Villa Montes Socio Cultural Historia
Villa Montes Socio Cultural Historia
Villa Montes Socio Cultural Historia
Desde el año 1995, por Resolución de la Junta Municipal Nº 041/95, el municipio de Villa Montes está
subdividido en 11 distritos, de los cuales cuatro son urbanos y siete rurales. Los distritos urbanos están
compuestos por 13 barrios, mientras que los distritos rurales por 48 comunidades, como se muestra en
el cuadro Nº 3
Cuadro Nº 3
Distritos Urbanos y Rurales
Distritos Comunidades/Barrios
Distritos Urbanos Barrios
Distrito 1 Barrios: Bolívar y Capitán Víctor Ustarez
Distrito 2 Barrios: 27 de Diciembre, Central y Pilcomayo
Distrito 3 Barrios: Avaroa, Litoral y San Francisco
Distrito 4 Barrios: Bilbao Rioja, El Chañar, Beneméritos, Ferroviario y San Antonio
Distrito Indígena Comunidades
Distrito 5 Tuntey, Tunteytas, Kilómetro 1, Capirendita, Quebrachal, Circulación, Tres Pozos,
Cueva de León, Algarrobal, San Bernardo, Bella Esperanza, Resistencia,
Viscacheral y Tapietes
Distritos Rurales Comunidades
Distrito 6 Caiguami, Chimeo, Caigua, Lagunitas, Iguembe, Ipa, Puesto García, Tarairi,
Tucainty.
Distrito 7 Tiguipa, Tahiguati
Distrito 8 Capirenda, Galpones, Quintín Ortíz,
Distrito 9 Puesto Uno, Cototo, Ibopeity, El Cincuenta, Taringuity, Ibibobo.
Distrito 10 Cutaiqui, El Toro, Bolívar, Esmeralda, Media Luna, La Victoria, Las Bayas,
Samahiguate.
Distrito 11 La Costa, La Tricolor, Palmar Grande, Palmar Grande Estación, La Central
Fuente: Resolución de la Junta Municipal No. 041/95
Elaboración: Unidad de Planificación Gobierno Municipal V.M.
El 26 de Julio de 1866, en la ribera occidental del Pilcomayo, con misa cantada por el P. Prefecto de
los misioneros de Tarija y la solemne erección de la Cruz, se inauguró la nueva Misión de “San Antonio
de La Peña”, con indios Noctenes. Los cuarenta años que van desde 1866 hasta 1906 son años de
intensa actividad misionera y colonizadora en esta vasta región que va desde Macharetí hasta
Aguairenda y que tiene como eje central el Río Pilcomayo.
Con suerte alterna y muchos sacrificios los franciscanos de Tarija procuran mantener y desarrollar las
dos Misiones de San Francisco Solano y San Antonio como puerta abierta hacia el Chaco
desconocido, como esperanza de conquista de las numerosas tribus salvajes. Una tras otra llegan a la
región del Pilcomayo las expediciones de exploradores y militares tratando de abrir el camino hacia el
Paraguay y afirmar la soberanía de Bolivia con implantación de fortines y colonias. Nombres y fechas
que han entrado en la historia de Bolivia: Rivas, Crevaux, Thouar, Campos y muchos otros. Dos
religiosos estampan también su nombre en la historia de la explotación del Pilcomayo: el P. José
Gianelli y el P. Doroteo Giannecchini, sea como actores directos, sea como capellanes y colaboradores
en varias expediciones.
Toda esta inmensa estructura había sido realizada con el sacrificio y gasto particular de los misioneros
franciscanos de Tarija y de una manera especial, por el P. Benvenuto Boccaccini, misionero de “San
Francisco Solano”. En ese momento, 27 de diciembre de 1905, la cruz y la espada entran en conflicto
y la espada líquida la obra de la cruz lanzando la idea de constituir una nueva ciudad en ese mismo
lugar, de acuerdo al siguiente Decreto Supremo: “Ismael Montes. Presidente Constitucional de la
República. Considerando: Que para el fomento y seguridad de la colonización en la Provincia del Gran
Chaco y el desarrollo de las exploraciones del Pilcomayo, es indispensable establecer un centro civil y
administrativo donde residan las autoridades políticas y judiciales y de donde se atienda al
poblamiento de esas regiones y la radicación de los colonos e inmigrantes... Se decreta: Artículo único:
Las Misiones de San Francisco Solano y San Antonio de Padua, bajo la denominación de Villa Montes,
quedan desde esta fecha (27 de Diciembre de 1905) sometidas a las leyes de la República y a las
autoridades administrativas”.
