Tomo 8 - Salmos
Tomo 8 - Salmos
Tomo 8 - Salmos
MUNDO HISPANO
TOMO 8
SALMOS
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Editores Generales
Daniel Carro José
Tomás Poe Rubén O.
Zorzoli Editores
Especiales
Antiguo Testamento: Dionisio Ortiz
Nuevo Testamento: Antonio Estrada
Ayudas Prácticas: James Giles
Artículos Generales: Jorge E. Díaz
Diagramación: Exequiel San Martín A.
EDITORIAL MUNDO HISPANO[página 4] Apartado
Postal 4256, El Paso, TX 79914 EE. UU. de A.
www.editorialmh.com
© Copyright 1997, Editorial Mundo Hispano, 7000 Alabama St., El Paso, Texas 79904. Todos
los derechos reservados. No se podrá reproducir o transmitir todo o parte de este libro en ningu-
na forma o medio sin el permiso escrito de los publicadores, con la excepción de porciones bre-
ves en revistas y/o periódicos. Texto bíblico de la Santa Biblia: Versión Reina-Valera Actualiza-
da, © copyright 1982, 1986, 1987, 1989, usado con permiso.
Primera edición: 1997
Clasificación Decimal Dewey: 220.7
Tema: 1. Biblia—Comentarios
ISBN: 0-311-03108-0
E.M.H. No. 03108
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[página 5]
PREFACIO GENERAL
Desde hace muchos años, la Editorial Mundo Hispano ha tenido el deseo de publicar
un comentario original en castellano sobre toda la Biblia. Varios intentos y planes se
han hecho y, por fin, en la providencia divina, se ve ese deseo ahora hecho realidad.
El propósito del Comentario es guiar al lector en su estudio del texto bíblico de tal
manera que pueda usarlo para el mejoramiento de su propia vida como también para el
ministerio de proclamar y enseñar la palabra de Dios en el contexto de una congregación
cristiana local, y con miras a su aplicación práctica.
El Comentario Bíblico Mundo Hispano consta de veinticuatro tomos y abarca los se-
senta y seis libros de la Santa Biblia.
Aproximadamente ciento cincuenta autores han participado en la redacción del Co-
mentario. Entre ellos se encuentran profesores, pastores y otros líderes y estudiosos de
la Palabra, todos profundamente comprometidos con la Biblia misma y con la obra
evangélica en el mundo hispano. Provienen de diversos países y agrupaciones evangéli-
cas; y han sido seleccionados por su dedicación a la verdad bíblica y su voluntad de par-
ticipar en un esfuerzo mancomunado para el bien de todo el pueblo de Dios. La carátula
de cada tomo lleva una lista de los editores, y la contratapa de cada volumen identifica a
los autores de los materiales incluidos en ese tomo particular.
El trasfondo general del Comentario incluye toda la experiencia de nuestra editorial
en la publicación de materiales para estudio bíblico desde el año 1890, año cuando se
fundó la revista El Expositor Bíblico. Incluye también los intereses expresados en el seno
de la Junta Directiva, los anhelos del equipo editorial de la Editorial Mundo Hispano y
las ideas recopiladas a través de un cuestionario con respuestas de unas doscientas per-
sonas de variados trasfondos y países latinoamericanos. Específicamente el proyecto na-
ció de un Taller Consultivo convocado por Editorial Mundo Hispano en septiembre de
1986.
Proyectamos el Comentario Bíblico Mundo Hispano convencidos de la inspiración divi-
na de la Biblia y de su autoridad normativa para todo asunto de fe y práctica. Recono-
cemos la necesidad de un comentario bíblico que surja del ambiente hispanoamericano y
que hable al hombre de hoy.
El Comentario pretende ser:
* crítico, exegético y claro;
* una herramienta sencilla para profundizar en el estudio de la Biblia;
* apto para uso privado y en el ministerio público;
* una exposición del auténtico significado de la Biblia;
* útil para aplicación en la iglesia;
* contextualizado al mundo hispanoamericano;[página 6]
* un instrumento que lleve a una nueva lectura del texto bíblico y a una más dinámi-
ca comprensión de ella;
* un comentario que glorifique a Dios y edifique a su pueblo;
* un comentario práctico sobre toda la Biblia.
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El Comentario Bíblico Mundo Hispano se dirige principalmente a personas que tienen
la responsabilidad de ministrar la Palabra de Dios en una congregación cristiana local.
Esto incluye a los pastores, predicadores y maestros de clases bíblicas.
Ciertas características del Comentario y algunas explicaciones de su metodología son
pertinentes en este punto.
El texto bíblico que se publica (con sus propias notas —señaladas en el texto con un
asterisco, *,— y títulos de sección) es el de La Santa Biblia: Versión Reina-Valera Actuali-
zada. Las razones para esta selección son múltiples: Desde su publicación parcial (El
Evangelio de Juan, 1982; el Nuevo Testamento, 1986), y luego la publicación completa de
la Biblia en 1989, ha ganado elogios críticos para estudios bíblicos serios. El Dr. Cecilio
Arrastía la ha llamado “un buen instrumento de trabajo”. El Lic. Alberto F. Roldán la
cataloga como “una valiosísima herramienta para la labor pastoral en el mundo de habla
hispana”. Dice: “Conservando la belleza proverbial de la Reina-Valera clásica, esta nueva
revisión actualiza magníficamente el texto, aclara —por medio de notas— los principales
problemas de transmisión… Constituye una valiosísima herramienta para la labor pas-
toral en el mundo de habla hispana.” Aun algunos que han sido reticentes para animar
su uso en los cultos públicos (por no ser la traducción de uso más generalizado) han re-
conocido su gran valor como “una Biblia de estudio”. Su uso en el Comentario sirve co-
mo otro ángulo para arrojar nueva luz sobre el Texto Sagrado. Si usted ya posee y utiliza
esta Biblia, su uso en el Comentario seguramente le complacerá; será como encontrar
un ya conocido amigo en la tarea hermenéutica. Y si usted hasta ahora la llega a conocer
y usar, es su oportunidad de trabajar con un nuevo amigo en la labor que nos une:
comprender y comunicar las verdades divinas. En todo caso, creemos que esta caracte-
rística del Comentario será una novedad que guste, ayude y abra nuevos caminos de
entendimiento bíblico. La RVA aguanta el análisis como una fiel y honesta presentación
de la Palabra de Dios. Recomendamos una nueva lectura de la Introducción a la Biblia
RVA que es donde se aclaran su historia, su meta, su metodología y algunos de sus usos
particulares (por ejemplo, el de letra cursiva para señalar citas directas tomadas de Es-
crituras más antiguas).
Los demás elementos del Comentario están organizados en un formato que creemos
dinámico y moderno para atraer la lectura y facilitar la comprensión. En cada tomo hay
un artículo general. Tiene cierta afinidad con el volumen en que aparece, sin dejar de
tener un valor general para toda la obra. Una lista de ellos aparece luego de este Prefa-
cio.
Para cada libro hay una introducción y un bosquejo, preparados por el redactor de
la exposición, que sirven como puentes de primera referencia para llegar al texto bíblico
mismo y a la exposición de él. La exposición y exégesis forma el elemento más extenso
en cada tomo. Se desarrollan conforme al [página 7] bosquejo y fluyen de página a pági-
na, en relación con los trozos del texto bíblico que se van publicando fraccionadamente.
Las ayudas prácticas, que incluyen ilustraciones, anécdotas, semilleros homiléticos,
verdades prácticas, versículos sobresalientes, fotos, mapas y materiales semejantes
acompañan a la exposición pero siempre encerrados en recuadros que se han de leer
como unidades.
Las abreviaturas son las que se encuentran y se usan en La Biblia Reina-Valera Ac-
tualizada. Recomendamos que se consulte la página de Contenido y la Tabla de Abrevia-
turas y Siglas que aparecen en casi todas las Biblias RVA.
Por varias razones hemos optado por no usar letras griegas y hebreas en las palabras
citadas de los idiomas originales (griego para el Nuevo Testamento, y hebreo y arameo
para el Antiguo Testamento). El lector las encontrará “transliteradas”, es decir, puestas
en sus equivalencias aproximadas usando letras latinas. El resultado es algo que todos
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los lectores, hayan cursado estudios en los idiomas originales o no, pueden pronunciar
“en castellano”. Las equivalencias usadas para las palabras griegas (Nuevo Testamento)
siguen las establecidas por el doctor Jorge Parker, en su obra Léxico-Concordancia del
Nuevo Testamento en Griego y Español, publicado por Editorial Mundo Hispano. Las
usadas para las palabras hebreas (Antiguo Testamento) siguen básicamente las equiva-
lencias de letras establecidas por el profesor Moisés Chávez en su obra Hebreo Bíblico,
también publicada por Editorial Mundo Hispano. Al lado de cada palabra transliterada,
el lector encontrará un número, a veces en tipo romano normal, a veces en tipo bastardi-
lla (letra cursiva). Son números del sistema “Strong”, desarrollado por el doctor James
Strong (1822–94), erudito estadounidense que compiló una de las concordancias bíblicas
más completas de su tiempo y considerada la obra definitiva sobre el tema. Los números
en tipo romano normal señalan que son palabras del Antiguo Testamento. Generalmente
uno puede usar el mismo número y encontrar la palabra (en su orden numérico) en el
Diccionario de Hebreo Bíblico por Moisés Chávez, o en otras obras de consulta que usan
este sistema numérico para identificar el vocabulario hebreo del Antiguo Testamento. Si
el número está en bastardilla (letra cursiva), significa que pertenece al vocabulario griego
del Nuevo Testamento. En estos casos uno puede encontrar más información acerca de
la palabra en el referido Léxico-Concordancia… del doctor Parker, como también en la
Nueva Concordancia Greco-Española del Nuevo Testamento, compilada por Hugo M. Pet-
ter, en el Nuevo Léxico Griego-Español del Nuevo Testamento por McKibben, Stockwell y
Rivas, o en otras obras que usan este sistema numérico para identificar el vocabulario
griego del Nuevo Testamento. Creemos sinceramente que el lector que se tome el tiempo
para utilizar estos números enriquecerá su estudio de palabras bíblicas y quedará sor-
prendido de los resultados.
Estamos seguros de que todos estos elementos y su feliz combinación en páginas
hábilmente diseñadas con diferentes tipos de letra y también con ilustraciones, fotos y
mapas harán que el Comentario Bíblico Mundo Hispano rápida y fácilmente llegue a ser
una de sus herramientas predilectas para ayudarle a [página 8] cumplir bien con la ta-
rea de predicar o enseñar la Palabra eterna de nuestro Dios vez tras vez.
Este es el deseo y la oración de todos los que hemos tenido alguna parte en la elabo-
ración y publicación del Comentario. Ha sido una labor de equipo, fruto de esfuerzos
mancomunados, respuesta a sentidas necesidades de parte del pueblo de Dios en nues-
tro mundo hispano. Que sea un vehículo que el Señor en su infinita misericordia, sabi-
duría y gracia pueda bendecir en las manos y ante los ojos de usted, y de muchos otros
también.
Los Editores
Editorial Mundo Hispano
Lista de Artículos Generales
Tomo 1: Principios de interpretación de la Biblia
Tomo 2: Autoridad e inspiración de la Biblia
Tomo 3: La ley (Torah)
Tomo 4: La arqueología y la Biblia
Tomo 5: La geografía de la Biblia
Tomo 6: El texto de la Biblia
Tomo 7: Los idiomas de la Biblia
Tomo 8: La adoración y la música en la Biblia
Tomo 9: Géneros literarios del Antiguo Testamento
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Tomo 10: Teología del Antiguo Testamento
Tomo 11: Instituciones del Antiguo Testamento
Tomo 12: La historia general de Israel
Tomo 13: El mensaje del Antiguo Testamento para la iglesia de hoy
Tomo 14: El período intertestamentario
Tomo 15: El mundo grecorromano del primer siglo
Tomo 16: La vida y las enseñanzas de Jesús
Tomo 17: Teología del Nuevo Testamento
Tomo 18: La iglesia en el Nuevo Testamento
Tomo 19: La vida y las enseñanzas de Pablo
Tomo 20: El desarrollo de la ética en la Biblia
Tomo 21: La literatura del Nuevo Testamento
Tomo 22: El ministerio en el Nuevo Testamento
Tomo 23: El cumplimiento del Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento
Tomo 24: La literatura apocalíptica
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[página 9]
SALMOS
Exposición Mervin
Breneman Ayudas
Prácticas Ricardo Souto
Copeiro
[página 22]
INTRODUCCION
[página 23]
Cuando entramos en los salmos estamos entrando en el santuario de Dios, un lugar
donde, de manera especial, podemos encontrar a Dios y disfrutar de comunión con él.
Los judíos desde hace 3.000 años y los cristianos desde hace casi 2.000 años han en-
contrado en los salmos una guía inspirada para su oración, adoración y comunión con
Dios.
Es cierto que Dios está presente en todo lugar; pero la Biblia también nos enseña que
Dios ha escogido ciertos lugares y tiempos para manifestar de manera especial su pre-
sencia. Tal es el caso con los acontecimientos en lugares como Sinaí y Jerusalén, y en
tiempos como el éxodo y el peregrinaje de Israel, el tiempo de los grandes profetas, el de
Jesús y podríamos decir en tiempos especiales de avivamiento en la historia de la iglesia.
Siempre es claro que tales manifestaciones de la presencia y revelación de Dios tienen el
propósito de Ilevar su conocimiento a todos los pueblos en todo el mundo. Vale notar
que hoy los salmos se usan en todas partes del mundo.
Así el libro de Salmos puede considerarse un santuario literario que Dios usa para
enseñar, estimular y guiar la adoración de su pueblo. Como el santuario estaba en el
medio del pueblo de Israel, también los salmos están en el lugar medio de nuestra Bi-
blia. Es la parte del AT más usada por los cristianos.
LA INFLUENCIA Y VITALIDAD DE LOS SALMOS
A pesar de haber sido escritos en tiempos y contextos tan distantes de nosotros, los
salmos siguen siendo fuente de inspiración para los creyentes hoy. Siguen teniendo tan-
ta influencia y tanta vitalidad porque su intención es adorar a Dios; no son primordial-
mente para edificar, elevar o purificar al adorador, aunque también lo hacen; pero su
propósito principal es dar gloria a Dios. Los salmos no son antropocéntricos sino teocén-
tricos, pero no olvidan la situación terrestre del hombre. Además, son de inspiración por
su denuedo en la oración, su certeza teológica, su confianza en Dios, su responsabilidad
histórica y social y, por supuesto, su forma estética.
EL CONTEXTO ANTIGUO
Algunos de los salmos pudieron haber sido escritos hace casi 3.500 años. En la Biblia
tenemos indicaciones de cantos y oraciones poéticas mucho antes de la formación del
Salterio. Algunos cánticos antiguos son el cántico de Moisés (Exo. 15:1–18), los oráculos
de Balaam (Núm. 23–24), otro cántico de Moisés (Deut. 32), el cántico de Débora (Jue. 5)
y el de Ana (1 Sam. 2:1–10). También se mencionan libros que parecieran ser colecciones
de canciones: “el libro de las [página 24] batallas de Jehovah” (Núm. 21:14) y “el libro de
Jaser” (2 Sam. 1:18). Además los libros de Samuel y Crónicas contienen varios salmos.
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Los otros pueblos antiguos también usaban cantos en sus cultos religiosos. Tenemos
algunos de ellos de Mesopotamia, de los babilonios, de Egipto y de Ugarit. Sin embargo,
fue en Israel donde más se desarrolló la himnología. Israel no desarrolló algunas artes
como estatuas y relieves, pues el segundo mandamiento limitó esto; tampoco desarrolló
mucho las artes dramáticas, probablemente porque en los pueblos paganos el drama
tenía relación estrecha con sus ritos paganos. Pero Israel se destacó en la música, el
canto y la himnología.
La poesía de Ugarit demuestra varias semejanzas con los salmos de Israel, pues los
restos de Ugarit en Siria son producto de la civilización cananea-fenicia. Estas poesías,
de c. 1400 a. de J.C., son cantos que adoran a Baal, Astarot, Anat y otros dioses cana-
neos. Las investigaciones en los textos ugaríticos han dado luz sobre algunas expresio-
nes que se encuentran en la Biblia y ciertas costumbres cananeas. El hecho de contener
formas de poesía y pares de vocablos en líneas poéticas paralelas muy semejantes a las
de los salmos ha influido para que algunos biblistas acepten fechas más tempranas para
los salmos. Con todo, la poesía de los salmos es más variada y mucho mejor desarrolla-
da que la ugarítica.
CARACTERISTICAS DE LA POESIA HEBREA
La característica más sobresaliente de la poesía hebrea es su “paralelismo”, que algu-
nos Ilaman la rima de ideas. Normalmente los versículos tendrán dos líneas o dos partes
y estas dos líneas tendrá ideas paralelas. Para el oído hebreo era lindo escuchar este tipo
de repetición. De hecho mucho arte consiste en repeticiones, por ejemplo una sinfonía
repite un tema musical con muchas variaciones. Asimismo en el arte de la poesía hebrea
se encuentra todo tipo de variación en el paralelismo. A veces habrá tres o cuatro líneas;
a veces el orden de la segunda será invertido.
Nos ayuda apreciar la belleza de los salmos si observamos este paralelismo; hemos de
verlo como una manera artística de expresar los sentimientos del corazón. También nos
ayuda a captar mejor los conceptos que el salmista quiere comunicar.
Encontramos tres clases básicas de paralelismo: el sinónimo, el sintético y el antitéti-
co. Incluimos aquí dos ejemplos de cada uno. Paralelismo sinónimo: “El que habita en
los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos” (2:4). “Digo: ¿Qué es el hombre, para que
de él te acuerdes; y el hijo de hombre, para que lo visites?” (8:4). En estos casos es claro
que la segunda línea repite en diferentes palabras la misma idea que la primera.
El paralelismo sintético repite el mismo concepto, pero agrega algún contenido adi-
cional. “Los preceptos de Jehovah son rectos; alegran el corazón. El mandamiento de
Jehovah es puro; alumbra los ojos” (19:8). “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con
guardar tu palabra” (119:9). En ambos casos se agrega algo más; el segundo ejemplo es
más claro, pues contesta la primera línea. A menudo será un juicio subjetivo decidir si
se trata de un paralelismo [página 25] sinónimo o sintético. Por ejemplo el Salmo 1:1
podría considerarse sinónimo, pero realmente se agrega algo más en cada una de las
tres líneas: “Bienaventurado el hombre que no anda según el consejo de los impíos, ni se
detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los burladores” (1:1).
El paralelismo antitético es típico de la literatura sapiencial; los proverbios son ma-
yormente antitéticos. Es una manera de enseñar con contrastes. Varios salmos también
usan paralelismo antitético: “Porque Jehovah conoce el camino de los justos, pero el ca-
mino de los impíos perecerá” (1:6). “Porque los malhechores serán destruidos, pero los
que esperan en Jehovah heredarán la tierra” (37:9).
CARACTERISTICAS GENERALES DE LOS SALMOS
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Los salmos son buena parte de la poesía hebrea que tenemos. El fijarse en algunas de
sus características generales también nos ayuda para entender y apreciar esta linda
poesía.
Los salmos se caracterizan por una sencillez de expresión. El habla hebraica es directo
y evita en lo posible explicaciones innecesarias (cf. Sal 95:6). Emplea símbolos gráficos
tales como “la entraña” que significa compasión o “el viento” que es el vocablo empleado
para espíritu, etc. Usa pocas oraciones complejas con frases subordinadas.
Se caracterizan por un vigor de expresión. En el hebreo, el verbo es el centro de las
construcciones gramaticales. Del mismo se derivan los sustantivos. No es idioma suave
o “diplomático” porque es más directo que sutil. Dentro del sistema verbal no hay tiem-
po, sino acción; el tiempo proviene del contexto. El hebreo antiguo hablaba con una
franqueza que a veces nos molesta; decía lo que sentía aun hasta vívidas maldiciones y
palabras francas de venganza.
Se caracterizan por el uso de muchas figuras literarias. El hombre hebraico poseía una
vívida imaginación; vivía intensamente su propia vida y la relacionaba con la histo- ria
del pasado tanto como con el encuentro con la naturaleza existencial. Sus figuras
literarias saltan como “los carros de guerra” (cf. Nah. 2:4) o viene como “el cachorro de
león” (Gén. 49:9), puede decir que Efraín podía ser “torta a la cual no se le ha dado vuel-
ta” (Ose. 7:8). La poesía abunda en personificaciones, metáforas, símiles, repeticiones y
preguntas.
Se caracterizan por un espíritu profundamente religioso. La contribución más
grande de los salmos es su concepto teocéntrico del mundo; considera a su Dios el
Creador, el que sostiene y dirige la historia y por encima de todo es Salvador (Sal. 77:11–
14).
LA FORMACION DEL SALTERIO
El libro de los Salmos no es una compilación hecha en un plazo corto. Su formación
siguió un proceso que debe haber durado por siglos. Algunos salmos muestran estructu-
ras arcaicas; se piensa que algunos ya se cantaban antes de la monarquía (sería más de
un milenio antes de Cristo). Otros salmos fueron escritos después del regreso del cauti-
vero babilónico, quizá hasta 400 a.de J.C. [página 26] (o, según algunos, más tarde). De
hecho, el Libro V contiene más elementos linguísticos tardios que los otros.
Aunque no podemos trazar con detalle este proceso, podemos ver indicaciones de él.
El libro se divide en cinco Libros: I: Salmos 1–41, II: Salmos 42–72, III: Salmos 73–89,
IV: Salmos 90–106, y V: Salmos 107–150. Este hecho indica un proceso; los varios Li-
bros parecen indicar etapas de desarrollo en el Salterio.
Otra indicación del proceso de desarrollo son las duplicaciones de salmos, donde
salmos que se encuentran en otros libros se repiten en los Salmos (1 Crón. 16:8–22 =
Sal. 105:1–15; 1 Crón. 16:23–33 = Sal. 96; 1 Crón. 16:34–36 = Sal. 106:1, 47, 48. Las
duplicaciones de salmos entre los Libros I y II (Sal. 40:14–18 = Sal. 70; Sal. 14 = 53) in-
dicaría que son diferentes colecciones de salmos.
El uso específico del nombre divino es otra indicación de etapas en la formación del
libro. Normalmente los salmos abundan en el uso del nombre propio de Dios, Jehovah;
pero el bloque de Salmos 42–83 usa mayormente Elohim (en otros Elohim es raro). Nóte-
se la diferencia entre el Libro I y Salmos 42–89 (Libro II y parte de III):
Salmos 1–41 = Jehovah, 273 veces; Elohim, 15 veces.
Salmos 42–89 = Jehovah, 74 veces; Elohim 204 veces. Esto representa trabajo edito-
rial en alguna época (¿será por no querer decir el nombre propio de Dios?)
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La nota al fin del Salmo 72 donde dice: “Aquí terminan las oraciones de David…” in-
dica que el autor no conocía los Libros III a V. Realmente el libro de Salmos es una co-
lección de colecciones. Se notan tres colecciones de Salmos “de David” (o “a David”): 3–
41 (excepto 33), 51–70 (excepto 66 y 67), y 138–145. Otras colecciones son los Salmos de
Asaf, 73–83, los de los hijos de Coré, 42–49, 84–88 (excepto 86), los Cánticos Graduales,
120–134, el Hallel Egipcio, 113–118 (se asocia con la Pascua), y otro grupo Hallel, 146–
150.
FECHAS Y AUTORIA DE LOS SALMOS
Para interpretar pasajes bíblicos siempre es de ayuda conocer el contexto histórico de
su origen. Aunque los estudios han podido mostrar el contexto general del origen de los
salmos en Israel; en su historia y en su culto es muy difícil asignar fechas a gran parte
de los salmos. Afortunadamente las características de ellos, que hemos visto, hacen que
sean útiles para la alabanza, la inspiración y la oración del pueblo de Dios en todas las
épocas. Con todo, siempre nos interesa saber, cuando es posible, la época de su origen.
Al principio de este siglo muchos dijeron que casi todos los salmos eran posexílicos.
Sin embargo, por causa de los estudios de análisis de las formas y la influencia de los
estudios ugaríticos, la tendencia recientemente ha sido volver a pensar en fechas más
antiguas, hasta pensar que la mayoría sería preexílica, aunque siempre queda claro que
algunos salmos fueron escritos durante el cautiverio babilónico y algunos son posexíli-
cos.[página 27]
Vale notar algunas razones para fechar muchos salmos más temprano que lo que an-
tes se acostumbraba.
a. La muchas semejanzas con la poesía ugarítica del siglo XIV a. de J.C. Varios sal-
mos muestran detalles estructurales y gramaticales típicos de poesía muy antigua. Al-
gunas palabras que antes señalaban esos salmos como tardíos, se han encontrado en la
poesía ugarítica.
b. El lenguaje de los salmos era común en Israel antes del tiempo de los profetas clá-
sicos. Los salmos no muestran mucha influencia de los profetas pero encontramos in-
fluencia de los salmos en los profetas. Temas de los profetas como el pecado moral na-
cional, la supremacía de la moralidad sobre lo ritual, el juicio escatológico sobre los ma-
los se encuentran muy poco en los salmos. Terminología técnica de los profetas, como
“en aquel día”, “el día de Jehovah” o “los postreros días” no se encuentra en los salmos.
c. Los traductores de la LXX, en el siglo III a. de J.C. no entendieron bien el lenguaje
de los salmos ni entendieron algunos de los títulos, cosa que indica una fecha mucho
antes para la composición de los salmos.
d. Entre los Rollos del Mar Muerto hay unos 12 o 14 mss. de los Salmos que eran co-
pias de manuscritos anteriores, cosa que indica el transcurso de bastante tiempo. Ade-
más, los salmos no canónicos del tiempo macabeo y asmoneo son diferentes de los sal-
mos aun más tardíos del AT. Tratan de imitar a los salmos bíblicos, pero difieren en es-
tructura y en teología.
e. Es interesante que en los salmos no se encuentran nombres propios más tardíos
que la era de David y Salomón, y no se encuentran oraciones para restablecer la línea
davídica.
Aunque estos argumentos indican que gran parte de los salmos es preexílica, siempre
queda claro que algunos salmos son del tiempo del cautiverio babilónico y algunos son
posexílicos.
Uno podría pensar que la presencia de la frase “salmo de David” indicaría la fecha de
muchos salmos. Pero la palabra “de David” (heb. ledavid) puede indicar que el salmo fue
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escrito por David, o que fue escrito para David, o en honor de David. Lo mismo sucede
con la mención de Asaf, los hijos de Coré y otros. De modo que no sabemos quién escri-
bió muchos de los salmos.
Con todo, no debemos ser demasiado escépticos en cuanto a la tradición judía. Mu-
chos de los argmentos usados para decir que David no escribió un salmo u otro no tie-
nen buen fundamento ni tienen fácil respuesta. Dicen que si hay referencia al santuario,
no puede ser de David, pero antes del templo de Salomón existía el tabernáculo. Dicen
que los arameísmos indican fechas tardías, pero David tenía mucho contacto con los si-
rios (arameos); a veces los “arameísmos” pueden indicar un origen en el norte de Israel.
Los títulos de muchos salmos mencionan un acontecimiento en la vida de David, pero
muchos biblistas descuentan esta información por completo porque los títulos no fueron
parte original del salmo.
Es cierto que a menudo los títulos fueron agregados en un tiempo posterior a la com-
posición del salmo. Así no podemos siempre estar seguros de si se basa en la tradición
relacionada con tal salmo, o si fue puesto como una situación ejemplar para el uso del
salmo.[página 28]
Sin embargo, no hemos de despreciar el valor de los títulos. No olvidemos que son
parte del texto hebreo sagrado. Los traductores de la LXX no entendieron algunos de los
términos de los títulos, otra indicación de que los títulos son muy antiguos. Probable-
mente se basaban en muy buena tradición sobre el origen del salmo. El uso de títulos
semejantes en salmos fuera del Salterio (2 Sam. 22:1, Isa. 38:9) sugiere que algunos
salmos ya tenían títulos aun antes de ser incluidos en el Salterio.
La conclusión aceptada aquí es que mientras no podemos ser dogmáticos sobre la au-
toría o fecha de muchos salmos, debemos tomar en serio los títulos. Aunque es probable
que varias veces “de David” quiere decir “dedicado a David” o “en honor a David”, no hay
buenas razones para dudar que David hubiera escrito muchos salmos. Ciertamente la
tradición de que él era buen músico, escribió salmos y organizó el culto tiene firme base
histórica.
LOS TITULOS Y LOS TERMINOS TECNICOS
Ya hemos visto que algunos de los títulos de salmos identifican o asocian el salmo
con una persona y algunos hablan de un acontecimiento histórico. Otros títulos tienen
que ver con la clasificación, es decir, qué tipo de salmo es. Y otros tienen que ver con
detalles musicales como instrumentos o melodías. Puesto que hoy no se sabe con toda
certitud el significado de algunas de estas palabras, algunas de las conclusiones son de-
ducciones basadas en lo que conocemos de otros vocablos relacionados con estos térmi-
nos.
Las palabras clave en los títulos que indican clasificaciones de salmos son varias.
Mizmor significa “salmo” o “canción”, una canción cantada acompañada por cuerdas; se
encuentra en 57 títulos. Shir, que quiere decir “canción”, se encuentra en 30 títulos. Mic-
tam (Salmos 16; 56–60), puede significar “meditación” u “oración silenciosa”; siempre
está en títulos de oraciones davídicas ocasionadas por grandes peligros. Masquil aparece
en 13 títulos (32; 42; 44; 45; 52–55; 74; 78; 88; 89; 142); es de un verbo que significa
“comprender” o “prestar atención”; su significado en los títulos puede ser “armonía que
ayuda al entendimiento”. Tefillah, “una oración”, se encuentra en cinco salmos (17; 86;
90; 102; 142). Tehillah, “alabanza” (se encuentra una vez en el Sal. 145). Tehillim (plural)
es el título hebreo para todo el libro. Sigayón, significa “alabanza” (Sal. 7). Lehzkir, “para
recordar”, delante de Dios. Es decir poner delante de él una petición. Letodah, significa
“para alabar” (o dar gracias). Lelammed, “para enseñar” indica salmos didácticos. Shir
yedidot, significa “canción de amores” (canción de boda).
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Varios títulos indican los instrumentos que acompañarán al cántico. Neginot (4; 54;
55; 61; 67; 76) se refiere a instrumentos de cuerda. Nehilot (5) puede ser “flauta” pero el
significado no es cierto. Sobre Seminit (6; 12) puede significar “la octava” o las notas ba-
jas. Alamot (46) indica las notas altas de las doncellas. Gitit (8; 81; 84) de Gat (lagar),
puede significar cantos del lagar o puede tener relación con la ciudad de Gat.
Otros títulos que parecen extraños a nosotros indican tonadas o melodías segura-
mente conocidas entre el pueblo al cual estos salmos fueron cantados. [página 29] Mut-
labén (9), lit. “muerte al hijo” probablemente era una melodía conocida que se usaba pa-
ra cantar este salmo. Ajelet-sahar (22), lit. “la cierva de la aurora” no tiene nada que ver
con el contenido del salmo, de modo que debe haber sido una indicación de la tonada
usada para cantarlo. Asimismo son las indicaciones Sobre lirios (45; 60; 69; 80); Mahalat
(53; 58. El significado es dudoso; la palabra heb. significa “sufrimiento” o “enfermedad”.
Posiblemente era una melodía usada en tiempos de aflicción); y No destruyas (57–59;
75).
Otros dos vocablos que aparecen en los títulos también eran instrucciones para los
músicos. Selah (heb. salal, “alzar, elevar”) aparece 77 veces en los Salmos y tres veces en
Habacuc. Es una señal litúrgica o musical; su significado preciso no es seguro. Proba-
blemente era una indicación para que los instrumentos, que suavemente acompañaban
a los cantantes, tocaran más fuerte en un interludio. Higayón (9:16; cf. 19:14; 92:3) sig-
nifica “meditar”; como una instrucción musical puede indicar que toquen los instrumen-
tos más suaves.
LOS GENEROS (LITERARIOS) DE SALMOS
Hay varias maneras de clasificar los salmos; muchas son clasificaciones según el
contenido: penitenciales, mesiánicos, acción de gracias, salmos de confianza. Durante el
siglo XX surgieron nuevos estudios que han enfatizado más la forma literaria o género de
cada salmo.
El pionero en este estudio fue Hermann Gunkel (1862–1932). Gunkel identificó y des-
cribió las formas literarias básicas de los salmos. Su énfasis se conoce como la “crítica
de formas”. Muchos de los comentarios subsecuentes han seguido sus líneas generales
de clasificación, aunque con modificaciones.
Después Sigmund Mowinckel siguió desarrollando las ideas de Gunkel y puso énfasis
en la relación entre los salmos y el culto en Israel. Aunque no podemos seguir a Gunkel
y Mowinckel en algunas de sus enseñanzas, los dos énfasis, de géneros y del culto en
Israel, han sido valiosos en la comprensión y la interpretación de los salmos.
En este comentario hemos seguido una clasificación de los salmos según sus géne-
ros. No hemos de exagerar la importancia de identificar el género de un salmo, pues en
algunos casos un salmo puede mostrar características de más de un género. A la vez,
como toda investigación del contexto nos ayuda interpretar los pasajes de la Escritura, el
observar el género o la construcción del salmo y su uso en el culto de Israel nos ayudará
a entender mejor los salmos.
Muchas diferencias de interpretación de pasajes bíblicos tienen que ver con la identi-
ficación de géneros. La identificación del género puede ser consciente o inconsciente,
pero en cualquier caso influye en la interpretación. Cuando leemos el diario, no decimos
“este es un diario y estamos leyendo lo que alguien describe e interpreta de los eventos
de ayer”. Pero lo damos por sentado y lo leemos creyendo que así sucedieron las cosas.
Cuando leemos una carta, la interpretamos de acuerdo con lo que esperamos en una
carta. Cuando leemos las instrucciones que vienen con un televisor, lo leemos con esto
en mente. Cuando leemos en Esdras que el rey Darío dio una orden y buscaron en los
archivos en Babilonia, pensamos que el relato es histórico. Cuando leemos una epístola
23
de [página 30] Pablo, tomamos en cuenta a quiénes escribe y por qué. Normalmente,
todos estamos de acuerdo en cuanto a tales géneros, pero cuando leemos de bestias en
Daniel y Apocalipsis, ¿debemos entenderlas como imágenes simbólicas o literalmente?
Por lo menos alguna reflexión sobre qué género es, será importante en toda interpreta-
ción de textos escritos.
Aunque varios comentaristas difieren en algunos detalles, en general están de acuer-
do en las clasificaciones, que no se han modificado mucho de lo que Gunkel había en-
contrado. En este comentario se señala el género de cada salmo en el título que hemos
puesto. También incluimos un cuadro (ver pp. 36, 37) que presenta un esquema global
de los varios géneros. El lector notará que algunos salmos aparecen bajo más de una
clasificación. En el mismo cuadro hemos incluido algunas categorías que no son pro-
piamente géneros sino que son temáticas, como mesiánicos y penitenciales.
En vez de explicar la estructura de los varios géneros aquí en la Introducción, se ex-
plica en el comentario de uno de los salmos de cada género. El lector encontrará, en las
págs. 36 y 37, que el número de un salmo (o dos) en cada categoría está subrayado para
indicar dónde encontrar la explicación de ese género.
Los géneros indicados son los siguientes (el número entre paréntesis indica el salmo
donde se encuentra la explicación de ese género):
Himnos (103) son cantos de alabanza a Dios; también se señalan varias subcategorí-
as como cánticos de Sion (84), salmos de entronización (96) e himnos de procesio- nes
(84).
Súplicas o lamentaciones colectivas (74) son oraciones nacidas de la angustia en
demanda de socorro de parte de la congregación o comunidad. El mundo del lenguaje
del lamento está basado en la premisa de que Dios contestará a lo que Israel pide; Dios
hará algo y la vida será restaurada. Las subcategorías son oraciones colectivas de con-
fianza y oraciones colectivas de acción de gracias.
Súplicas o lamentaciones individuales (22 y 54) es el grupo más numeroso de sal- mos.
Subgrupos son oraciones de confianza y oraciones individuales de acción de gracias.
Salmos reales (132), no tienen una estructura en común sino el motivo del rey.
Salmos didácticos, no siguen una estructura uniforme pero ponen énfasis en la en-
señanza. Se pueden dividir en sapienciales (1), enseñanzas proféticas (82) y liturgias.
En el cuadro mencionado (ver pp. 36, 37) también hemos señalado los salmos impre-
catorios (109), de géneros mixtos, salmos mesiánicos (110), penitenciales (51) y acrósticos
(119).
EL USO DE LOS SALMOS
Podemos decir que no hay y no ha habido ninguna otra literatura que haya tenido
tanto uso por un tiempo tan extendido como los salmos del AT. Desde muchos siglos an-
tes de Cristo hasta hoy los que aman a Dios usan los salmos en su vida devocional y en
su adoración.[página 31]
Tenemos algunas indicaciones del uso de los salmos en Israel. Los Salmos 120–134
(cantos graduales) probablemente fueron usados por la gente en el camino a los festiva-
les. Según el Talmud se usaban ciertos salmos durante los sacrificios diarios: domingo,
Salmo 24; lunes, Salmo 48; martes, Salmo 82; miércoles, Salmo 94; jueves, Salmo 81;
viernes, Salmo 93; sábado, Salmo 92. En las grandes fiestas religiosas se cantaban sal-
mos: Pascua, 113–118 y 135; Dedicación, 30; Luna Nueva, 81; Tabernáculos, 118. El
Salmo 145 se usaba en cada uno de los festivales anuales (quizá es el himno a que se
refiere en Mar. 14:26). El Salmo 130 fue usado en el día de la Expiación.
24
Los usos primordiales de los salmos, tanto en Israel como en la iglesia, han sido en la
vida devocional privada y en el culto. Varios salmos mencionan el santuario (96:6; 23:6;
122:1; 65:4). Los estudios de Mowinckel enfatizaron la gran influencia de los salmos en
el culto del pueblo de Israel.
Los salmos y su uso en el culto realmente tuvieron una influencia preponderante en
Israel. La sociología nos muestra que cada sociedad va creando su propio mundo (su
mundo de valores, modas y costumbres). En Israel fue el culto que iba formando su
mundo de creencias y valores y los salmos eran el instrumento principal como “hacedor
de su mundo”.
Dios usa los salmos precisamente en el culto, el tiempo cuando los creyentes adoran
a Dios juntos. Sin el culto, es decir, una comunidad que activamente procese las verda-
des de los Salmos, éstos quedan como literatura inerte. Es en el culto donde el creyente
experimenta la convicción, la enseñanza y el poder de Dios en su propia vida. Culto es
un don de Dios por el cual el poder creativo de Dios está mediado. La obra de “hacer el
mundo de uno” la obra dramática de adoración está autorizada y legitimada por el poder
de Dios para “hacer el mundo” que es obra de Dios pero que es procesada por medio de
la acción y habla humanas, obedientes, intencionales, disciplinadas. Estas acciones y
habla humanas moldean y articulan el mundo. Así podemos decir que el “hacer el mun-
do” es obra de Dios, pero se hace por medio de actividad humana que Dios ha autoriza-
da y en que Dios está presente.
Esta percepción del uso de los salmos y la importancia del culto es muy vigente hoy a
la luz de la enseñanza de Jesús de formar una “comunidad alternativa”. Hoy más que
nunca la iglesia tiene que ser tal comunidad alternativa.
Desafortunadamente, “el mundo” de la sociedad hoy está formado por los medios ma-
sivos, los avisos, el cine y la televisión con valores que en gran medida son antibíblicos.
Dios usa y quiere usar más el culto para ir formando el mundo de valores de la contra-
cultura cristiana, pues en la adoración tenemos comunión con Dios y unos con otros y
el Espíritu de Dios va usando su palabra para moldear nuestras vidas cada vez más a la
imagen de Cristo.
Los salmos y el culto de Israel nos enseñan cómo procesar la experiencias comparti-
das a través de “narrativas normativas” (lenguaje del éxodo, los actos de Dios en el pa-
sado, la redención) y nos ayuda en interpretarlas. Asimismo el culto nos dirige a una
entrega más profunda. La adoración articula y encarna (da cuerpo a) nuestra capacidad
de entregarnos, someternos y abandonarnos en confianza y gratitud a Dios. La adora-
ción no es solamente un requisito y necesidad [página 32] dad humanos, es también un
deleite humano. Tenemos un hambre innata de extendernos más allá de nosotros mis-
mos; para devolver nuestra energía y nuestro valor al Dios de quien fue dado. En este
volver a Dios, encontramos nuestro gozo más profundo; esto es lo que significa “Glorifi-
car a Dios y gozarse en él para siempre”. (Nótense la decisiones de entrega en los Sal-
mos: 19:14; 25:1; 42:11; 52:9; 57:7; 116:12, 13; 139:23, 24; 143:10.)
TEOLOGIA EN LOS SALMOS
Los salmos están repletos de teología. Lo que cree un pueblo surge en su canto. De
modo que todos los temas teológicos del AT se encuentran en los salmos. Destacan tres
temas continuamente que son el encuentro personal con Dios, la importancia de la na-
turaleza y el sentido de la historia, y que Dios ha actuado en la historia de Israel y sigue
actuando. Además, uno encuentra todos los temas teológicos como el pecado, el juicio, el
amor de Dios, su misericordia, la providencia, la resurrección, y la esperanza mesiánica.
Aquí sólo queremos comentar tres de los muchos aportes teolágicos: “El centro es Dios”,
“la antropología” y “la oración”.
25
El centro es Dios
El centro de todo el Salterio es Dios mismo. Aunque dice muchísimo del ser humano,
aunque podemos encontrar todos los estados emocionales del hombre en los salmos,
Dios sigue siendo el centro. Se le llama bienaventurado al ser humano que teme a Dios y
ama su palabra, pero no se le alaba, no se le rinde homenaje; esto se reserva solamente
para Dios. Ni los ángeles son loados.
Aunque David era tan importante en la tradición salmista de Israel, es significativo
que no encontramos ningún poema para honrar a David ni a su héroes. El que recibe
toda la honra y la gloria es Dios.
Esta honra y alabanza al único Dios también conlleva un contenido rico, pues se le
alaba por su poder, por quién es, por su creación, por su providencia, por su Espíritu,
por su justicia, por su juicio, por su amor y misericordia, por su actos salvíficos, por su
señáo sobre las naciones y sobre todo el universo. Los salmos llevan al lector al conoci-
miento más completo y más profundo de Dios y a la comunión íntima con él.
La antropología
Aunque los salmos son teocéntricos y no antropocéntricos, nos dan una buena visión
de qué y cómo es el ser humano. Los psicólogos encuentran en los salmos todos los es-
tados emocionales del hombre. Y con cada situación problemática se da una manera de
enfrentarla. Describe al hombre feliz y bendecido, describe sus prioridades, su móviles,
sus pruebas y su profunda confianza en Dios. Los salmistas no pueden pensar en un ser
humano íntegro sin Ilevar una vida de sumisión a Dios y de comunión con él.
Asimismo, los salmos describen los seres humanos que no temen a Dios. Explican
también sus prioridades, su egocentrismo, su prosperidad (temporal), su rebelión contra
Dios, su orgullo, su debilidad y el juicio de Dios que tienen que esperar.
[página 33] La lectura constante de los salmos va nutriendo la mente y el corazón del
creyente. Así se van formando en él conceptos sanos y correctos sobre Dios y en cuanto
a sí mismo. En lugar de leer o escribir libros sobre la teología del Salterio es mejor leer
constantemente los salmos. Algunos líderes cristianos han hecho el hábito de leer todo
el libro de Salmos cada mes.
La oración
El libro de Salmos también se puede considerar un manual de oración. Gran canti-
dad de las alabanzas están dirigidas a Dios en forma de oración. Los salmos enseñan a
toda la congregación qué es orar y cómo orar.
De los salmos hemos de aprender cómo orar a Dios. Lo que los biblistas, teólogos y
educadores cristianos enseñan sobre la oración, ya está en los salmos. Indican que la
oración incluye la adoración, la alabanza, la confesión, la petición y la intercesión. Cada
uno de estos aspectos de la comunión con Dios es desarrollado de muchas formas y en
múltiples contextos.
Los salmos no dejan la oración en un estado académico, seco, intelectualizado; más
bien la viven con todo el calor de su amor para con Dios y su entrega absoluta a su vo-
luntad. Hacen hincapié en los móviles del corazón, la necesidad del corazón contrito,
quebrantado y humilde delante de Dios su Señor y Rey.
Los salmistas reconocen su pecado, que es menester la sanidad espiritual y física, su
debilidad, su necesidad de depender completamente de la gracia y la misericordia de
Dios. Reconocen que Dios quiere adoradores y oradores santos, de modo que hablan
mucho de la ética, los mandamientos de Dios, la justicia, la santidad, la obediencia su-
misa a Dios.
26
Llama la atención la cantidad de salmos en que el pueblo o el salmista está en alguna
crisis, o le atacan los enemigos, o está enfermo, o está desanimado, o en algún otro peli-
gro de muerte, o en una crisis de fe. Los salmos nos enseñan que podemos clamar a
Dios en cualquier situación en que nos encontremos y que Dios siempre escucha y está
consciente de nuestra situación.
También los salmistas nos muestran cómo usar la Palabra de Dios cuando oramos.
Apelan al pacto que Dios hizo con su pueblo, apelan a las promesas de Dios, a sus actos
maravillosos en el pasado y a su misericordia. Podemos usar el libro de Salmos como
una escuela de oración.
Cualquier estado emocional en que se encuentre, uno puede hallar un salmo o varios
que expresan exactamente to que su propio espíritu quiere clamar a Dios. Así durante
siglos los que aman a Dios hah encontrado en los salmos, inspirados por el mismo Espí-
ritu de Dios, las palabras justas para expresar sus clamores, su amor y su adoración al
Dios de todo el universo.
Uno podría preguntar si el cristiano hoy también puede usar oraciones imprecatorias
(deseando destrucción para los enemigos). Una explicación más detallada de las impre-
caciones se encuentra en el comentario a estos salmos (cf. 109). Por supuesto, no pode-
mos pedir mal sobre enemigos personales, pues estamos bajo el Nuevo Pacto. Sin em-
bargo, hay un aspecto de la oración donde las imprecaciones pueden ser útiles, es la ba-
talla contra las fuerzas malignas. Todo este tema involucra la pregunta sobre quiénes
son los enemigos en los salmos.[página 34]
Es claro que en el primer plano los enemigos de Israel y del salmista individual son
seres humanos, son ejércitos y hombres malvados. Pero detrás de ellos hay poderes más
allá de lo humano, diríamos poderes espirituales malignos. Los hebreos no eran tan ana-
líticos como nosotros, no trataron de distinguir entre los enemigos físicos humanos y los
poderes malignos. Los dos juntos constituían los enemigos de Dios.
El NT hace claro que nuestros enemigos principales no son de sangre y carne sino
nuestra lucha es “contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de es-
tas tinieblas, contra espíritus de maldad en los lugares celestiales” (Ef. 6:12). Así el cre-
yente puede usar los salmos imprecatorios contra los enemigos espirituales. El NT da
por sentado esta interpretación de los enemigos de Dios; el lenguaje de Romanos 8:38,
39 to puede indicar: “Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni án-
geles, ni principados, ni lo presente, ni lo porvenir, ni poderes, ni lo alto, ni lo profundo,
ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús,
Señor nuestro.”
Si examinamos a fondo los salmos veremos que tal use de ellos en el NT y hoy no es
una espiritualización exagerada o incorrecta. Los mismos salmistas estaban conscientes
de los poderes demoníacos que se oponían a Dios. Un comentarista alemán de los sal-
mos tan reconocido como Hans-Joachim Kraus, hablando de los poderes enemigos del
pueblo que también son enemigos de Dios, reconoce que son seres humanos, pero dice
que incluyen poderes más allá de lo histórico. Dice Kraus: “Pero en este contexto [de
alabanza], aparece el tema ‘enemistad’. Poderes enemigos hacen frente al Creador y Se-
ñor de las naciones (66:3; 68:1, 2, 21; 97:3; 8:2).… La enemistad contra Yahvé y contra
su pueblo tiene una seriedad última que trasciende los acontecimientos históricos.… la
alabanza de Israel no está a salvo de las impugnaciones y contradicción de los poderes
enemigos que perturban la naturaleza y la historia.… También la alabanza que tiene
como sentido la superación de los dioses apunta al mundo de la mitologia” (Teología de
los salmos [Sígueme, 1985], 171, 172). En el contex to de erudición racionalista alema-
na, donde Kraus escribió, lo mitológico se refiere a lo sobrenatural.
27
Cuando los salmistas hablan de la destrucción de los enemigos de Israel, dice Kraus,
“la medida de la destrucción enemiga trasciende las dimensiones de lo histórico”.
Cuando los salmistas hablan de los enemigos del individuo, usan tres grupos de imá-
genes, los enemigos son comparados con: un ejército enemigo que ataca a los desampa-
rados, cazadores o pescadores que tratan de atrapar su presa y fieras salvajes voraces
que atacan al hombre de manera repentina (Kraus, 147–175). Dice Kraus: “El contraste
entre los poderes enemigos y las instituciones sacras del santuario, las desamparadas
víctimas y, sobre todo, la relación con el Dios que juzga y redime, subraya fuertemente el
carácter demoníaco y alevoso de aquellos. Esos poderes pretenden separar de Dios a los
pobres, a los justos y a los enfermos. Elevan acusaciones y pretenden cortar el lazo que
une a Yahvé con sus siervos. El cuadro que se traza está pensado en algo que va más
allá de lo puramente humano. Se describen poderes ocultos y prototípicamente [pá-
gina 35] mente malos: fuerzas de lo destructivo, enemigo de la vida, de lo que separa de
Yahvé y corrompe la creación” (Ibíd., 178).
No es claro si un erudito como Kraus cree en la existencia de demonios o no, pero re-
conoce que los salmistas, sí, tenían en mente tales fuerzas detrás de los enemigos físi-
cos. “Cuando se dice que el enemigo primigenio es un poder del seol hay que añadir in-
mediatamente que seol y enemigo tienen una única meta o efecto único: apartar de su
Dios a las personas que invocan a Yahvé… En este sentido, es cierta la afirmación de M.
Buber: ‘El enemigo contra el que el salmista polemiza con celo… no son personas
humanas ni poderes humanos sino el tentador primigenio que impide la redención en la
historia’” (Ibíd., 181). Kraus sugiere que cuando los textos neotestamentarios hablan de
demonios, no hemos de pensar solamente en su contexto helenístico, “sino que habrán
de tenerse en cuenta las afirmaciones veterotestamentarias sobre los poderes enemigos y
situar aquellas afirmaciones en un contexto más amplio” (Ibíd., 181).
Los salmistas reconocen que sus enemigos son fuertes; pero es importante notar que
para ellos Dios tiene infinitamente más poder; en un instante los disipa como tamo o
como paja. Nunca dudan de la victoria de Dios sobre sus enemigos y a favor de su pue-
blo. Tiene razón Kraus en decir: “Pero no los poderes enemigos, sino Yahvé es el sobera-
no único, el que vence a los poderes caóticos primigenios en soberanía superior al mun-
do. Los cantores y orantes son plenamente conscientes de esta realidad” (Ibíd., 180).
La conclusión evidente es que el creyente neotestamentario no puede usar oraciones
imprecatorias contra sus enemigos físicos personales, pero sí, bien puede usarlas contra
los enemigos que no son “de sangre y carne” (J. Calvino las usaba así, cf. Sal. 18; 35;
109). Ahora bien, si podemos usar tales oraciones en nuestra lucha espiritual, también
debemos aprender de todos las oraciones de los salmos para adorar a Dios, pedir su so-
corro y su bendición para nosotros y sobre nuestros hermanos y todas los que nos ro-
dean.
Que la confianza en Dios y la comunión con él crezca con el uso de los salmos y que
estos comentarios sean útiles a Dios para el mismo propósito.
28
[página 36]
INDICE DE LOS SALMOS SEGUN GENEROS LITERARIOS
(Los números que aparecen subrayados indican aquellos salmos en cuyo comentario
se encontrará la explicación de ese género).
