Desarrollo de La Creatividad
Desarrollo de La Creatividad
Desarrollo de La Creatividad
Danza:
Bernarda Aída Martínez Mendoza,
Bertha Gabriela Medina Rangel,
Rocío Flores Rodriguéz y
Alejandra Ferreiro Pérez
Instituto Nacional de Bellas Artes
Artes Plásticas y Visuales: Reforma y Campo Marte s/n
Josefina Vargas Castro Col. Chapultepec Polanco
Cámila Morales Rosas Del. Miguel Hidalgo
11560 México, D.F.
Música:
Silvia Domínguez Fernández y
Guillermo Contreras Arias Primera Edición 2014
Alejandrina Vázquez Ramírez.
Yleana Bautista de la Torre (Piano).
Elwira Krengiel Nowak (Violín). Todos los derechos reservados. Queda prohibida la
Amelia Sierra Sánchez (Canto) reproducción parcial o total de esta obra por
Ernesto García de León Griego (Guitarra). cualquier medio o procedimiento, comprendidos
José Antonio Fuentes Quiroz (Percusiones). la reprografía y el tratamiento informático, la
fotocopia o la grabación sin la previa autorización
Interdisciplina: por escrito del Instituto Nacional de Bellas Artes.
José Luis Hernández Gutiérrez y
Abigail García García HECHO EN MÉXICO
DR © Instituto Nacional de Bellas Artes
Apoyo Pedagógico Subdirección General de Educación
María Adriana Martínez Flores, Patricia Cortés Camacho, e Investigación Artísticas.
María Susana E. León González, Ana Ma. Ayala Sánchez,
Miriam Magali Muciño Manjarrez y Abigail García García.
Alejandra Ferreiro
Josefina Lavalle
Indice
INTRODUCCIÓN 11
ANEXOS 145
ANEXO 1. CUADERNOS DE TRABAJO 147
ANEXO 2. PARTITURAS 170
ANEXO 3. OTROS APOYOS DIDÁCTICOS 176
INTRODUCCIÓN
1
(1924-2009). Fue una destacada bailarina, coreógrafa, maestra y directora de la Academia de la Danza
Mexicana, una de las iniciadoras del Movimiento Mexicano de Danza Moderna y fundadora de varias insti-
tuciones de enseñanza e investigación de la danza en nuestro país, a la vez que guía intelectual y artística
de varias generaciones de maestros, coreógrafos y bailarines en nuestro país e impulsora de la educación
artística en el ámbito escolar y no profesional.
2
Como parte medular del LOD, Ann Hutchinson codificó un Alfabeto que atrapa las acciones básicas que
el ser humano puede realizar desde diferentes perspectivas: como posibilidades anatómicas o como ideas
de movimiento, que pueden ser modificadas, cualificadas e interpretadas de diversos modos. Su aprendi-
zaje es accesible prácticamente a cualquier individuo, pues no exige condiciones físicas ni conocimientos
11
previos especializados, sólo basta con el gusto y la disponibilidad para disfrutar del movimiento. De ahí
que cualquier individuo, aun sin formación dancística profesional, pueda aprenderlos y utilizarlos para crear
danza.
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
3
La maestra Lavalle fue de las primeras impulsoras de la inclusión de la notación Laban en los procesos
formativos en danza. Desde principios de los setenta la introdujo en la formación de los alumnos de la
ADM, particularmente de danza popular mexicana. En los cursos de verano que se impartían en esa insti-
tución, junto con la maestra Evelia Beristain, enseñó la notación coreográfica que el Fondo Nacional para
el Desarrollo de la Danza Popular Mexicana (Fonadan) elaboró para el registro de las danzas, en la cual se
utilizaban algunos signos de la notación Laban (específicamente los signos de desplazamiento y los signos
de las direcciones).
4
En la ADM se conocía y enseñaba la notación estructural desde los años sesenta, a la llegada de Bodyl
Genkel a esa institución, pues ella se había formado, entre otras, en la escuela de Jooss y Leeder en Ingla-
terra, en la que la notación era parte integral de la formación de los estudiantes de danza moderna. Aunque
la maestra Genkel la impartía en sus cursos de coreografía, aún no conocíamos la notación de motivos ni
el uso creativo de la misma.
5
Destacan particularmente la serie de Los Starbies, en que Ann explica algunos de los conceptos del
Alfabeto a través de las aventuras de los protagonistas (Klig y Gop) en los diferentes mundos por los que
viajan (por ejemplo, la tierra de flexionar y extender, la tierra del desplazamiento, la tierra del equilibrio,
etcétera) y los dieciocho Paquetes didácticos, nueve dedicados a niños entre 4 y 7 años y los otros nueve
destinados a niños entre 8 y 11 años. En estos paquetes se propone en seis sesiones la realización de
proyectos dancísticos breves ligados a temas escolares.
6
Aquí me parece conveniente recordar que una gran parte del esfuerzo educativo de la maestra Lavalle se
12
enfocó en desarrollar programas y estrategias para llevar la danza a la mayor parte de la población. Esta
inquietud la animó a participar en múltiples proyectos, entre los que destacan el Plan de Actividades Cul-
turales de Apoyo a la Educación Primaria (PACAEP) y el programa de Unidades de Iniciación Artística (UIA)
Introducción
para las Casas de Cultura, en los cuales fue la responsable de generar la propuesta formativa en el área de
danza. En la elaboración de estos dos programas la maestra Lavalle desplegó las habilidades pedagógicas
que en materia de formación dancística a profesionales y no profesionales había adquirido en la Academia
de la Danza Mexicana, en los Centros de Educación Artística (Cedart) y en otras instituciones educativas,
como el Colegio de Bachilleres, además por supuesto, de utilizar su experiencia coreográfica y artística. En
especial, en el PACAEP y en las UIA la maestra Lavalle desarrolló a plenitud su sensibilidad educativa, la cual
se expresó nítidamente en el enfoque lúdico y creativo que orienta dichos programas.
7
Para el desarrollo de este primer programa fue fundamental el apoyo de Maya Ramos, directora en ese
entonces del Cenidi-Danza, quien autorizó que Dolores Ponce tradujera el libro en que se sustenta el curso:
Tu movimiento. Un nuevo abordaje al estudio del movimiento y la danza. Esta traducción permitió que un
número mayor de maestros se beneficiaran del Programa.
8
El proceso continuó hasta 2006, año en que diez maestros obtuvieron el certificado como especialistas
del LOD y nosotras conseguimos el primer grado como especialistas certificadoras del programa (Specia-
list Apprenticeship Certification), y con ello la posibilidad de impartir el nivel I del programa en nuestro país.
Actualmente, con el apoyo de la SGEIA se realiza la formación a un segundo grupo de maestros del INBA
y de otras universidades.
9
Me refiero al Centro Educativo Jean Piaget en el que, gracias a la confianza de su Directora General, ini-
ciamos la aplicación de este proyecto pionero en México. El Programa quedó a cargo de la maestra Karime
Ruiz, quien desde entonces a la fecha lo ha impartido en esa escuela con excelentes resultados. Para de-
sarrollarlo comenzamos por traducir, dosificar y darle una ordenación lógica y progresiva a los paquetes y
13
materiales del Language of Dance Centre, a la vez que le dimos un sustento psicopedagógico y educativo,
elaboramos las planeaciones para cada grado escolar y buscamos la música más adecuada para la explo-
ración y la creación de las danzas.
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
14 versión de los paquetes didácticos, los cuales reelaborados y enriquecidos con otros
materiales, conformaron el disco interactivo denominado Programa Desarrollo de la
Introducción
creatividad por medio del movimiento y la danza. Paquetes didácticos, que fue publi-
cado en 2006 por el INBA en la Biblioteca Digital del Cenidi-Danza.
Estos primeros resultados de la experiencia con los niños del Centro Educativo
Jean Piaget, la propuesta metodológica ya desarrollada y los avances en los paquetes
didácticos, nos sirvieron en 2004 para planear y grabar una serie de tres programas
con el Canal 23 del Centro Nacional de las Artes, denominada Kaleidoscopio, en la que
mostramos algunas de las posibilidades educativas del programa. Más tarde, en 2007
realizamos otra serie con Televisión Educativa de la Secretaría de Educación Pública,
durante la cual junto con Aída Martínez tuvimos oportunidad de trabajar con niños
de una escuela pública y confirmar una vez más cómo ellos se apropian fácilmente de
los signos y los utilizan como detonadores de su proceso creativo con el movimiento
y la danza. De estas incursiones en la televisión, surgió la idea de elaborar el material
didáctico Historias en movimiento. Juguemos a crear danzas, en el cual, gracias al
apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), se ilustraron las seis
historias que la maestra Lavalle había creado para facilitar el montaje de las danzas
con los niños del Centro Educativo Jean Piaget, y mostrar la metodología del LOD en
el programa Kaleidoscopio. Este material, publicado en 2007, incluye ilustraciones de
Ángel Velásquez, música compuesta por el maestro Mario Kuri-Aldana para danzar
las seis historias y una guía elaborada por Alejandra Ferreiro y Josefina Lavalle, que
introduce a padres y maestros en el Alfabeto de movimiento® y los orienta para que
apoyen a los niños en el proceso de convertir las historias en danzas.
A la par de elaborar los materiales didácticos y los programas de televisión, im-
partimos múltiples cursos y conferencias a maestros con formación diversa,10 y abri-
mos un taller en el Cenidi-Danza donde ofrecimos por varios años el Programa a niños
de entre 6 y 12 años. Ahí se integró a nuestro equipo Aída Martínez, quien además
de trabajar con los chicos, impartió varios cursos dirigidos a niños con Síndrome de
Down, con los cuales incursionamos en la educación especial y ratificamos el poder
educativo del LOD.
Aunque desafortunadamente la maestra Lavalle ya no está con nosotros, he-
mos continuado enriqueciendo el Programa y generando materiales, como las inter-
10
Estos cursos, organizados en diferentes niveles de profundidad, los impartimos en el Cenidi-Danza a
maestros del sistema educativo nacional y en los Centros Estatales de las Artes de Baja California, Vera-
cruz y Sinaloa, en el marco del Diplomado “El papel del docente en las actividades artísticas escolares en
15
educación básica”. También hemos incluido el aprendizaje del Alfabeto de movimiento® en los programas
de danza de la Maestría en Desarrollo Educativo, línea de educación artística, de la Universidad Pedagógica
Nacional.
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
pretaciones didácticas a los programas oficiales de danza que realicé en las Guías
para los alumnos de Telesecundaria en 2008 o los elaborados para el Diplomado Arte
en la educación básica que se impartió en la Universidad Pedagógica Nacional en mo-
dalidad virtual en 2009 y 2010. Finalmente, en 2011, fue integrado al Programa Na-
cional de Escuelas de Iniciación Artística Asociadas (PNEIAA), como punto de partida
en el currículo de danza, por lo cual hemos adecuado su enseñanza a las necesidades
de este nuevo proyecto.
Este libro lo concebí como un apoyo para la formación que damos a los futu-
ros instructores de las Escuelas de Iniciación Artística Asociadas (EIAA) y en él he
condensado las experiencias de todos estos años. Para elaborarlo recuperé algunos
materiales ya publicados en el disco interactivo y en la Guía didáctica de las Historias
en movimiento, los revisé y reelaboré, en especial el capítulo dedicado al Alfabeto de
movimiento®.
El texto está integrado por cuatro capítulos. En el primero se relatan algunos
antecedentes de la creación del LOD y el surgimiento del Alfabeto, que son el soporte
del Programa Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza; en el
segundo, se presentan las reflexiones psicopedagógicas y educativas, en las cuales,
con el apoyo de diversos autores entre los que destacan, Laban, Vigotsky y Dewey,
se muestra el potencial dancístico, psicopedagógico y educativo del LOD y, por tanto,
del Programa; el tercero está dedicado al Alfabeto de movimiento®, en el que además
de explicar los diferentes conceptos y acciones que lo integran, se incluyen algunas
ideas para la exploración creativa de cada concepto, una posible dosificación para la
enseñanza de los símbolos, sugerencias para la elaboración de partituras de movi-
miento que inviten a su interpretación creativa y expresiva; y, en el cuarto capítulo,
se expone la estructura metodológica del Programa, la cual se organiza en cuatro
apartados: en el primero, se reflexiona sobre los procesos de construcción metodo-
lógica del maestro y se propone a la tarea como la unidad didáctica organizadora del
proceso de enseñanza; el segundo, se destina a la metodología didáctica, en la que
se despliegan las fases de la clase; en el tercero, se explican los tres momentos suge-
ridos para la enseñanza de los símbolos y la elaboración de partituras; y, por último,
en el cuarto, se detalla la metodología coreográfica elaborada por la maestra Lavalle
para apoyar a los maestros en la creación de frases de movimiento y trozos de danza.
Al final del texto hay tres anexos: uno con los cuadernos de trabajo, cuyo objetivo es
reafirmar el aprendizaje de los conceptos del Alfabeto y desarrollar las habilidades
para la enseñanza de los mismos; el segundo lo integran las partituras que se pueden
16 utilizar a modo de estudios para que los niños las interpreten creativamente y creen
danzas grupales con esas interpretaciones y, en el tercer anexo, se incluyen algunas
Introducción
hojas didácticas con diferentes grados de dificultad para enseñar a los niños el trazo
de los símbolos de un modo divertido.
Finalmente, quiero dar las gracias a quienes han sido cómplices en el desarrollo
y difusión de este Programa y nos han impulsado a enseñarlo a los maestros de diver-
sos lugares de nuestro país. En forma muy especial agradezco a José Luis Hernández
Gutiérrez y a María Eugenia Chávez Guzmán por su confianza y apoyo.
17
I. Antecedentes del Lenguaje de la danza®
12
(1879-1958). Es uno de los pioneros de la danza moderna alemana, pero es reconocido por el sistema
de estudio, análisis y registro del movimiento y la danza que desarrolló a lo largo de su vida. En este sistema
destacan tres ámbitos de estudio: la eukinética (estudio de las cualidades del movimiento, conocida en el
ámbito anglosajón como esfuerzo), la coréutica (estudio del modo en que el espacio influye en el cuerpo
y las rutas más comunes que traza al moverse) y la notación (método de registro del movimiento). Sus
propuestas han sido utilizadas en otras áreas además de la danza, como la terapia física, la somática, los
estudios antropológicos y todo aquel estudio que involucra el cuerpo en movimiento.
13
Kurt Jooss (1901-1979) y Sirgurd Leeder (1902-1981), discípulos destacados de Laban, crearon una
metodología para la formación de bailarines profesionales de danza moderna basada en las ideas de Laban
19
y algunos elementos de la danza clásica. Para profundizar en esta propuesta pueden consultar el libro de
Elizabeth Cámara e Hilda Islas Pensamiento y acción. El método Leeder de la Escuela Alemana, publicado
por el INBA y elTecnológico de Monterrey.
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
21
14
En la notación Laban existen dos ámbitos: la notación estructural, en la que se detallan los movimientos
que cada una de las partes del cuerpo realiza para ejecutar un paso de danza, y la notación de motivos, que
considera las acciones básicas sin el registro de los detalles y sutilezas del movimiento.
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
22 lenguaje con el que nos comunicamos, que si bien no se habla, sí puede leerse y escri-
birse como un discurso. De ahí que utilice la metáfora constructiva del lenguaje para
I. Antecedentes del lenguaje de la danza
23
II. Reflexiones psicopedagógicas
y educativas del Lenguaje de la danza®
28 ñeros y la repetición de las frases, que se leen y ejecutan hasta que se logra fluidez, lo
que permite la emergencia de una experiencia estética en el intérprete.
II. Reflexiones psicopedagógicas y educativas del Lenguaje de la danza®
Por otro lado, para que la exploración del movimiento constituya una experien-
cia cuya fuerza de afección transforme la geografía corporal de los niños y se convier-
ta en el almacén creativo y expresivo de sus posteriores elaboraciones coreográficas
y dancísticas, ésta debe sustentarse en una gran variedad de imágenes y estímulos
que promuevan el uso diversificado del tiempo, el espacio, la energía y el flujo de
movimiento, de modo que favorezcan la articulación mente-cuerpo en el momento
de ejecutar las acciones. También es indispensable el uso intensivo de una música
acorde con la textura y dinámica del movimiento que se experimenta, pues ello crea
el ambiente para que los estudiantes se dejen penetrar por los impulsos musicales y
logren que la música baile con ellos.
A diferencia de Laban (1993), quien propone la exploración del movimiento a
partir de temas, en el LOD se explora directamente por conceptos, lo que además de
favorecer el abordaje simultáneo de varios de los temas sugeridos por este autor en
diferentes niveles de profundidad, permite al niño descubrir poco a poco el Alfabeto
de movimiento® y más tarde, el Lenguaje de la danza®.
En estos argumentos y los mencionados al principio de esta trabajo hemos ba-
sado nuestra apreciación de que la propuesta metodológica del LOD permite a los
maestros promover en sus alumnos la experiencia estética del movimiento, a partir
de una intensa experimentación creativa con un Alfabeto de Movimiento®, que con-
duce a una exploración paulatina de los matices y sutilezas del movimiento, hasta
convertirse en experiencia dancística.
Una de las ideas más innovadoras de Vigotsky (1995), que marca el matiz que le im-
primió a la investigación del desarrollo de los procesos psicológicos superiores, es la
afirmación de que la conciencia y el pensamiento están organizados semióticamente:
operan por medio de símbolos. Consideraba que “la actividad más general y funda-
mental del ser humano, la que diferencia al hombre de los animales desde el punto
de vista psicológico, es la significación, es decir, la creación y empleo de los signos”
(p. 84). Según el psicólogo, el pensamiento utiliza herramientas cuyo carácter sígni-
co detona un proceso interno mediado, por lo que no hay pensamiento fuera de los
signos. Mejor aún, “el pensamiento se expresa y realiza en los signos” (Medina, 1996,
p. 62).De ahí que pensara que los procesos psicológicos superiores se desarrollan no
como resultado de incrementos cuantitativos, sino a partir de transformaciones cua-
litativas mediadas por herramientas psicológicas y signos. Así, subrayaba el valor de
la mediación simbólica en el proceso de desarrollo.
Vigotsky (citado por Medina, 1996) afirmaba que la introducción de una herra-
mienta psicológica en una función psicológica altera el flujo y estructura de la misma,
debido a que: (a) activa un conjunto de funciones nuevas, relacionadas con el uso
y control de la herramienta; (b) prescinde y hace innecesarios numerosos procesos
naturales, que el trabajo con la herramienta desarrolla; (c) modifica el curso y carac-
terísticas (intensidad, duración, secuencia, etc.) de los procesos mentales que forman
parte del acto instrumental, por lo que sustituye unas funciones por otras, es decir,
se recrea y reorganiza la estructura completa del comportamiento (p. 67). De este
modo, insistía en que los signos no sólo facilitan los procesos mentales, sino que los
forman y transforman.
