de la familia,
como ocurre en Cuatro figuras en un escalón (alrede-
dor de 1655-1660). Igualmente los niños ocupan es-
pacios que son propios de la infancia callejera, ajena
al espacio doméstico, lugares casi exclusivos de una
infancia modesta: esquinas, ruinas, calles, siempre
acogedoras y sin intenciones hostiles.
A propósito de esta contradicción entre la risa, el
juego y la miseria señalaba Shklovski que “las pin-
turas nacen como los niños. Se conciben de manera
alegre, alegre y desvergonzada. Después llegan con
sufrimiento, el parto es doloroso, y viven amarga-
mente por el resto de sus días”17. Posiblemente, la
obra global de Murillo haya sufrido como pocas ese
‘resto de sus días’. No obstante, su pintura de género
y su producción sacra estuvieron inmersas en esa es-
tética Barroca cuya potencia actual mencionamos al
principio de este texto. La mirada de Murillo, hoy, se-
ría contemporánea. De hecho, podríamos afirmar que
el maestro es contemporáneo y sus planteamientos
creativos responden tanto a cuestiones sacras como
paganas, a inquietudes creativas llenas de libertad
como a principios clásicos compositivos más cerca-
nos a la academia, con un lenguaje plástico que fue
ganando gracia, ritmo, soltura y luminosidad con los
años. Su legado y el de su época continúan inquie-
tando a los autores más dispares en la actualidad,
suponiendo un motor de creación en la contempo-
raneidad.
Dos
El juego del Neobarroco. Las
inquietudes del maestro Murillo en la
creación actual
Señalaba Eugenio D’Ors, en su célebre texto Lo
52
Murillo y lo contemporáneo
18
D’ORS, E., Op. Cit., p. 33. Barroco que este es un estilo de cultura, que renace,
19
CALABRESE, O., La era neoba- que inspira –incluso- sin copiarse servilmente. Por
rroca, Cátedra, Madrid, 1999, p. 12. ello, no extrañaría que ese nuevo término al que se
recurre, conocido como ‘Neobarroco’ desde que en
1972 Severo Sarduy lo estableciera, esté presente en
el lenguaje estético a finales del siglo XX y principios
del XXI. Murillo y su época continúan en la posmo-
dernidad o híper-modernidad más reciente. Los telo-
nes o el trampantojo son nómadas y se han instala-
do –principalmente- en las pantallas. El no-estilo de
lo feo, de lo excesivo, frívolo, dionisíaco o extraño se
ha convertido en una categoría: “Siempre que encon-
tramos reunidas en un solo gesto varias intenciones
contradictorias, el resultado estilístico pertenece a la
categoría del Barroco. El espíritu barroco, para decir-
lo vulgarmente y de una vez, no sabe lo que quiere”18.
Toda una declaración de intenciones que no podría
sintetizar mejor nuestra propia época, un eslogan
ideal para resumir el fascinante estado del arte con-
temporáneo global.
La lista de autores actuales que tratarían aspectos
estéticos o conceptuales insertados en la esencia del
Barroco histórico, que estarían dentro de ese plantea-
miento conocido como Neobarroco de la que Cala-
brese establece toda una era temporal, resultaría in-
terminable. El teórico lo plantea como una categoría
espiritual o estética que se contrapone al ideal clásico
en las artes, más allá del periodo histórico; sería una
constante que reaparece, defendiendo al igual que
D’Ors, que esta manifestación barroca es meta-histó-
rica. Un aire de tiempo que supone “la pérdida de
la integridad, de la globalidad, de la sistematización
ordenada a cambio de la inestabilidad, de la polidi-
mensionalidad, de la mutabilidad”19.
Para percibir la fuerza de este fenómeno artístico
no tendríamos más que pensar en la unidad neoba-
rroca que supondrían numerosas performances que
se celebran hoy en día, los nuevos altares o retablos
53
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
20
que pueden representar un gran número de las ins- Cfr., LÓPEZ, F., El paisaje virtual.
El cine de Hollywood y el neobarro-
talaciones que se exponen o bien mencionar que co digital, Biblioteca Nueva, Ma-
este planteamiento está vigente también en la crea- drid, 2004.
54
Murillo y lo contemporáneo
55
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
23
reales en formol, enteros o por piezas, manipulados CALABRESE, O., Op. Cit., pp. 66-
67.
e incluso algo travestidos con oro como ocurre con
el carnero. Ni que el acto de la adoración al niño esté
representado con los elementos propios de una sala
hospitalaria protagonizada por una incubadora. Su
discurso es religioso, su época de creación es la actual
y los productos utilizados son sanitarios o biológicos.
