Analisis Combinatorio

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ANÁLISIS COMBINATORIO DE

RESULTADOS PROBABLES USANDO


PAPEL Y LÁPIZ.

La Fórmula del Análisis Combinatorio y el Triángulo


de Pascal:
En sus primeros momentos históricos la Teoría de la Probabilidad se basaba
principalmente en el denominado «Análisis Combinatorio» (o Combinatoria), tal como
fue usado ese tipo de análisis en las obras precursoras de autores como Cardano,
Galileo, Fermat o Pascal cuando indagaron la forma como pueden aparecer los
resultados de un juego de azar a lo largo de un conjunto de diversas jugadas o rondas,
análisis que fue crucial para poder resolver acertadamente el Problema de los Puntos.
El objetivo del Análisis Combinatorio es lograr calcular de manera simple la
totalidad de las posibles combinaciones que pueden ocurrir en una jugada o en
varias jugadas entre los elementos individuales que conforman un «Espacio de
Eventos» (Ω) o entre los elementos individuales de dos o más «Espacios de Eventos»,
sin necesidad de que en cada ocasión se deban enumerar o graficar o tabular todas
las posibles combinaciones resultantes, tarea que puede ser tediosa y difícil cuando el
número de combinaciones que se produce es astronómico. La herramienta idónea
para facilitar esta labor dentro del análisis combinatorio es la fórmula nCr propuesta
por Blaise Pascal que a su vez está vinculada a los valores del denominado Triángulo
de Pascal:

nCr = n × (n − 1) × (n − 2) × (n − 3) … (n − r +1)

r × (r − 1) × (r − 2) × (r − 3) … (r − r + 1)

Como ya se vio, en esta fórmula la letra n equivale a la cantidad de elementos


individuales del conjunto de eventos que pueden ser combinados entre sí, la letra C
indica que la operación matemática realizada es el cálculo de una combinación, y la
letra r indica la cantidad de elementos individuales que son combinados en cada
ocasión. Así, si la expresión es 5C2, entonces indica que en la operación se calcula
cuántas combinaciones pueden formar 2 elementos individuales que son tomados de
un total de 5 elementos disponibles, y si la expresión es 5C4, indica que se calcula
cuántas combinaciones pueden formar 4 elementos que son tomados de un total de 5
elementos disponibles, y la expresión 9C3 indica que se calcula cuántas
combinaciones pueden formar 3 elementos escogidos de un total de 9 disponibles.
Para aplicar la fórmula la cantidad n de elementos del conjunto se multiplica por sí
misma reducida en una unidad tantas veces sean la cantidad de los elementos r que
son combinados en cada ocasión aumentados en una unidad, y el guarismo obtenido
se divide sobre el producto que se obtiene al multiplicar por sí misma la cantidad r de
elementos que son combinados en cada ocasión reducida en una unidad tantas veces
sea la cantidad de r elementos restada por sí misma más una unidad. Si r es igual a
cero (0), entonces el total de combinaciones se obtiene dividiendo a n por sí misma. Y
si r es igual a uno (1), entonces el total de combinaciones se obtiene dividiendo a n por
uno (1).

Elementos de
(Ω) TRIÁNGULO DE PASCAL (NÚMERO DE COMBINACIONES):

1
0

1 1
1

1 2 1
2

1 3 3 1
3

1 4 6 4 1
4

1 5 10 10 5 1
5

1 6 15 20 15 6 1
6

1 7 21 35 35 21 7 1
7

1 8 28 56 70 56 28 8 1
8

1 9 36 84 126 126 84 36 9 1
9

entos de
TRIÁNGULO DE PASCAL (TIPO DE COMBINACIONES):

