Literatura Galega (Manuel Rodríguez Alonso)
Literatura Galega (Manuel Rodríguez Alonso)
Literatura Galega (Manuel Rodríguez Alonso)
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rmrrilmffiilliril
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LITERATURA
GALLEGA
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CENI
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Contenido
1
Introducción. Etapas y contexto
sociolingüÍstico de la literatura gallega, Z
2
El esplendor de Ia literatura gallego-
portuguesa medieval, 16
3
La escuela lírica gallego-castellana. Los
Séculos.Escuros, 81
4
Prerrexurdimento y Rexurdimento, 42
j
5
I
I
El tránsito al siglo ¡o<. El esplendor de la
literatura gallega desde 1916 a 1986:
generación Nós, vanguardias, 61
6
La literatura gallega tras la guerra civil: el
exilio exterior y el interior. T,a recuperación
de los años cincuenta y el grupo Galax,a,74
7
La variedad de la lÍrica en los años
cincuenta y en los primeros sesenta, 28
Colección coordinada por Vicente Martfnez a
Los setenta. Continuidad y renovación en la
Diseño: Pablo Núñez
narrativa. La pOeSia social. La recuperación
del teatro, 85
O
O
Manuel RodrÍguez Alonso, 2002
AceDto Editorial, 2002
I
Los ochenta: ¿década dorada de la lengua y
Joaquin T\rrina, 39 - 28044 Madrid
la literatura gallegas?, 91
Comercializa: CESMA SA - Aguacate, 43 - 28044 Madrid 10
La consolidación de la literatura gallega en
ISBN: 84-483{682-1 la década de los noventa, 110
Depósito legal: M-24300-2002
heimpresión: Gra.fi lia, SL 11
Impreso eD España I Printod in Spain Una literatura para el nuevo siglo y el
Imprenta SM - Joaquin Turina, 39 - 28044 Madrid nuevo milenio: tradición y renovación en la
No d Fdtida la reprcducción lotd o pdciBl de esle librc, ni su tnt&
literatura gallega actual, 181
denb Ho@¿i¡ico, ni la truúión d€ Dinguna foma o po¡ cuaJquier Ee
dio, F s eleffidco, becfuico, po¡ fotocopia. por regisho u ohs méte Índice onomástico y de títulos, 1BB
dc. sh el p€@i8o pdo y po¡ *cdto d€ los titüsos del copJaigáú.
fF
lntroducción. Etopos
y lonfexlo sociolingüísrico
de lo literqturo gollego
El esplendor medieval
pa, que abarca los siglos x\,'r, xvfi y xvrrr, como La etapa de las lrmandades da FaJa
Ios ,Slg:los Oscuros de la literatura gallega. (Hermandades de la Lengua o Habla),
de Ia generación Nós y de los vanguardismos:
la definitiva consolidación de la lengua
y la literatura gallegas
La recuperación del gallego como lengua
escrita y de cultura. El Rexurümento En 1916 se inicia en A Coruña el movimiento
de las Irmandades da Fala, que serán las ver-
La invasión francesa de 1808, las Cortes de Cá- daderas consolidadoras del -Rexu¡dr'm ento. Las
diz, la propaganda de las nuevas ideas del li- Irmandades ya no se conforman con que eI ga-
beralismo, la reacción de los absolutistas o los llego sea, una lengua usada en la literatura, sino
comienzos de la propaganda política van a po- que solicitan su cooficialidad juntamente con el
sibilitar que el gallego vuelva a aparecer como castellano y proponen Ia existencia de un Go-
lengua escrita: y es que hay que dirigirse al bierrro autónomo gallego que se ocupe de la
pueblo llano para convencerlo, y este habla educación y que asuma muchas otras compe-
tencias. Comienzan con la lengua, pero termi-
abrumadoramente en gallego. De este modo,
nan elaborando un completo plan de autonomía
durante Ia invasión napoleónica surgen textos y de modernización para Galicia, d.el que po-
en gallego para animar a alistarse contra el demos decir que inspira el actual proceso au-
francés. También aparecen escritos a favor o en tonómico.
contra de los principios del liberalismo y de la Esta potenciación de todo lo gallego, espe-
Constitución de Cádiz de 1812. Ca"davez el pue- cialmente de la lengua, va a tener su reflejo en
blo va teniendo más participación en la üda pú- el desarrollo de la literatura. La generación
blica, de ahí el interés y la necesidad de poder Nós, que se manifiesta públicamente en 1g20
comunicarse con é1. con la fundación de la revista del mismo nom-
EI movimiento de recuperación, iniciado de bre, será la gran impulsora de la prosa gallega
esta forma, cobra mayor ímpetu a partir de moderna y hará que la literatura gallega supe-
1840, con eI asentamiento del liberalismo, por re defi.nitivamente el costumbrismo decimonó-
tibio que fuese, de forma que a la etapa que va nico.
de 1840 a 1863 se la conoce con el nombre de Los miembros más caracterÍsticos de esta ge-
Prerrexurdimenúo (Frerrenacimiento), por lo neración serán Otero Pedrayo, Risco y Castelao.
que supone de recuperación de Ia literatura ga- Recordemos que la primera traducción d,eI UIi-
llega culta y escrita. ses a una lengua peninsular, aunque solo sea
La etapa que signiñca la recuperación plena de un fragmento, se debe a Otero pedrayo, que
de la lengua y Ia literatura gallegas se inicia en la publiea en la revista lVós en 1926. El deseo
1863, con la edición del primer libro que se pu- de modernidad, así como el de superar el cos-
blica íntegramente en esta lengua, Cantares ga- tumbrismo que atenazaba en gran medida Ia
llegos, de Rosalía de Castro, que será conside- prosa gallega del xrx, no podía ser más patente.
I
rado clásico fundacional de Ia nueva literatura
gallega renacida. Por esto se denomina esta eta- La difícil posguerra y la recuperación
pa Rexurdimento -es decir, Resurgimiento, Re- de los años cincuenta
nacimiento-. Junto con RosalÍa, los otros dos
grandes autores del R exurdimento serán Eduar Como fruto de toda la labor anterior, el Estatuto
; do Pondal y Manuel Curros Enríquez. de Autonomía de Galicia de 1986 reconocía el
gallego como lengua cooficial con el castellano. Buenos Aires la obra teatral más famosa de Ia
Sin embargo, el estallido de la guerra ciül hace literatura gallega, Os vellos non deben de na-
que el Estatuto nunca llegue a entrar en vigor. motarse,y en 1944, en esa misma ciudad, el en-
Entre julio y agosto de 1936 mueren fusiladas sa,yo Sempre en Galiza, considerado obra básica
importantes flguras de la lengua y la cultura ga- de la literatura y Ia cultura gallegas actuales.
llegas, como Bóveda, Camilo Díaz Baliño o el Luis Seoane dirige, también en la capital argen-
propio editor de Nós, Ánxel Casal. tina, colecciones como Dorna, Hórreo... Lo mis-
Otros escritores e intelectuales han de tomar mo ocurre con revistas corno Gaiicia Emigtante
el camino del exilio, como Castelao, que morirá o Vieiros. Aún a finales de los cincuenta o en
en 1950 en Buenos Aires. Los escritores galle- Ios sesenta se publican en América obras fun-
gos del interior padecen el llamado exilio inte- damentales que tuvieron problemas para publi-
rior, y hasta sufrirán cárcel o perderán sus carse en España por topar con la censura, como
puestos de funcionarios, al ser juzgados bajo la es el caso de A esmorga (1959), de Blanco Amor
Ilamada Ley de H,esponsabilidades Políticas, ya -para algunos críticos, la mejor novela gallega
que la simple defensa del gallego o su cultivo contemporánea,-, o Memoria,s dun neno labrego
eran considerados en esos años cuarenta y cin- (1961), de Neira Vilas, uno de los besú-seller de
cuenta como delitos que atentaban contra la la literatura gallega de posguerra.
unidad de España. AsÍ, Carballo Calero sufrirá
prisión, y el propio Otero Pedrayo perderá su De los cincuenta a lo¡ setenta:
cátedra de Geografía. Se clausura el célebre Se- recupera,ción lenta pero sin pausas
minario de Estudos Galegos, centro emblemá- de la lengua y la literatura gallegas
12 tico en el estudio de Galicia y de todo 1o galle-
go, abierto en el periodo anterior, y llega a En los años cincuenta, la lengua y la literatura
prohibirse la reedición y hasta la difusión de la va,n a aproveclrar las medidas liberalizadoras
obra de Curros Enríquez. En los años de la pos- propiciadas por el ingreso de España en la ONU
guerra circulaba por Galicia la siguiente octa- o la UNESCO para ir poco a poco recuperando
villa: uHeer,s srÉN. Sea patriota - No sea b¿írbaro. el espacio y el prestigio perdidos.
Es de cumplido caballero que Vd. hable nuestro Ya hemos visto que se fundan editoriales. Es
idioma oflcial, o sea, eI castellano. Es ser pa- de señalar la importancia de Gala,>cia, que, como
triota. Vrv¿' Esp¡ñ¿' Y r,A Drscrpr-rNA y NUEsrEo ya hemos visto, no solo publica los clásicos,
IDIoMA CERVA¡rrINO. ¡¡Annrna ESpeÑe!! Imprenta sino también nuevos valores, y hasta inicia la
Sindical." publicación de una revista cultural, Gria,l, to-
En este ambiente, entre 1936 y 1946 prácti- davÍa hoy una de Ias publicaciones gallegas
camente no se publica un solo libro en gallego. más prestigiosas. En los sesenta y setenta sur
La recuperación, humilde y limitada, de la len- gen nuevas editoriales y revistas, y movimien-
gua y la literatura se producirá en los años cin- tos a favor del gallego y de la literatura gallega
cuenta con la fundación de editoriales como Bi- en todos los medios, desde Ia Iglesia a Ia Uni-
bliófllos Gallegos, Monterrey, Xistral y especial- vesidad, desde los sindicatos a los colegios pro-
mente Gala¡ria. Esta última, a partir de los fesionales. A flnales de los sesenta son llama-
cincuenta, empieza a publicar, poco a, poco, clá- tivas las campañas Falemos galego y GaIego na
sieos gallegos y también nuevos valores. escola. Cientos de coches y puertas de estable-
Sin embargo, la literatura, en los años cua- cimientos públicos exhiben pegatinas con estos
renta, va a pervivir gracias a la labor de los exi- dos lemas. Realmente, en esos años se ponen
liados en Amériea. Ca^stelao estrena en 1941 en las bases de 1o que será el reconocimiento de
la lengua gallega en la Constitución de 19Zg y más jóvenes, la poca atención que a veces los
en el Estatuto de Autonomia de Galicia de 1981 medios de comunicación de masas prestan a la
como lengua cooficial, juntamente con el cas_ literatura, el poco espacio que las grandes li_
tellano, en el territorio de la Comunidad Autó_ brerías o centros comerciales conceden a los li-
noma de Galicia. bros gallegos en la propia Galicia, la falta de
campañas para promover la lectura o la ausen_
La lengua y la literatura gallegas, hoy cia de programas dedicados a la literatura en
las televisiones. Sin embargo, la mejora es in-
Desde el restablecimiento de negable, y el futuro de la lengua y la literatura
la democracia, y gallegas puede verse hoy con bastante más op-
especialmente a partir de la promulgación del
Estatuto de Autonomía de Galicia en 19g1, la timismo que hace tan solo veinticinco años.
lengua y la literatura gallegas, con todos los
problemas que pueda haber aún de diglosia o
de pérdida de hablantes, entran en una nueva
etapa. El gallego no solo es lengua cooficial con
ei castellano, sino que entra como asignatura
en el sistema de enseñanza,. En 19g2, la Real
Academia Galega publica unas lVorma s ortogj:á_
ficas e morfoló><icas do idioma galego, que son
ratiflcadas por el parlamento gallego. En 19g8,
14 este mismo parlamento aprueba una Lei de
todo, tanto en los géneros líricos cultivados finales del siglo ¡crr, contiene 3IO cantigas de
como en los temas y las técnicas, la lÍrica galle- amoÍ.
go-portuguesa presenta una originalidad y unas - Cancioneiro de ]a Biblioteca Vaticana: con-
caracteristicas propias innegables. servado en esta biblioteca. Fue copiado por
La poesía gallego-portuguesa se divide en dos orden del humanista italiano Angelo Colocci,
grandes bloques. Por un lado está la llamada en el siglo xvr, de un cancionero portugués
lÍrica profana, de la que se nos conservan unos hoy perdido. Contiene 1.205 cantigas perte-
1.680 poemas, que son atribuidos a unos 158 necientes a los tres géneros y atribuidas a
trovadores y juglares. Por el otro, la Iírica reli- más de 100 autores.
giosa, representada por los 420 poemas religio- - Cancioneiro de ]a Biblioteca Naciona,l de Lis-
sos, fundamentalmente marianos, de las Canti- boa: copiado también en el siglo xv¡ en ltalia,
gas de Santa Maria, de Alfonso X el Sabio. por orden de Colocci, fue encontrado en la
biblioteca del conde Brancuti y adquirido por
el Gobierno portugués en 1924. Hoy se con-
Géneros de la lírica profana y cancioneiros. serva en la Biblioteca Nacional de Lisboa.
Cantigas d.e amigo y de amor. Canfigas de Contiene 1.647 composiciones de los tres gé-
eeca,llaio y maldicil neros y w Arte de trovar, en el que, entre
otras cosas, se caracterizan los tres tipos de
En la lirica profana destacan tres géneros o ti- cantigas citados.
pos caractensticos de cantigas: Bl Pergamino Vindel es un pergamino que
-
debe su nombre al anticuario Pedro Vindel,
l8 - I'a cantiga de amigo es el poema de tema que dio con él en 1915, y que contiene las
* amoroso desde la perspectiva femenina. El siele cantigas de amigo de Martin Codax, con
trovador pone en boca de una muchacha el la notación musical de seis de ellas.
dolor por la ausencia del amado, abandono o - EL Pergamino Sha,rcer debe su nombre a su
desprecio de este, alegrra por el encuentro, descubridor, y contiene siete cantigas de atni-
conñdencias a la madre, hermanas o amigas go del rey don Denís, también con la nota-
sobre la experiencia amorosa, etc. ción musical.
- La cantiga de amor es el poema de tema amo-
roso, pero esta vez desde la perspectiva mas_ La importancia de los pergaminos Vindel y
culina. Sharrer es fundamental para la música, pues
- I-'a,s cantigas de escarnio y maldicir son poe. los cancioneiros no contienen la notación mu-
mas satiricos que critican algún vicio, mal sical para interpretar las cantigas. Gracias a es-
comportamiento o incluso a alguna persona tos dos testimonios sabemos cómo era la mú-
concreta que presenta estos vicios o malos sica con la que se interpretaban las cantigas
comportamientos. profanas.
labra "amigo", amado; de ahí el nombre dado - mariñas o ba,rca,rolas, que se desarrollan
I-,a,s
al género. en un paisaje marino. Dentro de este grupo
Historiadores de la literatura, críticos y poe- son de destacar las del almirante Paio Gómez
tas actuales han alabado la cantiga de amigo Chariño -en una de ellas, la, amiga muestra
por Ia sensación de f¡pggur_a, ingenuidad y pri_ su alegna porque el amado ya no es almiran-
mitivismo que emana de ella. La muchacha que te y eso lo libra de peligros-, las siete canti-
habla en eilas suele'ser una joven llena de vi- gas de MartÍn Codax, que transcurren en el
talidad e ingenuidad, y las cantigas se desarro- paisaje marinero vigués, y, especialmente, la
llan en un paisaje idealizado, no urbano, domi- que pasa por ser una de las más célebres can-
nado por el color verde de la hierba, el agua, eI tigas gallegas, Seíame eu na ermida de san
mar, las flores silvestres, los ciervos que van a Simión, en la que la amiga expresa su desa-
-
beber a las fuentes y atroyos o los bosques de zón porque el amigo no llega, mientras ella
awellanos. Incluso a veces, la muchacha, que no lo espera en la isla de san Simón -en la ria
tiene con quien dialogar, comparte sus senti_ de Vigo, en Redondela,- y va, siendo cercada
mientos con estos elementos de la naturaleza. por las olas de Ia tempestad, que incluso pue-
Se ha relaeionado este carácter ingenuo y po_ den producir su muerte.
pular de la, ca,ntiga de amigo con las canciones - La cantiga de romaría, que presenta un asun-
de mujer, que eran cancioncillas, difundidas to amoroso que se desarrolla en eI marco de
por toda Europa, propias de la lÍrica popular una romería popular: la muchacha, que se en-
anónima, que expresa,ban sentimientos amoro- contrará con eI amado en la romeria, pide
20 sos puestos en boca de una mujer. permiso a la madre no tanto para ir a la ro-
Sin embargo, no debemos olüdar que las can_ mería como para verse con é1. Airas Nunes,
tiga,s de amigo, pese a esta apariencia de espon_ A-fonso Lopez de Baian, Pero Viviaez o Johan
taneidad e ingenuidad, mantienen las conven_ Servando destacaron en el cutivo de este sub-
ciones del amor cortes piélénzai y q,r" ."u,r, género.
muy apieciadas'en las cortes de los reyés don - La" eantiga dialogada, en la que la muchacha
Alfonso X de Casillla-León y don DenÍs de por- dialoga sobre sus sentimientos amorosos con
tugal, pues el ambiente cortesano gustaba de la la madre, las hermanas, las amigas o incluso
recreación idealizada de lo popular. por otra con elementos de Ia naturaleza, como ocurre
parte, conviene recordar que, pese a, q:ue Ia can- en las cantigas de Pero Meogo, en las que la
madre pregunta a la hija por su tardanza, o
tiga de amigo esté en boca de una mujer, real_
esta pregunta a los ciervos o a las fuentes del
mente es un trovador ma,sculino el que habla,
monte si han visto a su amigo o cuánto tar-
poniéndose en lugar de ella y recreando lo que
dará: Al ceÍvos do monte, uinvos preguntar:/
cree que siente esta ante el amor.
fois' o meu amigo e, se aIá, tardar, / que farci
velidas? En una célebre cantiga del rey don
Denís, la muchacha pide nuevas de su amigo
Subgéneros d.e la, cantiga de amigo
a 1as flores del verde pino: Aj flores, ai flores
y técnicas literarias
do verde pino,/ se sabedes novas do meu
amigo! / Ai Deus, e u é?