Sostenía que las herramientas psicológicas son creaciones artificiales, sociales
por naturaleza, cuyo objetivo es gobernar los procesos de actuación propia o ajena
30 (Vigotsky, citado por Medina, 1996, p. 65). De donde los signos, primero, sirven de
medio para regular la conducta social y, más tarde, al interiorizarlos, también nor-
II. Reflexiones psicopedagógicas y educativas del Lenguaje de la danza®
malizan la conducta individual. Así, los signos actúan como mediadores de los planos
interpsicológico (social, externo) e intrapsicológico (individual, interno): en el plano
social, se emplean como medio de comunicación, en virtud de que median y regulan
nuestra actividad intelectual y nuestras relaciones con los demás; y en el plano indi-
vidual, permiten internalizar la cultura, pues cuando los individuos actúan sobre los
objetos del mundo (signos), aprenden el significado social que han adquirido, a la vez
que los dotan de un nuevo sentido al reflexionar sobre ellos. De ahí que el dominio
progresivo y uso consciente de un sistema de signos, que siempre incluye significado
y sentido cognitivos, constituya un detonador de una actividad intelectual de orden
superior, a la vez que mediador de la comunicación interpersonal.
En este sentido es comprensible la afirmación de Vigotsky de que la concien-
cia está constituida mediante signos,15 que le son dados al niño por la cultura y las
personas que lo rodean, de ahí su valor como herramientas de comunicación y como
vehículos de intersubjetividad.
Estas reflexiones ofrecen un primer argumento para afirmar que toda metodo-
logía dancística que incluya en su proceso de aprendizaje un sistema de signos y éste
los capacite para aplicar el conocimiento en la reorganización de futuras experiencias,
además de permitir la interiorización de la cultura, potencia su desarrollo intelectual,
pues detona procesos mentales que de otro modo no se generarían. Pero también, si
los instrumentos culturales transmitidos, en este caso el LOD, favorecen la regulación
del propio comportamiento, pues durante el proceso el niño se apropia de ellos y los
usa y manipula para comunicar a otros su propia visión del mundo (crea sus propias
ideas de movimiento), entonces es posible sostener que su aprendizaje constituye
una fuente efectiva de desarrollo.
A partir de lo anterior, es viable pensar que el sistemático proceso de asociación
conceptual y simbólica en el aprendizaje del movimiento característico del LOD, cons-
tituye un factor que estimula el desarrollo de las funciones psicológicas superiores
en los niños de preescolar y primaria. Asimismo, es importante mencionar que dicho
aprendizaje, en tanto que incorpora los signos de la notación de motivos e implica
una actividad sistemática de lectura y escritura del movimiento, puede transferirse a
otros procesos intelectuales como el de la lecto-escritura.
En suma, el LOD, además de promover un intenso proceso de sensibilización y
contacto consigo mismo por medio del movimiento y la danza, capacita a los estu-
31
15
Medina aclara que signo para Vigotsky es un gesto, objeto o cualquier elemento que posea un signifi-
cado; puede ser un signo lingüístico (palabra) o no lingüístico (pintura, pieza musical, señal, etc.). [1996,
p. 46.]
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
16
Algunos también la nombran zona de desarrollo próximo, pero basada en la traducción de la edición de
32
la Editorial Akal de 1986 del artículo en el que Vigotsky propone esta noción (Aprendizaje y desarrollo
intelectual en la edad escolar), considero que la palabra “potencial” es la traducción más fiel a la idea de
este psicólogo.
II. Reflexiones psicopedagógicas y educativas del Lenguaje de la danza®
de desarrollo potencial, pues activa procesos que sin él no se producirían. Más aún,
postula que las funciones psicológicas superiores, las esencialmente humanas, se
desarrollan a partir de procesos de aprendizaje. Ahora bien, si consideramos que el
LOD es uno de los múltiples instrumentos culturales que favorecen la regulación del
comportamiento en relación con el movimiento y la danza, es posible vislumbrar la
potencialidad que tiene esta metodología para (a) promover la interiorización progre-
siva de operaciones psicológicas constituidas en la vida social, es decir, en el plano in-
terpsicológico (un sistema para el análisis y registro del movimiento, a partir del cual
se puede experimentar, apreciar y crear danza), y (b) permitir la “reorganización de la
actividad psicológica del sujeto como producto de su participación en situaciones so-
ciales específicas” (Baquero, 1997, p. 42). Lo anterior nos ofrece un argumento más
para destacar la capacidad del LOD de potenciar el desarrollo de los niños de prees-
colar y primaria y, en particular, de crear zonas de desarrollo potencial que estimulen
el proceso de lecto-escritura y de otras habilidades intelectuales como la clasificación,
el conteo, la longitud, la adquisición de las nociones de tiempo y espacio, etc.
También la zdp muestra la naturaleza interdependiente del aprendizaje y del de-
sarrollo, pues los procesos psicológicos se detonan a partir de actividades de colabo-
ración y no de actividades independientes o aisladas, lo que subraya el hecho de que
todo aprendizaje humano implica un proceso de mediación social y cultural. De ahí la
importancia de que en el proceso de aprendizaje se realice un conjunto de actividades
en el que el maestro oriente a los alumnos y otro en el que predomine el trabajo gru-
pal, lo que permite la creación de un espacio de intersubjetividad donde el niño puede
negociar y apropiarse de los significados sociales en actividades de colaboración (Val-
siner, citado por Moll, 1993, p. 16). Aquí, la función del maestro es proporcionar a los
estudiantes pistas o claves que faciliten su trabajo, incluso apoyo emocional para que
confíen en sus capacidades (García, 2000, p. 19), además de crear situaciones que no
puedan generar por sí mismos y promover que los intercambios sociales ahí produci-
dos rebasen la mera cotidianeidad y se conviertan en acontecimientos que signifiquen
sus vidas: que transformen sus relieves del mundo.
Las anteriores afirmaciones confirman el lugar cardinal que algunos psicólogos dan
al andamiaje –como Bruner (1988) ha denominado al formato de interacción cuyo
objetivo es lograr que un individuo se apropie gradualmente de un saber, gracias a
17
En esta idea seguimos a autores (Cole, Silvestri, Blanck, entre otros) que encuentran convergencias
entre el trabajo de Vigotsky y el de Bajtín (teórico de la literatura de origen, contemporáneo de Vigotsky,
aunque no hay datos que permitan afirmar relación alguna), en particular en lo que se refiere a la noción
bajtiniana de voz y la de habla interna de Vigotsky. Pero a nosotros, más que la idea de habla, nos interesa
insistir en la de diálogo de Bajtín, de la que se desprende que no es indispensable el consenso de las voces
que intervienen en el proceso educativo, sino que las divergencias amplían la visión de los estudiantes. Es
37
decir, aceptamos la idea de que en la construcción de significaciones que tiene lugar en la zdp, la multi-
plicidad de interpretaciones, lejos de impedir la formación de un concepto, la enriquece. Véase Silvestri y
Blanck, 1993.
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
cambio cognitivo productivo no se produce en sistemas cerrados, sino que son las
diferencias de interpretación las que ofrecen oportunidades para la construcción
de nuevos conocimientos (p. 20), entonces la promoción de ambientes en los que
converjan influjos contradictorios y se produzcan la reflexión y la crítica, se tor-
na indispensable para el desarrollo intelectual de los niños. Estas situaciones son
comunes y emergen con frecuencia de modo espontáneo en los procesos de es-
colarización; sin embargo, muy a menudo los maestros intentan obviarlas e impo-
ner su propia voz. De ahí la importancia de transformar los procesos interactivos
del aula e insistir en una interacción constructiva y dialógica entre estudiantes y
maestro, en lugar de una posición directiva y autoritaria del educador, e inmóvil y
receptiva del estudiante.
También en la constitución de una conciencia dialógica el LOD puede tener una
significativa participación, pues la insistencia en el trabajo grupal no sólo favorece el
diálogo y la negociación de los significados que asumirán los conceptos cuando com-
ponen alguna frase de movimiento, sino que se debe escuchar y en muchas ocasiones
integrar las diferentes perspectivas de los miembros del grupo, reconociendo así la
diversidad de interpretaciones de un mismo concepto o de una idea de movimiento,
lo que sin duda amplía su visión.
Lo analizado hasta el momento sustenta nuestra idea de que la metodología del
LOD crea zonas de desarrollo potencial en las que el alumno, en un ambiente de cola-
boración, se apropia del sistema y al hacerlo disfruta de su cuerpo en movimiento, a
la vez que se acerca paulatinamente al proceso de creación dancística. Pero también,
durante este transcurso, se detonan procesos que favorecen el desarrollo intelectual
y social del niño.
Como muchos otros psicólogos, Vigotsky (1988) otorga un papel central al juego
en la vida y desarrollo del niño, pero más que otros atributos educativos destaca
su carácter de actividad cultural, que favorece la interiorización de algunos aspectos
básicos de la cultura, entre los que destacan sus futuros papeles y valores. Por medio
del juego, el niño adquiere la “motivación, capacidad y actitudes para su participación
18
Obsérvese la significativa coincidencia de esta idea con la afirmación de John Dewey, de que una expe-
riencia educativa no necesariamente tiene que ser placentera para generar desarrollo; por el contrario, en
38 ocasiones el deleite deviene en la formación de “actitudes débiles y negligentes” que pueden modificar la
calidad de experiencias posteriores y frenar el desarrollo en cierta área.
II. Reflexiones psicopedagógicas y educativas del Lenguaje de la danza®
19
En una situación imaginaria sólo las acciones que se ajustan a las reglas son aceptadas en la situación de juego.
39
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
En primer término menciona su carácter regulado, pues “el juego que com-
porta una situación imaginaria, es de hecho, el juego provisto de reglas” (Vigotsky,
1988, p. 144).19 Más aún, Vigotsky (1988) afirma que no existe juego sin reglas, pero
éstas deben desprenderse de la situación imaginaria. Las reglas de los juegos enseñan
al niño a conducirse con arreglo a ciertas reglas sociales; de este modo, el mayor au-
tocontrol de que es capaz el niño se produce en el juego. Más aún, en el juego se opera
una transformación muy significativa: la regla se convierte en deseo, pues respetarla
constituye una fuente de gozo; en este sentido, el juego permite la interiorización de
las normas sociales.
En las situaciones imaginarias el niño también aprende a orientar su conducta
por el significado del objeto o de la situación que lo afecta y no sólo por su percepción
inmediata. Es decir, como en el niño pequeño el significado y el campo visual están
fusionados, el juego lo ayuda a independizar la acción de la percepción. Al respecto
Vigotsky (1988) subraya:
Por ello, el juego es un “estadio transicional”, donde el niño se capacita para separar
el pensamiento (significado de la palabra) del objeto.
Asimismo, el juego promueve la separación entre acción y significado. Como en
el niño pequeño la acción predomina sobre el significado (no puede separar la acción
interna de la externa), el juego lo capacita para que el significado prevalezca sobre
la acción.
Esta escisión del significado respecto del objeto y de la acción tiene otras con-
secuencias en el desarrollo del niño, que Vigotsky (1988) subraya:
Del mismo modo que el operar con el significado de las cosas nos lleva
al pensamiento abstracto, el desarrollo de la voluntad y la capacidad de
llevar a cabo elecciones conscientes se produce cuando el pequeño opera
con el significado de las acciones. En el juego, una acción sustituye a la
otra, al igual que un objeto reemplaza a otro (pp. 153-154).
En resumen, Vigotsky (1988) afirma que no toda actividad lúdica genera una zdp,
capacidad del juego para detonar el desarrollo potencial de niños pequeños es mayor
que la de la instrucción, debido a que ofrece un marco más amplio para el surgimiento
de los cambios: el espacio lúdico permite al niño actuar en situaciones imaginarias,
crear propósitos voluntarios y formar planes de vida, actividades todas que orientan
su desarrollo. También enfatiza que no es la actividad lúdica espontánea la que deto-
na el desarrollo, sino un doble juego de:
Así, como sugiere Baquero (1997), Vigotsky acota las condiciones del juego en una
situación escolarizada para que sea promotor de desarrollo en el niño.
De lo dicho hasta el momento acerca del juego inferimos otro argumento
con el cual sustentar que el LOD favorece el desarrollo, por su énfasis en crear un es-
pacio lúdico y recurrir a la fantasía e imaginación de los niños durante la fase en que
exploran de manera intensiva los conceptos de movimiento.
Para ejemplificar lo anterior, consideren el siguiente ejemplo, extraído de la pri-
mera sesión del paquete de enseñanza titulado Juguetes mágicos:
Observen cómo las instrucciones del maestro crean un escenario imaginario para la
exploración del concepto de movimiento, al tiempo que establecen las reglas de crea-
ción y movimiento del personaje, lo que define la situación en que se desarrollará la
actividad.
Luis C. Moll (1993) ha advertido sobre el peligro de que toda actividad escolar que de-
sarrolle habilidades en los estudiantes sea vista como generadora de una zdp. Ejem-
plifica el riesgo con la instrucción rutinaria que por repetición logra el desarrollo de
ciertas habilidades, o la enseñanza fragmentaria que considera sólo un aspecto en
el aprendizaje de un proceso que involucra diversas habilidades. De ahí su insistencia
en que únicamente se creará una zdp cuando las actividades propuestas, además de:
(a) establecer un nivel de dificultad que corresponda con el desarrollo potencial, (b)
proporcionar ayuda en el desempeño de la actividad, y (c) lograr que ese desempeño
se realice de manera independiente, constituyan actividades totales en las que se
desarrollen simultáneamente todas las habilidades involucradas en el proceso (p. 20).
42 Propone como ejemplo de este esfuerzo las actividades diseñadas por los inves-
tigadores del enfoque de “lenguaje total”, quienes mencionan entre sus recomenda-
II. Reflexiones psicopedagógicas y educativas del Lenguaje de la danza®
ciones de instrucción “hacer de las aulas ambientes [alfabetizadores] en los que pue-
den tener muchas experiencias de lenguaje y desarrollarse y aprenderse diferentes
tipos de ‘alfabetización’” (Moll, 1993, p. 21). La creación de un ambiente alfabetiza-
dor implica abrir espacios en los que los niños aprendan a usar y manipular diferentes
lenguajes, entre los que destacan los artísticos, con los cuales puedan crear sentido y
comunicarlo significativamente. Aún más, la posibilidad de utilizar más de un lenguaje,
sin duda amplía nuestras posibilidades de comunicación más plena, pues no siempre
el lenguaje hablado o escrito nos permite la transmisión de nuestras ideas, emociones
y sentimientos. En ocasiones, el lenguaje del cuerpo, de los colores, de los sonidos,
etc., dice más de lo que con palabras podemos expresar. De ahí que la alfabetización
estética sea prioritaria para el desarrollo de la capacidad humana de simbolizar.
Sin duda, el LOD cuenta con los elementos metodológicos y didácticos para
crear un ambiente alfabetizador, en virtud de que este sistema se diferencia de otros
que también impulsan la exploración creativa del movimiento, precisamente en que
considera como una fase esencial del aprendizaje la lectura y escritura del movimien-
to con los símbolos de la notación Laban conocida como escritura de motivos (motif
writing); de ahí que su propia creadora lo considere un método de alfabetización dan-
cística.
Como afirma Hutchinson (1995), el sistema incluye la notación siguiendo el
ejemplo de los métodos de enseñanza de otras artes, por ejemplo, la música, don-
de la notación “se introduce como ayuda para la comprensión de tono, estructura
de tiempo, valores de tiempo y forma de ejecución: las bases del arte. Proporciona
así una ayuda visual que posibilita la memorización y práctica sin la presencia de un
maestro; aprender a leer música también da acceso a la literatura musical y facili-
ta una carrera profesional” (p. XV).20 Ella piensa que el mismo razonamiento debe
aplicarse al estudio de la danza y el movimiento, de donde la necesidad de incluir la
notación como parte esencial del proceso de aprendizaje. Y, como ella misma señala,
qué mejor medio que el sistema de Labanotación, que ha logrado un alto nivel de de-
sarrollo y sistematización, sin por ello perder su flexibilidad y continua movilidad, que
lo mantienen en mejora constante. De igual forma, subraya que el LOD no pretende
que los estudiantes adquieran las capacidades de escritura y registro requeridas por
un labanotador, sino el desarrollo de la habilidad de usar signos como un recurso mne-
motécnico y de apoyo a la creación de ideas en movimiento.
20
En todas las citas de este libro utilizo la traducción de Dolores Ponce.
43
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
Para la valoración del potencial educativo del LOD recurrimos una vez más a las re-
flexiones de Laban, en especial para la comprensión de dos experiencias que emer-
gen cuando se practica la danza: el “encanto del movimiento” y la “alegría del movi-
miento”, que constituyen una fuente primordial de experiencias estéticas. Éstas no
sólo amplían la percepción, sensación e imaginación de los niños, sino que permiten
el establecimiento de nuevas conexiones en la experiencia: la formación de nuevos
patrones de significación y la exploración de perspectivas diferentes. Además de re-
flexionar sobre estas peculiares experiencias, Laban ofrece argumentos poco consi-
derados para debatir el lugar marginal que han ocupado las artes en el currículo de la
educación formal.
Los fundamentales esfuerzos de pensadores como Elliot Eisner, Maxine Greene
y Howard Gardner, entre otros, por revertir la relegación curricular que sufren las
artes, si bien se han enfocado en combatir la desmedida importancia conferida a la
razón y al desarrollo de la capacidad de pensar (reducida a la mera acción cognitiva),
y han recuperado la fuerza educativa de la percepción y la experiencia, no han con-
siderado el potencial de lo que Eugenio Trías (1999) llama el suplemento simbólico,
que permite acceder, gracias a los símbolos, a las formas artísticas o al misterio de
lo sagrado.
De acuerdo con este filósofo, la razón ilustrada ha mostrado su agotamiento,
entre otras, por su resistencia a incluir en su reflexión los aspectos no racionales de
la vida humana, los espirituales. De ahí que Trías (1999) abogue por el cultivo de una
razón fronteriza que, para adecuarse a los retos y desafíos del presente (entre los
que destaca la emergencia de una “razón posmoderna”, utilitaria, hedonista e instru-
mentalista, interesada sólo en los resultados de la acción humana y que deja de lado
la necesaria reflexión en la capacidad productora y creativa del hombre, debido a su
insistencia en el disfrute del “aquí y ahora”, del placer y la comodidad), insista en la in-
corporación sistemática en la reflexión de temas como la sinrazón, el pensamiento má-
gico, el mundo de las pasiones, la imaginación simbólica, el pensamiento religioso, etc.