Calabrese explica a la perfección la necesidad del
arte actual de cuestionarlo todo, de experimentar el
exceso incluso en las temáticas más intocables his-
tóricamente como han sido las cuestiones sacras que
Murillo trató con tanta delicadeza: “Épocas o zonas
de la cultura en las que prevalece el gusto de estable-
cer normas ‘perimetrales’ y otras en las que el placer
o la necesidad es la de ensayar o romper las existen-
tes. Justamente: la de tender al límite y experimentar
el exceso. Al segundo tipo pertenece evidentemente
la era (o el carácter cultural) que hemos denominado
‘neobarroco’”23.
En cierto modo, la divinidad sigue siendo un espa-
cio de creación y reflexión, nada inocuo. No tendría-
mos más que recordar cómo el artista actual puede
pasar de ser un transmisor de la doctrina religiosa, de
recrear los temas marianos desde el planteamiento
de la fe como hizo Murillo hace cuatrocientos años
a, en algunas ocasiones, invadir la propia iconogra-
fía sacra. Así, por ejemplo, la autora francesa Orlan
(1947) ha ocupado un rol mariano en diversas crea-
ciones plásticas a lo largo de su carrera profesional,
desde piezas como Re-incarnation of Saint Orlan
(1990) a performance como Documentary Study: le
drapé Baroque en 1979. Unas visiones alegóricas con-
temporáneas que serían repetidas en The Draped-the
Baroque (1983), White virgins with plastic bubbles
clouds (1983), Madonna garden (1986) o Madonna of
the garage en 1990. Una constante reseña a la con-
dición mariana. Posiblemente, las dos series del año
ochenta y tres sean estéticamente las más afines al
56
Murillo y lo contemporáneo
24
Cfr., GONZÁLEZ, A., La primave- planteamiento sacro e histórico del tema que tanto
ra avanza. Antología, “Entreacto”,
Visor Libros, Madrid, 2011, pp. exploró Murillo.
63-65. Otro de los temas que Murillo puso sobre la mesa
fue el juego como espacio en el que se inserta la in-
fancia, el único entorno comunicativo que le permite
al niño imponer sus reglas y hacer realidad su propio
imaginario. Muestra de esta inquietud temática son
las magníficas piezas Dos niños jugando a los dados
(1670-1675), Invitación al juego de la pelota en pala
(1670) o Niños jugando a los dados (1675-1680). Este
aspecto lúdico sigue vigente en la creación contem-
poránea en múltiples –y en ocasiones contradicto-
rias- manifestaciones, planteado desde el mundo in-
fantil o bien desde el juego como práctica adulta.
Así, el mencionado Koons ha proyectado en la
creación contemporánea elementos propios del jue-
go infantil, elevando algunas de estas piezas a la
categoría de iconos. Nos referimos, por ejemplo, en
su dimensión más colosal a obras como Ballon dog
(1994-2000), Play-Doh (cinco versiones únicas, 1994-
2014) o a sus conjuntos de piezas creadas en alu-
minio policromado en las que personajes infantiles
como Popeye, Piolín o Hook junto a elementos como
los flotadores acuáticos infantiles protagonizan o in-
vaden sus piezas; como plantea en Moustache (2003).
Por no ignorar un par de temas cuya idiosincrasia es-
taría en el material genético del Barroco histórico. En
general, lo carnavalesco, el juego, lo espectacular, la
ficción y lo circense invade la trama del arte actual
con tal profusión que sólo nos quedaría admirar con
éxtasis la función, como si fuéramos protagonistas de
una de las poesías de Ángel González24; admiramos y
esperamos aún conscientes del engaño. Por ejemplo,
en el caso de Koons, la apariencia más embaucado-
ra nos invade en esas piezas de falsa ligereza e ino-
cencia guiada por los elementos representados como
flotadores inflados o globos que, sin embargo, están
construidos en aluminio policromado.
57
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
58
Murillo y lo contemporáneo
59
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
25
en su categoría estética, que no histórica, podríamos D’ORS, E., Op. Cit., p. 35.
60
Murillo y lo contemporáneo
26
No olvidemos que la novela pi- forma en una singular mueca.
caresca surgió en España para re-
tratar las aventuras de unos perso- Por último, no olvidemos que estos elementos te-
najes –los “pícaros”- generalmente máticos –el juego y la risa- se dan en Murillo a través
muchachos pertenecientes a una
baja condición social pero muy de una de las referencias más interesantes que abor-
astutos, ingeniosos y que llevaban dó: la propia infancia pagana, insertada en lo cotidia-
una forma de vida aprovechada y
tramposa. Estas aventuras siempre no. Sus protagonistas, son en la mayoría de los casos
describen unos pasajes muy diver- pequeños golfillos de la calle, llenos de ternura, ino-
tidos, aunque dejan al lector cier-
to sedimento cómico-amargo, ya cencia y picaresca26. Es de recibo recordar que en su
que el ingenio que aplican es una entorno histórico se está produciendo en literatura
forma de sobrevivir a circunstan-
cias crueles que les imponen los personajes memorables27.
señores a los que sirven o su vida En la actualidad, esa infancia sigue siendo prota-
cotidiana.