Dentro de la, cantiga, d.e amigo, Ia critica esta_
blece distintos subgéneros o tipos de cantiga,
- La cantiga de alborada, en la que la joven la-
menta la ausencia del amigo o la separación
atendiendo a los diferentes motivos o temas al amanecer. Es célebre la de Nuno Fer-
que estas presentan:
r:.ár:dez Torneol Levad', amigo, que dormides
':%'
as manhaas frÍas; / tódaLas aves do mundo tual en la Reconquista; Ios comerciantes fran-
d'amor dizían: / leda m'and'eu. ceses llegaron a Santiago y a otras muchas ciu-
- La bailada, en la que la joven, sola o con sus dades y pueblos del Camino...
amigas, baila mientras espera la llegada del La, cantiga de amor presenta, sin embargo,
amigo. Es céIebre la de Airas Nunes en la rasgos que le dan una indudable originalidad.
que las jóvenes bailan bajo los avellanos en En la lírica corlesana provenzal, el amante pasa
flor: Bailemos nós ja todas tres, ai amigas, / por cuatro estadios: el de fenhedor, o tímido,
so aquestas abelaneiras froiidas. que se Iimita a admirar a la señora y apenas se
atreve a comunicarle su amor; el de precador,
Los historiadores de la Iiteratura hablan tam-
o suplicante, que conflesa su amor a la señora;
bién de Ias cantigas de discutpa, en las que la
eI de entendedor, estado en que la dama acepta
muchacha se defiende de las murmuraciones
el amor y los poemas del trovador, y flnalmente,
que dicen que ya no quiere a,l amigo; las can-
el de drudo, estadio en que se produce la total
tigas de panegírico, en las que ella alaba la her-
mosura o incluso la habilidad del amigo como
unión amorosa, incluso carnal, entre poeta y
amada. La manifestación de Ia aceptación amo-
trovador; Ias cantigas de telar, en las que Ia
rosa es la joi, o alegría de amor. Sin embargo,
amiga aparece hablando de sus amores mien-
en la canción de amor gallego-portuguesa no se
tras teje o cose; la.s cantigas de separación, en
llega aI estado de drudo, que solo se documenta
las que se termina la relación amorosa porque
el amigo prefiere a otra, por despecho, por can- en la,s cantigas de escarnio y maldicir1 con pro-
pósito satÍrico. No suele alcanzarse tampoco la
sancio, por indiferencia, etc.; la,s cantigas de
22 amigo morales, que presentan, además de la re- correspondencia amorosa de la dama o la ale-
lación amorosa, una meditación moral o filosó- gría de amor. .El gran tema d.e la, cantigT de L:-
flca sobre el amor. amor es Ia, coita, es decir. la cuita o pena de
amofno coiiespondido: el poeta sufre las penas
o males de amor, que se maniflestan en la falta
La cantiga de amor de apetito, el deterioro físico o, incluso, la Io-
cura o Ia muerte por amor. EI verbo morrer
La cantiga de amor expresa un sentimiento -morir- funciona a veces como sinónimo de
amoroso puesto en boca masculina. Está muy amar. Frente a esta coita, o pena de amor, la
influida por la cansó a,morosa de la lírica pro- señor, es decir, Ia dama cortejada por el trova-
venza,l. El amor que anima estas cantigas es el dor, aparece imperturbable y ajena.
ya citado amor cortés provenzal. La lírica pro- En la lírica provenzal, Ia dama aparece des-
venzal y su espíritu se extendieron por el Ca- crita con detalle, y la relación amorosa se de-
mino de Santiago; trovadores provenzales vinie- senvuelve en una fratlrraleza primaveral; en la
ron no solo por el Camino, sino que üvieron en gallego-portuguesa no hay habitualmente una
cortes reales como Ia de Alfonso X; el rey por- descripción detallista de Ia seño¡, sino alusio-
tugués Alfonso III se educó en Francia, y con él nes genéricas a su hermosura tanto fisica como
trajo, además de nobles, maestros y poetas fran- espiritual, siempre dentro de una línea de idea-
ceses que se ocuparon de Ia educación de su Iiza,ción. La señor -también llamada dona, mol-
hijo don DenÍs, futuro rey de portugal y extraor- her, moga, amiga, dama...- es siempre, de una
dinario trovador y protector de trovadores y ju- forma inconcreta, la fremosa senhor, mansa, de
glares en su corte poética; los monjes franceses bon parecer, de falar o rir melhor... EI espacio
de Cluny se establecieron en Galicia; la presen- y el tiempo de la relación amorosa tampoco
cia de guerreros y colonos franceses era habi- aparecen precisados.
Por todas estas razones,las cantigas de amor lugar importante las sátiras literarias de unos
se convierten en extraordinarias cantigas de Ia trovadores contra otros, especialmente por su
soledad. falta de pericia para componer, como también
Airas Nunes, pero da ponte, paio Gómez Cha_ los ataques a juglares por su ineptitud para el
riño, Xoán Airas, el rey de portugal don Denís canto, la interpretación musical o incluso por
o el propio rey Alfonso X compusieron hermo_ su vida desordenada.
sas cantigas de amor. Por fin, mención especial merecen aquellas
cantigas que son verdaderas reflexiones fllosó-
fico-morales de carácter abstracto sobre la men-
Las cantiga,s de escarnio y maldicir
tira, la deslealtad, la avaricia, el desorden del
La poesía satírica está representada por la,s can-
mundo... Martín Moxa, que medita sobre el de-
tigas de escarnio y matdicir, que podemos con_ sorden de un mundo en el que echa en falta la
justicia, vencida por Ia codicia, o Airas Nunes,
siderar comparables a los sj.rvenúés satírico_mo_
rales de Ia lírica provenzal. La,s cantigas de es- inca,paz de encontrar la verdad hasta en los
cat:nio son sátiras encubiertas: los vicios o conventos que parecen más piadosos, son dig-
incluso las personas concretas satirizadas son nos representantes de estas cantigas filosófico-
citados no directamente, sino por palabras de morales.
doble sentido, por lo que se hace preciso un es_ Las cantigas de escarnio y maldicir constitu-
fuerzo por parte del receptor para comprender yen en cierta medida la antitesis de las delica-
la crítica; las eantigas de maldicir son sátiras das e idealista,s cantigas de amor y de amigo.
en las que los vicios o las personas criticados Presentan con total crtdeza, en muchas ocasio-
r- 24 sÍ aparecen citados con total claridad. En la nes, y a veces hasta con un léxico violento y
práctica, no resulta tan fácil distinguir unas de proca,z, los vicios y defectos de la sociedad me-
otras, por lo que Ia crítica prefiere agrupar las dieval, pero constituyen, al margen de sus gran-
alrededor de 400 cantigas satíricas conservadas des valores literarios, un documento único para
por temas. conocerla, con sus problemas e injusticias.
Uno de los temas más característicos es la crí_
tica a los nobles por su mal comportamiento, o Otros géneros en los cancioneiros
incluso cobardÍa, en las guerras de la época.
Destacan las que critican la actitud desleal de La riqueza de los cancioneiros no se agota en
los nobles portugueses con Sancho II y el apoyo estos tres géneros líricos, sino que aparecen
dado a su hermano Alfonso III, que terminará también otros, aunque mucho menos represen-
por arrebatarle el trono, o las surgidas en la tados: el pranto -planto- ensalza las virtudes de
corte del rey Alfonso X de Castilla-León, que sa_ una persona muerta, y son célebres los cuatro
tiriza,n la cobardía y falta de patriotismo de mu- que se nos conservan de Pero da Ponte, espe-
chos nobles en las campañas de la guerra de cialmente los dedicados a las muertes del rey
Granada. Especial interés tiene en este aparta_ don Denís o de la esposa de Fernando III de
do la crítica a los infanzones arruinados que in_ Castilla, doña Beatriz de Suavia; la, pastorela
tentan simular una riqueza que no tienen. presenta el clásico encuentro entre Ia pastora
Además de a los nobles, también se critica a hermosa y el caballero que se siente atraÍdo por
los clérigos por su falta de generosidad, codicia su belleza; la,tenzón es un debate entre dos poe-
o incluso ausencia en su comportamiento de tas sobre cualquier tema, de manera que cada
las virtudes cristianas que, sin embargo, en pú_ trovador va escribiendo alternativamente cada
blico afirmaban defender. Asimismo ocupan un una de las estrofas del poema.
La lÍrica religiosa cánticos a la Virgen. Dentro de este grupo des-
tacan las llamadas cantigas de loor, para alabar
La lírica religiosa está representada por Ias 426 a la Virgen; en ellas, el rey aparece caracteri-
cantigas dedicadas a la Virgen María de las zado como un trovador de la Virgen.
Cantigas de Santa María, del rey Affonso X el L,as Cantigas de Santa María, no solo por la
Sabio. Alfonso X no solo fue mecenas de trova- música y las miniaturas que en sus códices apa-
dores y juglares -en su corte poética había ju- recen, sino también por los oficios que en ella
glares del reino de Castilla-León, pero también se reflejan, la lengua, Ias costumbres o las for-
catalanes, provenzales y hasta italianos-, sino mas de vida y creencias de la Edad Media, son
que él mismo fue un importante trovador, del un monumento histórico de extraordinario va-
que se conservan los Cancioneiros,44 compo- 1or.
sieiones, de las cuales 39 son de escarnio y mal-
dicir, género profano al que don Alfonso era
muy aficionado. La prosa medieval
Sin embargo, Ia gran obra de Alfonso X son
las ya citadas Cantigas de Santa, María, que han A Ia altura del siglo )ü, latín y gallego eran ya
llegado hasta nosotros en cuatro códices, que dos lenguas muy diferentes, de forma que la po-
ofrecen además extraordinarias miniaturas, asi blación que no tenía una formación en latín ya
como la música de las cantigas. El rey compuso no entendia los textos escritos en esta lengua.
por sí mismo muy pocas de las 426 cantigas que De este modo, eI gallego empieza a usarse no
forman este cancionero mariano, pero actuó solo como lengua poética, sino también como
26 como coordinador aI frente de un equipo de tro- lengua funcional para redactar contratos, tes-
vadores, miniaturistas y músicos dedicados a la tamentos, documentos de compraventa, libros
composición de Ias Cantigas de Santa María, de cuentas, ordenanzas de gremios, etc. Suelen
corrigiendo, dando ideas, mejorando textos y darse como primeros textos gallego-portugue-
realizando todo tipo de sugerencias. ses en prosa el Testamento de Afonso II de Por-
Las Cantigas de Santa Mat:ía se ordenan en tugal y Ia Noticia de Torto -especie de borrador
dos grupos. El primer grupo está formado por para iniciar una reclamación judicial:, de tracia
la,s narrativas, que relatan milagros de la Vir- 1214. Los primeros documentos conservados y
gen tomados de diversas fuentes -latinas, tra- redactados en gallego-portugués aI norte del río
dicionales, populares, etc.- de una forma inge- Miño aparecen entre 1234-1255. Suele citarse el
nua: la Virgen protege al pintor que pinta feo al documento de una donación de Petrus Cipriaes
demonio y muy hermosa a esta; reprende al al monasterio de Samos, de 1227, como el pri-
obispo que intenta castigar al clérigo devoto de mer documento que contiene frases gallegas,
la Virgen que, sin embargo, dice mal Ia misa, aunque el texto aún sea latino. La administra-
etc. Es, por tanto, una religiosidad sencilla y po- ción de a¡runtamientos, conventos o gremios se
pular. Famosa es la cantiga CIII, en Ia que un rea,liza,ba también en gallego. Siempre se citan
monje pide a la Virgen ver el Paraíso: la con- como ejemplos de reglamentos gremiales redac-
templación dura trescientos años, viendo y es- tados en gallego el de los cambeadores de San-
cuchando a un pajarillo, y eI monje cree que tiago, hidalgos encargados de velar por la no-
tan solo ha transcurrido un breve instante; al che el sepulcro de Santiago y de aJrudar a los
regresar al monasterio, nota todo cambiado y ni romeros que llegaban, o eI de Ios azabacheros
siquiera el abad sabe de dónde ha salido. de esta misma ciudad. La Iglesia también utili-
El segundo grupo, 66 cantigas, son cantigas za,ba, el gallego para sus sermones: se habla de
líricas que constituyen oraciones, alabanzas o un posible libro de sermones, datado en 1226'
hoy desaparecido, propiedad del arzobispo de rie de consejos útiles para eI romero que se
Santiago don Bernaldo II. Hay también traduc- acerque a santiago en peregrinación.
ciones al gallego de importantes obras jurídicas
medievales, de las que solo han llegado a no-
sotros fragmentos, como los del Fuero Juzgo, el
La historia
Fuero Real de Alfonso X o de las Partidas. No En gallego se nos conservan distintas crónicas
faltan incluso los tratados científicos en galle- que, en gran medida, traducen o siguen el mo-
go-portugués: el Tratado de Albeitaría, del si- delo de las crónicas castellanas que ordenó re-
glo xv, es una especie de manual de veterinaria
dactar el rey Alfonso X eI Sabio:
centrado básicamente en dar instrucciones so-
bre eI cuidado y cría de Ios caballos. Vemos, - La Crónica galega de León e Castela es bási-
pues, cómo en los siglos >crr-xv eI gallego iba camente una traducción de Ia, Ctónica Gene-
sustituyendo al latín y ocupaba espacios desde .ra] de Alfonso X y de la Crónica de Castillay
la Administración hasta la justicia, desde los es, como esta, un relato de la historia de Es-
testamentos hasta los reglamentos de los gre- paña y del reino de Castilla-León.
mios, y estaba presente también en la Iglesia, - La, General Estoria traduce la obra de Alfon-
como lengua apropiada para los sermones, que so X del mismo tÍtulo, e intenta ser una his-
instruían a un pueblo que ya no entendÍa el la- toria universal.
tín. La abundancia de documentos de todo tipo - La Crónica Geral de 1344 intenta, de nuevo,
en gallego es tan grande en esta época que den- ser una historia de España dentro de Ia tra-
oa tro de la Peninsula solo es superada por Ia pro- dición de las crónicas alfonsíes. 29
ré ducción en catalán. Lógicamente, junto con este - La, Crónica de 1404 compila la historia de Es-
cultivo de la prosa gallega funcional y utilitaria, paña hasta el reinado de Fernando III.
también se produce un cultivo no menos im- - La Crónica de Santa María de Iria, copia"da' o
portante de la prosa gallega literaria. compuesta por Rui Vaasques de Marzaricos,
clérigo de santa Baia de Chacin, trata sobre
La hagiografía
el traslado del Apóstol Santiago a Compos-
tela.
La Edad Media es una época fundamentalmen-
te teocéntrica y religiosa. Por ello, tiene una Narrativa de ñcción
gran importancia la hagiografÍa. En gallego se
nos conservan fragmentos de una traducción de La narrativa de flcción aparece representada
una obra latina de vidas de santos, o Flos sa,nc- por la llamada ma'teria de Troya, relatos basa-
torum, y, especialmente, los Mit:agres de Santia- dos en Ia guerra de T?oya y en los que aparecen
go, Iibro de exaltación de las peregrinaciones a las hazañas de los mÍticos Aquiles, Héctor, Aga-
Santiago de Compostela; como su título indica, menón o Ulises.
su parte fundamental es la narración de mila- Dentro de esta materia de Troya tiene un gran
gros del Apóstol, pero también el relato de la valor la Crónica Troiana, elaborada, al parecer,
supuesta expedición a España de Carlomagno y por Fernáns MartÍns, por encargo del conde
la muerte de Roldán en Roncesvalles, la vida y Fernán Pérez de Andrade, que narra la célebre
pasión de Santiago Alfeo, la destrucción de Je- guerra de Troya a partir de una traducción cas-
rusalén e incluso una narración sobre la Epi- tellana del célebre Roman de Troie francés de
fania y Asunción de la Virgen, amén de una se- Benoit de Saint Maure. La Crónica Ttoiana es
'fs
la novela gallega más antigua -parece que fue
concluida en 1373- que ha llegado completa a
nosotros.
El mismo tema de la guerra de Troya aparece
en la fragmentaria y menos importante Historia 3
Troiana.
La mateña de Bretaña preser¡ta las aventuras
[q escuelo líricq
del rey Arturo y los caballeros de la Tabla Re- gollego-cqstellqno.
donda. Recibe este nombre porque sus escena-
rios son la Bretaña francesa o la isla de Gran
los Séculos Escuros
Bretaña. El tema central de estas narraciones
son las aventuras caballerescas de los caballe-
ros de la Tabla Redonda para encontrar eI En el siglo xrv, en las luchas civiles entre Pe-
GraaL o GriaL cá\iz de la última cena de Jesús dro I y Enrique II, como ya vimos, la nobleza ga-
y en eI que José de Arimatea recogió la sangre Ilega se alía con el derrotado Pedro I. El nuevo
vertida por Cristo en la Pasión. En gallego-por- rey, Enrique II, el de las mercedes a los que lo
tugués se conserva el Libro de Xosé de Añma- a¡,rrdaron en la guerra contra su hermano, des-
tea, fra,gmentos del Libro de Merlín -el célebre pojará de sus tieffas a los nobles gallegos anti-
mago de Ia Tabla Redonda- y la, Demanda do guos partidarios de su hermano Pedro, y los
Santo Graal (Busca del Santo GriaI). sustituirá por los que le apoyaron, procedentes
También se conserva de este ciclo un frag- de fuera de Galicia. Estos nobles traen consigo
.*--g mento del Libro de T?istán, relato de los amores como lengua el castellano, considerado ya mo-
' trágicos de Tristán e Isolda. delo de elegancia y poder. Lógicamente, con
ellos vienen clérigos, abades, autoridades ecle-
siásticas, escribanos, corregidores, etc., que
usan también como lengua habitual eI caste-
llano.
