Tema 2º Teología de La Educación
Tema 2º Teología de La Educación
Tema 2º Teología de La Educación
TEMA 2
Teología de la educación
Pedagogía y Didáctica de la Religión
Tema 2º Teología de la educación
Llamamos pedagogía divina a la manera con la que Dios ha conducido a Israel hacia
Cristo Salvador, y al modo con el que el propio Jesús vivió la voluntad del Padre y comunicó
e hizo realidad el Evangelio.
c) Pedagogía de Signos.
Por una parte, para adaptarse a la exigua capacidad de algunos, expone las cosas con sencillez
y brevedad, utilizando, sin embargo, las fórmulas concisas que convengan, susceptibles de un
desarrollo ulterior. Pero por otra parte, trata de satisfacer las exigencias de las inteligencias
más despiertas y capaces, utilizando explicaciones más profundas
Llamamos pedagogía divina a la manera con la que Dios ha conducido a Israel hacia
Cristo Salvador, y al modo con el que el propio Jesús, Hijo de Dios hecho hombre, vivió la
voluntad del Padre y comunicó e hizo realidad entre los hombre el Evangelio del Reino de
Dios.
FUNDACIÓN SAN PABLO ANDALUCIA CEU Prof. Manuel Martínez Ortega 3
Pedagogía y Didáctica de la Religión
Tema 2º Teología de la educación
Esta pedagogía divina está penetrada por la condescendencia 1 de Dios hacia los
hombres, por la que su inefable amor, santidad e infinitud ha sabido acomodarse a la
condición humilde y pecadora del hombre.
Jesucristo, como Palabra de Dios, utilizó la misma pedagogía. Jesús se acerca a las
personas en su realidad concreta, y lo hace por propia iniciativa. Las busca porque sabe que
necesitan la salvación que él puede ofrecerles. El encuentro de Jesús con Mateo, Zaqueo, la
Samaritana, la Magdalena... da pie a que éstos se sientan acogidos y perdonados por Dios.
Este tipo de relatos evangélicos son un paradigma obligado para la pedagogía educativa.
1 La expresión "condescendencia" (en griego "synkatábasis") fue empleada por S. Juan Crisóstomo en
varios de sus escritos, y ha sido recogida por el Concilio Vaticano II en la constitución Dei Verbum, n.13.
2 Este es, precisamente, el subtítulo de la encíclica Ecclesiam suam, publicada durante la realización del
Concilio.
3 Estos rasgos, que definen el diálogo de salvación, son desarrollados por la encíclica Ecclesiam suam en
los números 65-71.
4 Esta inspiración de la pedagogía catequética en la pedagogía divina la hemos tratado con cierto detalle en
La catequesis de la comunidad nn. 206-220.
5 S. Juan así lo expresa en su carta: "En esto consiste el amos: no en que nosotros hayamos amado a
Dios, sino en que Él nos amó y nos envió a su Hijo" (I Jn 4, 10).
Para un profesor, utilizar una pedagogía del don implica, entre otras cosas:
cul ti var una acti tud gratuita y comprensiva de cara a l os al umnos y educandos, no
condi ci onada a l a respuesta de éstos6.
Fomentar la acción de gracias y tratar de ser, al mismo tiempo, don y gratitud para los
demás.
"Se encarnó por obra del Espíritu Santo, nació de Santa María la Virgen y así
compartió en toda nuestra condición humana menos en el pecado" (Plegaria
eucarística IV).
... que conecte la Palabra de Dios con la vida concreta del hombre
6 "Es indudable que la referida actitud de aceptación incondicional del catequista respecto de cada
catecúmeno constituirá un signo importante de esta gratuidad del amor de Dios" (CC, 111).
7 "La catequesis desempeña la función de disponer a los hombre a acoger la acción del Espíritu Santo y a
convertirse más profundamente" (DCG, 22).