Himnos 8, 19, 29, 33, 65, 68, 93, 96, 98, 100, 103, 104, 105, 111, 113, 114, 117,
118, 135, 136, 145, 146, 147, 148, 149, 150
Súplicas y 12, 44, 60, 74, 77, 79, 80, 82, 83, 85, 106, 123, 126, 129
lamentos de la
comunidad
Bodas 45, 93
Acción de gracias 18
por la victoria
V. Súplicas o 3, 5, 6, 7, 13, 17, 22, 25, 26, 27:7–14, 28, 31, 35, 38, 39, 42, 43, 51, 54,
lamentos indivi- 55, 56, 57, 59, 61, 63, 64, 69, 70, 71, 86, 88, 102, 109, 120, 130, 140,
duales 141, 142, 143
[página 37] Ora- 4, 11, 16, 23, 27:1–6, 62, 91, 121, 125, 129, 131
ciones de confian-
za
Acción de gracias 18, 30, 32, 34, 40:1–11, 41, 66, 92, 107, 116, 118, 136, 138, 139
Salmos de 8, 19, 29, 33, 46, 47, 48, 76, 84, 87, 93, 96, 97, 98, 99, 103, 104, 105,
29
recuerdos histó- 106, 113, 114, 117, 122, 135, 136, 137
ricos
. Salmos didác-
ticos
Sapienciales 1, 37, 49, 73, 78, 91, 101, 112, 119, 127, 128, 133
Enseñanzas profé- 14, 50, 52, 53, 75, 76, 81, 82, 95, 139
ticas
Imprecatorios 7, 28:4 ss., 35, 54:5, 55:15, 56:7, 58, 59, 69, 79, 83, 109, 137, 139
Mixtos 9, 10, 36, 40, 78, 90, 94, 108, 123, 129, 137, 144
Mesiánicos 2, 16, 22, 24, 45, (68), 69, 72, 89, 110, 118, 132
Acc. Acción
Cánt. Cántico
Did. Didáctico
H. Himno
Hist. Histórico
Mes. Mesiánico
Or. Oración
Pen. Penitencial
Sal. Salmo
Yah. Yahvé
Acc. Acción
Ens. Enseñanza profética
Pen. Penitencial
33
[página 40]
BOSQUEJOS DE LOS SALMOS
SALMO 1: UN SALMO DIDACTICO SOBRE EL CAMINO “FELIZ” DEL JUSTO
1. El camino de los justos, vv. 1–3
2. El camino de los malos, vv. 4, 5
3. Conclusión: la gran diferencia al final, v. 6
SALMO 2: SALMO REAL. LA CORONACION DEL UNGIDO
1. La rebelión contra el Rey, vv. 1–3
2. Burla divina, vv. 4–6
3. El decreto divino, vv. 7–9
4. Un Ilamado a los reyes, vv. 10–12
SALMO 3: SUPLICA INDIVIDUAL. CONFIANZA EN LA CRISIS
1. Se multiplican los enemigos, vv. 1, 2
2. Clamor a Dios, vv. 3, 4
3. Descanso en Dios, vv. 5, 6
4. De Dios es la victoria, vv. 7, 8
SALMO 4: SUPLICA INDIVIDUAL. ORACION DE CONFIANZA
1. Oración, v. 1
2. Exhortación a los adversarios, vv. 2–5
3. Confianza y paz, vv. 6–8
SALMO 5: SUPLICA INDIVIDUAL POR LA PROTECCION DE DIOS
1. Clamor a Dios en la mañana, vv. 1–3
2. Dios es santo, vv. 4–6
3. Pedido por la dirección de Dios, vv. 7–9
4. Confianza en la respuesta de Dios, vv. 10–12
SALMO 6: SUPLICA INDIVIDUAL. UN SALMO PENITENCIAL
1. Una oración de angustia, vv. 1–3
2. Oración por el socorro de Dios, vv. 4, 5
3. Descripción de la angustia, vv. 6, 7
4. Oración de confianza, vv. 8–10
SALMO 7: SUPLICA INDIVIDUAL DEL ACUSADO FALSAMENTE
1. Petición de socorro, vv. 1, 2
2. Juramento de inocencia, vv. 3–5
3. Pedido para que Dios actúe, vv. 6, 7
4. Dios es el que juzga, vv. 8, 9
5. Dios es juez justo, vv. 10, 11
6. Las consecuencias del pecado, vv. 12–16
34
7. Voto de alabanza, v. 17
[página 41] SALMO 8: HIMNO A LA GLORIA DE DIOS
1. La gloria de Dios, vv. 1, 2
2. ¿Qué el hombre?, vv. 3–8
3. La gloria de Dios, v. 9
SALMO 9: SUPLICA INDIVIDUAL. LA JUSTICIA DE DIOS
1. Gracias a Jehovah por su ayuda, vv. 1–4
2. Dios es juez de los pueblos, vv. 5–8
3. Dios protector y fortaleza de los pobres, vv. 9, 10
4. Proclamación, agradecimiento y petición, vv. 11–14
5. Dios conocido por sus juicios pasados, vv. 15, 16
6. Dios hará justicia, vv. 17, 18
7. Oración final, vv. 19, 20
SALMO 10: SUPLICA INDIVIDUAL. LA JUSTICIA DE DIOS SE DEMORA
1. Invocación, v. 1
2. Descripción de los impiós, vv. 2–11
3. Clamor a Dios, vv. 12–15
4. Dios hará justicia, vv. 16–18
SALMO 11: SUPLICA INDIVIDUAL. ORACION DE CONFIANZA
1. Consejos equivocados, vv. 1–3
2. La respuesta de fe, vv. 4–7
SALMO 12: SUPLICA COMUNITARIA PARA QUE DIOS ACUTE EN MEDIO DE LA
MALDAD
1. Clamor por ayuda ante los malos, vv. 1, 2
2. Imprecación contra los malos, vv. 3, 4
3. La promesa divina de socorro, vv. 5, 6
4. Expresión de confianza, vv. 7, 8
SALMO 13: SUPLICA INDIVIDUAL DESDE UNA SITUACION ANGUSTIADA
1. El lamento, vv. 1, 2
2. Petición de ayuda, vv. 3, 4
3. Expresión de confianza, vv. 5, 6
SALMO 14: SALMO DIDACTICO CON ENSENAÑZA PROFETICA
1. El necio: su pensamiento y sus actos, vv. 1–4
2. Dios está contra los necios, vv. 5, 6
3. Clamor por la victoria, v. 7
SALMO 15: SALMO LITURGICO Y DIDACTICO
1. ¿Quién puede entrar?, v. 1
35
2. Tres condiciones positivas, v. 2
3. Tres condiciones negativas, v. 3[página 42]
4. Dos condiciones positivas, v. 4
5. Dos condiciones negativas, v. 5a
6. Una bendición, v. 5b
SALMO 16: SUPLICA INDIVIDUAL. UNA ORACION DE CONFIANZA
1. La fe del creyente, vv. 1–4
2. La fortaleza del creyente, vv. 5, 6
3. La esperanza del creyente, vv. 7–11
SALMO 17: SUPLICA INDIVIDUAL. ORACION POR PROTECCION
1. Clamor por vindicación, vv. 1, 2
2. Dios le examina, vv. 3–5
3. Petición de protección, vv. 6–9
4. Características de los malos, vv. 10–12
5. Pedido de acción, vv. 13, 14
6. Declaración de confianza, v. 15
SALMO 18: SUPLICA INDIVIDUAL. ACCION DE GRACIAS POR LA LIBERACION
1. Dios es mi refugio, vv. 1, 2
2. Clamor en las crisis, vv. 3–6
3. Liberación con poder, vv. 7–19
4. Integridad y humildad, vv. 20–29
5. La gracia de Dios, vv. 30–34
6. Dios da victoria, vv. 35–45
7. Doxología de alabanza, vv. 46–50
SALMO 19: UN HIMNO DE ALABANZA AL CREADOR Y A SU LEY
1. La gloria de Dios en los cielos, vv. 1–6
2. La Palabra de Dios, vv. 7–10
3. La vida con Dios, vv. 11–14
SALMO 20: SALMO REAL. INTERCESION POR EL REY
1. Invocación por el rey, vv. 1–5
2. Declaración de confianza, vv. 6–8
3. Oración final, v. 9
SALMO 21: SALMO REAL. JEHOVAH DA VICTORIA
1. Gratitud por victorias del pasado, vv. 1–7
2. Confianza para victorias futuras, vv. 8–13
SALMO 22: SUPLICA INDIVIDUAL: SUFRIMIENTO Y VICTORIA. MESIANICO
1. Clamor por socorro, vv. 1, 2
36
2. Confesión de confianza, vv. 3–5
3. Descripción del problema, vv. 6–8
4. Apelación a su relación con Dios, vv. 9–11[página 43]
5. Descripción del sufrimiento, vv. 12–18
6. Petición por auxilio, vv. 19–21
7. Alabanza por la respuesta, vv. 22–24
8. Voto y testimonio de alabanza, vv. 25–28
9. Enfoque misionero de la alabanza, vv. 29–31
SALMO 23: SUPLICA INDIVIDUAL. SALMO DE CONFIANZA
1. Jehovah como pastor, vv. 1–4
2. Jehovah como anfitrión, vv. 5, 6
SALMO 24: SALMO LITURGICO. HIMNO DE PROCESION: EL REY DE GLORIA
1. Adoración al Rey creador, vv. 1, 2
2. Condiciones para adorar al Rey santo, vv. 3–6
3. La entrada del Rey victorioso, vv. 7–10
SALMO 25: SUPLICA INDIVIDUAL: ORACION DE CONFIANZA. ACROSTICO.
1. Declaración de confianza, vv. 1–3
2. Apelación al amor de Dios, vv. 4–7
3. La bondad de Dios, vv. 8–11
4. Recompensas del que teme a Dios, vv. 12–15
5. Súplica por la salvación, vv. 16–22
SALMO 26: SUPLICA INDIVIDUAL. ORACION DE INTEGRIDAD
1. Clamor por vindicación, vv. 1–3
2. Afirmación de inocencia, vv. 4–8
3. Alabanza y súplica, vv. 9–12
SALMO 27: SUPLICA INDIVIDUAL. SALMO DE CONFIANZA
1. Una declaración de confianza, v. 1
2. Confianza frente a los peligros, vv. 2, 3
3. Confianza en la comunión, vv. 4–6
4. Confianza en la oración, vv. 7–9
5. Confianza en el sostén de Dios, vv. 10–13
6. Invitación a la confianza, v. 14
SALMO 28: SUPLICA INDIVIDUAL Y ALABANZA POR LA RESPUESTA
1. Clamor para que Dios escuche, vv. 1, 2
2. Clamor por justicia, vv. 3–5
3. La respuesta a la súplica, vv. 6, 7
4. Compartiendo la bendición, vv. 8, 9
37
SALMO 29: UN HIMNO A JEHOVAH, PODEROSO SOBRE LA TORMENTA
1. Llamado a la adoración, vv. 1, 2
2. Adoración por la voz de Dios en la tormenta, vv. 3–9
3. Adoración a Dios en su templo, vv. 10, 11[página 44]
SALMO 30: SUPLICA INDIVIDUAL. ACCION DE GRACIAS Y ALABANZA
1. Declaración introductoria, v. 1
2. Un resumen inicial, vv. 2–5
3. Referencia a la crisis que había confrontado, vv. 6, 7
4. Recuerdo del clamor a Dios, vv. 8–10
5. Liberación, v. 11
6. Declaración final de alabanza, v. 12
SALMO 31: SUPLICA INDIVIDUAL. CONFIANZA EN SITUACION DE ANGUSTIA
1. Clamor por salvación, vv. 1–4
2. Declaración de confianza, vv. 5–8
3. Clamor de uno que se siente rechazado, vv. 9–13
4. Oración de fe, vv. 14–18
5. Alabanza por la respuesta, vv. 19–24
SALMO 32: SUPLICA INDIVIDUAL. ACCION DE GRACIAS POR EL PERDON
1. Pecado perdonado, vv. 1, 2
2. La tristeza por la comunión rota, vv. 3, 4
3. Confesión y comunión restaurada, vv. 5–7
4. Promesa y exhortación, vv. 8, 9
5. El secreto del verdadero gozo, vv. 10, 11
SALMO 33: UN HIMNO DE ALABANZA A DIOS POR LO QUE ES Y LO QUE HACE
1. Llamado a la adoración con música, vv. 1–3
2. La palabra creadora de Dios, vv. 4–9
3. El plan eterno de Dios, vv. 10–12
4. La providencia de Dios que mira todo, vv. 13–19
5. La fe de los adoradores, vv. 20–22
SALMO 34: SUPLICA INDIVIDUAL Y ACCION DE GRACIAS
1. La resolución de alabar a Dios, vv. 1–3
2. El testimonio de fe, vv. 4–7
3. Una exhortación a la constancia en la fe, vv. 8–10
4. Exhortaciones para la vida, vv. 11–14
5. Enseñanzas acerca de la vida con Dios, vv. 15–22
SALMO 35: SUPLICA INDIVIDUAL: CLAMOR DEL CALUMNIADO. IMPRECATORIO
1. Clamor a Dios, vv. 1–3
38
2. La derrota de los enemigos, vv. 4–8
3. Agradecimiento por la salvación, vv. 9, 10
4. La maldad de los enemigos, vv. 11–16
5. Petición de juicio sobre la maldad, vv. 17–21
6. Pedido por la acción de Dios, vv. 22–25
7. Gozo por la victoria de Dios, vv. 26–28[página 45]
SALMO 36: SUPLICA INDIVIDUAL. LA MISERICORDIA DE DIOS
1. La maldad del impío, vv. 1–4
2. La bondad de Jehovah, vv. 5–9
3. Una oración, vv. 10–12
SALMO 37: SALMO DIDACTICO-SAPIENCIAL. ACROSTICO.
1. El justo descansa en Jehovah, vv. 1–11
2. El fracaso de los impíos, vv. 12–15
3. Dios cuida a los justos, vv. 16–19
4. Contraste entre justos e impíos, vv. 20–24
5. Características del justo, vv. 25–31
6. La mirada hacia el futuro, vv. 32–40
SALMO 38: SUPLICA INDIVIDUAL. SALMO PENITENCIAL
1. Lamento por los sufrimientos, vv. 1–8
2. La soledad aumenta el dolor, vv. 9–15
3. Penitencia y esperanza, vv. 16–22
SALMO 39: SUPLICA INDIVIDUAL. EL SUFRIDO PIDE CLEMENCIA
1. El sufrimiento, vv. 1–3
2. La vida es pasajera, vv. 4–6
3. Fe y confesión, vv. 7–11
4. Oración final, vv. 12, 13
SALMO 40: SUPLICA INDIVIDUAL Y ACCION DE GRACIAS
1. Lo que Dios hizo, vv. 1–5
2. La respuesta del salmista, vv. 6–10
3. Clamor a Dios, vv. 11, 12
4. Clamor contra los enemigos, vv. 13–15
5. Confianza en Dios, vv. 16, 17
SALMO 41: SUPLICA INDIVIDUAL. DESDE EL LECHO DE DOLOR
1. Bendición para los misericordiosos, vv. 1–3
2. Lamento del enfermo abandonado, vv. 4–9
3. Oración de confianza, vv. 10–12
4. Doxología, v. 13
39
SALMO 42: SUPLICA INDIVIDUAL. ANHELO POR LA PRESENCIA DE DIOS
1. Anhelo de Dios y recuerdos, vv. 1–5
2. Abandono de Dios y burla de los enemigos, vv. 6–11
SALMO 43: SUPLICA INDIVIDUAL. ANHELO POR LA COMUNION CON DIOS
1. Clamor a Dios, vv. 1–3
2. Declaración de confianza, vv. 4, 5[página 46]
SALMO 44: SUPLICA COMUNITARIA PARA LIBERACION NACIONAL
1. Un pasado glorioso, vv. 1–3
2. Confianza en Jehovah, vv. 4–8
3. Una situación angustiosa, vv. 9–16
4. Declaración de inocencia, vv. 17–22
5. Petición de socorro, vv. 23–26
SALMO 45: SALMO REAL Y MESIANICO. CANTICO DE LAS BODAS DEL REY
1. El prólogo, v. 1
2. La persona del rey, vv. 2–5
3. La posición del rey, vv. 6–9
4. La presentación de la reina, vv. 10–15
5. Promesas para el futuro, vv. 16, 17
SALMO 46: HIMNO DE CONFIANZA. CANTICO DE SION
1. Dios, nuestro refugio en la tormenta, vv. 1–3
2. Nuestro refugio en la crisis política, vv. 4–7
3. Nuestro refugio en la crisis internacional, vv. 8–11
SALMO 47: HIMNO A LA REALEZA DE JEHOVAH
1. Nuestro Rey será rey de todos, vv. 1–4
2. Adoración al Rey de toda la tierra, vv. 5–7
3. El reinado universal de Dios, vv. 8–10
SALMO 48: HIMNO. CANTICO DE SION: JEHOVAH REY VICTORIOSO
1. La victoria del Rey, vv. 1–3
2. La victoria del Rey, vv. 4–7
3. Alabanzas al Rey, vv. 8–10
4. La permanencia del Rey, vv. 11–14
SALMO 49: SALMO DIDACTICO. LA VANIDAD DE CONFIAR EN RIQUEZAS
1. Un mensaje universal, vv. 1–4
2. Los que confían en la riqueza, vv. 5–13
3. Un contraste de porvenires, vv. 14–20
SALMO 50: SALMO DIDACTICO. UNA CEREMONIA DE RENOVACION DEL PACTO
1. Aparece el juez, vv. 1–6
40
2. El verdadero significado del sacrificio, vv. 7–15
3. El verdadero significado de la ley, vv. 16–23
SALMO 51: SUPLICA INDIVIDUAL. SALMO PENITENCIAL
1. Confesión, vv. 1–6
2. Restauración, vv. 7–13
3. Compromiso, vv. 14–19[página 47]
SALMO 52: SALMO DIDACTICO. FINAL DEL HOMBRE VIL
1. La conducta y el fin del malvado, vv. 1–5
2. La esperanza y alabanza del justo, vv. 6–9
SALMO 53: SALMO DIDACTICO CON ENSEÑANZA PROFETICA
1. El necio: su pensamiento y sus actos, vv. 1–4
2. La victoria de Dios, v. 5
3. Clamor por la restauración, v. 6
SALMO 54: SUPLICA INDIVIDUAL. CLAMOR DE UN PERSEGUIDO
1. Clamor a Dios, vv. 1–3
2. Dios es mi ayudador, vv. 4, 5
3. Agradecimiento a Dios, vv. 6, 7
SALMO 55: SUPLICA INDIVIDUAL DE UNA PERSONA TRAICIONADA
1. Clamor a Dios contra los enemigos, vv. 1–8
2. Dios juzga la maldad, vv. 9–15
3. Confianza en Dios, vv. 16–23
SALMO 56: SUPLICA INDIVIDUAL. ORACION DE CONFIANZA
1. El clamor a Dios, vv. 1, 2
2. Una declaración de fe, vv. 3, 4
3. El peligro expuesto, vv. 5–8
4. La oración y el poder de Dios, vv. 9–11
5. Gratitud por la victoria de Dios, vv. 12, 13
SALMO 57: SUPLICA INDIVIDUAL. CONFIANZA EN MEDIO DEL PELIGRO
1. Clamor y confianza, vv. 1–3
2. Los enemigos, el lamento, vv. 4–6
3. Alabanza por la victoria, vv. 7–11
SALMO 58: SUPLICA COLECTIVA. DIOS EL JUEZ DE LA TIERRA
1. Acusación a los magistrados, vv. 1, 2
2. Descripción de los líderes impíos, vv. 3–5
3. Clamor por justicia, vv. 6–9
4. El juicio de Dios, vv. 10, 11
SALMO 59 SUPLICA INDIVIDUAL. CLAMOR DE UN INOCENTE PERSEGUIDO
41
1. Clamor por liberación de los enemigos, vv. 1–5
2. Los enemigos rabiosos, vv. 6, 7
3. El juicio de Dios, vv. 8–13
4. Los enemigos rabiosos quedan insatisfechos, vv. 14, 15
5. Alabanza por el triunfo, vv. 16, 17[página 48]
SALMO 60: SUPLICA COMUNITARIA EN MEDIO DE LA DERROTA
1. Lamento por la derrota, vv. 1–5
2. Mensaje profético de victoria, vv. 6–8
3. Oración de confianza, vv. 9–12
SALMO 61: SUPLICA INDIVIDUAL DE UN DESTERRADO
1. Pedido por retorno al refugio, vv. 1–4
2. Bendición y alabanza duraderas, vv. 5–8
SALMO 62: SUPLICA INDIVIDUAL. ORACION DE CONFIANZA
1. Confianza aun en la persecución, vv. 1–4
2. Autoexhortación a la confianza, vv. 5–8
3. Motivos de la confianza, vv. 9–12
SALMO 63: SUPLICA INDIVIDUAL DE UN ALMA SEDIENTA DE DIOS
1. Dios mi anhelo, vv. 1–4
2. Dios mi deleite, vv. 5–8
3. Dios mi defensa, vv. 9–11
SALMO 64: SUPLICA INDIVIDUAL POR PROTECCION DE LOS ENEMIGOS
1. Clamor por protección, vv. 1, 2
2. Descripción de los malos, vv. 3–6
3. Dios se manifiesta por su juicio, vv. 7–10
SALMO 65: HIMNO DE ALABANZA Y ACCION DE GRACIAS
1. Dios es digno de alabanza, v. 1
2. El perdón de Dios, vv. 2–4
3. El poder de Dios, vv. 5–8
4. La generosidad de Dios, vv. 9–13
SALMO 66: SUPLICA COLECTIVA. ALABANZA POR LOS HECHOS DE DIOS
1. Que toda la tierra glorifique a Dios, vv. 1–4
2. Los actos de Dios en su pueblo, vv. 5–7
3. Liberación de una prueba, vv. 8–12
4. Sacrificios de acción de gracias, vv. 13–15
5. Testimonio de oración contestada, vv. 16–20
SALMO 67: SUPLICA COLECTIVA. ALABANZA AL SALVADOR UNIVERSAL
1. Misericordia para el pueblo de Dios, vv. 1–3
42
2. La reacción de las naciones, vv. 4, 5
3. La presencia y la bendición de Dios, vv. 6, 7
SALMO 68: CELEBRACION LITURGICA DE LAS VICTORIAS DE DIOS
1. Un cántico de victoria en el éxodo, vv. 1–6
2. Un himno de la victoria en el desierto, vv. 7–10[página 49]
3. Un cántico de victoria en Canaán, vv. 11–14
4. Sion, el monte de victoria, vv. 15–18
5. Un cántico al Dios de la salvación, vv. 19–23
6. La procesión al santuario, vv. 24–27
7. Naciones reconocen el poder de Dios, vv. 28–30
8. Exuberante alabanza al Dios del triunfo, vv. 31–35
SALMO 69: SUPLICA INDIVIDUAL E IMPRECATIVA
1. Clamor de angustia, vv. 1–4
2. Explicación de la situación y un autoexamen, vv. 5–12
3. Plegaria por liberación, vv. 13–21
4. Imprecación contra los enemigos, vv. 22–28
5. Alabanza por la salvación, vv. 29–36
SALMO 70: SUPLICA INDIVIDUAL PIDIENDO LIBERACION
1. Lamento, vv. 1–3
2. Esperanza, vv. 4, 5
SALMO 71: SUPLICA INDIVIDUAL DE UN ANCIANO EN PELIGRO
1. Clamor por protección y liberación, vv. 1–3
2. Dios ha sido fiel, vv. 4–6
3. Queja y petición, vv. 7–13
4. Confianza y esperanza, vv. 14–16
5. Experiencias de victoria, vv. 17–19
6. Esperanza y alabanza, vv. 20–24
SALMO 72: SALMO REAL. EL REINADO DEL REY IDEAL
1. Un reino justo, vv. 1–5
2. El alcance del reino, vv. 6–11
3. Un reino de compasión y bendición, vv. 12–17
4. Doxología, vv. 18–20
SALMO 73: SALMO DIDACTICO. DE LA DUDA A LA FE
1. La introducción del salmista, vv. 1–3
2. Las ventajas de los impíos, vv. 4–9
3. Lo inútil de la piedad, vv. 10–14
4. La perspectiva bíblica, vv. 15–20
43
5. La fe reafirmada, vv. 21–26
6. La conclusión del salmista, vv. 27, 28
SALMO 74: SUPLICA COLECTIVA POR CAUSA DE LA RUINA DEL TEMPLO
1. Clamor por socorro, vv. 1–3
2. El santuario destruido, vv. 4–8
3. Los enemigos blasfeman, vv. 9–11
4. Maravillas que Dios hizo antes, vv. 12–17
5. Clamor por la liberación, vv. 18–23[página 50]
SALMO 75: SALMO DIDACTICO. ENSEÑANZA PROFETICA: LA COPA DE JUICIO
1. Alabanza, v. 1
2. Anuncio del juicio, vv. 2–5
3. Exhortación profética, vv. 6–8
4. Alabanza y esperanza, vv. 9, 10
SALMO 76: HIMNO. CANTICO DE SION: DIOS TEMIBLE Y VICTORIOSO
1. Dios se hace conocer por su victoria, vv. 1–6
2. Dios juzga a los enemigos, vv. 7–10
3. La respuesta de alabanza, vv. 11, 12
SALMO 77: SUPLICA COMUNITARIA. DE DUDAS A FE EN EL DIOS DE LAS MARA-
VILLAS
1. Angustia, vv. 1–3
2. Confesión de dudas, vv. 4–9
3. Lo que Dios ha hecho, vv. 10–15
4. El gran poder de Dios, vv. 16–20
SALMO 78: SALMO DIDACTICO. LECCIONES DE LA HISTORIA
1. Introducción: aprendamos de la historia, vv. 1–11
2. Actos misericordiosos de Dios, vv. 12–16
3. Rebelión, vv. 17–20
4. La ira y el castigo de Dios, vv. 21–32
5. Secuela reflexiva, vv. 33–41
6. Actos misericordiosos de Dios, vv. 42–55
7. Rebelión, vv. 56–58
8. La ira y el castigo de Dios, vv. 59–64
9. Secuela reflexiva, vv. 65–72
SALMO 79: SUPLICA COMUNITARIA. JERUSALEN DESTRUIDA
1. Destrucción, vv. 1–4
2. Imprecación, vv. 5–7
3. Súplicas, vv. 8–12
44
4. Voto de alabanza, v. 13
SALMO 80: UNA SUPLICA COMUNITARIA POR LA RESTAURACION DE ISRAEL
1. Se reconoce el poder de Dios, vv. 1–3
2. La situación de angustia, vv. 4–7
3. Misericordia en el pasado, vv. 8–13
4. El clamor por ayuda, vv. 14–19
SALMO 81: SALMO DIDACTICO. MENSAJE PROFETICO EN UNA FIESTA
1. Invitación a la alabanza, vv. 1–5b
2. La bondad de Dios para Israel, vv. 5c–10
3. Dios anhela la obediencia de Israel, vv. 11–16[página 51]
SALMO 82: SUPLICA COMUNITARIA. REPRENSION A JUECES INJUSTOS
1. Dios, el juez supremo, v. 1
2. Llamado a los jueces corruptos, vv. 2–4
3. Juicio sobre los jueces injustos, vv. 5–7
4. El verdadero juez soberano, v. 8
SALMO 83: SUPLICA COMUNITARIA CONTRA NACIONES HOSTILES
1. Descripción de la crisis, vv. 1–8
2. Petición de juicio, vv. 9–18
SALMO 84: HIMNO DE UN PEREGRINO. UN CANTICO DE SION
1. Anhelo por la casa de Dios, vv. 1–4
2. Peregrinación con bendición, vv. 5–8
3. Expresión de súplica y confianza, vv. 9–12
SALMO 85: SUPLICA COMUNITARIA POR UN AVIVAMIENTO
1. Misericordia en el pasado, vv. 1–3
2. La necesidad ahora, vv. 4–7
3. Confianza, vv. 8, 9
4. Avivamiento, vv. 10–13
SALMO 86: SUPLICA INDIVIDUAL DE UN CREYENTE ANGUSTIADO
1. Clamor por auxilio, vv. 1–7
2. Adoración al Dios glorioso, vv. 8–10
3. Súplica y alabanza, vv. 11–13
4. Confianza en un Dios misericordioso, vv. 14–17
SALMO 87: CANTICO DE SION. CENTRO ESPIRITUAL DE TODOS LOS PUEBLOS
1. Sion, ciudad de Dios, vv. 1–3
2. Sion, el deseo de todas las naciones, vv. 4–7
SALMO 88: SUPLICA INDIVIDUAL DE UN AFLIGIDO
1. Clamor de urgencia, vv. 1–3
45
2. Descripción de sufrimientos, vv. 4–9
3. La oscuridad de la muerte, vv. 10–12
4. Petición y lamento, vv. 13–18
SALMO 89: SALMO REAL. RECUERDO DEL PACTO DAVIDICO
1. Un pacto perpetuo, vv. 1–4
2. Dios es rey soberano, vv. 5–18
3. Descripción del pacto, vv. 19–37
4. Lamento, vv. 38–45
5. Petición, vv. 46–52[página 52]
SALMO 90: SUPLICA COLECTIVA. EL DIOS ETERNO Y EL HOMBRE FUGAZ
1. Dios es eterno, vv. 1, 2
2. El hombre es pasajero, vv. 3–6
3. El hombre bajo el juicio de Dios, vv. 7–12
4. Oración por la gracia de Dios, vv. 13–17
SALMO 91: SUPLICA INDIVIDUAL. ORACION DE CONFIANZA
1. Mi refugio, vv. 1, 2
2. Protección segura, vv. 3–8
3. Protección personal, vv. 9–13
4. Promesa de Jehovah, vv. 14–16
SALMO 92: SUPLICA INDIVIDUAL. ACCION DE GRACIAS
1. Testimonio de alabanza, vv. 1–3
2. Regocijo por la obra de Jehovah, vv. 4–6
3. La prosperidad del impío es pasajera, v. 7
4. La exaltación de Jehovah, v. 8
5. La vida del impío juzgada por Dios, v. 9
6. Regocijo por la obra de Dios, vv. 10, 11
7. El testimonio futuro de los justos, vv. 12–15
SALMO 93: UN HIMNO A LA REALEZA DE JEHOVAH, REY DE LA CREACION
1. La magnificencia del Rey creador, vv. 1, 2
2. La creación magnifica al Rey, vv. 3, 4
3. La palabra y la santidad del Rey, v. 5
SALMO 94: SUPLICA COMUNITARIA AL DIOS DE VINDICACION
1. Clamor por justicia y recompensa, vv. 1, 2
2. Queja contra los impíos, vv. 3–7
3. Reproche a los escépticos, vv. 8–10
4. Consuelo a los que sufren, vv. 11–16
5. Jehovah da confianza, vv. 17–19
46
6. Jehovah hace justicia, vv. 20–23
SALMO 95: SALMO DIDACTICO Y LLAMADO A LA ADORACION
1. Llamado a la adoración, vv. 1–7c
2. Admonición al pueblo, vv. 7d–11
SALMO 96: UN HIMNO A LA REALEZA DE JEHOVAH CON ENFASIS MISIONOLOGI-
CO
1. La invitación a adorar, vv 1–3
2. La grandeza de Dios, vv. 4–6
3. La motivación principal para la misión, vv. 7–9
4. Dios reina y viene a juzgar, vv. 10–13[página 53]
SALMO 97: UN HIMNO DE LA REALEZA DE JEHOVAH QUE ANUNCIA SU VENIDA
1. La manifestación gloriosa de Jehovah como rey, vv. 1–7
2. El regocijo de los justos, vv. 8–12
SALMO 98: UN HIMNO A LA REALEZA DE JEHOVAH
1. Llamado a la adoración, v. 1a
2. Israel adora a Jehovah, vv. 1b–3
3. Toda la tierra adora a Jehovah, vv. 4–6
4. Todo el universo adora, vv. 7–9
SALMO 99: UN HIMNO A LA REALEZA DE JEHOVAH QUE ES SANTO
1. Jehovah, rey sobre todo, es santo, vv. 1–3
2. Jehovah, rey justo, es santo, vv. 4, 5
3. Jehovah revela su justicia y santidad, vv. 6–9
SALMO 100: UN HIMNO SUBLIME DE ADORACION
SALMO 101: SALMO REAL. DIDACTICO: VOTOS DE UN GOBERNANTE
1. El carácter del rey, vv. 1–4
2. Principios de integridad y justicia, vv. 5–8
SALMO 102: SUPLICA INDIVIDUAL DE UN AFLIGIDO
1. Descripción de sufrimiento, vv. 1–11
2. Petición y confianza en Dios, vv. 12–17
3. La seguridad de la respuesta, vv. 18–28
SALMO 103: HIMNO DE ALABANZA DE UN ALMA AGRADECIDA
1. Invitación a alabar a Dios, vv. 1–5
2. El amor y perdón de Dios, vv. 6–10
3. La grandeza de su misericordia, vv. 11–14
4. Su misericordia es eterna, vv. 15–18
5. Llamado universal a la adoración, vv. 19–22
SALMO 104: HIMNO DE ADORACION AL CREADOR
47
1. Llamado a la adoración, v. 1
2. El espacio celestial, vv. 2–4
3. La tierra (seca) y las aguas, vv. 5–9
4. Corrientes de aguas dulces, vv. 10–12
5. La tierra fructífera, vv. 13–15
6. Arboles y montañas altas, vv. 16–18
7. El día y la noche, vv. 19–24
8. Dios, fuente de la vida, vv. 25–30
9. Alabanza ferviente, vv. 31–35[página 54]
SALMO 105: UN HIMNO DE AGRADECIMIENTO POR LAS MARAVILLAS DE DIOS
1. Alabanza por el poder manifiesto de Dios, vv. 1–6
2. La promesa de la tierra, vv. 7–11
3. Dios cuidó a los patriarcas, vv. 12–15
4. José en Egipto, vv. 16–22
5. Israel en Egipto, vv. 23–25
6. Las plagas y el éxodo, vv. 26–38
7. Su cuidado en el desierto, vv. 39–42
8. La promesa de la tierra cumplida, vv. 43–45
SALMO 106: SUPLICA COMUNITARIA. CONFESION DE FRACASOS
1. Alabanza a Dios, vv. 1–3
2. Clamor personal, vv. 4, 5
3. De duda a fe, vv. 6–12
4. Descontento, vv. 13–15
5. Celos, vv. 16–18
6. Idolatría, vv. 19–23
7. Rebelión, vv. 24–27
8. Apostasía-sincretismo, vv. 28–31
9. Provocación, vv. 32, 33
10. Costumbres paganas, vv. 34–39
11. Juicio y misericordia, vv. 40–46
12. Clamor por misericordia, vv. 47, 48
SALMO 107: SUPLICA INDIVIDUAL Y COMUNITARIA. GRATITUD POR LA LIBERA-
CION
1. Alabanza por la liberación, vv. 1–3
2. La soledad, vv. 4–9
3. La opresión, vv. 10–16
4. La enfermedad, vv. 17–22
48
5. La tormenta, vv. 23–32
6. Himno a la providencia de Dios, vv. 33–41
7. Reflexión sapiencial, vv. 42, 43
SALMO 108: SUPLICA CUMUNITARIA. LA LIBERACION DIVINA
1. Acción de gracias, vv. 1–5
2. Petición de socorro, vv. 6–13
SALMO 109: SUPLICA INDIVIDUAL. SALMO IMPRECATORIO
1. Cómo hemos de entender las imprecaciones
2. La queja, vv. 1–5
3. La imprecación, vv. 6–20
4. Oración, vv. 21–29
5. Voto de alabanza, vv. 30, 31[página 55]
SALMO 110: SALMO REAL. EL MESIAS, REY Y SACERDOTE
1. Mesías y rey, vv. 1–3
2. Mesías sacerdote, vv. 4–7
3. El uso del Salmo 110 en el Nuevo Testamento
SALMO 111: ACROSTICO. HIMNO DE ALABANZA POR LAS OBRAS DE DIOS
1. La decisión de dar gracias a Dios, v. 1
2. Las obras de Dios son constantes y maravillosas, vv. 2–6
3. Las obras de Dios son justas y permanentes, vv. 7–10
SALMO 112: SALMO DIDACTICO Y ACROSTICO. EL HOMBRE DE DIOS
1. El hombre de Dios bendecido, vv. 1–3
2. El hombre de Dios confiado y generoso, vv. 4–9
3. Contraste del hombre impío, v. 10
SALMO 113: HIMNO AL DIOS ALTO QUE AMA A LOS HUMILDES
1. Alabanza al Dios alto, vv. 1–4
2. El Dios alto levanta a los humildes, vv. 5–9
SALMO 114: UN HIMNO. EL PODER DE DIOS EN EL EXODO
1. La presencia de Dios en su pueblo, vv. 1, 2
2. Milagros en la naturaleza, vv. 3–6
3. La presencia y el poder de Dios, vv. 7, 8
SALMO 115: SUPLICA COLECTIVA. ORACION DE CONFIANZA
1. Dios verdadero en los cielos, vv. 1–3
2. Los ídolos de los paganos, vv. 4–8
3. Jehovah es confiable, vv. 9–14
4. Adoración a Jehovah, vv. 15–18
SALMO 116: SUPLICA INDIVIDUAL. ORACION DE ACCION DE GRACIAS
49
1. Alabanza y gratitud, vv. 1–6
2. Diálogo con su propia alma, vv. 7–11
3. Gratitud expresada, vv. 12–19
SALMO 117: HIMNO DE ALABANZA. UNA DOXOLOGIA
1. Invitación a la alabanza, v. 1
2. La motivación de la alabanza, v. 2
SALMO 118: SUPLICA COLECTIVA. UNA LITURGIA DE ACCION DE GRACIAS
1. Invitación a la alabanza, vv. 1–4
2. Testimonios de liberación, vv. 5–13
3. Canto de gratitud, vv. 14–18
4. Entrada solemne y victoriosa, vv. 19–26
5. Gratitud y alabanza, vv. 27–29[página 56]
SALMO 119: SALMO DIDACTICO. ALABANZA, AMOR, PODER Y USO DE LA PALA-
BRA DE DIOS
1. Anda en los caminos de Dios, alef, vv. 1–8
2. Busca a Dios desde la juventud, bet, vv. 9–16
3. Guarda sus testimonios, guímel, vv. 17–24
4. Determina entender y seguir la verdad, dálet, vv. 25–32
5. Halla entendimiento en sus caminos, hei, vv. 33–40
6. Vive hablando de su salvación, vav, vv. 41–48
7. Ahonda en el consuelo de Dios, zayin, vv. 49–56
8. Júntate a los que temen a Dios, jet, vv. 57–64
9. Triunfa por medio de humillación y disciplina, tet, vv. 65–72
10. Inspírate en la bondad del Creador, yod, vv. 73–80
11. Confía en la salvación de Dios, kaf, vv. 81–88
12. Levántate con esperanza en su palabra, lámed, vv. 89–96
13. Medita en su ley, mem, vv. 97–104
14. No te desvíes de la luz, nun, vv. 105–112
15. Sepárate de los impíos, sámej, vv. 113–120
16. Apela a Dios, ayin, vv. 121–128
17. Persigue la Palabra de Dios, pe, vv. 129–136
18. Sé celoso por su justicia, tsade, vv. 137–144
19. Quebrántate delante de él cada mañana, qof, vv. 145–152
20. Reclama el socorro de Dios, resh, vv. 153–160
21. Sigue amando su palabra, shin, vv. 161–168
22. Trae alabanza y oración al Señor, tav, vv. 169–176
SALMO 120: SUPLICA INDIVIDUAL POR LIBERACION DE LENGUA ENGAÑOSA
50
1. Clamor por liberación, vv. 1, 2
2. Recompensa de la lengua engañosa, 3, 4
3. Lamento de vivir entre los engañosos, vv. 5–7
SALMO 121: SUPLICA INDIVIDUAL. CONFIANZA: JEHOVAH GUARDA A SU PUE-
BLO
1. Esperanza en Jehovah, vv. 1, 2
2. Protección constante de Jehovah, vv. 3–6
3. Seguridad en Jehovah, vv. 7, 8
SALMO 122: HIMNO. CANTICO DE SION: POR LA PAZ DE JERUSALEN
1. El gozo de llegar a la ciudad santa, vv. 1, 2
2. El pueblo unido en alabanza, vv. 3–5
3. Visión de paz, vv. 6, 7
4. Unidos en oración, vv. 8, 9
SALMO 123: SUPLICA COMUNITARIA FRENTE AL MENOSPRECIO
1. Clamor con confianza, vv. 1, 2
2. Clamor frente a las burlas, vv. 3, 4[página 57]
SALMO 124 SUPLICA COLECTIVA. GRATITUD POR PRUEBAS SUPERADAS
1. Sólo Dios libera, vv. 1–5
2. Alabanza al Libertador, vv. 6–8
SALMO 125: SUPLICA COLECTIVA. ORACION DE CONFIANZA
1. Expresión de confianza, vv. 1–3
2. Oración y advertencia, vv. 4, 5
SALMO 126: SUPLICA COMUNITARIA POR LA COMPLETA RESTAURACION
1. El gozo de la restauración, vv. 1–3
2. Súplica por la continuación de la obra, vv. 4–6
SALMO 127: SALMO DIDACTICO-SAPIENCIAL: TODO DEPENDE DE DIOS
1. Esfuerzos inútiles, vv. 1, 2
2. La familia, bendición de Dios, vv. 3–5
SALMO 128: SALMO DIDACTICO-SAPIENCIAL: ACCION DE GRACIAS
1. El individuo bendecido, vv. 1, 2
2. La familia bendecida, vv. 3, 4
3. Todo el pueblo bendecido, vv. 5, 6
SALMO 129: SUPLICA COLECTIVA. ORACION DE CONFIANZA AL DIOS LIBERTA-
DOR
1. Sufrimiento y liberación, vv. 1–4
2. Dios defiende a su pueblo, vv. 5–8
SALMO 130: SUPLICA INDIVIDUAL. SALMO PENITENCIAL
1. El clamor del salmista, vv. 1–4
51
2. La confianza en Dios, vv. 5, 6
3. La comunicación de la fe, vv. 7, 8
SALMO 131: SUPLICA INDIVIDUAL. ORACION DE CONFIANZA
1. La humildad y descanso en Jehovah, vv. 1, 2
2. Esperanza, v. 3
SALMO 132: HIMNO DE PROCESION. SALMO REAL Y MESIANICO
1. La resolución de David, vv. 1–5
2. Preparación para llevar el arca, vv. 6, 7
3. La entrada en Jerusalén, vv. 8–10
4. El pacto de Dios con David, vv. 11, 12
5. Dios eligió a Sion, vv. 13–18
SALMO 133: SALMO DIDACTICO-SAPIENCIAL: LA DULCE ARMONIA FRATER-
NAL[página 58]
SALMO 134: LITURGIA. LA ALABANZA NOCTURNA EN EL TEMPLO
SALMO 135: HIMNO DE ALABANZA PARA LOS SIERVOS DE DIOS
1. Invitación a la alabanza, vv. 1–4
2. Dios omnipotente, creador, vv. 5–7
3. Dios libertador, vv. 8–12
4. Dios es eterno, vv. 13, 14
5. Censura de la idolatría, vv. 15–18
6. Exhortación final a la alabanza, vv. 19–21
SALMO 136: HIMNO DE ALABANZA. ANTIFONAL: ACCION DE GRACIAS
1. Llamado a la alabanza, vv. 1–3
2. Creó todo porque es misericordioso, vv. 4–9
3. Rescató a Israel porque es misericordioso, vv. 10–15
4. Los guió y los cuidó porque es misericordioso, vv. 16–20
5. Les dio la tierra porque es misericordioso, vv. 21–24
6. Su misericordia es para todos, vv. 25, 26
SALMO 137: HIMNO. CANTICO DE SION: NOSTALGIA POR JERUSALEN
1. Dolor, vv. 1–3
2. Nostalgia y lealtad, vv. 4–6
3. Imprecación, vv. 7–9
SALMO 138: SUPLICA INDIVIDUAL. SAPIENCIAL: GRATITUD A DIOS
1. Alabanza por victoria personal, vv. 1–3
2. Alabanza universal a Dios, vv. 4, 5
3. Confianza del humilde, vv. 7, 8
SALMO 139: SALMO DIDACTICO. OMNISCIENCIA Y OMNIPRESENCIA DE DIOS
52
1. Dios omnisciente: me conoce todo, vv. 1–6
2. Dios omnipresente: está dondequiera que yo vaya, vv. 7–12
3. Dios soberano: me formó, vv. 13–18
4. Dios santo: compromete mi vida, vv. 19–24
SALMO 140: SUPLICA INDIVIDUAL. CONTRA LA CALUMNIA
1. Oración para protección, vv. 1–5
2. Oración de confianza, vv. 6–8
3. Juicio sobre los impíos, vv. 9–11
4. Confianza y afirmación, vv. 12, 13
SALMO 141: SUPLICA INDIVIDUAL. ANTE LA PROVOCACION
1. Invocación, vv. 1, 2
2. Pedido de protección, vv. 3–5
3. Oración de confianza, vv. 6–10[página 59]
SALMO 142: SUPLICA INDIVIDUAL DE UN ABANDONADO
1. Un clamor angustiado, vv. 1, 2
2. Solo y abandonado, vv. 3, 4
3. Oración de fe, vv. 5–7
SALMO 143: SUPLICA INDIVIDUAL FRENTE AL PELIGRO DE LA MUERTE
1. La fidelidad y la justicia de Dios, vv. 1, 2
2. La necesidad del salmista, vv. 3, 4
3. Su anhelo de tener comunión, vv. 5, 6
4. La urgencia de su situación, vv. 7, 8
5. El compromiso con Dios, vv. 9, 10
6. La justicia de Dios, vv. 11, 12
SALMO 144: SALMO REAL. ORACION POR VICTORIA Y PROSPERIDAD
1. Alabanza y reflexión, vv. 1–4
2. Petición de socorro, vv. 5–11
3. Bendición sobre el pueblo, vv. 12–15
SALMO 145: HIMNO DE ALABANZA A JEHOVAH REY. ACROSTICO
1. Exaltación de Dios Rey, vv. 1–3
2. Sus obras maravillosas, vv. 4–7
3. Su misericordia y su reino, vv. 8–13
4. Dios es proveedor, vv. 14–16
5. Dios bondadoso y accesible, vv. 17–20
6. Una doxología final, v. 21
SALMO 146: HIMNO DE ALABANZA Y CONFIANZA EN DIOS LIBERTADOR
1. Llamado a la alabanza, vv. 1, 2
53
2. La vanidad de confiar en el ser humano, vv. 3, 4
3. Dios creador ayuda a los oprimidos, vv. 5–7b
4. Jehovah ayuda a los necesitados, vv. 7c–10
SALMO 147: HIMNO A DIOS PROVIDENTE
1. La alabanza es bella, v. 1
2. Dios es infinito, vv. 2–6
3. Dios provee a todos, vv. 7–9
4. Lo que agrada a Dios, vv. 10, 11
5. Dios es protector, vv. 12–14
6. Dios hace cumplir su mandato, vv. 15–18
7. Dios se revela a su pueblo, vv. 19, 20
SALMO 148: HIMNO DE ALABANZA DESDE CIELO Y TIERRA
1. Lista celestial de adoradores, vv. 1–4
2. Por qué lo alaban, vv. 5, 6
3. Lista terrenal de adoradores, vv. 7–12
4. Por qué lo alaban, vv. 13, 14[página 60]
SALMO 149: HIMNO DE ALABANZA POR LA VICTORIA
1. Jehovah se agrada de su pueblo, vv. 1–5
2. Dios da victoria a su pueblo, vv. 6–9
SALMO 150: HIMNO. EL GRAN FINAL: ALELUYA
1. ¿De dónde?, v. 1
2. ¿Por qué?, v. 2
3. ¿Cómo?, vv. 3–5
4. ¿Quién?, v. 6
54
[página 61]
AYUDAS SUPLEMENTARIAS
Alonso Schokel, L. Treinta Salmos, Poesía y Oración. Madrid: Cristiandad, 1981.
Arconada, R. Los Salmos, en Tomo IV de Antiguo Testamento de La Sagrada Escritu-
ra, BAC, 1969.
Beauchamp, P. Salmos Noche y Día. Madrid: Cristiandad, 1981.
Calvin’s Commentaries, Grand Rapids, AP&A.
Capdevila. Los Salmos. Buenos Aires: Asoc. Crist. de Jóvenes, 1955.
Craigie, Peter C. Psalms 1–50, Vol. 19 en Word Biblical Commentary. Waco, Texas:
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Dahood, M. Psalms en The Anchor Bible. 3 tomos. Doubleday, 1966–1970.
Deissler, A. Los Salmos Traducidos y Explicados. Florida: Paulinas, 1968.
Delitzsch, F. Psalms, Vol. V en Keil and Delitzsch. Commentary on the Old Testament.
Grand Rapids, Michigan: Eerdmans, 1978.
Drijvers, P. Los Salmos, Introducción a Su Contenido Espiritual y Doctrinal. Barcelona:
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González, A. El Libro de los Salmos. Barcelona: Herder, 1966.
Guichou, P. Los Salmos Comentados por la Biblia. Sígueme, 1966.
Gutiérrez, Rolando C. El Mensaje de los Salmos en Nuestro Contexto, 3 tomos. El Pa-
so: Casa Bautista de Publicaciones, 1978.
Kidner, D. Psalms, 2 tomos. Downers Grove, lllinois: InterVarsity Press, 1973.
Kraus, Hans-Joachim. Teología de los Salmos. Sígueme, 1985.
LaSor, W. S., Hubbard, D. A. y Bush, F. W. Old Testament Survey. Grand Rapids,
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M’Caw, Leslie S. y Motyer, J. A. Salmos en Nuevo Comentario Bíblico. Casa Bautista
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Perowne, J. J. Stewart. Commentary on the Psalms. Grand Rapids: Kregel
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Spurgeon, C. H. Treasury of David. 6 tomos. Londres: Passmore and Alabaster, 1908.
Tate, Marvin E. Psalms 51–100, Vol. 20 en Word Biblical Commentary. Dallas, Texas,
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Weiser, A. The Psalms. Philadelphia: The Westminster Press, 1962.
55
[página 62]
[página 63]
SALMOS
TEXTO, EXPOSICION Y AYUDAS PRACTICAS
SALMO 1: UN SALMO DIDACTICO SOBRE EL CAMINO “FELIZ” DEL
JUSTO
El Salmo 1 es una joya de la literatura hebrea. El gran predicador Spurgeon dijo
que este Salmo es el texto del cual todo el Salterio es el sermón. Empieza con bien-
aventurado, que nos hace pensar en el Sermón del monte, de Jesús. Esta palabra
“bienaventurado” puede ser traducida mejor por: “¡Oh la felicidad!” o “¡Qué dichoso!”
Aparece 26 veces en los Salmos. El primer libro del Salterio empieza con dos (1:1;
2:12) y termina con dos (40:4; 41:1).
Los dos primeros Salmos son introducciones. Se cree que originalmente el Salmo
2 servía como introducción a los libros I y II del Salterio; que son los salmos que más
tienen que ver con David. Más tarde, cuando tomó forma todo el libro, el primer Sal-
mo fue puesto como introducción a todo. El Talmud indica que en una etapa los
Salmos 1 y 2 estaban unidos. Esto explica por qué en Hechos 13:33, donde Pablo
cita el Salmo 2:7, algunos manuscritos dicen “el Salmo primero”. El Salmo 1 no indi-
ca cuándo fue escrito, pero debe haber sido antes de Jeremías 17:5–8, que es una
paráfrasis del Salmo 1.
Este Salmo es sapiencial. Es decir, es un canto de sabiduría. Su estilo sapiencial
enseña por contrastes. Su vocabulario también es típico de la literatura sapiencial.
(Otros Salmos sapienciales son 37, 49, 73, 78, 91, 101, 112, 119, 127, 128 y 133.) El
Salmo tiene el claro propósito de enseñar, guiar, señalar el camino y pedir una deci-
sión. Destaca que hay una diferencia entre el que sigue a Dios y el que rechaza ese
camino. Hay una diferencia grande en cuanto a su decisión, en cuanto a sus valores
y en cuanto a su estilo de vida.
1. El camino de los justos, vv. 1–3
Bienaventurado, “¡Qué dichoso!” ¡Qué buena manera de empezar el libro que se
ocupa de la comunión entre el hombre y Dios! Martín Lutero dijo que la búsqueda de
la felicidad personal es común a todos los hombres; sin embargo, todos se han des-
viado de ella; sobre todo los que han hecho una búsqueda especial, como los filóso-
fos. Son miserables, han perdido la felicidad tanto en esta vida como en la futura.
Dios quiere que el ser humano tenga felicidad, pero la felicidad verdadera sólo se en-
cuentra en el camino que este Salmo presenta. Y nótese que no es para una clase
especial, no es sólo para una elite; el Salmo habla del justo y los malos, pero aquí al
principio lo llama el hombre; cualquier varón o mujer, cualquier ser humano puede
escoger este camino. El camino de salvación está abierto a todo el que quiera entrar
(Apoc. 22:17).
Ayuda práctica
1:1
El mejor remedio para la contienda es evitarla. Cuando se
interponen los intereses humanos, surgen las pugnas, afloran
56
Pensamiento
“No es haciendo aquello que nos agrada hacer, sino agra-
dándonos de aquello que debemos hacer, lo que hace que la
vida sea bendecida.”
Goethe
Cristiano profesante
El evangelista Billy Sunday acostumbraba a contar la histo-
ria de un cristiano profesante que consiguió trabajo en un
campo maderero, que tenía reputación de ser un lugar de im-
piedad. Un amigo, al oír que este hombre había conseguido un
puesto de trabajo allí, le dijo: “Si estos taladores se enteraran
de que eres cristiano, vas a pasarlo muy mal.” El hombre le
respondió: “Ya lo sé, ¡pero es que realmente necesito el traba-
jo!” Al día siguiente salió hacia el campo.
Después de un año, decidió volver a la ciudad para hacer
una visita. Estando en la ciudad, se encontró con el amigo que
le había prevenido del ridículo y de la persecución con que se
iba a encontrar de parte de los otros taladores. “¿Y cómo te ha
ido?”, le preguntó el amigo. “¿Te causaron problemas por ser
cristiano?” “Oh, no, no en absoluto”, confesó el hombre. “No
me han molestado en absoluto; ¡todavía no se han enterado de
que soy cristiano!”
[página 66]
58
Pensamientos
“No malgastes el tiempo esperando y anhelado grandes
oportunidades que quizá no vengan nunca. Pero afronta fiel-
mente las pequeñas cosas que están siempre reclamando tu
atención.”
F. B. Meyer
Cuya hoja no cae habla de lo duradero de esta vida. El próximo versículo muestra
el contraste de los malos que pueden parecer prósperos y felices en un momento,
pero cuando vengan las crisis, no pueden aguantar. Todo… prosperará. La Biblia no
promete al creyente que no habrá problemas. Los creyentes participamos en la mis-
ma vida que sufre de la caída y la alienación de la gente. Pero el que vive según las
normas de Dios naturalmente va a evitar muchos de los males que el mundo conoce.
Nótese la misma promesa en Josué 1:8: Así tendrás éxito, y todo te saldrá bien. Es
lindo pasar tiempo con un hombre o mujer de Dios que ha vivido una vida en comu-
nión con Cristo. Se palpa un gozo, una frescura, una paz que se irradia e influye en
todos aquellos con quienes tiene contacto.
2. El camino de los malos, vv. 4, 5
(1) Sin estabilidad, v. 4. No sucede así, significa un absoluto contraste.
Los [página 67] malos no son así. La palabra así, viene de “estar firme”. El autor pu-
do haber tenido en mente esta connotación de “no ser estable”.
(1:3) El tamo es el epítome, el mejor ejemplo de algo inestable. Así el salmista dice
que los malos no tienen sustancia, son inestables, no duran. Ellos no pueden aguan-
tar el viento de la adversidad; cambian con cualquier viento. No debemos ser celosos
de la vida cómoda de los malos, como nos muestra el Salmo 73. Nótese que el sal-
mista hace muy corta la descripción de los malos. Puesto que su vida es efímera, no
vale la pena extender su descripción.
(2) Sin esperanza, v. 5. Nótese de nuevo el paralelismo en este versículo.
No podrán estar de pie en el juicio. Dios es juez; el que no le obedece será juzgado.
Algunos ven en el juicio aquí la providencia divina o la intervención de Dios en los
asuntos del hombre (cf. Sal. 75:8). Otros piensan que se refiere al tiempo de su
muerte. Pero es mejor entender el día de juicio o el juicio final. Así lo entendieron los
59
judíos en los tárgumes y en la Mishna. (Es interesante que aquí no se usa la termi-
nología técnica de los profetas para hablar del día de juicio, como “aquel día”. Esto es
una indicación de que el salmo fue escrito antes de los grandes profetas.) Ni … en la
congregación de los justos (v. 5). ¡Qué triste! ¡Qué fuertes son las sentencias de la Bi-
blia! Los “no salvos” serán excluidos para siempre. Se refiere al juicio, pero igual-
mente no caben con los justos. Ni se sentirían cómodos. Donde hay gente que ama a
Dios, los malvados no quieren estar.
3. Conclusión: La gran diferencia al final, v. 6
El salmista está mostrando el contraste entre los justos y los malos, pero sólo
ahora al final del Salmo, en los vv. 5 y 6 usa la palabra justos. Al principio del salmo
el creyente quedó “fuera de moda” porque no participó con los malos, pero al final el
malo queda “afuera”.
Semillero homilético
Tres aspectos de la vida
1:1–6
Andar en uno de dos caminos:
El camino de los justos: prosperidad y felicidad.
El camino de los malos: angustia y temor.
Estar en dos situaciones:
Arraigados: presentes, en la congregación de los justos.
Desarraigados: ausentes, no se levantarán los impíos en el
juicio, v. 5.
. Sentarse en dos sillas:
Con los escarnecedores: Son como el tamo que arrebata el
viento, v. 4.
Con los justo: En la ley de Jehovah está su delicia, v. 2.
Semillero homilético
De rebelde a hijo adoptivo
2:1–12
Condenación de la rebelión humana, vv. 1–6.
Conspiración: Los pueblos traman cosas vanas, v. 1.
Rebelión: ¡Rompamos sus ataduras, v. 3.
Resultado: Y los turbará en su furor, v. 5.
Confirmación de la adopción de Dios, vv. 7–9.
Decreto: Jehovah me ha dicho, v. 7.
Herencia: Y te daré por heredad las naciones, v. 8.
Victoria: Tú los quebrantarás con vara de hierro, v. 9.
. Exhortación conclusiva al arrepentimiento, vv. 10–12.
Sabiduría: Aceptad la corrección, v. 10.
Servicio: Servid a Jehovah con temor, v. 11.
Bienaventuranza: Bienaventurados todos los que en él se
refugian, v. 12.
Salvador y juez
Warren Wiersbe, en su libro Discover Yourself in the Psalms
(Descúbrete a ti mismo en los Salmos), relata una historia que
le contó cierto evangelista. Decía: “En una ciudad de la fronte-
ra, un caballo se encabritó y se escapó con un carro en el que
había un niño pequeño. Viendo que el niño estaba en peligro,
un joven arriesgó su vida para detener el caballo. El niño a
quien había rescatado creció y llegó a ser un delincuente, y un
día tuvo que comparecer ante el juez para ser sentenciado por
un grave crimen.
El preso reconoció al juez como al hombre que años antes
había salvado su vida, por lo que le suplicó gracia sobre la ba-
se de aquel hecho. Pero las palabras del magistrado silenciaron
todas sus súplicas: “Joven, entonces fui tu salvador, hoy soy
tu juez, y debo condenarte a ser ahorcado.”
Cuando los seres humanos persisten en su rebeldía, Dios tiene que juzgar. Aquí
su respuesta es sencilla: Yo he instalado a mi rey en Sion. El pone las cosas en orden
por medio de su representante, antes por el rey, pero en el final de la historia por el
Rey supremo, Jesucristo. Dios ganó la victoria contra las fuerzas malignas por medio
de Cristo; así instalará su reino eterno con el señorío de Cristo.
Sion era nombre de la ciudad jebusea que David capturó, el monte al sudeste de
Jerusalén; más tarde se transfirió el nombre al monte del templo, al norte del monte
original; más tarde se usó para toda Jerusalén.
3. El decreto divino, vv. 7–9
Ahora habla el rey que está siendo coronado. Jehovah mismo le ha dicho: Tú eres
mi hijo. Esta frase está repleta con significado. Es cierto que en el antiguo Cercano
Oriente a veces el rey era considerado hijo de dios (en Egipto). Pero vale notar que los
mismos judíos vieron esta frase como mesiánica. Tiene su cumplimiento pleno en
Cristo Jesús. En el NT se cita con referencia al bautismo de Jesús (Mat. 3:17), a su
transfiguración (Mat. 17:5) y especialmente a su resurrección (Hech. 13:33).
