Maestro Eckhart

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Maestro Eckhart

Eckhart de Hochheim O.P.

Entrada de Meister Eckhart en la iglesia de Erfurt, con la inscripción


«Das Licht leuchtet in der Finsternis, und die Finsternis hat es nicht
erfasst». («La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no
prevalecieron contra ella»).

Información personal

Nombre de nacimiento Meister Eckhart

Otros nombres Maestro Eckhart

Nacimiento circa 1260


Hochheim, Sacro Imperio
Romano
Germánico (actual Alemania)

Fallecimiento 30 de abril de 1328


Aviñón, Sacro Imperio
Romano
Germánico (actual Francia)

Residencia Erfurt
Nacionalidad alemana

Religión Católico romano

Educación

Alma máter Universidad de París

Información profesional

Ocupación Teólogo

Movimientos Misticismo cristiano

 Quaestiones Parisiensis(Preguntas
Obras notables
Parisinas)

 Prologus generalis in Opus


tripartitium (Prologo general de la obra
tripartita)

 Expositio Libri Genesis(Comentario


al Libro de Genesis)

 Liber Parabolorum Genesis (Libro


de las Parabolas del Genesis)

 Expositio Libri Exodi (Comentario al


Libro del Exodo)

 Expositio Libri
Sapientiae(Comentario al Libro de
Siracides)

 Expositio sancti Evangelii


secundum Iohannem(Commentario al
Santo Evangelio según Juan)

Web

Sitio web www.eckhart.de

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Eckhart de Hochheim (Turingia, c. 1260 – c. 1328), más conocido como Maestro


Eckhart (en alemán: Meister Eckhart) fue un dominico alemán, conocido por su obra
como teólogo y filósofo y por sus escritos que dieron forma a una especie
de misticismoespeculativo, que más tarde sería conocido como mística renana. Es
llamado Meister en reconocimiento a los títulos académicos obtenidos durante su estancia
en la Universidad de París. Fue maestro de teología en París en diversos períodos y ocupó
varios cargos de gobierno en su Orden, mostrándose especialmente eficiente en su
asistencia espiritual a la rama femenina dominica.
Fue el primer teólogo de la Universidad de París en ser sometido a un proceso por
sospecha de herejía.1 Condenadas algunas proposiciones de su obra por Juan XXII, fue
rehabilitado por la Congregación para la Doctrina de la Fe en 1992.

Índice
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 1Vida
o 1.1Inquisición y condena
 2Obra
o 2.1Obra en latín
 2.1.1Opus tripartitum
 2.1.2Quaestiones parisienses
 2.1.3Sermones
o 2.2Obra en alemán
 2.2.1Tratados
 2.2.2Sermones
 2.2.3Granum sinapis
 3Ideas
o 3.1Dios
o 3.2Origen del mundo
o 3.3El desapego
o 3.4El nacimiento del Verbo
 4Condena y rehabilitación
 5Influencia y repercusión
 6Bibliografía
o 6.1Edición crítica de su obra latina
o 6.2Edición crítica de su obra en alemán
o 6.3Traducciones al español
o 6.4Sobre Eckhart
 7Notas
 8Enlaces externos

Vida[editar]

Antigua iglesia y monasterio de los dominicos en Erfurt. Luego de la Reforma se convirtió en templo
protestante.

Se tienen poquísimas noticias acerca de su vida antes de 1290.2 Hasta la década del 2000
se creía que había nacido en Hockheim, cerca de Gotha, pero estudios posteriores
parecen demostrar que más bien nació en Tambach.3 Parece también probado que su
nombre era Eckhart (no su apellido) y que nunca tuvo el nombre Juan como se pensó
durante mucho tiempo.4 Entró muy joven a la Orden de Predicadores en Erfurt. Se cree
que luego se trasladó al studium generale de Colonia donde se familiarizó con los escritos
del Pseudo Dionisio y los comentarios de san Alberto Magno.5 Obtuvo el grado de bachiller
en teología en la Universidad de París durante el bienio 1292-1293.6 De ese período data,
como para cualquier estudiante que quisiera obtener el título de lector sententiarum, un
comentario suyo a las Sentencias de Pedro Lombardo.
Fue elegido prior7 en Erfurt, y vicario provincial de Turingia en 1294. En 1300 se convirtió
en profesor de teología en la Universidad de París, allí debatió contra las ideas de Duns
Scoto y de Gonzalo de Balboa. En 1303, tras obtener el título de magister sacrae
theologiae, fue expulsado del reino por Felipe el Hermoso, probablemente por haberse
negado a promover un concilio contra Bonifacio VIII.8
Los religiosos de la nueva provincia de Sajonia lo eligieron provincial en 1304, cargo que
ocupó hasta 1311. Ese período lo dedicó a visitar los conventos de la Orden moviéndose
por toda la extensa provincia. De esos años es la única carta que se conserva de Eckhart:
se trata de un escrito del 11 de septiembre de 1305 dirigido al senado de la ciudad
de Gotinga donde les asegura que los dominicos no ampliarán la extensión de sus
posesiones en la zona. En 1310, la provincia de Teutonia lo eligió su provincial, pero
el capítulo general de Nápoles del año 1311 rechazó el nombramiento. Ese año volvió a
París para seguir enseñando y comentando la Biblia.9 Solo Tomás de Aquino había
ejercido dos veces como magister en París, cosa que da cuenta de la fama de la que
gozaba Eckhart entre sus correligionarios.10 Desde 1314 se le confió la atención de la
rama femenina de la Orden como vicario general. Allí se familiarizó con las corrientes de
misticismo que se habían desarrollado en Alemania por aquel entonces11 y se dedicó
intensamente a la predicación. En 1314 fue como director del studium generale a
Estrasburgo y desde 1324 del studium de Colonia.
Inquisición y condena[editar]

Documento manuscrito en latín que corresponde al Codex 33, folio 57v. Contiene parte de la opinión
de Eckhart sobre la acusación de que fue objeto. Archivo y Biblioteca Municipal de la
Ciencia, Soest, Renania del Norte-Westfalia, Alemania.

Colonia fue objeto de la visita de un legado pontificio, Nicolás de Estrasburgo, durante la


cual algunos dominicos acusaron a Eckhart de sostener tesis heréticas. Se llevó a cabo
una investigación, requerida por el capítulo general dominico de 1325, que concluyó
afirmando la inocencia del maestro. Pero el arzobispo de Colonia, Enrique II de
Virnenburg, que llevaba adelante una campaña contra las beguinasy contra los Hermanos
del libre espíritu, no contento con la investigación inició otra, tras una nueva denuncia por
parte de otros dos dominicos, Ermanno de Summo y Guillermo de Nidecken. Autores como
Vannini piensan que un conflicto in crescendo entre franciscanos y dominicos fue parte
importante de los motivos para tal proceso.12 En 1326, la comisión dedicada al estudio de
su doctrina, formada por un padre dominico y un canónigo de la catedral de Colonia,
manifestó que encontraba sospechosas de herejía 49 proposiciones presentes en la
obra Liber benedictus de Eckhart. Este se defendió indicando que varias de ellas no
correspondían a su pensamiento, explicando su postura sobre las restantes y
excusándose del énfasis dado a algunas expresiones que podían ser malinterpretadas.
Además, hizo hincapié en la incompetencia del tribunal, debido al privilegio de exención
del que gozaba la Orden de Predicadores. La comisión, al parecer sin considerar la
defensa de Eckhart, amplió a 59 las proposiciones condenables, esta vez tomadas de
sermones pronunciados en lengua vulgar y Eckhart volvió a defenderse del mismo modo,
aunque esta vez acusó de «indoctos, ignorantes, tarados y burdos» a sus acusadores,
añadiendo que se dedicaban a condenar lo que no alcanzaban a entender, ya que —
siempre según Eckhart— la herejía no es solo un error, sino también el persistir en él.13 Un
año después, el 13 de febrero de 1327, pronunció una profesión pública de fe, que había
sido preparada por los inquisidores, pero al mismo tiempo apeló al Romano Pontífice para
el estudio de su caso indicando que se plegaría a lo que el papa afirmara de su
trabajo.14 Su defensa fue leída en latín por su correligionario Conrado de Halberstadt,
quien luego dejó la palabra al mismo Eckhart que repitió el mismo texto, pero traducido al
alemán:
Yo, maestro Eckhart, doctor en Sagrada Teología, protesto ante todo, tomando como testigo a Dios
mismo, que siempre he rechazado, en cuanto he podido, todo error sobre la fe y toda corrupción de
costumbres, ya que esos errores son contrarios a mi condición de maestro y a mi Orden. Por tanto,
si se encontrasen proposiciones erróneas concernientes a lo que yo he dicho, escritas por mí,
dichas o predicadas, en privado o en público, en cualquier momento o lugar, directa o
indirectamente, según una doctrina sospechosa o falsa, yo las revoco aquí expresamente y
públicamente, ante todos y cada uno de los presentes...
Vannini 1989:28