Las difíciles condiciones de vida que la no-
bleza feudal gallega imponía a campesinos y ar-
tesanos lleva a estos a sublevarse. Son las cé-
lebres rebeliones r'rmandiñas. Los artesanos y
campesinos fundaron irtnandades para defen-
derse de los atropellos de la nobleza, tanto laica
como religiosa. Se levantaron contra ella en dos
ocasiones: en 1431, dirigidos por el mÍtico Roi
Xordo, y en 1467. Los irmandiños acabaron ven-
cidos. Se dice que esta derrota tuvo unos efec-
tos psicológicos devastadores: la derrota fue tan
gtande y eI castigo tan fuerte -Ios sublevados
tuvieron incluso que levantar piedra a piedra y
uno a uno todos los castillos y palacios nobilia-
rios que habÍan derribado- que dejó un poso de
resignación y de desengaño que llevó a la po-
blación gallega, a partir de entonces, a aceptar
.-
en silencio y de forma sumisa cualquier tipo de Cortes y será representada por Za,rnota'. Ya he-
gobierno o legislación, por más que atentase ¡aos señalado que, de 144 obispos que hubo en
contra lo propio o fuese perjudicial para ella. ras diócesis gallegas entre 1550 y 1800, solo 16
Los Reyes Católicos, defensores de Ia monar- eran gallegos.
quia autoritaria y unificadora, no estaban dis- En el momento en que las lenguas romances
puestos a tolerar más revueltas de nobles ni del sustituÍan deflnitivamente al latín, a partir del
pueblo. Tampoco toleraban ningún poder nobi- siglo xv, puesto que la Administración, la justi-
liario que pusiese en duda la autoridad real. cia o Ia literatura culta las empleaban ya como
Por ello, aprovecharon el hecho de que algunos lengua de los nuevos Estados centralizados de
nobles gallegos habían sido partidarios de La Francia, España o Portugal, el gallego se queda
Beltraneja, que había disputado el trono de Cas- fuera de este ámbito. AI no ser lengua de nin-
tilla a Isabel, para imponer su autoridad sobre guna Administración estatal ni tampoco carac-
lo que quedaba de una nobleza gallega discola terÍstica de ningún nuevo Estado centralizado,
y que proclamaba su autonomía frente al poder no dispondrá de gramáticas que lo fijen, como
real fuerte y centralizado. EI mariscal pero par- ocurre con Ia de Nebrija para el castellano
do de CeIa, sÍmbolo de esta vieja nobleza feudal Qa92) o con la de Fernáo de Oliveira (1536)
gallega refractaria al poder central, será ejecu- para el portugués, y queda, lógicamente, tam-
tado por orden de los Reyes Católicos en Mon- bién fuera del ámbito de la imprenta, gran fija-
doñedo en 1483. El mariscal se convertirá a par- dora de las normas de corrección de las nuevas
tir de entonces en todo un símbolo para los de- lenguas romances, así como propagadora de
fensores de la autonomÍa gallega en los si- todo Io escrito en ellas, tanto literario como ju-
32 glos xrx y ).x. Sin embargo, la fecha de su ajus- ndico o cientifico. El primer libro publicado ín- 33
Al producirse la ya mencionada decadencia en gallego: el Soneto con faJda -es decir, con
del gallego en el final de la Edad Media, escri- esr¡a,mbote-, de Gómez Tonel, y el Soneto ga'
tores nacidos en Galicia rea,lizarán su obra en lJego, de Pedro Vázquez de Neira.
castellano. Entre ellos conviene destacar al poe- - Martín Torrado escribió, en 1617, unas déci-
ta y narrador Juan Rodnguez de la Cámara (o maq para defender que Santiago fuese el úni-
del Padrón), uno de los creadores de la novela co patrón de España y para que no compar-
sentimental, que tanto éxito tendrá en la lite- tiese este patronazgo con santa Teresa de Je-
ratura castellana, con su famoso Siervo libre de sús.
amor (L44O). - Doña Isabel de Castro y Andrade es la pri-
mera escritora que aparece en la literatura
gallega (pues Eteria escdbió en latin). De ella
El mantenimiento de la tradición de la
se conserva un soneto en alabanza de A]onso
literatura escrita en los Séculos Escuros
de Ercilla, el conquistador de Chile.
Los siglos xw y xv'rr son épocas de esplendor en - I-os siete romances en gallego de las Fiestas
las literaturas vecinas de Ia gallega. La castella- Minervales de 1697. Desde 1536 se celebra-
na vive su Siglo de Oro, y Camoens publica en ban en Santiago de Compostela las llamadas
1572 Os Lusiadas, gran clásico de la literatura Fiestas Minervales, en honor de Alonso de
porluguesa. La imprenta, como ya di.jimos, di- Fonseca, fundador de la Universidad de San-
funde estas obras y resulta decisiva para la ele- tiago. Se imprimieron los poemas publicados
vación de las lenguas vulgares romances a la con motivo de las fiestas de 1697, y entre
misma categoría que el propio latín. Frente a ellos aparecen siete romances en gallego so-
3ó
esto, la literatura gallega queda prácticamente bre el tema de si Galicia debe más a Fonseca,
como fundador de la universidad, o el propio
37
-t
al margen de la literatura escrita y de la difu-
sión de la imprenta. Solo algunos pocos textos Fonseca a Galicia.
en gallego mantienen Ia tradición de la litera-
tura gallega escrita: Conservamos también un entremés, posible-
mente de 1671, Entremés famoso sobre da pesa
- Los üIlancicos gallegos, que, como de cos- no río Miño, de Gabriel Feixoo de Araúxo, que
tumbre, se cantaban en iglesias y catedrales presenta humorísticamente las luchas entre ga-
no solo de Galicia -Santiago, Mondoñedo...-, ilegos y portugueses por el turno de pesca en
sino también de otros lugares -Valladolid, To- eI rÍo Miño en la zona fronteriza de Caldelas.
ledo, Coimbra, Lisboa...-. La moda tuvo es-
pecial auge en el siglo xvrr. Los autores de es-
Escritores gallegos en castellano y latín
tos villancicos jugaban con la paronomasia
Galicia-Galilea y presentaban una Galicia ru- Los Siglos Oscuros tampoco fueron propicios
ral, pastoril y atrasada, especialmente apta para la creación en castellano de los nacidos en
para recrear en ella el nacimiento de Cristo. Galicia. Suelen citarse, no obstante, en estos si-
Destacan como autores de villancicos Carlos glos xvr y x\,'rr la obra dramática de fray Jeróni-
Patiño y fray Francisco de Santiago. mo Bermúdez (1530-1539), que en sus tragedias
- En 1612 se publica una colección de poemas Nise lacrimosa y Nise laureada trató la figura
en los que se lamenta la muerle de la reina de Ia desdichada gallega Inés de Castro, que fue
doña Margarita de Austria. Allí aparecen, coronada reina de Portugal tras su muerte, y Ia
dentro de una lÍnea barroca de obsesión por obra lírica de Francisco de Trillo y Figueroa
la muerte y el paso del tiempo, dos poemas (1627-1680), que publica en 1652 slrs Poesías va-
ria,s, heroica,s, satíricas y amorosas (epitalamios h predicación religiosa, la justicia o Ia Admi
y paneg'iricos). i:*ación: era ilógico rea,liza,r estas tareas en
Por otra parte, continúa una producción culta ¡as¡elle.no si la población era absolutamente ga-
en latÍn. Dentro de esta obra latina de los galle_ iiegohablante. Propone que se use eI gallego
gos hay que destacar la obra del fi.Iósofo escép- :omo lengua de enseñanza y que se acceda al
tico Francisco Sánchez euod nihil scitur. :-dn en Galicia desde el gallego; también llegó
¡ proponer la redacción de una gramática galle-
ga y de una Historia Natural. La obra más re-
La Ilustración y la recuperación del gallego
presentativa de Sarmiento son las 1.201 cuar-
El siglo xvrrr es el último de los llamados Sécu- :etas gallegas de su Coloquio de 24 gallegos
los Escuros y supone una centralización mayor ri.sricos, escritas para explicar la lengua galle-
que la de los siglos anteriores. La nueva dinas_ ga. y no con propósito literario: cada una de las
tia Borbón importa de Francia muchos de los pa.labras gallegas usadas en estas más de mil
principios centralizadores. De este modo, el cu¿¡tetas aparece explicada en st Colección de
De_
creto de Nueva Planta (1202) establece que to_ Yocesy frases gallegas.
dos los reinos de España debían obedecer a las En cuanto a la producción estrictamente li-
mismas leyes, costumbres y tribunales. En esta reraria, como en el siglo anterior, las voces son
lÍnea, Carlos III promulga la Real Cédula cte escasas, pero permiten mantener viva la llamita
Aranjuez (1768), que ordena que en todos los de la literatura gallega culta escrita. El econo-
reinos de España y en todas las actividades _en_ mista ilustrado Xosé A. Cornide nos dejó un so-
señanza, Administ¡ación, justicia- se emplee el neto que, por su esmerada técnica, es una pe-
.38 castellano como <idioma general de la Nación queña obra maestra; Diego Antonio Cernadas y 39
para su mayor armonía y enlace reciprocor. En Castro, cura de Fruime, compuso unos 15 poe- '¡
1780, una Real Cédula indica que en todas las mas en gallego de rico léxico y profundo sentir
escuelas de España ha de enseñarse Ia lengua popular, así como de defensa del gallego; tam-
castellana siguiendo la gramática publicada por bién cultivaron el gallego los hermanos del pa-
la Real Academia Española. Sin embargo, a pe_ dre Feijoo, y a Anselmo Feijoo debemos un her-
sar de este espíritu centralizador y unificador moso Pranto da flota por unha ninfa galega
del xwrr, dos grandes ilustrados van a dedicar (Uanto de la flota por una ninfa gillega), en eI
sus esfuerzos a la defensa de la lengua y la li_ que lamenta el célebre hundimiento de la es-
teratura gallegas. cuadra española en Rande, cargada de plata
Fray Benito Jerónimo Feijoo americana, en 1702, por obra de la flota inglesa.
rea,liza, una de_
fensa del gallego al indicar que no es una co- En este siglo alcanzó gran fama por su cultura
rrupción del castellano, sino una lengua que y preparación la dama ilustrada MarÍa Francis-
procede del latÍn. pero el mayor defensor del ca de Isla y Losada, autora de un bello romance
gallego va a ser el también ilustrado y fraile humorístico.
Martin Sarmiento (169I-IZZZ). Este d.edica va_
rias obras al estudio del gallego, como eI Catá_ La literatura popular oral y tradicional
Jogo de voces y frases de la lengua gallega o el
Onom¿í,stico etimológico de la lengua gallega; El gallego desarrolla, sin embargo, una litera-
pero sobre todo prueba la relación latin_gallego, tura de carácter anónimo, tradicional y de
descubre la existencia de una rica literatura transmisión oral de gran riqueza. Esta literatu-
medieval y deflende, con criterios racionales y ra senrirá de inspiración y hasta de grría a los
utilitarios, el uso del gallego en la enseñanza,, autores del Re:rurdt'menúo del xrx.
La lÍrica popular está representada por com-
Escritores gallegos en castellano
posiciones sencillas de rima asonante y versos
en la Ilustracion
de arte menor, muchas veces destinadas al can-
to y que tratan de sentimientos sencillos como Figura señera de la literatura castellana del
el amor, los trábajos agrícolas y marineros, las xvrrr, Fray Benito Jerónimo Feijoo, benedictino
fiestas, etc. En esta lírica podemos distinguir de Casdemiro (Ourense), se convertirá en el
los siguientes géneros: gran difusor de los principios de la Ilustración
en España. Su obra fundamental, con la que po-
- Las cantigas, poemas breves destinados al demos decir que se inicia el ensayo en castella-
eanto, formados generalmente por una cuar- no, está constituida por los ocho tomos del Tea-
teta asonantada y que tratan temas amorosos, tro erítico universal y los cinco volúmenes de
sociales o humorísticos. Ia,s Cartas eruditas. Ambas obras están forma-
- Los romances, que relatan algún hecho his- das por una serie de artÍculos y disertaciones
tórico o histórico-fantástico, como el que re- que propagan la ciencia y la Ilustración desde
lata la ejecución del mariscal Pardo de Cela, una perspectiva católica.
la peregrinación de don Gaiferos -que muere
al llegar ante el altar del Apóstol-, el saqueo
de Cangas por los piratas turcos en 1612, etc.
- Los poemas de fiesta y reunión, corno alalás,
foliadas y muiñeiras. para cantar en el tra-
40 bajo, en las fiestas, en los banquetes o en las
faenas, como la molienda. 4l --_
€tos -costumbres, tradiciones, paisajes...-, pero En esta ciudad, Pondal es contertulio habi-
siempre con un fondo de amargura y tristeza; tual de la librena del erudito y editor A¡rdrés
As uiúvas dos uivos e dos mortos trata de las MartÍnez Salazar. Este, archivero profesional,
mujeres de Galicia, verdaderas "viudas de vi- funda la Biblioteca Gallega, editorial que publi-
vos", pues el marido o el novio están en la emi- carála obra de los escritores gallegos más ples-
gración americana o en la siega en Castilla. tigiosos del momento. En su librería se reunía
Como resumen, podemos decir que Follas no- una famosa tertulia en Ia que eran figuras re-
yas es eI gran libro de la, saudade, entendida
Ievantes Murgrría y Pondal, y que fue humorís-
como el sentimiento objetivo de dolor por algún A Cova Céltica (La
ticamente designada como
bien eoncreto perdido -la propia tierra o pai- Cueva Céltica) por su defensa del celtismo
saje donde se ha nacido, un amor, los amigos-,
pero sobre todo de la."saudade ontológica,', que
como rasgo diferenciador de Galicia. En ella,
MurguÍa era el patriarca, el historiador que
no tiene un objeto concreto y que se maniflesta
daba los argumentos científicos a esta teoría
en un sentimiento de soledad ontológica de las
personas en un mundo que no aciertan a expli-
del celtismo; pero Pondal era el bardo, el que
tenía que mover con sus poemas al pueblo ga-
car. Esa es la negra sombra que acompaña a
llego para recuperar Ia libertad y los valores de
RosalÍa, el cravo que no puede arrancar de su
corazón: Cando pensas que te fuches, / negra
los antiguos celtas.
De la tertulia de la Cova Céltica salieron ini-
sombra que me asombras, / ó pé dos meus ca-
beza,les / tornas facéndome mofa. / / unha vez
ciativas tan importantes como Ia fundación de
ta Liga Gallega -a imitación de la organización
tiven un cravo / cravado no corazón, / i eu non
54 me acordo xa, si era aquel cravo / de ouro, d.e política catalana de1 mismo nombre-, el apoyo
ferco ou de amor. decidido a la fundación de Ia Real Academia É=-
Con el paso del tiempo, distintas lecturas fue- Galega o la publicación de la R'euista Gallega.
ron enriqueciendo la obra de RosalÍa. para Pondal, en vida, solo publicó un poemario en
unos es la reivindicadora de Galicia, de sus pai- gallego, Queixumes dos pinos (1886), que, sin
sajes, de su lengua, de sus costumbres; para embargo, Io convierte en un clásico. En dicho
otros, es la gran poeta social que deflende a los poemario, Galicia es interpretada como un pue-
labriegos o denuncia la emigración; para otros blo celta que se opuso a los romanos para de-
más, es la gran poeta de la angustia existencial fender su libertad y su concepción del mundo
y de la saudade; también es la poeta que se ade- y de la vida basada en el sentimiento, el lirismo
lanta al feminismo moderno. Como todos los y la, saudade. Pondal se ve como el bardo que
clásicos, sus lecturas son múltiples, y cada épo- recuerda ese pasado prehistórico brillante, mí-
ca o movimiento aporta las suyas. tico, independiente y auténtico, y anima al pue-
blo a recuperarlo. Los árboles, como los pinos
o los robles, simbolizan a los guerreros celtas o
Eduardo Pondal, el bardo del pueblo gallego incluso las ansias de libertad, pues crecen ha-
cia el cielo, símbolo de libertad y elevación mo-
Eduardo Pondal (1835-1912) será el gran poeta ral. Del mismo modo, el paisaje abrupto y agres-
del celtismo. Estudiante de medicina en Santia- te del Bergantiños natal del poeta simbolíza el
go, será protagonista indiscutible, como ya vi- esfuerzo épico por recuperar el pasado perdido,
mos, en el célebre banquete de Conxo de 1gb6. que llega a adquirir tonos espartanos. Pondal
Pondal abandona muy pronto el ejercicio de la emplea una lengua poética en la que abundan
medicina y se establece en A Coruña para de- Ios helenismos y cultismos, palabras esdrúju-
dicarse al cultivo de Ia poesía. las, símbolos y epÍtetos cultos que lo convierten
I
.-
en un poeta claramente comparable con los Iez. En este ambiente madrileño de conspiracio-
simbolistas y parnasianos de fin de siglo xrx. nes, clubs republicanos y progresistas se forma
Recientemente se publicó su Iargo poema épi- Curros, que pasará a la historia como el gran
co inacabado C)s Eoas, que relata la conquista cantor del progresismo y del republicanismo.
de América por los españoles. No termina Ia carrera de Derecho, pero se con-
Pero Pondal no solo es el poeta del celtismo vierte en escritor y periodista en el Madrid pos-
o del aliento heroico. Muchos de sus poemas terior a La Gloriosa. En el a"íto 1874 ingresa
muestran una vertiente intimista de huida de como periodista en el prestigioso diario madri-
las tensiones del mundo urbano y de fusión con Ieño -EI Imparcial.
la naturaleza de su Bergantiños natal, símbolo Sin embargo, Curros no se olvida de Galicia.
del paraÍso perdido de la infancia o de una mí- Inicia su producción en gallego en 1869, siendo
tica e idÍlica edad de oro, sin tensiones ni lu- estudiante de Derecho, con uno de los poemas
chas, incluso con un sentimiento panteista de que, musicado, será de los más célebres y di-
fusión con esta naturaleza. por otra parte, su fundidos de la literatura gallega, Cántiga:. No
contribución a la creación del lenguaje literario xardín unha noite sentada / ó refrexo do branco
gallego es ya un tópico. Lugrís Freire cuenta
Jua4 / unha nena choraba sen trégoLas / os des-
una anécdota sobre las últimas palabras que
dés dun ingrato galán./ 1...1 / Lonxe deJa, de pé
pronunció Pondal en su lecho de muerte, que,
sobre a pope/ dun aleve negreiro vapor, / emi-
si no es verdad, bien podría serlo. El bardo, grado, camiño de América/ vai o probe, infelís
poco antes de morir, afirmó: qDécheme unha
lingua de ferro, e déixoche unha lingu.a de amador.
5ó ourou (uMe diste una lengua de hierro, y te dejo Participa en 1876 en el certamen literario 57
E--,
una lengua de oror). que, convocado en ourense, premiafá los poe-
Hoy podemos decir que los deseos de pondal mas que mejor canten una tradición popular,
de convertirse en el bardo del pueblo gallego se una costumbre y un tipo literario. Curros gana
vieron satisfechos, pues su poema Os pinos, eI certamen con sus poemas A uirxe do Cristal,
musicado por Pascual Veiga, se convirtió en el O gueiteiro de Penalta y Unha voda en Einibó,
himno gallego, y coirro tal fue estrenado en obras maestras del costumbrismo.
1907 en el Gran Teatro de La Habana, ante un Curros se establece por esos años en Ourense
auditorio compuesto mayoritariamente por emi- y publica en 1880 Aires da miña teÍra, que Io
grantes gallegos. consagra como eI gran poeta social gallego. El
libro contiene los poemas antes citados y otros
nuevos, especialmente poemas sociales en los
Curros Enríquez, o el rebelde que Curros presenta el atraso e injusticia en
que vive el campesinado gallego, ataca eI caci-
Curros Enríquez (1851-1908) es el gran repre-
sentante de la poesÍa social. Su biografía está quismo o considera a Ia Iglesia culpable de esta
marcada por Ia rebeldÍa desde la propia infan- situación, por haber olvidado el verdadero es-
cia: Curros llega desde su Celanova natal (Ou- pÍritu evangélico. El obispo de Ourense de la
rense) a Madrid en los últimos años del reinado época cree que algunos de estos poemas son un
de Isabel II, huyendo de un padre que lo mal- ataque contra la religión católica y denuncia a
tra,ta" y cuyo ideario ultraconservador no sopor- Curros, que es condenado en primera instancia
ta. Curros se establece en Madrid en los turbu- por la Audiencia de Ourense, pero que será ab-
lentos años de La Gloriosa, protegido por su suelto al recurrir ante la Audiencia Territorial
paisano orensano Modesto Fernández y Gonzá- de A Coruña. Este proceso le da a Curros una
f!
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entre 1911 y 1930 emigran a América más de tura gallegas. Los esfuerzos normalizadores
700.000 gallegos. Las remesas de dinero envia- cristalizarán en el Estatuto de Galicia de 1936,
das por los emigrantes superaban el principal que no llegó a entrar en vigor por el estallido
ingreso gallego de la época: la venta de ganado de la guerra civil, pero que reconocÍa la coofl-
bovino. cialidad de gallego y castellano en Galicia.
