Letras Del Ucayali

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 9

REVISTA PERUANA DE LITERATURA

LETRAS DEL UCAYALI


Ricardo Virhuez *

Ucayali es una región amazónica que, desde los inicios de urba-


nización en su ciudad principal, Pucallpa, ha sabido interpretar crea-
tivamente los problemas sociales de una vida intensa y relativamente
reciente.
La migración sanmartinense a la selva baja ha dotado a las grandes
regiones de Loreto y Ucayali de costumbres, gastronomía, habla y tradi-
ciones particulares, que en general se identifica como “amazónico”, pero
que en realidad solo es una forma de lo amazónico (otras formas distin-
tas de cultura amazónica son, por ejemplo, la Selva Central, el VRAEM
y, sin duda, cada uno de los pueblos originarios que suman medio cen-
tenar aproximadamente). El impulso sanmartinense, por tanto, ha dota-

* Ricardo Virhuez Villafane nació en Lima en 1964. A los 17 años obtuvo sus dos primeros premios nacio-
nales de literatura, el de cuento ‘José María Arguedas’, y el de ensayo ‘José Joaquín Inclán’. Estudió Lingüís-
tica y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En 2005 participó invitado al I
Encuentro de Narradores Peruanos realizado en Madrid, España. Ha publicado más de 40 libros, entre los
que destacan las sagas de Nina y de Rumi, las novelas infantiles “Ojitos el osito valiente” (2012) y “Tanith y
la casita de los pájaros” (2012), los ensayos “Letras indígenas en la Amazonía peruana” (1993), “Marca: his-
torias y tradiciones” (2003) y “Voces de la selva” (2013); el poemario “Voces” (1998), los cuentos de “El olor
del agua” (2000) y las novelas “El Periodista” (1996), “Volver a Marca” (2001), “El dios Araña” (2010), “El
campeón de marinera” (2011), “Las guerras secretas” (2012), “Las trampas del Chusalongo” (2014), “Des-
pués del verano” (2017) y el libro “Seres Fantásticos del Perú” (2014), entre otros títulos. El año 2004 fundó
el Instituto Pasacalle, con el cual desarrolló los sellos Pasacalle y Dunduri, así como la Revista Peruana
de Literatura, y organizó el Coloquio Internacional de Literaturas Amazónicas, el Congreso
Latinoamericano de Tradición Oral y la Jornada de Literaturas Andinas, en Perú. Ha sido de-
clarado Hijo Predilecto por la municipalidad distrital de Marca, y Huésped Ilustre por las municipalidades
provinciales de Abancay, Huánuco, Huamanga y Lamas, y ha recibido la Medalla del Dios Guari de Chavín,
la máxima distinción cultural de la región Áncash.

Revista Peruana de Literatura. Pucallpa, abril 2020. Artículo 007-2020 1


do a Loreto y Ucayali de una rica tradición oral andino-amazónica, que
se ha enriquecido con los aportes de los pueblos originarios y le ha dado
cierto rostro propio, que podemos notar en su literatura.
Por eso la literatura de Ucayali tiene una particularidad, por lo
menos temática, que nos permite seguir rastros de continuidad en su
desarrollo creativo.
Por un lado, notamos que el shipibo-conibo como personaje li-
terario es una presencia constante desde los primeros libros de ficción
ucayalinos.
La experiencia literaria de Francisco Odicio Román (Contama-
na, 1906-1990) nos lleva a un primer puerto basado en la recopilación
de tradiciones orales shipibas, a las que inyecta supersticiones católicas
e imaginario ribereño, desde su primerizo Mitos y leyendas (mitología
chama, 1969), libro que reeditamos con el título Mitos y leyendas shipi-
bas (Pasacalle, 2016), y sus estudios sociales sobre lo que más adelante
sería el departamento de Ucayali.
Por su parte, Ulises Reátegui Reátegui (Lamas, 1934-1991) sería
el gran impulsor de la literatura ucayalina, no solo a través de abundante
obra narrativa, poética y artículos, sino una coherencia social admirable
apoyando a los más humildes. Médico de profesión, su vida fue la más
limpia entrega a sus ideales de solidaridad y activismo cultural. Escribió
libros como la novela Invasores (1970) sobre la formación del distrito
de Comas, en Lima; Papayuste (1980), Relatos cortos (1981), La colpa
endiablada (1984), entre otros. Pero su mayor aporte literario descansa
en la poesía. Como ninguno antes, entrevió en la creación originaria
una fuente invaluable de creación moderna y experimentó con las ta-
quinas, composición poética que mezclaba el canto y la poesía. Sus li-
bros Ucayali canta I y II (1983-84) son prueba de ese esfuerzo por hacer
del ejercicio poético un laboratorio de emociones, técnicas y propuestas
novedosas para la literatura amazónica, como años después lo haría el
poeta Feliciano Mejía con sus mariris, o marirís, como prefiere llamar-
los, el canto sanador de los shipibos y médicos ribereños.
Otro poeta audaz, que eligió la experimentación poética en lugar
de repetir el formato tradicional modernista, fue Boris Gonzales Mace-

