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isbn 978-607-9230-33-3
Prohibido reproducir en todo o en parte esta obra sin autorización escrita de los
propietarios de los derechos patrimoniales.
i
prólogo
José de Jesús López López . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
introducción
Jesús Bernardo Miranda Esquer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Este libro que ponemos en sus manos tiene la pretensión de ser un texto cen-
tral para discutir los nuevos temas incorporados a la gestión necesaria de la
educación en México. Las publicaciones sobre gestión en nuestro país se han
incrementado de manera considerable. Es un tema tratado con amplitud por
la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (flacso) y por el Instituto
Internacional de Planificación Educativa, dirigido por Juan Carlos Tedesco.
Aunque nunca serán demasiados, en este documento se ofrece una propues-
ta articuladora, cuya aspiración es considerar la gestión de una ciudadanía
con postura crítica, alternativa y con una visión que postula un nuevo gestor
desde la política pública; ahí el ágora es el espacio educado para plantear los
derroteros de la educación en México.
En los capítulos se combinan ejes necesarios para incorporarlos a la ge-
neración de políticas públicas y proyectos. Sus referenciales mutan y en lo
absoluto son estáticos. La mejora a las políticas públicas tendrá que llegar de
la transformación de los escenarios establecidos, considerando los cambios
desde la rigidez y verticalidad de los liderazgos y jerarquías, hasta la moderna
flexibilidad con predominio de una racionalidad limitada y la ambigüedad
organizacional.
La alternancia en la dirección del gobierno federal con el cambio en la
Presidencia de la República apuntala la necesidad de ampliar las miradas para
construir políticas educativas y de la gestión que se vuelvan en realidad públi-
cas. Estas consideraciones vuelven evidente la necesidad de que los gobier-
nos se adapten a las condiciones en que se mueven las relaciones humanas
en las organizaciones públicas y privadas, poseedoras de comportamientos
distintos de poder y el funcionamiento de roles menos definidos por la auto-
ridad rígida.
Los autores de los capítulos consideran que la verdadera reforma del pen-
samiento tiende a tocar todas las pautas para generar otras posibilidades en
el mundo de la educación asentado sobre arenas movedizas. Las nuevas gafas
para observar la provisionalidad del conocimiento es el eje conductor en cada
uno de los capítulos del presente libro. La diversidad en la óptica de cada uno
de los autores es esencial para proveer una nueva práctica de la gestión que
[9]
[13]
ese entorno cargado de colisiones constantes entre los distintos flujos de in-
formación, en donde teorías robustas caen endebles ante las velocidades que
alcanza la constante generación del conocimiento.
La escuela actual se mueve en penumbras. Esta obra, sin lugar a dudas,
nos permite arrojar luz sobre caminos poco transitados, veredas marginales,
que nos invitan a recrear una nueva cartografía de la gestión y liderazgo en
las ciudades educadoras, así como las escuelas mexicanas en este tiempo de
riesgo e incertidumbre.
Los autores relatan y discuten estos presentes paralelos que tienen presen-
cia en las ciudades, sistemas, universidades y escuelas, pero que salen del foco
de discusión académica que prevalece en los sistemas nacionales de investi-
gadores. Se constituye en un esfuerzo editorial diferente que plantea provo-
caciones intelectuales para iniciar la discusión sobre la gestión educativa de
nuestro tiempo, sin pretender agotarla en estas páginas.
Raúl Domingo Motta presenta el texto «Una aproximación a las transfor-
maciones de la ciudadanía y las ciudades como condiciones de posibilidad de
la democracia», en el cual plantea la necesidad de la transformación de los
ciudadanos y ciudades de nuestro planeta para la emergencia de una huma-
na conditio. Rastrea el origen de las ciudades y la democracia, jalando hacia
el presente, otros presentes pasados,1 remontándonos en esta búsqueda a las
polis griegas. Las triadas interactivas que han dinamizado las ciudades en los
distintos periodos de la historia de la humanidad son: espacio sagrado/segu-
ridad/espacio común, por una parte, y la integrada por densidad/diversidad/
dinamismo; la tensión se encuentra entre un arraigo fundamental y un noma-
dismo errante. Las ciudades que tenemos exhiben los siguientes problemas:
la desacralización del entorno y el crecimiento de los espacios privados, la
creciente violencia ciudadana, la guerrilla urbana y suburbana, la tecnocrati-
zación, privatización y descentralización de los asuntos públicos de las ciuda-
des, como la elección de su modo de vida, de organización. Ciudadanos con
credencial de elector, pero menores de edad para sostener la democracia como
una forma permanente de vida.
La humana conditio, entendida como el condicionamiento sobre las con-
diciones de vida del género humano, plantea desafíos en la gestión de conoci-
mientos. Algunos de los que recupera el autor son: la regulación del internet
como recurso para liberar la innovación y que promueva la competencia
desde un planteamiento democrático, la remodelación de las ciudades para
1
En esta idea que oscila entre Saramago (2010) y Zemelman (2010): la historia –el pasado– re-
visada como el acontecer de presentes sucesivos.
Raúl D. Motta
1
Este texto de basa y amplía la conferencia magistral dictada en el Posgrado Internacional del
Bicentenario. Política Públicas. Soluciones para la Crisis de Nuestro Tiempo. Escuela de Pos-
grado Ciudad Argentina (epoca), Unidad Académica de Posgrados Internacionales de la Uni-
versidad del Salvador y Universidad Carlos iii de Madrid. Buenos Aires, 16 de junio de 2009.
Y del Programa Ágora de la Cátedra Itinerante unesco Edgar Morin (ciuem), del Instituto
Internacional para el Pensamiento Complejo (iipc) y de la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad Autónoma de Nuevo León (uanl), México.
[19]
2
Oswald Spengler, por ejemplo, representa el punto más extremo de esta idea cuando afirma
que la historia del mundo es la historia de las ciudades, porque ciudad es para Spengler sinó-
nimo de cultura (Kultur, civiltá) y es, a su vez, el factor constituyente de la civilización, sin las
cuales no hay humanos ni humanidad.
A principios del siglo xx, Hans Kelsen señaló la dificultad que en ese en-
tonces encerraban los términos «pueblo» y «voluntad popular» para referir
al sujeto colectivo de la política en general y de la democracia en particular. Al
respecto, el jurista recordaba la afirmación de Nietszche: el estado es el más
glacial de los monstruos. Miente fríamente, y de su boca sale esta falacia: Yo,
el Estado, soy el pueblo (Kelsen, 2005).
La dificultad para demarcar los atributos específicos de la ciudadanía apa-
recen en toda su dimensión, teorizados por primera vez por Aristóteles. En
efecto, el filósofo meteco tiene muy claro que la definición sobre qué es una
ciudad, qué es una constitución y qué es un ciudadano son interdependientes
y necesarias para el hábitat humano. Porque la ciudad, dice Aristóteles, «con-
siste en cierta multitud (pléthos) de ciudadanos, de manera que hemos de conside-
rar a quién se debe llamar ciudadano y qué es un ciudadano». (Política, 1261a).
También señala que si el proceso de unificación de dicha multitud avanza más
allá de cierto punto, dejaría de ser una polis, porque ésta consiste no sólo en
aquella multitud, sino en la diversidad articulada de sus componentes.
Aristóteles, con la finalidad de determinar los atributos ciudadanos, en
primer lugar rechaza uno de los criterios generalmente admitidos, como es el
caso de la residencia en un territorio, y en segundo lugar señala que es preciso
que la ciudadanía se defina por su participación en la administración de la jus-
ticia y en el gobierno. Por tanto, la discusión se desplaza del arraigo territorial
al proyecto político de una comunidad y su modelo constitutivo.
La búsqueda actual de una mayor precisión en los conceptos políticos se
encuentra asociada a las tendencias filosóficas que proponen la revisión crí-
tica de las categorías modernas del discurso político, en directa relación con
las transformaciones de las sociedades contemporáneas. En función de ello,
en este trabajo me propongo explorar las nociones de ciudadanía y de ciudad
como condiciones de posibilidad efectivas de la democracia, en el marco de
las tendencias mencionadas y que la mayoría de expertos en políticas públi-
cas presuponen, sin detenerse a reflexionar críticamente en estos asuntos.
3
Estas son las conclusiones del workshop realizado en Buenos Aires Más allá del punto de in-
flexión: desarrollo en un mundo urbano, organizado por el Instituto Mundial para la Investiga-
ción del Desarrollo Económico de la Universidad de las Naciones Unidas, junto con el Centro
de Estudios Urbanos Regionales del conicet.
La religión del arte nació, como la religión de la política, de las ruinas del cris-
tianismo. El arte heredó de la antigua religión el poder de consagrar las cosas
e infundirles una suerte de eternidad: los museos son nuestros templos y los
objetos que se exhiben en ellos están más allá de la historia. [...] En las obras
de arte modernas el sentido se disipa en la irradiación del ser. El acto de ver se
transforma en una operación intelectual que es también un rito mágico: ver es
comprender y comprender es comulgar. Al lado de la divinidad y sus creyen-
tes, los teólogos: los críticos de arte. Sus elucubraciones no son menos abstru-
sas que las de los escolásticos medievales y los doctores bizantinos, aunque
son menos rigurosas. Las cuestiones que apasionaron a Orígenes, Alberto el
Magno, Abelardo y Santo Tomás reaparecen en las disputas de nuestros críti-
cos de arte, sólo que disfrazadas y banalizadas. El parecido no se detiene ahí:
a las divinidades y a los teólogos que las explican hay que añadir los mártires.
En el siglo xx hemos visto al Estado soviético perseguir a los poetas y a los
artistas con la misma ferocidad con que los dominicanos extirparon la herejía
albigense (Paz, 1979:10).
4
A Max Weber que, junto con Nikklas Luhman y Jünger Habermas, se ha transformado en los
teóricos de culto por los tecnócratas europeos y sus émulos latinoamericanos, le debemos dos
errores que han obstruido la comprensión del tema que aquí tratamos, a saber: por un lado,
la confusión entre el demagogo griego y el caudillo carismático y, por otro, y más relacionado
con el arte y la religión, la reducción del conjunto indeterminado de los componentes que
conforman los imaginarios religiosos de las sociedades a un sistema estructurado de ideología
religiosa. Aquí es preciso recordar que la característica específica de la visión burocrática y
tecnocrática del orden social e institucional es la reducción de la imaginación y de las ponte-
cialidades del pensamiento a una de sus modalidades: la racionalidad y a ésta, a una de sus po-
sibilidades, que es la funcionalidad racionalizadora. Criticar este proceso como una operación
instrumental, o dotarlo de atributos sistémicos y cibernéticos, no implica un aporte alternativo
al problema, cuyas raíces son más profundas y salen de la órbita imaginaria de la funcionalidad,
para enraizarse en la fantástica humana y su capacidad de producir formas, simulacros y valores
a-funcionales. Para mayor profundización de la crítica a la visión de Weber sobre el mundo
griego antiguo, ver Finley (1987).