gonista absoluta de una mirada artística que, en nu-
27
Pensemos en autores como Cer- merosas ocasiones, se sirve de la figura infantil para
vantes con los jóvenes protagonis-
tas de Rinconete y Cortadillo o La denunciar o criticar la violencia de sistemas políticos
vida y hechos de Estebanillo Gon- o sociales cuya agresividad se ceba con la sociedad
zález (1646). Igualmente, Aventu-
ras y vida de Guzmán de Alfara-
civil en general. Podríamos pensar en primeras fi-
che: atalaya de la vida humana guras de artistas internacionales, autores que irían
(1599 la primera parte y en 1603 la
segunda) de Mateo Alemán (1547-
desde el grafitero Banksy (1975, supuestamente) al
1614); La pícara Justina (1605) de beligerante artista chino Ai Weiwei (1957), pasando
Francisco López de Úbeda; Fran-
cisco de Quevedo Villegas (1580-
por el humor acidísimo de Maurizio Cattelan (1960)
1645) con su Historia de la vida o la crudeza de los hermanos Jake y Dinos Chapman
del Buscón llamado don Pablos,
exemplo de vagamundos y espejo
(1962/1966), entre otros muchos.
de tacaños o El Buscón (alrededor Es habitual que Banksy recurra a figuras infanti-
de 1604).
les en sus pintadas con graffiti. Niños y niñas que se
enfrentan con su inocente actitud a escenas de gue-
rra, hipocresía social o agresión económica. Sus pro-
tagonistas infantiles suelen aparecer acompañados
de figuras del ejército, sosteniendo armas, trabajando
ilegalmente, heridos por un sistema laboral infantil,
asustados, pidiendo ayuda, sin futuro, denunciando
mentiras políticas, siendo cacheados o llenos de cu-
riosidad ante el espectáculo general que contemplan.
Ellos representan en Banksy la magia, la mirada ino-
cente y pura: son las víctimas. También son niños
urbanos, callejeros que ocupan precisamente los di-
versos muros de la ciudad.
En este sentido de denuncia tendríamos que se-
ñalar la conmovedora intervención que llevó a cabo
61
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
62
Murillo y lo contemporáneo
28
Cfr., LIPOVETSKY, G., De la lige- En definitiva, podríamos afirmar que las inquie-
reza: hacia una civilización de lo
ligero, Anagrama, Barcelona, 2016. tudes artísticas o temáticas que ya estaban en la pro-
ducción profesional de Murillo siguen estando vigen-
tes en las manifestaciones que se producen dentro de
la dimensión artística actual, acercándose el maestro
sevillano a una línea de producción más profunda y
original que ha seguido vigente en la creación a lo
largo de estos siglos. Su impacto y complejidad como
artista parece ir más allá de la visión que, por lo gene-
ral, se tiene de su obra en nuestro país.
Por ello, con toda esta complejidad, controversia,
pasión y caos propios de una época evanescente y
virtual como la nuestra celebramos desde el ámbito
académico no sólo a una figura inigualable como fue
Murillo, sino en cierto modo a toda su época. No es
de extrañar que uno de los ensayos más apasionan-
tes y recientes escritos por Lipovetsky traten de la
ligereza28. En un sentido contrario a esta ligereza y a
la velocidad desmesurada que normalmente nos ocu-
pa a todos hoy, esta muestra tiene el objetivo claro
de provocar un homenaje que favorece la unión de
artistas muy dispares que compartimos las mismas
preocupaciones docentes y las mismas complejida-
des profesionales. Unidos normalmente por nuestro
alumnado, esta vez, nos une el maestro Murillo. So-
mos profesores y profesoras, pero también artistas
que desarrollan su labor desde la libertad creativa.
Así unidos, suponemos un conjunto de lo más hete-
rogéneo que mira sin complejos tanto a la creación
más clásica como a la más vanguardista, que no huye
de las fronteras. La Universidad de Sevilla, a través
de su Facultad de Bellas Artes, propone así un home-
naje irrepetible a una figura malograda en algunos
ámbitos del imaginario popular. Seguramente, Mu-
rillo estaría orgulloso de la labor de tradición e inno-
vación que a día de hoy supone nuestro centro que
ha encontrado una seña de identidad en la calidad
formal, en la exquisitez del dibujo clásico o académi-
63
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
29
co pero también en una formación más innovadora DELEUZE, G-, Op. Cit., p. 160.
64
Murillo y lo contemporáneo
Bibliografía
BROWN, J., Murillo and his Drawings, Princeton
University Press, Princeton, 1976.
