El Narcisismo. Estudio Sobre La Enunciación
El Narcisismo. Estudio Sobre La Enunciación
El Narcisismo. Estudio Sobre La Enunciación
IHIM~(Q) Blieiclhnrnmr
JEltudi(Q) sobre
lim <efillurmciacin y
~mmar.v!cca
*"' 1nconsc1ente
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Bleichmar, Hugo B.
El narcisismo - 1 ed. 5 reimp. - Buenos Aires: Nueva Visin,
2004
176 p. ; 20x14 cm. (Psicologa Contempornea)
ID 1984 por Ediciones Nueva Visin SAIC. Tucumn 3748, ( 1189) Buenos Aires,
lkpblica Argentina. Queda hecho el depsito que marca la ley 1l .723 .
Impreso en la Argentina I Printed in Argentina.
l?ROILOGO
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Jisis._Y si se da el caso de que los practicantes de ste -practicantes so inconsciente nos llev, casi sin que nos diramos cuenta y de ir1a
en el sentido ms amplio del trmino- se resisten a esta desvirtuacin nera obligada, a interrogarnos sobre la relacin existente en su domi
de la investigacin analtica caen bajo el fuego de un discurso cuyo nio entre el significante y el significado, en especial sobre lo qu. , 1t
dogmatismo se revela ,en que ms que estar dedicado a su objeto de estos ltin10s aos se ha convertido en un lugar comn, la priHJJC
estudio se concentra en su autoafirmacin y en la descalificacin me- del significante. Creemos gue el problema ha sido plan ttado de uw,
diante la adjetivacin. Porque si hay algo que caracteriza al discurso manera reduccionista, siendo el resuffiiaoui'iTilclYefa obr-
dogmtico es que contiene, adems de la temtica a la cual presun- freudiana ..En el ca,P1flo respechvo nos ocuparemos en io~tra~::
tamente se refiere, otras afirmaciones sobre s mismo -en la tnica filo sn-la dimensin semntica resulta impen.s.ab.le....el..ia.ci~ns!'ie111t
del panegrico- y sobre discursos a los que coloca como rivales de-- _jHnmico.
nigrados.
Por otra parte la fructfera colaboracin entre filsofos y psico-
analistas no puede resultar en una prdida de delimitacin, una
mezcla, un "filoanlisis" que ya tuvo su antecesor en el anlisis
existencial, y que no beneficia ni a unos ni a otros.
El psicoanlisis, en cambio,. se interesa en las leyes que rigen el--
inconsciente, en cmo se regula la relacin en e las re ntaci,9-
nes de ste y las de la conciencia, Si hubiera que sintetizar "La jp.-
terpretacin de los sueos", dirars gue es la articulacin de una
zroblemtica, la del deseo en el !f9._ipo..__s_9n una gramtica -con su
?ntaxis y semnti~a- por la cual el psiquismo procesa la cf~n
de ague! deseo. Este es el modelo que nos a servido de gua en el
presente trabajo y que nos ha conducido a la inclusin del deseo nar-
cisista y de sus vicisitudes en un sistema -el inconsciente- en el que
las reglas de enunciacin permitan explicar la produccin de enuncia-
dos redundantes. En el captulo que dedicamos al yo ideal y en aquel
en el que abordamos las caractersticas del discurso totalizan te, se
podr ver que nuestro inters no se limita al primero como algo ya
constituido sino en la medida en que es un efecto, un producto de
un tipo particular de discurso que en su creatividad lo va construyen-
do continuamente. De igual manera el nfasis en la enunciacin ms
que en el enunciado reaparecer cuando estudiemos los enunciados
identificatorios que tomamos como producciones de las que denomi-
namos reglas de la enunciacin identificatoria. En stas ser en las
que nos detendremos.
Para ser coherentes con nuestra propuesta de que el psicoanlisis
debe progresar en su especificidad hemos tratado la enunciacin -uno
de los ejes del libro- tal como aparece estructurando el discu rso in-
consciente, sus producciones, sin adentrarnos en sus aspectos ms ge-
nerales a los que puede referirse la lingstica.
Pero el haber prestado nuestra atencin a la operatoria del discur-
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IlNTRODUCOON
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El orden en que hemos puesto estas propiedades del campo narci- pla determinadas condiciones. El objeto se-.P.uede..mesenta.u;.QIUfl.iLO
sista no implica anterioridad lgica: sin atributos que puedan dife- jeto deseante o como objetrechazan te. Esta fase es el inicio ,- aun-
renciarse no hay deseo ni preferencias posibles, pero, a su vez, sin las que sea incompleto, de la mstauracin en el nio, a travs de la inter-
preferencias las diferencias seran meramente cognitivas o perceptua- nalizacin de la .actitud del otro, .de una funcin evaluadora de s
les y sin importancia afectiva. mismo. A partir de este momento sus conductas y atributos servirn
para que quede ubicado en la categora de deseado o rechazado. Ilan
surgido los requisitos que deben ser satisfechos. Ahora que ya cono
ce la posibilidad de perder el amor del otro puede reconocer retroac-
Constitucin del deseo narcisista dentro del campo edpico tivamente la fase anterior como de amor incondicional, surgiendo d
deseo de un reconocimiento con estas caractersticas. ~.. ~ ---
_,,_--.,,--=-"~-=-.:-e=--:-":..."""=:..-.. _.:;e,- ~:~~--- ..,. __ _
El campo ed pico en el cual el recin nacido viene a ocupar un lugar
originar en ste el surgimiento del deseo, el que a su vez reestructu- 4) Fase del deseo de una preferencia total y del temor u! r<'iegu-
rar los intercambios entre aquellos que le precedieron como presen- miento. El tercero, quien siempre estuvo en el campo, aparece aho
cia real pero sobre todo como soportes del universo simblico de la ra para el beb. El tercero es el rival y el otro se convie rte en ub~w
cultu~a: Desde la perspectiv,a ~~el beb sy_pu.ede cons!Eldir siguien- J. . que elige, adquiriendo el nio y el tercero las posiciones de prefer
te sene.
. , ~ /i ~ "
l\ftltvl(.I t) f 1 ' ...... a.-
J/ i.~Jv\AJ\..1v'-~'\.Jt,,'\:vv1..f"""'V
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do o relegado. En esta situacin triangular, la rivalidad con el terce-
ro por la preferencia del otro da lugar al estado de triu nfo o de de
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y
1) Fase de la necrdad vital ertica. El nio nace. Es un cuerpo rrota narcisista. J;:ste es el campo de la preferencia ~-1..QQ_sterga
que siente necesidades vitales -calor, alimento, aire- y de satisfaccin fin, de la rivalidad, de los celos, del sentimiento)ie--t<(}r:\.~ e}C_.c.:lu1
ertica -placer de una zona corporal por la estimulacin-, necesidades do , de la lucha a muerte, de la necesidad de ser fel nicg_.La.lgi1"
todas,ellas fi.logenticamente determinadas. El otro provee esas satis- que impera es: "O yo o el otro". _
facciones y el beb termina reconocindolo como objeto de la nece- .r
1
sidad vital y como objeto ertico. 1 5) Fase del deseo de una preferencia parcial. Por fin se puede al
s..~~-:{:1.JJ_JJL~tap_?_,_- la~que !_1<2_ todo sujet:.;_~ ie neacceso~-ei-cu-sc
2) Fase del deseo de un deseo . El beb capta el placer que pudiera acept_ g~~"~el_ o!_!'_~!:\- slo lo desea a ~l sino taibenawrr~~ero :::.~
, sentir el otro en su contacto con l, placer que obtiene no solamente saeseado aun cuando no se sea el nico. Se lo desea a l por alg,o y
/ de las propias zonas ergenas sino por lo que todo el ser del beb le --ai tercero por otra cosa: la maarepleaequerer al hijo como il pt
~
! significa. El beb -s. ujeto que desea-. es a su vez d.e... seado , y el otro. es
econocido como objeto deseante.
ro al marido bajo' este carcter;_.N,3 ~!~, es el _9u<::_~l>.Y~ge__ ~.2-l'.!1~r toial
ipente_aW;i1rn. El sujeto y los otros ya no son algo en s mismo sino 1
En esta fase el beb se siente dese.acto sin que esto dependa de lo posicioneSti:-e nte a los dems: si la madre no es la pareja sexual en 1
ue l haga: el otro brinda, al menos en condiciones habituales, su s sino un se r que puede ocupar esta posicin, tambin existen otras
eseo simplemente porque el beb es su hijo. St1!&~ deseo de ser ~ mujeres que pueden hacerlo. Que el padre pos.e~,. ll! _ma~re como .
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~seado por el otro,. -----~==---- ~ pareja sexual no excluye que el hijo varn pued~. tener la s~1 ya\
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3) Fase del deseo de un deseo incondicional y del temor al re- ,r ~\:_.. . '
chazo. Viene luego otra etapa en la que todava para el beb estn El pasaje de una l~a de exclusin a u_na de con@1c1~~'.t,OY d
slo l y el otro, pero ste ahora lo desea en la medida en que cum- tercero- no es una mera cuestin de evolucin garantizada por el pa
so del tiempo. S1 ~u'Slvruaa]S~pr laj,f!Iln
1 Vase el estudio que sobre el "apuntalamiento" realiza Laplanche en Vi- f!'a de que el amor del otro significativo hacia el tercero no est en con-
da y muerte en psicoanlisis, Amorrortu,.Buenos Aires, 1973. tgdiccin con el que se tiene acia el su1et9. El contexto-itersiib-
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iefrro en el que se desarrolla el suj eto, los mensajes del otro signi- ,r ciones, como desarrollaremos ms adelante en este libro.
,ficativo, las experiencias de relegamiento o preferencia sistemtica Los integrantes de la pareja de amantes parecieran funcionar en su
'producen su marsa en este sentido. ~s caractersticas de los celos prera etapa con las caracterSticas del sujeto descante incondicio-
1 na! o, en el caso de ue se constituya por referencia a un tercero ue
112._o~enclernlaj~de un su~ deseo natural de excli:: \ e exclu e como sujetos que e gen.).;:!!_emergencia en _el sujeto -~
~5~~j~ad s20 ~~2?n consecuencia de~ el otro sign.ificativ<2_ .~J:..
:' ante de condiciones para nn ar su amor o la irrupcin de un terce-
1 g_,.QJl~J~~: la distribucin desigual del amor por parte de los padres, !; r9.]Ue"'haga inestable la J20SlCIn de preferido crean tensin en e) cam-
/para tomar un ejemplo, crea un celoso activo en el relegado y un ce-
\loso potencial en el elegido, ya que ste ap rend i que si no est en la !_po narcisista-. Teniendo en cuenta este ltimo aspectQ,_la pareja mo-
posicin de privilegio corre peligro de ser expulsado del paraso. Pe- l; ngama puede ser considerada una organizacin apaciguadora de la
1
ro iambin padres preocupados por que no existan celos, y que con tfosi1Ylfarc1S1sta ruasegurar la preferencia por medio de una ley qu~
~~~race_ obg~iOda,:~n~_v_ez~ons!itui~-_::-?mo pareja. ~. estable~e.ri~
\una especie de metro en la mano miden continuamente que cada
1h.ijo recib~ igual, crean a travs de la acentuacin de la sensibilidad que-a cada cual su cana cual, reorganiza el campo narc1Slsta en d.ia ~
das, lo que disminuye la posibilidad de postergacin.,Que l ley se U:
a
Y:.,..
lpara lo desigualdad la propensin a los celos. Por otra parte la id en-
jtifica cin con el discurso celoso ele uno de los padres ubica en esa frin ja no niega la funcin que cumele, y es por ello que las pare,as ~ ,, .
encue ntran con parejas y se rehye sutilmente el nmero im!?-f. '--.. ... .....-
~post ura al hijo .
Los celos surgen, en definitiva, por la conviccin a la que se llega La importancia de las categoras que hemos presentado no reside
por mltiples vas ele que el tercero y el sujeto estn en oposicin en que describan qu es el n1o en distintos momentos evolutivos, al
por la eleccin .e xcluyente que se le atrib uye al otro significativo. que hemos tornado silnplemente como ejemplificacin, sino en el he-
Esta concepcin del amor, verdadera economa de la circulacin cho de caracterizar la posicin que cualquiera puede tener en una
del deseo, abre una nueva posibilidad en la comp rensin ele los ce- estructura intersubjetiva. Que se vayan integrando en un sujeto lo
los y la riv'11idad al colocar el problema en el sistema intersubjeti- que hem os descripto como etapas y que se llegue a que alguien sea
110 y no en el sujeto que los presenta. No constituye este el lugar
para l simultneamente objeto de la necesidad, objeto ertico y ob-
par;; dr.sa rro ll ar una descripcin concreta y pormenorizada de los jeto deseante no implica que siempre tenga que ser as: hay sujetos
,is t<>mas inte rsubjetivos que los refuerzan o debilitan pero cree mos para quienes que el otro lo desee no es esencial -el paradigma en el
qur. el- jerarquizar el papel del otro significativo sienta una base s- cafpo sexual es el que sale con prostitutas- mientras que estn aque-
lida para el estudio de los sistemas en los cuales alguien es construi- llos en que su propio placer ergeno est fotaJJenfe subordrnado a
do.)' para cualquier psicoprofilax.is o abordaje teraputico.
Jemos entonces que se puede funcionar con distintos tipos de
h rn te res considerado mas 1mpoftante, ser objeto del deseo Cf"el otro,
lo t.ie se com rueba en como muan ansiosamente en el acto sexual
si el otro goza e~ de;ir si Jo desea, aun a costa de desaten er su pro-
l -)
cdigos que organizan cmo el sujeto se acerca al otro:
pifplacer er~no . .
Esta diferencia entre distintos tipos de objeto se podra formularll
a) el cte la aceptacin incondicional -se da o se espera-; en trminos metafricos bajo la pregunta qu busca ms el beb , la P
b) el ele la aceptacin condicionada y el rechazo; leche, el pezn a succionar, o la mirada de su madre? La respuesta en .
c) el ele la exclusin -preferencia o postergacin ante un tercero-; realidad no es ni unvoca ni se da en trminos de alternativas exclu-
d) el de la conjuncin. yentes. A veces por necesidad de la leche se dirige hacia el pezn ,
'-.,,, m.ientras que en otras oportunidades por el placer de succionar se
acepta recibir la leche, y en no pocas circunstancias por Ja leche o el
La estructura intersubjetiva toma sus variantes especficas ele la pezn se pasa a anhelar la mirada, Ja que una 'vez constituida como
combinatoria de las posiciones en que los sujetos tienden a ubicarse objeto del deseo puede determinar que gobierne cualquier otro deseo
a s y a los dems , ele los encuentros y desencuentros de estas aspira- del sujeto, inclusive el de una sexualidad que aparece corno contraria
a la dctenninaci n biolgica.
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La aceptacin del rgano sexual porque se anhela la mirada del ertica de Ja pelcula es revelirdora,-.. GasanO'va da una prueba de Jo
otro o, an ms importante, por identificacin con el goce del otro que l denomina sus capacidades amatorias ante un observador ocul-
es fundamental en las tempranas experiencias de seduccin y permi- to que contempla la proeza a travs de Jos ojos de un cuadro. Todo
ten explicar el porqu. de muchas fijaciones de las llamadas perversio- lo que hace Casanova , verdadera gimnasia del sexo, es exclusivamen
t
1nes. Al recibirse la mirada del otro el goce que inunda la experiencia te para. p.rovo. e.ar el.. e. logio d.e.l .juez exigente. Su .satisfaccin estalla
hace sensible y placentero el tipo de intercambio sexual propuesto, en el momento del veredicto favorable. Las forma s que adopta su 1
el que queda as introducido de contrabando . Si hay seduccin no es . sexualidad no derivan del placer sexual que'i(q5f6vocns-iode que
slo por el lacer ergeno ue la ex eriencia des ierta en el mo~ lo~co_~~~~~~ -~~~i~', del_ifidad de ser el mejor de lo_s am_antes. Preocu '.
i:o e ocurrir sino por el recuerdo de la mimda de e~_del f>acfn que Jo lleva a participar en el torneo sexual hacia el final de 1
qtro, con la que el sujeto se ide.ijJjfica. la pelcula, como sabe comprenderlo dolorosamente su pareja de ese 1
Juego complejo ~----~~~---
entre la necesidad, el deseo ertico y el deseo del momento .
. _.... --'"- ..o----....,.__,,,_ ....
deseo, en que stos puege_n ser ~uentes entre s o sustitutos -vicarian-
_oc.
Igual afn de afirmar la superioridad en la diferencia i:i llida ian.o i
t'es:-o-que
tiene- iillpoi-tania.de serre.concldo
par_O__ueC!ar e-nc~- en el ideal del Superhombre de Nietzsche o en la vida de Lou Ali "
rraclo "~la7a1si(~<Tii~CioJi]nfi:ru11-11i0togtsmoe 1as}iecesiC!aaes o Tas drea-Salom( as! -como se oculta en las racional izaciones de l<!iilS
zoas ergenas a espald.;is de la mirada que. las marc-a:; o de i:1a-:c;.on- partidarios de~qferentes formas de contra5..!:1..!!~ra, que.no si_g_nifi- lo
cpcicfn extrema del papel de la intersubjet!vidd_que llegara hasta ca -aclarmoslo para evitar equvocos- abrir juicios sobre lo que pll
-a- desconocer a aqullas, dteramu!Egfrmm!acnn otro plano diferente dei deta mtivacn
Pero aqu surge un punto que es necesario profundizar : el carc- 1ndvidual. --- -----
ter mltiple que posee la mirada del otro significativo, que trasmite / ~ En ltima instancia todo euede servir para satisfacer el deseo r,a1-
para la mirada del observado -mirada de una mi.rada- todo un paque- , cisista, cuya esencia es la de sentirse nicO,Ciierefe,sj'.ieno r a fo.
te de mensajes, de valoraciones en escalas diversas, escalas de lo mo- dos los dems, recilec'lo una mirada qu asfloatestigU-e ..ldLIDQr!1l,
ral -del bien y del mal-, de apreciaciones estticas -la hermosura y la faTntefecia, faestetca,lases~ s2~es d} ser n~~tabo
fealdad-, de evaluaciones de las capacidades intelectuales -la inteli- lizadas dentro del sistema narcisista , para afmnar la sublime difere n
gencia y la estupidez-, de discriminacin de las sensaciones -el placer -c1a con respecto a aqueTios que no las poseer ~~fgoumufr er bon
y el dolor corporal-. Aspectos todos que pueden entrar en una cade- vivant no es simplemente un sensual sino alguie~se contempla
na de influencias mutuas en que uno de ellos desborda su cuali- ~ndolo y aeva gran parte di:..s.u satTsracciii.!;!el [email protected] que
dad sobre el otro, en que el sujeto se erotiza en el cuerpo porque el se atribuye en saber vivir. 2
otro despierta su admiracin intelectual o, por el contrario, porque Vinculacin estrea entre el narcisismo y el cuerpo, entre el se n-
,1 se erotiza toma las creencias de aqul. timiento de superioridad y el placer de rgano, en que ste puede
I Efecto notable del libre desplazamiento de las significaciones que usarse para alcanzar todo lo que Ja biolog a da como potencial ~
hace que el Marqus de Sade, llamado por su deseo de ser superior y tanto el sujet~eda Y.S:.I:SLC.Q.lllQ:a.qu.eL.q!!.~dlflb_e_ gQW, o por e!
) diferente de los dems y libre de toda sujecin, llegue a erotizar ffrario ~Ifegarse a 1~~J.~s_ia,_qU,~_ O,gij)9njl_~J.s~ntiJ:nje.D.tO _Qe SUpe-
aquellas actividade~ _que puedan. testi.mon!ar de esa ~!ferencia que f lOr!'fQ:ael asceta por ser cap~E.?:1:1~-a.i=-e-l-llaR1:slfrtle-gi:-ci;i:.~!1j
L busca. El deseo erotico se constituye en el con relac1on a la moral
convencional, que por equipararla con aquella que caracteriza a los
.!?I narcisismo, rbitro supremo en el hombre, p_uede_ h~rle_g_Q~ar
tanto con la hberacJOn de las puis10nes como-con su r~resin .
seres mediocres debe ser reemplazada por otra en la cual se sienta el n es0 orden de cosas el gnto de ~"311Ucllo."ilis. all4
nico . El deseo narcisista -Yo, el mejor- determina que se elija como
( placer ertico aquella forma que los dems no practican. Es la ilustre
.: diferencia a la que nos referiremos en otro captulo y que est magis-
tralmente descripta en el Casanova de Fellini. La primera secuencia 2 Vase el libro de Pierre Bourdieu, La distinNion , Minuit, Pars l 9'i9.
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de ser le nguaje expresivo de placer del cuerpo: es comunicacin pa- Cap tulo K
ra efPfOTiiO sujeto y para el otro de que es capaz de alcan zarlo y de
pr~cuJ.?.:_" orgasmo del narcisismo, X por ello su au se ncia :iued~ lEL KSTJEMA NARCISISTA INTRAPSIQUICO
doler tanto y o fende ~. "
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/j\ '?_, -::_.A.)lfi2'.eF'Ju\~ ,
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bresignificado desde la perspectiva del narcisismo como testimonio
de su inferioridad -por ser alguien psquicamente enfermo- g!odu- Clebil. Pero tambien puede serlo de identidad: el sujeQ...YI-a obj..o
aSU imagen y semejanza. O Se ve a S mismo como S fuera)g!;.Hl al
' .)
cindose entonces el tipo de depresin narcisista que sigue como una
t:,, seguna:a etap-a a c1eIIDJOmas. -
Lo anterior nos demuestra que existen sujetos en quienes lo domi-
- 9.Qjeto.
=mrimero de estos movimientos identificatorios obra en futlllJ
nante est dado por las representaciones valorativas -narcisistas- tal que si el sujeto se representa como agresivo tambin temira esa
20 'l
1 irn~gen del objeto , lo que ha sido tomado por los kleinianos pan> ex- t~r la palabra del otro. quien podr decir que el aire falta -"deja
plicar las fobias, que se produciran por identificacin proyectiva de siempre una ventana abierta"-, que viajar en avin es peligroso, o
~la propia agresividad del sujeto. Explicacin que al mismo tiempo ~u ahil ete.s".
1
que constituye tin aporte -la representacin del yo modifica la del
objeto-, por el terror de hacer un absoluto del mecanismo invocado
y convertirlo en la causa de la fobia, oscurece el problema. ~n pijn,;:r
IJ:! g~r_J~~._fob_iJ!..5=,P.,QLi~_I!tifi9cin proyectiva de la prop~a ~~ lLa circulacin del significado entre las representaciones parciales del
dad son slo un secJQLd~_ntro de este cuaaro~Jic.l!lllente no el yo. Operntoria de las creendas inconscientes
i1~1s"- ln1portante. Pero adems, y esto es de la mayor importancia,
aun cuando la idetirrcacO proyectiva de la agresividad del SUJet'b J El yo como representacin del sujeto est formado por una multipliJJ
infcrnene n las genes1s cletterra'"S"fcrbias no basta para ustificarlas. l J clad de representaciones parcial.es. El sujeto aparece provisto de un
Se puede producir la identificacin proyectiva en el objeto, perci- 1 cuerpo anatonuco, una mente, conauctas morales, es decir innumera-
brsclo como peligroso, pero si el sujeto se representa a su vez co- bles imgenes de s. En un momento, por ejemplo en un concurso de
mo capaz de resistir una mordedura, o de alejar al animal con un preguntas y respuestas, su yo ser el de una memoria capaz de recor-
puntapi , o matarlo con un cuchillo, entonces el animal no resul- dar; eri una carrera de natacin, un cuerpo que puede nadar con ve-
tar fob geno. Se requiere, por lo tanto, algo ms para que esto locidad; cuando se encuentre con los electrodos puestos para un elec-
ocurra. trocardiograma se ver como un corazn que funciona bien o mal.
En el historial de Juanito Freud muestra con claridad la comple- Todo esto sera hasta de mal gusto decirlo, por lo banal, si no en-
j;i articulacin entre la representacin del objeto y la del sujeto. El cerrase consecuencias cuyos alcances ya no lo son. As como existe
problema no consiste exclusivamente en que el caballo pueda mor- un encadenamiento entre los objetos que permite el desplazamiento
der, y en que se lo vea as porque se proyecten en l fantasas ora- del valor de los atributos de uno a otro, igual ~ 1 1cede con las repre-
les agresivas contra el padre, o en que por una serie de encadena- sentaciones parciales del yo. Y no nos referimos a desplazamientos
mientos significantes ste pase a estar representado por el caballo. dentro de la misma clase de representaciones, como por ejemplo, en-
Todo esto es parte de las condiciones que llevan a la fobia pero no tre boca, vagina o ano, o entre memoria e inteligencia. _.Lo que nos
r resulta suficiente. ~no sintier...siu;.w:r.p.a..como..algo_.w.ln-e- interesa ms bien, es el desplazamiento entre las re resentaciones
r~?le "- si la _!e presen~i:;in de ste ne;> fuern.l'!....9..e~~.Q.1,!~ parciales e o ertenecientes a rdenes di erentes.
e!
d..e_r.:; raer pe~e ,_~ste pue<;l,1~_Q,.1~sp:-.mQer~!<,.. en d!fmitiva, s!H ~na - Supongamos que alguien tiene un racaso econmico. Comienza
1f),v
determinada representacin del yo como castrable, no se completa- a considerarse inhbil en el manejo fmanciero, luego poco inteligen-
ra el ci~rre.... Ci Ta-estchila.'Tacan indica como un puntOO:eTS'i\;"o te, para concluir por fin en un juicio, obtenido por su propia cuenta o
'I d~f 0ra_]el-ia1a"Jac-ostitiiClon de la fobia el momento en que Jua- recibido como mensaje de una figura significativa, mensaje que le di-
' nito re para en que su pene es insignificante; u_qJrastomo e!),,,la repre- ce "t no vales nada". Hasta aqu todo est en el orden del narcisis- ~
1 sentacin de s, siempre a su vez en relacin con la del otro, apare- mo, pero a partir de la frase de que no vale nada, resultante de una \..._
ce-entonces-COJllQdetem:iinante:T generalizacin abusiva derivada de un hecho circunscripto -el fraca-
- Pe-ii-1~ rep-esentaci~ d~lyo interviene de manera central en so econmico en este caso- se produce un salto. El lenguaje y la I~
las fobias en que existe un objeto externo, en las de forma hipocon- oa empiezan a hacer de las suyas. - -
draca ya todo resulta de un trastorno de aqulla. r.'1::a frase "ttl no vales nada" produce efectos porque es una refe-
P52!_~ parte, detrs de la rezresentacin del yo y del objeto es- rencia a una supuesta entidad, al yo como totalidad, como unidad
designada por el t. "
J. La can, "Las relaciones de objeto y las estructuras frcudianas", !mago, Pero veamos -qu es lo que queremos significar con esto. Una vez
]'! i. que se dice "t, Juan" la nominacin no slo diferencia, identifica
22 23
' ' !
,;:-~...( 1. ,/ ' e-, e,;~:~ _j/.'.,J-.'sV~ (f' n /, . ,:') 'UJ' ll...A ~\) J , :\'
.....- "'' .-u ... - .~"' r '::\v."'. ./ \
\'l _, M} J ?,/,
-"..f.~~( . . A.,A.,..,~, _,._/,
, \ ,",,.
~ -{_.)._,_; . -:_)
como separable de los que no son Juan, sino que arrastra el signifi - bien"-, conclusin que resulta de una transposicin categorial2 y qti--
cado de referirse a algo que se supone una persona , una unid ad. Des- al entrar en contacto con un temor subyacente pero no activado
pus, si se encuentra con la segunda parte de la frase del "t no va- hasta ese momento acerca de su salud fsica es capaz de despertar
les nada", el peso de la negacin total -nada- recae sobre lo que es ansiedad hipocondraca, la que se localiza al nivel del li poma debido
un sujeto presuntam'ente unificado y va a trasladarse como juicio a una vieja preocupacin en torno al cncer.
f
todos y cada uno de sus atributos. Si l no vale nada, entonces todo As como el p_siquismo prod~ce e~uiparaci~1:es entre ios objetos
lo que es l no sirve, su cuerpo por ejemplo. Y aqu es donde se pro- por encontrarse estos en un mismo amb1to fis1c o -por congu1dad
duce el salto al que nos referamos, porque si el cuerpo no sirve lo espacial o tem poral- sucede algo similar con las representaciones par
empieza a ver como susceptible de enfermarse, de sufrir un infar- t:= ciales del yo, con la diferencia de que en cuanto a este lt imo, no ,,;e
to, de contaminarse , de estar expuesto al cncer. trata de qu e los rasgos queden asociados por pertene ce r a una rmsma
El "t no vales nada" surgido en el rea de las represen taciones imagen, una especie de mbito fsico que sera el yo. Ms bien resul
narcisistas se traslada a otras reas, la del cuerpo de nuestro ejeni')fo. ta de las posib ilidades que abre el hecho de que sob re el sujeto se h;,
24
25
complejo , por las afirmaciones -plano del lenguaje- que se hagan so-
---
,,.,,,...__,."
/..- w\
i m~ge ncs visuales -caso del sueo-~pre cs~s imgenes estn !IS" mento de la depresin, y as sucesivarnente.
, nizada!t_por_u_n_jui_ci_o . Para colocamos en el terreno que aparente- Pero no slo un trastorno narcisista con disminucin de la autoes-
mente sera ms del orden de la percepcin , si el yo en un sueo tie- t ima acta como condicin para el surgimiento de ideas fbicas, hi-
ne de terminada forma es porque sta depende de afim1aciones, y si pocondracas por ejemplo. El sentimiento persecutorio es capaz de
el cuerpo se presenta com o gordo , o flaco , o alto, o vigoroso, o en- provocar el mismo efecto. Los clnicos que observaron ue la a -
, ferrno , etc. , no se trata obviamente de simples imgenes sino de con- da~rse~uJ.Q.ri.a....e,i:a_s,eg.v.i: _ or reocu aciones hi ocondracas,
! ceptos articulados en una red de oposiciones y ,.diferencias, de corre- sstuvieron,en su intento de d<J,[ una expli~Qim,s:_e "el persegu1 '
laciones . =---o'7"-:;> ~: .;..~ "r, J,\( . . ~ J --::/ /11}: J/0" ,~
/
1
'.,. "\" ll .1 . .... \' ..;. : ~--- "1 .... .. - --.../..
-. es localizado en el rgano", bajo el supuesto de que la relacin inter-1 C- '
Po rque de alguin se pueae prel:licar " ~tzs intil" , el adjetivo pue- persoal oell1po perseguido-perseguidor era trasladada por el pacien- ~) 1
de deslizarse a la posicin de referirse a !!l:ia esencia del ser y la pri- te a la relacin entre l y su rgano, en el cual quedara simbolizado ;: u
mera afirm acin transformarse en "eresfuri'-rutil", lo que como vi- el perseguidor. El rgano pasaba a representar a aquel que est ata- J)'reh
mos ms arriba ser capaz de organizar cada una de las captaciones cando al sujeto desde adentro. La preocupacin hipocondraca no ""
ele s que haga el sujeto en cualquier actividad. pareca ser otra cosa que la atencin vigilante que se tiene ante un ,!
Lo q ue en forma desc1iptiva se ha llamado pesimismo del rnelan- supuesto agresor. u
cJIC~,~ s-e f resu1t-a<lo-deuna lg!Ca" inlexile aer oiscurso. s~3en Pero adems de dejar sin ex licar cul es el nexo entre el rgano y
sostene rse afirmaciones genencas tales como "eres un intil" es .Q_r- el persegu1 or, como se realiza el pasaje que facu ta pnmero para
que el 1en-guaJeperniife que wculen juic10s sm referencia a ningn reeinplaza-r al segundo, queda por resolver un problema importante:
da t 9~ aje__~ al prJ2iQllimJfSO en acc10n . se
c'?)io explica ue el hipocondraco tema que a su organo qaeri-
El nombre con que se designa a un sujeto, que habla de l como si d -corazn, cerebro o intestino- e pase go, e1e e uncionar, se
fue ra una unidad , la imagen que le refleja el espejo que tambin pro- f~tigue, no le llegue suficiente alimento,-en definitiv_a, que m~:_nt~as ~
d11ce esa ilusin de unidad hacen que se vinculen los atributos de un en la u a con el personaJe- persegu1dor este es considera ___ \
sujeto, lo que cons tituir la condicin de posibilidad para la circula- suje'to,--diterente. en e caso e su organo en peligro lo siente como
cin de las significaciones. u~ privilegiada de su ser. En la relacin entre l y su persegu~- ,
~- e.'.<Jste_n_c_ia_sle illLY.-.il.l!~Q.r..i.-!DJID.te__y_!?if\~ado , ague! que el_s.).lje- dor se produce una disyuncin Cle dus-id~rrviVtda~ co_!m.uli.;,
to cree se r, reaparece produciendo efectos imaginarios. Lo que se f'enfes; en 1a relac1on con eforgano, por el contrario, wque preva-
diga ie L_corno pre m1S-geerfi Cf i-Ttoael peso de lasprernsas lecn:Tta :i en i rcac1 -- --
genrales en qu--trito -hemos insistido: perrnmrr'ffooucilc0nc1uslo- - reemo e en la transformacin de la relacin perseguido-perse- ~
nes parciales derivadas d e-aqU'll~ s_-- - ------ -- ---~ ey!dor, en vnculo hipocondraco con el ill.W,LO o la mente, ~..!ru!J:-.:..
' - Veiris cfoncesqiTe_fa_pobre representacin de s que se presenta ~smo es diferente. En la relacin persecutoria, el sajeto se sient!:!~e.f\ ,
rn !a depresin narcisista origina la emergencia de ideas de tipo fbi- peli ro iensa "yo soy dbil, el otro es fuerte", ve todo su ser como
co -"yo no po dr enfrentar tal cosa y por lo tanto es peligrosa"-, o s estuviera amenazado, -mcapaz- e e en erse, evidenciando limita-
por el contrario, el mejoramiento de aquella representacin, que pue- ciones de fuerza, de poder. Esto acta como U!J.a premisa general in-
de estar dado por un xito en un rea circunscripta, aumenta la con- consciente: "si soy dbil, si no funciono bien, si puedo tener una he-
fia nza del sujeto, lo que produce a su vez algo que siempre parece rida , un golpe, si mi cuerpo puede ser daado por los ataques del
\ .~ni gmti co : la remisin espontnea de las fobias. otro, entonces ... mis rganos que me pertenecen estn en peligro,.
26 27
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/\. ~\) $) lJ'/\-t,, i.:l\~.1..,._.:i
'I ' \ J.)Vvv--lf;.,.,':)
son fr' er arte de ien que es dbil". el supuesto de que no cuida su salud, que la est arru inando . En este
~~da de esto se formula conscientemente, J!lcluso ni sig~~s punto la categora de irresponsable construir como ejemplo de ines-
~bligatono ue siempre se proceda a traVS'cre esta lgica deductiy_a. ponsabilidad cualquier acontecimiento, de igual manera que la cree11
Basta con ue me a un o e, y me rompe la cabeza", cia por parte de alguien que atraviesa un bosque de que va a ser ata
" me rom e el alma" ara ue estas frases, a o e o er 1ter izan cado convierte a todo en indicio de lo temido , tanto el ruido corno d
te'del inconsciente, le hagan sentir que tjene un dao en la ca eza o silencio ms absoluto, al que se le podr atribuir el carcter de prne
I
~
W el corazn... al que no slo los poetas han considerado el asiento ba de que el supuesto atacante est al acecho,inmvil.
del alma. Ms an, si los poetas han podido hacer residir el alma en el A nuestro modo de ver no se ha reflexionad_o Jo suficiente , cada
corazn es porque esa metfora es una posibilidad del funcionam ien- vez que se estudTalifl"~~~=~~-piai"arrtiento entR-cio.s_xe-
to psquico . . preseE!cio~<e_Q_ el papel ~tn1s;J!lJ~Dte ue ..lli.!l.U- ide.!!!icJC!.4 f
Se ha pasado as del temor persecutorio al temor por una parte puesta para el SUJeto ef rminos de premisa general. Se ha desvirtua-
del cuerpo, y es que no slo el histrico es capaz de tener vmitos drha:I:lazgo-fremiiarroll:asta transformarloen una e sE._ecie de aph-
porque "algo me repugna", concretando en el rgano una metfora cti de la teona asociacionista al estudio de la relacin entre el i.n-
cuyo referente es una relacin interpersonal , sino que en el acceso onscienre la conciencia. En camb10, lo que Freud ev1denci ;s q 1e
persecutorio el paranoico es sorprendido por el mismo juego del 1~~cin de representacione~ ps1cu~smo ~~E,:~~~~ cbo sel'
lenguaje. gn o 02eratorias. Dna 1le""fil"1as esta asacrae'COlexiones-afociat1-
En el caso del sentimiento de culpabilidad la relacin entre Ja ere ,; fde contig;aaf.!Jmporq=esp~de -sll111mTII form afci_~-CsTun-~fi
encia inconsciente y las derivadas que surgen en la conciencia obede- cante, de analoga de las imgenes dl r ente y que anastra iil psi-\
ce a la misma estructura que estamos describiendo: una premisa ge- gsi de una representa-cia'Otrli.....1=-~--~ha1:1a tota111enl le- l
neral que determina mltiples convicciones subsidiarias a travs de jada del orden de Jo sens16le; en emllas representaciones van quedan
una operatoria que sigue ms los procedimientos del sofisma que los do englobadas en unidades rnyores por un Juego log1co y pailogi
de la lgica, ya que a partir de un aspecto limitado saca un a co nclu- ca de inclusin de clases. 4 -
sin general -la identidad global del sujeto y desde sta deriva afir- Nuestro interes e'Oescribir la lgica int erna del pasaje de la
maciones que le sean congruentes. depresin na rcisista a la fobia , o de la ansiedad persecutoria e hipo
Cuando se sigue el recorrido que hace Freud en tomo al senti- condraca prueba que el establecimiento de correlaciones, de secuen
miento de culpabilidad se observa su insistencia en sealar cmo cas en la evolucin de cuadros clnicos es slo un primer paso. Se
. una determinada representacin inconsciente que culpabiliza al su- trata de algo equivalente a Jo que sucede en la fsica: una cosa es de
~v jeto prcticas sexuales consideradas inmorales, deseos incestuosos, cir primero hay hielo, Juego agua lquida y despus gas, co11 lo qu e st.
( ~1 deseos de muerte del rival edpico, etc. reaparece en la conciencia describen tres estados del elemento agua , y otra muy dife rente plan
\ __ con contenidos temticos muy alejados del original. L2JtD.ico que tear Ja hiptesis de que la temperatura detem1ina el movimierno de
hay en SQ._mn..e.ntre la G_reencia re2rimidi.l..Y_J c.onscje1j'-t~n las molculas del agua y que de dicho movimiento depe nde el est ado
..@ biiel sujeto se cree culpable. fsico de la misma. Volviendo a nuestro campo de estudio , el examer
~, Pero qu quiere deci r que el sujeto se cree culpable? Si nos dete- de los juicios que se formulan sobre el yo como entidad global -las
' ,; ; nemos en los pasos que conducen a esto comprobamos que: 1) Por un
, \ l.fk aspecto parcial -tal prctica o deseo repudiable- se llega a un juicio 4
yernos as que en la lectura del inC:?2:1lsLent~..!12..J?illrn _i;:_oJ) ~sjg 1e~1t9> 1
b~- <-):'e , global sobre el ser del tipo "soy malo", " soy irresponsable" , "soy un a las cimex10nes asoc1atvas clsicas, o al juego del significan te que la '<~cuela
laCa'iara!nrs:rbitt~'C:rtar-del-ol~ -ei'i"l["~fr_t1TI!:r~a.F_l_nst'a debe
,
C~}{ " egosta". 2) Una vez que reconoce que l mismo tiene tal identi- preguntar en qu premisas cree el incon~~~- ese suL~Q_y ,_como uiedial'.-
1
o/ dad, cualquier acontecimiento ser considerado una ejemplificacin t(flcrentcs operac10ne~ce!TiiSOe inclusin de clases, va crell!\dQ _nue l
/ de esa supuesta esencia que constituira el ser. Supongamos que a vas creencias. Pero ya nos ocuparemos de esto " e-xtenso e~el cap tulo III 1
cuando exami'rii'Oflaestructura- ae1im:"o-rrsciente.- - .. -...
causa de la masturbacin el sujeto se dijera: "soy irresponsable", en ------~~-
- ~---~~~--- ...
28 29
representaciones totalizantcs o premisas generales que se hagan sobre ficante y el significado sorprende a los sujetos. 5
~1- y de las relaciones que stas adquieren con las representaciones /! Volviendo a las representaciones narcisistas del yo, haca tiempo
sobre aspectos parciales permite superar el nivel descriptivo y dar J que nos haba llamado la atencin la discordancia con que algunas
''Uenta del nexo interno, de la razn, de Ja transformacin entre los .' personas emitan continuamente tajantes juicios de valor sobre s
diferentes cuadros clnicos. En esto se basa precisamente la superio- { mismos o sobre lo~ dems y la ausencia de estos juicios en sus sueos,
ridad ele una nosologa que est respaldada por una teora sobre otra hasta que descubrirnos que estaban presentes pero en una forma no
.._-, 1 habitual: incluidos como actos concretos, tales como verse pronun-
.ue no trasciende el nivel puramente fenomnico.
En la historia particular de cada individuo las representaciones
parciles se sueldan entre s de manera especifica de acuerdo con
., l ciando un discurso frente a un auditorio -escenificacin de "soy in-
. \ teligente", "hablo bien"-, teniendo tal color de ojos o tal forma "Cle\.
~contecimie ntos muchas veces casuales , crendose condiciones propi- .~ nariz- escenificacin de "soy hermoso" o "soy feo", etctera.
das para el fen meno de desplazamiento. ' Digamos que con respecto a otras representaciones, tambin suce- )\
La comprensin de la articulacin entre las diferentes representa- ele este fenmeno de escenificacin: el sujeto se representa atacando
ciones parciales del yo permite tambin comprender por qu durante a otro -escenificacin de la premisa "soy malo"- o haciendo un rega-
la psicoterapia una modificacin circunscripta tiene el efecto de pro- lo "soy bueno". .I
rlucil un cambio en otros sectores de la representacin del yo, aun Los sueos en que alguien no puede alcanzar un objetivo -llegar a
' uando no haya habido verdadera elaboracin transformadora en es- una estacin, encontrarse con una persona, desarrollar una tarea-, es
tos ltimos, y ni siquiera se los haya abordado directamente. decir, los sueos de imposibilidad, tanto pueden representar que el
La operatoria que hemos descripto entre las rnpresentaciones par- yo es inadecuado como sealar la existencia de una prohibicin por
ciales del yo explica el porqu de Ja influencia de los mensajes familia- la cual no se debe infringir una determinada norma. En los sueos en
res en reas diferentes de aquellas a las que explcitamente se refie- que el contenido edpico incestuoso aparece como deseo en el nivel
ren. u_n mensaje desvalorizante es capaz de reaparecer en quif;!!JO manifiesto del sueo pero en los que siempre surge un obstculo que
recib'tronsto1mado en sintoma fbico. impide consumar e.! acto prohibido se ve claramente cmo la prohi-
ft;-pon;-;~7ela de juicio-ros-intentos simplificadores de encon- bicin se encarga de encontrar inconvenientes para que no suceda
trar siempre una intencionalidad, sea en el que emite el mensaje ini- lo punible.
cial que desencadena el proceso, sea en el propio sujeto en cuanto a Las representaciones del yo en que el sujeto se ve corporalmente
la produccin del sntoma. La pregunta que subtiende tantos traba- dbil y que adems estn articuladas con aquellas en que los objetos
jos de terapia familiar acerca de cul sera la funcin que cumple el tienen intenciones hostiles, aparecen como escenas en las cuales el
sntoma en la familia es, en ms de una circunstancia, desorientadora sujeto vive una situacin peligrosa. Los supuestos bsicos de "soy d
porq11e supone en su gnesis la constancia del beneficio para alguien. bil y no podr defenderme" o "soy un cuerpo enfermo" actan co-
El hecho ele que en algunas circunstancias esto efectivamente ocurra, mo verdaderas mquinas productivas que originan mil variantes de
0 que una vez constituid.o el sntoma entre en el circuito del intercam- una misma temtica de hallarse en peligro.
bio familiar y haya quien lo aproveche no debe hacemos perder de Los sueos de desnudez, adems de no poder tener un significado
'ista la complejidad del fenmeno. La clebre ley del efecto que in- exhibicionista, son una forma de concrecin de la representacin de
dica cmo se refuerza un sntoma, no nos proporciona ninguna acla-
racin sobre su gnesis. s No deja de ser llamativo que algunas corrientes dentro del psicoanlisis se
Por algo el psicoanlisis distingui entre beneficio primario y restrinjan a la suposicin de que el efecto, la consecuencia, el punto al cual
beneficio secundario -ambos en el orden de la intencionalidad in-
con~cie nte- de otro tipo de operatoria en que no hay nadie que la
arriba cualquier proceso psquico sea la causa de ste, especie de teleologa
.. .--~ ..... a ultranza, mientras que otras ms actuales, que han reconocido las leyes de
," , 1 ura operatoria, caen en el error de querer desterrar Ja intencionalidad que
1
promueva , 1<1 busque, la desee, sino que el encadenamiento del signi- { .. ,/> e1j Ja obra freudiana fue sin embargo llevada a un lugar prominente. Esta-
\ (~J ~10s aqu ante una ejemplificacin de los reduccionismos mutiladores.