5
El caso Berlusconi y antes los de Fujimori, Menem y luego el de Sarkozy, son ejemplos de esta
estrategia del escándalo de las antiguas vanguardias artísticas, actualmente usada por los esta-
dos mayores de la propaganda y las consultoras de marketing comercial y político.
6
Para una profundización crítica del enfoque de Braudrillard, consultar Kroker (1985).
7
Utilizo Ágora con mayúscula para referirme al lugar histórico y ágora con minúscula para refe-
rirme al término que señala la dinámica colectiva de esos espacios públicos.
8
La originalidad de las creaciones griegas de la democracia y la polis es consecuencia de un
proceso imaginario que se inicia en el seno mismo de sus mitos; recuérdese que Zeus, luego de
la victoria sobre los Titanes, es amo del universo por un sorteo entre él, Hades y Poseidón e,
incluso, ninguno de los tres dioses tiene posesión exclusiva sobre la tierra. El mito de Prometeo,
Hacia el siglo viii [...] con el advenimiento de la polis todo cambia. El espacio
urbano no gravita más en torno de una ciudad real que lo domina; ahora se
centra en el ágora que, incluso más que el mercado donde se intercambian los
productos, es por excelencia el lugar por donde circula libremente la palabra
relatado por Protágoras, es otro ejemplo. Pero aquí nos interesa remarcar la importancia del rol
del imaginario griego en la consolidación de la ciudad a través del curioso vínculo entre Hestía
y Hermes. La diosa del hogar se ubica en el centro de la casa y no abandona jamás su puesto; es
un centro a partir del cual lo humano se orienta y se organiza. La caracterizan la inmutabilidad,
la permanencia y la estabilidad. Su pareja es Hermes, el único dios del Olimpo que vive entre
los mortales; es una figura compleja que representa el movimiento, el paso, el cambio de esta-
do, las transiciones, los contactos entre elementos extraños. En la casa, su lugar es el umbral,
pero también el portal de la ciudad y las fronteras entre las ciudades. Sirve de heraldo y de
mensajero. Es el dios de los ladrones y del comercio. Hestía y Hermes custodian las dos dimen-
siones extremas, a la vez complementarias del habitar humano.
9
Es por todos conocido que en Atenas y en otras ciudades griegas de la antigüedad a los ciuda-
danos que renunciaban explícitamente o implícitamente al aporte de sus ideas y críticas polí-
ticas en el ámbito público cotidiano, para reducirse a su condición privada, se los denominaba
idiótes (ignorante, idiota). Por ejemplo, Plutarco, haciendo referencia al grupo de hombres
rústicos que reunió Teseo y que se caracterizaban por no tener capacidad de convivencia ciu-
dadana, por estar refugiados en su propio temperamento (ídios), los calificó como el conjunto
de los idiotón. Plutarco, Teseo (xxiv, i).
10
También conocida como la democracia radical de Pericles.
La ciudad griega es un orden humano que tiene sus propios dioses, comparti-
dos por un lado con las otras ciudades, con las que se comunica por mediación
del sacrificio; es un espacio sobre la tierra cultivada que tiene en sus fronteras
la montaña o el desierto, donde camina el pastor y su rebaño, y donde el efebo
se entrena; es un tiempo fundado sobre la permanencia de las magistraturas
y la renovación de los magistrados; es un orden sexual que reposa en la domi-
nación política de los varones y la exclusión provisional de los jóvenes; es un
orden político en el que se inserta más o menos fácilmente el orden familiar;
es un orden griego que excluye a los bárbaros y limita la presencia de los ex-
tranjeros, aunque sean griegos; es un orden militar donde los hoplitas priman
sobre los arqueros, sobre las tropas ligeras e incluso sobre la caballería; es un
orden social basado en la explotación de los esclavos y la marginación del
artesanado, si bien no siempre de los artesanos ( 2004:54).
11
Para profundizar sobre estos asuntos, consultar Dahl (2008), en especial el capítulo 18.
12
Para un análisis sobre los nuevos enfoques sobre las periodizaciones históricas y la demarca-
ción de la Edad Media, consultar Le Goff (2003).
Hasta mediados del siglo xvi, palabras como artificio, artificial, ingenio,
ingeniero, mecánica, mecánico, etcétera, tenían un claro sentido negativo y se
utilizaban como sinónimo de engañoso, cosa vulgar, villano, obrero, artesano
y en general trabajo. Muy a pesar del intento del primitivo cristianismo de
dignificar el trabajo humano como realización social en su tránsito por este
mundo, el trabajo y la máquina son mal vistos, aunque encontraron su refugio
13
Para profundizar en este enfoque, consultar Attali (1982). Sobre todo, el capítulo viii. Y para
una relación con el proceso presente de transformación geopolítica, ver también Guattari
(2004).
suelo arrasado nace la nueva clase y la nueva y muy vieja dominación: es pre-
ciso, pues, abordar el problema de la dominación en sus estructuras mentales
y organizacionales. No se trata tanto de apropiarse colectivamente de los me-
dios de producción, hay que desapropiarlos colectivamente y dar autonomía
a las colectividades (Morin 1981:338).
14
Consultar, por ejemplo, a Paolo Virno y Toni Negri, quienes desarrollan distintos aspectos
de la categoría conceptual multitud, en relación con las condiciones de posibilidad de la de-
mocracia y las transformaciones de los sistemas de producción. Paolo Virno trató el tema por
primera vez en su artículo «Virtuosity and revolution: the political theory of exodus». Éste
aparece en castellano bajo formato de libro en 2003 en la editorial Traficante de Sueños, de
Madrid. También trata el asunto en sus clases dictadas en la Universidad de Calabria durante
el ciclo lectivo de 2001 y se publican en castellano con el título de Gramática de la multitud. Ver
Virno (2003).
15
El concepto liberal y moderno de ciudadanía fue creado por Marshall en 1950.
16
Para mayor profundización en el análisis sobre la emergencia de este fenómeno de los movi-
mientos y redes sociales, consultar Motta (2001).
17
¿Por qué pensarlos como opuestos complementarios y no como excluyentes? Porque, en pri-
mer lugar, uno de los términos no significa nada sin el otro y, en segundo, dentro de cada
refugio puede haber experiencias de intemperie, como es el caso del hombre de las cavernas
y su símil, la interioridad humana. A su vez, la intemperie también puede ser un refugio y una
expiación para el espíritu, porque, en definitiva, todo refugio puede convertirse en una antigua
trampa y de esa manera clausurar su devenir espiritual.
18
Citado por Laporte (1980). La distinción entre estiércol, orines y desperdicios, se conoce des-
de la antigüedad. La utilización del estiércol como abono en la agricultura es remota y a ella se
agrega la utilización de orines para teñir telas, uso medicinal y tratamientos de belleza que se
extiende en Occidente durante toda la Edad Media, pero sobre todo en la llamada baja edad
media con el protagonismo de la alquimia.
19
Aunque para muchos investigadores el hombre medieval se situaba en la relación de la aldea
con el bosque o con el desierto, sin embargo desde la antigüedad romana el campo se dividirá
entre los incultos que se denominaban rura (se refería indistintamente a bosques y praderas) y
los cultivados (agrum).
referencias
[45]
la descentralización
Antecedentes internacionales
Antecedentes en Latinoamérica
Uno de los primeros países en llevar a cabo una reforma de esta naturaleza
fue Brasil a mediados de los setenta (Sobrinho, 1978). Este país transfirió a
los municipios los recursos financieros y humanos. Una evaluación del pro-
yecto Promunicipio (Dos Santos, 1993) encontró que más de la mitad de los
recursos fueron gastados por la burocracia intermedia, lo cual resultó en el
afianzamiento del caciquismo local.
Hanson (1988) señala que cada uno de los países de la región latinoameri-
cana lleva, o ha llevado a cabo, algún tipo de reforma educativa descentraliza-
dora en los últimos años. América Latina emprendió la descentralización de
la educación básica a partir de los años setenta. Las evaluaciones iniciales de
Prawda (1993) revelaron que los resultados en Argentina, Colombia, Chile y
México, tenían resultados heterogéneos.
El autor señala que Chile y México no habían sido capaces de transferir
la carga financiera del gobierno central a los estados y municipios. Y que sólo
en Argentina la descentralización había traído reducciones presupuestales.
La situación actual es diferente. El éxito inicial de las reformas descentraliza-
doras no estuvo asociado necesariamente a las situaciones financieras de los
países. Hanson (1989) concluyó que las reformas de Colombia habían sido
más exitosas que las de Venezuela, a pesar de que este último tenía mejor
tabla 1
Modelos de descentralización educativa
Modelo Significado Países
Transferencia de autoridad a una unidad subordinada
Traspaso
para tomar decisiones, sin antes pedir permiso del Chile
(devolución)
gobierno o ministerio central
Es una forma de traspaso en la cual la responsabilidad y
Privatización los recursos se transfieren desde instituciones del sector Chile
público a instituciones del sector privado
Transfiere la autoridad de la toma de decisiones desde
las unidades jerárquicas superiores a las inferiores. Sin
Delegación China
embargo, esta autoridad puede ser retirada a discreción
de la unidad que delega
Generalmente, transfiere las tareas y el trabajo, pero no la
Desconcentración México
autoridad, a otras unidades en una organización
Fuente: Tabla elaborada por el autor, con base en Hanson, Mark (1997). La descentralización edu-
cacional: Problemas y desafíos. preal, documento 9. <http://www.thedialogue.org/publications/
preal/preal9en.html>, (16 de septiembre de 2005). Hanson (1988). «Educational decentraliza-
tion around the Pacific rim». <www1.worldbank.or/education/globaleducationreform/> (15 de
septiembre de 2005).
tabla 2
Modelos de gestión y gobierno de las escuelas
tabla 2 (continuación)
la descentralización en méxico
Antecedentes
tabla 3
Síntesis de las Políticas y Estrategias de Descentralización Educativa
y las Políticas Educativa y Políticas de Gestión (1973-2002)
Programas/ Principales políticas
Principales
Administración/ acciones y acciones de gestión
Propósitos políticas
periodo representativos escolar y estrategias o
educativas
acciones en la escuela
Luis Creación en los
Echeverría/ Desconcentración Eficiencia estados de nueve
Víctor Bravo administrativa unidades de servicios
—
Ahúja (1973) desconcentrados
José López Desconcentrar Creación de 31
Eficiencia
Portillo/ las decisiones delegaciones
Eficacia —
Fernando y trámites estatales con una
Solana (1978) administrativos estructura propia
tabla 3 (continuación)
Programas/ Principales políticas
Principales
Administración/ acciones y acciones de gestión
Propósitos políticas
periodo representativos escolar y estrategias o
educativas
acciones en la escuela
Descentralización
Miguel de para favorecer el Traspaso del
la Madrid/ sentimiento de control de recursos
Eficiencia —
Federico Reyes pertenencia y financieros a los
Heroles (1983) revaloración del estados
origen
Calidad de la
Carlos Salinas/ Federalización o
educación Acuerdo Nacional de
Manuel Bartlett descentralización
Modernización de la —
/Ernesto de la educación
Federalismo Educación Básica
Zedillo (1992) básica
educativo
Ernesto Equidad
Continuación del Carrera Magisterial
Zedillo/Miguel Proyecto escolar
anmeb pronap
Limón Calidad
Reorganización de la
estructura de la sep
Creación del
Promover el Instituto Nacional
federalismo de Evaluación
educativo Educativa
Calidad Programa de
educativa Escuelas de Calidad
Fortalecer la Integrar y
con equidad
coordinación y sistematizar
Vicente Fox/ Fortalecimiento
gestión programas
Reyes Tamez Participación de las funciones
compensatorios
de liderazgo del
Impulsar el
Rendición de director
desarrollo Incrementar el gasto
cuentas
de esquemas hasta alcanzar 8%
equitativos de del pib
financiamiento
Fomentar la
innovación e
investigación
educativa
Fuente: Elaborada propia, con base en sep (1979), Programas y Metas del Sector Educativo 1979-1982.
