UNIVERSIDAD EAFIT

ESCUELA DE HUMANIDADES
TEORÍA Y AUTORES CONTEMPORÁNEOS EN PSICOLOGÍA DINÁMICA

REVISIÓN DE AUTORES. MELANIE KLEIN

AUTORES
CARLOS DANIEL ÁLVAREZ MUÑOZ
MATEO ECHAVARRÍA GARCÍA

PROFESOR
ANDRÉS VÁSQUEZ OCHOA

MEDELLÍN, COLOMBIA, 5 DE MARZO DE 2018

REVISIÓN DE AUTORES. MELANIE KLEIN

La siguiente biografía ha sido una pequeña síntesis de la publicación de Moya Guirao “La

biografía de Melanie Klein” en 2010.

Melanie Klein fue una psicoanalista nacida en Viena en 1882 y fallecida en London en 1960.

Empieza a interesarse por el Psicoanálisis después de leer a Freud. Poco después, por motivos

de depresión, empieza a analizarse con la ayuda de Sándor Ferenczi -de quien Ávila (2013)

afirma que es “el principal origen de la perspectiva luego llamada interpersonal” (p.66)- en

Budapest (Hungría), ciudad en la cual residía debido al trabajo de su esposo.

Tuvo gran acogida en las sociedades psicoanalíticas. En 1919 Klein presenta un trabajo

titulado “La novela familiar en status nascendi” y se convierte en miembro de la Sociedad

Psicoanalítica de Budapest; en 1921 va a Berlín (Alemania), lugar en el que comienza un

nuevo análisis, esta vez con Karl Abraham, e ingresa como miembro en la Sociedad

Psicoanalítica Berlinesa: y en Inglaterra, con dos ponencias tituladas “La técnica del análisis

en niños” y “Principios psicológicos del Psicoanálisis infantil” (en ese entonces un nuevo

campo del psicoanálisis), la primera en Salzburgo y la segunda en Viena, se hace miembro

también de la Sociedad Psicoanalítica Británica.

INTRODUCCIÓN A LA ESCUELA INGLESA DE PSICOANÁLISIS - IRENE

CUSIEN (1997)
Cusien (1997) comienza con los inicios de la escuela inglesa de psicoanálisis afirmando.

Luego dice que un grupo intelectual de inglaterra muy relacionado con el psicoanálisis,

llamado Bloomsburry, fue el que “heredó las ideas del psicoanálisis freudiano [y] recibió las

ideas de Klein, con una apertura mayor que los analistas de Viena y Berlín” (p.31). Fue en

Inglaterra donde se promovieron las discusiones más interesantes dentro del campo

psicoanalítico.

Ahora Cusien presenta a rasgos generales las ideas de Klein. Comienza afirmando que por la

época mencionada anteriormente ya existían diferencias conceptuales entre ella, Freud y

Anna Freud. Las divergencias principales fueron en ámbitos como el origen del superyó, el

desarrollo del complejo de Edipo y temas sobre la sexualidad femenina.

Sobre el análisis infantil, Klein afirmaba que ya desde temprano existía una fuerte

transferencia de los niños con el analista, positiva o negativa. El tema fue que este fenómeno

no se evidenciaba a través de la palabra, pues el potencial discursivo de los niños era muy

limitado, sino a través de algo “más infantil”; por lo anterior, planteó que “el juego debía ser

el elemento fundamental del mundo de fantasías de de éstos a ser analizados en la sesión [...]”

(p.32)

Klein compara el poder de análisis del juego con el de las asociaciones libres de los pacientes

adultos, pues esa era la forma en que se expresaban las fantasías, temores y ansiedades de los

niños.

En la transferencia se revivían y dramatizaban relaciones intrapsíquicas con objetos internos

persecutorios.
Algunos conceptos fundamentales de la teoría Kleiniana son: la identificación proyectiva, los

objetos internos y las posiciones.