Revista Peruana de Literatura. Pucallpa, abril 2020. Artículo 007-2020 2


do (Tiruntán, 1950), cuya obra poética muestra mejores logros que su
esfuerzo narrativo, desde A propósito de la piel del búho (1975) hasta sus
haikus serenos, delicados, con sorprendente equilibrio entre la emoción
contenida y las palabras pertinentes.
Welmer Cárdenas Díaz (Pucallpa, 1956) comenzó su carrera li-
teraria con el romance entre la poesía y la crónica poética, que Manuel
Marticorena Quintanilla denominó cronicuento. La retórica de su prosa
atraviesa todos sus libros, desde su inicial Vientos de la ausencia (1998)
hasta sus novelas Los mil ojos de la ayahuasca (2012) y El llanto del ayay-
mama (2014). De estilo envolvente, colorido, buscando el preciosismo
de la descripción externa o subjetiva, la narrativa de Welmer Cárde-
nas es un latigazo social, la búsqueda de la belleza mediante el abalorio
verbal principalmente dramático y sensual. Ha intentado, también, el
recurso de la ficción periodística con el libro Relatos del brujo Arimuya
(2015), con un personaje que intenta ofrecer sabiduría sobre los proble-
mas sociales, pero denota más bien espíritu moralizante.
La poesía de Ruperto Ríos Valderrama (Pucallpa, 1943) descan-
sa en dos libros, Canto al hermano mayor (1990) y Tiempo de palabra
(2002), en los cuales el verso libre se contiene, a veces dramático y otras
pensativo. Un estilo sereno e imprecatorio atraviesa casi toda su poesía,
con tendencia hacia lo filosófico, versos libres y una mirada crítica hacia
la sociedad contemporánea.
Jorge Luis Salazar Saldaña (Tierra Blanca, 1962) ha desarrolla-
do poesía infantil para contar historias a los niños, uso de aliteraciones
y mensaje pedagógico. Pero su poesía para adultos es una mezcla de
iracundia social, humor sereno y sensibilidad amorosa callejera, icono-
clasta. Su poemario Imágenes y herejías (1995) es prueba de ello. Y junto
a esta poesía calibrada destaca su prosa abierta en libros como Caza-
calatos (2006), Puzanga y Rosa la mosca (2013), en los que destaca una
mirada social no exenta de humor, con historias donde los personajes se
divierten y al mismo tiempo sufren los vejámenes de la cotidianidad. Su
apuesta por una narrativa urbana no es del todo completa, y el vaivén
con el mundo rural y costumbrista a menudo desequilibra su esfuerzo
de modernización narrativa, como en el libro La guerra de los chullacha-

Revista Peruana de Literatura. Pucallpa, abril 2020. Artículo 007-2020 3


quis (2016), en que vuelve a la ruralidad y las creencias populares como
motivación argumental.
Walter Pérez Meza (San Alejandro, 1950) nos ofrece una narrativa
madura y de mayor complejidad en temas y recursos. Con libros previos,
Morir en Pucallpa (1997) es probablemente su libro más integral y en el
que asistimos a un recorrido cultural-temporal interesante, desde los re-
latos de corte indígena hasta los cuentos rurales ribereños y finalmente
historias urbanas, incluyendo temas caros a la región como el narcotrá-
fico y la corrupción. Su mirada es amplia y profundiza el tema social con
diversos recursos, como el monólogo interior, discurso de la oralidad y
desenlaces sorpresivos. En libros posteriores ha repetido cuentos que
aparecen en Morir en Pucallpa, por lo que esperamos un libro que reúna
todos sus cuentos y así evaluar mejor su itinerario narrativo. Encuentro
con Cristina (2018), su último libro de cuentos, es un libro que interpela
la interculturalidad y muestra los avatares contradictorios de la presen-
cia de shipibos en la ciudad, su tránsito y perplejidad hacia formas de
vida ajenas que, al parecer, los absorberán irremediablemente. En cuan-
to a su poesía, ha demostrado una madurez en el discurso social y eró-
tico, especialmente en Maritza, a la una (1966) y Cantos y desencantos
para una mujer boa (2004).
Jorge Nájar Kokally (Pucallpa, 1946) es el poeta más representa-
tivo de Ucayali. Desde su libro inicial Malas maneras (1973), ha com-
pilado sus numerosos poemarios en Formas del delirio (1999) y poste-
riormente en Poesía reunida (2013). Pese a ser un explorador constante
de formas y discursos, hay un hilo conductor que une su voz poética en
el tema del desarraigo y el aliciente de la memoria. Su poesía es rica en
matices, combinando el discurso académico y el existencial, orillando
la narratividad del discurso, pero sin detenerse en la cotidianidad ni
la ironía. Sus últimos poemas son una muestra de contención verbal y
claridad expresivas, anclando su preocupación vital en el destino irre-
mediable, en la voluntad difícil, en las voces que son arrastradas por una
historia terrible pero inevitable. Jorge Nájar también ha incursionado en
la narrativa. En El árbol de Sodoma (2007) reunió tres novelas que había
publicado anteriormente, para ofrecernos una imagen de la Amazonía