En el marco de esta reflexión, las artes dejan de concebirse como simples obje-
tos o actividades que brindan placer o entretenimiento, para ser pensadas como mo-
dalidades diferenciales que favorecen la apertura simbólica del ser humano: permiten
experimentar matices cualitativos que aumentan su capacidad de comprender y dar
sentido al mundo y a sus experiencias. Pero sobre todo son percibidas como activi-
44 dades que lo sensibilizan para captar el enigma y el misterio que encierran los símbo-
los, en este caso, artísticos, lo que sin duda plantea las condiciones necesarias para
II. Reflexiones psicopedagógicas y educativas del Lenguaje de la danza®
una experiencia vital, que Wittgenstein (citado por Trías, 1999) conceptuó como “lo
místico” (p. 429). En este sentido, la reflexión de Laban apunta precisamente al valor
educativo de la danza, porque conecta al ser humano con su lado oscuro: sus pasio-
nes, sus sueños, sus fantasías.
Pero si este encanto, se pregunta este coreógrafo, no fuera un don natural, sino
algo posible de adquirir, regular, incrementar y perfeccionar, entonces toca a los edu-
cadores estudiar su proceso educativo, y los invita a indagar los diferentes procedi-
mientos que podrían utilizar para desarrollarlo.
De ahí que Laban (1971) afirme que cuando la danza despierta en cada estu-
diante su peculiar encanto, cuando los resultados de su aprendizaje parecen mágicos
a otros ojos, sólo entonces este arte asume un valor educativo y terapéutico real.
Ahora bien, en Danza educativa moderna, obra en la que Laban (1993), además
de compilar su experiencia educativa, propuso un camino para introducir la danza
al sistema formal de educación) planteó como enfoque primordial una enseñanza
basada en la experimentación y práctica de los principios generales del movimiento,
que evitara el aprendizaje de una técnica o estilo preconcebido limitando la vivencia
corporal a una sola expresión. También subrayó los beneficios de la actividad creativa
del baile, que supone alentar el impulso innato de los niños hacia el movimiento, pre-
servar la espontaneidad y fomentar la creatividad y expresión artística por medio del
dominio del movimiento. Sin embargo, ahí mismo señaló que la creatividad y esponta-
neidad no son suficientes para convertir un simple movimiento en movimiento estéti-
co; es necesario experimentar con una amplia variedad de calidades del movimiento,
que favorezcan la emergencia de una multiplicidad de sensaciones y emociones. Ello
obliga a su vez a vivenciar la gran diversidad de posibilidades de usos del tiempo, del
espacio, de la energía y del flujo, pues de la combinación de estos factores o cualida-
des surgen las calidades del movimiento.
A partir de lo anterior es comprensible la insistencia del LOD en experimentar
estos factores de movimiento al unísono con el aprendizaje del Alfabeto. Los usos del
tiempo se aprecian, primero, de manera libre y espontánea, y luego ligados al estudio
de la partitura; los usos del espacio se estudian en vinculación con algunos conceptos
de movimiento (dirección, desplazamiento, acercarse a, alejarse de y llegar a un des-
tino); y los usos de la energía o dinámica –a los que Hutchinson da un tratamiento es-
pecial y nosotros convertimos en una familia del Alfabeto para dedicarle un paquete
especial a su estudio y dominio–, se experimentan al mismo tiempo que el Alfabeto,
especialmente en la fase de coreocomposición, como medio para la facilitar la com-
prensión de las múltiples posibilidades de interpretación de una partitura.
El estudio de las calidades de movimiento, como mencionamos, recibe un énfa-
sis particular tanto en Laban como en Hutchinson, pues gracias a la experimentación
de múltiples combinaciones de estos factores del movimiento y su uso sistemático en
Laban (citado por Bartenieff, 1980) también percibió que los beneficios de la danza
educativa no se limitaban al individuo, sino que lo trascendían al experimentar el pla-
cer de bailar en grupo, experiencia poco común en las sociedades modernas y de la
cual, gracias a la comunicación corporal que de ella emana, emerge una experiencia, a
la que denominó “alegría de movimiento”, y que es inherente a la danza coral.
Este hallazgo proviene de sus experimentos con los coros de movimiento, que
tuvieron un gran auge en Alemania. En cada escuela de Laban, como parte integral de
la formación, existía un coro de movimiento. Él los consideraba “una variante del arte
religioso de la danza”, “estructuras de juego con una significación muy especial” (Bar-
tenieff, 1980, p. 139).22 En los coros encontró un medio propicio para hacer emerger
una experiencia inherente a la danza coral: la “alegría del movimiento”. Al respecto
Laban (citado por Bartenieff, 1980) escribió en Gymnastik und Tanz:
Pensaba que gracias a esta experiencia, los bailarines, a la vez que se expresaban a
plenitud, se acercaban a un ideal arquetípico.23 En la creación de los coros se utiliza-
ban las improvisaciones de los individuos y los grupos, de este modo se reafirmaba
la experiencia vivida y compartida. De ahí que Laban afirmara que al compartir el
placer de moverse en grupo, el hombre moderno satisfacía su profunda necesidad de
comunidad. Según Warren Lamb (1979), Laban estaba convencido de que a través de
los coros de movimiento se podía crear la “danza folclórica contemporánea”, donde
la gente que realiza trabajos rutinarios y paralizantes encontraría un modo de expre-
sarse. También creía que los coros de movimiento ofrecen un remedio para la falta de
21
Este libro, publicado en 1948, fue adoptado por el ministerio británico de educación como eje orientador
en el desarrollo de los programas para la enseñanza de la educación física en las escuelas públicas (Hodg-
son y Preston-Dunlop, 1990, pp. 49-50).
22
Aquí utilizo una traducción inédita de Anadel Lynton.
47
23
Tal vez Laban pretendía acercar al hombre moderno a la experiencia que se vive en las sociedades tra-
dicionales cuando se realizan los rituales y a la que Victor Turner (1988) denominó communitas. [Véase
la nota 12.]
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
24
Según Turner (1988), la communitas (voz latina para diferenciar un modo de relación social de un ám-
bito de vida común) surge de la experiencia social en la que se produce una consonancia entre individuos
iguales, generalmente, en los periodos de liminaridad social. La communitas no sólo promueve convergen-
cia en las acciones, sino también un movimiento anímico de los sujetos que los lleva al mismo tiempo a una
48
intensa experiencia social y a una profunda comunicación consigo mismos. A partir de esta noción, Turner
piensa que en el ritual se vive una experiencia de absoluta individuación y a la vez de solidaridad profunda
con los otros.
II. Reflexiones psicopedagógicas y educativas del Lenguaje de la danza®
49
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura
conceptual del programa Desarrollo de la
creatividad por medio del movimiento y la danza
como el desplazarse para llegar a algún lugar, alargar su brazo para tomar algún ob-
jeto, etc.; o bien, los que realiza sin desearlo (reflejos, inconscientes), o espontáneos,
debido a ciertos impulsos no previstos. Pero también nos movemos por la satisfac-
ción y el placer de sentir nuestro cuerpo libre en el espacio. Realizamos movimientos
en diferentes grados de velocidad; con diferentes dimensiones, pequeños o amplios,
breves o prolongados, pesados o ligeros; para realizar algunos movimientos requeri-
mos mayor energía que para otros, pero siempre relacionados con la satisfacción de
nuestras necesidades, ya sean éstas utilitarias o no.
Por ahora, nuestra observación se enfoca principalmente a la danza. Empezare-
mos por investigar lo que observamos cuando se hace un movimiento y lo que expe-
rimentamos cuando nos movemos con el objeto de sentir el goce de desplazarnos en
el espacio, o bien, para expresar estéticamente una idea, una acción o un sentimiento.
Si vemos a uno de nuestros compañeros ejecutar un movimiento y después de
éste un momento de inactividad, o mejor dicho, una pausa, podemos darnos cuenta
que la posición de su cuerpo cambió debido al movimiento realizado, el cual se inició
en una primera posición, para llegar a otra, es decir, hubo un desplazamiento de una o
varias partes de su cuerpo de la posición inicial al término de la acción. Si enfocamos
este movimiento o ponemos la atención en éste, a partir de su desplazamiento espa-
cial, es decir, desde el momento en que se inicia el cambio de posición, la acción refle-
jará una moción, sin importar si es ejecutada tan sólo por el deseo de moverse y dis-
frutar del proceso, y si llegamos o no a un destino, o a adoptar una pose en particular.
El ser humano puede realizar un gran número de movimientos ya sea con todo
su cuerpo, o con una o varias partes del mismo, sin embargo, ¿será posible que esos
movimientos puedan clasificarse, organizase u ordenarse en un sistema coherente?
Algunos maestros, teóricos de la danza, han emprendido una serie de análisis y es-
tudios para concebir una especie de Alfabeto que resuma e instaure la base principal
sobre la que se construya y organice la gran variedad de conceptos, acciones y formas
de movimiento que se encuentran en la esfera de la movilidad del ser humano. Entre
esos maestros se encuentra Ann Hutchinson, quien después de analizar y cuestionar
las propuestas de otros estudiosos, plantea un Alfabeto de movimiento® que engloba
las principales acciones y conceptos básicos comprendidos en el movimiento humano.
El Alfabeto está constituido en bloques, conceptos, que permiten una explora-
ción sistemática, primero de los aspectos más generales del movimiento, y más tarde
de sus particularidades y sutilezas.
En primer lugar, se explora la existencia o no del movimiento. La presencia del
Ya hemos señalado que cuando no hay movimiento decimos que hay una ausen-
cia de la acción, es decir, una pausa, la que puede tener diferentes características. Ann
Hutchinson enfatiza en la pausa activa, pues ésta contiene al mismo tiempo significa-
do y expresión. El signo que utilizaremos para identificarla comprende dos elementos:
un signo que en la Notación Laban señala la detención o la pausa (O) y otro que
indica que el movimiento no permanece estático sino más bien continúa irradiando
energía (V). Por lo mismo, cuando se unen estos dos símbolos se les denomina PAUSA
ACTIVA.
25
La diferenciación de un esfuerzo específico se hace posible porque cada acción consiste en una combi-
nación de elementos de esfuerzo, que provienen de las actitudes de la persona que se mueve hacia los
ja-ja-ja ja...ja...ja...
55
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
Del mismo modo los intervalos o pausas27 podrán ser cortos o prolongados y como
hemos indicado, se muestran por el espacio vacío que se deja entre un signo y otro o
usando el signo de pausa activa.
La duración de las acciones o movimientos también pueden ser medidos con
exactitud, siguiendo las convenciones que se han establecido a lo largo de la historia
de la escritura musical, es decir, a través del metro y de la división en tiempos y com-
pases. Por ahora no profundizaremos en el tiempo métrico o tiempo medido.
A. FLEXIÓN
El concepto de FLEXIÓN sugiere acciones como doblar, curvear, enrollar, cerrar, estre-
char, retraer hacia el centro del cuerpo, contraer, plegar, volverse pequeño, encogerse,
etc. Estas ideas pueden evocarnos diferentes imágenes, como la de un caracol que
se retrae hacia su caparazón, sentarse sobre las cuclillas, una flor que se cierra, una
raíz que se enreda en un tronco, una hoja de papel que se dobla o se arruga, tocar un
trombón, enrollar una manguera, etc. La forma de ejecución de estas imágenes es
ligeramente diferente y por medio de ellas podremos encontrar un mundo de expre-
siones.
El símbolo que utilizaremos para identificar esta acción consiste en una cruz
en cuyo centro se coloca, de manera horizontal, el signo de “cualquier” (ad libitum),
lo que finalmente entenderemos como “cualquier FLEXIÓN”. El símbolo, gracias a la
idea de “cualquier”, nos da gran libertad para indicar cualquiera de las modalidades de
FLEXIÓN que hemos mencionado.
56 27
Intervalo: Espacio o distancia que hay de un tiempo a otro o de un lugar a otro. En música intervalo es la
diferencia de altura entre dos sonidos los que se basan en la escala diatónica.
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
B. EXTENSIÓN
Del mismo modo que la FLEXIÓN, la EXTENSIÓN puede asumir e involucrar distintas
ideas de movimiento: alcanzar, alargar, estirar, abrir, separar, ampliar, ensanchar, ex-
pandir, crecer, o alejarse del centro del cuerpo. La manera de interpretar una exten-
sión dependerá de las diferentes razones que tengamos para extendernos. Podemos
pensar en distintas imágenes, como estirarnos para bostezar, extender el cuerpo
para alcanzar algo, el crecimiento de un tallo, un gato al que se le eriza el pelo, las
hojas de una frondosa flor que se abre, las alas de un pájaro cuando vuela, etc.
El símbolo para cualquier forma de EXTENSIÓN consiste en una “N” al revés,
cruzada horizontalmente, por el símbolo de “cualquier”.
Los globos: Supongan que su cuerpo es un globo listo para ser inflado. Ín-
flenlo lentamente, luego desínflenlo rápidamente. Repitan la experiencia
variando la velocidad de inflado o desinflado del globo; encuentren algún
ritmo para la ejecución. Piensen en la historia de un globo que desea ele-
varse y volar muy alto, pero se atora en una espina y se desinfla.
Yo soy un…: Imaginen que son aviones y vuelan con las alas muy extendi-
das, o grandes cometas que juegan con el viento, o bien un muñeco de una
caja de sorpresas que se hace chiquitito para entrar en su caja y cuando
la abren, se extiende al máximo. Escriban o dibujen la historia de una co-
meta soñadora que desea viajar por el mundo, o la de un avión orgulloso
que surca por primera vez los cielos.
Animales mágicos: Vuélvanse un gusano, que para desplazarse flexiona
y estira el cuerpo completo. Imiten a un gato que extiende las piernas y
57
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
C. ROTACIÓN o GIRO
Estas dos palabras pueden ser intercambiables para todo propósito, sin embargo,
para ciertos movimientos un término nos puede parecer mejor que el otro. Los sinó-
nimos de girar o dar vueltas incluyen muchos otros movimientos como pivotear, rotar,
rodar, rolar etc., los que nos sugieren trayectos circulares totales o parciales.
Nuestro cuerpo y el espacio nos permiten girar de muy distintas maneras: po-
demos girar una sola parte del cuerpo o más, o girar el cuerpo como una totalidad;
podemos girar acostados en el piso sin desplazarnos, girar sobre los pies como un
trompo, hacer vueltas completas o medias vueltas girando sobre un pie o sobre los
talones, girar hacia la derecha o hacia la izquierda; pero podemos encontrar otras
maneras de ejecutar giros, como dar maromas en el piso o bien realizar otras formas
más complicadas como los saltos mortales o las ruedas de carro, aunque estas for-
mas implican un desplazamiento en el espacio, lo que les imprime otra característica.
La libertad para explorar cualquier forma de rotación o giro nos ofrece un amplí-
simo espectro de movimientos: podemos girar parados, sentados o acostados; con un
pie o con los dos o bien, cambiando de uno a otro; con vueltas completas o partes de
ellas; incorporando flexiones y extensiones durante los giros; en diferentes tiempos
y velocidades. Como acciones adicionales podemos incluir otras partes del cuerpo: la
cabeza, el torso o bien otros gestos o movimientos que complementen y enriquezcan
la exploración.
El símbolo que utilizaremos para “cualquier forma de ROTACIÓN, que nos permite
dejar abierta la elección, tanto en su forma como en su dirección, consiste en un
58 rectángulo vertical, cuyos extremos están recortados en forma de “V”. Este signo no
requiere el símbolo de ad libitum.
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
¿Cuántas y cuáles motivaciones nos pueden sugerir las distintas formas de ROTAR?
Realizar un medio giro rápido frente a una persona indicará que no deseamos encon-
trarnos con ella. Si combinamos una parte de ROTACIÓN con un DESPLAZAMIENTO
corto y lo realizamos en un tiempo rápido y en repetidas ocasiones podremos sugerir
que no sabemos a dónde vamos o que estamos perdidos; si giramos a la derecha o a
la izquierda sin desplazarnos parecerá que estamos buscando a alguien, o mejor aún,
que presentimos que alguien nos persigue, en fin, las posibilidades expresivas son in-
finitas, y todas las encontraremos por medio de la exploración corporal y a través de
nuestra imaginación. Algunas ideas para esta exploración pueden ser las siguientes:
59
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
Para que la frase creada no sea mero movimiento, insistan a los niños en que
piensen en alguna imagen o propónganles una historia breve. Por ejemplo, imaginen
una cajita musical de la que, al abrirse, salta un payaso que se extiende largo, largo, y
cuando ha llegado al máximo alargamiento se queda quieto disfrutando de su cuerpo
extendido; luego se acciona la música de la caja y el payaso empieza a girar sin cesar;
pero un gato gruñón que ha observado molesto la diversión llega y repentinamente
de un manotazo cierra la cajita, lo que obliga al payaso a hacerse chiquito, chiquito.
La partitura de movimiento que ya han elaborado incluye elementos muy simi-
lares a los de una partitura de música. Sin embargo, en los primeros momentos del
aprendizaje de esta metodología, la partitura se simplifica al máximo y sólo se inclu-
yen una doble barra al principio de la frase de movimiento y una doble barra al final de
la misma, con las que se marca el inicio y final de una danza. En este momento no es
necesario indicar la duración de cada movimiento, pues se trata precisamente de que
el niño pueda ejecutarlo de acuerdo con sus posibilidades y necesidades, o de acuerdo
con las variantes temporales de la música con la que acompañe su danza. Sin embar-
go, como más adelante podrán combinar estos conceptos con los ya aprendidos, es
necesario que planteemos cómo se puede enseñar la duración con estos conceptos.
Para indicar la duración de los movimientos, en el caso de la flexión agrega-
remos una línea cuyo largo mostrará cuánto dura el movimiento: cuando el signo
no tiene línea, la flexión es breve; en cambio, cuando sí la tenga, el largo de la línea
indicará su mayor o menor duración, como se muestra en los ejemplos de abajo. [Si
tienen alguna duda revisen en el apartado de los conceptos y acciones generales la
explicación de la duración del movimiento. Es importante tengan claro que duración
y velocidad no son lo mismo, aunque al principio será difícil explicarlo al niño, por lo
que sugerimos que al referirse a la mayor o menor duración evite usar los términos de
lento y rápido y utilice los de breve y sostenido.]