65
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
66
Murillo y lo contemporáneo
Las obras
67
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
68
Las obras
69
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
70
Las obras
71
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
72
Las obras
73
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
74
Las obras
75
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
76
Las obras
77
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
78
Las obras
79
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
80
Las obras
Javier Bueno Vargas, Elena Vázquez Jiménez | Reproducción del testamento de Juan de Neve (1629) [Familia
mecenas de Murillo. Documento restaurado por alumnado del Grado en Conservación y Restauración]
32 x 23 x 1 cm | Técnica mixta
2017
81
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
82
Las obras
83
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
84
Las obras
85
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
86
Las obras
87
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
88
Las obras
89
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
90
Las obras
91
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
92
Las obras
93
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
94
Las obras
95
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
96
Las obras
97
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
98
Las obras
99
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
100
Las obras
101
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
102
Las obras
103
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
104
Las obras
105
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
106
Las obras
107
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
108
Las obras
109
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
110
Las obras
111
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
112
Las obras
113
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
114
Las obras
115
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
Santiago Navarro Pantojo ‘AAron’ | Carbón palmar. Serie Lo que sucede mientras sucede
46,8 x 39,6 cm | Impresión fotográfica sobre papel Archês Velin Museum Rag 315 gr 13
2014
116
Las obras
117
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
118
Las obras
Carlos Ortiz de Villate Astillero | Proceso interno 014 - The Long Trompet Musician Woman
100 x 100 cm (Lienzo) | Técnica mixta
2016
119
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
120
Las obras
121
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
122
Las obras
Miguel Pablo Rosado, Manuel Pedro Rosado ‘MP&MP Rosado’ | Sin título
12,5 x 33 x 50 cm | Cerámica, plástico, pasta de modelar, pintura, mimbre y caja de luz
2017
123
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
124
Las obras
125
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
126
Las obras
127
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
128
Las obras
129
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
130
Las obras
131
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
132
Los autores
134
Los autores
135
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
Carmen Andreu
Carmen Andreu es doctora concepto tan inasible como
en Bellas Artes por la Univer- la Inmaculada Concepción de
sidad de Sevilla donde traba- María. Para ello se parte de
ja como profesora titular en doce de las Inmaculadas de
el departamento de Pintura. este artista a las que se le ha
Es especialista en arte como reducido su opacidad para
instrumento de valoración crear una imagen que conden-
y sensibilización del Paisaje. se el cromatismo y la atmósfe-
Sobre este tema ha trabajado ra como símbolo esencial de
tanto desde el punto de vista la iconografía inmaculista de
artístico, con la participación Bartolomé Esteban Murillo.
en exposiciones, cursos y con-
ferencias, como mediante la
organización de numerosas
jornadas y exposiciones sobre
el tema.
12 manchas para una Inma-
12 manchas para una culada pretende continuar el
Inmaculada proceso de eliminación de lo
129 x 90 cm 12 piezas de 30 superfluo que caracterizó la
x 30 cm aportación de Murillo a la ico-
Técnica mixta sobre madera nografía de la Inmaculada. Las
2017 doce piezas que conforman
la obra generan una imagen
difusa y fragmentada para un
136
Los autores
Rocío Arregui
Osuna, Sevilla 1965. Artista como publicaciones y ponen-
visual, educadora e investiga- cias en congresos, tanto a nivel
dora. nacional como internacional.
Doctora en Bellas Artes por Los traslados del arte es en
la Universidad de Sevilla en realidad un juego de relaciones
2006 y actualmente profesora históricas: la Inmaculada de
del Departamento de Dibujo Soult vuelve a España gracias
de la misma universidad. Ha a la ocupación nazi de París,
sido profesora de Artes Plásti- custodiada por Pierre Huyghe.
cas tanto en Secundaria, como Con ella vuelven también la
en Ciencias de la Educación y Dama de Elche o los relieves
colaboradora con el Centro An- ibéricos de Osuna. Estos úl-
daluz de Arte Contemporáneo timos llegaron a París de la
y con la Editorial Anaya en la mano de los arqueólogos Engel
elaboración de recursos didác- y Paris, inspirando a Picasso y,
ticos. quizás, El beso de Brancusi.
Interesada en acercamiento No vuelven a la iglesia de Los
a la naturaleza y sus ciclos, a la Venerables, ni a Elche, ni a
Los traslados del arte sostenibilidad y a la responsa- Osuna… quizás aun le queden
82 x 56 cm bilidad de los actos cotidianos, algunos traslados.
Impresión digital en blanco y a través del arte y la educación,
negro sobre papel como motores de cambio so- www.rocioarregui.com
2017 cial. Ha realizado exposiciones
individuales y colectivas, así
138
Los autores
139
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
140
Los autores
Enrique Caetano
Las Palmas de Gran Canaria, mana, la práctica artística para él,
1972. Doctor en Bellas Artes por la no es otra cosa que el espacio de
Universidad de Sevilla, de la cual confluencia entre el compromiso
es profesor desde el año 2003, es- docente continuado, una eventual
tando adscrito al Dpto. de Escultu- actividad investigadora y la in-
ra e Historia de las Artes Plásticas. eludible necesidad diaria de vivir
Cuenta en su haber con varios momentos de creación, o no, en la
libros referentes a los campos de intimidad de su estudio.
la Escultura y el Dibujo, así como
capítulos y artículos en publica- [email protected]
ciones nacionales e internaciona-
les que abordan temáticas afines.
