El Hechizo de La Lupuna
El Hechizo de La Lupuna
El Hechizo de La Lupuna
Entonces nos internamos en el bosque por una senda oculta tapizada por hojarascas hmedas.
Ibamos saltando de tronco en tronco para no pisar las espinas de las ejillas. Sus finas espinas
regadas por todas partes retardaban nuestra penosa caminata.
El calor sofocante y la humedad del bosque nos hacan sudar a chorros. Y de pronto, debajo de
la sombra del cormin frondoso, un alivio intenso con el aire fresco.Despus de horas de andar,
avistamos la sobresaliente copa de la Lupuna colorada. Pero, no estaba tan cerca como
pensamos. Tuvimos que caminar unas horas ms.
Finalmente, el gigante rbol colorado con su caracterstico tallo ventrudo estaba al frente de
nosotros. Vientre anormal en los rboles. Impresionante barriga, presto a reventar con su savia
si la abundancia se lo permitiera. En la Lupuna colorada no haba nadie, ni vivos ni espritus. Nos
llam la atencin los cortes perfectos de hbiles bistures en su grueso tallo. Al parecer, alguien
desollaba su corteza para extraerle algn misterio.
Habamos escuchado que en los ratos solitarios y de sepulcral silencio, un brujo experto en atar
y desatar conjuros la visitaba a menudo. Dicen que espera que en el bosque no haya visita alguna
para que prepare, al pie del rbol, su mate espeso con la soga de la borrachera.
Luego, toma un tazn con el brebaje amargo y comienza su rito acompaado de cnticos
nasales. Da vueltas sobre s siguiendo un crculo imaginario alrededor de la Lupuna. Hace
ademanes con la mano levantada implorando al rbol que le d favores. Y de rato en rato, lanza
quejidos, como si se tratara de algn animal herido, y llama la atencin, el silbido de serpiente
que emite cuando entra en trance.
Cuando el brujo est seguro que la Lupuna le dar el favor, saca de su bolsa una prenda de la
vctima, le dobla con sumo cuidado, le escupe una flema verdosa, y tambaleante se acerca al
vientre del rbol, y blandiendo su machete le da un corte perfecto que abre la dura corteza, y
en la entraa de la Lupuna esconde la ropa del infortunado que desde ese momento comienza
a tener sus das ya contados.
Pronto, el hechizo surte su efecto, la vctima, hombre o mujer sana, empieza a hincharse,
especialmente el vientre. Y creyendo haber subido de peso, nadie repara en el mal, sino despus,
cuando ya no hay remedio para el enfermo.
- Hola don Shanti, dicen que a cada rato te vas a la Lupuna, a qu pues te vas?
Despus de haber escuchado su disertacin sobre el bien y el mal, y antes que se moleste, nos
despedimos del vengativo brujo. Personajes Msticos
LA POESA ORAL
ANONIMA Y TRADICIONALIDAD
Por su propia naturaleza, la poesa oral era y es annima. Esto no significa que los poemas o
canciones carezcan de autor. En el origen de toda composicin hay siempre un creador
individual, pero ese poema, al ser cantado o recitado por las gentes, pasa a ser sentido como
propiedad comn, transformndose as en una pieza tradicional (del latn trahere, 'llevar,
arrastrar, tomar para s'). Al ser transmitido de boca en boca, cada cual introduce las variaciones
que le parece en la letra o la msica, bien para adecuarlas a nuevas circunstancias, bien porque
confunde las palabras o no recuerda los versos al pie de la letra. Por ello, pueden existir mltiples
versiones de una cancin lrica o, como veremos, de un romance.
En la Edad Media, los principales transmisores de la poesa oral eran los juglares. stos recoman
los pueblos y castillos, en los que montaban representaciones semiteatrales y bailes, adems de
recitar o cantar todo tipo de poesa, que luego la gente recordaba y cantaba.
Cuando el juglar compona poemas reciba el nombre de trovador.Todava hoy, en algunas zonas
de Espaa e Hispanoamrica, y entre los sefarditas (los judos expulsados en 1492) se recuerdan
y cantan poemas de origen medieval. Sin embargo, la mayor parte de las canciones tradicionales