El Signo Literario
El Signo Literario
El Signo Literario
La teora de los signos se desarrolla desde la Antigedad. En su origen, se us para designar la parte de la
medicina que se ocupaba de interpretar los signos de las enfermedades (Galeno). Pero el inters por el
lenguaje, el sistema de signos ms importante, hace que el trmino se generalice.
Platn (Cratilo) estudia las relaciones del lenguaje con la realidad, Aristteles sienta las bases de la moderna
teora del lenguaje, los estoicos (Zenn y Cleantes y sus teoras semnticas), los epicreos y hasta los
escpticos son conscientes de la importancia del lenguaje en el conocimiento filosfico.
En la Edad Media tambin se desarrollan los estudios semiticos, sobre todo entre los lgicos y los gramticos
especulativos.
A partir del Renacimiento y hasta el Romanticismo, el centro filosfico es fundamentalmente epistemolgico
por el desarrollo de las ciencias empricas, aunque la teora del lenguaje sigui suscitando el inters de los
pensadores de esos siglos.
Francis Bacon (1561-1626) habla del carcter previo de una teora del lenguaje: "Imitar la sabidura de los
matemticos y estipular al comienzo las definiciones de nuestras palabras y trminos." (Del adelanto de la
ciencia humana y divina).
Hobbes (1588-1679) habla en su Leviatn de los nombres y la funcin semitica de nombrar: "Los nombres
son simples marcas o seales sensibles de otras entidades conceptuales o no."
Locke (1632-1704) y Leibniz (1632-1704) tambin se interesan por cuestiones semiticas. Locke aspiraba al
conocimiento de la estructura de nuestra mente a travs del lenguaje. Leibniz habla de la idea de
caracterstica universal con la que piensa que podra crearse un lenguaje universal del pensamiento,
concepto cercano a la nocin moderna del universal semntico.
En realidad, todos los filsofos han sentido una gran preocupacin por el lenguaje porque es la gran
herramienta del conocimiento humano.
Por semiosis entiendo una accin o una influencia que implica la cooperacin de tres
elementos, el signo, su objeto y su interpretante y esta influencia tri-relativa no puede
en ningn caso reducirse a acciones entre pares.
(Collected papers 5484, 1907. Recogido en Serrano, 1981:30)
El semitico norteamericano ms conocido es Charles Morris, para quien la semitica sera la ciencia
general de los signos, la investigacin general de un sistema de signos cualquiera. Se dividira en tres
partes:
Estos conceptos no son aceptados completamente por todos los lingistas y tericos de la filosofa del
lenguaje. Hay problemas, sobre todo, en los aspectos que hacen referencia a la semntica y la pragmtica
del signo. Sus lmites se confunden a veces.
La clasificacin de los signos que hace la semitica norteamericana se basa, en gran parte, en el tipo de
relacin que el signo mantiene con el referente.
El ICONO establece una relacin de semejanza con el mundo exterior (v.gr., una foto,
una escultura,).
En el NDICE se establece una relacin de contigidad natural (una huella, el humo,).
La SEAL es un signo artificial (seales de trfico,)
El SMBOLO se crea mediante una relacin que se basa en la simple convencin
social(caballo=sexo; negro=luto).
La lingstica de inspiracin saussereana afirma que la exclusin del referente es una condicin previa y
necesaria para el ejercicio de toda anlisis semiolgico por lo que la clasificacin norteamericana entra en la
categora de los no signos.
La llamada arbitrariedad del signo fue postulada por Saussure aunque de una forma muy imprecisa.
Roland Barthes habla de sistemas arbitrarios y no arbitrarios, motivados o inmotivados. Algunas de las
afirmaciones que nos acercan a su maestro, el lingista ginebrino, estn presentes en sus principios de
semiologa, como, por ejemplo, la clsica distincin entre langue y parole que establece el proceso del
sentido o la arbitrariedad del signo lingstico que se extiende a la mayor parte de los sistemas de signos:
() las dificultades son inmensas si intentamos ver todos los signos lingsticos como
entidades arbitrarias en su mismo origen. Otra cosa es que el lenguaje fuera
aumentando su arbitrariedad hasta llegar a la situacin actual, en la que, sin embargo,
sta no es tan absoluta como solemos creer. (Bernrdez, 2004, p. 172)
Ms que de la arbitrariedad del signo habra que distinguir entre signos motivados y signos convencionales.