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(1989), Programa para la Modernización Educativa. México: Autor.
balance de la descentralización
Será difícil la autogestión escolar participativa sin que primero haya el em-
poderamiento de los grupos y partidos políticos en los niveles estatal y mu-
nicipal. Hoy día, la política nacional y de los estados se rige en gran medida
por los grupos políticos confinados a las oficinas centrales de los partidos y
las cámaras de diputados y senadores y el Ejecutivo federal. Las contrapartes
estatales y municipales tienen poco poder para decidir políticas estatales y
locales. Las pugnas partidistas sobre el rumbo de las políticas públicas dan
poco margen para que los poderes estatales y locales tomen un control razo-
nable de sus necesidades y aspiraciones. Naturalmente, si los poderes locales
no han creado espacios para discutir, más allá de sus pugnas partidistas, las
políticas públicas estatales y locales no podrán diseñar acciones que vean la
educación como una política estatal. En esa medida, la autonomía y auto-
gestión en ciertos procesos básicos de la escuela, aspectos comunes en otros
sistemas educativos descentralizados, se seguirán dando de manera limitada
en la gestión escolar.
Por otro lado, mientras que el snte siga teniendo el control nacional del
magisterio de educación básica, difícilmente podrán unirse los sistemas esta-
tal y federal de educación, unidos en el papel, pero separados por los intereses
sindicales y de los trabajadores, quienes disfrutan de condiciones de trabajos
diferentes. La postura de Miranda (2004) parece optimista. El autor conside-
ra que los procesos de globalización están debilitando y diluyendo las lógicas
y práctica corporativas en educación. El escenario más optimista y poco pro-
bable es que en el mediano plazo las pugnas internas del snte y las que tenga
con los partidos políticos y el gobierno en turno provoquen su debilitamiento
y se formen varios sindicatos independientes de maestros que terminen con
su monopolio.
Otro aspecto que limita la evolución de la descentralización es el financia-
miento de la educación (Miranda, 2004; Zorrilla, 2002). Hay iniquidad en el
gasto por alumno en primaria y superior. A pesar de que el gasto educativo,
en función del pib, es similar a los de los países de la ocde, la proporción del
gasto público destinado a la educación básica es ostensiblemente menor que
el aplicado a educación superior (Miranda, 2004). Ello refleja la iniquidad
estructural del sistema. Esta política será difícil de modificar. La presencia e
importancia estratégica de la educación superior y la gratuidad histórica del
nivel no se revertirá en el mediano o corto plazos. A pesar de ser un gasto
regresivo, se le da más a los que más tienen. El costo político de implementar
una reforma financiera es demasiado alto, como el ocurrido en la unam du-
rante la administración del rector Barnes a finales de los noventa.
México es uno de los países que destina más presupuesto a los salarios. El
97.3% del gasto público en educación va destinado a ese rubro. Otros países
Fortalecimiento de la supervisión
Los resultados no fueron tan halagüeños como se esperaba. Calvo (2002) se-
ñala las limitaciones y contradicciones del proceso. Tales resultados no son
sorprendentes. Si bien la labor supervisora es importante para el mejoramien-
to de la escuela, lo es aún más la labor del director. Desde la década de los
El Proyecto Escolar
centro escolar decida para mejorar la calidad del servicio educativo y de los
resultados de aprendizaje» (sep, 2002b). El pec es, hasta hoy, el programa de
mejora y gestión escolar más costoso y ambicioso hecho en México. El presu-
puesto del pec en 2011 fue de casi 1 400 millones de pesos (Observatorio de
Política Social y Derechos Humanos, 2011).Su presupuesto se ha mantenido
constante a los largo de la operación del programa. Es mayor que el destinado
al Fondo de Modernización de la Educación Superior (fomes) y cercano al
destinado a pronabes (1 462 millones de pesos), lo cual señala la importan-
cia estratégica de este programa.
EL pec ha sido aplicado durante once años a generaciones de escuelas;
algunas han permanecido por varias generaciones y otras pocas lo han aban-
donado. Estados como el de Quintana Roo lograron en los primeros años
de funcionamiento del programa que todas sus escuelas de educación básica
estuvieran inscritas. A diferencia del proyecto escolar, los objetivos están apo-
yados por recursos federales, con la colaboración de recursos municipales y
estatales (sep, 2005). El programa es comprensivo, ya que los recursos no sólo
se emplean para las mejoras físicas y recursos materiales de la escuela, sino
también para programas de desarrollo profesional del director y maestros,
por medio del financiamiento de programas, cursos de superación o actuali-
zación profesional y docente (sep, 2005).
Por otro lado, el programa ha sido sujetos a evaluaciones internas, de la
operación, cualitativos y externos. Es posible afirmar que hasta hoy no ha
existido un programa educativo o social más evaluado que el pec; además de
las evaluaciones cualitativas de Heurística Educativa (por ejemplo, Loera y
Cázares, 2005), el equipo del Centro de Docencia Económica (cide), encabe-
zado por Teresa Bracho, hizo siete evaluaciones externas, que correspondían
al número de años de operación del programa (por ejemplo, Bracho 2001 y
2008). Asimismo, se han aplicado al menos dos evaluaciones externas, lleva-
das a cabo por expertos internacionales (Skoufias y Shapiro, 2006; Murnane,
Willet y Cárdenas, 2006). Parece ser que, como lo señala Loera (2006), que
la evaluación no ha servido mucho para realimentar y cambiar las prácticas
educativas y mejorar la calidad. Acorde con el impacto que han tenido las
evaluaciones del pec, el gasto realizado parece excesivo. La evaluación del
proyecto y la rendición de cuentas se pudo haber hecho gastando menos, fue
un programa sobreevaluado. No obstante, las investigaciones relacionadas
con el pec realizadas por Loera y otros dieron nueva luz sobre el estado de la
gestión en la educación básica.
Los logros señalados son avalados por las evaluaciones nacionales e inter-
nacionales. De acuerdo con una evaluación rigurosa del pec a cargo de aca-
démicos de la Universidad de Harvard (Murnane, Willet y Cárdenas, 2006),
el Programa ha tenido efectos positivos en la disminución de la deserción
escolar y el incremento del desempeño académico, sobre todo en escuelas
situadas en estados con un nivel de desarrollo humano medio, y EN menor
medida en las escuelas situadas en estados con nivel de desarrollo bajo y alto.
Los resultados de la aplicación de la prueba enlace confirman, sin que se
hayan aislado las variables interventoras, que las escuelas pec tengan un des-
empeño mayor que sus contrapartes, que no están inscritas en el Programa
(sep, 2011)
Sin embargo, los resultados no son tan concluyentes como los plantea la
sep. Los estudios de Heurística Educativa (Loera, 2006) señalaban que, en
efecto, el pec ha mejorado la calidad y gestión de los centros educativos, pero
los logros son limitados. Los cambios son marginales a cinco años de operar el
Programa, debido a que las escuelas pec son tan frágiles organizacionalmente
como las que no participan en el Programa. Esa fragilidad organizacional es
sumario y conclusiones
referencias
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[71]
Volaba los encajes de su blusa ajustada. De tanto en tanto los detenía con
aquellas manos marchitas donde la edad se refugiaba. Componía las piernas
para que quedaran con un ángulo de sesenta grados. Entrelazada a la silla, en
perfecto orden, quería responder a cada pregunta sin perder la postura de su
esbeltez y el rigor de sentirse intelectual. Escudriñaba las miradas que caían
a su rostro. Sabía el suplicio, la atormentaban tanto a ella, que había escala-
do con tantos sacrificios. No, no era como las demás mujeres universitarias.
Ella tenía talento. Sabía decirles a los hombres las palabras apropiadas, llenas
de dulzura y pasión. Por eso, no escatimaban brindarle esos fragmentos de
poder. Llamada La Gran Jefa, ella, la líder, había impuesto una era de «cam-
bios». Primero, obedecer; después, acatar órdenes de los jefes. Eso sí, el con-
cepto no es el mismo; se puede ser un obediente irreverente. Para eso estaba
ella, para detectar esos momentos e implementar de inmediato estrategias,
que llamaba «la gran orden». En ella se observa lo que plantea Leyva (2011):
la horizontalidad de las amistades le permite la socialidad en el trabajo y, por
otra parte, el apego directo a la verticalidad de la norma al efecto jerárquico
impuesto por el universitario varón.
El poder desplaza líneas de los afluentes que lo nutren y reproducen, así
el control de sentimientos y pasiones son componentes indispensables que
motivan estrategias, como lo dice Fernández (1994:240):
Se acomodó de nuevo los encajes con tanta pulcritud, observó que la si-
metría de su cuerpo fuera perfecta. Asomaba en su mirada ese dejo de segu-
ridad que sólo las mujeres con poder pueden hacerlo. Sin esperar, lancé la
pregunta: ¿qué opinión tiene del liderazgo académico femenino, si de 2008
a 2011 en ciencias exactas se publicaron 22 libros y siete son de mujeres? A
nivel general, de 138, sólo 28 les corresponde a las mujeres. Un sorbo de té,
porque eso sí, café no. Busca los aromas sutiles, no los embriagadores. Unos
segundos y voltea con aire de elegancia a sus alrededor. Algo le incomoda. De
pronto, manda un saludo que me hace voltear. Es un personaje de la política
universitaria. Vuelve a su porte de dama aristocrática para expresar:
De pasos menudos y voz pausada, recorría con atrevimiento los espacios an-
tes negados a la mujer en la universidad: ser académica y estar cerca del poder
político. Sí, ella, la académica, la mujer de ciencias, la que había enfrentado
lo político, la que un día levanta su mano en el Consejo Universitario y aclara:
«y la academia, ¿cuándo?» Fue un recordatorio certero: la ciencia y la polí-
tica se vinculan en la intersección que caracteriza un proyecto universitario.