9 Ver CC, 209. En particular es, hoy, especialmente importante interiorizar la experiencia del don del
perdón (ver CC, 211).
La utilización de esta pedagogía divina obliga al profesor a estar muy cerca de la vida
concreta de los alumnos y educandos. Entre otras cosas debe:
Respetar el ritmo personal de los adultos, estando atento a los momentos de gracia de
cada uno así como a los posibles bloqueos y resistencias10.
Buscar un lenguaje adaptado, que resulte signifi cativo para los adultos y de esta forma
facilitarles el acceso al mensaje cristiano13.
"Dios habló en otro tiempo de múltiples maneras. Ahora, llegada la etapa final,
nos ha hablado por medio de su Hijo". (Heb 1, 1-2).
La muerte y resurrección de Jesucristo son el gran signo, "signo del profeta Jonás" (Mt
12,39), del poder de la acción salvadora de Dios.
Jesús apoya su acción evangelizadora en unos signos cercanos a las gentes, y por medio
de ellos les descubre los misterios del Reino de Dios. El agua, el pan, la luz, el vino... son, en
las palabras y gestos de Jesús, signos de una acción salvadora presente pero invisible.
11 "Entre el Evangelio y la experiencia humana hay un lazo indisoluble, ya que aquél se refiere al sentido
último de la existencia para iluminarla, juzgarla y transfigurarla" (CC, 222).
12 Ver en DCG, 75 lo que se dice sobre: "La actividad o creatividad que hay que despertar en los
catequizandos".
13 "Esta adaptación de la predicación de la palabra revelada debe mantenerse como ley toda la
evangelización" (GS, 44).
Un profesor que desea acercar a los adultos a la realidad insondable del misterio de Dios
y de su acción salvadora deberá enseñarles a leer los signos de su presencia. Entre otras cosas
procurará:
Enseñar a leer e interpretar los signos de los tiempos, tratando de descubrir en ellos "la
presencia y los planes de Dios" (GS, 11)16.
Dejarse interpelar por el testimonio de tantos creyentes que muestran, con su vida
evangélica, la acción del Espíritu en ellos17. La referencia a la vida de los santos es
esencial para las clases.
14 "Es todavía frecuente entre nosotros emplear en las clases un lenguaje positivista que, al "objetivar" o
"codificar" el misterio de Dios, diluye el lenguaje simbólico en el que se nos ha comunicado la Revelación
divina" (CC, 116).
15 "Este método es conforme a la economía de la revelación y corresponde, además, a una de las más
profundas instancias del espíritu humano, que es la de llegar al conocimiento de las cosas inteligibles por
las cosas visibles" (DCG, 72).
16 "Es deber permanente de la Iglesia escrutar a fondo los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del
Evangelio" (GS, 4).
17 "Si falta este testimonio nace en los oyentes el impedimento para aceptar la palabra de Dios" (DCG, 35).
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Tema 2 Teología de la educación 8
Didáctica y pedagogía de la religión en la escuela
El Espíritu Santo con su gracia es el "primero" que nos despierta en la fe y nos inicia en
la vida nueva que es: "que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu enviado,
Jesucristo" (Jn 17, 3). No obstante, es el "último" en la revelación de las personas de la
Santísima Trinidad. San Gregorio Nacianceno, "el Teólogo", explica esta progresión por
medio de la pedagogía de la "condescendencia" divina:
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Tema 2 Teología de la educación 9
Didáctica y pedagogía de la religión en la escuela
Llamamos pedagogía divina a la manera con la que Dios ha conducido a Israel hacia
Cristo Salvador, y al modo con el que el propio Jesús vivió la voluntad del Padre y comunicó
e hizo realidad el Evangelio.
