Moral Sexual y Matrimonial

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Moral Sexual y Matrimonial

P. Luis Hernando Aguilar Parra

6/Febrero/2018
Ubicación de la Moral de la Persona, dentro del tratado de Teología Moral
Fundamental

Ética: Reflexión filosófica ya sean buenos o malos acordados de acuerdo a la


cultura, sociedades de una convención social, Leyes que regulan. Mínimos
comportamientos para no hacernos daño. Fundada sobre subjetivismos

Moral: Juicio valoración de los actos humanos a la luz de la Revelación, de


Jesucristo
No se vive de una ética de mínimos sino que los supera, no se trata de ser
tolerante se trata de amar a la persona.
La verdad del hombre es revelada en Jesucristo.
Las leyes deben mirar la ley natural.

- Valoración desde Dios revelado en Jesucristo de los comportamientos del


hombre.
- La moral sexual se ubica. Nuestros comportamientos reflejan a Dios
“Somos icono de Dios”. También afectan al Otro
Nuestra realidad humana afecta lo “otro” (casa común)
Nuestra realidad humana también afecta el otro (activa-pasiva)
Nuestra realidad revela o me afecta a mí mismo.
- Yo bautizado soy hijo de Dios “Icono de Dios”; yo soy creado, yo he caído, y
soy redimido por Cristo y proyectado a la salvación.

La persona en su verdad
Redemtor Hominis: 14el hombre es camino de la Iglesia, la persona humana es
el fundamento ontológico y objetivo de la Teología moral.

Persona: Prosopón (Mascara para representar en las obras de teatro): aquel que
representa otro.

La persona: Representa a Dios, es semejante a Dios, tiene una verdad (es Dios).
Imagen de Jesucristo.

La Iglesia existe para: Evangelizar (mostrar evangelio la humanidad)


El ser humano trae inscritas en sí misma las instrucciones para su
comportamiento.

No estamos llamados a regirnos por leyes o por heteronomía. Si no desde la


autonomía o la convicción GS: 61ª El hombre a emanado de Dios mismo de su
propia realidad. Los trascendentales del ser son la mejor imagen de Dios. Yo soy
el camino la verdad y la vida. La suprema bondad y bien y la belleza. Ley natural
(Amor) todo está en plenitud en Dios.
Porque cada persona realiza en el mundo los trascendentales de acuerdo a su
vida y sus propias capacidades. Aunque todos estamos llamados a una finalidad
la absolutidad de Dios.

1. El ser humano es el fundamento de la Teología moral, ella tiene razón de


ser por se encarga de sus comportamientos porque la persona humana es
creada, redimida salvada por Cristo.
2. La persona humana es icono de Dios. Y esos comportamientos deben
reflejar a Dios. Por eso su quehacer tiene unas implicaciones con el Otro,
lo otro, el otro y consigo mismo.
3. El hombre escucha en su conciencia la ley natural pero la sociedad le
repugna todo. Cuando el hombre se entiende como persona empieza a vivir
en equilibrio.
4. Hombre unidad entre cuerpo y alma

Apuntes de resumen
Capítulo I: la persona Humana
El hombre en su “ser significativo” posee un logos un sentido que consiste en su
ser-en-relación de comunión y de entrega de sí: en su capacidad de amar y ser
amado. Que a la vez (logos) despierta el dinamismo de cumplimiento hacia la
capacidad y anhelo de amor. Su perfección objetiva y su felicidad están en tal
cumplimiento.

La moralidad es la libre adopción personal de la propia esencia dada de


antemano.

Son las personas que se comportan moralmente. Pero es lamoralidad la que


configura la «humanidad» la persona como centro de la moralidad en dos
sentidos: como objeto y como estructura de la moralidad.

Como estructura moral


El ser humano y su peculiar comportamiento permiten emanciparse de la tutela
mecánica de la naturaleza. De ahí que la persona y la personeidad constituyan
el elemento medular de la misma estructura moral. La personeidad es, el
esqueleto mismo de la estructura moral del ser humano y de la sociedad humana.
Para la teología significa el principio de su unidad.