El v. 8 presenta grandes enseñanzas misionológicas. Dios quiere que su hijo pida
por las naciones, y quiere que sus hijos (los cristianos) también pidan por las nacio-
nes. Como representantes de Cristo, [página 71] hemos de tomar la iniciativa e in-
terceder por los pueblos de toda la tierra.
El v. 9 pudo tener cumplimiento en un rey davídico, pero era un cumplimiento
parcial. El cumplimiento pleno será cuando Cristo venga a instalar su reino como se
revela en el Apocalipsis. La vara de hierro designa un instrumento fuerte, habla de la
fuerza de su juicio. La vasija de alfarero habla de debilidad, era frágil.
63
Joya bíblica
Servid a Jehovah con temor y alegraos con temblor
(2:11).
Joya bíblica
Pero tú, oh Jehovah, eres escudo alrededor de mí; eres mi
gloria y el que levanta mi cabeza (3:4).
Semillero homilético
La confianza diaria
3:1–8
Pero tú, oh Jehovah, eres…, v. 3.
Protección en el pasado.
Escudo protector (Gén. 15:1).
Sostén de su dignidad.
Restaurador de su valor.
Protección en el presente.
Descanso: en la noche.
Tranquilidad: en el día.
Reparación: en el regreso
. Protección en el futuro.
Convicción de su ayuda.
Destrucción de los enemigos.
Alegría del triunfo.
De Jehovah viene la salvación.
¡Sobre tu pueblo sea tu bendición!, v. 8.
Pensamientos
4:4
“El pecado ha sido, y es y será siempre el padre de la mise-
ria.”
Carlyle
“Solemos juzgarnos por lo que nos sentimos capaces de
hacer; pero la gente nos juzga por lo que hemos hecho.”
Longfellow
sano.
Sólo la fe ilumina la CONCIENCIA y nos hace libres de mala
conciencia.
Semillero homilético
Cómo vivir seguro
4:8
Líbrame del deseo de ser alabado.
La alabanza de los hombres es pura falsedad.
Líbrame del deseo de ser preferido a otros.
“La cruz penetrará en la carne de nuestras vidas donde nos
duele, sin tener en consideración nuestra cuidada reputación.”
A. W. Tozer
. Líbrame del temor de ser censurado.
El temor a la crítica es una de las cosas más difíciles de afron-
tar.
. Líbrame del temor de ser olvidado.
Cada persona anhela dejar algo por lo cual puede ser recorda-
da.
Semillero homilético
Tres actos de consagración
5:4–7
El salmista implora la atención del Señor (vv. 1–3).
El salmista eleva su oración a él (vv. 8, 9), rogando que los
fieles puedan vivir vidas jubilosas en contraste con las vidas
arrogantes de los infieles.
. El salmista confiesa su fe profunda en la bondad de Dios y
su aborrecimiento de los que practican el mal (vv. 11, 12).
[página 76]
¿Por qué necesita la guía de Dios en este contexto? Porque los enemigos engañan.
La maldad de los enemigos aquí se expresamayormente en términos de lo que
hablan. El que desea servir a Dios necesita la guía divina porque muchos tratan de
engañarle y desviarle del camino verdadero. En el conflicto con el mal, siempre se
necesita la guía específica del Señor; su camino siempre es el mejor.
El salmista describe la maldad de los enemigos, sus propósitos son malos. Con-
trasta lo que son adentro, sepulcro abierto con las lisonjas suaves que hablan; son
engañadores.
4. Confianza en la respuesta de Dios, vv. 10–12
A menudo aun los que pretenden seguir a Dios están entre los que el salmista
describe. Realmente su rebelión es contra Dios. Por eso el salmista dice: Decláralos
[página 77] culpables. Quiere que Dios haga manifiestos sus errores y engaños y que
les castigue.
Joya bíblica
Ten misericordia de mí, oh Jehovah, porque desfallezco.
Sáname, oh Jehovah, porque mis huesos están abati-
dos (6:2).
Semillero homilético
La oración en tiempo de prueba
6:1–10
El salmista esgrime:
Su necesidad (vv. 1–3).
Por el dolor físico. Ser corpóreo. El sufrimiento envejece el
cuerpo.
) Por la pena. La conciencia. La angustia interior perturba el
alma. El temor a la muerte trae angustia.
Por el enemigo alrededor trae hostilidad perversa.
Su súplica (vv. 4–7).
70
Pensamiento
“Exige mucho de ti mismo y espera poco de los demás. Así
te ahorrarás disgustos.”
Confucio
Semillero homilético
Una oración eficaz
7:1–17
Envuelve petición de auxilio (vv. 1, 2).
Contra los perseguidores.
Contra las acciones infames.
Contra el peligro de muerte.
Incluye declaración de inocencia (vv. 3–9).
Inculpabilidad.
De las acciones infames.
Del peligro de muerte.
. Declara afirmación de certidumbre (vv. 10–16).
Seguridad de la protección de Dios.
El castigo de los malvados.
La intervención reparadora.
. Abarca consagración (v. 17).
Pero yo alabaré a Jehovah por su justicia, y cantaré el nombre
de Jehovah el Altísimo (Altísimo, ELYON, término heb. que apa-
rece 21 veces en el libro de los Salmos, y casi siempre se usa
en poesía).
¿Qué es el hombre?
8:4
Como criatura, es una obra maestral del Creador (Gén.
1:27).
Como pecador, es una víctima infeliz del mal (Ef. 2:2).
Como creyente salvado, es un trofeo de la gracia (Ef. 2:8).
Como santo, es una reproducción de Cristo (Gál. 2:20).
Como templo, es morada de Dios (1 Cor. 3:16).
Como siervo de Dios, es una bendición en el mundo (Juan
7:38).
Como premio de la gloria, es semejante a Cristo (1 Jn. 3:2).
3. La gloria de Dios, v. 9
El Salmo termina con la misma exaltación a Dios con que empieza. Forma un
marco literario y teológico para la alabanza y enseñanza del mismo.
SALMO 9: SUPLICA INDIVIDUAL. LA JUSTICIA DE DIOS
Los Salmos 9 y 10 están unidos en la LXX. Algunos piensan que originalmente
eran un solo salmo porque el 10 no tiene título, la forma y tema son similares y el
arreglos acróstico une a los dos. Otros piensan que eran dos salmos pero compues-
tos para ser usados juntos.
Los dos Salmos son poemas parcialmente alfabéticos, cada dos, tres o cuatro ver-
sículos empieza con otra letra del alfabeto heb., pero varias letras son omitidas: El v.
76
1 empieza con alef, el 3 con bet, el 5 con gimel, el 7 con he (dalet se omite), el 9 con
waw, 11 con zain, el 13 con jet, el 15 con tet, 17 con yod, 18 con kaf, pero los vv. 19
y 20 no siguen el orden, más bien el arreglo sigue con lamed en el Salmo 10:1.
El salmista da gracias a Dios por las victorias [página 85] ya ganadas, pero toda-
vía está en una lucha.
1. Gracias a Jehovah por su ayuda, vv. 1–4
Aunque el salmista está en dificultades (v. 13) alaba a Dios, no sólo con los labios
sino “con todo su corazón”. No es fácil alabar a Dios cuando uno está siendo atacado
por el enemigo. El salmista lo hace porque Dios es el centro de su vida. Este es el
secreto para evitar la “idolatría” de cualquier tipo. Fijarse en las maravillas que Dios
ha hecho evoca adoración del corazón del creyente.
Altísimo es un nombre antiguo de Dios que enfatiza su señorío sobre todo. Ade-
más de adorarle por lo que ha hecho, el salmista le adora por lo que es, y toda esta
adoración es gozosa.
El v. 3 introduce el tema principal, el justo juicio de Dios. En los vv. 1 y 2 tuvimos
la alabanza a Dios; en el v. 3 vemos la presencia de Dios. Has defendido (v. 4): Los
derechos de los justos serán atacados, pero Dios es el que los defenderá.
2. Dios es juez de los pueblos, vv. 5–8
Naciones e impíos son paralelas aquí y se tratan como sinónimas. El salmista está
pensando en los enemigos que Dios ha derrotado; pueden ser los de la conquista ba-
jo Josué o puede ser algún otro momento de la historia de Israel. Esos que eran
enemigos han perecido, pero, en contraste, Dios “permanece” y podemos confiaren
[página 86] que él seguirá juzgando al mundo rectamente. A la luz de la acción de
Dios en el pasado, podemos confiar para el futuro. Cuando predicó en Atenas, Pablo
citó el v. 8.
Semillero homilético
Las acciones de Dios
9:1–20
La alabanza del temeroso de Dios (vv. 1–6).
Sinceridad: Te alabaré, oh Jehovah, con todo mi corazón, v. 1.
Entusiasmo: Me alegraré y me regocijaré en ti, v. 2.
Sumisión: Te has sentado en el trono del Juez de justicia, v.
4.
La redención de los humildes de Dios (vv. 7–12).
79
Semillero homilético
Los enigmas de la vida
10:1–18
La queja del justo (vv. 1, 2).
Siente que Dios está lejos.
El tiempo de la prueba se prolonga.
El impío prospera.
El carácter del malo (vv. 3–6).
Su codicia.
Su altivez, insolencia.
Su desprecio.
. La conducta del malo (vv. 7–11).
Su boca está llena de engaño.
Acecha al inocente.
Esconde su rostro.
. La confianza del justo (vv. 16–18).
Su reino es para siempre. El Señor reina.
Los malos serán destruidos.
Los oprimidos serán reivindicados.
[página 89]
Se gloría del apetito… se parece al mundo de hoy día. Muchos se jactan de satis-
facer sus apetitos; eso motiva mucho del consumismo de nuestra cultura. La codicia
y el desprecio por Dios y por sus normas éticas les caracterizan.
Joya bíblica
El impío, por la altivez de su rostro, no busca a Dios;
no está Dios en ninguno de sus pensamientos (10:4).
Esta altivez del impío estorba cualquier comunión con Dios. Sus motivos son los
opuestos de los que el creyente desea, pues él busca a Dios y Dios está en todos sus
pensamientos.
Sus caminos están siempre torcidos porque su motivación está equivocada. Tus
juicios están muy por encima quiere decir que están lejos de su vista; es lo opuesto
del Salmo 18:22.
Su arrogancia le hace ciego a los peligros de su vida. Confía en sí mismo y en su
“suerte” para él y para sus descendientes (v. 6). Lo que es una persona se manifiesta
por lo que dice (v. 7); no tiene problemas en hablar mentiras y engañar a todo el
mundo.
Su “habilidad” de engañar la usa para aprovecharse de otras personas y de los
pobres. Su vida es completamente egocéntrica (vv. 8–10). Hace caso omiso de Dios
81
porque cree que Dios no se interesa en estos asuntos. Para el salmista, nadie que
cree que Dios se interesa en los seres humanos podría portarse así.
3. Clamor a Dios, vv. 12–15
Los salmos nos enseñan cómo orar. El salmista usa lenguaje fuerte con imperati-
vos: ¡Levántate…! Pide que Dios actúe ahora, que no se olvide de su compromiso con
los pobres. Dios quiere que sus hijos pidan.
El salmista no solamente pide, sino también razona con Dios (cf. Moisés, Núm.
14); insinúa que los impíos desprecian a Dios porque Dios no juzga sus acciones im-
píos.[página 90]
Pero (v. 14) el salmista sabe que Dios ve y que hará justicia. Dios está consciente
de todo lo que ha pasado y toma en serio el clamor del desdichado y del huérfano.
En el v. 15, el salmista pide juicio drástico sobre los malos. Nosotros no oramos
contra individuos sino para que Dios haga justicia; pero en cuanto a la batalla espiri-
tual, sí pedimos que Dios destruya a los emisarios del diablo.
4. Dios hará justicia, vv. 16–18
El salmista brota de nuevo en una alabanza basada en la confianza en Dios que
[página 91] es rey sobre todo. Puesto que es rey sobre todas las naciones, todo el
mundo es su tierra. La fe del salmista ha ido creciendo a través de esta meditación.
Lo mismo sucede cuando adoramos a Dios. Que Jehovah es rey y juez sobre todas
las naciones, sobre toda la gente, es de suma importancia para el creyente, le asegu-
ra que Dios hará justicia.
Semillero homilético
El refugio seguro
11:1–7
El refugio (vv. 1, 2).
Del arco: La oscuridad.
De la flecha: La amenaza del mal.
De la cuerda: La trampa traidora.
El fundamento (vv. 3, 4).
El Señor está en su trono.
Sus ojos ven, vigilan.
Examina los corazones.
. La prueba (vv. 5–7).
Aborrece al impío.
Al impío le alcanza el mal.
Los justos son protegidos.
Guillermo Carey
En su libro A Bunch of Everlastings (Un manojo de cosas
eternas), Frank W. Borehan escribe acerca de Guillermo Carey,
el zapatero que llegó a ser un famoso misionero en la India:
“Allí está él… ¡la Biblia abierta delante de él, y un mapamundi
hecho a mano colgando de la pared! En la Biblia vio al Rey en
su hermosura; sobre el mapa vio vislumbres de los lejanos
horizontes. Para él, ambas cosas eran inseparables. Y movido
por la visión del Señor que vio en la primera, y por la visión de
los ilimitados horizontes que vio en la segunda, ‘abandonó su
taller e hizo historia’.”
Templo (v. 4) puede ser terrenal o celestial. Trono habla del señorío de Dios sobre
todo. Dios ve todo y examina a cada persona en este universo. La palabra vista (‘af’
af 6079) se traduce “párpados”, pero algunos prefieren “pupila”, de modo que vista ex-
presa bien la idea.
Dios distingue entre el justo y el impío. El justo puede sufrir pruebas también,
pero son pruebas para purificar su vida. La palabra prueba (bajan 974) se usa tam-
bién para la purificación de metales por medio del fuego.
Pero lo que va a caer sobre el impío es el castigo de Dios porque su alma aborre-
ce…; su alma es Dios mismo, la naturaleza de su ser es aborrecer el mal. Hará Ilover
(v. 6) es preferido sobre “que haga llover”, como algunos lo traducen. El [página 93]
salmista usa el lenguaje del relato de la destrucción de Sodoma y Gomorra.
La porción de la copa (v. 6) es una figura de la suerte o el destino. La figura se re-
monta a la mitología antigua en que los dioses celebraban fiestas de bebida en que
se decidía la suerte de los hombres. A veces el contenido (veneno) de la copa deter-
minaba el destino de uno. En la Biblia no hay nada de mitología de este tipo, pero
quedan tales figuras como modismos en el lenguaje de la gente.
El v. 7 indica dónde está la seguridad del creyente. Además, el justo disfruta de la
comunión con Dios. Es posible entender aquí un vistazo de la vida de “ultratumba”,
después de la muerte. (Para otros vistazos de lo mismo, cf. 16:8–11; 17:15; 23:6;
49:15; 73:23, 24; 139:18.)
SALMO 12: SUPLICA COMUNITARIA PARA QUE DIOS ACTUE EN ME-
DIO DE LA MALDAD
Para seminit véase el Salmo 6. Dice Delitszch que este título indica el tiempo de
David cuando se estaba organizando la música del culto. Algunos sugieren que fue
durante el tiempo cuando Saúl, y casi todo el pueblo, estaba persiguiendo a David.
Otros salmos que se preocupan por el éxito de los malos son 7, 10, 17, 25 y 37. Para
la estructura de súplicas colectivas véase el Salmo 74.
El centro del Salmo es la estrofa de seis líneas (vv. 5, 6) que presenta la promesa
de Dios. Antes hay dos estrofas de cuatro líneas y después otra estrofa de cuatro lí-
neas.
1. Clamor por ayuda ante los malos, vv. 1, 2
Salva, oh Jehovah. El salmista sabe a quién recurrir. Cuando la maldad nos ro-
dea, tenemos que orar, clamar a Dios.
Se han acabado es gamar 1584, significa “completar” o “llegar al fin”; aquí conlleva
la idea de “cesar”. El salmista vio que era un tiempo de corrupción moral universal
(cf. expresiones semejantes en Miq. 7:2; Isa. 57:1; Jer. 7:28). Pensaba, como haría
Elías más tarde, que quedaban muy pocos fieles. Es cierto que los verdaderos segui-
85
dores de Dios siempre son una minoría. El salmista nos enseña que hemos de tomar
conciencia de la sociedad que nos rodea.
Semillero homilético
Grito pidiendo justicia
12:1–8
Grito de lamento (vv. 1, 2).
Impiedad: Porque se han acabado los piadosos, v. 1.
Infidelidad: Han desaparecido los fieles de entre los hijos del
hombre, v. 1.
Hipocresía: Hablan con doblez de corazón, v. 2.
Denuncia de la maldad (vv. 3, 4).
Arrogancia: Jehovah destruirá todos los labios lisonjeros, v. 3.
Mentira: La lengua que habla grandezas, v. 3.
Engaño: ¿Quién más se hará nuestro señnor?, v. 4.
. Exposición de confianza (vv. 5–9).
Humildad: Por la opresión de los pobres, v. 5.
Palabra: Las palabras de Jehovah son palabras puras, v. 6.
Garantía: Tú, oh Jehovah, los guardarás, v. 7.
[página 94]
Habla falsedad (v. 2). La falta de integridad es característica de los malvados.
Aquí el énfasis está en su habla; habla con doblez, arrogancia, opresión y falsedad.
2. Imprecación contra los malos, vv. 3, 4
El salmista sabe que Dios castigará la maldad. Y la maldad que más se ve aquí es
la que usa la lengua para lograr sus propósitos orgullosos y malvados. Los labios li-
sonjeros o “suaves” se usan para jactarse mutuamente y para conseguir sus propósi-
tos egoístas. Aun se jactan (v. 4) de lo que logran con su lengua. Se nota una autosu-
ficiencia y adoración a sí mismos. Nos hace pensar en los medios de comunicación
hoy día y en los avisos que predominan en la sociedad de consumo.
3. La promesa divina de socorro, vv. 5, 6
Me levantaré ahora (v. 5). Dios responde a las necesidades de los débiles y oprimi-
dos; este tema es prominente a través de toda la Biblia. Dios se preocupa por los dé-
biles y quiere que nosotros lo hagamos también.
Este Salmo es especial en que el salmista recibe una respuesta directa de Dios.
Algunos conjeturan que ésta vino por medio de un profeta, pero es preferible verlo
como una revelación al salmista. El NT dice que David habló mediante el Espíritu
(Mat. 22:43; cf. 2 Sam. 23:1–4, 5–7). De hecho hay mucha semejanza entre la poesía
y la profecía en la Biblia. Esta estrofa, que es el centro del Salmo, es semejante al
Salmo 11:5–7.
Las palabras… (v. 6) realmente constituyen una promesa. Nótese el énfasis en
“las palabras” (cf. Isa. 33:10). Fue la lengua de los malvados la que causó tantos
86
problemas; pero es la Palabra de Dios la que cambia la situación. Si Dios lo dijo el
hecho es seguro; el salmista contempla el valor y la pureza de la promesa de Dios.
Semillero homilético
El grito de desesperación
13:1–6
El anhelo (vv. 1, 2).
No me olvides.
No escondas tu rostro.
Enaltece mi alma.
El deseo (vv. 3, 4).
Respóndeme.
Alumbra mis ojos.
Mis enemigos no se alegren.
. La liberación, (vv. 5, 6).
Confianza en la misericordia.
Alegría en la salvación.
Alabanza en la liberación.
Joya bíblica
Pero yo confío en tu misericordia; mi corazón se alegra en
tu salvación.
Cantaré a Jehovah, porque me ha colmado de bien
(13:5, 6).
Alumbra mis ojos (v. 3) es dar nueva vida (Esd. 9:8; 1 Sam. 14:27, 29). Por esta
frase muchos creen que la crisis del salmista era una grave enfermedad. No sea… (v.
4); si el enemigo vence Dios será deshonrado, pero el salmista quiere que Dios sea
glorificado en la victoria.
3. Expresión de confianza, vv. 5, 6
88
Podemos ver la trayectoria de la fe del salmista: pasa por la prueba, la angustia y
la duda, pero sigue confiando y ahora está seguro de que Dios le contestará. Su fe
tiene buena base, no en sí misma sino en la misericordia de Dios. Se basa en lo que
Dios es, en sus promesas, y en que el mismo salmista ha experimentado este amor
de Dios. Ya que brota de nuevo esta confianza, se alegra su corazón; la verdadera
alegría es tener la salvación de Dios y su obra en la vida. La respuesta: Cantaré a
Jehovah. Nótese, es a Jehovah; la adoración se dirige a él porque la merece.
SALMO 14: SALMO DIDACTICO CON ENSEÑANZA PROFÉTICA
El Salmo es un poema sapiencial; el Salmo 53 es casi igual excepto que usa
elohim 430, “Dios”, en vez de Jehovah. El 14 está en el Libro I de Salmos y el 53 en el
Libro II. Es probable que el 14 fuera el primero; algunos sugieren el tiempo de la re-
belión de Absalón.
1. El necio: su pensamiento y sus actos, vv. 1–4
Necio, nabal 5036, se describe en Isaías 32:6 donde se traduce vil; es uno sin senti-
do, lo opuesto del sensato (v. 2). En este caso es el materialista que cree que puede
organizar su vida sin la ayuda de Dios. Puede ser uno que niega la existencia de
Dios, pero en el tiempo de David era más bien el que vivía como si Dios no existiera.
Desde el punto de vista bíblico es necio y sin sentido el que no toma en cuenta a
Dios.
Dijo…en su corazón, es decir, piensa así; todo su pensamiento es así. Está en con-
traste con el sabio cuya vida se basa en el temor de Dios.
Corrompido… cosas abominables indica las consecuencias de no dar a Dios su lu-
gar. Esta descripción es típica de una persona [página 97] o una sociedad apartada
de Dios.
Se han corrompido (v. 1) hace recordar el relato del diluvio (Gén. 6), y miró desde
los cielos (v. 2) hace recordar el de la torre de Babel (Gén. 11). Por supuesto, miró
desde los cielos es lenguaje humano, pues Dios sabe todo.
Dios se interesa en cada ser humano. Busca adoradores sinceros (Juan 4). El
sensato (v. 2) es masquil 7919 (opuesto al necio): es el que busca a Dios.
Todos (v. 3); cada una de las cuatro líneas de este versículo enfatiza la totalidad
de este desvío. Pablo cita los vv. 1–3 en Romanos 3:10–12 y termina diciendo: Todos
pecaron y no alcanzan la gloria de Dios (Rom. 3:23). Nótese que la misma enseñanza
se encuentra varias veces en el AT: Todos nosotros nos descarriamos como ovejas;
cada cual se apartó por su camino (Isa. 53:6). La Biblia es clara, nadie puede alcanzar
la salvación en base a [página 98] sus propios méritos. Más bien absolutamente to-
dos se han corrompido; la palabra alaj 7843 se usa para leche que se pudre; aquí las
personas están “podridas”.
Se han corrompido;
89
La buena conducta
15:2–5
El libro de los Salmos contiene al menos, recogidas sintéti-
camente en este Salmo, una lista de diez normas que regulan
la buena conducta, que constituyen también el tema de los
Diez Mandamientos (Exo. 20).
Integridad, v. 2.
Hacer justicia, v. 2.
Hablar verdad, v. 2.
No calumniar, v. 3.
No hacer mal al prójimo, v. 3.
No reprochar, v. 3.
No menospreciar, v. 4.
No jurar para hacer daño, v. 4
No practicar la usura, v. 5.
91
0. No admitir cohecho, v. 5.
Habla (o piensa) verdad en su corazón. La vida interior también debe ser sana,
sincera y honesta.
3. Tres condiciones negativas, v. 3
No calumnia (o “no tropieza”) con su lengua (cf. Sal. 39:1). La Biblia hace hincapié
en la seriedad y lo pecaminoso de chismear.
Ni hace mal… Mucho del Decálogo tiene que ver con esto. Un pecado contra un
ser humano es un pecado contra Dios.
Ni hace agravio (o “calumnia”). La palabra significa reproche o calumnia. De nue-
vo, enfatiza la seriedad de agredir o dañar a otra persona.
4. Dos condiciones positivas, v. 4
La primera condición aquí ocupa dos líneas: Es menospreciado el vil y honra a los
que temen a Jehovah. Quizá pensamos que esta condición no nos toca mucho, pero
¿qué de mirar la corrupción en la televisión?; o ¿reír de chistes obscenos? A veces
aun los creyentes están tan acostumbrados a ver el pecado que no les causa reac-
ción.
“Ser fiel a su palabra” es un eco de Levítico 5:4. El que sigue a Cristo debe ser
honesto en todo que dice.
La vida en Dios
La vida en Dios es vida de aventuras; Vida
llena de ensueño y de grandeza; Rumbo
heroico que apunta hacia la altura
Persiguiendo la gracia y la belleza.
La vida en Dios es ir por los caminos,
Ardiendo el corazón, la mano abierta;
Y llenar de los cánticos divinos
La soledad estéril y desierta.
La vida en Dios es fuego y armonía;
Es salmo y es poema de ternura,
Que en la aspereza cruel de cada día,
Va dejando la miel de su dulzura.
La vida en Dios es ruta dolorosa;
Es visión de la cruz, jalón de gloria;
Es pasar por la noche tenebrosa,
Y despertar en alba de victoria…
Francisco Estrello
(Poeta mexicano)
Verdades prácticas
16:8
Asuntos que transfieren en la comunión íntima:
Satanás: Mateo 4:9, 10.
Pecado: 2 Timoteo 2:22.
Falta de reconciliación: Mateo 5:23, 24.
Discordia familiar: 1 Pedro 3:7.
Error: Juan 4:24.
Carnalidad: 2 Corintios 10:4.
Idolatría: 1 Corintios 10:14.
Lengua (v. 9); en heb. la palabra es “hígado”. Un texto ugarítico dice: “El (el dios)
se ríe en su corazón y se goza en su hígado” (Dahood, I, 90), otra indicación de la an-
tigüedad de este Salmo.
Este Salmo se considera mesiánico porque el NT lo aplica a Jesús y a la resurrec-
ción. Algunos dicen que el autor no hablaba de la vida después de la muerte sino de
la salvación de Dios en esta vida; sin embargo el lenguaje, bajo la inspiración de
Dios, apunta a tal esperanza, y con el desarrollo de la revelación Pedro pudo usarlo
así.
Sin embargo, no tenemos que negar a los israelitas una esperanza de vida conti-
nua con Dios, aun después de la muerte. La poesía ugarítica indica que los cananeos
creían en una vida después de la muerte. (La palabra vida [v. 11] significa “vida eter-
na” en ugarítico.) Los Salmos 49 y 73, que contrastan el fin de los justos y de los ma-
los, muestra la misma esperanza. Varios salmos sugieren esta misma esperanza en
la vida “ultratumba”.
Por cierto la senda de la vida no habla sólo de la meta sino es la manera de vivir,
es verdaderamente la vida; pero también el sentido de comunión íntima con Dios se
extiende a la seguridad de gozar de esta intimidad para siempre (Kidner).
SALMO 17: SUPLICA INDIVIDUAL. ORACION POR PROTECCION
Solamente cinco Salmos usan “oración” en el título (17, 86, 90, 102, 142). Este
Salmo muestra muchas semejanzas de estilo, tono y palabras con otros salmos de
[página 103] David. Algunos piensan que surgió cuando David era perseguido por
Saúl en Maón (1 Sam. 23:26; 24:11). Por cierto el salmista es una persona inocente
bajo mucha presión (cf. Sal 7).
95
Joya bíblica
Tú has examinado mi corazón; me has visitado de no-
che.
Me has probado y nada infame has hallado, porque me he
propuesto que mi boca no se exceda (17:3).
Infinitivos de acción
17:1–15
Oír: Escucha, oh Jehovah, v. 1.
Sentir: Me has visitado de noche, v. 3.
Hablar: Escucha mi palabra, v. 6.
Proteger: Guárdame como a la niña de tu ojo, v. 8.
Desear: Con tu espada libra mi alma de los enemigos, v. 13.
Recordar: En cuanto a mí, en justicia veré tu rostro, v. 15.
[página 104]
Esta ternura de Dios se expresa en la niña de tu ojo, que es la pupila que uno
protege con mucho cuidado, y la acción del ave de esconder sus pollitos bajo su
plumaje. Las dos figuras (v. 8) vienen del cántico en Deuteronomio 32:10, 11. Dios
da esta protección contra enemigos físicos y espirituales.
4. Características de los malos, vv. 10–12
La descripción es válida en toda época y para todos los que se oponen a Dios. La
gordura (v. 10) a veces es símbolo de arrogancia (73:7, 8). Ponen sus ojos (v. 11) pue-
de significar maldecir. Los enemigos son reales y peligrosos, quieren destruir a los
justos. Como leones saltan sobre sus presas y las quieren destruir.
5. Pedido de acción, vv. 13, 14
¡Levántate…! (v. 13). Con verbos activos fuertes el salmista pide a Dios una acción
específica, definida y rápida. En el v. 14 describe a los enemigos. A menudo los mal-
vados, los enemigos de Dios, parecen prosperar, todo les va bien. Pero, nótese que su
parte está en esta vida. No tienen una esperanza futura (v. 15). Además, otros sal-
mos hacen claro que aun en esta vida van a fracasar, su aparente prosperidad es
pasajera.
6. Declaración de confianza, v. 15
En cuanto a mí, está en contraste con lo anterior. Ellos sólo tienen algo en esta vi-
da, pero para el salmista lo más importante es ver el rostro de Dios y ser como él.
¿Habla de conocer a Dios en esta vida, o en la vida después de la muerte? Segura-
mente el salmista pensaba en la comunión con Dios que siempre anhelaba y experi-
mentaba. Pero, en vista del final del Salmo 16 y el uso del mismo lenguaje para
hablar de la resurrección en Isaías 26:19 y Daniel 12:2, podemos pensar que el sal-
mista también miraba a una comunión eterna con Dios. Ciertamente a la luz del NT
podemos ver este significado en el versículo (cf. Sal. 16:8–11; 23:6; 49:15; 73:23 ss.;
139:18).
97
[página 105]
SALMO 18: SUPLICA INDIVIDUAL. ACCION DE GRACIAS POR LA LIBE-
RACION
Este Salmo también puede clasificarse como un himno de alabanza y como un
salmo real. Según el título fue escrito por David para agradecer a Dios por darle la
victoria en todas sus luchas y pruebas. No hay una buena razón para dudar que fue-
ra escrita por David. Algunos piensan que pasajes paralelos más tardíos (Miq. 7:17
[v. 45]; Hab. 3:19 [v. 33]; Prov. 30:5 [v. 30]) indican una fecha más tarde; pero más
bien estos pasajes pueden estar citando este Salmo. Detalles como el de pelear de pie
(vv. 29, 33) indican una fecha temprana porque más tarde los reyes usaron carros.
El lector notará que diferentes versiones de los Salmos traducen en forma diferen-
te los tiempos de los verbos. Es porque en la poesía hebrea los verbos imperfectos
pueden estar hablando de algo pasado, algo futuro o algo que habitualmente sucede,
es decir acción presente con matiz de continuidad y permanencia. Muchos de los
verbos en este Salmo son imperfectos. Como ejemplo, tanto en el v. 3 como en el 6
los verbos son imperfectos, pero nuestra versión traduce Invocaré… y seré librado en
el v. 3, pero en el v. 6 traduce, en mi angustia invoqué… y clamé. También los dos
pueden traducirse con el presente: “Invoco… y soy librado” (v. 3) y “En mi angustia
invoco… y clamo” (v. 6). Ambas traducciones son legítimas.
Aunque el salmista sin duda tiene en mente batallas y victorias específicas, está
alabando a Dios por todas las veces que le ha salvado de pruebas y peligros. Usa una
gran riqueza de imágenes de terremotos, tormentas y batallas para hablar del proce-
so de liberación divina, universal y particular, todo a la vez. Como pasa a menudo en
los Salmos, el salmista usa lenguaje del poder de Dios en el éxodo y su teofanía en
Sinaí para explicar sus propias experiencias de la salvación.
98
[página 106]
Excepto por la primera línea, todo este Salmo se encuentra en 2 Samuel 22, con
algunas pequeñas variantes. No se sabe cuál era el original; posiblemente, los dos
dependen de una forma oral que circulaba. El heb. de 2 Samuel 22 parece más anti-
guo; esto se puede explicar por la revisión de los salmos en su uso continuo en el
culto de Israel.
En el título, David se llama siervo de Jehovah (cf. también Sal. 89:3, 20; 2 Sam.
3:18), título que se usa poco pero se aplica varias veces a Moisés y se usa refiriéndo-
se a Josué, a los profetas y a los ángeles de Dios. Es significativo que aquí no se
usan títulos de grandeza como rey, sino ilaman a David, sencillamente, siervo de Je-
hovah.
Todo siervo de Dios, hoy también, se encuentra en una batalla contra fuerzas de
maldad. El lenguaje del Salmo se presta para su oración y alabanza en la batalla es-
piritual. Es cierto que los enemigos contra quienes David peleó eran enemigos físi-
cos. Pero el salmista estaba consciente que ellos eran enemigos de Dios y represen-
taban poderes malignos (cf. torrentes de la perversidad, v. 4). Siguiendo el uso de Je-
sús y Pablo en el NT, el cristiano puede usar los salmos en este sentido.
1. Dios es mi refugio, vv. 1, 2
Te amo, oh Jehovah. ¡Qué buena manera de empezar este cántico de liberación! La
palabra heb. rajam 7355 no es la palabra común para amar; conlleva el sentido de
amar con ternura o afecto. El salmista no ora con sentido egoísta; empieza pensando
en Dios, no en sí mismo. Dios quiere que sus hijos le amen (Deut. 10:12) desde el
corazón y debemos expresar nuestro amor hacia él.
El salmista usa una cadena de figuras de un refugio bien firme. Muchas vienen
lit. de su propia experiencia (la peña cuando escapó de Saúl). Escudo representa las
armas defensivas, “cuerno” (poder) las ofensivas. El Salmo deja bien claro que el que
sigue a Dios puede contar con su protección y su liberación.
99
[página 110]
Joya bíblica
¡Viva Jehovah! ¡Bendita sea mi Roca! Sea
ensalzado el Dios de mi salvación, el
Dios que ejecuta mi venganza;
sujeta a los pueblos debajo de mí y me libra de mis
enemigos (18:46–48).
Permanecer
19:9
El temor de Jehovah es limpio; permanece para siempre.
Palabra clave: PERMANECER. Del latín Permanecere, man-
tenerse sin mutación en un mismo lugar, estado o calidad. Du-
rar, estar, morar, perdurable, perseverar, persistir, posar, que-
darse, retener, vivir.
Permanecer en la Palabra: Juan 8:31.
Permanecer en la gracia: Hechos 13:43.
Permanecer en la fe: Hechos 14:22; Colosenses 1:23.
Permanecer en el amor fraternal: Hebreos 13:1.
Permanecer en la oración: Lucas 6:12; Colosenses 4:2.
Un día … al otro día (v. 2). Este testimonio es constante y las obras de Dios mues-
tran un equilibrio maravilloso.
104
Ni se escucha (v. 3). Este versículo destaca la índole silenciosa del testimonio. El
testimonio es fuerte, pero muchos no lo entienden. Calvino dijo que solamente por el
Espíritu Santo entendemos este testimonio. Por eso hace falta la revelación de Dios
más específica por su palabra escrita.
Salió su voz (v. 4). Como dice la nota de RVA, el heb. dice “línea”, que es un voca-
blo que a veces se usaba para hablar de escritura. Los acadios (de Babilonia) habla-
ban de “la escritura del firmamento” como habla Job 38:33. Este habla del firma-
mento con un doble enfoque: se dirige a Dios como alabanza y se dirige al hombre
como revelación.
Puso un tabernáculo para el sol (v. 4b). Ahora el salmista pone su atención en el
sol. Pero el sol no es un dios; Dios hizo el lugar para el sol.
Como un novio (v. 5). Aquí se toma prestado lenguaje de otros pueblos que habla-
ron del sol-dios como un héroe o “el valiente” que tenía que pelear con las tinieblas
cada noche. En la perspectiva o cosmovisión de otros pueblos antiguos aun los dio-
ses como el sol estaban sujetos a las fuerzas (innatas) de la naturaleza. Pero Israel
vio todo diferente; toda la naturaleza está sujeta a Dios.
Que emprende la carrera (v. 5). El salmista usa varios símiles para hablar del sol,
símiles conocidos en Mesopotamia y Egipto. En acadio se dice que el sol “corre el
camino”. Corre por los cielos; tenía un carro y caballos. En Egipto tenía un barco. El
salmista ingeniosamente usa este lenguaje pagano pero con un impacto antimitológi-
co que destaca la gloria y poder del Dios único.
¡Nada hay que se esconda de su calor! (v. 6). La influencia del sol llega a todos. El
salmista enfatiza la universalidad de este poder, hecho que nos prepara bien para la
segunda parte del salmo, pues la ley de Jehovah también es para todos y los juicios
de Dios alcanzan a todos.
[página 113] 2. La Palabra de Dios, vv. 7–10
Esta estrofa es un lindo poema sapiencial sobre la revelación de Dios. Se usa una
serie de vocablos que se refieren a la palabra de Dios. En los vv. 7–9 todos los adjeti-
vos son pasivos, describen qué es la Palabra de Dios (es perfecta, es fiel, etc.) y todos
los verbos son de voz activa, dicen qué hace la Palabra de Dios (restaura el alma,
hace sabio al ingenuo, etc.).
La ley de Jehovah (v. 7). La torah 8451 no se limita a leyes sino a toda la revelación
de Dios en su Palabra. Nuestra actitud hacia la voluntad de Dios debe ser la misma:
es perfecta y es efectiva, pues restaura el alma o la vida. Lit. dice, “hacer volver” que
se puede traducir “restaurar” o “convertir”. Millones de personas a través de los si-
glos pueden testificar al hecho que la Palabra de Dios ciertamente les ha convertido y
les sigue restaurando.
El testimonio … hace sabio al ingenuo. El testimonio ( edot 5715) a menudo se usa:
como un sinónimo a torah en los Salmos. Las dos tablas de la ley eran Ilamadas
edot. La ética bíblica es específica, así da dirección y estabilidad a la vida. Hace sa-
bio al ingenuo. El ingenuo aquí es uno sin discernimiento; está fácilmente influido
por cualquier opinión. La Palabra de Dios cambia esa situación, pues le da discerni-
miento, le hace más sabio.
Los preceptos (v. 8). Preceptos (piqudim 6490) conlleva la connotación de “ordenar”.
Se usa mucho como otro sinónimo de torah. Son rectos. La misma palabra se usaba,
en otros pueblos, del dios sol. Alegran el corazón. La instrucción de Dios, la ética bí-
blica, debe hacernos felices. Da gozo porque dirige a un camino derecho.
105
La grandeza de Dios
19:7–10
John C. Mosma, en su libro Tras el velo de lo desconocido,
escribe de un viaje realizado por el emperador Napoleón por el
mar Mediterráneo. Una noche, clara y estrellada, se reunieron
con él en cubierta un grupo de científicos que comenzaron a
discutir las diferentes teorías acerca del origen del mundo. La
mayor parte de ellos negaba que el cosmos fuera la obra creati-
va de un Dios todopoderoso. Napoleón escuchó con atención, y
al principio no hizo ningún comentario. Finalmente, señalando
a un científico que estaba negando vehementemente la exis-
tencia de Dios, señalando a los cielos exclamó: “¿ Y quién hizo
estas estrellas? ¿La ciencia natural?”, o “¿se hicieron a sí mis-
mas? Caballeros, no estoy de acuerdo con ustedes en absoluto,
¡en absoluto!”
George Washington Carver pidió una vez a Dios que le
hablara del universo. Según Carver, el Señor le respondió:
“George, el universo es demasiado grande para que tú lo com-
prendas. ¿Me dejarás cuidar de él a mí?” Humillado contestó:
“Señor, ¿y qué acerca de un cacahuete?” “Ahora, George, me
has hablado acerca de algo de tu tamaño. Ve a trabajar en ello,
y te ayudaré.”
Carver llegó a descubrir más de trescientos productos que
podían hacerse con aquel pequeño trocito del universo de Dios.
La fidelidad en lo pequeño nunca se pierde en la obra de Dios.
[página 114]
El mandamiento (v. 8). La palabra mitsvah 4687 tiene que ver con estatutos. Otra
vez la palabra traducida “puro” es una palabra usada por adoradores del dios Sol.
Alumbra los ojos. Habla de la luz de salud (Prov. 6:23).
El ser limpio
19:13
Entonces seré íntegro y limpio de gran rebelión.
Ser irreprensibles.
Ser sencillos, sinceros.
Ser sin mancha, sin reproche.
Ser resplandecientes (del griego phostones, cuerpos celestes,
luminares).
Ser para gloria de Dios.
Ser para testimonio.
Ser para alabanza.
heb., su forma “nifal” significa permitir que la acción se haga a uno. El siervo de
Dios escucha correcciones; sabe que no es perfecto. Deja que la Palabra de Dios,
usada por el Espíritu Santo, le corrija en sus prácticas cotidianas. Y siempre hay
más que aprender en la vida práctica. Grande galardón habla de los resultados, las
consecuencias de obedecer lo que Dios ha revelado.
(2) Aceptar correcciones, v. 12. ¿Quién entenderá los errores? Quiere
decir sus propios errores. A menudo el cristiano está ciego a sus propias flaquezas.
Un uso concienzudo de la Palabra de Dios ayudará a mostrar estos errores. A veces
enfatizamos ciertas partes o ciertos temas de la Biblia, pero hacemos caso omiso de
otros. Nuestra oración debe ser, con el salmista: ¡Librarme de los que me son ocultos!
conoce su significado.
Le has salido al encuentro (v. 3). Dios toma la iniciativa, sale al encuentro del [pá-
gina 118] hombre. ¡Qué bendición es un encuentro con Dios! Y trae las mejores ben-
diciones.
Te pidió vida (v. 4). El rey había pedido que Dios le salvara la vida. El salmista te-
nía en mente la preservación de la vida del rey y una larga vida para él. A la vez, el
lenguaje se proyecta al Rey Mesías y hacia mayor revelación de la vida eterna en él.
Los judíos interpretaron los vv. 4 y 7 como del Mesías.
El rey confía (v. 7). Otra posible traducción es: “Porque el rey confía en Jehovah y
en la misericordia del Altísimo, no será removido.” Se usa lenguaje del pacto: confía y
misericordia (bataj 982 y berit 2617). La fe en Dios es importante en la realización de la
victoria sobre el pecado y sobre los poderes malignos.
2. Confianza para victorias futuras, vv. 8–13
Puede haber un cambio de persona (o personas) que hablan desde el v. 7. Ahora
puede ser un sacerdote, o si era el rey en los vv. 1–6 ahora es todo el pueblo. La con-
fianza mencionada en el v. 7 encuentra mayor expresión en este párrafo. Los verbos
son imperfectos, que en poesía pueden ser pasado, presente o futuro. Lo mejor es
verlos como futuros aquí.
El (o los) que habla está seguro de la victoria. Dios manifestó su poder y dio al rey
y a su pueblo la victoria en el pasado y el salmista sabe que hará lo mismo en el fu-
turo. La mejor motivación para cualquier persona es la expectación, la esperanza. A
través de su Palabra, Dios da [página 119] estas promesas a los que confían en él.
Semillero homilético
Vida extensa, eterna y para siempre
21:1–13
Alabanza por las bendiciones (vv. 1–7).
Exito: ¡Cuánto se goza en tu salvación!, v. 1.
Prosperidad: Le has salido al encuentro con las mejores
bendiciones, v. 3.
Honor: Honra y esplendor has puesto sobre él, v. 5.
Vida: Por la misericordia del Altísimo no será removido, v. 7.
Confianza en la victoria (vv. 8–12).
Derrota: Tu mano alcanzará a todos sus enemigos, v. 8.
Ruina: Y el fuego los consumirá, v. 9.
Posteridad: Pero no prevalecerán, v. 11.
Huida: Ciertamente les harás volver las espaldas, v. 12.
110
Los vv. 9–12 habla de la destrucción de los enemigos de Dios. El salmista tenía en
mente los que pelearon contra el rey y el pueblo de Israel; entendió que detrás de
ellos había poderes malignos. Asimismo, el creyente en Cristo sabe que el Señor ha
vencido a Satanás y a los poderes malignos (la destrucción de los enemigos por la
presencia del Mesías se nota en Mal. 3:1, 2; Mat. 21:40, 41; 2 Tes. 1:7–9). Como co-
herederos con Cristo los cristianos tenemos acceso a esta misma victoria por la fe y
las armas que Dios nos ha dado.
Maquinaciones (v. 11) en el Texto Masorético es singular, pero es plural en algu-
nos manuscritos y en versiones antiguas. Los enemigos de Dios quieren hacer daño
a Dios y a su reino.
El Salmo termina con una nota de victoria y alabanza. El salmista pide que Dios
use su poder, que lo haga manifiesto. El salmista está poniendo en práctica lo que se
enseña a través de la Biblia: que en el plan de Dios, la oración y la alabanza liberan
el poder de Dios. Si el pueblo de Dios ora y adora, Dios manifiesta su poder. Aunque
los hombres así tengan un papel importante en la operación de Dios, toda la gloria es
para Dios porque todo depende de su poder. El Salmo empieza y termina con énfasis
en el poder de Dios.
SALMO 22: SUPLICA INDIVIDUAL: SUFRIMIENTO Y VICTORIA. MESIA-
NICO.
Este Salmo es un ejemplo del género literario súplicas individuales. Las súplicas o
lamentos individuales forman el grupo más numeroso del salterio. Surgen de tres
tipos de circunstancias: 1) acusaciones falsas u opresión de los enemigos; 2) peni-
tencia por pecado personal (51, 130); 3) enfermedad o incapacidad. Su estructura es
similar a las súplicas colectivas (cf. Sal. 74); aunque se presentan muchas variacio-
nes, las partes comunes son las siguientes: a) Clamor del salmista por ayuda (v. 1);
b) súplica altamente figurativa (vv. 12, 14, 15c); c) confesión de confianza (v. 4); d)
Petición, expresada en un deseo o por imperativos: “Oye, responde” (v. 19 ss.); e) un
argumento adicional como una apelación al cuidado de Dios (v. 9), una oración de
confesión (51:1–3), o una declaración de inocencia (26:3–8); f) un voto de alabanza
pública (testimonio; 22:22, cf. v. 25 ss.); g) expresión de confianza de haber sido oído
y de la respuesta (vv. 24, 28–31).
El Salmo 22 surge de una experiencia de sufrimiento muy intenso. El que sufre se
siente muy solo, abandonado, pero sigue confiando en Dios. Podría ser de una expe-
riencia de David, pero no podemos limitar el Salmo a su contexto original; segura-
mente [página 120] mira hacia adelante al Mesías sufriente. El salmista no hubiera
entendido toda esta aplicación al Mesías, pero su propio sufrimiento prefiguraba el
de Cristo y su poesía era profética porque era inspirada por el Espíritu de Dios. Se-
gún Pedro, David: Siendo, pues, profeta y sabiendo que Dios le había jurado con
juramento que se sentaría sobre su trono uno de su descendencia, y viéndolo de
antemano, habló … (Hech. 2:30, 31a).
La exégesis judía entendió varios versículos del Salmo como dichos del Mesías.
Jesús y los autores del NT vieron en ello muchos detalles que fueron cumplidos en la
111
crucifixión de Jesús. Se destacan la exactitud con que aquí se describe lo que Cristo
sufrió en la cruz, también la humildad del que sufre y la visión de salvación a las na-
ciones. Además de las divisiones en párrafos podríamos hablar de los vv. 1–21 como
“El poder de las tinieblas” y los vv. 22–31 como “El gozo de la victoria”.
1. Clamor por socorro, vv. 1, 2
El salmista no entiende por qué tiene que sufrir tanto, por qué Dios retira su pre-
sencia y su protección. Es el grito de muchos que sufren; se sienten completamente
solos y abandonados. Dios mío, Dios mío nos hace pensar en Cristo desde el principio
del Salmo, pues son las palabras que él clamó desde la cruz.
2. Confesión de confianza, vv. 3–5
El salmista no flaquea en su fe. La santidad es otro aspecto de la fidelidad y la
misericordia de Dios; ya que Dios ha [página 121] respondido en el pasado, el sal-
mista apela a su fidelidad. Recordar cómo Dios ha respondido en el pasado siempre
fortalece nuestra fe.
Cristo en el Salmo 22
Este salmo mesiánico nos ofrece un aspecto profético y
conmovedor de la muerte de Cristo, desamparado de su Padre
por el amor que nos ampara a nosotros, usando una fórmula
que tiene un triple significado:
) Por amor a nosotros.
En nuestro favor.
) En nuestro lugar.
Y que de forma magistral podemos ver en los siguientes pasa-
jes del NT:
Marcos 14:24: “Esto es mi sangre del pacto, la cual es de-
rramada a favor de muchos.”
Lucas 22:19: “Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado.
Haced esto en memoria de mí.”
Gálatas 2:20: “Con Cristo he sido juntamente crucificado, y
ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en
la carne, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y se
entregó por mí.”
Gálatas 3:13: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley al
hacerse maldición por nosotros (porque está escrito: Maldito
todo el que es colgado en un madero).”
Romanos 5:6: “Porque aún siendo nosotros débiles, a su
tiempo Cristo murió por los impíos.”
Romanos 5:8: “Pero Dios muestra su amor para con noso-
tros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
Romanos 8:32: “El que no eximió ni a su propio Hijo, sino
que lo entregó por todos nosotros.”
Romanos 14:15: “No arruines por tu comida a aquel por
quien Cristo murió.”
1 Corintios 11:24: “Tomad, comed. Esto es mi cuerpo que
112
Muchos toros, los malvados y poderosos se juntaron contra él. Estiraron su cuer-
po (vv. 14, 17); Causaron terrible dolor en sus manos y pies (v. 16); tenía mucha sed
(v. 15; cf. Juan 19:28); echaron suertes sobre su ropa (v. 18; cf. Juan 19:23). Cristo
mismo citó este Salmo cuando moría en la cruz.
6. Petición por auxilio, vv. 19–21
Como en todos los salmos de súplica, el salmista clama a Dios por ayuda. Usa
muchas figuras para hacer más fuerte el clamor.
7. Alabanza por la respuesta, vv. 22–24
El salmista siempre está seguro de la respuesta de Dios. ¡Me has respondido! ¡Qué
grito de victoria! Esto también requiere una respuesta de parte del orador: que lo
anuncie a sus hermanos. Hemos de alabar a Dios por sus respuestas a nuestras
oraciones y hacerlo de tal manera que los otros también adoren a Dios.
Pero, se hace la pregunta: En el caso de Cristo, ¿recibió la respuesta? La respues-
ta se encuentra en la resurrección de Cristo, y lo demás de este Salmo habla de la
victoria que incluye la victoria del Mesías.
8. Voto y testimonio de alabanza, vv. 25–28
El salmista, agradecido a Dios, promete [página 123] alabarle en la gran congre-
gación. Sigue enfatizando su responsabilidad de hacer que toda la congregación le
alabe por lo que hace en respuesta a su clamor.
El v. 26 sigue dando motivos de alabanza. Los que buscan a Dios lo encuentran;
los que piden pan serán saciados; Dios responde al clamor de su pueblo. La última
frase indica que su respuesta no se limita a lo físico, incluye lo espiritual; también se
presenta como un vistazo de la vida eterna. El versículo siguiente confirma este en-
foque espiritual.
Cuando Dios actúa la gente quiere conocerlo. Aquí se nota un énfasis misionero:
todos los pueblos adorarán a Dios. Este enfoque universal y el énfasis en el reino de
Dios confirman el carácter profético y mesiánico del Salmo.
114
[página 125]
Nada me faltará es consecuencia de la primera línea. Porque Dios es mi pastor no
tengo que temer, pues él siempre proveerá lo necesario. Hemos de confiar y descan-
sar en él completamente. El NT enseña que él quiere que pidamos lo que necesita-
mos cada día.
El v. 2 presenta un cuadro de paz, seguridad y tranquilidad. Descansar en prados
de tiernos pastos es la última delicia para las ovejas. Dios sabe proveer y quiere pro-
veer estas delicias para los suyos.
La paz y prosperidad a veces nos hace olvidar a Dios. Pero el salmista más bien
confía en Dios y le alaba. Aguas tranquilas dan la idea de refrescarse; y el versículo
habla de alimento y bebida, las necesidades diarias de las ovejas.
Me conduce. El salmista sigue con detalles la metáfora. Dios sabe conducirnos en
experiencias de gozo y bendición. Aun más, el creyente lleno del Espíritu Santo es
una fuente de agua viva, según el NT.
116
La palabra traducida confortará tiene la idea de restaurar o reparar. Se usa para
“hacer volver” en Jeremías 50:19 y Ezequiel 39:2. Así, el pastor hace volver al que se
extravió. A menudo nuestra vida necesita restauración y consuelo. Dios, nuestro
pastor, lo hace y nos da nuevas fuerzas.
Me guiará sigue la idea de la dirección individual y personal de Dios. Y esta direc-
ción es por sendas de justicia; es dirección correcta y sana; no guía en caminos que
terminan mal.
Por amor de su nombre es lit. “por causa de su nombre”. Me guía no por quien soy
[página 126] yo sino por quien es él. Dios se comprometió conmigo y es fiel; ha pro-
metido no abandonarnos.
) Falta de alimento.
Escasez de agua.
) Carencia de protección.
Terminar siendo presa-bocado.
El Señor, como el buen Pastor, da alimento y agua, completa
protección y evita que sea presa-bocado de las fieras. La dis-
persión es contraria a la unidad del rebaño. La unidad es signo
de bienestar, de paz y de prosperidad, de fuerza de cohesión
(Juan 10).
. Los verdes pastos.
Viene del lat. pastus, significa acción de pastar, sustentar,
alimentar. La fertilidad expresa la posibilidad de riqueza,
abundancia, provisión, alimento. Pastos buenos y abundantes,
es una región espaciosa, tranquila y confortable. De la impor-
tancia de los pastos en un pueblo de pastores se deduce lo
dramático de su falta. Provoca la emigración, desolación, ham-
bre.
“En lugares de delicados pastos me hará descansar.”
. Las aguas
Viene del griego hydor.
Las grandes aguas: el océano, el mar, los ríos, la lluvia, las
fuentes. Las aguas del Jordán.
El agua purificadora: Culto, bautismo, purificación, lavacro.
El agua vivificante: El agua, junto con el pan, mantiene la
vida, y apaga la sed. El agua viva (Juan 4:10). El agua viva es
símbolo de la Palabra, del Espíritu Santo y del mismo Cristo.
El agua fluye, riega la tierra:
Su fuerza pacífica. Abundancia de pueblos. Como un río
hacia Jerusalén: Isaías 2:2; Jeremías 31:12; Miqueas 4:1.
Abundancia de paz. Será como un río, de justicia, como las
olas del mar, si el pueblo atiende a la Palabra del Señor: Isaías
48:18; 66:12.
Abundancia de lágrimas. Caen de los ojos por las mejillas del
salmista, como arroyos, llora por los que no cumplen la volun-
tad del Señor: Salmo 119:136.
Los efectos de las aguas benéficas son: la fertilidad, la vida, la
dulzura y la suavidad: Isaías 8:6–8; Jeremías 17:7, 8.
El fluir y la perennidad apuntan hacia una abundancia que
significa constancia. No se trata de las aguas que caen precipi-
tada y violentamente. El torrente, realidad efímera, signo de
frustración y de engañosa traición.
“Junto a aguas de reposo”. “¿Cuáles son estas aguas de reposo
sino las influencias y gracias de un bendito Espíritu? Su Espí-
ritu nos ayuda en varias actividades, como aguas—en plural—
para limpiarnos, refrescarnos, fertilizar, querer.”
C. H. Spurgeon
118
Valle de sombra de muerte significa profunda oscuridad. Para el creyente habrá
experiencias difíciles y oscuras; pero aun allí no debe temer sino debe confiar com-
pletamente. ¿Por qué? Porque tú estarás conmigo. ¿Será posible mayor seguridad o
mayor razón de no temer? La Biblia repite a menudo: “No temas.”
La vara y el cayado pueden ser dos diferentes instrumentos. El primero, con una
maza se usaba en defensa; el segundo era para sostén y para conducir (a veces con
disciplina) a las ovejas. Dios sabe usar los instrumentos necesarios para dar seguri-
dad a sus ovejas. Aun cuando los usa para disciplinarnos y enderezarnos es para
nuestro bien; debe alentarnos.
2. Jehovah como anfitrión, vv. 5, 6
Aquí la metáfora cambia; Dios es el anfitrión que suple alimento y abundancia de
vida. El anfitrión era responsable por su invitado, aun para su protección contra
[página 127] enemigos. En presencia de mis adversarios indica que hay oposición y
hay enemigos; pero todavía Dios nos da abundancia y bendición. Que lo hace en pre-
sencia de ellos sugiere la debilidad de ellos; no pueden impedirlo.