En su actuar, Dios toma la iniciativa, en cuanto que siempre se acerca como una oferta
de amor para el hombre, y lo hace teniendo en cuenta la persona, sus preocupaciones, sus
circunstancias, su relación con los otros, su entorno… Así nos lo muestra Jesucristo cuando se
dirige a las personas eligiendo aquellas imágenes y parábolas que puede comprender el
labrador, el pescador, el centurión… No quiere enseñar la cultura del entorno, sino que se
sirve de ella para presentarse a sí mismo y transmitir su mensaje.
Rasgos de la pedagogía
Los rasgos fundamentales de la "pedagogía de Jesús", consignados en los evangelios,
marcan un estilo característico de proceder para el profesor cristiano. El más signifi cativo es
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Tema 2 Teología de la educación 10
Didáctica y pedagogía de la religión en la escuela
la propuesta de una relación interpersonal entre Dios, que busca al hombre, y el hombre, que
busca el sentido de su vida.
Cada encuentro de Jesús posee una peculiaridad especial y una novedad: Zaqueo,
Nicodemo, la samaritana… cada una de las personas recibe un trato personal y un toque
singular de la presencia de Dios. El análisis y la reflexión acerca de los episodios de
encuentros narrados en los Evangelios son un instrumento muy útil para el profesor de
Religión Católica. Esta convocatoria al encuentro sugiere, entre otras, las siguientes
cualidades para el educador cristiano:
La acogida incondicional
El anuncio del Reino
El anuncio genuino del Reino de Dios como buena noticia de la verdad y la misericordia
del Padre son el núcleo del mensaje cristiano a transmitir, también en la escuela.
Un estilo de relaciones humanas
Un estilo de amor tierno y fuerte que libera del mal y promueve la vida.
1.- Naturaleza
La esencia de la Buena Nueva consiste en que Dios sale al encuentro del hombre. La
creación del hombre, su redención, su liberación, etc, son frutos de la "gratuidad" y no de la
exigencia por parte del hombre.
1.- Naturaleza
Dos rasgos caben destacar en esta actitud pedagógica: relación personalizada y relación
personalizadora.
La primera signifi ca que Dios en su actuación salvífica tiene en cuenta cada uno con sus
peculiaridades y situación. Dios llama a cada uno personalmente a la conversión y a la
salvación. Cada hombre, para Dios, es un ser personal, original, único.
En cuanto a la relación "personalizadora" significa, que se trata de una "relación" que
personaliza, que lleva al hombre a su plenitud de dignidad humana. No es una relación
alienante ni destructiva.
1.- Naturaleza
El cambio más auténtico al que nos lleva el mensaje cristiano es al del corazón. A
partir de ahí -del cambio del hombre- es posible construir una sociedad nueva.
"Toda intervención de Dios tiene como finalidad última realizar con los hombres su
pacto de amistad, su Alianza.
Se hace presente para "estar con ellos" y ayudarles así a vivir la experiencia de
comunión con Él, de una comunidad con Él, la experiencia de sentirse Pueblo de
Dios. Este pacto de amor lo realiza por medio de Cristo Jesús.
Esta presencia amorosa es la de un Dios, la de un Jesús liberador, que quiere
romper todas lasdependencias alienantes, que impiden al hombre crecer y vivir con
dignidad de hombre (Cfr. EN 9). En este proceso liberador, la Alianza de amor
entre Dios y los hombres realizada por Cristo Jesús impregna todos los actos y
deseos constantes de ser salvado y de salvar; de ser perdonados y de perdonar.
Esta Alianza se realizará de una manera plena y definitiva en el más allá de la
Historia, en la "Casa del Padre" (CVE, 371).
4. LA ESCUELA CATÓLICA
monjes será el motivo fundamental tanto en la alta y baja edad media en que la cultura era
valorada y mantenida incluso socialmente. Los movimientos de reforma van dando luces
hacia nuevas formas de conservar la cultura y la religión. Conventos y Monasterios. Escuelas
episcopales y monásticas pronto darán lugar a una nueva conciencia. La Verdad debe
universalizarse.