Revista Peruana de Literatura. Pucallpa, abril 2020. Artículo 007-2020 4


a través de Mayushín, una ciudad imaginaria que revela sus males me-
diante el discurso coloquial y las escenas acumulativas como recurso
dominante.
El poemario Del Ucayali su mágica lupuna (1989) de Juan Sánchez
Pacheco (San Alejandro, 1942) equilibra el discurso social mediante
una voz coloquial destacada. Cada poema está construido con claridad
formal para afinar el mensaje sorpresivo, irónico o de directa denuncia.
Sus demás publicaciones de poesía tienen el mismo ritmo expresivo:
condensan las ideas, acumulan imágenes cotidianas y la voz se hace ve-
rosímil y cercana. Su narrativa lleva también los signos del humor y de
la expresión erótica.
Humberto Zevallos Chávez (Contamana, 1954) publicó los libros
de poesía Una puerta que perdimos (1986), Poemas desde Shirambari
(2013) y Versos del no ser (2016), en los cuales destaca su personalidad
de viajero que hace de los caminos un motivo de reflexión espiritual
y social. La soledad y la injusticia son temas presentes en sus poemas,
que arriban siempre a una Amazonía cuya pobreza no encuentra expli-
cación. Una puerta que perdimos hace alusión al poemario La casa sin
puerta de César Arias Ochoa, y en ambos poemarios es el mismo senti-
miento de sorpresa y rabia ante un territorio depredado.
Por su parte, Segundo Cavero (Pucallpa, 1943-2016) desarrolla
una poesía sencilla, un vaivén entre el bosque y la situación del hom-
bre amazónico, principalmente en su libro Tridimensional convergencia
(2001). Mientras que Oscar Barreto Linares (Pucallpa, 1981) publicó la
novela breve Walnut (2010), el poemario Tan cerca de la luna (2013) y
El último beso (2014). Su poesía es más cercana a la canción y a los giros
románticos, mientras que su narrativa breve es de un nivel que augura
grandes logros.
Tomás Gómez Moreno (Pucallpa, 1987) ha desarrollado princi-
palmente crítica literaria en diversos diarios y revistas especializadas.
Su mirada sobre las letras amazónicas es conminatoria y disecciona sin
prisas los textos que investiga, proyectándose como uno de los críticos
literarios más serios y rigurosos de la Amazonía. Tiene estudios sobre
tradiciones orales shipibas, ampliaciones críticas sobre la obra de Jorge