Ha realizado numerosas estancias
(Portugal, México, Reino Unido,
Italia, Burkina Faso), así como
una continuada actividad artística
profesional (fundamentalmente
gráfica y escultórica) por la que
ha obtenido diversos premios, ta-
Leonor
les como el Nacional de Dibujo de
42 x 30 x 15 cm
Guadalajara (2004).
Fundición en bronce
Ligado tanto en la enseñanza,
2014
como en su quehacer profesional a
la representación de la Figura Hu-
141
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
142
Los autores
Manuel Caro
Facultad de Bellas Artes de Se-
villa donde desempeña su labor
docente desde 1987. Ha participa-
do en numerosos certámenes de
pintura, exposiciones colectivas e
individuales. Miembro del Grupo
de Investigación HUM 841, “Ob-
servatorio del Paisaje”. Destacar
sus últimas exposiciones: 2006:
Finalista IV Edición Premio Club
del Arte Paul Ricard. Facultad de
Bellas Artes. Sevilla. 2007: “Pin-
tando desde las dos orillas”. An-
tigua Cárcel Real. Tarifa. Cádiz.
Torsión Instituto Cervantes. Tetuán. Ma-
83 x 83 cm rruecos. 2009: “ Los paisajes de la
Técnica mixta sobre madera sal”. El Parque Natural de la Bahía
2016 de Cádiz. Exposición Itinerante.
Facultad de Bellas Artes. Espacio
GB, Sede Gonzalo Bilbao. Sevilla.
Artista malagueño. Doctor en 2012: “Diálogos de piedra y agua”.
Bellas Artes por la Universidad Museo de Alcalá de Guadaíra. Se-
de Sevilla y Profesor Titular del villa. 2015: “30 años no es nada”.
Departamento de Pintura de la Reales Alcázares de Sevilla.
143
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
144
Los autores
Gema Climent
EXPOSICIÓN INDIVIDUAL Gale- Grabado Iberoamericano. Funda-
ría Infantas Madrid.-2006. Galería ción Ladrús Huelva. -2012. Exp.
Álvaro Sevilla. -2008. Museo Arte Colectiva Internacional de Graba-
Contemporáneo Castilla La Man- do 32è Mini Print. Internacional.
cha. 2010. Palacio Pimentel Valla- Cadaqués, Girona España.-2013.
dolid. 2013. Museo de Puertollano. Museo de Ciencias Valencia y
2016. Museo López de Villaseñor Claustro de San Agustín en Bogo-
C.R. 2017 Ateneo Mairena del Al- tá.-2013. Art Museum of Prahova
jarafe.2017 Museo de Osuna-2008. County Rumanía. -2013. Exp. Co-
EXPOSICIÓN COLECTIVA Museo lectiva Internacional de Grabado
di Milano Italia. -2008. National 32è Mini Print. Internacional.
Cruz Enrejada” Taiwán Museum of Fine Arts. -Galerie L’Etangd’ Art Bages, Fran-
76 x 57 cm -2008. Vancouver BC, Canadá. cia.y -Wingfield Barns, Wingfield
Fotopolímeros y collagraph -2009. Exp. Internacional itineran- (Reino Unido).-2014. Exp. Colecti-
2015 te, ROSARIO-ARGENTINA. 2009. va IV Bienal Internacional De Gra-
LADRÚS DE GRABADO IBE- bado Aguafuerte VALLADOLID.
ROAMERICANO. Huelva. -2009. -2014.Muestra Internacional iti-
Profesora Titular de Grabado, Ministerio. de la Presidencia. Ma- nerante 6º MUESTRA INTERNA-
Facultad de Bellas Artes de la Uni- drid. -2012. Museo del Grabado CIONAL, ROSARIO-ARGENTINA.
versidad de Sevilla. Contemporáneo Málaga. -2012. -2015. Exp. Colectiva Internacional
PREMIOS -2003. Primer Pre- III Bienal Internacional Palacio de de Grabado. The Iosif Iser, Art Mu-
mio Cultural Antares, de la Ciu- Pimentel. Valladolid. -2012. Exp seum of Prahova Rumanía. -2017.
dad de Sevilla Concurso de Obra Colectiva Internacional de Graba- Exp. Colectiva internacional de
-2013 Primer Premio de Pintura do “ARTE en papel Amatl Pahuat- Grabado. Museo Tachia .Taiwán.
Nacional del LXIV Salón de Arte lán. Puebla, Nuevo México- 2012.