En el año 1906, el Gobierno del Dr. Ismael Montes concedió a la Compañía Alemana Staud, más de
400 lenguas de tierras fiscales en la margen izquierda del río Pilcomayo, con fines de colonización
para desarrollar exclusivamente la agricultura y la ganadería aprovechando las aguas del río
Pilcomayo para regar por gravedad más de 8000 hectáreas de tierras al margen izquierda.
La Tercera Sección Municipal de la Provincia Gran Chaco con su Capital Villa Montes, fue creada
mediante Ley del 24 de Agosto de 1937, durante la junta Militar presidida por el Presidente Tcnl.
Germán Busch Becerra.
El Primer Gobierno Municipal, inició sus actividades el 3 de Septiembre de 1938 hasta Enero de 1939,
siendo designado como primer Alcalde Municipal el Cnl. Carlos F. Peredo, nombrado por el Ministro de
Gobierno, durante la Junta Militar presidida por el Presidente Tcnl. Germán Busch, teniendo como
inmediatos colaboradores a: Vidal A. Rojas, Oficial Mayor; Jorge A. Chamón, Tesorero-Contador y
Braulio Rodríguez, como Recaudador.
Posteriormente, el Primer H. Alcalde Municipal Civil de Villa Montes, fue el Sr. Napoleón Adad F.,
nombrado por orden del Ministro de Gobierno desde el 30 de Enero de 1940 hasta el 18 de Marzo de
ese mismo año. Gobernaba el país la Junta de Gobierno presidida por el Gral. Carlos Quintanilla.
El Territorio de la microregión en su mayoría estuvo habitada por comunidades Weenhayek, guaraníes,
tobas, pertenecientes a la familia de los Abba-Guaraníes. Sin embargo, las mismas se fueron
trasladando a orillas del río Pilcomayo y a zonas alejadas por el continuo avance de los grandes
hacendados, los cuales en su generalidad obtuvieron sus tierras en herencia o dotadas por el Estado.
En la Guerra del Chaco, Villa Montes sufrió las consecuencias inmediatas de la guerra, por ser
escenario del campo de batalla, que a su término tuvo como saldo negativo la pérdida de un extenso
territorio de la llanura chaqueña y las vidas de sus más valiosos hombres.
La guerra del Chaco debía transformar radicalmente la vida de Villa Montes en todo aspecto. Debía
crear la “leyenda de Villa Montes” con sus héroes y batallas legendarias que rescatarían, frente a la
historia, los errores y descalabros de tres años de guerra. A través de estos tres años de guerra
fraticida, nacería una nueva comunidad humana y purificada por la sangre de humildes y heroicos
soldados, Villa Montes entraría en la historia de Bolivia. La cruz y la espada se reconciliarían para
trazar juntas las nuevas estructuras urbanas, cívicas y religiosas de Villa Montes, haciendo florecer, en
forma definitiva, las legendarias orillas del “gran río” y las impenetrables selvas del Chaco.
La información más antigua del municipio se encuentra en las crónicas del siglo XVIII escritas por
misioneros de la orden franciscana. El origen de la Misión Franciscana en la zona se remonta a
mediados del siglo XIX (1854), años más tarde la representación de los franciscanos en Tarija, en
fecha 27 de mayo de 1861, solicita el amojonamiento y la otorgación de derechos sobre las tierras de
esa Misión.
El 24 de julio de 1860, se fundaba la Misión de “San Francisco Solano” en el lugar donde actualmente
se encuentra Villa Montes y el 26 de julio de 1866, se fundaba la Misión de “San Antonio de Padua” en
la orilla occidental del Pilcomayo. Estas dos misiones fueron constituidas con elementos Chiriguanos,
Tobas y Noctenes. Consideran documentos de la época que se cuenta con el “exiguo número de
4.811 indios” en las misiones - desde Macharetí hasta el Pilcomayo - en el año 1.905, cifra por demás
alta en relación a la actual, que ni siquiera alcanza a 3.000 habitantes. A principios de ese siglo
funcionaba en la Misión de San Antonio una escuela de niños y otra de niñas, al igual que en la Misión
de San Francisco. Años más tarde, el día 24 de agosto de 1905, en los locales de la Misión de San
Antonio se firmó el acta de fundación de Villa Montes.