La moral de la persona no es un programa de mortificación, sino de vivificación.


La reflexión moral parte de la afirmación de la dignidad de la persona humana.

Dignidad de la persona humana


El hombre es un ser pensado, proyectado, diseñado, creado por Dios; un ser
rescatado, redimido plenificado en Jesucristo; un ser habitado y movido por el
Espíritu de Dios. 9
La antropología conciliar remita a la categoría de la iconalidad (imagen de Dios),
la explicación de esa imagineidad y similitud del hombre está en su capacidad
de relación cognitiva y agápica con su Creador.
Dignidad de persona, no es algo es alguien.

Unicidad de la persona
El hombre no es la gente. El ser humano se subleva ante la mera posibilidad de
ser reducido a la infracategoría de pieza plural, reemplazable, anónima y
prescindible. El hombre es un ser modelado por su historia personal. Y, en íntima
conexión con ese dato, el hombre se convierte en un ser «modélico» y prototípico.

La unicidad e insustituibilidad de la persona se vive con especial intensidad al


compartir el amor y al hacerse uno con el otro en el amor. Y por último la muerte
que es una variante por la pregunta sobre la densidad e irrepetibilidad de la
persona.
El creyente percibe su unicidad del ser personal en el contexto del amor de Dios,
que es a la vez personal y personalizante.
Desde la fe la unicidad de la persona remite a una dialogicidad trascendente.

Finalidad de la persona
El ser humano se sitúa en el reino de los fines no en razón de sus propiedades
“adjetivales”, sino por su mismo carácter de absolutez, previo a toda
determinación adventicia o coyuntural.

El hombre aventura Integral


El ser humano realidad inabarcable. Pero no se puede caer en un reduccionismo
que trata de simplificaren exceso el ser y el actuar del fenómeno humano. El
hombre es espiritualidad sensible, espíritu en la materia. GS 3ª.
A veces se olvida que el ser humano no se reduce a su espacialidad corpórea ni a
un principio espiritual inalcanzable.

El hombre, ser en relación


El fenómeno humano es un haz de inter-relaciones. Para el ser humano vivir es
convivir, laborar es colaborar y padecer es compadecer. Mi ser es imposible e
incomprensible sin la alteridad.

T. W. Adorno:
Ese hombre ni debería ser mera función del todo, de ese todo que lo encerraría
en sus redes y lo envolvería en ellas de tal modo que no podría distinguirse de
ellas, ni debería encerrarse en su pura ipsidad como en una fortaleza.

Dos tentaciones: individualista (Antropológica) narciso: ahogándose en el


estanque donde contempla su perfección. Ni grupalista (Ética) tampoco
dictándoles modos de comportamiento y hasta líneas de pensamiento que violan
la dignidad de la persona.

La sociedad es esencialmente una convivencia impersonal. Pero una persona


puede estar vertida a otra persona no en tanto que otra, sino en tanto que
persona. Ya no sería sociedad sino una forma distinta de convivencia. Que se
suele llamar “comunión personal”.

En la ética de la sexualidad es posible exagerar la autonomía individual frente a


las responsabilidades sociales de la conducta personal. Pero también es posible
manipular a la sociedad por campañas publicitarias.

4. Fundamentación de la moral de la persona


El ser del hombre es normativo para su quehacer moral.

4. El ser humano, ícono de Dios


La antropología de la iconalidad no recuerda que el hombre nos recuerda que el
hombre no es puramente una realidad sagrada, aunque tampoco es una realidad
exclusivamente profana. Representante de Dios –Imagen de Dios–, no es un dios,
sin embargo. Ningún ser humano podrá, en consecuencia, arrogarse
prerrogativas divinas, es una definitiva desacralización de las dignidades y
aspiraciones humanas, así como una vigorosa crítica profética contra semejantes
pretensiones.