Manuscrito I 151, folio 201r, atesorado en la biblioteca municipal de la ciudad


de Maguncia, Renania-Palatinado, Alemania, datado de 1329 a 1360. Se trata de una copia de la
bula papal In agro dominico, expedida por Juan XXII el 27 de marzo de 1329. La bula constituyó el
final del proceso inquisitorial contra Eckhart, quien ya había fallecido al momento de su publicación.
La rehabilitación definitiva de Eckhart por parte de la Iglesia católica llegaría a fines del siglo XX.
Pero nueve días después, el tribunal episcopal rechazó la apelación al papa. Antes de que
el proceso continuara, Eckhart partió para Aviñón junto con el provincial de
Teutonia, Enrique de Cigno (antes confesor de la corte de Juan XXII) y otros teólogos de la
Orden. Así, los años 1327 y 1328 el proceso se desarrolló en Aviñón.15
Cuando llegó la respuesta del papa Juan XXII, con la bula In agro dominico16 en 1329,
Eckhart ya había fallecido.17 El texto papal, que lleva la fecha del 27 de marzo de 1329,
enumera y expone 26 proposiciones tomadas de los escritos de Eckhart y a continuación
otras dos que habría predicado. Luego indica que las primeras quince proposiciones y las
dos últimas «sea por los términos que emplea, sea por la conexión de sus contenidos,
contienen errores y la mancha de la herejía»; en cambio los restantes artículos serían
«peligrosos en la expresión, muy temerarios y sospechosos de herejía, aun cuando,
mediante muchas aclaraciones y explicaciones, pueden recibir o tener un sentido
católico». Añade que, con la finalidad de que tales ideas no perjudiquen la fe de la gente
sencilla, condena y reprueba las primeras quince proposiciones y las dos últimas como
heréticas; y las restantes como sospechosas. E indica:
Si alguno osase sostener obstinadamente o aprobar estos artículos, queremos y ordenamos que,
contra quien defendiese o aprobase los quince citados antes y los dos últimos, o uno de ellos, se
proceda como contra un herético; mientras contra quien defendiese o aprobase los otros once, en
cuanto a su texto, se proceda como contra un sospechoso de herejía.

Curiosamente el texto de la bula no toma en consideración la apología pronunciada por


Eckhart. Se sabe que parte de la investigación fue llevada a cabo por el cardenal Jacques
Fournier, luego papa Benedicto XII, quien ya había participado como perito en las
condenas de Pedro de Olivi y Guillermo de Ockham. La bula solo tuvo efecto en la
provincia eclesiástica de Colonia, aunque el proceso fue seguido con interés por quienes
se encontraban por entonces en Aviñón. De hecho Guillermo de Ockham, que en 1328 se
encontraba todavía allí, escribió banalizando la postura de Eckhart:
[...] en tiempos de Juan XXII, un maestro de teología alemán, de nombre Eckhart, sostuvo
públicamente y predicó que el mundo es eterno, que cada hombre justo se transforma en la esencia
divina, precisamente como en el sacramento del altar el pan se convierte en el Cuerpo de Cristo, y
que un tal hombre creó las estrellas, y que Dios sin él no sabría qué hacer, y que en la realidad
divina no hay ninguna distinción, ni en la esencia ni en las Personas, y que todas las criaturas son
una pura nada, y muchas otras cosas fantasiosas, no tanto heréticas cuanto dementes, de ninguna
manera sostenibles, ni siquiera queriendo; pero este tal tenía muchos seguidores en Alemania...
Tractatus contra Benedictum

En 1926 se publicó una colección de documentos relacionados con el proceso realizado en


Colonia contra Eckhart,18 Aunque se pensó inicialmente que se trataba de una sola obra,
llamada Verteidigungsschrift (Escrito de defensa) y que, por tanto, eran las notas del
proceso desde el punto de vista de Eckhart, el estudio de sus contenidos muestra que es
más bien una colección de textos. De hecho contiene:

 Las actas de la primera audiencia de Eckhart ante la comisión arzobispal con dos
intervenciones del maestro y su respuesta sobre las primeras 49 proposiciones.
 La lista, en latín, de las 49 proposiciones.
 La lista, siempre en latín, de las otras 59 proposiciones con las respuestas del mismo
Eckhart a cada una de ellas.
 Un texto redactado por Eckhart donde acusa a los denunciantes.19
En 1935 se publicó la respectiva compilación sobre el proceso llevado a cabo en
Aviñón.20 La lectura reposada de estos textos muestra, como ya subrayó Ruh,21 que la
condena no era tanto a su labor como teólogo, sino como predicador en lengua vernácula,
es decir, al supuesto peligro que predicaciones de un nivel teológico y filosófico tan
elevado representaba en las mentes, quizás poco preparadas, de sus oyentes.22 Esto
explica también que la condena se haya hecho pública y efectiva solo en la arquidiócesis
de Colonia.
Obra[editar]
Eckhart de Hochheim fue uno de los más influyentes teólogos del Medievo, pese a la fama
de heterodoxia de sus obras, en las cuales la influencia neoplatónica es tangible.
Se conservan obras de Eckhart escritas en latín23 y en alemán, aunque
ningún autógrafo.24 Hasta los trabajos de investigación de Henri Denifle en 1880 se
conocían solamente algunas obras con sermones y tratados menores, y menciones al
resto de su obra incluso en autores como Nicolás de Cusa. Denifle descubrió sus obras de
más calado como el Opus tripartitum y la Collatio in libros Sententiarum. Su hallazgo dio
lugar a un renacimiento del interés por Eckhart, del cual se habían conservado hasta el
momento solo sermones escritos en lengua vernácula —de elevada y peculiar retórica— y
los comentarios de otros autores.
Las obras en latín son de carácter especulativo y destinadas a la enseñanza. Se cuentan
entre ellas el Tratado sobre la oración dominical, los Comentarios a los libros de las
Sentencias25 y las Quaestiones parisienses. A estos hay que añadir 58 sermones y
fragmentos dispersos en obras de otros autores que lo citan.
Su obra en alemán contribuyó a formular una lengua propia para tratar temas filosóficos o
teológicos, cosa que le granjeó el título de «creador de la prosa alemana».26 Sin embargo,
aunque su intención era poder llegar con ello también a las personas de menor educación
o formación, los escritos en lengua vulgar se prestaban con mayor facilidad a ser
malinterpretados. Sus obras en alemán son en general tratados y sermones.
En cuanto a sus fuentes, además de las propias de un maestro de teología –es decir la
Biblia— emplea con soltura los comentarios de las obras de Aristóteles realizados por sus
correligionarios Alberto Magno y Tomás de Aquino. También usa textos de Aristóteles,
aunque su adhesión a la filosofía aristotélica fue tema de debate.27 El mundo neoplatónico
del Liber de causis, queda temperado y «bautizado», si cabe hablar así, por autores
como Agustín de Hipona y Pseudo Dionisio, que Eckhart también emplea y conoce.
También cita a menudo a Boecio.
Obra en latín[editar]
Opus tripartitum[editar]
El Opus tripartitum es una especie de «Suma de teología» concebida -como su mismo
nombre indica- en tres partes: (1) el Opus propositionum, dedicado a las proposiciones que
serían examinadas por el teólogo; (2) el Opus quaestionum, en forma de quaestio para
resolver los problemas ocasionales que surgían de la primera; y (3) el Opus expositionum,
destinado a un comentario de todos los libros de la Biblia. La formulación de este esquema
era notoriamente novedoso en un ambiente académico donde se privilegiaba la forma de
la quaestio.28 Desgraciadamente, de todo ese trabajo —si es que se llegó a completar—
solo se conservan el prólogo de la obra, por el que sabemos su plan general, y algunos
comentarios pertenecientes a la tercera parte: dos comentarios al libro del Génesis, y otros
al del Éxodo, al libro del Eclesiástico, al de la Sabiduría, y al evangelio de Juan.
Según el plan de la obra y un ejemplo de desarrollo que introdujo el mismo Eckhart,
el Opus propositionum debía mostrar la identidad del ser con Dios, siguiendo el modelo de
la Institutio theologica de Proclo. El programa incluía un esquema de 14 tratados con más
de mil proposiciones en total. Y, como recuerda el mismo Eckhart, dado que conocer algo
es al mismo tiempo conocer su contrario, los temas de las proposiciones se presentan en
parejas: caridad y pecado, ser y esencia, etc.29
El Opus quaestionum en cambio, debía seguir el esquema de la Summa theologiae de
Tomás de Aquino, aunque menos exhaustivo dado que el plan era tratar más bien, como
se ha dicho anteriormente, unas problemáticas que surgían de la parte expositiva-
propositiva.
En cuanto al Opus expositionum, siempre según el mismo Eckhart, su modelo fue el
comentario de san Agustín a los primeros libros de la Biblia, así como su obra 83
cuestiones diversas y el A Orosio. La idea era recorrer los textos presentando tanto la
interpretación literal como la anagógica o moral. Aquí introduciría, a modo de Opus
sermonum, los textos de algunos sermones que ya había preparado y pronunciado en latín
para maestros y estudiantes.
Entre sus comentarios bíblicos, son famosos sus cambios de perspectiva en relación con
algunos pasajes del evangelio. Por ejemplo, al comentar el texto del evangelio de san Juan
donde se menciona que Pedro y Juan habían corrido juntos al sepulcro, pero que Juan
habiendo llegado primero no se atrevió a entrar hasta que llegó Pedro quien entró primero
al sepulcro (Juan 20:3-10), Eckhart —contrariamente a toda la tradición exegética— indica
que Pedro simboliza el entendimiento y Juan la voluntad y que, dado que sin conocimiento
no hay amor, es el conocimiento quien debe entrar primero para que se dé el amor de la
voluntad.30 En el pasaje referido a Marta y María (Lucas 10:38-42), el comentario de
Eckhart no solo contradice la exégesis tradicional sino también la literalidad del texto
evangélico cuando comenta que en realidad la mejor opción corresponde a Marta quien
unió el aspecto contemplativo al activo en su actuar.31
Quaestiones parisienses[editar]
Se trata de cinco quaestiones que siguen el modelo propio de las universidades del tiempo
para discutir temas controvertidos. Tres de ellas del primer período en que Eckhart fue
maestro de la Universidad de París (es decir, los años 1302-1303). Las otras dos —hay
que decir que se ha dudado de la atribución— del segundo período, 1311-1314. En ellas
se aleja de la doctrina tomista enseñada por entonces, especialmente en el punto de la
primacía del pensar sobre el ser en Dios.32 Hay ideas y argumentos del pensamiento de
Eckhart que solo se encuentran en estas quaestiones.33
Los temas de las cuestiones son los siguientes:

 «Si en Dios se identifican el ser y el entender".34


 «Si el entender del ángel, en cuanto se refiere a la acción, es su propio ser».35
 «Si la alabanza de Dios en el cielo es más noble que el amor del mismo en la tierra».36
 «Si la existencia de un movimiento sin término implica alguna contradicción».37
 «Si las formas de los elementos quedaron en el cuerpo de Cristo cuando murió en la
cruz».38
El texto de las primeras tres quaestiones fue descubierto en la Biblioteca de Aviñón en
1927. La tercera tiene el texto de la respuesta dada por un maestro Gonzalo, de la orden
franciscana, pero que no ha de confundirse con el maestro Gonzalo Hispano39 y al
margen, y con el título de Rationes Equardi (respuesta de Eckhart) el texto del Maestro.
Los textos de las quaestiones cuarta y quinta se encontraron en un manuscrito de la
Biblioteca Vaticana.40
Sermones[editar]
También se debe a Denifle el descubrimiento de estos sermones en un códice de
la biblioteca de Cusa (la ciudad cambió de nombre y hoy se conoce como Bernkastel-
Kues).41El copista comete numerosos errores en la transcripción que fueron corregidos,
por medio de notas al margen realizadas por Nicolás de Cusa. Los manuscritos parecen
contener un borrador o la base empleada para los sermones. No se sabe si la intención
era usarlos como apuntes de predicación o bien como fuente para la elaboración de una
colección de sermones. Y es que el mismo Eckhart anunció, en el prólogo del Opus
tripartitum, la redacción de una colección de sus sermones:
La tercera obra, v.gr. el Opus expositionum, se divide en dos partes. Dado que el autor ha estudiado
y expuesto en sus sermones algunas autoridades de los dos Testamentosde manera
particularmente detallada, decidió exponer otros separadamente, y llamar a esta obra Opus
sermonum.

Sin embargo, se discute si realmente se trata de esta obra. Lo que sí es incuestionable es


la condición preparatoria o incompleta de los textos, ya que en ocasiones, cuando se
anuncian un esquema o diversas partes del sermón, luego a lo largo del texto no se
encuentra o se sigue otro. Otras veces deja iniciado un tema e indica Expón tal
cosa.42 o mira «actio», lo cual hace suponer el empleo de una especie de diccionario
personal de términos filosóficos.43 Asimismo se trata de «sermones universitarios», es
decir, destinados a personas cultas y preparadas, cosa que se descubre no solo por el
empleo de la lengua latina, sino también por la forma literaria que presentan, que sigue en
varias ocasiones el llamado color rithmicus (finales de párrafo que riman con los
anteriores) y la división tripartita, propia del sermón culto.44
En cuanto a las fuentes, el trabajo intertextual para la edición crítica ha mostrado que más
que usar los textos que cita, Eckhart se valía de florilegios o antologías contemporáneas.
La forma de presentar el sermón también resulta interesante e indicativa ya que tras
presentar el texto que comentará, lo relaciona con otros escritos bíblicos de manera
bastante arbitraria,45 aunque significativa sobre su modo de pensar y sobre los textos que
Ekhart dominaba mejor. Por otro lado, los esquemas son variados: en algunas ocasiones
presenta un pequeño tratado o comentario palabra por palabra a los versículos escogidos
para la predicación, otras se detiene en una sola palabra,46 otras el comentario toma forma
de quaestio o de respuesta magistral.
El sermón latino más antiguo que se conserva es el predicado el 18 de abril de 1294 en
París con motivo de la Pascua.47
Obra en alemán[editar]
Tratados[editar]
Desde la edición de Franz Pfeiffer se conoce como Tratados a algunos opúsculos en
lengua vulgar de Eckhart.
Hay un grupo, llamado Discursos sobre el discernimiento en el título original, pero
publicados como Instrucciones espirituales, con sus enseñanzas a novicios de la Orden de
Predicadores o durante su período como vicario en Turingia,48 es decir, entre 1294 y
1298.49 Aunque no entra en las temáticas que luego lo harán controvertido sí enuncia en
esta obra sus ideas sobre el desapego y sobre la obra interior, como contrapuesta a la
exterior en la vida espiritual.
Luego una obra compuesta para Inés de Habsburgo, que contiene dos tratados: el Liber
Benedictus y El hombre noble (Vom edlen Menschen). El Liber Benedictus es una obra al
estilo del De consolatione philosophiae de Boecio.
Sobre la atribución a Eckhart de un tercer tratado llamado El desapego se mantienen
dudas, debido a que las afirmaciones teológicamente controvertidas aparecen mucho más
propasadas y de haberse conocido habrían sido utilizadas por el tribunal inquisitorial.50 Sin
embargo, Quint lo introdujo en su edición crítica de la obra alemana de Eckhart.
Sermones[editar]
Se trata de 113 sermones, 32 de ellos recogidos en una colección ya reunida en tiempos
contemporáneos al Maestro y escritos en lengua turingia con el título Paradisus anime
intelligentis. También sobre ellos se han dado dudas de autenticidad o atribución.51 Se
agrupan de acuerdo con el momento de la vida de Eckhart en que fueron escritos, es decir,
prevalentemente: el tiempo en que fue prior en Erfurt, cuando fue provincial y los períodos
en Estrasburgo y Colonia. Llaman la atención por el fuerte contenido filosófico y teológico
presente en ellos, aun cuando la elección del alemán presagiaba que el predicador se
dirigía a estratos menos doctos de la población.52 Pero al parecer, Eckhart consideraba
que su auditorio estaba a la altura de esos contenidos:
No he hablado aquí de temas que se deban exponer en la escuela; se puede también exponerlas
desde el púlpito como enseñanza.
Sermón Quasi vas auri solidum ornatum omni lapide pretioso
También resulta interesante notar la presencia continua de los temas más propios de
Eckhart, como su teoría sobre el desapego, sobre la nobleza del alma y sobre la unión con
Dios.
Granum sinapis[editar]
También se le atribuye una poesía de profundo misticismo llamada Granum sinapis («El
grano de mostaza»):53

der wek dich treit El camino te conduce


in eine wûste wunderlîch, a un maravilloso desierto,
dî breit, dî wît, a lo ancho y largo,
unmêzik lît. sin límite se extiende.
dî wûste hat El desierto no tiene
noch zît noch stat, ni lugar ni tiempo,
ir wîse dî ist sunderlîch. de su modo tan sólo él sabe.