Desde ese día, aquella mujer vestida de traje sastre, austero, pero elegante,
pretendió un camino que algunos sectores formularon en el imaginario: de-
mandar el estar en el espacio universitario y darle el sentido a la presencia
femenina en un liderazgo embrionario. Este acontecimiento temporiza una
lección para la cultura universitaria y sus rasgos del poder del patriarcado en
la idea de silenciar voces femeninas. Pero es una doble lección para las mu-
jeres universitarias. Por una parte, había logrado proyectar la permisividad
de estar en el escenario y actuar con aparente libertad; por otra, conjuntaba
en ese imaginario posibilidades de sumar política y academia. En estas líneas
puede delinearse esta figura femenina y sus alcances en la cotidianidad del
vivir universitario.
Considerada una de las primeras mujeres reconocida por el Sistema Na-
cional de Investigadores (sni) en la Universidad Autónoma de Sinaloa, emer-
ge en la política universitaria con un liderazgo asignado en la multiplicidad de
competencias masculinas en el área académica. Decir «liderazgo asignado»
es considerar el atributo otorgado desde las jerarquías políticas a ese espacio
académico. Esta situación lleva consigo evitar el proceso de acceso de las mu-
jeres a puestos de primer nivel como un laberinto que en cada vuelta le espera
un abismo. Sin embargo, con su liderazgo de investigación y formada en un
gráfica 1
Cualidades de la dama científica y la compactación
del grupo político y el trabajo académico
30
25
20
15
10
5
0
Mujer Mujer Mujer Mujer Hormiga Mujer de
soldado incansable creativa de ciencias laboriosa compromiso
gráfica 2
Factores de conflictividad en la dama científica
50
40
30
20
10
0
Desorganizada Difícil Empoderada No entiende No tiene Prepotente
de tratar la política equipo
gráfica 3
Las caracterizaciones de la mujer científica y la exclusión política
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Imprudente Prepotente Indisciplinada Irrespetuosa No trabaja en equipo
en la política
gráfica 4
Rasgos determinados de la dama política
120
100
80
60
40
20
0
Sagaz Manipuladora Mentirosa Atrevida Tenebrosa Oscura Humillante
tabla 1
Caracterizaciones de la dama universitaria y la política
gráfica 5
Relación de hombres y mujeres en los puestos
de jerarquía administrativa
gráfica 6
Caracterización de las mujeres académicas en sus espacios
de poder
2.5
2
1.5
1
0.5
0
ta a
ad Arc a
ist o
rv Au va
Pl ntro esc ía
Ex ción cóm s
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et
In mu
ici
S
ió
Se
or
en
cr
ac
te
an
es
m
ve
r
fo
In
Por otra parte, el acceso a los puestos obtenidos por las mujeres académi-
cas es posible detallarlo en lo que plantea Olavarría (2011:11):
algo se ha quebrado del equilibrio anterior, donde regía un orden entre los gé-
neros por el cual las mujeres ‘naturalmente’ ocupaban un lugar postergado. Los
a medida que las mujeres van adquiriendo protagonismo como sujetos so-
ciales, se vuelven más evidentes las estrategias de discriminación. El impacto
de ciertos grados de visibilidad de ésta pone en cuestión su invisibilidad en
los cuerpos teóricos, en las metodologías de investigación y en las prácticas
institucionales correspondientes a las ciencias humanas.
Por otra parte, las nuevas condiciones que colocan las políticas neolibera-
les escriben un nuevo diagrama de transito de la mujer académica: la compe-
titividad y el factor empresarial. En este sentido, dos condiciones son propias
en este escenario: la profesionalización y la tendencia estructural jerárquica.
La conjunción de estos factores describe el panorama de acuerdo a Santama-
rina (2001:20):
conclusiones
Cada experiencia convoca a despejar esa lluvia tenue, pero constante, don-
de la subordinación y la exclusión evitan la convivencia humana y atrae con-
flictos de poder, que hacen distancia y construye territorios fragmentando el
todo del vivir humano. Por tanto, cada relato es un componente de experien-
cias que demanda interpretar para provocar cambios que alcancen acuerdos
en el fortalecimiento de las figuras de mujer y hombre, asistiendo al encuen-
tro de las diferencias que aportan, de las igualdades que entrelazan y de la
diversidad que otorga sustancia de individualidad en la colectividad.
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[97]
último se entiende como las formas de control en todos los aspectos de las
naciones menos desarrolladas.
La concepción de la educación como promotora del conocimiento, el ma-
nejo de información y, por consecuencia, el desarrollo de la sociedad, requie-
re que la educación sea de calidad, concepto confuso en sus interpretaciones
para la mayoría de los actores que intervienen en el proceso educativo. Sin
embargo, cada actor que participa reconoce la necesidad de su mejora.
En la Universidad Autónoma de Sinaloa (uas), el concepto calidad es im-
preciso, al igual que en otras instituciones, y hasta hoy no se tiene definido el
concepto. Depende de lo que se establezca por los organismos acreditadores
externos. No cuenta con una instancia que dé seguimiento a las políticas im-
plementadas para alcanzarse. Es, en este punto, donde el equipo administra-
tivo juega el papel más importante de la gestión para la búsqueda de lo que
cree que es calidad, siempre liderado por el director. El éxito de la gestión
depende fundamentalmente de las capacidades, habilidades, relaciones y vi-
sión del director.
En la uas, en el nivel superior, por la necesidad de un organismo orienta-
dor sobre la gestión y conceptualización de la calidad, se manifiestan las cua-
lidades del equipo administrativo y en especial del director. Se pone de relieve
con las brechas entre los grados de desarrollo logrados en las áreas por las
escuelas o facultades en los mismos periodos administrativos. Esto también
se traduce en imagen y percepción social hacia la institución y cada una de las
escuelas o facultades. En este contexto, la gestión escolar, ante las instancias
correspondientes, tiene una importancia fundamental en los logros o fraca-
sos de los proyectos de desarrollo que son propuestos en el plan de desarrollo
institucional y de las escuelas o facultades.
La gestión es asumida por el equipo administrativo y el director, pieza cla-
ve para este propósito. Entonces, el director debe tener características que lo
conviertan en líder, con visión de desarrollo y capaz de encabezar ante las
instancias superiores las gestiones necesarias que promuevan la unidad y me-
jora de la comunidad escolar. Por esta necesidad, el director se convierte en
gestor, desarrolla habilidades para hacer la gestión administrativa; en el mejor
de los casos, logra salir al paso cumpliendo con las demandas de la comuni-
dad escolar. Normalmente, estas gestiones son respuestas a las necesidades de
las facultades y son repetitivas convirtiéndose en rutinas, que se heredan al
próximo director.
Las gestiones, en estas condiciones, se convierten en rutinas de gestión
institucionalizadas, no formalizadas, que a juicio del director son las idóneas
y le resuelven de manera inmediata y efectiva la problemática que enfrenta en
su administración.
1
El caso de la Escuela de Ciencias Económicas y Administrativas (ecea).
El proyecto de escuela se venía gestando desde el ciclo escolar 1984-1985, tiempo en que de
manera informal iniciaron las clases de la Escuela de Contabilidad y Administración Guasave.
Esta institución operó bajo el sistema por cooperación y reconocido sus estudios por la uas,
hasta el ciclo escolar 1994-1995, ciclo en que se puso en operación el nuevo proyecto de escue-
la, planteado por la Universidad Autónoma de Sinaloa, que se denomina Escuela de Ciencias
Económicas y Administrativas de Guasave (ecea).
Este nuevo proyecto de escuela plantea la búsqueda de un modelo de organización flexible,
que promueva una autorregulación en todo su desarrollo, lo que le permitiera estar vigente y a
la vanguardia en cuanto a organización académica, administrativa e incorporación de nuevas
tecnologías. Nace ofreciendo cinco opciones profesionales, partiendo de un tronco común,
las que consisten en licenciatura de Administración de Empresas, Comercio Internacional,
Contabilidad, Administración de Recursos Humanos y Mercadotecnia, bajo currículo versátil
y flexible, incluyendo un tronco común que permite no sólo la actualización permanente de
los planes y programas de estudio, sino también regular la matrícula escolar, estimulando e in-
hibiendo algunas opciones profesionales, en función de la demanda y de las necesidades reales
de las profesiones del mercado de trabajo; es decir, una constante evaluación del currículo con
el propósito de garantizar la viabilidad de las opciones profesionales.
En el proyecto se resaltan bondades en su organización, como la reducción de costos ad-
ministrativos por la posibilidad de manejar cinco o más opciones profesionales por un solo
aparato administrativo.
2
En 1991, se publica por vez primera esta obra en el idioma inglés, bajo la dirección del los autores
originales, en forma de una compilación coordinada por Walter W. Powell y Paul J. Dimaggio,
fue hasta el año de 1999 cuando se publica con el título “El nuevo Institucionalismo en el Análisis
Organizacional” en el idioma español, traducido por Ramón Reyes Mazzoni y una introducción
de Jorge Javier Romero, estos trabajos forman parte del renacimiento que ha tenido el estudio de
las instituciones en la toma de decisiones y en el conjunto de los comportamiento sociales.
3
El modelo ecea fue una propuesta innovadora en su tiempo. Por primera vez en la universidad
se agrupan opciones profesionales novedosas, como Mercadotecnia, Comercio Internacional
y Administración de Recursos Humanos, carreras que hasta ese momento estaban reservadas a
las universidades privadas. La organización académica se concibe bajo áreas del conocimiento,
4
En la cepal ha sido un tema importante la desigualdad económica entre las naciones, y lo
explica a través de la escuela económica estructuralista cepalina, fundada e impulsada por Raúl
Presbich, donde el conocimiento es uno de los factores más importantes a considerar en el
desarrollo económico de cualquier país.
La gestión como concepto está definida por los principios básicos de las teo-
rías clásicas administrativas que se compone por las distintas etapas, que son
la planeación, organización, dirección y control. Se entiende por gestión los
pasos que se deben dar para llevar a la organización a obtener los objetivos y
misión de manera eficaz y oportuna.
