LAINATI, C., Regla de Clara de 1253
LAINATI, C., Regla de Clara de 1253
LAINATI, C., Regla de Clara de 1253
CUATRIMESTRAL
T *
mFRANCISCANISIMO
Vol. XXXI M AYO - AGOSTO 2002 N.° 92
Publica:
Provincia Franciscana de Valencia, Aragón y Baleares
NOVUS ORDO NOVA VITA. ,
UN NUEVO ORDEN, UNA NUEVA VIDA
Regla de santa Clara de Asís del 9 de agosto de 1253
INTRODUCCIÓN
* * *
Pero existe todavía otro motivo para la publicación de este pequeño texto.
La profundización en la forma de vida de Clara me ha llevado a los «orígenes»
de mis estudios clarianos, cuando —siendo universitaria— me parecía eviden-
-- que la Orden de Francisco y de Clara era algo «nuevo», absolutamente
c: rerente de las demás Órdenes: algo «inaudito» antes en la Iglesia de Dios,
cero que continúa permaneciendo «inaudito» todavía, en caso que se centre el
-.cnificado y se le haga resaltar.
Era, pues, algo que subyacía en mí desde siempre, pero que ahora se me
210 SOR CLARA AUGUSTA LAINATI, OSC
1 RC11,1.
2 RC1 XII, 12.
3 RC1 VI, 3.
4 RC1 VI, 3.
3 3 CtaCl 24-25.
NOVUS ORDO, NOVA VITA. UN N UFVO O RD EN , UNA NUEVA VIDA 211
1232, segundo domingo de Pascua: «Vio otro gran resplandor, no del color del
anterior, sino todo rojo, que parecía despedir chispas de fuego y que rodeó por
completo a la dicha santa, y le cubrió toda la cabeza . Y dudando la testigo qué
era aquello, se le respondió, no en voz pero sí en la mente: «El Espíritu Santo
descenderá sobre ti»,by esto vale también para la comunidad entera, pequeña
grey en el seguimiento fiel de la Palabra: Yo estoy en medio de ellos.»7
* * 5f
Le 1, 47; Proc X, 8.
Idem.
Flp 2, 8.
212 SOR CLARA AUGUSTA LAINATl, OSC
Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: No somos mas que unos
pobres criados, ¡hemos hecho lo que teníamos que hacer! (Le 17,10).
¿Y la Regla, qué? Importantísima, como veremos también detalladamente
en las notas.
* 5f *
9 LP 18.
10 Idem.
11 Testimonio que se sitúa en el momento en que se manifiesta como «ioculator
Doniini», juglar, bufón de Dios: R. M anshi j , Vida de san Francisco de Asís, Ed. Aránzazu,
Oñati 1997, pp. 143-146.
12 Idem.
13
L1III.
214 SOR CLARA AUGUSTA LA1NAII, OSC
la hora de pasar de este mundo al Padre; había amado a los suyos que vivían
en el mundo y los amó hasta el extremo.»
«Estaban cenando..., se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ciñó una
toalla; echó agua en una jofaina y se puso a lavarle los pies a los discípulos.. ,»14*16
Es la condición del siervo, la vilidad que nos corresponde: «Os he dado ejemplo
para que hagáis vosotros lo mismo que yo he hecho...»13 Jesús, amando a los
suyos hasta el extremo, se ciñe una toalla, demostrándose su siervo. Condición
de Jesús: «Si yo, el Señor y Maestro he hecho esto...»; condición del seguidor
del Evangelio: «un siervo no es más grande que su señor...»; condición de la
Madre de este Hijo-Siervo: «Ha mirado la humildad de su esclava...»11’
Para quien ama a Cristo, de por sí esta es ya la perfecta alegría, imitarlo en
el servicio sabiéndose siervos inútiles y dignos de ser enviados por los
«Cruciferos» a servir a los leprosos,17cuando así parece al Padre de los cielos y
a los hermanos de la tierra, precisamente porque «eres simple e ignorante».18
Es perfecta alegría vivir como ignorantes y súbditos de todos en esa caritativa
obediencia que estipula la Regla; en efecto, es propio de la caridad armonizar
todas las manifestaciones de las virtudes: la caridad es un supuesto previo y es
a la vez el «vínculo», el nexo.19 Pero cuando la caridad es perfecta, no existe ya
diferencia entre el dueño y el siervo, entre Cristo en la cruz y el amante en la
cruz. «No os Hamo más siervos, os llamo amigos.»20Y ahí reside toda la alegría,
la perfecta y plena alegría que colma los cielos.
* * *
14 Jn 13,1-5.
13 Jn 13,15.
16 Le 1,48.
17 Ver Al 13.
Ver Al 11.
Col 3,14, citado por Clara en RC1 X, 7.
20
Jn 15,14-15.
NO VUS ORD O , NOVA V ITA . UN NUEVO O RD EN , UNA N UEVA VIDA 215
* * *
25
RC1 VI, 1.
