Bloqueo Peridural
Bloqueo Peridural
Bloqueo Peridural
BLOQUEO PERIDURAL.
Los nervios espinales inervan dermatomas específicos del cuerpo y los niveles de
HGZ1A VENADOS R1A FIDEL JIMENEZ SOTERO
EQUIPO NECESARIO
Como la aguja penetra en el conducto vertebral y se puede producir una punción
accidental del espacio subaracnoideo, es esencial garantizar la asepsia en esta
intervención. El anestesista debe llevar guantes quirúrgicos estériles y trabajar con
un campo estéril. Como la técnica del cateterismo se utiliza en general para
prolongar el bloqueo, las agujas de Tuohy (de 16 ó 18 G) con una punta
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Se requiere además:
1. Jeringas. Si se aplica la técnica de la «pérdida de resistencia», el émbolo de la
jeringa debe moverse con facilidad y sin resistencia dentro del cilindro. Hay
jeringas de cristal y de plástico de baja resistencia. Tiene una capacidad de 7 a 10
ml.
Jeringa de 3 a 5 ml.
Una jeringa de 20 ml.
2. Catéter epidural que mide calibre 19 g longitud de 100 a 1050 mm ,radioopaco
punta roma orificios laterales con adaptador luer macho y filtro bacteriano.
3.-tres agujas hipodérmicas :
Una calibre 18 0 19 g x 38 mm.
Una calibre 21 0 22 g x38 mm.
Una calibrre 25 x 16 mm.
4. gasas ,solución de iodopovovidona , charola ára antiséptico , campo hendido
campo de trabajo .
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5. 1
TECNICA DE BLOQUEO
POSICIÓN DEL PACIENTE
Hay tres posiciones posibles:
1.- Decúbito lateral con la columna totalmente flexionada
2.- Sentado con los pies en una silla y flexionado hacia adelante
3.- En obstetricia conviene colocar a la paciente en decúbito lateral izquierdo para
evitar la compresión aorto-cava y la consiguiente hipotensión arterial maternofetal.
PREPARACIÓN DEL PACIENTE
El bloqueo epidural sólo debe realizarse en instalaciones que reúnan todos los
requisitos para la anestesia. Por eso, debe estar preparado el utillaje convencional
de anestesia (con capacidad de ventilación asistida) así como todos los equipos y
fármacos para la reanimación cardio-pulmonar. Todo anestesiólogo que realice un
bloqueo epidural debe saber diagnosticar de inmediato las posibles complicaciones
de la técnica, como toxicidad sistémica aguda a anestésicos locales (por inyección
intravascular accidental de anestésico local) o la anestesia subaracnoidea masiva
o total (por inyección errónea de altas dosis de anestésico local a nivel
subaracnoideo). El tratamiento es sencillo y eficaz, pero debe aplicarse sin dilación.
En primer lugar, se prepara un equipo de infusión intravenosa. Se coloca una vía
periférica. Se registran la presión arterial y la frecuencia cardíaca y se visualiza el
electrocardiograma. Luego se coloca al paciente en la posición descrita. Se prepara
el dorso del tronco con una solución antiséptica y se aplican tallas estériles.
BLOQUEO EPIDURAL LUMBAR - ABORDAJES
1.- ABORDAJE POR LA LÍNEA MEDIA (MEDIAL)
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a.-Inserción de la aguja
La aguja se introduce aproximadamente 1,5 cm lateral a la línea media, quedando
el borde superior de la apófisis espinosa por debajo del espacio intervertebral
elegido. Por eso, la aguja se dirige no sólo más lateral sino también inferior a la
técnica de la línea media. La aguja se dirige hacia arriba y hacia dentro hasta
penetrar el ligamento amarillo en la línea media, por lo que no debe hacer contacto
con la apófisis espinosa. Si se establece contacto óseo, probablemente se trata de
la lámina vertebral, por lo que conviene cambiar la dirección de la aguja en un plano
más craneal hasta penetrar dentro del ligamento amarillo.
b.- Identificación del espacio epidural
c-Técnica de la pérdida de resistencia
El método más utilizado es la técnica de la «desaparición o pérdida de resistencia».