● Identificación proyectiva: elaborado en 1946 y considerado característico de una

relación objetal agresiva, es el mecanismo a través del cual partes del yo son

separados del resto del yo y proyectados en los objetos, con la idea de controlarlos o

someterlos..

● Objetos internos: “Klein consideraba que en el bebé existen relaciones con objetos

desde el nacimiento, y que estas están ligadas a las sensaciones o vivencias

corporales.” (p.34)

● Posiciones: el concepto de ‘posición’ hace referencia a una “constelación de

angustias, defensas e impulsos” (p.34) y a cómo el yo se siente con respecto a sus

objetos internos. Al mismo tiempo, es un modelo desarrollo psíquico de una persona.

Klein propuso dos posiciones: la esquizoide-paranoide y la depresiva. Una persona en

la posición esquizoide-paranoide se caracteriza por usar mecanismos primitivos y

vivencias persecutorias donde los objetos son percibidos como destructivos hacia la

integridad del self. En pocas palabras, la esencia de esta posición es la agresión. Por

otro lado, la posición depresiva es posterior ontogenéticamente y supone aceptar los

aspectos buenos y malos de los objetos, sin tener que proyectar los aspectos

desagradables. Esta posición, afirma Cusien: “implica por supuesto un nivel mayor de

tolerancia a las partes rechazadas del objeto, la aceptación de las propias fantasías

destructivas y los sentimientos de culpa por los ataques realizados.” (p.35)

ADAPTACIÓN

Klein afirmó que existe un yo incipiente desde el nacimiento, es quien siente la angustia, se

relaciona con un primer objeto y realiza mecanismos de defensa primitivos. El proceso sería

el siguiente:

1) Ansiedad persecutoria. La angustia principal que siente el yo es la de ser atacado, por lo

tanto surge una 2) relación de objeto parcial, con un pecho idealizado y otro persecutorio, que

se reciben como objetos disociados y excluyentes. Por lo tanto 3) el yo se protege de la

angustia persecutoria con mecanismos de defensa intensos y omnipotentes. Ellos son: la

disociación, la identificación proyectiva, la introyección y la negación.

Los mecanismos de defensa son indispensables para organizar las primeras modalidades del

funcionamiento mental y contrarrestar la ansiedad persecutoria que es insoportable para el

débil yo.

Las defensas maníacas, o sea, las negaciones omnipotentes de la realidad psíquica, se

caracterizan por la triada de triunfo, control omnipotente y desprecio, en las relaciones de

objeto.

Por otro lado, Klein piensa que existe desde el comienzo de la vida mental el mundo de los

objetos internos, independiente de los objetos reales del mundo exterior. Ella ofrece tres

posibles argumentos para sostener esta afirmación: herencia cultural, proyección de los

propios deseos y mala interpretación perceptual.

de ese deseo. Como dicen Mitchell y Greenberg (1997) “Ella argumenta la existencia

no solo de imágenes filogenéticas específicas, sino un inherente conjunto de imágenes

y actividades fantasiosas tales como pechos, penes, bebés, perfección, explosiones

[...]”(p. 131; traducción del inglés).

- Proyección de los propios deseos: Esta segunda explicación involucra la temprana

conexión con el instinto de muerte. Para defenderse de esta pulsión, aparte de la

proyección y la introyección al mismo tiempo, ella propone un tercer mecanismo.

“Una parte adicional del instinto de muerte, es proyectado hacia el mundo exterior.”

(p.132; traducción del inglés). Por lo tanto, la naturaleza de los objetos agradables y

desagradables, es determinada por las propias motivaciones del niño. Básicamente,

bajo este punto de vista, la realidad exterior es un espejo de la propio instinto de vida

del niño.

- Mala interpretación perceptual: aunque las dos explicaciones anteriores parecen

ignorar el mundo exterior, esta última, lo vuelve indispensable. “Klein [...] sugirió que

cualquier frustración de las necesidades corporales [...] son experimentados por el

niño como cuerpos extraños o como ataques producidos por cuerpos extraños.”(p.