'-........ _, ..
30 31
I'..,..--
~
de ese color se le reconoca su inteligencia, o porque al hablar Lli'./O
que se es ridculo o inadecuado, por lo que se activan recurrentemen-
un rictus que se encontraba en otro personaje al que se le atribuan
te en situaciones en que el sujeto se ve desde esta perspectiva. En esa
determinadas cualidades intelectuales o morales se las supor1dr
imagen de desnudez ha quedado fijada para la representacin del yo
tambin presentes en el sujeto; o porque en una oportunidad se que:
toda situacin de.vergenza.
d dormido, este acto podr ser transportado a la categora "e1e~ citl
.. Esta representacin de los juicios que el sujeto tiene de s en tr-
haragn"; o porque fue reprobado en un examen ac.lqurir ~a identi
minos de situaciones se debe a la tendencia del sueo a transformar . . ~1 . ,_ 1 -
pensamientos abstractos en imgenes plsticas concretas, a que, co-
d d de ser un f racasa do. .::::-1-r:.H.'<.:1 (: r'/Y-"' __ '1 .._; '. .
~a transposicin ~~tegorial que 2ermite ~!_ende!_gfI19 s~ f9rma11
mo lo sealara Freud, el fenmeno onrico produce una regresin
l~~nciados id~ntificato_r:)1j!J2,..W..D9J1.ab l>il!.J.<LA.ulagnie.i.: 6
a las condiciones en que esos juicios se crearon originalmente. En. ti~ne consecuencias notables: como la categora a la que son trans-
~!~, al nio se le le_~us acciones y atribut os p~ic.ula1es nftr';,. prtados tas acciones y atributos es ms abarcativa que esos ld-
minos de categoras cargadas valorativamente -eres malo, eres her-
\ mos, una vez sgngeladaJ Lc!e..!!.!i_d~~ del sujeto bajo esas etiquetas SI]
-~e~oso.... ~de mo_cio_qu..e__en-filJ7 J.!Siffi!jsmo P.egar a algen_,3e~--:-~.
le atriBufruev~~}cc;iones y atri~~tos qu(.f~~~n parte de las mis
bedecer una orden, no prestar un juguete, no ingerir la sopa, no .mas; 'peroq' ri tienen nada que ver con los que liginalmeu e
Ci@r~~l!Sffi.eaansigntfin1dn:::g_!te-~-mato-,-p-orejempro-.- 'iiitefvirlleton eh1a trinsposici.n. Supongamos, para aclarar esto , qu
Cuando ulteriormente piensa -conscienteo--iCOnscietemente-
"iiei-Oe-a::.,fl.e-:liimrfsleprest un juguete al hermano se lo eti-
que es malo, se representar con tal carcter mediante aquellas ac-
quet como malo. A parqr de esta caracterizacin se le supondrfo
ciones que estuvieron en la gnesis del concepto . g~xo,,a-ems, y est? todos los atributos de lo q~e significa ser malo, los que var1 mucho
,/es-ms~effaH.t:::::a!.n,h_abr incorporado un modo de funcionar, la
ms all del hecho de no prestar un juguete. De igual manera al cali-
1>-.... ffonsposicin categori'ai';por la cual determinados atrffutos yacclo:.-
ficar a alguien de tonto o de generoso, por una circunstancia singular
[\i-p!f\ ''Ms-stngulares son trasladados a cate oras valorativas eatOu'Yeif'"'.>' se lo ver poseyendo todos los caracteres que esta categora connote.
'- ~~-m~~ i entidad al sujeto: pegarle al hermanito, significante_con. !fil!l:.-:.:.,. y que trascienden la situaci~ original.
-{t:S tiples s1gruhcac10nes pos1bles;-pasa-ircategerizari'~alo". Existe tambin transposiCin categorial cuando el fbico descibe
../ ---MOiante 1a transposicin categorial se opera' pasajeoetrfrre::-
una sensacin concreta det\e nninada en trminos de una presuntr,
gistro a otro, unindose dos entidades, actos y atributos concretos
consecuencia. Por ejemplo na paciente cuando senta palpitaciones
/ con categoras generales de aceptacin y rechazo, las que no poseen 1
-puro significante fsico- deca "me muero"; cuando perciba cor,
( ningn nexo ms que el arbitrio del que efectu la transposicin.
trados los msculos de la girganta o el trax pensaba "me aliogo'';
1. En la transposicin categorial, inscripcin de un significante en cuando le dola la cabeza lo 1codificaba en trminos de "me estalla la
' """> un cdigo de significados; reconocemo3 ~~~- lenguaje y cabeza"; cuando sus pensamlentos vagaban sin orden fijo como con-
la palabra del o.tm..significatiw -st..~dres o facllifra en gene- secuencia de la angustia que! la distraa llamaba a esto "se me va la
_rat- que son capaces de ocultar la arbitrariedad del acto paracoVer--~ cabeza"; cuando tena situaciones difciles de precisar deca "estoy
1lflo en ilgo que pareciera derivar de una ley natural o d!_ la _razn desequilibrada". Todas estas !creencias se independizaba n a posterio
'sma, Si el balbuceo del hijo es transpuesto a la categora de ""es fu:--.. ri de las sensaciones de las q\.1e pa1ian y te1minaban por literaliza -
teligente", o la fiebre de una vulgar gripe a la de "ests en peligro de se, crendose la conviccin de la muerte , de la asfixia, de la loct.ra ,
muerte", es exclusivamente gracias al monopolio para otorgar signi-
coartada cuando se cristalicen en juicios ~e otorgan identidades. /~ Piera Aulag1J\;r, La violencia de la interpretacin, Amorrorlu, Buc.10;:
"J\ST, por el hecho de que iilguien tenga un deteriTI.maaoclOr-d- r\ Aires, 1977. )
1
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preexiste a sus actos y otorga a stos el sentiW de ser miembros de
aq ulla. Como planteamos en otra parte de este libro -al analizar el
discurso to talizante-: para el ceioso que ha identificado como infiel
1
a la mujer, toda conducta de sta ser expresin de su traicin; para
el erotmano que ha decidido que el otro es un enamorado, sus actos
sern constantemente una muestra de su intencin de acercamiento;
para el paranoico que prejuzg al otro como atacante, el ms mni-
mo movimiento estar denunciando la intencin hostil; para el me-
lanclico q ue est convencido de que es inferior o culpable, cual-
quier cosa lo probar; para el hipocondraco que se ha identificado
como enfermo , la observacin de su cuerpo o de su mente Je dar
este signi ficado a cualquier actividad corporal que se aparte del fun-
cionarniento habi tual .
Todo el proceso de socializacin -en la familia y fuera de ella-
constitu ye una intennin able serie de transposiciones categoriales:
el llanto del ni o es convertido por la palabra del adulto que lo lee
desde su propio cdigo en evidencia de hambre, fro, soledad o
r;:ibia. 7
Cuando al nio al ofrecrsele una comida se Je dice que es muy sa-
brosa o. por el contrario , ante la presencia de otro plato se califica a
ste de asqueroso, se le est transmitiendo un modelo de cmo debe
reaccionar fr ente a estas contingencias. Es la calificacin, explcita a
travs de la palabra dicha, o implicada en la actitud del otro signifi-
cativo, la q ue determina que simples sensaciones de tipo olfatorio- .:;:,
gustativo -puros significantes- puedan transfonnarse en una percep-
cin qu e signifique aceptacin o rechazo.
Hasta la misma psicoterapia , aun cuando parezca un sacrilegio de-
cirlo . es un ejemplo sofisticado de transposicin categorial: las con-
ductas son do ta das de un sentido qu~ existe en el cdigo del terapeu-
ta. ~J?~.~~-c!..g_J.a lectura del iru;_o_nsciente se basa en la creencia ing~
nua de que entre la palabra del paciente y el cdigo que la explicara
eX:TSfe una relac1on natural que es necesar'io Slillple'iente descbrir.
Para-ver Ia""Talacia d"eeiliC-eenda basta dar un mismo materia. a
v; riiJj__~nalis ta~s~-::-.P.Jnp.r.o.hai_cmo.....s.us..J.rn.us.p.Qsjs;j9...(les ca te go.r.@Ies
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contacto con qbs objetos: la funcin bucal de chupar se organiza en sismo del analista: l es alguien_EI@~--~- comprenQ!"._L_Qe,J;\l.rl1Pl
el encuentro con el pecho, la prensin de la mano en contacto con lo
que agarra, la mirada mediante la impresin de los rganos visuales
por parte del mundo circundante. Y si esto ocurre con las primeras
actividades del lactante que poseen un substratum reflejo, igual suce-
~~l\iit~_que slaele'fija- Omo condicin para obt"._~~-r .i:!.. reco-
~miento de sus ares;.-.l.f;;.s~I~-=d~LP~~i!'.nt~J~.!J.~-- ~er_ a_quello
' quepos1 ita una funcion cuya ejecucin satisface el narcisism o. Sin
er'cl"iscurscrdeI- pacieritela fundan narcisizada de-comp.render no se
de con las desarrolladas ulteriormente en la vida, con el agregado de ejerce, por lo que aqul es un objeto de sta -aquello por lo cual pue
que aparece la mirada del otro para catectizar con el reconocimiento de alcanzar su fin-.
narcisista tanto la funcin como su objeto. El placer de la lectura ya Tomemos otro ejemplo para continuar con el examen de la prn
no es entonces mero registro sensorial y requiere un texto cargado blemtica iniciada, Alguien conduce un automvil, haci11dolo con
por la valoracin social; el goce de escuchar msica, de que sta exista habilidad. Nuevamente aqu al igual que en el ejemplo an terior, el su-
como algo, que sea considerada como tal y diferente del simple rui- jeto satisface un ideal -en este caso el que le pemlite verse como
do; el pintar, de la emergencia de un producto valorado poi alguien buen conductor- gracias a un objeto, el automvil.
y que por ello vuelve como estmulo al sujeto que lo crea en un ince- Vamos viendo el paraleligi_J_Q_~xi!!l<DJ._ent1Le l g.Qji:,J: de Ja pul
sante intercambio con cada trazo. sirtyeS'fciSOtros- objetos de la actividad narcisista -el discurso dt.l
El jbilo que experimenta el sujeto consigo mismo cuando se re- paciente, elaufomvU.:-Arbos tipos de- objerOspermTten. que se al-
conoce eficiente en el ejercicio de una actividad narcisizada se vierte er
. cance"fi'n : en caso de la pulsin la satisfaccin de la zona trge
sobre los objetos que forman parte de la misma: es el amor por las na, en el caso del narcisismo la exaltacin del yo, la demostracin de
matemticas del nio al que se ha considerado dotado de habilidad sus mritos. Ms an, si el narcisismo es una fuerza constante en el
para el clculo, del terapeuta por la terapia cuando sta le otorga el psiquismo que busca continuamente su satisfaccin -casi una pulsin
sitial anhelado, del msico por su instrumento en la medida en que en este aspecto- e~ender incesantemente al encuentro con
ste le permite reafirmar sus dotes. Se acaba por amar aquello que lo los que pueden llamarse objetos de la actiVTJacI nar/S!sfif_e_s aecir , IQ~
hace sentirse amado a uno. qtrel}erm1fen qesta'Se"reaiice, - - -~ -- -
La ligazn entre una zona ergena y un objeto, ligazn que al -rara ver la unprl'a"nchl"de-estos objetos privemos al pianista de su
principio pudo ser contingente pero que una vez constituida tiene piano, al depo1iista de la prctica del deporte, al polemista de alguien
una fuerza que atrapa, hizo surgir en el psicoanlisis el frtil concep- a quien oponerse, al ama de casa de los objetos a ordenar o linipiar, a
to de objeto de pulsin como aqul con que sta se satisface.9 Aho- la madre de los hijos a alimentar, al anfitrin de los amigos a cuienes
ra bien, qu pasa si la satisfaccin ya no es slo la sensualidad de atender, al profesor de los alumnos a quienes ensear , al filnlrnpo
una zona del cuerpo -placer de rgano-, si el goce deriva del significa- \!;~ de sus necesitados, al mdico de los enfermos a salvar, al ejecutivo e'. .;
do que tiene el encuentro del ser global o de una de sus funciones los mil problemas a resolver, al escritor de Jos artculos o libros que
con un objeto, si este goce es del orden del narcisismo, del reconoc- ,; 1 ~
produce, y quedar en todos estos casos un vaco de objeto para rea-
miento por el otro? ' lizar la actividad en la que se reconocen eficientes y en la que su yo
,.-,. ,....._ Elijamos como ejemplo para iniciar un esbozo de respuesta aquel \ se acerca al ideal. Para reencontrar Ja actividad que_P!.Q_Ql,!.c_;_t: pJcer
(?-~
IJ ) que es tan cercano a la experiencia de todo psicoanalista, el acto de narcisista se buscarit"' loo)'eroque pete efectVfiarla, hasta s~ lo
inventa-r- aun--a- eestt-ci'efofzar Ia reafiaa,Sienaoposbfes fo<lci.s1~
~
escuchar el discurso del paciente y de otorgarle una significacin. Es-
t en juego una funcin compleja, la de sentir, pensar, unir lo que se aesplazamientos. -
---~"=-~~~---=-"-~-- ----~~- - .
escucha con la experiencia vital y con las teoras. lo odo adg_ui~re ?i _,, __ Si efODjeTO' de la pulsin existe incluso antes de una re presenta- 1
sentido, es decir, si es capaz de ser transformado en una interpreta- cin del sujeto, si la zona ergena en la fase q..ie Freud de nomin de \
. '
=~~:__denv~to_una.satisfaccfo_ny"ar-cl nar~ autoerotismo an no est coordinada en la imagen de un yo unifica-
1
do, y esto permiti hablar de pulsin parcial y de objeto de sta , en
9 S. Freud, "Pulsiones y sus vicisitudes", St. Ed., vol. XIV, p. 122. el caso de los objetos de la actividad narcisista stos son en cambio.
36 37
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otro es para el sujeto objeto de la pulsin parcial y de la actividad no existe para el psiquismo en tanto objeto catectizado. La falca ele
1 narcisista. Por eso existe Ja expresin "sabe hacer el amor" que no placer narcisista produce apatia por el mundo circundanre.
se refiere al placer que el sujeto obtiene con su rgano sexual, sino a Es que, como lo seal Freud, la libido parte del yo y se d1Iige ha
que provoca el deseo, a que despierta admiracin en el otro. Es un
i\ juicio sobre el yo en que el sexo es un instrumento al servicio del
ca el objeto, 13 lo que no debe entenderse como que ha sido creada
en el yo por una especie de proceso intrnseco a l sino que viniendo
' narcisismo. . desde el otro que narcisiza al sujeto aportndole el yo como aquello
~ Cada sujeto posee un universo restringido de formas para obtener 1
que lo represente deja revestido a ste con una carga de piacer narci
placer narcisista y buscar aquellas actividades que pe1mitan brindr- sista que luego podr ser volcada hacia los objetos capaces de actival"
selo. Todos somos adictos a ciertas actividades que se repiten incan- ese placer. La catexis narcisista del yo es la que hace existii para el
sablemente pues gratifican al narcisismo, adicciones que por ser acep- iJ psiquismo a los objetos de la actividad narcisista, as corno la libido
tadas socialmente escapan a un reconocimiento como tales, a pesar de la zona ergena catectiza la representacin psquica del objeto de
de poseer el carcter de perentoriedad con que empujan al sujeto, y Ja pulsin. De ah que el estudio del concepto de catexis narcisista ,
de Ja imposibilidad de ste de abstenerse. La bsqueda de placer nar- de los d esp1zamTe17iSCle"esla;-ae"'sC!rc1ac;-er za--uria p!.
cisista y la evitacin del displacer orientan la vida como si fueran l- fiJZC!Onen el campo aefps1coan~-------- . -
neas de un campo de fuerzas invisiblerrara el sujeto .pero po~ ,este :-";Jl'".l
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travs de expresiones tal(s :como "el J1ijo de" o "el padre de" crea concrete la ubicacin de un yo en particular dentro del m.ismo. El
por efectos de la lengua tlha unidad entre Jos sujetos que de esa ma- espacio vaco de la matriz -cual es el yo valorizado- vendr a ser ocu-
nera q uedan relacionados, a partir de la cual se genera la ilusin de pado por un yo por la capacidad que posee Ja operacin de la pose-
que los at ributos de uno y otro estaran vinculados causalmente, es sin de producii efectos imaginarios. La operacin de la posesin
decir que cada cosa que haga uno de Jos trminos del par es conse- es, en consecuencia, una regla de distribucin entre dos conjuntos
cuencia J e algo del otro. que ubica al yo de ese sujeto en particular en el lugar ele un yo valo-
-
La relacin de equiparacin de las valoraciones, que no es de iden- rizado dentro del conjunto de Jos yo. Mientras que la pieza de arte
tificacin entre los seres, se hace entonces entre las valoraciones de es efectivamente comparada con los otros objetos sobre la base de
ambos yo como total idades , sin examinarse pormenorizadamente determinados valores que actan como unidades de medida acepta-
qu tipo ele coordinacin especfica pudiera existir entre los atribu- das por la cultura, el yo de ese sujeto, en cambio, no se compara con
tos parciales . el yo de los otros sobre parmetros !lamrnoslos propios de los yo
l
Tene mos entonces que la pieza de arte, el hijo, el padre se con- sino que pasa a ser considerado superior simplemente porque est en
vierten en algo que es sentido como propio, en algo que contribuye a correspondencia con la pieza de arte que lo es con relacin a los ob-
la valoracin del yo, y no por lo que el sujeto representado por ese jetos. Funciona el yo corno una especie de variable dependiente de la
yo haya hecho para que aquellos sean de determinada manera sino pieza de arte que sera la variable independiente.
simple me nte por el tipo de vinculacin establecida. Veamos ms de Con todo, hasta ahora no hemos respondido por qu Ja posesin
cerca qu es lo que queremos decir con esto . de algo determina que pueda adicionarse una valoracin a la del yo.
La p ieza de art e no es un objeto de la actividad narcisista del co- No se trata nicamente de que Ja posesin del objeto certifique que
leccionista; ste no es su creador sino meramente su poseedor. Igual el yo posee la virtud de haber sido capaz efectivamente de obtenerla.
pasa con otros bienes materiales. Bast.a_ que..algui.enJI1,u_~Jt~-&.Q11"pla Los ejemplos en que no se evidencia ninguna habilidad del ~o -la ca~
cer su casa ante . ~-~~_itante J2-?l.-:qu;_poda1J19~C-Rtas..,f,,mo_~e,s, sa heredada- nos seala que el fenmeno es ms complejo.~La pose- ; ) ..,,'
pliege exhih!c.!_Oistil_tj~!le el~Q_t_idoAe ~.t:.r ~~~eJ~cenci--.'!!12!~ sin de algo arrastra la creencia, ideologa de la_cultura ue se - /
yo ilel sujctO.No slo no es necesario que la haya construido sino ~a en el.inconsci_e nte, de que su poseedorreviste este carcter debi Q, ,
qUe tampoclY resultara imprescindible que la hubiera comprado -lo a su capacidad para obtenerla, creencia que tuvo su razn de ~eren la '
que dara p rueba de su habilidad para obtener los medios necesarios fonna en que se adquiri originalmente Ja propiedad, aun cuando en
para hacerlo-, pudiendo simplemente haberla recib'ido en herencia. aquel momento lo haya sido por el mero uso de la fuerza que fue co-
P~r _ser sta-'.!su'-'-casa, as 9q_mo alguien es "su''..J2adr_e_,..'..'.su:._hjiQ, dificada como una cualidad estimada del yo. La creencia se mantie-
"su'' es p_Q~a_,_ill rill 0_5l_~l_9_b.j.e_t_o_ifrii?J.a--su r~_b.r.e~eJ~ ne, aun a despecho de que no sea vlida en la actualidad para el caso
'fodos estos objetos constituyen posesiones narcisistas del yo, ya en consideracin, por el peso del lenguaje rn arrastra:..ignitieasi~
que es la posesin de Jos mismos la raz6n del traslado de valoracio- congeladas, no expHcitas, y su ca acidad de ere efec a-
nrs. Pero para ser rigurosos sealemos que hablar de traslado es me- nos: os posesivos 1111 , tu' , "nuestro'', etc. establecen un pue11~
tafo rizar , ya qu ~ en verdad nada se traslada sino que la pieza de ar- entre los oojetos y sus poseeaores. Porqe las palaoras con que se
te, para to rnar un ej emplo, por estar ubicada como objeto valioso ' piensa la reaitaaa son verdaderos almacenes de significaciones que en
ent r(' los otros obje tos detcmna que el yo tenga una posicin si- su combinacin producen efectos de sentido involuntarios, basta que
milar con relacin a los otros yo. La posesin acta creando una se empleen estos posesivos para que empujen al sujeto, ms all de su
correspondencia entre dos conjuntos, o mejor entre un elemento del conciencia y de su voluntad, hacia la creencia arcaica de que reflejan
co njunto de los objetos y uno del conjunto de los yo . una propiedad o una virtud del yo. Arcaica en el doble sentido de la
Pero ya de nt ro del conjunto de los yo exista una estructura de filogenia y de la ontogenia. El nio recibe el "mi" con la significa-
rcl<icionrs, de mo do que algunos eran ms valiosos que otros. El con- cin gue en la palabra de lo~ padfes tiene el "mi hijo": eh1a1cisisrno
junto de los yo pree xiste como matriz simb lica y posibilita que se de -~~..E_adres requiere que el hijo-falo sea visto como un producto
,,,
p
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absoluto de ellos. Con Jo gue e.L~mi" ltij.o..signific_~lb.ij1M:.ue...por,, por un supuesto deseo del sujeto de identificarse, corno io micba L1
. 11as-eno creacrcFermosesin y habla por ello e m''. P~nosa experiencia de que si el grupo recibe una objeci n el sujeto la
am 1en el posesivo en "tu caca ' ic 10 por los padres, que posi- vive tambin como correspondiente a l. Ms bien es la lgica pi la
bilita en el nio "ni caca", se carga con el significado de estar ha- / que el sujeto aprendi a formar clases, lgica basada en el agrupa
blando de un producto del individuo, de un ndice o seal de sus vir- miento de elementos conforme a cierta similitud , la que determim.
tudes. Despus el posesivo podr ser utilizado para referirse a obje- que el yo acabe por reabrir el mismo juicio que sus congneres. Si i:1
tos que no fueron el producto del sujeto pero a los que la retencin sujeto agrupa elementos por tener una similitud, cuando lm encueli-
del significado original dotar de esa cualidad. tre ya agrupados quedar preso de la conviccin ele qu e ta 1ienw sil
Incluso no es ni necesario postular que en la experiencia de ca- ( preguntarse a qu aspecto est restringida. Los integrantes de u11
da individuo tenga que producirse el acontecimiento originador del pas, para elegir un ejemplo, comparten como atribu to el que n:icie
posesivo. Las palabras y las frases que corno bloques hechos la cultu- \ ron o residen en l, pero para la lgica del inconsciente la presencia
ra ofrece para hablar de la realidad ya llevan incluidas creencias que ,, __. de un atributo en comn queda equiparada a identidad .
harn decir y pensar Jo que nunca se sospech. Por el solo hecho de Se pasa del juicio discrimj_nante -sobre atributos- al ill~- l9.ta-!i-
usar palabras Ja biografa del sujeto se expande para incluir lo nunca zante -sobre el yo como totalidad-.
vivido pero que est en aqullas. Y por el hecho tambin de combi- Otra cooroffiaCentre el grupo y el yo reside en que si el grupo
nar palabras vivir nuevos sentidos que no dependern de experien- estuviera equivocado, si Ja doctrina resultase falsa esto significara
cias en el llamado mundo exterior. Digamos de paso que esta concep- que la persona eligi mal , que se equivoc, que no tiene juicio crti-
cin cuestiona la reconstruccin histrica ingenua de la biografa de co, que su raciocinio es inferior al de los adeptos a otras doctrinas.
un sujeto basada en supuestas experiencias vividas; las palabras, el c- El haber optado por apoyar a un grupo o cierto tipo de ideas ..:om-
igo tiene preeminencia por sobre las supuestas expenencias directas. E?mete-aTarcisismo del sujeto ~e iguar manera gela eleccl"fi ~ue
Slo cuando el proceso que permite el traslado de valoracio- ~pudiere haber hecJ-i.o d_e un ol?jeto material.J?i s~ demost~ara ~. ~stt
es del objeto al yo est dado por los efectos que giran en tomo al tiene una laa el sujeto 92edara cqesti@ad~i;LQULO_ hnberla ~ete
entirniento de posesin, resulta legtimo considerarlos como pose- lado.
[: "--rQ anterior permite comprobar que el hecho de que los mritos o
10nes narcisistas del yo.
Estos objetos deben diferenciarse de otros cuyos mritos o defec- fallas de un objeto sean sentidos como pertenecien tes tan1bin al yo
tos tambin acaban por ser adscriptos al yo pero a travs de opera~~\ encubre bajo este aspecto que los homogeiniza -similitud fenomni-
\ ciones diferentes. Alguien es miembro de un partido poltico, de u l ca- mecanismos de vinculacin diferente. Elijamos otros ejemplos pa-
'\ , movimiento religioso, de una escuela de pensamiento en un terren !' \ ra ir mostrando esta diversidad de operaciones.
, \ cualquiera de la ciencia o la ideologa, de un pas, Y.~P.E.~_c;lil 1 Una persona va al teatro y aplaude entusiasmada al actoi', gozan-
que sobre estas entidades podr ser inmediatamenfe sentido com do con el hecho de estar aplaudiendo, en un desdoblamiento en que\
( . ,, l@JiiOC]ue se formula sobre el yo. Cualquier cuestionamTetOdes~ se contempla hacindolo. Se podra pensar que goza por ide11tifica- '
f \ . \ JThftara la ms encarnizada resistencia y 1 sta...el-Grl-i~re1~ cin con el aplaudido, identificacin similar a la que tendra u1 es-
\ ' l jartedel su 'eto. Las cuali des de estos gwp.os..son...s.entida.w:.oJ.1)-Q,... ", pectador con los personajes de la escena en el cine o en el teatrJ. Pe-_ .
\ . enecientes al yo. ro hay algo que va ms all de esta identificacin: el aplai,so esta tes-, 1:
\.,?).-"' Qu coordinacin se establece entre todas estas organizaciones y tirnonia~do que "yo soy capaz de cap:~r la ~aliclad. de este arnsia'> \
;:. ,
, _.! el yo que permite que ste reciba las valoraciones de las primeras? "yo sabia que era bueno , por eso vme , en ultima insta ncia tll me- 1,
$ x , Las relaciones son mltiples y pueden actuar simultneamente. En
~!_:_.,.,- prinler lugar se funciona con una lgica de inclusin de clases en que
rito del yo.
~~~ sirnilar_2~!-lrre co~lyJ~ , .U.'2.!'.$,.i-~~ -~~J~L-., el que.se CC'
el yo es un miembro de las mismas. Lo que se diga sobre la clase en menta en _~-LQcas1ones con [email protected]]o~ Ma_~ 9ue
conjunto o sobre otro miembro de ella aparece referido al yo, y no er elog1odel libro lo que se est comunicando al in1.er1ocutor es
-...-.. .--~.~ .. -.-.-- --<- -
44 t.15
. "~o fu~~l_g~-~_l q_ _ct~.fuj:>ri_:~':t.2_ lo en~.QQ,". El comentario hi- '\ \ nificativo, el que dicta y aplica Ja ley. El papel de admirador es el J
\ que los padres reservan al hijo cuando tratan de que ste los .observe
/! ~e.rbofico, ese.ecie d~ exaltacin buscada, con gue algunas personas 1
halifan de los dems o de las cosas con las que entran e contacto
1 . \ fascinados, o un conferenciante, artista o poltico con su pblico en
\ ' ffee por finalidad, i1 mcrementar la vala de stas, que partecle"la ) , 'I el momento del aplauso.
illisma recaiga sobre el yo. En este mismo orden de cosas r entus1as~"" ,' Que el lmite entre.la funcin que el otro desempea para el sujeto
. mo~qu e despierta lo' qe ha sido llamado exitismo -acompaar a las como testigo de la exhibicin narcisista y el de ser el que dicte la ley
(
personas o movimientos que triunfan- tiene como sustento parcial pueda ser franqueado con facilidad, y pasar alguien de ser el payaso
que el acompaante incorpora los mritos del triunfador a su propia de la corte obligado a aplaudir a convertirse en el rbitro cuya pala-
representacin por ser parte de su movimiento -un miembro de su bra se escucha, no alcanza a borrar las diferencias entre uno y otro:
{ la asimetra entre el otro como admirador y el otro significativo se
clase-, pero tambin porque aparece corno el que crey cuando nadie
cre a, el partidario que capt las bondades de su lder. Es~r advierte en el hecho de que si el primero no otorga la admiracin es
.narcisista de los que al considerarse ertenecientes a Ja "'rimera"();a posible sustraerse del juicio que formula a travs de su descalifica-
afirman su "1 us re iferencia" con respecto a los gu-e . se inc.Qrpora- cin. El otro significativo, en cambio, conserva su poder aun cuando
\ habla mal del sujeto.
ron despus. ~-
- .#~-- \.. Continuando nuestro examen de los distintos tipos de relacin
narcisista volvamos, a los fines de Ja comparacin, a la existente en-
tre la actividad narcisista de un sujeto y el objeto de esa actividad
1e>.e1aciones
ll1l d b.
narcisistas e o Jeto
T.~- ~();;:J::::
~.
;J
.: . -'j , narcisista. Supongamos, a manera de ejemplificacin, al mdico en el
~ J .f\1 ~ 1 <.A_,-J1J<.LJ preciso instante en que termina una operacin exitosa, salvando la vi-
Las relaciones de objeto estudiadas ms arriba no son las nicas en da del paciente moribundo. Este no constituye una posesin narcisis-
~ g.ue interviene el nar~isismo como sustento. La identificacin prirna- ta del yo que sea valiosa de por s y que por algn tipo de vnculo lo
\
~- par su l ugar, su sitiT narcisista.
~ La identif]&99J:J_p_j,TJ).alia...se-dis.tingue-cl.ai:ameme.-de-l..a-p-9S8"&i0n otro significativo. El paciente es simplemente el que permite desple-
nafffal~~ta--del yo porque implica S~J.np.r.e_u.mL.mO.difi~-saje gar una accin, poner en juego un conocimiento, o sea un atributo
to, ff f0Jgea m1en to 0a:g.dQ_e.n..la-p.i:o.~ieda.Q...Gtgl..g-bj?tg.,-un-ser como del sujeto con el cual se satisface su narcisismo. Incluso no es ni si-
1 ofro.-En la posesin narcisista del yo, pongamos~jemplo la co- quiera necesario que est vivo, basta que sea un instrumento para el
!eccinde.estipiilas,- e-soovio que esto no ocurre, vindose el . o alarde narcisista, como se puede ver en el caso del anatomopatlogo
0omo aiTerente-eaque1:ta.'""'C!lhrtd 1 1cac10n se trasladan atribu,- o en el del taxidermista. La relacin entonces entre la actividad nar-
ls; r~~go_:; __ Y-Ya!orac10ffes.-Para tenerlas va[Qraciones se tiene ..ill!-~ cisista y su objeto es de .com?lementacin, exactamente igual a la de
Ui~<frJ?2!..!I~ los .atril?_ut~En las posesio~cisistas__d.(!Ly..o-el.tras 1~2Isin ae una zona ergena y el objefo gue la satisface. Este s&_
flo es'soTo de valoraciones-:-..----~ ipteresa en la medida en ~e permita~ agulla alcanzar su fin.
trarelacin narcisista de objeto es Ja que el yo mantiene con - En todas las condiciones hasta aqu estudiadas la relacin del su-
aquel que se presenta como testigo de lo que el primero le ofrece pa- jeto con el objeto le aporta algo al primero de una manera que po-
ra ser admirado, admirador que no debe confundirse co n el otro sig- dramos llamar directa, sea porque le suministra valoracin -posesin
narcisista del yo, identificacin primaria, otro admirador-, sea por-
1" S Frc ud , "Duelo y melancola". St. Ed., vol.XIV, p. 249. que le pem1ite que l haga algo que pueda valorizarlo -objeto de la
IS S. Frc ud, "[ntroduccn al psicoanlisis ", St. Ed. , vol. XVI, p. 427. actividad narcisista-. Pero el narcisismo del yo puede satisfacerse a
46 47
....
r
ll
travs del contacto con un objeto desvalorizado porque el dficit dei tiene en el lugar del que dict amina quin es el hijo no le pennile a s-
l
mismo pennite al yo representarse como superior. La relacin con el ~ te que lo sienta como una posesin narcisista del yo ni que se produz-
objeto es mantenida a pesar de las crticas que se le formulan porque \ ca la identificacin primaria con l. Puede utilizar al hijo como obje
en el nivel narcisista produce gratificacin. Esta relacin, en g_ue aj- el to de la actividad narcisista con el que se discute y sobre el que se
' guen se afirma por oposicin a otro, es la que
liga tenazmente al _g~: ,..:;.- triunfa. .
rab1co COn eT'"objeto aJ que cnhca,_ya que Sin este oDJeto de.E,Osi_!a- __.,,,..--_...,. ' En este m_ismo ord~,E._de s_o~_~c~~~-~:eara ..~.l ~.dico un ob
'ffo del o aeru raao no - odna mantener su identificacin con el yo ~ j~to~ivida.d_narcisista que le .permite ~~!istace~ er ~afCisismu
ideal -terreno de la identificacin proyectiV..fL. 16 No es vmcu o erotf- d~~..J_erza...fuifA,.Jk.~.!l P...?_der, de_s_~_jnt~lig~ncia . J.,o tes~imonia el
iaao sino narcisizado. -----=-- h~~Lq~~~~~ ~--d-~spr~~~!- ~)avGtima -no es su otro sig_nifica
. Consignemos adems que si el paranoico se liga con el objeto al tivo, no busca la identific-ein_EE..imaria, no la siente como una po-
cual critica por la satisfaccin narcisista que obtiene, tambin lo hace
~-- - --------- -- ---- -- - - ..
sesin narcisista del yo- no puede prescincU!A.e ella. Es la misma rE
.
tenazmente con el objeto que lo critica a l por la satisfaccin narci- ;" lacindcleaZaTor- cnsu "pr esieii"qesta es uri obJeto"deii acL.
sista que no se resigna a perder: trata de forzar el reconocimiento y / ~daaii'CisiSta~Sfgl~acer por einecn o aequin._fa acti
la admiracin del mismo. Mientras que una de las formas que tiene el I 'Vi.:f'&de la caza puede representarse como astuto y ao.. -
melanclico de obtener reconocimiento es la de ofrecerse como objeto Un mismo sujeto puede desempenar suces1vamenfe funciouc:s di::; ..
de amor doliente, e inspirando de esta manera lstima, el paranoico pares, en oposicin, pero que tienen sentido dentro de determinadas
intenta obligar al objeto a que fo ame. En este sentido la furia mirci- ( configuraciones. As, por ejemplo, en la triangularidad edpica el pa-
sista no debe entenderse como una sirriiJie descarga de a~ ' dre puede tener al hijo como rival narcisista frente a la madre , pero
fu!stracin sino como una maniobra interpersonal tendiente a produ- \ como una posesin narcisista del yo en la configuracin en 1a cual
cir un efecto en el otro. ~ '-.,, entra un cuarto al que se quiere deslumbrar. Lo que se observa d a
~ El camino recorridOhas~a aqu muestra que la relacin narcisista ra!Ilen~~Eadres q~ ~~~~3-)a~~ _al @_Q-)or rVillctacf nar,ci
de objeto, es decir aquella basada en el placer narcisista que produce, s!~~qu~ s !Oliacencuando ~-!! es!~_pr~s~nte 1 p~a~ que \. el
es una categora compleja que se mantiene con diferentes tipos de hijo comq_;i.o..w.JP11 . narcisista fel yo aum~f!.te la propia valoracin
objetos.1 1 Pero debemos aclarar que aunque estos objetos se dife- . ~al manera see1Iend-e por~qu ; a pesar de las peleas des pia-
rencien ello no implica que un mismo objeto real no pueda entrar en dadas por el trono narcisista dentro de la familia, si alguien ext.otior
varias configuraciones narcisistas con el sujeto. El padre puede ser
para el hijo simultneamente el otro significativo, el objeto de la
identificacin primaria, la posesin narcisista del yo y hasta el objeto
(: ..\
(S.)
al sistema critica a alguno de sus miembros, por ser ste sentido co
mo una posesin narcisista del yo, el critic~ d o pasa a ser imned:ia
tamente defendido por los dems , o por qu alguien de unJ deter
de la actividad narcisista, como por ejemplo en el caso de que luche -;:::..;, J minada nacionalidad, comunidad religiosa o ideolgica puede crih-
cariosamente con l permitindole desplegar su destreza corporal, o ~ car a los otros integrantes de .stas, pues mediante la crtica se dife
discuta y suceda lo mismo con su habilidad argumental. Aunque rencia de ellos, a los que coloca en el lugar del yo denigrado y po1
tambin puede ocunir que el padre sea el otro significativo que le di- implicacin queda ubicado en la posicin del yo ideal, au nqe s
ga "t no pareces hijo mo, eres tonto'', con lo cual mientras se man- la crtica parte de alguien exterior a su propia comunid ad se la sieH
te recayendo sobre el propio yo. En estos casos la crtica que d sujb
l6 M. Klein, "Nota sobre algunos mecanismos esquizoides", en Desarrollos to hace al semejante lo dife rencia de ste, pero la que efocta un te1
en psicoanlisis.
cero lo equipara. 1:~cID..? l}ire.~1x:o y)'!. posesin narcisista del
17 Recordemos que "diferentes tipos de objetos" no alude a su individualidad Y<?, guarda cie_rta si,1Jlil_.!..tud ...S9.!l.EUill~Jj~ne el spjet..Q ,f. ,el_ acompa-
fsica sino a las operaciones que los ligan con el sujeto. 'r.a caracterizacin de ante contrafbico: la posesin narcisista permite h acer pa1t cipe
estas operaciones permite construir tericamente al objeto ms all de sus se-
mejanzas o diferencias como cosa. ar:Y}de la vala Cie Ia posesin narcisista, as como el sujet o ~e uelh:-
ficia de las cualidades protectoras que le atii buye al objeto co ntl'a-
48 !!' '7
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fbico. Por otra parte , et el caso del objet~-co~trafbico no resul- Al sentir de esta manera una persona...9.illLno posee algo que le es
\1 ta siempre cierto que el~'ujeto identifique proyectivamente en l v_ttaipodr tratar__ d~~y_iflo' P--L.)_atticlpa~iilll,~decir,~H.QLE...0:
t sus i:apacidades defensiva y que luego, a consecuencia de esa pro ciacin con otro que s lo posee. Este es el papel q_':-i~}TIIilinJas .po- ,
yeccin, se representa co o que no las poseera. s'e'Sonesiirctsista'S'i:lel-y<Y-ytos-ob]etScoriffaTOblcos. _
,.' Este abuso de la teora de la identificacin proyec!j.ya ~(;!_ba_s_a..e.n -A:mes de tenninat este apartaao sobre las reFa'ciones narcisistas
un punto de partida en que-se ve-ai1fidiviCfo cnstjfy_~nd()Se. des.de de objeto nos parece til dejar sealadas al menos algunas correlacio
d interi_or, por un: si.nlple 'j eg() -d- proy'c'Ciones' reintroyecgQ.!}~.s y nes que existen entre conceptos pertenecientes a distintos autores y
de
Io-previamet proyecta<lo;]~_s_e_i'Yall.!f:O.~.e_aJ.Q::~xJ~_rnJ?~~G.AP-iL4~. que se refieren a dominios que estn en cierto modo superpuestos.
lin moduladoiquealt erarfa la proyeccin. Por el _~!rario, el sl!je- J En El anlisis del Self y en La restauracin del Self Kohut utiliza
io__s!! 'des;uilla_ o,::-mAi-:9~1iJE.~ecq_~~rru.y..e~:e:a..!Jlatr.!_z ~~~- 1/
l1~
'~ ("-''i
\ la expresin "objetos del Self' para referirse a dos tipos de objeto:
jetiva_ e!!__ la__~!.~L2~ro2-~!.E..omienzo, tiene funcj~.,'~~~ las 1 ,.
a) aquel que acta como un espejo del sujeto -Kohut emplea el tr-
-
que l care~_:, la_madr~. '!i~~~.P~_!i~r9 ~~lY _P~E [email protected]~~ ~!l- P~ ~:-:::::-. mino "especularizar" , y que mediante sus alabanzas y admiracin
.-'
fafa tranquilizadora hace lo ~mismo c<;m el riesgo imaginario cuan . otorga al nio una imagen grandiosa de s mismo, posibilitando el
do le dice af i;llo q'ye no debe .P!~2cupirs-e. ~a ~~p_cJ9I! ~~Ja madre despliegue de sus tendencias exhibicionistas; b) la imago parental
pero sobre t Qdo sus .palabras _q1Jedan _aso.ciadas en _ eLpsiq~!~ d~l idealizada: un padre que acepta la idealizacin que le profesa el nio
hijo l sentimiento de estar a salvo. - - y le permite fusionarse consigo mismo. Kohut establece' una secuen
la
--' . Cuando se alcanza vive.cia de individualidad sta lo ser prime- ca en la psicognesis; la especularizacin es previa y depende de la
m en un plano bsicamente anatmico, en el que el reconocimiento madre, mientras que la fusin se realiza con la imago idealizada del
de dos cuerpos separados estar asegurado por la percepcin y por padre, conclusiones con las que no resulta fcil concordar pues no
el lenguaje que los distingue con sus nombres y con el uso diferen- queda claro por qu tanto la funcin de especularizacin como la de
cial de los pronombres. El acceso a la representacin de la individua- aceptacin de la fusin idealizante no pueden tener lugar con cual-
lidad corporal tiene m y poco que ver, sin embargo, con que el suje- quiera de los padres, dependiendo de las variantes de la historia de
to sienta que es capaz de realizar las funciones que ve en el otro, y cada sujeto en particular.
