Familia y Sordoceguera Capitulo 07
Familia y Sordoceguera Capitulo 07
Familia y Sordoceguera Capitulo 07
Familia y sordoceguera
M. Victoria Puig Samaniego
M. Altagracia Reguera Muoz
Introduccin
Este captulo se basa en la conviccin de que la unidad familiar es de vital
relevancia para cualquier individuo, tanto en esta como en nuestras sociedades
ms prximas. Se centra en la consideracin de la familia como ese primer y,
habitualmente, constante soporte que la misma supone para una persona que
presenta necesidades de atencin especficas, como resulta, y quizs sin
parangn, en el caso de la persona con sordoceguera, para quienes sus ms
cercanos pueden ser su nica conexin con el mundo.
Familia nuclear: Formada por el padre, la madre y los hijos. En ella los
padres tienen la responsabilidad del cuidado y de la educacin de los hijos,
cubriendo sus necesidades y ayudndoles a que sean un miembro ms de
la sociedad.
Por otro lado, dichos cambios sociales han motivado la aparicin de distintos
tipos de convivencia, creando unas nuevas alternativas al tipo de familia
nuclear:
2. Parejas en las que uno de sus miembros convive con los hijos
previos de su pareja formando otra unidad familiar, y los hijos propios
conviven con el otro miembro de la anterior relacin. Es frecuente en
los casos de familias o parejas separadas.
3. Familias nucleares que viven con otros familiares, con personas que
no lo son o con ambos.
Analizando todas estas nuevas situaciones se observa que existe una relacin
muy directa entre familia y sociedad, y que los cambios de esta influyen en los
comportamientos familiares. Por tanto, el concepto de familia implica las
relaciones biolgicas y sociales entre sus miembros, y mientras cumpla las
funciones antes descritas, resultar una institucin til en nuestra sociedad.
De esta manera, como reflejan Dickman y Gordon (1986), no todos los padres
estn preparados para ser los primeros y ltimos defensores de la persona
discapacitada, ni por su situacin personal psicolgica ni por su formacin,
habilidad o entrenamiento para ello, aunque de alguna forma a lo largo de la
vida cada padre va adquiriendo un cierto grado de experiencia en este cuidado.
Algunos de ellos tienden incluso a implicarse e introducirse en el tema desde
una perspectiva laboral, aunque la mayora estn tan ocupados en el cuidado
directo de su hijo discapacitado y en la vida diaria en s misma que, aunque
quisieran, no podran abarcar ms.
Incluye aquellas familias que tuvieron un nio nacido con sordoceguera o que
la adquiri a una edad muy temprana.
Sin embargo, hay que sealar que en los ltimos aos el nmero de casos
detectados de nios prematuros que presentan problemas visuales y auditivos
en diferentes grados ha aumentado. Esta deteccin precoz facilita una
intervencin temprana y ajustada a sus necesidades, pero, en contrapartida, el
impacto que la noticia de esta discapacidad produce en los padres conlleva la
necesidad de un planteamiento de intervencin paralela a la del nio, que
facilite a la familia el ajuste a la sordoceguera.
2.2. Familias con personas que presentan una primera prdida sensorial
(visual o auditiva) y que posteriormente adquieren la sordoceguera
(segunda prdida)
Necesidades mdicas.
Necesidades econmicas.
Necesidades de apoyo psicolgico.
Necesidades formativas.
Necesidades en la etapa adulta.
Necesidad de respiro familiar.
Necesidad de asociacionismo familiar.
Hay que sealar que, a pesar de que todas estas necesidades suelan ser
comunes, las caractersticas individuales de cada caso y de su correspondiente
unidad familiar darn lugar, segn el grupo de persona sordociega del que se
trate y de sus caractersticas, a que algunas de estas aparezcan en distintos
momentos del devenir de la familia, solapndose entre s, e incluso siendo
conveniente priorizar la atencin de alguna sobre otra.
Hay que tener en cuenta, en el caso que nos ocupa, que no siempre se
diagnostican las prdidas sensoriales de manera simultnea. Es
frecuente que si el beb nace con una importante afectacin general, no
se detecte una de estas prdidas, o que sean los mismos padres
quienes, pasado ya un tiempo, descubran que algo no va bien cuando
las respuestas sensoriales no son las esperadas e inicien nuevamente
los trmites mdicos para descartar o confirmar esta sospecha.
Para ayudar a la unidad familiar a hacer frente a todas estos gastos existe un
sistema pblico de prestaciones (que complementa las prestaciones
concedidas a travs del rgimen sanitario y que ya es especfico del sistema
de Servicios Sociales) establecido en base a la consideracin de las
necesidades de la persona que presenta cualquier tipo de discapacidad, que,
previa solicitud por parte del interesado, justificacin documental por su parte
de la necesidad de dicha prestacin y bajo la obligatoriedad del cumplimiento
de una serie de requisitos concretos, ofrece subvenciones de carcter total o
parcial, dependiendo de las circunstancias.
1. Atencin especializada:
2. Movilidad:
Es natural pasar por las distintas etapas antes descritas, puesto que ayudan al
proceso de ajuste emocional. Por tanto, sentir dolor, frustracin, enojo y todas
las dems emociones humanas que se desencadenan por haber tenido un hijo
sordociego son normales, ya que, como padres, se es consciente de todas las
cosas que no podr llegar a conseguir o no va a poder realizar nunca. Sin
embargo, el problema comienza cuando no se es capaz de seguir adelante y
superar las distintas fases, quedndose bloqueados sin saber salir de esa
situacin.