El hombre es la norma. Pero si el hombre es pensado –y creído– como imagen de


Dios, como tal ha de comportarse y como tal ha de ser tratado.
CEC La vocación del Hombre (1699-1775)

1700: la dignidad de la persona humana está enraizada en su creación a imagen


y semejanza de Dios. Vocación=Bienaventuranza divina le corresponde su
realización. La persona se conforma a Dios o no y su testigo la conciencia moral.
Crecimiento interior. Crecen en la virtud por la gracia. Evitan y si caen en pecado
como el hijo pródigo.

Hombre imagen de Dios


1701. Cristo, redentor y salvador, la imagen divina alterada en el hombre por el
pecado ha sido restaurada a su belleza origina por la gracia de Dio

1702. imagen divina presente en todo hombre, y resplandece en la comunión de


las personas

1703. dotada de un alma espiritual e imortal. Está destinado a la


bienaventuranza eterna.

1704. participa del Espíritu Divino, por eso, comprende orden establecido por el
Creador. Por su voluntad se dirige a su bien verdadero. Encuentra su perfección
en la búsqueda y el amor de la verdad y del bien.

1705. virtud y potencias espirituales (Voluntad y entendimiento) está dotado de


libertad

1706. Por la Razón el hombre conoce la voz de Dios “hacer el bien y evitar el mal”.
El ejercicio de la vida moral proclama la dignidad de la persona humana

1707. pero conserva el deseo del bien pero en su naturaleza lleva herida del
pecado original por lo que ha quedado inclinado al mal y sujeto al error.

1708. Cristo nos libró del pecado y Satán

1709. seguir el ejemplo de Cristo la hace capaz de obrar rectamente y practicar


el bien.
Nuestra Vocación a la Bienaventuranza
1716 bienaventuranzas centro de predicación de Jesús. Son la perfección de las
promesas hechas al pueblo elegido y ya no las ordena solo a la posesión de la
tierra, sino al Reino de los cielos.

1717. las bienaventuranzas dibujan el rostro de Jesucristo y describen su


caridad; expresan la vocación de los fieles asociados a la gloria de su Pasión y su
Resurrección.

II el Deseo de Felicidad
1718. bienaventuranzas responde al deseo natural de felicidad, puesto por Dios
en el corazón y Él único que lo puede satisfacer

1719 bienaventuranzas descubren la meta de la existencia humana, el fin último


de los actos humanos.

III La Bienaventuranza Cristiana


1720. NT utiliza expresiones para caracterizar la bienaventuranza a la que Dios
llama al hombre.

1721. la bienaventuranza nos hace participar de la naturaleza divina.

1722. supera la inteligencia y fuerzas humanas, son fruto del don gratuito de
Dios

1723. la bienaventuranza prometida nos coloca ante opciones morales decisivas.


Purificar corazón, buscar amor de Dios.

1724. El Decálogo, el Sermón de la Montaña y la catequesis apostólica nos


describen los caminos que conducen al Reino de los cielos. Son el criterio de
discernimiento

La opción fundamental (encuentro pleno, felicidad la encontramos en Dios), a


partir de las bienaventuranzas hacia la opción fundamental, tengamos objetivos
concretos para lograr esta opción fundamental. Las bienaventuranzas son
acciones concretas, comportamientos virtuosos para acercarme a la plenitud.

La libertad del hombre


1730 Dios crea hombre racional confiriéndole dignidad dotada de iniciativa y
dominio de sus actos
I libertad y responsabilidad

1731. libertad es el poder radicado en la razón y la voluntad de obrar o no. Libre


arbitrio cada uno dispone de uno mismo. La libertad es perfecta cuando está
ordenada a Dios.

1732. la libertad caracteriza los actos propiamente humanos. Se convierten en


fuente de alabanza o reproche

1733. Cuando el hombre hace más el bien se hace más libre.

1734. la libertad hace al hombre responsable de sus actos en la medida que estos
son voluntarios.

1735. la imputabilidad y la responsabilidad pueden quedar disminuidas o


suprimidas por factores como: ignorancia, violencia, temor, hábitos, afecciones
entre otros factores psíquicos o sociales.

1736. Todo acto directamente querido es imputable a su autor

1737 un efecto puede ser tolerado sin ser querido por el que actúa. Para que el
efecto malo sea imputable, es preciso que sea previsible y que el que actúa tenga
la posibilidad de evitarlo.