Fontanova (2001), considera la gestión como la coordinación de la orga-
nización –o de una unidad dentro de ella– y la interlocución desde esa globa-
lidad articulada en el entorno (Fontanova, 2001). En otras palabras, el gestor
es el responsable de la unidad de acción de la organización o de una unidad
dentro de ella. Esto debe comprender que para ser gestor de una organización
es necesario estar dentro de ella. Pero no sólo físicamente: hay que pertene-
cer en cuerpo y alma a la organización para convertirse en gestor eficiente y
eficaz.
La gestión debe cumplir con el propósito de incentivar cambios institu-
cionales positivos en los siguientes aspectos: dirección y liderazgo, desarrollo
de procesos académicos, desempeño de los equipos de trabajo y comporta-
miento de los personajes.
En este contexto, los aspectos incluidos como elementos fundamentales
tienen su función y el primero se compone de actividades de dirección, co-
rresponsabilidad, participación y liderazgo, enfocados a establecer la misión
como parte fundamental de la institución, así como estrategias para lograr el
mejoramiento de la calidad de los equipos de trabajo y procesos educativos.
En el segundo aspecto, se exige la coexistencia de la diversidad de opiniones
en un marco de libertad, incluyendo estímulos a la innovación académica.
En el tercero, se parte de la reciprocidad en la obtención de beneficios, lo
que trae consigo la incorporación al trabajo de manera voluntaria para lograr
lo planteado por la institución.
El cuarto aspecto es la promoción de la calidad entre los actores para po-
tenciar individualidades comprometidas con el proyecto de escuela.
En consecuencia, la gestión escolar es un proceso compuesto de varias
actividades y funciones que se dan en lo laboral y administrativo. Son el pro-
pósito fundamental del administrador y deben cumplirse a cabalidad, con el
objeto de lograr el cumplimiento de los objetivos planteados para la organiza-
ción; por tanto, será el cuerpo administrativo y su líder los que se harán cargo
de que se cumplan.
En cualquier institución el cuerpo administrativo es el responsable directo
del cumplimiento de las actividades inherentes a ella. El cumplimiento de las
5
Heterónomas. En sentido pedagógico, se ha entendido como la influencia del exterior que
determina el rumbo, lo que es lo mismo que la imposición desde el exterior de una norma. Se
produce una relación de respeto unilateral del inferior hacia el superior. Lo que es de supo-
nerse que en la administración es el cumplimiento de la norma impuesta desde el exterior a
la organización, y ésta se encuentra subordinada al cumplimiento de la misma. En educación,
este término va unido a la educación dirigida en la que al alumno se le impone qué estudiar y
cómo hacerlo, así como la imposición de objetivos a conseguir en su aprendizaje; lo contrario
es la autonomía.
6
El enfoque racional. En el contexto de racionalidad, Herbert Simon (1957) sugiere que las de-
cisiones son efectuadas en forma racional acotada; es decir, las personas tratan de comportarse
lo más racionales posible dentro de las fronteras de la información limitada, restringida capa-
cidad cognitiva y a veces con objetivos en conflictos, buscando soluciones satisfactorias y no
óptimas, según los criterios de selección establecidos. Sin embargo, la organización busca un
comportamiento racional en términos de sus metas y objetivos; por tanto, ésta debe contribuir
a establecer premisas de decisión y rutinas de decisión que simplifiquen las decisiones y minimi-
cen la brecha entre la racionalidad acotada de los individuos y la racionalidad deseada en la
organización (March y Simon, 1993).
(Simon, aunque economista de formación, dedicó mucho esfuerzo al fenómeno de la toma
de decisiones con su aparato psicológico correspondiente, siendo un autor de obligada men-
ción en la psicología en los temas de procesos cognitivos y de resolución de problemas). En
<http:\\www.eumed.net/cursecon/colaboraciones/ICMESIM.htm>.
7
Cabe mencionar lo que dice Duverger en su libro Métodos de las ciencias sociales, en el cual
menciona que las ciencias sociales son una ciencia encrucijada, una ciencia síntesis y una cien-
cia residual; en ciencias sociales, los ámbitos de las disciplinas están entrelazados, ya que todas
las disciplinas tienen algo del campo político y éste, a su vez, tiene un ámbito dentro de cada
una de las disciplinas de las ciencias sociales, por lo que justifica de alguna manera que haya
gran diversidad de pensamientos.
8
El redescubrimiento de las instituciones: de la teoría organizacional a la ciencia política es un estu-
dio introductorio al libro de James G. March y Jhan Olsen: El redescubrimiento de las institucio-
nes. La base organizativa de la política; en él se hace un análisis de las propuestas que se plantean
en libro de March y Olsen.
organización de la escuela
1. En lo político
■■ Rompimiento de rutinas establecidas para la gestión
■■ Se impone el primer director mediante una elección
■■ Muchas de las contrataciones se imponen por medio de los órganos esta-
blecidos, abandonando la filosofía académica planteada originalmente
2. Administrativo
■■ De contratación de personal administrativo y docente
■■ De asignación de carga laboral
■■ De organización de la escuela
■■ Falta de personal administrativo
■■ Insuficiente gestión del responsable en turno
■■ Escasa voluntad de las autoridades institucionales
■■ Falta de gestión de los directores en turno
■■ Desconocimiento del modelo
3. Académico
■■ Escasa investigación por cuerpos académicos
■■ No hay planeación académica de los docentes para el desarrollo de sus
actividades en el aula
■■ Escasa supervisión académica por la subdirección académica y órga-
nos responsables
■■ Modelo educativo obsoleto y desfasado
■■ Escasa vinculación con los sectores productivos, social y guberna
mental
Uno de los propósitos del trabajo es conocer y poner de relieve rutas, proce-
dimientos, medios y, en suma, las rutinas que sigue el cuerpo administrativo
de la ecea en la gestión escolar orientada al logro de la escuela de calidad y,
además, que ésta sea validada por los organismos evaluadores y acreditadores
externos, atributo que sirve a la universidad para apuntalar la gestión ante la
dependencias federales.
Uno de los actores fundamentales en las escuelas de calidad son los docen-
tes, quienes deben estar comprometidos con la escuela, porque ella es reflejo
de sus profesores. Considerando lo anterior, ¿qué opinión tiene?:
Considero que una escuela de calidad se define como escuela donde se apli-
can las normas vigentes que guía, de alguna forma, el quehacer de la escuela
de calidad. Cumplir con lo que a cada quien le corresponde facilita el trabajo
y reditúa a la larga bastantes buenos resultados, pero lo más importante es
cuando se hace trabajo extracurricular, que es el plus que cada uno de noso-
tros le ponemos a nuestro trabajo (entrevista a directivo 5).
Una escuela de calidad debe de ser donde el maestro sea cumplido, dedicado,
proclive a la formación constante. Una administración eficiente en todos sus
aspectos, como contratación, planeación de cursos, selección de alumnos y
eficiente en la atención al alumno y docente. Un maestro preparado en su dis-
ciplina y alumnos participativos en todas las actividades extras de la escuela
que le proporcionan más herramientas para desarrollarse profesionalmente
(entrevista a exdirectivo 5).
receta que se debe seguir al pie de la letra, sin considerar el contexto local y la
organización institucional.
En la misma situación se tiene a la gestión institucional, que debe hacer-
se para lograr de la calidad en la escuela. De las entrevistas se concluye que
quien tiene la responsabilidad de la gestión es el director, nadie más. Esto
expresa la concepción completamente vertical de la administración, que por
mucho tiempo se ha practicado –se practica– en la universidad.
Respecto a los alumnos, están convencidos de que debe aceptarse lo que
el maestro ofrece, sin pensar que pueden participar en su formación, debido
a que no se les proporciona la información necesaria que los oriente en su
formación profesional.
Como resultado del estudio de campo, se llegó a la conclusión de que las
principales rutinas practicadas y perfectamente institucionalizadas en el que-
hacer diario de la escuela, son las siguientes.
Coerción normativa
Logros académicos
Presión política
institucionales
o personales
Mimetismo
(imitación)
Principales rutinas con mayor grado de institucionalización que se practican
en la gestión administrativa y búsqueda de la calidad en la Escuela de
Ciencias Económicas y Administrativas (ecea-Guasave)
Nuevas contrataciones,
respondiendo a negociaciones
Contratación de con los grupos políticos que
nuevos docentes participan en el sindicato y en la
X X No X
a través de la escuela, validado mediante las
Alto Alto Aplica Alto
negociación comisiones mixtas de admisión,
política adscripción y promoción,
donde están representados los
grupos políticos
Negociación de las
Negociación de programaciones con los grupos
cargas laborales y políticos, validada mediante la
X X X
horarios de trabajo, Comisión Mixta de Admisión, Bajo
Alto Alto Alto
considerando el adscripción y promoción de la
factor político escuela, los cuales participan en
la escuela
La gestión se da en función de
Gestión de las necesidades y en respuesta
infraestructura a las demandas de servicios X X
Bajo Bajo
y apoyos educativos, como servicio de Alto Alto
complementarios centros de cómputo, internet,
biblioteca, servicios escolares, y
Apoyos en la realización y
Gestión de
De gestión difusión de eventos académicos, X X
recursos Bajo Bajo
(apoyos para que responden a necesidades de Alto Alto
financieros
complementar el los alumnos
funcionamiento
de la escuela) Gestión, junto con los órganos
de cogobierno, en propuestas de
Gestión y toma de mejora académica de la escuela,
decisiones, junto que permiten la innovación
X X
con los órganos de en los servicios ofrecidos, y se Bajo Medio
Alto Alto
cogobierno de la requiere su aprobación para la
escuela puesta en marcha en la solución
de los problemas que requieren
de apoyo formal
Planeación de la matrícula
de la escuela, en función de
las demandas laborales, sin
Planeación del
considerar las demandas de
ingreso de los
los sectores productivos y X X X
alumnos que Bajo
la sociedad, lo que provoca Alto Alto Alto
responden a
resistencias al cambio, debido a
intereses laborales
la modificación de los espacios
de poder que ejercen los grupos
políticos
De
Administración La administración de la inercia,
(ejercicio del que permite contextualizar
poder en la Administración de
los intereses y grados de X
conducción de la las costumbres de Bajo Bajo Medio
compromiso de cada grupo Alto
escuela) la escuela
político en la búsqueda de
mejoras en la escuela
La administración del
Administración recurso financiero de manera
de los recursos discrecional permite al director
X
financieros de la fortalecer los espacios y grupos Medio Bajo Medio
Alto
escuela de manera políticos de su interés; además,
discrecional lograr su consolidación en la
administración de la escuela
referencias
El mundo moderno surge a partir del derrumbe de la Edad Media (hacia fi-
nales del siglo xv), instalada en la premodernidad. Con las promesas de la
Revolución Francesa (1789-1804), la modernidad se plantea como el mundo
hacia el que tenemos que emigrar como sociedad. Esas promesas fueron la
igualdad, solidaridad, justicia y libertad. La modernidad, la tierra prometida
de nuestra especie, se ha convertido en un terreno agrestre en el que es impo-
sible cultivar semilla alguna.