El texto se ha conservado en sus testimonios más antiguos con un comentario que si no es


del mismo Maestro, al menos corresponde a un círculo cercano de sus contemporáneos.
En las primeras tres estrofas hay una alabanza a la Trinidad, a través de las procesiones
divinas: la del Verbo y la del Espíritu Santo, que es llamada processio amoris y la unidad
de naturaleza.
A continuación siguen imágenes sobre la vida espiritual como la montaña, el desierto.
Finaliza con la teoría del abandono de todo lo que no sea Dios, incluido el propio yo, como
vía para la verdadera unión con Dios.
Como curiosidad se puede mencionar que el texto en vulgar del primer verso de la poesía
tiene En el principio es el Verbo, en vez del era del texto canónico del evangelio de san
Juan, y que esta elección parece más una interpretación teológica que un error.

Ideas[editar]
Como miembro de la Orden de los Predicadores, las doctrinas de Eckhart se apoyaron en
la base teológica proporcionada por Tomás de Aquino; sin embargo, el componente
neoplatónico que había introducido el Aquinate en una ontología
fundamentalmente aristotélica ―por ejemplo a través de la doctrina de la participación―
adopta en Eckhart un carácter mucho más marcado, aproximándose a las tesis que siglos
antes había sostenido Juan Escoto Erígena. Es quizás lo más propio de su propuesta de
mística especulativa: por un lado, la profunda unión de teología, filosofía y mística
propiamente dicha en una sola reflexión.54 Por otro, la casi total ausencia de confidencia o
de indicaciones que hagan pensar directamente en una experiencia personal de unión con
Dios.55
La teoría mística de Eckhart toma varios temas de la espiritualidad patrística como la unión
con Dios e incluso la divinización del alma, la separación del mundo, etc., pero haciéndolos
partir de reflexiones de naturaleza teológico-filosófica. Por ello, su particular forma de
presentar la mística ha sido llamada «mística especulativa»56 o, a partir de los ambientes
donde nace y se desarrolla, «mística renana».57 Se encuentran en ella influencias del
tomismo que recibió en Colonia, de su experiencia como director de religiosas dominicas y
el neoplatonismo, que siempre estuvo presente en su pensamiento teológico.
Dios[editar]
La característica principal de la teología de Eckhart es la fertilidad de Dios, de cuya
sobreabundancia de amor procede el Hijo o Verbo; esta sobreabundancia, que es origen
también de la creación del mundo, está estrechamente ligada al clásico concepto
neoplatónico de emanación, aunque en la teología de Eckhart la creación del mundo es
claramente un acto de voluntad divino y no una consecuencia necesaria de su esencia.
Eckhart replica también la distinción de Eriúgena entre natura naturans y natura
naturatapara distinguir la divinidad única de Dios (su ser absoluto e incualificado) de su
expresión en la Trinidad, en la que aquella se realiza y manifiesta. Este proceso ―descrito
en sus obras más juveniles como las Quaestiones parisienses― al que califica en una
ocasión de "autorrevelación" de la Trinidad, interesaría profundamente a los idealistas, en
especial a Hegel, que vería en él una prefiguración de sus propias doctrinas.
En el Opus tripartitum, Eckhart abandona la teoría de la prioridad del conocer sobre el ser,
asumiendo plenamente incluso la identificación de Dios con el Ser y llegando a afirmar,
con Tomás de Aquino, que el mismo conocer sin el ser es nada. Sin embargo, hasta ahí
llega el paralelismo de pensamiento entre el Aquinate y Meister Eckhart, aun cuando haya
sido intentado un acercamiento mayor entre los dos autores por parte de teólogos del siglo
XX.58
Asume además la teología apofática que solo permite hablar de Dios en negativo: es decir,
esa forma de expresarse de los nombres divinos no nos dicen qué es Dios, sino más bien
qué no es. Emplea la expresión Gott para referirse al Dios cristiano (Trinidad) y la
expresión Gottheit para hablar de la esencia divina, aun cuando este límite o distinción de
expresión, según el pensamiento de Eckhart, se debe a nuestro modo limitado de pensar.
Origen del mundo[editar]
Varias expresiones de Eckhart podrían hacer pensar que sostenía la eternidad del mundo:
No se puede admitir que Dios esta ahí, esperando no se sabe qué ser que tendría que venir a crear
el mundo. En el mismo instante en que Dios existió, y generó al Hijo, Dios coeterno y coesencial en
todas las cosas creó también el mundo.
Segundo comentario al Génesis

Sin embargo, distingue también la creación en cuanto idea en la mente de Dios y la


creación efectiva, subordinada al tiempo:
Cuando el Padre generó todas las criaturas, entonces me generó, y yo salí de él con todas las
criaturas y sin embargo, permanecí interiormente en el Padre. Como la palabra que ahora pronuncio
surge en mí, en un segundo momento me detengo en mi idea, en tercer lugar la expreso y vosotros
la recibís. Sin embargo, ella permanece verdaderamente en mí, del mismo modo yo permanezco en
el Padre
Sermón Ave, gratia plena

Esta teoría sobre las ideas en la mente de Dios, le lleva también a afirmar que aunque el
Creador trasciende todo, de alguna manera es inmanente a todo, como se ha visto antes,
pero también que el mal no tiene ningún grado de sustancialidad: el demonio es nada, en
cuanto mal, y los pecadores, por tanto, tampoco son nada. Esta teoría también le sirve
para mostrar la diferencia radical de la criatura con respecto a Dios, pero también su
semejanza.
El desapego[editar]
La vía propuesta por Eckhart es, como en buena parte de la mística, la de una divinización.
Si Dios es pura simplicidad, el hombre debe intentar llegar o volver lo más cerca de ella,
despojándose de todo lo que no sea Él mismo. A este proceso de simplificación Eckhart lo
llama "desapego", que no implica desentenderse completamente del mundo, sino tenerlo o
intentar tenerlo como Dios mismo lo tiene, tener el punto de vista divino ―si cabe hablar
así― sobre todo lo que no es Él, y desprenderse de cualquier voluntad propia:
Toda la perfección del hombre consiste en alejarse y en despojarse de la criatura; en comportarse
uniformemente en y hacia todas las cosas, no ser abatido por las adversidades, no exaltarse en la
fortuna, no alegrarse o temer o gozar de una cosa más que de otra… También si esto parece arduo
y difícil, en cambio es absolutamente leve y necesario; leve sobre todo porque cuando se ha
gustado del espíritu, se pierde el sabor de toda carne. De hecho, el inconmensurable gusto de Dios
anula todo lo demás. Secundariamente porque, en efecto, para quien ama de verdad, todas las
cosas son un puro nada fuera de Dios, en cuanto fuera del ser.
Sermón 6
La parte del alma donde se da este conocimiento tiene varios nombres en la mística
especulativa de Eckhart: «fondo del alma», «ápice de la mente», «sindéresis» o «castillo
del alma».59 En la medida en que se vacía, Dios la llena de sí mismo y ese es el sentido de
la «divinización» a través del desapego o abandono. El hombre desapegado será el
hombre noble,60 que por ello siente un gozo profundo y experimenta la verdadera nada de
todo. Todo esto no lo descubre el intelecto natural, por llamarlo así, sino aquel separado
(el intelecto que no tiene nada que ver con las cosas, según la expresión
de Anaxágoras que Eckhart emplea a menudo) y activo que en realidad se identifica con la
gracia.
El nacimiento del Verbo[editar]
Eckhart entiende la unión con Dios por parte del alma, como una unión de intención que se
dirige a Dios. Desecha como imposible la idea de un pensar continuo en Dios, queda la vía
de poseerlo en su esencia, cosa que explica por medio de imágenes:
De la misma manera, quien tiene una gran sed puede hacer distintas cosas y tener pensamientos
diversos sobre el beber, pero independientemente de lo que haga, o con quién esté,
independientemente de su intención, su pensamiento o su ocupación, la imagen de la bebida no lo
abandona durante el tiempo que dure su sed; y mientras más sed tenga, más intensa es la imagen
de la bebida, más presente, continua, interior.
Instrucciones espirituales 6