“Ciudad de Puertollano”. -2003. Palacio los Serrano Ávila. -2012. [email protected]
Alba Cortés
Licenciada en Bellas Artes por ciones colectivas e individuales en
la Universidad de Sevilla, donde espacios como la Fundación Schlo-
también realizó el Máster en Arte: tter de Alicante, el espacio Santa
Idea y Producción y actualmente Clara de Morón de la Frontera, el
desarrolla su tesis doctoral. Traba- espacio Turina o la Facultad de
ja en esta ciudad como artista plás- Bellas Artes de Sevilla. Tiene obra
tica mientras disfruta de una beca en los fondos del Museo de Santa
PIF de investigación y docencia. Clara, en Zafra, la asociación Cul-
Ha sido finalista en premios como tural Ocio Creativo, la fundación
el XXXVIII Certamen de Artes Caixaltea o la Universidad Miguel
Plásticas Ciudad de Utrera (2017), Hernández de Elche, entre otros.
15º Crea Sevilla (2016), resultan-
do premiada en certámenes como
Alfonso Grosso (2016) o XLI Cer-
tamen Internacional de Pintura de
Paisaje Alcalá de Guadaíra (2014),
así como seleccionada en becas y
convocatorias como Arts Sevilla
Rito y ritual (2015 y 2017), ProjectARTE (2016)
130 x 97 cm o II Beca de Paisaje Altea (2016).
Óleo sobre lino También ha participado en con-
2017 gresos internacionales como ICO-
CEP en la Universidad de Oporto
(2017). Ha realizado varias exposi-
145
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
Cancerbero
40 x 40 x 155 cm
Fundición en bronce a la cera
perdida [fundición de Marcelo en
Valencina, Sevilla]
2016
146
Los autores
147
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
Fernando García-García
Carmona, 1973. Profesor del Ayuntamiento de Carmona, Dipu-
Departamento de Dibujo, Doctor tación de Segovia, la fundación Ra-
por la Universidad Hispalense, món Areces, etc., formando parte
Primer Premio Nacional de Termi- de colecciones como la de La Real
nación de Estudios, y Premio Ex- Maestranza de Caballería de Sevi-
traordinario de Doctorado. Como lla, o el Excmo. Ateneo de Sevilla
Becario FPU, inicia una actividad entre otras. Desde 2008 se ha espe-
investigadora continuada que ha cializado en la investigación plásti-
encontrado difusión a través de ca en torno a la obra de Murillo, a
publicaciones especializadas y que raíz de los proyectos de restitución
cuenta con estancias formativas en del patrimonio iconográfico de las
centros como la National Portrait Iglesias de la Santa Caridad y San-
Gallery de Londres y el Centro de ta María la Blanca de Sevilla.
Artes da UDESC de Brasil. Sus lí-
neas de investigación y creación
giran en torno a las presencias del
cuerpo en el arte contemporáneo,
el retrato como práctica recurrente
y la docencia del dibujo, así como
a la recuperación y reinterpreta-
A propósito de las academias ción del patrimonio iconográfico.
(Head 32-17) Su producción artística ha sido
150 x 100 cm galardonada por entidades como
Acuarela sobre Papel La Real Academia de Bellas Artes
2017 Santa Isabel de Hungría, Excmo.
148
Los autores
149
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
150 x 40 x 40
Hierro y bronce
150
Los autores
151
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
Paco Lara-Barranco
Torredonjimeno (Jaén), 1964. ráneo andaluz, Museo de Huelva
Exposiciones individuales (desde [Comisario: Fernando Barrionue-
2010): Estudio Líquido (2015) y vo]. Entre las Colecciones donde
Manet, gran escultor (2012) –am- figura su obra destacan: Centro
bas en la Galería Birimbao (Se- Andaluz de Arte Contemporáneo
villa). Exposiciones colectivas (Sevilla), Colección Banesto (Ma-
(selección desde 2015): 2017 Arte drid), Colección de Arte Contem-
Comestible, Galería Weber-Luth- poráneo, Diputación Provincial
gen (Sevilla); Nuevos Nómadas. (Cádiz), Colección Cajasol, (Sevi-
Arte Contemporáneo, Sala de Ex- lla), Fundación Unicaja (Málaga),
posiciones del Apeadero del Real Instituto de Estudios Giennenses
Alcázar (Sevilla) [Comisarios: Car- (Jaén) y Washington University,
men Carmona, Fernando Barrio- Olin Library Special Collections
nuevo]; 2016 Performance n. 7: (St. Louis, Missouri).
Fuera de mi mente (2016), Galería
La Silla Eléctrica (Sevilla) [Comi-
sario: Jaime Romero]: La Caverna
de Platón (Cáceres), un proyecto
de Francis Gutiérrez; 2015 “Natu-
Murillo raleza desprotegida” intervención
90 x 70 cm en el Proyecto Artierra, Valdelarco
Tinta de imprenta sobre papel (Huelva), un proyecto de Verónica
glossy Álvarez; Art to Improve, Funda-
2017 ción Valentín de Madariaga (Sevi-
lla); Territorio sur. Arte contempo-
152
Los autores
153
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
154
Los autores
155
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
156
Los autores
157
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
158
Los autores
Amalia Ortega
técnicas tradicionales y digitales. ciones sobre diferentes soportes.