110 nos referimos aqu a las que como habilidades ste realmente sepa Adems de las funciones mencionadas el objeto del Self cm:nple
ejecutar sino a las que le son atribuidas imaginariamente. para Kohut otras funciones ms generales, como la de regular estados
La funcin protectora del objeto contrafbico es parcialmente de ansiedad no vinculados exclusivamente con la autoestima. En El
causada por una fijacin o regresin a una etapa en que ste efectiva- anlisis del Self leemos: "bajo circunstancias ptimas el adulto que
mente cumpla aquel papel. Pero ms importante an que esta fija- est empticamente fusionado con uri'nio pequeo percibe la anse-
cin o regresin a una etapa evolutiva normal del desarrollo lo es el dad del nio y responde adecuadamente a las tensiones del nio. Una
p\pel que tuvo el otro significativo al hacerle creer al sujeto que su severa tensin de ansiedad del ripo, por ejemplo, produce una seal
presencia le garantizaba seguridad. emptica de ansiedad del adulto~ Despus de una evaluacin de la si-
El .!E? s~~~~~~S!_ puede . en..'Lerdad_i.Q.entiflc_acp.ro.y.e.ctiv.amen t uacin de realidad, sin embargo, el adulto puede reconocer que no
tie en el sujeto un~ p_arte. desvalida;-resei:vndose para s l~ hay presente ningn peligro y l quedar libre de ansiedad. Incluir
tacin de ser poaer~o_y_Gap.az..de_enfreJJ~ peligros. Pero en el entonces al nio en su propia calma mediante acciones apropiadas
sujeto que --sufre]:~Ja_ awin-psqiCalai:epresent-aci:deLy.u_que.. ! con la fase que enfatiza la fusin-transmisin emptica del estado
"onstruye desde el inicio es ~.J!n ser impotente. Su reparticin ri emocional ... " .1 s Esta funcin del objeto descriI!tLI!or Kohut gu1d."1
del mundo ent-r-el:--como unpotente y el otro como poderoso no re ,! similitud con ~ C'R:'&.c;fad de rV"irie de Bion, y con la madre sufi-
--~--.,,.- .....-.,,..
sulta entonces de que se desprenda mediante identificacin proyecti- \;
v~ ele algo -la imagen de s como potente- sino de que sta nunca fue . 1 3 H._ Kohut, The Analysis of the Sel[, p. 278, International Universities Press,
\fivida como propia. ~ 1971.
50 51
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ci~Jeme~en; de Win,i;.icot. \ l../<iU'-~ ' !;- ) Si dejamos el campo del psicoanlisis , la concepcin de que la fE.
Pasanaoanora a tacan, erotro de. la rela~JJ.-.dUal es el que dicta presentacin viene desde otro que puede narcisizar o desnarcisizr,; al
la ley a su arbitrio, determinando qui~Tnio al que convierte en sujeto aparece extensamente desarrollada en el estudio de tipo feno
falo para a,,s3madre-flica. En estas condiciones el nio y la menolgico que Laing hace en El yo dividido, en Cordura, locura y
m_~re so~un yo idea , ~osteniendQ c~a:fotroeesapoSIC!O."_ familia y en Nudos. Igual idea sostienen el grupo de Palo Alto y la
La semejan~p.c;> ra aparecer a primera vista entre el otro de Ja gente que ha recibido su influencia .2 1
relacin dual y el objeto del Self de Kohut no alcanza para disipar las Si hemos pasado revista a estos autores, sin profundiza r en ellos,
diferencias substanciales. El otro de la relacin dual coloca al hijo en no es para sostener que dicen lo mismo, lo que resulta imposible si se
el lugar del falo imaginario para poseerlo por participacin: la castra- tienen en cuenta las diferencias de sus discursos y horizontes teri-
cin es la que origina el movimiento y todo resulta de un ordena- cos, sino para sealar por lo menos una concordancia dentro del psi-
miento simblico dominado por el falo. Adems mientras la funcin coanlisis y entre ste y ciertas corrientes de Ja psiquiatra actual en
paterna en Kohut sera Ja de permitir laiS1on coh la imagen ideali- cuanto al hecho de que el narcisismo se construye en la intersubjcti
zada de si mismo -un yo a imagen y semejanza de un yo ideal-, en vidad.
Lacan la func1on paterna hace precisamente lo contrano: castra su- La escuela kleiniana, a la cual ms all de las disidenC!S que 1JOdJ
,bOiicamente rompiendo toda posibilidad de ser un yo ideal de per- mos tener con ella nunca agradeceremos lo suficiente sus apo1tt.;S al
feccin y complecin. conocimiento del mundo interno fantasmtico y sobre todo 5ll 111
..: En su lioro Depresin severa y leve Arietl utiliza las expresiones quebrantable fidelidad a Ja tica psicoanaltica de no someterse a una
Otro dominante y Otro significativo para referirse al personaje real ideologa que rechaza el contacto con los aspectos ms des:igradaL les
cuya palabra es sagrada para un sujeto y que mantiene la autoestima del ser humano, sin embargo ofrece en el dominio del narcisismo una
de ste al ofrecerle reconocimiento. Seala el papel de la idealizacin concepcin que se presta a reparos. En su artculo "Psicopatolog
en la creacin del Otro significativo con el splitting del objeto y la re- del narcisismo: enfoque clnico" publicado en 1964 y reproducido
presin del aspecto malo.1 9 en Estados Psicticos, Rosenfeld dice: "Cuando el objeto es omnipu
La relacin que el sujeto establece con el otro dominante es simi- tentemente incorporado, el Self se identifica tanto con l, que tod;1
lar a la que Kohut plantea que se tiene con el objeto del Self, co- identidad por separado o cualquier lmite entre Self y objeto es neg<1
mo puede apreciarse cuando se compara la descripcin del paciente da. En Ja identificacin proyectiva partes del Self entran omn ipote11
del captulo III de El anlisis del Sel[ con el ejemplo el nico que temente en un objeto, por ejemplo la madre, para apode1arse de ..:iu
Arieti ofrece en la p. 169: ambos dependen_p_ara...el.ma.uten-in1ientG tas cualidades reconocidas como deseables y por eso pretend e st1 d
, de~~utoest~..;3).~nza_iY_,tl.~sJfmulo_d.e....uu.p_e.rsonaj~e-x- objeto o el objeto parcial. Es usual que la identificacin proyectiva
t_erno 1aeanzad~. t~> l'-''-~-J.l.A":.i..-C?'f-~-J,:;>- / e introyectiva ocurran simultneamente.
En cuanto a Piera Aulagnier, destaca el papel cfcl "portavz", En Ja relacin de objeto narcisista son parte predominante las dt'
quien desarrolla un discurso que aun previamente al nacimiento del fensas contra cualquier reconocimiento de separacin entre el Sdf y
nio Je otorga una identidad -la sombra hablada-.2 o Este portavoz el objeto. Adems, cuando se reconoce la bondad del objeto, la oe-
podr hacer del nio un yo ideal, y tendr de esta manera el porkr pendencia estimula Ja envidia. La relacin de objeto omnipotente
arbitrario que caracteriza al otro de la relacin dual, al otro domi- narcisista obvia tanto el sentimiento agresivo causado por Ja frustra
nante de Arieti o a la madre especularizante de Kohut. cin como el reconocimiento de Ja envidia . Cuando el nio posee el
pecho de la madre omnipotentemente, ste no puede rrustrado ni
l 9 Silvano Arieti y Jules Bemporat, Severe and Mi/d Depression, Basic Books, provocar su envidia. Parece que la fuerza y persistencia de las rela
Nue~ York, 1978, p. 169.
2
Piera Aulagnier, La violencia de la interpretacin, Amorrortu. Buenos Ai- 21 Vase R. Bandler y J. Grinder, The Structure of Magic, Science and Bcha
res, 1977, p. 177. vior Books, Palo Alto, 1975.
52 53
. . 1 } ~ v.Ju f/~r:4 l(/
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1 ) ... ,- / / -A
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ciones de objetos narcisistas omnipotentes estn estrechamente re- tan evacuar los aspectos indeseables dentro del objeto, la fusin pos-
lacionadas con la envidia" . 2 2 tulada entre sujeto y objeto pasa a carecer de sentido , ya que mal
Estas tesis son retomads en el artculo publicado en 1971 en el permite entender cmo podra tener lugar en el caso en que el suje-
lntemational Journal of Psychoanalysis2 3 donde Rosenfeld afirma to, para no sentir como propio algo desagradable, lo coloca en el ob-
que el instinto de muerte genera envidia, que ste hace intolerable jeto. Ms bien en este caso habra que post~ez de la ~
"cr separado al objeto, que para rechazar el reco nocimiento de la jeto-obje~o una n tida diferenciacin ent~ 1 a.mb~s ~_e !ilRdo Hue lo
12 lj )
dependencia con relacin al objeto el sujeto trata de fusionarse con pertenec1e1~te_ a uno _no fuera del otro: G \,.\)~y(! }d~e!J.{i~,-~~D
l\l, para as controlarlo omnipotentemente en un doble movimien- En los ulhmos anos se ha producido un c o nnportK~t~ dj!_n=-_.,.
to: por un lado apoderarse de los aspectos envidiados del objeto y tro de la escuela kleiniana que tiende a incorporar la;cJ.ticasqU.. du-
-::cntirlos como propios, y por el otro ubicar por medio de la identi- rante largo tiempo se le formularon acerca de dos puntos: l)_Daban r - , JJ'(
ficacin proyectiva todo lo que sea displacentero. como 'constituido un ~eto desde el mgmento mismo del nacimien- ~). /1,
El narcisismo tiene entonces en Rosenfeld la caracterstica de se r fo, en plena posesin de Ja representacin de un espacio externo y '---
una 'de_f~~~a cfe.I S~]~to, al~T_!Jl~fl..i>.S:U!!!! .~.ll_~h~ no_d_ueJa..c.io Otro int erno en los cuales por un juego de proyeccin-introyeccin
oes objetales surge desde adentro del sujeto, impulsado por el instin- ,...,... j' podran depositar aspectos de s o del objeto confonne a deseos~
1o cfo m\iertc"y"Ia enYictf~J~- 2posi'~_sg_1'Ja5-es~uel~Co_!1ada_~_ '><\ ~s postulaban desde el inicio la deflexin al exterior del instinto ~, ~- (e .
n1~s 0faes~~et;-=y~[.c@~_~Jl_tp~W--L$~!1_arcisiza al sujeto desde (_\ 1 \)nuerte. 2) _Q ,Ea12.e! totalmente secundario, ms all de una u oti;a ' (
afuera, desempeando el objeto externo un papelTnoamentaTen lo
rc~l. ........ --- ------.. ----...- ..------- ------
fr~e~ ocasi.~mal que se_p..o.dr..encontrar...en:Klein sobre la funcin e (\ :
1fucturante del objet o externo , el cual.a e orno un . \..\ )
Adems , en la Psi.sicin ~~ Rosenfeld el narcisismo tiene una _clara modlador de las fantasasinllili~. '-....,_,./
funci<Yn n~gtiva,_hasta-tal--punto_qii.eJlab.1a d-e li ..parte aeSt.ictiva En su reciente libro Exploracin del autismo2 5 Meltzer, quien re-
narcs}ff del Self: "parece que estos pacientes han enfrentadolaJli-:- toma el trabajo de Esther Bick (1968), sostiene: "La tesis es que en
drn entre sus impulsos destructivos e impulsos libidinales tra tando de su forma ms primitiva las partes de la personalidad se sienten como
desprenderse de su pntocupacn y amor por sus obj etos a travs de carentes de una fuerza que las una ... ": Bick, poco despus, deja bien
nrntar su Self dependiente y amoroso e identificndose casi comple- en claro que una vez que se supera este estado no integrado resulta
l~mentc con la parte narcisista del Self que los provee con un senti- 1 posible la creacin de un espacio interno y otro externo, lo que a su
miento de superioridad y autoadmiracin" .2 4 vez es previo al perodo en que operan los mecanismos de splitting .
Digamos, por otra parte, gue en la forma de fu ncionar el narcisis-
mo qe-cfesc'iioeRo'setei<l-se vuelve_a_deslizar ia dificlta d ldeinia-
na pa~a_ dr cu.e nta conceptua:Imenteael-nterjuego entre lo externo
;,,..--, \ 1 descriptos por M. Klein.26
Q_l. " ror o tra parte, y esto es. ~.Y.".t.e.,.se cq_nstd.~ra qu.!'.J ajn.tegracin.
~ ~ s,:_proauce - ~or introye~~~4JL o?J~!.~!:~. !'1:~~ Mdic
~'
.
(' u1ternq , ~Q~Dfejd sQ~!iefi. qi-e1arelacin narcisistcrse1:rata de
icii:az_ir _eJ_@_c_on.o_ciini.e nto._d_e.J;__s.~p--racin Self-obj et o, intentando
d s_uje t.Q (u si_9_f1E_~C.2.!.UL9.PJ.e.19...J!J:i vi di:!Q..Q.~~ no se1~.!_i~ as[_9'i1e-~
v<1oso est en este ltimo. Hasta aqu hay coherencia, pero cuando
ifmna-tambin que mediante la identificacin proyectiva se inten-
parte de su libro a destacar _la qifer_e.ncia_~nt.LOiwdenfillcc:10n-adh . ~
siva ostulada or Bick la identificacin proyectiva de Klein, u
s_era 12osterior. Relaci ona.Ja.Jd~nt 1cac1on ~ esiva ~ ,l
caci.~d . -..
"--i\llelfZefiUeS't ra cino con la identificacin adhesiva, al no reco-
0
('.J
1
nocerse la existencia separada del objeto,no se puede hablar de con-
H. Roscnfcld , tsrados psicticos, p. 201, Horm, Buenos Aires, 19 78. trol tirnico sobre ste pues "casi no se concibe la necesidad de coer-
3
J. H. Roscnfrld , "A Clinical Approach to thc Psyc hoanalyt ic TI1eory of the
l,ifr and Death Instincts: An Investigation in to the Aggresive Aspects of Nar-
c; issism", Intern. J. Psychoanal., 1971,52, p. 169. 25
D .. Meltzer, Exploracin del autismo, Paids, Bu enos Aires, 1979.
'" Op. cit., p. 174 . 26 E. Bick,lntern. J. o[ Psychoanal., 1968, vol. 49, N 2-3 .
54 55
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importante para ~ contexto de la, produc~in de conocimientos,p_igB.J,11_,~; ~ue (_ l to. Es lo que s.Q!2_mdamen.te hemos visto con algunas d ~r~siones de ~
~eltzcr ..!!Q~.!JflPJ.l~lllt, as1 como este en su hbr()_del 97t"ffi-\;Trr9lfa el /<"; \
co~c:sp.c.i.:ulariza.c.i.:S!.:Q:rri:'.'1rpa:rcZ!;11".'"tat:T5:""'Cs"cx1:~~Jl51Ogra-
c.-1 ~dol!scentes_=iJJ..e..no--&FBB-iernn-po.LCie9 -de~12romto-s .Q.t: .~lP-Qrt~s- !lM ;
-~
fa. 2.~ficit guc subsa na seis aos desp_u~s en_Tf!__rB2_~g!J!![9.n o_[_J!1~__r:!f. Situa- :.-._-- s:~.~~<_'.11UX~R2J~l-contr.ariQ.,_p_~ue al haber incorpornclo la regb
cfo _ t~is~~ !a__9 e Ja _cjcmcia si)g~. que la_ c_r_can -~e _v_e.tLobl~B~tqs. i!ls:llls!bITli, ;rn;f _g~Jti0'.lomcin..:.'..'..o+o...o...el.D1.rL2_~~.7smoroan siflo-sn-Tc>s-eTegi. '
d~1 vol un t,~llillllLJlre.si_rr-de-ta-s-1rertC-cnc1a..s.Jl..l~gir,5.1;_p.Q.ulna ..i:.o.11,!;-J}fi. n d . ---- --- ----------- --- - 1
57
56
trn~ no se r.arnbien las reglas mencionadas. Reside en esto el fracaso
<le muchas psicoterapias de apoyo en que el terapeuta trata afanosa-
t\.
1\
~
< representacin. El sujeto caer de esta manera, automticamente,
jo el dominio de una creencia que siempre estuvo en su psiquismo
=0
me nte de transmitirle a su paciente melanclico una buena imagen pero que requera el cumplimiento de determinada condicin -cier-
de s, pero las reglas que ste usa para juzgarse lo conducen a un a ta edad- para que le cuadrase. 31
opinin diferente, y si a la melancola se le agrega, y no es contra- Se ve en este ejemplo, una vez ms, cmo Ja regla de la enuncia-
dictorio, un tipo de personalidad que haga prevalecer sus conviccio- cin identificatoria precede a la representacin del sujeto que con
nes por sobre las de los dems, la representacin del yo que el tera- aquella se puede formar. Los padres aportan a veces la regla que lue-
peuta ofrec:e resultar una pobre competidora respecto a la que el go el sujeto utilizar para construir sus propios enunciados identifi-
propio paciente se forma de s. catorios.
Las reglas~ de)a_?O unciacin _identifica to ria-se-adq uiere_nJ~.!lA~Ofl Esto nos sirve adems para cuestionar una versin reduccionista
tecfrn)_~nt_s .. coJidianQ, _ap_;..s~ru.e.m..e..n!! s~~!!JPOrtaQc_~,_y. que ,P L de la influencia que el otro significativo tiene sobre el sujeto. No se
cs mismo carcter r.asa.n de~ap~rcibidosen el P~P~L es~nci_!J.(1ue~g9- \ trata de lo que el otro significativo directamente dice, pues pese al
'een en la estructuraci!l...deG_J~t ~So reglatque le sonC!escono- \ f. papel decisivo que esta palabra posee en Ja organizacin de la per-
c1 das, pero no~en el sentido de que estn reprimidas por razones de \ \ sonalidad, con todo la situacin es ms compleja. A manera de ana-
censura sino porque constituyen las operaciones mismas bajo las que l \ loga, los padres sera~fabfi.Gante.s..J!e esos 1ue_g_QLp_aa ar-
>e form el psiquismo y que nunca estuvieron representadas como
tales .
\l ma"fl)asiiaos en pleza~~encajan. E~j~.t_o_gue adquiere el j!!_e.::__
go poC!r copiar los m<?delos que el folle!9Je propone-pero-tambin
Vemoslas. En primer lugar tenemos la seleccin del cdigo -la 1e ~es dable crar cnlas piezas nuevas combinaciones que al fabri-
perspectiva, el parmetro de anlisis, el sector temtico- desde el . canff"Mseieorriero-:--En esfe sentido tienen razn los que-en-::-
cual se construirn representaciones que aun cuando varen estarn "'fillzan el factor creador que posee la fantasa del nio y se oponen
siempre dentro de l. As existen familias en las cuales de lo gue_se a un esquema terico en el que todo viene desde afuera.~~e ha-
si
h,-.bl~ prevalentementees de algulenesvaliosa o no: Todo es una cer, si11 embargo, una _s_.lve_dE,cl_;_~! sujeto que adquiri e jego_para
rdere~cia al mr~ los ~ctos de las persnas,,,ubjgmdo ~s armi'~e-rie cierto--gacto de libertad::::iJiro_:sfaalcaiarCsu Hiri~_
te modo las representaciones del yo dentro del rea _ ~t;J.na r~ isismo . i te-de 'acue-rd6 -c6n 1afrm--en que las piezas esTn-TabcacfaS.En el
.~n~no de.J.a psicognesis__ ~ nio.]'r.~~~-~s~ percoI~il
vt rns, en can1bo;-enftiZa--continuame-nte la-Vli le rabilidad fsica,
,el peligro que se corre ante Jos objetos externos, sean animales, infec-
ciones, etctera.
l
\. ladnllos" que le son aportados. .. --------- - -
.--..__ -~...... Ahoiabie n , por qU podemos sostener que Ja transposicin cate-
He!::ha la seleccin del cdigo se podr funcionar en un amplio ( '7 gorial es una regla de Ja enunciacin identificatoria y no simplemente
sector del mismo o en uno restringido. En el caso del narcisismo, por \ ( / enunciado identificatorio? - . .
ejemplo. si se es inteligente o no, o hermoso, o decente , etc. En el do- .._ _ ........ Po rque mediante e~mo adqmere una forma para orgamzar
minio de las fobias, si el cuerpo puede sufir un infarto, contaminar- los dat:os de su experiencia 1 un tiRO de_op.er.a.cin.men.talq.ue_v.aJns
se, si es proclive al cncer, etctera. a1laoe un contenido particular. Cada vez que se encuentre ante lo
En el sector de las categoras bajo las cuales se ve el sujeto acta tlre- smpfement'e-es llna codm:ra de s mismo o del otro inmediata-
la transposicin valorativa, que hemos estudiado antes en este cap- mente la une, la aparea, la correlaciona con una categora general
tulo y que no es necesario que se aplique desde el comienzo al pro- que at ribuye determinada identidad. Aprende a no leer conductas
pio sujeto. Tomemos por caso la condicin en que desde la infancia aisladas sino identidades globales, a mirarse a s mismo y a los dems
se equipar edad avanzada con decrepitud e inutilidad , con lo que desde categoras que organizan aquellas conductas.
el sujeto podr tener una excelente representacin de s hasta llegar
31
el momento evolutivo en que la puesta en actividad de esa creencia '\ \ Recordemos el principio de la retroaccin que Fr:ud consigna en el Hom-
que no funcion hasta ese momento le modificar radicalmente su ,t . bre de los Lobos y sobre el que Lacan ha sabido llamar la atencin.
~8 59
11
Para dar una analoga que haga ms fcilmente transmisible esto, ,[email protected] es ca12az de ge~erar una pe!:.onalidnd. s~pe ryoica.
sera equivalente a un bibliotecario que obsesionado por una mana Pero existe una consecuencia adicional que va a tener su peso c;n
clasificatoria, cuando entra un nuevo libro lo mira desde la perspec- la interaccin familiar: alguien que construye identidades bajo est~
ti.va de determinar a,qu seccin corresponde . Para ese bibliotecario estructura, es decir que posee esta regla de la enunciacin identifi-
ser simplemente algo destinado a ser colocado en el estante de cien- catoria, recibir el mensaje de los miembros de su familia de una ma-
cia ficcin, de cocina, o de viajes. El libro es recibido para ser clasifi- nera particular. Si por ejemplo se le dice "por qu no me comprns-
cado, y si a esto se le agrega el hecho de que el nmero de secciones te el libro que te pedf'?, inmediatamente este enunciado ser ario1a-
de la biblioteca es restringido, entonces por una correspondencia an do en el molde de "t eres malo, o irresponsable, o injusto". Ne ~
lejana ir a parar a una de las secciones existentes. Esta mana clasi- escuchar que la frase pregunta acerca de una accin en panicular,
ficatoria es diferente de la del sujeto que recibe el libro para leerlo y restringida a la compra del libro , sino que se la incorporar en trnj-
luego poder hacer una multiplicidad de juicios sobre los diferentes as- nos de una a.Qjudicacin de identidac,gativaCiefs:
pectos del mismo. -~seveaqut~-mbincmo pra entender ef efe'cto qui;; tiene ta)
. :k~<il!: queremos de~tacar es que el~g!J_~..cre.ce_e~J!..I:!J!f'. mensaje en la interaccin familiar es indispensable penetrar en el c
.J>iente donde la fransposlClon categonfil es Eredommante la m_~~ digo del sujeto que lo recibe. Y si el que escucha ya no es alguien
!. a su funcionamen{Q_psquico como una regla p9r la ~do ser criado en esa familia sino el miembro de una pareja que llega ya COli
atribucin de identidad. un cdigo preformado, resulta evidente, una vez ms, cmo la ope-
,_Pero e s necesafib que seamos ms precisos y digamos cmo se ratoria intrapsquica sorprende al que emiti un mensaje cuandu
puede transmitir el uso de la transposicin categorial. Si el lenguaje ste entr en la transposicin categorial del que lo recibe . Nuevo des
de los padres se halla impregnado de adjetivos como bueno, malo, mentido a un funcionalismo extremo en los estudios sobre familia
decente, mentiroso, inmoral, stos fijarn al nio en la ti..ylh.Giq.n que supone que las conductas existen exclusivamente por su cofe-
e ad de ca tar el mundo.~.D.&1.U!~ esvi ita- cuencia.
1vamente hacia- eL.lad_ de la a e 1vacin crea un estilo de .J!USa:. Hasta aqu nos hemos movido esencialmente en el terreno de aqui!
miento . La gramtica que se utilice no es indep 1en e de las cate- llo de lo que hablan las representaciones del yo, su aspecto temtico
-gorias-mentales que puedan ser pensadas mediante aqulla. No es es- su contenido. Pero ms all de ste, en la constitucin de esas !eprt
te el lugar para discutir acerca del componente semntico y el sintc- sentaciones intervienen operaciones de diverso tipo. Cuando habl a-
tico de una gramtica. Nos remitimos a la polmica entre Chomsky y mos de operaciones tenemos en mente las matemticas, en que la~
sus discpulos disidentes partidarios de la semntica generativa. Pero reglas de la multiplicacin o de la divisin, por ejemplo, se aplican
a los fines que nos ocupan aqu es suficiente dejar constancia de que ms all de un nmero u otro , siendo en realidad formas de vincular
las formas sintcticas son capaces de hacer pensar la realidad por las nmeros, o tambin los mecanismos de defensa que actan sob re\
propiedades restrictivas que poseen. Para ilustrar supongamos que un contenidos de las ms diversas temticas. El que utiliza prevalentc-
nio se encuentra ante un lenguaje de los padres reducido principal- mente la represin, o la renegacin, procesar mediante stos las re-
mente a una estructura del tipo "Juan es malo" , es decir a un nom- presentaciones displacientes, independientemente de cules sean .
bre, al verbo ser que implica cualidad estable o esencia del ser, y a un Igual sucede con el desplazamiento o la condensacin que no se re:\
adjetivo que pasa entonces a caracterizar la supuesta esencia de esa ,A fieren a un tipo de representacin en particular sino a fa forma en \
persona designada por el nombre. En esas condiciones de lenguaje re- !\ que el psiquismo las mani~ula . . .
Desde este punto de vista la obra freud1ana puede ser vista como
ducido sintcticamente, ms all de su contenido semntico , cada
conducta, cada sentimiento ser vaciado dentro del molde de la for- \\ una gramtica en la que se describen componentes semnticos -el de-
ma compuesta por el nombre, el verbo ser y un adjetivo. Y aqu es l seo sexual , el deseo de muerte sobre el rival edpico, etc .- y un com-
donde entra el componente semntico: si a su vez los adjetivos son \ ponente morfolgico: las operaciones del psiquismo que organizan
del tipo bueno, malo, mentiroso, decente, inmoral, tendremos el len~
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L,.1 esos contenidos .
60 61
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37. Alan Krohn , Hysteria: The elusive neurosis, lntcmational Universities 33 Vanse para una captacin de esto Jos diagramas de rboles que ilustran Ja
l'ress, lnc .. Nueva York, 19 78. historia generacional en Ja gramtica generativa. '
62 63
la forma jerrquica en que se van articulando permite entender cmo quisicin de lo que la sociedad pauta. 3 5
ser procesado un acontecimiento singular hasta derivar en una pro- El ideal se forma entonces por la desilusin de los padres con 1e;;-
duccin especfica. 3 4 pe'cTo'iruO, q-tratadeganarn\ievarnenfe-fa adffiiiaci de GS
Pero antes de dar por concluido el examen de las reglas de la tosatr'VS<lTSuiljUSteaTaUnidadctemedi~~On que J,Q ]~?n. En
enunciacin identificatoria detengmonos en los metaideales. este sentiao es clara la posicin de Freud cuando sostiene que a na
vs del ideal se .trata de recuperar el perdido narcisismo de la infan
\'-"k~t~ i o(~ /e/) ca, colocndose el ideal como una meta que permitir la recaptura
de ese momento de gozo expansivo .
lEI sistema de~aeares.-r:amslaclacrtica y ios metaidea!es El sujeto puede mantener con los ideales una relacin equivalen
te a la que tiene con su objeto de amor. Ello no es de extrnar si se
Los ideales no se constituyen simplemente como consecuencia de las tiene en cuenta que el ideal generalmente surge referido a persona
desilusiones sucesivas con respecto a la imago parental idealizada, de- jes concretos. Amando a los personajes en que los ideales estn en-
silusiones que determinaran que la perfeccin dejase de estar encar- camados se pasa a amar a estos ltimos. La psicologa popular cap ..
nada en un sujeto determinado y pasase a constituir una abstraccin. t este tipo de vnculo cuando dice: "enamorado de sus ideales'\',
Esta postulacin encierra una paradoja fundamental : para que al- "traicion sus ideales". 1
guien se desilusione de otro es necesario que compare este otro con Por otra parte, las expresiones "traicion sus ideales", "es cons - \
un estndar que lo muestra como insuficiente. Por lo tanto mal po- cue_nte con sus ideales" ...:.v~~~!,IC~~ - 9,.u_e exi_sten ideales .que~~an e~~ 1
dra ser la desilusin .cQILI.e.s.gectru!!..9trq_l.J;psf7J...~Jl:.G.onfmfiO:n actitudes debem'?.pe.ne1"'C'Orrrespee4(il~9.Q.n-:o_TJ..d; 1
detTciea1cuando ste es requisito i:u:e.YiQ...12ara que la desilusin OC!;l de-encarmrrlus-;-v'i,rdaderos metaidealeil""si-alguien prefiere morir po~
fy..; rra. ' /
-sus-iEieafos-es porqe--esta"f!!ll!sl..d"defensa de los mismos conotitu 1
1 1
i~n realidad el ideal se constituye a partir del momento en que el ye a su vez un ideal. Vindose como el que defiende sus ideales se
otro deja de ser un admirador incondicional que brinda al sujeto la puede estimar.
vivencia de perfeccin para pasar a convertirse en alguien que exige Para captar la diferencia entre el ideal y el metaideal pensemos en
al sujeto la adecuacin a determinadas normas. Es ue re uieren el nio al que se le seala como virtud el "no mentirs" . El podr ex-
ahora ser satisfechas por el sujeto para obtenr la ad~ira~~I presar fuerte admiracin hacia aquellos que a pesar del perj uicio que
otro, pasan a consfifuuse en sus ideales. El cese de la admiraci.n in- pudiera implicar decir la verdad son capaces de hacerlo, pero no sen-
V v cdicional y el reclamo del otro cuand~e'iQ'.Sfarra decretifr: tirse obligado a satisfacer el ideal en toda circunstancia. Esto es lo
miriadas cualidades o conductas deseables es lo q11..e_gel!_,_.P..QLlo...tan- que son para la mayora de las personas los santos o los hroes:
to,""ladieSCrel ideal. Que el ideal provenga no de una desilusin constituyen los modelos ideales que despiertan admiracin, pero se
llt'lsjeto sino de ua reclamo del otro que ya est moldeado por la tolera no ser como ellos.
cultura explica por 1u los ideales no son individuales sino una ad- El supery comprende tanto los ideales como los metaideales, es-
tos ltimos como regla de observancia. ,
34
\ La satisfaccin narcisista del sujeto no depende de los ideales sino \'
1
Lo nico que tomam s de Ja gramtica generativa es el modelo en cuanto a de los metaideales, es decir , de las reglas que regulan su relacin con
su aspecto ms general, e decir, como concatenacin de aplicacin de reglas
parciales que conducen a a produccin de un enunciado especfico -en nues-
aqullos. Alguien podr tener como ideal la belleza pero al no pose<!r \
tro mbito un sntoma, p ejemplo-. En el caso del psicoanlisis las reglas par-
ciales no consistirn en u mera rplica de las de la gramtica generativa que
I~
son pertinentes para el obj to de estudio de sta, sino de aquellas que le sean 35 Roy Shaffer, "Motives and Thought: Psychoanalytic Essa ys in Hcnoi of
propias. Nada se gana con n traslado mecnico de las reglas de la lingstica David Rapaport", compilado por R. Holt, Psychological !ssues, vol.V., Nl-3,
al dominio del psicoanlisis. _ .
monografa 18/ 19.
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el metaideal de que deba encarnarla no habr sufrimiento narcisista fica vigilancia de su cumplimiento? Podemos decir que se trata de
otra creencia de orden ms general, como por ejemplo "los ideales
rJ.
- -Gseveridad del supery se basa entonces en las reglas de cumpli- son para ser cumplidos y si lo haces te quiero. Si no, te castigo". -
miento de los ideales. Por supuesto que si stos son muy elevados Es algo snilar . las leyes: est el texto de una ley en particular,
\ , habr ms posibilidades de que no se satisfagan, y si simultneamen- pero hay otra ley ms general que dice que las leyes deben ser cum-
f te los metaidealcs son exigentes el sujeto quedar en falta. Pero es es- plidas, y que reaparecer en el texto particular en la forma de san-
1 ta condicin y no la primera la determinante en ltima instancia. ciones que se aplicarn en caso de que as no se lo haga. Hay cdigos
El metaideal es una creencia que fa cmo debe ser alguien o algo que se caracterizan por contemplar las circunstancias consideradas
para ser v"alorado, preferido; surge siempre en el campo del narcisis- atenuantes para juzgar la infraccin a la ley; otros registran solamen-
mo::a~as preferencias y los rechazos- y no perder jams la te la proscripcin y el castigo. Ahora bien, que un cdigo consigne
marca de su origen. Aun cuando se salga de ia etapa en la cual su para cada caso las circunstancias atenuantes implica una filosofa
cumplimiento se realizaba para obtener el amor de un nico otro sig- base: existe n atenuantes.
nificativo y se alcance al nivel de entidad abstracta que no requiere la Con los ideales, una vez constituidos como tales -estructura in-
presencia de un personaje externo, de cualquier manera cumplir la trapsquica-, es decir superada la etapa de la ansiedad social o mie-
,, funcin de hacer que el sujeto se sienta valioso o n~ do al castigo, ocurre algo similar a lo que ocurre con las leyes: estn
; taideal_ i!!lP.Ylsa_aJa_asuncin..dejdentida.de_s_que.lo-encame!'.h-Si-e4'o encuadrados bajo enunciados generales que dicen cunto un sujeto
1 es una mscara si~ts.11.je.to_,__si__exisJ~J11_12ersonalidad_:~como.si~s-por se puede apartar de ellos sin perder el amor del supery. La severidad
I eue-para se-rquerido_J2.2!_el ot~~}S!JJJO_o .eLsupe:y el-s-Hjeto-tiene-- de la conciencia crtica, como lo sealara Freud, es una cualidad ge-
qe mosffarse como
si~~9JQ_ Q!!Ln_p_e_s.~Los ideales, en su diversi- neral y no referida a un solo tipo de ideal en particular. Est forma-
do por los metaideales que son las creencias, no formuladas cons-
-dad temtica-, sciTas contraseas a las que ha quedado fijado cada
individuo, por la especificidad de su historia, para recibir a cambio cientemente, que determinan el grado en que el sujeto se puede apar-
de su cumplimiento el amor del otro o del supery. tar del ideal. ~-
, Si se abandona una actitud acrtica o ingenua frente a los ideales, Otro ejemplo que permite apreciar la diferencia entre el ideal y el
o sea aquella que desatiende su origen arbitrario, convencional y Ja metaideal lo podemos encontrar en el espectador de cualquier depor-
gratificacin narcisista que otorga, lo nico que impide desligarse te. Es capaz de ser un experto que aprecie la gracia y la precisin en
hacia el nihilismo de que todos los ideales seran iguales es la fun- el movimiento, y al concurrir a torneos donde participen los grandes
cin diferente que cumplen unos u otros en lo social;...bay ideales del deporte no se le escapa el ms leve desliz. Tiene un ideal del
gue ~irven mejor y proveen de mayor felicidad al conjunt~-- Pero=;;on movimiento, de las cualidades que ste debe poseer, incluso desea-
)fo pasa.tnos--ya-a:J-terr_?m,:Cae:J.a:i:UeDJQg_~ mclusive nosotros mismos ra poder responder a ese ideal. Sin embargo cuando es l el que jue-
cci"ii fa o pcin que
acabamos de realizar al haber privilegiado al con- ga, si resulta inhbil puede aceptar esta caracterstica con tranquili-
junto por sobre el individuo. dad. El ideal de perfeccin est en su psiquismo pero el sujeto acep-
Volviendo a la distincin entre ideales y metaideales pensemos en ta no encarnarlo. No tiene el ideal de ser el ideal, no le es perentorio
el momento en que se inicia al nifio en un ideal, "hay que ser genero- serlo, tolera apartarse de l.
so con los dems", por ejemplo. En un primer momento se trata de El ideal aparece como la medida de perfeccin que se comparar
una sin1ple orden exterior. Es la etapa que Freud denominar de an- con el atributo que est en la misma categora temtica. Ejemplifi-
') siedad social, en que res ulta indispensable la presencia del persona- cando, el ideal de la memoria prodigiosa se contrastar con la memo-
je ex terno. 3 6 En ese momento nos encontramos ante el ideal por un ria de un sujeto en particular, el ideal de belleza del rostro con los
, lado y por el otro la vigilancia de su cumplimiento. Pero qu signi- rasgos faciales de aquel sobre el que recaiga la observacin, etctera.
El metaideal, en cambio, al fijar la medida en que es dable desviar-
3t\ S. Frcud, ".El malestar en la c tdlura ", St. Ed., vol. XXI, p. 125. se del ideal para que el sujeto sea aceptado ya no constituye una sim-
06 67
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ple comparacin entre el ideal y el rasgo en una escala evaluativa. A .gto1g _&Q1J_,_~1Lcambio , ..n_ormas_pqI!!_g!J1S]JJl!! _~tll~s _af1n_ac;i0Qts _,
travs del rasgo se acepta o se rechaza a la persona global. Las reglas de la enunciacin identificatoria, que hemos consigna-'\
Mientras que el ideal permite comparar rasgos el metaideal es una do aun cuando sea de manera esbozada, ab ren a nuestro juicio ur1\
instruccin sobre la reaccin emocional que se debe tener cuando al camino promisorio para el estudio de cmo se construyen las cree.-1-
go se contrasta' con el ideal. Fija el amor o el odio que se prodiga a la cias sobre la identidad. A esta altura del conocimiento continuar di \
persona que est siendo evaluada con respecto al ideal. Desde este ciendo que la identidad viene desde otro constituye un lugar tan co-
punto de vista los metaideales adjudican identidades al colocar a al- mn que aparece hasta en las revistas de divulgacin, y nuestro es
guien con relacin al ideal, pero aclarmoslo, identidad de aceptado fuerzo se debe orientar ms bien a tratar de profundizar esta afirma
o rechazado y no simplemente de Ja distancia que tenga con respec- cin mediante una descripcin minuciosa y po1menorizada de cmo
to al ideal. se transmiten especficamente cada una de las operaciones del psi
i> Pese a lo difcil que es cambiar los ideales una vez constituidos, quismo que conducen a esta atribucin de identidad.
con todo pueden variar, pero los metaideales son ms estables an. Para terminar este apartado destaquemos en cuanto a los em1n-
Los individuos que a lo largo de la vida cambian sus ideales, a veces ciados identificatorios que adems de los que emite el otro sign.ifi
por sus opuestos pero conservando el mismo tipo de rigidez con que cativo sobre el sujeto tambin pronuncia enunciados idenificatu-
se adhieren a los mismos, lo corroboran. En este mismo orden de co- rios sobre un tercero, con lo que constituye la representacin dt
sas los grupos de contracultura pese a que sus ideales son opuestos a dos sujetos en interaccin transmitiendo al dependien te una ubi-
los del medio que los circunda tienen el mismo grado de fanatismo cacin de s con relacin a los dems. Muchas veces las interven
con respecto a la adhesin que se les debe prestar a aqullos: han ciones del otro. significativo no recaen sobre el sujeto directarnen
cambiado sus ideales pero no sus metaideales. La obligacin de ser te. Es lo que se ve en las familias paranoicas en que los ajenos son
't:~ libre que se respira con algunos grupos de hippies es tan compulsiva rotulados como personas que engaan, estafan, agreden fsicai11en
como la que tiene la sociedad circundante para las normas de con- te, tratan injustamente, excluyen, etc. Supuestamente no se dice i1
ducta que en ella imperan. da sobre los miembros de la familia pero en realidad stos quedan
Cuando a un sujeto en la interaccin con sus personajes significati- ubicados, por implicacin, en la identidad de los que pueden ser en
vos se le transmite un ideal, simultneamente se le seala cul es la gaados, agredidos, excluidos, etctera.
reaccin que se debe tener frente a aquellos que se apartan de l. El Igual sucede cuando el otro significativo es un fbico: al hablcJ.r
nio no aprende cules son los ideales como entidades aisladas sino de los objetos como peligrosos coloca al sujeto en la idemidad del
en su aplicacin a los seres y las cosas a travs del juicio que se for- que est corriendo peligro.
mulan sobre stos. Lo que l observa son sujetos que ubican a otros Si la identidad es siempre una posicin que se tiene en una estrw.:
de acuerdo con la relacin que tengan con el ideal. Oye afirmar, por tura intersubjetiva convendra diferenciar los enunciados ident!/lc11
ejemplo, que alguien es horrible porque posee tal nariz, acompaa torios directos -los que hablan sobre el sujeto y aquellos otros enun
da esta aseveracin con manifestaciones de disgusto y rechazo, o por ciados identificatorios por implicacin, los que al decir algo sobre tt1i
el contrario que la nariz es fea pero que no importa. O sea que en el tercero que tiene una relacin con el sujeto terminan dando un lug!l
mismo acto en que se construye el ideal se origina el metaidea1, juicio a ste. Los enunciados identificatorios por implicacin son ms ili1
acerca del grado de rechazo o aceptacin que merece aquel que se portantes an que los directos pues al no hablar del sujeto en s, h
aparta de l. ste se le hace menos evidente que est siendo ubicado . Si un padrl
Recapitulando ahora esta dj~~~~. gue estaf!}_?J..!X1!!"1.9..Q& judo le dice al hijo que todos los vecinos son antisemitas le es1a
pr~~iJar-:etrn:ern-crdouaenfif.icato..ci.os ~y..regl~-d!nunciaciQ.J!.. otorgando una identidad como perseguido sin que este juicio sea el
identificatoria digamos
- --~- fil ~'
que los........
primeros
____ son afirmacioMS.:J~Q!l.ITt~ta,s
-~=--- ' centro de la reflexin. De igual manera, como sucede frecue11tcmen
~di~~- g\ell es, fue Q..gL::U.e:-detenninada~manera..C,Qnstk = te en nuestra cultura, si en el momento en que la mujer tiene que ha
tuyen una identidad atribuida. Las r~~ds:-=1a-.enuneiaeiniclent-ifi=,
-~d--~--===="'-~-i:=-==
cer un pago el marido le dice "dejmelo , yo hago el cheque", al defi"
68 ;9
nirse l como el que sabe hacerlo emite un juicio identificatorio por de superioridad busca en qu podra estar basada, llegando a encon-
implicacin que localiza a la esposa como incompetente. trar las diferencias que la justifiquen. Lo importante es que el senti-
As como en el caso en que una persona al colocarse por delante miento de superioridad, no sustentado ms que en el propio deseo,
de otra deja a sta en la posicin del que est atrs en una familia, conduce al hallazgo de aquello.que pudiera legitimarlo. Verdadero
los enunciados identificatorios directos sobre alguien actan como proceso de racionalizacin que explica esa especie de deporte de la
enunciados identificatorios por implicacin sobre los otros. crtica que practican algunas personas. Siempre que la crtica se
ta experiencia, con .ribetes cmicos, que tiene lugar cupndo al- acompae de cierta fruicin, la bsqueda de satisfaccin narcisis-
g11ien por debajo de la mesa al golpear el pie de otro ocasiona que ta es la que la promueve.