1738. la libertad se ejercita en las relaciones entre los seres humanos.

II la libertad humana en la economía de la salvación


1739 la libertad del hombre es finita y falible. De hecho el hombre erró.
Libremente pecó. Al rechazar el proyecto de amor de Dios, se engañó a sí mismoy
se hizo esclavo del pecado.

1740. el ejercicio de la libertad no implica el derecho a decidir y hacer cualquier


cosa. Es falso concebir al hombre “sujeto de esa libertad como in individuo
autosuficiente que busca la satisfacción de su interés propio por el goce de los
bienes terrenales.

1741. por su cruz gloriosa, Cristo obtuvo la salvación para todos los hombres.

1742. la gracia de Cristo no se opone de ninguna manera a nuestra libertad


cuando ésta corresponde al sentido de la verdad y del bien que Dios ha puesto en
el corazón del hombre.
(Hoy las sociedades se basan en subjetivismo, los DDHH solo buscan satisfacer
los deseos de cada persona y no busca dentro de su forma positiva salvaguardar
la Ley natural).

La Moralidad de los actos humanos


1749. la libertad hace del hombre un sujeto moral. Los actos humanos,
libremente realizados tras un juicio de conciencia, son calificables moralmente:
buenos o malos.

Fuentes de la moralidad
1750. la moralidad de los actos depende:
- del objeto elegido
- el fin que se busca o la intención
- las circunstancias de la acción

1751 el objeto elegido es un bien hacia el cual tiende deliberadamente la


voluntad. Especifica moralmente el acto de la voluntad según que la razón
reconozca y lo juzgue bueno o malo.

1752 la intención se sitúa del lado del sujeto que actúa. El fin es el término
primero de la intención y designa el objetivo buscado en la acción. La intención
es un movimiento de la voluntad hacia un fin; mira el término del obrar.

1753. una intención no hace ni bueno ni justo un comportamiento en sí mismo


desordenado. El fin no justifica los medios.

1754. las circusntancias o consecuencias son los elementos secundarios de un


acto moral. Las circunstancias no pueden de suyo modificar la calidad moral de
los actos; no pueden hacer ni buena ni justa una acción que de suyo es mala.

II los Actos buenos y los malos


1755. acto moralmente bueno supone la bondad del objeto, del fin y de las
circunstancias
El objeto de la elección puede por sí solo viciar el conjunto de todo el acto.

1756. es erróneo juzgar de la moralidad de los actos humanos considerando sólo


la intención que los inspira o las circunstancias que son su marco. No está
permitido hacer un mal para obtener un bien.
La moralidad de las pasiones
1762 la persona se ordena ala bienaventuranza por medio de sus actos
deliberados: las pasiones o sentimientos que experimenta pueden disponerla y
contribuir a ello.

Pasiones
1763. pasiones o sentimientos designan las emociones o impulsos de la
sensibilidad que inclinan a obrar o no en un sentido bueno o malo

1764 pasiones son componentes naturales del psiquismo humano, constituyen el


lugar de paso y aseguran el vínculo entre la vida sensible y la vida del espíritu

1765. las pasiones son numerosas. La más fundamental es el amor que la


atracción del bien despierta. Causa deseo y esperanza de obtenerlo. Culmina en
el placer y gozo del bien poseído.

1766 Amar es desear el bien a alguien. Las pasiones son malas si el amor es
malo.

Pasiones y vida moral


1767 pasiones ni buenas ni malas solo reciben calificación moral que depende de
la razón y la voluntad. Las pasiones están ordenadas por la voluntad

Las emociones y los sentimientos pueden ser asumidos por las virtudes, o
pervertidos en los vicios.

La perfección del bien moral consiste en que el hombre no sea movido al bien sólo
por su voluntad, sino también por su corazón.

Capitulo II Antropología de la sexualidad


Ética cristiana de la sexualidad, parte de un conocimiento suficiente.