Los padres son las personas ms cercanas al nio, joven y adulto sordociego,
y son sobre quienes, en definitiva, recae la responsabilidad, tanto presente
como futura, de su hijo. Las actuaciones que lleven a cabo, el grado de
comunicacin que consigan establecer con este, el afecto que le ofrezcan, as
como el estado emocional que los padres posean, son algunos de los aspectos
ms significativos que repercutirn directamente en el desarrollo de esta
persona.
Sin embargo, este estado de estrs continuado al que est sometida la familia
en general, y cada uno de los miembros en particular, por el cuidado y la
atencin del hijo sordociego, afectan directamente a la vida de pareja, a la
relacin con los otros hijos (si estos existen) y a las relaciones con todo su
entorno social. La presencia, por tanto, de la sordoceguera produce
importantes cambios en los hbitos familiares, haciendo que cambien brusca y
radicalmente los planes y proyectos que tena la pareja o la familia. En muchas
ocasiones se puede hablar de su relacin antes y despus de la sordoceguera
sobrevenida en la unidad familiar.
Ante el desbordamiento que implica tener que asumir algo para lo que
no solo no se est preparado, sino tampoco formado, la familia suele
ponerse en manos de los diferentes expertos en sordoceguera con el fin
de que les puedan orientar sobre la misma. Sin embargo, puede ocurrir
que, ante esa situacin de aparente relax que supone poder compartir el
problema con los profesionales, la familia llegue a no implicarse en el
proceso educativo, evolutivo y social que requiere la integracin de su
hijo. En otras ocasiones, esta falta de implicacin se refleja a la hora de
cumplir los objetivos que los profesionales proponen, en el
establecimiento de lmites o normas de actuacin, as como en el nivel
de exigencia. Si se analizan los posibles motivos, los ms significativos
tienen que ver con la dificultad de encontrar estrategias que le sirvan
como modelos y que faciliten la comprensin hacia la persona
discapacitada, as como hacia la necesidad de utilizar otros sistemas de
comunicacin alternativos al suyo.
La familia mantiene una actitud de sobreproteccin hacia el individuo
sordociego.
Las diferentes actitudes que puede presentar cada uno de los miembros de la
unidad familiar en el proceso de adaptacin a la presencia de la sordoceguera
en su hijo, pueden irse modificando a medida que son asesorados y van
conociendo el concepto de sordoceguera y las implicaciones que esta tiene
como discapacidad.
Intervenir en la unidad familiar significa capacitarla para ser una parte activa en
la adecuada evolucin de la persona sordociega. Para ello, es importante que
cuenten con una serie de servicios de apoyo que les ayuden en la crisis
personal y grupal, como se indica ms adelante en el captulo 8. El primero de
estos servicios es el de deteccin y acogida, estrechamente ligado al
ofrecimiento de informacin y asesoramiento especfico sobre la sordoceguera
y a la red de recursos orientados a la atencin de las personas que presentan
esta discapacidad.
El trabajo individual permite incidir en los aspectos en que esa familia tiene
ms dificultades, y el trabajo grupal permite a esta contrastar sentimientos y
ver diferentes soluciones ofrecidas por otras personas ante problemas
similares. Sin embargo, no todas las familias tienen posibilidad y/o
disponibilidad para asistir a reuniones grupales. En determinados casos, esta
puede no ser capaz de expresar pblicamente su realidad o puede transmitir
su nivel de angustia al resto de las familias, que igualmente pasan por
momentos difciles.
Con respecto al adulto sordociego es vital ser consciente del hecho de que
cualquier situacin de cambio conduce o puede conducir a un perodo de
bloqueo (e incluso posible retroceso) en su evolucin personal. Esto viene
dado por la propia significacin de la sordoceguera y por la decisiva
importancia que tiene, para las personas que la padecen, la anticipacin de
situaciones y la preparacin consciente y previa de las mismas, de cara a un
adecuado funcionamiento e integracin de la persona en el entorno prximo.
Es importante que los padres sean asertivos, lo que no significa que sean
agresivos, sino persistentes. El objetivo de su asertividad ha de ser el
compromiso, la implicacin padres-profesionales, en lugar de la confrontacin.
Estas caractersticas dan lugar a que sea este tipo de familias quienes pueden
precisar ms servicios de gua-interpretacin profesional, puesto que contar
con dicho servicio har disminuir la dependencia de estas personas
sordociegas de sus hijos.
Para determinadas familias puede resultar difcil de creer que la persona con
sordoceguera, ahora adulta, pueda realizar gestiones o resolver asuntos de
inters personal de forma autnoma y sin necesitar la presencia constante e
incondicional de los componentes de su unidad familiar. Esta falta de confianza
en la capacidad de comunicacin y de decisin en el sujeto que padece la
discapacidad, se debe al significativo esfuerzo que ha supuesto y supone para
esta la posibilidad de comunicarse con personas que no le son habituales, as
como a la continua proteccin que han venido ofreciendo a dicha persona a lo
largo de su desarrollo. La presencia del gua-intrprete supone, en muchos
casos, la prdida de control directo sobre la persona con sordoceguera y la
imposibilidad de seleccionar la informacin que se le transmite.
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3- En determinadas ocasiones la familia va a necesitar intervencin
psicolgica para poder encauzar muchos de los sentimientos y emociones
que, en el devenir diario con un hijo o familiar sordociego, pueden llegar a
producirse.
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5- El paso a la etapa adulta de una persona con sordoceguera congnita y
que, por diversos motivos, no ha alcanzado la posibilidad de
autogobernarse:
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DICKMAN, I. Y GORDON, S. (1986). Getting help for a disabled child. Advice from
parents. New York: Public Affairs Comittee (615).
LETH, V. (1998). Usher en la familia. En: Actas del Grupo Europeo del
Sndrome de Usher. Novena Reunin, Madrid 16-18 julio 1997. Madrid:
Organizacin Nacional de Ciegos Espaoles (pp. 53-60).
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