~ste en forma automtica pida perdn, adquiriendo as la identidad Tenemos as la acentuacin mezquina de las pequeas diferencias,
del que cometi una falta, muestra la limitacin de pretender recons- cualquiera que sea el ropaje con que se la intenta disfrazar, que no
truir los enunciados identificatorios a los que fue sometido un suje- slo juega un papel importante en la psicologa individual sino que es
to basndose nicamente en recapturar lo que se deca de l. Lo no decisiva en la grupal. La cohesin de cualquier grupo est dada por lo
dich o sobre l, o lo dicho sobre un tercero,es a veces ms importan- que se podra enunciar como el privilegio de "la ilustre diferencia" :
te en Ia constitucin de su identidad. sus integrantes tienen la conviccin de que son o poseen algo que les
es propio y que los convierte en superiores a los dems. No hay nin-
gn grupo que alcance estabilidad que no llegue a encontrar la dife-
Tolerancia al apartamiento del ideal renia que les asegure su satisfaccin narcisista. Esa diferencia, feti-
che del grupo, pasar a ser venerada y a constituir el dogma que na-
La mayor o menor tolerancia con respecto al apartamiento del ideal die podr cuestionar, as sea un ritual menor que sin embargo es ele-
resulta ser, por lo que acabamos de ver en el apartado anterior,pro- vado al sitial de esencial. Y en verdad lo es, pero para la afirmacin
ducto de la identificacin, aunque sta no sea su nica ni principal de "la ilustre diferencia". Los ejemplos podran multiplicarse al in-
fue nte. La intencionalidad hostil, que tiene origen diferente de la finito pero le bastar al lector hacer el simple ejercicio de recordar
constitucin del ideal, puede utilizar a ste como una forma de ata- los grupos que conoce para encontrar en cada ocasin la bandera que
que: para agredir al rival se puede mostrar que no alcanza un ideal, en cada uno de ellos se enarbola como ilustre diferencia. La fragmen-
al que se pasa a venerar y entronizar con la nica finalidad de mos- tacin a que estn expuestos muchos grupos es tambin conse-
trar la insuficiencia de aqul. En este caso el reforzamiento del ideal cuencia de la necesidad de sus integrantes de fabricar diferencias
no es por los mritos que en s mismo reviste ante el sujeto sino por que los autoafirmen.
la funcin utilita1ia que cumple. Ejemplo paradigmtico de esta si- En el plano de la psicologa individual resulta interesante tam-
tuacin lo constituye el sujeto que al no poder conseguir algo -belle- bin preguntarse ante cada persona cul es la ilustre diferencia, pro-
za, fama, riqueza, etc.- utiliza el ideal como arma en la lucha por el clamada o totalmente desconocida para ella misma, en que basa su
privilegio: el otro tendr lo que l envidia pero carecer de los idea- autoestima. Por ello estas diferencias son tan celosamente defendi-
les que l pasa a encarnar. La virtud es exaltada como premio con- das. Qu sera, por ejemplo, del que ha convertido un rasgo o una
suelo por Ja carencia de lo deseado. actitud en la base de una satisfaccin narcisista si se demostrase que
La rivalidad narcisista es la que da origen tambin a la actitud stos no merecen ocupar tal alto rango?
"si yo no puedo ser la personificacin del ideal del yo, entonces nadie, Esta es la causa por la cual los cambios en cualquier orden de la
slo el ideal que estar ms all de todos". El rival narcisista, aquel vida -por supuesto incluida la ciencia- son forzosamente resistidos.
que podra encarnar el ideal, es despojado de esa posibilidad. Nos en- Si alguien se pas veinte aos de su vida ense~ndo una verdad qu
contramos aqu con el denigrador crnico. lugar le quedara si sta no lo fuera? '
Pero el sujeto narcisista no slo no tolera las diferencias ya exis- Adems, la defensa apasionada del ideal -sea ste moral, cientfi-
tentes sino que adems necesita crearlas. Para mantener un apriori co, religioso, etc.- coloca al sujeto en una situacin de privilegio: pa-
70 71
~ ----
sa a ser aquel que se fusiona con los mritos del ideal en t anto es su
defensor. El brillo del ideal cae sobre el sujeto y su narcisismo se nu- ticar, simplemente se mira al mundo desde los estndares de caLJad
tre de verse como celoso custodio de aqul. que se poseen . Es el caso del gourmet o de cualquier especiahw
El discurso qe tipo panegrico con que alguien se extasa ante los -arte, ciencia , etc.- cuando se encuentra con un objeto que pe1te11~
mritos de un autor o de una teora, en que cada frase est cargada ce a su campo; ste es evaluado desde sus normas de calidad, qH
de adjetivos encomisticos, y muchos discursos actuales sobre Freud son elevadas con respecto al resto de las personas. A su vez, de acue1
tienen esta estructura, constituye en verdad intentos de convertirse do con las propiedades del metaideal , se podr rechazar intolerantG
en el "representante autorizado" del objeto, el que mediante la idea- mente o no aquel que est por debajo del ideal , pero ste es previo
lizacin se pasar a sentir como ms cercano en la fusin anhelada de al encuentro con el objeto e independiente de l.
identidad.
La satisfaccin narcisista de cualquier fantico testimonia lo ante- 2) Cuando se tiene una imagen preconcebida de alguien o c. . . ;1lgo
rior, as como tambin la posicin delicada en que queda ubicado el a los que se considera imperfectos. Es el caso del prejuicio, creen
que cuestiona la adhesin acrtica a un ideal. Y esto ltimo ocurre cia bsica que organiza la aproximacin al objeto. Como hemos plJ1\
porque la diferencia que los dems puedan presentar con respecto al teado en otro lugar en este libro, son creencias generales del tipo
sujeto le resulta a ste intolerable pues lo cuestiona en su ser: si el " haces !as cosas mal", "no eres inteligente" , " eres malo" , etc., c1\;e11
otro no piensa como l -sea en el plano ideolgico, cientfico o reli- cias a partir de las cuales se termina por ver los atiih utos o accione;
gioso- y si piensa, se divierte, se viste con otro estilo entonces no particulares del objeto. La creencia preexiste al juicio particular que
resulta tan obvio que su forma de ser sea la mejor. Por ello a la gente deriva de aqulla .
no le basta con vivir sus gustos sino que se siente obligada a imponr- No se trata de que el ideal sea desmesuradamente elevado como
{ selos a los dems. en el caso 1) , sino que la representacin del sujeto hace que se lo ub 1
El odio y el encarnizamiento que despierta el que no se suma al que por debajo de aquello que se considerara el trmino me<lio .
grupo, aun cuando lo haga mediante el apartamiento silencioso, se
basa en que el sujeto narcisista requiere que aquello que es l pase 3) Cuando existe i.ntencionalidad de agredir al oo o a s nlisrno .
a constituir el ideal: aceptar otra manera de ser es aceptar que l mis- En este caso no hay un ideal previo elevado o una creencia gene1 al
mo no lo encarna. ligada especficamente al aspecto que se considerar inadect.<1J<J .
La intolerancia o el dogmatismo tienen entonces fuentes muy po- El defecto al cual la crtica se dirigir ser buscado , cn::ado en las
derosas, a. las que si se le suman las no menos importantes derivadas reas ms diversas con tal de decir algo que lastime. El odio es el que
de la competencia por la posesin de bienes materiales nos muestran origina y mantiene la brecha entre el ideal y la representacin <lel
los formidables obstculos que se deben superar para su disminucin, otro o del sujeto, ya sea elevando aqul o disminuyeildo los mm
sin hablar ,ya de una utpica eliminacin. tos ele stas. La fuente ms frecuente es la frustracin narcisista .
Funcin critica
1) Cuando algo est por debajo del ideal que constituye la unidad
de medida y desde la cual se lo observa. No hay intencionalidad de cri-
72
75
,Captulo Hil
:1
1
Los deseos y angustias del drama edpico marcan o, mejor an, crean
y organizan las representaciones que cada uno de sus participantes
tiene de s y de los dems, que por este hecho decisivo se hallan bien
lejos de ser meras descripciones neutras. Las representaciones que
constituyen el yo implican juicios de valor, aceptaciones y rechazos
apasionados, preferencias y relegarnientos. Cualquier expresin que
se utilice para hablar del sujeto estar poblada de rasgos semnticos
que ubicarn a ste en categoras que ternnarn satisfaciendo o hi-
riendo su narcisismo.
Es en este terreno del dolor y la alegra narcisista donde nos en-
contramos con una representacin privilegiada, el yo ideal, que no
dejar de solicitar al sujeto pues como sostiene Freud, posee todas las
perfecciones de aquello que es de valor. 1 Perfecciones, por otra par-
te, que constituyen el medio para obtener la admiracin de alguien
-el otro externo o el propio sujeto-. Si la representacin de un yo
ideal existe es porque hay alguien capaz de ver al sujeto de esa mane-
ra, lo que hace surgir en ste el deseo de serlo para aqul.
El yo ideal que es el nio para sus padres y para s mismo, que lo
son los padres para el nio, que lo es el objeto de amor para el ena-
morado posee, segn Freud, una caracterstica esencial: Ja crtica de-
75
--~
ja prcticamente de funcionar, todo lo que se haga est bien y no propiedades del tipo de discurso que las crea. En este sentido el yo
merece objecin. 2 ideal testimonia. sobre el sistema de codificacin, de valoraciones,
El hecho de que Freud relacionara al yo ideal con el objeto de de organizar los datos por parte del discurso enunciante.
amor nos ponesobre la pista de un hecho que subtiende toda su re- Para ser coherentes entonces con el camino que reco tTe Freucl, la
flexin: as como con el objeto de amor se mantiene un vnculo, pregunta no se agota en averiguar cules seran las notas definitorias
igual sucede con el yo ideal. Por algo Freud plantea: "este yo ideal del yo ideal, su diferencia con el ideal del yo, si el primero es una
es ahora el blanco del amor a s mismo que era gozado en la infan- imagen y el otro no, sino en describir los tipos de miradas , de discur
cia por el yo real".3 sos con que se crean estas entidades ideales.
O sea que Jo que Freud describe es la actitud que alguien tiene Tomando como paradigma la actitud de algunos padres sostiene
respecto de un sujeto, actitud que genera la representacin idealiza- Freud: "Entonces ellos estn bajo la compulsin de atribuir todas
da. El yo ideal es entonces el efecto de un discurso desarrollado por las perfecciones al nio -lo cual no permitira una obse rvaci n aprn
la pasin del enunciante, pasin que se halla ms all de su concien- piada- y de ocultar y olvidar todos sus defecto''. 5 Al ser mirado el
cia y que lo arrastra. nio de esta manera, no se le aplican valores externos con respecto a
Si hay un efecto tiene que existir algo que lo produce, y Freud en los que se lo mide siJ10 que lo que aqul sea pasa a consiit uir el mu
su bsqueda constante de operaciones del psiquismo describe en este delo a partir del cual queda definida la perfeccin. Por ser eJ hijo se
contexto la idealizacin. El yo ideal es su producto por excelencia. considera que su rostro es hermoso, sus movimientos graciosos, y
Con esto Freud ha pasado del yo ideal considerado como una re- hasta sus excrementos llegan a valorizarse.
presentacin que se tiene de alguien, es decir un enunciado, al acto Actitud de fascinacin similar a la que encontramos en el xtasi~
de enunciacin, de la imagen ya formada al estudio de las reglas que religioso o, como vimos antes, en el enamorado que convierte a la
\ presiden su formacin, al contexto intersubjetivo que produce este persona amada en un ser ideal que est ms all de cualquier examen
tipo de discurso que es el yo ideal. 4 El salto epistemolgico es de crtico. Aun las desviaciones por parte del objeto de amor con res-
trascendencia. Significa dejar de analizar .al yo ideal y al ideal del yo pecto a los patrones culturales, morales , intelectuales o estticos se
como representaciones e.n s mismas y hacerlo sobre la base de las rn redefinidas positivamente: la gordura pasa a ser redo ndez de las
formas, la flacura elegancia, el rostro que para los criteri os de su gru-
2 S. Freud, "Psicologa de las masas y anlisis del yo", St. Ed., vol. XVIII, po social sera calificado de feo es en cambio revalorizad o corno
p. 113. "muy interesante".
3 S. Freud, "Introduccin al narcisismo", vol. XIV, p. 94. El yo ideal en todos estos ejemplos se caracteriza por la incondi
4 Los desarrollos de la lingstica llamada post-estructuralista han permitido
cionalidad de la admiracin del otro. Su perfeccin est fue ra de to
superar las limitaciones de Ja teora del signo, para penetrar en Ja teora del dis- da discusin , de todo anlisis pormenorizado de sus at ribu tos que
1 curso, de Ja enunciacin, del intertexto, de Ja creatividad de Ja lengua como un pudieran ser contrastados con parmetros de evaluacin. Es esia in
sistema recurrente de reglas, de Ja articulacin del componente semntico con condicionalidad de la admiracin del otro -ausencia de re quisitos que
el sintctico y morfolgico. Basta leer cualquiera de las publicaciones lingsti- deban satisfacerse- lo que convierte a alguien en un yo id eal .
cas recientes para darse cuenta que en Jos ltimos diez aos algo importante ha
ocurrido. Sin embargo, se sigue teorizando y tratando de hacer progresar el psi- Pero aqu cabe una aclaracin: cuando decimos qu e el yo ideJ
coanlisis con una teora lingstica ya envejecida que alcanz su esplendor queda definido por la incondicionalidad de la admiracin del off O,
con la fonologa. cul es el sentido exacto ele esta incondicionalidad?
. Como visin general, y con abundante bibliografa, de la lingstica actual Volvamos, para responder a la pregunta , a los ejemplos dados mas
vanse: C. Fuchs y P. Le Goffic, lnitiation aux problmes des linguistiques con-
temporaines, Hachette, Pars, 1975; D. Maingueneau, lnitiation aux mthodes arriba: el enamorado por uno o unos pocos rasgos del objeto de
de l'analyse du discours, Hachettc, Pars, 1976; A. J. Greimas y J. Courts, amor, que para l son decisivos, convierte la representacin global lle
Smiotique. Dictionnaire raisonn de la thorie du langage, Hachette, Pars,
1979. 5 S. Freud, "Introduccin al narcisismo", St. Eci., vol XIV, p. 91.
76 Ti
-
ste en perfecta. O sea que en el comien zo s hay un.a co ndicin bsi- ese contexto terico preciso del narcisismo el yo es una representa-
:a que de be ser satisfecha -tal rasgo fsico o moral, tal cualjdad inte- cin de la persona que la hace verse uruficada entonces el adjetivarlo
IC'ctual. tal sat isfaccin ertica que el objeto provea-. Pero a partir con el trmino "ideal" no deja lugar a dudas : es un yo al que se con-
del momento en que el requisito se cumple no se requiere la satisfac- sidera modelo de perfeccin.
('in de ning una otra exigencia por parte del objeto. La incondiciona- Pero esto lejos de poner punto final a los interrogantes, es ms
lidad de qu e hablamos es, por lo tanto, la que tiene lugar a posteriori bien un punto d.e partida. De qu forma el yo puede mantenerse co-
le la prese ncia del aspecto privilegiado y para todos los rasgos que rno ideal? Freud lo indica: se silencian las crticas y slo se toma en
no son los que constituyen esa condicin de existencia, la que por cuenta el o Jos rasgos ideaJjzados.
o)tra parle mantiene indefinidamente su demanda de cumplimiento . Pero se puede dar todava un paso ms, como se aprecia en la
En efec to, su pongamos que para un enamorado la condicin para mencionada cita de "Introduccin al Narcisismo": "entonces ellos
q1e el objeto sea un yo ideal es que el otro se haya a su vez enainora- [los padres J estn bajo la compulsin de atribuir todas las perfeccio-
do de l. En este caso bastar que el objeto deje de amarlo -interrup- nes al -nio''.7 O tambin en "Psicologa de las Masas" aparece una
cin ele la condicin de existencia-para que cese de funcionar como descripcin similar: "todas sus caractersticas son ms valoradas que
las de las personas a las que no se ama". 8
un yo ideal.
Fl yo ideal es en este sentido un enorme edificio asentado sobre Qu es lo que quiere decir Freud con "todas"? Que una vez que
lln pilar que al r:i.antener la estructura total puede provocar su desmoro- alguien es visto como un yo ideal cualquier rasgo de ste en que se
namien to en caso de quebrarse . Por ello podemos design ar la propie- detenga la atencin del sujeto fascinado -el que con su mirada crea
1.\ad de una persona que permite a otro convertirla en un yo ideal al otro como yo ideal- ser considerado corno dotado de perfec-
como atribu to soporte del yo ideal, perdindose la razn de su elec- cin. En su tendenciosidad idealizante el admirador incondicional
cin en ];:; historia inconsciente de las identificaciones, aunque su re- que construye el yo ideal es una especie de Rey Midas del nan:isis-
1;onocimicn to es de mxima irnportancia. 6 mo: todo lo que toca lo convierte en atributo maravilloso.
Lo incondicionalidad de la admiracin que construye el yo ideal Tomemos para ejemplificar este tipo de discurso al rujo para
S<' r<'ficre entonces a un lib re desplazamiento de la 11aloracin desde
quien su padre constituye un yo ideal. La forma en que ste se vista,
el atrilm to idealizado hacia la totalidad de la representacin del su- coma, hable, gesticule, piense, sienta, pasan a ser la esencia de la per-
jeto. No es que se torne la parte por el todo , como en la metonimia feccin, aquello que querr ser imitado. El nio no sabe cul ser el
en C]Ue la primera pasa a representar al segundo, sino que el juicio prximo movimiento de su yo ideal y sin embargo est ya anticipan-
y l::i reaccin afectiva que merece la parte pasan a ser patrimonio del do la admiracin que le producir cuando ocurra.
todo. Realizado este movimiento el todo est en un primer plano , de El punto a destacar es que no existe una imagen o representacin
l es de quien se habla, y a su vez el todo va a incidir sobre cada par- previa de cul es la manera maravillosa de hablar, de comer, de ves-
te, que re cibir la valoracin de aqul. tirse, sino que las formas bajo las cuales estas acciones aparezcan en
Para que haya yo ideal se tiene que hab er pasado del examen del el personaje que es el yo ideal se convertirn en lo maravilloso. La
ra~go a la persona total. Esto permite entender por qu fue en el exclamacin precede al acto, y dota a ste de su cualidad.9
conte xto terico de "Introduccin al Narcisismo " donde Freud ha- 7 S. Freud , "Introduccin al narcisismo'; St. Ed., vol. XIV, p. 91 (el subra-
bl del yo ideal. En ese trabajo sostuvo que para que existiera nar-
yado es nuestro).
cisismo era necesario un nuevo acto psquico, qu e se fonne el yo co-
B S. Freud , "Psicologa de las masas y anlisis del yo", St. Ed., vol. XVIII,
mo unjdad . Obviamente con esto no se re fera a que se urufique un p. 112 (el sub rayado es nuestro).
ncleo de funciones sino al surgimiento de una representacin en Ja
9 Es digno de mencionar que una actitud similar se pu~de mantener con las
que el sujeto se viera ~orno una unidad. Ahora bien, si para Freud en teoras cientficas, con las ideologas, con los grupos, sean polticos, religio-
sos o de cualquier orden. El integrante de un grupo para quien su relacin con
6 Recordemos aqu el concepto de rasgo unario de Lacan.
78 79
1Y
81
80
vo 1 2 que basndose en determinadas reglas de enunciacin genera Se puede suponer que el sector B est dibujado sobre papel trans-
elementos pertenecientes a la misma clase . 1 3 Este tipo de discurso parente y que al colocarse encima del sector A pennite ver lo que en
es totalizante en el sentido de que todo aquello de lo que habla que- l est transcripto. Lo que caracteriza al discurso totalizante es que
da equiparado desde el punto de vista de la valoracin. En el caso del transcurre dentro de una franja horizontal -sea la de mxima acepta-
yo ideal , a partir de un atributo soporte de la idealizacin se extien- cin, sea la de mximo rechazo- y que todo aquello de que se habla
de sta a la representacin del sujeto -su yo-, y a su vez desde ste se ser ubicado dentro de una de ellas.
puede h ipervalorar cada una de las partes. Y aqu es donde nos encontramos con otra de las intuiciones
A qu se contrapone el discurso totalizante que crea el yo ideal, freudianas: el juicio totalizan te guiado por el principio del placer.' En
las representaciones denigradas del melanclico o las del paranoico? el artculo sobre la negacin leemos: "como he mostrado en otro lu-
A otro discurso en que cada atributo es examinado con independen- gar, el yo de placer original desea introyectar en l todo lo que es
c.ia de los dems, no producindose desplazamiento de valoraciones. bueno y expulsar de s todo lo que es malo. Lo que es malo, lo que
Pero q u significado tiene decir que una valoracin se extiende es ajeno al yo y lo que es externo son el comienzo idntico" .1 4
ele una representacin a otra? Retomemos, para responder el interro- Lo digno de destacarse en esta cita es que todo lo bueno indepen-
rante, el caso del yo ideal. El atributo soporte del yo ideal pone en dientemente de aquello que sea su temtica y solamente teniendo en
accin la capacidad del enunciante para clasificar segn la siguiente cuenta que cause placer es atribuido al yo.
regla operatoria: todo atributo sobre el que recaiga la atencin ser Es decir que el yo aparece como poseedor de todas las bondades.
rv;:1luado dentro de categoras que implican aceptacin y en ellas Por ello cuando Freud sostiene que con el yo ideal el sujeto trata de
quedar ubicado en el grado mximo de aceptacin. recapturar el narcisismo perdido infantil -el sentimiento de perfec-
Podramos representar la operacin de la siguiente manera: cin- resulta claro que ms all del problema de la psicognesis se tra-
ta de un modelo de funcionamiento en que se adjudica a alguien to-
Sector A Sector B do lo bueno, o sea, se realiza una distribucin entre cuatro catego-
Mxima aceptacin ras: yo, bueno, mundo externo, malo, de modo que dos de ellas
queden correlacionadas en forma absoluta: yo y bueno por un lado,
Grados intermedios "'
.'.:::! mundo externo y malo por el otro.1 s
"' '~
de aceptacin '[) "d <+...
Quisiramos destacar adems que en ese artculo de la negacin
:::;
"'
"'.... ...."'....
Grados intennedios
de rechazo
.~
.s
"' \] o
~
Q)
N
Q)
Q)
'Q)
(.)
Freud intenta penetrar en el estudio del funcionamiento del juicio,
cuya funcin es " ... afirmar o refutar la posesin de un atributo par-
- ~~ .i.i ticular por parte de una cosa" . 1 6 Y el juicio no es una representa-
Mximo rechazo cin en particular sino una capacidad de generar afinnaciones, en de-
~-
82 83
-es decir, si estaba de acuerdo con la realidad o no- estando Ja deci- inicial, por cualquier medio, forzndose la lgica y a despecho ue
sin determinada mediante una comparacin con las huellas mnmi cualquier evidencia.2 o
cas de la realidad". 1 7 Este prrafo no tiene desperdicio para lo que Los ideales de bondad, rectitud, sinceridad , etc. remiten continua-
venimos desarrollando. Hasta el surgimiento del principio de reali- mente en el inconsciente a las situaciones concretas que sirvieron pa
dad no haba juicio imparcial, todo era acomodado segn que produ- ra darle forma y a las cuales el sujeto se debi ajustar aun cuando os
jera placer o no. Luego surge el juicio imparcial que compara una personajes que fueron mostrados a t tulo ejemplificador tuvieroll
idea dada con su huella mnmica correspondiente y determina si es caracter mtico o fueron creados por actos de discurso del tipo de
verdadera o falsa, es decir, juzga la idea al contrastarla con algo que "un nifio bueno hace siempre caso a mam".
le es exterior y que al actuar como piedra de toque la ubica como Ahora bien, si el ideal surge referido a condiciones concretas, en
verdadera o falsa. qu sentido debe entenderse qu e es una abstraccin?
Con Ja introduccin de algo exterior al sujeto y que va a acabar En primer lugar porque se refiere a un rasgo aislado , abstrnJo oe
por ubicar a ste estamos en mejores condiciones de comenzar el es una totalidad, no siendo jams referencia a toda la persona, a uria ;,~
tudio del ideal del yo. presentacin unificada del ser. En segundo trmino porque el tdtc<ll
Lagache dice en su trabajo "El psicoanlisis y la estructura de la est ms all de un personaje en particular : es una medida con la que
personalidad": "En resumen, la frmula de Freud segn la cual el se lo evaluar. Y aun cuando haya surgido con referencia a un aspe;
ideal del yo es una funcin del supery puede interpretarse estruc- to de una persona queda incluido en un tipo de funcionamiento que
turalmente en la forma siguiente: el ideal del yo representa Ja forma acaba por hacerlo independiente de cualquier individuo en particu
en que la persona debe comportarse para que el yo-sujeto , identi lar. Es equivalente a la "huella mnmica de la realidad" que e11 d p-
ficado con la autoridad familiar, pueda otorgar su aprobacin al yo rrafo citado de "Los dos principios del funcionamiento psquico"
objeto" .1 8 permita juzgar si una idea era falsa o no , y equivalente en el scfllidu
Lacan, por su parte, en el seminario del 31 de marzo de 1954, al ms fuerte del trmino, dado que el ideal es el discurso social loma-
diferenciar el yo ideal del ideal dice: "Uno est en el plano imagi- do como realidad, como referencia ltima. En este orden de cosas, el
nario y el otro en el plano de lo simblico - porque la exigencia del ideal -huella de la realidad del discurso social- permite juzgar si un
!ch Ideal (ideal del yo) toma su lugar en el conjunto de las exigen- rasgo del sujeto es valioso o no.
cias de Ja ley" . 1 9 Otro equ voco que conviene disipar es que para la persistencia de
El ideal del yo resulta entonces algo externo a cada persona, una un ideal en particul ar resultara indispensable que nunca se lo alcan-
exigencia, una condicin que aqulla tendr como norma satisfa- zara , que siempre quedara una brecha entre l y el sujeto . No es esto
cer. Se referir siempre a un aspecto parcial, una unidad de medi lo que ocurre y podemos comprobarlo tomando como ejemplo al
da con la que se comparar un rasgo que est dentro de su misma campen olmpico cuyas proezas suscitan la mxima admiracin, re-
categora temtica. La vigencia del ideal del yo depender de que se
haya podido pasar del discurso totalizante al discriminante, ya que 20 En "Tres ensayos para una teora sexual" (vol. VII, p. 150) dice Fl'eu:
en el primero el juicio sobre cada aspecto del sujeto no deriva como "Slo ch raras circunstancias la valoracin psquica que se establece con el
hemos visto anterionnente de su cotejo con algo exterior al mis objeto sexuai co mo la meta de la pulsin sexual se detiene en sus genitales. El
mo sino que es una consecuencia obligada, a partir de una tesis aprecio se extiende a todo el cuerpo del objeto sexual y tiende a e11volver tod<J
sensacin derivada de l. La misma sobrevaloracin se extiende a la esfera psi-
colgica: el sujeto qu eda corno ofuscado intelectualmente (es decrr, sus pode-
17 S. Freud , St. Ed ., vol. XII, p. 221. res de juicio se debilitan) por los logros mentales y perfcciones del objeto
1 11
sexual y se somete a los juicios de este ltimo con credulidad". (Subrayado
D. Lagache, "La psychanalyse et la structure de la personn"a!it" , La Psy- nuestro.) El punto que debemos destacar en esta cita es que por un aspecto
chnnalyse, N6, PUF, Pars, 1961. parcial, los genitales del objeto, la valoracin que se tiene de stos se extiende a
19 J. Lacan, "LeSminai.re", Livre 1, p. 154, du Seuil, Pars, 1975. los otros aspectos dtl objeto. Es el discurso totalizante.
,
84 8 ..
conocindose que es el mejor de todos los tiempos. Para el aspecto el yo ideal quedara identificado con la totalidad de sta, sin ningu-
deportivo especifico en que es el campen se ha convertido en aquel na grieta, el ideal del yo en el caso de encarnarse jams lo har con
que encarna el ideal del yo, en su imagen corprea , siendo en ese sen- todo el ser. El ideal del yo podr estar encarnado en un personaje pe-
tido el mejor, el nico . Pero la admiracin no por eso se extiende a ro lo que nunca se alcanzar es que el conjunto de los ideales estn
sus otros rasgos, a sus cualidades intelectuales, morales, o incluso f- en l personificados; entonces s se tratara del sistema discursivo del
sicas diferen tes de aquella que sirvi para convertirlo en campen. No yo ideal. La castracin simblica, articulador terico esencial, no im-
hay equiparacin entre t odo y parte. Adems, su rendimiento es eva- plica que un sujeto no pueda ser visto como poseyendo la mxima
luado con respe cto a un estndar de modo que si por cualquier cir- perfeccin para un rasgo determinado sino que no hay nadie que
cunstancia deja de fu ncionar en el nivel de excelencia bajo el cual se ocupe el lugar de la complecin imaginaria, es decir, sea la suma de
present originalmente tambin dejar de estimrselo perfecto . No todas las perfecciones.
es que lo q ue l haga , por el mero hecho de ser el resultado de una Se ha entendido errneamente que la castracin simblica deter-
accin suya, se convierta en digno de ser admirado sino que cada mina que el hijo deje de ser el preferido de la madre, y que el preferi-
8Cluacin es juzgada en s misma . do sea el padre. El hijo podr continuar sindolo, pero en su carcter
En este ejemplo el campen es la encamacin del ideal del yo y de hijo -un aspecto de su ser-, as como lo ser el padre en su carcter
sin embargo no constituye un yo ideal pues el ideal se ha conserva- de esposo -tambin un aspecto de su ser- de modo que correlativa-
do como tal a pesar de estar transitoriamente personificado en l mente se rompe la unificacin ilusoria de la madre y sta pasa a ser
ya que cuando no lo cumple queda desvinculado de su persona. madre, esposa, hija, etc. Lo que ocurre en la castracin simblica es
Lo esencial es que consti tuye algo e xterior a l y con respecto al que el hijo deja de ser el nico, o sea el que satisfaga la totalidad del
cual se lo m ide. deseo materno.
Pero si la fascinacin que ejerce para el propio sujeto o para Podra susbsistir todava la tentacin de hacer recaer la diferencia
otro la personificacin del ideal del yo -la posesin por parte de una entre el ideal del yo y el yo ideal en la temtica a que se refieren: el
person;i de un ra sgo que cumple con ese estndar que es el ideal- primero tendra que ver con ideales morales -cmo debe comportar-
dctermina q ue a tod a la representacin del sujeto se la considere per- se el sujeto en relacin con los otros- y el segundo con valores est-
fec1;. silencindose la crti ca, perdindose el examen pormenorizado ticos, intelectuales o de cualquier otro orden que no impliquen nor-
de sus rasgos, podemos decir que se ha pasado del discurso discrimi- mas para la convivencia.
nante ;il to talizante , y el sujeto se ha co nvertido en un yo total.2 1 Para demostrar la insuficiencia de tal planteo tomemos el ejemplo
Vernos as que la diferencia entre el yo ideal y el ideal del yo no de la bondad, cuyo carcter de ideal tico nadie podra poner en tela
rr.siclc en que el primero sera referid o a una persona y el segundo de juicio. De alguien se puede creer que es inmensamente bueno, y si
no. Am bos puede n qued ar vinculados a una persona pero mientras como consecuencia de esta creencia se supende la instancia crtica, si
cualquier cosa que haga es clasificada a priori como muestra de bon-
21 Que el cri ter io acerca dd mantenimiento o no de una distancia entre el dad, si toda su persona pasa a ser considerada perfecta, entonces el
1de;J y el ~uje t o no sirve para diferenciar el ideal del yo y el yo ideal queda discurso con el que se capta al sujeto es del tipo del yo ideal.
1a111hin demos trad o en el caso del melan c lico . Este se encuentra a mxima Esto nos indica una vez ms que aquello que describimos no es
di<tancia con res pecto al mod elo de perfeccin , pero la legalidad que sustenta
simplemente uno u otro tipo de representacin, una u otra temtica,
su disrnrso es la pro pia del yo ideal: l no vale nada en su totalidad , sea porque
rst;i identifica do co n un aspecto parcial clesv;Llorizado que lo obsesiona y al sino dos modalidades de organizacin discursiva, regidas por leyes di-
que q ueda red ucido -equiparacin del todo co n la parte-,sea porque al tener ferentes de funcionamiento que regulan la relacin del sujeto y del
una represen taci n glo bal de su ser como desval orizado la produccin del dis-
curso totalilan te hace qu e cada rasgo pase a con siderarse objetable. (vase H.B., LA depresin. Un estudio psicoanaltico, Nueva Visin, Buenos
Fl dise11rso melancli co. guiado no pocas veces por una inequvoca inten- Aires, l 976 ), pues con el verbo en voz pasiva transmitimos mejor la idea de
cinnalid;1d hostil, sostien e y construy e re presentaciones de un yo denigrado , que se trata de un discurso que va construyendo, por una tendencia genrica,
designacin q ue preferim os a la del negativo del yo-ideal que antes usramos un conjunto de representaciones.
86 87
otro en cuanto al otorgamiento de valorizaciones. puesto, no se trata de que la realidad ele por s refute u11 discu1so
El discurso que construye al yo ideal va tomando rasgos del sujeto -empirismo ingenuo- sino que lo real, al ser captado siempre a travs
-que como tales son puros significantes- para codificarlos como per- de un discurso, aumenta las posibilidades de incompatibilidad entre
tenecientes a categoras valorativas que merecen la ms alta califica- discursos. Si una premisa del discurso reenva siempre a otra que
cin, y si ello resulta as es porque existe una significacin congelada tambin le pertenece, la homogeneidad o coherencia es absoluta Pa-
que absorbe a cualquier significante: es la primaca absoluta de un ra ejemplificar, la retraccin defensiva narcisista permite al sujeto no
~-
nico sentido sobre el significante. La transposicin categorial 2 2 cotejar sus creencias megalmanas mantenindose dentro del discm-
.._,'.
inscripcin de un significante en una categora smica- se realiza,es- so solipsista deseado. Un proceso equivalente se produce en el discm-
tando decidido de antemano el punto al que se debe llegar. Es el te - so terico dentro del psicoanlisis cuando est divorciado de la prc
rreno en que una categora general -la perfeccin- organiza el discur- tica clnica: el discurso se puede sostener en una reflexin que titnt
so en subcategoras que de ella dependen: perfeccin en lo fsico, en el sello de la metafsica y que no toma la realidad como punto de
lo intelectual, en lo moral. A su vez si alguien es perfecto en su as- contraste sino que siempre remite a otros textos que lo apoyan.
pecto fsico, intelectual o moral, cada elemento que pertenezca a es-
tas subcategoras lo ser. b) Equiparar realidad y discurso. El discurso habla de la reaffad
El discurso que produce el yo ideal es retroactivo, de inclusin de pero sta se ha hecho sinnima de aqul, no existiendo distancia en-
datos en categoras que le preexisten. tre uno y otra. La realidad es continuamente tenida en cuenta y sin
A diferencia de lo anterior, el discurso del ideal del yo es abierto, embargo interpretada desde una ptica que no se reconoce como
imprevisible en sus resultados: el rasgo del sujeto podr o no con- realidad, tomndosela como si fuera la nica representacin posi-
cordar, los otros rasgos son procesados independientemente. Es un ble. Realidad y discurso son la misma cosa, o mejor el discurso aplas-
discurso de articulacin de categoras smicas, de coordinacin de ta la realidad. Es lo que sucede en el nio en la relacin dual cuando
clases y no de inclusin forzada. la palabra del otro es la que dice cmo es el mundo , el cual es cono-
~
cido a travs de aqulla. Es tambin lo que sucede con el discurso
dogmtico, que constituye una forma de enunciacin en que la mo
Condiciones del discurso totalizante dalidad totalizante del discurso valorativo se desenvuelve en dos pla-
nos: por un lado habla de un objeto, pero por el otro hay continuas
Cuando se estudian las condiciones de produccin del discurso totali- referencias al contenido del propio discurso que pasa a ser considera-
zante es necesario separar Jos medios -los recursos que utiliza- de la do una especie de yo ideal que contiene todas las perfecciones . La
motivacin o fuerza que lo impulsa. Con relacin a los p1imeros diga- actitud valorativa recae sobre cada una de las afirmaciones del dis-
mos que el discurso totalizan te realiza lo que Beck en el caso del me- curso y las convierte en verdaderas porque pertenecen a ese todo del
lanclico ha denominado abstraccin selectiva: seleccin de los datos que ya se ha predicado que es perfecto. El sello y lo que denuncia al
que corroboran la creencia y excl1:Jsin de los que la refutan. 2 3 Para discurso dogmtico es que contiene aseveraciones -implcitas o explz'.
la consecucin de esto ltimo el discurso totalizan te puede: citas- que constituyen un panegrico sobre el propio discurso, al mis
mo tiempo que descalifica cualquier otro discurso. Si se someten los
a) Rechazar los intercambios entre discurso y realidad. Por su- discursos dogmticos a un simple estudio lexicogrfico resulta evi
dente la cantidad de expresiones adjetivantes que contiene: el discur-
so toma la forma paranoica de afirmarse en su posicin dt ideal me
22 Vase el captulo L <liante el procedimiento de ubicar todo lo cuestionable en el discmw
2 rival.
Aaron Beck, "The Development of Depression: A Cognitive Model", en
3
The Psychology of Depression, compilado por R. Friedman y M. Katz, John El discurso dogmtico tiene un seguro contra su refutacin CL~ 11
Wiley and Sons, Nueva York, 1974. sistente en contener entre sus proposiciones algunas que soslirnen
88 80
q11e cualquier cuestiona.miento es evidencia de que pertenece a otro pe1ienecientes a esa misma persona anatmica.Las tpicas freudianas
discurso equivocado que no logra captar la verdad. y el uso desde el comienzo mismo del psicoanlisis del concepto de
No toda afinnacin enftica indica que pertenezca a un discurso escisin revelan precisamente esta concepcin de que no existe un
dogmtico. Solamente es el discurso sobre el propio discurso lo que sujeto unificado.
pennite hablar de dogmatismo. As como no hay sujeto unificado tampoco hay sujeto autnomo,
Vayamos ahora al estudio de la fuerza impulsora del discurso to- y no slo porque alguien se someta a otro sino porque las reglas que
taliz<1nte, ele aquello que lo mantiene. El examen del yo ideal nos presiden el funcionamiento psquico se adquieren en la intersubje-
;1bre el camino para in tentar abordar el problema. Se trata aqu del tividad y persisten en lo intrapsquico dirigiendo al ser sin que ste
poder de 1;i catexis narcisista que viniendo desde el otro carga al suje- lo sepa.
to con el placer del reconocimiento, del deseo de ser todo para el La imagen en el espejo, pero sobre todo el nombre con que sella-
otro. A travs de la ilusin de que se es un yo ideal se estara garan- ma a alguien, crean una doble ilusin: por un lado si hay un nombre
tizando la incondicionalidad del amor del otro ya que no habra na- en singular para cada persona que le dice "t eres Juan, t eres Ali
die que pudiera superarlo. El objeto de amor no tendra por qu di- cia, t eres Ramona", esto hace pensar en un sujeto unificado, da-
rigir su mirada hacia un tercero, pues el yo le ofrece todo lo que es do que el nombre habitualmente designa aquello que es una unidad.
de valor. El yo ideal excluye al tercero, lo aniquila con su perfeccin Pero por el otro lado hace creer que se trata de alguien independien-
y es por lo tanto garante de la posesin del amor. te, cuando en verdad la simbiosis no ocurre como fenmeno pato-
Para mantenerse en esta perfeccin es indispensable seleccionar lgico y a manera de excepcin; es en cambio la forma natural de
los datos que la corroboren y excluir los que la refuten. Hay una in- existir del ser humano que siempre es alguien en funcin de otro,
tencionalidad, es decir, un lugar al que se debe arribar y los argumen- para otro, de otro, con las representaciones y las operaciones de
t.os se acomoda rn a aqulla. funcionamiento de otro. La llamada simbiosis es en verdad un caso
Hay que diferenciar entre la existencia de la intencionalidad -algo particular, un tipo de configuracin de la intersubjetividad, en la
es producido para que algo ocurra- y el hecho de que sta se halle cual la persona existe como subsistema. Estn ms cerca de la reali-
ejercida por un sujeto unificado, dueo de esas intenciones. dad aquellos cuentos de ciencia ficcin en que las personas consti-
Se ha entendido errneamente la concepcin del descentramien- tuyen unidades sinciciales que ciertos tratados de psicologa que
lo del sujeto como que con sta se eliminase la motivacin, la inten- desconocen el peso de la intersubjetividad.
c:iomlidad. El deseo inconsciente implica intenciones, si por esto se Despus de esta aclaracin volvamos a otro ejemplo de discurso
entiende que se busca algo y se promueven los caminos que permiten totalizante, el de la hipocondra polivalente, sin temor especfico, en
ak;1.nzarlo; los mecanismos de defensa tambin, en el sentido de que que lo nico constante es la creencia de que el cuerpo puede enfer-
ante el displacer se ponen en marcha automticamente para dismi- mar. Esta creencia en virtud de la cual la persona se ve vulnerable, in
nuirlo. Pero la intencionalidad no es la de un sujeto que decide por cide para que se considere que cada parte de s padece o puede sufrir
1100 u otro curso de accin sino la de un encadenamiento de repre- algn trastorno. La representaci.n global de que el cuerpo o lamen-
sentaciones y afectos que producen automticamente ciertos efectos. te es susceptible de enfermarse hace que surjan los temores al cncer,
Esto no excluye que los afectos no sean sentidos y cuando son pla- a las infecciones, a las carencias alirnenticas, al sobreesfuerzo fsico,
centeros o displacenteros detenninen que se siga un curso de acerca- etctera.
miento o alejamiento con respecto a lo que los provoca, pero estos En este caso cul es el deseo? Se podra intentar forzar la argu-
movimientos no son ejecutados por alguien que maneje todos los mentacin y tratar de apelar a lo que en la "Interpretacin de los
hilos. Sueos" explica los sueos de angustia: se deseara tener en la con-
As se dice que " el sujeto siente" ; esto que siente jams ser la to- ciencia tal preocupacin por el cuerpo pues ella tmcubre un placer
talidad rl" lo psquico sino simplemente cierta organizacin que po- que tiene lugar en el inconsciente. Pero si Freud, tan apegado a la
ctri. estar en concordancia o en contradiccin con otros subsistemas hiptesis del principio del placer como elemento central en la vida
90 91
psquica, tuvo que decir en 1920 que hay algo que est ms all del ser sorprendido. Estamos, con todo, dentro de la vigencia del pri.-
principio del placer ,2 4 no nos est sealando acaso los lmites de la cipio de placer, con la misma dialctica que la existen te entre p1in-
aplicabilidad de ste como factor nico? cipio de placer y principio de realidad: el displacer momemaneo evi-
En ese trabajo clave Freud dice que ms all del principio del pla- ta un displacer en el futuro.
cer est la compulsin de repeticin, y al darse cuenta que con esta Pero si el alerta displacentero del hipocondraco, la preocupacin
expresin lo nico que estaba haciendo era describir un fenmeno, por cada aspecto de su salud queda de esta manera explicada ya que
intenta encontrar su causa: la pulsin de muerte. a pesar de la cuota de sufrimiento evita lo que sera un dolor mayor
Retengamos los pasos lgicos de la teorizacin freudiana: 1) algo -el de la muerte o el del deterioro fsico o mental- qu es lo que sos-
se repite que no es placentero para el sujeto; 2) algo lo debe sostener; tiene estas creencias bsicas9, pues se trata de eso, de creencias y no
-~
3) esto no siempre es el principio del placer; 4) la causa es la pulsin de una realidad. Por qu no se las deja de lado, siguiendo la ley ps1-
de muerte. quica de evitar el displacer? O en otros trminos: qu es lo que
"Ms all del principio del placer" fue precedido por ese pequeo otorga fuerza a un pensamiento, lo mantiene activo, lo lleva a preva-
ensayo de 1911, "Los dos principios del funcionamiento psquico", lecer sobre los otros, a capturar el funcionamiento del sujeto ocu
que veremos encara una problemtica similar. En ese trabajo la vida pando centralmente sus cavilaciones conscientes o inconscientes, en
psquica aparece regida por los principios de placer y de realidad que definitiva, lo dota de lo que Freud denomin "intensidad psquica"
si surgen como en oposicin en un corte temporal -para un momen- Se podra decir, y ello nos colocara en el camino de una verdad par-
to del transcurrir del tiempo- sin embargo no lo estn en el tiempo cial, que se trata del amor por la vida, del instinto biolgico de auto -
del psiquismo: ste puede transponer el futuro en el presente y ese conservacin. El discurso hipocondraco parece apoyarse en la reac-
futuro tener poder organizador de lo que est ocurriendo. Dice cin natural frente al peligro, reaccin que cumple una impmiante
Freud, y este es el punto central, que el principio de realidad es una funcin y que se encuentra como principio organizador en todo el
modificacin del principio de placer, pues posterga a ste en el pre- reino animal.
sente para asegurarlo en el futuro. El principio de placer seguira ri- Los seres ms primitivos de la escala animal se orientan hacia el
giendo pero modificado. alimento, la pareja sexual y son capaces de reaccionar con aierta an
Esta dialctica en que se deja de obtener placer de un tipo para te el peligro.
evitar displacer de otro tipo, o para provocar otra clase de placer, se Ahora bien , si todo esto es cierto quin cre en el sujeto la con-
basa precisamente en la no existencia de una sola modalidad de viccin de que corre peligro? Porque a diferencia de lo que o..:urre en
aqul. Recordemos que Freud deca que lo que era displacer para el resto del reino animal en que el peligro es real, en el ser humano
un sistema era displacer para el otro. resulta imaginario y producto de un acto de fe en la palabra que da
En "Ms all del principio del placer" la repeticin de situaciones seguridades de su existencia.
traumticas tiende a elaborar la angustia, a dominarla. En 1926, en El hipocondraco qued preso de un discurso dicho por el ouo
"Inhibicin, Sntoma y Angustia" es cuando se da un paso decisi- significativo en el cual se consideraba que su cuerpo o su mente
vo con el concepto de angustia se,al: con ella el psiquismo evita eran susceptibles de enfermarse.
caer en la angustia automtica. Es lo que sucedera entonces en la Pero an debemos contestar algo que es ms trasc'endente: pm
hipocondra, en que para prevenirse de algo terriblemente angustian- qu la palabra del otro es aceptada por el sujeto y una vez .inttrioti-
te uno estara continuamente anticipndose con la finalidad de no zada en forma de pensamiento se le sigue prestando la misma reve-
rencia? Por qu alguien es dominado por sus propios pensamientos
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cuando stos no han sido corroborados por la realidad?