Fanny Crosby
“El apacienta su grey cual Pastor;
El más débil su bondad puede reafirmar.
Nunca dejará ni desamparará
A quienes en su nombre confían.”
Unges… con aceite (v. 5) pinta un cuadro de alivio del tiempo seco. Algunos ostra-
ca (escritos en pedazos de cerámica) de Samaria hablan de “aceite para lavar”. Era
un deleite ser ungido con aceite cuando la piel estaba muy seca. En el NT Jesús nos
da abundancia de vida y derrama sobre nosotros el Espíritu Santo (el aceite se usa
como símbolo del Espíritu en algunos textos).
Mi copa está rebosando es un cuadro de gozo; la vida abundante se encuentra en
Cristo, en la relación íntima con Dios. La palabra traducida rebosando da la idea de
“saturada”. Copa también conlleva la idea de destino en escritos antiguos. Esto nos
dirige al último versículo.
Nótese que cuando Dios es nuestro pastor y nuestro anfitrión, no tenemos que
buscar el bien y la misericordia; más bien ellos nos “perseguirán”. La esperanza del
salmista no termina con esta vida; su relación con Dios seguirá por días sin fin. La
comunión con Dios no termina, es para siempre.
SALMO 24: SALMO LITURGICO. HIMNO DE PROCESION: EL REY DE
GLORIA
Es muy posible que este Salmo surja del acontecimiento registrado en 2 Samuel
6, es decir, la ocasión de trasladar el arca de la casa de Obed-Edom hasta el monte
Sion. El título en la LXX agrega: “para el primer día de la semana”. Más tarde llegó
[página 128] a ser un salmo de expectación de la venida del Señor a su templo: Ma-
laquías 3:1.
119
El v. 2 usa lenguaje común en la mitología cananea, pues yam 3220 “mar” y nahar
5104 “rio” eran dioses rivales de Baal. Pero el salmista desmitifica este lenguaje; ahora
“mar” y “río” no son dioses, son elementos que el único Dios Creador usó para hacer
120
este mundo. Los hebreos y sus vecinos cananeos entendieron el contraste que quiso
hacer el salmista.
2. Condiciones para adorar al Rey santo, vv. 3–6
Esta parte del Salmo contiene paralelos con el Salmo 15 que habla de requisitos
éticos para entrar en la presencia de Dios.
Monte de Jehovah y lugar santo se refieren al santuario en Jerusalén, y a la vez
simbolizan la comunión con Dios.
Limpio de manos y puro de corazón hablan de la santidad. ¿Cómo puede uno ser
puro y limpio adentro? El salmista, en el Salmo 51, pide que Dios le cree un corazón
puro; en el NT, bajo el Nuevo Pacto, Dios hace al creyente una nueva criatura (2 Cor.
5:17) y provee la identificación con Cristo en su muerte y resurrección.
No ha elevado (v. 4). El Salmo 25:1 usa la expresión en paralelo con “confiar”.
Aquí habla de no confiar en ídolos (vanidad); el que adora al Dios verdadero no puede
confiar en otros dioses. También será caracterizado por la honestidad y la honradez.
Bendición y justicia se usan aquí en paralelo. La verdadera justicia es de Dios; su
sentido pleno se conoce en Cristo. Aquí justicia se acerca al sentido neotestamentario
de justificación (cf. Sal 132:9 y 16).
El heb. del v. 6 omite la palabra “Dios”. Algunos lo entienden como “buscan tu
rostro como Jacob” o “estos son el verdadero Jacob” (Israel); pero es mejor aceptar la
lectura de la LXX como hace RVA. Hemos de buscar la comunión con Dios y estas
son características de tales personas.
[página 129] 3. La entrada del Rey victorioso, vv. 7–10
¡Levantad, oh puertas…! El salmista está hablando a los que guardan las puertas.
El simbolismo nos desafía a dejar a Dios entrar como rey absoluto en nuestras vidas.
Rey se usa de Dios a menudo en Salmos y el AT, pero solamente aquí encontra-
mos la frase Rey de gloria.
¿Quién…? Es importante que sepamos quién es Dios; es todopoderoso; ¡puede
hacer lo que promete!
En los vv. 9 y 10 se repite la estrofa con pequeñas variaciones. Sin duda fue can-
tado antifonalmente; una persona o un grupo hizo la pregunta y otro grupo respon-
dió. ¡Jehovah de los Ejércitos! destaca su poderío sobre las huestes celestiales. Dios
tiene todos los poderes a su disposición y hoy día Dios espera que todo su pueblo se
apropie la victoria que Cristo ya ha ganado (2 Cor. 10:3–5).
SALMO 25: SUPLICA INDIVIDUAL: ORACION DE CONFIANZA. ACROS-
TICO.
Este lindo Salmo de confianza combina el lenguaje del pacto y el de la sabiduría.
Sigue la forma de las súplicas individuales pero el individuo reconoce su lugar en la
congregación. Se destacan tres preocupaciones del salmista: 1) la oposición de los
enemigos; 2) la necesidad de la dirección de Dios; y 3) su sentido de ser indigno, una
actitud penitencial. Es uno de los nueve salmos acrósticos, aunque con algunas irre-
gularidades. Se notan semejanzas con el Salmo 34 que también es acróstico.
1. Declaración de confianza, vv. 1–3
Levantaré mi alma señala una oración del corazón, pues el “alma” es el centro de
la [página 130] persona. En vez de tomar su propia venganza o depender de su pro-
pia fuerza, el salmista siempre busca la respuesta en Dios.
121
La verdad
25:5
Buscar la verdad es aspirar a la plenitud de vida.
Conocer la verdad significa experimentar vida, que ha de
traducirse en amor.
Poseer la verdad compromete a servir en amor.
Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres, Juan 8:32.
Según la tradición helenista aletheia significa “estar oculto”,
realidad desvelada, el ser subsistente que puede se conocido.
“Ser sólido, estable”. Conocer es lo contrario del error o la men-
tira.
El salmista declara su confianza en Dios; pide que Dios no deje que sea avergon-
zado. En tal caso, entonces (v. 3), otros también acudirán a Dios. Y si Dios defiende a
los que confían en él, más bien los enemigos serán avergonzados.
2. Apelación al amor de Dios, vv. 4–7
A primera vista uno pregunta: ¿por qué este énfasis en la dirección de Dios? Todo
el Salmo da la respuesta: cuando el enemigo ataca, es cuando uno más necesita una
dirección específica de Dios.
El v. 5 indica tres aspectos indispensables de este camino: a) caminar en la ver-
dad de Dios; b) caminar con su presencia; y c) una confianza constante en él.
El salmista no apela ni a sus propias obras ni a su propia justicia; más bien apela
a la compasión y la misericordia de Dios (v. 6). Se siente indigno delante de Dios; se
humilla con actitud penitencial. Para ser dirigido por Dios hace falta una mente
humilde y abierta a él.
3. La bondad de Dios, vv. 8–11
El salmista sigue con el tema del amor de Dios. Porque es bueno, Dios quiere en-
caminar bien a los pecadores. Sabiendo esto, hemos de dar las buenas nuevas con
denuedo.
Todas las sendas… (v. 10) enseña la verdad de Romanos 8:28: Dios hace que to-
das las cosas ayuden para bien a los que le aman. La combinación misericordia y
verdad se usa mucho en referencia al pacto entre Dios y su pueblo. Se encuentra
ocho veces en los Salmos: 25:10; 40:11; 61:7; 85:10; 86:15; 89:14; 115:1 y 138:2.
4. Recompensas del que teme a Dios, vv. 12–15
El salmista vuelve a hablar de la dirección [página 131] de Dios y vuelve a usar
lenguaje sapiencial. A menudo cuando uno está afligido por las pruebas del enemigo,
olvida la comunión estrecha con Dios; pero es cuando más hace falta.
Semillero homilético
¿A quién acudir?
25:1–22
Audiencia y orden (vv. 1–7).
Enseña: Muéstrame, oh Jehovah, tus caminos, v. 4.
122
Reposará (v. 13) viene de un verbo que significa “alojarse, pasar la noche”. Da la
idea de descansar en lo bueno que Dios provee. El secreto (v. 14, de sod 5475) es “co-
municación confidencial” o “consejo secreto” (cf. Jer 23:18, 22; Amós 3:7). Dios da
dirección específica y el creyente va conociendo más su pacto. Según Isaías 43:10, lo
que Dios quiere es que todo su pueblo le conozca y le entienda cada vez más.
Ojos… siempre puestos… (v. 15) destaca que uno debe estar atento si quiere cono-
cer la voluntad de Dios. Habla de estar en una actitud constante de oración. El ca-
mino de los justos es demasiado difícil de andar sin la dirección y la presencia de
Dios.
¿La verdad?
Carl Lomen, el rey de los renos de Alaska, relata la siguiente
historia verídica: “Hace muchos años, un esquimal de Groen-
landia formó parte de una expedición norteamericana al Polo
Norte y, más tarde, como premio a sus leales servicios, lo ob-
sequiaron con una breve visita a la ciudad de Nueva York.
Quedó el salvaje maravillado de los milagros que allí percibió
con sus ojos y oídos, y al regresar a su poblado contó a los su-
yos sorprendentes historias de edificios que se alzaban hasta
hundirse en el cielo, de tranvías que él describía como casas
habitadas por un montón de gente y las cuales corrían por tro-
chas rectas y largas; de puentes gigantescos; de luces artificia-
les, y de muchos más deslumbradores prodigios de la metrópo-
li.
Los otros esquimales, oyendo relato tan fantástico, lo mira-
ban fríamente y le volvían la espalda; y de ahí en adelante todo
el pueblo lo apodó “Sagdluk”, que quiere decir “embustero”.
Cuando Knud Rasmussen hizo su viaje a Groenlandia y
Alaska, lo acompañó otro esquimal llamado Mitek (Ganso del
Norte). Mitek visitó Copenhague y Nueva York, en donde vio
por primera vez cosas que lo maravillaron. Más tarde, cuando
volvió a Groenlandia, recordó la tragedia de Sagdluk y pensó
que era una tontería decir la verdad.
Les contó, pues, que el doctor Rasmussen tenía amarrado
123
un kayak (canoa) en las orillas del río Hudson, y que todas las
mañanas salían los dos a remar en busca de caza. Gansos, pa-
tos y focas abundaban en la región, con lo que gozaron mucho
con el relato de aquella visita. Mitek, a los ojos de sus coterrá-
neos, es un hombre honrado y veraz. Sus vecinos lo tratan con
gran respeto.
Los esquimales, al menos, tienen disculpa, pero no hay ra-
zón para que el hombre civilizado, y menos el cristiano, cierre
su entendimiento a la VERDAD. ¿Qué hacemos nosotros en
situaciones parecidas?
Semillero homilético
Examíname, oh Jehovah
26:1–12
Cosas que el cristiano no debe hacer.
No debe avergonzarse de dar testimonio; Mateo 10:33; 2
Timoteo 1:8.
No debe comprometerse con los negocios del mundo: 2
Timoteo 2:4.
No debe participar en el pecado: Efesios 5:11.
No debe codiciar, ni amar las cosas temporales: Juan 12:25;
1 Juan 2:15.
No debe participar de la falsamente llamada ciencia: 2
Timoteo 6:20.
No debe ser contencioso: 2 Timoteo 2:24.
No debe estar descontento con lo que posee: 1 Timoteo 6:8.
Cosas que el cristiano debe hacer.
Debe ser ejemplo de los fieles: 1 Timoteo 4:12.
Debe tener buena conciencia: 1 Timoteo 1:9.
Debe anunciar la Palabra de Dios: 2 Timoteo 4:2.
Debe ser constante en la oración: Colosenses 4:2.
Debe reprender a los que hacen el mal: Lucas 17:3; 1 Pedro
3:10–12.
Debe mantenerse siempre puro: 1 Timoteo 5:22.
Debe estar lleno del Espíritu Santo: Efesios 5:1.
Mira… Mira, los vv. 18 y 19 empiezan con la “r” en heb.; la “qof” está ausente. De
nuevo el salmista se siente indigno, reconoce que es pecador; pero pide con confian-
124
za porque sabe que Dios es misericordioso. Pide que Dios le rescate porque se ha re-
fugiado y ha esperado en él. El v. 20 vuelve al pedido del v. 2.
El v. 22 queda fuera del arreglo acróstico. También usa Dios (elohim 430) en vez de
Jehovah. Probablemente fue agregado (quizá por el mismo salmista) para usar el
Salmo en la congregación. La dirección y salvación que se pide para uno también se
pide para todo el pueblo de Dios.
SALMO 26: SUPLICA INDIVIDUAL. ORACION DE INTEGRIDAD
Este Salmo muestra semejanzas con el Salmo 25. El salmista pide vindicación
porque fue acusado falsamente (cf. Sal 7). También algunos piensan que era un can-
to usado para la preparación de entrar al santuario (cf. Sal. 15 y 24). Tres temas se
notan a través del Salmo: 1) oración; 2) afirmación de integridad; 3) confianza y se-
guridad.
1. Clamor por vindicación, vv. 1–3
El salmista, falsamente acusado, quiere que Dios le haga justicia. No es orgulloso,
[página 133] pero sabe que ha confiado en Dios. Examíname… pruébame… purifica…
(v. 2) muestra su actitud humilde. Aunque está seguro de su integridad, quiere que
Dios le examine y que le purifique más. La palabra purifica se usa en la fundición de
metales.
Joya bíblica
Oh Jehovah, he amado la habitación de tu casa, el lugar de
la morada de tu gloria (26:8).
Semillero homilético
Libres del temor
27:1–4
Introducción: La palabra temer, del griego phobeomai, abar-
ca dos clases de temor:
Temor frente a peligros como la muerte, el mal y el juicio de
Dios.
Temor como sentimiento de reverencia ante Dios, que se
transforma en adoración y confianza filial. Es adorar, honrar y
126
venerar.
Tipos de temor.
El temor al fracaso.
El temor al peligro.
El temor al futuro.
El temor a la enfermedad.
El temor a la muerte.
Resultados del temor.
Debilita la salud.
Paraliza la voluntad.
Quita el sueño.
Entorpece la mente.
Produce el fracaso espiritual.
. Desarraigando el temor.
Regresar a Dios.
Renunciar al temor.
Examinar la vida.
Profundizar en la Palabra.
Practicar la oración.
Conclusión: El cristiano debe vencer el temor: “No temas”.
[página 135]
Verdades prácticas
27:1–14
La confianza en el Señor vence el miedo: Jehovah es la
fortaleza de mi vida, v. 1.
La fe en el Señor, echa fuera el temor: Mi corazón no temerá,
v. 3.
La salvación libra de la destrucción: Me pondrá en alto sobre
una roca, v. 5.
La fortaleza en el Señor, vence a los enemigos: Sobre mis
enemigos que me rodean, v. 6.
La dependencia en el Señor, evita el desamparo: Tú has sido
mi ayuda, v. 9.
La sabiduría en el Señor, ilumina el camino: Guíame por
sendas de rectitud, v. 11.
La seguridad en el Señor, alienta el corazón: ¡Sí, espera en
Jehovah!, v. 14.
127
Pablo dijo que todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús van a su-
frir persecuciones. Estas persecuciones pueden ser externas, de otras personas, o
internas, de la naturaleza vieja o del diablo. Efesios 6:12 dice que nuestra lucha es
contra principados, contra autoridades, contra los gobernadores de estas tinieblas,
contra espíritus de maldad… El salmista habla de enemigos físicos, pero el NT aplica
este lenguaje de batalla también a la lucha espiritual. Venga de donde venga la opo-
sición, el mensaje es claro, bajo la protección de Dios mi corazón no temerá.
3. Confianza en la comunión, vv. 4–6
Una cosa… indica una declaración de propósito muy definida. La Biblia constan-
temente enfatiza que el creyente debe buscar a Dios y su reino, debe permanecer en
comunión con Cristo. Morar en la casa de Jehovah se refiere a vivir permanente en la
presencia de Dios; tal vida incluía visitas regulares al templo.
El v. 4 indica dos resultados de esta prioridad: 1) experimentar (contemplar) la
belleza y la gloria de Dios (su santidad, su misericordia, su gracia, su verdad, su jus-
ticia su amor y la armonía de todas estas cualidades); y 2) disfrutar la dirección de
Dios. El salmista sabe que si tiene tal comunión con Dios, el Señor le va a proteger y
darle lugar firme (v. 5). Le va a dar la victoria (v. 6, “levantar la cabeza” es señal de
triunfo).
4. Confianza en la oración, vv. 7–9
El movimiento es de lo general a lo particular; culmina en las dos peticiones espe-
cíficas de los vv. 11 y 12. En heb. “mi rostro” causa dificultades. Las variaciones de
las versiones antiguas pueden indicar un problema textual. Aunque a veces parecie-
ra que Dios esconde su rostro, el salmista determina buscar su presencia.
5. Confianza en el sostén de Dios, vv. 10–13
Aunque… me dejen. Aun los más cercanos pueden fallarle, pero Dios lo recoge.
Las dos peticiones específicias son: 1) la dirección de Dios. ¡Qué privilegio es tener
a Dios por guía! y 2) liberación de los enemigos. Parece que aquí tiene que ver con
calumnias porque habla de “falsos testigos”. Sólo Dios puede dar esta liberación.
¡Oh, si yo no creyese…! Algunos escribas cuestionaban la primera palabra (lule
539,que indica una cláusula hipotética; así diría: “Yo creo que veré la bondad…” En
ambos casos enseña que debemos creer en Dios para su acción definida y palpable
en la situatión de peligro.
128
6. Invitación a la confianza, v. 14
El salmista concluye con una nueva declaración de confianza. Esta confianza en
que Dios oye y actuará también da aliento al creyente. El Salmo es un ejemplo, en el
AT de lo que dice Romanos 8:31: Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
Semillero homilético
El poder de la oración
28:1–9
Oración de acción de gracias (vv. 1–5).
La plegaria espontánea: A ti clamaré, oh Jehovah, v. 1.
La apelación contrita: Escucha la voz de mis ruegos, v. 2.
La censura merecida: Porque no atendieron a los hechos de
Jehovah, v. 5.
Alabanza por la oración escuchada (vv. 6–9).
La dimensión esencial: Jehovah es mi fuerza y mi escudo, v.
7.
La alianza restablecida: La fortaleza de salvación para su
ungido, v. 8.
La esperanza eterna: Salva a tu pueblo y bendice tu heredad,
v. 9.
Roca mía significa una base firme de confianza. Es claro que el salmista ya ha te-
nido una relación establecida con Dios. Pero el silencio de Dios le preocupa. Teme
perecer con el mismo juicio que vendrá sobre los malos. También teme que si Dios
no contesta pronto, él caerá en los errores de los malos. Es la respuesta de Dios a
sus clamores la que mantiene a los creyentes en el camino.
Alzo mis manos (v. 2), puede indicar varias actitudes en la oración. Aquí es la sú-
plica o clamor. El clamor incluye las emociones y la manifestación de ellas.
2. Clamor por justicia, vv. 3–5
A menudo, en los salmos, se mezcla la petición con la imprecación. De nuevo el
salmista pide que él no caiga bajo el juicio que merecen los impíos. Hablan de paz,
pero…, la médula de su maldad es su corazón engañoso.
Dales… dales… ¡dales…! (v. 4). El salmista pide que Dios haga justicia a los ene-
migos. El v. 5 indica que son enemigos de Dios. Nótese quiénes son los enemigos de
Dios: los que no toman en serio su responsabilidad con Dios. La raíz de su maldad
es sencillamente hacer caso omiso de Dios.
[página 138] 3. La respuesta a la súplica, vv. 6, 7
El salmista siempre está seguro de que Dios le escucha. Aquí no es claro si lo es-
cribe cuando ya experimentó su liberación, o si está tan seguro, por la fe, que le
agradece a Dios anticipadamente. Lo cierto es que lo primero que hace es alabar a
Dios por la respuesta. Explica el desarrollo de su experiencia: clamor, ayuda, gozo,
alabanza.
4. Compartiendo la bendición, vv. 8, 9
El Salmo termina con el deseo de compartir esta experiencia con todo el pueblo de
Dios. (Esta estrofa podría haber sido agregada después para su uso en el culto.) Este
130
es el creyente, que en su propia vida experimenta la verdad bíblica: Todo aquel que
cree en él no será avergonzado, y quiere que todos los demás experimenten lo mismo.
La última petición (v. 9) contiene cuatro verbos imperativos: salva, bendice, pasto-
réalos y enaltécelos (o “lleva”). El último verbo significa “alzar” y “llevar”; en Deutero-
nomio 1:31: como trae un hombre a su hijo, y en Exodo 19:4: levantado… sobre alas
de águilas. Ciertamente es Dios que sustenta a su pueblo y también lo enaltece.
SALMO 29: UN HIMNO A JEHOVAH, PODEROSO SOBRE LA TORMENTA
Este himno sigue la estructura normal de himnos (cf. Sal. 103) con un llamado a
la adoración, una parte principal y una conclusión. Se nota que es una poesía anti-
gua por su semejanza con la poesía cananea y con otra poesía antigua en la Biblia
(Exo. 15; Jue. 5).
Podemos ver un doble contexto del himno. Algunos lo llaman “el salmo de siete
truenos” porque “voz de Jehovah” aparece siete veces y se refiere al trueno en una
tormenta. El salmista fue motivado por una gran tormenta que llegó del Mediterrá-
neo (v. 3), pasó a las montañas del Líbano (v. 6) y luego a lugares más desérticos al
este o al sur (v. 8).
También debemos notar el contexto cananeo por el lenguaje y figuras que usa.
Muchos opinan que este poema era un himno cananeo adoptado por los hebreos,
porque el lenguaje es semejante al de la poesía ugarítica sobre el dios Baal, que era
dios de la tormenta y del relámpago. Sin embargo, otros poemas bíblicos (Exo. 15:8,
10; Jue. 5:4, 5, 19–21) usan imágenes de la tormenta. Es mejor pensar que un israe-
lita como David to compuso; y a la vez notar la fuerte influencia de la poesía cana-
nea. Por cierto, podemos ver aquí una polémica contra Baal. Los hebreos constante-
mente fueron atraídos a la adoración de los elementos de la naturaleza de la religión
cananea. El salmista usa los motivos de este contexto para decir que Jehovah, no
Baal, tiene todo el poder sobre la naturaleza.
El título en la LXX dice que el himno fue usado en la fiesta de Tabernáculos. Más
[página 139] tarde el Talmud lo prescribe a la fiesta de Pentecostés.
1. Llamado a la adoración, vv. 1, 2
Dad a Jehovah. No damos a otro la gloria. En aquel entonces la tentación era dar
crédito a Baal y participar en los ritos paganos de los vecinos cananeos; hoy día la
tentación es dar honor a la tecnología y a los logros del hombre en lugar de a Dios.
Hemos de darle toda la gloria debida a su nombre.
Hijos de los fuertes (v. 1) es lit. “hijos de Dios”; se refiere a seres espirituales celes-
tiales, es decir, los ángeles. La hermosura de la santidad probablemente tiene en
mente los vestidos sagrados de los sacerdotes, pero también hace hincapié en la san-
tidad de Dios y la santidad que él pide de los adoradores.
2. Adoración por la voz de Dios en la tormenta, vv. 3–9
Sin duda el salmista se refiere al mar Mediterráneo en el v. 3, pero también usa
imágenes comunes de la religión cananea. Jehovah es el dueño de la tormenta. Dios
actúa con poder (v. 4) y la gloria pertenece a él.
Cedros… Líbano (vv. 5, 6) es lenguaje del norte (Sirión es el monte Hermón, Deut.
3:9). En la mitología cananea Baal tenía su hábitat en las montañas del Líbano. Los
cedros y las montañas eran símbolos de estabilidad. Pero Jehovah es más poderoso;
no es parte de la naturaleza sino reina sobre ella. El quiebra los cedros y hace saltar
las montañas para celebrar y manifestar su poder superior y para cumplir sus pro-
pósitos.
131
Llamas de fuego (v. 7) se refiere al relámpago. Para los cananeos, Baal era dios del
relámpago (relieves cananeos lo muestran con un relámpago en la mano), pero Jeho-
vah es señor de esto también. Parece extraño que falta una segunda línea en el v. 7.
Aun en el desierto (v. 8), que se creía bajo el poder de fuerzas contra Baal, Dios es
señor y maneja los lugares desolados. Las encinas y bosques eran lugares de adora-
ción [página 140] cananea; Jehovah también es dueño de todos estos lugares. Pero
en su templo los de Jehovah proclaman su gloria como explica la última estrofa.
Semillero homilético
El cántico de victoria
30:4–7
Motivos por el cántico.
El recuerdo de la santidad de Dios (v. 4).
La ira de Dios no duró (v. 5).
Resultados del cántico.
No será removido (v. 6).
Su favor dura toda la vida (v. 5).
. La permanencia del cántico (v. 5).
Las lágrimas duran por la noche.
El cántico dura de por vida.
Ahora el salmista reconoce que por la buena voluntad de Dios fue establecido, que
debe todo a Dios (v. 7). Reconoce que si Dios esconde su rostro cae al piso toda esa
estabilidad. El salmista cree que su crisis vino por causa de esta autosuficiencia.
4. Recuerdo del clamor a Dios, vv. 8–10
Aquí el salmista está recordando cómo era su clamor; se dio cuenta de que sólo
en Dios había salvación, que debía dar toda la gloria a Dios y siempre depender de él
(cf. Sal. 28:1; 142:1; Joel 1:19).
En el v. 9 usa un lenguaje humano para razonar con Dios (cf. Isa. 38:18, 19; Sal.
6:5; 88:10–12; 115:17). En el v. 10, el salmista directamente pide la misericordia y la
ayuda de Dios.
5. Liberación, v. 11
La respuesta vino de Dios. Cuando el creyente se da cuenta de que aun su vida
cristiana se ha vuelto egocéntrica, que su propia piedad está tomando el lugar de
Dios, puede hacer lo mismo que hizo el salmista, clamar a Dios. Y Dios responde con
respuesta grande. El salmista está rebosando de alegría y la expresa con sus emo-
ciones. La palabra danza aquí (mejolah 4246) es diferente que la de 2 Samuel 6:14, 16
(carar 3769), donde David danzaba delante del arca, pero las dos se usan para danzar.
Joya bíblica
Por eso mi alma te cantará y no callará.
Oh Jehovah, Dios mío, te alabaré para siempre (30:12).
tual; no sólo de enfermedad y enemigos libera Dios, sino también de pecado y del
maligno.
Dios de verdad (v. 5) destaca que es fiel y es el verdadero Dios. Nótese el contraste
con los ídolos vanos en el v. 6. Desde Deuteronomio 32:21, a menudo los falsos dio-
ses se llaman “vanidades”. El v. 6 es citado en Jonás 2:8.
En este cántico de alabanza y confianza hay un ciclo de adoración, expectación y
entrega (vv. 7, 8). Aun en la crisis el salmista se goza en el amor de Dios. Esta pala-
135
bra (hesed 2617, amor, misericordia) [página 144] explica lo que Dios es. Su amor,
misericordia y gracia se expresan a través de su pacto especial con su pueblo.
Has conocido… (v. 7b) es el uso heb. de conocer en que el que conoce se posesiona
del objeto conocido. Habla de su cuidado y su amor, como en el Salmo 1:6.
3. Clamor de uno que se siente rechazado, vv. 9–13
En el primer ciclo (vv. 1–8) el salmista era perseguido, ahora se siente muy recha-
zado. El el v. 9 da la impresión de una enfermedad, pero puede ser el efecto de la an-
gustia, se siente muy debilitado. En el v. 10 se debilita más y tiene un sentido de
culpa.
Semillero homilético
¡Cuán grande es él!
31:1–24
El Señor que preserva (vv. 1–3).
Refugio: Confianza justificadora (v. 1).
Roca: Seguridad salvadora (v. 2).
Camino: Peregrinación amorosa (v. 3).
La red que rescata (vv. 4–13).
Idolatría: De los ídolos vanos (v. 6). Temor:
Has visto mi aflicción (v. 7). Angustia:
Procuran quitarme la vida (v. 13).
. La mano que libra (vv. 14–18).
Salvación de enemigos y perseguidores (v. 15).
Protege de ser avergonzado (v. 17).
Silencia a los mentirosos (v. 18).
. El canto que desafía (vv. 19–24).
Fundamento: La grandeza de la bondad (v. 19).
Columna: La presencia protectora (v. 20).
Cimiento: La ciudad fortificada (v. 21).
Joya bíblica
Pero yo he confiado en ti, oh Jehovah. He
dicho: “Tú eres mi Dios;
en tus manos están mis tiempos” (31:14, 15).
Verdades prácticas
32:6
Puede existir una doble manera de encontrar o hallar a Dios;
o se asciende o se baja. Vida o muerte. Encuentro o separa-
ción.
No se permanece en el mismo plano, pues si continuamos en
el mismo nivel, no podremos verle.
Para encontrarnos con Dios es preciso, primero, descender,
huir del cosmos del que formarmos parte.
Debemos ascender para entrar en su Reino, y para esto es
necesario negarse a sí mismo y vivir en Cristo.
Toda relación con el Señor supone la muerte al mundo, y la
vida en su servicio de amor.
Cómo perdonar
32:1–11
Perdonar es una gracia espiritual que todo cristiano debe
ejercer, y sobre este tema, Roy L. Smith ofrece las siguientes
sugerencias:
Comienza dándote cuenta de que, en comparación con los
sufrimientos de Cristo, tú no has sido seriamente perjudicado
en absoluto.
Recuerda las muchas acciones bondadosas de que has sido
objeto, quizá por la misma persona que te ha dañado.
Considera los beneficios que has recibido del Señor.
Agradécele que él te bendiga con su amor y perdón cada día.
Esfuérzate honradamente en orar por quien te haya hecho
daño.
Ve aun más lejos, y busca alguna oportunidad para ayudar-
le.
Si la ofensa es especialmente difícil de olvidar, intenta bo-
rrarla de la memoria ocupándola con pensamientos bondado-
sos y generosos.
Finalmente, antes de caer dormido por la noche, repasa
lentamente y reflexionando en ello, aquella frase de la oración
del Señor: “Perdona nuestras deudas, como también nosotros
140
Verdades prácticas
33:4
Porque recta es la palabra de Jehovah, y toda su obra ha sido
hecha con verdad.
La Palabra de Dios: Salva:
Santiago 1:21. Edifica:
Colosenses 2:7.
142
Por la palabra… fueron hechos (v. 6). Aquí escuchamos ecos de Génesis 1. ¡Qué
maravilla que con sólo su palabra Dios creó todo!
Junta… las aguas (v. 7). Aquí tenemos ecos del éxodo. Véase Exodo 15:8; Exodo
15 usa lenguaje cananeo para hablar de la creación del pueblo en los eventos del
éxodo. Dios tiene poder sobre todas las fuerzas de la naturaleza. Ante tal poder, to-
dos los pueblos deben temerle. El temor de Jehovah es tema prominente en los escri-
tos sapienciales; significa reverenciar, glorificar y obedecer a Dios. Dios desea que
todos los habitantes de la tierra tengan esta relación con él.
El v. 9 repite por qué todos deben temer a Dios. Deben temerle por su gran poder
infinito y porque es dueño y merece la adoración de todos.
3. El plan eterno de Dios, vv. 10–12
El salmista alabó a Dios por su poder en la creación; ahora le alaba por su pode-
roso control de la historia humana. El merece la alabanza porque es señor sobre to-
do. [página 151] La creación descansa en la palabra divina; la historia descansa en
el plan divino. En sus actos en la historia también Dios usa su control de la natura-
leza. El progreso de alabanza desde la palabra creadora de Dios a la alabanza de su
plan en la historia humana es consecuencia de la teología hebrea.
Permanecerá (v. 11). Los propósitos de Dios se cumplirán; nos da confianza. Los
pensamientos de su corazón enfatiza que Dios hace las cosas coherentemente y no va
cambiando caprichosamente. Corazón en el AT es el centro del hombre; incluye emo-
ciones, pero enfatiza más lo intelectual y lo racional.
¡Bienaventurada! (v. 12). ¡Qué privilegio es conocer a este Dios único y todopode-
roso y a la vez misericordioso! ¡Qué privilegio es ser escogido por Dios! El NT hace
claro que cada creyente es un escogido de Dios.
4. La providencia de Dios que mira todo, vv. 13–19
La palabra todos (kol 3605) aparece tres veces en los vv. 13–15. Dios sabe todo; la
base de sus juicios es completa, no parcial como en los juicios humanos. Este hecho
nos da confianza, pues él entiende todos los factores de nuestra situación.
Dios no sólo ve a los suyos, mira a todos los habitantes de la tierra (v. 14), porque
se interesa en todos. Entiende los motivos y los sentimientos de su corazón porque él
los hizo (v. 15). ¡Qué desafío para hacer sicología con presupuestos bíblicos!
Joya bíblica
Jehovah ve desde los cielos;
mira a todos los hijos del hombre (33:13).
Como todos se repite tres veces en los vv. 13–15, en los vv. 16 y 17 se repite tres
veces la multitud, mucha, gran (cf. Prov. 21:31). No importa cuán grande es el poderío
del armamento bélico humano, el poder de Dios es infinitamente superior y encami-
143
na los resultados según sus propósitos. Todo el poderío militar cae bajo la soberanía
de Dios. El lenguaje del v. 16 hace eco otra vez de Exodo 15 y Jueces 5.
Los vv. 18 y 19 vuelven a la providencia de Dios sobre su propio pueblo. Si la om-
nisciencia de Dios garantiza sus juicios justos en los vv. 13–15, aquí garantiza su
cuidado de los justos. La misma metáfora del ojo de Jehovah se usa así en otros pa-
sajes (Sal. 32:8; Deut. 11:12; 1 Rey. 8:29; 2 Crón. 16:9). Dios cuida a los suyos; es la
promesa y es la experiencia de los creyentes.
5. La fe de los adoradores, vv. 20–22
Esta estrofa muestra la consecuencia de toda esta teología, de lo que Dios es y lo
que hace. La introducción mostraba un coro cantando alabanzas; la conclusión del
Salmo muestra la profunda fe de los adoradores. El cántico de alabanza llega a ser
[página 152] la oración de fe. El salmista está seguro de la respuesta de Dios a esta
confianza; como dice Romanos 5:5, Dios no nos desilusiona.
Este Salmo logra la integración de creencias teológicas básicas en el pueblo
hebreo: creación, providencia, elección, historia, el pacto, la justicia, poder y miseri-
cordia de Dios y las une a la adoración. Ciertamente lo que el pueblo de Dios cree se
expresa en su canto.
SALMO 34: SUPLICA INDIVIDUAL Y ACCION DE GRACIAS
Este es uno de ocho salmos que según los títulos surgen de la persecuciones de
David por Saúl. El orden cronológico de los Salmos si surgieron de estos eventos se-
ría: 7, 59, 56, 34, 52, 57, 142 y 54 (Delitzsch).
Los eventos del título están explicados en 1 Samuel 21:10–15 donde el rey se lla-
ma Aquis. Se cree que Abimelec era un nombre común de los reyes filisteos como
Agag era para los amalequitas y faraón para los egipcios.
Se discute si el Salmo realmente fue escrito por David. Podría aplicarse a todas
las angustias y las crisis de la vida. Porque es tan elaborado artísticamente, algunos
piensan que un autor o editor más tarde lo hizo referir a esta experiencia de David.
Sin embargo, no hay razones fuertes para negar que sea de David. Se ha sugerido
que David escribió un poema de su experiencia, como dice el título, y más tarde otro
poeta usó el poema (quedando con el mismo título) para desarrollar este salmo.
La forma literaria y artística del Salmo es bellísima. Es un acróstico; cada versícu-
lo empieza con una letra del alfabeto heb. y contiene dos líneas. El Salmo conlleva
varios paralelos con el Salmo 25 que también es acróstico. Los dos saltan la letra
“waw” y los dos agregan el versículo al final que empieza con la palabra padah 6299
“redimir”.
Algunas palabras clave son repetidas varias veces: Shama 8085 “oír” o “escuchar”
en los vv. 2, 6, 11 y 17; Hatsil 5337 “librar” en los vv. 4, 17 y 19; Yará 3373 “temer” en
los vv. 7, 9a, 9b y 11; tob 2896 “bueno” en los vv. 8, 10, 12 y 14; ra 7451 “mal” o “mal-
dad” en los vv. 13, 14, 16, 19 y 21; tsadiq 6662 “justo” en los vv. 15, 19 y 21; es un
arreglo artístico que hace más lindo el poema y a la vez más didáctico. El Salmo es
una linda combinación de adoración, acción de gracias y enseñanza de sabiduría.
1. La resolución de alabar a Dios, vv. 1–3
El Salmo empieza con una decisión de adorar (para bendeciré, ver Sal. 103). Cada
uno decide sus prioridades. El cristiano tiene que decidir adorar a Dios; si no toma
una decisión definida, las muchas preocupaciones y ocupaciones de la vida tomarán
el tiempo precioso de la adoración. Además, esta adoración debe expresarse oralmen-
te: estará siempre en mi boca (v. 1).
144
El salmista también dice que la adoración debe estar centrada en Dios, En Jeho-
vah se gloriará mi alma (v. 2). No debemos [página 153] gloriarnos de nosotros mis-
mos, pero el que nos hizo y nos salvó merece toda gloria. El propósito en la adoración
no es sólo nuestro bien: es dar honra y gloria a Dios. Y los mansos o “los sumisos” a
Dios tendrán gozo por causa de esta adoración.
La adoración también se hace en comunidad. El que ama a Dios y se deleita en
alabarle busca compañeros para adorar juntos a Dios (v. 3).
2. El testimonio de fe, vv. 4–7
Ahora el salmista da la razón para su alabanza: Busqué a Jehovah, y él me oyó (v.
4). La Biblia enfatiza mucho la búsqueda de Dios. Los profetas condenaron a la gente
por no hacerlo y aun más a los líderes porque no buscaron a Jehovah.
“Mirar” (v. 5) significa un anhelo intenso por su salvación. Algunos manuscritos,
con cambio de una vocal, lo hacen imperativo: “Mirad a él y sed iluminados” (o ra-
diantes). Lo que señala el versículo es la necesidad de ejercitar la fe. Alguien ha defi-
nido la fe como “mirar a Dios con los ojos interiores de confianza”. Iluminados viene
de una palabra que significa “brillar” (cf. Isa. 60:5). La luz de Dios se refleja y brilla
en el rostro del que mira a él.
Este pobre (v. 6). El salmista se señala a sí mismo. Nótense los verbos, llenos de
acción y connotaciones teológicas: clamó, escuchó y libró. La gente vive angustiada; la
liberación de estas angustias sólo viene con el clamor a Dios con la humildad que
muestra el salmista.
La palabra “librar” se repite de nuevo en el v. 7. Esta liberación no es sólo para el
salmista, es para toda persona que teme a Dios. El salmista lo experimentó, Dios
toma interés personal en cada uno de sus hijos.
Semillero homilético
Cómo alabar a Dios
34:1–7
Yo busqué a Jehovah, y él me oyó,
y de todos mis temores me libró.
Variaciones sobre un tema: El salmista aprende a alabar a
Dios.
Buscar.
Nadie buscará a Dios en vano.
Dios siempre está atento a la súplica de los suyos.
Dios tiene poder para librar de todos los males.
No hay ninguna necesidad que él no pueda suplir.
Ninguno que confía en él será defraudado.
Temor-reverencia.
El temor de Jehovah os enseñaré.
) Vida controlada.
Vida separada.
) Vida activa.
145
) Vida pacífica.
La confianza llama a una vida:
) Libre de los temores de cada día.
De fe, no de cobardía.
) De ánimo renovado.
Llena del Espíritu.
. Bendición-alabanza.
En primer lugar, asume la soberanía de Dios: Bendeciré.
En segundo lugar, un solo motivo en que gloriarse. En
Jehovah se gloriará mi alma, v. 2.
En tercer lugar, aplicar la enseñanza a la vida. Lo oirán los
mansos y se alegrarán, v. 2.
Joya bíblica
Cercano está Jehovah a los quebrantados de corazón;
él salvará a los contritos de espíritu (34:18).
Semillero homilético
El rescate de los enemigos
35:1–28
La persecución injusta (vv. 1–10).
Desvelo: Contiende, oh Jehovah, con los que contienden
contra mí, v. 1.
Lucha: Sean avergonzados y afrentados los que buscan mi
vida, v. 4.
Aventar: Sean como el tamo ante el viento, v. 5.
El odio sin motivo (vv. 11–18).
Traición: Se han levantado testigos falsos, v. 11.
Ingratitud: Con impiedad se dedicaron al escarnio, v. 16.
Acoso: Rescata de sus destrucciones mi alma, v. 17.
. El perseguido vindicado (vv. 19–28).
Juicio: Tú has visto. Oh Jehovah, no calles, v. 22.
Causa: Oh Jehovah, Dios mío, hazme justicia conforme a tu
rectitud, v. 24.
Defensa: Mi lengua hablará de tu justicia y de tu alabanza, v.
150
28.
Joya bíblica
Canten y alégrense los que están a favor de mi justa
causa,
y digan siempre:
“¡Sea ensalzado Jehovah, que se complace en el bienes- tar
de su siervo!” (35:27).
La envidia
Una historia que se cuenta acerca de los grandes artistas
italianos Miguel Angel y Rafael, señala el terrible problema
creado por la envidia. Estos hombres fueron encargados por
las autoridades del Vaticano para que realizaran varias escul-
turas y pinturas. Aunque cada uno de ellos tenía una tarea
diferente asignada, y cada uno de ellos era sumamente respe-
tado, surgió un espíritu tan amargo de celos entre ellos que al
final ni podían hablarse cuando se encontraban. Su intensa
rivalidad era evidente para todos los que los conocían. Lo más
asombroso de todo era que se suponía que ambos estaban
haciendo su obra “para la gloria de Dios”. Y sin embargo,
¡cuánto daño hicieron a la causa de Cristo!
Decía Thomas Brooks, aludiendo a los cristianos a medias:
somos “demasiado buenos para ser felices con el mundo, pero
demasiado imperfectos para ser felices sin el mundo”.
Este orgullo y la ceguera resultante afectan sus palabras y sus hechos (v. 3). Si-
gue un camino de degeneración, pues ha dejado de ser sensato porque dejó el temor
de Dios que es el principio de la sabiduría. Está preso por su propia maldad y por
fuerzas malignas.
En su cama (v. 4) indica el rumbo de su vida. Lo que uno piensa cuando se des-
pierta en la noche, a menudo muestra lo que está en su corazón. Lo que uno no hace
también define su maldad. El temor de Jehovah también es aborrecer el mal (Prov.
8:13).
2. La bondad de Jehovah, vv. 5–9
La primera estrofa sirve de contraste para resaltar la misericordia de Dios. Ahora
el salmista llega a la médula de su mensaje, la grandeza del amor de Dios. Usa las
figuras superlativas más grandes que conoce; la misericordia de Dios no tiene lími-
tes.
La justicia y los juicios de Dios son parte de la misericordia de Dios. También son
grandes sin límites; y esta grandeza nos invita a explorarlos. Aunque hay mucha
maldad en el mundo y pareciera que la injusticia predomina, la justicia de Dios pre-
152
valecerá. El pone límites a la maldad, sigue obrando en todo el mundo, conservas (o
“preserva”, lit. salva) al hombre y al animal.[página 161]
¡Cuán preciosa… tu bondad! (jesed 2617 v. 7). Esta bondad de Dios no es imperso-
nal y lejana, está disponible para los hijos del hombre, pueden “refugiarse” en Dios
mismo, porque Dios se interesa en y se compadece de cada uno. Lo que comparte
Dios generosamente con sus hijos, el v. 8 lo explica con figuras de abundancia, paz y
satisfacción.
El manantial de la vida (v. 9). Dios es la fuente de vida en todo sentido, material y
espiritual. El nos creó, y creó y sostiene todo aquello de lo que depende la vida. En lo
espiritual, él es la única fuente; el salmista sabe que no hay ningún sustituto para la
comunión con Dios. La luz sugiere gozo, pureza y verdad. Dios comparte lo que él es
con los que tienen comunión con él.
3. Una oración, vv. 10–12
El salmista nos da un buen ejemplo: primero alaba a Dios por su misericordia,
después ora para que los “conocedores” de Dios la experimenten más. También ora
para no caer en manos de los impíos y para no caer en los mismos errores.
El salmista está seguro de la victoria de Dios (v. 12). Los enemigos de Dios caerán
y su derrota será permanente. En el v. 12 el salmista vuelve a pensar en los impíos
de la primera estrofa. Esto indica que el Salmo es una unidad.
SALMO 37: SALMO DIDACTICO-SAPIENCIAL. ACROSTICO.
El Salmo muestra muchos paralelos con el libro de Proverbios, pues se compone
mayormente de dichos sapienciales de instrucción práctica. Es un Salmo acróstico
(como son los Sal. 9, 10, 25 y 34); cada estrofa (casi todas de dos versículos) contiene
cuatro líneas, excepto los vv. 14 y 15, que tienen seis, y los vv. 25 y 26 con cinco.
Joya bíblica
Confía en Jehovah y haz el bien.
Habita en la tierra y apaciéntate de la fidelidad (37:3).
Joya bíblica
Dentro de poco no quedará el impío.
153
Joya bíblica
Por Jehovah son afirmados los pasos del hombre, y
él se complacerá en su camino (37:23).
Semillero homilético
Los frutos del bien y del mal
37:1–40
Las consecuencias del pecado (vv. 1–24).
El peligro de jugar con el pecado.
El hábito que afecta el carácter.
Las cadenas que esclavizan el corazón.
Las pasiones que paralizan el alma.
El pecado lleva a la desesperación.
Las bendiciones del Señor (vv. 25–40).
La obediencia ampara al justo.
La sabiduría enriquece al justo.
La integridad honra al justo.
La salvación libra al justo.
La bendición protege al justo.
[página 167]
157
Para hacer peor el sufrimiento, los enemigos se aprovechan para atacarle y bur-
larse de él. El diablo sabe aprovechar la situación cuando un creyente está en tal si-
tuación, y más si es un líder de la iglesia.
En los vv. 13 y 14 el salmista queda callado aun ante los ataques de los enemi-
gos. Una razón puede ser que la injusticia de ellos no le dejaran hablar. Pero proba-
blemente la razón principal es que se humilla delante de Dios. El v. 15 apoya esto,
pues el salmista anhela volver a la comunión con Dios que conocía antes.
3. Penitencia y esperanza, vv. 16–22
Cada uno de los vv. 15, 16, 17 y 18 empieza en el heb. con la palabra “porque”.
Se nota el proceso: se había quedado callado en el v. 14. porque espera a Dios (v.
15); y esto es porque reconoce que los enemigos están aprovechando de su situación
(v. 16); y porque su vida está estancada, va de mal en peor (v. 17); por eso confiesa
su iniquidad, está verdaderamente arrepentido (v. 18).
Aun después de haber confesado, en el v. 19, el salmista ve que sus enemigos si-
guen aprovechándose de su “mal testimonio”. Y en el v. 20 se oponen porque él quie-
re seguir al Señor (cf. 35:12).
El arrepentimiento y el perdón
38:18
Tenemos necesidad de volver a Dios y confesar nuestro pe-
cado y maldad que Dios nos revela. En él hay misericordia y
perdón para el creyente arrepentido.
Recordemos a Sansón, quien solitario en la presencia de
Dios, reconoció que el Espíritu de Dios le había dejado (Jue.
16:20).
Recordemos a David, quien después de sufrir la experiencia
de 2 Samuel 11, fue visitado por el profeta Natán, que le señaló
su pecado y remedio (2 Sam. 12:1–13).
Recordemos a Elías, que en un momento de desaliento
buscaba la muerte (1 Rey. 19:1–18).
Recordemos a Isaías, cuando examinándose interiormente,
se dio cuenta de su pecado y lo confesó (Isa. 6:1–8).
Recordemos a Jonás, después de su desobediencia, orando
dentro de su horrible prisión, en el seno del gran pez (Jon. 2:1–
10).
Recordemos a los discípulos durante la Cena, cuando el
Señor les dijo: “uno de vosotros me ha de entregar”, y las pre-
guntas inquisidoras de todos (Mat. 26:17–25).
Recordemos a Pedro, después de su negación del Señor, y su
profunda tristeza expresada con abundantes lágrimas (Luc.
22:54–62).
Recordemos a Tomás, embargado por la duda y las ausen-
cias, exclamar delante del Señor: “¡Señor mío, y Dios mío!”
(Juan 20:28).
[página 168]
158
La conclusión (vv. 21 y 22), es otro clamor por el socorro de Dios, semejante a va-
rios salmos (cf. 22:11, 19; 35:22; 40:13).
Este Salmo es una oración en tiempo de enfermedad. Posiblemente pocos sufran
todas esta cosas a la vez, pero la oración del salmista expresa lo que quiere decir a
Dios. Se destaca que el salmista es un creyente (Dios mío), reconoce a Dios como su
Señor y su salvación.
SALMO 39: SUPLICA INDIVIDUAL. EL SUFRIDO PIDE CLEMENCIA
El salmista está sufriendo enfermedad grave y también oposición de sus enemi-
gos. Lo reconoce como castigo de Dios pero no entiende por qué no se alivia, enton-
ces pide misericordia de Dios. El Salmo 62 lleva el mismo título y tiene semejanzas
con éste. Algunos piensan que los dos Salmos son del tiempo de la rebelión de Absa-
lón. Jedutún era un líder de alabanza designado por David (1 Crón. 16:41, 42).
1. El sufrimiento, vv. 1–3
Yo dije significa una autorresolución; el salmista decide quedar callado. Cuando
uno sufre, es fácil pecar con la boca por enojarse o criticar a otros y aun a Dios. El
salmista decide guardarse de esto, especialmente frente a los impíos.
Joya bíblica
He aquí, has hecho que mis días sean breves;
mi existencia es como nada delante de ti.
De veras, sólo vanidad es todo hombre en su gloria
(39:5).
Enmudecí… (v. 2). El silencio es parte del lamento y del duelo (cf. 38:13). El sal-
mista cumplió su autorresolución, por un tiempo, pero el silencio aumentó su dolor;
al fin tuvo que hablar. Lo que sigue es lo que habló.
2. La vida es pasajera, vv. 4–6
El salmista está perplejo; quiere entender lo que está sufriendo y su futuro; pre-
gunta humildemente. En medio de sus preguntas va entendiendo qué frágil es la vi-
da. En comparación con la historia y la eternidad, una vida humana es pequeñita.
Vale buscar la perspectiva de Dios, la cual [página 169] afectará los valores y las de-
cisiones que toma. Pasajero (jeder 2310) es “lo que cesa” o “finito”, esta vida es muy
transitoria.
El v. 5 sigue: mi existencia es como nada…; suena como Eclesiastés. Breves
(“palmo” es una medida pequeña de 7 cm.) recalca la brevedad de la vida en la tierra.
El v. 6 destaca lo necio que es vivir para acumular bienes terrenales.
3. Fe y confesión, vv. 7–11
Ahora marca un contraste, a pesar de su sufrimiento y frustración, el salmista
confía en Dios. La reflexión de los vv. 4–6 debe producir este efecto. La fe bíblica en-
seña que en medio de los enigmas de la vida y frente al futuro el creyente puede es-
perar en Dios.
El salmista reconoce que ha pecado (vv. 8, 9), y esto es por lo menos una causa
de su sufrimiento. En el Salmo 38 los enemigos causaron el sufrimiento; aquí es la
disciplina de Dios. La enfermedad o sufrimiento no es siempre por causa de un pe-
cado de la persona, pero cada vez que un cristiano sufre así debe examinarse.
159
Aparta…: el salmista pide misericordia; reconoce que Dios castiga para corregir.
Es necesario buscar dónde hace falta la corrección y dejar que el Espíritu Santo co-
rrija. Como Job, el salmista no entiende por qué Dios castiga a alguien tan insignifi-
cante como el hombre (v. 11). En vez de hacernos dudar, la disciplina de Dios mues-
tra que él considera importante al ser humano.
4. Oración final, vv. 12, 13
Escucha indica una petición urgente que va creciendo: oración—clamor—
lágrimas. El salmista reconoce que es forastero; esta tierra no es permanente. Aparta
de mí tu mirada es otra petición por misericordia. La presencia de oraciones como
ésta muestra que Dios entiende el sufrimiento humano.
La brevedad de la vida
39:1–13
Dios nunca tiene prisa. El tiempo no significa nada para él.
La preocupación no nos libra del sufrimiento del mañana,
pero sí puede restarnos fuerzas que necesitamos en este día.
La exageración es pariente cercano de la mentira.
Una sepultura es a veces más elocuente que un sermón.
El lugar más seguro para guardar la Palabra de Dios es el
corazón.
Algunos lo consideran un salmo real, que es el rey que da gracias por una victoria
en el pasado y clama por nueva misericordia. Sugieren que el v. 7, En el rollo… está
escrito de mí, se refiera a Deuteronomio 17:14–20, la ley del rey. Señalan también el
uso de los vv. 6–8 en Hebreos 10:5–10, pues a menudo los salmos reales incluyen
una proyección mesiánica porque Jesucristo es el rey esperado.
De todas maneras el Salmo ilustra la relación entre el uno y los muchos en el
pensamiento hebreo. Si se refiere al rey, el uno es el rey y los muchos son el pueblo.
160
En esta relación del uno y los muchos, que se puede llamar solidaridad corporativa,
lo que dice de uno puede aplicarse a los muchos y viceversa lo que se dice del pueblo
se puede aplicar a un representante del pueblo. Esta manera de pensar explica mu-
chas de las interpretaciones mesiánicas que Jesús y los apóstoles hicieron de textos
del AT.
1. Lo que Dios hizo, vv. 1–5
El v. 1 pone énfasis en la espera; lit. dice “esperando, esperé”. El salmista sabe el
valor de perseverar en la oración y en confiar en Dios, pues a veces nos ayuda más
despacio de lo que deseamos. Pero ahora el salmista le alaba porque se inclinó y oyó
su oración. ¡Qué grande Dios que presta atención individual a cada uno de sus hijos!
¡Qué motivo de alabanza y confianza!
El v. 2 presenta un contraste entre el lodo cenagoso de la desesperación en que
estaba el salmista y la roca firme donde Dios lo puso. El pozo pudo ser una enferme-
dad [página 171] o una crisis militar o de otra índole.
Un cántico nuevo (v. 3), el que camina con Dios siempre encuentra algo nuevo de
qué alabar a Dios. Dice Calvino: “En cualquier manera que Dios nos socorra, él pide
sólo que estemos agradecidos y que recordemos lo que hizo.” Así, el salmista alaba a
Dios y piensa en los otros que serán beneficiados por su testimonio.
El salmista sigue pensando en otros y les enseña, a raíz de su propio testimonio,
la bienaventuranza de confiar en Dios. Esta actitud de confianza no es natural para
nosotros; se deriva de la Palabra de Dios y de sus obras.
En el crecimiento de la fe, el salmista habla de lo positivo, confiar, y habla de lo
negativo, es necesario guardarse contra los ejemplos que tienden a alejarle de Dios.
Algunos ponen “dioses falsos” en vez de falsedad. Los dos tienen sentido, pero false-
dad es más correcta; además, es muy relevante a nuestro contexto, pues muchos
son tentados a enredarse en negocios que se nutren de la falsedad.
Toda la experiencia pasada de la misericordia de Dios dirige al salmista a exaltar-
lo. Está maravillado de sus obras del pasado y de sus pensamientos o “planes” para
el futuro. Debemos reflexionar e intentar entender lo que Dios hace y quiere hacer,
pero hemos de reconocer con el salmista que nunca alcanzaremos a entender todo;
tal reflexión debe dirigirnos a adorar más a Dios.
2. La respuesta del salmista, vv. 6–10
A primera vista, los vv. 6–8 pueden parecer como una polémica contra los sacrifi-
cios que hacían los sacerdotes. Pero, más bien, el salmista quiere mostrar que estos
sacrificios en sí no son suficientes, Dios quiere el amor y la entrega del corazón. Tú
has abierto mis oídos indica que ya Dios le ha dado esta comprensión. (Heb. 10:5–10
cita una recensión de la LXX, “me preparaste un cuerpo”, que no cambia el significa-
do, pero sí lo amplía.)
He aquí, yo vengo (para presentarme delante de ti) era una frase para mostrar
sumisón a un superior. Está escrito acerca de mí, según algunos, se refiere a las le-
yes del rey en Deuteronomio 17:14–20; en el enfoque mesiánico, se refiere a las pro-
fecías del Mesías (cf. Heb. 10:5–10).