0C0
0

1C0 1C1
1

2C0 2C1 2C2


2

3C0 3C1 3C2 3C3


3
4C0 4C1 4C2 4C3 4C4
4

5C0 5C1 5C2 5C3 5C4 5C5


5

6C0 6C1 6C2 6C3 6C4 6C5 6C6


6

7C0 7C1 7C2 7C3 7C4 7C5 7C6 7C7


7

8C0 8C1 8C2 8C3 8C4 8C5 8C6 8C7 8C8


8

9C0 9C1 9C2 9C3 9C4 9C5 9C6 9C7 9C8


9

Suena complicado entender la fórmula nCr aplicable en Eel Análisis Combinatorio,


pero realmente es muy sencillo, y en todo caso sabemos que al aplicar está fórmula
los resultados obtenidos se distribuyen como los guarismos que conforman el
denominado Triángulo de Pascal que puede ser usado como una guía orientadora
para resolver los problemas matemáticos que involucran análisis combinatorio.

Cálculo y Representación Gráfica del Análisis


Combinatorio en juegos de azar:
Supongamos que en primer lugar las herramientas matemáticas antes mencionadas
se usan para calcular las combinaciones que pueden ocurrir entre los elementos
individuales de un mismo conjunto de eventos (Ω) que son seleccionados
aleatoriamente. Por ejemplo, si hay una urna que contiene 8 balotas numeradas
desde el 1 hasta el 8 y alguien sin ver en el interior introduce la mano para sacar de a
2 balotas a la vez, es posible calcular cuántas combinaciones se pueden formar entre
los 8 números de las balotas de esa urna seleccionados de a 2, lo cual al aplicar la
fórmula de Pascal para el Análisis Combinatorio en la forma 8C2 da como resultado:

nCr = n × (n − 1) × (n − 2) × (n − 3) … (n − r +1)

r × (r − 1) × (r − 2) × (r − 3) … (r − r + 1)

8C2 = 8 × (8 − 1) … hasta (8 − 2 + 1 = 7)
=
2 × (2 − 1) … hasta (2 − 2 + 1 = 1)

8C2 = 8×7 = 56 = 28

2×1 2
La fórmula en la forma 8C2 indica que se toman 2 elementos de un grupo conformado
por 8, y por eso en total hay 28 posibles combinaciones entre las 8 balotas del
conjunto tomadas de a 2 a la vez, y en la tabla del Triángulo de Pascal ese resultado
también aparece claramente expuesto, pues basta encontrar el número 8 en la
columna amarilla que en su parte superior está marcada con el símbolo Ω que
representa los conjuntos o espacios de eventos conformados por diferentes elementos
individuales, y luego sobre esa fila del 8 se avanza hacia la derecha sobre las casillas
de color verde teniendo en cuenta que cada una representa el resultado de las
siguientes combinaciones posibles debidamente ordenadas: 8C0, 8C1, 8C2, 8C3,
8C4, 8C5, 8C6, 8C7, 8C8. Por lo tanto, la tercera casilla de color verde en la fila del 8
corresponde al resultado de la combinación 8C2 que es igual a 28.

Por supuesto, si alguien no desea usar la fórmula ni el Triángulo de Pascal sino que
desea visualizar la cantidad total de las combinaciones que se pueden formar entre los
números de las 8 balotas seleccionadas de a 2 balotas a la vez, entonces puede
proceder a la representación gráfica de las combinaciones elaborando una tabla
como la siguiente:

Para la construcción de esta tabla hay que tener en cuenta que se descarta la
inclusión de combinaciones del tipo 1−1, 2−2, 3−3, 4−4, 5−5, 6−6, 7−7 ó 8−8, ya que
ese tipo de combinaciones son «imposibles» porque en el conjunto de la urna sólo hay
una balota por cada número del 1 al 8, y por tanto, como se extraen dos balotas
simultáneamente, entonces cada número no puede combinarse consigo mismo. En
otras palabras, la cantidad de combinaciones posibles que se pueden lograr con la
balota numerada con el 1 es resultante de multiplicar ese elemento por los elementos
restantes ubicados en la misma urna, es decir: 1×7 = 7 combinaciones posibles (1−2,
1−3, 1−4, 1−5, 1−6, 1−7, 1−8), y la cantidad de combinaciones posibles a formar con
la balota numerada con el 2 también resulta de multiplicar ese elemento con los
restantes 7 de la urna: 1×7 = 7 combinaciones posibles (2−1, 2−3, 2−4, 2−5, 2−6, 2−7,
2−8), y así sucesivamente con las demás balotas numeradas que siguen en orden. Si
este procedimiento de cálculo se aplicara sin ninguna limitante se obtendría un
conjunto conformado por 56 combinaciones posibles entre 2 balotas tomadas de las 8
disponibles, pero se debe tener en cuenta que cada combinación individual es
exactamente equivalente a su «inverso», es decir, una combinación como 1−2 para
efectos de la probabilidad es igual a la combinación 2−1 y una combinación como 3−4
es igual a 4−3 y una combinación como 2−8 es igual a 8−2, porque en estos casos de
análisis combinatorio se supone que las dos balotas son sacadas simultáneamente de
la urna y que no es relevante en el cálculo el orden específico ocupado entre ellas,
por tanto, basta con incluir en la tabla una combinación sin necesidad de tener que
incluir también su inverso. Precisamente, las casillas sombreadas de color rosado son
las 28 combinaciones válidas que se pueden formar entre las 8 balotas tomadas de 2
en 2, mientras que las restantes 28 combinaciones sombreadas de gris son inversos
que se descartan de la tabla porque ya están representados por otras combinaciones
incluidas previamente. Así, en esta tabla en la primera columna se mercaron de color
rosado todas las combinaciones posibles de la balota numerada 1 con cada una de las
restantes 7 balotas numeradas. En la segunda columna se marcaron con color rosado
todas las combinaciones posibles de la balota numerada con el 2 con las restantes 7
balotas, pero descartando la combinación 2−1 que es el inverso de la combinación
1−2 que ya fue incluida en la primera columna. En la tercera columna se mercaron de
rosado todas las combinaciones de la balota numerada con el 3 con las restantes 7
balotas, pero descartando la combinación 3−1 que es el inverso de 1−3 que ya fue
incluido en la primera columna y también se descarta la combinación 3−2 que es el
inverso de 2−3 ya incluido en la segunda columna. en la cuarta columna se marcan de
color rosado las combinaciones de la balota numerada con el 4 con las restantes 7
balotas, pero se descartan las combinaciones 4−1, 4−2 y 4−3 que son
respectivamente los inversos de 1−4, 2−4 y 3−4 ya incluidos en las primeras 3
columnas. Y así sucesivamente hasta llegar a la columna final. A medida que se va
avanzando de columna durante la elaboración de la tabla, se van descartando muchas
combinaciones que son inversos de otras que ya están previamente señaladas con el
color rosado.

Ya sea que se use la fórmula nCr, el Triángulo de Pascal o la representación gráfica en