Recordemos que principio de placer implica en psicoanlisis bsqueda del
mismo pero tambin evitacin del displacer. Por ello amor -bsqueda de pla
La palabra materna, por formar parte de una experiencia de in-
cer- y miedo -que impulsa a la fuga de lo considerado peligroso, displacente- tercambios con el nio en el que se-despliegan catexis erticas -pla-
ro son dos principios organizadores del movimiento psquico. cer de rgano- y catexis narcisistas -placer por el reconocimiento del
92 93
yo como deseado-, queda cargada con estas catexis. 2 5 ras, que preservaban la especie. Pero que sexualidad y fuga puedan
Agregado a este placer de or est el hecho de que la aceptacin incluirse dentro de Ja pulsin de vida no borra sus diferencias si se
Liel contenido de lo que la voz materna dice garantiza al nio el amor las ubica sobre el eje placer-displacer.
de aqulla. Esto tiene ms fuerza para que se tienda a aceptar lacre- Vemos as que el. enamoramiento, el yo ideal y la hipocondra,
encia del otro que el hecho mismo de que esa creencia se hayamos- como ejemplo de discursos pasionales, reciben su fuerza de grandes
irado en numerosas oportunidades como la que abre al nil1o el acce- fuerzas pulsionales -amor y evitacin del dolor- cuando fun.cionan
so al dom inio de la realidad, y del placer y gratificacin que este do- dentro del universo simblico de las instituciones.
minio implica. Placer de or, placer del reconocimiento obtenido por Pasemos a otros discursos totalizantes: los desarrollados por
r:nnr:ordrr.r, 7 6 placer del dominio del mundo exterior, todos los cua- el odio melanclico o el odio paranoico. En stos interviene la pul-
ks empt1jan a una creencia sobre el pensamiento, la de que ste exis- sin de agresin cuyas races encontramos tambin en el reino zoo-
te para ser credo . Y si el sujeto entra en conflicto con el otro deja- lgico como instinto que tiende a la preservacin de la propia vida
a de creer en el pensamiento de ste, pero para poder hacerlo ten- aun a despecho de la de los dems. No es necesario ser etlogo y rea-
dr que entregarse a la creencia del propio. Situacin tpica del pa- lizar estudios que no hacen ms que verificar la existencia del instin-
to de agresin, para captar cmo ste organiza la conducta: el ani-
rnnoico.
Y si se necesitase alguna prueba adicional de cmo el pensamien- mal agrede para capturar su presa, para reducirla a fragmentos que
to es algo destinado en principio a ser creido es suficiente mencio- pueda ingerir, o para defenderse. En el acto de agredir para captu-
nar las ideas obsesivas que se le imponen al sujeto, o la angustia que rar la presa se anticipa el placer del momento de la ingestin, el fu-
ocasiona la duda por no pode r satisfacer el deseo de conviccin. turo carga al presente unindose dos conjuntos de representaciones:
Recapitulando los factores que inciden en la gensis de la hipo- la de estar destruyendo y la de estar saboreando el alimento. La fie-
condra, encontramos que sobre una base dada por la filogenia -ins- ra, al tensar sus msculos y preparar sus garras, se relame ante la pre-
tinto de autoconservacin- acta el nivel simblico para incorporar- sencia de la presa, adquiriendo la agresin un plus que le otorga el
lo en el plano de las significaciones, lo que una vez sucedido hace erotismo.
que aqul deje de tener la rigidez y la funcionalidad que lo conserva- Esta posibilidad de articulacin entre agresin y erotismo se man-
ra en el reil10 animal. Dialctica notable en que lo biolgico incide tiene en el nivel de los encadenamientos simblicos en el hombre.
sobre el nivel de las representaciones pero stas a su vez lo organizan Ms an, el juego del significante posibilita que las articulaciones
sean ms complejas. En "Pegan a un nio" y en "El problema econ-
y orientan.
En este sentido la preocupacin freudiana. alrededor de las pulsio- nco del masoquismo" Freud presenta pruebas de cmo el ser agre-
ncs tiene que considerarse no slo como un intento de mostrar la dido, el sufrir pueden ser deseados pues en la fantasa estn ligados a
contin uidad entre el hombre y Jos dems seres vivos sino de tratar de la excitacin sexual, es decir que no es el dolor en s lo que se busca
r.ntender cmo interactan lo biolgico y lo sin1blico. La divisin sino lo que ste arrastra de contrabando. La sexualidad sostiene en
primera que Frcud planteara entre las pulsiones sexuales y de auto- este caso a la agresin. Y cuando se trasciende del nivel de placer de
comcrvtlcin lo dej insatisfecho porque stas abarcaban a las prime- rgano para pasar al del amor al yo -en tanto representacin iluso-
ria del sujeto- este amor podr soportar a la agresin. El odio narci-
2s Picra Aulagnier , /.,a violrncia de la interpretacin, Amorrortu , Buenos Ai- sista del paranoico se nutre del amor a su propia imagen.
res, 19 77 , p. 94. En l se ha creado una articulacin en la que para quererse debe
l 6 El cstlidio de las co ndiciones en que el otro significativo otorga reconoci- hacerlo a costa de triunfar y destruir a otro, sintindose superior y
miento cuando el nio concuerda con l, de las formas en que trata de forzar amndose a s mismo cada vez que ataca mediante su crtica.
la conrordancia, d e la tolerancia a que sta no suceda, etc., podra constituir El melanclico hace igual. Para no sentirse totalffiente malo oina-
1na va prometed ora para adentrarnos en el conocimiento de la relacin que
hay en el s11jcto entre sus pensamientos y los juicios que formula acerca de decuado se escinde y una parte de s con la que desea identificarse
su pensamiento.
en un intento de no tener nada que ver con la parte que .merece la
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.t;.
crtica ataca despiadadamente a sta, crendose la ilusin de que si l cin entre todo y parte-, discurso que encuentra su fuerz a en los
es el que critica es porque resulta diferente de la parte objetada . El principios organizadores gene rales de la conducta que son las pulsio-
melanclico prefiere identificarse con la parte crtica para rescatarse nes, con todo el s~gni fi cado que tiene el trmino Trieb en psicoa-
a s mismo de set el objetado. Ha cado en la trampa de que para nlisis.
amarse debe hacerlo a costa de destruir una parte de s. Lo especfico del discurso totalizante es que Ja creencia o premi-
Se ve as el valor de la articulacin que Freud desc1ibiera al hablar sa que acta com o pun to de partida organiza, moldea, transfo rma
del sadismo, articulacin entre agresin y erotismo que no const itu- los datos de modo qu e pasen a ser miembros de su clase. As, por
ye un problema que corresponda a un cuadro aislado de la patologa, ejempl o, si la cree ncia es de la f01ma "soy tonto", cualquier frase
aun cuando al aparecer a cielo descubierto como manifestacin cl n i- qu e pronuncie el sujeto se considerar tonta. La frase como dalo
'~ .. ca la forma que toma la convierta en paradigma. El sadismo represen- no es co rrelacionada con cri terios que pennitan decidir si es tonta
ta la manera en que erotismo y agresin se articulan en el ser hu- o no , sin o qu e resulta colocada dentro de la clase de frases tontas
mano. Y si el erotismo, como puro placer de rgano, de parte del po rque se ha predicado que es t o nto el sujeto que las pro11unci a.
cuerpo, es continuado por el narcisismo -amor por la representacin Existe un verd adero abuso del pensamiento deductivo en que
unificada del ser- resulta que la agresin se podr sostener sob re el se aniba a creencias que no dependen de la contrastacin c.:on
placer narcisista que produce cuando es significada como te stimo nio ningn parmetro ext erno sino que una vez aceptada una propo-
del poder del yo .2 7 sicin universal co mo verdadera -aun cuando de hecho sea falsa- ,
Esto nos conduce a una consecuencia clnica importante : cada se con cluyen proposiciones q ue se consideran tambin verdade
vez que encontremos una conducta agresiva debemos in ~ errogarn os ras . Si alguie n ha sostenido, por ejemplo , que es malo no exarni
si ello no resulta de que ha quedado soldada en la biografa del suj e- nar cada conducta suya en particular para compararlas con cri-
to a una satisfaccin ergena o narcisista . terios de maldad sino que quedar decidid o que es inadecua da, da-
Si tomamos ahora otro discurso totalizante, el celot pico, obser- funa para otro, y tenni nar por encontrar un aspecto de su c0nJucc-
vamos que en l se entrecruzan una serie de creencias: el objeto de ta que as lo pruebe.
amor es traicionero y prefiere otro que queda convertido en yo El in consciente opera, de manera automtica, con juicios tota-
ideal-rival considerado superior frente al yo del sujeto. les y una vez atrib uida una identidad al sujeto reemplaza es! a iden-
Una vez establecidas estas creencias todo sirve para corroborarlas . ti dad a los fin es del razonam iento por una proposicin de tipo un i-
y cada conducta del objeto de amor lo probara. Pero qu es lo que ve rsal. Ei "soy tonto" -id enti dad- que hemos venido t oman do como
sostiene estas creencias? El temor a perder el objeto de amor, la he- ejemplo, fun ciona co mo equivalente a "toda conducta ma es ton-
rida narcisista de un yo denigrado, el amor por la pro pia imagen, la ta" -premisa universal-.
vigilancia del rival que tiene ecos en la filogenia del que viene a com- Es en este salto en tre el juicio atributivo de identidad y la prrnli -
petir por la comida o la pareja. sa universal que lo reemplaza donde se produce la ruptura del in-
El discurso totalizante es entonces el resultado de un estado de co nsciente con la lgica formal, donde es "irracional". l)orquc:
creencia bsica -como por ejemplo "yo y/ o el otro somos maravi - cuando el inconsciente cree en los juicios de identidad -"soy rna
llosos", "yo y /o el otro no valemos nada" , "yo soy fsicamente vul- lo", "soy enfermo" "el otro es mi enemigo"- y los procesa como
nerable", "yo estoy en peligro", "el otro es un atacante" -, creencia esencias, como premisas universales, es que la paranuia , la hipo-
a partir de la cual se generan otras creencias sobre el yo -equipara- condra, o el sentimiento difuso de culpabilidad pueden ~xi sfo.
Una vez aceptada como verdadera la premisa inicial -la que slo
27 Laean contribuy grandemente a esclarecer la gnesis de la agresin com o el orden ele la pasin puede sostener- el razonamiento pued e
un problema narcisista en momentos en que aqu ella era considerada com o al-
go en s misma. Desde otra perspectiva di stinta Kohut arrib a la mis ma posi-
deslizarse entonces por el camino de la lgica decluctiva.2 a
cin (H. Kohut, "Thoughts on Narcissism and Narci ssistic Rage" , Th e Psycho- 28 Vase en el cap tulo III Ja cu estin de Jos difere ntes tipos de lgica con q\1(
analytic Study o[ Child, 27, pp. 360-400, 1972). fu ncio na el inco nscie nte.
96 en
En el discurso totalizante la o las creencias bsicas arraigadas en Articulacin de subestructuras psicopatolgicas
el inconsciente pueden ser de un orden tan abarcativo que termi-
nan generando la mayor parte de los enunciados que va creando En la construccin del yo ideal, en el enamoramiento, en la megalo-
el psiquismo. Ya no se trata de creencias restringidas del tipo "mi mana, en la melancola, en la paranoia, en la hipocondra, en el pre-
cuerpo puede enfermarse", que intervendran en la gnesis de ml- juicio, encontramos un elemento comn: el discurso totalizante. Pe-
tiples manifestaciones hipocondracas, sino de otras que si la con- ro el hecho de que todos estos cuadros tengan individualidad, se dis-
ciencia fuera capaz de poner en palabras podran tener la forma de tingan los unos de los otros, nos seala que el discurso totalizante es
"algo siniestro va a ocurrir", "estoy en peligro", con lo que la pro- una condicin necesaria pero no suficiente. La melancola y la para-
duccin de enunciados derivados se internar por las reas ms di- noia tienen en comn que alguien es objetado, el enamoramiento y
iwrsas dando Jugar a preocupaciones sobre el futuro econmico, la megalomana que alguien es alabado, la hipocondra que alguien
fsico. mental, matrimonial, etc. O tambin, como hemos visto en es visto en peligro, no siendo pertinente para la descripcin de esta
ciC:'rtas melancolas, creencias del tipo "soy intil", " soy un fraca- estructura la crtica o la alabanza.
sado", que deteffilinan que siempre se llegue a darles un sentido a los O sea que una condicin compartida, en este caso el discurso tota-
1fatos de h experiencia que acaba por corroborar a aqullas. lizante, interviene en estas estructuras psicopatolgicas junto a otros
Desde el punto de vista de cmo funciona el proceso psquico, s- componentes en una articulacin que otorga en cada caso especifici-
te " desde la creencia inconsciente general hasta los derivados parti- dad al cuadro.
culares en la conciencia, pero desde la perspectiva con que el sujeto Por el papel clave que tiene este fenmeno de articulacin de sub-
se representa las cosas cree que por "comprobar" que tiene tal o estructuras para una teora de la psicognesis y de la cura tomaremos
cual fracaso -lo que en realidad es una modalidad de codificar el el caso de la paranoia sensitiva, de la paranoia reivindicativa y de la
acontecimiento- y porque ese fracaso no es aislado2 9 entonces debe melancola a modo de ejemplificacin.
concluir que l mismo es un intil. La conciencia cree ilusoriamente En "Introduccin al narcisismo" Freud, iniciando lo que luego
gue la conclusin general es una consecuencia deducida de los datos desembocara en el concepto de supery, destac la existencia en el
part iculares, un proceso de induccin, cuando en verdad ocurre lo funcionamiento psquico de una actividad especial a la que denomi-
contrario. n "Instancia Crtica". Esta se caracteriza por vigilar las conductas
La re lacin entre las creencias generales y las derivadas que confir- reales o fantaseadas de las personas, comparndolas con un ideal y
man a aqullas produce un discurso reverberante, de ah el nombre estableciendo la medida en que se adecuaran a ste. Lo notable es
de autosostenido con que 10 denominamos ms arriba. que Freud en este trabajo defina la instancia por la funcin que eje-
Hay que diferenciar entre la creencia y la forma en que se proce- cutaba, el criticar. Con ello se encontraba en el mismo canno que
san las creencias derivadas que con ella estn vinculadas. No toda cre- los formalistas rusos, quienes intentando introducir cierto orden en
encia con repercusin afectiva intensa para el sujeto entra en una la clasificacin de los cuentos populares, ante el caos de la diversi-
operatoria del tipo de la del discurso totalizante, siendo ste un caso dad temtica, propusieron cierta opcin metodolgica: detectar las
particular de la forma en que se articulan las representaciones. acciones que desarrollaban en esos cuentos los distintos personajes.
Estas acciones, llamadas funciones, aparecan en cuentos aparente-
mente muy diversos y ejecutadas por personajes que, en un examen
superficial, no parecan tener similitudes. Las acciones que ocurran
?.9 Y no podra dejar de serlo ya que es considerado como tal, construido por en estos cuentos fueron convertidas por Propp3o en el eje clasifica-
un discu rso autosostenido. Si forzados tuviramos que pronunciarnos acerca torio de los mismos, de modo que si varios de ellos tenan las mis-
de ru es una estructura melanclica una vez constit uida, diramos, pese al mas acciones podan entonces quedar abarcados-bajo una misma for-
reduccionismo que implica, que es la articulacin de una red de creencias bsi-
cas de la forma "soy un intil", "soy un fracaso", "nada saldr bien" y una
opera toria dominada por el discurso totalizante.
3o V. Propp, Morfologa del cuento, Juan Goyanarte, Buenos Aires, 1972.
98 l 99
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ma. El procedimiento evolucion hasta llegar a ser el anlisis narra- Comprendidas de esta manera ciertas fonnas de paranoia y de me-
tivo del discurso, que mostrando la unidad de las diferencias ha sig- lancola -aqullas en las que el autoneproche es lo prominente-, se
nificado un aporte notable en las llamadas ciencias del hombre. 31 nos muestran no como entidades separadas sino como vmiantes de
Esta metodologia puede aplicarse al estudio de algunos cuadros una misma estructura, con un elemento bsico en comn, un sujern
~.~ psicopatolgicos, como Ja paranoia reivindicativa, la paranoia sensi- de Ja enunciacin criticante y un elemento diferencial, qtJe ts d ob
tiva y ciertas fonnas de melancola. 3 2 Tomemos, para iniciar Ja jeto que resulta blanco de la crtica. 3 3
comparacin, la crtica que se formula en Ja paranoia reinvidicativa. Que el elemento bsico es Ja funcin crtica se prueba porqut.0 ~1
Se caracteriza porque el sujeto que la fonnula, llamrnoslo siguiendo la melancola hay elementos de insatisfaccin con el objeto, en ,1ue
a los lingistas el sujeto de la enunciacin, toma sistemticamente la abundan los reproches amargos contra ste, aun en el contenido '"rn
representacin de otro como aqulla de la que habla crticamente. nifiesto. A su vez en la paranoia no es difcil detectar el discurso au
En el texto del discurso el otro aparece criticado. tocrtico relegado al inconsciente. Ms an , lo que se ha llamado for-
ma mixta, frecuente en Ja edad involutiva, lejos de ser una allurna:
es la manifestacin abierta de la unidad existente.
En verdad se podra considerar la melancola y la paranoia como
las ctistalizaciones en uno de los polos de lo que frecue ntemente es
Sujeto de la un movimiento oscilatorio. Esto puede suceder cada vez que el suje-
critica a ~ Otro
enunciacin to sienta su narcisismo cuestionado, tomando defensivamente al otro
.... externo como blanco de la crtica. Inclusive si la tendencia es a atri
buir al exterior cualquier malestar -recordemos en Freud el yo de
{i,. placer- bastar que esto ocurra para que alguien sea objetado ; al
otro se lo considera malo porque el sujeto sufre.
Veamos ahora el autorreproche melanclico. El sujeto de la enun- A diferencia de la paranoia, cuando el sujeto no soporta critica
ciacin toma la representacin de s mismo para hablar crticamente al objeto externo, por culpa o temor, podr ejercer su crtica w11-
de ella. En el texto del discurso el criticado es el propio yo. sigo-mismo. Existen personas en quienes desde su edad ms ternpra
na sus padres narcisistas les creaban culpa a travs del sufrimiento
y dolor que mostraban al menor atisbo de crtica a la que poda11
ser sometidos, de modo tal que el sujeto vio coartada su posibilidad
de objetar a su otro significativo. Si adems a esta misma situacin
Sujeto de la yo de psicognesis se le suma la identificacin con una figu ra melanc
critica al =S>
enunciacin lica, se llega a un predominio de la tendencia a dirigir la crtica con-
tra s mismo.
Pasemos ahora a la paranoia sensitiva, el llamado delliio sensitivo
de autorreferencia de Kretschmer, en que el individuo cree constan-
temente que otro lo est criticando, hasta el punto de suponer que
31 J. Courtes, Introduction d la smiotique narrative et discursii'e, Hachette,
Pars, 1976. 33 Este juego de las permutaciones del que recibe la agresin lo mt1estrn Freuo
C. Bremond, Logique du rcit, du Seuil, Pars,1973. en "Pegan a un nio", as como antes le haba servido para explicar la horno
32 Paul Weiss ya haba sealado la relacin entre melancola y paranoia, y en sexualidad, en que las representaciones del sujeto, de su madre y del semejan-
"Duelo y melancola" Freud entendi el autorreproche como un reproche diri- te intercambiaban sus posiciones ("Tres ensayos para una teora sexuai", St.
gido al objeto introyectado. Ed., vol. VII, p. 144, nota).
100 li)i
la radio, la televisin, los diarios, se refieren a l. Esquemticamente ternalizacin: el yo es criticado, el sujeto sabe que se est criticando
la representacin que se hace el sujeto es:
y cree que esta crtica es compartida por los dems.
El mecanismo del delirio de autorreferencia no puede entenderse
1----::-1 critica al yo
simplemente como proyeccin defensiva. Se halla ms bien en el or-
den de la identificacin especular: el otro y el sujeto vistos a imagen
1-~--~~uv-J
y semejanza realizan la misma accin. En la proyeccin, sea sta la
__ . descripta por Freud o la llamada identificacin proyectiva de la teo-
ra kleiniana, la lgica es de disyuncin excluyente: lo que es del
En "Introduccin al narcisismo" Freud explic la creencia de otro no es mo. En la identificacin especular la lgica es de conjun-
que se es criticado como una transposicin al exterior de la crtica cin, yo y el otro. Esto es lo que se desprende de la explicacin que
quf el propio sujeto se formula inconscientemente (St. Ed., vol. da Freud en "Introduccin al narcisismo" acerca del' delirio de ser
)(JV, p. 95).
vigilado, que es una de las variantes del delirio sensitivo de autorre-
En el delirio sensitivo de autorreferencia la transformacin en la ferencia. Freud relaciona estas creencias delirantes con el hecho de
conciencia de lo que sucede en el inconsciente no tiene lugar en el yo que el individuo observado por su propia instancia crtica regresa a
sobre el que recae la crtica, ya que se contina hablando del yo del la etapa en que sta se form a partir de las voces de Jos padres, y si
sujeto. Lo que sucede es que el sujeto de la enunciacin, como sujeto se tiene en cuenta que la instancia crtica se origina en la teora freu-
que habla cliticando, pasa a tener un lugar en el enunciado, es repre- diana por identificacin, resulta que esta equiparacin entre lo exter-
scntado,J 4 aunque atribuyndoselo a otro. no y lo interno es la condicin de posibilidad del delirio sensitivo.
El enunciado inconsciente es del tipo "yo soy malo", no apare- Recapitulando lo planteado tenemos que la exacerbacin de la
ciendo explicitado el sujeto de la enunciacin. El sujeto escucha ese funcin crtica cuando se articula con mecanismos proyectivos pro-
enunciado y lo atribuye a un enunciante exterior. Por qu? Se po- duce la paranoia reivindicativa, cuando lo hace con la identificacin
dra pensar que al no tolerar la crtica, para poder oponerse a ella ne- especular, el delirio sensitivo de autorreferencia, cuando existe ten-
cesita externalizar el conflicto. 3 5 Sera en este sentido similar a la dencia a volcarse sobre el propio sujeto surge la melancola autorre-
paranoia re invitlicativa: lo n'o aceptado es adjudicado al exterior. prochante.
Pero en el caso de la paranoia reivindicativa el beneficio es eviden- Si recordamos ahora lo que hemos expuesto a propsito del dis-
te. ya que el sujeto pasa a ser bueno y el otro se convierte en el malo, curso totalizante vemos que la paranoia, Ja melancola y el delirio
con la consiguiente satisfaccin narcisista. . sensitivo de autorreferencia c;omparten el tener esta forma discursi-
En la paranoia sensitiva el sujeto continuar siendo criticado, pero va y tambin una exacerbacin de la funcin crtica. El yo ideal, el
:f
ahora lo es desde el exterior. Su narcisismo no se beneficia ni siquie- enamoramiento, la megalomana se producen tambin por un discur-
ra por el recurso que le queda de considerar que la crtica es injusta. so totalizante pero con disminucin o hasta abolicin de las crti-
Ms an, en muchos casos sucede algo que descarta totalmente la po- cas, que son reemplazadas por la admiracin. Pero es ms interesan-
sibilidad de pensar que la adjudicacin al exterior del sujeto que te an la hipocondra en que la funcin crtica no es pertinente para ' 1
cnunc:ia la crtica sea una maniobra defensiva: el sujeto, al aceptar la caracterizacin de la estructura -no juega ni a favor ni en contra- y
que hizo algo mal, cree que los dems se refieren continuamente a aun perteneciendo al discurso totalizante su problemtica no es es-
ello Ac ya no hay nada que alcance a ser rechazado mediante la ex- trictamente del orden de la autoestima. 3 6
36 Creemos que aun en el caso de que forzando los datos se apelase a ver en la
34 E~to a su vez. determina, aunque no es esencial para nuestra argumentacin, hipocondra la proyeccin de la hostilidad en un perseguidor que luego se lo-
un nuevo sujeto de la enunciacin que no est representado en el enunciado, calizara ert los rganos, se tendra que postular tal cantidad de operaciones
que es aquel qu e habla de cmo alguien habla. transformadoras que igual se mantendra una diferencia con los cuadros de la
.i:; En el sentido en que Anna Frcud utiliza el trmino cxtcrnalizar. melancola, de la paranoia y del delirio sensitivo.
103
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102 ~
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Todo esto nos muestra que en la organizacin de una estructura Por ello resulta tan objetable y hasta ingenua la tentativa di:;
psicopatolgca intervienen distintos eslabones que en su articula- Abraham, cuya influencia se extiende hasta la actualidad , de reacio
cin determinan esa combinatoria particular que es delimitada como nar la gnesis de las estructuras psicopatolgicas con las etapas evolu-
unidad psicopatolgica. Una analoga que nos parece adecuada es tivas de la libido.3 s En el caso de la melancola y la paranoia, cuyas
comparar la estructura psicopatolgica con los diferentes tipos de analogas hemos examinado , por qu ubicar la primera en la i'asr:
, frases de una lengua: hay frases que son interrogaciones, otras nega- oral y la segunda en la anal expulsiva? Por la mera metfora dt qu
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.~.;. ciones, o afmaciones. Pero en todos estos tipos de forma encontra- proyectar es expul~ar? Entonces tambin la fobia en que se proyec[;.
mos que el verbo puede estar en gerundio, tener la forma de la voz ran impulsos indeseados sera anal. O es que sera uretral poi"que
pasiva o activa, haber o no adjetivos, y hasta poseer las frases la mis- por esta parte anatmica tambin se expulsa algo? Pero en este ..:a.. 0
ma temtica. En sntesis: las frases son combinaciones de ladrillos no sera legtimo considerar que la regurgitacin y el eructo qut W
que aporta la lengua, y la lingstica generativa, en cualquiera de sus do lactante tiene contribuye a la proyeccin, con lo cual 110 tiab1ia
variantes, ha probado cmo en la construccin de las frases se van que rastrear la paranoia en la historia vomitadora de la infancia'! los
combinanando unidades -transformaciones gramaticales, elementos absurdos a que conduce atribuir a la fijacin en las etapas libdirni.les
semnticos, etc.- hasta producir una frase final. la causa de la eleccin de neurosis nos muestran la insuficiencia de es-
Si esto sucede con respecto a cada estructura psicopatolgica ta concepcin.
-una unidad construida tericamente alrededor de determinados Con todo, nuestra objecin no est orientada centralmente arn
ejes de pertenencia-, igual pasa con la combinacin en una persona de correlacin entre etapas de la libido y tipos de neurosis , o a lo~ t:xc;,: -
diferentes estructuras psicopatolgicas: se puede ser histrico y me- sos a los que se llega por el uso indiscriminado de la metaforizaciul
lanclico o manaco, tener ncleos histricos y obsesivos, etctera. de la teora -en un enloquecido deslizamiento del sentido de la causa
Si nos detenemos en esta demostracin de la articulacin de sub- lidad- sino a cualquier intento simplificante de hacer generar lo corn
estructuras para la composicin de las entidades psicopatolgicas es plejo a partir de un nico determinante. Creemos que planteas corno
~
~.
porque ello resulta decisivo para orientarnos en una teora de la g- el de que la neurosis obsesiva es causada por el deseo de muertt caen
ji;
nesis y de la cura. dentro de este cuestiona.miento , como si esta estruct ura psicopatol
Cuando se leen los historiales freudianos no puede menos que gica que se caracteriza por mecanismos especficos dependiese de lo
saltar a la vista cmo en todos ellos se recorren minuciosamente las que en definitiva es una temtica.
condiciones que en su articulacin van creando un sntoma especfi- Incluso un intento mejor encaminado, que desecha que la temti
co. Nada surge por un solo acontecimiento o mecanismo, sino que ca de por s sea patognomnica de un cuadro, como la posicin dt'
es el resultado de la confluencia de elementos de la historia que se Lacan cuando sostiene "es que ninguna formacin imaginaria es es
van modificando unos a otros. El principio de retroaccin, por ejem- pecfica, ninguna es determinante ni en la estructura ni en la di.Hl!u
plo, ilustra paradigmticamente esta concepcin freudiana: un acon- ca de un proceso", 3 9 llega sin embargo a buscar en un mecanismo b
tecimiento posterior re significa al anterior, pero ste a su vez otorga
un sentido al que cronolgicamente le sigui. Siempre el encuentro
de circunstancias, algunas por la necesidad de la estructura, otras por
natismo que profesa su autor al que se le opone Piaget. Ambas eorfas :mn
azar pero que alcanzan un sentido en sta, y a la que transforman en constructlvistas si se las entiende no en el sentido cronolgico sioo en la co111-
otra estructura, es lo que crea una resultante. Por ello la reconstruc- binatoria de elementos. Ver: Thories du langage. Theries de l'apre11tfrsu1;.c
cin histrica freudiana guarda cierta analoga con la que se halla en Le Dbat entre J. Piaget et N. Chomsky, du Seuil, Pars, 1979.
la lingstica generativa o en el constructivismo de Piaget: algo se 3B Vase la crtica que a esta concepcin hace Emilce Dio de l:lleichm~r ~
construye por articulacin de subestructuras.37 La depresin. Un estudio psicoanaltico.
39 J. Lacan, "De una cuestin preliminar a todo tratamiento posibk rk l<> psi
37 No deja de ser interesante que la gramtica chomskyana no requiera el in- .cosis", Ecrits, du Seuil , Pars, 1966, p. 546 .
104 10)
sico, Ja forclusin, la causacin de la psicosis. Dejando de lado lo po- produca cuando se encontraban presentes dos condiciones, la es-
co que se ha progresado, a pesar de lo mucho que se ha mencionado tructura criticante de personalidad y la tendencia a convertir al pro-
el concep to de forclusin , hacia una mayor clarificacin de lo que pio sujeto en el blanco de los ataques crticos. A partir del auto-
hace ya un cuarto de siglo se plante en trminos de ensayo tentati- rreproche son posibles diferentes tipos de articulacin con otras sub-
vo, queda la cuestin ms importante an: es posible considerar estructuras. El sujeto podr reaccionar al autorreproche de manera
que en el delirio sistemtico de la locura razonante deductiva del pa- variada, y si decimos reaccionar es porque damos a esta expresin su
rano\co, la alucinacin del esquizofrnico, la inmovilidad de la cata- sentido ms literal: en el psiquismo hay un verdadero sucederse de
to11a, para tomar slo algunos casos, por el hecho de que la psiquia- fenmenos unos a otros, un encadenamiento causal, en que una re-
tra clsica las haya unido todas ellas bajo la categora hiperabarca- presentacin acta provocando una respuesta de igual manera que
t1va de psicosis, se encuentra el mismo mecanismo generado r? Es una frase dicha a alguien por otro es capaz de generar efectos. La
que acas0 con el t rmino psicosis se designa una entidad existente persona siempre escindida reacciona a su propio discurso : podr
como tal en lo real y no una forma de agrupar, de clasificar, y no aceptar la crtica y someterse, en cuyo caso es dable que se deprima,
ptirck s11cedcr tal vez como en tantas otras categoras que a medi- se sienta desesperanzada, experimente tristeza, llore. 41 Pero ante el
da que progresa el conocimiento se muestran arbitrarias? autorreproche la reaccin del sujeto podr ser de rechazo violento,
\>ero aun cuando digamos que s, que la psiquiatra descubri de rabia, como si hubiera sido ofendido por un tercero . La ira puede
un::i unidad en lo real, no obligara la diversidad de esa entidad incrementar el autorreproche en un verdadero circuito realimenta-
a buscar mecanismos que justifiquen en un caso la existencia de dor. Es lo que se ve en los sujetos que ante un error se autorrepro-
trastornos como la alucinacin y en otros del tipo de la locura ra- chan, sienten la rabia del narcisismo lastimado, lo que los lleva a
zonante? atacarse ms violentamente, con mayor disminucin de su autoesti- ,_.
tic11J acin de procesos no es una falla exclusiva de algunas corrien- tar las demandas de la realidad, lo cual si se articula con una con- .
ies de\ psicoanlisis. Los interaccionalistas de Palo Alto tambin cepcin del mundo considerado peligroso podr desembocar en ver-
creyeron posible hacer surgir la esquizofrenia a partir de una condi- daderos cuadros de neurosis fbicas, en los que lo dominante ya no
cin . el double bind. 4 o es la depresin sino la angustia frente al peligro .
Por otra parte, y aun cuando nos salgamos del terreno de la psi- Si el autorreproche ocurre en alguien con disposicin para la con- {
cognesi~, la polmica en biologa entre creacionismo y evolucio- versin histrica sta podr efectivizarse como una modalidad defen- f
nismo era ta mb in en su base la opcin entre la creencia en un acto siva. Ante el sentimiento depresivo de desvalorizacin, la conversin
(mico crcadur por u n lado y un constructivismo por interaccin de atrae la atencin del sujeto , le crea una cortina de humo, al mismo
procesos por el otro. Como vemos, reaparecen en campos restringi- tiempo que lo provee del beneficio secundario de la preocupacin
dos y especficos verdaderas concepciones generales, formas de or- de los dems. /
ganizar Ja realidad, las que a su vez en su gnesis, para ser coheren- 41 Recordemos qu e en nuestro libro sobre la depresin planteamos que el llan j
tes y no caer en ideas-esencias eternas, fueron tambin el resultado to no es el concomitante obligado de la tristeza, su manifestacin exterior, si-
de un proceso de desarrollo de las ideas. no una conducta con significacin propia. Su funcin no es la mera descarga
de tensin sino que muchas veces es llamado de la cra al otro que podra ali-
Volvamos para ilustrar el papel de la articulacin de subestructu- '
ras a la melancola autorreprochante. Habamos establecido que se
viar el dolor. En el nivel humano el llanto es rpidamente instrumentado y pa-
sa a ser mensaje intersubjetivo, habiendo algunas persnas adquirido la moda- ~~
4 n Resulta obvio que nuestra objecin no est dirigida a los conceptos.de for- lidad de solicitar el amor del objeto externo a travs de l en aquellas circuns-
cl11s.i6ra <t de double-hind sino a las excesivas potencialidades generadoras que tancias en que ellos mismos no son capaces de quererse al verse distintos de su
se les a tribuyeron en la psicognesis. ideal. ~:
.,,
. Cmo abordar entonces el estudio de la gnesis de las estructuras taje de una estructura arquitectnica: existen puntos que sm1 sopot-
psicopatolgicas? En primer lugar resulta indispensable construirlas tes de la estructura y en los cuales la modificacin inlpbca una te -
tericamente, es decir, establecer con claridad cules son los parme- percusin sobre el conjunto.
tros que las definen. Si se pudo escribir un libro con el ttul~ de Histe-
'~:~ ria, la neurosis elusiva, que en buena parte se dedica a sealar la di
versidad de las llamadas conductas histricas, la variedad del concep-
;"; to, sus lmites imprecisos, es porque ms que una construccin teri- Aspiraciones nru:ci ~istas
"
e~ ca es una denominacin impresionista que se define por su aplica-
A cin.4 2
Si un embrilogo tuviera una categora nebulosa para describir
Todo sujeto se ubica ante otro con la expectativa de cmo debe ac
tuar ste frente a l, expectativa dentro de la cual el anhelo de, eci-
una masa de tejidos en formacin, categora tan amplia que abarcara bir reconocimiento narcisista es central.
msculo, nervio, intestino, cabello, lo que acabara por decir es que El deseo de ser alguien para otro, de ser deseado , que constii.uyl'
ese tejido se forma cuando se unen el vulo y el espermatozoide. Si desde el comienzo al sujeto, queda enclavado en el inconscienie co-
en cambio su categora se restringe a msculo y dentro de ste pien- mo una escena fantaseada en la que el sujeto aparece recibiendo la
sa en actorniosina, por ejemplo, podr estudiar las condiciones que admiracin de los otros. A veces esta escena se abre camino en 1a
rodean el surgimiento de esta substancia. Algo similar pasa en psico- conciencia bajo la forma de sueos diurnos, cuya temtica predomi-
patologa: si logramos delimitar los elementos bsicos que permiten nante es precisamente la aceptacin de la grandeza del sujeto pot
caracterizar una entidad clnica seremos capaces de orientarnos ha- parte de los dems. En este mismo orden de cosas el psictico que st
cia las condiciones de gnesis de los distintos eslabones que inter- pasea en pleno acceso de megalomana con los ojos brillantes y el
vienen en la misma, hacia su forma de articulacin, hacia las razo- p01ie orgulloso mantiene su identidad deseada ante un entorno qu<:
nes de esa combinatoria particular que la caracteriza. l supone se le est convalidando . El exhibicionista neurtico recreii
~~ el escenario de su fantasa asignando al espectador el lugar del que
i debe aplaudir y forzndolo a que desempee.este rol. 43
Reestrncturacin psicolgica As como el deseo ertico queda en la biografa de todo sujeto fi-
jado a determinados tipos de objeto, fijacin del deseo que ser cons-
Si las estructuras psicopatolgicas se forman por la articulacin de tituyente esencial de su ser, de igual manera la modalidad que adop
diversas subestructuras, articulacin que no siempre implica que una t e el deseo de reconocimiento pasar a constituir una caracterstica
sea consecuencia de la otra dado que pueden tener gnesis indepen- especfica del sujeto. Verdadero anclaje del deseo que ai adquirir d
dientes, resulta evidente que cualquier plan de modificacin de una papel de una estructura intrapsquica regula la captacin del otro y
estructura psicopatolgica compleja tiene que apuntar a los eslabo- su relacin con ste.
nes que la integran. Por otra parte, el hecho de que las distintas sub- Si el psicoanlisis puede ofrecer un aporte a la consuccin de
estructuras hayan tenido una gnesis diferente no significa que una una tipologa de la personalidad normal y patolgica es porque sf
vez articuladas en una combinatoria determinada no entren en una
relacin jerrquica entre s. Esta articulacin jerrquica de las subes- 43 Que uno de los valores funcionales que cumplen las personas y las coss e>
tructuras tiene una consecuencia fundamental para el diseo terapu- el de estar destinadas a que se hable de ellas, lo demuestran claramente derrn'
tico. En efecto, podemos imaginar la modificacin de una entidad reuniones de hombres en que las mujeres sirven para que se diga11 cosas >vbic
psicopatolgica como una tarea semejante a la que sera el desmon- ellas, lo que permite ubicar entre s a los interlocutores. Buena paste de Jo que
se dice tiene por finalidad ubicar al loc utor en una determinada posiciu >illllc
lada de manera narcisista frente al oyente. Es la funcin exhibicionist;, el
42 Alan Krohn, "Hysteria: The Elusive Neurosis", .en Psychological Issues, vol. lenguaje por la cual se adquiere una determinada identidad frente al oyente.
XII, N 1/2, International Universities Press, 1978. Cada mensaje es una propuesta aJ otro de la identidad del locutor.
108 l9
conce ptos son inherentes a una dimensin del sujeto que trasciende te queja manifiesta de que nada les interesa, que no saben cul es su
las mera s etiquetas clsicas. Hacer pasar por el sujeto las distintas ca- vocacin o inters constituye la forma con que su conciencia se re
iegoras psicoanalticas posibilita un perfil por un lado pluridimen- presenta la insatisfaccin de no estar ubicado como yo ideal. Lo en-
sional y por el otro que posea el grado de articulacin que tienen en- gaoso y desviante de la conciencia es que en ella se busca algo espe-
tre s los distintos conceptos de la teora psicoanaltica. Desde esta cfico que presuntamente sera la verdadera vocacin del sujeto -y
perspectiva los conceptos del yo ideal y del ideal del yo sirven pa- cuntos anlisis no han comenzado con este deseo del sujeto de sa-
ra delimitar qu tipos de demanda de reconocimiento podemos en- ber qu es lo que le gustara ser-, cuando en verdad no se trata de
contrar en un sujeto. Sin pretender para nada una clasificacin una actividad u otra sino de una posicin, la de yo ideal, a la que se
exJ1austiva sino ms bien apuntar a un esbozo, sealaremos los si- aspira. Debido a que cualquier actividad elegida, al poco tiempo no
g-uientes deseos de reconocimiento narcisista: brinda la satisfaccin del anhelo narcisista de ser un yo ideal,el sujeto
sin saber nada de este anhelo llega a la conclusin de que la actividad
no le gusta . Si el sujeto estuviera en condiciones de plantearse clara-
A) Deseo de ser reconoc_ido como un yo ideal nico mente el problema se dira: "la profesin que quiero tener es la de ...
yo ideal" . Y como para su desgracia tal profesin no existe la bs-
El sujeto reclama ser admirado en todos y cada uno de los rasgos y queda resulta vana. El sujeto puede llegar a entusiasmarse con una
que se lo considere ubicado en el grado mximo de perfeccin , co- actividad para luego abandonarla y reemplazarla por otra en un ince~
mo el nico, sin que el objeto externo dirij a su mirada de recono- sante encadenamiento de ilusin, desilusin y nueva ilusin. En cada
cimiento a nadie ms . Se establece una relacin tirnica, intentndo- oportunidad la actividad emprendida aparece atractiva pues promete
se cont inuamente forzar al otro a brindar su admiracin incondicio- convertir al sujeto en un yo ideal. Cuando la prctica de la actividad
nal mediante el control sobre sus actos o pensamiento s. El otro no no lo ubica en ese lugar se siente como si en realidad hubiera sido ~
debe tener un juicio independiente y mucho menos acercarse a un desplazado de aquella posicin, ya que se puede perder lo que nunca t
tercero o pe mtitir que ste influya en l. Son los celos posesivos cu- se tuvo si se lo crey alcanzable. ~
yo contenido va ms all de la sexualidad. El narcisista de este tipo El anhelo de ser un yo ideal no es fcilmente formulable para el 1:
~
irata de crear una unidad cerrada en que no exista nadie ms que l sujeto pues no se refiere a nada concreto en particular que se pueda
tener o ser, sino a la posibilidad de recibir la admiracin incondi- <
y su admirador obligado, saboteando cualquier intento de apertura, !
tle ampliacin de las relaciones, en las que ve constantemente un peli- cional de otro o del supery. Admiracin que debe ocurrir sea cual
fuere el atributo o la conducta del sujeto, debindose mantener ms '
gro. ' ..