El ser humano en esa especie de tierra prometida y ha sido acorralado
por sí mismo: se quedó adentro. Recuperando a R. Motta (2008), nos en-
contramos en un momento de crisis paradigmática. El mundo creado en la
modernidad se esfuma: basta tocarlo para que se derrumbe como una esfinge
fabricada en ceniza. Los sistemas sociales, económicos, políticos, ideológicos
y judiciales, se difuminan ante nuestros ojos. Este mundo inventado por el gé-
nero humano se colisiona frente a nosotros, junto con el otro mundo —aquel
natural—, el cual muere rápidamente ante el cambio climático.
Si la educación es un vehículo de socialización y de preparación de los
jóvenes para asimilar la cultura del mundo adulto,1 ¿qué tan válido es enseñar
al joven o al niño la cultura de una especie en franca decadencia? ¿Qué tan
arbitrario resulta para el joven aprehender una cultura que él no entiende, pues
no representa una opción ante el mundo caótico que le tocó vivir?
1
De Durkheim a Savater se plantea esta idea: la educación como vehículo culturizante de los
miembros más jóvenes de la especie humana.
[125]
Los jóvenes, ante tanto silencio del género humano, crean mundos alter-
nativos. En esta época sobrecargada de nihilismo,2 en donde algunas de las
salidas para el joven son las pandillas, el narcotráfico o el suicidio, debemos
pensar una educación nueva, pero la escuela ante este paisaje caótico se man-
tiene absorta.
Desde esta perspectiva analítica, se reflexiona sobre la escuela sólida y el
papel del liderazgo. En esta institución, en donde el tiempo marcha lento, los
liderazgos necesarios son aquellos que permiten que siga siendo la escuela un
factor de reproducción, no de transformación. El liderazgo transaccional es la
única opción posible para administrar y gestionar desde la certidumbre.
Recuperar una triple mirada –desde la norma, los profesores y los direc-
tores– nos ayuda a reconstruir una mirada inédita, que trasciende la suma de
esas miradas desconectadas en el marco normativo institucional y los actores
dentro de la escuela sólida: esta nueva mirada nos permite imaginar una nue-
va escuela: compleja, horizontal, en red, líquida y autónoma.
2
Entendida como una posición ante la vida de desesperanza. De acuerdo con R. Motta
(2005:123), sintetiza la posición nihilista de Nietszche, en dos dimensiones: «Desde el punto
de vista negativo, el nihilismo representa la ausencia de los valores que han estado sofocando
la vida. Desde el punto de vista positivo, representa el estadío a partir del cual, una vez que el
hombre se ha desprendido de los viejos valores, está en condiciones de dar a luz unos nuevos
que abracen la vida y la realidad como un todo, sin prejuicios ni falsas creencias».
políticos, entre otras) que reproducen cierto tipo de ideología y que por su
origen actúan como un velo ante nuestros ojos, lo que Berger y Luckhmann
(2001) conciben como reificación. Los modelos de comportamiento acepta-
bles son un elemento mediante el cual se pretende solidificar al sujeto líquido
que emerge de las condiciones de precariedad de nuestra especie.
Este tiempo sólido no puede mantener sus formas por más tiempo, debido
a que «se descomponen y se derriten antes de que se cuente con el tiempo
necesario para asumirlas, y una vez asumidas, ocupa el lugar que se les ha
asignado» (Bauman, 2009:7).
La modernidad líquida surge a partir de lo que conocemos como globali-
zación, cuando las economías y las políticas nacionales ceden paso a las lógi-
cas de mercado de los países que representan las economías más poderosas.
Bauman (2009) describe el tiempo líquido como la etapa del cuestionamien-
to del sujeto sobre las estructuras, instituciones y modelos de comporta-
miento de la modernidad sólida. La información que inunda al sujeto en las
sociedades del conocimiento3 y sociedad red4 le obliga a preguntarse sobre
la pertinencia del estatismo de lo sólido. La emergencia del sujeto autónomo
visualizado por Castoriadis (2002, 2008) sucede en estos entornos inestables
del mundo líquido.
De acuerdo con Bauman (2009), la modernidad líquida observa un divor-
cio entre la política y el poder, toda vez que los gobiernos nacionales han sido
expuestos a la intemperie de la globalidad, donde las políticas territoriales su-
cumben ante el nuevo escenario que perfila la globalidad. El poder es cada vez
más difuso: explosiones estridentes de cambios políticos y sociales retumban
en las cúpulas de la modernidad, confundiendo a las instituciones que al paso
de los años se convierten en ruinas abandonadas que nadie quiere voltear a
mirar de nuevo. Ante la ineficacia de la política nacional, ante el mundo vio-
lento que siembra el miedo de la vida moderna líquida, el poder y la política
se reconocen cada vez menos.
El tiempo líquido, siguiendo la idea de Bauman (2009), se configura ante
la caída libre de los sistemas de seguridad social en el mundo, donde los su-
jetos pisan en el vacío, ante la precariedad a la que son orillados por estos
3
La unesco (2005), a partir de P. Drucker (1969) y J. Tedesco, (2000) plantea la necesidad de
hablar de la sociedad del conocimiento en plural, porque no existe una sola sociedad del cono-
cimiento, como consecuencia de las brechas tecnológicas y cognitivas entre los continentes y
países, colocándonos ante una no cotemporaneidad de lo contemporáneo (Santos, 2010).
4
M. Castells (2006) define la sociedad red como aquella que organiza sus prácticas sociales me-
diante flujos, teniendo como soporte las Tecnologías de la Información (ti). El espacio del
flujo no tiene lugar determinado, pero se agrupa en nodos y ejes.
la escuela sólida
Otro presente, dijo. Le pareció que éste
debía ser más antiguo que el anterior, en el que le
había salvado la vida al muchachito llamado Isaac,
lo que demostraba que tanto podía avanzar
como retroceder en el tiempo,
y no por voluntad propia, pues, hablando francamente,
se sentía como quien más o menos, sabe dónde está,
pero no hacia dónde se dirige
José Saramago
5
Autocreación, según Castoriadis (2008).
6
Recuperando a Castoriadis (2008), las significaciones imaginarias sociales se instituyen, vía
las instituciones, y se reproducen por los miembros de una determinada sociedad. Pero esta
reproducción no se limita a multiplicar el imaginario social; es la sociedad misma la que se
reproduce para extender en el tiempo y el espacio, el eidos.
7
Cfr. A. Leyva, R. Izaguirre y J. Miranda (2011) sobre el caso de los profesores de escuelas públi-
cas de nivel secundario en un estado del norte de México.
dirección y liderazgo
El aparato disciplinario perfecto permitiría
verlo todo permanentemente con una sola mirada
Michel Foucault
El liderazgo educativo que ocupamos debe ser aquel capaz de reconfigurar el sis-
tema vertical y cerrado, en el que se insertan nuestras escuelas en uno horizon-
tal y abierto. Más que pensar desde las jerarquías de adentro, se debe reflexionar
desde el entorno envolvente de la escuela. Mas que competir unos contra otros,
debemos iniciar procesos de colaboración entre los miembros de la comunidad
escolar. Louis y Miles (1990, citados por Fullan y Stiegelberg, 1997) plantean
tres características para describir el término liderazgo: expresión clara de una
visión, consecución de la propiedad compartida y planeación evolutiva.
Desde el planteamiento micropolítico, el liderazgo se enfrenta a dos proble-
mas: del dominio y de la integración (Ball, 1994). Sobre el dominio, el director
debe controlar al colectivo para el cumplimiento de la metas organizacionales,
así como la protección de su intereses o de la organización (Ball, 1994), pero, a
la vez, tiene que integrar a todos los elementos de la organización para generar
un trayecto institucional por el cual avanzar. Esta interpretación micropolítica
del liderazgo corresponde al liderazgo transaccional, por lo que debemos re-
flexionarla desde los otros liderazgos planteados líneas más adelante.
Con el apoyo del programa max qda vr. 10.0, se analizaron los siguientes
artefactos:
8
Consultarse en < http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/biblioteca/articulos/pdf/primaria.
pdf>.
figura 1
Palabras referentes a procesos, jerarquía y actores desde una mirada
del liderazgo transaccional presente en la normatividad oficial
Normatividad oficial
56
43
35
31
16
13 13
0
administrar vigilar, reglamento autoridad director directoras supervisor asociación
controlar
9
Sobre la alineación, Castoriadis (2008) afirma que dicho proceso es, por una parte, autonomi-
zación, y por la otra, está condicionada por las instituciones. Los directores y profesores, por
tanto, exhiben la alienación al sistema, toda vez que no reflexionan, ni cuestionan los marcos
normativos que se les imponen y que evidentemente no dan cuenta de la forma en que se
organizan el conocimiento y la información desde la sociedad red. La normatividad impuesta
no significa solamente que otros hablen por mí, sino que yo crea hablar, cuando lo cierto es que
quienes hablan son las instituciones (Zemelman, 2010).
10
Las cursivas son mías.
figura 2
Palabras referentes a procesos, jerarquía y actores, desde una mirada
del liderazgo transformacional y distributivo en la normatividad oficial
Normatividad oficial
28
22
18
9
4 4 5
2 3
1 0 0 1 1
n
po
go
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r
n
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ña
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lab
ac
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m
pa
co
pa
ac
ac
figura 3
Palabras referentes a procesos, jerarquía y actores, desde
una mirada del liderazgo transaccional presente en el discurso
de los profesores de grupo
1 1
0 0 0 0 0
administrar vigilar, reglamento autoridad director directoras supervisor asociación
controlar
figura 4
Palabras referentes a procesos, jerarquía y actores, desde
una mirada del liderazgo transformacional y distributivo presentes
en el discurso de profesores de grupo
3 1 3 1 1
0 0 0 0 0 0 0 0
n
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co
pa
ac
ac
Esta viñeta del profesor revela una función del líder (Ball, 1997); en este
caso, el director: controlar al colectivo. Se ubica al director en la figura del
liderazgo transaccional.
Referente a la motivación como proceso, el profesor 15 comenta su expe-
riencia con el director con el que trabaja: «En algunas experiencias, muy
positivo, motivando a todo el personal a realizar al máximo sus actividades
y en otras que realiza acciones muy contradictorias a lo que realmente es el
liderazgo».
El profesor entiende la motivación como aspecto inherente del liderazgo.