una tabla de todos los resultados de la combinación 8C2, lo cierto es que se obtiene
un conjunto conformado por 28 combinaciones posibles entre 2 elementos individuales
tomados de un mismo grupo de 8 balotas colocadas en una urna, y por tanto es viable
calcular la probabilidad de ocurrencia de cualquier combinación posible dentro de ese
conjunto de 28 combinaciones, no importa qué característica particular se le atribuya a
cada combinación de ese conjunto. Por ejemplo, la combinación 1−2 (o su inverso
equivalente a 2−1), es resultante de multiplicar 1 balota que está numerada con el uno
por 1 balota numerada con el dos (1×1 = 1), y por tanto esa única combinación dentro
de las 28 posibles que se pueden formar entre las 8 balotas tiene una probabilidad de
ocurrencia equivalente a: P = 1/28 = 0,03571. De la misma forma, la combinación 5−6
(o su inverso equivalente a 6−5) tiene una probabilidad de ocurrencia equivalente a
1/28 = 0,03571. Si alguien espera meter la mano en la urna y obtener cualquier
combinación de 2 balotas que incluya a la balota numerada con el 8, entonces sabe
que la totalidad de combinaciones que cumplen ese requisito son resultantes de la
operación 1×7 = 7 (es decir, 1 balota numerada con el 8 multiplicada por las otras 7
balotas numeradas), lo cual forma el conjunto de eventos favorables identificado
como: A = {(1−8), (2−8), (3−8), (4−8), (5−8), (6−8), (7−8)}, y por tanto la probabilidad
para obtener cualquier combinación de 2 balotas que incluya a la balota numerada con
el 8 es P = 7/28 = 0,25. Si alguien introduce la mano en la urna y espera sacar
cualquier combinación en la que alguna de las dos balotas esté numerada con el uno,
el cuatro o el ocho, entonces hay que tener en cuenta que de las 28 combinaciones
posibles del conjunto se observa que aquellas que incluyen a la balota numerada con
el uno son sólo 7 combinaciones (porque: 1 balota numerada con el uno × 7 balotas
numeradas con los números restantes = 7), de otro lado las combinaciones que
incluyen a la balota numerada con el cuatro se calculan excluyendo aquella
combinación que ya formó con la balota número uno, por tanto son sólo 6
combinaciones (porque: 1 balota numerada con el cuatro × 6 balotas con los números
restantes que excluyen la número uno = 6), y las combinaciones que incluyen a la
balota numerada con el ocho se calculan excluyendo aquellas combinaciones que ya
formó con las balotas número uno y número cuatro, por tanto son sólo 5
combinaciones (porque: 1 balota numerada con el ocho × 5 balotas con los números
restantes que excluyen al uno y al cuatro = 5); por consiguiente, el espacio de
combinaciones favorables que cumplen la condición de contener alguna balota
numerada con el uno, el cuatro o el ocho son 7+6+5 = 18, conjunto de eventos
favorables que extensamente se expresa como: A = {(1−2), (1−3), (1−4), (1−5), (1−6),
(1−7), (1−8), (4−2), (4−3), (4−5), (4−6), (4−7), (4−8), (8−2), (8−3), (8−5), (8−6), (8−7)};
y por tanto la probabilidad de sacar cualquier combinación en la que alguna de las dos
balotas esté numerada con el uno, el cuatro o el ocho es: P = 18/28 = 0,6428.

Y si alguien espera obtener cualquier combinación de 2 balotas en la que ambas


balotas sólo tengan números pares, entonces sabe que dentro de la urna hay 4
balotas que cumplen la condición de tener estampado un número par (2, 4, 6, 8), por
tanto para saber cuántas combinaciones de dos balotas se forman entre esas 4
balotas de números pares el problema se resuelve como una combinatoria del tipo
4C2:

4C2 = 4 × (4 − 1) … hasta (4 − 2 + 1 = 3)
=
2 × (2 − 1) … hasta (2 − 2 + 1 = 1)

4C2 = 4×3 12 6
= =
2×1 2

Por consiguiente, dentro del conjunto de las 28 combinaciones que se pueden formar
entre 2 balotas tomadas de las 8 balotas que hay en la urna, se observa que hay 6
combinaciones posibles entre las balotas que sólo tienen números pares, conjunto de
eventos favorables identificado extensamente como A = {(2−4), (2−6), (2−8), (4−6),
(4−8), (6−8)}, y por tanto la probabilidad para obtener cualquier combinación de 2
balotas en la que ambas balotas sólo tengan números pares es: P = 6/28 = 0,2142. En
síntesis, una vez que se tiene el tamaño del conjunto total de las combinaciones
que se pueden formar cuando una cantidad de elementos son tomados aleatoriamente
de un mismo grupo, es viable calcular las probabilidades de ocurrencia de cada
combinación individual o las probabilidades de ocurrencia de varias combinaciones
agrupadas por algún tipo de característica especial como se vio en los anteriores
ejemplos.