Si hemos calificado al deseo que estamos describiendo como el all de cualquier circunstancia."
de ser un yo ideal nico es porque al suje to no le basta con consti- El sujeto puede crecer en la creencia de ser o tener algo determi- Yt
tuir un yo ideal, debe serlo con exclusividad. La lgica que impera nado porque se halla preso de la ilusin de que de ese modo conse-
'
es la de la disy uncin excluyente: "o yo o el otro". guira la incondicionalidad del otro. Toda su vida perseguir objeti-
'{
La apelacin a la lealtad es en estos casos la racionalizacin que vos en la creencia de que si se alcanzasen se podra decir de su yo ~
~
narc isista contra el admirador que se niega a cumplir con el rol asig-
nado. Y si el narcisista fracasa a pesar de este ltimo .intento deses- que. resulta imposible es que el supery o el ot ro profesen una ad-
perado cae en la apata, el aburrimiento, la depresin. miracin incondicional constante y para cualqyier atributo del su- '
~
jeto del que pudiera t ratarse . Si el sujeto aspira a ser un yo ideal ,; .;.
La aspiracin frustrada de ser un yo ideal se h alla en la base de la
falta de inters, de esa dificultad de entusiasmarse con las cosas y las siempre habr una brecha cuya anulacin ser efmera aun en el ~ '
persona s en que transcurre Ja vida de muchos sujetos. La tan frecue n- caso de producirse ocasionalmente la exaltacin narcisista.
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Si el deseo es metonmico -se desplaza incesantemente de un ob- C)Deseo de ser reconocido como la personificacin del ideal del yo
jeto a otro- es porque lo que se a,nhela . no es una cosa en particular
:'" sino ser un y o ideal. Lo que no puede obtenerse es la admiracin in- Al establecer la diferencia entre el yo ideal y el ideal de yo haba-
;r condicional del otro o del supery, por lo que cuando se la pierde se mos descripto la personificacin del ideal del yo como la encarna
J intentar recuperarla vanamente mediante la obt encin de un nuevo cin en un sujeto de un atributo de mxima perfeccin , pero sin qm.
,;;, ese grado de perfeccin se extendiera a los otros atributos, es dtci.l
. j' objeto o de determinado atributo personal .
Por lo t anto no resulta necesario apelar a una cualidad del deseo al yo como unidad totalizan te. Cuando el deseo es de ser la personi-
.," de tipo ontolgico, supuesta esencia que lo hara imposible de reali- ficacin del ideal del yo, y por lo tanto recibir la admiracin en d
.{ ~
zar por no se sabe bien qu misteriosa razn . Si la clnica advierte rasgo intelectual, moral o fsico que es el valo1izado para d sujeio ,
t que siempre hay un ms all en el deseo, un resto com o se suele de- los otros rasgos pueden no ser tenidos en cuenta para ht demand,,
'
.+ cir, resulta imperioso para no caer en la metafsica explicar especfi- de reconocimiento. Esto es lo que pasa con aquellos que tienen cu-
camente a qu se debe . Nosotros, al hacerlo , intentamos por lo me- mo anhelo ser la personificacin del yo ideal en un rea espec fica,
nos abrir un camino, estando ms interesados en la form a de abordar anhelo que domina todo el campo de sus aspiraciones en forma mo
el problema -destierro de las esencias- que en la solucin aportada. noplica. La meta soada se mantiene y enva a un segundo plano
Parte importante de la llamada angustia existencial se revela en- cualquier otro logro que pudiera contribuir a, la autoestima. Slo
tonces como de naturaleza narcisista. interesa encamar ese ideal en particular, y la vulnerabilidad iiarci
El anhelo de ser un yo ideal existe en todo sujeto, pero en lo que sista es grande pues estas personas no estn en condiciones de lo-
grar compensaciones con otras satisfacciones narcisistas, las qut:
.. se vara es en la medida en que ese anh!!lo domina la vida mental.
Con el deseo de ser un yo ideal sucede igual que con el deseo er- no son vividas como tales .
tico : no hay nadie que escape a l, pero el grado de fijacin, la moda- Si la satisfaccin narcisista en el rea del ideal que es el impo1t<u1
lidad del vnculo, el nivel de represin, el de sublimacin cambian t e para el sujeto resulta alcanzable, su narcisismo se hallar tan col-
,.
,,. . \" mado que podr aceptar incluso con humor no ser perfecto en otros
;, de un sujeto a otro.
Ahora bien, cmo aparece en la vida cotidiana o en la clnica es- 'aspect os de su personalidad . Pero guay! de que se toque el rasgo
te deseo insaciable de ser un yo ideal nico ? Produce un sujeto que idealizado en el que descansa toda la autoestima.
no encuentra paz al no poder mantener en los diferent es mb ito s en
que transcurre la complejidad de la vida social la admiracin incon-
dicional del otro o del supery. D) Deseo de ser .alguien que goce del reconocimie1trO narcisisla del
otro sin aspirar a constituir un modelo de pe1fecci11 global o
parcial
B) Deseo de ser reconocido como un yo ideal
Mientras la aspiracin narcisista en la categora a) es insosteniblt y
Aqu tambin el sujeto desea que se lo vea como la suma de to das las est condenada al fracaso, salvo que se encuentre un partenai.re psi
perfecciones pero a diferencia de la categora anterior no aspira a po- ctico, la satisfaccin que se puede alcanzar en la categora b) ~'
seer esta cualidad con exclusividad. Incluso en ocasiones es su pe1ie- mantiene mientras subsista la fusin con el grupo idealizad u. b1
nencia a un grupo que constituye un yo ideal lo que permite otor- c) la satisfaccin narcisista depender del balance entre las aspirn
garle ese carcter. Estamos en el terreno de la megalomana familiar, ciones y las posibilidades, ya que para aquellos seres dotados ch
de la raza superio r, del pueblo elegido . cualidades especiales -artistas, intelectuales, brillantes polticos li
hombres de negocios exitosos- el equilib1io narcisista ts alcanzable
en algunos momentos o en perodos prolongados. Pero para la cno1-
me mayora de los seres el nico balance narcisista posible es el cL
112 3
do en ll categora d) . que, al igual que la experiencia de satisfaccin de la necesidad, cons-
Cmndo decimos que alguien puede t ener como aspiracin narci- tituir un punto de fijacin , una memoria que atraer constantemen-
si~ta la de las categoras b ), c ), d), esto no implica que en algn gra- te el deseo de repeticin. La conviccin profunda de ser un yo ideal
cto no posea tambin el anhelo de recibir el reconocimiento narcisis- se denuncia por el aiie de superioridad, de desdn, y en especial por-
a de ser un yo ideal nico. Este ser menos intenso en algunos suje- que el sujeto da por descontado que la actitud del otro debe ser la
tos, no dominar su vida emocional, pero se encontrar siempre pre- del que se encuentra frente a un sujeto digno de toda admiracin.
sente. En verdad le parece tan obvia que sta se produzca que se sorprende
Ahora bien, cules son las causas determinantes de que en un su- hasta la ira si no tiene lugar.
jfto se haya estructurado uno u otro tipo de deseo narcisista? En Pero para que la identificacin con el yo ideal tenga estabilidad
Jrimer lugar depender de la identificacin con el modelo de aspi- no basta con que los padres hayan visto como tal al nio, sino que
acin n~. rcisista que tuvo su otro significativo. Los padres que han resulta indispensable que ellos mismos hayan ocupado ese lugar de
reclamado que se les brinde admiracin incondicional ensearn que privilegio para el entorno. Generalmente se insiste en la prdida de la
1~sta es la que se debe esperar de los dems. Es que la t rasmisin po r identificacin con el yo ideal que ocurre cuando un nio comienza a
medio de la identificacin de una manera de ser incluye tambin la ser objeto de las crticas y exigencias en el perodo preedpico, o
cpresentacin que el modelo tiene de l mun do y sus expectativas cuando se siente relegado en el perodo edpico ante uno de sus pro-
frente a ste. El sujeto por tomar del mode lo ide ntificatorio su for- genitores, pero se descuida que una mayor prdida an de omni-
ma de actuar, de pensar, de sentir, incorpora el tipo de vnculo que potencia tiene lugar cuando descubre la posicin que los padres
:1qul tiene y aspira a tener con los otros. tienen para los otros. El hecho de que el nio sea "hijo de otro"
Pasemos ahora a un segundo aspecto que incide en la gnesis del hace que se le t raslade Ja valoracin que ste posee ante la mira-
tipo de aspiracin narcisista. Los padres no slo reclaman la admira-
da de un tercero . El trauma narcisista que sobreviene cuando el ..
.(
1n del hijo sino que a su vez se la ofrecen o retacean, y depender nio ve a sus padres, hasta ese momento omnipotentes, inclinarse
<lr las condiciones que pongan para otorgrsela que el suj eto aspire :l
ante un tercero deja una huella profunda en su psiquismo. Hay
o no a ser un yo ideal. Si el otro s lo lo acepta cuan do es perfecto , el otra castracin adems de la que ocurre ante las figuras edpi- \
ITil.'jOr de todos, se generar la aspiracin de serlo como nica posibi- cas: la que sobreviene al sujeto cuando se da cuenta de que sus pa "'
lid;d de rete ner su amor. Cuanto ms condicional e inestable sea la dres a su vez dependen de los dems y no son los mejores o los
crlmiracin del otro significativo tanto mayor ser la depen dencia del que mandan. Es la castracin social. ~
~1~
qqeto y su deseo de que no se produzca el menor apartamiento de Ja Al crearse en el suj eto una doble representacin de s -1a que le
perfeccin para no exponerse al trauma narcisista del rechazo . otorgan los padres tempranamente al idealizarlo y la que adquie-
t~
Mientras la admiracin incondicional de los padres crea la convic- re despus por identificacin con stos mirados desde un terce- ~~:
rin de que se es en verdad un yo ideal Ja crtica reiterada lo que ha-
ce es promover la representacin del yo ideal como U!l modelo al que
~e aspira a ser. La diferencia entre estas dos condiciones de psicogne -
ro- se detennina una escisin bsica del yo, similar a la que sea-
lara Freud por primera vez al referirse al complejo de castracin.
No se trata solamente de una oposicin entre representacin cons-
,
;!
;~
-~
~
r
~is es la siguiente: la primera es la vivida por el suj eto que se identifi- ciente e inconsciente. Tanto en uno como en otro estrato del fun-
0 primariamente con el yo ideal. Fue colocado en ese Jugar y Jo cionamiento psquico del sujeto puede creer en ambas representa-
i
1~ .;
~-
ncup. descontando que se le debe profesar adm iracin, de manera ciones de s: una representacin resulta de mirarse desde la primi-
o;imihr a la que se le brinda al rey desde el momento de su nacimien-
~
tiva idealizacin que de l hicieron los padres , otra representacin t:
J';
' J por Ja simple razn de que lo es. El paradigma sera el h ij o nico corresponde a la perspectiva que de l pudieran haber tenido los .'~
1::
~ preferido por parte de un padre o una madre que por estar solos dems. El interjuego entre estas dos representaciones es por lo tan-
" en mala relacin con su propia pareja no le ensearon a compartir to complejo ya que la imagen consciente podr ser la que de l tu- ~
~
>us fovores con el otro. Verdadera experiencia de placer narcisista vieron los padres y ser utilizada para mantener reprimida la otra :~'
l 14
-.'
~
1
115 t
~
J \
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r.
'~:,_
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,.H .~
;.
"
-escisin horizontal- o las dos podrn ser conscientes o inconscientes lo tanto con la de ia injuria narcisista subyacente, pudiendo >er sta
i\ -escisin vertical-, activndose una u otra de acuerdo con el con tex- de envergadura me nor y sin embargo poseer el sujeto estructuras
.;; to, por ejemplo arrogancia frente a la familia y un simultneo sen- exhibicionistas megalman as listas para ser activadas an te pe qu eos
{ timiento de inferioridad frente a los extraos. Tambin la toma de traumas. De igual manera una gran injuria narcisista no necesaria-
t: mando de la perso;nalidad por parte de una u otra de estas represen - mente pone en march a un exhib icioni smo megalman o como se
,.i' taciones pdr depender de logros o fracasos circunstanciales, fun- observa en la dep resi n.
't..
y cionndose en una perpetua ciclotimia. Por o tra parte es .diferente la megalomana autista de aquella de
~~
l ... . ~
Este interjuego entre una representacin de s mismo idealizada y
su opuesta mantendr al yo ideal como una aspiracin para escapar
que intenta gozar el exhibicionista, consistiendo Ja primera en un
sentimiento de grandeza que no requiere una confirmacin ex ce1ior,
del sufrimiento narcisista. Las menores objeciones por p art e del otro mientras que en Ja segunda el yo ideal o el ideal del y o personifica-
despertarn la angustia seal para evitar caer en la situacin t raumti- do se m antiene en la m edida en que un personaje extern o real con
ca vivida durante la constitucin del yo denigrado. Y as como hay fi rma tal identid ad anh elada. La m egalo mana autista es totalmente
fbicos en quienes todo lo que sucede tiene carcter de angustia silenciosa, al revs del exhibicionismo, que exige po r de finicin
seal y que viven en una continua zozobra tambin existen persona- su despliegue ante ot ro real , en un intento nu nca totalm ente logra-
lidades narcisistas en las que todo es codificado como amenaza do ele alcanzar el estado de vive ncia megalmana .
a la autoestima. El sujeto se aproxima a los objetos no como un La aspiracin a ser un yo ideal ser tanto ms intensa cu anto ms
.,
exhibicionista que espera el aplauso sino como alguien que t em e el se lo haya sido en alguna etapa de la vida y cuanto ms se haya des-
encuentro, porque da por descontado que lo criticarn. El exhibicio- cendido en el camino hacia su contrario. Se ha dicho, con razn, que
nista siempre proyecta sobre el otro real un admirador del que t ra- la insatisfaccin de los venidos a menos y su sueo de recuperar lo
';:> ta de obtener su atencin, intentando reproducir la experiencia de perdido es mayor que la existente en aquellos que nun ca han teni-
. satisfaccin que signific en su infancia encontrarse con pad res que do nada y que no saborearon el placer vivido por los primero:;
~ lo admiraban. El tmido, en cambio, proyecta una figura que lo va La alternancia de la crtica y de la aprobacin tiene m s efecto en la
T a ridiculizar. Es, en ocasiones, el resultado de habe rse criado en un creacin de u na personalid ad sensible a Ja objecin que la crtica sis-
contexto hipercrtico, aun en el caso de que las crticas no fu eran di- t em tica, ya que en este caso la initacin que se siente con relacin
rigidas a l, y a que se aprende por lo que les pasa a las b arbas del ve- al que c ritica permite desalojarlo del lugar de dictaminar quin es
cino. La crtica es el principal disuasivo para el exhibicionismo y una uno: se acaba por no esperar la aprobacin que, se descuenta no
vez introyectada acta como un freno interior. vendr . Adems la oscilac in entre gratificacin y sufrimiento nam-
Muchas veces se ha pensado que el exhibicionismo que reviste ca- sista at a al suj et o, pues est aguardando la primera para escapar del
rcter megalmano, casi psictico, nos est hablando de una enorme an - segundo , como vemos que sucede en las relacion es simbicicas qtte
gustia narcisista contra la cual se estara defendiendo. En algunas cir- se caracte rizan por la mezcla tormentosa de amor y odio .
cunstancias, en cambio, resulta exclusivamente de la fij acin a expe- Si en todo suj eto existe una estructura intrapsquica que fija su
riencias con padres psicticos que crearon un mundo m egalmano . tipo particular de aspiracin narcisista tambin se presema otra que
Esto lo pudimos comprobar en un paciente que se crea re presentan- determina r la form a en que tienda a re spon der a las dt:mandas de
te de Dios, y a quien la madre haba considerado muy importante reconocimiento del otro .
desde su nacimiento, creyndose la madre misma , en form a deliran- Todo suj eto es sujeto deseante de reconoc imiento pero 1ambien
te, pariente de un ex~presidente y hermana de una diputada. La me- do nante de reconocim iento. Por ello se puede pensar unJ tipologa
galomana en el hijo no era una reaccin defensiva sino el ncleo del vnculo basada en la combinatoria qu e producen esas configm a-
mismo de su identidad, tal como haba sido creada en la in teracci n ciones int rapsquicas cuando se encuentra n ent re s. Telldremo; d<
con la madre . este mod o diferentes perfiles de pareja. Para dejar e nunciada sim.le
La magnitud del exhibicionismo manifiesto no es co rrelativa por mente u na 1nea de investiga cin recordemos Jos sujetos que se es
116 '
trncturan orientados a frustrar el deseo del otro y enseguida captare-
Captulo m
m0~ el drama de una pareja en que alguien con estas caractersticas
como donante se encuentre con otro que posee como aspiracin la
1f'JRA1!'0JRNOS NARCISISTAS
de ser un yo ideal, o tambin la pareja en que cada uno aspire a ser
vn yo ideal nico, con lgica disyuntiva.
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J )IFallas de mlll!'cisizacin
r
.\ ,,:1r
En condiciones, llammoslas habituales, el nio recibe admiracin
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por parte de su otro significativo, admiracin que recae genricamen- ~
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que el nio a su vez admire y se entusiasme con su ser global o con
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sus parcialidades, por ser stas las ue . e. erJl!i.ten obtener el reco- j
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:~ la atencin cargado con el estado de nimo que experimenta cuan -
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do el otro repara en l: el goce o la rabia despertados impregnan.la c.'*"'Las-huellaS" mnmicas de esas experiencias de rechazo tambi n
''1! i<'
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f actividad en cuestin y se convierten en parte de ella. A partir de quedan integrando la representacin del sujeto, con Jo cual si.a se
'i*',. 1~
ese momento x~..msla actividad valdr por lo q~a""fe~.
"e'S misma y su significacin preva]ente la constituir la apr~-
carga con algo que no es si;npklmeftt~a...agsencia de catexis nan:isis
,. fi ta, lo que sera un vac\; sino c~ l_a pr_esfie1~~.v1va de su tJuesw, 11
~no rechazo que despierte en el ()tro significativo, del rechazo. ,,~ r e,. -r . ,:j
....'
~
Incluso las acciones que como el agarrar, el caminar, e_ts:_,yrov~~D Existe adems una tercer:fl~lidad, u~_.paf
-----~.;-
q el otro sign ificali~,
\
~_por el Clomm1o_ del ~I?_io cuerpo no-aaq~~~.i[cJJLcl
\
vo un aspecto del sujeto Je sea indiferente, que directamente no exis
de otorgar valoracin hasta 91;!e se encuentren con la mirada de ojro ta cdigo en el cual sea captado: -por ejemplo pad res para quienes J.c1
que las ubique en una ~scal~~par-aiiva Q~in.JiH~_ch~9 habilidad deportiva o el arreglo personal no sean motivo de inters ,
.: 6Cfe preferencia. En el caso de rasgos como la forma y el color del o para quienes aspectos como la inteligencia, la honestidad , la sine(;
-clerpo, cualidades llamadas estticas que no tienen nada que ver ridad no despiertan admiracin ni rechazo, simplemente los des<itiw-
con la eficacia en la accin, su... r para la autoestima depende de den. En todos estos casos el rasgo es c0mo si no existiera.
1
manera an ms arbitraria<\_~ ue e -..... ten a sobre_ellas. (J Queremos destacar el hecho de que cualquie ra que haya sido il
(A _. )~ Podemos denominar ent6~ .. c1 izaci a -prCeSOitei'.Subje- causa por la cual los padres desatienden ese rasgo, si la in diferencia ts
'(_Y ) tivo que comprende r arte de fi ...Q.1!.DL.valoraci,n total quedar un vaco en el sujeto, a menos que el otro significavo
_,, positiva del sujeto,. con la concom1 ante ex resin de lacer='LQQL venga a desempear Ja funcin fallida. En Jos padres la desatencin
parte del su'eto Ua id icacin con esa valoracin ese J:llacer. podr ser defensiva, para evitar sufrimiento, pero en los hijos Cr)l1S
/ -La catexis narclSls a se e me as1 como el complejo ideativ- tituir ufb,.ditlfJ.tJ2l:i.11c1_grio.
1 afectivo que queda formando parte de manera inconsciente de la re- La falta en los padres de [email protected].~J1-~9.Si..9~-1!.fl!l_fu1Jcin, orig1
presentacin global del sujeto o de un aspecto de l, complejo cons- ~?"~tCci~~uu _o rden diferente delas.!tila
ti.t uido por todas las variantes. fenomnicas bajo las cua.les alguien e.s _cion~-inhjj;)icincefonsiv~ue e11_es_t_9;_ltimasaJgQ..CjUe St
alabado, valprizado por el otro, Cada vez ue se active en el siqJs- ha~J.tuidO es abortado e-n SU desa~Q..J20I gener-1:. ang~1stia.
mo la representacin del sujeto, slillultneamente o harn las h.ue- Mientras que la narc1Slzac1on y la descalificacin c;ean parn ti
\ JJeS'mnmjcas del encuentro con _la aprobacin del o.tro. .. sujeto la existencia del rasgo como algo que siempre atraer su atei,
.Estas huella~fles-G n cin -para buscar el placer o evitar el displacer-, la desatencin pro-
las gue corresponden a lo que en la teora se llama catexis narcisis- duce algo semejante a la falta original de un receptor se;norial: no
ta. existe el objeto dado que se carece de aquello que lo puede c3.pr,11
~ 1
La_..J!arcisizacin de un .fil!i!llilil.C~P.DVertir a ste en algo suniJar "
1 Sujeto no se utiliza aqu com_g_.ca-~" se~ido descrip-
vo, como equivalen~e '-, 4~.-{ n :.::-J), 1
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_,,.. .}~~QD.a-.w:~M.,_.12_\lsc~o p~~ctiia~~i~~1~~er~ ~ai:-1;ista.
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ta descalificacim__p!Q_<!ucir a!gQ_--- ~o~rida a Ja...~ . e...se ' ra compensarlo, sino que depende de la manera en que desde el co-
tiene siempre presente, que se la vigila para evitar el dolor temido . mienzo se produjo la narcisizacin. ~ -------- .
tivo en fun cin de sus propios deseos somete al sujeto a una estirnu- o y duracin son vividos como cualidades que contribuyen a incre-
Jicin reiterada e inusualmente cargada de placer. El hijo es coloca- mentar la imagen viril. Lo que para el nio es el tamao del pene pa- .~
do en una at msfera de verdadera orga narcisist a y lo que hace es +,_ \ sa a serlo en la adolescencia la ereccin, ya que parte del narcisismo
1
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~edbido continuamente con la admiracin de un partidario fanatiza-
do, pasando a vivir para provocar esa actitud. As como cie rtos padres
t-;~~rr del acto sexual est puesto en ella.
Ahora bien, supongamos que por fantasa de castracin corporal
~
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,~ ~on capaces por estirn.ulacin exagerada de erotl.zar al h ijo , igual su- \ -miedo al desgarro y al dolor- o por la ansiedad narcisista de fallar se
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,'leed~ con -~1 reconocirnie?_to narcisista, lo que da lugar por exceso de
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llegue a que la ereccin sea insuficiente, o se produzca eyaculacin
~! t
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\igr~hficac10n a u~~ ?1ac1on a este tipo de goce . El resultado en el precoz. falla primaria que una vez ocurrida quedar marcada como
su1eto es un exh1b1c1onismo al que es dable calificar de primario en una situacin de humillacin que se teme volver a experienciar. A
f.J
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el sentido de que no surge a posteriori de un trauma narcisista, y pa- partir de ello . se crear un crculo en que la ansiedad narcisista or- "
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narcisist~ 4
(Koht3 y Kemberg enfa \ \
gina ms dificultad en la ereccin o en la eyaculacin precoz, las que
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'" tizan el papel defensivo de la retraccin). Si la actividad que ocasio-
a su vez incrementan la ansiedad~ y as sucesivamente.
12}~'
'
r 'j.J
124
circunstanci,as en que el sujeto ha obtenido satisfaccin narcisista En sntesis, la frustracin narcisista puede despertar odio contra
resulta clara la legitimidad de postular q~~al s mismo y contra aquellos que, por funcionar como posesiones del
p11ede s;aje_ctiz_g!]_e_ o_ no_c.o_RJibj_dQ_narcisista., 6 El desarrollo de la in- yo, no permiten mantenerse en el lugar privilegiado de la superiori-
teffgeicia recibe su mayor impulso del placer narcisista que brinden dad narcisista . Recordemos aqu el pasaje de Ricardo JI/ de Shakes- 1
sus realizaciones, y recprocamente si el pensar, al exponer sus resul- peare en que dice que por haber nacido tan feo resolvi por lo me-
tl!dos ante otro , genera un sentimiento de minusvala tender a ser nos ser malo: intento de recapturar un sentimiento de superioridad
evitado. sobre los dems hacindoles sentir el peso de su poder.
En algunas ocasiones se da un paso ms all de la simple desnarci-
1;jz;1cin. El trastorno no consiste exclusivamente en un desinters
6J..'~ El odio del sujeto contra s mismo puede llegar a alcanzar tal in-
tensidad que lo conduzca al suicidio o a la mutilacin de una parte
'ino que el odio reemplaza al amor: el yo en su totalidad o una parte (J..\,V-' de s. El carcter particularmente sdico de la forma del suicidio y
del yo son objeto delfritague hostil ~or la frustracin que producen del clima emocional con que se vive ste lo distingue de otro tipo
en el narcisismo. Una paciente al sentir de pequea que no era tan de autoeliminacin, tambin de causa narcisista, que tiene lugar
bonita como la madre comenz a odiar su cuerpo. En una ocasin en para evitar la vergenza ante los dems. En este caso no es que el 'Su,(._...,
que fue a lll universidad a hacer un trmite escuch a travs de un ta- sujeto se odie por la frustracin narcisista sino que no tolera que t'_e V v--{ '- ~ 0
bique de madera que un empleado le deca a otro: "Ah est la seo- puedan verlo en su fracaso. 1
t<t X", y que el segundo preguntaba: " Est buena?". Relata la Lo anterior muestra que sera conveniente profundizar ms el 'X &7\vac
n!lr.iente q11e frente a esa circunstancia se sinti ante la posibilidad de papel que la frustracin narcisista de un sujeto desempea en el de-
mfrir una intensa humillacin por el juicio desfavorable que pudie- sarrollo de las diferentes formas de autoagresin. ""' el/V...
rn mercer y resolviendo ser una intelectual para no valer por su f-
l;ico, pas a denigrar la actitud de los empleados que slo reparaban :\
~n lo sensual. A partir de esta descalificacin del cuerpo lleg a tener ~o<'.
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-J
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Pero el psiquismo tiene a su alcance otras operaciones defensivas
tendientes a evitar el displacer adems de mantener inconscien tes las cin de cie1io contacto con la realidad. Pero toda la el nica psicoat1'.1-
representaciones que produjesen ese estado afectivo: es capaz de evi- ltica nos muestra otra modalidad que posee mucha ms tra~cendt.-1<
tar el encuentro con la situacin temida, o modificar las representa- cia: la .prod~ccin_ de f~a~as}nconsci~J~ssue siIY~IL.par.:uorrtrn
ciones angustiosas . travs de otras representaciones que la contra- rrestar otras fantasas tambin inconscientes . El ejemploprntotkl.
rresten. ei la ecuacin feiichis-falo, que-sa- -tealiza-en.eD~.:_g,i'~iJs
Supongamos para iniciar la clarificacin de esta diferenciacin a IaCual se intenta contrarrestar otra fantasa tambin inco11sc;ern c:-
que estamos proponiendo el caso de alguien que siente displacer, sin Tad.e la castracin . - i
saberlo, en el encuentro con las personas. Cada vez que se halla en Y si una fantasa inconsciente es capaz de tranquilizar con rr.:spe1 -
presencia de los dems experimenta desasosiego, y esto es esencial to a otra fantaSz'a tambin inconsciente, resulta claro que el saiJe1
para lo que venimos sosteniendo, del que ni siquiera se da cuenta. consciente no constituye la principal fuente de angustia, por lo que 1
Sea la causa de este estado que en la oscuridad de su inconsciente 1 los mecanismos de defensa que conspiran para que la conciencw no )
se sienta amenazado por la fantasa de ser atacado corporalmente, se entere son slo un sector restringido de las defensas.
sea que espera la crtica -sufrimiento narcisista-, lo cierto es que el Sin lugar a dudas el impacto que produjo una parte ele la obr
. o:f'l freudiana, la divisin entre conciencia e inconsciente, acta hac1encL
estts\'\'\)
contacto con los dems pasa inconscientemente a ser evitado, bus-
cndose actividades solitarias y producindose un retiro tranquiliza- pasar a un segundo plano -verdadera contracatexis- t0do un seclof
dor. Ahora bien, esta evitacin del encuentro con lo temido es pa- terico que impregnan los escritos que van desde "Estudios sol.m:
ra que la conciencia no se entere o para que el displacer experimen- la histeria" hasta la "Escisin del yo en el proceso defensivo ' : lit t':lfS-
tado no se desarrolle? Evidentemente esto ltimo, para que no sur- 1 tencia de producciones que en el inconsciente buscan modificHr d
'1.' ja una angustia que incluso puede no estar ligada con un objeto en .__ .Lo .,fiO...s d~e otras creencias tambin inconscientes. ----
la conciencia. "\}O ~ . La ex5tiCaCi que da Freud de los srntomas e-S que tienen un sig
..:/_
~~
!
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Pasemos ahora a un ejemplo clsico de evitacin, el de Juanito
con respecto al caballo. La evitacin se produce a posteriori de que
.!!, nificado, pero para quin , para la conciencia, o ms bien para el in
conseiente? La respuesta en Freud no deja lugar a dudas: el sfotoma
el caballo se hubo convertido en objeto fobgeno , una vez que su re- aparece ante la conciencia pero su significado, que se le escapa, per
presentacin reemplaz a la del padre, es decir, cuando haban teni- tenece al inconsciente. Esto que por obvio parece innecesario repe-
do lugar la represin y el desplazamiento. O sea que como lo dej tir tiene consecuencias decisivas.
bien establecido Freud, la evitacin es consecuencia de la represin Tomemos a manera de ejemplificacin~timiento i.nl;ons-
y de que haya habido una sustitucin de la representacin del pa- ~n!e de c~a o, como prefiere llamarlo a veces Freud para zan3ar !a
dre por la del caballo. El miedo ha quedado fijado al caballo porque espinosa cuestin de si existen afectos inconscientes , la nectsidad in
se huye de ste. El encuentro con el caballo no implicara de por onsciente de castigo. Freud consigna que en esas condiciones la
s un levantamiento de la represin :en ese encuentro no se le apa- persona padece de sntomas que en la conciencia son considerados
rece como amenazante la figura del padre- sino que origina el surgi- como enfermedades o como accidentes, pero cuyo significado es tl
miento de la angustia por el significado inconsciente que posee . castigo por algo que el sujeto reprueba de s mismo y que tampoco
La evitacin del caballo no aumenta, por lo tanto, el desconoci- est en conocimiento de ello. El sujeto por poseer determinadas fan
miento consciente de la verdadera causa de la angustia -el padre-. tasas hostiles, de las que no tiene el menor atisbo en su conciencia,
No es un mecanismo de defensa en sentido estricto, y sin embargo
est defendiendo del surgimiento de la angustia al no exponer al su-
jeto a la presencia de las condiciones que la haran emerger.
Hasta aqu nos hemos mantenido en el terreno en que la defen-
--
sufre accidentes, no progresa en el tratamiento -reaccin ternpeuiica
negativa-, padece enfe1111edades, fracasa al triunfar, fenme nos rndci
ellos que en el inconsciente tienen el significado de- castigo.
O sea que por no tolerarse en el inconsciente la cuT pa que p10Jh-
-
sa frente a la angustia se produce por el medio ms simple, la evita- ce determinado tipo de impulsos tambin inconscientes se i<< i1de11
ta mitigar mediante situaciones que perjudic.an. El signij!ciido in
128
j :f)
ronscieute de detenninadas conductas contrarresta otras creencias duos siente n una angustia insoportable y producen sntomas y otros
i,,: e nsc ie11 tes. ne>? Nuevamente encontramos la respuesta en la modificacin que
Um1 explicacin similar da Freud para los rit uales obsesivos desta- hubieran podido sufrir las ideas reprimidas. No es la fuerza de la cen-
1;1 do que si bien aparecen como carentes de sentido para la concien- ,, sura, existencia de un gran dique, lo que detiene el paso de la angu4- .
~i<;, o justificados mediante racionalizaciones, para el inconsciente / tia a la conciencia sino las propiedades de lo reprimido. ~ 1
i0i1rn el significado ele precauciones contra determinadas tendencias Si algunas escuelas psicoanalticas, por ejemplo la kleiniana, dej -
i1mbin i.nconscientes . Es decir que algo que en la conciencia no se ron de hacer hincapi en analizar primero las defensas es porque cap, '
,1.be que pueda ocunir, para que no suceda detem1ina el desarrollo taron que frente a fantasas inconscientes angustiosas se podran de-'
de fanta sas, de las que tampoco se tiene conciencia, que seran ca- ( sarrollar fantasas inconscientes que tuvieran carcter compensato- .
mccs de impedir lo tcndo. El sujeto no sabe ni lo que teme ni tam- \ rio . ':
1,oco que r;on el ritual que a su conciencia le parece desprovisto de sen- Estas fantasas inconscientes no son mecanismos de defensa en el
tido, estara reasegurndose. sentido de impedir el paso a la conciencia, aunque s defensas en la
Si 1'1s medidas prccauto1ias calman la angustia, aunque sea transi- medida en que contrarrestan la angustia.9 (' /. ,..
}'-"V\- ,V.~HA) 1'r\.L-
vri;1111cntc, no es obviamente por su significado consciente sino por
' i nco11s<. ie ute . .1 aim.s se podr entender cmo una idea consciente
n. de ser capaz de contrarrestar una il1consciente si sta se halla en 11'\r'A
o 10 mbito, regida por leyes diferentes de organizacin, y con res- la lgca del inconsciente
,icdo a la cual el psicoanlisis ha .demostrado que la idea consciente
10 J..wnc la menor posibilidad de ser dominante. Ahora bien , cmo se concilia el sostener que determinadas ideas in- ,,
l~
?ero l:o1s medidas precautorias que F reud desctibe en sus artcu- conscientes sean capaces de modificar a otras, e incluso de contra-
is s<Jbrc ;obias y obsesiones no son la nica forma de confrarres- rrestarlas, con la tesis de que en el inconsciente no existe contradic- .' !:-
u ol.r,o desagradable para el sujeto. Cuando Freud plantea la anula- cin, que las ideas antitticas pueden coexistir unas junto a otras sin
161 r.n el captulo VI de "Inhibicin, Sntoma y Angustia", aporta )?
r 1.rnd11c r J.;1 creencia inconsciente de que lo primero no ha ocurrido. tura del co nocimiento es posible, con abundantes ejemplos, establecer lo si
1 guiente: 1~ ..:'
.3i me diante un tic , un movimiento de la mano, un soplido que en
1) Algu nos pensamientos, sentimientos, acciones pueden ser producidos
~la concirncia aparecen como puro acto casual pero que en el incons-
por efecto de procesos en que el psiquismo no tiene aqullos como meta hacia
1rrntr tj('JlP [1 Sentido SC logra adquirir la Creencia de anular algo, los cuales se dirige. La operatoria inconsciente es capaz de generar consecuen
\ c.1 porquP una idea consciente es capaz de modificar a otra.
cias no buscadas, aun en el caso de que estas sean repetitivas, de igual manera
Frc ud habl . de represin exitosa para sealar qu en algunos que la ocurrencia peridica de crisis volcnicas se puede explicar por el man ~
"asos a pc;lr ele que lo reprimido quedaba en el inconsciente no h a- tenimiento de procesos que conducen a un estado fmal similar, la erupcin. "
l i{'l prorluc;r,in de angustia o de sntomas. Lo esencial de la diferen- Nos encontramos aq u con una causalidad no intencional, como por ejemplo " ~~
da alg0 se esc;ipa, sino en que falta cierta transformacin que su- encuentran como metas hacia las cuales se tiende y qu~ terminan poniendo en
marcha un proceso que concluira en ellas. Es una causalidad teleolgica : el
fre Ja idea reprimida. Tomando un ejemplo universal, el del complejo ;,,
r11; c:istracin , si todos lo tienen reprimido, por qu algunos indivi-
fin organiza los pasos previos. Esta causalidad teleolgica rige tanto para la
conciencia como para el inconsciente.
l.'.
."'
:....
'> ~
{'I'.
~ \
.
influirse mutuamente? En el artculo que publicamos sobre el in- necen reprimidas y por lo tanto no pueden hacerse consciemes"
consciente en la Enciclopedia de Psiquiatra, 1 0 mostramos cmo en (subrayado nuestro).
Freud lo reprimido no era homogneo, que si bien poda funcionar Estos derivados del inconsciente, y la palabra derivados aqu tie-
.. ~'
"'" con ausencia de contradiccin y no respetando las leyes de la lgica ne el significado de algo que procede de un sistema aunque ya lh>
'.:;
tambin podra hacerlo teniendo en cuenta estas ltimas. est en l, Freud los ubica en este a1iculo en el preconscieme 1n1;
~,,~;,
'; ? '1'~1"~
~-
,,
,,;.
En el captulo VI del trabajo "Lo inconsciente"' Freud inicia una
revisin de la metapsicologa de "La interpretacin de los suefos"
acerca de la diferencia entre el inconsciente, el preconsciente, y la
\ diante el recurso de establecer una censura entre el preconscie nte y
\ la conciencia. Sin embargo en "El Yo y el Ello" Freud vLtelve a to
', mar la posicin de que todo lo reprimido pertenece aJ sistema in
tk .Jp,,,; ',; conciencia. El cambio es tan importante que Freud considera con- . consciente, y que desde el punto de vista dinmico hay a) un llico
Ji
~i veniente hacer una larga aclaracin sobre el mismo: "El estudio de ) inconsciente, aun cuando descripiivamente pueda haber un incon~ ..
los derivados del inconsciente desilusionarn completamente nues- J ciente reprimido y un inconsciente latente; b) un preconscieme y
~~
tras expectativas de una tajante distincin esquemtica entre los dos c) un tercer inconsciente que no es reprimido ni preconsciente y s1
~~ sistemas psquicos. Esto har sin duda surgir insatisfaccin con nues- ( embargo es incapaz de conciencia. 1 2
,.. ) tros resultados y ser usado probablemente para arrojar dudas sobre '. Pero lo impo1tante no es si suscribimos a solucin del arl culo de
el valor de la fonna en que hemos dividido los procesos psquicos. \ "Lo inconsciente" para ubicar en el preconsciente algo que es inca -
"' Nuestra respuesta es, sin embargo, que no tenemos otro objetivo que paz de devenir consciente, algo que est reprimido, o si , como en d
trasladar a la teora los resultados de la observacin, y negamos que artculo sobre el yo y el ello, Jo colocamos en el inconscie nte siste
~ ; haya alguna obligacin por nuestra parte de alcanzar en un primer mtico. Tanto en una como en otra opcin lo decisivo es que para
intento una teora bien redondeada, que se recomiende a s misma Freud lo que no puede hacerse consciente, lo reprimido , puede eswr
,, por su simplicidad. Nosotros defenderemos las complicaciones de altamente organizado, libre de contradiccin y funcionar de acuerdo
,,
... .
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r;
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nuestra teora en la medida en que ella satisfaga los resultados de la
observacin ... " 1 1
con las leyes del proceso secundario.
Por otra parte, no slo lo reprimido puede pasar a fncionar de
Y despus de esta introduccin en la que reconoce que va a pro- acuerdo con las leyes del proceso secundario sino que Freud va a
1
poner un cambio sobre una formulacin previa, Freud esc1ibe: "En- mostrar cmo lo consciente puede hacerlo de acuerdo con las leyes
tre los derivados de los impulsos pulsionales inconscientes de la clase del proceso primario, lo que ya haba enunciado en el prrafo final
que hemos descripto, hay algunos que renen caracteres de una natu- del captulo V de "Lo inconsciente", cuando sostena: "ms an eu
raleza opuesta. Por un lado estn altamente organizados, libres de au- los seres humanos debemos estar preparados para encontrar posibles
tocontradiccin, han hecho uso de cada adquisicin del sistema cons- condiciones patolgicas bajo las cuales los dos sistemas alterar, o
ciente, y difcilmente seran diferenciables en nuestro juicio de las aun intercambian tanto su contenido corno sus caracierstica:s", 3
formaciones de tal sistema. Por otra parte son inconscientes eincapa- entendindose por caractersticas la forma de organiza esos coniv
ces de hacerse conscientes. Por lo tanto, cualitativamente pertenecen nidos o sea las propiedades dei proceso prin1ario y del proceso secun
al sistema preconsciente, pero de hecho al inconsciente. Su origen es dario.
lo que decide su destino ... De tal naturaleza son aquellas fantasas de Con esto Freud haca concordar la teora con lo que l gustab<,
la gente normal, as como las de los neurticos, que hemos reconoci- llamar "los datos de nuestra observacin". En efecto, una cantidad
do como estadios previos en la formacin de los sueos y de los sn- de descubrimientos freudianos no encajaban en la teoriza ci 11 uc J.llt
tomas y las cuales, a pesar de su alto grado de organizacin, pe1ma- todo lo reprimido estaba exento de contrad)ccin, no se rega por la:
leyes de la lgica, y que los contrarios podan coexistir sin influirse.
1 o G. Vidal, H. Bleichmar, R. Usandivaras, Enciclopedia de psiquiatra, Ei
12 S. Freud, "El yo y el ello", St . Ed., vol. XDC, p.18.
Ateneo, Buenos Aires, 1977.