NOl7US ORD O , NOVA V IT A . UN NUEVO ORDEN, UNA NUEVA VIDA 217
26 Vilitas: LC1 9.
z7 R. M anselli-E. P asztor, U monachesimo ncl basso Medioevo en Dall'eremo ni cenobio.
La civilización monástica en Italia desde los orígenes a la época de Dante, Milano, 1987,
p. 101.
Acerca de la condición servil elegida por Clara, renuncando a la pobreza del
linaje, vean las concluyentes páginas de M. B artoli, Clara de Asís, Ed. Aránzazu, Oñati
1992, pp. 72-84.
29 RC1 VI, 2.
218 SOR CLARA AUGUSTA LAINATI, OSC
* * *
El primer fruto que nace de una observancia sin glosa del Evangelio, en un
grupo, es la caridad fraterna. El grupo es un grupo de hermanos y de herma
nas que se quieren bien, en el cual cada uno quiere el bien del otro y se entrega
dando amor, recordando que: «Lo que querríais que hicieran los demás por
vosotros, hacedlo vosotros por ellos.»37 Porque el Espíritu del Señor habita en
30 BAC 236-237.
31 BAC 282-284.
32 LC1 14.
33 Mt 6,19-21; 25-34; Le 12,22-32.
34 TestCl 2, 58.
33 RC1 VIH, 1.
36 Idem.
37 Mt 7,12.
NOVUS ORD O, NOVA V ITA . UN NUEVO ORDEN, UNA NUEVA VIDA 219
34 Le 12,32.
39 TestCl 46, 4 CtaCl 19-23.
40 «manere», «mansio»: Jn 14,23.
41 3 CtaCl 23.
42 RCi IV, 22; X, 6, 7.
43 BAC 271-272.
44 Le 12,14.
220 SOR CLARA AUGUSTA LAINATI, OSC
Nada debe oponerse a este mutuo amor, que es el Reino ya presente, el Hijo
de Dios hecho carne entre nosotros: esto es precisamente para lo cual la Regla
nació y a lo que tiende. Pero Clara sabe cuán difícil es vivir una para las otras, en
una minoridad que obedece continuamente: y le nace del corazón una diligente
y humilde advertencia que no encontramos en los escritos de san Francisco: «Se
guarden las hermanas de toda soberbia... disensión v división.»52
45 Mt 5,23-24.
46 Jn 17,11; 21-23.
47 Jn 17,15.
JS RC1IV, 3.
49 RC1 X, 7.
50 RC1 VIII, 15.
M Idem.
52
RC1 X, 6.
NOVUS ORD O , NOVA V IT A . UN NUEVO ORDEN, UNA NUEVA VIDA 221
53 RC11, 5.
54 RC1 X, 5.
Me 10,42-45.
Le 22,26; Mt 20,24-28.
RC1 VIII, 19.10.
58
Hch 4, 32.
222 SOR CLARA AUGUSTA RAIN ATI, OSC
Padre de las misericordias, que cuida de su pequeño rebaño, donde cada una
es para todas y todas para cada una.
* * 5f
También la medida del tiempo, como la recitación del Oficio divino, de día
y de noche, en horas preestablecidas, imita la vida del eremotorio;60pero lo que
expresa la oración en Clara y esto también tiene sus raíces en la pequeña
Regla para los eremitorios— es su retiro del mundo: silencio y clausura 61 como
un sumergirse absolutamente en el misterio de Dios. Contemplación y partici
pación de la radical e inefable soledad de Cristo: esto cierra el mundo a las
espaldas de Clara, pero al mismo tiempo le abre el umbral del misterio de Dios
y la introduce «en la secreta dulzura que Dios mismo ha reservado para los
que le aman».62
* * *
63 SalVM 5.
64 RC1II, 24.
66 LC130.
66 OfP V, 7.
67 RC1 XII, 13.
68 2 Cor 1,19-20.
224 SOR CLARA AUGUSTA LAINATi, OSC
NOTA
Respecto a la traducción de la Regla de santa Clara, sor Clara A. Lainati
presenta el texto de la edición de Fontes Francescani, Asís 1995. Nosotros
presentamos la traducción de Fr. Joaquín M.a Beltrán, OFM. Este autor ha
tenido a la vista, particularmente para algunos puntos de mayor dificultad, las
traducciones más usuales entre nosotros, como son la del P. Ignacio
Omaechevarría, Escritos de santa Clara y documentos complementarios, Madrid,
BAC, 1993,3.a ed., y la del P. Lázaro Iriarte, Escritos de san Francisco y santa Clara
de Asís, Valencia, Ed. Asís, 1992, 3.a ed., así como algunas traducciones a otras
lenguas, entre las que hemos de destacar la de J.F. Godet al francés, Claire
d'Assise. Écrits, París, Ed. Du Cerf, 1985.
Fr. Joaquín Beltrán ha procurado que la traducción fuera fiel al texto
original, y, a la vez, correcta, clara y ágil en la medida de lo posible. De ahí que,
en líneas generales, la versión tiende más bien a ser literal, aunque no del todo.