Es preciso insistir en que los niños comprendan que cuando empiezan a experi-
mentar con la duración del movimiento, el signo de cualquier flexión cuando no tiene
línea ya no significa sólo flexión, sino que asume una significación adicional (flexión
breve), pero si la tiene se convierte en una flexión sostenida, cuya duración la indica
el tamaño de la línea. Veamos el siguiente ejemplo:
La secuencia se inicia con una flexión sostenida de poca duración; siguen una flexión
breve, una pausa activa y una flexión sostenida de mayor duración. Como mencio-
namos en la Guía, el niño puede dar una duración específica a cada movimiento; por
ejemplo, la primera flexión se puede ejecutar en dos tiempos, la segunda en un tiem-
po, la pausa activa en un tiempo y la última flexión en cuatro tiempos.
En el caso de la EXTENSIÓN, al igualque con la FLEXIÓN, para registrarla agrega-
remos una línea cuyo largo indica cuánto dura el movimiento: cuando el signo no tiene
línea, la EXTENSIÓN es breve; pero si se la agregamos, el largo de la línea indicará su
mayor o menor duración. Veamos los siguientes ejemplos:
Aquí también el niño puede dar una duración específica a cada movimiento; por ejem-
plo, tres tiempos para la flexión, un tiempo para la extensión, dos para la pausa activa
y cinco para la extensión.
A diferencia de la FLEXIÓN y la EXTENSIÓN, la duración de la ROTACIÓN no se
indica con una línea, sino que la variación en el tamaño del signo muestra cuánto dura
el movimiento. Veamos los siguientes ejemplos:
Rotación breve Rotación de poca duración Rotación de mayor duración
También aquí es preciso asegurarnos de que el niño comprenda que cuando los sím-
bolos cambian de tamaño, su significación también se modifica, pues por medio del
tamaño se reconoce si una rotación es breve, de poca duración o de mayor duración.
Veamos el siguiente ejemplo:
63
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
En este ejemplo iniciamos con una rotación sostenida de mayor duración, una pausa
activa, una rotación de poca duración y una rotación breve; el niño puede elegir los
tiempos en que ejecutará cada movimiento; por ejemplo, la primera puede durar seis
tiempos, la pausa dos tiempos, la rotación siguiente puede durar tres tiempos y la
rotación breve un tiempo.
3. Conceptos y acciones relacionados con el uso del espacio
Los conceptos y acciones relacionados con el espacio son dos: desplazamiento y di-
rección; su estudio y exploración creativa nos permite reconocer una amplia gama
de posibilidades de movernos ya sea en nuestro espacio personal o en el espacio
circundante. Gracias a estos conceptos podemos explorar diversas maneras y mo-
tivaciones para desplazarnos, a la vez que descubrimos la gran variedad de caminos
que trazamos al hacerlo. También podemos reconocer las múltiples posibilidades de
orientarnos al explorar nuestra kinesfera o espacio personal.
A. DESPLAZAMIENTO
La actividad de desplazarnos es, para nosotros, sumamente familiar; pero ¿acaso nos
hemos detenido en saber exactamente qué quiere decir, en términos de movimiento?
Nos desplazamos cuando vamos de un lugar al otro, cuando nos movemos de
64 un punto a otro, cuando nos transportamos, cuando vamos a algún lugar en parti-
cular, cuando solamente pasamos por algún sitio sin detenernos. Avanzamos en una
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
En busca del tesoro: Imaginen que tienen un mapa que los llevará a en-
contrar un tesoro. Síganlo, pero elijan una manera distinta de trasladarse
cada vez (caminando, corriendo, etc.), de acuerdo con el tipo de terreno
que vayan encontrando: una ladera, una senda sinuosa, una cueva, un
frondoso valle, etc.
Un paseo accidentado: Caminen tranquilamente y deténganse porque
de repente se topan con una pared invisible; continúen caminando, pero
enojados por el suceso; de pronto tropiezan con una piedra; logran es-
quivar la caída y continúan su camino burlándose de sí mismos por su
descuido.
En el parque: Imaginen que deambulan por un parque de diversiones. Es-
tán deslumbrados por la inmensidad de los juegos y la belleza de los paisa-
jes que rodean al parque. ¿Qué camino trazaron? ¿Mantuvieron el mismo
trazo todo el tiempo?
límites del campo; cambien de dirección y vayan hacia otro de los límites;
ahora troten trazando un círculo a favor de las manecillas del reloj, al
tiempo que mueven cabeza, hombros y brazos para calentarse; corran
tras la pelota haciendo “chances”; troten procurando esquivar a su con-
trincante.
Explorando los ríos: Imaginen que recorren un apacible río, empieza a
llover y el fuerte viento lo enfurece, la corriente se torna turbulenta y
arrastra piedras a gran velocidad; luego de un escabroso recorrido llegan
a una pendiente, descienden por la cascada que se forma y al caer se su-
mergen en un gran remolino. Finalmente, el río se apacigua y continúa su
curso en calma, hasta que llega a las ciudades, donde es entubado y corre
por grandes acueductos.
Normalmente, los seres humanos caminamos hacia delante, sin embargo en danza
debemos encontrar diferentes maneras de trasladarnos en línea recta, como puede
ser, hacia delante, hacia atrás, hacia los lados, o entre estas dos direcciones, aunque
siempre en línea o camino recto. Podemos dibujar un zig-zag como resultado de una
serie de pequeñas líneas rectas con rápidos cambios de dirección; o caminar en línea
recta hasta el final del salón o del espacio en que nos movemos donde necesariamen-
te deberemos dar vuelta para cambiar de dirección y continuar nuestro recorrido de
manera lineal hasta el otro extremo del salón y si repetimos este recorrido, linealmen-
te, dibujaremos un cuadrado imaginario en el piso.
Exploremos aún más y pensemos en dibujar más líneas rectas en el piso cam-
biando de dirección y de frentes; continuemos con pasos hacia atrás, hacia los lados
con constantes cambios de dirección. Pensemos en utilizar otras partes de nuestro
cuerpo para desplazarnos. ¿No sería divertido encontrar cómo será nuestra caminata
67
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
apoyados sobre un pie y al mismo tiempo en una mano, o sobre dos pies y dos manos?
¿Podremos divertirnos encontrando formas absurdas de desplazarnos?
Experimentemos también nuestra caminata con pasos cortos sobre las puntas
o los talones; con golpes de planta o golpes sobre las puntas y en combinaciones de
ambos movimientos. Exploremos cuánto podremos avanzar, que tanto espacio po-
dremos cubrir alargando o acortando nuestros pasos.
Inventemos e imaginemos ahora distintas motivaciones para nuestro despla-
zamiento en línea recta: indecisión, miedo, persecución, encuentro. Recordemos las
distintas formas de trasladarse de una persona de edad, de un bebé que gatea o de
un niño pequeño que empieza a caminar, de un atleta, de un vanidoso y finalmente
busquemos en nuestra imaginación mil maneras de trasladarnos siempre utilizando
un camino recto.
El símbolo que se usa para indicar un desplazamiento en camino o trayectoria
recta, es parecido al símbolo de “cualquier forma de desplazamiento”, también está
compuesto por dos elementos: una línea vertical en cuyos extremos se coloca una
pequeña línea horizontal.
b. DESPLAZAMIENTO en “vagabundeo”
28
Ofelia es un personaje de la obra Hamlet de William Shakespeare, tragedia en cinco actos en verso y en
prosa, escrita y estrenada alrededor de 1600. Ofelia, hija del chambelán Polonio, enamorada de Hamlet
68
a quien éste ha cortejado y posteriormente trata rudamente, enloquecido por la idea de que su padre ha
sido asesinado. Por un error Hamlet da muerte al padre de Ofelia y ella totalmente desquiciada por el dolor,
termina con su vida ahogada en un riachuelo de los jardines del Castillo de Elsinore
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
c. DESPLAZAMIENTO en curvas
69
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
d. DESPLAZAMIENTO en círculo
70 coloca una pequeña línea diagonal que apunta a distintas direcciones, según se trate
de hacer círculo hacia la derecha o a la izquierda.
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
B. DIRECCIÓN
72 locación espacial, de modo que por lo general se hace difícil ejecutar o visualizar di-
ferencias sutiles en nuestra colocación en el espacio. Se ha descubierto que el menor
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
Las ideas que hemos sugerido para comprender el concepto las podemos enriquecer
con otras imágenes en que los niños vivan alguna aventura.
obstáculo. Inclinen su torso un poco hacia delante para que puedan llegar
más lejos. Sin cambiar el frente, revisen si hay algún objeto a su derecha, a
su izquierda o detrás de ustedes. Extiendan nuevamente los brazos y pier-
nas hacia delante para verificar que pueden seguir avanzando sin trope-
zar con algo. Exploren todo el cuarto, revisando cuidadosamente las áreas
que tienen enfrente, a los lados y atrás. De tiempo en tiempo, cambien el
frente y continúen la exploración hacia otro lugar del cuarto.
En un barco de vapor: Imaginen que se encuentran en un barco, coló-
quense de frente a la popa; ahora sin cambiar de frente señalen con un
brazo la proa, con una pierna el estribor y con la cabeza el babor.
Dirigiendo el tránsito: Han visto en las caricaturas o en las películas vie-
jas a los agentes de tránsito en su estrado dirigiendo el tránsito. Imaginen
que son uno de ellos e identifiquen los puntos cardinales (norte, sur, este y
oeste) hacia los cuales se dirigen en cada ocasión.
Los niveles: Los humanos damos a las direcciones arriba o abajo conno-
taciones religiosas o emocionales. Imaginen que quieren alcanzar el cielo
y luego bajen al infierno. Subir al ático o bajar al sótano, además de in-
dicar el lugar de estos espacios en una casa, están asociados con ciertos
estados de ánimo: arriba, el entusiasmo, la alegría; abajo, la tristeza, el
desánimo. También, el techo está arriba y la tierra, abajo. Ahora imaginen
que están en un mundo al revés y exploren los espacios con las imágenes
contrarias.
Mi amigo imaginario: Exploren el nivel medio dibujando en el aire la si-
lueta de un amigo imaginario que tienen enfrente. Extiendan los brazos al
frente a 90º y recorran el espacio que puedan alcanzar mientras mueven
los brazos lo más atrás posible; flexionen los brazos hasta colocarlos en
sus costados. Estírenlos lentamente al lado y recorran el espacio hasta
llegar nuevamente al frente a 90º. Imaginen que han quedado atrapados
en el centro de una mesa redonda, recorran con los brazos y manos toda
la cubierta.
El mundo de los animales: Conviértanse en una garza que busca gusa-
nos; en una serpiente que se enrolla y desenrolla; en una jirafa que come
las hojas de los árboles y luego baja el cuello para tomar agua.
74
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
con el tiempo.29 Ello significa que cada niño es libre de interpretar un movimiento de
acuerdo con su propia percepción y disfrute corporal de la duración. En esta vivencia
el niño aprende que un mismo movimiento puede requerir mayor o menor duración,
dependiendo de quién lo ejecuta: Pedro puede necesitar menos tiempo que Juan para
realizar una misma acción.
En la elaboración creativa de frases de movimiento pueden utilizar las mismas
tarjetas, pero ahora el niño tendrá que asignarle una duración a cada movimiento y
recordarla en cada repetición. Pensemos, a modo de ejemplo, en darle alguna dura-
ción a la frase anterior: realicemos el desplazamiento en ocho tiempos, la exploración
de la dirección en cuatro tiempos, la pausa activa en seis tiempos y el desplazamiento
final en seis tiempos.
Ahora bien, para indicar la duración de los movimientos, en el caso del despla-
zamiento el largo de la línea del signo mostrará cuánto dura el movimiento: cuando
el signo sea pequeño el desplazamiento será breve, y a medida que se alargue la línea
indicará su mayor duración, como se muestra en los ejemplos de abajo.
En cuanto los niños empiezan a experimentar con la duración del movimiento es pre-
ciso insistir en que, dependiendo del tamaño del signo de desplazamiento, éste asume
una significación adicional: desplazamiento breve o sostenido. Veamos el siguiente
ejemplo:
29
Lo sostenido puede relacionarse con la expansión o alargamiento del tiempo, cuando se tiene la sen-
sación de que un movimiento se torna interminable y no se quiere que acabe. En cambio, lo breve se
refiere a la sensación de economía del tiempo o deprisa por concluir algo, cuando el movimiento apenas
iniciado concluye. Rudolf Laban, en sus estudios de análisis de movimiento, señala que en cada persona las
preferencias hacia el factor tiempo son observables en la ejecución de las acciones cotidianas, particular-
mente en las relacionadas con la vida laboral. Pero también indica los peligros que para la salud conlleva el
76
mantener una misma actitud hacia este factor; por lo que sugería que una ampliación en la gama de usos
temporales que equilibrara la experiencia del individuo hacia este factor de movimiento redundaría en una
mejora de la salud corporal.
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
También aquí es preciso asegurarnos de que el niño comprende que cuando los sím-
bolos cambian de tamaño, su significación igualmente se modifica, pues por medio del
tamaño se reconoce si una dirección se realiza con una duración breve, poca duración
o mayor duración. Veamos el siguiente ejemplo:
77
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
En este ejemplo iniciamos con una dirección sostenida de mayor duración que se pue-
de realizar con los brazos hacia delante nivel medio, una pausa activa, una dirección
de poca duración con las piernas al lado nivel bajo y una dirección breve con la cabeza
hacia delante nivel alto. El niño puede elegir los tiempos en que ejecutará cada movi-
miento; por ejemplo, la primera dirección puede durar ocho tiempos, la pausa cuatro
tiempos, la dirección siguiente puede durar cuatro tiempos y la dirección breve, dos
tiempos.
Más adelante, los niños pueden experimentar con el tempo, es decir, con cam-
bios en la velocidad del movimiento, lo que les permitirá comprender que la duración
elegida se puede ejecutar en tempo rápido o lento.
Como ya hemos sugerimos, la experiencia de la duración primero se registrará
utilizando tarjetas que muestren algunas variantes en la duración, y cuando los niños
hayan comprendido la idea de la duración, podrán registrarla en su cuaderno.
El siguiente paso en el estudio de la temporalidad y su registro supone la
revisión de los lapsos regulares, que indican que los movimientos incluidos en cada
lapso tienen la misma duración; se registran por medio de espacios proporcionales
divididos por una línea. Veamos un ejemplo con los conceptos relacionados con el uso
del espacio.
78
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
La duración de los lapsos será elegida por el niño, pero una vez establecida deberá
ser la misma a lo largo de la partitura. Si en este ejemplo el niño elige una duración
de ocho tiempos para cada lapso, los movimientos que se incluyan en cada uno se
ajustarán para cubrir un máximo de ocho tiempos, dejando relativamente libre la du-
ración de los movimientos. Es decir, en el primer lapso el camino recto puede durar
ocho tiempos; en el segundo la dirección a nivel alto puede durar cuatro tiempos y la
pausa activa otros cuatro tiempos, y en el tercer lapso el camino curvo puede durar
seis tiempos y la dirección a nivel bajo, dos. El ejemplo muestra que los tiempos de
cada movimiento pueden variar, pero no la duración total del lapso, que en este caso
es de ocho tiempos.
Estudiar los conceptos y acciones relacionados con la gravedad (soporte, salto, equili-
brio y caída) nos permite experimentar de diversas formas la gravedad: descubrir las
múltiples maneras de sostener nuestro cuerpo, explorar diferentes formas de vencer
la gravedad saltando, encontrar otras posibilidades de equilibrarnos y ensayar movi-
mientos que causen la sensación de pérdida del equilibrio.
El signo que nos indica la transferencia del peso, es decir, la acción que termina en un
nuevo SOPORTE, se compone de dos partes: una línea vertical (la línea de acción), a
la cual se le coloca en la parte superior el signo específico de CUALQUIER SOPORT
Pensemos en algunas imágenes para que los niños, además de explorar creativamen-
te el concepto de soporte, se animen a moverse y bailar con libertad.
Un planeta extraño: Imaginen que han llegado a un planeta extraño. Ob-
serven a las criaturas que lo habitan; tienen formas muy diferentes de
caminar. Imiten esas formas: unas utilizan los dos pies pero se balancean
recargando más el peso sobre uno de los lados, como si cojearan; otras
utilizan una cadera y un pie y se arrastran por el piso dando pequeños
saltos al impulsarse para avanzar; otras más usan para trasladarse una
rodilla, un pie y una mano. Ahora inventen otras formas de desplazarse
utilizando diferentes soportes.
Las estatuas de marfil: Caminen por todo el espacio, cuando oigan una
palmada, busquen una posición en la que usen al menos dos soportes y
80 sosténganla hasta que oigan otra palmada. Al oír la siguiente, tomen una
nueva posición y usen otros soportes.
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
El ser humano ha tenido siempre el deseo de vencer a la gravedad. Desde tiempos re-
motos ha tratado de imitar el vuelo de las aves hasta conseguir, después de múltiples
fracasos, sostener en el aire grandes aparatos voladores. El desarrollo de la tecnología
ha permitido a la humanidad, finalmente, el vuelo de grandes naves aéreas que desa-
fían las leyes de la gravedad.
Sin embargo, el individuo en particular, tiene que llevar a cabo un esfuerzo ma-
yor para salir del piso y desafiar aquella ley. En la vida cotidiana la acción de saltar
conlleva la pérdida de soporte y permite una elevación, aunque ésta no se logra por
mucho tiempo, pues pronto se vuelve al piso: al soporte.
Por lo general, la vitalidad de los niños los impulsa constantemente a gozar del
salto, acción que manifiesta su alegría y su exceso de energía. En general, pequeños
saltos o rebotes significan para nosotros un estado de goce, aunque también se salta
por enojo, desesperación o coraje extremo.
81
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
¿Cuántas modalidades de SALTO pueden existir? Como tenemos dos pies, po-
demos SALTAR de un pie al mismo pie, de un pie al otro, de dos pies a dos pies, de
un pie a dos y de dos pies a uno. Éstas son las cinco formas básicas de dejar el piso y
regresar a él.
Por lo tanto, en nuestra exploración tendremos oportunidad de inventar o re-
cordar –de cuando éramos niños– distintas formas de SALTAR, como galopar, brincar
la reata, “saltar anchuras”, “saltar de cojito”, jugar al avión, encontrar o alcanzar algún
objeto, saltar obstáculos, acciones que nos pueden ayudar a encontrar diferentes mo-
tivaciones para nuestra exploración.