La Casa Alemana Staud recibió en concesión por parte del Gobierno Nacional, durante la segunda
década del siglo pasado, gran parte del Chaco con el propósito de iniciar la crianza de ganado mayor
para exportación. Sin embargo, la empresa que durante algunos años hizo importantes inversiones no
prosperó como habían planeado sus propietarios, disminuyendo paulatinamente el interés y las
inversiones, de tal modo que años antes de iniciada la contienda bélica la empresa abandona la zona.
Mientras tanto la actividad ganadera de los pobladores locales prosperó lentamente a orillas del río
Pilcomayo y en otras zona que contaban con agua para el ganado, como en el pie de monte.
Un evento determinante en cuanto a la ocupación del territorio ha sido la Guerra del Chaco, de 1932 a
1935. Durante esta conflagración, la actividad pecuaria prácticamente desapareció de la zona, debido
al alto grado de migración, especialmente la población indígena, a la Argentina y la elevada tasa de
defunciones como resultado de las acciones bélicas, por lo que se redujo el tamaño de algunos de los
pueblos originarios (los Guaraníes y Weenhayek), mientras que otros fueron desapareciendo
(Lenguas, Chorotes).
Una vez que las actividades bélicas cesaron, las familias que se vieron obligadas a abandonar sus
tierras regresaron a reiniciar las actividades productivas, la ganadería fue recuperando lentamente
hasta que en la década de los 50, la producción alcanzaba niveles de importancia. Las sendas y
caminos construidos durante los años de la guerra sirvieron mas tarde para que los ganaderos
fortalezcan su presencia en la llanura.
El nordeste de la llanura, conocido hoy como “zona roja”, es la zona de más reciente ocupación de los
ganaderos, se produjo con mayor notoriedad a partir de la década de los 70. En esta zona, el proceso
de ocupación, fue coadyuvado por motivos, tales como: i) la apertura de brechas efectuada por
empresas madereras y especialmente por las petroleras, ii) la presencia cada vez más notoria de
plantas nocivas para el ganado, "afata", por la deforestación de las especies maderables en Tiguipa y
Tahiguaty (zonas con ocupación más antigua), y iii) la existencia de forraje natural y tierras sin dueño.
La explotación forestal iniciada durante los años 40, dio lugar a la modificación del paisaje y a la
dramática reducción de los bosques de Quebracho Colorado, la comercialización de durmientes, para
el tendido de vías férreas en el país y fuera de él, fue por mucho tiempo una de las principales
actividades económicas.
Varios grupos del pueblo Chiriguano (Guaraní) han constituido comunidades mixtas, con población
criolla, en el pie de monte, Chimeo la comunidad guaraní más importante se constituye luego de la
fundación de Villamontes, en tierras continguas a las de la ex misión de Tarairí (que dieron lugar a la
conformación de la Asociación de Pequeños Propietarios Agropecuarios de Tarairí al transferir los
Franciscanos las tierras de la Misión) y relativamente alejadas del Pilcomayo, continuando la tradición
grupal ligada a la agricultura.
Con la mejor accesibilidad a la zona promovida desde los años 70, empiezan a llegar grupos de
migrantes de Tarija, Chuquisaca y Potosí, quienes introducen la actividad agrícola bajo riego, que
rápidamente se propaga abarcando las tierras con mejores condiciones para este tipo de producción
en el pie de monte, principalmente en las comunidades de Tarairí, Caigua, Puesto García y Lagunitas,
como efecto de esta nueva forma de uso del suelo disminuyeron las posibilidades para la ganadería en
el pie de monte.
Después de la guerra del Chaco la población Weenhayek se establece definitivamente. Sin embargo
buena parte del territorio que antes ocupaban, estaba bajo el control de los ganaderos, por tanto se
fueron agrupando en pequeñas comunidades al margen derecho del río Pilcomayo, desde Capirendita
hasta Viscacheral.
El crecimiento de la cobertura de los servicios educativos y de salud, sin duda han jugado un papel
importante en la ocupación del territorio, sin embargo las dificultades resultantes de las condiciones
naturales de la llanura chaqueña han influido para que estos servicios y otros como la provisión de
agua potable y luz eléctrica, no beneficien adecuadamente a la población que habita ese basto
espacio. En tanto que el pie de monte es el sector más beneficiado por estos y otros servicios, la
concentración poblacional, favorecida por las condiciones naturales de la zona que facilitan la
producción agrícola intensiva y diversificada, juega un papel decisivo en la presencia institucional y la
dotación de servicios.