Los estados modernos no se responsabili zarán de estas tareas hasta el siglo XIX y XX
en occidente, en otras zonas del globo ni siquiera han comenzado. La conciencia de que son
los estados los responsables de la formación de los súbditos es una idea ilustrada del XVIII y
que ha dado grandes frutos a la humanidad, en donde la Iglesia y el Estado no siempre se han
comprendido bien. Hoy día, el derecho a la educación es un derecho humano reconocido por
la ONU y constitucional desde 1978.
de los niños pobres, dando inicio a la Congregación de los Hermanos de las Escuelas
Cristianas. En 1700-1701 se presentaron las primeras difi cultades para aceptar el método
pedagógico del fundador, entre otras cosas por la indiferencia del clero, porque la “pedagogía
racional” adoptada, con la eliminación de elementos tradicionales inútiles suponía la adopción
de la lengua materna, en lugar del latín. Tal método tuvo una gran difusión y se convirtió en
un modelo por sus constituciones destinadas a religiosos laicos. Lo característico es que hizo
superar las barreras que en su época se interponían entre las clases sociales, y casi sin darse
cuenta, le hizo sentir la instancia de crear un método pedagógico donde están previstos los
patronatos y los círculos de estudio con enseñanza pos-escolástica y clases dominicales, las
escuelas de aprendizaje para chicos y jóvenes de siete a veinte años y los primeros centros de
reeducación.
El sistema represivo: usado por el estado y el ejército. “Consiste en dar a conocer la ley a los
súbditos, y después vigilar para conocer los transgresores y castigarlos. En este sistema las
palabras deberán ser severas. El superior debe evitar toda familiaridad con sus dependientes,
encontrarse rara vez con sus súbditos”.
El sistema preventivo, que él quiere que se practique en sus obras. “Este sistema se
apoya, sobre todo, en la razón, la religión y la amabili dad. Excluye todo castigo violento y
busca alejar hasta los castigos suaves. El director y los asistentes son como padres amorosos:
hablan, sirven de guía, aconsejan y corrigen amablemente. El alumno no queda envilecido, se
hace amigo, ve en el asistente a un bienhechor que quiere hacerle bueno, librarle de los
Désele amplia libertad para saltar, correr gritar a su gusto. La gimnasia, la música, el
teatro, los paseos son medios eficacísimos para obtener la disciplina, ayudar a la moralidad y
la salud...La confesión y la comunión frecuente, la misa diaria son las columnas que deben
sostener un edificio educativo. No hay que obligar a los jovencitos a frecuentar los santos
sacramentos, sino solo animarlos y darles comodidad para aprovecharse de ellos...El educador
es un individuo consagrado al bien de los alumnos, por lo cual debe estar pronto para aguantar
cualquier molestia, cualquier fatiga con tal de conseguir su fin, que es la educación civil,
moral y científica de sus alumnos.” “No hay que corregir en público sino en privado, aparte
de los compañeros, hay que emplear gran prudencia y paciencia para hacer que el alumno
entienda su fallo con la razón y la religión. Se debe evitar sobre todo golpear, de cualquier
modo que sea, porque irrita a los jóvenes y envilece al educador”. El estilo salesiano de
educación se basa en la amabili dad. Lo preventivo incluye todos los elementos educativos que
hacen crecer al joven preparándolo, potenciándolo, haciendo surgir en él fuertes y positivas
energías internas, antes de tratarle como a un ser negativo. “Aislar para construir, construir
para no tener que reparar, reprimir. Es construir desde los positivo”. El sistema salesiano no
se centra en la búsqueda de lo malo que hay en el chaval. No se fij a preferentemente en lo
malo en los defectos, en las lagunas, en los “pecados”. Prefiere, más bien, subrayar lo positivo
que hay en hay en cada joven, sus posibilidades, sus cualidades, sus logros. Todo lo que es
motivo de esperanza. Todo lo que permite construir. El sistema no excluye una acción
preventiva dirigida a eliminar los elementos negativos. Don Bosco dice “Recordar que hay
que procurar no poner a los jóvenes en la ocasión de poder cometer una falta”. ”No debe
suprimirse el bien para evitar el mal. Más bien, otro año se piense con tiempo a fin de que los
inconvenientes que ahora lamentamos no vuelvan a repetirse”.