En cuanto a la lengua, paradójicamente, enla En esta etapa 1916-1936, los escritores de la
etapa del Rexurdimenúo, pese al desarrollo li- .generación Nós -Castelao, Otero Pedrayo, Ris-
terario, el gallego pierde prestigio y hablantes. co, Cuevillas- van a ser los grandes creadores
pues la Restauración potenció el castellano en de Ia prosa gallega moderna, y su labor en los
la enseñanza, la Administración o Ia justicia. La géneros en prosa es comparable a la que en el
extensión de la Administración liberal o la in- Rexurdimento realizaron para Ia poesía Rosalía,
clusión de Galicia dentro del ámbito económico Curros o Pondal. Por otra parte, la literatura
estatal en esos años suponen un aumento de la tampoco permanece al margen del movimiento
diglosia: Ia lengua del ascenso social, burocrá- renovador de las vanguardias, con figuras de
tico o económico era el castellano. tanto relieve como eI poeta Manuel Antonio.
Ante esta situación de desprestigio de la len- La grrerra civil cortará este desarrollo de la
gua, surge el movimiento de las lfg?n.ag!g:!g Iengua y Ia literatura, y cerrará el periodo 1916-
Fala, ideado por el periodista, escritor y polÍtico 1936, considerado por algunos como un segun-
Antón Villar Ponte. Villar Ponte creía que en do Ret<urdimenúo, porque en él a)canza su ma-
cada ciudad y hasta aldea de Galicia debÍa sur- durez la prosa gallega.
gir la correspondiente lrma,ndade para luchar
62 por la lengua gallega. Ét funda la primera en A ó3
L ¡á_ La literatura gallega entre el xrx y el >o<:
Coruña, en 1916, y le seguirán las de Santiago, tradición y renovación
Monforte, Pontevedra, Ourense... A Nosa Terra,
ya citada, se convertirá en su órgano periodís- En Ios primeros años del siglo )o< continúa la
tico. Las Irmandades defienden Ia normaliza- tradición del Re><urdimento, tanto en temas
ción del gallego y su empleo en todos los cam- como en técnicas, pero se advierte un agota-
pos y actividades, desde la enseñanza a la Ad- miento temático y estilístico. Poetas como Lei-
ministración. Pronto superan el ámbito lin- ras Pulpeiro. Vaamonde Lores, etc., continúan
güístico para realizar propuestas claramente Ias líneas intimista, costumbrista, social o he-
políticas. En su asamblea de 1918 pr_opgngn,Ia roica abiertas por Rosalía, Curros o Pondal,
cooficialidad de gallego y castellano, Ia existen- pero su originalidad y valor son escasos. En la
cia de un poder autonómico que se ocupe de prosa, narradores como Francisca Herrera Ga-
los asuntos e intereses propios de Galicia y has- rrido continúan la línea costumbrista y folleti-
ta esbozan un plan de industrializacíón, comu- nesca que privaba en el Rexurdimento. Sin em-
nicaciones, etc., que puede considerarse un ver- bargo, dos poetas marcarán la unión en este co-
dadero programa político. Con el movimiento mienzo de siglo entre el Rexurdimenfo y los
de las Irman dades da comienzo Ia etapa del na- nuevos vientos que traen a la literatura gallega
cionalismo, que, tras múItiples avatares, con- la generación Nós y los vanguardistas: Noriega
ducirá a la aprobación del Estatuto de Autono- Varela y Ramón Cabanillas.
mía de Galicia de 1981, actualmente vigente. Noriega Varela (Lq99-1-?47) toma de los sau-
EI periodo 1916-1936, dentro de este ambiente dosistas portugueses y de Teixeira de Pascoáes
promovido por las lrmandades, va a ser un mo- el lirismo sencillo y la emoción poética pura: en
mento de esplendor para Ia lengua y la litera- Do ermo (1920; edición deflnitiva, t947) carrtala
t
il
cla el libro de viajes con el ensayo, pues pre- Surgen colecciones populares y económicas, es-
senta las impresiones de su viaje de estudios pecialmente de novelas cortas y cuentos, que
por Ia Europa de 1930, especialmente por Ale- tratan de popularizar el relato en gallego entre
mania, con reflexiones sobre la actualidad eu- un público urbano, en Ia línea de la's lrmanda-
ropea, para terrninar con una interpretación ne- des. Son colecciones como Terra a Nosa, Célti-
gativa de Ia Europa de la época, según éI en ga o Lar. Dentro de este ambiente favorable se
decadencia por eI triunfo de la uniformidad, va a desarrollar la gran labor narrativa de Nós'
que iguala a todos los paÍses, y del materialis- Con los narradores de 1Vós, la novela y el re-
rno. Leria reúne ensayos breves, algunos apa- lato corto gallegos superan deflnitivamente eI
recidos en lVós, y allí figura el célebre iVós, os ruralismo costumbrista decimonónico. Muchas
inadaptados, en que Risco analizay cara,ctetiza de estas novelas, ambientadas en un ambiente
su propia generación. urbano, presentan un protagonista intelectual,
Otero Pedrayo (1888-1976) publicó una exten- a veces trasunto del propio autor, que expone
sísima y variada obra ensayistica. Pelerinaxes
sus ideas a lo largo de la novela, especialmente
(1929) mezcla el ensayo etnográfico, histórico y
geográfico con eI libro de viajes, al presentar eI
sobre el pasado, presente y futuro de Galicia'
viaje que el autor rea"lizó a pie desde Ourense con lo que Ia novela se convierte en una espe-
al céIebre santuario de San Andrés de Teixido cie de novela-ensayo. Para Ia publicación de es-
(A Coruña) con Risco y Ben-Cho-Sey. El Libro tas novelas va a ser fundamental la fundación
dos amigos (1953) realiza el retrato de amigos de la editorial también llamada Nós, en 1927,
por linxel Casal.
Iu. y maestros desaparecidos, de forma que resulta
un gran testimonio para comprender el ambien-
te de los escritores de ntrós. La crítica literaria
Otero Pedrayo, en Os camiños dauida (1928)'
a.na,\íza,la decadencia de dos familias hidalgas
dentro de los cambios históricos que el libera-
67 ,
aparece bien representada en Romanticismo,
saudade e sentimento da raza en Pastor Díaz, lismo del >cx trajo a Galicia: el protagonista, eI
Rosalía de Castro e Nieomedes Pastor Díaz hidalgo Paio Soutelo, encuentra un sentido a su
[- (1931). Sintetiza su interpretación de Galicia en vida en la dedicación a Galicia, ejerciendo la
Ensaio histórico sobre a cultura galega (1930), medicina al serr¡icio de los labriegos de su co-
a la que cara"ctetiza" por su europeísmo, senti- marca. En Arredor de si (1930), Otero, a través
miento de unión a Ia tierra nativa, saudade y del protagonista, Adrián Solovio, trasunto del
I romanticismo, celtismo y cristianismo. propio autor, relata su evolución ideológica y Ia
Alfonso Daniel Rodríguez Castelao (1886- de su generación: Adrián, tras peregrinar por
1950) se convierte en la posguerra en la gran diversos lugares y culturas, encuentra un sen-
figura del ensayo con Ia publicación, en el exi- tido a su vida en la wuelta a Galicia y en el com-
I Iio, de Sempre en Galiza (1944). El libro es real- promiso con eI ideario galleguista. La produc-
mente una compilación de textos escritos en ción narrativa de Otero se completa con nove-
distintas épocas. Su libro tercero presenta Ga- las históricas como A romeiría de Xelmirez
I licia como una comunidad diferenciada por (1934), intelectuales como Fta Vernero (1934) o
contar con lengua, cultura y pasado histórico Devalar (1936), así como con extraordinarios
propios.
cuentos, como los reunidos en Contos do ca'
miño e da rúa' (1932).
I La novela Vicente Risco, en O potco de pé (1928), sati-
riza,la figura del inculto y avariento tendero en-
I
Hacia 1920 se produce el intento de atraer a un riquecido D. Celidonio, que llega a ser alcalde
público amplio para la literatura en gallego. de Oria, mientras su antagonista, el cultivado
I
doctor Alveiros, fracasa en sus intentos de opo- ble prestigio a Ia lengua gallega. Así, Lugrís
sición al antiguo tendero, convertido ahora en Freire lleva adelante en 1906 una Escola Rexio-
político famoso. La sátira y la caricatura hacen nal de Declamación para formar actores y ac-
de esta novela de Risco una obra maestra. trices en gallego. La,s lrmandades da Faia re-
Castelao inicia su trayectoria narrativa con el cogerán eI testigo y promoverán el Conservato-
relato corto Un ollo de uidro. Memorias dun es- rio Nacional de Arte Galega (1919), dirigido por
quelete (1922). Echando mano del humor negro, el actor Fernando Osorio. Cabanillas será el au-
Castelao presenta diversos tipos en el cemen- tor elegido para proveer de obras al grupo, y así
terio: el poeta, el fllántropo... y, sobre todo, el escribe su A man de Santiña (1919), obra que
vampiro, que sale por las noches para chupar supera en lengua y personajes el ruralismo del
la sangre, y que en vida fue un famoso caci- teatro del Rexurdimenúo; o, en colaboración con
que... Cousas (1926) es una colección de cuen- el propio Villar Ponte, O Mariscal (1926), re-
tos que aprovecha técnicas de la narrativa po- creación de la figura mÍtica del mariscal Pardo
pular -humorismo, anécdota llamativa, lirismo, il de Cela, símbolo de la autonomía gallega frente
brevedad- mezcladas con la reflexión fllosóflca a la politica centralizadora de los Reyes Católi-
así como con un desenlace sorprendente. Ade- cos.
más, podemos decir que Castelao crea un gé- Vicente Risco, gran admirador del teatro sim-
nero narrativo nuevo que mezcla mensaje lin- bolista de Maeterlinck, publica en 1928 O bufón
güístico y dibujo: cada relato se inicia con un d'eL Rei. La acción se sitúa en una corte medie-
dibujo que completa y condiciona el mensaje val, y presenta la figura de un bufón repulsivo
del texto escrito. Retrincos (1934) recoge cinco físicamente, pero que posee una gran sensibi-
relatos cortos autobiográflcos; en Os dous de lidad e inteligencia. Se enamora de la reina,
sempre (1934) Castelao presenta el aprendizaje que, sin embargo, prefiere mantener su relación
y formación de dos personajes antitéticos: el amorosa con el caballero Guindamor. Celoso, el
conformista Pedro y el inquieto Rañolas. La no- bufón acusa a la reina ante el rey, que condena
vela es una reflexión fiIosófico-humorística so- a muerte a Guindamor. En el desenlace, el bu-
bre estas dos formas diferentes de enfrentar la fón, arrepentido, implora el perdón del caballe-
vida -la del conformista y la del incorformista-,
ro, que resulta ser su hermano. Risco escribe
pero también presenta problemas de la Galicia
una obra simbolista que opone a la fealdad fí-
de la época, como la emigración, el caciquismo
sica del bufón su extraordinaria inteligencia y
o el mal funcionamiento de la Administración.
sensibilidad, exalta los valores de las sociedad
caballeresca medieval, y sus diálogos ingenio-
El teatro sos recuerdan los del teatro de Oscar Wilde.
Otero Pedrayo publica en 1928 A lagarada,
El teatro, hasta la llegada de los modernos me- tragedia romántica con una acción que trans-
dios de entretenimiento, como la radio o la te- curre en el ámbito sensual de la vendimia en el
levisión, era el género del espectáculo por ex- Ribeiro y que presenta el asésinato de un rico
celencia. Su público, formado habitualmente y anciano propietario agrícola a manos de su
por las clases urbanas con cierta formación y amante y el novio de esta, movidos por la ava-
nivel económico, hacia que fuera especialmente ricia, ya que piensan ser los herederos del an-
apto para prestigiar una lengua. Desde comien- ciano. La obra es una acertada rnezcla de na-
zos del siglo >o< hay una serie de intentos de turalismo, romanticismo, pasiones desatadas y
crear un teatro gallego urbano, con buenos ac- simbolismo. Castelao estrena en el exilio bonae-
tores y actrices. Su éxito reportaría un induda- rense, en 1941, la que es posiblemente la obra
I
más famosa del teatro gallego: Os vellos non de- dió algunas de ellas, tanto desde Nós como des-
ben de namorarse. La obra presenta la muerte de A Nosa Terca.
triste de tres personajes masculinos que se ena-
moraron, ya viejos, de tres jóvenes. Este amor
Vanguardia gallega y continuadores de JVós
senil fue la causa de su muerte. La obra integra
baile, color, máscaras, elementos costumbris- El propio Risco, o también Eugenio Montes y
tas, simbólicos y mágicos. El desenlace se tiñe, Correa Calderón, difunden desde A Nosa Terca
además, de lirismo, pues los tres viejos dialo- o lVós las vanguardias. Surgen también revistas
gan en el cementerio, ya muertos, sobre su üda
en diversos Iugares de Galicia que divulgan las
y muerte por amor y, si en algún momento pa- estéticas vanguardistas, como Alfar, Ronsel,
recieron ridículos, ahora cobran grandeza, al re- Crista\ Yunquq Reso\ etc. EI poeta Manuel An-
conocer que murieron por no haber sabido tonio y el pintor Álvaro Cebreiro publican en
aprovechar su juventud e intentar recuperarla 1922 el gran manifiesto del vanguardismo galle-
en la vejez, cuando ya no era el momento del go, Máis aLá. En éI piden una nueva literatura
amor. y critican a aquellos que escriben eomo en el
siglo xix.
El espíritu renovador de ,IVós Manuel Antonio Pérez Sánchez (1900-1930) es
el gran representante de la vanguardia poética
La generación Nós y su revista fueron funda- gallega. Su poemario De catro a catro (1928) es
mentales en la lengua, la cultura y la literatura obra fundamental de la poesía gallega contem-
gallegas. Recuperaron el gusto por Galicia y lo poránea. Compuesto por tan solo 19 poemas,
71
un^J gallego, desde la lengua a la etnografÍa o la li- lleva el expresivo subtÍtulo de Follas sen data
teratura popular, pero estaban aI mismo tiempo d'un diaüo d'abordo. El libro, en una línea van-
abiertos a la universalidad y a la modernidad. guardista, huye del autobiograflsmo y la anéc-
Dentro de este talante de estudio de Galicia que dota, para presentar una visión del mar con
ellos trajeron surgirá en 1923 el célebre Semi- imágenes creacionistas. El mar es considerado
nario de Estudos Galegos, con secciones de como la aventura, la busca del ideal, la huida
Historia, Geografía, Literatura, etc., pero tam- de la vida burguesa. Sin embargo, esta aventura
bién de Pedagogra o Ciencias Naturales. Publi- concluye con una sensación de fracaso: en el
carán su célebre revista Arquivos do Seminario, mar, el poeta tampoco encuentra la plenitud,
y con esta institución el gallego será ya defi- sino que vuelven la soledad, el deseo de nuevas
nitivamente lengua de la ciencia. El Seminario singladuras, aunque sabe de antemano que
también fue pionero en Ia normativización del nunca alca,nzalá esa plenitud vital.
gallego, pues en 1933 elaboró unas normas or- Luis Amado Carballo (1901-1927) es creador
tográflcas que debían seguir sus investigadores de la llamada escuela hilozoísta, especialmente
y las publicaciones de la institución. Los miem- a partir de su poema,rio Proel (1927). El hilo-
bros de Nós se integraron en eI Seminario y di- zoísmo es una poesía eminentemente paisajÍs-
rigieron algunas de sus secciones: F,isco, la de tica, de gran ingenuidad y sencillez, que mezcla
etnografía; Otero, la de geografía; Cuevillas, la Ias metáforas e imágenes creacionistas con los
de prehistoria; Castelao, la de arte. temas y recursos de la lírica popular gallega.
La apertura de Nós al mundo hizo que se El neotrobadorismo es un movimiento nacido
crease en Galicia un ambiente favorable a las al calor del ambiente erudito del Seminario de
nuevas vanguardias literarias que surgían en la Estudos Galegos, que intenta conciliar temas y
Europa de entreguerras. El propio Risco difun- técnicas delos cancioneiros medievales con las
imágenes atreüdas del creacionismo. Bouza En teatro, el ciclo de las Comedias bárbaras
Brey, con Nao senlleira (1933), y .Éilvaro Cun- presenta una Galicia mítica habitada por unos
queiro, con Cantiga nova que se chama riveira personajes dominados por la avaricia, la lujuria
(1933), son grandes figuras de esta escuela. y la muerte. Por fln, en Luces de bohemia (192O)
A la renovación de la lírica gallega en este crea el esperpento teatral, que se maniflesta en
ambiente vanguardista contribuyen otros poe- su madurez en las obras reunidas en Martes de
tas de indudable calidad: Aquilino Iglesia A1- Carnaval
variño, con Cotazón a,o vento, acertada rnezcLa, La novela o relato humorístico tiene sus gran-
de clasicismo latino, saudosismo e hilozoísmo; des cultivadores en Wenceslao Fernández FIo-
.lilvaro Cunqueiro se acerca al sunealismo con rez y los hermanos Camba. El ensayo y la no-
Poemas do si e non (1933); Blanco Amor publi- vela intelectual cuentan con la aportación del
ca el neopopula"r Romances galegos (1928); Ma- coruñés Salvador de Madariaga. Y no podemos
nuel Luís Acuña ofrece en Fírgoas (1933) una olvidar la contribución a la filología y a la his-
poesía de vanguardia. En fin, el propio Garcia toria del también coruñés Ramón Menéndez Pi-
Lorca, gran admirador de Galicia y de los poe- dal, o al teatro la de Manuel Linares Rivas.
tas gallegos del momento, ofrece sus Seis poe-
mas galegos (1935).