1. El hombre, ser sexuado


«La sexualidad no es un propiedad secundaria de la vida humana: estamos
marcados sexualmente en toda nuestra unidad físico-psíquica»
Se sitúa no tanto en la línea del «tener» sino del «ser».

La sexualidad tiene como fin intrínseco el amor, más precisamente el amor como
donación y acogida, como dar y recibir. Pág 35.
1. Eros= egoísmo
2. Filia= Servicio-Alteridad: desarrolla su normalidad estando con los
demás, buscando relaciones de paridad.
3. Ágape: el egoísmo, el servicio trascienda= le doy dignidad de caridad,
oblación a todo lo demás= verdadera traducción del amor.

2. La difícil comprensión de la sexualidad


En las sociedades, la sexualidad parece pertenecer al ámbito de las realidades
más delicadas e intocables.

a. Sexualidad como tabú


Segú Freud: quienes detentan el poder tratan de silenciar tanto las apetencias
de la sexualidad como el discurso sobre ella, por medio de la represión o la
culpabilización.
Pero también una pretendida “Liberación” sexual puede ser utilizada como
medio de intoxicación de la opinión pública, otra estrategia de dominio.
Al obrar así se corre el riesgo de cambiar de lugar el objeto del “tabú”.
Jung contradice a Freud y dice: “las poblaciones primitivas tienen ya a menudo
una reglamentación sexual extraordinariamente severa.

B. la muerte sobre pasa al hombre y se relaciona con la divinidad, es


espontáneamente “numinizada”. Y también tratan de representarla para
conseguir una catarsis. Lo mismo ocurre con la sexualidad humana. El hombre
se percibe como arrastrado por algo que le trasciende, tanto su origen existencial
como en su vivencia diaria. La tabuidad de la sexualidad, se nos muestra
profundamente enraizada en la vivencia humana.

b. La sexualidad como misterio


La sexualidad sigue siendo un misterio porque todavía no se ha captado bien el
significado profundo que la sexualidad asume en el hombre.
 Si se mira desde la cosmovisión helénica la sexualidad es misteriosa por
ser rica e inabarcable, por desconocida y sorprendente.
 Desde la cosmovisión hebrea, la sexualidad se acerca al misterio en cuanto
que representa y realiza la hondura misma de la persona humana y su
existencia, configurada como alternancia de donación y rechazo.
El hombre percibe su sexualidad como una fuerza fascinadora que lo seduce y le
ofrece la posibilidad de autoafirmarse ante sí mismo, ante lo otro, los otros, y
ante Dios. La sexualidad lo vincula a los otros, en la ambivalencia de tal ligadura.
La sexualidad es siempre para él un espacio privilegiado para examinar su
grandeza y su limitación, su necesidad de vivir en la oblación y sus ansias de
captación.

c. Caminos de liberación
Para liberarse de la tensión de la sexualidad como tabú y misterio a tratado de
embocar algunos caminos.
 Frivolidad: ignorar la profundidad y seriedad
 Representaciones que pretendan denuminizar la sexualidad
 Proyectos de utilización hedonista
El verdadero camino, consistirá en la integración de la sexualidad en la doble
dinámica del crecimiento personal y la relación interpersonal. (Castidad).

3. Reduccionismos habituales
La vivencia de la sexualidad constituye en sí misma una forma específicamente
humana de mostrar y realizar la apertura, el encuentro y la oblatividad que
configuran la misma trascendencia ontológica de la persona humana.

a. Sacramentalidad de la sexualidad
La sexualidad humana significa y realiza la madurez de la persona humana.
En la sexualidad se significa y se realiza de modo eminente ese «ser-para-los-
otros» que configuran el fenómeno humano.
La sexualidad humana es profundamente significativa del ser humano:
a. en cuanto comprendido a partir de su inteligencia, capacidad de afecto y
su libre albedrío.
b. En cuanto apertura dialogal y encuentro creativo y vivificador con
personas del otro sexo.
El matrimonio contraído en forma pública y jurídica ante la sociedad es ya un
signo vivo de que, para el hombre, es esencial trascenderse mediante el amor.