Supongamos ahora que se trata de la misma urna con 8 balotas numeradas del 1 al 8,
pero esta vez se extraen al tiempo 3 balotas que pueden formar diversas
combinaciones entre sí sin que sea relevante el orden que ocupan, caso en el cual el
conjunto total de combinaciones posibles se calcula como 8C3:

nCr = n × (n − 1) × (n − 2) × (n − 3) … (n − r +1)

r × (r − 1) × (r − 2) × (r − 3) … (r − r + 1)

8C3 = 8 × (8 − 1) × (8 − 2) … hasta (8 − 3 + 1 = 6)
=
3 × (3 − 1) × (3 − 2) … hasta (3 − 3 + 1 = 1)

8C3 = 8×7×6 336 56


= =
3×2×1 6

Este valor también está incluido en el Triángulo de Pascal, y se localiza en la fila del 8
avanzando hasta la cuarta casilla de color verde que representa el resultado del
cálculo 8C3. Se observa que el espectro de combinaciones posibles entre 3 balotas
tomadas simultáneamente de un mismo grupo de 8 se ha ampliado, como lo describe
la siguiente tabla que es la representación gráfica del cálculo realizado:
Las combinaciones en las casillas sombreadas de color rosado son la 56 válidas
resultantes de 8C3. Para construir una tabla como la anterior en primer lugar es
necesario no incluir todas las combinaciones que son imposibles, como ocurre con
combinaciones del tipo 1−1−1 ó 6−6−6 ó 1−2−1 ó 3−2−2 ó 4−4−1 ó 8−3−8 ó 7−7−5,
etc., porque como ya se dijo, sólo hay en la urna 8 balotas numeradas del 1 al 8 y por
tanto es imposible que el número de cualquier balota se repita más de una vez en
cualquier combinación de 3 balotas sacadas de esa urna. En cada columna de la tabla
luego se incluyen todas las combinaciones posibles que se pueden formar entre 3
balotas, de forma ordenada de menor a mayor comenzando por las combinaciones
que inician con la balota numerada con el uno, después las que inician con la balota
numerada con el dos, y así sucesivamente hasta las que inician con la balota número
ocho. Al final se obtienen 336 combinaciones posibles entre 3 balotas tomadas
simultáneamente de las 8 disponibles, pero en este caso se aplica la regla de que
cada combinación individual es exactamente equivalente a las demás
combinaciones conformadas por los mismos elementos que la integran, es decir,
una combinación como 1−2−3 es exactamente equivalente a las combinaciones 1−3−2
ó 3−1−2 ó 3−2−1 ó 2−1−3 ó 2−3−1 porque todas tienen los mismos elementos, y del
mismo modo una combinación como 1−4−5 es exactamente equivalente a las
combinaciones 1−5−4 ó 4−1−5 ó 4−5−1 ó 5−1−4 ó 5−4−1 que son semejantes entre sí
porque tienen los mismos elementos, y por tanto al ir marcando en cada columna las
combinaciones válidas y descartando todas aquéllas que son una repetición por
contener los mismos elementos de una combinación previa ya marcada, al final se
obtienen 56 combinaciones válidas en las casillas rosadas, mientras las restantes
aparecen sombreadas en color gris porque ya están incluidas en las primeras y no son
combinaciones válidas dentro de este cálculo.

Es fácil darse cuenta que elaborar una tabla como la anterior se vuelve una tarea
tediosa y compleja a medida que crece el número de posibles combinaciones, por eso
para efectos del cálculo es mejor confiar en la fórmula nCr o en el Triángulo de Pascal.
Como quiera que sea, lo cierto es que ahora tenemos un conjunto de 56
combinaciones formadas por 3 balotas tomadas aleatoriamente de un mismo grupo de
8 balotas, y por tanto la probabilidad individual de ocurrencia de cualquiera de esas
combinaciones es de 1/56 = 0,01785, y si algunas de esas combinaciones del
conjunto son reunidas formando subgrupos caracterizados por alguna cualidad
específica (por ejemplo, por contener sólo números impares, por contener un número
determinado, por contener algunos números de los 8 posibles, etc.), entonces basta
aplicar el sentido común para calcular el tamaño de esos subgrupos sin incurrir en la
doble contabilización de alguna combinación y así se podrá establecer su probabilidad
de ocurrencia frente a las 56 combinaciones posibles.

