Moral Sexual y Matrimonial
Moral Sexual y Matrimonial
Moral Sexual y Matrimonial
6/Febrero/2018
Ubicación de la Moral de la Persona, dentro del tratado de Teología Moral
Fundamental
La persona en su verdad
Redemtor Hominis: 14el hombre es camino de la Iglesia, la persona humana es
el fundamento ontológico y objetivo de la Teología moral.
Persona: Prosopón (Mascara para representar en las obras de teatro): aquel que
representa otro.
La persona: Representa a Dios, es semejante a Dios, tiene una verdad (es Dios).
Imagen de Jesucristo.
Apuntes de resumen
Capítulo I: la persona Humana
El hombre en su “ser significativo” posee un logos un sentido que consiste en su
ser-en-relación de comunión y de entrega de sí: en su capacidad de amar y ser
amado. Que a la vez (logos) despierta el dinamismo de cumplimiento hacia la
capacidad y anhelo de amor. Su perfección objetiva y su felicidad están en tal
cumplimiento.
Unicidad de la persona
El hombre no es la gente. El ser humano se subleva ante la mera posibilidad de
ser reducido a la infracategoría de pieza plural, reemplazable, anónima y
prescindible. El hombre es un ser modelado por su historia personal. Y, en íntima
conexión con ese dato, el hombre se convierte en un ser «modélico» y prototípico.
Finalidad de la persona
El ser humano se sitúa en el reino de los fines no en razón de sus propiedades
“adjetivales”, sino por su mismo carácter de absolutez, previo a toda
determinación adventicia o coyuntural.
T. W. Adorno:
Ese hombre ni debería ser mera función del todo, de ese todo que lo encerraría
en sus redes y lo envolvería en ellas de tal modo que no podría distinguirse de
ellas, ni debería encerrarse en su pura ipsidad como en una fortaleza.
1704. participa del Espíritu Divino, por eso, comprende orden establecido por el
Creador. Por su voluntad se dirige a su bien verdadero. Encuentra su perfección
en la búsqueda y el amor de la verdad y del bien.
1706. Por la Razón el hombre conoce la voz de Dios “hacer el bien y evitar el mal”.
El ejercicio de la vida moral proclama la dignidad de la persona humana
1707. pero conserva el deseo del bien pero en su naturaleza lleva herida del
pecado original por lo que ha quedado inclinado al mal y sujeto al error.
II el Deseo de Felicidad
1718. bienaventuranzas responde al deseo natural de felicidad, puesto por Dios
en el corazón y Él único que lo puede satisfacer
1722. supera la inteligencia y fuerzas humanas, son fruto del don gratuito de
Dios
1734. la libertad hace al hombre responsable de sus actos en la medida que estos
son voluntarios.
1737 un efecto puede ser tolerado sin ser querido por el que actúa. Para que el
efecto malo sea imputable, es preciso que sea previsible y que el que actúa tenga
la posibilidad de evitarlo.
1741. por su cruz gloriosa, Cristo obtuvo la salvación para todos los hombres.
Fuentes de la moralidad
1750. la moralidad de los actos depende:
- del objeto elegido
- el fin que se busca o la intención
- las circunstancias de la acción
1752 la intención se sitúa del lado del sujeto que actúa. El fin es el término
primero de la intención y designa el objetivo buscado en la acción. La intención
es un movimiento de la voluntad hacia un fin; mira el término del obrar.
Pasiones
1763. pasiones o sentimientos designan las emociones o impulsos de la
sensibilidad que inclinan a obrar o no en un sentido bueno o malo
1766 Amar es desear el bien a alguien. Las pasiones son malas si el amor es
malo.
Las emociones y los sentimientos pueden ser asumidos por las virtudes, o
pervertidos en los vicios.
La perfección del bien moral consiste en que el hombre no sea movido al bien sólo
por su voluntad, sino también por su corazón.
La sexualidad tiene como fin intrínseco el amor, más precisamente el amor como
donación y acogida, como dar y recibir. Pág 35.
1. Eros= egoísmo
2. Filia= Servicio-Alteridad: desarrolla su normalidad estando con los
demás, buscando relaciones de paridad.
3. Ágape: el egoísmo, el servicio trascienda= le doy dignidad de caridad,
oblación a todo lo demás= verdadera traducción del amor.
c. Caminos de liberación
Para liberarse de la tensión de la sexualidad como tabú y misterio a tratado de
embocar algunos caminos.
Frivolidad: ignorar la profundidad y seriedad
Representaciones que pretendan denuminizar la sexualidad
Proyectos de utilización hedonista
El verdadero camino, consistirá en la integración de la sexualidad en la doble
dinámica del crecimiento personal y la relación interpersonal. (Castidad).
3. Reduccionismos habituales
La vivencia de la sexualidad constituye en sí misma una forma específicamente
humana de mostrar y realizar la apertura, el encuentro y la oblatividad que
configuran la misma trascendencia ontológica de la persona humana.
a. Sacramentalidad de la sexualidad
La sexualidad humana significa y realiza la madurez de la persona humana.
En la sexualidad se significa y se realiza de modo eminente ese «ser-para-los-
otros» que configuran el fenómeno humano.
La sexualidad humana es profundamente significativa del ser humano:
a. en cuanto comprendido a partir de su inteligencia, capacidad de afecto y
su libre albedrío.
b. En cuanto apertura dialogal y encuentro creativo y vivificador con
personas del otro sexo.
El matrimonio contraído en forma pública y jurídica ante la sociedad es ya un
signo vivo de que, para el hombre, es esencial trascenderse mediante el amor.
El peligro del dualismo entró al cristianismo por vía del gnosticismo y del
maniqueísmo. Parecía contemplar la sexualidad solamente desde su aspecto
físico y, en consecuencia, la consideraba esencialmente malo.
Niveles de la sexualidad:
1. El sexo cromosómico: XX-XY
2. El sexo hormonal: Andrógenos-Estrógenos
3. El sexo gonádico
4. El sexo según los comportamientos
5. El sexo característica sexual secundarias
6. El sexo como diferencia neurológica
7. El sexo como identidad sexual.
Personalización
La educación de la sexualidad no puede limitarse a una información biológica
que desconozca la formación de hábitos y la asunción de valores fundamentales
para el crecimiento integral de la persona
13/Febrero/2018
Corporeidad
Que la antropología actual ve al hombre como una continuidad entre el mundo
de los animales y el de los hombres. Es decir, la antropología busca describir
fenomenológicamente a los hombres como a los animales.