Los signos motivados seran aquellos en los que se establece una relacin en cierto modo necesaria y en
parte convencional (no existe, por lo tanto, la motivacin absoluta) en la cual el signo ofrece conexiones
necesarias con el objeto al que se refiere. Tintinear sera un signo motivado y tintero sera un signo
convencional.
Las onomatopeyas, a las que hace referencia Saussure junto a las exclamaciones, no seran los nicos signos
motivados.
Ullmann (1972) considera que carece de objeto preguntar si el lenguaje es convencional o motivado. En
todos los idiomas hay palabras arbitrarias y opacas y otras que son, al menos en cierto grado, motivadas o
transparentes. Distingue entre motivaciones fnicas (no slo las onomatopeyas sino tambin trminos
homfonos, rimas complejas,), motivaciones morfolgicas (una secuencia que en su origen es convencional,
al combinarse resulta motivada: parar y brisa son convencionales pero parabrisas es motivada) y
motivaciones semnticas (relaciones entre el llamado sentido propio y el figurado, usos motivados por una
relacin de igualdad metafrica: entender es convencional pero Juan entiende en un contexto homosexual es
motivado). Dos tendencias opuestas se desarrollan con la lengua: muchas palabras pierden su motivacin,
mientras que otras, que eran opacas, se hacen transparentes en el transcurso de su historia, es decir, se
vuelven motivadas. Podemos afirmar que una gran parte del lxico de un idioma es motivado sobre la parte
convencional de ese mismo idioma.
En todo caso, "() la arbitrariedad del signo no puede predicarse sino en referencia al significante."
(Martnez-Bonati, 1984:132)
Los lingistas saussureanos intentan negar este hecho al llevarlo a una esfera metasemitica que llaman
cultura en la que se estudiaran las distintas connotaciones sociales. Nos parece que esa esfera
metasemitica est por encima del concepto restrictivo europeo del signo lingstico. Este universo
semntico, pese a ser prcticamente infinito, est dentro de nuestra disciplina si aceptamos que el referente
es parte inseparable del signo semitico.
El signo literario
Hasta ahora puede parecer que semitica y estructuralismo son parcelas de una misma teora. Debemos
advertir que esto no es totalmente cierto.
No cabe duda de que los acercamientos ms significativos a esta ciencia general de los signos ha partido de
la escuela estructuralista. Sin embargo, hemos visto que si nos quedamos en esos presupuestos el proceso
global que articula el fenmeno literario se nos escapa. Es lo que se ha llamado el antihumanismo de los
estudios estructurales.
El estructuralismo es una corriente fundamentalmente lingstica y por ello se acerca al hecho literario en
tanto que acto lingstico. Est claro que la literatura se expresa a travs del lenguaje pero, como dice Segre
(1977:110):
La propuesta de Jakobson es un objetivo que se postula a priori puesto que se reconoce la autonoma del
discurso literario frente a otros. No encontramos, sin embargo, leyes o simples regularidades que nos
permitan darle un sentido al concepto de literariedad o literaridad.
Este sentido literario slo se encuentra dentro del marco de una connotacin social que vara segn las
culturas y las pocas.
Ya hemos tenido ocasin de sealar que los signos [artsticos] no poseen un carcter
convencional, como en la lengua, sino icnico, figurativo. Esta tesis, evidente por lo
que se refiere a las artes figurativas, aplicada a las artes verbales arrastra una serie de
consecuencias esenciales. Los signos icnicos se construyen de acuerdo con el principio
de una relacin condicionada entre la expresin y el contenido. Por ello es
generalmente difcil delimitar los planos de expresin y de contenido en el sentido
habitual para la lingstica estructural.
Lo que est claro es que hay que atender, junto a la sintaxis y a la semntica, a la dimensin pragmtica del
fenmeno literario. Una dimensin que hay que analizar incluso antes que la sintaxis o la semntica para
encontrar el sentido de un texto dado.
Los significados de este sistema secundario pueden formarse tanto segn los procedimientos propios de las
lenguas naturales, como por los mtodos de otros sistemas semiticos.