El signo que usamos para identificar el SALTO consta de tres partes, que debe-
rán leerse de abajo hacia arriba. La primera parte representa el apoyo para salir del
piso y consiste en una pequeña línea vertical; la segunda, dos signos a manera de
paréntesis que sugieren la posición en el aire y la tercera, el “aterrizaje” o regreso al
piso, se muestra con otra pequeña línea igualmente vertical.
Algunas ideas para que los niños exploren el salto son las siguientes:
Animales saltarines: Imaginen que son ranas y que cruzan un charco
saltando de hoja en hoja. O que son unos preciosos canguros de las lla-
nuras australianas, que las atraviesan saltando a toda velocidad. O unos
pajaritos que saltan en el jardín mientras buscan algo para comer. O co-
nejos que recorren los grandes prados saltando. Noten las diferencias de
dinámica (peso, fuerza, acento y énfasis) y de tempo (lento y rápido) que
imprimen a sus movimientos.
En la playa: ¿Han atravesado por la playa ardiente para llegar al mar?
Corran saltando hasta llegar a un lugar con sombra. Imagínense que han
quedado atrapados en un desierto, en el que hay un montón de piedras
calientes que los obligan a mantenerse saltando para evitar quemarse los
pies. De tiempo en tiempo encuentran alguna piedra que ha sido enfriada
82 por un poco de agua que brota del suelo y que les da un breve respiro an-
tes de seguir saltando entre las piedras.
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
C. EQUILIBRIO
punto móvil, que se encuentra –en una posición de pie– más o menos cerca del borde
superior de la pelvis. Cuando se está en EQUILIBRIO, el C de G está sobre la línea ver-
tical, en la dimensión de arriba hacia abajo del cuerpo.
Para la exploración es importante encontrar puntos de apoyo estables que fa-
vorezcan el equilibrio. Una vez lograda la sensación de EQUILIBRIO, se puede tratar
sobre un solo pie, o bien en la transferencia de una parte del cuerpo a la otra. Las
motivaciones que imaginemos ayudarán en el logro de la sensación de equilibrio, o
sea, a encontrar la colocación correcta del C de G.
El signo que nos indica EQUILIBRIO se compone de dos partes: el punto que nos
indica el C de G, colocado exactamente en la parte central e inferior de un rectángulo
en posición vertical.
Para desarrollar en los niños de un modo lúdico este sentido kinético, podemos orien-
tar su exploración creativa con algunas ideas:
¿Cómo me equilibro?: Un primer acercamiento a la sensación de equilibrio
puede ofrecerlo la detención después de movimientos bruscos, fuertes o
rápidos. Por ejemplo, el intento de equilibrarse después de varios giros so-
bre el eje o de mantenerse firmemente apoyado sobre los dos pies juntos
después de correr una distancia corta lo más rápidamente posible, dete-
niéndose de repente, o equilibrarse al levantar un objeto pesado cuando
la fuerza que se le imprimió al movimiento fue mayor de la necesaria, etc.
Paseo en barco: Supongan que se encuentran dando un paseo en barco.
Al salir del puerto el mar estaba calmado, pero la velocidad del viento se
ha ido incrementando y el mar se ha enfurecido. El barco se mueve cada
vez más violentamente y los marineros en cubierta luchan por mantener
el equilibrio, pero algunos no lo logran y caen al piso. El mal tiempo crece
y todos, tripulación y pasajeros, se deslizan de uno a otro lado del barco
tratando de sujetarse de algún amarre. Poco a poco el mar recupera su
tranquilidad y nuevamente es posible caminar sin peligro por el barco.
En el circo: Imaginen que están en un circo y sobre un caballo que avanza
Una CAÍDA total sucede cuando el margen de la base de apoyo se mueve más allá
de su C de G. Esta caída puede ser ligera y controlarse de manera fácil, o bien, puede
ser tan descontrolada que la persona quede tirada sobre el piso sin remedio. A todos
nos ha ocurrido alguna vez haber perdido totalmente el control del equilibrio o ver a
alguna persona intentando restablecerlo. En danza tenemos que aprender a controlar
una CAÍDA, movimiento que es característico de la danza contemporánea.
También puede haber CAÍDAS ligeras, en las cuales la transferencia del peso se
logra de manera controlada, o bien, el C de G se pierde momentáneamente y al final
es recuperado. En las CAÍDAS ligeras logramos reaccionar a tiempo y dar un paso o
detenernos con un nuevo soporte (una mano, una rodilla) que evita que caigamos
por completo. Estas caídas ligeras o tombés (como se conocen en la terminología de
la danza clásica) pueden ser muy divertidas y permitir una gran diversidad de expre-
siones.
La exploración de este concepto de movimiento debe hacerse con la precaución
debida, ya que se requiere cierta habilidad para llegar a una CAÍDA total. Por lo gene-
ral, esta exploración se ejecuta combinándola con el EQUILIBRIO, o bien, con varios de
los conceptos de movimiento aprendidos.
El signo que utilizamos para describir una CAÍDA total consiste también de dos
partes: el mismo signo que empleamos para mostrar el concepto de EQUILIBRIO o la
acción de sostenerse en equilibrio, cruzada por una línea diagonal.
85
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
En todas las exploraciones es conveniente incorporar uno, dos o varios de los conceptos
de movimiento que se van aprendiendo, siempre intercalando la PAUSA ACTIVA, por lo
tanto, para el trabajo creativo o de organización en varias frases de movimiento es im-
portante, como lo hemos hecho anteriormente, encontrar una motivación que nos per-
mita trabajar con varios conceptos o acciones de movimiento. Lo cual quiere decir que
debemos usar todos o varios de los conceptos de movimiento en relación con el uso de la
gravedad: SOPORTE y cambio de SOPORTE O apoyo lejano, como dar el paso o dar pasos.
87
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
Aquí es preciso asegurarnos de que el niño comprenda que cuando los símbolos cam-
bian de tamaño, su significación también se modifica, pues por medio del tamaño se
reconoce si el movimiento es breve, de poca duración o de mayor duración. Veamos
el siguiente ejemplo:
En este ejemplo iniciamos con un equilibrio sostenido de mayor duración, una pausa
activa, una caída de poca duración y un equilibrio breve. El niño puede elegir los tiem-
pos en que ejecutará cada movimiento; por ejemplo, el equilibrio puede durar seis
tiempos, la pausa dos tiempos, la caída tres tiempos y el equilibrio un tiempo.
Ahora anoten la frase elaborada previamente, pero con una duración específica.
El niño deberá elegir la duración, pero pueden sugerirle el siguiente ejemplo:
89
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
La frase puede ejecutarse con un equilibrio de seis tiempos, una caída en tres tiempos,
una pausa de dos tiempos, un soporte de seis tiempos y un salto de tres tiempos.
Relacionarnos con algo o con alguien nos es muy común, pero no siempre esta-
mos conscientes de los diferentes niveles que puede tener esa relación. ¿Han pensado
en la distancia que establecemos con las personas según nuestro grado de familiari-
dad, o bien las formas de manipular los objetos de acuerdo con nuestras intenciones?
Los conceptos que estudiaremos a continuación permiten darnos cuenta de que es-
tablecemos grados de relación según nuestras intenciones, motivaciones, emociones,
etc.
A. CONCIENCIA, SENSACIÓN DE PRESENCIA
La relación primera o más lejana entre un objeto y un ser vivo es el momento en que
se tiene conciencia o se percibe la existencia del otro, cuyo resultado se advierte en
una “atención” o percepción cargada de energía; una “tensión” que resulta de darse
cuenta de que algo o alguien nos alerta con su presencia: “estar consciente de”.
En esta relación no importa tanto el movimiento, sino la conciencia o la percep-
ción de lo otro, ya sea objeto o sujeto. Esta sensación de presencia es clara si pensa-
mos en el radar que percibe los objetos sin tocarlos; en nuestra vida diaria la sentimos
cuando caminamos en la calle y percibimos que una persona se acerca detrás de
nosotros o cuando oímos un sonido que nos alerta (las sirenas de las ambulancias,
los cohetes).
El signo de conciencia que a continuación veremos se dibuja con líneas pun-
teadas para enfatizar que se trata de un tipo de relación más lejana o más débil, en
cambio la línea sólida o continua nos indicará que la relación es más activa. Este sig-
no no implica necesariamente un movimiento por parte del que percibe, tampoco se
muestra una acción corporal directa hacia lo percibido.
bido que alguien está allí. Por supuesto, han dejado de atender la lectura y
se han concentrado en descubrir los ruidos que se producen a su alrededor,
esperando reconocer alguno.
El radar: Imaginen que sus orejas son radares en busca de frecuencias para
identificar y descodificar. Muestren con una ligera tensión del cuerpo cuándo
descubren un sonido nuevo.
Compartiendo el espacio: Piensen que se encuentran en una cocina con
otra persona, pero no pueden hablar para comunicarse. Mantengan una ac-
titud de alerta a los movimientos del compañero para responder a sus nece-
sidades de espacio y movimiento. Este ejercicio puede ayudar a que los niños
estén conscientes de sus movimientos, particularmente cuando se involucran
dos partes del cuerpo. Prueben colocando los brazos en paralelo y noten la
necesidad de mantener la conciencia de uno y otro para sostener la posición;
repitan la actividad con alguna otra parte del cuerpo, las piernas o los dedos.
B. DIRIGIRSE A
Puede ser que la acción se realice por las dos partes de manera simultánea es decir,
que las dos partes sean activas:
91
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
Exploren las formas más comunes de dirigirse a: mirar algo o a alguien (de reojo, fi-
jamente, detenidamente, cuidadosamente, lentamente, etc.), o señalar un punto
de interés con el dedo, la mano o alguna extremidad. La mirada puede involucrar el
movimiento de todo el cuerpo en dirección a la persona u objeto o sólo girarse un
poco la cabeza y los ojos; puede también dirigirse a distintos puntos en el espacio sin
movimiento de la cabeza: arriba, abajo, a los lados, a las diagonales, al frente a 90º,
mirando al horizonte. Prueben miradas motivadas por distintas emociones: sorpresa,
enojo, alegría, etc.
Pese a que la mirada es la principal forma de dirigirse a algo o alguien, puede
sustituirse con un gesto: brazo, mano, pie, rodilla, cadera, etc., pero tiene que ser eje-
cutado con la claridad necesaria para indicar la conexión. Exploren diferentes maneras
de DIRIGIRSE A con distintas partes del cuerpo. Varíen la velocidad de la ejecución y
noten que este cambio en la acción puede modificar completamente su sentido e
intención.
C. ACERCARSE A-ALEJARSE DE
ACERCARSE A... o aproximarse a alguna persona, objeto o parte del salón de trabajo
puede suceder por distintas razones, en diferentes tiempos (lentos o rápidos), o bien,
utilizando diferentes formas de aproximarse, ACERCARSE ya sea directa o indirecta-
mente, es decir, temerosa, cuidadosamente, etc.
Ese acercamiento puede consistir sólo en un gesto hacia algo o alguien y estar
acompañado por gestos de otras partes del cuerpo, que pueden variar considerable-
mente.
Ésta es una acción que no se concluye, puesto que no llega a ningún sitio, es
solamente una “moción”, es decir, un movimiento sin destino final. En nuestra explora-
ción podemos imaginar que nos acercamos con euforia hacia algo que creemos reco-
nocer y de pronto nos detenemos al darnos cuenta de que no es lo que esperábamos;
en este caso, el tiempo empleado será diferente al que utilizaríamos al acercarnos a
algo o alguien con desconfianza o con miedo, debido a que advertimos algún peligro.
También podemos inventar distintas maneras de acercarnos “gateando”, hincados, en
“cuclillas” etc.
El signo que se utiliza para indicar “moción hacia” o ACERCARSE A... consiste
en una “V” que incluye el ya conocido ad libitum colocado verticalmente dentro de la
misma “V”.
92
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
El acercamiento hacia una persona, objeto o parte del salón puede tener una razón
tan poderosa que sea necesario realizar un desplazamiento trazando cualquier cami-
no, o bien simplemente requerir el cambio de lugar en el espacio por una razón prácti-
ca o por seguir un diseño coreográfico, como en el caso de algunas danzas folklóricas
en que el grupo se acerca desplazándose hacia el centro del círculo.
El signo que se utiliza para indicar el DESPLAZAMIENTO HACIA se compone de
E. LLEGAR A
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Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
El signo de ad libitum puede sustituirse por un objeto en particular, por ejemplo, una
mesa.
La acción de llegar a un destino supone una elección, una idea precisa que nos
impulsa a alcanzar un objetivo.
Cazando: ¿Han visto a los felinos cuando han decidido qué presa atraparán?
¿O a un águila dirigirse en vuelo directo hacia un conejo? Imaginen que tienen
a su presa enfrente. Muestren sin moverse la intención de atraparla y en el
momento oportuno ¡atrápenla!
El encuentro: Supongan que van caminando por una plaza y de pronto ven
a un amigo a quien le perdieron la pista hace varios años. Deténganse y ob-
sérvenlo cuidadosamente para estar seguros de que es él; cuando lo hayan
confirmado, diríjanse contentos a él.
Llegando a la parada: Van rumbo a la parada del camión, pero ven que ya
está llegando y corren para alcanzarlo.
F. CERCANÍA O PROXIMIDAD
Otra forma de relación se determina con mayor énfasis en la cercanía que podemos
establecer, ya sea con una parte de nuestro cuerpo, generalmente con las manos, o
con todo el cuerpo. También la relación de cercanía puede darse entre dos partes de
nuestro cuerpo, como entre una mano y un pie cuando ponemos nuestra mano muy
cerca del pie, o de la rodilla sin tocarlos. Esta acción puede tener varios propósitos, en-
tre otros, mostrar cariño o cuidado por otra parte de nuestro cuerpo: “estar cerca de”.
El signo de cerca es un arco con líneas punteadas que puede dibujarse hacia
arriba o hacia abajo para comodidad y limpieza del dibujo.
96 la otra persona que simplemente tocarla. O en el caso de una plegaria, tiene mayor
efecto escénico si las manos no se juntan completamente y permanecen una cerca de
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
la otra. Parece que la energía que irradian las manos logra el efecto deseado. Exploren
otras formas de estilizar una acción cotidiana.
G. ABARCAR LA CERCANÍA
Una mariposa está en la mesa, pongan la mano sobre ella para atraparla sin tocarla.
No la quieren lastimar, por eso tengan cuidado de cerrar ligeramente la mano hacia
arriba curveándola y suspendiéndola justo encima de ella. Piensen en algún otro ani-
malito: un grillo, una libélula, una catarina, etc.
Piensen en una figura de cristal que no deben tocar: envuélvanla con sus manos
para explorarla.
En parejas, colóquense uno detrás del otro. Acérquense con los brazos exten-
didos como si quisieran abrazar a su compañero, pero en el último momento dudan y
sólo permanecen rodeando su cuerpo.
H. CONTACTO
El signo para esta acción es la misma curva del signo de cercanía, pero con la
línea continua, la que puede curvarse hacia arriba o hacia abajo.
Exploren diferentes motivaciones por las cuales tocar: prácticas, funcionales, decora-
tivas o expresivas. Varíen la velocidad y la energía en cada ejecución.
Exploren la gama de posibilidades que va desde un toque delicado hasta una
palmada a la que le imprimen una gran energía. Piensen en algunas motivaciones para
realizar su exploración: acaricien a un bebé, a un pajarito herido o a un perro. Toquen
una figura de porcelana muy fina. Acaricien un sillón de terciopelo. Toquen el hombro
de un amigo muy atribulado para animarlo. Tienen frío e intentan darse calor con las
manos. Un compañero tiene un gusano en el brazo. Un mosco los está molestando
y se les ha parado en el hombro. Creen una sencilla historia con estas motivaciones.
Exploren diferentes posibilidades de tocar con otras partes del cuerpo: empujen
un mueble con la cadera, toquen la mesa con los codos, toquen la pared con la cabeza,
toquen el piso con la rodilla, tóquense la boca con un dedo pidiendo silencio, tóquense
la cabeza con la mano indicando que olvidaron algo; tienen comezón en el tobillo, rás-
quense con el pie, con el dorso de la mano, con un dedo, etc.
I. SUJETAR
Sujetar es la forma de relación que indica que podemos asir un objeto, pero sin cargar-
lo, es decir sin sostener su peso, solamente lo abarcamos, aunque en este caso sí lo
tocamos. Por lo regular utilizamos las manos para sujetar, aunque podemos encontrar
otras formas de sujeción, posiblemente con otras partes de nuestro cuerpo, como en
el caso de los bomberos que abrazan el tubo con las piernas antes de deslizarse, o
también los montañistas cuando usan sus cuerdas para descolgarse, estos ejemplos
son válidos si pensamos solamente en la acción de enredarse, sin cargar su peso.
El signo para esta acción resulta de combinar el arco de contacto, al cual se le
agrega una cruz. Igualmente puede dibujarse hacia arriba o hacia abajo.
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III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
J. CARGAR
Exploren diferentes formas de cargar. Empiecen por acciones muy cotidianas: car-
guen una charola, una mochila sobre la espalda, un libro sobre las piernas, un cenicero
en la mano, una figurilla de cristal sobre la palma de la mano, una pelota sobre los pies,
un vaso sobre la cabeza, etc. En parejas, uno arrodíllese y apoye las manos en el piso,
el otro siéntese sobre la espalda. Cambien de posición: uno sentado en el piso flexione
las rodillas para que sirvan de silla al otro compañero, que se sentará sobre ellas. Re-
cárguense espalda con espalda. Acuéstense sobre una gran pelota: boca arriba, boca
abajo y de lado. Observen la diferencia entre cargar y ser cargado.
Piensen en alguna motivación para cargar un objeto o a alguien: ¡Te llevaré el
desayuno! ¡Mira qué bonita figurita! ¡Ven, siéntate sobre mis rodillas! ¡Súbete sobre
mi espalda para que alcances! ¡Vamos a jugar al burro!
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Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
K. CARGAR SUJETANDO
La acción de cargar tiene una variante: la de sostener con asimiento, es decir, no sola-
mente se carga el peso total del objeto o persona sino que además se sujeta, se toma
o se empuña. El signo que expresa la acción de cargar o sostener sujetando, se mues-
tra agregando una X en el centro del mismo, como se indica en la figura siguiente:
La última forma de relación que vamos a estudiar supone el máximo nivel de con-
tacto que podemos tener con un objeto, persona: el entrelazamiento. Cuando nos
entrelazamos con algo o alguien penetramos completamente el espacio del otro o lo
otro. El ejemplo más simple y cercano que tenemos de entrelazamiento es el apretón
de manos común en el que podemos sólo tener un contacto superficial o llegara un
entrelazamiento máximo en el que nuestros dedos se “funden” con los dedos del
otro. Un fuerte y profundo abrazo con un ser querido nos lleva a buscar que nuestro
cuerpo se armonice con el de la otra persona. Cuando el entrelazamiento sólo implica
contacto utilizaremos el siguiente signo:
100 Exploren diferentes formas de entrelazar las partes del cuerpo: los dedos de una
mano con los de la otra, un brazo con otro, una pierna con otra, etc.