Ubicándose dentro de los dis- Entre sus últimas exposiciones
cursos de género, produce una individuales se encuentran las rea-
obra crítica, irónica, sutil y poética lizadas en el Centro de las Artes
para acercarse a la identidad fe- de Sevilla (2017), el Palazzo Fer-
menina y las vidas de las mujeres. nandez de Palermo (Italia, 2016), o
Una obra que si bien se relaciona en el Centro de Iniciativas Cultu-
con la mujer en la sociedad en ge- rales de la Universidad de Sevilla
neral, así como con la construcción (2012).
del género dentro de nuestra cul-
tura, se adentra en temáticas parti- www.amaliaortega.es
Vanitas
culares y recurrentes, como son el
Videoperformance
concepto de tiempo, la soledad, el
Vídeo Digital HD, 720 x 1280 px
cuidado, la libertad, los miedos, la
Duración: 03’: 45’’
2017 belleza, lo doméstico, etc.
Su trabajo multidisciplinar
hace que se mueva entre diversos
Artista y profesora de Video- medios como la pintura, la foto-
creación e Imagen Digital en el grafía, el vídeo y la obra gráfica.
Departamento de Dibujo de la Desde 2009 ha ido introduciendo
Universidad de Sevilla. Sus prin- la videocreación en su práctica, en
cipales temas de investigación diversas configuraciones: como
son: Arte y género; Intersecciones vídeo monocanal, formando parte
imagen-texto e hibridaciones entre de instalaciones, o como proyec-
159
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
160
Los autores
Inmaculada Rodríguez-Cunill
Premio Maestranza al Mejor Ex-
pediente de su promoción y Premio
Nacional de Terminación de Estudios,
doctora en Bellas Artes con una tesis
sobre instalaciones y videoinstala-
ciones y doctora en Ciencias de la
Información con un trabajo sobre la
transgresión del cuerpo a través de
dispositivos audiovisuales. A partir
de sus intereses en el espacio, creó
el Grupo Interdisciplinar en Artes
Colectivas y Espacios Culturales, del
que fue directora entre 2005 y 2012.
Ha obtenido numerosos premios
tanto plásticos, como audiovisuales,
docentes y literarios. Ha disfrutado
de varias estancias universitarias
en el extranjero (UNAM en México,
Universidades Palestinas, Universi-
dad Nuestra Señora de la Paz, etc.).
Actualmente centra sus investigacio-
La Inmaculada de la Arquitectura nes en la potencia transformadora del
Patriarcal arte a través de estrategias activistas,
150 x 100 cm algunas de las cuales pueden verse en
Técnica mixta su blog: machacadas.blogspot.com.
2017
161
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
162
Los autores
163
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
Yolanda Spinola-Elias
Artes de Madrid, Universidad de
Yolanda Spinola-Elias es Pro- Sevilla, Fundación FEE en Nueva
fesora Titular de Universidad en York, Gruas Lozano, Fundación
la Facultad de Bellas Artes de la Cruzcampo, etc.). Asimismo, ha
Universidad de Sevilla. Su pro- sido profesora visitante en el MIT
ducción artística cuenta con más Media Lab (Cambridge, MA) e in-
de 160 exposiciones en el ámbito vestigadora y/o artista residente en
nacional e internacional (Taiwan, Le Laboratoire (París y Cambridge,
Italia, Alemania, Estados Unidos, MA), Colegio de España en París,
Rusia, Argentina, República Che- The Metropolitan Museum of New
ca, Canadá, Inglaterra, Francia, Co- York, Museum of Modern Art de
lombia, España, etc.), entre las que New York, University of Washin-
destaca su participación como ar- gton (W St.), Tamarind Institute
tista y comisaria en el proyecto CF (New Mexico) o Accademia di Be-
(The Research Pavilion) de la 57ª lle Arti di Carrara (Italia). Actual-
Bienal de Venecia (2017). Siendo mente sus intereses profesionales
galardonada en diversas ocasiones giran en torno al sistema ACTS
en ferias, festivales, certámenes y (Arte, Ciencia, Tecnología y Socie-
muestras, ésta ha sido incorporada dad) y los procesos creativos y edu-
Actos de fe a colecciones de arte en institu- cativos transdisciplinares.
Medidas variables ciones públicas y privadas (Real
Video-instalación Academia de Bellas Artes Santa
2017 Isabel de Hungría, Excmo. Ayun-
tamiento de Sevilla, Fondazione
Peano en Italia, Círculo de Bellas
164
Los autores
Marisa Vadillo
Marisa Vadillo (Córdoba, 1976), Artística Rojo (Sanxenxo, 2002).
doctora en Bellas Artes (Mención Entre sus últimas muestras indivi-
Europea, 2006) y profesora del duales se encuentran Acta est Fa-
Departamento de Dibujo de la Fa- bula (Galería Carmen del Campo,
cultad de Bellas Artes en la Univer- 2012) o Home, bumpy home (Ga-
sidad de Sevilla. Fue becaria F.P.U lerías del Cardenal Salazar, 2011).
