Resumen Pineau
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Resumen Pineau
Como se ve, a lo largo del tiempo la concepcin de la educacin como un derecho pas
de un simple permiso individual a una compleja red de garantas y facultades sociales y
colectivas que asociadas a la creacin de mundos ms justos.
o Hace pocas dcadas, ser argentino se vinculaba al ejercicio de tres derechos
considerados bsicos e incuestionables: trabajo, representacin poltica, y escuela. Esto no
implica que en el pasado esto estaba garantizado para todos, sino que se haba constitudo
un imaginario en el que estaba presente la aspiracin y posibilidad de lograrlo. Ese fue el
patrn con el que se constituyeron las identidades de numerosas generaciones de
argentinos. Pero el modelo de ajuste econmico, privatizacin y desregulacin iniciado por
la Dictadura, y puesto en plena vigencia en la dcada del 90 con su corolario en la
arrolladora crisis del 2001, dieron lugar al empobrecimiento de amplios sectores de la
poblacin y a una creciente polarizacin social que implic la prdida de los viejos
soportes colectivos. En este nuevo contexto, los individuos que antes actuaban, pensaban y
sentan en el marco de estructuras sociales y normas -como las familias, los sindicatos, los
partidos polticos, etc- que les otorgaban identidades, seguridades y obligaciones, y sobre
todo le garantizaban sus derechos, ahora tienen que hacerlo en la incertidumbre del
capitalismo flexible, caracterizado por la prdida de las certezas tradicionales y de las
viejas redes de contencin. Podemos decir, que ha cado el modelo de sociedad integrada
por la accin poltica de un Estado capaz de articular inclusivamente al conjunto de la
poblacin y garantizar el ejercicio de derechos. El individuo aparece fragilizado por falta
de recursos materiales y protecciones colectivas que en ciertos sectores se transforma
directamente en desafiliacin o exclusin social.
o Hoy, esta situacin de imposicin de derechos, -por la que nios y adolescentes son
convertidos en alumnos-, convive con la sustraccin de derechos que los convierte en
menores judicializados o en adultos tempranos. Esto los quita del lugar de alumno,
supuestamente asociado a la infancia y la adolescencia normal, y les priva de los
derechos que dicha situacin debera garantizarles.
o Por todo esto, uno de los principales desafos que actualmente enfrentamos los
educadores es aportar a la restitucin de los derechos que han sido sustrados a vastos
sectores de la sociedad en especial nios y jvenes- en a su vez supere el viejo dispositivo
de la imposicin homogeneizante. Para eso debemos ser capaces de generar propuestas
educativas que les permitan construir nuevos soportes y anclajes, debemos lograr
habilitarles la posibilidad de acceso a nuevos lugares en lo social, lo cultural y lo poltico,
propiciando la conexin (y muchas veces, la reconexin) con los entramados sociales que
les garantice el ejercicio pleno de sus derechos.
o Poner el foco en comprender a la educacin como derecho implica tener como punto de
partida la comprensin del otro como sujeto de derechos. El otro - alumno no es un
sujeto incompleto, un futuro peligro social o un portador de intereses, sino alguien que
posee ciertos derechos, con derecho a ejercerlos, ampliarlos, y sumar nuevos.
Entendemos, entonces, que la funcin de la educacin es brindar herramientas,
experiencias, saberes, estrategias, etc. para llevarlo a cabo. S, como dice Hanna Arendt
(1974), las sociedades democrticas son aquellas que garantizan a sus miembros el
derecho a tener derechos, la educacin debe ser entendida como un derecho que da
derechos.
o Recuperar los derechos de los sujetos nos lleva a revisar algunas posiciones
pedaggicas vigentes que ponen el centro en los intereses de los sujetos como el garante
de construccin de mejores sociedades.
o Muchas veces la pedagoga centrada en los intereses cree que la mejor educacin es
aquella que les ensea los alumnos lo que ellos de antemano- quieren aprender. A
nuestro entender, estas posiciones son mezquinas porque se corren de la funcin de
abrir el mundo a las nuevas generaciones que implica todo acto educativo, y que por tal
dificultan el ejercicio de ciertos derechos.
o El inters debe ser, en el mejor de los casos, el punto de llegada y no el punto de partida
de nuestra tarea; la idea no es hallar sino generar intereses.
o Recuperar la confianza que nos lleva a correr a los sujetos de la situacin de riesgo en
que son estigmatizados, para instalarlos en el horizonte de igualdad y sorpresa. Para eso,
es necesario enriquecer la propuesta pedaggica, no slo mediante la incorporacin de
determinados contenidos, sino tambin apelando a diversidad de materiales y elementos
que tengan la capacidad de generar otros conocimientos, problemticas, posibilidades e
interrogantes.
o Dar amparo tiene que ver con instalar una red de significaciones ante una realidad
inexplicable que proteja, resguarde y posibilite el acceso a la sociedad y la cultura, que
brinde a los sujetos las herramientas necesarias para que pueda incorporar e incorporarse
en ellas an en las situaciones ms extremas y penosas. No tiene que ver con engaar, sino
cono ayudar a establecer una distancia necesaria con los hechos que permita aproximarse
a ellos sin sentirse arrasado por ellos.