11 S. Freud, "Lo inconsciente'; St. Ed., vol. XIV, p. 190. 13 S. rreud, "Lo inconsciente", St. Ed., vol. XIV, p. 189.
132 l.J~
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n rsla ~1lu .i c10!1 se encontraba t oda la dinmica edpica en la que flicto entre dos impulsos opuestos de aproximadamente igual mag-
e,c desea como objeto de amor a uno de Jos progenitores pero para nitud ... " 1 s
alcanzar t<il fin es necesario desembarazarse del otro. La lgica es de Es decir, hay una representacin de un conflicto que est por fuera
,}Jl')Sicin: o y o o el otro. Si no exist iera con tradiccin. no sera in- de a conciencia, t eniendo sta como nica funcin la de racionali-
clispcnsablr librarse del otro, no habra rival, el otro y el sujeto po- zarlo. Si subrayamos representacin de un conflicto es porque indica
dran po seer al objeto de amor sin estorbarse . El deseo de muerte ca- que Freu cl no slo dice que por fuera de la conciencia, en lo repri-
rcccri<; de sustentacin. Freud lo dice reite rada mente: el deseo de mido, hay conflicto sino que adems, en el dominio mismo en donde
1nucrtc inconsciente, cuya sola mencin a Ja conciencia del paciente existe, se produce una representacin ele aqul.
por p~rlc del analista origina los ms tenaces rechazos, deriva de Creemos que seguir sosteniendo simplemente que en el incons-
lrn deseo. el de poseer al objeto edpico incestuoso. Son dos deseos ciente no hay contradiccin resulta de una insuficiente profundiza-
q11c se ;ut icu lan de acuerdo con la ms estricta lgica . cin en la complejidad del pensamiento freudiano, de haberse toma-
Fn el mismo orden de cosas el deseo de muerte del rival edpico do un punto aislado de la teorizacin que se converta en atractivo
r.rncra culpa inconsciente, hace sentir que se es malo con el ser arna- por la simplificacin que propona. El inconscien_te,m cambio, fun-
rh, 'l''C sr lo pierde por atacarlo . Si no exist iera contradiccin po- :;.jona CQ.ILllna lgica polivalente : en aigunas circunstancias puede ha-
lra desearse Ja muerte y este deseo coexistir con el amor sin in- cerlo sin ajustarse al principio de no contrad1cc10n y en otras la rcs-
fluirse mut uamente, sin crearse el conflicto de ambivalencia incons- p~
<C......-,
ciente . Frcud afirma sin dejar lugar a dudas que este conflicto de am- Cuando su funcionamiento se rige por la combinatoria de las re-
IJivalencia ocurre en el inconsciente: "En la melancola, de acuerdo presentaciones consideradas como impresiones sensoriales, es decir,
con cs o. innumerables luchas aisladas se desarrollan sobre el objeto, significantes, independientemente de su significado es evidente, ca-
'1 bs cuales el amor y el odio luchan el uno con el otro: el uno bus- si tautolgico, que la contradiccin no ser tenida en cuenta. Don-
ca cks!igar la libido del objeto, el otro mantener la posicin de la li- de el significado no cuenta mal podra haber oposicin entre stos. -:;
L11do rq co ntra del asalto. La ubicacin de estas luchas aisladas no Pero si las representaciones se organizan sobre ia base de una ope-
.(
f'U< tic asign arse a ningn sistema sino al inconsciente, la regin ele las ratoria del significado la contradiccin es posible, como veremos {,
l111rll ns m nm.icas de cosas, contrastando con las calex.is de pala- ms adelante cuando nos detengamos en el estudio del papel del
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hrJ". 1 4 significado en el inconsciente.
Pero co 1110 se podra argumentar que Freud est hacie ndo ac una A su vez la conciencia, que habitualmente se atiene al principio i.
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..... ciente y la conciencia s lo haran, en realidad estaba marcando una Ahora bien, esos significados pueden estar en el inconsc1en~;
~-:~~ . tendencia general a regirse por uno u otro tipo de lgica pero no una junto a los significantes con los que se articulan?
cotTelacin absoluta, como explcitamente lo aclara en las citas del Creemos que la respuesta freudiana es categrica en cu;rnto aur-
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1 ~ trabajo "Lo,iri.conscien_te ", citas que transcribimos ms arriba. Ade- ma que esto s sucede, y no depende de una u otra fr ase que pcda-
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ms, en qu situacin delicada quedaran los analistas que defien- ny s ~ncontrar aludiendo al problema: en toda su obrn, en todos los
-'. : den tericam ent~ que en el inconsciente no hay contradiccin y lue- historiales, lo- reprimidr. cGf!ode siempre en ideas, o sea co11j1111rr:
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go en su prctica clnica interpretan que las conductas de sus pacien-
: tes tienen un significado inconsciente que contrarresta, o cambia de- significante-sig.
11ifi1do
~ otra paiie, que. podra
cmo a... la c oncienc
haber iaincompatibilidad
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. 1.esu. !tan dis1lol . w'.1p.s
en.e1tre (1n:. .
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;. terminadas fantasas inconscientes! En esa misma prctica clnica
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re presentaClOll y mra, ncompatibi!idad que cietermi.na que \l l1 d . de ''
' la nocin de conflicto inconsciente permanece como una constante ellas qude reel ud e el incnsCiente si
nosefralase de'pSicsi'i'r
.! ' que la organiza . entre significados? E'ntre los 'significantes, pt!ra
forma, n-(, -:S posible
'Sinncom)ati6iltt!ad, so]o b combinacin. La coi1adccaj:i''S'i)ilva- J.
ti~sentido: b te oda freuctlana rretcMff]cfo-carecetia -de. l azn
de ser, as'como la teora de la represin , si se pretendiera hce1 de-
: La gramtica del inconsciente saparecer el significado del iJ1.consciente. El 1co;1sciente dinmico
,
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: ~
no existira entonces.
!. El apartado anterior nos conduce a otro e uv Habiendo nosotros contestado afinnativ"jnente a b pn:gLt 11ta
\ ~
teoriza en la actuli a e inconsciente freudiano . Se cree ver en l acerca de si e] inconsciente es un si~'::>ma en a11e el significad o es pane
exclusivamente un encadenamiento s1gmf1cante , es decir signi- de l, y no cabiendo duda de que no son significados conge lados., t.,
cantes cuya organiZacin -forma de combinarse- al no depender del tticos, que una . ez que llegan a este dominio por influ cncii.! d< 1:
':.~';A~ .
si]ificado tendra lugar exclusivamente por similrtud formal en su represin no variarn -el inconsciente no es un depsito sino lill<i
1t ~~f' :
~r .~ . : ..
t
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~ materialidad, O por contigidad de OCUlTencia temporal.
- No cabe duda y basta recordar "La interpretacin de los sue-
estructura productiva-, entonces cmo se produce el movimiento de
modificacin, de creacin de significados en el inconscie11 le7 1 J<;g,a
1
os", "Psicopatologa de la vida cotidiana", " El chiste", y lo que mos as al problema de la primaca del significante. En los lr imo:;
reencontramos continuamente en la clnica , para comprobar que el afios se ha repetido tanto la expresin primaca ele! significante cuc 1
juego del significante es capaz, al poner en relacin significad os 1 6 ya no se piensa en sus alca!lces pues tiene el grado de VC'rd.id que
que esos significantes tienen abrochados, de crear nuevos significa- deriva de la cotidianidad, a la que nunca se interroga sino que se: !.i
dos. Pero si esto s sucede es precisamente porque el encuentro de acepta como natural.
un significado con otro es lo decisivo en la creacin de un nuevo sig- Para ver si esta formulacin responde a la rcalid:.td lin gsticd de
nificado. Jams el significante, no sentido por excelencia, tendra inconsciente debernos ser cuidadosos del alc<rnce qe o torgarnO$ al
la facultad de producir algo que se halla en un orden que le es total- tnnino primaca. Si con ello >e quiere cl ccjr que en al gun <,s circu:is
mente extrao. Slo el significado puede originar al significado. 1 7
el uno sin el otro. Un significante s iJ1 signi ficado es si mplem en te L<J objcic I'
l6 Cuando hablamo s de significantes y significados vamos ms all ele la pcla- pero no significa: un significado sin significante es ind ecible, impc:s;,bk. ~.> i1
bra como unidad del discurso, dado que la significacin no queda delimitada inexistente". (Siglo XXI, Buenos Ai.rcs, 1974 , p. 122 .) Est o es, p;)f otra mee
en el interior de aqulla. lo que en el campo del psicoan?Jisis hizo q ue Laplanchc y Lcd aisc ei: su (l.<'\-
l 7 Que significante y significado sean separables, y resulta indispensable-hacer- cuJo sobre el inconscit:nte objetasen la posicin de Poli tzc; , q uien p. oporn ~1
lo, no debe hacer perder de vista su obligada presuposicin recproca. Es lo tender el inconsciente 110 corno un sistema sin o co mo el sen li cio de :a~ 11Jf1c::I'
que sostienen Ducrot y Todorov en el Diccionario Enciclopdico de las Cien - tes que estn en la conciencia. Por el contrJ.rio el in conscienlc frcud1:1110 >o>-
cias del Lenguaje: "el significado, (:!iremos tautolgicament e, no existe fuera tiencn Laplanche y Lcdaire con rnzn, es un discurso co n sus signiiic::.iit._::; y
de su relacin con el significante -ni antes, ni desp us, ni en otra parte-; un mis- significados. (Laplanchc y Lcclaire, "L'inconscient: Une t ud , p,;y el"Jmilyti
mo gesto crea el significante y el significado, conceptos que son inconcebibles que", VI Colloque de Bonncval, p. 96.)
136 13
t1ncias las combinacio nes fo m131cs del significante por similit ud en inserta. Por ello los significantes de cualquier autor se deben leer
' US rasgos materiales o por contig idad tmpora-espacial ponen en dentro de su marco conceptual.1 9
"llti\ct0 signifi cados que no guardan relacin en tre s y que en este 1
\ Con to do se podra argumentar ~el encuentro entre si_gnif~ca
ncucnfro de significad os se genera una nueva significacin, enton- dos sobre la base de las relaciones que eXIStan entre ellos, la combi-
r> no c;1bc dud a de q ue para esa circunstancia exi ste primaca del n~~ignificado -significado, tiene lugar exclusivamente en~~
1gnific;intc. Pero seam os ms precisos an: primaca de la condi- nSciente o en la conciencia, y gue en el inconsciente en cambio,_s_e_
~
.1011 -cualidades del significante- que hace entrar en relacin a los \ CluC!fi'.a po;: las cu alida<:!_~e su sigruficante,__Para demostrar que
1puji'cados. O sea, prim aca de la arti culacin entre significantes \ -e-sas1imeroi_._c_QJJ1,QJ,n 9del91_ansieq<!_d de .c_as_tracin-y-e6me-se-----
1 'f rnbrc la articulacin entre significados . ( ga a e ll~o ce so s que Freud ha ubicado claramente en el incon,,s- .
ffro si con primaca se pretende afi mur que lo n ico que acerca \ oo~yno en el in"consC1ef Cleffflpfi.VsieelSistemtico-~~n-_ -
los sigili.ficados es la cont igidad t m po ra -espacial o la similitud \...._ JO'-re?ffidO-:--Freua se ha ocupado de demostrar que si el n.ino cree
. ' lc-ri;1.l de sus signi fi cantes , n uestra posicin slo puede se r de < qe puede ser castrado esto no sucede por la sola ocurrencia de una\
'' rstionarnirn t o . Apelaremos para apoyarnos a la lingstica mo - amenaza ext erna, la qu e ni siquiera es indispensable que haya existi- /
krna 1 8 y a la el nica freudiana. do . Si llega a la conclusin de que puede perder el pene, y es una , /
~ estudio de la significacin muestra que las palabras son polis- conclusin en el sentido de ser el resultado de un proceso del juicio, /
1111cas: 11n mismo significante colocado en otro contexto de signifi- es porque ha credo previamente que todos los nifios tienen pene , es
1cin adq11ie re un valor diferente . El sign ificado ele una frase no decir, lo que se ha llamado la prerrsa universal del pene.
st en 11 ing n significante en particular sino en la fo rm a en que se Cuando despus comprueba que las mujeres no lo tienen, y no es
' )1rt1culan los significantes y significados en la cadena, de tcrminn- indispe nsable, aunque ayuda, que llegue a esto por la observacin di-
t
\ .rlnse mutuamente los significados posib les. Inclusive, si se trascien- recta pues basta g_ue la palabra del otro lo introduzca a la diferencia ,'i:
I l' ~l lmite ele la frase, el sentido ele un texto no se encuentra en nin- de lossexos,cua:i1do arrib--'---e_s1a..cre,w_cja~1i9rei-encrrentrCJet~ ,..
guna frase en particular sino en la articulac in de los diferentes sen- ,...y -la=co-iwi.g;~~eviuie_que...tod~ro 1uce un efecto
tidos de stas. Y todo un texto adquiere sentido si se lo pone en rela- ~~ se le im one la conclusin de ue si 1 ~--.-- ~
-~~
cin con otro tex to . lo..._ - porque o han perdid_Q y que por lo tanto l se halla en
Para tomar un solo ejemplo , si cuando en un texto fre udiano en- peligro. La premisa universal de la existencia del pene es la condicirl '
contramos la palabra sexualidad la entendemos en un se ntido dife - estructu ral que en rreociapa[ece-pOslflifcttrta angusti~a.:-
rente del uso corriente es porque se la liga con el concept o de deseo , clo n,- m S:}lllrdetap_Qy...o-qu--pUeaa:n__o~er circunstancias-d~~=.la vi_-~ , .,. ~-
C--..,.,...,,,,,--~...-:- ... . - - - - ~
nn el de "otro", con el ele intersubj etividad, con el de pulsin , con da del s~~to -l,ln~ofe.rida,_p~jemplo - .
,:
el de zonas ergenas , es decir , por la trama concep tual en la que est - Taarticulacin de significados en el incoilSCete aparece as, en . ... ' ~ ~
h
1" Desde la apar ic in en l 966 de los trabajos de A. J. Grei mas (Semn tica es- .:'.~:.
- u ete ngamonos en un aspecfOCre- e-str operatoria--queFreud le '
1mct11ra/) y de T. Todo rov (lni,estigaciones semnticas) , pasan do po r la po l-
mca entre Cho rn sky y sus d iscpu los cread ores de la se mntica ge nerativa en at ribu ye al inconsciente . Todos: cuantificador universal que no es
- ~ ,: ..... ~.; ;
la ckcada del 70, la se mnt ica ha recu perado en las ciencias del hombre, el lu- slo un signifi cante sino una aseveracin en el plano del significa- .,
~ ;.,
i;a r del que hab a sido inadecu adam ente desalojada. Produ c to de esa revalo ri- do co n que se agrupan elementos. Es un concepto , una generaliza-
1;Hin son trabajos co1110 el d e O. Ducrot , Dire et ne pas dire, 1-lcrman n , Pa- cin que o rganiza la percepcin de objetos .:imgenes de diverso h
-1 .
~,: i,l
' 15. 1972, o el es tud io qu e este mismo autor realiza en " Woc utoire e t pcrfor-
n;lif" (agregado a la segunda ed icin ele 1980 ele su libro ms arri ba mcn-
cion;1do) Vase lambi6n ele A. J. Greimas y J. Courtes, Sm iotique. Diction- 19 Cada vez qu e nos re fir amos a significado debe de entendrselo entonces
mre raison11 de la th orie rlu lan;agc , Hachetle , Pars, 1979. corno el pe rteneciente no a la palabra aislada sino al discurso.
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..-~ ...) ~ L ' i,:i Ji
. ..., , 4 .. ~ <J \. , <S -- ;
t ~Eo: Yi11ales, acsticas, tctiles, etc. Es decir, una i;u:.ue.ha..Jlls _d_~_ guir a los defensores:-d~-la ..pi:imacia-d~h,'>i.Jsfi'ificante _~ ~uquellos ejem.
' c9mo el plano del significado no es irrelevant~
1 [email protected]~J1ir1=@1~do,JLa,xa apyaise y colo carnos as:
i \ 1 Y si hemos elegido la angustia de castracin para mostrar cmo la ~12.J.L!2.Qfilcin aparentemente_ms...ad.versa .p_a rEjg gy_e_;;_o.stenemu':.
1
coordinacin de significados era capaz de por s de producir efectos Tomemos el olvido de Signorelli en la introduccin de " Psicopaloio-
de significacin fue para colocarnos en el ejemplo aparentemente ga de la vida cotidiana". Si se obse rva el diagrama con que Frcul
ms favorable para los partidarios de la primaca absoluta del sig- ilustra el olvido de Signorelli se comprueba que no deja lugar a du-
,...
~-
nificante. En efecto, no es acaso el pene 20 una imagen para los das: en la base del olvido estn, como dice textualmente, "pcn.;1-
sentidos, visual, tctil, cinestsica que puede actuar como rasgo di- mientos reprimidos" sobre "sexualidad y mue1ie ". Porque esos pen
):~ ~;~~~: ;:
~ !,.~ . ,lt(,~-..:.
1
ferencial? Claro que s ~o gue el pene lo -~nQ~.i.!l<Ecl\_ Precisa-
1~ algo so .~~~te:'lo g_].!e lleva a la conclusi1:U~~,_quej~j)i;i~~
samiento_s reptimidos ~e -'.1iga~SQll~el significante Signorel.li.. ste cat.
en el olvido. O sea gue~el s1gnif1cado 'muerte y sexualidad" es el ,,ue
- -
~:L. qe~~~1! combjrla1_9riib.has.a.dEJm..fillS.P.mPJ~ dades rrgt~_riaks, --~- ~~--~-- -" - . ~- ~-- ~
acta sobre el significante~""FHar..G. . olch_g~tE1EIU.Jl!.l11J.Q....SU-deSJJno
fc.it.,~~~~;: ; ;. con algn otro e. ~
. . 2e.~n._!,o_ c~11-~l qu fE._gua~~e YI'l!l .re. lacin p()r semeja1.1: ";~qui liay que distinguir dos cuestio~-es: a) el punto "ci inicio del
l V~1l1;:~ 1
,; i: -.'.f''.'I: .: t .. za formal o contigidad tJE2oro-e~acia]. Pel ra~~~fjaausen proceso, aquello que lo im pulsa; b) cules son las vas poi las ql'-~ se
. . . : ', fSepana tambin con~luir _q u_e, es_t_a ili_t_ima J'l}Qli_C<.a._j.Q_lam<e.n.!e quy alcanza una determinada vinculacin entre representacionts.
erpene no est. Pero si el~e no est gueda CO!l,9,!!.Q.~!..iQ~.9!!lS."~' Lo que origina todo son los pensamientos de "sexualidad y 111uc1-
que se lo a perdido por castracin es po1que ese significante :Pl!JJL.. te" y la angustia que surge al entrar en intercambio con orcos signifi
imagen- es captado en un ~sonceptt;al de sign~doL2 1 Ms ca dos en la malla conceptual del psiquismo. Es decir, la angustia surgG
claramente, el oraen ~era-significado, la forma en que se articulan por relacin entre significados.
: stos, acta sobre el significante y es el que les otorga un sentido a El camino recorrido que termina enlazando a Signol'elb con !1~
l (su presencia o ausencia. ideas de "sexualidad y mue1ie " se realiza a travs de los significan-
'.; Podramos elegir, para continuar apoyando nuestra tesis, los in- tes Herr y Herzegovina. Estos estn relacionados con las iJeas rcpri-
.. . numerables ejemplos freudianos en qu~ del encuentro d~os _ signi !lEdas no por algn @o Cie relacinconceptLlj'j -.cte-sigruficaco. si.1
: : ficados surge un tercero, pero ya hemos dicho gue preferimos se-
-~ e= ~ -- - ~
P'2ESl}l~ B~r aparece Hl2L.Sil11P.!.Ll"flgclacCenfa fraseq uc s= le d _
iige al mdico: "Seo L(Ji~qu se pi:iectedecir?-Si-l pudiera ser
20 Hablamos de pene y no de falo para destacar que deseamos mantenernos salvado s que usted lo habra salvado". Es decir, en este pi'irntr esla-
.
en el terreno del objeto anatmico, perceptual. con material de rasgo dife-
r!ncial en el sentido en que la lingstica utiliz el concepto de fonema.
bn que va desde las ideas reprimidas hasta Signorelli, el significa rne
Hen-, que se refiere a la persona del mdico, por estar aJ comienzo df
21 Se podra objetar que el pene no es un significante, que es el falo el que ,...--- una frase que habla de la muerte puede rener el poder de evocarla, de
posee esta cualidad. Pero el pene en tanto imagen es un significante tambin, /
en el sentido ms riguroso de materialidad sensible a ser captada por .lo s r f . 11 (i;,//J / d
. pasar a representarla . Igualm ente el significante Herzegovuta, lugar
1\
ganos sensoriales, que es la acepcin que da Lacan en "La instancia de la Le\\ ('1" /
~ tra". E..11: este texto caracteriza al significante como unidades a las ue, ara\"
( pr~cisaJ.,[email protected] de amar fonemas, de acuerdo con la lingiililli:a-/Eciits~--
.
i
ficado que se les pudiera atribuir. Es la respuesta, por otra parte, qu~ dan los
p. 501). Y pocas pginas despus al hablar de la estructura del sueo dice: lacanianos a aquellos que suponiendo pueden colocarlo> en aprieto, les pr~:
"Lo cual se refiere a la instancia en el sueo de esa misma estructura lite guntan cmo concilian su punto de vista que sostiene que el in.::ofdenk
~~icho de otr.a..manefil,f-Gnem~ ~.:~~JJ:mta~~t est formado por significantes con la tesis de Frcud de qu e en el bicons
<Signi:11eante... discurso. Tal como las figuras no naturales del barco sobre ciente hay solamente representaciones de cosas mientras que las renescntacio 1' \
el ea o o el hombre con cabeza de coma expresamente evocadas por ncs de palabras estaran en el preconsciente. La_1espuesta lacaniai]i, c;otll'Jc 1- 1
Freud, las if!1genes del sueo no han de retenerse si no es por su valor de sig- te dentro de su teora, es que l~[Qru:maLen.:enQc.om.ciei:Lfs.i :LiJ1 p0.- "' 1 1'
nificante" (Ecrits, p. 510). O sea gue si bien para Lacan el significante linglis- vloi . s1giliCa~,_i~eili!d~~.Jn1exia! ,-.~ns~.
..J:s.. . s. .,..,.es.. d\~ciLCQi ll\J.
(co.s. y \
tico, fonemtico, es el sigiTI.cante por excTeCiaesto=o qu1ta que exfienda IBqlTsS!gCac.lo.-De esta ma:ner~ en e_l jn~Q.!J~l!LJ;.,.p.Qgi'JJia ~c2 3ign.ili i
la denominacin de significante pai:a denominar la imagen, siempre que sta c'.ll::!~- lirrgi'sficos gue no.iwUL1lil lah r..as,.si_.m...(l.stQ.-se-entiendcki.tuc .,,,.JQ.
se combine como unidades discretas independientemente de cualguier signi- poca de freud el trmino designaba: unidades con significado.
-~-~ ..., _ - I[
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140 -~".'.:>'o
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J\\.)'-~-J., l~~. '\.tf:.,._, l tf 1
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y<i_. . l../'"" J~"""'>.!'--., LO
- k.AJ..~j. (}).,,::./,_-,.
...- ..--------~\_;
1
.,
donde vivan aquellos que en el dilogo tenan ideas tan particulares se e~~sig!!!fi.c~~q-~~~r:iglido. Si ha m a.tesis con-
rf'Jcre11tcs a la sexualidad y a la muerte, queda con st as ligado . \', tra-la que combate F reud en~e la vida co "~
es- ia- creqUeella sus ocurre de similica n:
.,;~Ot<;,;g~\k'1!UUi>J"'-"":aow do sonhdo """, otrns sigJ>i 'X.
Hasta a~1 nos encontramos en el terreno en que el encadena-
11 sobrce l-slgrrifrcante:---------------.- - - - - militud ~n ~l sonido de las palabras. El una vez so que estaba en una peregri-
1
...
11 peso aeJ s1gnrficado lo destaca Freud con todas sus letras en la nacin (plerinage) a Jerusaln o a la Meca. Despus de muchas aventuras se
,.
'l)nclusi n que obtiene del ejemplo de Signore lli : "est, sin emb argo, encuentra 'visitando a Pelletier, el qumico, quien despus de cierta conversa- ...,. ~
cin le da a l una pala (pelle) de zinc; en la parte siguiente del sueo se trans-
l:.1 profun da pregunta de si una asociacin externa como sta puede
n realmente una condicin suficiente para la perturbacin del nom-
forma en una gran espada de hoja ancha". A continuacin Freud cita el segun- ~. ~.; ..
do sueo de Maury en que ste muestra que lo que organiza al sueo es el paso
nrc perd ido por parte de los elementos reprimidos, si no se req uiere de kilmetro a kilogramo, luego a la isla de Gilolo, a la flor de /opelia, al gene- .... ;._ .. ;
una 111s intima conexin entre los dos tpicos. En una observacin ral Lpez para terminar jugando un juego de lotera (lotto) (St. Ed., vol. IV,
upl'rftcial se estara inclinado a rechazar esta ltima dema nda, y p. 59). '
Hf piar como suficiente una contigidad temporal entre los dos,
24 Es aqu tambin el lugar donde resulta conveniente disipar otro equvoco.
un cuando los contenidos fueran completamente diferentes. En una Se ha equiparado el proceso de articulacin entre representaciones al encad"l- '
~i ' . \~
11111estigacin ms profunda , sin embargo, se encuentra cada vez ms fllim!eto s1gihcante. No toda vinculic10n entre representaciones que produee
frecuen temente que los dos elementos que estn un idos po r u na aso- ')r la -peratoria de ra vinculacin nuevas representaciones es exclusiva del sig- ;1 '' . .:.:..., ;.'!
1acin externa -yl--eierneia-t~eprim ido y el nuevo - poseen ad em s al-
.~.
nificante. Ms an, si as lo fu era resultara una redundancia utilizar la expre-
gL1~a con exin d'<_ contenid~,;"J, tal ~.cxin_!.s e~~?a e1;n~tra sin "encadenamiento significante" pues bastara con el primer t rmino para
hacer innecesario el segundo . Si se dice encadenamiento sigrficante es preci-
'
hlc cneiej_~,2~plo cfe-Signer-elli (subrayaao nucstro) .2 2 ,.
samente P!~~fe..ijJ1e fiY:. otrns tipo de encadenamientos po;F
.Q1ga1OS dems, y no es - punfo aesenable, que si toda la bl~f_~fasis en el si nificante en sicoanlisis surgi eri un Qlllenio- pa.i:.,
PsTcpatOig fade-a vida cotidiana" se d1terenci<i::hlii_s_e.s11.1sli0s ticular del desarrollo del estructuralismo, cuan o a onologa apareca como ,.
asoc1aclo nists de fin de siglo es porque para FfeUClno se t rata exch1 - ~!_~-d?riY:ilegia do... Pero si despus hubo que desarrollar el anlisis del diS-
s1vamcn fc.Ae _una mec1Ll_9a ael Si[ff1cante, So que ?etrs de sta - cfso7C1e'"llnmunciacin, de la semntica moderna, de la gramtica de texto, .,
es decir, si se tuvo que ubicar la fonologa como un modelo de anlisis estruc-
turalista pero que no recubr a, ni mucho menos, la lingstica por qu los ~
l
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~
h~;~::-J;. . ~
~ ..
1,.
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....,
.'.):~~:;
'.
~L
!;'
El lector puede preguntarse a esta altura acerca del porqu de
nuestra insistencia en otorgar al encadenamiento significado-signifi-
! taba siempre de aquellos con los que tena una relacin cercana, bsi-
camente de trabajo, y que haban dado muestra de apreciarla . J\J unca
llegaba a estar segura de la baltad de esos conocidos y te na que co-
' ..
~ ";:.~: :
' '41. .
n cado un status en el inconsciente que no sea inferior al del signifi- rroborar obsesivamente que la continuaban valorando y necesitando.
.-:~;ir~< ,
cante. l';io_.ie trata ni.Qamente de corre_gir l.o~.1;1,:!:IJI ~~ri'. En sntesis, un episodio de la vida de los padres, a travs del rela
H
to mtico de Stos, haba dado lugar a una creencia general: "aqud
l .;:>J[,~/: zacin absolutizante para Rr.Q oner un modelo que satisfaga ms los
hechos, smo que . e acuerdo con la po'Sicin cie
se aooptecfel-!Viii" que aparece como cercano y aprecindote en un momento detenni
Jipi'tatescon'set:u-e1Tcrtzs. - -~=~= __ ---- ~ = nado te ser desleal" . Los atributos que pe rmitan el encadenamien
:J.'.{#:;:} ~ "En primer lugar, para una teora de las ideologas, stas, conside- to entre las figuras del pasado y las nuevas nQ tenan que ver con una
~ 1,;,>r:.~ ,1;! radas como creencias colectivas o individuales, organizan el sentido analoga en el orden del significante, de la similitud fsica, de lo sen
.....~:~:~ 3.,
., que se otorga a todo aquello que hasta entrar en relacin con ellas si ble, sino de lo conceptual: cualquier personaje siempre que fu~ra
;,t~~~: constituye simple dato-objeto, puro significante , de manera similar a conceptualizado como alguien con quien se trabaja (compaero-su
lo que plantea Lvi-Strauss en El pensamiento salvaje que son las cio) se converta en poco confiable.
. :. l.. mil variedades de la vegetacin en un bosque para un visitante occi- J;.,a cre!ncia gue..acabamos de121:tsentar no hubiera sidc suficic,1te
de ntal que nada sabe de sus usos. Las creencias de una ideologa ge'. no
de por s en la gnesis~1L.i "selllioleia articulado con
neran nuevas creencias el) una req creciente d~e inco~patibilid.~9~s y\
compatibilidades. :Jo;eLD
1
itA ~-' v~v~ttJ /(-vvQ,l1Lr>L[) )
f.1./.1
otras. Drante la infancia haba vivictoe una casa alquila<l--si
tt:iVlefan un contrato de locacin. Esta era otra de las preocupaciones
que
Tomemos para ilustrar lo anVi:erior algunos ejen1plos en el campo de la familia ya que estaban continuamente pendientes de ser desalo
del psicoanlisis clnico, en el que las ideologas familiares repre - jados. La paciente adquiri la identidad en que se vea como uua in-
sentan un papel decisivo. Los mensajes parentales, enclavados en el quilina en vas de desalojo. As pese a tener una excelente posicin
inconsciente sin que el sujeto sepa de ellos hasta recuperarlos en el en una gran empresa que valoraba enormemente su trabajo, siemp1e
anlisis, actan como organizadores de los pensamientos ulteriores la senta como transitoria y viva asustada por la posibilidad de ser
. -
,.
a la manera de una matriz generativa. Una paciente desde muy tem- despedida. La vivencia de los padres con relacin a la vivienda haba
j .<: prana edad fue adoctrinada por el padre acerca de la traicin que s- servido para transmitir una frmula general que funcionab a en el lll
'
.. te haba sufrido por parte de sus cuados, los hermanos de la madre . consciente de la paciente: "tu posicin, sea cual sea, es precaria y
Durante aos el tema de la deslealtad impregnaba el dilogo entre los puedes perderla". Como consecuencia de la articulacin entre l<ts
padres . En la paciente la creencia en la traicin de los tos se exten- dos creencias menciqnada'>-;-q~e tampoco surgieron desvincuc.J .. s
di ms all de la relacin con stos, tomando el carcter de premisa entre s, llegaba a un~ creencia) bsica : "t eres dbil, una especie
general con la cual captaba los nuevos vnculos en los que iba entran- de inquilina en la vida; tienerque hacer mrito para que los otroJ,
do. Incluso lleg a desarrollar un sntoma que fue uno de los motivos que adems pueden ser .desleales, no te echen".
de consulta: senta por detrs una sombra amenazante. Lo digno de La paciente se haba de~tificado adems con una modalidad
destacar . es que los personajes que se convertan en persecutorios no familiar que la llevaba a tomf enorme cantidad de medidas precau-
consistan en figuras desconocidas -no presentaba, por ejemplo, te- torias para evitar que lo temi~o -perder la posicin, ser traicionada ,
mor a ser asaltada pese a vivir en una zona peligrosa' sino que se tra- etc.- ocurriera. Pese a las mec\idas precautorias consistentes en pres
tar servicios desmesurados a alquellos con los que trabajaba, que lle-
. )\ psicoanalistas enen q ne quedar enc.asillados en el uso de una lingii stica del
pasado, aunque ste sea reciente? Aun cuando pudiera parecer demasiado du-
gaban ha,sta la obsecuencia, y \adems a controlar de manera vigila n ..
te cualquier comunicacin q11e pudiera establecerse entre aquellos
ro o audaz consideramos que la lingstica que est en juego en la obra laca- la paciente no lograba tranquilizarse. Le suceda como en numerosos
niana es la del comienzo de la dcada del 50 cuando todava Jos lingistas re- casos de control obsesivo en qte se adquiere la conviccin de que las
chazaban la inclusin de la semntica. Su desdn por sta los deja sin sustento
para Ja aplicacin de la lingstica a gran parte del psicoanlisis que tiene que catstrofes no suceden por las 1medidas precautorias. Continuamente
ver con el sentido que organiza la experiencia del sujeto. i --------
l - _ I~ 1'"
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~
te un viaje en auto se le ocurri la idea de que si el vehculo se mova ,._ l~ .;_,
's La creencia en el poder del control era una co ncepcin bsica de la pacien
te. as como lo es en cualquier obsesivo, y que va ms all de un tipo de eon-
mucho quizs abortara y entonces se vera libre de toda la complica-
" cin que s~gnificaba esa nia. Un poco ms adelante se angusti an- .J
1
;';?
~.:
trril e n particular. Muchas veces se considera que en el obsesivo se establece te la posibilidad del parto y pens nuevamente que si abortaba no
11na lcn ica de control especfica para una ansiedad en particular -ejemplo: tendra que exponer su vida en l. Despus que naci la hija, cuando
. . ... ;
lavado comptlsivo de manos para controlar la contaminacin-. En verdad si el marido le comunic que se iba a ir de viaje, se le ocurri que el ti
1 obsesivo puede desarrollar tcnicas particulares es porque todas stas se
~,oyan en el supuesto bsico, verdadera premisa. de que si hace algo se evita
mayor dao que le poda hacer era precisamente matar a la hija. ~~
'
ra 10 temido. La tesis que exponemos se corrobora con el dato de que cuan- O sea que ac aparece algo que es clsico: detrs de algunas fobias
do estn a nsio~os salen a hacer algo, cualquier cosa, aun cuando no exista un existe un deseo. Se teme precisamente lo deseado en la fantasa.
l.~
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.. . ,j ~
tipo de vnculo ms o menos lgico entre lo que produce la ansiedad y lo que ~1ora bien, :!_pr<2.2)em=dllli! se plantea es el siguiente: el deseo de
se hace para co ntrarrestarla. muerte de la madre C.Qll.,.ill.Pecto a la hija es, 12rtticamente univer-
't
p.:i,;.i:~f ~
... ,
16 Aqu ra7.ona nte no debe ser tomado en el sentido ele razonamiento de
sal. En qu momento no se le ocurri a alguna madre que mejor se ii
acuerdo con las leyes de la lgica sino co mo proceso por el cual se obtienen
riunese su descendiente? Tambin es frecuente que algunas !Tladi;es
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.:. : gar a un sntoma obsesivo . De modo que no se puede explicar la la posibilidad de que yo lo criticase. \
aparicin= del temor obSeSfvo simplemente por el hecho de que hu- El padre introduca nuevamente un mito familiar: el de las furia~
'..: '~~:
< 1 . biera un deseo de muerte. Por ello en el tratamiento de esta pa- asesinas. Por supuesto que este mito familiar formaba parte de l!rt.<
. .':'....
' ciente fue necesario ir- entrando en el develamiento de otros facto- necesidad psicolgica del padre, que en realidad presentaba una cleb1
:' res que pudieran explicar el temor de la paciente a que ella pudie- lidad extrema. Era un fbico que prefera mostrarse como Ull asesi '
' ,ra matar a la hija. no en potencia.
'..; -
. Ya en las primeras sesiones del tratamiento la paciente me rela- En una oportunidad en que siendo pequeos la pacientt y su her
,_.. /
1 ~ , ~ / t que cuando ella y sus dos hermanos menores eran nios la madre mano se quedaron solos con el padre, el terror a ser muertos por ste
<
:~ los corra por el patio de la casa y les deca: "Algn da va a ocu- fue tan intenso que colocaro n un ropero contra la puerta de la habi
',-
' ~4
'> . ...
.. rir aqu una desgracia", "algn da se me va a ir la mano". tacin. Los deseos y temores eclpicos sostenan sin duela aquella
Estas frases le quedaron grabadas y le fueron dando la concep- creencia.
L~};f~f:fl
....~ ,{'<! ''"' .
. i cin de que cuando una madre se enoja puede terminar matando Vamos viendo que la madre de la paciente introduce una conctp
. ~ i~" ~::!~~ ;: : a la hija, que una persona puede perder ti control de sus actos, cin y el padre refuerza el mito . Adems el tema de la muerte sit:m
: ;;,,<f1.t-t:2 : i ~ que stos pueden ir ms all de la voluntad. pre estaba presente en la familia. El padre, fbico severo, con defen
,. >:-},,~:Uf~~
.(\'~. ( ~~:"
~t v.to
' .:'.: La frase de la madre tiene dos elementos constituyentes: uno es sas obsesivas, lavaba las frutas y los tomates con agua y jabn y los
?.,~ . ,l~,\,I ~~
'[.~ " ' "Algn da va a ocurrir una desgracia", implicando obviamente "te haca cepillar. Estaba preocupado continuamente por la contamina:-
.'H.(:< ~ ; voy a matar"; y el segundo es: "No es que te voy a matar voluntaria- cin; no se poda poner el telfono en el suelo porque si despus lo
~ .: -~-~:,? mente, se me va a ir la mano", como si la mano cobrase autonoma, colocaban sobre la mesa la contaminara. Cuando coman no deban
v
con lo cual la paciente fue construyendo dentro de su psiquismo tocar los dientes con los cubiertos para no hacer ruido . Continua
que era factible la fantasa de la prdida de control voluntario y del mente pensaba que se poda morir de cncer, tomaba una serie d(
ttutomatismo de la mano y del cuerpo con respecto al propio sujeto. precauciones y estaba muy atento a las noticias de los diaiios sobre
El otro aspecto interesante es que la madre al decirle "algn da" el descubrimiento de nuevos factores que tuvieran relacin con d
:'i :-:.
ubicaba el peligro en el futuro. Es algo que podra llegar a ocurrir "' ,~ cncer.
y que creaba una expectativa ansiosa. Era una amenaza que pend En una entrevista familiar la madre le dijo a la paciente cuan<lo
continuamente y que tena ms efecto todava que si la madr~ le ,.. sta le formul una crtica: "no me arranques los ojos, eres muy
hubiera dicho "te mato", pues esta frase hubiera quedado desdlifi- /; ' ' agresiva, en ti no se puede confiar para nada." Recalc "'eres muy
cada automticamente por el hecho de que la experiencia demoJtra- ~ . ~. ~ agresiva", simplemente porque la hija la haba criticado destacan ..
ba que no se concretaba; ~ientras que si uno anuncia algo_q11e...Jl_~ ..:r, LJ do algo que tampoco era excesivamente grave . Adems la frase:
"ocurrir en el futuro siempre exi_ste la posibilidad de que suceda. y si . v~JJ "en ti no se puede confiar para nada" va induciendo la idea de que
se da un plazo que deja abierta esta posibilidad para siempre no hay ' es una persona de la cual se puede esperar cualquie r cosa. O sea que
experiencia en la realidad que pueda refutar la fantasa. la imagen de s que la paciente tiene inoculada desde nia est basada
La concepcin- de la madre de que cuando alguien se enoja con en que es agresiva y no confiable.
otro puede matarlo haba sido reforzada por el padre . . .~_ili t.eni~ adems una ru.12t.u..ra_1Jll!Y_P-arti-illa.LG0n !a ref
Durante el tratamiento realic algunas entrevistas familiares lidad : cuando los hijos eran pequeos, si la madre se enoj__ba se 9__gos:
que fueron importantes para comprender los sntomas. faoae el suelo y se haca pasar _Ror muert_~y 1:!.f.!9Ue los hijQS pe.n
En una de las entrevistas el padre dijo que haba estado en una saban que la madre les esta-ba rriientie.ndo, tenan -dudas de si real-
cola y un individuo trat de ocupar un puesto que no le correspon- iriente--se haba muerto o no:=-ne 'Si:a forma se-creaban dos-realida
da, y agreg : "Casi le doy una trompada y lo mato", con lo que qui- deS:--na, que la mad~-;;5t;b;~;uert~pe ro ff!_queles <leda que rn1
so darme una muestra de su poder, de su violencia. Esto lo haba di- ~os!ioer~De modo que ha~:Ci:eencia que est;ren -con:
cho en un momento de la sesin en que el padre estaba asustado por traposicin con otra, a la que sin embargo no logra anular co111plet&-
148 l .!~C)
1
~
(\('[ rc llto y que favoreca todos los procesos de induccin y de iden dad en la hija sobre su capacidad de ser una madre que cuide, cen lo 1 ~
1ificacin pro yectiva. cual hay un factor preseme en esta familia, ya no solamente una es f
Lo inte resante de todo esto es que cuando la paciente se plantea tructuia del pasado que se activa sino algo actual que es la actitud de
:.
l<i idea de que podra arrojar a su hija por la ventana, empieza a ver la madre que genera creencias en el psiquismo de la paciente, las que
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que permite organizar toda ia estructura . Es como el ncleo de pre-
;5.~~J .:.;\ ~~ ' cipitacin en un cristal. Tambin es digno de consignarse que la pa- produciendo, por identificacin, una regla bsica de funcionaini,m - l\1
~..-..; ... .1.-
ciente piense que si ella fue capaz de arrojar la vajilla contra el ma- to: el se~tirse persegui.dora en vez de pe~seguida, mec~nism o bas1an- 1.\
{~rff;\ig
~ : Esto permite comprender por qu la paciente comenz a trne
.i de la paciente. El podra haber desempeado el papel de contra-fbi-
,\
.'" ....
~l co y haberla equilibrado, pero en vez de esto cuando a la paciente se por la hija. Dado que la paciente se encontr ante una stuaci11 ~n
1;':\.,'.).':'<-'\ . . , \; le despert el odio y la rabia contra l por su abandono, l le deca: que se sinti desprotegida , separada de una familia simbitica, cor1 ei
.iY.;:;q..
Ll~d:rk;. ,\ !..
.,
; 1 i' "Eres
. una loca". Esto con . el sentido de "cmo te descontrolas"
marido en el exterior, con temor ala muerte en el patio, entonces 1~s
?... Ji;;''I ~"
;\'~; '>ti .
j ~ .,
:
{.
. -por
de
lo
que
de
ella
la vajilla-, pero
verdaderamente
la paciente lo tomaba como confirmacin
poda perder la cordura. En su psiquismo
te mecanisp10 de transformacin oper sintiendo que no era ella si.ir0
otra persona -la hija- la que corra riesgos.
lC~ ~ : ! ' ',.> En el tratamiento hubo dos circunstancias que pennitieron, <I m
I ' entr a funcionar la premisa "ests loca", con todas sus consecuen-
cias. modo de ver, otorgar validez 11 esta hiptesis. En una oportunidad tu
Ahora bien, con todo, es legtimo preguntarse por qu el temor vo prdidas menstruales que se prolongaron durante cierto tiempo y
"r de la paciente es a arrojar a la hija por la ventana. Lo dicho hasta aqu que le produjeron miedo de padecer de c.ncer. So entonces cue
permite ir entendiendo el temor a matar a la hija,..,~r<? Qlf h~~~ la hija tena una hemorragia y corra peligro.
,
--Parecer precisamente el temor a arrojarla por la ventana? - La situacin fue muy ilustrativa porque ella vena hablando :>esiJ
- Aparece aqu1 el 1uego del significante que, insertndose en el sis- tras sesin de esa prdida sangunea, de que no se animal; a ir al gi
't.'
.......":
tema ideolgico de la paciente, le da un sesgo que lo precipita en la neclogo porque le podan descubir un cncer, y en detenninad o
forma que adopta el sntoma. El anlisis de algunos sueos condu- momento ella suea angustiadamente que la hija tiene una hemorra-
. f. jo a la conclusin de que la paciente haba hecho una ecuacin entre gia, que corre peligro, y que ella la tiene que ayudar.2 7
tt1~#f
1 :;-agirurventilnii=f>Gr~y abortQ-caer _Eor la ventana por el otro, Otra circunstancia que pem1iti ver cmo la paciente transforma-
lde modo g_ue abortar era precipitarse por la-vetana,~da que ya no ba la condicin de sentirse ella en peligro de modo que ste pasarn n
resultaba espontnea sino motivacta-p1:;rta"mq\iITepUeCre-i'', existir imaginariamente para otra persona, fue el nacimiento de un<i
"trque detemunaba la ruja que"""T'se pueaeifTapuraa'if-gaetre segunda hija. La paciente, al amamantar, tuvo una lesin en el pez11
vagina y ventanacomo- aberturas en la su erficie de un cuerpo o edi- y durante varios das habl del temor de lo que le poda pasar. Esta-
IC)O mas un examen gmeco gico que se le ruzo a a pacenteeel ba enormemente angustiada, cuando por fin vino un da y me dije
qm se la mir6~a vagina :Como s1 fuera una ventana-, favo- "Sabe doctor, ayer se me ocurri, y me angusti muchs.irno, cuando
r~cier~ que ambas repfsentac1ones quedasen elazadas.:eP..~E~ r_~ le fui a dar de mamar a mi nena pens: y si le muerdo eJ dedo
f~r gue la s1mltulle los s1gruhcantes verbales v~n~: gordo del JJie Y..! lo arr~?" El ejemplo esreaimerite noTii6T 1)ol--
il" or sim le similicadencia -similar cadencia trisilbica y presencia queellaestaba angustiada 12orToCiue le etb.l.Rasandoa-su pn.