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
¿Qué objetos pueden penetrar con las manos o con alguna extremidad? Una si-
lla de mimbre, un arpa, un banco, una canasta para pan, un sombrero de Panamá, etc.
Piensen en alguna motivación para tener un intenso contacto con algún objeto.
Están desesperados porque se ha acabado el pan y buscan en la panera, hasta com-
probar que no hay nada.
Para el trabajo de exploración o de creación en cuanto a las acciones de relación
con objetos y personas que hemos estudiado en este apartado, sugerimos imaginar
una historia en la que se entrelacen por lo menos cuatro o cinco de los signos corres-
pondientes, por ejemplo: entramos a un jardín y percibimos que algo se encuentra
en la orilla de una fuente, vemos sobre la fuente un hermoso pajarillo de colores, nos
acercamos cuidadosamente; percibimos que está lastimado y tratamos de cubrirlo
con nuestras dos manos; pero sin tocarlo. Finalmente lo tocamos y sorpresivamente
se aleja de nosotros aunque deja que lo levantemos sobre la palma de nuestra mano.
Se acurruca por unos instantes en el hueco de nuestra mano, de pronto vuela esca-
pando entre las ramas de un gran árbol. ¿Cuántos y cuáles signos de relación con ob-
jetos hemos utilizado en esta motivación? Creen una secuencia en danza utilizando
esta historia. Elaboren una frase con cada acción imaginando distintos movimientos
para cada una. Utilicen otras acciones ya aprendidas como pausa activa, desplaza-
mientos, saltos, etc. Creen otras historias semejantes.
Aquí podemos sugerir a los niños que escojan algún objeto muy querido: abarcar-
lo muy, muy cerca pero sin tocarlo, tocarlo con delicadeza, sujetarlo, pausa activa
observándolo cuidadosamente, cargarlo sobre una mano, cargarlo sujetándolo con
firmeza y finalmente estrecharlo entre las manos cerca del corazón. Repitan la se-
cuencia hasta que los niños la realicen fluida y continuamente y con la intención pre-
tendida; enriquézcanla con cambios de velocidad y diferentes dinámicas (revisen el
uso de la dinámica en la siguiente familia). También pueden sugerirles otras motiva-
ciones para repetir la secuencia.
Como los conceptos y acciones de relación con personas y objetos proponen un
rango muy limitado de movimiento, la frase de movimiento será más atractiva si la
combinan con otros conceptos y acciones del Alfabeto. Veamos un ejemplo:
En este ejemplo pueden sugerir a los niños que giren el torso, dirijan la mirada hacia
una silla, pausa activa, lleguen a ella, la toquen, flexionen el torso y metan los brazos
por entre el respaldo para levantarla. Pídanles que la repitan con diferentes estados
de ánimo (alegres, enojados, tristes) y que varíen la velocidad del movimiento según
el estado de ánimo.
Para indicar la duración de los conceptos y acciones de relación con las personas
y objetos utilizaremos una línea ligada al signo pero precediéndolo, cuyo largo mos-
trará cuánto dura el movimiento que hacemos para llegar a la relación con el objeto
o la persona. Como en los casos anteriores, cuando el signo no tiene línea la relación
es breve; en cambio, cuando sí la tenga, el movimiento para completar la acción será
102 sostenido y el largo de la línea indicará su mayor o menor duración, como se muestra
en los siguientes ejemplos.
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
La duración de los lapsos será elegida por el niño, pero una vez establecida deberá ser
la misma a lo largo de la partitura. Si en este ejemplo el niño elige una duración de seis
tiempos para cada lapso, los movimientos que se incluyan en cada uno se ajustarán
para cubrir esa duración, sin importar demasiado el tamaño del signo. Es decir, en
el primer lapso el salto puede durar dos tiempos y la pausa cuatro; en el segundo el
abarcar la cercanía puede durar cuatro tiempos y la rotación dos, y en el tercer lapso
el contacto puede durar dos tiempos y el alejarse de, cuatro. El ejemplo insiste en que
los tiempos de cada movimiento pueden variar, pero no la duración total del lapso,
que en este caso es de seis tiempos. Recuerden que a lo largo del proceso los niños
pueden escribir las partituras en su cuaderno. Ahora busquen alguna motivación para
la frase y repítanla hasta que logren fluidez en sus movimientos. Pueden darle textura
modificando la velocidad y añadiendo alguna dinámica.
103
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
Eje de gravedad
Par
104
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
B. FUERZA (MUSCULAR):
107
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
C. ACENTO:
Como hemos visto, el ACENTO se caracteriza por una acción momentánea y con
aumento de energía; lleva consigo un cambio en la velocidad.
El ACENTO puede ser FUERTE, cuando el aumento de energía es claro, evidente.
Para nuestra exploración imaginemos:
Con los dos brazos empujemos una piedra grande y pesada por una pendiente
con un impulso tan fuerte y rápido, que la hagamos rodar por el camino.
Un codazo a alguien que nos molesta conlleva un ACENTO FUERTE.
Un ACENTO FUERTE con la cabeza puede indicar que nos negamos a ver a una
persona o un objeto.
Ejecutamos los movimientos con ACENTOS SUAVES, en cambio, cuando no de-
seamos que sean tan visibles, tan evidentes.
Exploren con las ideas anteriores ACENTOS SUAVES y se sorprenderán el cam-
bio de sentido expresivo del movimiento.
D. ÉNFASIS:
Cuando hablamos podemos dar mayor o menor importancia a una frase o a una pa-
labra; del mismo modo podemos dar mayor énfasis o quitar importancia a un mo-
vimiento o a un grupo de movimientos. Aunque en el caso del énfasis utilizamos
también un mayor grado o un incremento de energía, o un menor grado, no es igual
108 acentuar que enfatizar un movimiento, no es igual acento que énfasis. ¿Puedes dis-
tinguir la diferencia?
III. El Alfabeto de movimiento®. Estructura conceptual del programa
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y la danza
Con los dos brazos exploren movimientos en los que los dedos de las manos enfati-
cen la acción a la mitad del movimiento, y busquen una imagen: una flor que crece y
muere, el sol que llega a brillar y se oculta, etc.
Ejecuten el ejercicio anterior usando los dos brazos con la misma intención pero
utilizando solamente un dedo de la mano. Descubran la diferente intención de ese
movimiento.
Elaboren una frase de movimiento que contenga una flexión, una rotación y una
extensión. Enfaticen la extensión alargando el tiempo y poniendo mayor energía en
una pequeña parte de la extensión.
Para concluir con este apartado sugerimos realizar algunas exploraciones sen-
cillas utilizando situaciones en las que se ponga en práctica los usos de la dinámica
que hemos estudiado. Por ejemplo: movimientos que expresen la acción de cargar
un bulto pesado y como contraste levantar una pluma o un objeto sin peso. O bien,
sostener nuestro cuerpo a través de una espalda firme y contrastar con diferentes
grados de relajación hasta la relajación total.
Trabajar con alguna motivación las acciones de acento, énfasis, etc. y ejecutarlo
ante los compañeros tratando de que sea interpretado por ellos adecuadamente.
También pidan a los niños que asignen una duración a cada acción y repitan las se-
cuencias con diferentes velocidades. Escríbanlas en su cuaderno. En el siguiente ejem-
110 plo observen que hemos agregado una grapa para indicar la duración y las acciones
que se interpretarán con la dinámica elegida.
IV. Estructura Metodológica del Programa
Cualquier salto +acercarse a... + pausa activa + cualquier salto + alejarse de...
+ pausa activa, toda la frase sin énfasis (como si no importara); cualquier salto
+ acercarse a... con énfasis a la mitad del movimiento (me importa, me inte-
resa); pausa activa + cualquier salto + alejarse de... con énfasis a la mitad del
movimiento; pausa activa. Encuentren una idea para la frase y repítanla. (La
idea de que nada me importa en contraste con ¡algo me interesa! utilizando la
dinámica.)
111
IV. Estructura Metodológica del Programa
114 cómo aprender, de qué forma procesar la información, cuál es el rendimiento que se
espera de él, qué aptitudes y patrones de conducta son más exitosos; en síntesis, si le
IV. Estructura Metodológica del Programa
indica qué hacer y cómo hacerlo. De ahí que las tareas coherentemente estructuradas
constituyan medios para que el alumno descubra formas de aprender aprendiendo.
Ahora bien, la ordenación de los contenidos de aprendizaje y su impartición, sea
cual sea la forma de agruparlos, ha de seguir una determinada secuencia, pues ello
evita rupturas, saltos y omisiones en el proceso: promueve la continuidad y progre-
sión del aprendizaje. Una tarea integra una o varias secuencias de actividades inte-
rrelacionadas por algún elemento orientador en el desarrollo de la clase y las conecta
con otras tareas por realizar, de modo que esos elementos puedan ser recuperados
para la estructuración de una actividad que resuma el contenido de la sesión.
Dada la importancia que tiene la estructuración de secuencias de tareas que
conecten los diferentes momentos por los que atraviesa el proceso de aprendizaje,
es preciso recurrir a una perspectiva psicopedagógica que nos oriente. En nuestra
opinión, el enfoque que mejor recupera el proceso del alumno mientras aprende es
el de Hilda Taba (1974), quien sustentada en la teoría psicogenética de Jean Piaget,
propone un modelo de secuenciación de las actividades que respeta e impulsa la for-
mación de estructuras de conocimiento en el niño y liga la planeación de actividades
con la necesidad de generar experiencias de aprendizaje. Es decir, para Taba (1974)
una secuencia de actividades bien estructurada es aquella que promueve el proceso
de asimilación-acomodación, a la vez que ofrece a los estudiantes experiencias de
aprendizaje, cuya fuerza permite la emergencia de nuevas significaciones o modos
de mirar el mundo.
cretos de los cuales obtener el sentido preliminar de los problemas van a tratarse; y
e) crean compromiso y motivación” (p. 476). La duración de estas actividades, en
contracorriente de la mayoría de las prácticas de los docentes, debe ajustarse a las
características del tema y las diferencias en los modos de aprender que involucre,
pues constituyen también espacios de preparación para desarrollar las capacidades
requeridas y enfrentar una nueva tarea, o bien para orientar el cambio emocional
que exija dicha tarea, lo que requiere dedicar el tiempo suficiente para su realización.
En las segundas actividades, de desarrollo, análisis y estudio, el estudiante entra en
contacto con la nueva información y los diversos aspectos del tema tratado, lo que
demanda el uso de diversos materiales que impulsen a los estudiantes a la experi-
mentación y problematización de la nueva información, o bien, a su profundización.
Las terceras actividades, de generalización, ayudan al estudiante a coordinar las ideas
y reformularlas en sus propios términos; comparar, contrastar y extraer sus propias
conclusiones son procesos que permiten al estudiante adquirir su propia perspectiva
y asumir una posición crítica. Finalmente, las cuartas, las de culminación, tienen por
objetivo aplicar lo aprendido y ubicarlo en una estructura más amplia, o bien, aplicarlo
a la solución de un problema.
Hemos seguido el modelo de esta educadora para ordenar las fases de apren-
dizaje que proponemos; por ello consideramos que las tareas que corresponden a las
fases de calentamiento, exploración creativa del movimiento y aprendizaje y refor-
zamiento de los símbolos pueden orientarse por los objetivos de las secuencias intro-
ductorias y de desarrollo, mientras que las tareas de las fases de coreocomposición,
organización creativa de los símbolos, interpretación expresiva de los movimientos,
apreciación/evaluación y recuperación del ritmo emocional y respiratorio, lo hagan
según objetivos que correspondan a las etapas de generalización y de culminación.
116 convoca a los grupos, a la vez que entender el proceso seguido por un grupo, “que en
su movimiento (abordando la tarea) se va creando a sí mismo (apareciendo la mutua
IV. Estructura Metodológica del Programa
representación interna)” (Baz, 1996, p. 41).En los procesos educativos los grupos
suelen convocarse para desarrollar una tarea común, relacionada con algún momento
del aprendizaje; pero al asumir una perspectiva operativa del aprendizaje, éste ya no
puede enfocarse como un logro individual, sino como una producción, que emerge
del grupo, “no de la suma de capacidades y talentos individuales, sino de la puesta en
juego del espacio grupal, de una búsqueda contradictoria y determinada que organiza
la intersubjetividad convocada por la tarea” (pp. 23-24). En esta concepción el eje
del aprendizaje es el pensamiento: “aprender a pensar”, lo que supone, según Bleger
(citado por Baz, 1996), “abandonar un marco de seguridad y verse lanzados a una co-
rriente de posibilidades” (p. 24). De ahí que consideremos a la tarea grupal como una
forma de trabajo idónea para la fase de elaboración creativa de frases de movimiento,
pues el aprendizaje del Alfabeto de movimiento® posibilita, a la vez que aprender a
pensar en movimiento, la producción de nuevas ideas, objetivos ambos que sin duda
tendrán una fuerza educativa mayor si surgen del trabajo en equipo: de un espacio de
diálogo y de acompañamiento en el proceso de búsqueda de lo aún no dado.
Resumiendo lo dicho hasta el momento, consideramos que orientar la planea-
ción de una clase de danza creativa por medio de secuencias de tareas favorece que
los niños aprendan el Alfabeto por medio de experiencias lúdicas y creativas, y se
apropien de los conceptos y acciones básicas que lo componen para que puedan ela-
borar con ellas, básicamente en un proceso de aprendizaje grupal, frases de movi-
miento con las cuales expresar sus ideas y visión del mundo.
Aunque el profesor cumple una función fundamental al planear con cuidado las tareas
favorecedoras de experiencias de aprendizaje y de construcción de grupos de trabajo
y observar perspicazmente el curso seguido por dichas experiencias, su participación
debe ser aún más activa. Según Dewey (1967), otra actividad primordial del profesor
es la de ser un creador de ambientes educativos, lo que implica considerar el otro prin-
cipio que permite promover la emergencia de experiencias educativas: el de interacción.
Un ambiente propicio para el aprendizaje del movimiento y la danza requiere
más que un lugar apropiado de trabajo;30 exige primordialmente crear las condicio-
nes de interacción (situación educativa) en las que puedan emerger experiencias que
30
Sabemos que en la mayoría de las escuelas de nuestro país no existe un salón exclusivo dedicado a la
117
educación artística, mucho menos a la danza; sin embargo, no consideramos que esto sea un impedimento
para alcanzar los objetivos del Programa, pues bastará que el maestro, ayudado por los niños, despeje
el centro del salón y en caso necesario utilicen alguna manta o sarape usado para acostarse en el suelo..
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
transformen los relieves del mundo de los estudiantes en un sentido educativo: per-
mitan la continuidad y desarrollo de los procesos de aprendizaje, con el fin de que ellos
se apropien de los contenidos propuestos.31
Por ello, y en congruencia con nuestro análisis del potencial psicopedagógico del
LOD, consideramos necesario incluir en nuestra propuesta las reflexiones didácticas
surgidas de la teoría de Lev S. Vigotsky, particularmente las ideas sobre el andamiaje
y la zona de desarrollo potencial, pues ellas proponen formas de trabajo que regulan
las condiciones de interacción al punto de promover el desarrollo de los estudiantes.
Como mencionamos en ese mismo apartado, una de las ideas de Vigotsky
(1986) con mayores posibilidades didácticas es la de concebir la enseñanza, entre
otros, como una labor continua de creación de zonas de desarrollo potencial, es decir,
trabajar con los brotes del desarrollo hasta lograr que se complete el proceso, y dar
una ayuda ajustada, es decir, construir los andamios apropiados que potencien la ca-
pacidad de los niños para apropiarse del conocimiento, en este caso, del Alfabeto de
movimiento®, y así ensayar formas de expresar y expresarse en movimiento.
Se trata entonces de que el maestro guíe las tareas de aprendizaje en un senti-
do de mayor a menor ayuda en el uso del sistema y delegue gradualmente el control
al niño, lo que significa potenciar su capacidad para la creación de movimientos esté-
ticos. De ahí la importancia de ajustar cada una de las fases del proceso a las necesi-
dades y desarrollo de los niños: ofrecer imágenes acordes con la edad e intereses de
los niños que detonen una intensa experimentación corporal; graduar el aprendizaje
de los conceptos y sus símbolos como soporte de la lectura y escritura del movimien-
to, que más tarde permitirá la creación libre y autónoma de frases de movimiento;
dosificar el proceso de creación dancística, que se inicia con un juego aleatorio con
los signos, continúa con la elaboración de sencillas frases de movimiento a las que
les otorga un sentido, ya sea al elaborar una historia o al interpretarlas con diferentes
calidades de movimiento, y finalmente concatenar las frases de movimiento en trozos
dancísticos en los que los niños expresen una idea más compleja. En suma, promover
en la planeación y realización de las tareas un proceso de apropiación pausada de los
conceptos de movimiento en el que el niño profundice poco a poco en sus detalles y
sutilezas, adquiera maestría en leer y escribir las ideas creadas por él o por su grupo,
las interprete creativa y expresivamente, y disfrute del placer de moverse estética-
mente expresando sus propias ideas del mundo que habita.
31
118
Aquí seguimos la propuesta de Dewey (1967) que considera que el ambiente educativo es “cualquier
condición que interactúa con las necesidades, propósitos y capacidades personales para crear la experien-
cia que se tiene” (p. 47).
IV. Estructura Metodológica del Programa
Un último elemento que consideramos, no por ello menos importante que los an-
teriores, es que las clases y las creaciones tienen que orientarse por el principio de
juego regulado, es decir, la experimentación creativa impulsa el desarrollo lúdico de
los niños pero orientado por conceptos de movimiento, a los cuales dotará de múlti-
ples significaciones por medio de las imágenes proporcionadas, o bien, inventadas por
ellos mismos. De igual forma, en el proceso de creación dancística, particularmente
cuando está orientado por una historia o cuento dado por el maestro o creado por los
niños, éste permitirá la creación de un escenario imaginario regulado por la tarea de
creación de una frase de movimiento con sentido, que permite la definición social de
una situación de la cual puedan emerger experiencias educativas.