133; traducción del inglés). Luego, ella afirma que pasa lo mismo con los buenos

objetos; por lo tanto, todas las sensaciones son atribuidas a objetos buenos y malos.

En otras palabras, los mecanismos de defensa en Klein actúan como una forma de adaptarse a

las angustias con las que tiene que lidiar el Yo, debido a la disociación de objetos que efectuó

para hacer frente a la angustia persecutoria y que trae por consecuencia la aparición de un

objeto bueno y otro malo (el cual adquiere la calidad de persecutor).

depresiva es una adaptación en cuanto es como un paso hacia adelante en la línea del

desarrollo con respecto a la posición esquizo-paranoide.

REALIDAD

Klein plantea la existencia de dos realidades, ambas conformadas por las proyecciones e

introyecciones del yo. Una realidad psíquica o interna, y otra realidad externa o real.

La realidad psíquica está poblada de objetos internos. Esta es el centro del nuevo modelo de

estructura mental de Klein. Los objetos internos y las fantasías inconscientes a través de las

cuales interactúan (los objetos internos), producen significaciones dentro de la realidad

psíquica. Estos significados se proyectan a la realidad externa dándoles sentidos diferentes en

cada momento vivencial.

De esta manera, la realidad externa viene siendo como los hechos objetivos, aunque no se

puedan percibir de esta manera, pues los objetos internos y las fantasías inconscientes a

través de las cuales interactúan (los objetos internos), producen significaciones dentro de la

realidad psíquica

La relación con la realidad se establece por la interacción compleja entre los objetos del

mundo interno y externo. Los mecanismos principales que posibilitan el intercambio son la

identificación proyectiva y la introyección. Los objetos del mundo interno, por proyección,

dan significado a los objetos externos y a la realidad, esto implica que son interdependientes.

La disociación, por otro lado, no sólo separa lo externo de lo interno, sino también lo bueno

de lo malo y de ahí el surgimiento del objeto bueno y el objeto malo o persecutor.

al interior y exterior del sujeto; ambos ocurren simultáneamente, de tal manera que toda

significación interna es también ubicada en la realidad externa.

ACCIÓN

Desde la teoría Kleiniana, se presenta una gran responsabilidad del sujeto tanto en lo que

pasa en su realidad externa, como en la interna. De hecho, como que la responsabilidad

psíquica implica que el sujeto se hace responsable de sus fantasías asumiéndolas como

ciertas. De ahí que tenga la ansiedad persecutoria, pues fantaseo con hacerle daño a su objeto

y ahora, al asumir que hizo eso, tiene miedo de que le hagan lo mismo.

Lo que decide el resultado de un acto de introyección es el motivo dominante por parte del

niño (sujeto) en el momento en que introyecta su objeto, o sea, su interés principal con

respecto a su objeto.

Otra cosa que hace el paciente es repetir con el analista, la estructura de sus vínculos de

objeto, ansiedades y defensas. que a la larga realmente lo que se repite es la estructura de la

posición esquizo-paranoide o depresiva, las emociones, ansiedades y defensas que se

sintieron en el pecho de la madre. Esto es importante porque además de que estos se vuelven

un patrón, el primer vínculo se vuelve determinante para los posteriores vínculos

El juego infantil es una manera simbólica de elaborar fantasías y modificar la ansiedad.

MENTE Y PERSONALIDAD
Para la teoría Kleiniana, Personalidad, Yo y Mente son equivalentes. Aunque sean

mecanismos de defensa del yo, estos lo que hacen es negar, disociar o proyectar, aspectos de

la personalidad.