Comenta que la motivación es necesaria para el cumplimiento de metas al
personal docente, aunque reconoce que realiza acciones contradictorias a lo
que para él es liderazgo.
Los procesos desarrollo académico, acompañamiento, actualización, distribu-
ción y colaboración, no son reconocidos por los profesores en sus directores;
sí, en cambio, mejorar y participar (participación) son procesos que apenas y
reconocen en sus directores (3 y 1, respectivamente). Lo anterior indica que
la escuela sigue fundada en una estructura vertical-sólida, que pretende con-
trolar las iniciativas y acciones de los colectivos docentes.
Desde la categoría de jerarquía, metas no se reconoce en el discurso de
los profesores, teniendo una mención la palabra proyecto. Nuevamente, se
delinea la escuela sólida desde esa lógica cristalizada donde no exhiben las
metas organizacionales, por lo que no plantean un proyecto para involucrar
al colectivo docente.
En la categoría actores, el profesor no logra ver al colectivo, ni al equipo,
como parte importante del liderazgo de sus directores. No reconoce al colec-
tivo, ni al equipo del que forma parte como un actor estratégico en la mejora
educativa. Tenemos entonces a profesores que se desdibujan en este marco
estructural de la vida cotidiana de las escuelas, lo que los llevará a asumir po-
siciones de abandono hacia la escuela, como suelen ser el determinismo o
voluntarismo de los actores.
figura 5
Palabras referentes a procesos, jerarquía y actores, desde
una mirada del liderazgo transaccional presente en el discurso
de los directores
Directores
23
12
1
0 0 0 0
administrar vigilar, reglamento autoridad director directoras supervisor asociación
controlar
figura 6
Palabras referentes a procesos, jerarquía y actores, desde
una mirada del liderazgo transformacional y distributivo presentes
en el discurso de los directores
Directores 9
6 6
3 3
1
0 0 0 0 0 0 0 0
n
po
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n
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a
lab
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tu
m
pa
co
pa
ac
ac
Tuve muy buenos directores, pero en las cuestiones administrativas, pero nin-
gún director en la cuestión académica; como que el director separa de esa parte
para meterse en lo administrativo y se desliga de lo académico; da por hecho
que los docentes están trabajando de alguna o de otra manera, pero realmente
son pocos los que le entran a la parte académica. Tal vez sea porque no están
actualizados; a mí, como soy nuevo, me tocó entrarle a la Reforma y puedo
compartirle yo algo a ellos…
El trabajo en equipo, creo que logré muchas cosas, porque el director como líder
debe tratar de organizar las cuestiones laborales, pero todo esto también, dán-
dole la importancia a cada uno de ellos como personas y logré hacer un equipo
de trabajo en ese sentido, de que todos nos respetamos, todos tenemos algo por
11
Miranda, J. (2011) en Valdez, F. y Miranda, J. (2011) presenta un estudio que da cuenta de este
tipo de director novel de escuela pública “El directivo político académico se nutre de las ideas
de cambio de los investigadores educativos. La teoría es el mejor norte para llegar a los linde-
ros de la innovación y el cambio educativo. Este tipo ideal se gesta en las escuelas de posgrado
de instituciones reconocidas dentro del ámbito de la investigación educativa, a partir de una
experiencia particular formativa, trascendiendo la mera escolarización” (p. 43).
hacer con nuestras características y carencias, pero en ese sentido me siento sa-
tisfecho, porque sí logré unificar lo que es un equipo de trabajo, y para las cuestio-
nes o actividades sugeridas por la Secretaría o dentro de la escuela tuve mucho
apoyo por ellos; creo que ellos ya eran un equipo muy unido, porque era personal
que ya lleva ahí mucho tiempo de trabajo y todos se conocían. Entonces, eso
también puede ser un factor que me permitió formar este equipo de trabajo.
figura 7
Palabras referentes a procesos desde una triple mirada
a partir de la dimensión liderazgo transaccional
Triple mirada
normatividad Directores Profesores
56
43
31 35
23
13 12 13 16
3 6
0 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 0
administrar vigilar, reglamento autoridad director directoras supervisor asociación
controlar
figura 8
Palabras referentes a jerarquía desde una triple mirada
a partir de la dimensión liderazgo transformacional y distributivo
Triple mirada
normatividad Directores Profesores
45
28
22 18
6 6 5 9 9
1 03 0 1 0 0 0 0 0 4 30 4 0 0 20 0 03 11 0 0 13 1 1 0 0 3 0
n
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lab
tu
m
pa
a
co
pa
ac
om
la comunidad escolar. Sin embargo, la noción de líder que los profesores plan-
tean es limitante: el líder al frente de la organización, mientras que el colectivo
es el reducto de los seguidores. H. Zemelman (2010) lo plantea claro: dejar la
voz a otros, para no hablar por mí mismo. Hablar mediante el rol, para que no
hable el sujeto. Hablar desde la jerarquía, para que el profesional sea silenciado.
Los directores mencionan la palabra académico, pero ni los profesores ni la
normatividad lo consideran como un aspecto sustancial de las instituciones.
Las palabras distribuir, colaborar, mejorar y participar son mencionadas en
la normatividad. De la norma a la estructura no es posible concretar dichas
acciones. Vemos, entonces, que la norma impone un mundo simbólico que
resulta una antinomia frente al mundo objetivado que se siente en las aulas,
desde la lógica vertical de la estructura.
conclusión
Sólo quedan los muros, el alambre espinoso,
las puertas vigiladas, los guardias armados.
Son estas cosas las que definen la identidad
de los refugiados o, mejor, las que acaban
con su derecho a autodefinirse,
y aún más a autoafirmarse.
Zygmunt Bauman
referencias
[149]
organizacional de mejor impacto social. Esto nos lleva a plantear posibles vec-
tores a partir de la gestoría de las universidades y reflexionar con base en la
evaluación de la evaluación para tomar distancia y repensar fuera del orden
operativo-instrumental hegemónico. Nos convoca la novedad de pensar la
evaluación de la educación desde una perspectiva en los nuevos efectos que
hilan tendencias, por los que debiera intencionalmente pasar la gestión aca-
démica y de investigación de la universidad.
Las cancelaciones del autismo académico, la mecánica burocratizada de la
gestión universitaria compendia las estructuras definidas de alta perdurabili-
dad y con ello desarrolla esquemas organizacionales de falso debate y lejana a
los requerimientos sociales. La universidad actual configura una universidad
moral, cuyos parámetros que persiguen los actores del bien y del mal está
determinado por el cuerpo directivo en turno, no necesariamente por la ge-
neración del conocimiento articulado a la transformación social.
La universidad de nuestros tiempos en el plano hipotético conjura contra
la gestión y noción de administración tradicional. Vincula la racionalidad ins-
trumental con las distintas geografías que componen lo local. No son lugares
comunes. No es referido a los mismos espacios. Por consiguiente, tampoco
son espacios posibles de interpretar a partir de un solo diagnóstico. En este
trabajo se entiende la noción «universidad acorde a nuestros tiempos» como
recurso aglutinador de las nuevas tendencias marcadas por los escenarios
económicos, financieros, sociales, científico tecnológicos. Pasa por colocar la
crisis de comunicación productiva entre universidad y sociedad.
Los destinatarios de la actividad universitaria en México son meras formas
borrosas, ilegibles, y la universidad puede ser bastión de anonimatos acadé-
micos que paradójicamente no se confunden, porque difícilmente aparecen
como protagonistas en el discurso intelectual de nuestro tiempo. Bastidas (en
Aréchiga y Gaxiola, 2005:146), se pregunta: «¿Desarrollo científico y técni-
co para quién? El desarrollo científico y técnico siempre ha coqueteado con
nuestra existencia […] si no más bien interrogarnos sobre sus destinatarios;
sobre todo se trata de elaborar una política de Estado en ciencia y tecnolo-
gía». Por tanto, los ejes a considerar en la universidad impensada se basa en
la necesidad de diseñar, desarrollar y sostener una política de estado para la
educación superior en México. Bracamontes (2011), interpela (tal vez sin que-
rerlo) a la producción universitaria y los enroques hechos hasta hoy con la
aplicación del conocimiento generado; lo hace al dar a conocer los bajos índi-
ces registrados de la economía basada en el conocimiento.1
1
Bracamontes (2011) refiere el conocimiento aplicado al crecimiento económico.
2
No se refiere a la relación del uno con el otro, sino a enfrentarla como proceso de negación,
quizá.
3
N. Abbagnano (2007:327) ha considerado como «las cosas no confrontables por su diferencia».
4
La compleja escuela, la que visita la niñez y la juventud en nuestros tiempos, extrañamente no
ha sido caracterizada, sino descrita, por las numerosas complicaciones que sufren los modelos
tradicionales, las reformas, las orientaciones venidas verticalmente. Cuando se piensa cerrada,
la escuela-institución con caras de primaria, secundaria, bachillerato o universidad, es la más
horizontal y abierta de las instituciones por sus grandes rasgos sociales, por lo que representa
como ilusión formadora; porque comparte los acontecimientos sufridos por la comunidad:
porque es parte de ella.
5
Esto va más allá de una falsa discusión de los ochenta y noventa en México entre las ingenierías
y las ciencias sociales.
digitalización y altruismo
6
Raúl Motta abrevia el concepto y lo articula a los procesos de los entornos y a la inconsistencia
de las formas dadas para dotar de comunicación al estudiante, que se forma en los diversos
niveles y modalidades de estudio en América Latina.
datos. Los datos instalados en una lógica de una política educativa permea la
organización de los trayectos evaluativos, de la instrumentación colocada en
las esferas de lo que se pretende cerciorar, pero cuya estimación de la realidad
la construye a partir de esa política educativa orientadora, creada bajo condi-
ciones más administrativas que una búsqueda de conocimiento sobre las ies
en particular.
Entonces, la relación entre una solvencia interna de la instrumentación del
modelo tradicional de evaluación y la coherencia con la orientación y obe-
diencia a la política pública genera un mecanismo de alta confianza en los
datos que se generan, y esto puede crear expectativas falsas, sustentadas más
en los marcos hipotéticos de una realidad que se quiere, que se busca, más que
la realidad misma. Porque lo que se interpela es el modelo hipotético de la
política educativa, no al diagnóstico particular de la ies en directa relación con
el contexto histórico donde está colocada.
Los mantos de datos de las evaluaciones tradicionales positivistas suelen
ofrecer deslizamientos a-sociales, en el sentido de que implican más una in-
diferencia que un desacato al orden evaluador de la política pública previa
(anticipada). No actúan informativamente contra el modelo de educación su-
perior supraestatal, sino junto a él. Las imágenes venidas de los cercos evalua-
dores ocultan al ojo el cuerpo social de las relaciones sociales de las escuelas,
es decir, dejan caer un conglomerado de datos rígidos, cuya interpretación
de los administradores no observan las acciones precisas para impulsar las
secuencias necesarias de actividades para la mejora de las ies conectadas al
contexto.