En resumen, la actividad metodológica orientadora del Programa de Desarro-
llo de la Creatividad por medio del movimiento y la danza propone la elaboración
de tareas, en un sentido cognitivo y grupal, que permitan a los niños apropiarse del
sistema por medio de la exploración creativa de los conceptos de movimiento y en
un ambiente lúdico crear frases de movimiento con las cuales expresen su propia
visión del mundo. De este modo se procura que la experiencia de aprendizaje sea tal,
que favorezca el surgimiento de actitudes y hábitos que motiven al niño a continuar
119
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
Para lograr el ambiente adecuado en el cual pueda emerger esta experiencia, sugeri-
mos organizar las clases considerando siete fases, algunas de las cuales pueden variar
en duración o hasta eliminarse de acuerdo con las necesidades del grupo, su edad y
nivel de maduración. Las fases son: (1) calentamiento, (2) exploración creativa de los
conceptos de movimiento, (3) aprendizaje de los símbolos o reforzamiento del apren-
dizaje de los mismos, (4) organización creativa de frases de movimiento y coreocom-
posición, (5) interpretación expresiva de los movimientos creados, (6) apreciación y
(7) enfriamiento o recuperación del ritmo respiratorio.
a. Fase de calentamiento
Las tareas que integran esta fase tienen los siguientes propósitos: preparar el cuerpo
y la mente para la actividad física, lo que significa, por un lado, relajar el cuerpo de las
tensiones diarias y, por otro, concentrar la atención del estudiante en su trabajo cor-
poral; elevar la temperatura del cuerpo y el ritmo cardíaco; incrementar gradualmente
la circulación de la sangre; optimizar la transmisión de los impulsos nerviosos; aumen-
tar la flexibilidad y fuerza de los músculos; lubricar las articulaciones para ampliar su
rango de movilidad, y prevenir lastimaduras.
Conviene que las tareas que se desarrollen en esta fase comprendan secuencias
de ejercicios que favorezcan la movilidad de todo el cuerpo, primero experimentán-
dolo como una totalidad y luego explorando las posibilidades de movimiento de sus
diferentes partes. Es oportuno dar un énfasis particular a la ejecución de movimientos
que correspondan a los conceptos que se estudiarán durante la clase, pues ello intro-
121
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
duce y sensibiliza a los niños para la posterior exploración creativa. De igual forma,
es importante que en la dirección de los ejercicios el maestro utilice el lenguaje apro-
piado (conceptos de movimiento), pues ello ayuda a que el estudiante se familiarice
y habitúe al empleo de los conceptos. Debido a lo anterior, para la elaboración de
los ejercicios de esta fase pueden servir de guía las acciones básicas que integran el
Alfabeto (flexiones, extensiones, rotaciones, desplazamientos, cambios de dirección,
cambios de soporte, equilibrio, caída, saltos, etc.), pues además de aportar un voca-
bulario estandarizado para nombrar los movimientos que se ejecutan, contiene las
acciones indispensables con las cuales cubrir los objetivos de esta fase, incluidos los
necesarios cambios agógicos (variantes en la velocidad del movimiento en el continuo
que va de lento a rápido), de dinámica (usos de la energía) y de uso del espacio.
122 gresión lógica que va de los aspectos generales del concepto a sus especificidades
y posibles combinaciones con otros símbolos; (b) una ayuda visual que permite la
IV. Estructura Metodológica del Programa
124 En esta parte de la clase los niños mostrarán a sus compañeros los trabajos
coreográficos creados. Para ello es importante motivarlos para que repitan varias ve-
IV. Estructura Metodológica del Programa
ces su ejercicio con el fin de que lo ejecuten con la mayor seguridad y exactitud. Es
preferible que sea ejecutado de manera individual, aunque se haya trabajado en pe-
queños grupos, con el propósito de que la observación sea más personal. Ejecutar o
interpretar las diferentes propuestas creativas permitirá a los niños:
• Rectificar o corregir los errores.
• Definir los conceptos de movimiento tanto en la creación como en la ejecución.
• Hacer cambios, si se requiere, en el orden de las secuencias de movimiento.
• Memorizar el ejercicio de tal manera que su ejecución sea fluida e interpretada
dancísticamente.
f. Fase de apreciación
Esta fase de la clase desarrolla en los niños las habilidades analíticas y de observación.
Se trata de impulsarlos a mostrar a sus compañeros el trabajo que han realizado duran-
te la clase, de manera que el orden de aparición de esta fase puede variar de acuerdo
con la dinámica que se establezca en el grupo, e incluso se puede intercalar al final de
cada una de las fases descritas anteriormente. Aquí es imprescindible que el maestro
haga sentir a los niños confiados y orgullosos de su trabajo, a la vez que los impulsa a
retroalimentar de manera positiva a sus compañeros señalando los aspectos del traba-
jo mejor logrados. Se trata de que los niños aprendan a expresar una crítica del trabajo
de sus compañeros fundamentada en los conceptos aprendidos y no en su gusto perso-
nal, lo que desarrollará sus habilidades de descripción objetiva de un fenómeno.
Esta fase puede utilizarse también para desarrollar las habilidades de notación, pero
una vez que los niños se hayan familiarizado con el uso de los signos y su escritura. A partir
del 4º o 5º año, se pueden instrumentar actividades en las que en parejas o pequeños gru-
pos un niño invente una frase de movimiento corta, la registre y la ejecute en partes para
que sus compañeros tomen nota de ella y después la comparen. Este trabajo permitirá
constatar el grado de apropiación de los conceptos y resolver dudas sobre la interpreta-
ción de algún concepto, de ahí que se perfeccione la capacidad de observación (una mirada
analítica) de los niños.
125
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
126 nes relacionados con las posibilidades anatómicas, conceptos y acciones relacionados
con el espacio, conceptos y acciones relacionados con la gravedad (incluye el manejo
IV. Estructura Metodológica del Programa
de las variantes de salto y las partes del cuerpo para especificar el concepto de so-
porte), conceptos y acciones relacionados con la intención o propósito, los conceptos
y acciones en su gama de relaciones con personas y objetos, y los conceptos diná-
micos de acento y énfasis. Además, se incluye en esta fase un primer acercamiento
al conocimiento del factor tiempo del movimiento, al introducir el uso de las ideas
de breve y sostenido, así como de los matices dinámicos de acento y énfasis. En la
fase de aprendizaje de los símbolos y su organización, además de la presentación de
los símbolos nuevos (partes del cuerpo, relaciones con personas y objetos, y de los
conceptos dinámicos de acento y énfasis) se incluye la representación de las ideas de
breve y sostenido y organización de partituras considerando los matices dinámicos
explorados. También se incluye la elaboración de partituras, a partir de sus creaciones,
en las que se incluye la división de la partitura en lapsos regulares (sin introducir aún
compases ni registro rítmico) y una relación más estrecha con la música seleccionada.
A partir de este nivel se insistirá aún más en la interpretación creativa de partituras
de cada niño y de sus compañeros, a la vez que se les pedirá que escriban e interpre-
ten expresivamente sus creaciones. En la fase de coreocomposición se continúa con
la creación de sus frases de movimiento, a partir del tema o motivación orientador
seleccionado, pero la organización coreográfica será transferida a los niños, el maes-
tro sólo sugerirá algunas mejoras. De igual manera, se les impulsará a la creación de
frases de movimiento a partir de los conceptos aprendidos, es decir, a partir de un
juego aleatorio de las tarjetas de los símbolos, a la vez que se les estimulará a crear
ellos mismos una historia que dé sentido a sus elaboraciones.
En el cuarto ciclo, además de la exploración creativa de todo el Alfabeto de
movimiento®, se incluye la exploración de los conceptos y acciones relacionados con
la dinámica (peso, fuerza, acento y énfasis), lo que constituye un estudio pormeno-
rizado del factor energía del movimiento. Se continúa la exploración de las ideas de
breve y sostenido, y se plantea su relación con las divisiones en lapsos regulares de la
partitura (aún no se considera la noción de compás y valores musicales), con lo que se
introduce la idea de tiempo métrico. En el aprendizaje y organización de los símbolos
se considera ya la lectura y escritura de partituras (sin compás y valores musicales),
a partir del uso de las tarjetas y su trascripción al formato de partitura. En la co-
reocomposición se impulsa al estudiante a crear sus propias historias de movimiento
y elaborar las partituras, que serán compartidas con sus compañeros para mostrar
la diversidad de interpretaciones que suscita una misma partitura. La organización
coreográfica estará a cargo del grupo, así como la posibilidad de selección temática y
musical; el maestro sólo apoyará en la organización de los estudiantes y en impulsar-
los a mejorar sus interpretaciones.
127
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
detallar tres de los momentos del aprendizaje que consideramos debe seguir un alum-
no en los niveles de preescolar y primaria al entrar en contacto con este programa.
El primer momento en el aprendizaje de los símbolos consiste simplemente
en la presentación del símbolo del concepto explorado. Aquí conviene usar tarjetas
tamaño carta para que el niño las observe con facilidad y el maestro pueda instru-
mentar alguna actividad rápida de reconocimiento. Como actividades adicionales los
maestros pueden preparar material didáctico en el que los niños tengan la oportuni-
dad de identificar y trazar los símbolos (hay ejemplos en los anexos de cada paquete).
Los niños de preescolar se quedarán en este nivel: sólo aprenderán la terminología
(nombre de cada concepto) y reconocerán el símbolo correspondiente; será hasta
que utilicen el lápiz con cierta habilidad cuando continúen con el proceso de escritura.
Los de los primeros grados de primaria pueden dibujar los símbolos utilizando ma-
teriales didácticos, en los que se presenta el símbolo punteado de modo que el niño
pueda trazarlo siguiendo la línea (hay ejemplos en los anexos). Cuando los niños ya
utilicen correctamente el lápiz, entonces se procederá a mostrarles en el pizarrón la
forma correcta de trazar el símbolo, para que lo dibujen en su cuaderno. Al momen-
to de enseñar el trazo se indican los componentes del símbolo y el orden que debe
seguirse al dibujarlo. Por ejemplo, en el signo de FLEXIÓN, primero se traza la cruz y
luego se agrega el signo de ad libitum.
Una vez que los niños han aprendido los símbolos es preciso que se refuerce
su aprendizaje, pero de manera divertida y como apoyo a su desarrollo creativo. Se
busca que el niño pueda jugar y manipular los símbolos libremente para representar
los movimientos que ejecuta y crea, de manera que vaya formando secuencias com-
pletas de movimiento. Es el primer contacto que el niño tiene con la escritura, por lo
que es importante planear un tiempo adecuado para su realización, que variará según
el tiempo total de la clase y el momento en el proceso de creación de la danza.
Este segundo momento del aprendizaje de los símbolos considera tanto la lectura
de partituras de movimiento, que enfatiza el reconocimiento e interpretación creativa
de los signos, como la introducción a la escritura. El proceso de lectura supone la re-
cuperación del trabajo realizado en la fase de exploración creativa, durante la cual el
niño asoció un sinnúmero de movimientos y motivaciones a un concepto y símbolo, y
creó un almacén de imágenes y experiencias a las cuales puede recurrir cuando inicie
la lectura. Ello justifica la afirmación de que la lectura de una partitura de movimiento
no constituye un simple proceso de decodificación, sino un proceso creativo en el que,
además de seleccionar una motivación y una secuencia narrativa propias, el niño utiliza
libremente el tiempo, el espacio, el flujo y la energía de cada movimiento para expresar
la idea elegida. Más tarde, cuando aprenda a cualificar el movimiento (a usar la dinámi-
ca y el tempo), podrá enriquecer su partitura y acceder a otras más complejas.
129
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
Para que los niños aprendan a colocar los símbolos, se sugiere que el maestro mues-
tre a todo el grupo el modo correcto de hacerlo, utilizando para ello tarjetas media-
130 nas (tamaño media carta) adosadas a la pared o al pizarrón (encontrarán al final del
paquete ejemplos de ellas).
IV. Estructura Metodológica del Programa
Cada símbolo corresponde a un movimiento, sin que por ahora nos preocupe la
duración de cada uno, que puede ser larga o corta según las necesidades del niño. El
maestro mostrará diferentes órdenes en la colocación de los signos, indicando así la
libertad que el niño tendrá para organizar los símbolos. Al final de la actividad el niño
habrá construido una frase de movimiento, que consiste en la combinación de uno,
dos o muchos más conceptos de movimiento. Es conveniente incluir en toda frase la
PAUSA ACTIVA con poca o mucha duración, para obtener una buena fluidez corporal,
al tiempo que se insiste en la idea de que la danza está compuesta de ambos: movi-
miento y pausa, pero esta última concebida como una falta de movimiento aparente,
pues hay una energía interna en continuo movimiento que el cuerpo desprende aun-
que se encuentre inmóvil.
Al principio, el trabajo parece un simple juego de ordenación aleatoria de los sím-
bolos, en el que el niño organiza las tarjetas sin un sentido narrativo claro. Más tarde
será necesario impulsarlo a que recupere alguna de las motivaciones trabajadas durante
la exploración creativa y ordene los símbolos en función de la motivación, o bien, que de-
sarrolle una historia propia y la registre utilizando como apoyo las tarjetas de símbolos.
Una vez que los niños hayan organizado los símbolos de un modo que les agrade,
podrán escribir su partitura en el cuaderno y más tarde compartirla con sus compañeros.
En la medida en que el niño se familiarice con el proceso de lectura, conviene impulsarlo
a complejizar sus secuencias introduciendo variantes en el tiempo y la energía, o bien,
presentarle partituras más elaboradas (encontrarán algunas en la sección de partituras).
Como se mencionó, el uso de las tarjetas mágicas, además de volver lúdica la
lectura, es ya una introducción al proceso de escritura, pues los niños organizan los
símbolos libremente, creando así una partitura. En este sentido, la escritura también
resulta de un proceso creativo y apunta a dos objetivos: la observación y registro de
los movimientos de otros o la libre creación de frases de movimiento y su registro.
En el primer caso, la notación es un apoyo en el desarrollo de la capacidad de ob-
servación y reconocimiento de los conceptos de movimiento, proceso que sin duda
agudizará la percepción del movimiento y la danza. En el segundo caso, la notación se
utiliza como un apoyo mnemotécnico en el proceso de creación en grupo o individual:
en la partitura se registra la danza creada. O bien, la creación misma puede surgir del
uso un tanto azaroso y aleatorio de los símbolos y de su registro. No obstante, es pre-
ciso insistir de nuevo en que más que la escritura o la elaboración de la partitura, se
pretende que el niño juegue organizando libremente los símbolos, al tiempo que ima-
gina movimientos que correspondan con el concepto. En este proceso es importante
que el maestro estimule a los niños a buscar movimientos que puedan ejecutarse
orgánicamente: que se liguen fácilmente entre sí, que broten uno del otro sin forcejeo
131
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
corporal. Poco a poco se impulsará a los niños a crear por medio de motivaciones o
imágenes concretas, lo que sirve para que comprendan que el trabajo creativo no
es un simple encadenamiento de un movimiento con otro, sino que a esa unión es
necesario darle un sentido. Es decir, los movimientos, además de tener cualidades
específicas, deben poseer unidad y expresar alguna idea o sentimiento claro. No ne-
cesariamente se requiere de una narración, aunque al principio para los niños puede
ser más comprensible y fácil crear siguiendo una secuencia narrativa. Al llegar a este
punto el niño inicia el tránsito del mero movimiento al movimiento estético, es decir,
a la creación dancística, pues se busca que de manera consciente le dé un sentido
peculiar a la interpretación creativa de una partitura o desarrolle una idea y cree los
movimientos que la concreten.
Este tercer momento entraña un proceso simultáneo de escritura y creación
dancística, que, además, permite introducir el estudio de la duración y la velocidad
del movimiento. Una partitura de movimiento incluye elementos muy similares a los
de una partitura de música; sin embargo, como arriba mostramos, en los primeros
momentos del aprendizaje la partitura se simplifica al máximo y sólo se considera
una doble barra al principio de la frase de movimiento y una doble barra al final, con
las que se marca el inicio y final de una danza. En este primer registro no es necesario
indicar la duración de cada movimiento, pues se trata precisamente de que el niño
pueda realizarlo de acuerdo con sus posibilidades y necesidades, o bien, siguiendo las
variaciones temporales de la música con la que acompañe su danza, por lo que hay un
uso libre del tiempo. Más tarde, a medida que se haga consciente de su valor y posibi-
lidades de uso, aprenderá los elementos que le permitirán registrar el movimiento en
relación con un tiempo específico: un tiempo medido o tiempo métrico.
Antes de introducir el tiempo métrico propiamente dicho, conviene que los ni-
ños experimenten la diferencia en la velocidad con que cada uno de nosotros nos mo-
vemos. La utilización de los conceptos de tiempo sostenido y tiempo breve favorecen
una experimentación en la que el niño descubre su personal actitud hacia el factor
tiempo;32 ello significa que cada niño es libre de interpretar la velocidad de ejecución
de un movimiento, de acuerdo con su propia percepción y disfrute corporal de lo lento
32
Lo sostenido puede relacionarse con la expansión o alargamiento del tiempo, cuando se tiene la sensa-
ción de que un movimiento se torna interminable y no se quiere que acabe. En cambio, lo breve se refiere
a la sensación de economía del tiempo o de prisa por concluir algo, cuando el movimiento apenas iniciado
concluye. Rudolf Laban, en sus estudios de análisis de movimiento, señalaba que en cada persona las
132
preferencias hacia el factor tiempo son observables en la ejecución de las acciones cotidianas, particular-
mente en las relacionadas con la vida laboral. Pero también indicaba los peligros en relación con la salud
que conlleva el mantener una misma actitud hacia este factor; por lo que sugería que una ampliación en
IV. Estructura Metodológica del Programa
o lo rápido. El registro de esta experiencia requiere de otro tipo de tarjetas, en las que
se encuentren símbolos con variaciones de tamaño o de línea de duración, según sea
el caso.33 Veamos el siguiente ejemplo:
Aquí tenemos una flexión sostenida, una rotación breve, una pausa activa y una ex-
tensión sostenida de mayor duración que la flexión (el largo de la línea lo indica).
Es muy probable que niños de 3º y 4º año puedan realizar este tipo de registro,
aunque la experiencia corporal del tiempo libre puede iniciarse desde los primeros
momentos del proceso.
Una vez que el niño ha comprendido las variaciones temporales en relación con
su propia experiencia del tiempo, es posible introducir la idea de una medición exter-
na del tiempo, lo que sucede cuando ligamos nuestros movimientos a un pulso dado
ya sea por un metrónomo, un instrumento de percusión o por la música con la que
acompañamos nuestra danza.34 Es necesario diferenciar la experiencia libre del tiem-
la gama de usos temporales que equilibrara la experiencia del individuo hacia este factor de movimiento
redundaría en una mejora de la salud corporal.