Para dar vida al sistema preventivo hay que inspirarse totalmente en la amabilidad. La caridad
y el amor son la fuerza positiva que hace avanzar.
Don Bosco ofrecía a cada joven lo que necesitaba, atendía a cada uno particularmente,
en lo que es. No acogía a sus muchachos para tenerlos ociosos, sino que les hace vivir una
vida positiva, moral, activa, de familia y comprometida, de oración, de trabajo, de estudios, de
formación completa con vistas al futuro.
Don Bosco es un compañero cercano a los muchachos. Juega y bromea con ellos,
sonriente y bondadoso, convive con ellos. Les habla familiarmente en las “buenas noches”.
Organiza juegos interviniendo en ellos, excursiones al aire libre, cantos e interpretaciones
musicales. Su lema es la alegría. Se puede descubrir en el centro de todo esto tres palabras
“religión”, “razón” y “amor”. Son el fundamento de todo el sistema y se funde en una “la
amabilidad”. Es la forma de entender Don Bosco la educación cristiana.
Religión
Don Bosco pensaba que, para lograr una educación integral de sus chicos era
imprescindible formarlos también en el aspecto religioso. El confiaba más, a la hora de educar
en la moralidad y los valores (educación ética), en la frecuencia en la confesión y la comunión
que es el mejor sistema educativo. Don Bosco pensó en acercar la religión a los muchachos,
en que la religión fuera penetrando en sus vida poco a poco, desde sus intereses inquietudes
como jóvenes, desde su madurez y preparación. No quiere imponer la religión, que en muchos
casos ya no convencía a los adultos, sino que quiso que sus jóvenes se sintieran seguros y
partícipes de esa vivencia religiosa que con tanto amor les ofrecía.
La Razón
Don Bosco quiere que su amor sea real, no un sentimiento, ni falsa imaginación. Por
eso se compromete en las necesidades más inmediatas de los jóvenes, en su porvenir, su
profesión, sus intereses, sus posibles responsabili dades. Por eso la razón es una de las bases
del sistema preventivo.
La razón aparece en las metas y el modo de actuar. Gracias a ella la amabili dad se
hace sencilla, normal, lejos de toda farsa y simulación. El educador salesiano debe tener un
amor equilibrado, abierto, racional, que abarque a todos por igual. “Déjate guiar por la razón,
no por la pasión”. Los jóvenes se olvidan a menudo de las normas que deben cumplir, pero un
seguimiento desde el amor ayuda a que el camino se construya desde el optimismo por las
posibilidades racionales de ir mejorando. El joven tratado de éste modo reconoce la labor que
en él se va haciendo, aunque a veces la resulte dura y llegue a rebelarse contra ella. Pero
cuando se siente crecer, cuando descubre lo que en él va cambiando, entonces se da cuenta de
todo el esfuerzo, todo el camino recorrido ha servido para algo. Esta gratitud, que se refleja en
confianza y cercanía, es la más sana satisfacción que pueda tener un animador y lo que hace
sentir que también su trabajo ha merecido la pena.
La Amabilidad
La amabili dad expresada por Don Bosco se puede identifi car con la caridad educativa,
que viene de Dios y se basa en la razón. Esta caridad debe ser un sentimiento, una
experiencia, algo que se pueda notar fácilmente. Lo fundamental de la amabili dad es que no
basta amar a los jóvenes, sino que es más importante que ellos sientan cuando se le quiere.