Dentro de los continuadores de la prosa y es-
píritu de Nós es necesario citar a Rafael Dieste
(1899-1981). Su libro de cuentos Dos arquivos
do trasno (1926) continúa la renovación de la
72 narrativa iniciada por JVós, y en muchos de es- 73 F;
tos cuentos m.ezcla, atinadamente lo maravilloso
con lo realista, por lo que en cierto modo po-
demos incluirlo dentro del realismo mágico. Su
obra teatral A frestra valdeira (1928) es una de
Ias obras maestras del teatro gallego, alrnezcla,r
adecuadamente personajes y ambientes popu-
lares con simbolismo.
i
tudiante universitario en el Santiago de los se-
senta, con lo que en eierta medida es la novela
de los que eran jóvenes contestatarios de esa
década. Méndez FerrÍn publica Eletorno a Tagen
Ata (I97L), interpretado por algunos crÍticos
como un relato simbólico sobre la situación po-
lítica gallega y expresión del ideario del nove- social de Celso Emilio Ferreiro y su Longa noi-
Iista sobre este tema, o Antón e os iñocentes te de pedra. La antologia de comienzos de 1os
(1976), novela que mezcla la historia amorosa setenta Os nouisimos da poesía galega muestra
de los protagonistas con las reivindicaciones bien este predominio de lo social.
nacionalistas y que se desarrolla entre escena- Sin ernbargo, hacia la mitad de la década de
rios tan apartados como el Vigo de los años cin-
los setenta se producían movimientos en la poe-
cuenta-sesenta y el Vietnam en lucha contra el
colonialismo francés. Otro miembro de esta ge- sia gallega que hacían ver la inminencia de un
neración, Fernández Ferreiro, trata por esos cambio de rumbo.
años de crear una narrativa gallega popular y A partir de 1975 surgen colectivos poéticos
hasta de quiosco, y es de destaear su intento de que buscan recuperar temas intimistas despre-
acercarse a la novela del Oeste americano con ciados por el realismo social, como pueden ser
A morte de Frank González (1975). el amor, el paso del tiempo, Ia soledad. Por otra
A finales de la década de los setenta se dará parte, muchos de estos colectivos consideran
a conocer un novelista que publicará una de las fundamental la calidad lingüística y literaria
novelas fundamentales de esa década: A¡lxo Rei del texto, así como el dominio de una técnica
Ballesteros (1952). Ilei Ballesteros intenta re- poética rica. En esta línea se producirá una rei-
construir la vida de los estudiantes universita- vindicación de Ias vanguardias, especialmente
rios del Santiago de comienzos de los setenta de la figura de Manuel Antonio. Colectivos des-
en su ambiciosa novela Dos anxos e dos mortos
tacados de jóvenes poetas que trabajaron en
(1977); la novela destaca por la utilización de
esta lÍnea fueron Cravo Fondo, Lolia, Alén y, es-
las innovaciones técnicas características de la
pecialmente, Rompente.
'8ó novela del >o<, y se ha señalado su importancia 8?
en la renovación de la novela gallega actual. Poetas ya consagrados de generaciones ante- "-
riores participan en este movimiento de reno-
vación. El propio Celso Emilio Ferreiro, sin
La confirmación del ensayo en los setenta abandonar el tema social, recupera la poesía in-
timista con eI tratamiento del amor, del paisaje
El ensayo eontinúa en estos años Ia línea de
natal o del paraíso perdido de la infancia en
renovación emprendida en los años cincuentay
Onde o mundo cháma,se Celanova (1975).
sesenta. Los miembros del grupo Gala,>ria con-
tinúan consolidando su obra ensa¡ristica, y apa- En esta renovación de la poesía, algunos crÍ-
recen nuevos nombres. El ensayo económico O ticos consideran fundamental el año 1976, fe-
atÍa,so económico de Galicia G972), de X. M. cha de publicación de Con pólvora, e magnolias,
Beiras, se convierte en un éxito en esos años. de X. L. Méndez Ferrin, y Mesteres, de Arcadio
El ensayo feminista tiene una de sus obras de López Casanava.. Con pólvora e magnolias es va,-
referencia en A muller en Galicia (1977), de lorado unánimemente como el libro iniciador
;
I M. X. Queizán. El pensamiento teológico y reli- de la poesÍa gallega actual. En é1, Méndez Fe-
i
gioso se ve maravillosamente representado en rrín no olvida eI tema social, pero se abre tam-
esta década por Recupera-la salvación (1977), bién al sentimiento amoroso, la angustia que
de Torres Queiruga. causa eI deterioro producido por el paso del
tiempo, o el recuerdo nostáIgico de la juventud
De la poesía social a la renovación de finales pasada y perdida. Por su pa,tte, Mesteres ahon-
de los setenta da en la angustia existencial, y en este poema-
rio deüene fundamental la atención a la forma.
La poesía gallega, a principios de los setenta, Otro miembro de la generación de las Fiestas
vivía bajo la influencia del éxito de la poesía Minervales, U>do Novoneyra, contribuye a esta
' :-- :--- : -- i
I
de títulos publicados, asÍ como las tiradas. Por
tan solo el 13% del mercado gallego, y asocia-
ciones de escritores y otros colectivos se quejan
estos años aparecen o se consolidan editoriales
de la presencia insuflciente del libro gallego en 95
como Xerais, Sotelo Blanco, Espiral Maior, etc.
escaparates y lugares de privilegio en librerías
También proliferan los premios literarios, como
o puntos de venta, o de la atención aún insufi-
el Xerais, eI Blanco Amor, el Barco de Vapor,
ciente que los medios de comunicación conce-
etc. Es de destacar el extraordinario desarrollo
den a la lengua y la literatura gallegas, por más
de la literatura infantil y juvenil, fundamental que se recortozca,Tr los progresos alcanzados.
para la creación de un público lector adulto, y
Sin ernbargo, creemos que el camino recorrido
tienen acreditado prestigio, no solo en Galicia,
es mucho desde el año 1975.
sino también fuera, colecciones y premios de li-
teratura infantil y juvenil como MerlÍn, A Tar-
taruga, Barco de Vapor, etc. El esplendor poético de la década
Desde eI punto de vista de Ia industria edito- de los ochenta
rial, en el año 1997 existían en Galicia 69 casas
I editoriales, que proporcionaban al público una Dentro de este ambiente de normalización de la
oferta plural; la tirada de cualquier libro alcan- lengua gallega, los años ochenta van a suponer
za los 2.000 ejemplares. De los 53 títulos dife- Ia plena consolidación de Ia renovación poética
rentes publicados en gallego en el año 1973 se que hemos señalado en Ia segunda mitad de Ia
pasó a los 1.233 diferentes publicados en 1997. década de los setenta y un periodo de esplendor
Pensemos que en catalán, en ese mismo año de para la poesía, pues poetas de diferentes gene-
1997, se publicaron 6.856 títulos diferentes, y en raciones van a publicar en esta década obras
vasco, 1.060. fundamenta,Ies.
Por otra parte, la lengua y la literatura galle- Las actividades normalizadora,s, la entrada
l gas no solo cuentan con la crítica periodÍstica del gallego en la enseñanza, la atención dedi-
ya señalada, sino que su entrada en la enseñan- cada a Ia literatura, y en particular a Ia poesía,
i
t
van a propiciar la existencia en esos años de Luz Pozo Garza, realiza una aportación funda-
festivales de poesia en los que los poetas reci- mental a Ia poesía gallega de este fln de siglo
tan su obra ante el público, como el Festival de con Códice cali.xtino (1986). En Códice calixti'
Poesía do Condado; las editoriales más presti- no, la poesía se convierte en una forma de co-
giosas lanzan colecciones dedicadas a la poe- nocimiento y de comunicación; están presentes
sía, como ocurre con Galaxia o Espiral Maior, también el paisaje, el amor como unión y ple-
y surgen muchos premios y eertámenes poéti- nitud, así como la superación de Ia muerte por
cos, como el Celso Emilio Ferreiro, Leliadoura el sentimiento religioso.
o Esquío. La generación de los cincuenta, o de las Fies-
La poesía de los ochenta va a caracterizarse tas Minervales, ofrece también en esta década
por Ia cantidad y calidad de los poetas. Surge grandes poemarios. El prolífico Manuel María,
una nueva generación, la llamada generación gÍa,n voz de Ia poesía social en las décadas an-
de poetas de los ochenta, pronto dada a conocer teriores, junto con Celso Emilio Ferreiro, y tam-
no solo por la critica, sino por antologías que bién de la poesía paisajÍstica o infantil -recor-
la hacen accesible a un público amplio y que la demos su Te ra chá (1954) y Os soños na gaiola
canonizan, como las de Luciano RodrÍguez, (1968)-, a,lcanza, ahora una gran calidad, al tra-
X. L. García y C. Bernárdez. Pero lo más carac- tar temas íntimos en obras como Versos do
terístico de este florecer es el trabajo conjunto lume e do vaga-lume (1982) y A luz ressuscitada
de distintas generaciones de poetas que, en esta (1984). Xohana Torres publica una de las obras
década, publican grandes obras de la lírica ga- maestras de este periodo: Estacións ao mar
llega, lo gue lleva a algunos críticos a referirse (1981). EI sentimiento de Galicia, la interpreta-
96 a los ochenta como una década dorada de la ción de Ia mujer como fuerza telúrica y patrió- 97
f-t__-
poesÍa gallega.
tica de Ia comunidad, el paso del tiempo, el re-
Miembros de la generación de 1936, como cuerdo de la infancia o del mar como símbolo
Carballo Calero o Álvaro Cunqueiro, siguen en
de esperanza y libertad, son grandes temas de
activo. Carballo Calero publica a,hora Pretérito o
este libro. Bernardino Graña, en Se noso
imperfeito (1980) y Futuro condicional (1982),
que aúnan sentimiento, hondura y culturalis- amor e os peixes Sar arriba andasen (1980), su-
pera eI pesimismo y canta Ia vida, sobreponién-
mo. Jilvaro Cunqueiro publica Herba aqui e aco'
dose a desengaños y derrotas.
lá (1980). El libro se cara,cteriza por su cultu-
ralismo, la recreación nostáIgica de la historia, En la década de los ochenta, como ya vimos,
la reflexión sobre eI paso del tiempo y la acep- se incorpora a Ia poesía gallega la_ lla,mada ge-
tación de la muerte como metamorfosis en la neración de los ochenta. Son poetas nacidos en
naturaleza. El éxito del libro, especialmente en- Ia década de los cincuenta, que comienzan a pu-
tre los poetas más jóvenes, fue extraordinario, blicar su obra a finales de los setenta y, sobre
y algrrnos críticos señalan que este poemario es todo, en las décadas de los ochenta y los noven-
uno de los más importantes de la poesía gallega ta. La mayorÍa de ellos tienen una formación
del siglo >o<. universitaria, predominand.o aquelloi que han
Los poetas de la ya conocida generación de rea,Iizado estudios de fiIología y se dedican a la
enlace colaboran también con generosidad. An- enseñanza del gallego. En cierta medida son
tón Tovar, en Calados esconxuÍos (1980), pre- una generación de poetas-fiIólogos o poetas-pro-
senta temas sociales como el abandono del idio- fesores. Esta formación y dedicación profesio-
ma gallego por los más jóvenes o las conse- nal explica algunas de las caracterÍsticas más
cuencias de Ia guerra civil, y también exis- Ilamativas: culturalismo, preocupación por los
tenciales, como la soledad o eI silencio de Dios. aspectos formales y técnicos de la poesía, aten-
ción a Ia lengua y a su riqueza, intento de con- se manifiesta como un gran sonetista eL Canto
jugar tradición literaria así como vanguardias y de cerca a morte (1994); L. González Tosar, en
modernidad, amplitud temática que abarca des- Remol das travesías (1989), presenta el viaje fí-
de el sentimiento de la tierra al tratamiento del sico y el interior como forma de conocimiento
paisaje, la angustia por el paso del tiempo, el y mejora individual a través de la apertura a
amor, la nostalgia de los tiempos pasados, etc. otras culturas y tradiciones; Román Raña cul-
Podemos incluir dentro de esta generación, tiva una poesía marcada por el culturalismo, en
por el tono y tema de su poesía, aunque sea un la que privan el pesimismo, la tristeza, la sole-
poco mayor que los miembros estrictos de la dad y la melancolia en Da muda, primavera
generación de los ochenta, a Manuel Vilanova (1988), pues, al contrario de la poesía pura, la
(1944). En su E direi-vos eu do mister das co- palabra es incapaz de salvar del paso del tiem-
bras (1980) aparecen temas paisajísticos, recrea- po y de Ia muerte; Xesús ManuelLópez Valcár-
ción de mitos literarios o culturales, así como cel explora la intimidad y el recuerdo de la in-
una riquísima presentación de la intimidad. fancia en A porta do lume (1992) y Areas de fon-
Dentro de los poetas ya estrictamente de la ge- do (1992), mientras que Aurum (1996) recoge
neración de los ochenta sobresalen voces como toda Ia poesía que escribió hasta ese momento,
Ia de Ramiro Fonte, que en Pasa un segredo que considera como un recorrido poético en la
(1988) o Adeus .ivorúe (1991) cultiva una poesía búsqueda del conocimiento; Cesáreo Sánchez
I culturalista centrada en el paso del tiempo y en Iglesias cultiva la poesía simbólica de aliento
I
el deseo de recuperar Ia infancia y la adoles- mítico en A árbore das sete palabras (1990); Ma-
cencia; Xavier Rodríguez Barrio, en O labirinto nuel Forcadela, en Nausicaa (1992) o Profecía
lce
I
¡t|F{_- da xerfa (1985) u Os apousentos silenciados (1992), conjuga el culturalismo con la medita- 99 r,
t.
(1987), canta la soledad radical que trae consigo ción íntima; Fiz Vergara Vilariño se muestra en
el desamor, o poetiza eI sentimiento de Ia au- Os eidos da Bremanza (1990) como el gran poe-
i sencia de personas y cosas en Antiga claridade ta de la soledad y del silencio; Paulino Yázquez
(1992); Xulio López Valcárcel intenta en Me- cultiva en A experiencia inglesa una poesía ele-
:
I moria de agosto (1993) luchar contra el paso del gíaca en Ia que la existencia aparece marcada
tiempo, eternizando en el poema las vivencias por el paso del tiempo, gran destructor de la
positivas, y en O sol entre os dedos (1993) ana- felicidad; Vítor Vaqueiro, en A fi:aga plateada
liza la vivencia de la paternidad; Xavier Seoane, (1983), intenta meditar sobre el origen del uni-
en Don do horizonte (1999), que reúne su obra verso y de la vida; X. Rodríguez Baixeras, en A
entre 1976 y 1998, muestra el deseo de inte- gándara da noite, en diez cantos, propone un
grarse en la naturaleza" a tt¿.vés de la vivencia viaje poético para encontrar la autenticidad
amorosa y así superar eI paso del tiempo y has- como ser individual y social; Pilar Pallarés, en
ta la muerte; X. M. Ñvarez Cáccamo cultiva la Sétima soidade (1986) o en Livro das devora-
poesía intimista llena de referencias a la familia cjó¿s, combina el tema del carpe diem con la,
o al paisaje marinero er O lume branco (1991), angustia por el paso del tiempo en una acepta-
pero no se olvida de la protesta social y cívica ción estoica de la transitoriedad de lo humano;
en Prego de cargos (1991), y en Calendario per- por otra parte, se apropia de la simbología amo-
petuo (1997) se convierte en un maestro del rosa masculina, en una IÍnea que será muy va-
poema en prosa, tratando temas tan caracterís- Iorada por la nueva poesía de la, generación de
ticos en su poesia como el mar, la casa familiar, los noventa; Lois Pereiro, en Poesía última de
la naturaleza y las fuerzas telúricas o la infan- amor e morte (L995), expresa Ia angustia por Ia
cia como paraíso perdido; Darío Xohán Cabana enfermedad y la" a"mena,za de Ia muerte; Rodrí-
guez Fer reúne toda su poesía amorosa y eró- Scorpio (1986) una reconstrucción del periodo
tica en Vulva (199I). Posiblemente el poeta que de la II República en Galicia, la etapa del Se-
mejor representa a esta generación es Miguel minario de Estudos Galegos y la guerra civil,
Anxo Fernán-Vello (1958). Miguel Anxo conjuga desde una perspectiva eminentemente autobio-
su labor de creador con la de editor. Como edi- gráfica.
tor ha sido fundamental su labor de difusor de Neira Vilas supera la sencillez técnica del rea-
las nuevas voces poéticas de los ochenta y no- lismo crítico a la que nos tenía acostumbrados
venta. Como creador nos ha ofrecido grandes desde su Memorias dun neno labrego para ofre-
poemarios, corno Memorial de brancura (1985), cer en Querido Tomás (1980), además de un
Entre auga, e fogo (1987) o Poemas da lenta nu' prodigioso doeumento social sobre Ia Galicia de
dez (1994). Con una gran riqueza de lenguaje y posguerra, un gran ejercicio de utilización del
técnica, Fernán-Vello trata temas como el amor, monóIogo interior, pues Ia novela es el largo
la contemplación y la integración plena y go- monóIogo de una maestra que va reconstruyen-
zosa con la amada y con el paisaje. do su vida y su amor por Tomás, que se ve des-
También podemos incluir en esta generación truido por Ia emigración.
a poetas que cultivan una lírica más unida a la Los miembros de la Nova Narrativa confir-
realidad cotidiana y que testimonian la oposi- man en esta década su madurez y se convierten
ción rural-urbano o incluso su combinación en en clásicos. X. L. Méndez FerrÍn, en los relatos
la sociedad gallega actual, como son Antón Rei- breves Crónicas de Nós, rnezcla, la fantasía con
xa o Manuel Rivas. Señalemos, por último, que Ia recreación de hechos históricos del galle-
la década de los ochenta supone Ia incorpora- guismo reciente. En Amor de Artur e nove con-
ción a la lírica gallega de José Algel Valente tos con Tage Ata ao lonxe (1982) retorna aI t0r ''_
(1929-2000), que en su Cantigas de dén (1989) mundo artúrico, que tan grato le resulta, y en
cultiva una poesía del conocimiento, vacía de el primero de los relatos reconstruye de forma
toda retórica, y en Ia que es fundamental Ia me- muy personal el adulterio de la reina Ginebra.
ditación sobre el amor, la muerte o Ia poesía Ferrín también toca eI relato juvenil de aven-
como forma de conocimiento. turas en Arnoia, Arnoia (1987). Por fin, su no-
vela Bretaña, Esmeraldina (1987) presenta el
mundo angustioso y absurdo de la cárcel unido
La narrativa de los ochenta: riqueza a la represión política.
y variedad Carlos Casares, integrante también de la
Nova Narrativa, realiza, un can1o a la tolerancia
La narrativa de esos años se va" a, ca,ra,cLerizar
en su novela, Ilustrísima (1980), representada
en primer lugar por su variedad de géneros: no-
por un obispo que, a comienzos del siglo ro<, no
vela histórica, novela testimonio, novela psico-
se opone a la instalación de un cine y recibe
lógica, novela policiaca, etc. En segundo lugar,
con espíritu abierto todo tipo de novedades. En
conüven y publican sus obras en esta década
Os mortos daquel verán (1987) nos ofrece eI am-
autores que van desde la llamada generación de
biente de la guerra civil, al reconstruir Ia muer-
1936, la de Cunqueiro o Carballo Calero, a la
nueva generación de nacidos en la segunda mi-
te de un boticario asesinado a comienzos de la
gueffa a través de diez informes judiciales que
tad de los cuarenta y a Io largo de los cincuen-
presentan visiones diferentes del suceso, desde
ta, que se incorporan a finales de los setenta o
en la década de los ochenta al género narrativo. ia oflcial de muerte por accidente a la del ase-
Un miembro tan característico de la genera- sinato por motivos de persecución política.
ción del 36 como Carballo Calero nos ofrece en Camilo GonzáIez Suárez-Llanos ofrece en esta
década la que, según algunos críticos, es una a darlos a conocer. Dentro de este grupo, aun-
de las mejores novelas gallegas contemporá- que mayor por edad, podemos situar a Xoán
nea,s: Cara a Times Square (1980). Arnbientada Eernárdez Villar (1936), que reconstruye Ia su-
en Nueva York, presenta unos personajes per- blevación innandiña en Un home de Vilameán:
didos en la sordidez y la soledad de la gran ciu- anatomía dunha revolución (1976); en No ano
dad, en la mejor línea de Ia literatura del ab- do cometa (1986) recrea la segunda mitad del
surdo. En A desfeita (1983) trata también el siglo xr, especialmente Ia Galicia del Camino y
tema de la guerra civil en una villa gallega. la Inglaterra de Ia batalla de Hastings. Alfredo
María Xosé Queizán, en Anantia (1984), re- Conde (1945) se da a conocer en los setenta,
crea, desde una perspectiva feminista, la GaIi- pero alcanza su madurez en Ios ochenta con
cia del Imperio romano y del priscilianismo. Breixo (1981) y Memoria de Noa (1984), dos
X. Fernández Ferreiro, el miembro de Ia -lÍorza
acertadas novelas de introspección psicológica
Narcativa preocupado por crear una narrativa que retratan perfectamente Ia mentalidad de los
popular y hasta de quiosco, continúa en esta lí- hombres y mujeres maduros pero todavÍa jóve-
nea; A ceo aberfo (1981) presenta la vida de un
nes y con inquietudes de la década de los
guardia municipal gallego del Ayuntamiento de
ochenta. Su consagración se produce con Xa
Madrid que, desde Ia contaminación de la gran vai o griffon no vento (1984), que en 1986 alcan-
ciudad, recuerda su vida infantil en eI campo za el Premio Nacional de Literatura. El éxito de
gallego. En Corrupción e motfe de Brigitte Bar-
Conde atrae la atención de fuera de Galicia so-
doú (1981) muestra la vida de una muchacha
bre la novela y la literatura gallegas, y puede
que desde Galicia llega a Madrid para triunfar
considerarse precursora del boom que vivirán a
1O2 como modelo y a,ctriz y termina asesinada tras
finales de los noventa y claro antecedente ae 9i
pasar por el mundo de la droga.