A medida que crece el número de balotas que son tomadas en cada ocasión de la
misma urna se obtiene un diferente valor de posibles combinaciones: 8C4 = 70
combinaciones, 8C5 = 56 combinaciones, 8C6 = 28 combinaciones, 8C7 = 8
combinaciones, y 8C8 = 1 combinación. En todos estos casos también se aplica la
regla de que una combinación válida es equivalente a todas aquéllas que están
conformadas por los mismos elementos, es decir, la combinación 1−2−3−4, que es
una de las 70 posibles resultantes de 8C4, es equivalente a las combinaciones
4−3−2−1 ó 2−1−3−4 ó 2−1−4−3 ó 3−1−2−4 ó 4−1−2−3, etc. que tienen los mismos
elementos, y la combinación 1−2−3−4−5−6−7, que es una de las 8 posibles
resultantes de 8C7, es equivalente a las combinaciones 7−6−5−4−3−2−1 ó
7−6−5−1−2−3−4 ó 2−4−6−1−3−5−7 ó 5−1−3−7−6−4−2, etc. que también tienen los
mismos elementos integrantes.

Juegos de Azar que producen cantidades


astronómicas de Combinaciones:
Cuando se calcula el número de combinaciones entre los elementos individuales que
son tomados de un mismo conjunto siempre las combinaciones válidas resultantes
representan un cantidad mayor, y por eso los resultados obtenidos de la fórmula nCr
son una simplificación de un Espacio de Eventos posible mucho mayor, porque en
este caso en el cálculo no se tiene en cuenta el orden específico que ocupa cada
elemento individual seleccionado de un mismo grupo sino que se le considera parte de
un mismo compuesto o combinación dentro del cual no importa el orden.
Precisamente, el análisis combinatorio usado para calcular la totalidad de las posibles
combinaciones que pueden ocurrir entre los elementos individuales que son tomados
de un mismo Espacio de Eventos (Ω) tiene aplicación en aquellos juegos de azar en
los que se puede considerar que no interesa el orden de los elementos que
conforman cada combinación.

Por ejemplo, en muchos países existen sistemas de loterías en los que el jugador a
su acomodo puede elegir una combinación específica de números para su tiquete y
puede ganar el premio si todos los números de su combinación están dentro del
resultado ganador del sorteo no importa en qué orden estos últimos aparezcan: por
ejemplo, si el jugador escoge los números 1−2−3−4, entonces aplicando el análisis
combinatorio y teniendo en cuenta la totalidad de balotas que son usadas en el sorteo
del premio, se puede calcular el valor de probabilidad de ocurrencia de esa
combinación, teniendo en cuenta que la misma representa a un número mayor de
combinaciones que son semejantes entre sí porque contienen los mismos elementos
como ocurre con 4−3−2−1 ó 2−1−3−4 ó 2−1−4−3 ó 3−1−2−4 ó 4−1−2−3, etc., es decir,
si en el sorteo de la lotería aparece cualquiera de estas últimas combinaciones, es
como si hubiera aparecido la combinación 1−2−3−4 elegida por el jugador porque en
este caso no importa el orden de los elementos.

En el póquer también es usual aplicar el análisis combinatorio cuando se considera


que no importa el orden en que son extraídas las cartas de un mazo y no importa el
orden que éstas tienen dentro de una combinación extraída, es decir, cuando por
ejemplo de un mazo se extraen 3 cartas que forman la combinación J♥−5♠−A♣ y
resulta irrelevante el orden entre éstas porque se podría considerar que tal
combinación es equivalente a las combinaciones 5♠−J♥−A♣ ó A♣−J♥−5♠ ó 5♠−A♣−J♥
ó A♣−5♠−J♥ …, etc. Así, cuando de un mazo completo de 52 cartas se extraen 2
cartas y es irrelevante el orden entre las mismas, entonces se trata de las
combinaciones entre elementos individuales de un mismo espacio de eventos que se
calculan mediante la fórmula como 52C2:

52C2 = 52 × 51 2.652 1.326


= =
2×1 2

En otras palabras, hay 1.326 combinaciones posibles entre dos cartas tomadas
aleatoriamente de un mazo completo de 52 cartas, y por tanto en este caso cada una
de esas posibles combinaciones tiene una probabilidad de ocurrencia individual
equivalente a: P = 1/1.326 = 0,000754. De este modo, si un jugador frente a este
conjunto de combinaciones desea calcular cuál es la probabilidad de obtener cualquier
pareja de ases dentro de 2 cartas extraídas de un mazo completo de 52 cartas,
entonces debe tener en cuenta que en el mazo hay 4 ases (A♠, A♣, A♥, A♦) que a su
vez pueden combinarse entre sí formando diversas cantidades de combinaciones de
parejas de ases, cantidad que se calcula como 4C2 = 6 combinaciones posibles entre
los 4 ases, combinaciones las cuales a su vez se representan extensamente como el
grupo favorable: A = {(A♦,A♥), (A♦,A♣), (A♦,A♠), (A♥,A♣), (A♥,A♠), (A♣,A♠)}, y por tanto
la probabilidad de obtener cualquier pareja de ases en 2 cartas extraídas de un mazo
completo es de P = 6/1.326 = 0,004524 (sólo del 0,45%).

Del mismo modo, en un juego de cartas como el Draw Poker, en el cual al comienzo
el jugador recibe 5 cartas extraídas de un mazo completo de 52, la cantidad de
posibles combinaciones formadas entre las 5 cartas sin consideración a su ordenación
son resultantes de calcular 52C5:

52C5 = 52 × 51 × 50 × 49 × 48 311.875.200 2.598.960


= =
5×4×3×2×1 120

Dentro de esta gran cantidad de posibles combinaciones de 5 cartas que puede recibir
el jugador se observa que la probabilidad de ocurrencia individual de cada
combinación es de P = 1/2.598.960 = 0,000000384, es decir, la probabilidad es más
que ínfima y próxima a cero, porque sólo equivale a un 0,0000384%.

En el Draw Poker sólo existen 4 combinaciones posibles de 5 cartas que forman una
«escalera real» (10♠−J♠−Q♠−K♠−A♠ ó 10♣−J♣−Q♣−K♣−A♣ ó 10♥−J♥−Q♥−K♥−A♥ ó
10♦−J♦−Q♦−K♦−A♦), siendo esta la máxima combinación de cartas que entrega los
premios más altos, por consiguiente, la probabilidad de que un jugador reciba de
entrada en sus 5 cartas una escalera real es sólo de P = 4/2.598.960 = 0,000001539
(sólo del 0,0001539%). No resulta extraño que en el Draw Poker y en otros juegos
similares los premios de mayor valor siempre estén reservados a la obtención de
aquellas combinaciones que precisamente tienen las más bajas probabilidades de
ocurrencia.
FUENTES DE CONSULTA:
 BARBOIANU, Catalin. Probability Guide to Gambling: The mathematics of dice,
slots, roulette, baccarat, blackjack, poker, lottery and sport bets.
 CUADRAS, Carles. Problemas de probabilidades y estadística. P.P.U.,
Barcelona, 1990.
 HAEUSSLER, Ernest; PAUL, Richard; WORD, R. J. Introductory mathematical
analysis for business, economics and the life and social sciences. Prentice Hall.
 THORP, Edward. Elementary probability. Wiley & Sons, New York, 1976.
 Tijms, Henk. Understanding probability: Chance rules in everyday life. Cambridge
University Press, 2004.
 WIKIPEDIA. Consulta de los términos: Binomial Coefficient; Combinations;
Combinatorial Analysis; Gaming Mathematics; Pascal’s Triangle; Probability
Theory; Sample Space; Set; Subset; Theory of Probability.

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