Don Bosco pensaba que, sin ese sentirse amado, es imposible llegar a nada más. Para ello
añade una formula a la relación entre educador y educando: La familiaridad. Así , esta
relación, lejos de estar basada en el autoritarismo, se fundamentará en el ambiente de una
familia en la que todos los miembros ayudan a crecer y madurar a los demás y en el que el
amor es el fundamento de todas las relaciones que se establecen. Otro pilar en el que se
sustenta la amabili dad es la alegría. No es sólo un método para llegar al joven, sino que es el
reflejo de la forma del ser del joven. Y don Bosco quiere, ante todo, que sus jóvenes sigan
siendo jóvenes: por eso le gusta tanto que estén alegres. La alegría es la expresión cristiana de
la vida. El mensaje del evangelio hace brotar esa alegría del corazón y hace que se convierta
en un sentimiento fundamental para la vida. El optimismo y la esperanza, al ver las cosas
desde lo positivo ayudan a tener una vida repleta y llena de gozo. El otro pilar indiscutible es
la cercanía. Ampliando la necesidad de un ambiente de familia, la cercanía marca las
relaciones entre los miembros de la comunidad y de ella dependen las reacciones que pueden
tener los jóvenes, el fiarse de que se está buscando lo más adecuado para ellos, el aceptar las
cosas de buen grado, el trato directo, la valoración del trabajo de los demás, el amor. Es
impensable una relación educativa plena sin un sentimiento de confianza.
La amabili dad es el auténtico resumen del sistema de Don Bosco. Fundamentada en la
razón y en la religión, es el punto de mira, la fuerza que abraza a los jóvenes y educadores
para hacerlos uno sólo en su ser y actuar.
Uno de los afanes de Don Bosco es proponer una herramienta que pudiera ser válida
y ser usada por todos y para todos. El sistema está al alcance de todos, de cualquier persona
de buena voluntad, sin más complicaciones técnicas. Ni proyectos de gran ambición y coste.
Es apto para todo tiempo y ambiente. Es una actitud educativa universal
Formación de Jóvenes
3) Educación Profesional:
3) Educación Especial:
1) Principio de dignidad por ser imagen divina: “cualquier cosa que hagáis a uno de estos
más pequeños, lo hacéis conmigo” “quien acoge a uno de estos niños a mi me acoge”.
Jesucristo.
5) Principio de educación integral: Hay que educar a todo el hombre cuerpo y alma.
6) Principio de Compromiso con la Dignidad del ser humano. Santa María Eufrasia
Pelletier.
2.- Rasgos de la pedagogía de Jesús. Pon ejemplos de los evangelios. Al menos dos folios (dos
carillas).
3.- Explica en qué consiste el proceso de inculturación que hemos de hacer en nuestras aulas.
Cita ejemplos bien de la historia bien de la actualidad.
4.- Explica y detalla los rasgos característicos de la pedagogía divina (...del don, de la
encarnación y de los signos). Esta pregunta es importante. Pon ejemplos de la realidad
de las aulas, como ejemplo: reconocimiento de los dones recibidos (hacer caer en la cuenta
de que somos ricos dado que comemos cinco veces al día y estamos sanos). Esta pregunta
debería ocuparte al menos un folio entero.
6.- Enumera y explica los diversos principios educativos que se derivan de la pedagogía divina.
7.- Origen de la Escuela católica. Si lo deseas puedes ampliar información sobre este punto en
el libro de Thomas E. Woods, Cómo la Iglesia Construyó la Civilización Occidental, es muy
recomendable (en especial el cap. 4). En la red está el libro en pdf.
8.- Tras leer los diversos santos educadores, escoge dos de ellos (uno hombre y otro mujer),
puedes escoger otros que no figuren en los apuntes y que tengan referencia con tu vida
educativa (de tu colegio o instituto). Realiza una breve biografía, sus obras y sobre todo su
aportación al campo de la educación. Mínimo dos folios (dos carillas). Estamos en año
Teresiano...Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia...alguien se anima...