Ios éxitos actuales fuera de Galicia de narra-
dores como Manuel Rivas. Xa vai o griffon no
Nuevos narradores vento, rnezcla de intelectualismo, reconstruc-
ción histórica y profundo análisis psicológico,
En la segunda mitad de los setenta y funda- gira alrededor de dos personajes y dos tiempos
mentalmente a lo largo de la década de los diferentes: un profesor y escritor actual y un vi-
ochenta aparece un grupo de nuevos narrado- sitador del Santo Ofi.cio del siglo xvt; ambos en-
res que conforman una nueva generación en Ia carnan Ia libertad intelectual en épocas bien di-
narrativa gallega. Los caracteriza eI haber na- ferentes.
cido entre t945 y 1960 y haber tenido, por lo Xavier Alcalá (1947) logm un éxito editorial
general, una formación universitaria. Algunos con la interesante novela de aprendizaje de am-
de ellos, los más viejos, se dieron a conocer ya biente adolescente y estudiantil A nosa cinza
a flnales de Ia década anterior. Lo que caracte- (1980). Ese mismo año también publica FábuLa,
riza, a,l grupo es su variedad: variedad de temas en la que se mezclan los tiempos de Ia transi-
y técnicas y también variedad ideológica o de ción política con los de la guerra civil. En -iVos
actitudes ante la vida y la literatura. Sin duda pagos de Huinca Loo (1984) se acerca al tema
ninguna, esta variedad es una muestra de ma- de la emigración gallega a Argentina. En Ter-
durez de la narrativa gallega. Por otro lado, Ios túIia (1985) retrata Ia vida literaria actual desde
premios de narrativa que se establecen a finales una perspectiva crítica.
de los setenta y en Ia década de los ochenta: VÍctor Fernández Freixanes (1951) consigue
Modesto R. Figueiredo, Xerais, Blanco Amor, con O triángulo inscrito na circunferencia
Premio de la Crítica GaIIega, etc., contribuyen (1981) uno de los grandes éxitos de la novela
gallega actual, tanto de crítica como de ventas. (1989) supone el primer gran éxito de Manuel
La novela transcurre alrededor de 1829 y en- Rivas, y en ellos se presentan los cambios que
frenta una Compostela símbolo del absolutismo está sufriendo Galicia. Ambos autores se carac-
con la ciudad mítica y marinera de Vilanova de terizan por mezclar 1o urbano y lo rural, el hu-
Alba, símbolo del liberalismo y del progreso, re- mor y la ternura, y han sido relacionados con
presentados especialmente por la familia de na' la corriente del llamado tealismo sucio. Cierta-
vegantes de los Mariño. Sin duda debe mucho mente, suponen dos buenos ejemplos de la mo-
Ia novela, tanto temática como estilísticamente, dernidad de la narrativa gallega, y, como vere-
a La saga/fuga de J.8., de Torrente Ballester. mos, su obra se consolidará en la década de los
En O enxova,I da noiva (1988), Freixanes recrea noventa.
la Italia renacentista del papa Borgia. Lo dicho hasta ahora prueba la vitalidad, va-
Carlos G. Reigosa (1948) inaugura,, con Crime riedad y riqueza, de la narrativa de los ochenta.
en Compostela (1984),la novela policiaca galle- Conviven novelas de técnica tradicional con
ga. La novela a,lcartza" gtan difusión, pues, ade- otras que combinan tiempos diferentes, monó-
más, recibe el primer Premio Xerais de narra- Iogos interiores, etc. La novela policiaca se co-
tiva. El género iniciado por Reigosa se conver- dea con la histórica o con la culturalista; la rea-
tirá en uno de los más tocados por la novela lista comparte éxito y lectores con la fantástica,
gallega actual, y su detective Nivardo Castro es y hasta un género tan innovador y aparente-
ya un personaje clásico. mente anglosajón como es la novela de ciencia
Darío Xohán Cabana (1947) recrea el mundo flcción aparece representado con obras como
artúrico en Galván en Saor (1989), pero el ca- Pae s.;cxt. No comezo dunha nova histofia da
ballero de la Tabla Redonda, como el Merlín humanidade (1982), de Tucho Calvo, o Repor- l05
cunqueiriano, vive ahora en una pensión lucen- ta,xe cósmico (1984), de Fernández Ferreiro.
se y sale a la busca de aventuras en su potente
moto. Ursula Heinze, en O soño perdido de El- El teatro de los ochenta: entre la esperanza
uira M. (1982), profundiza en el tema del amor, y el desasosiego
como también lo hace Marina Mayoral con O
relo><io na torre (1983). El teatro es un género en crisis en muchas li-
Martinez Oca (1942) consigue eI Premio Blan- teraturas: la competencia con otros espectácu-
co Amor con Beiramar (1983), que supone su Ios, Ia carestía de sus montajes, la diflcultad de
confirmación como novelista; en esta novela crear locales y compañías estables, etc., hacen
rnezcla, Ia reivindicación social y sindical de los que tenga una vida difícil en literaturas con
astilleros con Ia historia fantástica de unos mí- más desarrollo histórico que la gallega. En Ga-
ticos pobladores del mar. licia, tras los años y siglos de abandono del ga-
Miguel Suárez Abel (1952) combina las téc- llego como lengua escrita o por su situación de
nicas de la novela policíaca y la novela repor- lengrra minorizada y sin noffnalizar, sufre con
taje en ?urbo (1988), que presenta el mundo del todavra más dureza esta situación. Se señalan
narcotráfico gallego. Los narradores más jóve- como males del teatro gallego la falta de un pú-
nes de este grupo son los nacidos a partir de blico consolidado, la escasez de medios, el alto
1955, como Suso de Toro (1955) o Manuel Rivas costo de los montajes teatrales o la insuficien-
(1957). El primero de ellos publica en Ia década cia de las ayudas institucionales.
de los ochenta obras corno Caixón desastre Sin embargo, gracias a los cambios institucio-
(1983), Polaroid (1986) o Land-Rover. La colec- nales ya vistos, el teatro gallego va a experi-
ción de relatos breves Un millón de vacas mentar una notable mejoría en los años ochen-
ta, y puede considerarse que en esta década se Sta. Lou o A casa dos afogados son buena ex-
consolida la labor de iniciación rea"lizada po-r presión de estos temas.
las Mostras de Ribadavia. Inma Souto aborda en su teatro temas como
En 1984 se crea el Centro Dramático Galego el del conocimiento de la propia identidad o el
(1984), primera compañía estable e institucio- papel decisivo que en la determinación de la
nal. Se profesionalizan compañías como Teatro identidad personal representa la condición fe-
do Atlántico, Uvegá Teatro, O Moucho Clerc, menina. Buenos ejemplos de su quehacer tea-
Tranüa Teatro, Ollomol, Sarabela Teatro, etc. tral son Como cartas a un amante y Era nova e
La Escola Dramática Galega de Manuel Louren- sabía a malvaísco.
zo y Francisco Pillado publicará los Cadernos Joao Guisán Seijas es una de las grandes fi-
da Escola Dramática Galega. La revista Don Sa- guras de esta generación y del teatro gallego ac-
turio se ocupa de la actividad teatral. Surgen tual. En Un cenário chamado Frederico retoma
concursos para obras teatrales como el Álvaro el viejo tema teatral del triángulo amoroso, pero
Cunqueiro, el de los Cadernos da Escola Dra- se abre a una reflexión sobre eI propio hecho
mática GaJega, etc. También se fundan en esta teatral o la soledad y Ia alienación humanas.
década colecciones de libros dedicados a obras Roberto Salgueiro, ett O arce no xardín, uti-
dramáticas, como Ia Biblioteca do ArlequÍn, Os liza una intriga policiaca para" rea,Iizar una re-
Libros do Centro Dramático Galego, etc. Por flexión sobre el propio hecho teatral, y en su
otra parte, la creación de la Televisión de Gali- obra no falta el humor innovador y desmitifi-
cia da a actores y actrices y a gente de teatro cador, que se ha relacionado con el de las van-
en general unas oportunidades de trabajo hasta guardias o el de Mihura.
entonces desconocidas. Xesús Pisón cultiva un teatro de humor, pa- lO7 _
María Xesús Pato (1955), aunque nacida en la Batallón Literario da Costa da Morte, y es autor
década de los cincuenta, debe incluirse en esta ya de una obra de cierta amplitwd -Poemas da, -.+
generación por los años de difusión de su obra, cidade oculta: Areados: Na, selva, pola tarde,
así como por las características de esta. En lVí- ollando os tigres; Teoría do lugar, O libro dos
nive (1995) desenmascara el patriarcalismo del cans- err la que la intimidad, el amor o las re-
lenguaje convencional y maniflesta su compro- laciones personales aparecen tratados con una
miso con el galleguismo, Ia condición femenina técnica muy influida por el surrealismo.
y Ia protesta PolÍtica. Olga Novo (1975), en lVós nus o Amar é unha
"Antón Lopo" (1961), seudónimo de Antón india, presenta la pasión amorosa desde una
Rodríguez López, cultiva en obras como Sucios perspectiva femenina y feminista que se desen-
e desexados, übro dos amados o Pronomest.tna' vuelve en muchas ocasiones en un paisaje na-
Iírica en la que se mezcla vanguardismo y cla- tural y agrario que simboliza la libertad de los
sicismo, amor y obsesión por la muerte, o inclu- instintos.
so el tratamiento de la violencia. Anxos Romeo (1965) cultiva una poesía carac-
Miro Villar (1965) es un buen ejemplo de poe- terizada por su ríqueza técnica y lingüística,
ta de los noventa. Miembro fundador y presi- que concibe como una forma de conocimiento
dente del Batallón Literario da Costa da Morte,
o de penetración en el misterio de la vida y del
se convierte, en cierta medida, en portavoz de yo. En su poemario Ollos de sa.l (1996), la con-
los poetas de esta generación frente a los de los
dición femenina ocupa un lugar de preferencia,
ochenta. Fue cofundador'de una editorial para
pues recupera la flgrrra bíblica de la mujer con-
difundir Ia obra poética de los más jóvenes' Edi-
vertida en estatua de sal por haber transgredido
cións do Dragón. En Ausencias pretéritas (1992)
I-
L
los mandatos de una sociedad patriarcal y ma- una trilogía que estaría formada por Antón e os
chista. iñocentes (19?6) y Bretaña, Esmeraldina' (1987),
Emma Couceiro (1977), en Humidosas o As ya analízadas en su lugar correspondiente.
entrañas horas, a,naliza la intimidad, y en ella Carlos Casares ofrece otra de las grandes no-
encuentra sentimientos como la soledad, Ia an- velas de esta década en Deus sentado nun si-
gustia, el miedo, que plasma en imágenes de- llón a,zui (1996). En ella, Casares reconstruye
sasosegantes. La intimidad se presenta como los tiempos de la República, la guerra civil y la
un paisaje desolado Y triste. inmediata posguerra a través de la peripecia
Esta lista de nuevos y nuevas poetas se com- personal y política de un intelectual, en el que
pleta con Antón L' Dobao' Manuel Xosé Neira' algunos críticos vieron reflejados aspectos y ac-
Xosé M. MiIIán Otero, Marta Dacosta, Helena de titudes de la vida de Vicente Risco.
Carlos, Yolanda Castaño, Arturo Casas, Manuel Fernández Ferreiro consigue un gran éxito de
Outeiriño, MartÍn Veiga, Lupe Gómez, etc', a los crítica y público con Agosto do 36 (1991), no-
que, por razones de espacio, no podemos darles vela sobre la guerra civil en Ia que la lucha po-
aquí Ia atención que merecen. lítica se nezclau con las pasiones amorosas.
María Xosé Queizán profundiza en su línea de
1,,-
'/ novela feminista. En Amot de ta'ngo (1992) re-
La narrativa plural de los noventa crea el Vigo de la República y de la posguena
desde los ojos de una mujer. O sdpor da cuple-
La narativa de los noventa continúa bajo el sig- tista (1998) es una evocación de la céIebre bai-
no de Ia pluralidad, tanto temática como gene- larina pontevedresa la Bella Oteto; por fin, en
racional. Del mismo modo que en la poesía, 'Ien o seu punto a tresca rosa (2000), presenta
l2l i
también a la narración, junto con las promocio- una historia urbana centrada en el Vigo actual,
nes y generaciones ya conocidas que continúan cuyas protagonistas son mujeres de distintas
su producción, se incorporará en esta década generaciones y niveles sociales.
fi.nal del milenio una nueva promoción o gene- Los escritores que se habían dado a conocer
ración de narradores nacidos a lo largo de las a flnales de los setenta o a lo largo de los
décadas de los sesenta y de los setenta que ha- ochenta continúan y confirman su valía litera-
rán ahora sus primeras arrnas en la narrativa' ria a lo largo de esta década. Alfredo Conde ini-
Los más veteranos, como Neira Vilas, conti-
cia con la novela Sempre me matan (1995) su
núan su producción. En O home de pau, ofrece
saga sobre la emigración gallega de los cin-
quince relatos breves unidos temáticamente
cuenta y sesenta a Venezuela, que continúa en
por la vida artiflcial que lleva el hombre actual
O fáciL que é matar (1998), que nos presenta ya
en la ciudad, olvidando la naturaleza'
enriquecida a la familia de emigrantes gallegos
La generación de la Nova Nattativa continúa
de los Carou, con innumerables negocios en Ve-
su obra en esta década. Méndez FerrÍn publica
nezuela y Galicia. A¡xo Rei Ballesteros, en la
la colección de relatos breves Artaianos (1991)'
lÍnea experimental que ya conocemos de él por
situados en la frontera con Portugal y en los
que, con su habitual maestría técnica y riqueza
Dos anxos e dos mortos (1977), ofrece ahora
lingüística, rnezcla la realidad con la fantasía; una extraordinaria novela. Loaira (1992), en la
que utiliza todos los procedimientos propios de
en su novela No ventre do silencio (1999), con
gran destreza técnica, recrea el Santiago de los la moderna narrativa.
años cincuenta, el de su generación de las Fies-
Alfonso Afvar.ez Cáccamo cultiva una novela
tas Minervales. El propio autor considera que humoristica, satírica y hasta esperpéntica de in-
esta obra debe considerarse como la tercera de dudable encanto, de la que es buen ejemplo As
desenvuelve. Úrsula Heinze se acerca a la pa-
baleas de Eduardo Reinoso (1990). V. Fern¿índez
sión amorosa,y ala, angustia que produce la en-
Freixanes ofrece en A cidade dos césares (1993)
fermedad y la inminencia de la muerte en Cul-
un retrato de Ia primera emigración gallega a pabJe de asasinato (1993).