Semillero homilético
Los frutos de esperar en Jehovah
40:1–17
161
[página 172] Tu ley… en… mi corazón (v. 8). Esto se promete en el nuevo pacto; es
la obra del Espíritu Santo grabar su palabra en nuestros corazones. Lo que dicen los
vv. 7 y 8 es la descripción del que realmente ama a Dios. Jesucristo es el mejor
ejemplo.
El q ue ama a Dios quiere hacerle conocer; el salmista inmediatamente comparte
su alabanza, gozo y testimonio con los demás. La misión del pueblo de Dios es pro-
clamar el amor de Dios. Es de la esencia de la fe proclamar lo que Dios ha hecho. En
el v. 10, el salmista resalta lo que Dios es y lo que hace; habla de su justicia, su fide-
lidad, su misericordia y su verdad.
3. Clamor a Dios, vv. 11, 12
Después de la alabanza, el salmista ora de nuevo porque se encuentra en una
nueva crisis. Siempre necesitamos la misericordia de Dios. El salmista tiene muchos
problemas. Cree que, por lo menos en parte, son resultado de sus propias iniquida-
des en el pasado. Si el Salmo fue escrito por David, puede referirse a su caída en el
caso de Bestabé. De hecho mucho del libro de 2 Samuel muestra las terribles conse-
cuencias de su pecado. Dios perdonó y bendijo a David, pero el perdón a menudo no
borra todas las consecuencias, que en este caso afectaron tanto a la familia de Da-
vid.
4. Clamor contra los enemigos, vv. 13–15
Los vv. 13–17 aparecen en el Salmo 70 (todo el Salmo). Aunque algunos de los
problemas del salmista puedan ser resultado de su propia iniquidad, esto no da el
derecho a los enemigos para que se aprovechen de sus fallas. Dios puede humillarle
a él, pero no tienen derecho de hacerlo los enemigos de Dios. Los que se aprovechan
de las fallas y debilidades del creyente pueden ser enemigos físicos, pero es claro que
también los enemigos espirituales, los poderes malignos, se aprovechan de las debi-
lidades del creyente para causarle problemas. De modo que las palabras de este
Salmo bien le sirven para pedir a Dios que los vuelva atrás y que sean confundidos.
5. Confianza en Dios, vv. 16, 17
Este final es como el del Salmo 35. El salmista, de nuevo, alaba a Dios. Piensa en
el plan de Dios que es más grande que sus propias necesidades. No quiere estorbar
la gloria de Dios. Su primer interes es que Jehovah sea engrandecido.
162
A la vez sabe que Dios le ama a él y le va a ayudar. Así puede mantener su gozo y
su confianza en Dios, porque sabe sujetar su propio clamor de socorro al plan global
y la gloria del Dios a quien ama con todo su corazón.
[página 173] SALMO 41: SUPLICA INDIVIDUAL. DESDE EL LECHO DE
DOLOR
Este Salmo, como varios otros, contiene varios estilos. La primera parte es una
enseñanza sapiencial. La segunda parte es una súplica o lamento (vv. 4–9) y la últi-
ma una acción de gracias y alabanza. Todo el Salmo también puede considerarse un
salmo de acción de gracias del salmista después de haber sido sanado por Dios.
Otros salmos semejantes de enfermos son el 38 y el 6.
1. Bendición para los misericordiosos, vv. 1–3
Bienaventurado (v. 1). En los Salmos se encuentran 13 otras bienaventuranzas
semejantes (cf. 1:1; 32:1, 2; 34:8; 40:4; 65:4; 84:5, 12; 94:12; 112:1; 127:5; 128:1;
146:5); también en 89:15 y 144:15 se refiere al pueblo. Aquí es bienaventurado el
que se preocupa del pobre. La palabra heb. dal 1800 significa “débil”, pero la LXX aña-
de, “y del pobre” (la adición en heb. haría mejor balance métrico).
Los verbos librará, guardará, etc. podrían ser o futuros o subjuntivos. Como futu-
ros (que es preferible, como en RVA) son promesas para el que se preocupa por los
débiles. Son seis las promesas en los vv. 1 al 3.
Lo que se pregunta es: ¿por qué se incluye este tema con la súplica del salmista
enfermo? Se han dado varias respuestas. El salmista quiere mostrar el contraste con
la actitud de los enemigos de Dios; ellos se aprovechan para hacer más daño al débil.
También quiere enseñar a sus oyentes que se preocupen de otros que caigan en la
misma situación que él describe en los vv. 4–9. Algunos sugieren que un sacerdote
hubiera dado esta enseñanza (vv. 1–3) al principio de la súplica, quizá con la impli-
cación que el que estuvo enfermo recibió la misericordia de Dios porque él había sido
misericordioso con otros. Por cierto, la combinación de temas aquí señala que no de-
bemos ver ninguna incompatibilidad entre la adoración y la preocupación social.
Tú transformarás… (v. 3). La frase es difícil de traducir; lit. dice: “Todo su lecho, lo
cambias (o cambiaste) en su enfermedad.” Algunos piensan que es una metáfora de
Dios como un enfermero que cuida al enfermo; pero es preferible tomar el sentido “lo
restaurarás de su lecho de enfermedad”.
2. Lamento del enfermo abandonado, vv. 4–9
El salmista, que bien pudo ser David, reconoce que su enfermedad viene por su
propio pecado. La Biblia enseña que Dios permite pruebas a sus hijos; no son todas
por causa del pecado. Pero el creyente debe siempre examinarse.
Mis enemigos (v. 5); nótese el contraste con Pero tú en el v. 10. Como en el [página
174] Salmo 40, los enemigos se aprovechan de la crisis para hacerle más daño al
salmista. Ellos quieren su destrucción, su muerte. Se juntan los malos contra el
siervo de Dios (v. 7); creen que seguirá peor, esperan y predicen tal cosa.
Semillero homilético
Clamores desde el lecho
41:1–13
La oración reconocida: Jehovah, vv. 1–3.
163
Aun mi amigo íntimo (v. 9). Jesús vio en esta experiencia del salmista una prefigu-
ra de su propia experiencia de la traición de Judas (Juan 13:18). Cuando una perso-
na está en crisis, aun el amigo a quien ha ayudado puede volverse en su contra. Es
el peor sufrimiento y así sufrió Jesús.
3. Oración de confianza, vv. 10–12
Pero tú, en contraste con los enemigos (v. 5) Dios tiene compasión del débil y del
necesitado, y quiere que sus hijos tengan la misma actitud. He aquí la razón por in-
cluir los vv. 1–3.
Les daré su merecido es diferente de otros salmos donde el salmista siempre deja
la venganza en manos de Dios. Pero si el salmista era David, y si como rey legítimo
fue destronado por una rebelión injusta, se puede ver por qué se incluye aquí.
En el v. 11, el salmista pide una muestra del agrado de Dios sobre su vida: que el
enemigo no gane sobre él. Así también el creyente puede pedir la sanidad y la victo-
ria sobre los poderes malignos que son enemigos de Dios.
En el v. 12, el salmista reafirma su comunión con Dios y reconoce que es Dios el
que sustenta esta relación. Da crédito y gloria a Dios por esta comunión.
4. Doxología, v. 13
No sabemos si esta linda doxología fue una parte original del Salmo o si fue agra-
gada para terminar este Primer Libro de Salmos. Cada uno de los cinco libros termi-
na con una doxología (cf. 72:19; 89:52; 106:48; 150:6).
[página 175] SALMO 42: SUPLICA INDIVIDUAL. ANHELO POR LA PRE-
SENCIA DE DIOS
Los Salmos 42 y 43 constituyen una unidad literaria; esto es evidente por el mis-
mo estribillo (42:5, 11; 43:5), el mismo estilo, la misma situación y las repeticiones
(42:9 y 43:2). Podemos dividir el Salmo 42 en dos estrofas: en la primera (vv. 1–5) el
agua simboliza la vida, en la segunda (vv. 6–11) el agua tiene que ver con la muerte
(v. 7).
Este Salmo empieza el Segundo Libro de Salmos (42–72) que son salmos “elohis-
tas”, es decir, se usa casi siempre elohim, “Dios”, en vez de Jehovah (elohim 430 164
veces; Jehovah 3068 30 veces). Los siete primeros Salmos de este grupo (contando 42
164
y 43 como un salmo) son de los hijos de Coré, familia de músicos y siervos en el
templo.
1. Anhelo de Dios y recuerdos, vv. 1–5
El salmista aparentemente está desterrado y se siente alejado de Dios. Está en un
lugar montañoso y seco (al este del Jordán, la parte al norte). Compara su ansia por
la comunión con Dios con lo que siente el venado cuando no puede encontrar agua.
Esta manera tan sincera e intensa de expresar su anhelo de mayor comunión con
Dios sólo puede surgir de una persona de fe profunda en Dios (cf. 84:2). El creyente
verdadero siempre anhela comunión con Dios.
El Dios vivo (v. 2) es la fuente de agua viva. Uno que ha experimentado el gozo de
la comunión con Dios, nunca estará satisfecho sin esta comunión. Cuando algo la
interrumpe el creyente siente tristeza. Alimento o “pan de lágrimas” (v. 3) es una ex-
presión de mucho dolor; y el dolor se agrava porque los incrédulos se burlan.
El salmista, agobiado por el sufrimiento y las dudas, vuelve a pensar en su expe-
riencia pasada de la presencia y el poder de Dios (v. 4). Recuerda sus experiencias de
adoración y comunión junto con el pueblo de Dios; él mismo había sido activo en di-
rigir a otros. Tales recuerdos aumentan su nostalgia y le dan esperanza.[página 176]
El v. 5 es el estribillo que se repite en 42:11 y 43:5. El salmista dialoga consigo
mismo; reflexiona sobre su experiencia ahora, sus experiencias en el pasado y en la
revelación de Dios. He aquí el secreto de crecimiento en la vida con Dios; todo cre-
yente debe hacer lo mismo. Tal reflexión produjo dos resultados: 1) la confianza y la
decisión de esperar en Dios: su fe creció; y 2) la reafirmación de su relación personal
con Dios.
La adoración
42:6–11
La adoración de Dios encontraba la respuesta natural en la
alabanza jubilosa, relacionada con la santidad de Dios y expre-
sada a través del canto y la música, que adquirieron especial
relevancia en los tiempos de David y Salomón.
Entre los instrumentos musicales mencionados en relación
con la alabanza a Dios, aparecen: panderos y arpas, liras,
trompetas, matracas, cuernos, flautas y címbalos.
Temas fundamentales en la alabanza de Dios eran su amor,
su poder, su justicia, su santidad, su misericordia, su gracia,
165
su palabra.
El culto era un acto alegre y la atmósfera festiva del templo
se recoge en este Salmo, que habla de la “multitud gozosa, can-
to y gritos de alabanza a Dios”, expresada por medio de oracio-
nes, sacrificios y ofrendas.
Reflexión
43:1–5
166
La fuente de ayuda
44:1–26
La ayuda viene de Dios: vv. 1–3.
La victoria es dada por Dios: vv. 4–8.
La restitución es de Dios: vv. 9–16.
La fidelidad es de Dios: vv. 17–22.
La súplica es de su pueblo rescatado: vv. 23–26.
Joya bíblica
¿no averiguaría esto Dios, quien conoce los secretos del
corazón? (44:21).
La estrofa también presenta una confesión negativa semejante a Job 31. Es una
manera de presentar los principios éticos; el v. 17 indica que el olvido (de la fidelidad
de Dios) es malo, en el v. 18 el “volver atrás” y el “apartarse del camino” merecerían
castigo. El v. 19 muestra los resultados normales de la apastasía, y el v. 20 condena
la idolatría.
El sufrimiento no es siempre castigo, como indica el v. 22. Los cristianos pueden
ser heridos por estar en la batalla contra la maldad. Aquí el salmista señala una per-
secución por ser fiel a Dios (cf. Rom. 8:36).
5. Petición de socorro, vv. 23–26
Despierta es un clamor que pide la acción inmediata de Dios, como si Dios estu-
viera durmiendo (cf. Mat. 8:25). Los israelitas sabían que Dios nunca duerme, pero
claman pidiendo que actúe ahora. El v. 24 usa la figura de “esconder el rostro” del
pueblo.
Los vv. 25 y 26 dan dos motivos para la acción de Dios. El primero es su terrible
situación angustiosa. El otro es la misericordia de Dios. Misericordia (jesed 2617) es
un vocablo del pacto. Dios está ligado con su pueblo y promete mostrarle misericor-
dia y fidelidad. El salmista, junto con su pueblo, sabe que su único recurso es la
oración con fe. A pesar de hablar tan francamente con Dios, el Salmo no presenta
una actitud de duda y rebelión, sino una actitud de fe. Nos enseña cómo orar cuan-
do no entendemos por qué…
Nuestro Dios:
47:1–10
Unico Señor: vv. 1, 2. Unico
Dueño: vv. 3, 4. Unico
Creador: vv. 5–7. Unico
sustentador: vv. 8, 9. Unico
en gloria: v. 10.
Joya bíblica
¡Dios reina sobre las naciones!
¡Dios se ha sentado sobre su santo trono! (47:8).
Proverbio chino
“¿De qué sirve la comida, si la olla está sucia?
¿De qué sirven las prácticas religiosas si el corazón no está
limpio?”
Joya bíblica
Los que confían en sus posesiones
y se jactan de la abundancia de sus riquezas,
ninguno de ellos puede redimir a su hermano, ni
pagar a Dios por su rescate (49:6, 7).
Joya bíblica
La redención de su vida es muy costosa;
se ha de abandonar para siempre el intento de vivir
eternamente
y jamás ver corrupción (49:8, 9).
El sentido del v. 10 es: “Pues se ve (es evidente) que se mueren los sabios; juntos
el necio y el torpe…” Hacen muchas cosas para asegurar su permanencia en el mun-
do, pues para eso ponen sus propios nombres a sus terrenos. Pero el salmista dice
que el único pedazo de terreno que continuará siendo de ellos es sus tumbas.
El v. 12 es un refrán que se repite casi idéntico [página 192] en el v. 20. Es el te-
ma del Salmo: cuando tiene que ver con la muerte y el destino de la persona, las ri-
quezas no hacen ninguna diferencia; por lo tanto, es necio confiar en ellas en vez de
confiar en Dios. La palabra traducida no permanecerá es el término para “pernoctar”,
quedar en un lugar por la noche; el salmista quiere enfatizar lo pasajero de la vida.
Algunos traducen, “a pesar de sus riquezas” en vez de en sus riquezas.
No obstante señala el enigma de esto, aunque es claro que este camino del rico in-
sensato es necio, todavía sus seguidores (o “descendientes”) siguen usando sus con-
sejos sobre la riqueza. Parece extraño que la palabra Selah viene después del v. 13 y
no con el refrán; se sugiere que se desplazó el versículo.
Joya bíblica
¡Sacrifica a Dios acciones de gracias!
¡Paga tus votos al Altísimo!
Invócame en el día de la angustia;
yo te libraré, y tú me glorificarás (50:14, 15).
[página 195]
Cuando Dios no juzga inmediatamente (v. 21), los seres humanos creen que an-
dan bien; quieren hacer a Dios a su propia imagen; decir que él aprueba lo que ellos
desean hacer.
Los que os olvidáis de Dios son los que repiten las palabras de la ley pero no obe-
decen a Dios. Dios conoce el corazón y quiere el corazón sincero. El salmista termina
con este énfasis y una promesa. La acción de gracias y “glorificar a Dios” van juntos,
y “ordenar su camino” se hace tomando en serio lo que Dios ha pedido. El Salmo en-
fatiza lo que los profetas repitieron, que Dios no quiere los rituales ni legalismos va-
cíos sin amor para con él. Señala la misma verdad de Juan 4:24: Es necesario que
los que le adoran, le adoren en espíritu y en verdad.
Semillero homilético
182
Joya bíblica
“Entended pues esto, los que os olvidáis de Dios;
no sea que yo os arrebate sin que nadie os libre.
El que ofrece sacrificio de acción de gracias me glorifi-
cará,
y al que ordena su camino le mostraré la salvación de
Dios.” (50:22, 23).
[página 197]
La grandeza de la gracia solamente se experimenta cuando uno entiende la serie-
dad del pecado. Por eso David dice contra ti solo he pecado… (v. 4). No es que no
haya pecado contra seres humanos también, pero está enfatizando que lo principal
es haber pecado contra el Dios justo y puro. Hemos de recordar que nuestro cuerpo
pertenece a Dios y nuestro prójimo está hecho a la imagen de Dios.
En maldad he nacido (v. 5). En el profundo conocimiento de Dios el pecado como
ofensa particular señala hacia lo más profundo que es la perversa tendencia de la
voluntad humana. Como dijo Calvino, esta “naturaleza pecaminosa” se extiende a
cada parte del alma, tanto la mente como el corazón han Ilegado a ser completamen-
te corrompidos.
El v. 6 muestra que Dios penetra hasta lo más íntimo del ser. Calvino tenía razón
en decir que para ser aprobado por Dios lo último del corazón tiene que ser purifica-
do. Los pecados que se mantienen en secreto también desagradan a Dios.
2. Restauración, vv. 7–13
184
En este párrafo el salmista de nuevo pide limpieza, pide restauración, pide que
Dios olvide sus pecados, pide un cambio en su vida, una comunión constante con
Dios y gozo.
Promesas
51:1–19
Volver-regresar sobre vuestros pasos. El Señor:
Nos ha prometido que si confesamos nuestros pecados, nos
limpiará de toda maldad (1 Jn. 1:9).
Nos ha dicho que si pecamos, tiene hecha provisión de un
abogado para con el Padre (1 Jn. 2:1, 2).
Nos ha dado la invitación de volver a su presencia asegurán-
donos que él tendrá misericordia de nosotros (Isa. 55:6, 7).
Exhorta continuamente al pecador a retornar a él, ofreciendo
sanarle (Jer. 3:22).
Nos indica y anticipa que nos espera con los brazos abiertos
(Juan 6:37).
Gracias a Dios hay misericordia y perdón para el creyente y
también para el inconverso (Ef. 2:4).
Escudriñemos… busquemos… volvámonos… a Jehovah.
El hisopo (v. 7) fue usado en la Pascua para aplicar la sangre del cordero al dintel
y postes de la casa (Exo. 12:22). También se usaba en la limpieza ritual del leproso
(Lev. 14) y para la purificación del que tocara a un muerto (Núm. 19:18). La petición
lávame nos hace recordar Isaías 1:18. Ciertamente la redención y la limpieza de pe-
cados es el tema central de la Biblia.
Hazme oír (v. 8) es lit. “me harás oír”. ¡Qué importante es el perdón de pecados! ¡Y
qué bendición la seguridad del perdón de pecados (cf. 1 Jn. 1:9)! Los que hemos sido
creyentes muchos años a veces olvidamos [página 198] la angustia y la inseguridad
que otros viven. Pero el creyente también, cuando peca, sufre la falta de comunión
con Dios; por eso el salmista lo expresa con la figura de huesos que has quebrantado,
y pide de nuevo que Dios borre todas mis maldades (v. 9).
Joya bíblica
Devuélveme el gozo de tu salvación,
y un espíritu generoso me sustente (51:12).
La obra de restauración empieza con el perdón, pero además hace falta un cam-
bio interno. Sólo Dios puede crear un corazón nuevo y puro. Renueva un espíritu fir-
me o “noble” (no habla del Espíritu Santo sino de la vida interior) nos hace recordar 2
Corintios 5:17, que en Cristo somos una nueva creación. El salmista reconoce que
no puede hacer lo bueno por sus propios esfuerzos.
No me eches… (v. 11). Este versículo puede indicar que David recordaba lo que
había pasado a Saúl: Dios lo rechazó de ser rey, del servicio que Dios le había dado.
No hay nada más lindo que ser útil a Dios para la bendición y salvación de otros, y el
salmista lo sabía.
185
La segunda parte del versículo nos trae el tema de la obra del Espíritu Santo en el
AT. Por cierto el AT no nos da muchos detalles en cuanto a la actividad del Espíritu
Santo en la vida de los creyentes. Nos habla de la unción especial para servicio espe-
cial como hacer el tabernáculo, o profetizar. o ser ungido como rey. Pero su actividad
seguramente no estaba limitada a estos casos especiales. Creemos que tuvo un mi-
nisterio con todos los creyentes, como indicaría este Salmo. A la vez, hemos de reco-
nocer que algo nuevo sucedió en el día de Pentecostés. Los mismos profetas miraron
hacia el día cuando el Nuevo Pacto incluiría esta obra del Espíritu Santo en formar
en cada creyente un nuevo corazón.
Devuélveme el gozo (v. 12) destaca la experiencia que todo creyente conoce. Cuan-
do peca o falla a Dios, su vida se seca, no siente el gozo que quiere producir el Espí-
ritu Santo en su vida. Pero cuando se arrepiente y está en comunión con Dios de
nuevo, este gozo de tu salvación es precioso. Ahora, como dice el v. 13, puede ser útil
de nuevo para ayudar a otros.
La anotación de Moody
51:1–19
El famoso evangelista D. L. Moody anotó en la anteportada
de su Biblia:
Justificación: Un cambio de posición; ante Dios.
Regeneración: Un cambio de naturaleza; de parte de Dios.
Arrepentimiento: Un cambio de mente; acerca de Dios.
Conversión: Un cambio de vida; para Dios.
Adopción: Un cambio de familia; en Dios.
Santificación: Un cambio de servicio; a Dios.
Glorificación: Un cambio de lugar; con Dios.
“Hay dos maneras de cubrir nuestros pecados, la manera
del hombre y la manera de Dios. Si tratas de esconderlos, se
volverán a mostrar algún día; pero si dejas que el Señor los
cubra, ni el diablo ni el hombre podrán volver a encontrarlos
otra vez.”
D. L. Moody
El evangelio en embrión
51:1–15
Petición: Ten piedad de mí, oh Dios, v. 1.
Lávame: Y límpiame de mi pecado, v. 2.
Confesión: Porque yo reconozco mis rebeliones, v. 3.
Restauración: Quita mi pecado y seré limpio, v. 7.
Conversión: Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, v. 10.
Salvación: Devuélveme el gozo de tu salvación, v. 12.
Proclamación: Señor, abre mis labios, y proclamará mi boca
tu alabanza, v. 15.
No hay seguridad sobre el significado de masquil, que se usa en los títulos de los
Salmos 32, 42, 44, 45, 52–55, 74, 78, 88, 89 y 142. Pero en 2 Crónicas 30:22 donde
Ezequías habló “al corazón de todos los levitas que demostraban tener un buen co-
nocimiento de Jehovah”, puede indicar el significado. Así, se refiere a una colección
de salmos escritos para el uso de un grupo de sacerdotes adiestrados en la música y
la adoración.
1. La conducta y el fin del malvado, vv. 1–5
¿Por qué te jactas? Es típico del malo jactarse; en cambio es propia del justo una
actitud de humildad. Poderoso, también puede traducirse “héroe”. El v. 1 es dificil de
traducir. La traducción en la nota de RVA, conlleva la idea que “la misericordia de
Dios perdura todo el tiempo”, y es preferible. Así el versículo presenta el contraste
como un resumen de todo el Salmo.
Semillero homilético
El hombre en contraste
52:1–9
Lo que es el hombre vil (vv. 1–5).
Jactancioso en la maldad, v. 1.
Mentiroso en la justicia, v. 3.
187
Tu lengua (v. 2), el instrumento que más se usa para hacer mal a otros es la len-
gua. También en los vv. 3 y 4 habla de mentira y palabra perversa. Toda la Biblia
enfatiza el poder de la palabra, la lengua, el habla. El siervo de Dios bendice con su
lengua, ora, predica, testifica y enseña. Asimismo, lo que más usan los enemigos de
Dios es la palabra engañosa, de mentira, de crítica, de maldición.
El malvado tiene sus valores invertidos, ama más la mentira que hablar justicia.
Esto es resultado de rechazar la misericordia de Dios.
Por lo tanto Dios lo juzga, y lo juzga duramente. El v. 3 amontona verbos fuertes:
derribará, aplastará, arrancará y desarraigará.
2. La esperanza y alabanza del justo, vv. 6–9
El malvado no es duradero, por lo tanto el justo verá su fin y le dará más razón de
reverenciar y confiar en Dios. El gozo que sentirá no es el de venganza sino el gozo en
la justicia de Dios. El libro de Apocalipsis es un libro de mucho juicio, pero a la vez
es un libro de mucha alabanza y mucho gozo porque Dios está instituyendo su reino
(Apoc. 18:20; 19:1–3).[página 201]
El v. 7 de nuevo presenta un contraste, la futilidad de confiar en las riquezas y re-
fugiarse en su maldad en vez de encontrar su fortaleza en Dios. Al principio este
malvado era un poderoso o héroe, ahora es sólo un hombre común (geber 1397).
Cuando uno no confía en Dios, cae preso de su propia maldad.
Ahora el salmista señala las bendiciones del justo. Es como un olivo verde. El oli-
vo era fuente de muchos productos que ayudaban a la vida, aguantaba las sequías
mucho mejor que los cultivos de granos. Así era un símbolo de vida. Nótese el con-
traste con el v. 5, el malo está “desarraigado” pero el justo tiene buenas raíces y se
mantiene con vida abundante. La diferencia queda sencillamente en la confianza en
Jehovah.
El v. 9 está Ileno de enseñanzas. Dios le da vida duradera al salmista, y él le ala-
bará para siempre con corazón agradecido. La nota de RVA indica el dilema en tra-
ducir la palabra heb. ( od 3034); algunos tienen “daré gracias”, otros “alabaré”. La pa-
labra conlleva las dos ideas: “alabar a Dios con corazón agradecido por lo que ha
hecho”.
Todas estas verdades Ilevan al salmista a confiar o “esperar” más en Dios. Y todo
esto, lo dice y lo hace en presencia de tus fieles; La vida victoriosa, el testimonio y la
manifestación de la acción de Dios sucede en el contexto de la comunidad de fe.
SALMO 53: SALMO DIDACTICO CON ENSEÑANZA PROFETICA
Este Salmo es una versión, casi idéntica, del Salmo 14. Hay algunas variantes del
Salmo 14; las más notables están en el título y en el v. 5. (Véase Salmo 14 para ex-
plicación del contenido.)
188
Realidades espirituales
53:1–6
La necedad del pecado: Dijo el necio en su corazón: No hay
Dios, v. 1.
La presencia del pecado: No hay quien haga el bien, v. 1.
El pecado declarado: Para ver si había algún sensato que
buscara a Dios, v. 2.
El reconocimiento del pecado: Pero cada uno se había desca-
rriado, v. 3.
La limpieza del pecado: ¿Acaso los que obran iniquidad no
saben… v. 4.
La realidad del pecado: Allí donde no hubo nada que temer,
temieron grandemente, v. 5.
El perdón del pecado: Cuando Dios restaure de la cautividad
a su pueblo, se gozará, v. 6.
Semillero homilético
Bendición para los perseguidos
54:1–7
La petición como señal de reconocimiento (vv. 1–3).
Por tu nombre: Oh Dios, sálvame…, v. 1.
Por tu poder: Defiéndeme con tu poder, v. 1.
Por tu misericordia: Atiende las palabras de mi boca, v. 2.
190
El Talmud y algunas traducciones leen “arrogantes” (v. 3), pero el texto heb. dice
extraños. El Salmo 86:14 es casi igual pero tiene arrogantes. “Levantarse contra uno”
significa “ejercer poder destructivo contra alguien”; buscan mi vida está en paralelo
con esa frase. Los violentos generalmente son los que no toman en cuenta a Dios.
[página 204] 2. Dios es mi ayudador, vv. 4, 5
Los vv. 4–7 destacan la confianza en Dios por: 1) una declaración de confianza; 2)
una imprecación, Dios juzgará; y 3) la promesa. El secreto de la confianza es la con-
vicción de que Dios es quien me ayuda.
La ayuda de Dios vendrá en su derrota de los enemigos. A menudo los planes
malvados se vuelven contra sus propios autores. El salmista confía en el justo juicio
de Dios y lo expresa también en una imprecación, que Dios los destruya (cf. Sal.
109). El heb. emet 571 normalmente significa verdad, que incluye la veracidad y la
fidelidad de Dios. Aquí habla de su fidelidad.
3. Agradecimiento a Dios, vv. 6, 7
A veces el salmista habla de “votos”, pero aquí su sacrificio es voluntario, espon-
táneo. El verdadero adorador da a Dios por amor y gratitud. El salmista está seguro
de la respuesta de Dios. La palabra derrota no se encuentra en el texto pero es so-
breentendida.
Joya bíblica
Atiende, oh Dios, mi oración;
no te escondas ante mi súplica (55:1).
Semillero homilético
Echa sobre Jehovah tu carga
55:22
Tipos de cargas.
La carga del pecado.
Las cargas físicas.
192
La carga de la ansiedad.
La carga de la aflicción.
Las cargas del hogar.
¿Qué no hacer con las cargas?
No dudar de Dios.
No ceder a la tentación.
No desesperar.
No huir.
No airarnos.
. Debemos echar la carga sobre el Señor.
La palabra “echar” quiere decir aquí arrojar o lanzar, y requiere
acción y fuerza de nuestra parte.
Cristo es el portador de nuestras cargas.
Nosotros no podemos llevar las cargas.
Comprobar su poder y gracia ilimitada.
El tomará toda la responsabilidad.
Sus promesas nos sustentarán.
Cinco yugos
55:22
El yugo del pecado (Deut. 28:48; Prov. 5:22).
El yugo de la esclavitud (Gál. 5:1; Hech. 15:10).
El yugo de Cristo (Lam. 1:14; Isa. 53:6).
El yugo de la obediencia (Mat. 11:29, 30).
El yugo del servicio (Fil. 4:3; 1 Tim. 6:1).
Sorprende que la palabra Selah se encuentre en medio del v. 19. Puede ser por el
contraste entre el v. 19b y el v. 19c; se pide una pausa o interludio en la música;
después vuelve a la descripción del enemigo (vv. 19c–21).
La frase ni temen a Dios es plural y se refiere a todos los enemigos. Pero los verbos
del v. 20 son singulares, lo que da la impresión que se refiere al traidor del v. 13. No
es claro si el versículo habla de “ellos”, es decir todo el grupo, o de “él”, es decir el
traidor. Los sufijos singulares indicarían al mismo traidor (RVR-1960 lo deja ambi-
guo; RVA lo hace plural); lo que es cierto del traidor lo es también para todos sus
compañeros.
¿Qué debe hacer el salmista frente a esta situación? La respuesta se la da a sí
mismo y a todos los creyentes: Echa tu carga sobre Jehovah (v. 22). La respuesta tie-
ne validez porque Dios es fiel. Está respaldada por las promesas de Dios a través de
toda la Biblia (Sal. 37; Isa. 41:10; Mat. 6:33; 1 Ped. 5:7 y muchísimas más), está [pá-
gina 208] confirmada en la experiencia de millones de creyentes hasta el día de hoy.
El salmista termina con otro contraste. Los malos no tienen esperanza, pero yo
confiaré en ti. Todo el Salmo propone conducir a todos sus lectores a la misma deci-
sión de fe.
SALMO 56: SUPLICA INDIVIDUAL. ORACION DE CONFIANZA
Aun cuando está en serias dificultades, el salmista entona su canto de confianza
a Dios. Si el título indica su origen, el Salmo surge de una de las peores crisis en la
vida de David, un peligro real que sólo la mano de Dios podría evitar. Otros salmos
con mictam en el título son 16, 57, 58, 59 y 60. El Salmo sigue la estructura de las
súplicas individuales (véase la explicación en Sal. 22 y 54).
Muchos salmos hablan de enemigos; a menudo son pueblos extranjeros; pero
muchas veces son del mismo pueblo de Israel pero con motivos malos. Los enemigos
a veces se refieren a adversarios espirituales y el NT también los aplica así. Así po-
demos aplicar estos salmos a los peligros de adversarios físicos y humanos y también
a los adversarios espirituales, pues los dos nos ponen en peligros reales. Spurgeon,
comentando este Salmo, dice: “Si podemos clamar a Dios así contra enemigos
humanos, mucho más contra el enemigo de nuestras almas, el diablo… Cuanto más
violento el ataque de Satanás, más fuerte será nuestro clamor por liberación.”
Hablando de los poderes enemigos en estos salmos individuales, el teólogo Kraus
habla del “carácter demoníaco y alevoso de ellos”. Dice: “Esos poderes pretenden se-
parar de Dios a los pobres, a los justos y a los enfermos… Se describen poderes ocul-
194
tos y prototípicamente malos: fuerzas del destructor, enemigo de la vida, de lo que
separa de Yahvé y corrompe la creación.”
1. El clamor a Dios, vv. 1, 2
Ten misericordia de mí (v. 1); esta petición incluye todo lo que necesitamos, pues
si recibimos la misericordia de Dios tenemos todo. Dios quiere que busquemos su
socorro: Clama a mí, y te responderé (Jer. 33:3).
El salmista usa varios vocablos para referirse a los hombres que quieren destruir-
lo. Aquí hombre es enosh 582 que a veces conlleva la idea de debilidad. El salmista
sabe que Dios es más poderoso que sus enemigos.
2. Una declaración de fe, vv. 3, 4
Si temo al hombre, el antídoto es confiar en Dios. Confiar en Dios cuando no haya
ninguna razón de temer puede ser una fe sólo nominal. Dice Spurgeon: “Pero confiar
[página 209] en Dios cuando las razones para alarma son muchas y agobiantes es la
fe vencedora de los elegidos de Dios.”
¿Cómo puede uno aumentar su fe? La fe es por el oír, y el oír por la palabra de
Cristo (Rom. 10:17). Nótese cómo el salmista concuerda: En Dios, cuya palabra alabo,
en Dios he confiado. Porque se basa en las promesas de Dios, la fe puede ser “especí-
fica”, no sólo un sentimiento vago.
He confiado es igual al “creer en” del NT.
Semillero homilético
Una plegaria que trae resultados
56:1–12
Clamor (vv. 1–4).
Ten misericordia de mí, oh Dios, v. 1.
La fe acepta lo que Dios ofrece.
Lamento (vv. 5–7).
Ellos conspiran, se ocultan, observan, v. 6.
La confianza se entrega al poder del amor de Dios.
. Confianza (vv. 8–11).
Esto sé: que Dios está a mi lado, v. 9
Recibe el don de Dios que es vida eterna.
. Promesa (vv. 12, 13).
Te pagaré sacrificios de acción de gracias, v. 12.
La confianza devuelve en manos de Dios la vida dada.
Joya bíblica
Te alabaré entre los pueblos, oh Señor;
a ti cantaré salmos entre las naciones.
Porque grande, hasta los cielos, es tu misericordia;
y hasta las nubes, tu verdad.
¡Seas exaltado sobre los cielos, oh Dios;
y sobre toda la tierra, tu gloria! (57:9–11).
Joya bíblica
Fortaleza mía, en ti esperaré;
porque Dios es mi alto refugio (59:9)
El secreto de la belleza
León Tucker hablaba de una mujer cuáquera que tenía una
forma de ser tan encantadora que sus amigas querían saber
cómo lo había conseguido. Cuando le preguntaron el secreto de
su belleza, contestó con bondad:
“Para mis labios, uso verdad;
Para mi voz, oración;
Para mis ojos, compasión;
Para mis manos, caridad;
Para mi figura, rectitud;
Para mi corazón, amor.”
61:1–8
Testimonio: vv. 1–3.
Comunión: vv. 4, 5.
Propiedad: v. 6.
Carácter: v. 7.
Alabanza: v. 8.
La mención del tabernáculo puede ser confirmación de que el salmo viene del
tiempo de David, pero también representa la comunión con Dios. El salmista anhela
la comunión íntima con Dios. Su descripción es cada vez más personal. El amparo
de tus alas es una figura de protección, amor y ternura.
2. Bendición y alabanza duraderas, vv. 5–8
La segunda parte del Salmo da por sentado la respuesta de Dios y enfatiza el ca-
rácter permanente y duradero de ella. Los votos (v. 5) puede referirse a los votos
cuando fue ungido como rey. La heredad normalmente se refiere a la tierra; también
se refiere a todas las bendiciones que Dios ha dado a los que temen su nombre. [pá-
gina 221] El NT habla de la heredad del creyente: la comunión con Dios para siem-
pre, su protección y su dirección.
Días sobre días… generación tras generación (v. 6). Dios es “duradero” y hace du-
raderos nuestros actos y vida. Los vv. 6, 7 encuentran su verdadero cumplimiento en
Cristo. Los judíos también vieron este pasaje como una predicción mesiánica porque
el Talmud dice “el Rey Mesías”. Jesucristo, nuestro Rey, siempre está cumpliendo lo
que dice el v. 7.
Por lo tanto cantaré salmos a tu nombre para siempre. El “cantar salmos” y pa-
gar… votos habla del compromiso que el creyente tiene con Dios, un compromiso que
también dura día tras día y para siempre.
SALMO 62: SUPLICA INDIVIDUAL. ORACION DE CONFIANZA
Este lindo Salmo de profunda fe en Dios fue escrito por un salmista que era per-
seguido por enemigos. Algunos piensan que era David cuando huía de Absalón. La
semejanza con el Salmo 39 apoya esta idea. Otros piensan que viene de un salmista
más tarde.
Jedutún, que se menciona en el título era uno de los músicos principales asigna-
dos por David para dirigir la adoración pública (1 Crón. 16:41; 25:1–3). Aquí es pro-
bable que A Jedutún sea una nota musical que indica “el estilo de Jedutún” o alguna
tonada.
Joya bíblica
ólo él es mi roca y mi salvación;
él es mi refugio;
no seré grandemente movido (62:2).
Semillero homilético
Elementos de la oración eficaz
207
63:1–11
Los cuatro requisitos de la oración eficaz:
¿A quién orar?
Ni a ángeles, ni a los santos.
A Dios, como Padre (Mat. 7:7–11).
A ninguna criatura (Mat. 4:10; Apoc. 9:10).
¿Cuándo orar?
En todo tiempo.
En todo momento (Dan. 6:10).
Sin cesar (1 Tes. 5:17).
. ¿Dónde orar?
En todo lugar (Hech. 16:25).
Pablo y Silas en la cárcel.
En casa (Mat. 6:6).
. ¿Cómo orar?
Con sinceridad (Hech. 10:22).
Con confianza (1 Jn. 5:14).
Con fervor (1 Tes. 3:10).
Con humildad (2 Crón. 7:14).
El v. 10 menciona las cosas en que la gente confía. El corazón del hombre siem-
pre tiende a la idolatría; sea a personas, a poder, a riqueza o a fama.
Una vez … dos veces es una expresión sapiencial para dar énfasis. Puede ser “una
cosa … dos cosas;” de hecho se mencionan dos cosas que Dios comunicó: En Dios
hay fortaleza y hay misericordia. Dice Calvino que la fortaleza de Dios y su miseri-
cordia son las dos alas con que volamos hacia el cielo; los dos pilares en que descan-
samos y podemos vencer las fuerzas de las tentaciones. Dios da la fuerza para toda
la tarea que nos encomienda; también es misericordioso, pues cuando fallamos ne-
cesitamos su perdón y su consuelo. El que confía en Dios disfruta de los dos.
SALMO 63: SUPLICA INDIVIDUAL DE UN ALMA SEDIENTA DE DIOS
San Crisóstomo dijo que el espíritu y alma de todo el Salterio están resumidos en
este Salmo. Su terminología y sentido son semejantes a los Salmos 42 y 43. Aunque
sigue la forma de súplicas (cf. Sal. 22), no hace un pedido; el salmista adora a Dios y
medita acerca de él. Algunos lo clasifican como Salmo de Confianza. El salmista está
en una situación difícil, pero esta situación produjo uno de los más lindos salmos.
[página 224] 1. Dios mi anhelo, vv. 1–4
¡Oh Dios, tú eres mi Dios! ¡Qué privilegio poder decir esto! El que más conoce a
Dios, más lo busca. El salmista no es un extraño para Dios, es un amigo anhelando
más comunión. Alma … cuerpo indican que todo su ser desea la comunión con Dios.
Tierra árida debe explicar la situación lit. del salmista, pero se refiere también a si-
tuaciones de aridez espiritual.
208
Antes el salmista había tenido experiencia con Dios en el santuario (v. 2); esa ex-
periencia de adoración en la congregación provee el trasfondo para la comunión con
Dios aun cuando está en una situación de crisis. El salmista nos da una enseñanza
importantísima: nuestra experiencia con Dios en el santuario nos prepara para la
comunión con él en otros contextos. Debemos experimentar su poder y su gloria
cuando nos reunimos para adorarle; esta experiencia moldea e influye todo lo demás
de la vida.
El v. 3 indica la fe profunda del salmista. En el AT la vida natural es importante;
Dios quiere que su pueblo disfrute la vida. Pero más importante todavía es el amor
de Dios; por eso ha habido mártires (cf. Hech. 20:24).
Esta verdad hemos de expresarla con nuestros labios en alabanza a Dios. El sal-
mista, aunque en el desierto y en peligro de enemigos, quiere expresar su alabanza a
Dios. Varias veces en los Salmos, “alzar las manos” se usa para expresar alabanza a
Dios.
2. Dios mi deleite, vv. 5–8
Se saciará: la figura es de una fiesta. Cuando uno tiene gran hambre, una buena
comida le da gozo. Asimismo el ser interior se nutre, se goza y se fortalece con la co-
munión con Dios y la alabanza a él. El júbilo, que es casi un grito, enfatiza el deleite
en adorar a Dios. Dice Calvino que los creyentes, aunque sufran pobreza y persecu-
ción, pueden tener gozo, pues “les va bien”, en el mejor sentido de la frase, porque
Dios es su amigo. En cambio, los incrédulos han de ser miserables, aunque todo el
mundo les admire, porque Dios es su enemigo.
Mi cama y las vigilias pueden sugerir otro tiempo “seco”, cuando uno se queda
despierto en la noche. ¡Qué buen tiempo para meditar, recordar lo que Dios ha
hecho, alabarle y orar! Los israelitas dividían la noche en tres vigilias, desde la pues-
ta del sol hasta el alba. En el NT se usa el sistema que por influencia egipcia dividía
la noche en cuatro vigilias.
El salmista descansa en la seguridad que sólo Dios puede dar (v. 7). Tus alas se
usa varias veces (cf. 61:4) como figura de la protección de Dios. También está apega-
da a Dios. El “se agarra” de Dios y le “sigue de cerca”; puede hablar así porque Dios
le sostiene. Todo creyente en Cristo puede disfrutar de la misma promesa.
3. Dios mi defensa, vv. 9–11
En esta “experiencia árida” hay enemigos, pero el salmista está tan ocupado con
Dios que solamente aparecen ahora. Cuando uno sirve a Dios es cuando sufre [pági-
na 225] más ataques. Pero el salmista está seguro de su victoria. Los enemigos cae-
rán en las profundidades de la tierra, que normalmente se refiere al Seol, el mundo
subterráneo de los muertos. Dios verá que sean destruidos. Zorras (shu’alim) puede
ser zorras o chacales. El salmista debe tener en mente a chacales, pues ellos devoran
carne.
El rey (v. 11); algunos piensan que el autor era David, otros piensan que era otro
(en honor a David). Tanto el rey como cualquiera que jura por Dios (él es ambiguo,
pero los israelitas sólo juraban por Dios, no por el rey) experimentará este gozo y
protección de él. El contraste es entre los incrédulos que hablan mentira, y los que
juran por Dios porque confían en él y hablan la verdad.
Los enemigos son engañosos y tumultosos (v. 2). Hay un juego de palabras con
escóndeme (v. 2) y a escondidas (v. 4); Sólo Dios puede esconderle de estos ataques
que hacen a escondidas.
2. Descripción de los malos, vv. 3–6
Las armas que más usan los enemigos son palabras; esto es cierto tanto de los
enemigos físicos como de los espirituales. Por cierto el Salmo sugiere poderes malig-
nos detrás de los enemigos humanos: Sus lenguas son espadas y sus palabras son
flechas (v. 3). Se habla de la lengua de los malos en otros salmos (52, 57, 58, 59).
210
Según el v. 4, los enemigos se esconden para poder caer de sorpresa (De repente)
sobre su víctima; también el castigo de Dios cae de repente sobre ellos (v. 7). No te-
men indica su actitud de autosuficiencia y soberbia.
Los malignos se apoyan uno al otro en su perverso designio. Creen que serán im-
punes porque no creen en la realidad de la intervención de Dios en la vida humana.
El v. 6 destaca la maldad de los enemigos; son malos, piensan mal y se esfuerzan
con otros malos. Tales decisiones de los hombres aumentan el poder de la maldad,
pues las fuerzas malignas necesitan seres humanos que toman decisiones malas, es
decir, contra los designios de Dios.
3. Dios se manifiesta por su juicio, vv. 7–10
El gran pero del salmista; cuando pareciera que el enemigo gana, Dios interviene
con castigo y juicio. Dice que vendrá de repente (cf. con v. 4) y por medio de sus pro-
pias flechas (palabras). “Mover la cabeza” es signo de desdén o de sorpresa.
Acostumbramos pensar en el juicio de Dios en términos negativos, pero en Apoca-
lipsis es motivo de gran gozo para los creyentes porque señala una nueva etapa en el
reino de Dios. Asimismo Isaías 26:9 dice: “Porque cuando tus juicios se manifiestan
en la tierra, los habitantes del mundo aprenden justicia.” Los vv. 9 y 10 señalan una
serie de beneficios que derivan del juicio de Dios sobre los malignos: los hombres te-
merán, enseña a otros, ayuda entender a Dios, trae alegría al justo, aumenta su fe y
los rectos de corazón alaban a Dios. La oración del v. 1 está contestada; el salmista
está liberado del miedo por su fe; está seguro de la victoria en Dios.
Una fe apagada
El famoso novelista norteamericano Mark Twain, el célebre
creador de Tom Sawyer, además de humorista era incrédulo.
Mark Twain tenía relaciones con una muchacha cristiana muy
piadosa. Le prometió que jamás le prohibiría su religión y
cumplió su promesa. Los jóvenes se casaron, y durante algún
tiempo Lindy asistía a los cultos de la iglesia con el fervor de
antes. Pero el ambiente pagano del hogar y las amistades de su
esposo fueron poco a poco apagando la fe. Llegó un día en que
el dolor llegó hasta el hogar en forma terrible. Mark Twain,
desconsolado, le dijo entre sollozos a su esposa: “Lindy, apóya-
te ahora en tu fe cristiana.” La única respuesta fue: “Esposo
mío, no tengo la fe cristiana en que apoyarme.”
La historia de la esposa del gran escritor se ha repetido y se
repite en miles de hogares cristianos en el día de hoy, cuando,
al “unirnos en yugos infieles”, perdemos la fe y el apoyo de las
consoladoras promesas del Señor.
La providencia divina
65:1–13
Una declaración amante, vv. 1–3.
Una condición necesaria, vv. 4, 5.
Una declaración conmovedora, vv. 6–10.
Una bendición incalculable, vv. 11, 12.
Una adoración jubilosa, v. 13.
[página 228]
El v. 4 presenta la gracia de Dios; se desarrolla más en el NT, pero aun aquí el
salmista da una linda visión de esta gracia. Y el beneficio y el deleite de esta gracia
se viven en medio del pueblo de Dios. El contacto con y la actividad en el pueblo de
Dios nos sacia con lo mejor de la vida.
3. El poder de Dios, vv. 5–8
Con hechos tremendos es lenguaje del éxodo. Nos responderás tiene en mente la
oración del v. 2. Dios quiere mostrar su poder a sus hijos; quiere que oremos con fe
para poder manifestar sus maravillas. Pero notemos que lo hace en justicia, no da
respuestas contra lo que es correcto.
Afirmas las montañas que eran símbolos de estabilidad y permanencia. El salmis-
ta, cuando piensa en el poder de Dios, también piensa en las olas poderosas del mar
(v. 7) y cómo Dios las frena y las controla. Y esto le hace pensar en el ruido que
hacen las multitudes; también Dios lo limita y lo controla.
Tienen temor (v. 8). Cuando Dios actúa la gente teme. Cuando algo sucede fuera
de lo normal la inestabilidad de la gente se [página 229] manifiesta. Pero la creación
más bien alaba a Dios con júbilo. Las salidas es un término poético por la salida del
sol y su puesta en la noche. Tanto el día como la noche glorifican a Dios.
212
Joya bíblica
Venid y ved los actos de Dios,
admirable en sus hechos para con los hijos del hombre
(66:5).
Semillero homilético
Alabemos a Dios
67:1–7
215
El v. 18 expresa una verdad clave en la comunión con Dios, tanto en la vida del
pueblo de Dios como en la vida del individuo. Un pecado escondido y no confesado
rompe la comunión, obstaculiza la oración y corta la bendición de Dios (cf. Jos 7:12,
13, el pueblo; y Sal. 32 y 51, el individuo). Pero, cuando no existe tal obstáculo, todo
creyente puede exclamar: i… de veras, Dios me ha escuchado!
La conclusión (v. 20) es una linda explicación del amor que Dios comparte con el
creyente en la comunión con él. Nótese otro paralelo entre bendito aquí y bendecid en
el v. 8. Allí el pueblo bendice a Dios por hacer escuchar la alabanza; aquí Dios ben-
dice al que Ilega a él en confianza y oración. ¡Qué confianza da al salmista saber que
Dios no rechaza su oración y no le niega su misericordia!
SALMO 67: SUPLICA COLECTIVA. ALABANZA AL SALVADOR UNIVER-
SAL
Un lindo salmo con maravilloso enfoque misionero. El salmista reconoce que el
pueblo de Dios tiene el propósito de hacer conocer la salvación de Dios a todos los
pueblos. Pone todo su interés en la gloria de Dios y pide que todos los pueblos le
alaben; no se nota ninguna preocupación por sí mismo; su oración y su alabanza no
tiene nada de egocentrismo.
No se sabe la fecha de origen del Salmo. Algunos lo fechan temprano por seme-
janzas con poemas ugaríticos; otros lo fechan después del exilio. Algunos, y puede
ser la opinión más acertada, lo fechan tarde en la monarquía, posiblemente en el
tiempo de Ezequías.
El Salmo no presenta problemas de [página 233] interpretación; sin embargo, a
los traductores y comentaristas les cuesta determinar si deben traducir los verbos en
tiempo pasado, presente o futuro. Sólo un verbo, dará en el v. 6, es perfecto en heb.
(que a menudo indica tiempo pasado), todos los otros son imperfectos o subjuntivos
(que te alaben).
Una posibilidad es traducirlos como subjuntivos o tiempo presente como algo que
constantemente sucede (ej., v. 4, “tú juzgas” y “tú guías”); otra posibilidad es la que
se usa en RVA, el tiempo futuro.
1. Misericordia para el pueblo de Dios, vv. 1–3
216
El salmista pide un avivamiento para el pueblo de Dios, y este avivamiento resul-
tará en la expansión misionera que alcanzará a todas las naciones. Siempre hace
falta una continua renovación en el pueblo de Dios.
Nos bendiga y haga resplandecer su rostro se basan en la bendición aarónica de
Números 6:24–26. Vale notar que en Jerusalén, en una tumba del tiempo de Ezequí-
as, los arqueólogos han encontrado esta bendición escrita en un rollo de cobre.
La bendición de Dios se manifiesta en el bienestar total de la vida (física, emocio-
nal, espiritual) del individuo y de la comunidad. Según algunos pasajes, hace posible
el crecimiento, la fertilidad y la prosperidad (Deut. 7:13; 28:3–6). Incluye también la
presencia de Dios, su sustento y su provisión de familia (Sal. 128), alimento (Sal.
132:15), rocío (133:3) y Iluvia (Ose. 6:3).
Haga resplandecer su rostro es una metáfora que habla del beneplácito y bendi-
ción de Dios (cf. Sal. 4:6; 31:16; 44:3; 80:3, 7, 19; 89:15; 119:135), pero cuando Dios
esconde su rostro ocurre lo opuesto (Sal. 10:1; 13:1; 30:7; 44:24; 104:29).
Normalmente la bendición (como la de Núm. 6:24–26) se dio al final del culto de
adoración. Así la bendición es un puente que conecta el culto con la vida cotidiana
de la comunidad. Es una oración pidiendo que la bendición recibida de Dios en el
culto vaya con los adoradores y les afecte en todos los aspectos de su vida.
El v. 3 expresa la motivación misionera que se ve en varios salmos (96, 97), que
todos los pueblos le alaben. Es como un estribillo que se repite en el v. 5. Aquí la
bendición de Dios sobre su propio pueblo resulta en alabanza universal.
2. La reacción de las naciones, vv. 4, 5
El conocer a Dios produce gozo. “Juzgar” también implica aquí “gobernar”. Cuan-
do Dios gobierna y dirige a los pueblos tendrán mucho gozo porque lo hace con equi-
dad. Ahora, el grito en todo el mundo es que haya justicia. Cuando acepten el seño-
río de Cristo habrá justicia y gozo. Nótense los muchos pasajes donde Dios es juez de
todo el mundo (Sal. 82:8; 94:2; 96:13; 98:9).
Esta vez el estribillo (v. 5) se basa en el juicio y la dirección de Dios sobre los pue-
blos (en el v. 3 era por su bendición sobre Israel). El énfasis está en todos los pue-
blos, por eso se repite y se agrega todos en la segunda línea.[página 234]
Joya bíblica
La tierra dará su fruto;
nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.
Dios nos bendiga,
y témanlo todos los confines de la tierra (67:6, 7).
Bendiciones incontables
68:19
¡Bendito el Señor!
F. E. Marsh ha enumerado algunas de estas bendiciones.
Una aceptación que nunca puede ser cuestionada (Ef. 1:6).
Una herencia que jamás puede ser perdida (1 Ped. 3:5).
Una liberación que nunca puede ser perdida (2 Cor. 1:10).
Una gracia que nunca puede ser limitada (2 Cor. 12:9).
Una esperanza que nunca puede ser frustrada (Heb. 6:18,
19).
Una abundancia que nunca puede ser retirada (1 Cor. 3:21–
23).
Un gozo que nunca puede ser disminuido (Juan 15:11).
Una proximidad a Dios que nunca puede ser deshecha (Ef.
2:13).
Una paz que nunca puee ser perturbada (2 Cor. 5:21).
221
Existen poderes malignos que se oponen a Dios; el cristiano está en una batalla
espiritual, pero también comparte la victoria de Cristo. Es Dios que ha vencido y
vence al enemigo. Herirá la cabeza… (v. 21) es un eco de la promesa en Génesis 3:15.
La cabelluda coronilla representa una fuerza arrogante y orgullosa.
Los vv. 21 y 22 se refieren a una victoria específica en la historia de Israel.
6. La procesión al santuario, vv. 24–27
Esta sección es un himno y una marcha litúrgica que conmemora las marchas
tríunfales de Dios por la historia (cf. Sal. 83). Dios ha vencido sobre todas las fuerzas
del enemigo. El pueblo de Dios usa instrumentos musicales, cantos y con mucho go-
zo adora a Dios, celebrando sus victorias. ¡Bendecid a Dios…! (v. 26); la alabanza no
es un mero rito, es alegrar a Dios porque le amamos.
Todo el pueblo, jóvenes, ancianos, líderes, obreros, todos juntos adoran a Dios. Se
mencionan dos tribus representativas del norte y dos del sur (v. 27).
7. Naciones reconocen el poder de Dios, vv. 28–30
El párrafo nos hace pensar en Isaías 60 donde las naciones vendrán a Jehovah.
Se puede ver el cumplimiento en la conversión de los gentiles. Al pensar en las na-
ciones que adoran a Dios (v. 29), el salmista recuerda que el Dios de la victoria juzga
a los rebeldes (v. 30). La fiera se [página 239] refiere a Egipto y los toros y becerros a
gentes hostiles (Egipto incluido). Nótese que las causas del juicio son que persiguen
la plata y se complacen en las batallas. Todavía en los reinos del mundo la gran ma-
yoría de los asuntos políticos y las preocupaciones de la gente giran en torno a la
plata y la guerra.
Semillero homilético
Sollozos ante Dios
69:1–36
Grito por el socorro divino (vv. 1–13).
Salvación: Porque las aguas han entrado hasta mi alma, v. 1.
Confesión: Mis pecados no te son ocultos, v. 5.
Aflicción: Me afligí a mí mismo con ayunos, v. 10.
Súplica por la intervención divina (vv. 14–22).
Rescate: No me arrastre la corriente de las aguas, v. 15.
Vindicación: Tú conoces mi afrenta, v. 19.
Curación: La afrenta ha quebrantado mi corazón, v. 20.
. Petición por la retributión divina (vv. 23–29).
Desahogo: Derrama tu ira sobre ellos, v. 24.
Anhelo: Quede desolada su casa, v. 25.
223
La soledad
69:17
La soledad es uno de los grandes males de nuestro tiempo.
Con frecuencia se citan cuatro tipos de soledad.