Esta presencia del Verbo en el alma, será ―al menos por la forma en que probablemente
la explicó― uno de los puntos que causaron acusaciones de herejía, pues se pensó que
afirmaba que hay en alma «algo increado» e incluso «increable». Él mismo se defenderá
de esta acusación intentando aclarar lo que quería expresar:
Nunca he afirmado que haya en el alma algo que sea increado o increable, porque entonces el alma
estaría compuesta de [algo] creado e increado; más bien he enseñado y escrito todo lo contrario.
Declaración pública del 13 de febrero de 1327

En realidad, como se ha indicado anteriormente, esta presencia del Logos o el nacimiento


del Verbo en el alma, es la gracia o esa forma de entender el intelecto agente, separado
de las cosas que permite llegar al «desapego», siempre según la vía mística propuesta por
Eckhart.
Sin embargo y en general no admite un itinerario o una vía gradual de posesión de Dios,
como la espiritualidad basada en el Pseudo Dionisio con los tres grados de purificación,
iluminación y unión, aun cuando en el Discurso del hombre noble, comenta la forma de
seis grados desarrollada por otros autores como Filón de Alejandría, Agustín de Hipona
o Juan Clímaco.61 Sin embargo, en el resto de su obra no solo esta graduación está
ausente, sino también temas recurrentes en otros autores como la necesidad de la cruz.
Esto parece mostrar una preferencia del autor por la mística sobre la ascética.62 Incluso,
quizás buscando que quedara más clara su propuesta mística llega a decir que cuando el
hombre se despoja de todo, incluso del yo, experimenta la desnudez y la nada y esa nada
se vuelve Dios mismo.63

Condena y rehabilitación[editar]
La obra de Eckhart fue ya controvertida entre sus contemporáneos. Y ha dado pie a juicios
de todo tipo sobre su precedencia e influencia en varios movimientos y escuelas, desde el
idealismo y el protestantismo, hasta «begardos y beguinos»64 Se le ha exaltado como «el
más iluminado de los teólogos del Medioevo»65 o «patriarca de una filosofía
específicamente alemana».66
Como se ha mencionado anteriormente, en 1329 Juan XXII condenó algunas
proposiciones que se decían contenidas en la obra de Meister Eckhart. La bula In agro
dominicosubraya especialmente algunos puntos, como por ejemplo, la teoría sobre la
eternidad del mundo, que habría sido creado al mismo tiempo que la generación del
Hijo,67 la no necesidad o incluso la desviación que implica pedir cosas a Dios, la
«transubstanciación» del creyente en Dios, que implica que todo lo dicho sobre Cristo en
las Escrituras se puede aplicar al hombre divinizado de esa manera.
Desde el capítulo general de la Orden de Predicadores del año 1980 se comenzaron
diversas iniciativas con el fin de lograr la rehabilitación del Maestro Eckhart. En 1992, el
entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger, recibió
una solicitud por parte de los Dominicos para que dicho órgano levantara la condena
contra Meister Eckhart. El veredicto que recibió Timothy Radcliffe, entonces Maestro
General de los Predicadores, consistió en tres proposiciones fundamentales:

 El Maestro Eckhart no necesita ninguna rehabilitación.


 Su doctrina está en perfecta consonancia con la doctrina católica.
 Es un teólogo digno de recomendación.68

Influencia y repercusión[editar]
La condena papal de 1328 impidió que los escritos de Eckhart se popularizaran en los
ambientes universitarios, pero no que fuera leído y que haya efectivamente influenciado en
autores de la mística renana, de la devotio moderna (a través de Gerardo Groote que
aunque prohíbe a los suyos la lectura de Eckhart, lo reelabora para sus fines). También es
retomado y hasta defendido por algunos compañeros de su orden como Juan
Taulero y Enrique Susón. El primero llegará a decir: «Él hablaba desde el punto de vista de
la eternidad, y vosotros lo habéis entendido según el tiempo».69
A inicios del siglo XV, Nicolás de Cusa mantuvo una polémica con Johannes Wenck,
precisamente porque este último lo acusaba de ser un discípulo de Eckhart. Nicolás
respondió con el tratado Apología de la docta ignorancia donde acepta la crítica, pero
indicando que así como los teólogos de Aviñón no habían comprendido la teología del
maestro parisino, de la misma manera personas como Wenck no eran capaces de seguir
la sutilidad de la teología del Cusano.
Lutero, que de joven manifestó su gusto por las obras de Eckhart, cambió de opinión
debido al desarrollo de su teología sobre la reparación vicaria de Jesucristo, que es
totalmente contraria a la vía eckhartiana. Sin embargo, esto no impidió que varios autores
reformados asumieran la teología de Eckhart. Así por ejemplo: Caspar Schwenckfeld von
Ossig, Sebastian Franck, Valentin Weigel y Jakob Böhme.70 También es evidente su
influencia en autores como Angelus Silesius, donde incluso influye en su conversión al
catolicismo.
Por medio de estos autores el pensamiento de Eckhart llega a la mística española del siglo
XVI en escritores como Juan de la Cruz71 y la espiritualidad francesa que desembocará en
el quietismo.
Hay que esperar al siglo XIX y al curioso connubio de romanticismo alemán con
el idealismo para un redescubrimiento de los escritos de Eckhart, por medio de filósofos
como Franz von Baader. Así llegó a influir en los filósofos más eminentes del
idealismo: Fichte, Friedrich Schelling y Hegel.72 Schopenhauer reconoció en diversas
ocasiones la influencia de Eckhart en su pensamiento: «Estos son mis compañeros
espirituales: Eckhart y Taulero»73
Sin embargo, no fue sino hasta el descubrimiento de la obra latina de Eckhart en 1886 que
se dio un pleno conocimiento de su obra, lo que permitió mostrar cuánto había sido
malinterpretado y llevado a las aguas del idealismo y de las filosofías modernas. Los
estudios de Denifle sobre esta parte de la obra de Eckhart muestran más bien a un
maestro que se muestra ante todo como un escolástico, con gusto por las filosofías nuevas
y por las expresiones arriesgadas o equívocas.74
El siglo XX vio primero nuevas ediciones de sus obras, no ya con la preocupación de fijar
el texto, sino de divulgarlo. En 1903 la edición de una antología de escritos de Eckhart,
realizada por Hermann Büttner, tuvo un gran éxito, aun cuando lo presenta como un
heterodoxo católico y un espíritu libre que supo oponer una «religión verdadera» a la
eclesiástica.75 Esto propició una explosión de estudios sobre Eckhart y su utilización
incluso por parte de la ideología nazi a manos de Rosenberg: el desapego y la nobleza de
espíritu, según este ideólogo y criminal, eran los valores del germanismo. Era considerado
el «apóstol de los alemanes» y sus escritos, la «Biblia germana».76 Incluso se llegó a
pensar en la creación de una iglesia nacional germana, la Ekkehartmensch.77 Tras
la Segunda Guerra Mundial el interés por Eckhart se trasladó al ámbito filosófico, sobre
todo cuando Heidegger afirmó que mientras meditaba en el ser, leyó frecuentemente los
escritos del maestro dominico.78

Bibliografía[editar]
Edición crítica de su obra latina[editar]
Hubo un trabajo realizado por Franz Pfeiffer en 1857, pero que se mostró luego
insuficiente e incompleto, aun cuando fue reeditado en 1962.79
Se dio también un proyecto por parte del Instituto Histórico de la Orden de Predicadores,
pero que quedó inconcluso desde 1936. El plan original preveía 17 fascículos, pero llegó a
publicar solo tres:

 R. KLIBANSKI, Super oratione dominica, Roma 1934.


 H. BASCOUR (ed.), Opus tripartitum. Prologi, Roma 1935
 A. DONDAINE (ed.), Quaestiones parisienses, Roma 1936
Desde 1956 la editorial Kohlhammer publica una edición crítica de toda la obra de Meister
Eckhart. La obra latina comprende cinco volúmenes publicados en Stuttgart:

 KONRAD W EISS (ed.), Lateinische Werke, vol 1: Prologi in Opus tripartitum en Opus
propositionum, in Opus expositionum. Expositio Libri Genesis; Liber parabolarum
Genesis.
 KONRAD W EISS - JOSEF KOCH - HERIBERT FISCHER (ed.), Lateinische Werke, vol.
2: Expositio libri Exodi; Sermones et lectiones super Ecclesiastici, cap. 24, 23-
31; Expositio libri Sapientiae; Expositio Cant. 1, 6.
 KARL CHRIST - BRUNO DECKER - JOSEF KOCH - HERIBERT FISCHER - ALBERT
ZIMMERMANN (ed.), Lateinische Werke, vol. 3: Expositio sancti Evangelii secundum
Johannem.
 ERNST BENZ - BRUNO DECKER - JOSEF KOCH (ed.), Lateinische Werke, vol. 4: Sermones
latini.
 JOSEF KOCH - BERNHARD GEYER - ERICH SEEBERG (ed.), Lateinische Werke, vol.
5: Collatio in Libros Sententiarum; Quaestiones parisienses; Sermo die b. Augustini
Parisius habitus; Sermo paschalis a. 1294 Parisius habitus; Acta et regesta vitam
magistri Echardi illustrantia; Processus contra magistrum Echardum.
Edición crítica de su obra en alemán[editar]
Comprende también cinco volúmenes, cuatro de ellos dedicados a los sermones y uno a
los tratados. La editorial es la misma:

 JOSEF QUINT (ed.), Deutsche Werke, vol. 1: Predigten 1-24


 vol. 2: Predigten 25-59
 vol. 3: Predigten 60-86
 vol. 4: incompleto por la muerte de Quint.
 vol. 5: Traktate: Das buoch der göttlichen troestunge; Von dem edeln
menschen; Die rede der untersheidunge; Von abgescheidentheit
Traducciones al español[editar]

 Maestro Eckhart (1998). El fruto de la nada (y otros escritos). Madrid: Ediciones


Siruela. ISBN 84-7844-391-6.
 — (1983). Tratados y sermones. Barcelona: Edhasa. ISBN 84-350-0389-2.
Sobre Eckhart[editar]

 Battista Mondin (1996). Storia della Teologia 2. Bolonia: Edizioni Studio


Domenicano. ISBN 88-7094-243-0.
 Evangelista Vilanova (1987). Historia de la teología cristiana 1. Barcelona: Herder. ISBN
84-254-1553-5.
 ÉDOUARD-HENRI W ÉBER, «Mistica, spiritualità e riforma nell'Europa del Nord»,
en GIULIO D'ONOFRIO (dir.), Storia della teologia nel Medioevo, III: La teologia delle
scuole, PIEMME, Casale Monferrato 1996, ISBN 88-384-2626-0
 MARCO VANNINI, Introduzione en Meister Eckhart. I sermoni latini, Città Nuova, Roma
1989, ISBN 88-311-1001-2, p. 5-34
 MARCO VANNINI, Introduzione, en Meister Eckhart. I sermoni, Paoline, Milán 2002, ISBN
88-315-2331-7, p. 9-76
 AMADOR VEGA ESQUERRA (ed.), El fruto de la nada. Maestro Eckhart, Siruela, Madrid
20086, ISBN 84-7844-391-8
 GIUSEPPE BARZAGHI, Maestro Eckhart. Invito alla lettura, San Paolo, Cinisello Balsamo
2002, ISBN 88-215-4638-1
 ALAIN DE LIBERA, Introduzione alla mistica renana, Jaca Book, Milán 1998, ISBN 88-16-
4096-5
 ALAIN DE LIBERA, Eckhart, Suso, Tauler y la divinización del hombre, José J. de
Olañeta, Barcelona 1999, ISBN 84-7651-716-5
 ÁNGEL CAPELLETTI (ed.), Meister Eckhart. Cuestiones parisienses, Universidad nacional
de Tucumán, Tucumán 1962
 BERNHARDUS GEYER (ed.), Magistri Echardi: Quaestiones et Sermo Parisienses, Bohn
1931
 KURT RUH, Meister Eckhart. Teologo - Predicatore - Mistico, Morcelliana, Brescia
1989, ISBN 88-372-1387-5
 JEANNE ANCELET-HUSTACHE, Maestro Eckhart e la mistica renana, Edizioni Paoline,
Milano 1992, ISBN 88-315-0687-0