La mente empieza a formarse cuando se da lugar a la relación de bebé y la mamá, con una

base innata que implica la existencia de unos objetos internos a partir de los cuales se

desarrolla la relación con la madre.La mente tiene la capacidad de dividirse en dos o varios

pedazos que pueden estar independientes el uno del otro, usando incluso lenguajes simbólicos

distintos. Estos diferentes aspectos de la personalidad o la mente, pueden ser tomados como

propios o ajenos, vivos o inanimados, normales o anormales, neuróticos o alucinatorios.

La mente fue concebida como un universo de objetos internos relacionados entre sí a través

de las fantasías inconscientes , constituyendo, la realidad psíquica.

En la mente luchan la integración y la desintegración; la negación del dolor psíquico y la

tolerancia de esta. Existen momentos de integración de los objetos disociados; por otra parte,

la introyección del objeto bueno fortalece al yo y le permite tolerar mejor la ansiedad sin

proyectarla.

La unidad constitutiva del mundo interno son las fantasías, las cuales se asumen como

verdaderas y se proyectan al mundo exterior y le dan significado a este.

Cabe decir que para Klein lo que importaba era comprender las angustias que se desarrollan

en la relación de objeto y también los mecanismos de defensa destinados a disociar disociar,

negar, proyectar, etc aspectos de la personalidad. Esto permitiría una mayor comprensión

vivencial del conflicto y principalmente, una mayor integración de la personalidad.

DESARROLLO
Este inicia con una base innata. Y las relaciones que se tengan a parte de la primera, con la

mamá, dependen de esta última.

Klein propone dos posiciones pre-edípicas: La posición esquizo-paranoide y la depresiva.

La esquizo-paranoide, básicamente es una organización de la vida mental en los tres primeros

meses de vida, que está conformada por: 1:una ansiedad persecutoria, que es una angustia

que siente el yo de ser atacado. 2: Relación del objeto parcial. O sea que tiene un pecho

idealizado y el otro lo ve como persecutorio. Los percibe como objetos disociados. 3: uso de

mecanismos de defensa para protegerse de la angustia persecutoria.

En esta posición, el acento está puesto en lo interno: los impulsos agresivos y amorosos que

luchan en la mente, primero disociados y luego más integrados, en el vínculo con los objetos

primarios. Las experiencias con los objetos externos son importantes como moderadoras de la

ansiedad provocada básicamente por causas internas, de origen pulsional.

Luego está la posición depresiva, que es una nueva organización de la vida mental, y

constituye un momento clave para el desarrollo y la normalidad. Está constituida por: 1:

ansiedad depresiva: el yo siente culpa y teme por el daño que ha hecho al objeto amado con

sus impulsos agresivos. 2: relación con un objeto total: la madre, con la que el yo se vincula

tanto en sus aspectos buenos como malos. Han aumentado por lo tanto, procesos de

integración. 3: El mecanismo de defensa principal es la reparación: atender y preocuparse por

el estado del objeto (interno y externo). Lucha constante entre los sentimientos de amor.

La posición depresiva puede verse afectada por la envidia hacia el objeto total, por lo que la

envidia adquiere un papel importante en el desarrollo en tanto lo puede frenar.

Klein describe la envidia primaria como un impulso agresivo que el bebé siente desde que

nace y que va dirigido al pecho de la madre, con el deseo de dañar los aspectos buenos y
protectores que ofrece el mismo. Esta envidia es endógena, proviene sólo del sujeto y su

finalidad es atacar lo que el objeto tiene de bueno y valioso.

Klein afirma que ante una situación gratificante, naturalmente nuestra reacción no va a ser

con buenos sentimientos. Klein diría que la envidia ataca lo que el otro nos ofrece porque no

podemos tolerar que esas capacidades sean ajenas, aunque esa capacidad nos beneficie.

Las defensas contra la envidia según Klein:

-Mecanismos tempranos de disociación, omnipotencia y negación son reforzados por la

envidia.

-La confusión muchas veces es usada de manera defensiva, para contrarrestar la persecución

y también la culpa por dañar el objeto bueno.