Revista Peruana de Literatura. Pucallpa, abril 2020. Artículo 007-2020 5


Nájar y Welmer Cárdenas, y prepara un estudio sobre la literatura de
Ucayali.
Karen Abregú Esteban (Ayacucho, 1980) ha publicado el poema-
rio Hormonas, la novela Dueña (2011) y la recopilación de tradiciones
El libro sagrado de los Cashinahuas (2013), El libro sagrado de los Sha-
ranahuas (208) y el libro histórico-turístico Oxapampa (2019). Dotada
de una especial sensibilidad hacia la versificación erótica, su registro se
diversifica con una novela (Dueña) que trata del narcotráfico en la selva
y las coyunturas sociales de su existencia. Pero son sus últimos libros
los que nos ofrece una cercanía extraordinaria con el universo indígena,
con un trabajo que amplía la experiencia de La verdadera biblia de los
cashinahua (1975) de André Marcel d’Ans. Fundó, junto a Leonor Gon-
zález y Loty Odicio Asayac, el grupo literario femenino “Aishtá”. Loty
Odicio (Inahuaya, 1965) ha publicado numerosos poemarios, desde
Fragmentos de vida hasta Sabor a selva, pero ha desarrollado su espíritu
narrativo en la novela Encadenados (2009), de profunda sensibilidad so-
cial. Leonor González (Pucallpa, 1971) exhibe ternura y segura defensa
de la mujer en su poemario Escarlata (2013), en el que la nostalgia, los
recuerdos, el erotismo y la seguridad femenina desbordan en versos im-
precatorios y libres.
Abraham Huamán Almirón (Ica, 1965) publicó la novela El hijo
del hijo del jefe (2008), en la que explora las vivencias docentes en el
universo indígena de los sharanahuas, mostrando aspectos sociales in-
éditos para la literatura y personajes ricos en peripecias. Además, dirige
desde el 2009 hasta la actualidad la revista Kolpa, junto a Ángel Gó-
mez, en la que reúne producción literaria amazónica y artículos téc-
nicos y científicos. Germán Martínez Lizarzaburu (Bellavista del río
Marañón, 1964) posee una abundante literatura, desde poesía y cuento
infantil, hasta canciones y ensayos. Como docente ha insuflado a sus
trabajos infantiles de espíritu pedagógico. Su libro La literatura en Uca-
yali (2009), escrito junto a Humberto Villa Macías, es una exploración
histórica y periodística de las letras ucayalinas, pero requiere de una
urgente reedición para corregir los errores de fechas, autores y títulos
que menoscaban el esfuerzo de este interesante proyecto.

Revista Peruana de Literatura. Pucallpa, abril 2020. Artículo 007-2020 6


Angel Gómez Landeo (Huancayo, 1967) ha publicado los ensayos
Literatura amazónica peruana (2006), Reflexiones sobre literatura perua-
na y amazónica (2010) y Mi pueblo verde (2011). Su propuesta crítica no
solo intenta establecer un itinerario bibliográfico, sino además sentar
los cimientos de una crítica literaria a partir de la literatura indígena,
sus características y estética. Luego abre la mirada, desarrolla las formas
de producción literaria planteadas por Antonio Cornejo Polar mediante
la propuesta de “heterogeneidad en las letras peruanas” y se detiene en
diversas formas literarias y diferencias lingüísticas. Pero su aporte per-
sonal a la crítica es una observación de desarrollo literario andino-ama-
zónico, basado en conceptos de oposición y de complementariedad.
Divide la literatura en dos esquemas: el horizontal, que alberga la lite-
ratura criolla, criolla periférica, criolla nacionalista, andino-amazónica
o andina, la que emplea el castellano peruano y la lengua vernácula; y
el vertical, que incluye la etapa autónoma de la literatura de los pueblos
originarios, y la etapa de la imposición literaria occidental. Gómez Lan-
deo critica la hipocresía de cierta intelectualidad amazónica, que en sus
consideraciones de interculturalidad rechazan los aportes andinos, pero
son fácilmente permeables a las estéticas occidentales. Como puede
apreciarse, se trata de un crítico literario que bucea en conceptos caros
a nuestra literatura, repasa esquemas contemporáneos y propone una
nueva forma de mirar nuestra literatura.
El poeta Arturo Bardales (Iquitos 1956-Pucallpa 2018) ha desa-
rrollado una literatura intensamente erótica, irónica y burlona a menu-
do. Poemarios como Desórdenes y también Runamula y Shullachaqui,
además de abundante producción dispersa, son prueba de ello.
Santiago Pérez Meza nos ha regalado un libro delicioso, Naciona-
lizado culebra (2006), en alusión a la frase del brujo Ino Moxo, de la no-
vela de César Calvo, cuando señala que, si los caucheros eran hombres,
“hubiese preferido nacionalizarme culebra”. Una hermosa alusión a su
recorrido periodístico por los vericuetos de la Amazonía y sus persona-
jes entrañables, de quienes extrae crónicas breves y brillantes, sabiduría
popular, nostalgias amorosas y miradas extraviadas, pero cercanas en la
palabra que las revive.