Toda experiencia humana es anímico-corpórea, psicosomática: nunca es


puramente corporal o espiritual.
Priscilianismo: incluso también la concepción del hombre es malo, es pecado
Valdenses: matrimonio era pecado.
Armenio: Padres tienen pecado concibiéndonos

b. Una doble parcelación


Dificultad en la comprensión: 1. Espiritualismo: ser humano como puro espíritu
2. reducir al ser humano a sus puras energías
materiales, como si la entrega corporal pudiera sustraer el compromiso afectivo.
4. Sexualidad y genitalidad
La sexualidad es una dimensión fundamental y englobante del psiquismo
humano. Es afirmar que el sexo es más una manera de ser y de estar en el mundo
que una cuestión morfológica.

El peligro del dualismo entró al cristianismo por vía del gnosticismo y del
maniqueísmo. Parecía contemplar la sexualidad solamente desde su aspecto
físico y, en consecuencia, la consideraba esencialmente malo.

La genitalidad, orientada a la procreación es la expresión máxima, en el plano


físico, de la comunión de amor de los cónyuges.

La sexualidad acompaña la vida entera del ser humano y sus diversas


manifestaciones. Pero no puede ser reducida a la genitalidad, aunque ésta ocupe
un puesto importante en su dinamismo.
Desde la antropología contemporánea:
1. Llamar espacial o relacional: es la sexualidad, superando los estrechos
márgenes de la genitalidad, dice relación a diversas vivencias y
actividades de la persona, así como al rico ámbito de las relaciones
interpersonales.
2. Sentido temporal o dinámico: la sexualidad humana acompaña al ser en
toda su existencia, ya desde antes de su nacimiento.

Niveles de la sexualidad:
1. El sexo cromosómico: XX-XY
2. El sexo hormonal: Andrógenos-Estrógenos
3. El sexo gonádico
4. El sexo según los comportamientos
5. El sexo característica sexual secundarias
6. El sexo como diferencia neurológica
7. El sexo como identidad sexual.

5. Para una ética de la sexualidad


a. Rasgos característicos
1. Referencia a la globalidad de la persona y a la conquista de su madurez
integral.
2. La sexualidad, como otros aspectos de la vida, es dinámica
3. Referencia a la dialogicidad y complementariedad de las personas. La
sexualidad evidencia y significa la ontología apertura del ser humano a
los demás. La esencia de la sexualidad no puede ser abordada más que a
partir de la experiencia del encuentro.
4. La sexualidad humana está vinculada a la manifestación del íntimo ser
personal y de esa doble manera de estar en el mundo de forma «humana»,
que son la masculinidad y la feminidad.
La sexualidad es un elemento básico de la personalidad; un modo propio de ser,
de manifestarse, de comunicarse con los otros, de sentir, expresar y vivir el amor
humano.

b. Horizonte ético de la sexualidad como relación

Personalización
La educación de la sexualidad no puede limitarse a una información biológica
que desconozca la formación de hábitos y la asunción de valores fundamentales
para el crecimiento integral de la persona

13/Febrero/2018
Corporeidad
Que la antropología actual ve al hombre como una continuidad entre el mundo
de los animales y el de los hombres. Es decir, la antropología busca describir
fenomenológicamente a los hombres como a los animales.

No se acude o valora la dimensión espiritual y trascendente del hombre. Se queda


en una fenomenología. La vida interior del hombre se aborda con terminologías
empíricas.
La inteligencia artificial de la ciencia, hacen ver que la inteligencia del hombre
se pueden replicar.
No podemos entender la corporeidad como un elemento biológico, sino que está
íntimamente ligada al cerebro, que superior, es decir a la inteligencia y la
voluntad. (Sociedad de hoy, el fin por el fin), la corporeidad no es simplemente
soma, sino también la dimensión espiritual y todas las posibilidades que lo llevan
a ser y lo abren a la trascendencia. El cuerpo no puede entenderse separado del
alma.

Los consejos evangélicos son la verdadera vivencia de la sexualidad a la luz de


Cristo. Tengo que descubrir en el otro tierra sagrada, por el cual, me debo
descalzar.

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