La soledad del aislamiento. Las personas que viven solas y
que se sienten presas en su confinamiento de soledad.
La soledad de la alienación. Las personas que forman parte
de un grupo, pero que sienten que no pertenecen a él.
La soledad de la separación. Las personas cuando han
dejado la escuela, o pierden a un ser querido, o pasan a través
del trauma del divorcio.
La soledad existencial. Como la denominan algunos teólogos,
el sentimiento de estar fuera de contacto con Dios.
Las dos partes del v. 9 son citadas en el NT (Juan 2:17; Rom. 15:3) para decir que
se cumplió en Cristo. Esto no niega su aplicación a la situación del salmista, pero
bajo la inspiración del Espíritu de Dios, el salmista escribió detalles que señalaban
hacia el Mesías y tendrían su cumplimiento más pleno en Cristo.
La profunda consagración a Dios trajo más ataques de los enemigos (vv. 10, 11).
A menudo la consagración a Dios hace a un cristiano el blanco de burla y mofa, aun
en el nivel público en los medios de comunicación (v. 12).
3. Plegaria por liberación, vv. 13–21
Sin embargo, a pesar de la situación desesperante, el salmista confía en Dios.
Habla de su buena voluntad, su gran bondad (jesed 2617 “amor”) y su verdad. La base
doctrinal es importante en la oración; uno pide y confía porque sabe quién es Dios.
Este Salmo exhibe un gran nivel literario. La estructura está muy desarrollada.
Los juegos de palabras y paralelos entre estrofas aumentan su impacto. Se notan
paralelos entre la estrofa anterior y ésta: 1) el contraste entre la dureza de los enemi-
gos[página 242] en el v. 4 y la ternura y compasión de Dios en el v. 16; 2) sufre
afrenta y confusión en el v. 7, en el 19 Dios conoce su afrenta y su confusión: 3) En el
v. 10 habla de ayuno y sacrificio, en el v. 21 los enemigos le dieron hiel (hierba amar-
ga o venenosa), comida envenenada.
224
Joya bíblica
Alábenle los cielos y la tierra,
los mares y todo lo que se mueve en ellos.
Porque Dios salvará a Sion y
reedificará las ciudades de Judá.
Habitarán allí y la poseerán (69:34, 35).
Joya bíblica
Oh Dios, no te alejes de mí;
Dios mío, apresúrate a socorrerme (71:12).
El Rey de gloria
72:1–19
La perfección del Rey Mesías: vv. 1–4.
La paz llenará la tierra: vv. 5–7.
Reinará en toda la tierra: vv. 8–11.
La justicia alcanzará a todas la naciones: vv. 12–14.
La tierra recobrará su hermosura y esplendor: v. 15.
La riqueza florecerá en abundancia: vv. 16, 17.
Su nombre será glorioso para siempre: vv. 18, 19.
Joya bíblica
Ante él se arrodillarán todos los reyes,
y le servirán todas las naciones (72:11).
Joya bíblica
¡Bendito sea para siempre su nombre glorioso!
Toda la tierra sea llena de su gloria (72:19).
Gloria: gr. doxa, traducción del heb. kabod, “tener peso, ser
pesado”. La idea básica es la de peso, de densidad. Aparece
unas 151 veces en el libro de Salmos. Dar gloria a Dios es re-
conocer su importancia y abrirse a su presencia.
El Dios de la gloria es un ser rico y poderoso, de tal plenitud
que se desborda y difunde por el cielo y la tierra. La gloria de
Dios es el mismo Dios manifestado en Jesucristo.
Vale notar que el pueblo ora por el rey (v. 15). Toda la Biblia enfatiza la importan-
cia de orar por los líderes, tanto los del pueblo de Dios como los gobernantes políti-
cos.
En los vv. 15–17 se describen varios tipos de riqueza. Las bendiciones de Deute-
ronomio 28 indican que Dios envía tales bendiciones al pueblo que le obedece. El v.
17 se basa en las promesas de Dios a Abraham (Gén. 12:1–3). El plan de Dios es co-
herente; su bendición afecta todos los aspectos de la vida.
Dios dio gran sabiduría a Salomón. Al principio se cumplió mucho de lo que pide
este Salmo. Pero él mismo falló; se perdió mucho de lo que había logrado. El cum-
plimiento pleno de esta visión del rey y del reino ideal se verá solamente en el Mesí-
as, Jesucristo.
Semillero homilético
Pasos resbaladizos
73:1–12
El salmista abre de par en par su corazón dolorido por me-
dio de su propia experiencia personal. Analiza la situación así:
La desconfianza de Dios.
La confianza en Dios.
En el primer análisis, los malos:
Prosperan, v. 3.
No sufren, vv. 4, 5.
Triunfan, vv. 6, 7.
Blasfeman a Dios, vv. 8, 9.
233
Tentaciones:
No vale la pena…
“Estoy quemando mi vida sin ningún provecho.”
“Mientras tanto, los que se ríen de la fidelidad a Dios, se han
hecho ricos.”
. En el segundo análisis, los justos:
Recuperan la visión, v. 17.
El fin de los malos será inexorable, v. 18.
No son dignos de envidia sino de lástima por su ceguera, vv.
19, 20.
Descubre que Dios le ha cuidado amorosamente, incluso
durante su desánimo, vv. 23–26.
Afirma su corazón en Dios para el futuro, vv. 27, 28.
Seguirá adelante y, sin duda, contará a todos cómo es su
Dios, vv. 27, 28.
Paradojas
73:1–12
En medio de la prosperidad ilusoria, el miedo es la enfer-
medad de nuestro tiempo.
Jesús dijo a sus discípulos: “¿Dónde está vuestra fe?” (Luc.
8:25).
Tenemos dinero, pero somos codiciosos.
Hablamos de seguridad, pero fabricamos bombas atómicas.
Estamos enamorados, pero somos infieles.
Somos razonables, pero hacemos guerras.
Nos consideramos felices, pero el miedo nos paraliza.
Prescindimos de Dios, pero servimos a los baales.
Denunciamos la injusticia, pero atentamos contra los dere-
234
chos humanos.
Sus ojos se les salen (v. 7) indica su buena salud y gordura, pues consiguen todo
lo que desean. Para el colmo, se burlan de Dios (vv. 8, 9). Nos hace pensar en los
burladores en el Salmo 1. En los textos ugaríticos se encuentra una poesía paralela
al v. 9: “Un labio contra el mundo inferior, un labio contra el cielo, la lengua contra
las estrellas.” Después el salmista verá un lado negativo, pero ahora en su reflexión
está viendo todas las ventajas que gozan estos impíos prósperos.
3. Lo inútil de la piedad, vv. 10–14
El v. 10 es difícil de traducir; probablemente el texto heb. se ha corrompido. Lit.
dice: “Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí.” Pero nuestra versión, con cierto
retoque basado en versiones antiguas, da el sentido que debe tener el versículo. La
idea es que muchos aun en el pueblo de Dios son influidos por estos impíos y así se
desvían del camino y Dios es blasfemado. También la segunda parte del versículo es
obscura en el heb., pero el sentido aquí en RVA es correcto. Se juntan con estos im-
píos muchos que beben todo lo que viene de ellos como si fuera la verdadera agua de
vida (Delitzsch). Hoy día lo vemos en el loor popular al éxito.
En el v. 11 hablan los que siguen a estos impíos prósperos. Creen que Dios no se
[página 253] da cuenta o por lo menos no le interesa. Según el v. 12 los impíos
siempre están tranquilos y aumentan sus riquezas. Nos hace pensar en algunas de
las estrellas de cine o de la música rock o de los deportes. Los medios de comunica-
ción dan la impresión de que todo va bien para ellos.
En vano… (v. 13). El salmista expresa las dudas que tenía. Todo el sacrificio, el
seguir principios éticos bíblicos, me ha sido en vano. ¿Para qué sirve toda esta nega-
ción y el sufrimiento que he aguantado? (v. 14). Muchos creyentes, en tiempos de
desánimo, han pensado lo mismo. A veces pareciera que los creyentes sufren más
problemas que los impíos. Jeremías expresa algo similar: Justo eres tú, oh Jehovah,
para que yo contienda contigo. Sin embargo, hablaré contigo sobre cuestiones de dere-
cho. ¿Por qué prospera el camino de los impíos? ¿Por qué tienen tranquilidad todos los
que hacen traición? (Jer. 12:1).
4. La perspectiva bíblica, vv. 15–20
En este párrafo el salmista muestra su cambio. Estaba tentado de hablar como
ellos, pero esto hubiera sido el camino de apartarse de Dios. Más bien el salmista
empieza a pensar en sus hermanos en la fe, los otros en el pueblo de Dios, y recono-
ce su responsabilidad hacia ellos. Nótese que el inicio de su saneamiento es una de-
cisión moral más que mental. Y nótese el valor del pueblo de Dios. Por eso el autor
de Hebreos dice que no debemos dejar de reunirnos; más bien hemos de exhortarnos
al amor y a las buenas obras (Heb. 10:24, 25).
En el v. 16 el salmista reflexiona y hace un intenso trabajo de razonamiento sobre
el tema. Pero el trabajo mental no era suficiente; el v. 17 indica que la respuesta vino
por la fe: hasta que, venido al santuario de Dios. Vio la luz cuando miró a Dios, no
como objeto de especulación sino en adoración (Kidner).
Ahora, al volver a la comunión con Dios, el salmista también vuelve a mirar con la
perspectiva bíblica. Entiende el asunto en términos de largo alcance. Entiende la in-
seguridad y falta de esperanza que padecen los impíos. Lo que ve en cuanto a ellos
incluye: 1) el fin de ellos, la ira de Dios (cf. Fil. 3:18, 19); 2) Son inestables para con-
frontar problemas cuando vienen y no tienen respuesta a la muerte; y 3) sus valores
son pasajeros (vv. 18 y 20).
235
Vemos en el párrafo la importancia de la perspectiva bíblica. La pregunta que im-
porta es: “¿Cómo podemos tener esta perspectiva?” Ofrecemos cuatro claves para ir
desarrollando una perspectiva bíblica: 1) la comunión con Dios (v. 17); 2) la medita-
ción para aplicar la Palabra de Dios a los detalles cotidianos de la vida; 3) conocer y
usar la Palabra de Dios; 4) la comunión con los creyentes, pues en la iglesia nos
apoyamos unos a los otros.
5. La fe reafirmada, vv. 21–26
Lo primero que el salmista muestra es su arrepentimiento por haber dudado (v.
21). Lo mismo pasó a Jeremías (Jer. 15). El salmista ahora entiende cuan torpe fue
de pensar que los impíos tienen la buena vida. A pesar de lo que nos dicen, es evi-
dente que las estrellas que mencionamos no llevan una vida feliz.
Ahora reconoce el salmista que a pesar [página 254] de sus dudas, Dios no le
abandonó, yo siempre estuve contigo (v. 23). Aun en ese tiempo cuando se tambalea-
ba Dios le tenía por la mano. ¡Qué fiel es Dios! El salmista alaba a Dios por su fideli-
dad; 1) su presencia; 2) su ayuda (v. 23); 3) su dirección en la vida (v. 24); y 4) la es-
peranza de gloria futura (v. 24).
Los vv. 25 y 26 son una linda declaración de confianza en Dios. Como creyentes
en Cristo podemos decir que en verdad Jesús es nuestra vida.
Joya bíblica
En cuanto a mí, la cercanía de Dios constituye el bien. En el
Señor Jehovah he puesto mi refugio para contar
todas tus obras (73:28).
Joya bíblica
Ya no distinguimos nuestras señales;
ya no hay profeta, ni con nosotros hay quien sepa hasta
cuándo… (74:9).
Sus estandartes por señal (v. 4) es una frase dificil. En heb. estandartes y señal
son la misma palabra. Puede referirse a insignas militares o mejor a las insignas re-
ligiosas como la circuncisión y el día de reposo (cf. Exo. 31:13). Es decir lo opresores
impusieron otras costumbres.
Los vv. 5 y 6 indican la gravedad de la destrucción. Pintan un cuadro de destruc-
ción furiosa. Los enemigos hacen estragos con la obra de Dios.
Nótese la semejanza entre el v. 7 y Lamentaciones 2:2. Lo primero que los enemi-
gos de Dios hacen es tirar abajo la adoración y quitar el testimonio de su pueblo. Así
deshonran el nombre de Dios. Lo mismo hoy día, donde el diablo quiere dañar al
pueblo de Dios es en la adoración y en el testimonio. Usa muchas artimañas para
hacerlo, empezando con los chismes y los roces entre hermanos. Aquí destruyeron
los lugares de culto (v. 8).
3. Los enemigos blasfeman, vv. 9–11
Las señales aquí traduce la misma palabra heb. que en el v. 4. Otra vez podrían
ser señales militares, pero es más probable que el autor piensa en signos o señales
para conocer la voluntad de Dios. Al pueblo le preocupa el silencio de Dios como se
ve también en Lamentaciones 2:9. Jeremías había profetizado un cautiverio de 70
años, pero si este pueblo era un remanente que quedó en Judá, posiblemente no co-
nocían esa profecía.
Podemos ver dos desafíos en el v. 10. Primero, hemos de clamar a Dios como un
pueblo, todo el pueblo de Dios unido. Y segundo, no debemos pensar solamente en
nosotros mismos sino en el honor de Dios.
¿Hasta cuándo…?y ¿Por qué…? son las preguntas de un pueblo desesperado, que
está perdiendo la esperanza, que no entiende por qué Dios no contesta.
4. Maravillas que Dios hizo antes, vv. 12–17
Dios es mi rey (v. 12). El Salmo es del pueblo, pero cada uno en la comunidad de-
be declarar y confesar su fe. Aquí, a pesar de la situación desesperante, se declara
una confianza profunda en Dios. El Dios que hizo grandes cosas con nosotros (en el
éxodo) todavía hace milagros en la historia. A la luz de los hechos del éxodo, estos
enemigos parecen pequeños. Nótese el profundo efecto que tiene la teología de la
elección y la fidelidad de Dios.[página 257]
En los vv. 13 y 14 se mencionan figuras tomadas de la mitología cananea. Es cla-
ro que el salmista está hablando de los grandes hechos del éxodo (dividiste el mar).
Pero lo expresa usando las figuras del monstruo acuático con siete cabezas y el Le-
viatán (un dragón) de la tradición mitológica de los cananeos. Esto no significa que el
238
salmista escriba mitología; más bien usa figuras literarias de una mitología conocida
en el ambiente de la misma manera que nosotros en una prédica usaríamos figuras
de Cervantes. La frase: lo diste por comida a los moradores del desierto tiene su apli-
cación a los egipcios muertos en el mar Rojo que después fueron devorados por ani-
males del desierto.
En los vv. 16 y 17 el salmista vuelve al lenguaje de la creación y providencia de
Dios. Dios es Señor de todo, si fija los límites de la tierra también puede fijar los lími-
tes del sufrimiento de su pueblo.
5. Clamor por la liberación, vv. 18–23
El salmista vuelve a las peticiones de socorro, pero ahora no menciona las pre-
guntas ¿cuándo? y ¿por qué? Empieza con la honra de Dios, como la oración de Je-
sús (el Padrenuestro). El Salmo nos da un ejemplo de cómo orar en situaciones de
angustia. Podemos pedir que Dios honre su nombre y podemos clamar por miseri-
cordia.
Joya bíblica
Levántate, oh Dios; defiende tu causa. Acuérdate
de cómo te injuria el vil todo el día. No olvides el
vocerío de tus enemigos;
constantemente sube el tumulto de los que se levantan
contra ti (74:22, 23).
Semillero homilético
El Dios de maravillas
75:1–10
240
Joya bíblica
Haced votos y pagadlos a Jehovah, vuestro Dios;
todos los que están alrededor traerán obsequios al Te-
mible (75:11).
Pensamiento
“No digas nunca que Dios está de nuestra parte, ora más
bien para que tú puedas estar de parte de Dios.”
Abraham Lincoln
Mi voz elevo. Dios escucha aun los pensamientos de sus hijos, pero aquí el sal-
mista eleva su voz (cf. Heb 5:7). A veces la intensidad del clamor se expresa por el
volumen de la voz. Clamar a Dios, buscarlo en la angustia, levantar las manos y orar
a través de la noche son temas frecuentes en los salmos de súplica (Sal. 6, 22, 86,
88, 102, 120, 141 y 142).
Me acuerdo (vv. 3, 11) es la misma palabra que recuerdo en el v. 6. Aquí el recuer-
do del tiempo pasado y el contraste con la crisis actual desanima más al salmista.
Pero, a la vez, es un paso positivo, pues los recuerdos de los actos de Dios en el pa-
sado van a hacer crecer su fe. Vale notar este proceso de clamar, recordar, meditar y
adorar en todo el Salmo, y cómo esto amplió la fe del salmista.
2. Confesión de dudas, vv. 4–9
En los vv. 4–6 el salmista sigue hablando de su angustia. Todavía cuando recuer-
da el tiempo pasado, piensa que ahora está peor. Antes Dios estaba presente, pero
ahora parece que no (v. 6). Esta meditación e investigación hace surgir preguntas
que el salmista presenta en los vv. 7–9.
Las preguntas de los vv. 7–9 realmente expresan dudas. Pero no son dudas de
una persona rebelde, sino de alguien que busca respuestas. Reconoce que Dios ac-
tuaba a favor de su pueblo en el pasado, pero en la situación presente parece que
Dios ya no volverá a ser propicio, ya no va a respaldar sus promesas y dejó de mos-
trar compasión.
Recuerdos preciosos
244
77:1–11
Me acordaré: Me acordaba de Dios y me conmovía, v. 3.
Haré memoria: Consideraba los días desde el principio, v. 5.
Meditaré: Meditaba en mi corazón, y mi espíritu inquiría, v. 6.
Hablaré: Haré memoria de tus maravillas, v. 11.
[página 264]
¿Indica esto que al salmista le faltó fe? Puede ser pero, a la vez, hemos de ver que
sentía suficiente confianza en Dios para hablarle francamente. El creyente hoy día
también puede, y debe, hablar francamente con Dios. De todos modos, Dios sabe lo
que está en el corazón. Es mejor abrir el corazón, decir a Dios lo que uno piensa y
siente y pedir que él le corrija. Notamos que esta franqueza del salmista abre el ca-
mino para un cambio; desde el versículo siguiente se palpita una nueva actitud de fe
y confianza en el Dios que redimió al pueblo en tiempos pasados.
Joya bíblica
Delante de sus padres Dios hizo maravillas en la tierra de
Egipto,
en los campos de Tanis (78:12).
Efraín se usa para referirse a todo el Reino del Norte, pues era la tribu más gran-
de. Algunos creen que volvieron las espaldas se refiere a los acontecimientos de los
vv. 56–72; otros piensan que más bien se refiere al tiempo cuando Efraín y todos los
del norte volvieron sus espaldas a la monarquía davídica; o podría ser cuando se
perdió el arca en 1 Samuel 4:10, donde cada uno huyó.[página 267]
Lo importante es lo que el salmista enseña, pues el rehusar participar en la bata-
lla es empezar a dejar el pacto, y rechazar los mandamientos es romper el pacto.
2. Actos misericordiosos de Dios, vv. 12–16
El salmista recuenta los grandes milagros que hizo Dios a favor de su pueblo en el
éxodo y en el peregrinaje en el desierto. Los israelitas conocían bien la historia; habí-
an mantenido vivas estas tradiciones. Reconocieron que Dios les salvó, les mantuvo
y les formó su nación. La fe bíblica es una fe arraigada en hechos históricos, hechos
de la acción de Dios en eventos históricos específicos.
3. Rebelión, vv. 17–20
Los vv. 12–16 contienen diez líneas que presentan las maravillas misericordiosas
que Dios hizo a favor de Israel; en contraste, los vv. 17–20 presentan diez demostra-
ciones del espíritu de rebelión en el pueblo. El énfasis está en la persistencia de la
actitud de rebelión, a pesar de todo lo que Dios hacía.
Probaron a Dios (v. 18). Una manera de rebelarse contra Dios es quejarse o dudar
de que Dios proveerá. ¿Cómo hablaron contra Dios? Dijo Spurgeon que a menudo
somos muy lentos en creer a Dios y confiar en él, y ésta es una falla seria. Por esta
causa entristecemos al Señor, él se enoja con nosotros y tiene que castigarnos por-
que la incredulidad contiene un alto grado de provocación. Nótese la actitud del v.
19b, tan opuesta a la de Salmo 23:5.
247
Joya bíblica
Pero pusieron a prueba al Dios Altísimo y lo amargaron, y
no guardaron sus testimonios.
Más bien, se volvieron atrás y se rebelaron como sus pa-
dres.
Se desviaron como arco engañoso (78:56, 57).
Joya bíblica
¿Hasta cuándo, oh Jehovah?
¿Has de estar airado para siempre?
¿Arderá como fuego tu celo? (79:5).
Joya bíblica
Ayúdanos, oh Dios, salvación nuestra,
por causa de la gloria de tu nombre.
Líbranos y expía nuestros pecados por amor de tu nom-
bre (79:9).
Joya bíblica
Jehovah Dios de los Ejércitos,
¡restáuranos!
Haz resplandecer tu rostro, y
seremos salvos (80:19)
Sobre el hijo del hombre (v. 17). El lenguaje podría sugerir una proyección mesiá-
nica. Por cierto el tárgum lo entendió así y traduce el 17b: “Y sobre el Rey Mesías, a
quien has establecido para ti.” Pero para el salmista “el hombre” y “el hijo del hom-
bre” se refieren a la nación de Israel; es la nación de la cual saldrá el Mesías.
No nos apartaremos (v. 18). El salmista reconoce por qué están sufriendo. Pero
ahora promete no apartarse de nuevo. Es una promesa de fidelidad a Dios.
254
Oh Jehovah Dios de los Ejércitos (v. 19). Se repite el estribillo de nuevo, pero cada
vez se agrega un detalle al nombre de Dios (vv. 3, 7, 19).
Este Salmo presenta muchas enseñanzas para nosotros; entre ellas: 1) Tenemos
necesidades como pueblo de Dios: 2) hemos de clamar a Dios juntos; 3) debemos re-
conocer nuestras fallas; y 4) debemos confiar en el Dios misericordioso. Así se cum-
plirá la promesa de 2 Crónicas 7:14 para el avivamiento.
SALMO 81: SALMO DIDACTICO. MENSAJE PROFETICO EN UNA FIES-
TA
La primera parte del Salmo (vv. 1–5b) es un llamado a la alabanza en forma de
himno; la segunda parte (vv. 5c–16) es un mensaje profético de Dios al pueblo mien-
tras celebra la fiesta. El Salmo es didáctico y contiene varios ecos de Deuteronomio,
pues las fiestas en Israel conllevaban un gran propósito didáctico. Aquí no se dice en
qué fiesta fue usado.
La literatura judía asignaba el Salmo a la fiesta de las trompetas en el Año Nuevo,
el primer día del mes séptimo, porque el v. 3 habla de la luna nueva.
Algunos han sugerido que fue usado en la Pascua porque habla del éxodo, pero
parece más acertado pensar básicamente en la fiesta de los Tabernáculos. Así la
trompeta y luna nueva son como preámbulos para la fiesta de los Tabernáculos que
empezaban en la luna llena, el 15 del séptimo mes. La fiesta de los Tabernáculos era
de mucho gozo. Sin embargo, la falta de especificar a qué fiesta pertenece puede in-
dicar su uso en varias fiestas.
Es evidente que el Salmo presupone su uso en una fiesta. Podemos ver la congre-
gación [página 277] unida para la celebración; un predicador, profeta o sacerdote
hace el llamado para empezar (v. 3), explica que la celebración de la fiesta es un
mandato de Dios, Dios mismo la instituyó (vv. 3–5b). Después un profeta o sacerdote
presenta un mensaje de Dios que destaca la misericordia de Dios para con el pueblo
en su liberación de Egipto, el pacto en Sinaí (vv. 5c–10). Sigue con el recuerdo de las
desobediencias del pueblo y el deseo de Dios que el pueblo volviera a él (vv. 11–13), y
termina con un vistazo de la bendición que pueden recibir si vuelven a Dios y le obe-
decen.
En el Salmo, no domina el énfasis en el juicio sino la promesa y esperanza de
bendecir de nuevo al pueblo si obedecen a Dios. Este es el significado verdadero de
todas las fiestas de Israel. Conmemoran los grandes hechos de Dios a favor de Israel,
especialmente en el éxodo, para llevar al pueblo a un nuevo compromiso con este
Dios misericordioso.
Dice Calvino que si éste fue el propósito de las fiestas en Israel, concluimos que
cuando hoy los creyentes verdaderos se congregan, su propósito debe ser recordar
los beneficios que han recibido de Dios, progresar en el conocimiento de su Palabra y
dar testimonio de su unidad en la fe.
1. Invitación a la alabanza, vv. 1–5b
La fiesta de los Tabernáculos fue muy conocida por su alegría y gozo, pero toda
alabanza a Dios debe producir gozo. Dios se goza en la alabanza de su pueblo y quie-
re que los adoradores se gocen. El v. 2 enfatiza que tanto las canciones como la mú-
sica de los instrumentos están siendo convocados para la alabanza.
La luna nueva y la luna llena no serían la misma fiesta. Por eso podría ser poético
para hablar de las fiestas en general. pero muchos creen que el salmista tiene en
mente el séptimo mes cuando en el primer día (luna nueva) celebraban la fiesta de
255
las Trompetas con el tocar de trompetas (Núm. 29:1; Lev. 23:23). aunque allí no
habla del cuerno (sofar 7782). Después en el día 10 se celebraba el día de la Expiación
y en el día 15 (luna llena) se iniciaba la fiesta de los Tabernáculos.
Semillero homilético
Loores dad a nuestro Rey
81:1–16
El adufe; la canción (vv. 1–5).
La melodía: Cantad con gozo, vv. 1–3.
El estatuto: Del Dios de Jacob, v. 4.
La ordenanza: Por testimonio, v. 5.
El arpa; la referencia (vv. 6–10).
La carga: Aparté su hombro de debajo de la carga, v. 6.
El trueno: Te respondí en lo oculto, v. 7.
La amonestación: No haya Dios extraño en medio de ti, v. 9.
. La trompeta; el resultado (vv. 11–16).
El tiempo: En un instante habría yo sometido a sus enemigos,
v. 14.
El trigo: Los habría sustentado con la suculencia del trigo, v.
16.
La miel: Te habría saciado. La dulzura de la eterna miseri-
cordia, v. 16.
Cuando Robert Louis Stevenson era un niño, le dijo en una
ocasión a su madre: “Mamá, no se puede ser bueno sin orar.”
“¿Cómo lo sabes, Robert?” “¡Porque lo he intentado!”
[página 278]
Estatuto es (v. 4). En el AT Dios dio instrucciones específicas sobre la celebración
de las fiestas (p. ej. la de los Tabernáculos, Lev. 23:41–43); en el NT no se dan ins-
trucciones explícitas, pero debemos buscar en la Biblia qué instrucción ha dado Dios
sobre la adoración que él quiere.
José está escrito aquí con una forma más larga que la normal. Puede indicar que
el Salmo originó en el norte; de todos modos fue editiado más tarde. El sujeto de co-
ntra es Dios: se refiere a su obra contra Egipto en las plagas.
2. La bondad de Dios para Israel, vv. 5c–10
La primera persona de escuché parece difícil de entender; ¿quién es el sujeto? La
LXX dice “escuchó”; se ha sugerido que el salmista se identifica con el pueblo en
Egipto y habla de ser extranjeros en Egipto. Es mejor verlo como parte del mensaje
profético de Dios; entonces es Dios quien habla de aquí hasta el fin del Salmo.
La primera parte del mensaje profético habla de la bondad de Dios en la libera-
ción de Egipto; la segunda parte (vv. 8–10) habla del pacto sinaítico y el decálogo.
Hace hincapié en el primer mandamiento, que también según Jesús es el más impor-
tante. El lenguaje de los vv. 9 y 10 viene del principio del Decálogo.
256
El v. 9 presenta la médula de la enseñanza del Salmo: deben poner a Dios prime-
ro en su vida, no tener ningún otro dios y deben confiar en Jehovah.
Abre bien tu boca… (v. 10c) se presta a más de una interpretación. Podría referirse
a alimento, que uno debe esperar que Dios supla lo que necesita (cf. v. 16). Pero la
frase de “llenar la boca” se usa más para llenar la boca con palabras. Es mejor verla
aquí con la idea que Dios llenará sus boca con alabanzas por la victoria de Jehovah
sobre sus enemigos (cf. v. 14).
3. Dios anhela la obediencia de Israel, vv. 11–16
No escuchar la Palabra de Dios es rechazarlo. Cuando el ser humano rechaza la
comunión con Dios y no quiere aceptar sus mandatos. Dios lo deja a sus propios
caminos. Parte del juicio es dejar al hombre a las consecuencias de su propia deci-
sión (cf. Rom. 1:24, 26, 28). Aquí el pueblo tenía otra agenda, no tenía tiempo para
buscar a Dios.[página 279]
¡Oh, si mi pueblo…! (v. 13) representa el corazón de Dios, es la misma actitud de
Jesús cuando lloró sobre Jerusalén (Mat. 23:37). Dios es afectado por la decisiones
de su pueblo, tiene interés en todos los detalles de su pueblo y en los detalles de ca-
da persona.
Los últimos tres versículos terminan el salmo con una nota de esperanza. Mues-
tran lo que hubiera sido si Israel hubiera obedecido. Nos hacen recordar las maldi-
ciones y bendiciones de Deuteronomio 28; cada persona y cada iglesia tiene que es-
coger una u otra. Uno no puede ver victoria en su vida cristiana ni victoria sobre las
fuerzas del mal si no está obedeciendo a Dios.
Avivamiento
81:13–16
Hay avivamiento cuando se escucha la voz de Dios. El avi-
vamiento vendrá cuando el pueblo de Dios cumpla las condi-
ciones dispuestas por él.
El pueblo de Dios debe humillarse (1 Ped. 5:5, 6).
El pueblo de Dios debe orar (Jer. 33:3; Eze. 36:36–38; Mat.
6:6; 18:19; Juan 14:13; Hech. 1:13, 14; 4:31).
El pueblo de Dios debe buscar el rostro de Dios (Exo. 33:18;
Jer. 29:13; Ef. 5:17; Heb. 11:6).
El pueblo de Dios debe renunciar al pecado (Prov. 28:13; Isa.
55:6–8; Lam. 3:40; 1 Juan 1:7).
El pueblo de Dios debe limpiar su camino (2 Crón. 29:16; 2
Cor. 7:1; Hech. 19:18–20).
El pueblo de Dios debe cumplir sus promesas.
Lo que Dios promete a los que le obedecen es un bienestar integral que incluye
victoria en el plano espiritual y sustento en el plano material. Miel de la roca parece
un enigma; ¿quiere decir que en las rocas las abejas esconden su miel? Más bien in-
dica que aun de un lugar de rocas, Dios puede proveer lo que hace falta.
SALMO 82: SUPLICA COMUNITARIA. REPRENSION A JUECES INJUS-
TOS
257
El Salmo destaca varios temas importantes: la soberanía de Dios, su delegación
de autoridad, el problema de la injusticia y el propósito de Dios de que haya justicia.
La fecha de origen no se sabe; el lenguaje arcaico puede señalar una fecha temprana;
algunos sugieren una fecha premonárquica; otros ponen fechas más tardías. Es me-
jor pensar en una fecha temprana en la monarquía o aun antes.
La bibliografía sobre este Salmo es extensa; la pregunta más difícil de contestar
es: ¿quiénes son los dioses de los vv. 1 y 6? Muchos comentaristas lo han interpre-
tado como “jueces”. Se basan en lo que dijo Jesús en Juan 10:34–36 y en Exodo 21:6
y 22:8, 9, 28, donde el vocablo elohim 430 (Dios o dioses) se traduce jueces [página
280] (algunos piensan que elohim también se refiere a jueces en 1 Sam. 2:25 y Jue.
5:8). Sin embargo, en el último medio siglo muchos han conludio que el salmista te-
nía en mente demonios o seres angélicos de la corte divina. Apelan al lenguaje de
varios pasajes bíblicos (1 Rey. 22:19; Job 1:6–12; Isa. 24:21; Dan. 10:13, 20; 12:1;
Apoc. 12:7) que hablan de la corte celestial o asamblea de dioses.
Este último enfoque da por sentado que el salmista creía en ciertos seres, o ánge-
les, o “dioses” que eran responsables por la vida social entre los seres humanos. Con
esta lectura el v. 1 presenta a Dios juzgando la asamblea de estos seres espirituales.
El v. 2 es una acusación contra ellos. Los vv. 3 y 4 indican la comisión o responsabi-
lidad que no cumplieron. El v. 5 explica el resultado; el v. 6 habla de la posición que
tenían estos seres espirituales. En el v. 7 se les quita su posición anterior y pierden
la inmortalidad; y el v. 8 propone un nuevo orden mundial de justicia.
Se puede ver en este esquema un arreglo literario de paralelos: A—v. 1; B—v. 2; C—
vv. 3, 4; D—v. 5; C’—v. 6; B’— v. 7; A’—v. 8.
Muchos comentaristas prefieren esta lectura del Salmo por dos razones: 1) unos
estudios intentaron mostrar que los pasajes de Exodo 21 y 22 no hablan de jueces
sino se refieren a una ordalía antigua o un juramento expresado en esa terminología;
y 2) el lenguaje aquí es semejante al de otros pasajes que usan figuras de la corte de
Dios.
Sin embargo, aquí se adopta la primera interpretación, que dioses se refiere a jue-
ces humanos, por varias razones: 1) Los judíos lo interpretaron como jueces, por lo
menos después del exilio. Esto se muestra en el tárgum de Salmos donde se traduce
“jueces”, y por lo que dijo Jesús en Juan 10:34–36. 2) Aunque los pasajes de Exodo
21 y 22 tengan lenguaje de una ordalí o juramento, los jueces todavía están involu-
crados. 3) En 2 Crónicas 19:5, 6, Josafat explica a los jueces que no juzgáis en lugar
del hombre, sino en lugar de Jehovah; es decir los vio como representantes de Dios.
Algunos comentaristas sugieren que el salmista hablaba de seres espirituales
(dioses), porque en su tiempo los judíos todavía creían así; pero más tarde esa creen-
cia fue rechazada y los judíos adoptaron la interpretación de “jueces”. Otra posible
explicación sería que el salmista usó algún poema cananeo, que contenía tal ense-
ñanza, y que lo adaptó y lo usó en sentido de jueces.
Aunque el salmista haya usado, en forma literaria, tal lenguaje, es mejor pensar
que el mismo salmista tenía en mente los jueces como responsables delante de Dios
por la justicia en la tierra.
1. Dios, el juez supremo, v. 1
Está de pie indica la posición de un juez cuando dicta la sentencia. Los libros pro-
féticos contienen mucho lenguaje jurídico; varios salmos también usan términos de
la corte. El salmista imagina una asamblea y usa una forma literaria semejante al
que usaron los cananeos para hablar de sus dioses, aunque aquí el salmista está
para dar dictamen contra los jueces corruptos en Israel.
258
Joya bíblica
¡Levántate, oh Dios; juzga la tierra,
porque tú poseerás todas las naciones! (82:8).
Semillero homilético
La mejor morada
84:1–12
La delicia (vv. 1–4).
El contacto con el Dios vivo.
La morada bienaventurada.
La vida de compañerismo.
La presencia (vv. 5–8).
La belleza interna de Dios.
El anhelo de estar en su casa.
La vitalidad alegre.
. La bendición (vv. 9–12).
Todas las buenas cosas vienen de Dios.
Dios es sol y escudo protector.
No quitará el bien a los que en integridad andan.
Semillero homilético
Peticiones profundas
85:1–10
El perdón (vv. 1–3).
Ha perdonado la iniquidad, v. 2.
Ha cubierto todos los pecados, v. 2.
Ha dejado todo enojo, v. 3.
La restauración (vv. 4–7).
La salvación, v. 4.
La vida, v. 6.
La misericordia, v. 7.
. La respuesta (vv. 8–13).
La salvación para los que le temen, v. 9.
La misericordia y la verdad se encontraron, v. 10.
La justicia y la paz se besaron, v. 10.
Semillero homilético
Las súplicas de un corazón quebrantado
86:1–17
La petición (vv. 1–7).
Escúchame: Porque soy pobre y necesitado, v. 1.
Guárdame: A tu siervo que en ti confía, v. 2.
Alégrame: Porque tú me respondes, v. 7.
265
[página 289]
El v. 9 presenta una visión misionera; las obras grandes que Dios hace glorifican
su nombre; el salmista desea que todas las naciones adoren a Dios.
El salmista no limita a Dios, pues es hacedor de maravillas (cf. Sal. 72:18; 77:14
s.). Nuestras oraciones deben estar basadas sobre la misma fe.
3. Súplica y alabanza, vv. 11–13
El salmista quiere la dirección de Dios. “Caminar en la verdad” es un hábito y un
estilo de vida. Para ellos hace falta la petición siguiente: Concentra mi corazón (lit.
“unifica”). El corazón incluye las emociones, los pensamientos y las actitudes. A ve-
ces están muy dispersos. El salmista pide concentrarlos con un propósito: para que
tema tu nombre. El temor de Dios va con una vida ordenada. Dios da propósito a la
vida del creyente.
Te alabaré… con todo mi corazón (v. 12). Ahora, con el corazón concentrado puede
hacerlo. Esta oración es necesaria para evitar el corazón distraído cuando adoramos
y cuando oramos.
Otra vez (v. 13) el salmista vuelve a la misericordia de Dios. De las profundidades
del Seol (v. 13) se refiere a la muerte; el salmista dice que Dios le rescató de la muer-
te.
Joya bíblica
Pero tú, oh Señor, Dios compasivo y clemente, lento
para la ira y grande en misericordia y verdad, mírame
y ten misericordia de mí.
Da tú fuerzas a tu siervo; guarda al hijo de tu sierva
(86:15, 16).
Semillero homilético
La ciudad de bendición divina
87:1–7
La ciudad segura (vv. 1–3).
Los cimientos: Sobre los montes de santidad.
Las puertas: El amor del Señor.
La morada: La presencia gloriosa.
La gloria permanente (vv. 4–6).
La inscripción: Los conocidos del Señor.
La estabilidad: El privilegio del nacimiento.
El reinado: En todas las naciones.
. El regocijo constante (v. 7).
El canto: La bienvenida.
La danza: El arrepentimiento.
La fuente: El gozo y la bendición.
El poder de la oración
Cuando Hudson Taylor fue a China, viajó en un velero. Al
aproximarse al estrecho entre la península meridional de Ma-
lasia y la isla de Sumatra, escuchó un fuerte golpe en la puerta
de su camarote. La abrió, y vio al capitán del barco.
—Señor Taylor —le dijo—, no tenemos viento, y corremos el
grave riesgo de encallar en la costa, y temo que las gentes pue-
dan ser caníbales.
—¿Qué puedo hacer?—preguntó Taylor.
—He oído que usted cree en Dios. Quiero que ore por viento.
—Muy bien, capitán, lo haré, pero tiene que izar las velas.
—Pero esto es ridículo. No hay ni la más ligera brisa. Ade-
más los marineros pesanrán que estoy loco.
Sin embargo, al ver la actitud firme de Hudson Taylor, el
capitán accedió a izar las velas. Cuarenta y cinco minutos des-
pués volvió y encontró al misionero todavía de rodillas.
—Puede dejar de orar ahora —dijo el capitán. —¡Tenemos
más viento que el que podemos manejar!
Joya bíblica
Pues mil años delante de tus ojos
son como el día de ayer, que pasó.
Son como una de las vigilias de la noche (90:4).
Mil años… como el día (v. 4). Esto se cita en 2 Pedro 3:8; sencillamente muestra el
gran contraste entre Dios y el hombre. No es que Dios no tenga consciencia del tiem-
po o de la sucesión de hechos, el salmista dice que nuestros tiempos están en su
mano; él está consciente de nuestro tiempo.
La comparación del hombre como la hierba que se corta y se seca se encuentra en
otros salmos y en la enseñanza de Jesús (Mat. 6:28–30). Es una ilustración apta de
lo transitorio que es la vida del ser humano.
3. El hombre bajo el juicio de Dios, vv. 7–12
El problema del hombre no consiste solamente en su debilidad, sino también en
su enemistad con Dios. El salmista reconoce que toda la humanidad cae bajo la ira
de Dios porque todos han pecado. El salmista recuerda la enseñanza de Génesis 2 y
3 y señala hacia la de Romanos 1 y 2. El v. 8 indica que somos culpables; los vv. 7 y
9 forman un marco para el 8.[página 300]
El v. 10 simplemente dice que aun los que viven un poquito más de 70 años, que
es lo normal, son pasajeros y la mayor parte de la vida no es placentera. Los vv. 11 y
12 forman una transición entre el lamento de los vv. 7–10 y la súplica de los vv. 13–
17. Ya empieza a hablar del temor de Dios. El castigo de Dios sobre la humanidad
debe dirigir a los seres humanos hacia el temor de Dios.
Pero muy pocos han aprendido a “contar sus días”, y no se dan cuenta de lo efí-
mero de su vida. Hoy pueden medir la distancia al sol y la luna y a las estrellas y la
cantidad exacta de tiempo para que la luz llegue de ellas, pero no han aprendido a
contar sus propios días. Aun si son lit. las cifras de larga vida de los prediluvianos,
ninguno vivió por mil años, que para Dios no es más significante que un día. Sola-
mente Dios puede dar la sabiduría para contar, o evaluar, o juzgar, nuestros días;
sólo Dios puede hacernos entender la realidad (cf. Ef. 5:16; Col. 4:5).
Todo esto debe llevarnos al temor de Dios que es el principio de la sabiduría.
4. Oración por la gracia de Dios, vv. 13–17
Esta sección usa el lenguaje común a las súplicas de la comunidad. Las peticio-
nes empiezan con el v. 12, pero el v. 12 todavía es parte del lamento. Las peticiones
aquí corresponden a las necesidades mencionadas antes: cf. enséñanos (v. 12) con la
necesidad de conocimiento (v. 11); la petición por salvación (vv. 13–15) con el sufri-
miento bajo la ira de Dios (vv. 7–10); el ruego por la estabilidad (vv. 16, 17) con lo
transitorio de la vida (vv. 2–6).
274
¡Vuelve, oh Jehovah! (v. 13), el clamor es que Dios vuelva de su ira y vuelva a te-
ner misericordia (v. 14). La misma palabra heb. (shub 5472) también se usa dos veces
en el v. 3, pero allí aplicada al hombre.
Por la mañana (v. 14); la mañana es tradicionalmente el tiempo para buscar a
Dios. El salmista dice que si Dios, al principio del día, nos inunda con su misericor-
dia, podemos cantar y alegrarnos, pues sólo Dios puede dar una base para gozo ver-
dadero. La combinación de días y años (v. 15) también se usa en los vv. 4 y 9.
El salmista no apela a ninguna justicia propia, reconoce que necesita la miseri-
cordia de Dios. Pero sabe que cuando se manifieste la obra de Dios en tus siervos el
resultado será gozo, firmeza y el establecimiento de la obra de nuestras manos.
Aunque mucho del Salmo tiene tono triste, empieza y termina con confianza en
Dios. Se destaca el contraste entre la eternidad de Dios y lo pasajero del hom-
bre.[página 301]
El propósito es que Dios tenga misericordia, que no olvide que el hombre es tan
pasajero, que actúe ahora.
La Biblia no divide entre lo físico y lo espiritual como nosotros acostumbramos
hacer. Lo espiritual, lo físico y lo emocional forman una totalidad. También la Biblia
se mueve entre lo particular y lo general. Muchos salmos reconocen en particular
que Israel sufre por su apostasía del pacto. Aquí, el salmista seguramente reconoce
esto, pero lo relaciona con la situación universal del hombre bajo la ira de Dios. La
situación del ser humano no es la que Dios quiso; la alienación de Dios, la caída en
Génesis 3 cambió el rumbo de la humanidad. Toda la Biblia presenta el plan de Dios
para restaurar a esta humanidad. En el proceso, el pueblo de Dios, redimido y sepa-
rado por Dios para ministrar a los demás, reconoce que también participa en los su-
frimientos de toda la humanidad.
SALMO 91: SUPLICA INDIVIDUAL. ORACION DE CONFIANZA
Este Salmo es uno de los más conocidos; es un salmo de confianza en un tiempo
de peligro y de desafío contra los poderes malignos. Aunque no se sabe la fecha de su
origen, nada en el Salmo excluye una fecha temprana.
1. Mi refugio, vv. 1, 2
Estos dos versículos enfatizan la comunión íntima con Dios. Los pronombres per-
sonales, mío, mío, mi Dios, indican que el salmista gozaba de una profunda comunión
personal con el Señor. Usa cuatro nombres de Dios: Altísimo ( elyon 5945), Todopode-
roso (shadai 7706), Jehovah (yahveh 3068) y Dios ( elohim 430).
Dice Calvino: “Aunque muchos hablan de la providencia de Dios y dicen creer que
Dios cuida a los suyos, pocos están dispuestos a dejar su seguridad completamente
a él.” Por cierto, los verbos habita y morará nos hablan de alguien que continúa en
una relación estrecha con el Señor; es lo que dice Jesús: El que permanece en mí y yo
en él… (Juan 15:5). Este es el que puede contar con las lindas promesas de este
Salmo. Todo creyente en comunión con el Señor puede tomarlas como suyas. Dice
Spurgeon: “Tomar una verdad general y hacerla nuestra por fe personal es la más
alta sabiduría.”
Semillero homilético
Bajo la sombra divina
91:1–16
275
Semillero homilético
La dulzura de la alabanza
92:1–15
La ocupación deliciosa (vv. 1–7).
Cantar: “Alabar su santo nombre”, v. 1.
Dar gracias: “Por su misericordia”, v. 2.
Glorificar: “Sus poderosas obras”, v. 5.
El motivo de la alabanza (vv. 8–11).
Su soberanía: “El Altísimo”, v. 8.
Su actividad: “Dispersando a todos los enemigos”, v. 9.
Sus propósitos: “El poder que redime”, v. 10.
. La evidencia de la alabanza (vv. 12–15).
El florecer del justo: “Florecerá como la palmera”, v. 12.
El crecimiento del hogar: “Plantados estarán en la casa de
Jehovah”, v. 13.
El fruto de los años: “Estarán llenos de savia y frondosos”, v.
14.
Semillero homilético
El Dios soberano
93:1–5
Dios: la armonía sobre el orden (vv. 1, 2).
Resplandeciendo en su gloria: Se ha vestido de magnificen-
cia, v. 1.
Inspirando poder: Afirmó el mundo y no se moverá, v. 1.
Restaurando la confianza: Firme en tu trono, v. 2.
Dios: el triunfo sobre el caos (vv. 3–5).
Deteniendo el destierro: Alzaron los ríos… su sonido, v. 3.
Dominando la muerte: Más que las recias olas del mar, v. 4.
Afirmando los cimientos: Tus testimonios son muy firmes, v.
279
5.
Joya bíblica
Bienaventurado el hombre a quien tú, oh Jehovah, dis-
ciplinas
y lo instruyes sobre la base de tu ley (94:12).
El resultado será tranquilidad en los días de la desgracia (v. 13). Aun en las crisis
el que confía en Dios puede estar tranquilo por dentro, pues sabe que sus tiempos
están en las manos de Dios, y sabe que Dios le sostendrá. En contraste los impíos no
pueden confrontar las crisis con tal confianza y tal esperanza. Más bien se les cava
una fosa.
No abandonará (v. 14) es la promesa de Dios y se repite a través de la Biblia (cf.
Deut. 31:6 y Heb. 13:5: El no te abandonará ni te desamparará).
¿Qué linda promesa es la del v. 15: el derecho volverá a la justicia! Es decir, el sis-
tema de derecho que está torcido y corrupto, algún día volverá a la justicia. Es el an-
helo de muchos pueblos hoy. Dios lo puede hacer y según la segunda línea del versí-
culo los rectos de corazón irán en pos de ella. Cuando hay suficientes creyentes rege-
nerados por la sangre de Jesús, y ellos insisten en la justicia recta en una nación,
Dios cumple este versículo.
El v. 16 puede entenderse de dos maneras: ¿Quién se levantará…? podría indicar
un desafío para que personas con convicciones fuertes se levanten contra la corrup-
ción y la injusticia. O el salmista podría estar diciendo que sólo Dios puede hacerlo.
Realmente sólo Dios puede hacerlo, pero lo hace a través de personas con el valor de
actuar contra la corriente de corrupción e injusticia, y con medios de acuerdo con el
evangelio de paz. Dios quiere hombres y mujeres que trabajen a favor de la justicia.
[página 309] 5. Jehovah da confianza, vv. 17–19
En esta parte del Salmo, empezando con el v. 16, surge un individuo. El Salmo es
una súplica o lamento de la comunidad, pero se hace personal también. La comuni-
dad se hace de individuos y la fe de la comunidad tiene que ser la fe personal de ca-
da uno.
El salmista, pensando en sí mismo, reconoce que sólo en Jehovah encuentra ayu-
da. De otra manera pronto mi alma moraría en el silencio (v. 17). El silencio es el de la
tumba y Hades como indica el Salmo 115:17.
El salmista reconoce que Dios es su única esperanza, pero es segura, y sigue con
su testimonio en el v. 18; pues cuando estaba para caer, la misericordia de Dios le
sustentaba. Esta crisis podría ser física o espiritual. El v. 19 sugiere que tenía que
ver con su fe y lo que sucedió interiormente. Lo que sucede interiormente en la men-
te y en las emociones es de suma importancia para Dios y para nosotros. He aquí la
urgencia de usar la Palabra de Dios, estudiarla y memorizarla.
6. Jehovah hace justicia, vv. 20–23
¿Se aliará contigo…? (v. 20). La frase no es muy clara. El salmista está hablando
del trono de un juez que trastorna la justicia con leyes injustas. ¿Puede tal persona
considerarse una aliada con Dios? La respuesta es no. El v. 21 sigue explicando lo
que hacen los líderes, o jueces, o políticos que son corruptos. Pero (v. 22) indica el
282
contraste para este creyente. A pesar de la situación injusta Jehovah es su refugio y
su roca de confianza. Miles de creyentes pueden decir lo mismo en nuestro tiempo,
porque Dios no ha cambiado.
El v. 23 indica cuál seráel fin de los que están en la corrupción. Jehovah, nuestro
Dios, los destruirá (a causa de su maldad). El versículo es semejante a las impreca-
ciones en otros salmos donde el salmista quiere el castigo y venganza de los malos
(ver Sal. 55:15). Aquí sencillamente lo predice, porque sabe que Dios es justo y hará
justicia.
SALMO 95: SALMO DIDACTICO Y LLAMADO A LA ADORACION
Este Salmo, como el 50 y el 81, combina un lindo llamado a la adoración con una
exhortación profética. Nos enseña que hay dos polos en la adoración: hemos de acer-
carnos a Dios y adorarlo con gozo, júbilo y canto; a la vez hemos de humillarnos, es-
cuchar su voz y obedecerle. Así el culto incluye el canto y el mensaje profético, la
música y la predicación de la palabra.
La fecha del Salmo no se conoce; se han sugerido fechas desde tiempos premo-
nárquicos hasta posexílicos. Se cree que fue usado en las fiestas, especialmente en la
de los Tabernáculos, pero seguramente se usaba también en cultos y en grupos más
pequeños. Los judíos lo vieron como un salmo para los sábados.
1. Llamado a la adoración, vv. 1–7c
Venid, acerquémonos, venid (vv. 1, 2, 6), tres imperativos que mandan entrar a la
presencia de Dios para adorarle. Se puede imaginar una escena de adoradores acer-
cándose al templo en una procesión, [página 310] animándose unos a otros (v. 1);
después (v. 2) entran por la puerta del templo, o más tarde de la sinagoga; y en el v.
3 podemos pensar que están a la entrada del lugar santo. Mientras tanto, un coro de
adoradores canta los vv. 3–5.
Estos vv. 3–5 y 7 dan razones por adorar a Dios con tanto entusiasmo: porque es
Rey grande, porque creó todo y es dueño de todo y porque es nuestro Dios y nos ha
hecho su propio pueblo. Los cristianos debemos adorar a Dios con júbilo por las
mismas razones. Aunque las damos por sentado, realmente son motivos de muchí-
simo gozo.
El compañerismo en la adoración
95:6
¡Venid, adoremos y postrémonos!
Arrodillémonos delante de Jehovah, nuestro Hacedor!
Compañerismo en el culto ( Sal. 112:1–9).
Compañerismo en la oración (Ef. 6:18–20).
Compañerismo en la conversación (2 Jn. 12, 13).
Compañerismo en el servicio (Rom. 1:8–12).
Compañerismo en el consejo (Sal. 55:14).
Compañerismo en el sufrimiento (Heb. 10:32–34).
Compañerismo en la alabanza (Stg. 5:13).
Semillero homilético
El Dios que es digno de toda alabanza
96:1–13
La convocatoria (vv. 1–6).
Toda la tierra, v. 1.
Todas las naciones, v. 3.
Toda autoridad, v. 4.
La dignidad (vv. 7–10).
La gloria debida, vv. 7, 8.
284
La hermosura de la santidad, v. 9.
La rectitud del juicio, v. 10.
. La exhortación (vv. 11–13).
La alegría de los cielos y la tierra, v. 11.
El regocijo del campo y las criaturas, v. 12.
La justicia divina establecida, v. 13.
Cantarán con júbilo todos los árboles del bosque (96:12)[página 314]
¡Alégranse los cielos, y gócese la tierra! (v. 11): en heb. yismahú hashamáyim wet-
hegél ha’árets es un pequeño acróstico en que las primeras letras dicen YHWH o Je-
hovah.
En estos versículos los elementos de la creación, cielos, tierra, mar, etc., son per-
sonificados y también adoran a Dios. La alabanza a Dios es compartida por la crea-
ción y la afecta.
286
El viene… él viene (v. 13) da una nota de esperanza. Dios está por venir para
hacer algo especial. Y cuando venga, va a juzgar al mundo con justicia. Es notable el
énfasis en la justicia y la condenación de la injusticia a través de la Biblia. Dios va a
rectificar las cosas e imponer la justicia. Los que creen en Cristo ya participan en el
reino, son instrumentos (o lo deben ser) de justicia en un mundo injusto. Esperan la
venida de nuevo del Salvador y el cumplimiento pleno del reino cuando habrá un
shalom perfecto dirigido por Dios.
SALMO 97: UN HIMNO DE LA REALEZA DE JEHOVAH QUE ANUNCIA
SU VENIDA
Otros salmos de la realeza de Jehovah son 47, 93, 96, 98 y 99 (véase exposición
con el Sal. 96 y la explicación de himnos con el Sal. 103). Mientras en el Salmo 96 el
reinado de Dios trae adoración eterna y el 96 y 98 enfatizan el gozo para todo el
mundo, este Salmo (97) habla de la eliminación de la maldad y la destrucción de los
rebeldes. Habla de la era escatológica que los profetas anunciaron. Dios reina y así
trae justicia a todo el mundo. El regocijo muestra que el reino de Dios implica lo que
es mejor para el ser humano. Como el Salmo 96, este también habla de un alcance a
todas las naciones.
1. La manifestación gloriosa de Jehovah como rey, vv. 1–7
¡Jehovah reina! (v. 1) es un anuncio importante y motivo de gozo para la naturale-
za y para todas las naciones, las muchas costas.
En las ceremonias cúlticas de otros pueblos las imágenes de sus dioses general-
mente llegaron veladas y eran develadas durante la ceremonia. Pero Jehovah es de-
masiado grande y glorioso para ver, entonces queda velado con nube; lo que se mani-
fiesta son sus cualidades de justicia y derecho.
El lenguaje de los vv. 2–5 es el lenguaje del éxodo, de la teofonía en el monte Si-
naí. El fuego (v. 3) se usa refiriéndose a su venida en juicio (cf. Apoc.). Los relámpa-
gos y truenos ilustran y simbolizan el poder de Dios. Aquí la tierra se estremece, se
personifica como una persona que pierde control de sí misma ante tan grande gloria
de Dios. Los montes se derriten, es decir, Dios tiene todo poder sobre ellos, no hay
lugar donde esconderse de él cuando viene a juzgar (cf. Apoc.).
Los cielos anuncian su justicia (v. 6), nos hace pensar en el Salmo 19, pero aquí
habla de una manifestación futura cuando todas las naciones verán su juicio y su
gloria. Y el v. 6 muestra la gran superioridad de Jehovah. No hay guerra entre los
dioses; [página 315] sencillamente los que adoran imágenes reconocerán la sobera-
nía de Jehovah. Nótese de nuevo la semejanza con la visión de juan en Apocalipsis.