2002/2006. Autora de la tesis doc- Igualmente, ha comisariado diver-
toral Las artistas de la Bauhaus: sos proyectos. La obra artística de
una revisión del arte y del diseño Vadillo está conservada en institu-
femenino. ciones públicas. Su investigación
Desde 1996 ha participado en teórica se centra en las artistas
más de cuarenta exposiciones que se formaron en la Bauhaus
colectivas (Honduras, Córdoba, alemana.
Sevilla, Zaragoza, Cádiz, EE.UU., Autora de dos libros: Las fotó-
Austria, Sanxenxo o Málaga) y ha grafas de la Bauhaus (2010) y Las
celebrado una docena de muestras diseñadoras de la Bauhaus: His-
individuales. Ha sido selecciona- toria de una revolución silenciosa
da en premios artísticos como (2016).
Festival Miradas (2014), VI Bie-
Azucenas o Lo que las flores no nal de Artes Plásticas Rafael Botí www.marisavadillo.es
saben (2008), el IV Certamen de Arte de [email protected]
150 x 100 cm Mujeres (IAM, 2007), Focus Aben- instagram.com/marisa_vadillo/
Óleo sobre lienzo. Instalación goa (2005), o V Concurso de Artes facebook.com/marisavadillo
2017 Plásticas para jóvenes Pepe Espaliú
(2003). Obtuvo la Beca de Creación
165
Murillo y la Facultad de Bellas Artes de Sevilla 400 años después
166
Índice de autores
páginas páginas
José Antonio Aguilar Galea 69, 135 María José González López 101, 151
Jesús Algovi González Villegas 70, 135 Patricia Hernández Rondán 102, 151
Carmen Andreu 71, 136 Miguel Ángel Jiménez Mateos 103, 152
Simón Arrebola Parras 72, 136 Paco Lara-Barranco 104, 152
Rocío Arregui 73, 137 Belén León del Río 105, 153
Raquel Barrionuevo Pérez 74, 137 Manuel Losada López 106, 153
Antonio Bautista Durán 75, 138 Manuel Fernando Mancera Martínez 107, 154
María del Mar Bernal 76, 138 Olegario Martín Sánchez 108, 154
Daniel Bilbao Peña 77, 139 Juan Manuel Martínez Perea 109, 155
Ramón Blanco-Barrera ‘233’ 78, 139 Guillermo Martínez Salazar 110, 155
Diego Blázquez Pacheco 79, 140 Marina Mercado Hervás 111, 156
Yovani Boza Moreno 80, 140 José Luis Molina González 112, 156
Javier Bueno Vargas 81, 141 Manuel Moreno Espina 113, 157
Enrique Caetano 82, 141 Áurea Muñoz del Amo 114, 157
Juan Manuel Calle González 83, 142 Andrés J. Naranjo Macías 115, 158
Mari Carmen Cano Jiménez 84, 142 Santiago Navarro Pantojo ‘AAron’ 116, 158
Juan Francisco Cárceles Pascual 85, 143 Laura Nogaledo Gómez 117, 159
Manuel Caro 86, 143 Amalia Ortega 118, 159
Mayte Carrasco Gimena 87, 144 Carlos Ortiz de Villate Astillero 119, 160
Manuel Castro Cobos 88, 144 Juan Palomo Reina 120, 160
Gema Climent 89, 145 Inmaculada Peña Cáceres 121, 161
Alba Cortés 90, 145 Inmaculada Rodríguez-Cunill 122, 161
Rita del Río Rodríguez 91, 146 Miguel Pablo Rosado ‘MP&MP Rosado’ 123, 162
Nino Gañán Medina 92, 146 Manuel Pedro Rosado ‘MP&MP Rosado’ 123, 162
Pilar García Abril 93, 147 Luz Marina Salas Acosta 124, 162
Mª José García del Moral 94, 147 Jesús Sánchez Casado 125, 163
Fernando García-García 95, 148 Paco Sánchez Concha 126, 163
José García Perera 96, 148 Isabel Sola Márquez 127, 164
Millán García Toral 97, 149 Yolanda Spinola-Elias 128, 164
Alberto Germán Franco Romero 98, 149 Carlos Spínola Romero 129, 165
Jaime Gil Arévalo 99, 150 Marisa Vadillo 130, 165
Juan José Gómez de la Torre 100, 150 Elena Vázquez Jiménez 81, 131, 166
167
Este libro se terminó de imprimir en diciembre de 2017,
aniversario del nacimiento de Murillo.
Fue diseñado con tipografía Celeste, diseñada por Christopher Burke en 1994, “[…] que celeste
suavidad y pincel dulce no le impiden el dar cuando le venía en voluntad una nota de fuerza”.
Rubén Darío