Esta manera de trabajar los acontecimientos escolares a partir de proveer
su propia estructura interpretativa basada en las generalizaciones esconde las
imágenes, los objetos, los seres, gestos, palabras, situaciones, es decir, todos
aquellos dispositivos que son y ofrecen vida a los contextos, que dan signifi-
cado a las instituciones y a sus actores. Por tanto, el suministro de recursos
se acerca a procesos generalizados donde, al parecer, hemos metido todo al
mismo saco (política educativa orientada) y revuelto las enormes diferencias
entre las ies. Esto nos concibe ideas colocadas en otro marco, fuera de la rea-
lidad explicita en los campos de los contextos que alimentan a las ies; aquí el
modelo integral para la evaluación superior contiene su mayor diferencia al
plantear la hipótesis inversa de la evaluación.
El diagnóstico que se produce en el modelo integral de la evaluación supe-
rior permite construir los guiones fundamentales de un proyecto de políticas
públicas para el conocimiento contextual y textual de las ies en Sonora, al
hacer visibles otras herramientas de carácter cualitativo donde a partir del en-
tendimiento hace posible pensar en las nuevas oportunidades para recrear los
escenarios de dónde queremos estar desde las propias voces de los protago-
nistas. En cambio, el modelo estructurado y ciego, creado bajo la coherencia
de una política educativa venida del centro del estado y alrededor de mode-
los de evaluación tradicional en corto tiempo —ya que es necesario recor-
dar que la evaluación en México es una práctica relativamente nueva— ha
gestado una cultura de aprecio por los resultados previamente colocados en
parámetros y sitúa la actual propuesta del modelo sistémico de evaluación
en nuevos desafíos de toda índole.
Cuando escribo acerca del fin del pensamiento lineal, siempre me pregun-
tan qué otros pensamientos sustituyen a éste. Sin lugar a dudas, pensar que
un punto está conectado a otros puntos desde la mirada del hecho social, es
plantear que estamos en la era de los nodos informáticos y de la red de los
conocimientos, donde se plantean las esferas de conflictos y las nuevas coli-
siones proyectan múltiples partículas expulsadas al espacio social a partir del
cual se manifiestan en distintas dis-posiciones, desordenadas, aparentemente
desarticuladas y obsoletas. Es a partir de este escenario que conceptualmente
tendremos que acercarnos a conocer el nuevo sujeto educativo que emerge
para la norma como delirante, irreconocible, incontrolable, vacío, desintere-
sado, sin lectura, ajeno al proyecto de los adultos, menos que rebeldes y más
que irresponsables. Sin embargo, no creemos que sea de esa manera. Con-
sideramos que la ruptura de los vínculos generacionales están en la puerta
de las ies y se están fomentando y señalando que las generaciones divididas
por segmentos de población tienen intereses; nosotros creemos que unos son
reales y otros construidos por el marketing, la mayoría. Reconstruir el hecho
social como el análisis de las propias Instituciones educativas tiene las impli-
caciones de desarrollar las entidades, las teorías y las cosas que componen su
ontología; recuperarlo, considera la posibilidad de conocer cómo fue cons-
truido, al tiempo que permite aclarar el escenario escolar.
Cuando un hecho social está dispuesto, implica que tiene forma, sentido,
historia y una racionalidad para estar ahí. La academia lo puede atajar desde la
empírea y las disciplinas instituidas. Pero cuando los hechos sociales tienden
a desequilibrar las ópticas para observarlos, contemplarlos resulta inédito,
explicarlos tiene tendencia de hipótesis y atraparlos convierte en efímera y
lejana la explicación.
Esto implica considerar un plan rector pensado como un conjunto de
ideas líderes y con ello situar el modelo de anticipación que ofrezca lecturas
orientadoras a través de nuevos índices de los proceso de evaluación de las or-
ganizaciones en red; el liderazgo basado en el «saber actuar en red» asociado
a un plan rector indeterminado propio para el ajuste de lo emergente no ha
sido considerado para el desarrollo organizacional de la educación superior
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Piña Chan en Agustín y Luz Idolina Velázquez (2009:218) distinguen que parte del llamado
complejo Aztlán es constituido por «los cahítas, mayos, yaquis, guazaves, acaxees», formando
una especie de corredor geográfico. En la actualidad, es un corredor agrícola relevante por su
alta productividad.
Los informes de la unesco han trazado varias preguntas que en las institu-
ciones de las localidades y las de las entidades no han podido responder. Se
han metido a tantos escabrosos, alargados y saturados procedimientos que
la vida en las universidades parece poco productiva a favor de la innovación.
Un grupo de preguntas que se presenta en el informe de 2005 de la unesco
«Hacia las sociedades del conocimiento»: ¿se puede imaginar hoy en día una
utilización de las biotecnologías que no tenga en cuenta las condiciones cul-
turales de su aplicación? ¿Se puede concebir una ciencia que se desentienda
de la educación científica o de los conocimientos locales? ¿Se puede pensar
en una cultura que descuide la transferencia pedagógica y las nuevas formas
de conocimiento?
El Informe presentado por Etty Estévez, a partir del diagnóstico desarro-
llado del modelo de evaluación de las ies de Sonora, contiene factores que
retratan las visiones mecánicas y acríticas con lo que conducen los procesos
internos de cada una de las ies en Sonora. Hay acuerdos institucionales acer-
ca de la evaluación, pero persisten importantes diferencias en la proclividad
de lo que tienen que hacer con los resultados de las evaluaciones unas y otras
ies. Debido a la intensidad de desarrollo de las Tecnologías de la información
y la Comunicación, tendrá que existir de manera permanente un diagnóstico
acerca del estado que guardan éstas en la vida de la ies. La unesco, a través
del Informe «Hacia las sociedades del conocimiento» (2005:22), afirma que
«El ritmo constante de la innovación tecnológica obliga a efectuar actualiza-
ciones periódicas».
El impulso a un modelo de evaluación fundamentalmente cualitativo,
que a partir de las expresiones cuantitativas produce categorías para ofrecer
Cuando escribo acerca del fin del pensamiento lineal, siempre me preguntan
acerca de qué otros pensamientos sustituyen a éste. Sin lugar a dudas, pensar
que un punto está conectado a otros puntos desde la mirada del hecho social
es plantear que estamos en la era de los nodos informáticos y de la red de los
conocimientos, donde se plantean las esferas de conflictos y las nuevas coli-
siones proyectan múltiples partículas expulsadas al espacio social, a partir del
cual se manifiestan en distintas disposiciones, desordenadas, en apariencia
desarticuladas y obsoletas.
Más allá de un plan rector para la educación superior en Sonora, habrá que
pensar en un modelo, primero, evaluativo de lo que ha sido el desarrollo de la
educación superior en esa entidad. Esto implicaría mostrar con claridad qué
tipo de educación superior y de funcionarios requiere el Estado, recapitular
el pensamiento sobre la base de una visión de futuro, soportado en un diag-
nóstico y en la realidad creciente de la complejidad en tres latitudes: regional,
nacional e internacional.
Pensar en la evaluación de la evaluación tendría soporte sobre la base de la
hacer legible la gestión necesaria como parte de la ciencia social que hace po-
sible replantear el cálculo del riesgo en una sociedad soportada en ello; la sus-
tentabilidad y la sostenibilidad gesta profusamente nuevos riesgos, una como
tendencia heurística de los acontecimientos y otra como tendencia a recorrer
por la ciencia y la tecnología del Estado. En el marco de educación superior,
hay diagnósticos diversos que oscilan desde la empleabilidad, la evaluación
a las ies desde múltiples perspectivas y la configuración de un marco basado
en las veredas del dominio de la acción operativa.
Por tanto, es posible apreciar en los resultados de estudios desarrollados la
generación de brechas entre sí de las ies en México; son producto de planes
ampliamente heterogéneos, forzados muchas veces por una voluntad política
venida del escritorio o de alguna mesa de restaurante donde se acordó plan-
tear una oferta populista. Es posible apreciar una descolocación de procesos
formativos excesivamente duraderos, a pesar de su poca rentabilidad para co-
locar a los egresados en el empleo o en mejores niveles de vida.
¿Cuáles son los factores a considerar en una sociedad universitaria al-
tamente proclive a las interacciones venidas de una planificación de la alta
(1970), quien afirmaba el poder del conocimiento global como una fuerza
desconectada de intenciones políticas y económicas desiguales, dotándola de
un sentido neutral, donde lo mismo ayudará a pobres que a ricos en el desa-
rrollo social. Su hipótesis consiste en que el conocimiento es potencialmente
productor de redes, porque a partir de él se produce más y más conocimiento.
Además, es equitativo; lo mismo lo pueden tener los sectores pobres que los
ricos.
Sin embargo, uno de los factores fundamentales, asociado al aumento de
la desigualdad, es la transformación en la organización del trabajo. Por ello,
sabemos que el proceso de desarrollo del conocimiento ha implicado trans-
formar las organizaciones pasando por estructuras jerárquicas verticales a es-
tructuras horizontales, donde, en las segundas, se han diluido las relaciones
de poder con el centro, en tanto las primeras combaten en la vieja noción de
la academia enquistada. Las estructuras horizontales han desarrollado varios
efectos severos en la noción del colectivo. Por un lado, han producido el des-
vanecimiento de la inteligencia colectiva, a través de procesos de exclusión
y, por otro, han gestado procesos de segmentación en los mismos grupos
sociales.
Se navega en nuevas dimensiones inéditas y se constata a la sociedad como
parte del ritmo de los flujos de la información creada, encontrada y sostenida,
aquella que es relevante y pertinente. La ciudad del conocimiento refuerza la
configuración de entender que son hechos esencialmente sociales.
El conocimiento tendrá un lugar tangible en medio de su naturaleza intan-
gible, recuperará el urbanismo como contenedor del proyecto de organización
arquetípica de la creación, desarrollo, distribución, recepción y flujos de in-
tercambio informativo con sentido de hacer algo con el conocimiento que se
traslada a través de la arquitectura de la ciudad. Ciudad se concibe por su alto
nivel de participación de los sujetos que la integran; la concepción de quiénes
estén ahí será el principio ciudadano de mejoras para el principio y defensa de
lo humano, una forma de ser. Se pretende pensar en el futuro de la ciudadanía
y en los trazos de la ciudad que albergará a esos futuros ciudadanos.
Estadíos culturales alcanzables en la integración del conocimiento a partir
de los ejes de la universidad de nuestro tiempo:
referencias