¡Todos los dioses póstrense ante él! (v. 7). La palabra dioses ( elohim 430) a veces
se refiere a ángeles. Hebreos 1:6 cita la LXX (de este versículo y de Deut. 32:43):
Adórenle todos los ángeles de Dios.
Joya bíblica
¡Cantad alegres a Jehovah, toda la tierra! Prorrumpid,
estallad de gozo y cantad salmos (98:4).
v. 4.
Venida anunciada: Juzgará al mundo con justicia, v. 9.
Joya bíblica
Oh poderoso Rey que amas el derecho, tú
has establecido la rectitud;
tú ejerces en Jacob el derecho y la justicia (99:4).
Semillero homilético
Jehovah: tres veces santo
99:1–9
Jehovah: santo en su poder (vv. 1–3).
Su trono entre los querubines.
Alto sobre todos los pueblos.
Su nombre es grande y temible.
Jehovah: santo en su justicia (vv. 4, 5).
Establece la rectitud.
Ejerce el derecho y la justicia.
Exige la santidad.
. Jehovah: santo en su misericordia (vv. 6–9).
Ha ablandado su corazón.
Ha oído el grito de intercesión.
Ha libertado a su pueblo.
[página 319]
Invocaban a Jehovah, y él les respondía (v. 6). Los grandes hombres y mujeres de
Dios siempre son personas de mucha oración. Aquí vemos un diálogo con Dios; le
invocaban y él les respondía. Además, ellos guardaban sus testimonios (v. 7), es de-
cir, obedecieron.
Perdonador… castigador (v. 8). La Biblia enseña las dos cosas. El recuerdo del
perdón de Dios da confianza y coraje a los creyentes; a la vez el castigo de Dios guar-
da contra la negligencia y la tentación de evadir su responsabilidad al que confía en
291
su gracia. Vemos la culminación de estos dos énfasis en la cruz de Jesús, donde se
demuestra el castigo de Dios que cayó sobre Jesús, pero el amor de Dios que lo hizo
para perdonar al que cree en Cristo.
La única respuesta posible es: ¡exaltad a Jehovah…! De nuevo se enfatiza su san-
tidad, pero esta vez en forma personal, santo es Jehovah, nuestro Dios.
SALMO 100: UN HIMNO SUBLIME DE ADORACION
El Salmo 100 es como una doxología al final de la cadena de salmos de alabanza
a Jehovah como rey (Sal. 93–99); nótese la semejanza con el Salmo 95. También, en
los Salmos 91–100, se notan paralelos con temas y lenguaje de la segunda parte de
Isaías.
El Salmo 100 usa una abundancia de vocablos de regocijo para destacar el canto
de gozo que caracteriza la adoración genuina a Dios. 1) Cantad alegres (rua 7321), v.
1, es un vocablo que se usa para expresar un grito de victoria (o a veces de angustia).
Quiere decir “proclamar con fuerte voz”. 2) Alegría (simjah 8057, v. 2), es una palabra
muy usada para expresar gozo y alegría. 3) Con regocijo (rinanah 7445, v. 2), es “gritar
de gozo”. Se usa en contextos de celebración y regocijo. 4) Acción de gracias (todah
8426, v. 4), viene de una raíz que significa “alabanza” o “confesión”. Aparecen las dos
traducciones: acción de gracias o alabanza. Está implícito dar gracias por lo que Dios
ha hecho, pero es mucho más que agradecimiento; incluye la alabanza espontánea,
el aspecto público y la exaltación de Dios. No es tanto “yo te doy gracias”, sino “Tú
has hecho esto”. 5) Alabanza (tehil-lah 8416, v. 4), habla de un acto de adoración pú-
blica. 6) Dadle gracias (yadah, v. 4), es la misma raíz que todah. El verbo halal 8416
(raíz de tehil-lah) habla de una reacción a la belleza de algo o a la forma de ser de
una persona; es la esencia de la adoración (halelu-Jah es “Aleluya”=“adorad a Jeho-
vah”). El verbo yadah (ver vv. 4 y 5) habla de la reacción a lo que hace uno; es la
esencia de la alabanza. 7) Bendecid (baraj 1288, v. 4), en este contexto, es “adorar con
rodilla doblada”. Con estas siete palabras el salmista resalta la experiencia gozosa
que es adorar a Dios y deleitarse en su presencia junto con los hermanos en la fe.
292
Salmo 100
Cantad alegres al Señor, mortales todos por doquier; servidle
siempre con fervor. Obedecedle con placer.
Con gratitud canción alzad, al Hacedor que el ser nos dio; a
Dios excelso venerad, que como Padre nos amó.
Su pueblo somos, salvará a los que buscan al Señor; y nunca
él los dejará, pues los ampara con su amor.
Siempre en sus atrios alabad, su santo nombre bendecid;
eternamente es su bondad, la buena nueva difundid.
Misericordia sin igual, nos muestra por la eternidad, y su
verdad será eternal a toda la posteridad.
[página 320]
293
Se usan varios imperativos: cantad, servid, venid, reconoced, entrad y dadle. Sa-
bemos la importancia de adorar, pero hace falta un llamado a adorar más; la adora-
ción normalmente se hace con cántico.
Los salmos están llenos de pasión misionera. El deseo es que los habitantes de
toda la tierra conozcan y adoren a Dios. Si Dios es Dios de toda la tierra, entonces
todos sus habitantes deben adorarle.
Servid… venid (v. 2) las dos partes paralelas del versículo indican que el adorar a
Dios es servicio (cf. Rom. 12:1); también la adoración verdadera motiva al adorador a
servirle y compartir con otros. Todo el Salmo es alegre; la alabanza es alegre; servir a
Dios es un privilegio que da gozo. Ante su presencia es más que el santuario, pues la
presencia de Dios se conoce en especial cuando los creyentes adoran a Dios juntos.
Reconoced (v. 3). La mente está involucrada; lo que uno sabe y cree es importante.
Saber quien es Dios da base firme para la adoración. El nos hizo, la creación, implica
que nos hizo con un propósito, que él es nuestro dueño y dependemos de él. Y no
nosotros… traduce el texto heb.; pero el qere, lo que los escribas sugirieron era “y
somos suyos”. Las dos frases caben bien en el contexto y son verdad. El hecho de
pertenecer a él nos da consuelo y también responsabilidad.
Entrad… (v. 4). Esta segunda estrofa podría haber sido cantada por un coro de
sacerdotes, invitando a la gente al culto de adoración. Nos habla también del gran
privilegio de entrar en la presencia de Dios dondequiera que estemos, pues en el
Nuevo Pacto podemos tener plena confianza [página 321] para entrar al lugar santí-
simo por la sangre de Jesús (Heb. 10:19).
Bendecid su nombre (v. 4). Generalmente pensamos que es Dios quien bendice al
ser humano. Pero nosotros también podemos alegrar a Dios; así por nuestros actos y
nuestra adoración queremos agradarle y honrarlo.
El último versículo sigue con la nota de gozo y alegría porque Jehovah es bueno
para con nosotros; nos ha mostrado amor y bondad. ¡Qué confianza nos da saber
que su misericordia (jesed 2617) y su fidelidad no son pasajeras, nunca decaen y nue-
vas son cada mañana (Lam. 3:22)!
SALMO 101: SALMO REAL. DIDACTICO: VOTOS DE UN GOBERNANTE
El Salmo muestra la determinación de un rey de tener un reinado justo y sujeto a
la voluntad de Dios. Se cree que era un conjunto de ideales o votos pronunciados por
el rey en el acto de su coronación. Bien puede ser del tiempo de David, o de algún
otro tiempo en la monarquía. El Salmo presenta un desafío a cualquier gobernante
civil hoy, y también es aplicable a cualquier líder, sea civil o de la iglesia.
1. El carácter del rey, vv. 1–4
294
¡Qué grandioso es cuando un líder o gobernante primero vuelve su corazón a Dios
para alabarle! Misericordia y juicio son características especiales de Dios; el rey quie-
re seguir este mismo modelo en el ejercicio de su autoridad; sujeta su propia persona
y su administración a las demandas de Dios.
El rey tiene que dar atención a los detalles de la integridad. Primero él mismo tie-
ne que andar en integridad, en su propia casa (v. 2c), en sus pensamientos (v. 3a) y
en sus juicios morales (v. 3b). Para esto reconoce que necesita la presencia de Dios
en su vida. ¿Cuándo vendrás a mí? Algunos piensan que se refiere a la venida del
arca a Jerusalén (2 Sam. 6:9), pero es mejor entenderlo como una petición de la pre-
sencia y poder de Dios en su vida.
Los vv. 3 y 4 indican que la integridad de vida implica el rechazo de ciertas cosas,
de todo lo que no agrade a Dios. No mirará cosa indigna; uno debe decidir evitar las
[página 322] tentaciones que compremeterán su integridad. El líder también tiene
que rechazar aun la ayuda de los que tienen corazón perverso.
2. Principios de integridad y justicia, vv. 5–8
En este párrafo se explica la necesidad de escoger bien a los ayudantes y rechazar
a los que pueden traer corrupción e injusticia al reino. Aun cuando parece apoyar su
proyecto el líder no debe bajar la guardia contra el chismorreo y la difamación. A
menudo un colaborador difama a otro para conseguir su puesto. El buen líder tiene
que rechazar este tipo de ayudante; asimismo no le conviene el que es arrogante u
orgulloso.
El v. 6 presenta el lado positivo; el buen líder tiene que rechazar cierto tipo de co-
laboradores, pero también debe usar sus principios de integridad para escoger a los
que van a ayudarle. El líder también es responsable por la integridad de los que es-
coge como colaboradores.
El v. 7 de nuevo habla de cuidarse de ciertos peligros. Debe cuidar las influencias
que entran en su familia y no debe estar en liga con los que hacen fraude. En nues-
tro contexto contemporáneo son dos desafíos grandes.
Por las mañanas (v. 8) alude a la costumbre oriental de convocar la corte por las
mañanas (Jer. 21:12). Habla de administrar justicia rápidamente al pueblo, estar
disponible para resolver los problemas de la gente.
El Salmo presenta un modelo del buen liderazgo. Si fue escrito por David, parece
que lo vivió bien en la primera parte de su reinado, pero después falló en varios de
estos aspectos. Reconociendo esto, todo el AT mira hacia el Mesías que tendrá un
295
reino de verdadera justicia (cf. Apoc. 21:27). No obstante el Salmo sigue siendo un
ideal y un modelo que se debe tomar en serio en nuestro tiempo porque es el tipo de
líder que Dios quiere.
SALMO 102: SUPLICA INDIVIDUAL DE UN AFLIGIDO
El título de este Salmo, en vez de referirse a un dato histórico, dice en qué situa-
ción se debe usar. No se sabe quién lo escribió ni cuándo, pero los detalles sugieren
que fue un israelita enfermo y desanimado en el exilio, cerca del tiempo del regreso a
Jerusalén. Es una súplica individual, pero el salmista ve su futuro enlazado con el
de Sion; mira hacia la restauración de Jerusalén; y en esa mirada profética, Dios lo
usa para mirar también hacia el Mesías (cf. vv. 25–27).
El Salmo se incluye entre las llamadas “oraciones de los enfermos” (Sal. 6, 8, 41 y
88); también se considera uno de los salmos penitenciales (cf. Sal. 6).
[página 323] 1. Descripción de sufrimiento, vv. 1–11
El salmista está enfermo y desesperado; describe su sufrimiento en términos de:
angustia (v. 2), fiebre (v. 3), debilidad (v. 4), extenuación (v. 5), sequedad (v. 6), in-
somnio (v. 7), opresión (v. 8), luto (v. 9) y desfallecimiento (v. 11).
Los vv. 1 y 2 repiten frases de clamor a Dios de varios otros salmos. Dice: no es-
condas (v. 2), porque durante el exilio pareciera que Dios había escondido su rostro.
La repetición de clamores pudiera dar la impresión de duda: “¿Si pido una vez, no
sería duda seguir pidiendo?”, preguntan algunos. Pero Jesús recomendó la persis-
tencia en la oración. Dios quiere que sus hijos dependan de él y que pidan sincera-
mente.
Semillero homilético
Tres bendiciones espirituales
102:1–27
Salvación (vv. 1–11).
Respóndeme: Inclina a mí tu oído, v. 2.
Sáname: Mi corazón ha sido herido, v. 4.
Consuélame: Todo el día me afrentan, v. 8.
Restauración (vv. 12–22).
Levantar: Entonces las naciones temerán a Dios, v. 13.
Edificar: Será visto en su gloria, v. 16.
Librar: Para librar a los sentenciados a muerte, v. 20.
. Garantía (vv. 23–28).
Fundaste la tierra, v. 25.
Permaneces para siempre, v. 26.
Eres el mismo por los siglos, v. 27.
El salmista está muy enfermo; se le va la vida; tiene fiebre (v. 3); está extenuado
(v. 5). El corazón está herido (hucah 5221 cf. Ose. 9:16; Sal. 121:6) y secado cuando la
sangre falta (v. 4). Las figuras en los vv. 6 y 7 recalcan la soledad de la enfermedad y
del cautiverio. El búho y la lechuza buscan lugares desolados, son impuros. El en-
296
fermo no puede dormir, es como un pájaro solo en el techo mientras todos dentro de
la casa duermen.
El escarnio y la opresión de los enemigos hacen peor el sufrimiento. Está tan bajo
el salmista que come ceniza y toma lágrimas (cf. Sal. 42:3). Reconoce que su situa-
ción es resultado del juicio de Dios sobre él y sobre el pueblo. Cuando el pueblo sufre
el castigo de Dios, todos su miembros deben arrepentirse. El salmista cree que está
muriendo (v. 11).
Si los salmos nos enseñan cómo orar, este párrafo nos muestra que el creyente
que sufre puede exponer todos sus sufrimientos delante de Dios. Puede explicar a
Dios los detalles y puede seguir clamando con sinceridad y confianza.
2. Petición y confianza en Dios, vv. 12–17
Pero tú marca un cambio en el tono del Salmo. El salmista sigue clamando a Dios;
pide su intervención (levántate) inmediata; apela a su misericordia y amor en su pac-
to [página 324] con su pueblo. Pero ya, en vez de mirar a su propia vida que se está
desvaneciendo, mira a Dios que permanece para siempre y que ha hecho promesas a
su pueblo. La base de su esperanza se nota a través de esta sección: Jehovah es rey
para siempre (v. 12), ya ha llegado el tiempo de restaurar a Sion (v. 13), los corazones
del pueblo anhelan la restauración (v. 14), Dios escucha el clamor de los despojados
(v. 17), presos y sentenciados a muerte (v. 20), un nuevo pueblo será creado (v. 18),
Dios será alabado en Sion (v. 21) y serán atraídas otras naciones (v. 22).
Este párrafo contiene grandes enseñanzas. Aunque Jerusalén queda en ruinas
(piedras y polvo, v. 14), los siervos de Dios la aman. Aunque la iglesia esté en ruinas,
hemos de amarla porque es la iglesia de Dios. También el párrafo destaca la gran
importancia de la oración. Cuando Dios quiere restaurar a su pueblo, levanta inter-
cesores para orar a su favor. Los vv. 16 y 17 dicen que la restauración sucederá en
respuesta a la oración de los despojados (cf. la oración de Nehemías, Neh. 1).
Semillero homilético
Bendiciones que sobreabundan
103:1–22
299
Joya bíblica
Tú das de beber a las montañas desde tus altas moradas;
del fruto de tus obras se sacia la tierra.
Haces producir el pasto para los animales
y la vegetación para el servicio del hombre,
a fin de sacar de la tierra el alimento (104:13, 14).
[página 332]
8. Dios, fuente de la vida, vv. 25–30
Hasta ahora el salmista ha contemplado la tierra; ahora piensa en el mar y de
nuevo exalta al Dios tan grande que hizo esa inmensidad. Pero no sólo la hizo sino
también la controla ahora y la sostiene. Si deja de hacerlo (v. 29) toda la vida se aca-
ba. Los vv. 28–30 muestran estrechos paralelos con el himno egipcio al sol. Si el
salmista conocía tal himno o una fuente común, parece que están haciendo polémica
contra la adoración pagana al sol. Dios hizo y controla el sol y lo usa para sostener y
renovar la vida constantemente.
Joya bíblica
Buscad a Jehovah y su poder; buscad continuamente su
rostro.
Acordaos de las maravillas que ha hecho,
de sus prodigios y de los juicios de su boca (105:5, 6).
Buscad a Jehovah y su poder (v. 4). Todo el Salmo habla del poder de Dios mani-
festado a favor de su pueblo. Mostramos gratitud por lo que Dios ha hecho cuando le
buscamos continuamente. Dios quiere manifestar su poder; lo hace en respuesta a la
oración de sus hijos. Aquí tenemos los mandatos específicos de buscar a Dios cons-
tantemente y de buscar su poder en nuestras vidas.
El último imperativo en la cadena es acordaos. Todo el Salmo nos ayuda a recor-
dar las maravillas que Dios ha hecho. ¿Quién debe acordarse? Los descendientes de
Abraham, el pueblo de Dios. Según [página 334] Gálatas 3 y 4 todos los creyentes
en Cristo somos descendientes de Abraham por la fe. Así, esta historia ya es parte de
nuestra historia. Hemos de recordar estas maravillas y también lo que Dios ha hecho
en nuestra vida personal, en nuestra familia y en nuestra iglesia.
2. La promesa de la tierra, vv. 7–11
Ya el salmista hace lo que exhortó en el v. 5; todo lo demás del Salmo va recor-
dando lo que Dios hizo. Empieza haciendo bien claro quién hizo todas estas maravi-
llas: El es Jehovah, nuestro Dios. Es de suma importancia que nuestro concepto de
Dios sea formado por la misma revelación de Dios; y este conocimiento de Dios va
creciendo en la medida en que va creciendo nuestra comunión con él. También el
salmista destaca que es nuestro Dios, es un Dios personal que se interesa en cada
uno de sus hijos.
Tanto la fe como los hechos de Dios se basan en lo que él ha dicho; él es fiel a su
promesas. Nótese el paralelo entre su pacto y la palabra que mandó (no en el sentido
de enviar, sino de mandato).
El verbo se acordó Ileva dos complementos directos: su pacto… con Abraham y su
juramento a Isaac. Luego sigue la cadena, pues lo confirmó a Jacob. Quizá hubo mu-
cho tiempo (años) antes de una nueva confirmación del pacto; sin embargo, se iba
formando una cadena de ellas. A través de la Biblia se destaca una cadena de pro-
mesas y respuestas. En nuestra historia personal y en nuestra historia contemporá-
nea, también hemos de discernir “la cadena” de acciones de Dios.
3. Dios cuidó a los patriarcas, vv. 12–15
Dios protegió a los patriarcas aun cuando eran pocos y débiles dentro de un
mundo hostil. Los vv. 14 y 15 parecen referirse especialmente a los episodios cuando
Dios cuidó a Sara en Egipto (Gén. 12) y Sara y Rebeca entre los filisteos (Gén. 20 y
26). Abraham es Ilamado profeta en Génesis 20:7.
305
Joya bíblica
¡Sálvanos, oh Jehovah, Dios nuestro! (106:47).
La verdadera libertad
107:2
Los Salmos son, en su más profunda esencia, cantos de
312
La Palabra de Dios
107:20
Envió su palabra y los sanó;
los libró de su ruina.
La Palabra de Dios es viva: Actúa constantemente. La
Palabra de Dios es dinámica: Actúa efizcamente. La
Palabra de Dios es profunda: Actúa intensamente.
La Palabra de Dios es poderosa: Actúa eficientemente.
La Palabra de Dios es eterna: Permanece para siempre.
La redención
Un día, cuando el famoso pastor A. J. Gordon se dirigía al
templo, vio a un muchacho que llevaba en una pequeña jaula
unos pajarillos.
—¿Dónde conseguiste esos pájaros?—preguntó Gordon.
—Los atrapé en el campo —le contestó el joven.
—¿Qué vas a hacer con ellos? —siguió preguntándole Gor-
don.
—¡Oh!, jugaré con ellos unos momentos y luego se los daré
al gato de casa. Sólo son pájaros silvestres que no cantan muy
bien, le replicó el muchacho.
El pastor le dijo:
—Te doy dos dólares por la jaula y los pájaros.
—Acepto, respondió el joven, pero sale usted perdiendo.
Gordon se llevó la jaula al templo y puso a los pajarillos en
libertad. Salieron volando, libres y cantando. El domingo si-
guiente, Gordon tenía la jaula sobre el púlpito mientras conta-
ba la historia.
—Cuando los puse en libertad —dijo a su congregación—,
salieron cantando hacia el cielo azul, y parecía como si estuvie-
ran cantando: “Redimidos, redimidos”.
Los vv. 36–38 indican cómo Dios bendice en el plano material y asimismo es en el
espiritual. Toda la Biblia da al ser humano la posibilidad de escoger la maldición o la
bendición (Deut. 28); Por cierto los vv. 35–38 tienen mucho en común con Isaías
35:6, 7 y Deuteronomio 28:1–5.[página 346]
Joya bíblica
Quien sea sabio y guarde estas cosas entenderá los
hechos misericordiosos de Jehovah (107:43).
314
Semillero homilético
El reservorio eterno: la oración
108:1–13
El gozo en la oración (vv. 1–6).
Despertar: Cantaré y entonaré salmos, v. 1.
Celebración: Te alabaré entre los pueblos, oh Jehovah, v. 3.
Intercesión: Salva con tu diestra y respóndenos, v. 6.
La confianza en la oración (vv. 7–13). Certeza:
Lanzaré mi grito de victoria, v. 9. Protección:
Danos socorro ante el enemigo, v. 12.
Victoria: Con Dios haremos proezas, v. 13.
Semillero homilético
El reivindicado
109:1–30
El clamor del reivindicado (vv. 1–5).
Necesitad: Se han abierto contra mí, v. 2.
Insultado: Con palabras de odio me han rodeado, v. 3.
Acusado: Me han devuelto mal por bien, v. 5.
Respuesta del reivindicado (vv. 6–20).
Amor en vez de odio.
Bendición en vez de maldición.
Alegría en vez de oprobio.
. Recompensa del reivindicado (vv. 21–31).
Liberación: Porque buena es tu misericordia, v. 21.
Abundancia: Y que tu siervo se regocije, v. 28.
Gratitud: En medio de muchos te alabaré, v. 30.
Semillero homilético
El reinado del Mesías
110:1–7
La cercanía (vv. 1–3).
El trono: Siéntate a mi diestra, v. 1.
El poder: Domina en medio de tus enemigos, v. 2.
El culto: En la hermosura de su santidad, v. 3.
La intimidad (v. 4).
El juramento: No se retractará.
El orden: De Melquisedec.
El tiempo: Para siempre.
. La colaboración (vv. 5–7).
La victoria: Aplastará a los reyes, v. 5.
El juicio: Juzgará entre las naciones, v. 6.
La dignidad: Levantará su cabeza, v. 7.
Joya bíblica
Grandes son las obras de Jehovah,
buscadas por todos los que se complacen en ellas
(111:2).
Semillero homilético
Las maravillosas obras de Dios
111:1–10
322
Joya bíblica
El principio de la sabiduría es el temor de Jehovah.
Buen entendimiento tienen todos los que ponen esto por
obra.
Su loor permanece para siempre (111:10).
Da alimento (v. 5). Dios siempre provee para las necesidades básicas de sus hijos.
De nuevo se recalca que las promesas de Dios en el pacto son para siempre. El pacto
es un hilo importantísimo a través de toda la Biblia.
Todo lo del éxodo, el desierto y la conquista manifestaron el poder de Dios. Dios
desea mostrar su poder en y a través de su pueblo.
3. Las obras de Dios son justas y permanentes, vv. 7–10
Verdad… fieles… ordenanzas indican que las obras de Dios concuerdan con su
palabra. Ordenanzas se refiere a las leyes del Pentateuco y por implicación a toda su
revelación.
El salmista enfatiza con repetición cuán confiable es Dios, tanto en sus obras co-
mo en sus ordenanzas. El que cree lo que dice el salmista aquí, no puede menos que
confiar toda su vida a Dios.
En este contexto de verdad y rectitud Dios envió su redención. El lenguaje tiene
que ver con el éxodo, pero se usa para todo el plan redentor de Dios. En perdonar
nuestros pecados y cancelar nuestra [página 356] condenación. Dios no violó su jus-
ticia; en la cruz se juntan su justicia y su misericordia. En el v. 9 se combinan todos
estos conceptos de redención, la permanencia de su pacto, su santidad y su grande-
za. Temible se refiere a un temor reverente no a un miedo negativo. En Lucas 1:49 y
68 se ve la influencia de este versículo.
Pensando en la redención y el pacto, el salmista habla de la vida cotidiana del
creyente. El temor de Jehovah (v. 10) es un estilo de vida basado en el señorío de
Dios; es vivir según sus principios y en dependencia de él. En este caminar con Dios,
el creyente experimenta las maravillosas obras de Dios en su propia vida y vuelve a
dar gracias el la congregación de los rectos (v. 1). Así el loor de Dios permanece para
siempre.
SALMO 112: SALMO DIDACTICO Y ACROSTICO. EL HOMBRE DE DIOS.
Como el que precede y el que sigue, éste Salmo empieza con ¡aleluya! Los Salmos
111 y 112 son gemelos (aunque el 111 es un himno de alabanza y el 112 es sapien-
cial). Los dos son acrósticos y tienen la misma estructura. Hay frases enteras que
323
son idénticas, pues el salmista quiere mostrar que el hombre de Dios manifiesta el
carácter de Dios. En contraste con la mayoría de los seres humanos que tratan de
enriquecerse de cualquier manera o aprovecharse de los demás, el que teme a Jeho-
vah ordena su vida por el patrón divino.
1. El hombre de Dios bendecido, vv. 1–3
Despues de ¡Aleluya! cada línea empieza con otra letra del alfabeto heb. El Salmo
111 termina hablando del temor de Jehovah; ahora el salmista describe la vida del
que teme a Dios. Bienaventurado ( ashré 835) también significa “feliz” o “dichoso”.
¡Qué privilegio es conocer al Dios verdadero y ser cuidado por él!
Nótese cómo empieza el hombre de Dios; primero teme a Dios, le ama, es reveren-
te. También se deleita en sus mandamientos, quiere hacer su voluntad. Este hombre
que es bienaventurado pone a Dios primero en su vida; lo ama y le obedece. Se delei-
ta (v. 1) es la misma raíz que se complacen en Salmo 111:2. El que ama a Dios se
goza en sus obras y en su voluntad.
Su descendencia (v. 2). Lo que hace una persona no sólo afecta a su propia vida,
sino influye en toda su familia y toda su descendencia. La Biblia pone mucha impor-
tancia en la familia; Dios promete bendecir a los descendientes de los justos. Cada
creyente debe ser un instrumento de la bendición de Dios.
Bienes y riquezas (v. 3) indican que Dios provee abundantemente. A la vez, la Bi-
blia muestra que los justos sufren, a menudo son perseguidos, sufren los efectos de
la corrupción de la raza humana. La Biblia provee una visión equilibrada. Es claro
aquí que la fuente de nuestros bienes y riquezas es la bondad de Dios.
Su justicia permanece… (v. 3b) es la [página 357] misma frase que se usa en el
Salmo 111:3b. Dios quiere producir en sus hijos su propio carácter. No es sólo un
intento de copiar, es un don, una relación viviente entre la justicia de Dios y la justi-
cia del hombre de Dios. El que teme a Dios hace lo correcto y sus hechos permane-
cen.
2. El hombre de Dios confiado y generoso, vv. 4–9
Resplandece (v. 4). La frase también puede ser: “Se levanta (el hombre de Dios) en
la oscuridad, una luz a los rectos.” En tal caso, enfatiza que el hombre de Dios es
canal de bendición a otros.
El justo también es clemente y misericordioso (las mismas palabras que describen
a Dios en el Salmo 111:4b). Así como Dios es misericordioso, el que le sigue siente
compasión por los demás. Este párrafo destaca dos características del hombre de
Dios: confía en Dios y demuestra compasión a los demás seres humanos. Los que
prosperan están propensos a caer en varias trampas; el párrafo indica cómo evitar
estas trampas: 1) el egoísmo, v. 5; 2) el temor, vv. 7, 8; 3) la mezquindad (o avaricia),
vv. 5, 6 y 9.
El hombre de bien (v. 5): o, puede ser “El bien (viene) al hombre que tiene compa-
sión y presta.” El que teme a Dios no piensa primero en sí mismo, piensa en los de-
más, como dice Filipenses 2:4. Nótese el paralelo con el Salmo 111:5.
En el Salmo 111:6 se habla del poder de Dios; aquí en el v. 6 dice que el hombre
de Dios está firme. Muchos quieren que su nombre sea recordado largo tiempo des-
pués de su muerte; la mejor manera de lograrlo se explica aquí.
La manera de responder a las malas noticias indica el carácter y la estabilidad de
una persona. La respuesta a los temores está en el v. 7b; puede confiar porque todas
las obras de Dios son verdad y fieles (111:7).
324
En el Salmo 111:8 son afirmadas; aquí en el v. 8 se usa el mismo vocablo heb.: el
hombre de Dios está afianzado. El salmista tenía en mente la firmeza del justo en la
batalla contra los enemigos de Dios, pues, como dice Pablo, todos los que quieren
vivir para Dios, sufrirán persecución. En esta batalla espiritual el hombre de Dios
está firme, confiado y afianzado hasta que vea la victoria.
Da a los necesitados (v. 9). Comparando los dos Salmos vemos que Dios dio todo
para redimirnos (111:9), entonces nosotros hemos de compartir con los necesitados.
Así, lo que hace permanece. Muchos malgastan la vida tratando de lograr algo perdu-
rable, pero lo duradero es invertir en las vidas de otras personas.
Semillero homilético
El hombre bienaventurado
112:1–10
La causa de la bienaventuranza.
El temor del Señor, v. 1.
Tiene confianza en el Señor, v. 7.
Su carácter es imagen de su Señor, v. 4.
La naturaleza de su bienaventuranza.
Se deleita en la Palabra de Dios, v. 1.
Sus hijos son honorables, v. 2.
Su casa está bien equipada, v. 3.
Su justicia permanece para siempre, v. 3.
Tiene luz en medio de las tinieblas, v. 4.
Es librado de todo temor, vv. 7, 8.
Será exaltado, v. 9.
Sus enemigos serán humillados, v. 10.
Semillero homilético
El Dios que se humilla
113:6
La alabanza incesante (vv. 1–3).
Convocatoria: Alabad el nombre de Jehovah, v. 1.
Honra: Sea bendito el nombre de Jehovah, v. 2.
Adoración: Desde el nacimiento del sol, v. 3.
La grandeza indescriptible (vv. 4–6).
Exaltación: Sobre todas las naciones, v. 4.
Gloria: Sobre los cielos, v. 4.
Bondad: Se humilla para mirar, v. 6.
. La condescendencia maravillosa (vv. 7–9).
Levantar: Del polvo, v. 7.
Sentar: Con los nobles, v. 8.
Habitar: En familia, v. 9.
[página 359]
Joya bíblica
¡Quién como Jehovah nuestro Dios! El
que mora en lo alto
y se humilla para mirar en el cielo y en la tierra (113:5,
6).
Semillero homilético
El Dios todopoderoso
114:1–8
Los milagros realizados (vv. 1, 2).
La salida: La acción salvadora.
El santuario: La morada santa.
El señorío: El dominio sobre la naturaleza.
Las dificultades vencidas (vv. 3–6).
El mar: Huyó. Se separó.
El río: Se volvió atrás.
Los montes: Saltaron de alegría.
. El poder irresistible (vv. 7, 8).
Presencia revelada: Tiembla la tierra.
Roca de seguridad: Protección constante.
Manantial de agua: Provisión permanente.
Se mencionan Judá e Israel paralelamente; quizá el autor quiso incluir tanto el re-
ino del norte como el del sur, pero también los usa como sinónimos para hablar de
toda la nación.
Su santuario… su señorío (v. 2). Dios no se menciona, pero es claro que el pro-
nombre se refiere a Dios. La señal visible de la santidad de Dios y de su reino es su
pueblo. Cuando el pueblo de Dios realmente es su santuario (le adora) y está rendido
a su señorío (o dominio) Dios se manifiesta en poder y es glorificado delante de las
naciones.
2. Milagros en la naturaleza, vv. 3–6
El salmista incluye todo el proceso del éxodo; el cruce del mar Rojo y del Jordán
marcan el principio y el fin de ello.
Nótese la poesía linda con lenguaje vigoroso; frente al pueblo, donde se manifestó
el poder de Dios, todos los elementos de la naturaleza se espantaron: el mar … huyó.
No sólo las aguas se asustaron, también los montes saltaban. El salmista está recor-
dando cuando Sinaí temblaba y humeaba.
En los vv. 7 y 8, con vitalidad poética, medio en broma, el salmista hace pregun-
tas. ¡Qué extraño! ¿Por qué se salieron de la rutina?
[página 361]
3. La presencia y el poder de Dios, vv. 7, 8
Ahora el salmista habla de Dios y presenta la respuesta: es la presencia y poder
de Dios manifestados en su pueblo. A un observador no creyente lo que le impacta es
lo que sucede fuera de lo ordinario con este pueblo. Dios quiere mostrar su poder y
su gloria en el mundo; usa la fe, la alabanza, la oración y la obediencia de su pueblo
para hacerlo.
SALMO 115: SUPLICA COLECTIVA. ORACION DE CONFIANZA
328
El Salmo es difícil de clasificar en cuanto a género, pues empieza como una súpli-
ca de la comunidad, pero también incluye elementos de los himnos. Se considera
una liturgia; es una fuerte polémica contra la idolatría. Por mencionar dos veces a
los que temen a Jehovah (vv. 11, 13) algunos lo fechan tardío, porque en el tiempo
intertestamentario los griegos o gentiles que adoraban a Jehovah con los judíos eran
llamados temerosos de Dios. Sin embargo, el uso en otros salmos (15:4; 22:23;
118:4) indicaría que aquí también se refiere a todos los adoradores de Dios.
1. Dios verdadero en los cielos, vv. 1–3
Se dirige la súplica a Dios porque los que adoran a Jehovah son objeto de burlas
(v. 2). Aparentemente los piadosos aquí estaban sufriendo burlas de los que adora-
ban a otros dioses. Esto también sugiere el tiempo del exilio o después cuando los
vecinos se burlaron de ellos. pero podría ser en otras épocas también.
El Salmo empieza con la actitud que siempre debe caracterizar la adoración: toda
la gloria pertenece a Dios. Nótese que se pone énfasis en la misericordia y la verdad o
fidelidad de Dios. Cuando uno sufre burlas de los incrédulos, no hay mejor cosa que
enfatizar la misericordia y la verdad y fidelidad de Dios.
Aparentemente los opresores pidieron alguna indicación visible de Dios, pues
ellos tenían sus ídolos e imágenes. Los adoradores de Jehovah dicen que esto más
bien muestra la superioridad de su Dios, pues es tan grande y no lo ven porque es
soberano sobre todo el universo. No es visible, pero actúa en todo el universo, inclu-
sive entre los hombres en la tierra.
2. Los ídolos de los paganos, vv. 4–8
Esta estrofa se repite, con algunas variantes, en el Salmo 135:15–20; es una po-
lémica contra la idolatría. Los mismos paganos hubieran dicho que la imagen no es
su dios sino representa el dios; pero en la práctica los que usan imágenes terminan
identificando a su dios con la imagen, o por lo menos creen que el dios está más pre-
sente donde está la imagen.
El salmista dice que ellos adoran la obra [página 362] de manos de hombres (v.
4). La verdad es que todo tipo de idolatría, aun del dinero, del éxito o de la tecnología
moderna conllevan el mismo error (cf. también Deut. 4:28; Isa. 44:9–20). Al ser
humano le gusta adorar a algo o a alguien que él mismo puede manipular.
Aunque los enemigos burlaban de los adoradores del Dios invisible, ahora el sal-
mista se burla de los que oran a estos ídolos que no ven ni oyen ni hacen nada. En el
v. 5, dice que ni hablan; entonces, ¿por qué se habla de nuevo de sonido y gargantas
en el v. 7? Lo que dice el salmista es que esos dioses ni pueden hacer los sonidos
elementales de la garganta que hacen los mudos.
Semillero homilético
Dios o los ídolos
115:1–10
Declaración de principios (vv. 1–3).
Compromiso: Por tu misericorida y verdad, v. 1.
Revelación: Nuestro Dios está en los cielos, v. 3.
Poder: Ha hecho todo lo que ha querido, v. 3.
Declaración contra los ídolos (vv. 4–8).
329
Semillero homilético
Dádivas de gratitud
116:1–19
Súplica (vv. 1–7).
Audiencia: Amo a Jehovah, pues ha escuchado mi voz, v. 1.
Gracia: ¡Libra, oh Jehovah, mi vida!, v. 4.
Misericordia: Clemente y justo es Jehovah, v. 5.
Confianza (vv. 8–14).
Amparo: Porque tú has librado mi vida de la muerte, v. 8.
Alianza: Andaré delante de Jehovah, v. 9.
Apelación: E invocaré el nombre de Jehovah, v. 13.
. Dependencia (vv. 15–19).
Respuesta: Porque yo soy tu siervo, v. 16.
Servicio: Te ofreceré sacrificios de acción de gracias, v. 17.
Decisión: Cumpliré mis votos a Jehovah, v. 18.
El salmista resalta el diálogo con Dios. Dios le escuchó, ahora él se anima a invo-
carle, habla con Dios todos sus días. Es lo que Dios quiere y lo que el creyente desea:
una comunión con Dios ininterrumpida.
La ataduras de la muerte indica la gravedad de la crisis. El lenguaje es semejante
a 18:4, 5. la muerte y el Seol quieren adueñarse de la persona. Pero el salmista sabe
a quién volver; ahora puede contar su experiencia y alabar a Dios con acción de gra-
cias. Invoqué… viene a ser como un estribillo repetido en los vv. 13 y 17. En cada
caso el verbo es imperfecto, pero correctamente traducido al tiempo pasado aquí.
331
La alabanza a Dios puede expresar mucha teología; aquí es teología experimenta-
da, pues el salmista experimentó la gracia, la justicia y la compasión de Dios. Y re-
conoce que nada era por su propio mérito, pues se identifica con los ingenuos; Dios
no favorece a los más entendidos o inteligentes.
2. Diálogo con su propia alma, vv. 7–11
El salmista se da un automandato de descansar en Dios. A menudo perdemos
mucho esfuerzo por no descansar en Dios, [página 365] aunque la Biblia está llena
de promesas y exhortaciones para “echar todas nuestras ansiedades sobre él”.
Los vv. 8 y 9 usan lenguaje del Salmo 56:13. Gráficamente el salmista indica que
todo su ser está involucrado, habla de su vida, sus ojos y sus pies. Ya que Dios le
preservó la vida quiere andar delante de él, en su presencia y también abiertamente,
a la vista de toda la gente.
Los traductores tienen dificultad con la segunda palabra del v. 10. En vez de por
tanto algunos prefieren “aunque” o “a pesar de”. A pesar de su gran aflicción, su des-
ánimo y su desilusión de los seres humanos (v. 11), el salmista seguía creyendo y
confiando en Dios.
Pensamientos
“El gozo no es para el cristiano un artículo de lujo, sino de
primera necesidad.”
A. Murray
“Los santos tristes son pobres santos.”
Francisco de Sales
El salmista no olvida los votos que ha hecho a Dios; si Dios es fiel a sus prome-
sas, también debe ser el que Dios favorece. Y lo hace delante de todo su pueblo, pues
la comunión con Dios y la alabanza no se pueden limitar a la vida individual privada
porque todo creyente es parte del pueblo de Dios.
El v. 15 indica que Dios toma en serio la muerte de sus fieles; le duele, él siente la
dolencia de sus hijos, como Jesús mostró frente a la tumba de Lázaro.
El v. 16 indica una entrega nueva a Dios. El salmista renueva su entrega como
siervo de Dios. Ruega que Dios lo escuche, pues es importante que cuando uno se
entrega a Dios crea que él lo acepta.
Los vv. 17–19 repiten la afirmación de gratitud y alabanza. De nuevo recalca que
esta alabanza de gratitud no es meramente privada; involucra dar testimonio a toda
la congregación y unirse a ella para alabar a Dios.
SALMO 117: HIMNO DE ALABANZA. UNA DOXOLOGIA
Esta linda alabanza a Dios es parte del Hal-lel egipcio (Sal. 113–118). Se cree que
fue cantado junto con otros salmos como una doxología.
[página 367] 1. Invitación a la alabanza, v. 1
¡Alabad! (v. 1) es un llamado a la alabanza con verbo imperativo ( alelu 1984); un
mandato y una invitación. Se dirige a todas las naciones y pueblos. Nótese el lindo
paralelismo del versículo; la segunda parte repite la misma idea pero con diferentes
vocablos. El vocablo pueblos ( umim 1471) se refiere a pequeños grupos o aun clanes
(cf. Gén. 25:16 y Núm. 25:15). La invitación se da a las entidades grandes (naciones)
y también a todos los grupos pequeños (pueblos, cf. Apoc. 7:9). El vocablo alabadle
(shabejuhu 7623) significa “aclamar”, “dar loores” o “glorificar”. Pablo usa este versícu-
lo como una predicción de la salvación de los gentiles (Rom. 15:11).
2. La motivación de la alabanza, v. 2
Ha engrandecido de gabar, “ser fuerte” enfatiza la grandeza de la misericordia de
Dios. La hizo fuerte sobre nosotros. Es por su misericordia que tenemos la salvación
y todo que nos ha dado; no lo merecemos.
El nosotros primeramente se refiere a los israelitas. Pero esto debe ser motivo para
que todas las naciones alaben a Dios. Los actos de Dios para Israel tienen significado
para todos los pueblos. Además, el nosotros se amplía para incluir a los gentiles,
pues en Abraham serán bendecidas todas las naciones. Este pequeño Salmo conlleva
un fuerte desafío misionero. Queremos que todos los pueblos alaben a Dios, enton-
ces debemos llevarles el mensaje de su misericordia por medio de Jesucristo.
La verdad ( emet 571) habla de consistencia y certitud, lo que concuerda con la
realidad, lo confiable. Se traduce verdad o “fidelidad”. El creyente puede descansar
su espíritu en Dios porque la misericordia y la fidelidad de Dios van juntas sobre no-
sotros para siempre. Si entendemos esto no podemos menos que decir: “¡Aleluya!”
334
Joya bíblica
Mejor es refugiarse en Jehovah que confiar en el hom-
bre.
Mejor es refugiarse en Jehovah que confiar en los pode-
rosos (118:8, 9).
Semillero homilético
El refugio seguro
118:1–29
Invitación a la alabanza (vv. 1–4).
Aviso: ¡Alabad a Jehovah, porque es bueno!, v. 1.
Pacto: ¡Para siempre es su misericordia!, v. 2.
Comunión: Los que temen a Jehovah, v. 4.
Declaración de confianza (vv. 5–9).
Respuesta: Me respondió poniéndome en lugar espacioso, v.
5.
Presencia: Jehovah está conmigo, v. 7.
Refugio: Mejor… que confiar en poderosos, v. 9.
. Canto de victoria (vv. 10–14).
Derrota: En el nombre de Jehovah yo los destruiré, v. 10.
Imágenes: Ardieron como fuego de espinos, v. 12.
Emblema: El es mi salvación, v. 14.
. Entrada al santuario (vv. 15–29).
Triunfo: ¡La diestra de Jehovah hace proezas!, v. 16.
Júbilo: Nos gozaremos y nos alegraremos en él, v. 24.
Reconocimiento: Mi Dios eres tú; a ti te daré gracias”, v. 28.
119:12–15
Adoración: ¡Bendito seas tú, oh Jehovah!, v. 12.
Súplica: Enséñame tus leyes, v. 12.
Proclamación: Con mis labios he contado, v. 13.
Regocijo: Me he gozado en el camino de tus testimonios, v. 14.
Decisión: En tus ordenanzas meditaré, v. 15.
Se contaba de los cocheros judíos pobres de Varsovia, que
ocupaban su tiempo de espera en celosos coloquios sobre la
Torah, y cuando uno tenía que hacer un viaje, se apresuraba,
para poder volver al coloquio lo antes posible.
¡Y esto lo hacían aquellos de quienes el apóstol Pablo dice
que tienen la Escritura todavía cubierta por un velo! ¡Qué lec-
ción para nosotros! ¡Qué herencia tan incomparable ha puesto
Dios ante nosotros en las páginas de la Biblia!
¿Cómo vemos?
Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley (119:18).
Es conocida la historia que contaba C. H. Spurgeon: “Una
dama le dijo una vez a un artista: ‘¿Por qué emplea unos colo-
res tan extravagantes para sus cuadros? Nunca he visto tal
cosa en la naturaleza.’ Con sagacidad, el pintor le respondió:
‘¿Y no le gustaría que fuera así, señora?’”
Spurgeon comentaba entonces que de una manera muy
semejante, los creyentes pueden ver maravillas divinas que los
incrédulos no pueden percibir.
En los vv. 20–23 el salmista destaca el contraste entre el que anhela sinceramente
sus preceptos y los que se desvían y son orgullosos (v. 21). A través de la Biblia Dios
rechaza a los orgullosos. “Es solamente la fe que nos humilla y toda rebelión surge
del orgullo” (Calvino).
Se pueden notar paralelos entre las estrofas del Salmo: p. ej., el v. 20, el cuarto en
esta estrofa, y el v. 28, el cuarto de la próxima estrofa; el v. 22, el sexto de esta estro-
fa, y el v. 14; el v. 24 y el v. 16. Spurgeon dice que son tantos los paralelos que no
puede ser mera casualidad.
El contraste entre las dos partes del v. 23 nos enseña: 1) que cuando hay oposi-
ción, la mejor defensa contra la depresión es ocupar la mente con la Palabra de Dios;
y 2) uno no debe contestarles a los opositores de la misma manera, sino meditar en
lo que Dios dice.
4. Determina entender y seguir la verdad, dálet, vv. 25–32
En esta estrofa también el salmista sufre: pegada al polvo indica extrema angus-
tia. Sea la depresión física, emocional o espiritual, hace falta nueva vida que sólo
Dios puede dar. Vivifícame (jayeni 2421) aparece nueve veces en este Salmo, siempre
relacionada con uno de los sinónimos de la Palabra de Dios (vv. 25, 37, 40, 88, 107,
149, 154, 156, 159).
Cinco de los ocho versículos en esta estrofa empiezan con la palabra camino (de-
rek 1870). En el v. 26 el salmista expone delante de Dios sus caminos. Siempre, uno
debe ser franco con Dios, y él responde. Antes de actuar, siempre debemos consultar
con él; este diálogo abre el apetito para que nos enseñe más, petición que se repite
en los vv. 27 y 29. La respuesta del alumno es que medita (v. 27), decide (v. 30), per-
siste (v. 31) y se esfuerza (correré) para aplicar la enseñanza (v. 32).
Según el v. 28, cuando uno está triste y ansioso, la respuesta es la Palabra de
Dios. El v. 28 es similar al v. 25. Otros versículos donde este salmista habla de su
vida interior, su alma, son: 20, 25, 81, 109, 167 y 175.[página 376]
El camino de engaño (v. 29) es el de error, hipocresía, falsedad e infidelidad. El
salmista no quiere ser engañado y no quiere ser falso. Los dos se evitan profundi-
zándose en tu ley. Esto se hace con una decisión definida de escoger el camino de la
verdad. Hace falta decisión pues la profundización en la Palabra no viene por natura-
leza. El v. 31 sigue hablando de su determinación de seguir los testimonios de Dios.
El resultado es el crecimiento, amplitud a mi corazón, y este crecimiento amplía la
capacidad de servir y ser un canal de bendición a otros. Esta es la tercera estrofa en
que el salmista termina diciendo lo que hará: guardaré (v. 8); me deleitaré (v. 16);
correré (v. 32).
342
Semillero homilético
La Palabra eficaz
119
Lo que es la Palabra de Dios.
Para hacer vivir:
La semilla de vida (Luc. 8:11).
La lluvia que hace germinar y producir (Isa. 55:10, 11).
El pan necesario al alma (Mat. 4:4).
Para enseñarnos a conducirnos rectamente:
Un espejo que nos hace ver lo que somos (Stg. 1:23).
Una lámpara a nuestros pies y una lumbrera en nuestro
camino (Sal 119:105).
. Para purificarnos:
El agua de lavamiento (Ef. 5:26).
El fuego que consume lo impuro (Jer. 23:29).
. Para trabajar y combatir:
El martillo que quiebra la roca (Jer. 23:29).
La espada del Espíritu (Ef. 6:17).
Para todas las necesidades:
El tesoro más preciado (Sal 19:10, 11; 119:162).
343
[página 377]
Joya bíblica
Enséñame, oh Jehovah, el camino de tus leyes, y
lo guardaré hasta el fin.
Dame entendimiento, y guardaré tu ley (119:33, 34).
Nótese la relación entre corazón (v. 36) y ojos (v. 37). Muchas tentaciones entran
por los ojos; el avivamiento (v. 39) del Espíritu de Dios da victoria sobre la tentación.
De nuevo, en el v. 40, el salmista pide avivamiento; sabe que el ser humano necesita
avivamiento constantemente; tal avivamiento continuo es el derecho y el privilegio
del creyente en Cristo.
6. Vive hablando de su salvación, vav, vv. 41–48
El salmista quiere predicar la Palabra de Dios en toda situación. La recibe (v. 41);
confía en ella (vv. 42, 43); la obedece (v. 44); la busca (v. 45); la predica (v. 46); y la
ama (vv. 47, 48). El v. 41 muestra la estrecha relación entre la misericordia de Dios,
su salvación y su promesa. Con su propia experiencia de salvación ya el salmista
puede dar respuesta (v. 42) a todos los que preguntan o se burlan de él.
El salmista quiere siempre estar preparado para hablar de la Palabra de Dios.
¿Cuáles son las cosas que pudieran quitarla de su boca¿ Mayormente son el pecado,
el orgullo y la falta de fe. Pero con su firme propósito de guardar la ley y con la liber-
tad que esto le da, tendrá el coraje de hablar aun a personas importantes (v. 46)
Alzaré mis manos (v. 48) normalmente se usa como gesto de adoración (cf. 28:2).
Aquí podría indicar reverencia a la Palabra de Dios porque representa a Dios, o me-
jor, indica un gesto de adoración a Dios de quien quiere recibir más enseñanza acer-
ca de sus mandamientos.
7. Ahonda en el consuelo de Dios, zayin, vv. 49–56
Aunque el salmista está pasando por pruebas, la Palabra de Dios es su consuelo,
su alegría y su esperanza. Habla de consuelo en los vv. 50 y 52.
El salmista empieza hablando de la promesa de Dios. No pide nuevas promesas
sino el cumplimiento de la que ya se dio; no apela a su propio servicio a Dios sino a
[página 378] lo que Dios le dijo a él. Esta promesa de Dios (v. 49) y lo que ha expe-
rimentado de su Palabra, que le ha vivificado (v. 50), le dan esperanza y consuelo.
Otros encuentran su consuelo en su dinero, o posesiones, o fama, o placeres, pero la
persona cuya esperanza viene de Dios lo encuentra en la Palabra de Dios. El poder
de Dios se manifiesta por medio de su Palabra. “Los impíos a veces pueden experi-
mentar una elevación de su espíritu durante sus sufrimientos, pero están totalmente
destituidos de esta fuerza interior” (Calvino).
Los arrogantes u orgullosos (v. 51) se sienten incómodos ante la honestidad de los
que siguen a Dios, entonces tratan de esconder su temor con la burla hacia los cre-
yentes. Se nota la identificación del salmista con Dios porque cuando piensa en los
impíos y su abandono de la ley, siente indignación (zal af 2152 “calor intenso”, v. 53).
El pensar en los hechos de Dios desde tiempos antiguos (v. 52), en sus propias pe-
regrinaciones (v. 54) y en la noche (v. 55) le da al salmista consuelo y gozo. Cierta-
mente es un consuelo grande poder conversar con Dios y contar con su presencia
cuando uno se despierta en la noche. Nótese en el v. 55 que estos buenos pensa-
mientos en la noche producen buenos hechos en el día.
344
Joya bíblica
Tú eres mi porción, oh Jehovah;
me he propuesto guardar tus palabras (119:57).
Joya bíblica
No me aparté de tus juicios,
porque tú me has enseñado (119:102).
La fuente de gozo
119:111
La verdadera fuente del gozo es la salvación.
Cosas que producen gozo:
Unidad (Fil. 2:2).
Estar en la presencia de Dios (Sal. 16:11).
Obediencia (Juan 15:10, 11).
Amor mutuo (Juan 15:12).
Comunión (1 Jn. 1:3, 4).
Amistad (2 Jn. 12).
Fortaleza (Neh. 8:12).
“Lo que adorna y protege al cristiano, lo que lo capacita pa-
ra mantener su cabeza en alto con confianza y gozo, es el
hecho de que es salvo.”
Charles Hodge
Joya bíblica
Mi cuerpo se estremece por temor de ti,
y tengo reverencia por tus juicios (119:120).
Lo que los hombres llaman buena estragegia o astucia (v. 118), a menudo es en-
gaño y Dios lo trata como tal. Dios juzga a tales impíos; por eso el salmista siente
más reverencia (temor) hacia él. El amor a Dios y el temor de él no son antagónicos
(vv. 113 y 120), van juntos; por eso todo el ser (corazón, cuerpo, emociones, mente y
espíritu) se involucra en la adoración, servicio y obediencia de acuerdo con su Pala-
bra.
[página 385] 16. Apela a Dios, ayin, vv. 121–128
Gran parte del Salmo 119 es una oración dirigida a Dios. En esta estrofa el sal-
mista apela a Dios conforme a su Palabra en una situación de aflicción y persecu-
ción. Todo creyente puede usar las mismas razones, pues el salmista apela a Dios
porque es un siervo de él (vv. 121, 122, 125) y en base a su promesa (v. 123), su mi-
sericordia (v. 124) y la urgencia de la situación (v. 126).
El salmista es persistente en su clamor a Dios. En el v. 123, dice que hace mucho
está clamando. No puede esperar más, pide la intervención de Dios ahora (v. 126). A
la vez, reconoce que necesita más enseñanza y entendimiento. “El Señor puede obrar
por juicios que derriban las fortalezas del enemigo o por avivamientos que constru-
yen los muros de su propia Jerusalén” (Spurgeon).
17. Persigue la Palabra de Dios, pe, vv. 129–136
Los que más conocen sus testimonios son los que más ven sus maravillas. Uno
que sigue en comunión con Dios nunca deja de maravillarse de su Palabra. Esta ac-
titud maravillada no resulta en especulaciones vanas sobre los testimonios de Dios,
sino en obedecerlos.
La exposición (de un vocablo que significa “puerta”, “apertura” o “abrirse”, cf. Luc.
24:32). El Espíritu Santo “abre” la Palabra de Dios al creyente; también usa a exposi-
tores fieles que la exponen al pueblo de Dios. Así los ingenuos (o, mejor, “gente senci-
lla”) entienden. Dios sigue haciendo lo mismo; todo creyente debe hacer todo lo posi-
ble para conocer la Palabra de Dios.
Joya bíblica
La exposición de tu palabra alumbra;
hace entender a los ingenuos (119:130).
La obra de Dios en el corazón produce el anhelo del v. 131; y esto le dirige a la pe-
tición del v. 132. Pide que Dios actúe de acuerdo con su Palabra y por medio de ella.
Su Palabra escrita es efectiva sólo cuando Dios la usa, solamente en el poder de
Dios.
La frase como acostumbras (v. 132) traduce el heb. mishpat 4941 “juicio”, el singu-
lar de la palabra “juicios” en otros versículos. Si lo tomamos en sentido adverbial,
350
como la traducción aquí, este versículo es uno de los dos que no contienen un sinó-
nimo de la Palabra de Dios. Si lo [página 386] tomamos en sentido de “juicio”, “se-
gún es tu norma” (o “juicio”), se puede considerar como sinónimo también, dejando
solamente el v. 122 sin tal sinónimo.
Haz que tu rostro resplandezca hace eco de la bendición en Números 6:24–26. Es
lo que siempre necesitamos; este resplandecer trae luz y todo lo bueno, incluyendo la
enseñanza de sus leyes (estatutos). El v. 136 muestra el crecimiento del salmista;
ahora está tan unido al corazón de Dios que le da tristeza cuando otros no guardan
su ley (cf. Luc. 13:34).