América, a Ia Patagonia, durante el reinado de La década de los noventa va a suponer la con-
Carlos III. Ramiro Fonte, poeta de la generación
sagración en Galicia, e incluso fuera de ella, de
de los ochenta, toca ahora Ia narrativa con Os dos de los narradores que se habÍan dado a co-
leopardos da Lúa (1993), novela de aprendizaje nocer en los ochenta: Manuel Rivas y Suso de
que mezcla lo policiaco y eI lirismo para presen-
Toro. Rivas alca,rrza, un extraordinario éxito de
tar la vida de los estudiantes compostelanos del ventas y crÍtica con la colección de relatosibre-
final del franquismo y de Ia transición; Ia novela ves 8ué me queres amor (1995), en el que des-
pretende ser un retrato de Ia generación del es-
taca el cuento A lingua das bolboretas, que rea-
critor. Carlos G. Itreigosa continúa con las aven- liza, la, semblanza de un extraordinario maestro
turas de su detective Nivardo Castro en A guerta
en los tiempos de la llepública y comienzos de
do tabaco (1996) o en JVarcos (2001), sobre eI la guerra civil. En O lapis do carpinteiro (1998)
mundo del narcotráflco gallego de las Rias Ba- nos presenta una historia de amor ambientada
jas. X. Rábade Paredes reconstruye la Galicia del
en los duros tiempos de la guerra civil y basada
siglo xvtr en una historia de brujas e Inquisición
en personajes reales. Otras obras de Rivas
ert Branca de Loboso (1992). Xavier Alcalá pro-
como Os comedores de patacas, Ela maldita
sigue con su producción, y es de destacar el con-
alma, A man dos paíños, se han convertido tam-
junto de relatos I'aütude austual (1991)' en el que
bién en éxitos por esa acertada mezcla entre
presenta Ia aventura de Ia exploración de Amé-
l. 122 rica por los gallegos. En C¿írcere verde (1990) campo y ciudad, progreso y tradición, lirismo y t'3 ¡
realismo sucio que suele aparecer en sus obras
ofrece una interesantísima nowela de aventuras y que convierte a ll,ivas en uno de los grandes
en el ambiente asfi:riante de la jungla americana.
intérpretes de la Galicia actual, que aún oscila
En Alén da desventura (1998) sitúa la acción de entre la tradición del mundo rural y el cambio
la novela en el último tercio del siglo xvrr. Ma- de la modernidad.
nuel MartÍnez Oca publica Diario de inverno Suso de Toro usa una novedosa técnica van-
(1994), novela en Ia que, utiliza¡rdo Ia técnica del
guardista en Tic-tac (1993), señalada unánime-
manuscrito encontrado, va descubriendo eI pro- mente por la crítica como una de las mejores
ceso de enamoramiento de un esquizofrénico. novelas gallegas del fln de milenio y que hace
DarÍo Xohán Cabana mezcla' fantasía y realidad, popular a su protagonista, Nano, un marginado
campo y ciudad, humor y meditación en Fottu-
social, que, desde su posición periférica a la so-
nato de T?a,smundi (1990); O cervo na torre ciedad actual, muestra una extraordinaria luci-
(1994) reconstruye Ia intrahistoria de Galicia en-
dez pa,ra. a,rralizaÉ los problemas de nuestro
tre la realidad y la flcción; en Candido Branco tiempo. Círculo, Calzados Lola o Non voftzas nos
e o Cabaleiro Negro (1992) retoma eI mundo de
muestran ya a Suso de Toro como un valor con-
los libros de caballerÍas. Posiblemente su mejor
solidado de la narrativa gallega actual. Al igual
aportación en esta década sea la novela histó- que en Rivas, su rnezcla, entre realismo y fan-
ríca, Morte de rei, en la que, con gran erudición,
tasia, mundo rural y mundo urbano, tradición y
reconstruye la vida del último rey de Galicia, el
modernidad, Iirismo y realismo sucio lo con-
mÍtico don García. Maria Gándara también cul- vierte en un valor seguro de la actual narrativa
tiva la novela histórica, y en Magog (1997) nos gallega y en un extraordinario testigo de Ia Ga-
ofrece la niñez gallega del futuro Alfonso VII y
licia del cambio de milenio.
eI ambiente de intrigas y luchas en eI que se
En la década de los noventa se incorpora a la absurdo del mundo actual en la interesantÍsima,
narrativa gallega una nueva promoción o ge- Grupo Abeliano (1999). Xosé Miranda, en .Ffis-
neración de escritores. La mayoría de ellos, toria dun paraugas azul (1991), renueva la no-
como los poetas de la generación de los noven- vela histórica, mezclando de un modo muy cun-
queiriano realidad y fantasia. En Morning Star
ta, han nacido en las décadas de los sesenta y (1998) combina la técnica de la novela de aven-
los setenta, son universitarios y se han aprove- turas, la novela histórica y la sentimental para
chado ya de la enseñanza del gallego en cole- presentarnos la aventura de un muchacho en
gios, institutos y universidades. Aunque mayo- medio de una cuadrilla de salteadores en el am-
res por edad, tenemos que situar en este grupo biente de la revolución de 1846. Antón Riveiro
a Marilar Aleixandre Q9a7) y Bieito Iglesias Coello logra un éxito de crítica y público con la
(1957). Marilar Aleixandre maneja con maestria intelectual A quinta de Salet (1999), y también
la intriga y el ritmo en TY¿ínsito dos gramáticos con As rulas de Bakunin (1999), un viaje por el
(1993), como ocurre también en A compañía siglo xrx de Ia mano del protagonista anarquis-
clandestina de contrapublicidade, acertada' inez' ta. A¡xo Angueira (1961) presenta, en Pensa nao
cla de técnicas de novela negra, novela repor- cómo se viven los cambios de la II República
taje, humor y crítica ecologista. Su A e4pedi- en una aldea gallega: la emigración, el agraris-
ción do Pacífico (1994) es una extraordinaria mo, las sociedades sindicales campesinas, etc.,
novela de aventuras, muy del gusto de los lec- aparecen retratadas al lado de una historia de
amor; la novela termina con la rebelión del 36
tores más jóvenes. Bieito Iglesias (1957) rea'liza',
y sus consecuencias para esta comunidad rural.
en la colección de relatos Miss Ourense, una Ramón Caride Ogando (1957) se decanta por la
extraordinaria interpretación del Ourense de ciencia hcción y, en Soños eléctricos (1992), nos
t 124 los años sesenta y comienzos de los setenta con 125
ofrece un mundo futuro deshumanizado, cruel I
técnicas muchas veces tomadas de la novela ne- y robotizado. Anibal Malvar cultiva Ia novela ne-
gra. Su trayectoria se completa, por el momen- gra y consigue un gran resultado con Unha noi-
to, con Vento de seda (1993), especie de me- te con Carla (1995). Xosé Manteiga, con fuerte
moria de su propia generación, y O melJor fran- influencia del cine, da, en Manancial (1997) una
cés de Barcelona (1999), en la que los motivos historia en la que el absurdo y la violencia ocu-
del sexo, la violencia y la lucha por el poder pan un gran lugar. Xavier Queipo ofrece en
toman una gran importancia. Ringside once relatos breves de gran universa-
Fran Alonso (1963), en Tráiler (1991), ofrece lismo, ya que transcurren en tiempos y lugares
una novela reportaje sobre la vida de los camio- totalmente diferentes. Manuel Seixas (1961)
neros, y refleja la tensión modernidad-tradición ofrece en A velocidade do frío (1996) la soledad
que se da en la actual sociedad gallega. Xurxo
y desamparo del hombre contemporáneo. A
esta lista tendriamos que añadir otros nombres,
Borrazás (1963) toca la novela negra con Cri-
como Manuel Darriba, Gonzalo Navaza, Núñez
minal (L994) y r:rezcla, la aventura con la refle- Singala, Marica do Campo, Camilo Franco, San-
xión intelectual en Eu é (1996). Xosé Carlos Ca- tiago Jaureguizar, Miguel Atxo Murado, Pauli-
neiro (1963) apuesta por una novela de calidad no Pereiro, Xun<o Souto, Xelís de Toro y otros,
sin considerar las exigencias del mercado, lo de los que no podemos ocuparnos por la falta
que Io convierte en uno de los novelistas más de espacio.
profundos del actual panorama literario galle-
go, como bien dejan ver O infortunio da soida- El teatro, entre el desasosiego y la esperanza
de, Un xogo de apócrifos, Os séculos da lúa y
libora. Xosé Cid Cabido (1959) critica el sistema En los noventa, el teatro gallego sigue su an-
capitalista en Panifrcadora (199L) y presenta el dadura en una línea claramente continuista con
los ochenta. Pese a Ia creación del Instituto Ga- veces, el escritor, el actor y el director de es-
lego de Artes Escénicas e Musicais, a la confir cena. Por ello, es una generación consciente de
mación de determinadas compañías estables' que el teatro, además de texto, también es pues-
como Teatro do Atlántico, Teatro do Noroeste, ta en escena, ex¡rresión corporal de los actores
Chévere, Ollomoltranüa', etc., o a la publicación y actrices, etc. Dentro de estos nuevos drama-
de nuevas revistas sobre teatro, como Escara' turgos, algunos ya han alca"nzado justo renom-
muza o Reuista Galega de Teatto, sigue desta- bre: Cándido Pazó (1960) recrea en Raíñas de
cándose Ia falta de teatros estables, la insufl- pedra (1994) la desgraciada historia de las her
ciencia de las ayudas institucionales o de cam- manas Juana e Inés de Castro, desde una pers-
pañas educativas para atraer a más público, pectiva novedosa en la que la condición de la
especialmente a los jóvenes. Por otra parte, pu- mujer o la participación del pueblo toman una
blicaciones no especializadas en teatro se ocu- importancia decisiva. Miguel A¡xo Murado
pan de los estrenos y ediciones de obras, como (1965) nos lleva a la Galicia y al Camino de San-
es eI caso de A lVosa Tera, Grial, Tempos No- tiago del siglo xvrrr en A grande noite de Fiz
vos, Anuario GaJego de Litetatura, etc. Sin duda (1992), al ofrecernos la peregrinación a Com-
es una polémica que afecta no solo al teatro ga- postela de un capitán que da gracias por su sal-
llego, sino también a otros, aunque en el caso vación. En Histoüas peregrinas (1995) presenta
de este se ve agravada por su condición de len- la vida de las compañías ambulantes de teatro
gua minoritaria y todavía minorizada. que, en los siglos xvr y xwr, recorrÍan la provin-
Sin embargo, es indudable la riqueza y varie- cia. Xavier Lamas utiliza técnicas esperpénticas
dad de dramaturgos. Siguen publicando y estre- y valleinclanescas en O petegrino erra,nte que
12ó trutr¿o escritores de generaciones anteriores, y cansou ó demo (199a) y en O serodio remorde- 127 I,
aparece una nueva generación de autores dra- mento do amor (1995). Raúl Dans (1964) presen-
máticos. Entre los más veteranos, citemos, ta, en Lugar (1994) Ios problemas que suscita la
como ejemplo, la aportación de Agustín Magán' construcción de un embalse en un sitio deno-
con Os Rebertes (1990), recreación de Ia Galicia minado precisamente "Lugar". Por fln, Andrés
medieval de las rebeliones itmandiñas' La ge- Ñvarez Vila y Xosé Cid Cabido ofrecen en Co-
neración de Abrente continúa su labor. Vidal penhague (1993) una muestra del teatro que
Bolaño presenta en Sa,xo úenor (1991) un drama ellos llaman euidencialismo, en el que la trama
de perdedores que constituye, además, una pasa a un plano secundario para presentar los
dura crítica aI poder político actual; en Dias sin problemas de la sociedad contemporánea a par-
gloria (1992), al modo del western itinerante, tir del simple diálogo de los personajes. Ni que
nos da la visión de un Camino de Santiago de- decir tiene que la riqueza, teatral gallega de es-
gradado y transitado por pícaros, prostitutas y, tos años, como ocurre en otros géneros, no se
en general, por perdedores y derrotados de la agota en los autores y obras citados, sino que
vida. M. Lourenzo continúa su tarea y recibe en podríamos añadir muchos otros, lo que no ha-
1997 el Premio Nacional de Literatura Dramá- cemos por evidentes razones de falta de espa-
tica, como reconocimiento a su labor a lo largo cio.
de varias décadas.
Pero también surgen nuevos autores en esta
El ensayo del fin del milenio
época, que intentan, siguiendo la línea de los
setenta y los noventa, crear una dramaturgia El ensayo gallego del fin del milenio también
propia. Suelen ser no solo literatos, sino hom- se caracteriza por la coexistencia de ensayistas
bres de teatro, por lo que se conjuga en ellos, a de distintas generaciones. Siguen en activo los
ensayistas de Gala,>ria, que, como hemos visto, otras lenguas de nuestro contorno cultural. Por
se dieron a conocer en los años cincuenta. Así, otro lado, también comienzan a proliferar los
Fernández del Riego nos ofrece en O rio do premios y colecciones de editoriales dedicados
tempo (1990) un texto fundamental pa,ra com- a los lectores más jóvenes, como pueden ser lir-
prender Ia Galicia actual en una acertada mez- bore, Merlín, O Barco de Vapor, etc. En este
cla de autobiografismo y meditación ensayística sentido podemos decir que son ya clásicos de
propiamente dicha. García-Sabell, otro de los la literatura infantil y juvenil escritores como
veteranos fundadores de Galaxia, se enfrenta Paco Martín, María Victoria Moreno, Fernández
con clarividencia a la muerte y a' la, vejez en Pa- Pa,z, Y ázqrez Freire, Alberto Avendaño, Fernán-
seata arredor da morte (1999). dez lN'[.a,r1oínez, Villar Janeiro, X. Docampo, Xoán
Se dan a conocer en esta década nuevos en- Babano, Gloria Sánchez, Fina Casalderrey, Ma-
sayistas, como Andrés Capelán, que analiza el rilar Al.eixandre, Pepe Carballude y tantos otros.
desarrollo cultural det Santiago universitario de
los años treinta en Contra a Ca'sa da Thoia
(1994), o Antón Baamonde, que cultiva el ensa-
Escritores gallegos en lengua castellana
yo fitosófico en A rosa sen porqué (1997). Por en la posguerra
otra parte, es de destacar Ia presencia en la La etapa de posguerra también ve cómo mu-
prensa diaria o en revistas de ensayistas que chos y muy buenos escritores nacidos en Gali-
cultivan Ia colaboración periodística y que cia triunfan en la literatura en lengua castella-
cuentar¡ ya con un público que espera cada dÍa na. Camilo José Cela, Nobel de literatura en
o cada semana con avidez sus artículos. Mu- 1988, pasa por ser uno de los grandes renova-
128 chos de estos artículos pasan después a formar 129 ,
como la nueva, especialmente en América. Pa- A fonte do xuramento:59 Acuña, Manuel Luis: 72
A fnga plateada:99 Adeus Norte:98 -l
rece, por tanto, que las mil pñmaveras más q:ue A gaita gallega: 46, 47 Adiós, María:82
pedía Cunqueiro para la lengua y la literatura A gándara da noite:99 Afasia:779
gallegas están aseguradas, no solo en Galicia, A grande noite de Fiz: 127 Afonso, Nuno: 35
sino incluso fuera de Galicia. A guerra do tabaco:722 Agasallo de sombras: 708
A lagarada:69 Agosto do 36:127
A lingoaxe e as linguas:77 Aguirre, Aurelio: 50
A lÍngaa das bolboretas:723 Aires da miña tefta:57
Á lus do candil Contos a ca- Album de )a Caridad. Juegos
rón do lume:76 Florales de In, Coruña:45
A luz ressuscitada:97 A]calá, Xavier: 103, 722
A man de Santiña:69 Aleixandre, Marilar: 124, 129
A man dos paíños: 123 Nén da desventua:122
A morte de Frank GonzáIez: Alonso Montero, X.: 83, 112
86 A]onso, F¡an: 124
A muller en Galicia:86 lilvarez Cáccamo, AIf onso:
A nada destemida: !13 121
A nosa cinza: L03 lilvarez Cáccamo, X. M.: 98
A orella no bunco:81 .lÍ,Ivarez de Novoa, Francisco:
Á outra banda do lberr:83 59
A porta do lume:99 .lilvarez de Villasandino, A1-
A primavem de Venus: 174 fonso: 34
A quinta de Saler: 725 lilvarez Giménez, Emilio: 59
A raíña e o seu bufón:108 lilvarez Tornei¡0, Manuel:
A revolta:88 115
Ávarez Vila, Andrés: 127 Berná¡dez, C.: 96
Casares, Carlos: 82, 85, 101, Creus, Estevo: 119
Ávarez, Basilio: 61, 64 Bernárdez Vilar, Xoán: 103
721,728 Cribeiro, Alexandre: 80
Amantia:702 Blanco Amor, Eduardo: 13,
Casas, Arturo: 120 Crime en Compostela: 104
Amado Carballo, Luis: 71 72,75,85,88
Castaño, Yolanda: 120 Criminal:124
Amar é unha india:7!9 Borrazás, Xuno: 124
Castelao, Alfonso Daniel Ro- Crónica de 1404:29
Amor de Artur e nove contos Bnnca de Loboso:122
drÍguez: 11, 12, 63, 64, 66, Crónica de Santa María de
con Tage Ata ao lonxe:101 Brañas, Alfredo: 48
68, 69, 70, 74, 109 Iria:29
Amor de tango: 127 Breko:103
Castelao na luz e na sombra: Crónica galega de León e Cas-
A¡dreu, Blanca: 130 Bretañ4 Esmeraldina: 701,
109 tela:29
Angueira, Arxo: 125 721
Castro, Luisa: 129, 130 Crónica Geral de 1344:29
Antiga claridade:98 Catálogo de voces y Írases de Crónica Troiana:29
'babana,
Antígona, a forza do sangue: Darío Xohán: 98, 104,
Ia lengua gallega:38 Crónicas de Nós: !07
109 722
Catecismo .do labrego: 60 Cueuillas, F'lorentino L.: 63,
Antón e os iñocentes:86, 121 Cabanillas. Ramón: 63, 64, 69
Cebreiro, Alva¡o: 71, 116 64,70
Anxo de tena:77 Caixón desastre:704
Cela, Camilo José: 129 Culpable de asasinato: 723
Añón, Francisco: 45, 46, 58- CaJados esconxuros:96
Cernadas y Castro, Diego An- Cunqueiro, Ñ'¡arc: 72, 76, 77,
Ao pé de cada hora:80 Calenda,rio perpetuo: 98
tonio: 39 85, 88, 96, 100, 113, 132
Añen:7L8 Calvo Sotelo, JoaquÍn: 130
Chao Rego, Xosé: 109 Cuña Nov¿is, Manuel: 80
Arcados: Na selva, pola tarde, Calvo, Tucho: 105
Cid Cabido, Xosé: 124,727 Curros Enríquez, Manuel: 10,
ollando os ügres: IIg Calzados Lola:723
Círculo:123 12, 50, 56, 57, 58, 63, 64
Arcas de fondo:99 Cambio en trcs:82
Cochos:708 Cuvebo:50
A¡ias Teixeiro, Antonio: 43 Camino, Alberto: 47
Codarr Martín: 19, 21
Amoia, Amoia:701 Cancioneiro de Ajuda: 18
Codex Calixtinus:35 Da muda primavera:99
Anabaldo do norte:87 Cancioneiro de la Biblioteca
Códice calixtino Q.ttz Pozo Da Ponte, Perc:24,25
Nacional de üsboa: lg
134 Anaianos:120 Gana):97 Da terra asoballada:64
Cancioneiro de Ia Biblioteca
Anedor de si:67
Vaticana:79
Colección de voces y frases Dacosta, Marta: 120 -139-'
Anedores:79 gallegas:39 Dans, Raúl: 127
Cancioneiros : 8, 17, 78, 19, 25,
Arte de navega,r:.113 Coloquio de 24 gallegos rús- Darriba, Manuei: 125
26,71
As baleas de Eduatdo Reino- ticos:39 De Baena, Juan Alfonso: 34
Candido Branco e o Cabaleiro
so: 122 Cómaros verdes:75,77 De Carlos, Helena: 120
Negro:122
As crónicas do sochantrc:76 Comedias b¿í,rbaras: 73 De Castro y Aldrade, Isabel:
Caneiro, Xosé Carlos: 124
As doazóns do incendio:176 Como calquera outro día:87
Canta,res gallegos: 10,33, 47
As rulas de Bakunin:125 Como cartas a un amante: De Castro, Antonio MarÍa: 43
Cantiga nova que se chama
Asociación de Mestres Cató- 107 De Castro, Rosalía: 10,33,44,
rivein:72
licos da Coruña: 84 Compendio de oúalLos e in- 45,46,47,50, 51, 52, 53, 54,
Cantiga,s de alén:100
Aurum:99 certezas: 7L4 59, 60, 63
Cantigas de escarnio e maL-
Ausencia,s pretéritas: l7g Con pólvora e magnolias:87 De catro a catrc:71
dicrr (Celso Emilio Ferrei-
Auto do prisioneiro:88 Conde, Alfredo: 103, 121 De Comellas, Manuel: 49
ro): 79
Avendaño, Alberto: 129 Conto gallego:59 De Isla y l¿sada, Maria Fran-
Cantigas de Santa María:18,
Azos de esguello:108 Contos do camiño e da rúa: cisca: 39
26,27
ht De Ia Iglesia, Francisco Ma-
Canto de cerca a morte:99
Baamonde, Antón: 128 Contra a Casa da TYoia:728 ría: 49, 59
Capelán, A¡drés: 128
Babarro, Xoán: 129 Copenhague:127 De Madariaga, Salvador: 73
capellán Pedro: 35
Bailadela da morte ütosa: Corazón ao vento:72 De Pondal a Novone¡na. Po*
Can a Times Square:102
108 Cordal, Xabier: 119 sÍa galega posterior á gue
Carballo Calero, R.: 12,76,77,
Baleas e baleas: ll8 Cornide, Xosé A.: 39 na ciuil:, t09
83, 88, 96, 100
Barriga verde:89 Cor¡al, Luis: 43 De Quevedo, Pedro: 43
Carballude, Pepe: 129
Barros, Tomás: 108 Correa Calderón: 71 De Santiago, Francisco: 36
Cárcere verde: 122
Beinmar:104 Comtpción e moñe de Brigit- De Toro, Suso: 104, 123, 128
Caride Ogando, Ramón: 125
te Bardot: I02 De Toro, Xelís: 125
Beiras, Xosé Manuel 86, 109 Cartas eruütas:47
Cortezón, Daniei: 88, 108 De Trlllo y Figueroa, Flancis-
Ben-ChoSey: 66, 84 Casalderrey, Fina: 129
Cousas:68 co:37
De Villahermosa a la China. Entremés famoso sobrc da Fray Benito Jerónimo Feijoo: La camisa:730
Coloquios íntimos:60 pesa no río Miño:37 38, 39, 41 La colmena:129
d'Efecto 2000: 116 Era nova e sabla a malvaísco: Fray Jerónimo Bermúdez: 37 La cruz de San Andrés:129
Delgado Luaces, Patricio: 59 107 Fruto do teixo: I19 La familia de Pascual Dua,rte:
Demanda do Santo GraaL:30 Estacións ao mar.97, LI4 Futuro conücional:96 729
Desmemoriado río: l!3 Eteria:36,37 Ia guerra cailista:72
Despertar das amantes: 7I4 Eu é:724 Galicia, Galicia:728 La, hija del ma4 Flauio:60
Deus sentado nun sillón azul: Eu renazo galego:709 GaLván en Saor:104 La, isla de los jacintos corta-
721 Euidencias:709 Gándara, María: 122 dos: I29
Devalar:67 García Bodaño, Salvador: 80 la, madre naturaleza: 60
Diario de invemo:122 Fabulario novo:80 García Lorca, Federico: 72 Ia, máquina de pedir: 730
Dias sin gloria:726 Fandiño, Altonio Benito: 43 García Mosquera, Xosé: 47 La, muralla:730
Díaz Castro, Xosé María: 78 Feixoo de Ararixo, Gabriel: 37 García, X. L,: 96 Ia, saga/fuga de J. B.: 104
Dic cionario gal e go-c astelán : Fernández de Gerena, Garci: García-Sabell, Domingo: 77, La tejedora de Bonaval:59
83 ó+ 728 Ia tribuna:60
Dieste, Rafael: 72 Fernández de la Vega, Celes- General Estoria:29 La vida del campo:47
Gómez Chariño, Paio: 27, 24 Iadaíñas pola morte do
Do Campo, Marica: 125 llno: ¡/ /
Gómez Manrique, P.: 34 Meco:90
Do ermo:63 Fernández del Riego, Francis-
Gómez Tonel, Juan: 37 Lamas Carvajal, ValentÍn: 48,
Do Porto, Hugo: 35 coi 77, 128
Gómez, Lupe: 120 49, 59, 60
Dobao, Antón L,: 120 Fernández Ferreiro, Xosé: 86,
GonzáLez SuárezLlanos, Ca- Lamas, Xavier: 127
Docampo, X.: 129 102, 105, 121
milo: 101 Land-Rover:704
Don Denís: 17, tS,20,27,22,, Fernández Florez, Wenceslao:
González Tosar, L.: 99 Lanza de soledá:78
24,25,33 73
Latitude austnl:122
Don do horizonte:98 Fernández Freixanes, Víctor: Gramática elemental del ga-
ilego común:83 Laudamuco, señot de ningu-
Dona do corpo delgado:77 703, t22 ¡es: 89 137
Dos anxos e dos mortos:86, Gramática gallega:50
Fernández Martínez, A¡a Ma- Leiras Pulpeiro, Manuel: 63
Graña, Bernardino: 80, 89, 97,
127 ría: 129 Leria:66
Dos arquivos do trasno:72 Fernández Neira, José: 42
tr4
Grupo Abeliano: 125
Liber Sancti Jacobi (Libro de
Fernández Paz, Agustín: 129 Santiago Apóstol):35
Guisán Seijas, Joao: 107
E direivos eu do mister das Fernández Teixeiro, Manue1 übrc de Xosé de Arimatea:3O
cobtas:98 MarÍa: 88, 89 übro dos amados: Il8
Heinze, Ursula: 104, 123
Ebora:124 Fernández Torneol, Nuno: 21 übro dos amigos:66
Herba aquí e acolái 96
tigloga de Belmiro e Benigno: Fernán-Vello, Miguel Anxo: Linares Rivas, Manuel: 73
Herrera Garrido, Francisca:
43,44 100, 106 üques da memoña: ltg
oó
EI caballero de las botas a,zu- Ferreiro, Celso Emilio: 78, 83, üwo das cantigas:8
Himno verde: !!4
Jes: 60 87, 97 üwo das devoracións:99
Hist oria C omp o stelana: 35
El castillo de Pambre:59 Filomeno, a mi pesar:129 üanto de la flota por una nin-
Hi st o ri a d e G aI i ci a (Mur gúa) : fa gallega:39
EI hombre y la mosca:130 Fírgoas:72 48,51.