.~ va-ve junto a una ltima slaba idntica-, pudo haber~resentaqo Tea como idea la existen_cia de una boca qu;;J;uerde , -una boca
no ecibi prueba durante las Sesiones, aunque obviamente no es po- que ataca, la hija que la puede atacai y lastimar ~ enfnces elfa
~---~ ~. ---- -
A medida que el anlisis progresaba los datos permitan ir cons-
truyendo una estructura compleja. Dentro de los factores debemos 2 7 Ac J_e c!isP.,2ne de una situacin muy e~H.CiQUal,_pru:q.u.e_se.p.rJ.se.1; d u~li<
mencionar que la paciente tena tendencia a ubicar sus propios mie- no tOns!Ulido aartuaei'SUefloSi(fese sabe que la paci~~ P!J<.11.l!!l.'l~l~te
dos en los dems, al igual que el padre, a quien, aunque era un fbi- tfna J'.2!~gQ.,J!parece un sueo en~q);l~..Ji.~.:::ill5i~.fif.f.~it_'1.~<;;in . Estas
son las circunstancias que permiten estudiar los mecanismos de transfonnad
co, le gustaba presentarse a s mismo como un personaje agresivo, que ocurren en los sueos. Aqu se present precisamente una co11dicin .:qu.i-
como alguien que era capaz de atacar y destruir a los otros. Esto fue valente a los sueos experimentales que proporcionan una metodologa de i.;-
mo obtener una corroboracin en reas que son tan oscuras y problemticas,
152
15J
\ i -
-----~::~
ra11>f0 nna esa situacin. en otrn.a travs de la idea obs~siva, arr~n-\{~
;irle el dedo gordo del pie a la hij a haciendo la sunb olizac1on pezon- l~
de
(~amientos, pero esto es sobre todo evidente en cuanto a Ja signifi-
cac1rrd castigo que tiene. En efecto la anticipacin de u _ v-
mito conducir a perder peso, e eza a no ser atractiva ara nadie
dedo gord o del pie . '
no--est en e or en e . o mmeaiatamente sensible -del sjgnificanw-
El c ~so clnico prese ntado slo agrega una corroboracin ms a lo
srn: de un verdadero encadenamiento de sentido: ymjtq pmduce
que co nstantemen te muestra la clnica psicoanaltica: el significado
ei{~en~ , ste arruina la belleza, y luego prdida de arn;?"
le un.a palabra, de una fra se, de un segmento amplio de discurso evo-
a otro por similitud semntica, el que a su vez puede relacionarse
s"i'bre Url supuest que actua COl110 premisa de UD r azonami@Rte. SC"
quiere
. .., , - - slo a las que son bellas , Si no lo es, entonces nadie la qU.!.:
cri n un tercero para generar un nuevo sentido , el que por el juego del ~ ~
rra .
igni fi cante de alguna de sus palabras o incluso de la cadencia de la
~'"'""ruda la teora psicoanaltica sobre la necesidad de castigo corno
rra'c o de la for ma sintctica se desliza hacia un nuevo sentido total-
capaz de dar lugar a conductas complejas que conducen a mitigar el
.11cntc inesperado, el que a su ve z vuelve a repetir, en un incesante
sentimiento de culpa se basa en que el psiqui.srno inconsciente sea
--..,
J.
movim iento, el encadenamiento de significados y significante s. Es
capaz de realizar juicios de inferencia , de presuposicin, es decir
!1 rrr/ icu lacin de la operatoria de las creencias con la operatoria del
1
f><'ri alrnctiva para nadie. Por lo tan to el se nti do del sntoma es un .' 1
ffili01ana en cua11!5Ldevelarniento del sentido* queda exch1jdJL ~ ~'
''H <'ontr~dict ori o de realizacin ele deseos" .2 9 ,.. ~ \ :.i. : .. '
aunlo que Freud denomin construcciones. ..
~I doble 3.S.Q_ccto_q11.e _freud. Qlorg; -~.~torna ~~![s:~ ~'
~c~!1! 1!s m_s ortodoxos corno J.A,_Miller3o llegan a obj~: 1 .;.!:, ;
n Fn otros tra mo s la operatoria de las creencias inco nscientes im plica tanta s -:, ..
* No usamo s sentido de acuerdo con la semntica lacaniana, en la que el tr- . 1
,r,111s11:~~ i o n cs
a las Ley es de la lgica corno Jo m uestra la d escri pcin d e las
mino se ntido es cq uivalc nte a no sentido, y diferent;e de significacin. Prefe- , ::~ -. :i '
1.mntcs del .<ofisma, o los juicios "equivocados" de los ni os, q ue Piagc l es-
tu<J;a. h1 es te sentido el psicoanalista, por su inters en el inconsciente, ob- rimos mante nerno s en la categorizacin freudiana. : \ ."
:: , :~ ;.~::
liem ms benefi cio del estudio del sofisma que de Ja lgica. 3o Intervenciones en el encuentro realizado en Caracas sobre "La ensean za
29 de La ca n '', 1980 . J
Carta 105. St. Ecl. , vol. l, p. 278. .
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,,~( Vi ;1vn~)
;~i:;:!~: . ~ . ' ,.q
de la fsica matemtica, quien hizo callar al mundo, silencio que La-
.i r:.: tar la posibilidad misma de la interpretacin en cuanto significado
atn5Uido,llore'su ffa"fofarnffite: au11e:uado"contribuya- delhecho can resume en esta proposicin, que pienso es bastante indudable:. ai
dY. que al ser dicha por el analista vuelva a col~ ciendo que la ciencia_l_l!pon~q_ue en el mundo existe n sign.ificames
t~f.i~;
garoe suJefadci a ot ro gue 1 e- lee su identidad, smo esenCialmente que-yanog~n decir _na~ara nadie:--Blf~l_mudo~~Ci~_ios en
porque el sentido es 'considerado un producto s~ sgifi-
~
eont~!:_~nifi can tes que se organizan--2..~ific~tes que !~~_pnd en (\
~, , ~ c;fite . El significado es para los lacanianos trampa y detenc16--~del Jyes,_jero qe estos significantes no estn relacionados con un sujt
\. ,~l, 1r,r. t'1 .~ 'de;"lizamiento significante, habiendo en esto una tica, es decir una t6.,....gye se exp resara por su in~rmedio". - - - - --
: :;. ~t~.~ ::: ('. 1:. escala d~ preferencias. Por ello los lacanianos han elevado el corte, ~-~ Detengmo nos en este pasaje porque nos introduce a una concep
1 t~~1.j'it.
~ ~ .~ ;/i.~f ~ '. ~~ - la escansin, a un lugar de privilegio en la tcnica analtica . cin m uy precisa del significante .~Y~..!}2 se trata sola~!~.~-9..U"' ,,
1
156 15 J
1111:i caracterstica de la obra Jacaniana. Dice en la pgina 61: "por
cin de las leyes que determinan sus relaciones mutuas.
un lado, en el discurso de la ciencia, el significante no quiere decir
Un discurso ierico en el cual la significacin pasa a ser dese-
1iMl1c en la naturaleza; pero por otro, el sgnific:mte est all en la na-
chable conduce , ms all de la intencin de su autor, a precipi-
11r~leza organizado segn leyes; es por ello que Ja ciencia siempre es-
tarse en aquellos mbitos en los cuales se pueda afinnar una exis-
IY ligada a Ja idea de que hay all un saber en lo real, una red articu-
tencia del significante que no requiera ni siquiera que en algn
11 L de significantes que funcionan en lo real independientemente
0
punto est abrochado a la significacin. Miller "es hablado" por
1"1 conoci miento que podamos tener de ellos". sus propias creencias y son stas en tanto pura precipitacin las
Si se da a las palabras todo el peso que tienen, Ja expresin "el sig- que lo empujan en una operatoria no controlada por ningn su-
1fica111e est all en la naturaleza organizado segn leyes" implica jeto a llegar a la conclusin de que el significante est all en la
11c para Mi!ler los elementos de la naturaleza, independientemente
naturaleza.
un discurso que hable de ellos, son significantes. Y para afirmar Si se aplica al discurso de Miller una met odologa como la que f!
11 m~s que a Ja naturaleza se le atribuye el consistir en una organi- Freud planteara por primera vez en Ja historia de la ciencia con- "
ncin ue significantes, dice Miller en la pgina 62: "al respecto, sistente en estudiar la articulacin entre los elementos que la cons-
l'Jcwton dice que no forja hiptesis que seran ficciones. Con su pe- tituyen, se puede ver todo el peso que tiene la operatoria de las
11ci~ articulacin significante, constata que ellas funcionan en Jo
creencias para empuj ar el discurso hacia nuevas creaciones de
rr:~l. B;i.y muchas cosas que se constatan as y que despus de todo
sentido, en e st~ casq la ,coj!ollotacin ~u:_adquiere el trmino
1
10 hay por qu comprenderlas, que evidentemente colocan a Dios
en el horizonte de Ja ciencia. Se comprueba por ejemplo que cier-
significante. :IN
tll)~M' I Bf~/0 ~
Con est o los laca nos culminan un proceso singular : en nombre
';is plantas dis ponen sus hojas segn la serie de Fibonacci, segn el de Freud, y sobre tod del monopolio que se sienten autorizados a .: ~
'rl<'mmiento regular de esta serie de nmeros inventada en el siglo detentar, demuelen Jo esencial de su obra: el nfasis en el significa- . 'J
1
n. Saben matemtica las plan tas? Todo lo que Ja fsica matem- do. Si Freud propona rlterpretaciones a sus pacientes, y no hay '' .. ? 1
t.ica nos ensea es a constatar que hay alli un saber que funcio na en un solo historial en que esto no sea la base de su trabajo analtico, . ~ .
lo real" (subrayado nuestro). Par~iller el hecho de que las hojas '!' \! .. ,~,~,.~ '(
era porque consideraba que existan significados que aqullos desco- '' . /~ . \
ha_~~ elJ_ignific'l_nl_e ..E~~~en!.Q..9..\!$,. .~.~_t_; all_ efl l a_ 11~tu!:al eza, sir ~ que Ta ac 1 _ _ec Ci!!lJ.a na s.ea el resultado de un n smo n < '1 -
viendo_~ t.:?.r!:!!P s igpificant~LlW! d~filuiar cual.9,_uier e_lc men to . in- .. _ ., ft rvencionista . Resulta, en cambio , una consecuencia logca de-
1 ..
-,
duso ima cosa en la naturaleza,_l\eI!!.Pl.e gue cumpla cll,.!lla-con.dk. fes1s=trenfe a la s1gruhcac1on y al conferudo y organi'lacio~ .;
.' :
.(i
1 ifn er-est ar articulado, relacionado de acuerdo con cierto orden ,
c9~~1e. As. t ambin es coherente que la teora del conflicfo~ .
'
.-011 ~o t;:~:5 ~~~;w~liscon los que lom1a n'Sstma. iaincompa~ da_d .e n tre ideas, cg: ~ c ~Y-ioot~e...aif.,._ }..,: -:_!
La respuesta esla en que paraa1'mlIT4aTITTal--independencia del gUSlli,Oelos mecanismos de defe nsa hayan sido poco a poco ab~ '" '
~.;~.~
:;ignificante co n relacin aJ significado , la innecesariedad de la ex.is- g.i:rnattorpurtlr escueta raca111ana. No se trata de negligencia o de de-
. cncia de este ltimo para la presencia del primero, tiene que colo- stendertransitoriamente esas problemticas.por estar ocupada en el
..:: :~
.' 1
~
~
<.,arsc en un orden como el de la naturaleza en el que la significacin desarrollo de otras. La cuestin es de fondo : si el encadenamiento
obviamente es prescindible. No cabe duda de que en Ja naturaleza las significante, totalmeriteSe"parado por la barra saussuri '~-~~.
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cosas son, no para alguien, sino simplemente porque lo son en fun - c_~:Cfsi, sometido excl usivamente a sus leyes comhinatari ''. '.
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158 159
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! :. ~~~. (:.~:.;:~ '. f' ce Lacan de un orden cerrado resistente a la significacin,32 es el fensas ~e stas son insep~~~D>.JJk.rtiiJll.li@~ .
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'JttJ : ~:.
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1
~ . qiiecfeteimina la sigruficacin, entonces suponer que porelsignifica- -i::1inconscie~cTia!ifSulta impensable si no se lo ve como \ \
r \~LJ~\ : . ; do que tengan ciertas palabras stas debieraSer~eXCuioas-:re~ una operatoria de significantes y significados. Para probar esto podi,;'j, \
.'. '1~);.~.,.
i/l(''',-;,.
~t : ; das, ---
refutara la tesis O.e la primaca del significante, al invertirla .
.
mos proponer un ejercicio simple: intntese leer cualquiera dt los 1
r.:.. w ,:t~-. t..: f CuanCio en Freud el sujeto no tolera mantener coro consciente su historiales principales de Freud buscando slo la articulatoria del sig
' ji'"' ' ;1, .
{.f~:,i ~.:'.<': 1
.' deseo incestuoso y utiliza expresiones como "repugna a la concien- nificante o teniendo en cuenta exclusivamente la del significado. 1.
1 ;~;;,; . ::~ . C'
y1 .
'cia", "intolerable a la conciencia", es porque aquel aparece incom- Siempre resultar un rompecabezas incompleto con grandes huecos , ' 1
1
patible con la creencia de cules seran 10&1 buenos deseos, porque
./~--
------ - - c;-.;t_ -.. . . . .: .: '. f '\ ' - . / .- ~
/ 21,:) v,.0.1Q\''./\)iv{ ,,1.; _
1 ('
'' ': puede ser codificado como incestuoso es porque se opone a otro
que no lo sera, porque existen creencias que fijan cules son las .Defensasf~:;~:i~
tori' na:~::~ --~--~
' relaciones posibles y cules las'prohibidas, es decir, porque la signi- . ~
-~.........
/
~,:----~- .
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.
ficacin con que se dota un deseo tiene importancia.
Todas las incompatibilidades entre ideas y las operaciones del
La larga~ e_'.l_n_!~-~ .. lra servido para mostrar que arn:t L
tensin narcisista se pueden poner en marcha ya sea mecanismos de
.. psiquismo para poder enfrentarlas quedan por lo tanto fuera del defensa -exclusin de la conciencia de determinados contenidos por
~, .: 1 ; campo terico delimitado por la tesis de la supremaca del signifi- el displacer que ocasiona en sta- o defensas compensatorias que se
; ~: cante. 3 3 Esto nos conduce a otra conclusin: no es que los laca-
~.:..1}-..:
Jt.) ;;.
diferencian de los primeros por no tratarse de una simple exclusion
! : nianos deban dejar de lado los mecanismos de defensa pues estos de lo doloroso sino por la produccin de algo placentero que co11na-
J., , .~. l <: implicaran una recada en un sujeto unificado que gobernase a vo- rresta las ideas angustiosas. Para ejemplificar podemos valem os del
1:;~~ ' ';('.;~ : ; Juntad sus pensamientos y que "preferira" reprimir, negar, proyec- cuadro de la megalomana, sea sta consciente o inconsciente. En ei
't': ~:.~'i~- : ;;,. tar o emplear uno cualquiera de los mecanismos para resolver un caso de un trauma narcisista lo que hara el mecanismo de defensE
' ; conflicto. Bastara sostener que los mecanismos de defensa no son sera excluir el recuerdo de aqul, mientras que en la megalomima
- el producto de una intencionalidad de un sujeto, de una decisin de se crea algo nuevo, se da un paso ms all, el sujeto se siente grandio -
. un centro de acciones, sino automatismos a la manera de un reflejo so y no simplemente humillado.
que evita el dolor, o sea operaciones motivadas, que tienen una cau- Hay toda una serie de fenmenos que poseen este carcter de
sa e incluso una finalidad de evitar algo que podra ocurrir en el fu- . creaciones compensatorias y en los que nos detendremos ahora.
turo pero sin que haya nadie que!as est pensando o planificando .
Bastara sostener esta tesis del automatismo para que los mecanis-
,. -.... .
r, 'I
mos de defensa quedasen desvinculados de la nocin de un sujeto ; e ' . \A
, ,
I j - ' :>
\\
'
unificado dueo de sus acciones. Narcisismo y agresividad L~ ~--N .).:~;.. .'; -~-t~ y;', 1)
~i los lacanianos han tenido que dejar de lado el estudio deJa~~- .. ' '.. /Jx , "' _/
~!_~s!lsmo puede ~L uJilizado para bala~a:t:;;,v-i~as.,herfc;l~_Jlll!~itis..
32 Ecrits, p. 50 l. tas: lo sucedimn_d,pasado Y....9.1!.Ll~lt Jrl!.~mtico es revivido pe-
33 Las consecuencias en el plano de la accin, sea cual fuere el mbito de sta, roiV~sien.do el sujeto el que ocupa :!}.1:!g_a!if~J:poj~ij)~sq q_ue
de una teora que preconiza que Ja verdad est en .la combinatona del signifi obtleeSaTISfaccin narcisista atraVsaeISufrlmiento del otro. Es la
cante, que construye por lo tanto unatic;a sobrl. esta premisa -la de limitar- IC:ntfficadon con-e'l""'ag-resor=ta co~oci~? en psicanlisii~J(abs?
se a crear las condiciones para que el sigrficant!l no se detenga en su desliza- de poder -sexual o no- tiene el s1gm 1cado de recug_erar un sentimien-
miento incesante-, no pueden pasarse por 'alto r tomarse a la ligera: ta teora 'fu de su erlnaaa so6re el otro, de afirmacin narcisista. - -
lacaniana encierra una ideologfo_de la Ji&!:iQn..Ja deUa.Msez::fair:e. Y_eSto'.i1Q:P'O.L
n desva ocasional sino como cnsecuencia ob~da_de...s.us.dl:.san;ollos_sob.re~ Es lo que- vemos c aramen e e' capersonarrda-cr~moritaria o en
m1g~~~ . las posiciones dogmticas en que se desea aplastar al rival bajo la ex-
160 161
. ;
cusa de Ja defensa de las prop ias ideas. afirrn~_q.ue ~l.J:'.Q.!1 es capaz de ser aque~b.im-Su...La rabia_
Esta recuperacin del goce narcisista pro du cida por el sentimien- expresada , desplegada en agresin exter e como mensa1e rea-
to de poder, del cual el sadismo es una variante, impregna no slo la
p~tologla sino la vida cot idia na . Una person a p uede tener un contra-
s~ura3or para e -nar~Q, n cambio la rabia sentida pero-cic:
--------
tuada ---
puede ser .significada como una nueva demostrac1on de 1rope-
tiernpo en su trab ajo y tratar de compensarlo mediante una co nducta tencia, con lo que al deteriorar el narcisismo entra en un circuito rea-
autoritaria en otro mbito. Se dice " que est nervioso" pe ro esta ex- lrmentador. ---
presin es deso rient adora ya que no existe irritabilidad si11 un con- - EC:Teseo agresivo, pues de un deseo se trata, ebste por un "amor" :
tettido ideati vo detennmado. Lo que trata de recapturar es el senti- de aquel que lo siente con respecto a s mismo, "amor" que lo lleva :i
miento de potencia, de dominio perdido sobre las personas y las co- conseguir la presa que lo alimenta, a defenderse fsicamente, o en el
s;is en el qu e basaba su au toestima . De igu al manera un a pareja ago- nivel humano a resguardar el bien ms preciado, el narcisismo. For-
biada por co ndiciones externas adve rsas -econ micas, de segu1ida d ma errtica del amor al propio yo que tiene lugar cuando entra en
fsica, etc.-, condiciones sobre las que no t iene nin gn dominio, co- una estructura del tipo "y~l otro" ,~.i:a-amai:se...tiew~._cU!~
mienza a pelearse, a hacerse mutuos plan teas enrgicos, amen azas de de~!!..~-a!:;Ine-~cqm:Go como rival.
separacin, en to do lo cual cada uno logra ve rse como poseedor de Incluso la atitoagresin, en sus formas leves o extremas como el
un poder de decisin sobre la realidad . La pelea sirve para recuperar suicidio, se hace siempre por amor patolgico al polo otro de la
en l~ fantasa el sentimiento de podero de que se carece en la rea- oposicin "yo o el otro" : se autoagrede por culpa, amor esclavo al
lidad si se tiene por lo menos una persona, el otro miemb ro de la otro -masoquismo moral-, o porque el sujeto no se ve como digno
pareja, al que se puede domilrnr.
de vivir al no estar a la altura de un ideal que pasa a ser dentro del
La rabia narcisista, sobre l~u e Kohut h a sab ido llamar la aten- sujet o otro con respecto al yo que hasta ese momento lo represen-
rj~_e!}_~!!..1_~~.!.<?...Ple' iiOciaaS,'3473'.bia que aparece 7 ea en fo nm t aba. ..
Para salvar el ideal al que ama y del cual anhela verse -como su
de esta llido brusco, sea de venganza reta raatla, no es simple -descarga
ele :;-sivi<ladTrte a.-raOfensa recibida, no constnUy"tiil'iTI!fi'e-""- encarnacin -personificacin del ideal- el sujeto sacrifica a su yo,
ti .- .. ) ~
ljo-de trustrac10n-agres1oll,"1Tllefuctcro--conseette1tei<Mtel~ pero para alcanzar otro yo tan imagmario como el primero. . i
. 1 ~~.
" <'
'' ;,
teniendo el aliJnento de la presa a la que se ataca- en el nive l hum ano '. ..
adqui ere nue vo significado: "yo soy podero so , por lo tanto valioso y que soy, y p or no estar de acuerdo me muestro como otro dife-
no dbil o dependiente" . El ~~l2!.J~~ri9so. ~c:i~r~ a mesa. e_lnbj e_to= rente. A este otro es al que quiero, no al yo que merece el recha- h:
~
da. -ra agresin re.sulta extraa sobre todo .por el prejuicio de pensar
.,.. '
I
Nada ms humillante que el sentim ien to de impotencia porque el amor y la agresin como independientes y opuestos , y no exami- 'J.. ' H ... ~i
------~
' 4 11. Ko hut, "Tll o ught s o n Narcissism and Narc issistic Ragc " , The Psycho-
qnrzf. Swdy of th e Child 27 , p. 360 , 1972 .
narse la dialctica compleja en la que pueden entrar como conse
cuencia de la escisin que forma la base de todo sujeto y el place r f;;
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qu;~u~_t'.re. p_ara "el s_ujeto I?errnite pre,~~~?J~-~~J~Jlp~l.~9.2_n, a ~fl
.
:~
Igualmente el ataque de celos tiene una funcin interpersoal,
:
supuesto mst!D~ode muerte con una mistenosa finalidad en s1 rms- adem~ de su papel en la economa intraps quica, constituyendo ur.
. !;: .. ~::
, ~" ; :r:.
,. o.- Con ateora d-Cinstmto de muerte, que dvide -a los que parti- intento de controlar al otro, en el que se juega con la culpa y el t
, r
.,, - clpan en la polmica en combatientes de una fe, sucede como con rror que pueda experimentar para forzarlo a amar al sujeto. La aptla-.
(J ''.i{. t !i..,
. ,.
tantos otros mitos : se mantienen como necesidad para dar cuenta
de los hechos hasta que se pueda producir una explicacin cientfi-
cin que hace el celoso al principio de la fidelidad no c.:onsi&ie sirn-
plemente en colocar una ley social como cartabn para juzgar ~_
' t:.\;
r . infiel sino que es algo que se esgrime en beneficio propio por d po- 1
i /. t! 1
ca que torne a aquellos prescindibles. La nica manera de superar el
. 'if: .';''~;, ~ marco de la polmica y de salir del terreno de las creencias que se der que otorga al quedar tn el lugar del que puede habla en no1 nlHt ,
~- " ' ~'', .: .t) .
~ ,.
.t;WHJ~ sostienen nicamente en las predilecciones de sus defensores -plano de la ley . En el plano psicolgico es siempre una forma de intenta
l ..
f '( ~Jtt~ :.;f: ~:i.t ',; .~.~ -~?' de la ideologa- es dar para los hechos que la originan una explica- obtener algo del otro.
. ~ t: 1 cin que no remita a una causa ltima sino qu e los muestre como re- Cuando sostenemos que la rabia posee un sentido , en verdatl bajo
' -.f . . . . sultado de un encadenamiento de procesos. esto ltimo estamos englobando diferentes niveles de anlisis. LO pri
'.
,' El narcisismo -amor del sujeto por su imagen- pone en marcha la mer lugar resulta necesario diferenciar el estado afe;tivo de rabi
agresin, la que tiende a restaurarlo . l'A.0.f_,t._~1 1:C(jL1 L 1 -una estructura cognitiva afectiva en que predonna un deseo d,
Cuando la agresin asume la forma yerba l ,[email protected].~:. agredir al otro- de las conductas agresivas que son efectivizacin
sicapor-nuestra cultura, es generalmente vivida_P-9.L~Lq.u.e-la ...ejer:Ge del deseo .
'~~\i :..,. omo muestra de su ingenio, de su talento, de su superioridad sob re El deseo es de carcter gentico, de que otro sufra y que este su
' !(])
!1 " \ aquel que resulta ndtea!lzado. !J..'!1.QJa.co.artada..de..la..inielige..11.c;_ia.Q_ia frirniento alivie el propio del sujeto. Esto es lo propio del deseo &gresivl
164 .6S
..
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~r
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! -. ' .rJ . . 1 ~
"/ \
\ 1 i/-(\,11-,
\ y. .'".. , / \
La fenomenologa de la rabia, d~ ia ve~anza, depende entonces ble que una satisfaccin narcisista en un aspecto distinto de aquel en
de condiciones estructurales que son determinantes ms all de las que se sufri la herida acte realzando la imagen global del sujeto
formas que adquiere: 1) que exista una oposicin entre el yo y el -el yo representacin- y haciendo pasar a un segundo plano la ofen-
otro; 2) que exista un lugar valorizado que sea ocupado por el otro. sa sufrida.
Si se cumpliera la primera de estas condiciones pero no la segun La misma raz que el resentimiento crnico tienen algunos estalli
rfa no existira rabia narcisista, como se ve por ejemplo cuando el su-
dos de rabia que permiten al sujeto sntir que est en la posicin jus-
_jl!to tri unfa sobre el rival, inundndolo la satisfaccin narcisista. ta . Esta "santa indignacin" es un verdl!_der.Q_<!~p]ieg}le _hjstri~.9_ gue ,
f;\mpoco habra rabia narcisista si se cumpliera la segunda condi el sfilefi'i-rea@aante=--S:'ITSmc.-t.stando disociado una parte de s
Gin pi!ro no la primera: el padre que al no tener rivalidad con el hi
iC"f"a~~~06servadora ~l estallido justicie!9;:yen lc:i- m~Q~ e{_!
jo cree que el triunfo de ste pertenece a una posesin narcisista del
"q!ie _esf~inci!'._i;tl~n_!Jl s~- siente,ms_,l!.fu:mado en sUderecho. Es mJ.12'.
o.
.1!.otabl~_s;omprobar c:_m<?~ r~~i~~s sen_!ida ~aLsi.[~IlL!!!1_argu
Sj __se__ll_:_~---~~S!~E:~!~i:Y<:>_.~~-R-~.r ~_bs_queda de 4espariciq \ ment2_9.!:!e comprueba la razn del sujeto. Es el paralelismo que rea-
fsica -de ah que la forma de muerte que se prefiere sea con sufriJ ' fizael paranofeentresu "stadO emocioniil y la atribucin al exte-
niento: Si.no plrra:msar l "ofro- como -ser ~Jn!iable~,:-SJ:gmfi.f~ rior de la produccin de ste. En vez de tomarse la rabia como una
do como infericii~ -Y 'aEJeto pormpllcac!OilcolTio superior. Y m respuesta del propio sujeto se razona que si se est tan enojado es
~n, s en algunos casos se necesa que efque
s ufrafa venganza vea
. porque algo grave se le ha hecho. En la medida en que se logre au-
'!! rostro del vengador es porque parte del poder con que qued in-
mentar el enojo es como si.se aadiera ms razn a la acusacin. Este
ve~tido el que inici el ciclo ofendiendo se convirti tambin en 1
, supuesto bsico exp,lica por qu inconscientemente se desea man-
tr.stigo privilegiado de la debilidad -significada como inferioridad-[ .: tener el enojo: si la prueba de que se tiene razn es que se est eno-
id ofendido. 3 5
jado, si desapar{eciera este estado de ~o es como si no se la tuvie .e'
Detengmonos en otra forma de reafirmacin narcisista. En mu- ra. \ " !) /~?{ A-;t... ~--')
,LX-<_,. (! v <J 1.-'0"'i/'JJ..__
n .:: ,;'
. t
chas circunstancias cuando un sujeto pelea con otro intenta reforzau--~ Cuando la rabia na hsista no se puede manifestar abiertamente,
~.u .d1.sg.u.s.to a.. tra.v.s de una .a ctitud qu. e b.ien podramos calificar
~ultivo del resentimiento. Q!?_!i~!_l~_!!_Ql_acer especial en maniene.!r-
d,~ ,...._
'x,,.,_ --) aparece a veces bajo una forma particular de reafirmacin del suje-
.\
\ '1
., ,
to, el negativismo. Ya en otro lugar3 6 habamos planteado que el
se_eJ1_qj,aclo_y. rechazar al otro. Gracias a""1?.ste...c.J.!.ltiYQ del reseiitimieh- v J sujeto poda llegar a oponerse a su propio deseo para que no satis
.i
Si el cultivo del resentimiento es una reafinnacin narcisista slo o el otro. Mediante el negativismo &e adquie~e el sentimiento de ser ~-1
- 1
desaparece en la medida en que se tome innecesario, lo que se puede uno el que-"figfa, e ., eteiicOiliOOefOtro.
rer clnicamente cuando el sujeto recupera su balance narcisista. Si ,:-
~ ~r-egaty}j_ii}?.J:tay gue bti~~~Ja_)i~ ~~It~~~~~ .,#
!a representacin del yo funciona como una totalidad resulta posi- 18- vvido como ofensa gue se _quie.re-tesafiaL.a.Jr.SY.~A9!1e.1Ia
~.gE;d\l.CJ!l. Por ello es particularmente frecuente e intenso en la ado-
35 Que el narcisismo sea de la mayor importancia en Ja gnesis de la agresivi-
lescencia en la que el sujeto se siente tan inseguro, pudiendo cumplir ~
':?.! ~-~~ >
dad humana no debe hacer pensar que resuelve el problema. Ms bien creemos
qne d ver que aqul permite otorgar sentido a la agresividad abre la va para la 36 H. Bleichmar, La depresin. Un estudio psicoanaltico, Nueva Visin, Bue- ":.... ~ .. '
bsqueda de nuevos sentidos. nos Aires, 1976.
. 1 ~ -~
/.. ' '! ;
166 167 ; . :!_; .'~~--: ~~~ ~
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' ;:. jeto termina en sufrimiento ello nos autoriza de por s a hablar de
, . ', masoquismo. En efecto, supongamos a alguien que por impulsividad
:-;. -ser dominado por la perentoriedad del deseo- una vez que ste se ha
satisfecho se encuentra en una situacin que lo perjudica. Sera el
masoquista sino que ste constituira simplemente su obligacin. El
masoquismo moral es el segundo tiempo de un proceso en el que el '
primero dej al sujet o en el lugar de culpable . El placer del masoq~
mo moral est dado por el perdn que se logra, por ser readmitid~
caso del adicto por ejemplo y de las consecuencias que le ocasiona entre los buenos por el supery. El del masoquismo narcisista p o~
la droga. Lo que el adicto busca no es primariamente el provocarse el~ars~_E.2.L~ll9m.-4~_1C?.S._ ot~~3U:iC~~~aKf1- est'._ ~i~~~degfa-, i
dao sino por el contrario un estado de placer o por lo menos el ce- deza, no re ci\l.Y:i~.!.!do_!Uft.9 p_revi,o oJanta~a hostil.3 8 - .... . l
se de un estado de tensin. El sufrimiento sobreviene como una con-
secuencia y no como resultado de una motivacin que lo requiera.
Laseverii autocrtica que algunas personas realizan a pesar del do->,
lor que les produce por lo que descubren -de s mismos otorga lasa-':
Si por lo anterior resulta claro que aquello que caracteriza al ma- tisfaccin narcisista de sentirse como aquellos que son capaces de
i. soquismo no es el sufrimiento en s sino el placer que se pro duce en ver los propios defectos a pesar del sufrimiento que ocasiona , como
el mismo momento en que el sufrimiento ocurre nos tenemos que los defensores de la verdad aun a costa de verse perjudicados po1
preguntar de dnde deriva ese placer. - ., " sta .39 Incluso cuanto ms lacerante sea la verdad ms satisfaccin
~El Elacer aepenae, en verdaO,Oe la sigajfic_a ~n qu;,._posea E.Eo puede producir. Es la satisfaccin que otorga la santidad por ser ca
el sujeto el sufrimiento.3 7 En este sentido existen ilgunas personas
para- quienes verse sufriendo, renunciando a satisfacciones , siendo 38 Vase Alan Parkin, "On Masochistic Enthralment . A Contribution to the
Study of Moral Masochism", l nt. J. Psychoanal., vol. 61, p. 307 , 1980. En ~Sl l
artculo se destaca el papel del narcisismo en el !)1asoquismo aunqu1,; no se i
37 No es nuestro inters detenemos en un estudio pormenorizado del proble- ferencie entre masoquismo narcisista y moral.
y ma del masoquismo, de sus diferentes formas. Remitimos al lector al excelente 39 Esta recompensa narcisista juega un papel importante en los perodo s lfo
l'I, trabajo bibliogrfico de Stolorow, "The Narcissistic Function of Masoquism tratamiento psicoanaltico en que aparecen rasgos del sujeto que merecer,
and Sadism", lntern. J. Psychoanal., 56, p. 441 , 1975 . Nuestra intencin es, su propia objecin.
precisar aqu el concepto de masoquismo narcisista.
1.ih
168
paz de superar las pruebas que la vida depara, pero por sobre todo\\ Experiencia de satisfaccin sustitutiva
por buscar sacrificios, los que una vez superados corroboran la san-
tidad. \ Hasta aqu hemos visto cmo ante la ansiedad narcisista se pueden
La satisfaccin narcisista de sentirse suz_erior _Q_or tener conduc- poner en marcha estructuras psicolgicas que compensan la minus-
tas de autosacrifiCio; en algunascircnsfancias-es ~a-defens~nte. vala. La relacin existente entre la angustia narcisista y las compen-
ansJ!_dad.s peisecutoriis.- "i~rsujeto- aTerrofiZadopor el poder atri- saciones es entonces de similitud temtica, aunque c911-sign~es
buido-al otrcr'1ntefa aplacarlo mediante el sacrificio ritual. A ma- to: el sentnient~.~~usv_alt es re~mplazado por el\ct:= .
nern de premio consuelo, para mantener oculta la ansiedad persecu- Pero esta no es la uruca forma en que el sujeto puec!e~ a si-
I'
toria y el sufrimiento narcisista de sentirse inferior por el someti- tuacin narcisista angustiosa. Tambin es factible hacerlo a travs de
miento , presenta las cosas ante la conciencia como si la conducta de experiencias placenteras que no se relacionan temticamente con el
autosacrificio obedeciera a ideales. Estamos en el terreno de la racio- sufrimiento narcisista. Tomemos como ejemplo aI alcoholista. Ante
1alizacin. estados penosos diversos -tristeza, miedo, dolor fsico, desvaloriza-
,E.n est~E~_s..?_.~ ~-:_t_rata de masoq~1:!12!1Ec~ista. y:a _g~ a~~ cin, etc.- recurre a la ingesta que para l se ha convertido en una ex-
que pone en marcna ei\f~flc10 no es la busqueda de satisfac- periencia de satisfaccin privilegiada, una especie de antdoto poliva- \
c:in-narfis1aTmo el"mtentOCleOismmuir la ans1edac:t=persecurc;na:-- lente. Igual sucede con la succin del pulgar para el nio, con la ali-
~l verda d-eiomasoquismo-natciS:islalleelugar cuanooerautosacfi-;-- - mentacin para el obeso patolgico. No importa qu angustia est
ficio se lleva a cabo por puro placer narcisista. actuando pero recurrir al placer oral -placer de zona corporal y de
faDtasas subyacentes- para contrarrestarla.
La experiencia de satisfaccin funciona de este modo como una
estructura global, es decir que al ser activada por el displ&cer tiende /J
: ..... ! ..
Exhibicionismo compulsivo a seguir una serie de pasos establecidos en forma ms o menos fija. 1
~ "( r
' 'A
La relacin entre la experiencia de satisfaccin y la experiencia do- 1 :"
Cuando no hay en el sujeto un sentinliento arraigado de la propia~-~ -..... lorosa no es de conexin asociativa entre dos temas definidos, sino
Ya.la siente que cada oportunidad es la njca que posee para .lograr ~ , 1 r11 i entre dos estructuras, de modo tal que el displacer de una pone en t ~
el reconocimiento de los otros. Es lo que vemos, por_ejemplo, en ad-' ,.., ' 1 iI1 ' i <
1 accin la bsqueda del placer de la otra. Esto es lo que se ve el~
'.
das, ~c! _mucnas ocasiones desorgan~ado_ra~>.. 9.l.1_!_e_11J.i;U.n..!lt10}~~~~gn compulsiva en algunos adolescentes presos de un estado depresivo ~
l eq~i vaJ_ente fl<lS.:eF"drasprecTosas 'que ex.llibe el nuev9_ric_o inseg.u:.= con sentinliento de vaco, permitindoles recapturar algn nivel
'J'.
Tal agustia por ganar el reconocimiento del otro es lo que deter- El hecho de que una experiencia de satisfaccin determinada l:
mifi Ja"mcapacidad.cte-c'""ai.i~. de.'detenerTverborreaque'lg;~. pueda convertirse en la forma prevalente con que un individuo en- l ,,J
personas pre_s(ffu-~-~ii::_I('fotci laffi<l-decooiat ar-objeto, ~I frenta distintos tipos de angustia determina que no exista corres-
gne se siente que se piercte como frriifador,- trafando-cfe-recaptu- pondencia entre el plano temtico en que se produce la frustra- ,, .
-_~rio ei( es fa. po~Idp ._ P~r_o ~~AtCL.rii~JeJ1aOJa_rn._~ssevvequeselo cin y aqul en que tiene lugar la experiencia de satisfaccin. Es- .7. ....
J
pierde, ~re_!.1_1sJo s,~ un__c!culo vicios9_;_1~jp~rvie.M comp_1,!lsivament_e~,, ta puede hallarse cargada de significado oral, mientras que .el de
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se :rivencia que esto es ina~_cu~9C?,.'-"ciYUU?.J.erde la admiracin d~. la fmstracin es genital, o viceversa. Por ello en el caso del obe-
ntro y se _trat' _~e)'.S.11Pei:".3.!:l.:-_~~ ~ intee".'.e~~-~n C9!l)PULS1- - so que come desmesuradamente cuando 'tiene una experiencia
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que le produce ansiedad no debe pensarse que sta tenga un con-
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tenido oral dado que la gratificacin que la neutraliza lo es, sino
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que el acto de comer tiene que verse como una estructura a la que temtico . Cuando un sujeto se encuentra ante un texto extenso o di
i(: ; se recurre indiscriminadamente ante las ms diversas circunstancias . f!f.llij:_Qsp.~pueae:o:Seilir.Jiqij~fi~>.flii!-eit_t1tdquilieT1_clg_ sin_o to~o lo
,:r. 5 Precisamente en esta articulacin automatizada entre un tipo par- . que le falta. El texto se_co.rivi~rte p.a.ra l en 1J.n test.Jngnio de su ig
i. -~Vif!.c .::f';r~ t } ''.:; ticular y prevalen te d~ experiencias de satisfaccin y estmulos muy -nfan:.\l,;..resirt:a01efi~ol_c::rable la experiencia. L t1. comn in-
t:::~i':i.'i:{1 .. ~ ~- ;~. diversos reside el caracter patolgico de aqulla. Una vez llegado a Lan_cja __ para__ ~l- ~pr~~~~aje ~e l.?s idion:i_~_<:_Q!l 19_s__iirn_um_e rable s
i :- !':'.'. este estado de articulacin se crea un desfasaje de significado entre intentos _y su~p~n~ign~s en cicl .o~ _ sucesivo_s radica, en no pocas oc<i-
... , 0
;:_ la experiencia de miedo, tristeza, desvalorizacin y la de la satisfac- ~S, !.J.1_el he ch.o ge q]Je la lengua extranjer confronta .continuamen
~ cin que le sigue. Este desfasaje se halla en la base de la repeticin de t(~J':,_TuJt:.to con .el r~c;on9cimiento de su limitacin y por Jo tanto
,. ~ la experiencia de satisfaccin -caso de las perversiones, de las adiccio- coTnsatisfaccin narcisista. ,De manera similar el sentimiento angus-
nes, de la obesidad, etc.- ya que al no ser la experiencia de satisfac- tioso que.alguriS personas experimentan en una librera o bibliote
: ;, ~ ..,
cin la que contrarresta en el terreno especfico Ja ansiedad que la ca muy amplia y que los hace retirarse puede tener como base la
. : desencaden sta persiste como tal y slo es neutralizada temporal- angustia narcisista de sentir que jams van a poder abarcar todo est
. mente. conocimiento.
Por otra parte el hecho de que la experiencia de satisfaccin est La renuncia narcisista puede sobrevenir tanto en las personalida
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.. siempre lista en el psiquismo como algo a lo que puede apelarse des manacas como en las melanclicas. Las primeras inician una ac
' ' ante ansiedad es diversas explica por qu no resulta fcil la terapia tividad teniendo la expectativa de un resultado final exitoso pero an-
" 1 del adicto o del obeso. Podr irse disminuyendo la ansiedad, median- te el sufrimiento narcisista abandonan en el camino. Los melancli-
~ -
1'' ~ , ' te la elaboracin de ncleos conflictivos, pero es imposible erradicar cos, en cambio, pueden renunciar antes de empezar pues avizoran el
~ ' Ja posibilidad de la emergencia de aqulla de una vez para siem pre. fracaso final con el consiguiente sufrimiento narcisista.
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La angustia surgir inevitablemente y ante ella la vieja modalidad de Por otra parte debemos diferenciar entre renuncia narcisista y re
contrarrestarla -la experiencia de satisfaccin- podr estar al acecho, traccin narcisista. En la primera se abandona una actividad; en la ,
.. : como presta a ser activada, como un verdadero punto de fijacin segunda una persona , un grupo , una nacin se aslan P<l;!A.mantener
al que se retorna . /--~ en lo imaginario el sentimiento de superioridad graciaf que se'{!v:i,_ta
la confrontacin que hara evidente las limitaciones. 4 p ., \ .
/ . . ~ ; .... ..,.__ i' Vl
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172 l '/3
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!.., TRASTORNOS NARCISISTAS
ciu1s mo capaces de originar los unos a los otros. Para tomar un solo
ejemplo que ilustra el nexo entre las categoras digamos que las de- ''
plos: i :, .,
Adiccin. Obesidad. Masturbacin com- l
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Fracaso narci-
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INDICE
Prlogo 7
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Introduccin 11
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Constitucin del de~eo narcisista dentro del campo edpico 12
I
' El sistema narcisista intrapsiquico 19
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Relaciones narcisistas de objeto 46
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. Reglas de la enunciacin identificatoria 56
El sistema de ideales . La instancia crtica y los metaideales 64
! .L:~~."'.i.~.
1.. : //
El discurso totalizante 75