33
En cada paquete encontrarán la explicación correspondiente del registro de la temporalidad de cada símbolo.
34
Las variaciones en el tiempo medido externo o velocidades han sido estudiadas y agrupadas en lo que se
conoce como agógica y suponen un continuo de matices que van de lo muy lento a lo muy rápido. A esta
modificación en la velocidad del movimiento se le denomina tempo. 133
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
Si en este ejemplo el niño elige una duración para cada lapso de ocho tiempos, los mo-
vimientos que se incluyan en cada uno se ajustarán para cubrir un máximo de ocho
tiempos, dejando relativamente libre la duración de los movimientos. Es decir, en el
primer lapso la rotación puede durar seis tiempos y la flexión dos; en el segundo, la
pausa activa puede durar cuatro tiempos y la extensión otros cuatro, y en el tercero,
el desplazamiento puede durar cinco tiempos y la pausa dos. El ejemplo muestra que
los tiempos de cada movimiento pueden variar, pero no la duración total del lapso,
que en este caso es de ocho tiempos. Aquí se puede introducir también la idea de
asignar una velocidad (tiempo medido externo) específica a los movimientos: lentos
134 o rápidos, en un lapso de tiempo también específico, lo que permite que en las sub-
secuentes lecturas de la partitura las repeticiones sean iguales, al menos en cuanto a
IV. Estructura Metodológica del Programa
Llegados a este punto, conviene que los niños escriban la partitura en su cuaderno.
Los de los primeros grados (1º y 2º) sólo escribirán los signos uno arriba del otro, en-
marcando las frases por la doble línea inicial y final (véanse ejemplos de las partituras
al final de cada paquete). Los de 3º y 4º pueden escribir los signos uno arriba del otro,
pero incorporando las variaciones en el tamaño del signo o en la línea de duración, se-
gún sea el caso. Los de 5º y 6º podrán registrar los movimientos con mayor precisión
temporal, para lo cual pueden utilizar un cuaderno de cuadrícula chica, de modo que
puedan asignar un cuadrito para cada tiempo elegido para la duración de los lapsos
regulares.
El siguiente paso será el aprendizaje de la métrica y los compases. Para orientar
este momento del proceso, que puede ocurrir al finalizar el 6º grado siempre y cuando
135
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
el programa haya sido introducido desde el 1o, conviene revisar el texto de Ann Hut-
chinson (1995) que, como hemos señalado, ha servido de base para nuestras elabo-
raciones, pues en él encontrarán elementos para profundizar en el aprendizaje de la
notación de motivos, pero acorde con la idea de que la notación es una herramienta
que favorece el aprendizaje creativo del movimiento y la danza.
La frase dancística está compuesta por una serie de movimientos (puede usarse
cualquier movimiento o cualquier concepto) conectados unos con otros, en número
indeterminado, a los que se les dota de una duración. La cantidad de movimientos que
contenga la frase dancística con que se trabajará será definida ya sea por el niño o por
el maestro, y puede seleccionarse un mismo movimiento o concepto repetido una o
varias veces, o bien, otros semejantes o diferentes.
En un primer momento el reto será explorar al máximo las posibilidades del
concepto de movimiento de manera organizada en una frase dancística; posterior-
mente se podrá trabajar con dos o más conceptos con el mismo objetivo, pero dando
importancia a la construcción de la frase.
Un segundo momento será dotar a la frase de significado usando ya sea la misma
frase creada o construyendo otra sobre un tema dado, elegido o imaginado por el niño.
35
En el apartado de los conceptos y acciones relacionados con la dinámica del movimiento pueden encon-
trar ideas para realizar esta actividad.
137
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
138 gidos, que hasta este momento será utilizada solamente como ambiente musical, sin
pretender adecuar la danza al pulso o a las fórmulas rítmicas sugeridas por la música.
IV. Estructura Metodológica del Programa
Una vez que los niños han creado la danza, es muy importante la participación del
maestro para dar una conclusión en la construcción coreográfica del trabajo.
En este momento el maestro mostrará a los alumnos cómo utilizar algunos de los
ejercicios creados por ellos para ir construyendo una pequeña danza, aunque por lo
pronto se organice de manera elemental y sencilla o con la “perspectiva creativa” que
también el maestro deberá desarrollar, seleccionará:
• De los trabajos presentados por parejas, colocar a un alumno frente al otro, ya
sea, uno de espaldas al público y otro de frente o bien ambos lateralmente. El
ejercicio se acoplará como si hubiese sido construido para un dueto.
• El maestro escogerá dos trabajos diferentes susceptibles de coordinarse co-
reográficamente y pedirá que se ejecuten al mismo tiempo colocando a los dos
alumnos en distintos ángulos del salón y en direcciones opuestas.
• Si el ejercicio lo permite, pedirá que uno de los ejecutantes inicie el ejercicio y
algunos tiempos después lo haga el otro.
• El maestro, junto con el grupo, seleccionará alguno de los trabajos que más
agradaron para que sea aprendido y ejecutado por todos. El creador del ejer-
cicio actuará como solista y el grupo como coro, alternándose en la ejecución:
solista, grupo, solista, grupo, etc.
• Para organizar trozos danzados de mayor duración pueden juntarse varios tra-
bajos que tengan objetivos o construcciones semejantes, o bien, completamen-
te distintas, para permitir el contraste. Se pueden organizar uno después del
otro, o seccionarlos en pequeñas partes y trabajarlos alternadamente.
La creatividad del maestro permitirá que por medio de esta sección el alumno sea
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Gimeno Sacristán, J. (1989). El curriculum: una reflexión sobre la práctica. Madrid: Morata.
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Nueva York: Gordon and Breach (second edition).
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del Método Leeder. En Cámara, E. e Islas, H. Pensamiento y acción. El método Leeder de la Escuela
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En LIMS Newsletter por Carol-Lynne Rose. (Material del diplomado Introducción al análisis
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Partsch-Bergsohn, I. y Bergsohn, H. (2003). The Makers of Modern Dance in Germany: Rudolf Laban,
Mary Wigman y Kurt Jooss. Nueva Jersey: Princeton Book Company.
143
ANEXOS
ANEXO 1 Cuadernos de Trabajo
Conceptos y acciones generales
Las preguntas y ejercicios que a continuación te proponemos pretenden apoyarte en el uso práctico
del material teórico que has estudiado. Resuélvelos y así ampliarás tu comprensión de cada concep-
to y del uso de los símbolos en la elaboración de partituras y la creación de frases de movimiento.
2. Define con pausa tus palabras qué es la pausa activa y qué sensaciones produce.
147
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
1. Escribe una breve historia en la que puedas entrelazar los conceptos de cualquier acción y pausa
activa.
2. Escribe en una partitura la historia que creaste. Recuerda colocar tu doble línea inicial y los
símbolos uno encima del otro, trazándolos de abajo hacia arriba.
3. Escribe una partitura en la que combines libremente los conceptos de cualquier acción y pausa
activa. Piensa en una motivación para interpretarla creativa y expresivamente en las que uses
movimientos globales de todo el cuerpo. Piensa en otra motivación en la que ejecutes movimientos
con las diferentes partes del cuerpo.
4. Revisa la historia que creaste con los conceptos estudiados. Lee en el paquete de dinámica la
sección de conceptos y escoge uno o varios de ellos y prueba ejecutar tu creación con ellos; luego
selecciona los que mejor cualifiquen el movimiento en relación con la motivación elegida. Registra
en tu partitura los conceptos de dinámica escogidos.
148
Anexo 1 ◊ Cuadernos de Trabajo
Resuelve las siguientes preguntas y ejercicios para que amplíes tu comprensión de cada concepto y
del uso de los símbolos en la elaboración de partituras y la creación de frases de movimiento.
149
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
8. Escribe tres ejemplos de acciones cotidianas en las que tengas que rotar o girar todo el cuerpo o
alguna parte de él.
a)
b)
c)
9. Escribe tres ejemplos de acciones que involucren rotaciones, ejecutadas por bailarines,
deportistas, malabaristas, cirqueros, etc.
a)
b)
c)
150
Anexo 1 ◊ Cuadernos de Trabajo
151
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
1. Escribe una breve historia en la que puedas entrelazar los conceptos y acciones relacionados con
las posibilidades anatómicas. Recuerda incluir alguna pausa activa.
2. Escribe en una partitura la historia que creaste. Recuerda colocar tu doble línea inicial
y los símbolos uno encima del otro, trazándolos de abajo hacia arriba.
3. Escribe una partitura en la que combines libremente los conceptos de flexión, extensión,
rotación y pausa activa. Piensa en una motivación para interpretarla creativa y expresivamente en
las que uses flexiones, extensiones y rotaciones incorporando todo el cuerpo. Piensa en otra moti-
vación que te permita ejecutarla con flexiones, extensiones y rotaciones con las diferentes partes
del cuerpo.
152
Anexo 1 ◊ Cuadernos de Trabajo
Resuelve las siguientes preguntas y ejercicios para así afianzar tu comprensión de cada concepto
y del uso de los símbolos en la elaboración de partituras y la creación de frases de movimiento.
1. Escribe al menos cinco ejemplos de tu vida cotidiana en los que te desplaces con diferentes velo-
cidades (rápido, velocidad media, lento).
a)
b)
c)
d)
e)
2. Escribe tres ejemplos en los que el desplazamiento sea pasivo, es decir, cuando el inicio no es
voluntario, sino que alguna situación externa obliga a hacerlo (ejemplo: un empujón en el metro).
a)
b)
c)
3. Piensa en otros dos ejemplos en los que te desplaces, pero sin que tú te muevas.
a)
b)
153
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
5. Escribe al menos dos ejemplos de situaciones cotidianas en las que al desplazarte traces:
a) Caminos rectos (trazar líneas rectas):
b) Caminos curvos (trazar líneas curvas):
c) Caminos circulares (trazar círculos, medios círculos, etc.):
d) Caminos sin rumbo (no trazar ningún camino intencionalmente):
6. Describe el trazo, la velocidad y tipo de energía (leve, pesado, firme, relajado, etc.)
que imprimes a los desplazamientos cuando tienes las siguientes motivaciones.
a) Pasear en el parque:
b) Pasear al perro:
c) Pasear en un centro comercial:
d) Caminar rumbo a tu trabajo:
e) Escabullirte de alguien que te sigue:
f) Escalar una montaña:
g) Arrastrarte en un bosque escondiéndote de alguien:
h) Andar de puntitas:
g) Dar los primeros pasos (un bebé):
h) Correr en una competencia de atletismo:
i) Correr en un partido de fútbol:
7. Describe cuatro objetos que no tengan ningún frente: ni parte delantera ni parte trasera.
a)
b)
c)
d)
9. Escribe dos ejemplos de situaciones cotidianas en las que te mueves en dirección hacia arriba.
154 a)
b)
Anexo 1 ◊ Cuadernos de Trabajo
10. Escribe dos ejemplos de situaciones cotidianas en las que te mueves en dirección hacia abajo.
a)
b)
11. Escribe una brevísima historia en la que dos personas tengan que cambiar de frente y queden:
frente a frente, de espaldas y uno al lado del otro.
a)
b)
12. Escribe cinco ejemplos de animales que no se desplacen hacia delante (por ejemplo: insectos
que se desplazan lateralmente).
a)
b)
c)
d)
e)
155
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
156
Anexo 1 ◊ Cuadernos de Trabajo
1. Escribe una breve historia en la que puedas entrelazar los conceptos y acciones relacionados
con el espacio. Recuerda incluir alguna pausa activa.
2. Escribe en una partitura la historia que creaste. Recuerda colocar tu doble línea inicial y los
símbolos uno encima del otro, trazándolos de abajo hacia arriba.
3. Escribe una partitura en la que combines libremente los conceptos de cualquier desplazamiento,
dirección y pausa activa. Incluye también uno o dos de los conceptos relacionados con las posibi-
lidades anatómicas (flexión, extensión y rotación). Piensa en una motivación para interpretarla
creativa y expresivamente.
157
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
Resuelve las siguientes preguntas y ejercicios para mejorar tu comprensión de cada concepto y del
uso de los símbolos en la elaboración de partituras y la creación de frases de movimiento.
1. Escribe tres ejemplos de la vida cotidiana en los que realices transferencias de soporte de una
parte del cuerpo a otra.
a)
b)
c)
3. Escribe al menos tres ejemplos de acciones de gimnastas, bailarines, cirqueros, etc., en los que
se ejecuten cambios de soporte.
a)
b)
c)
158
Anexo 1 ◊ Cuadernos de Trabajo
5. Escribe cinco ejemplos de animales cuya forma principal de desplazamiento sea a través de
saltos e identifica el tipo de salto de que se trata (de dos pies a dos pies, de dos pies a uno, de uno
a dos pies, de un pie al mismo pie, de un pie al otro).
a)
b)
c)
d)
e)
6. ¿Cuál de las cinco formas de salto utilizarías cuando a éste le precede un paso para impulsarse?
Explica tu elección.
7. ¿Cuál de las cinco formas de salto es más apropiado para cubrir una gran distancia horizontal
(como en el salto de longitud)? ¿Cuál es la más apropiada para cubrir una gran distancia vertical
(como en el salto de altura)?
8. Escribe tres ejemplos de movimientos en el ballet, la gimnasia, o cualquier otro deporte en los
que se mantenga el equilibrio.
a)
b)
c)
159
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
10. Describe tres situaciones en las que te veas obligado a mantener el equilibrio.
a)
b)
c)
11. Escribe al menos dos ejemplos en los que una caída pueda o deba ser controlada.
a)
b)
12. Describe al menos dos situaciones en las que hayas observado caídas o tú mismo te hubieses
caído.
a)
b)
160
Anexo 1 ◊ Cuadernos de Trabajo
161
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
1. Escribe una breve historia en la que puedas entrelazar los conceptos y acciones relacionados
con la gravedad. Recuerda incluir alguna pausa activa.
2. Escribe en una partitura la historia que creaste. Recuerda colocar tu doble línea inicial y los
símbolos uno encima del otro, trazándolos de abajo hacia arriba.
3. Escribe una partitura en la que combines libremente los conceptos de soporte, cualquier brinco,
equilibrio, caída y pausa activa. Incluye también uno o dos de los conceptos relacionados con las
posibilidades anatómicas (flexión, extensión y rotación) y uno de los conceptos relacionados con
el espacio (desplazamiento o dirección). Piensa en una motivación para interpretarla creativa
y expresivamente.
162
Anexo 1 ◊ Cuadernos de Trabajo
1. Escribe algunas acciones de la vida cotidiana en las que te relaciones con objetos y personas.
2. Piensa en tres acciones de la vida cotidiana en las que involucres al menos tres de las formas
de relación que estudiaste (conciencia, dirigirse a, acercarse a, alejarse de, llegar a, cercanía,
contacto, abarcar la cercanía, sujetar, cargar, cargar sujetando, entrelazar).
163
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
164
Anexo 1 ◊ Cuadernos de Trabajo
165
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
1. Escribe una breve historia en la que puedas entrelazar los conceptos y acciones en relación con
objetos y personas. Recuerda incluir pausas activas.
2. Escribe en una partitura la historia que creaste. Recuerda colocar tu doble línea inicial y los sím-
bolos uno encima del otro, trazándolos de abajo hacia arriba.
3. Escribe una partitura en la que combines libremente los conceptos de relación con personas
y objetos. Incluye al menos uno de los conceptos relacionados con las posibilidades anatómicas
(flexión, extensión y rotación), uno de los conceptos relacionados con el espacio (desplazamiento
y dirección) y uno de los conceptos relacionados con la gravedad (soporte, salto, equilibrio y caída).
Piensa en una motivación para interpretarla creativa y expresivamente.
166
Anexo 1 ◊ Cuadernos de Trabajo
4. Considera la energía en relación con la fuerza muscular (fuerza) y encuentra dos ejemplos en los
movimientos de los animales en los que observes la calidad de guango y la de relajado.
a)
b)
5. Piensa en la energía en relación con la gravedad (peso) y describe dos acciones en las que
utilices los conceptos de pesado y muy pesado.
a)
b)
6. Considera la energía en relación con la fuerza muscular (fuerza) y describe dos acciones
en las que utilices los conceptos de delicado y firme.
a)
b)
167
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
4. Dibuja los símbolos para el concepto de energía relacionado con la gravedad (peso) vinculado
a par (pesado-leve, muy pesado-muy leve).
5. Dibuja los símbolos para el concepto de energía relacionado con la fuerza muscular vinculado
a par. (firme, guango, relajado, delicado).
168
Anexo 1 ◊ Cuadernos de Trabajo
1. Revisa las historias que has creado en el estudio de las diferentes familias que constituyen el
Alfabeto de movimiento y ejecútalas con los conceptos dinámicos que has aprendido. Prueba la
ejecución de los movimientos con los diferentes conceptos y selecciona los que mejor los cualifi-
quen en relación con la motivación elegida.
2. Revisa la partitura de cada una de las historias y registra los conceptos dinámicos que hayas
seleccionado. En el caso del acento o énfasis, recuerda que cualifican un momento específico
del movimiento, por lo que es necesario que coloques el signo de dinámica en el lugar adecuado
(principio, en medio o al final) del signo correspondiente al concepto que matizarás; en el caso
de los conceptos de énfasis, peso y fuerza recuerda que puedes utilizar las grapas verticales o los
signos de incremento o decremento.
169
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
ANEXO 2 Partituras
Posibilidades anatómicas
170
Anexo 2 ◊ Partituras
Espacio
171
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
Gravedad
172
Anexo 2 ◊ Partituras
Gravedad
173
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
Personas y objetos
174
Anexo 2 ◊ Partituras
Dinámica
175
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
176
Anexo 3 ◊ Otros apoyos didácticos
177
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
178
Anexo 3 ◊ Otros apoyos didácticos
179
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
180
Anexo 3 ◊ Otros apoyos didácticos
181
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
182
Anexo 3 ◊ Otros apoyos didácticos
183
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
184
Anexo 3 ◊ Otros apoyos didácticos
185
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
186
Anexo 3 ◊ Otros apoyos didácticos
187
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
188
Anexo 3 ◊ Otros apoyos didácticos
189
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
190
Anexo 3 ◊ Otros apoyos didácticos
191
Desarrollo de la creatividad por medio del movimiento y de la danza
192
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
Rafael Tovar y de Teresa
Presidente
Jorge S. Gutiérrez
Subdirector general de Educación e Investigación Artísticas