El idioma gallego, su antigüe- F'los sanctorum:28 I'oaim: I27
Historia dun paraugas azul: Longa noite de pedra: 78,79,
dad y uida:50 Fole, Ánxel: 76, 85 r25
El nido de palomas:59 87
Follas novas:53,54 Historia Troiana:30
El regionalismo gallego: López Casanova, Arcadio: 87
48 F'onte, Ramiro:98, 122 Historias peregrinas: 127 Lopez de Baian, AJonso: 21
El ruedo ibérico:72 Fóra de min: M
López Ferreiro, A¡tonio: 59
EIa maldita alma:723 Forcadela, Manuel: 99 Iglesia Alvariño, Aquilino: 72, López Valcárcel, Xulio: 98
En Las orillas del Sar: E0 Fortunato de Trasmundi: 122 75, 77, 78 Lopo, Artón: 118
Ensaio histórico sobrc a cul- Foruas eléctricas:707 Iglesias, Bieito: 124 Los gozos y las sombns:729
twa galega: 66 FTa Vernero:67 Ilustrísima: 101 Los pazos de UlLo¿u 60
Ensaio sobre a identidade ga- Fragmentos del Apocalipsis. Informe dramático sobrc la Losada Diéguez, Antón: 64,65
Iega: 109 129 Iengua gallega:83 Lourenzo, Manuel: 88, 89, 90,
Entre auga e fogo: 700 Franco, Camilo:125 106, 707, 726
Entre o si e o non:80 Franco Grande, X. L.: 80, 83 Jaureguizar, Santiago: 125 Luces de bohemia:73
Lugar 127 Montes, Eugenio: 71 O infortunio da soidade:124 Outeiriñ0, Manuel: 120
LugrÍs Freire, Manuel: 49, 56, Moreno, María Victoria: 129 O labirinto da xeda:98
59, 69 Moming Star 725 O lapis do carpinteiro: 14,93, Pae siglorxl,, No comezo dun-
Morte de rei: 722 123, 131 ha nova historia da huma-
Macías el Enamorado: 34, 35 Muiñeiro de bÉtemas:80 O libro dos cans: 179 nidade: t05
Madera de boj: I29 Murado, Miguei Anxo: 125,
O lume branco:98 Pailarés, Filar: 99
Magán, Agustin: 108, 126 r27
O Mariscal:69 Panifrcadora:124
Magog:722
O mellor francés de Barcelo- Panorama de Galicia:84
Máis alá:71, 176 Na noite estrelecida: 64 Para comprendermos Galicia:
na:724
Malvar, Anibai: 125 Nao senlleira:72
O niño de pombas:59 109
Manancial:725 Narcos: I22 Para saír do século. Nova pro-
O Pauto: 107
Manteiga, Xosé: 125 Nausicaa:99 posta poética:116
O pa>;aro na boca:79
Manuel Antonio: 63, 77, 87, Navaza, Gonzalo:125
Parado na tomenta:128
O peregrino effante que can-
116 Neira Vilas, Xosé: 13, 75, 101, Pardo de Andrade, Manuel:
sou ó demo:727
Manuel Maria: 80, 88, 97, 114 120
43
Oporco de pé:67
Mar e naufraxio:88 Neira, Manuel Xosé: 120 Pasa un segredo: 98
O que cómpre saber da lin-
Marcio, Pedro: 35 Nimbos:78 Paseata anedor da morte: I28
gua galega:83
Marinhas del Valle, Jenaro: Nínive:778 Pastor Díaz, Nicomedes: 43,
O río do tempo:128
88 Nise lacrimosa:37
O santuario intocable: 775 60
Martes de Camaval:73 Nise laureada:37
O serodio rcmordemento do Patiño, Carlos: 36
Madín, Paco: 129 No amanece el amor:130 Pato, María Xesús: 118
No ano do cometa: I03
amor: I27
Martinez Oca, Xosé Manuel: Pazó, Cándido: 127
O sol entue os dedos:98
t04,722 No destero. Visións galegas: Pedro Madruga:109
64
O solpü da cupletista: IZI
Martínez Salazar, Andrés: 55 Pelerinaxes:66
No ventre do silencio:120 O soño sulagado:78
Martíns, Fernán: 29 Penas, .lirxeles: 115
Non volvas: 123 O triánguJo inscrito na cir-
Maxina ou a filla espurea:58 Pensa nao:125 r39
Noriega Varela, Antonio: 63 cunfercncia:703
Mazurca para dos muettos: Percival e outras historias:8l
Ito Normas oúográfrcas e morfo. Ofrcio de Tinieblas 5:129
Olladas no futuro:77 Peregrinación de Eteria: 35
Memoria de agosto:98 lórtcas do idioma galego: Pereiro, Lois: 99
74,92 OIIos de sal: 719
Memoria de Noa:103 Pereiro, Paulino: 125
Nós ¡us: 119 Olmo, Lauro: 130
Memorial de brancura: 100 Pérez Placer, Heraclio: 59
Nos pagos de Huinca Loo: Onde o mundo chámase Ce
Memorias de Tains:87 Pérez Sánchez, Manuel A¡to-
103 lanova:79. 87
Memorias dun neno labrego: nio: 71
Nós, os inadaptados:66 Onomiástico etimológico de la
13, 75, 101 Pergamino Sharrer: L9
Noticia de Torto:27 Iengua gallega:38
Méndez Ferrín, Xosé Luis: 80, Pergamino VindeL:79
Novo, Olga: 119 Os ap ousento s silenci ado s : 98
81,85,87, 101, 109, 174,120. Pexegueiro, Alfonso: 88
NovoneSna, Uío: 80, 87, 114 Os camiños da uida:67
128 Hcaúños:84
Nunes, Airas: 22,24,25 Os comedores de patacas:723
Menéndez Pidal, Ramón: 73 Picaud, Aimerico: 35
Núñez Singala, Manuel: 125 Os dous de sempre:68
Meogo, Pero: 21 Pillado, Francisco: 106
Os eidosi 80, 114
Merino, José María: 129 Pimentel, Luis: 77
O arce no xardín: L07 Os eidos da Brcmanza:99 Pintos, Xoán Manuel: 46, 47
Merlín e familia:76
O atmso económico de GaIi. Os leopardos da Iúa: 122
Piñeiro, Ramón: 77
Mesmo semellaban bruxas: cia:86 Os mortos daquel verán: 701 PÍsón, Xesús: 107
108
i O bufón d'el Rei:69 Os nouísimos da poesía gale- Poemas da cidade oculta:119
Mesteres:87 O castelo de Pambre:59 ga:87 Poemas da doada certeza i
Metáfom da metáfora: 174 O cewo na torre: 122 Os outros feirantes:76 este brillo premido entre as
Millán Otero, Xosé M.: 120 O crepúsculo e as Íormigas: Os Rebertes: 726 pá)pebras: 714
Miragres de Santiago: 28 81 Os séculos da lúa: 724 Poemas da lenta nudez:700
Miranda, Xosé: 125 O enxova,I da noiva:704 Os soños na gaiola:97 Poemas do si e non:72
Miss Ourense:124 O ttácil que é matar: 721 Os vellos non deben de na- Poemas dun home que quixo
Mit eleurop a (I m p re s ións dun- O home de pau:120 morarse: 73,70,74 uivir:80
ha viaxe):65,66 O incerto señor don Hamüet, Otero Pedrayo, Ramón: 11, 12, Poemas para dicirlle a dúas
Molina, César A¡rtonio: 130 príncipe de Dinamarca: 76 63, 64, 66, 67, 69, 74 lagoas: I14
Poesia úItima de amor e mor Rodríguez de la Cámara, Si o vello Simbad volvese ás Un hotel de primeira sobre o
te:99 Juan: 36 illas:76 río:89
Poesias varias, heroicas, sati- Rodríguez Fer, Claudio: 99, Signifrcado metafísico da sau- Un labrador que foi salxento
ricas y amorosas (epitala- 100 dade: I ( ós soldados do novo alista'
mios y panegíricos):37, 38 RodrÍguez López, Xesús: 59 Soarez de Pavia, Johán: 8 mento:42
Polaroid: I04 Rodríguez Mourullo, Gonzalo: Sombra do aire na heúa:77 Unmillón de vacas: 704
Pondal, Eduardo: 10, 45, 50, 81 Sonatas:72 Un ollo de vidro. Memoúas
51, 54, 55, 56, 63 Rodríguez, FYancisco: 50 Soños eLéctricos: I25 dun esquelete:68
Por unha Ga,licia liberada: Rodríguez, Luciano: 96, 116 Souto, Xurxo: 125 Un paÍs de palabras: 128
109 Rogos dun escolar galego á Suárez Abel, Miguel: 104 Un xogo de apócrifos:124
Pozo Gaua, Luz 79, 97, 113 ViBe do Bo Acerto para Sucios e desexados:178 Unha noite con Carla: 725
Pranto da flota pü unha nin- que libre a leila da Inqui- Unicomio de cenorias que ca-
fa galega:39 sición: 43 Teatro crítico universal: 41 balgas os sábados:116, 117
Prcgo de cargos:98 Romances galegos. T2 Tempo de Compostela: 715
Pretérito imperfeito : 96 RomanÍ, Ana: 118 Tempo de ría: I74 Vaamonde Lores: 63
Prisciliano:88 Romanticismo, saudade e Vaasques de Marzaricos, Rui:
Teoría do lugar:119
Proceso en Jacobusland: 88 sentimenlo da raza en Pas- 2S
Teoría do nacionalismo gale-
Proel:77 tor DÍaz, Rosalia de Castro Valdehorras, Camilo: 132
go:65
Proezas de Galicia: 42 e Nicomedes Pastor Díaz. Tena bmva. Contos da solai- Valente, José lingel: 100, 130
Profecía:99 bb Valladares, Marcial: 50, 58
na:76
Prometo a flor de loto: 7t3 Romeo, Anxos: 119 Valle-Inclán: 58, 72
Tena chá:97
Pronomes:778 Romper coa estética dos 80. Vaqueiro, VÍtor: 99
TertúIia: f03
Prosas recuperadas de Dosin- 116 Varela, Lorenzo: 75
Tertulia de Ficaños:42
da Arcses: 728 Ruibal, Euloxio R.: 89, 108 Variaciones sobre el pájaro y
Tertulia na Quintana: 42
Ruibal, José: 130 la red: 130
l4r Testamento de Afonso II de
Qué me queres amor: I23 Vázqüez de Neira, Pedro: 37
Pot'tugal:27
Queipo, Xavier: 125 Saco y Arce:50 Yáaquez Freire, M.: 129
Tic-tac:723
Queixumes dos pinos:55 Salgueiro, Roberto: 107 Vázquez, Paulino:99
Tirano Banderas:72
Queizán, María Xosé: 81, 86, Salinas, Galo:59 Veiga, Mafiín: 120
Torrado, Martin: 37
102, 109, 114, 121 San Camilo 1936:129 Vento de seda: I24
Querido Tom¿i,s:107 Sánchez Iglesias, Cesáreo: 99
Torrente Ballester, Gonzalo: Vento feriro:82
nihil scitur:38 104, 129
Suod Sánchez, Francisco: 38 Vergara Vilariño, Fiz: 99
Sánchez, Gloria: 129 Torres Queiruga, A¡drés: 86 Vetsos do lume e do vaga-
Raña, Román: 99 Sarmiento, Martín: 38 Torres, Xohana: 80, 82, 89, 97, lume:97
Recup era-la salvación: 86 Saxo tenor:726 774 Vidal Bo]año, Robeúo: 89,
Rei Ballesteros, Arxo: 86, 121 Scorpio: 107 Tovar, Altón: 79, 96, 113 108, 126
Reigosa, Carlos G.: 704, I22 Se o noso amor e os peixes Tráiler: !24 Vilanova, Manuel: 98
Reixa, Antón: 100 Sar arriba andagen:97 Trapiello, Andrés: 129 Villar Janeiro, H.: 129
Remol das travesías:99 Seara. Teresa: 116 Tratado de Albeitaría: 28 Villar Ponte, Antón: 62, 65, 69
Repoúa)<e cósmico:705 Segunda Teúulia de Picaños: Traxicomedia do vento de Te- Villar, Miro: 116, 118
Retomo a Tagen Ata: 85 42 bas namorada dunha forca: Villar, Rafa: 119
Retrincos:68 Seíame eu na ermida de san 90 Viqueira, Johán Vicente: 65
Rigoro s omante human o : 175 Simión:2I Trueba, Antonio: 52 Viviaez, Pero: 21
Ringside:125 Seis poemas galegos:72 Turbo: I04 Voce na néboa:80
Ríos, Julián: 129 Seixas, Manuel: 125 Turnes, Vicente: 43 Vulva:100
Risco, Vlcente: 11, 63, 64, 65, Sempre en GaLiza: 13, 66, 7 4
66, 67, 69, 70,71, 121 Sempre me matan: l2I Última fuxida a Harar M Xa vai o griffon no vento:103
Rivas, Manuel: 14, 93, 100, Seoane, Luis: 13, 75 Un cenário chamado Frederi- Xente da Baneira:76
103, 104, 105, 123, 128, 131 Seoane, Xavier: 98 co: 107 Xente de aquí e acolá:76
Riveiro Coello, Antón: 125 Seraogna:88 Un home de Vilameán: ana- Xraldo de Santiago:35
Rodríguez Baixeras, X.: 99 Sewando, Johan: 21 tomía dunha revolución: Xoguetes pra un tempo prchi-
RodrÍguez Barrio, Xavier: 98 Sétima soidade:99 103 bido:35