18. Sé celoso por su justicia, tsade, vv. 137–144
La palabra justicia (tsedeq 6662) empieza con tsade, así, en esta estrofa, el salmista
hace hincapié en la justicia de Dios, que en el AT enfatiza la rectitud de Dios y su
acción justa, de acuerdo con su propia rectitud. El salmista muestra el contraste en-
tre la perfecta justicia de Dios y los que olvidan sus palabras; también muestra el
contraste entre su propia pequeñez (v. 141) y la maravilla de estar relacionado con
Dios tan justo, grande y perfecto. La Palabra de Dios refleja el carácter de él (vv. 137,
138 y 144); esto hace que el salmista siempre reconozca el valor y la autoridad de la
Palabra de Dios (vv. 139–141, 142).
Los incrédulos a menudo piensan que Dios es demasiado severo; el problema es
que no entienden su justicia y rectitud. Los cristianos nunca debemos tener miedo
de la justicia de Dios, pues sabemos que el Dios de amor nos justificó en Cristo, y lo
hizo porque Cristo sufrió el justo castigo por nuestros pecados. A la vez, nuestro cre-
cimiento en Cristo y en su Palabra nos hace más conscientes de la justicia de Dios y
de su propósito de santificarnos. Con esta perspectiva el cristiano se identifica con el
salmista en esta estrofa.
Joya bíblica
Justo eres tú, oh Jehovah,
y rectos son tus juicios (119:137).
Joya bíblica
He guardado tus ordenanzas y tus testimonios;
todos mis caminos están delante de ti (119:168).
Joya bíblica
Jehovah es tu protector;
Jehovah es tu sombra a tu mano derecha (120:5).
Joya bíblica
Pedid por la paz de Jerusalén: “Vivan
tranquilos los que te aman. Haya paz
dentro de tus murallas
y tranquilidad en tus palacios” (122:6, 7).
356
Semillero homilético
El peregrinaje de toda una vida
122:1–9
Peregrinación (vv. 1, 2).
Júbilo: Yo me alegré con los que me decían, v. 1.
Visión: Vayamos a la casa de Jehovah, v. 1.
Meta: Ya se posan nuestros pies ante tus puertas, v. 2.
Alabanza (vv. 3–5).
Impresión: ¡Oh Jerusalén!, v. 3.
Hermosura: El nombre de Jehovah, v. 4.
Vindicación: Los tronos para el juicio, v. 5.
. Bendición (vv. 6–9).
Paz: Vivan tranquilos los que te aman, v. 6.
Seguridad: Dentro de tus murallas, v. 7.
Solidaridad: Por causa de mis hermanos y de mis amigos, v.
8.
Semillero homilético
Una plegaria profunda
123:1–4
La confianza del peregrino (vv. 1, 2).
Actitud: Levanto mis ojos, v. 1.
Ternura: Nuestros ojos miran a Jehovah, v. 2.
Espera: Hasta que tenga compasión de nosotros, v. 2.
La prueba del peregrino (vv. 3, 4).
Humildad: Ten compasión de nosotros, v. 3.
357
Joya bíblica
Si Jehovah no hubiera estado por nosotros
cuando se levantaron contra nosotros los hombres,
entonces nos habrían tragado vivos,
cuando se encendió su furor contra nosotros.
Bendito sea Jehovah,
que no nos entregó como presa a los dientes de ellos
(124:2, 3, 6).
358
Joya bíblica
Nuestro socorro está en el nombre de Jehovah,
que hizo los cielos y la tierra (124:8).
Semillero homilético
Una confianza con seguridad
125:1–5
La confianza en Jehovah (vv. 1–3). Solidez:
Son como el monte de Sion, v. 1. Seguridad:
Desde ahora y para siempre, v. 2.
Preocupación: Los justos no extienden sus manos a la iniqui-
dad, v. 3.
La protección en Jehovah (vv. 4, 5).
Socorro: A los que son rectos de corazón, v. 4.
Destrucción: A los que se apartan tras sus torcidos caminos,
v. 5.
Benevolencia: Sea la paz sobre Israel, v. 5.
Pensamiento
“Dios mío, si tú estás en todas partes,
¿Cómo es que yo estoy tantas veces en otro sitio?”
M. Delbrel
Pensamiento
“Hemos sido enviados a PREDICAR, no sociología, sino
SALVACION; no economía, sino EVANGELIO; no reforma, sino
REDENCION; no cultura, sino CONVERSION; no progreso, si-
no PERDON; no un nuevo orden social, sino NUEVO NACI-
MIENTO; no reavivamiento, sino RESURRECCION; no una
nueva organización, sino a CRISTO. Somos EMBAJADORES, y
no diplomáticos” (2 Cor. 5:20).
Thompson Kerr
El v. 2 sigue con los paralelos; ahora los otros montes sugieren la protección de
Dios alrededor de su pueblo. Para hacer hincapié en esta seguridad, repite de nuevo
que es para siempre. En el Salmo 121 los montes también sugerían la protección que
Dios da a los suyos.
El v. 3 indica que los impíos controlaban la ciudad. Se nota cierta semejanza con
el pensamiento de Ezequiel (18:24) en los vv. 3 y 5. Pero tal dominación no será per-
manente. El salmista espera que venga pronto el juicio de Dios porque cuando los
impíos dominan el gobierno, algunos de los justos son tentados y caen en los mis-
mos actos malos. Aunque el salmista enfatiza la protección de Dios, hace claro que
los piadosos pueden tener problemas.
Semillero homilético
El regreso feliz
126:1–6
El regreso (vv. 1–3).
Sueño: Nos parecía que soñábamos, v. 1.
Alegría: Nuestra boca se llenó de risa, v. 2.
Victoria: Estamos alegres, v. 3.
La restauración (vv. 4–6).
Amanecer: Restáuranos de la cautividad, v. 4.
Siembra: Con regocijo segarán, v. 5.
Cosecha: Trayendo sus gavillas, v. 6.
Reflexión
¿QUE HABLAMOS Y PREDICAMOS NOSOTROS? ¿Lo que
adormece o lo que duele? ¿Lo que gratifica al mundo o lo que
denuncia? ¿Anunciamos fundamentalmente la Palabra de
Dios? Nos incumbe la tarea—en pugna con las ideologías mo-
dernas—,de predicar el mensaje de Jesucristo, con el mismo
ardor de fe, con la misma seriedad moral y espíritu de alerta
escatológica que lo hicieron otros en siglos pasados, presen-
tando al mundo y a nosotros mismos, las exigencias morales
del Señor, a nuestro tiempo, “sin enmiendas o limitaciones”.
COMO CRISTIANOS, apoyados en la certidumbre de la fe,
debemos tener algo que creer, un Cristo vivo, “el mismo hoy,
ayer y por los siglos”, no un Cristo “mito” o fantasma del pasa-
do; algo que predicar, un evangelio que es “poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree”, no un credo muerto o un so-
fisma teológico; y “algo para vivir”, una nueva vida en el poder
del Espíritu, en fe, amor y esperanza, no una promesa de frus-
traciones espirituales.
Semillero homilético
Una recompensa segura
126:6
La recompensa prometida al ganador de almas abarca:
La palabra EL.
Este pronombre indica que el ganador de almas es un ser
humano.
Los ganadores de almas son personas que han sido salvadas
por la gracia de Dios.
Los pecadores salvados deben buscar a los pecadores perdi-
dos.
La palabra IR.
La necesidad de ir y no quedar acomodados en la iglesia.
Salir en busca de los perdidos (Mat. 28:19).
Persuadir a entrar (Luc. 14:23).
. La palabra ANDANDO.
Andar indica la necesidad de dejar algo atrás.
No podemos progresar llevando cargas.
Tenemos que dejar la comodidad y aprovechar el tiempo.
. Las palabras PRECIOSA SEMILLA.
362
Joya bíblica
He aquí, heredad de Jehovah son los hijos;
recompensa es el fruto del vientre. Como
flechas en la mano del valiente,
así son los hijos que se tienen en la juventud (127:3, 4).
Semillero homilético
Una compañía poderosa
127:1–5
El proyecto sin Jehovah (vv. 1, 2).
Edificar: En vano trabajan, v. 1.
Velar: En vano vigila la guardia, v. 1.
Esfuerzo: En vano os levantáis, v. 2.
El proyecto con Jehovah (vv. 3–5).
Heredad: Son los hijos, v. 3.
Fortaleza: En la mano del valiente, v. 4.
Presencia: No se avergonzará, v. 5.
Semillero homilético
La clave de un hogar feliz
128:1–6
La recompensa de un hogar feliz (vv. 1–3).
Reverencia: Todo aquel que teme a Jehovah, v. 1.
Promesa: Serás feliz, y te irá bien, v. 2.
Prosperidad: Que lleva fruto a los lados de tu casa, v. 3.
La honra de una vida feliz (vv. 4–6).
Descendencia: Así será bendecido el hombre que teme, v. 4.
Privilegio: Todos los días de tu vida, v. 5.
Felicidad: A los hijos de tus hijos, v. 6.
Joya bíblica
¡Jehovah te bendiga desde Sion!
Que veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida
(128:5).
Semillero homilético
La justicia aplicada
129:1–8
La experiencia del pecado (vv. 1–4).
Aflicción: Desde mi juventud, v. 1.
Protección: No han prevalecido, v. 2.
Liberación: Cortó las cuerdas, v. 4.
La esperanza del futuro (vv. 5–8).
Demanda: Sean avergonzados, v. 5.
Caducidad: Sean como la hierba, vv. 6, 7.
Resultado: Tampoco dicen… la bendición de Jehovah sea
sobre vosotros, v. 8.
[página 403]
La figura de “arar sobre las espaldas” indica sufrimiento horrible. Isaías usa una
figura semejante en 1:6 y en 50:6 la misma figura describe el sufrimiento del Siervo
de Jehovah, lo que nos hace recordar cuánto el Mesías sufrió por nosotros.
Las opresiones hicieron daño físico a los israelitas (v. 3), pues lit. los golpes de los
capataces hicieron surcos en sus espaldas (cf. Isa. 50:6). Pero nunca acabaron con el
pueblo de Dios, porque Dios es justo y fiel. Su pueblo ha sobrevivido a través de más
de 30 siglos. Una vez preguntaron a Martín Lutero cómo se puede comprobar que la
Biblia es la Palabra de Dios. Su respuesta fue: “los judíos”.
2. Dios defiende a su pueblo, vv. 5–8
Esta estrofa es una oración de confianza en la acción justa de Dios. La forma im-
precatoria provoca interrogantes (cf. Sal. 109). Hemos de tomar en cuenta que el
salmista no toma venganza sino pide que Dios haga justicia. El lenguaje nos sirve
bien en la batalla contra las fuerzas malignas; podemos pedir su derrota. La gran
respuesta, y la única, a esta oposición es la oración.
Los impíos en el v. 4 y los que aborrecen a Sion en el v. 5 hacen un eslabón entre
las dos estrofas. Los verbos de los vv. 5 y 6, sean… sean, pueden ser traducidos co-
mo subjuntivos, como en RVA, o como indicativos, “serán”. Es claro que el pueblo
está orando, intercediendo, por la derrota de los enemigos y por la victoria de su ciu-
dad. Lo que Dios ha hecho en el pasado les da confianza para el futuro.
El salmista usa figuras dinámicas. La hierba que crece en las pequeñas roturas
de los techos, se seca en seguida; así son los que se oponen a Dios, los que no beben
de la fuente de agua viva.
El v. 7 sigue explicando lo inútil de aquella vida en enemistad contra Dios; no da
fruto, es estéril. Y, según el v. 8, tales personas no pueden bendecir a nadie. Dios
quiere que sus hijos se bendigan unos a otros y oren unos por otros, pero los impíos
no pueden gozar de este gran privilegio.
La última frase, os bendecimos… podría ser parte de la oración anterior; pero es
mejor verla como una bendición de los que están cantando el Salmo. Los enemigos
366
de Dios no os pueden bendecir, pero nosotros os bendecimos en el nombre de Jeho-
vah.
SALMO 130: SUPLICA INDIVIDUAL. SALMO PENITENCIAL
Martín Lutero llamó a éste un salmo paulino (también al 32, 51 y 143) porque
muestra que el perdón de pecado depende de la misericordia de Dios y se recibe por
fe y no por medio de obras. El salmista está consciente de su propio pecado y de que
merece el juicio de Dios, pero también cree en la misericordia de Dios. Esta combi-
nación produce el arrepentimiento y la seguridad del perdón.
1. El clamor del salmista, vv. 1–4
Lit. dice de lo profundo; “de mi ser” es agregado por el traductor. Se refiere a los
abismos y simas del mar, pero se usa [página 404] metafóricamente para el sufri-
miento y angustia (ver también Sal. 40:2 y 60:2). El salmista está en un abismo espi-
ritual de angustia o estrés exterior e interior, está deprimido.
El ladrón secreto
130:1–8
Oh Jehovah, si tienes presente los pecados, ¿quién podrá, oh
Señor, mantenerse en pie?
El pecado roba al hombre:
La paz: Romanos 3:17.
La comunión: Génesis 3:8.
El valor: Proverbios 28:1.
La libertad: Romanos 6:19.
La vida: Romanos 6:23.
La gloria: Romanos 3:23.
El cielo: Apocalipsis 21:27.
Ruega a Dios que lo escuche (v. 2) porque está desesperado. Su única esperanza
es que Dios lo escuche. ¡He aquí el gran privilegio de la oración!
Si tienes presente los pecados (v. 3) indica que su preocupación no es una opre-
sión, ni enfermedad física sino el pecado. ¿Quién podrá…?: Reconoce que todo ser
humano es pecador; Pablo dijo: “Soy el peor.” El primer paso en el saneamiento es
reconocer que somos pecadores.
Pero en ti hay perdón (v. 4). ¡Qué bendición es la seguridad del perdón! En Dios
hay perdón; en Cristo hay perdón. El salmista no apela a su inocencia ni a sus bue-
nas obras, sino a la misericordia de Dios; el que depende de obras nunca tendrá la
seguridad del perdón. Según Romanos 2:4, sólo la bondad de Dios dirige al arrepen-
timiento.
Seas reverenciado (v. 4). Cuando su pecado es perdonado, el hombre puede y
quiere adorar y obedecer a Dios.
2. La confianza en Dios, vv. 5, 6
Yo espero en Jehovah (v. 5). El salmista busca al Señor mismo, no sólo alivio del
pecado y el castigo. La palabra “esperar” se usa varias veces en los vv. 5 y 6. Signifi-
367
ca “esperar o mirar a alguien con expectación”. En la segunda línea, otra palabra
“esperar” se usa en el heb., pero es prácticamente sinónima.
El párrafo recalca la confianza en Dios: Yo espero enfatiza una fe personal; mi al-
ma muestra la profundidad de esta fe; En su palabra indica la base de esta fe, creer
la Palabra de Dios, lo que él dice, es confiar en él. Después la comparación con el
centinela muestra cómo todo el ser está involucrado emotivamente contando con la
respuesta de Dios.
3. La comunicación de la fe, vv. 7, 8
Oh Israel (v. 7). Ahora que el salmista disfruta el perdón, la confianza, la fe, puede
testificar a otros. Quiere que otros experimenten lo que él experimentó. Su mensaje,
y el nuestro, es un mensaje de fe, de creer lo que Dios dice y confiar en él.
Predica con confianza porque en Jehovah hay misericordia. En este párrafo encon-
tramos [página 405] la respuesta a tres preguntas: 1) ¿Por qué perdona? Por su mi-
sericordia. 2) ¿Cómo perdona? Por su abundante redención; el precio fue pagado en
Cristo; la salvación es gratis pero no barata. 3) ¿Qué perdona? Todos sus pecados.
El Salmo destaca la misericordia de Dios, la fe personal y el perdón de pecados, y
la seguridad de este perdón; son temas aun más importantes en el NT; hemos de
predicarlos “sin cesar”.
SALMO 131: SUPLICA INDIVIDUAL. ORACION DE CONFIANZA
Los 15 cantos de ascenso gradual (120–134) presentan una variedad de temas;
esto indica qué importante es el culto de adoración para la enseñanza al pueblo. En
este breve, pero bello Salmo, el salmista exhibe una actitud que loaba Jesús (Mat.
18:1–4), el espíritu humilde como de un niño. Normalmente, si uno proclama su
propia humildad, la pierde en el proceso. Pero el salmista aquí lo hace de manera
dócil y humilde en conversación con Dios. Algunos piensan que David lo escribió;
otros que es tardío, escrito en honor a David. Ciertamente exhibe la humildad de co-
razón que fue típica de David (cf. 2 Sam. 6:21).
1. La humildad y descanso en Jehovah, vv. 1, 2
Lo que expresa el salmista es lo opuesto al orgullo y la arrogancia. El corazón or-
gulloso produce ojos que se han enaltecido y la arrogancia también viene del orgullo.
[página 406] El cristiano que quiere glorificar a Dios no busca su propia grandeza.
Reflexión bíblica
131:2
Mas bien, he sosegado y acallado mi alma…
Conjurar la búsqueda del placer con la actividad generosa
en el servicio al Señor, es la tarea de gran dificultad que ha
traído por la calle de la amargura a los hombres de todas las
épocas.
Resolver ese problema es la mejor prueba de inteligencia
imaginable. Cuando no lo conseguimos, la vida humana se
desconcierta, reclamada por un angelismo precario y una ani-
malidad al ataque.
Al hombre le gusta crear y disfrutar haciéndolo. Tal vez ahí
esté la obra para conjugar las atracciones opuestas que lo des-
garran. Los placeres son centrípetos, la generosidad centrífuga.
368
El v. 2 presenta una linda figura del niño; al ser destetado puede sentir angustia;
pero siente paz de nuevo cuando descansa en los brazos de su madre. Algo semejan-
te sucede al nuevo creyente en Cristo; cuando pasan los primeros éxtasis de su nue-
va vida en Cristo y tiene que aprender a vivir por fe, puede experimentar dudas y an-
gustias. Entonces encuentra su seguridad en descansar en Dios y aceptar por fe lo
que Dios dice de su posición en Cristo.
Semillero homilético
Una morada eterna
132:1–18
La elección divina (vv. 1–7).
La memoria: De cómo juró a Jehovah, v. 2.
La garantía: Hasta que halle un lugar para Jehovah, v. 5.
La colaboración: Entremos en su tabernáculo, v. 7.
La promesa permanente (vv. 8–12).
La apología: Levántate, oh Jehovah, ven al lugar de tu reposo,
v. 8.
La promesa: Tus sacerdotes sean revestidos de justicia, v. 9.
La posesión: Si tus hijos guardan mi pacto, v. 12.
. La fidelidad inquebrantable (vv. 13–18).
La elección: Porque Jehovah ha elegido a Sion, v. 13.
La respuesta: Aquí habitaré, porque lo he deseado, v. 14.
La corona: Pero sobre él resplandecerá su corona, v. 18.
2. Esperanza, v. 3
Después de este mensaje de humildad y descanso en el Señor, el salmista exhorta
al pueblo a que espere en Jehovah continuamente. Dios resiste a los soberbios pero
da gracia a los humildes (1 Ped. 5:5). Este es el secreto de conocer a Dios y ser ins-
trumento de su bendición a otros.
369
Semillero homilético
La unidad anhelada
133:1–3
El atractivo de la vida congregacional y sus resultados.
El secreto del atractivo.
Convivencia. Es un mundo atenazado por la soledad, la
comunión de los creyentes es una bendición y una constante
invitación a los que están en soledad.
Reunión. En un mundo en que cada uno va a lo suyo, es
admirable una congregación que siempre está deseando re-
unirse para gozarse en la adoración a Dios.
Concierto. Como una orquesta que a pesar de la diversidad
de instruumentos y notas, cuando son debidamente interpre-
tados, el resultado es un conjunto armónico que deleita el oído,
así es una congregación en armonía y sumisión a las Escritu-
ras y a la obediencia al Señor.
Resultados del atractivo.
Solemnidad. El salmista compara la impresión que produce
la sinfonía inacabada de la naturaleza (creación) con la impre-
sión que produce la congregación de Dios reunida en el acto
cúltico.
Lozanía. Así como el rocío renueva el verdor de las plantas
cada mañana, la belleza de una congregación depende siempre
de la actitude de cada miembro en adoración delante de Dios.
Influencia. Cuando una congregación cumple sus propósitos
(requisitos) para la que fue diseñada, más sensibles son sus
bendiciones y extiende el influjo de su presencia santa.
[página 409]
371
Semillero homilético
La unidad espiritual
133:1–3
La hermosura de la unidad (v. 1).
Visión: He aquí, v. 1.
Bien: Bueno. Valioso, útil. Cuán bueno y cuán agradable es.
Unidad: Habitar. Congregar, solidaridad, fraternidad. Juntos
en armonía.
La delicia del amor fraternal (vv. 2, 3).
Oleo: Unción. Ungir, gozo, alegría. Como el buen aceite.
Rocío: Refrigerio. Vivifica, refresca, fecunda. Que desciende.
Fruto: Abundancia. Prosperidad, felicidad, riqueza. Bendición
y vida eterna.
Las dos metáforas que se usan enfatizan lo agradable y beneficioso de tal armo-
nía. Quizá a nosotros no nos parece un cuadro tan agradable pensar en aceite ca-
yendo sobre la cara, la barba y la ropa de un sacerdote. Pero hemos de recordar dos
cosas: primera, en un lugar seco y en parte desértico, el aceite siempre era refrescan-
te, pues aliviaba la piel seca. Además, el salmista está pensando en el aceite de la
unción con que fue ungido el sumo sacerdote. Según Exodo 30:22–33, este aceite era
una preparación especial que incluía varias especias aromáticas. Debe haber llenado
el lugar con un aroma exquisito. Y nótese que afecta todo el cuerpo.
La otra figura del rocío también es agradable y refrescante, especialmente en un
país semi desértico. Hermón es el monte más alto de Israel; fue conocido por el rocío
que caía. El monte de Sion estaba muy lejos de Hermón, pero el salmista no puede
dejarlo afuera cuando habla de la bendición de Dios. El rocío afecta a todos, los cu-
bre a todos, tanto a los grandes como a los pequeños.
Semillero homilético
La noche de comunión divina
134:1–3
El coro de los peregrinos (vv. 1, 2).
La llamada: Bendecid a Jehovah.
La noche: Que estáis en la casa.
La salida: Alzad vuestras manos.
El coro de los sacerdotes (v. 3).
La respuesta: Bendecid a Jehovah.
La invocación: Que hizo los cielos y la tierra.
La presencia: Te bendiga desde Sion.
Con ambas figuras hay una repetición de “descender”. Esta armonía, esta bendi-
ción desciende de Dios y afecta a todo el cuerpo y a todo el pueblo. El NT también
372
destaca la importancia del amor y la armonía en la iglesia. Dios quiere esta unidad
armoniosa, la bendice y la señala como prueba de la vida eterna (1 Jn. 3:14).
SALMO 134: LITURGIA. LA ALABANZA NOCTURNA EN EL TEMPLO
Este último canto de ascenso gradual (120–134) termina con los que sirven a Dios
en el templo. Cantores levíticos fueron asignados al servicio en el templo, día y no-
che: Y los que eran cantores, jefes de casas paternas de los levitas, estaban en las
cámaras, exentos de otros servicios; porque de día y de noche estaban en este queha-
cer (1 Crón. 9:33).
Bendecid a Jehovah es un mandato. ¡Qué privilegio era ser asignado a la alabanza
y el servicio a Dios continuamente [página 410] aun en las noches! Pero, en aquel
tiempo como ahora, tal servicio podría degenerarse en una mera rutina y volverse
seco. El mandato de realmente bendecir a Dios llama la atención a hacerlo de cora-
zón.
Que estáis es del heb. mo ed, que nor-malmente conlleva la idea de estar de pie.
Los levitas hacían el servicio en el templo estando de pie.
Algunos preguntan cómo los levitas podían levantar las manos al santuario si ya
estaban en el santuario. Algunos traducen “a lugares santos” o “a cosas santas”,
otros “en santidad”, y otros piensan en el santuario celestial. Podemos pensar que
levantaron las manos hacia el lugar santísimo o hacia el santuario celestial. Era cos-
tumbre levantar las manos en la adoración (cf. 28:2; 1 Tim. 2:8).
Semillero homilético
Cuán grande es Dios
135:1–21
La eternidad de Dios (vv. 1–7).
Amor: Porque Jehovah es bueno, v. 3. Poder: Es
más que todos los dioses, v. 5. Soberanía:
Desde los extremos de la tierra, v. 7. La
omnisciencia de Dios (vv. 8–14).
Habla: Hirió a los primogénitos, v. 8.
Ve: Envió señales y prodigios, v. 9.
Escucha: Y tendrá misericordia, v. 14.
. La vanidad de los ídolos (vv. 15–18).
Mudos: Tienen boca, pero no hablan, v. 16.
Ciegos: Tienen ojos, pero no ven, v. 16.
Sordos: Tienen orejas, pero no oyen, v. 17.
. La magnificencia de Dios (vv. 19–21).
Exordio: Bendecid a Jehovah, v. 19.
Consigna: Los que teméis a Jehovah, v. 20.
Exhortación: ¡Bendito sea Jehovah!, v. 21.
El que canta ahora (v. 3) pide una bendición sobre otro. De nuevo se recalca la
grandeza de Dios con base en la creación. El que creó todo, bendice desde un lugar
373
específico, Sion. Dios es infinito pero se goza en bendecir a personas específicas y en
lugares específicos. El autor de Hebreos usa el mismo concepto referente a Jesús y al
santuario en los cielos (Heb. 12:22–24). Otras menciones de alabanza en la noche
son los Salmos 42:8; 57:8; 119:62.
SALMO 135: HIMNO DE ALABANZA PARA LOS SIERVOS DE DIOS
Un salmo-canto usado en la adoración en Israel. Toma elementos de otros salmos
y otros pasajes del AT (cf. v. 1 con 113:1 y 134:1; v. 2b con 116:19; v. 4 es un eco de
Deut. 7:6; vv. 15–18 con Sal. 115). Cuando habla de los siervos de Jehovah uno po-
dría pensar en los sacerdotes y levitas, pero el autor también piensa en todo el pue-
blo como siervo.
1. Invitación a la alabanza, vv. 1–4
La invitación es una exhortación con imperativo, alabad, pues hemos de “decidir”
alabar a Dios. El nombre de Jehovah señala [página 411] su naturaleza, su esencia.
Adoramos a Dios por quien es.
Primero exhorta a los siervos que están en el templo. Sin duda los sacerdotes y le-
vitas que ministraban todo el tiempo en el templo se sentían aburridos a veces; o
perdian el entusiasmo en su ministerio y amor hacia Dios. Así, la exhortación hace
falta, deben hacer todo en adoración a Dios. La dedicación y vivencia espiritual de
los que dirigen la adoración influye en todo el pueblo.
Pero el salmista también exhorta a todos los israelitas, pues ellos estaban en los
atrios. Todos deben alabar a Jehovah (halelu-yah) porque él es bueno; este bueno
comprende todo lo bondadoso y misericordioso que es Dios para con su pueblo. Es
agradable (v. 3) puede referirse a su nombre o a la actividad de cantar salmos.
El primer motivo de esta alabanza es la elección. ¡Qué privilegio ser escogido por
Dios! En los versículos que siguen se dan varias razones por las que Israel puede es-
tar seguro en su elección: a) su grandeza y poder, v. 5; b) hace lo que quiere, su so-
beranía, v. 6; c) su poder absoluto sobre la creación, v. 7; d) sus hechos salvíficos en
el éxodo, vv. 8–12; e) es eterno, no cambia, v. 13.
2. Dios omnipotente, creador, vv. 5–7
Hemos de alabar a Dios por su grandeza. Cuando pensamos en lo maravilloso de
este planeta y la grandeza del universo que Dios creó, nos mueve a adorarle. Debe-
mos entender la frase más que todos los dioses a la luz de vv. 15–18. Para el salmista
sólo existen como objetos de adoración, no son dioses (aunque parece que hubo po-
deres demoníacos en religiones paganas). Quiere enfatizar que Dios tiene todo el po-
der del universo, no tiene rivales, puede hacer todo lo que ha querido (v. 6, cf. 115:3).
Hace subir… (v. 7) es de Jeremías 10:13 (o viceversa). Dios está activo en lo que
acontece aun en la naturaleza.
3. Dios libertador, vv. 8–12
Los eventos del éxodo (y el peregrinaje) se usan a través de la Biblia para mostrar
cómo Dios interviene en la historia para liberar a su pueblo oprimido. En el NT se
usan como ejemplo de su poder de liberar a las personas de la opresión del pecado y
del diablo. Juzgó al opresor (v. 8); hizo señales y milagros (v. 9), venció a los enemi-
gos (vv. 10, 11); y dio la tierra prometida a su pueblo (v. 12). En estos versículos te-
nemos eco de pasajes como Deuteronomio 3:21; 4:38; 7:1; 9:1; 11:23 y Josué 23:9.
[página 412] 4. Dios es eterno, vv. 13, 14
374
Ahora el salmista se dirige a Dios reconociendo que es eterno y su misericordia no
cambia de generación en generación; por eso es confiable. Aun en el juicio el salmis-
ta confía porque Dios es justo y a la vez tendrá misericordia de sus siervos.
5. Censura de la idolatría, vv. 15–18
Estos versículos son casi iguales al Salmo 115:4–8. La adoración al Dios verdade-
ro implica renunciar a otros dioses. La verdadera fe en Dios requiere decisión defini-
da. El salmista se burla de los ídolos y sus adoradores. Esos ídolos no tienen ningún
poder, son simplemente la proyección del ser humano.
6. Exhortación final a la alabanza, vv. 19–21
El triple llamado a la alabanza de los Salmos 115:9–11 y 118:2–4 aquí se amplía y
es cuádruple, se agrega casa de Leví. El salmista no termina con la censura de la
[página 413] idolatría; la mejor arma contra la falsa religión es la decisión y acción
definidas de alabar a Dios y proclamar su mensaje. La exhortación es a todo Israel y
a todos los que temen a Jehovah, pero también notamos la mención de la casa de
Aarón y de Leví. Cuando los que se dedican a un ministerio especial en la casa de
Dios descuidan la adoración verdadera, las consecuencias son tristes, pues pueden
enfriar y desviar a todo el pueblo de Dios. A todos los que sirven en la iglesia, en
cualquier forma, esta exhortación es de suma importancia. Hemos de bendecir a
Dios, pues él mora en Jerusalén, mora entre su pueblo. ¡Aleluya!
Semillero homilético
Lo que merece Dios de nosotros
136:1–25
Alabad al Dios de los cielos:
¡Porque para siempre es su misericordia!, v. 26.
Dios en la creación (vv. 1–9).
Gloria: Alabad a Jehovah, porque es bueno, v. 11.
Inteligencia: Al que con entendimiento hizo los cielos, v. 14.
Don: Y dio la tierra de ellos en heredad, v. 21.
Dios con nosotros (vv. 23–26).
Compasión: En nuestra humillación se acordó de nosotros, v.
23.
Liberación: Y nos rescató de nuestros enemigos, v. 24.
Provisión: El da alimento a toda criatura, v. 25.
Joya bíblica
Alabad al Dios de los cielos:
¡Porque para siempre es su misericordia! (136:26).
Semillero homilético
Los desterrados también lloran
137:1–9
La tristeza del destierro (vv. 1–3).
El dolor: Nos sentábamos y llorábamos, v. 1.
La nostalgia: Colgábamos nuestrasliras, v. 2.
La opresión: Los que allá nos habían llevado cautivos, v. 3.
La lealtad de los desterrados (vv. 4–6).
El pasado: En tierra de extraños, v. 4.
El presente: Si me olvido de ti, oh Jerusalén, v. 5.
El futuro: Como principal motivo de mi alegría, v. 6.
. La retribución de los malvados (vv. 7–9).
El recuerdo: Acuérdate, oh Jehovah, v. 7.
La imprecación: Que te dé la paga por lo que tú nos hiciste, v.
8.
El despojo: Y los estrelle contra la roca, v. 9.
Semillero homilético
La misericordia que no desampara
138:1–8
La misericordia manifestada (vv. 1–3).
Gratitud: Te doy gracias con todo mi corazón, v. 1.
Veracidad: Y tu Palabra sobre todas las cosas, v. 2.
Animo: Mucho valor infundiste en mi alma, v. 3.
La fidelidad probada (vv. 4–6).
Reconocimiento: Todos los reyes de la tierra te alabarán, v. 4.
Excelencia: Pues grande es la gloria de Jehovah, v. 5.
Compasión: Mira el humilde, v. 6.
. La liberación concedida (vv. 7, 8).
Cuidado: Tú me preservarás la vida, v. 7.
Protección: Y me salvará tu diestra, v. 7.
Confianza: Oh Jehovah, tu misericordia es para siempre.
Doy gracias (v. 2) es “alabo con gratitud”, por eso los traductores alternan entre
“alabar” y “dar gracias”. Lo que el salmista destaca en esta alabanza es la misericor-
dia y la verdad (o fidelidad) de Dios.
La última línea del v. 2 en heb. es lit.: “Has exaltado tu palabra (o tu promesa) so-
bre todo tu nombre.” Pero se pregunta: ¿Cómo puede exaltar su palabra sobre su
propia esencia? De modo que muchos creen que se ha perdido una conjunción y lo
traducen como RVA.
Dios contesta de muchas maneras; aquí Dios no sólo lo liberó sino también reno-
vó sus fuerzas interiores (v. 3).
2. Alabanza universal a Dios, vv. 4, 5
La mención de reyes es uno de los detalles que pueden indicar el aspecto real de
este Salmo. Los salmos a menudo demuestran una gran visión misionera; el motivo
principal es que todos en el mundo alaben a Dios. Para eso necesitan escuchar su
Palabra, que es el gran desafío del NT [página 419] también, y en nuestro tiempo.
El v. 5 destaca dos enseñanzas. No sólo deben conocer los hechos de Dios sino
también sus caminos, la manera en que actúa. También indica que la gloria de Dios
en sí hace surgir alabanza.
Joya bíblica
Aunque Jehovah es sublime,
mira al humilde;
pero al altivo lo reconoce de lejos (138:6).
El salmista no deja de maravillarse por la grandeza de Dios; creó todo y reina so-
bre todo. Y se maravilla aun más cuando reconoce que a pesar de su grandeza y glo-
ria mira al humilde. La última frase del v. 6 se ha traducido de diferentes maneras.
Algunos lo ven como indicación de que el altivo no está cerca de Dios, su altivez le
380
aleja de él. Esto es cierto, pero aun más el salmista quiso mostrar que el altivo no
puede escapar de Dios, aunque parece lejos, Dios conoce perfectamente su corazón.
3. Confianza del humilde, vv. 7, 8
Los salmistas siempre confían en Dios y siempre destacan la comunión con él. Pe-
ro hacen claro que esto no les exime de problemas o luchas. Casi siempre hablan de
enemigos. Pero saben que Dios es más fuerte, y es él quien “preserva” la vida. Esta
misma palabra puede ser “reavivar” o “vivificar la vida” como en el Salmo 119:25, 37.
El Salmo termina con una confianza completa en que Dios seguirá su obra en su
vida (cf. Fil. 1:6), con alabanza de nuevo por su misericordia, y con una petición final.
SALMO 139: SALMO DIDACTICO. OMNISCIENCIA Y OMNIPRESENCIA
DE DIOS
El exégeta judío Ibn Ezr lo llamó la corona del libro de los Salmos. Sólo en Job
hay semejante profundidad de deseo de que Dios le examine. Por cierto, muestra pa-
ralelos con el lenguaje de Job, por eso Dahood lo fecha en el siglo VII a. de J.C., aun-
que muchos otros fechan tanto Job como este Salmo como posexílico.
El Salmo es útil para quitarnos las máscaras engañadoras y las hipocresías que
tantas veces estorban la comunión con Dios y la vida de la iglesia.
Es muy doctrinal, pero notemos cómo enseña las doctrinas de Dios. No lo hace
con conceptos abstractos, sino con hechos concretos de lo que significa esta verdad
en la vida cotidiana. Así debemos teologizar: aplicar la enseñanza bíblica a todo as-
pecto de nuestra vida.
1. Dios omnisciente: me conoce todo, vv. 1–6
Tú me has examinado (v. 1). Dios no es [página 420] como un receptor imperso-
nal de la tecnología moderna que capta todo pero sin discernir entre estados de áni-
mo, motivos, etc. Dios conoce todo, pero puede discernir nuestra necesidades más
íntimas.
Tú (v. 2) es enfático, el que me conoce es el Señor mismo, y me conoce personal-
mente. Los verbos que se usan en los vv. 2 y 3 (sentarse, levantarse, caminar, acos-
tarse) indican la totalidad de las acciones de cada día. Nótense los mismos verbos en
Deuteronomio 6:7.
Pensamiento en el v. 2 es una palabra (rea 7454) que conlleva la idea de “propósito”
o “meta”. Has considerado (v. 3) es una palabra que significa “zarandear”. Dios cono-
ce todos mis proyectos, mis sueños, mis deseos, mis propósitos. El sabe si mi acos-
tarme es pereza o el descanso necesario.
Semillero homilético
El gran escape
139:7–12
El salmista, de regreso de su vano intento de huir, nos trans-
porta a la dimensión plena de la presencia de Dios, manifesta-
da a través de su omnipresencia y omnisciencia divinas.
El intento
El hombre se siente perseguido y huye, evita y encuentra.
Huye más allá de los mares, desciende a lo más profundo, se
381
El v. 4 es sorprendente, nos hace cuidar aun lo que nos gustaría decir. Me rodeas
en el v. 5 (tsur 6696) se usa para sitiar un lugar o “encerrar”. Pero el salmista no se
siente encasillado; más bien encuentra seguridad en este hecho.
En heb., la última línea del v. 6 dice: “tan alto que no lo puedo”. Es una elipsis,
con “alcanzar” sobreentendido; figura que aumenta el impacto del Salmo. Nuestra
mente no alcanza, no comprendemos cómo Dios puede saber todos estos detalles de
nuestra vida. Y conoce los mismos detalles acerca de miles y millones de otras per-
sonas a la vez. La fe verdadera reconoce la grandeza de Dios, aunque la mente [pági-
na 421] no la puede alcanzar. Para el salmista que ama a Dios, todo esto no es nega-
tivo; implica dos lecciones grandes: 1) la responsabilidad, pues hemos de ser francos
con Dios y dejar que nos examine a fondo; 2) la seguridad, porque Dios conoce nues-
tras dificultades y peligros y nos ama, sabemos que nos cuida: Sobre mí pones tu
mano.
2. Dios omnipresente: está dondequiera que yo vaya, vv. 7–12
¿A dónde me iré…? Dios está presente en todo el universo. Nótese qué bien el len-
guaje encuadra con la revelación más completa del NT, donde está el Espíritu de
Dios, allí también está su presencia.
En los vv. 8 y 9 el salmista presenta una serie de contrastes para mostrar lo infi-
nito de la presencia de Dios: los cielos, el Seol, el alba (que puede sugerir el oriente),
el extremo del mar (que fue sinónimo al occidente). No hay lugar en el universo don-
de uno podría escapar de la presencia de Dios, ni en las galaxias, ni en las estrellas
[página 422] más lejanas, todo es parte del universo que Dios creó y en el que seño-
rea. Dios aun está a cargo del Seol; el infierno no está gobernado por Satanás como
algunos sugieren.
En el v. 10, la palabra asirá ( ajaz 270), “agarrar”, muestra el cuidado de Dios. El
salmista no quiere huir de la presencia de Dios; sabe que en cualquier situación,
aun la que parezca oscura, Dios lo “agarra”, lo sostiene y lo guía. Dios quiere que
nosotros tengamos esta misma confianza en él.
383
Las tinieblas me encubrirán (v. 11). Encubrirán viene de shuf 7779 que también
puede traducirse “herirá”. En tal caso las tinieblas también se refieren a experiencias
difíciles y oscuras. A menudo pasamos por tales experiencias cuando parece que
Dios está lejos o ausente; pero el salmista asegura que allí también Dios está presen-
te.
La noche resplandece como el día (v. 12) nos hace pensar en los nuevos inventos
tecnológicos para poder ver en la oscuridad. ¡Pero a Dios no le hacen falta! ¿Cómo ve
Dios? ¿Cómo sabe todo? Es más allá de nuestra comprensión.
3. Dios soberano: me formó, vv. 13–18
Tú formaste mis entrañas (v. 13). Así Dios conoce todos mis órganos y cómo fun-
cionan. Nos conoce desde antes de nacer. Por eso hemos de dar gracias a Dios y ala-
barle (cf. nota en RVA). Alabamos a Dios porque tanto sus obras pequeñas como las
grandes son maravillosas.
En lo profundo de la tierra (v. 15) está en paralelo con en lo oculto del vientre, una
comparación entre el seno de la madre y el seno de la tierra de donde el ser humano
tuvo su origen.
Si Dios aun toma interés en la formación de nuestros huesos (v. 15) y nuestro
embrión (v. 16) nos sugiere dos implicaciones: 1) debemos orar por las mujeres em-
barazadas, y 2) qué serio delante de Dios debe ser la gran cantidad de abortos en
nuestra sociedad.
En tu libro… escrito (v. 16) es un concepto a través de la Biblia. En el mundo anti-
guo, lo que era importante para recordar fue puesto por escrito. Dios no olvida nin-
gún detalle de nuestra vida; todos están registrados (¿será un registro lit. o en la
memoria de Dios?).
Los pensamientos de Dios a favor de sus hijos son positivos y son muchos. El
Salmo debe aumentar nuestra fe y nuestro concepto de cuan grande es Dios.
Esto no es sólo un sueño; Despierto, y aún estoy contigo (v. 18), puede también
señalar hacia la resurrección.
4. Dios santo: compromete mi vida, vv. 19–24
Los vv. 19–23 constituyen una sección imprecatoria, es decir, donde el salmista
pide castigo o venganza sobre sus enemigos (véase discusión del Sal. 109). Algunos
sugieren que en esta sección encontramos el motivo del Salmo, que el salmista [pá-
gina 423] fue acusado por sus enemigos y pide que Dios lo examine para comprobar
que es inocente.
Porque contra ti urden planes (v. 20) y ¿Acaso no aborrezco, oh Jehovah, a los que
te aborrecen…? (v. 21) indican el compromiso del salmista con el honor y la gloria de
Dios. Se identifica con los propósitos de Dios; de modo que aborrece el mal. Debemos
recordar 1) que estamos en una batalla; tenemos enemigos espirituales, y 2) en el NT
debemos amar a las personas. El salmista queda dentro del marco de la revelación
del AT. Aunque debemos amar a nuestros enemigos, debemos luchar contra el mal;
debemos estar comprometidos con los principios y propósitos que Dios ha revelado
en su Palabra. El salmista nos da un buen ejemplo de este compromiso.
384
Joya bíblica
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
pruébame y conoce mis pensamientos. Ve
si hay en mí camino de perversidad
y guíame por el camino eterno (139:23, 24).
Semillero homilético
Una petición de protección
140:1–13
La protección demandada (vv. 1–5).
Invocación suplicante: Líbrame, oh Jehovah, del hombre
malo, v. 1.
Custodia necesaria: Guárdame, oh Jehovah, de manos del
385
impío, v. 4.
Defensa permanente: Protégeme del hombre violento, v. 4.
La fidelidad auxiliadora (vv. 6–8).
Intercesión constante: Escucha, oh Jehovah, la voz de mis
ruegos, v. 6.
Salvación poderosa: Oh Señor, fortaleza de mi salvación, v. 7.
Ayuda victoriosa: Tú cubres mi cabeza en el día de la batalla,
v. 7.
. El destino afirmado (vv. 9–13).
Retribución merecida: La maldad de sus propios labios
cubrirá sus cabezas, v. 9.
Protección recibida: Jehovah amparará la causa del pobre, v.
12.
Morada prometida: Los rectos morarán en tu presencia, v. 13.
Del título (Salmo de David) no podemos estar seguros si fue escrito por él o para
él, pero el lenguaje del Salmo es arcaico, de modo que es posible que David fuera el
autor. Al salmista le gusta usar el tipo de paralelismo que se llama quiasmo, donde
la segunda línea invierte el orden de la primera: por ejemplo en heb. el v. 1 dice: “Lí-
brame, oh Jehovah, del hombre malo; del hombre violento, guárdame.” Este orden,
que fue llamativo al oído semítico, a menudo se pierde en la traducción. En este
Salmo los vv. 1, 4, 5, 8, 10 y 13 contienen quiasmos. Este Salmo demuestra seme-
janzas con el 58 y el 64.
1. Oración para protección, vv. 1–5
Aunque el Salmo dice del hombre, singular, hemos de tomarlo como colectivo; el
salmista tiene en mente a ellos (v. 2). El peligro es real; los enemigos son malos y vio-
lentos. La oposición es planeada y constante (v. 2). Sus ataques llegan en forma de
calumnias (cf. 12:2–4; 58:4). De nuevo se nota la gran importancia de las palabras,
sean para mal o para bien.
Los enemigos, físicos y espirituales, son violentos y usan trampas (vv. 4, 5); pue-
den usar cosas que parezcan buenas para hacer caer al piadoso. Pero el salmista sa-
be que solamente Dios puede guardarnos y liberarnos de estos enemigos.
[página 425] 2. Oración de confianza, vv. 6–8
Mi Dios destaca la relación personal con Dios. Dice Calvino: “Hasta que uno tenga
la persuasión de ser salvo por la gracia de Dios no puede haber oración sincera.” For-
taleza de mi salvación (v. 7) enfatiza que Dios es un Salvador con poder para liberar
de cualquier situación por difícil que sea.
El párrafo habla de tres bases para la confianza: a) la relación personal con Dios
(v. 6a); b) el poder de Dios para salvar (v. 7a); y c) experiencias pasadas de liberación
(v. 7b, el verbo es tiempo pasado).
Joya bíblica
El hombre suelto de lengua no será firme en la tierra;
al hombre violento el mal le perseguirá a empujones
386
(140:11).
Joya bíblica
No dejes que mi corazón se incline a cosa mala,
para hacer obras perversas
con los hombres que obran iniquidad.
No coma yo de sus manjares (141:4).
La tragedia de la caída
141:10
Caigan juntos los impíos en sus propias redes, mientras yo
paso a salvo.
Causas: El gran enemigo. El hombre cautivo se esconde.
Castigo: El pecado y sus consecuencias. La muerte.
Consecuencias: Miedo, dolor, alejamiento. Angustia.
Resultados: Desesperación, soledad, depresión. Condena-
ción.
Joya bíblica
A ti clamo, oh Jehovah.
Digo: “Tú eres mi refugio
y mi porción en la tierra de los vivientes” (142:5).
Semillero homilético
El clamor de un desesperado
142:1–7
Invocación inicial (vv. 1–3).
Oración: Con mi voz clamo a Jehovah, v. 1.
Urgencia: Delante de él derramo mi lamento, v. 2.
Descanso: Tú conoces mi senda, v. 3.
Situación del salmista (vv. 4, 5).
Perseguido: No tengo refugio, v. 4.
Abandonado: No hay quien se preocupe por mi vida, v. 4.
Agotado: Tú eres mi refugio, v. 5.
. Súplica confiada (vv. 6, 7).
Escucha: Porque estoy muy afligido, v. 6.
Líbrame: Saca mi alma de la prisión, v. 7.
Sáciame: Porque me colmarás del bien, v. 7.
Según 1 Samuel 22:1, 2, David fue solo a la cueva, pero allí llegaron a apoyarle
sus hermanos y muchos otros; de modo que vio la respuesta a su clamor. Además,
como comenta Calvino, más tarde esta misma confianza en Dios dio a David la forta-
leza necesaria para resistir la tentación de matar a Saúl (1 Sam. 24:3–7).
3. Oración de fe, vv. 5–7
El v. 5 muestra la fe y dedicación del salmista a Dios. Si él es nuestro refugio y
nuestra porción (lo que vale en nuestra vida), podemos también confiar en él. Aunque
los enemigos son más fuertes que yo, el salmista sabe que con Dios la victoria es se-
gura, pues “uno con Dios es mayoría”.
El salmista siempre quiere glorificar a Dios; desea su liberación para que alabe tu
nombre. Las últimas dos líneas muestran la plena confianza en la manifestación de
la salvación de Dios.
389
Semillero homilético
Peticiones manantiales
143:1–12
De la consolación divina (vv. 1, 2).
Petición: Oh Jehovah, escucha mi oración, v. 1.
Amor: Respóndeme por tu fidelidad, v. 1.
Justicia: No entres en juicio con tu siervo, v. 2.
De la dependencia divina (vv. 3–6).
Situación: Porque el enemigo ha perseguido mi alma, v. 3.
Experiencia: Mi corazón queda asombrado, v. 4.
Anhelo: Mi alma te anhela como la tierra sedienta, v. 6.
. Del camino divino (vv. 7–12).
Urgencia: Respóndeme pronto, oh Jehovah, v. 7.
Propósito: Enséñame a hacer tu voluntad, v. 10.
390
Victoria en Jehovah
144:10
Tú eres el que da victoria a los reyes,
el que rescata a su siervo David de la maligna espada.
La victoria de Cristo ha sido una realidad con su descenso
desde la esfera del cielo a la tierra.
Cristo rompe las puertas del Hades, vence a Satanás y lo
convierte en prisionero del propio Hades.
La victoria de Cristo adquiere los rasgos de una liberación a
través de los territorios dominados por el mal.
Cristo derriba los muros de la prisión en la que los hombres
se sentían prisoneros.
Cristo regresa para inaugurar su reino por los siglos de los
siglos.
Joya bíblica
Bienaventurado el pueblo al cual así le sucede.
¡Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehovah!
(144:15).
Joya bíblica
Clemente y compasivo es Jehovah,
lento para la ira y grande en misericordia (145:8).
Joya bíblica
Justo es Jehovah en todos sus caminos y
bondadoso en todas sus obras.
Cercano está Jehovah a todos los que le invocan,
a todos los que le invocan de verdad (145:17, 18).
395
Bendiciones incontables
145:20
Las bendiciones del creyente que Dios ama.
Ser amado.
Ser feliz.
Ser eficiente.
Ser lleno de poder.
Ser fuerte en fe.
Ser valeroso.
Ser digno de confianza.
Ser enteramente consagrado.
[página 436]
SALMO 146: HIMNO DE ALABANZA Y CONFIANZA EN DIOS LIBERTA-
DOR
Es un lindo himno que también es didáctico. Probablemente es posexílico. Cada
uno de estos últimos cinco Salmos (146— 150) empieza y termina con ¡Aleluya!
1. Llamado a la alabanza, vv. 1, 2
¡Aleluya! en sí es un llamado a la adoración; lit. es “Adorad a Yah (Jehovah)”. El
salmista se llama a alabar a Dios; toma una decisión consciente y definida. Así
hemos de decidir alabar a Dios.
El v. 2 tiene que ver con dos preguntas: 1) ¿cuándo adoramos?, y 2) ¿cómo ado-
ramos? Dice que adorará en su vida. Mientras que viva, todo el tiempo que viva; no
vale esperar hasta que la muerte se acerque. Ahora, cuando tenemos vida, hemos de
adorar.
Semillero homilético
Una confianza segura
146:1–10
Exhortación a no confiar en el hombre (vv. 1–4).
No son dignos de fiar.
Su palabra es insegura.
Sus proyectos perecen.
Exhortación a confiar en Dios (vv. 5–7).
Es verdaderamente poderoso.
Existe eternamente.
Su bondad es permanente.
. Exhortación a la adoración (vv. 8–10).
El Señor es digno de alabanza.
Sus beneficios son incontables.
396
Joya bíblica
Jehovah reinará para siempre;
tu Dios, oh Sion, de generación en generación. ¡Aleluya!
(146:10).
Este Salmo está bien estructurado, es linda literatura. Demuestra un arreglo lla-
mado “Correspondencia combinada” donde los temas se repiten en forma sistemáti-
ca:
A Alabanza (vv. 1, 2)
B. a. Es malo confiar en el hombre (v. 3)
B. b. El hombre no tiene poder (v. 3)
B. c. El hombre es perecedero (v. 4)
B’ a. Es bueno confiar en Dios (v. 5)
B’ b. Dios es todo poderoso (vv. 6–9)
B’ c. Dios es eterno (v. 10)
A’ Alabanza (v. 10).
SALMO 147: HIMNO A DIOS PROVIDENTE
Se cree que este bello himno fue cantado en la dedicación de los muros en el
tiempo [página 438] de Nehemías; los vv. 2, 12 y 13 sugieren lo mismo. Tres veces el
salmista hace un llamado a la adoración: vv. 1, 7 y 12. En la LXX los vv. 1–11 son el
Salmo 146 y los vv. 12–20 son del 147. Así, aunque los Salmos 9 y 10 están unidos
en la LXX y desde el 10 hasta el 146 difiere la enumeración, ahora de Salmos 148 a
150 los números concuerdan de nuevo.
1. La alabanza es bella, v. 1
Dios se deleita en la alabanza de su pueblo porque en ella se cumple la comunión
con él; también la alabanza es “buena” y agradable a los adoradores. Debe ser el de-
leite del creyente. Algunos piensan que los adjetivos bueno y agradable más bien se
refieren a Dios, lo que es posible; pero la traducción de RVA es más acertada. El
salmista quiere destacar lo bello que es alabar a Dios con su pueblo. Alguien ha di-
cho que toda música adora a alguien o algo. Hay otras maneras de adorar a Dios,
pero normalmente cuando pensamos en adoración, pensamos en música. Dios nos
hizo para tener comunión con él. ¿Será por eso que la música es tan placentera para
el ser humano?
2. Dios es infinito, vv. 2–6
Si este himno fue escrito en tiempo de Esdras y Nehemías podemos entender la
alabanza de los judíos por la restauración de su pueblo y de Jerusalén. El versículo
también tiene significado figurativo para la iglesia. Es Dios quien une a los cristianos
y edifica su iglesia.
Cuando Dios obra en la iglesia, haciéndola crecer, lo hace sanando vidas (v. 3). A
través del Salmo se destacan la misericordia, el poder y la santidad de Dios. Si Dios
quiere sanar a los quebrantados de corazón sus siervos deben tener las mismas prio-
ridades.
398
Uno podría preguntar cómo el v. 4 se relaciona con el v. 3. Es la misma combina-
ción de ideas que en Isaías 40; si Dios se interesa en los detalles de todos los millo-
nes de estrellas, puede también interesarse en la salud espiritual y física de cada ser
humano. Su poder y entendimiento para hacerlo son infinitos (v. 5).
Jehovah ayuda a los humildes (v. 6) es un tema prominente en toda la Biblia. Dios
resiste a los soberbios, los “tira abajo”, pero levanta a los que se humillan delante de
él.
3. Dios provee a todos, vv. 7–9
El salmista prorrumpe en alabanza por todo lo que Dios ha hecho y todas sus
provisiones, que va a mencionar ahora. Con acción de gracias es todah 8426, que es
alabanza que conlleva actitud de gratitud. [página 439] Inmediatamente esta actitud
de alabanza invoca la música para ayudar a expresarla.
Algunos piensan que Dios hizo el universo y las leyes naturales para que éste siga
funcionando por sí mismo. Sin embargo, el salmista explica que Dios está activo en
todo momento en lo que sucede. Es por el amor de Dios que la tierra produce ali-
mento. Dios aun se da cuenta de los gritos de las crías de los cuervos, y contesta;
cuánto más escuchará al clamor de sus hijos.
Joya bíblica
Envía su palabra y los derrite;
hace que sople su viento, y corren las aguas (147:18).
Joya bíblica
Alaben el nombre de Jehovah,
porque él mandó, y fueron creados (148:5).
Semillero homilético
La alabanza universal
148:1–14
Desde las alturas (vv. 1–6).
Los ángeles, v. 2.
El sol y la luna, v. 3.
Los cielos y las estrellas, vv. 3, 4.
401
Semillero homilético
La adoración con motivos amplios
150:1–6
Preludio (vv. 1, 2).
Adoración: En su santuario, v. 1.
Soberanía: En el firmamento, v. 1.
Alabanza: En su inmensa grandeza, v. 2.
Hallelu-yah (vv. 3–5).
Orquesta: Con lira y arpa, v. 3.
Danza: Con panderos y danza, v. 4.
Coro: Con címbalos de júbilo, v. 5.
. Doxología (v. 6).
Totalidad: Todo… Espíritu:
Lo que respira. Eternidad:
Alabe a Jehovah.
4. ¿Quién?, v. 6
Todo el salterio se dirige a este punto: que ¡Todo lo que respira alabe a Jehovah!
Es la exhortación a través del libro de los Salmos; es el motivo misionero que se de-
clara a menudo; es el clímax a que se dirige todo el plan redentor de Dios. Es lo que
fue profetizado: Por mí mismo lo he jurado;… que delante de mí se doblará toda rodi-
lla, y jurará todo lengua (Isa. 45:23). Es la médula de nuestro servicio a Dios; es la
meta de la gran comisión, que toda lengua confiese para gloria de Dios Padre que Je-
sucristo es Señor (Fil. 2:11).