Procedimientos tericamente posibles de formacin de significados:
a. TRANSCODIFICACIN INTERNA. El significado se forma mediante la transcodificacin interna. Son
sistemas semiticos en los que el significado se forma no mediante la aproximacin de dos cadenas de
estructuras, sino en el interior del sistema de modo inmanente. Ejemplos del plano de la expresin:
expresiones matemticas. a = b + c; expresiones musicales,
Podra decirse que estos signos no poseen significado (ser representantes de objetos distintos a ellos
mismos). En realidad, lo que ocurre es que su significado es de naturaleza relacional, expresa la relacin de
unos elementos del sistema con otros.
b. TRANSCODIFICACIN EXTERNA. Los significados se forman mediante la
transcodificacin externa. Es el caso ms corriente, representado por las lenguas
naturales.
b.1. Transcodificacin externa binaria. Aproximacin de dos series. El caso ms
extendido en la formacin de lenguas naturales.
b.2. Transcodificacin externa mltiple. Aproximaciones no de dos, sino de
muchas estructuras autnomas en las que el signo se constituye en un haz de
elementos mutuamente equivalentes de distintos sistemas.
Procedimientos realizados en un material histrico concreto.
a. EL ROMANTICISMO LITERARIO. Transcodificacin interna dominante en
sistemas modelizadores secundarios de tipo artstico. El contenido de los signos
romnticos se obtendr fcilmente determinan do la relacin que un concepto guarda respecto a otros
conceptos del sistema:
Genio/muchedumbre
Grandeza/nulidad
Singularidad, carcter excepcional/trivialidad, mediocridad
Espiritualidad/materialidad
Creatividad/animalidad
Rebelin/sumisin
El romntico no necesita salir de su sistema para obtener el significado de su concepto de genio o espritu. El
problema del significado objetivo no existe para el romntico.
b. EL REALISMO LITERARIO. Transcodificacin externa dominante. El realista se enfrenta con el problema de
la correlacin entre el significado del concepto en la estructura (de las ideas o del estilo) con el significado
extrasistmico. Los realistas atacarn el sistema romntico.
c. AUTOR QUE TRATA DE PENETRAR EN LA ESENCIA DE LA REALIDAD, COMPRENDIENDO EL CARCTER LIMITADO
DE CUALQUIERA DE LOS SISTEMAS CODIFICADOS. Transcodificacin externa mltiple dominante. Pluralidad de
transcodificaciones externas.
Todos estos sistemas de formacin de significados coexisten a menudo en los sistemas modelizadores
secundarios.
Teniendo en cuenta que debe de haber una oposicin entre estructuras artsticas y no artsticas dentro del
cdigo cultural en que nos movamos, podemos establecer cuatro posibilidades:
La dificultad mayor de este esquema inicial elemental se da en el primer caso, cuando ambos participantes
de la comunicacin artstica perciben el texto como artstico pero la estructuracin de este concepto difiere
profundamente en cada uno de ellos
Se ve necesario, pues, establecer la relacin que se da entre la estructura real de la obra, el cdigo real, y la
estructura esperada por el oyente. Encontramos dos tipos de relacin:
1. ESTTICA DE LA IDENTIDAD. Fenmeno artstico cuya estructura est fijada de antemano y la expectacin
del oyente queda justificada por toda la construccin de la obra.
Se basa en una identificacin completa de los fenmenos representados de la vida y de modelos clichs que
el auditorio ya conoce y que forman parte de un sistema de "reglas".
Ahora bien, para que exista la identificacin debe existir la variedad. Si el sistema fuese completamente
rgido, toda obra nueva representara una copia exacta de la anterior.
Lotman afirma que "() para que la esttica de la identidad no pierda su naturaleza como medio de
conocimiento y de informacin, de creacin de un modelo determinado del mundo, debe conjugar los clichs
inquebrantables de los conceptos con la variedad del material vivo que se ajusta a estos conceptos."
(1970:351)
Nos pone como ejemplo la commedia dell'arte en donde nos encontramos con una seleccin rigurosa de
mscaras-clichs unida a la improvisacin ms libre en la historia del teatro europeo.
2. ESTTICA DE LA OPOSICIN. Textos artsticos constituidos por sistemas cuya naturaleza de cdigo es
desconocida por el auditorio antes de empezar la percepcin artstica.