Notas[editar]
1. Volver arriba↑ Cf. De Libera 1998:177.
2. Volver arriba↑ «Non esiste alcuna notizia su Eckhart che risalga antecedentemente al suo
trentesimo di vita», K. Ruh, Meister Eckhart. Teologo, predicatore, mistico, Brescia 1989,
24.
3. Volver arriba↑ Cf. Vega-Esquerra 2008:12.
4. Volver arriba↑ Cf. Vannini 2002:11.
5. Volver arriba↑ Se piensa que estudió en Colonia por la mención: «Alberto decía a
menudo», que se encuentra en el sermón de Pascua predicado por Eckhart en 1294. Si lo
conoció personalmente, solo pudo ser gracias a una estancia en Colonia. Cf. Vannini
2002:11.
6. Volver arriba↑ Cf. Vannini 1989:27.
7. Volver arriba↑ Prior, en la terminología de la Orden de predicadores, corresponde al
superior de un convento.
8. Volver arriba↑ Mondin 1996:512; Vilanova 1987:958.
9. Volver arriba↑ Cf. Vilanova 1987:958.
10. Volver arriba↑ Cf. Vannini 2002:13-14.
11. Volver arriba↑ Véanse autores como Margarita Porete, Hadewijch de Amberes y Matilde de
Magdeburgo.
12. Volver arriba↑ Cf. Vannini 2002:16-17.
13. Volver arriba↑ Cf. Vannini 2002:18.
14. Volver arriba↑ Cf. Mondin 1996:522.
15. Volver arriba↑ Cf. Vilanova 1987:959.
16. Volver arriba↑ Cf. H. Denifle, Meister Eckheharts lateneische Schriften und die
Grundanschauung seiner Lehre, en Archiv für Literatur - und Kirchengeschichte des
Mittelalters 2 (1886), 637-639.
17. Volver arriba↑ Existe otra carta de Juan XXII del 30 de abril de 1328 al arzobispo de
Colonia donde ya se da a entender que Eckhart ha muerto. Cf. De Libera 1998:176.
18. Volver arriba↑ Cf. G. Théry (ed.), Edition critique des pièces relatives au procès d'Eckhart
contenues dans le manuscrit 33b de la Bibliothèque de Soest, en Archives d'histoire
doctrinale et littéraire du Moyen Age 1 (1926/1927), 129-268.
19. Volver arriba↑ Cf. L. Sturlese, Eckhart, l'inquisizione di Colonia e la memoria difensiva
conservata nel codice Soest 33, en Giornale critico de la filosofia italiana 82.1 (2001), 62-
89.
20. Volver arriba↑ Cf. F. Pelster, Ein Gutachen aus dem Eckhart-Prozess in Avignon,
en Beiträge zur Geschichte der Philosophie und Theologie des Mittelalters 35 (1935).
21. Volver arriba↑ Cf. Ruh 1989:268.
22. Volver arriba↑ Cf. Barzaghi 2002:9.
23. Volver arriba↑ Cf. Magistri Eckardi opera latina, auspiciis Instituti S. Sabinae, Leipzig 1936.
24. Volver arriba↑ Cf. Meister Eckhart. Die deutschen und lateinischen Werke, Stuttgart-Berlin
1936.
25. Volver arriba↑ Para poder dar clases de teología se requería un comentario de esta obra.
De ahí que el segundo de los comentarios atribuidos a Eckhart sea de dudosa autenticidad.
Cf. Vilanova 1987:959.
26. Volver arriba↑ Cf. Mondin 1996:514.
27. Volver arriba↑ Cf. B. Welte, Meister Eckhart als Aristoteliker, en Philosophisches
Jahrbuch 69 (1961), 64-74.
28. Volver arriba↑ Cf. Mondin 1996:514.
29. Volver arriba↑ Cf. Ancelet-Hustache 1992:50.
30. Volver arriba↑ Cf. Weber 1996:730.
31. Volver arriba↑ Cf. Weber 1996:733.
32. Volver arriba↑ Cf. Vannini 2002:52.
33. Volver arriba↑ Cf. Capelletti 1962:5.
34. Volver arriba↑ Cf. Capelletti 1962:6.
35. Volver arriba↑ Cf. Capelletti 1962:12.
36. Volver arriba↑ Cf. Capelletti 1962:13.
37. Volver arriba↑ Cf. Capelletti 1962:16.
38. Volver arriba↑ Cf. Capelletti 1962:18.
39. Volver arriba↑ Cf. Geyer 1931:30.
40. Volver arriba↑ Cf. Biblioteca Apostolica Vaticana, Ms. lat. 1086; Geyer 1931:33-34.
41. Volver arriba↑ Cf. Ingeborg Degenhardt, Studies zum Wandel des Eckhartbildes, Leiden
1967, 175ss.
42. Volver arriba↑ Cf. Vannini 1989:6.
43. Volver arriba↑ Existía ya uno elaborado por Alain de Lille, llamado Distinctiones dictionum
theologicarum, pero no estaba ya al día con respecto a la terminología y conceptos
introducidos por la progresiva inclusión de textos de Aristóteles en las universidades. Cf.
Vannini 1989:8.
44. Volver arriba↑ Cf. Artes praedicandi. Contribution à l'histoire de la rhétorique au moyen âge,
Paris-Ottawa 1936.
45. Volver arriba↑ Cf. Vannini 1989:8.
46. Volver arriba↑ Cf. Sermón 51 donde gira alrededor del Ecce (trad. «He aquí») del Ecce dies
veniunt (Jr. 23, 5).
47. Volver arriba↑ Cf. T. Kaeppeli, Praedicator monoculus: sermons parisiens de la fin du XIIIe
siècle, en Archivum Fratrum Praedicatorum 17, (1957), 120-167.
48. Volver arriba↑ Cf. Ancelet-Hustache 1992:87.
49. Volver arriba↑ Cf. Ruh 1989:43.
50. Volver arriba↑ Cf. Vannini 2002:53.
51. Volver arriba↑ Cf. G. Steer, Zur Authentizität der deutschen Predigten Meister Eckharts,
en Eckhartus Theutonicus, p. 127-168.
52. Volver arriba↑ Cf. Vannini 2002:55.
53. Volver arriba↑ Cf. Vega Esquerra 2008:140.
54. Volver arriba↑ Cf. Vannini 2002:28.
55. Volver arriba↑ Cf. Ancelet-Hustache 1992:69.
56. Volver arriba↑ Cf. F. Brunner, «Maître Eckhart et le mysticisme spéculatif» en Revue de
théologie et de philosophie (1970), 1-11.
57. Volver arriba↑ Cf. Vilanova 1987:961.
58. Volver arriba↑ Cf. O. Karrer, Das göttliche in der Seele bei Meister Eckhart, Würzburg 1928;
sobre lo fallido del intento de acercamiento, véase: K. Ruh, Meister Eckhart. Teologo,
predicatore, mistico, Brescia 1989, 126.
59. Volver arriba↑ Cf. Barzaghi 2002:16.
60. Volver arriba↑ Cf. Vannini 1989:10.
61. Volver arriba↑ Cf. A. Forest – F. Van Steenberghen – M. De Gandillac, Il movimento
dottrinale nei secoli IX-XIV, en A. Fliche – V. Martin, Storia della Chiesa, vol. XIII, 533.
62. Volver arriba↑ Cf. Mondin 1996:521.
63. Volver arriba↑ Cf. Sermón alemán Surrexit autem Saulus.
64. Volver arriba↑ Cf. Johann Lorenz von Mosheim, Commentario sui begardi e le beghine,
1790.
65. Volver arriba↑ Cf. Franz von Baader.
66. Volver arriba↑ Cf. Karl Rosenkranz.
67. Volver arriba↑ Hay que saber que por entonces se dio una controversia bastante fuerte
sobre la eternidad del mundo.
68. Volver arriba↑ Cf. Georg Steer, «Der Aufbruch Meister Eckharts ins 21. Jahrhundert»,
en Theologische Revue 106 (2010), col. 89-100.
69. Volver arriba↑ Cf. Sermón Clarifica me, pater charitate, citado en Ruh 1989:13.
70. Volver arriba↑ Cf. Vannini 2002:68.
71. Volver arriba↑ Cf. J. Orcibal, Le rôle de l'intellect possible chez Jean de la Croix. Ses
sources scolastiques et nordiques, en La mystique rhénane, Paris 1963, 235-279.
72. Volver arriba↑ Cf. E. Benz, Les sources mystiques de la philosophie romantique allemande,
Paris 1968.
73. Volver arriba↑ E. Griesebach, Shopenhauer. Geschichte seines Lebens, Berlin 1897, p.
246.
74. Volver arriba↑ La crítica de Denifle a los protestantes que habían hecho suyo y
tergiversado, según su opinión, el pensamiento de Eckhart es contundente: «hablan de la
doctrina eclesiástica como los ciegos de colores, y aprenden la escolástica leyendo a los
místicos alemanes y por eso hablan continuamente de oposición entre mística y
catolicismo», H. Denifle, Die deutschen Mystiker des XIV. Jarhunderts. Beitrag zur Deutung
ihrer Lehre, Friburgo 1951, p. 228.
75. Volver arriba↑ Cf. Vannini 2002:72.
76. Volver arriba↑ Cf. Vannini 2002:73.
77. Volver arriba↑ Cf. H. Schwarz, Ekkehart der Deutsche, Berlín 1935.
78. Volver arriba↑ Cf. R. Schürmann, Maître Eckhart ou la joie errante, Indiana 1978 y G.
Penzo, Meister Eckhart. Una mistica della ragione, Padua 1992.
79. Volver arriba↑ Cf. Deutsche Mystiker des XIV Jahrunderts y Predigten, Traktate; reedición a
cargo de Aalen.

Meister Eckhart - místico

MISTICISMO. – Estado extraordinario de perfección religiosa, que consiste


esencialmente en cierta unión inefable del alma con Dios por el amor, y va acompañado
accidentalmente de éxtasis y revelaciones. // Doctrina religiosa y filosófica que enseña
la comunicación inmediata y directa entre el hombre y la divinidad, en la visión intuitiva
o en el éxtasis.

DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA


(Real Academia Española - 1992)

Meister Eckhart nació probablemente en 1260 en el pueblo de Tambach, en el distrito


de Gotha, en Turingia, Alemania. Entró muy joven en la Orden de los Dominicos en
Erfurt. Se cree que luego se traslado al Studium Generale de Colonia donde se
familiarizó con los escritos del Pseudo Dionisio y los comentarios de San Alberto Magno.
Obtuvo el grado de bachiller en teología en la Universidad de París durante el bienio
1292-1293. Fue elegido prior en Erfurt, y vicario provincial de Turingia en 1294. En 1300
se convirtió en profesor de teología en la Universidad de París, En 1302 fue nombrado
maestro en Teología Sagrada en París, donde residió unos cuantos años. En 1303, fue
expulsado del reino por Felipe el Hermoso, probablemente por haberse negado a
promover un concilio contra Bonifacio VIII. En 1303 regresó a Alemania y estudió en
Colonia, donde recibió el título de maestro en teología. Los religiosos de la nueva
provincia de Sajonia lo eligieron provincial en 1304, Ese período lo dedicó a visitar los
conventos de la Orden moviéndose por toda la extensa provincia.
Ubicación en Alemania del pueblo de Tambach, en Turingia, donde se cree que nació
Eckhart

En 1307, en Estrasburgo fue elegido vicario general de su orden en Bohemia. La


circunscripción de su orden abarca un inmenso territorio con cuarenta y siete conventos
de dominicos y nueve de dominicas. En 1310, la provincia de Teutonia lo eligió su
provincial, pero el capítulo general de Nápoles del año 1311 rechazó el nombramiento.
Ese año volvió a París para seguir enseñando y comentando la Biblia. Solo Tomás de
Aquino había ejercido dos veces como magister en París, cosa que da cuenta de la fama
de la que gozaba Eckhart entre sus correligionarios. Desde 1314 se le confió la atención
de la rama femenina de la Orden como vicario general. Allí se familiarizó con las
corrientes de misticismo que se habían desarrollado en Alemania por aquel entonces y
se dedicó intensamente a la predicación. En 1314 fue como director del studium
generale a Estrasburgo y desde 1324 del studium de Colonia.En 1320 fue nombrado
maestro de teología del Studium Generale de Colonia. Volvió a París como magister
actu regens.
Catedral de Erfurt, ( también conocida como Mariensdom ) cerca de donde nació Meister
Eckhart y donde trabajó y predicó durante muchos años. Construida en estilo gótico y
con muchas obras maestras de arte , el edificio inicial tenía ya más de 100 años cuando
estuvo Eckhart.