Revista Peruana de Literatura. Pucallpa, abril 2020. Artículo 007-2020 7


Carlos López Marrufo (Lima, 1971) publicó los libros Zona pi-
raña y Todas las vidas del gato (2011). La característica principal de su
literatura es el esfuerzo por modernizar la narrativa ucayalina, mediante
la ambientación urbana y el uso coloquial citadino de los diálogos, tanto
externos como insertados en el propio relato. Generalmente de factura
breve, sus cuentos son ramalazos de metáforas sociales, crítica social e
ironía sobre la vida en la ciudad.
Juan López Ruiz (Pampa Hermosa, 1953) es el escritor que con
más seriedad ha afrontado la literatura infantil y juvenil en Pucallpa. Su
colección de Aventuras de Elico Majipo (2011), luego de Selva imagina-
ria y La tristeza de Améreque, plantea desarrollos temáticos coherentes,
insertando diversos espacios y situaciones para exponer los males re-
currentes, la depredación, la imaginería ribereña e indígena. Pero, ante
todo, Juan López representa la corriente pedagógica de la literatura, si-
guiendo los pasos de Francisco Izquierdo Ríos y de la mayoría de escri-
tores amazónicos de literatura infantil. Y, además, como una suerte de
tema recurrente, el encuentro contradictorio entre la urbe y la pobla-
ción indígena, especialmente en su último libro Mashinga (2011).
Por su parte, Jonatán Paredes Vásquez nos ofrece en sus libros de
cuentos Dos mundos diferentes (2013) y Rayban, ojos que te ven (2015)
la mixtura entre las historias recogidas de la tradición oral y los relatos
costumbristas, destacando también como compositor e intérprete, ha-
biendo obtenido el premio Horacio 2005 en el área de canciones educa-
tivas. Por su parte, Benny Ríos Arenas publicó el libro gráfico Zancudo
(2013), en el que recoge la tradición oral shipiba sobre el origen de los
zancudos. Benny ha sido el autor del texto y de las ilustraciones, con lo
que abre un nuevo registro gráfico-literario para la creación ucayalina.
Hortencia Zúñiga Segura nos ha sorprendido con un libro con-
movedor: Tania, ejemplo a seguir (2017). De sus páginas brotan los me-
jores recuerdos inspirados en la pérdida de la hija amada, que el cariño
agiganta con el tiempo. No solo son ejercicios de memoria: es la reali-
zación de sentimientos encontrados poblados de ternura. Difícil salir
indemnes de la lectura de este testimonio o ficción testimonial, donde
se juntan voces desde la intimidad de la memoria. Un itinerario de amor

Revista Peruana de Literatura. Pucallpa, abril 2020. Artículo 007-2020 8


que no tiene parangón en las letras de Ucayali y que se ha ganado el ca-
riño de los lectores en diversas partes del mundo.
Otros escritores que han aportado a la literatura ucayalina median-
te recopilaciones, ensayos, poemas, cuentos e incluso novelas, como la
obra periodístico-ensayística de Humberto Villa Macías y Waldemar
Soria; Rixer Grández, Esther Pantigoso, Marina Sangama, Ruth Angulo
Saldaña, Eulalia Vásquez, María Estelita Sánchez y Tania Rivera. Mien-
tras Miguel Montalván Vásquez acomete con relatos y una novela corta,
Retumban los tambores (2011), sobre la fiesta de la pishta shipiba. Tam-
bién José Lava Calderón ha publicado relatos ambientados en Sepahua,
como Mitos, flechas y fusiles (2000). Y Rommel Segundo Rojas Cárde-
nas ha publicado los libros La chobona (2010) y Origen y fundación de
Contamana (2011), en los que predominan las estampas costumbristas
y la recopilación de cuentos populares. En poesía joven destacan Macv
Chávez con sus poemarios Te ama, Te reSa (2015), La vida de mi vida
(2016) y media docena de libros más, y la poeta Grecia Martel con su
libro Perdidos en Grecia (2015), así como Teddy Arbe, Franco Lavarello,
Pablo César Cabanillas, Marcus Orellana y Dandres RG (Josué Pacaya),
los tres últimos estudiantes de la UNU. También destacan los ensayos
todavía breves de Edwin Huamán Gómez y Walter Quispe Cutipa, aun-
que este último nos ha regalado un hermoso libro de cuentos con Un
ángel desconocido (2013), y el cuento que da título al libro es precisa-
mente una de las historias más hermosas que se han escrito en Ucayali.
Sin duda que faltan muchos nombres que anotar, sobre todo de poetas
que publican hace un tiempo en revistas y plaquetas. Pero no podemos
dejar de mencionar aquí a Luis Urteaga Cabrera (Cajamarca, 1940), sin
duda el mayor narrador vivo de nuestro país, quien vivió una década
con los shipibos y creó cuentos maravillosos, de entre los mejores escri-
tos en lengua castellana y que Miguel Gutiérrez llamara clásicos, empa-
rentados con los aportes de Quiroga, Joyce, Babel, Rulfo y Guimaraes
Rosa, maestros de cuento. El universo sagrado (1991), Fábulas amazóni-
cas (2003) y El arco y la flecha (2005) son ejemplos de perfección formal
y admirable arte narrativo.

Revista Peruana de Literatura. Pucallpa, abril 2020. Artículo 007-2020 9

También podría gustarte