Podramos pensar que tanto el autor como el auditorio pueden sentir el deseo de destruir el sistema habitual
de reglas. Sin embargo, la creacin sin reglas, al margen de las relaciones estructurales, es imposible. Lo que
se destruye en estos casos es el sistema habitual pero no el principio de sistematicidad. Esta distincin entre
"esttica de la identidad" y "esttica de la oposicin" nos permite acercarnos con mayor objetividad a
criterios valorativos.
Por ejemplo, si leemos un cuento o una epopeya tradicional de un pas no nos irrita ni nos parece un defecto
artstico la conservacin de una serie de normas, cnones o clichs que conforman la estructura del texto
artstico. Sin embargo, la observacin de esos mismos elementos estructurales en una novela social sobre la
vida moderna nos produce una sensacin antiesttica, de transgresin de la verdad de la vida. Por qu
ocurre esto? El lector se prepara de un modo determinado para la percepcin, y en esta preparacin entra la
sensacin de pertenencia a la clase de la esttica de la identidad o a la de la oposicin. Lo artstico en el
arte moderno estara singularizado de la siguiente forma: "sistema que no se presta a la modelizacin
mecnica".
"PREGUNTA. No cree que la literatura debera ser una aventura totalmente personal?
Muchos libros actuales parecen salidos de algn tipo de taller literario.
JUAN GOYTISOLO. El canon novelesco del siglo XIX me interesa slo cuando leo una
novela de ese siglo, con esos personajes de gran espesor psicolgico que evolucionan a
lo largo de la novela como en los libros de Stendhal, por ejemplo. Pero no encuentro
peor formalismo que en una novela escrita ahora aparezcan los "contest", "replic",
"aadi", Cuando abro una novela as, la dejo automticamente. Entra tan de lleno en
la convencin que su lectura me resulta imposible. Me parece obra muerta.
Si uno aspira a dejar huella literaria tiene que conseguir su propio espacio literario. No
cabe la menor duda de que los autores que no han innovado podran no haber existido
sin que cambiase el rumbo de la literatura espaola, mientras que si quitamos los
esenciales, la literatura espaola ya no sera lo que es. Hoy podemos hablar de esa gran
literatura espaola -escasa, pero grande- gracias a los autores que devolvieron a la
comunidad lingstica un idima distinto al que recibieron antes de iniciar su empresa
literaria."
(Entrevista en la revista Ajoblanco, abril, 1992, pp.37-38)
Autores que innovaron, segn Goytisolo: Hita y su Libro de buen amor, Delicado y La lozana andaluza, Rojas
y La Celestina o Cervantes y El Quijote.
Volviendo a Lotman, acabamos diciendo que el texto artstico, inmerso en una u otra esttica, se encuentra
tambin incluido en un sistema complejo de relaciones extratextuales que crean un cdigo complejo que
tiene como especificidad artstica el que el cdigo del receptor difiere siempre en mayor o menor grado
con el cdigo del emisor. El concepto de literariedad acuado por Jakobson ha sido superado.
BARTHES, Roland (1964), Elementos de Semiologa. Madrid: Alberto Corazn Ed., 1971.
GOYTISOLO, Juan (1992), "En Marrakech con Juan Goytisolo." Entrevista de Jordi Esteva en Ajoblanco, (41) :
32-42.
HJEMSLEV, Louis (1943), Prolegmenos a una teora del lenguaje. Madrid: Gredos 1974.
LOTMAN, Yuri M. (1970), Estructura del texto artstico. Madrid: Istmo, 1978
MARTNEZ-BONATI, Flix (1984), "El material de la literatura". En SCHWARTZ, La y LERNER, Isaas (eds.)
(1984), Homenaje a Ana Mara Barrenechea, Madrid: Castalia [:131-134]. Recogido ahora en MARTNEZ-
BONATI [1992:139-142].
MARTNEZ-BONATI, Flix (1992), La ficcin narrativa (Su lgica y ontologa). Murcia: Universidad.
SERRANO, Sebasti (1981), La semitica. Una introduccin a la teora de los signos. Barcelona: Montesinos.
ULLMANN, Stephen. (1972), Semntica. Introduccin a la ciencia del significado. Madrid: Aguilar