Esta denominación procede del hecho de que mientras la punta de la aguja se halla
dentro de los ligamentos se observa una considerable resistencia a la inyección,
resistencia que desaparece de inmediato al traspasar el ligamento amarillo con la
punta de la aguja y penetrar en el espacio epidural. Existen muchas variantes de
esta técnica, algunas manuales y otras con un soporte mecánico.
En la modalidad más sencilla se conecta una jeringa con suero salino o aire a la
aguja, situada en el ligamento interespinoso. La inyección es muy complicada o
resulta imposible (hay mucha resistencia a la inyección). La parte más difícil de
aprender de esta técnica es el control del avance de la aguja, cuyo bisel debe
penetrar mínimamente en el espacio epidural, su destino final. La posición de las
manos y de los dedos sobre la aguja y la jeringa es crítica.
El dedo índice de la mano que no inyecta el anestésico debe apoyarse firmemente
en el dorso del paciente impidiendo los movimientos bruscos anteriores. Con el
pulgar y dedo medio se sujeta el cono de la aguja.
Otra posibilidad consiste en colocar el dorso de la mano, con la que no se inyecta
el anestésico, sobre el dorso del paciente y sujetar el cono de la aguja con los dedos.
De esta manera, la mano se «opone» al avance de la jeringa y de la aguja.
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Esta maniobra se puede exagerar aún más cuando la mano sujeta el extremo
inferior de la jeringa. Si el avance de la aguja no ofrece muchas dificultades, se
puede aplicar una presión continua sobre el émbolo de la jeringa, procurando que
la aguja penetre lenta y continuamente en el ligamento amarillo y sin efectuar
movimientos anteriores bruscos que determinen una penetración en la duramadre.
A medida que se empuja la aguja, se mantiene la presión sobre el émbolo,
observando el aumento de la resistencia al paso de la aguja por el ligamento
amarillo. En el momento de penetrar en el espacio epidural, se puede inyectar suero
salino o aire con gran facilidad. Otra modalidad de pérdida de resistencia
INTERMITENTE consiste en avanzar la aguja poco a poco e ir probando en cada
avance de aguja la resistencia a la presión sobre el émbolo.
El flujo del líquido (o del aire) de la jeringa a medida que la aguja entra en el espacio
epidural aleja a la duramadre de la punta de la aguja. Existen algunos dispositivos
mecánicos que se conectan al cono de la aguja como el balón de Macintosh
(prácticamente en desuso) o unas aletas en el cono de la aguja. Con ellas se puede
empujar la aguja a dos manos y se identifica inmediatamente el espacio epidural
por la desaparición de la resistencia a la inyección (más empleado a nivel cervical
o dorsal utilizando el método de la gota pendiente para detectar el espacio epidural.
Cuando se utilizan agujas más romas o resulta difícil penetrar en los ligamentos se
puede aplicar la técnica intermitente. La aguja se empuja con ambas manos de
forma controlada y la resistencia a la inyección se verifica intermitentemente
después de cada milímetro de avance.
La presión negativa que suele encontrarse en el espacio epidural constituye la base
de la técnica de la «gota colgante». Esta presión negativa se produce por
transmisión de la presión negativa pleural a través de los orificios de conjunción y
es máxima en inspiración. Se puede utilizar una aguja con aletas que se empuja
con las dos manos. Se coloca una gota de líquido (suero fisiológico) en el cono de
la aguja después de entrar con ella en el ligamento interespinoso. Cuando se
traspasa el ligamento amarillo, la gota de líquido es aspirada al espacio epidural y
su identificación correcta se confirma inyectando líquido o aire sin resistencia. Este
método es ideal en abordaje cervical, donde en posición sentada, la presión
negativa (transmisión de la presión pleural) en el espacio epidural es máxima a ese
nivel.
ursos_talleres/taller3/Capitulo4/BLOQUEO_Y_ANESTESIA_EPIDURAL.pdf