-La huida de la madre hacia otras personas que son idealizadas constituye una defensa para

alejarse de los impulsos envidiosos hacia el objeto primario; si estos son muy intensos, se

perturban las sucesivas relaciones.

-La desvalorización del objeto, para disminuir el ataque envidioso

-La desvalorización de la propia persona como forma de negar la envidia.

-Tratar de despertar envidia en otras personas para no sentir la propia, esto lleva a una

incapacidad de gozar con los propios logros y temor de dañar los objetos amados

-Sofocar tanto los sentimientos envidiosos como los del amor, lo que se expresa en

indiferencia; muchas veces, estas personas tratan de alejarse del contacto con otras,

principalmente si les resultan significativas

-El acting out es empleado a veces para mantener la disociación y evitar la integración de los

sentimientos envidiosos.

Los impulsos envidiosos pueden ser mitigados si se introyecta el objeto bueno de manera

adecuada, lo que permitirá tolerar la culpa por el daño de este y se buscaría su reparación.
PSICOPATOLOGÍA

Klein es fuertemente criticada por usar patologías para describir el desarrollo normal en los

niños, sin embargo se defendió de estas críticas con el argumento de que es en las posiciones

esquizo-paranoide y depresiva donde se pueden dar las fijaciones que dan pie a la formación

de estas patologías en la adultez.

Klein entiende la patología de los niños como resultado de alteraciones o inhibiciones del

desarrollo infantil y considera las situaciones de ansiedad como el factor principal de las

perturbaciones psicológicas. Dicha ansiedad, es la ansiedad persecutoria que define el

desarrollo normal o patológico del complejo de Edipo y que además, influyen en la

elaboración de la posición esquizo paranoide, de modo que si esta ansiedad persecutoria es

demasiado intensa, se reforzará este miedo y podría establecer puntos de fijación que

desencadenan una psicosis.

Klein, mientras evoluciona en sus escritos, plantea la psicopatología de diferentes maneras,

como mínimo dos. La primera explicación, cuando estaba tan preocupada por las etapas

psicosexuales y la libido, en 1923, recae en la represión de la sexualidad del niño y afirma

que “todas las inhibiciones [...] derivan de la castración del miedo [y] anticipaciones de

castigos por la persecución de la satisfacción sexual y el conocimiento” (p.122; traducción

del inglés). Desde su tercera fase teórica, la desintegración de los aspectos buenos y malos de

los objetos es una de las causas de la psicopatología. Lo que se espera de un sujeto normal es

que llegue a la posición depresiva y, por ende, a la reparación. Esto permite que el sujeto

acepte que un solo objeto es poseedor de aspectos positivos y negativos.

BIBLIOGRAFÍA
Ávila E., Alejandro. (2013). Orígenes. En La tradición interpersonal. Perspectiva social y

cultural en psicoanálisis. Madrid, Ágora Relacional

Bleichmar, Norberto M. y Leiberman de B., Celia. (1997). Melanie Klein. La fantasía

inconciente como escenario de la vida psíquica. En El psicoanálisis después de Freud. Teoría

y Clínica, pp. 93-134. Buenos Aires, Paidós.

Bleichmar, Norberto M. y Leiberman de B., Celia. (1997). Melanie Klein. Discusión y

comentario.. En El psicoanálisis después de Freud. Teoría y Clínica, pp. 135-161 . Buenos

Aires, Paidós.

Cusien, Irene. (1997). Introducción a la escuela inglesa de psicoanálisis. En Abadi, Sonia

(comp.). (1997). Desarrollos postfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires, Editorial de

Belgrano, pp. 29-37

Guirao, Moya. (2010). Biografía de Melanie Klein. Recuperado el 23 de febrero de 2018 de

http://psicoterapeutas.eu/melanie-klein/

Greenberg, Jay R. y Mitchell, Stephen. (1983). Melanie Klein. En Object Relations in

Psychoanalytic Theory, pp. 119-150