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Regresó a Colonia en 1322 y en 1326, dos comisarios del arzobispo Enrique II de


Vineburg, príncipe de Estrasburgo, establecieron una lista de cuarenta y nueve
proposiciones sospechosas extraídas de los textos del maestro Eckhart, de sus escritos
latinos, del Libro de la consolación divina (Daz buoch der goetlichen troestunge) y de los
sermones. El 26 de septiembre de 1326, Eckhart se defendió con mucha inteligencia y
vigor. Quedando sólo veintiocho artículos que Eckhart tenía que defender ante los
teólogos de Aviñón. Esta vez, Eckhart lo hace francamente mal porque está harto y
cansado. Por fin se retracta y el 13 de febrero de 1327 hizo una declaración pública en
latín, con comentario en alemán,donde el maestro llamaba a Dios por testigo de que
durante toda su vida se había esforzado por evitar cualquier error contra la fe o falta
contra la moral.

Antigua iglesia y monasterio de los dominicos en Erfurt. Luego de la Reforma se


convirtió en templo protestante.
No negaba la posibilidad de haber enseñado doctrinas erróneas, pero sí rechazaba
cualquier posibilidad de herejía, ya que ésta sería objeto de la voluntad y él no tenía
voluntad alguna de faltar a la fe. Cabe señalar que —según una apelación del 24 de
enero del mismo año dirigida al Papa— Nicolás de Estrasburgo, visitador designado por
el propio Santo Padre, ya habría examinado las doctrinas de Eckhart y negado la
sospecha de herejía. En Colonia, el maestro nunca fue declarado culpable. La decisión
dependía ahora de la Curia en Aviñón donde Eckhart habría residido en el mismo año
1327, según el testimonio de Guillermo de Ockham. Entre julio de este año y el 30 de
abril de 1328 el maestro murió sin conocer el juicio definitivo sobre la obra de toda su
vida. Se cree que murió en Aviñón, Francia, en 1327. No se conoce el lugar donde
descansan sus despojos.
El movimiento místico de Eckhart busca la unión del alma con Dios, a través de una
serie de estadios: el alma reconoce primero que el ser pertenece sólo a Dios, mientras
que ella misma no es nada por sí; en un segundo momento se descubre como imagen
de Dios, cuando se ha olvidado de sí; en el tercer estadio, el alma se reconoce como
idéntica a Dios, tesis que dio pie a la acusación de panteísmo, y sobre cuyo sentido se
ha discutido abundantemente; el último estadio supone la superación de Dios como
creador, en su anterioridad exenta de determinaciones y que se identifica, por tanto, con
la nada.

El primer proceso de inquisición contra un teólogo de la Universidad de París durante la


Edad Media fue el del Maestro Eckhart (1260-1328), dominico alemán que predicaba la
posibilidad de que el hombre alcance aquí en la tierra una vida bienaventurada,
asumiendo su origen y filiación divinas. Sus expresiones arriesgadas sobre el
nacimiento del Hijo de Dios en el alma, la experiencia nihilista de Dios a quien llama
´pura Nada´, el vacío interior que el espíritu comprende como una muerte necesaria o
el exilio del alma noble, todo ello condujo a sus acusadores a ver en su obra tesis
heréticas. Pero la fuerza de su pensamiento filosófico y teológico tuvo, a pesar de la
prohibición de su obra, una continuidad inmediata en el siglo XIV, en primer lugar entre
los dominicos alemanes Heinrich Suso y Johannes Tauler, y después en san Juan de la
Cruz, Angelus Silesius, Jacob Bohme y, ya en el siglo XX, en Martin Heidegger. El
interés por Eckhart va más allá de la tradición europea y occidental; han sido los filósofos
de la Escuela de Kioto, Keiji Nishitani y Hajime Tanabe, quienes han llamado la atención
sobre su figura como un interlocutor privilegiado con las tradiciones asiáticas y muy
especialmente con el Budismo Zen.

Las obras principales de Eckhart son Opus tertium (que dejó inconclusa) y Quaestiones
parisienses. El éxito posterior de sus escritos es enorme en el pensamiento alemán
teológico, filosófico o esotérico de los siglos XVIII, XIX, XX, y en la actualidad.
INSTRUCCIONES ESPIRITUALES

1.- Cuando el hombre sale de sí mismo en la obediencia y se renuncia, obliga a


Dios a penetrar en él, porque si este hombre nada desea para sí mismo, Dios debe
querer para este hombre lo mismo que para Él.

2.- Las gentes no deberían pensar tanto en lo que hacen, deberían pensar en lo
que son... No pienses que la santidad se funda en los actos. La santidad debe
fundarse en el ser porque no son las obras las que nos santifican sino más bien
nosotros debemos santificar las obras.
3.- La razón que hace que la naturaleza y el fondo del hombre sean altamente
buenos y que vuelve buenas las obras de los hombres, es que el espíritu del
hombre esté totalmente volcado hacia Dios.

4.- El hombre no debe espantarse por nada mientras su voluntad sea buena, ni
afligirse cuando no puede manifestarla por las obras.

5.- Dios desea que en todas las cosas renunciemos a nuestra voluntad.

6.- Hay en esta vida dos maneras de ser iluminado en lo que concierne a la vida
eterna. Una proviene del anuncio que Dios ha hecho al hombre por una
iluminación particular... El otro modo es... cuando el hombre, por el amor y la
intimidad que tiene con Dios, confía tan totalmente y está tan seguro de Él que no
puede dudar y adquiere una tal certidumbre porque lo ama sin distinción en todas
las criaturas indistintamente.

7.- Si encuentras que tu camino más directo no pasa por numerosas obras
exteriores, grandes trabajos o privaciones – lo que no tiene tanta importancia, a
menos que el hombre se vea impulsado a ello por Dios y tenga la fuerza de hacerlo
convenientemente sin que su ser interior quede alterado – si por tanto tu no
encuentras nada de esto en ti, estate en paz y no le des tanta importancia.
Puerta de Meister Eckhart en la iglesia de Erfurt

También se le atribuye una poesía de profundo misticismo llamada Granum


sinapis («El grano de mostaza»)

der wek dich treit


in eine wûste wunderlîch,
dî breit, dî wît,
unmêzik lît.
dî wûste hat
noch zît noch stat,
ir wîse dî ist sunderlîch.

El camino te conduce
a un maravilloso desierto,
a lo ancho y largo,
sin límite se extiende.
El desierto no tiene
ni lugar ni tiempo,
de su modo tan sólo él sabe.
Campana " La Gloriosa " en la catedral de Erfurt ( clicar )

DEL DESAPEGO

Yo alabo más al desprendimiento que al amor, y es por esta razón: lo que el amor
tiene de mejor, es que me obliga a amar a Dios, mientras que el desapego obliga
a Dios a quererme. Es mucho más noble obligar a Dios a venir a mí, que obligarme
a ir hacia Dios, porque Dios puede más íntimamente penetrar y unirse a mí que yo
pueda unirme a Dios.
Yo alabo el desapego más que la humildad y he aquí porqué: la humildad puede
existir sin el desprendimiento mientras que el perfecto desprendimiento no puede
existir sin la perfecta humildad, porque la perfecta humildad tiende a una
anulación de nosotros mismos.
Alabo el desapego más que toda misericordia, porque la misericordia consiste en
que el hombre sale de sí mismo para ir hacia las miserias de su prójimo y su
corazón se turba. El desapego está exento, permanece en sí mismo y no se deja
turbar por nada. Porque siempre que algo puede turbar al hombre, no es como
debe ser.

Si llegamos a abandonar nuestra propia voluntad, si por amor a Dios nos


atrevemos a deshacernos de todo, tanto de lo de dentro como de lo de fuera de
nosotros, entonces habremos realizado nuestro ser profundo. Así que te tienes
que abandonar completamente a Dios, con todo lo que eres y no preocuparte ya
de lo que él hará de ti... Cuanto más progresamos en este camino más nos
encontramos verdaderamente unidos a Dios, en Dios.

Un dicho del hombre sabio esta expresado así: "Cuando todas las cosas
reposaban en un profundo silencio, descendió hacia mí desde lo alto, una palabra
secreta". ¿Dónde pronuncia Dios Padre esta palabra?. Es preciso que esto ocurra
en lo más puro que haya en el alma, en lo mas notable y en lo más fino. Por lo
tanto es preciso que el alma en la que el nacimiento ha de producirse se mantenga
perfectamente pura y viva con una perfecta nobleza, que esté completamente
unificada y completamente interior, que no vagabundee afuera, por los cinco
sentidos, en la diversidad de las criaturas, sino que esté por completo en el
interior y unificada en lo más puro que posee; ése es su sitio.

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